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Mis geniales ae em Com LAUT TLE) ea BV Cour RRC) CRC eR rete) Gary Kimovich Kasparov, autor de este CCRC mecha a siones del ajedrez en 15 siglos de his- toria. Nino prodigio desde los cuatro anos, huerfano de padre desde los siete, tenia nueve cuando su madre de- cidio que el ajedrez seria el eje central CCE Cee ere y eo ia | campeon del mundo mas joven de la historia, y desde entonces no ha baja- do del primer puesto del escalafén. En 1988 huyo de las tragicas luchas étnicas de Bakiy se instalé en Mosca, BUTE ene Mr a aid ERE CCB ol (nea frecuente colaborador en temas poli- ticos del Wall Street Journal, pero este compendio sobre los mejores jugado- res de todos los tiempos y las partidas mas significativas de todos los cam- peonatos mundiales es la obra que él SU Cmca oR LC a Sy ecm coe ec Co En una encrucijada de épocas sky, ya han sido descritas, y ahora es el turno del undécimo campeén, el fenomenal Fischer, quien a principios de la década de los setenta consiguid aplastar a la maquina soviética de ajedrez. Antes de él habian realizado intentos sin éxito otras brillantes estrellas occidentales: Reshevsky, Najdorf, Larsen... La légica narrativa -o tal vez la propia Caissa— sugirié la solucién de consagrar un volumen individual a todos estos sobresalientes ajedrecistas. Es evidente que Fischer no surgié de la nada. No sin raz6n se le Ilamaba el mejor alumno de la Escuela Soviética de Ajedrez, cuyo florecimiento propicié un rapido desarrollo del juego rey a mediados del siglo XX. Pero con mayor raz6n podria considerarsele el sucesor de la gran tradicién del ajedrez americano, em- pezando por el legendario Morphy. Durante el perfodo de mas de un siglo que separa los triunfos mundiales de ambos, la popularidad del ajedrez en Estados Unidos experimenté un continuo incremento. Alli fue donde Steinitz realiz6 hechos sin precedentes, como disputar cinco encuentros por el Campeonato Mundial entre 1886 y 1894, y lo que es mas im- portante: exponer, en su International Chess Magazine (1885-1891) y en su obra fundamental, Modern Chess Instructor (1889) las ensefianzas de la nueva escuela, la Escuela Posicional. A fines del siglo XIX, esa oleada de progreso Hevé a Pillsbury hasta la cumbre, seguido ya en el siglo XX, por Marshall. América se convirtié en un importante centro mundial de ajedrez y no fue una casualidad que Lasker se instalase alli durante varios afios, incluso editando su famosa Lasker's Chess Ma- gazine (1904-1909), como tampoco fue un accidente que el genio Capablanca apareciese y madurase en los Estados Unidos, pasando a residir, durante mucho tiempo en Nueva York. Mientras la I Guerra Mundial devastaba Europa, en EEUU seguia desarrollan- dose la vida de los torneos y, de forma imperceptible, poco a poco, se iban asentan- do los cimientos de una nueva ruptura. En los aiios veinte, este proceso fue acele- rado por las sensacionales exhibiciones del niiio prodigio Sammy Reshevsky, una gira de Alekhine -el aspirante al trono mundial- y, sobre todo, por los grandiosos torneos internacionales de Nueva York (1924 y 1927). Como consecuencia de to- do ello, a comienzos de los aiios treinta, surgié todo un grupo de fuertes maestros: Kashdan, Horowitz, Steiner, Dake, Denker y otros, por no hablar de estrellas de magnitud mundial, como Reshevsky y Fine (a quien se le consagra una seccién de este libro). No es de extraiar, por tanto, que, con la ayuda del veterano Marshall los norteamericanos ganasen cuatro Olimpiadas consecutivas de la época. L a vida y partidas de los reyes del ajedrez del pasado, desde Steinitz a Spas- Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES IV Enwetanto, y detras del “telén de acero”, en la URSS, donde el ajedrez gozaba del apoyo politico y estatal, la maquina ajedrecistica que conquistaria el mundo después de la II Guerra Mundial, ganaba rapidamente velocidad. La primera con- frontacién directa (por radio) entre la URSS y EEUU, se celebraria a diez tableros en 1945, con una aplastante derrota de los campeones olimpico: “2Qué le ha pasado al ajedrez norteamericano?”, escribié Arnold Denker por entonces. “ZEs posible que el pais que ha producido al brillante Marshall, al versa til Reshevsky yal enciclopédico Fine, se haya quedado tan rezagado como la pali de los rusos parece indicar? Hacia 1932, este pais tenia entre quince y veinte jéve- nes maestros de gran talento. :Qué les ha pasado a todas esas estrellas en ciernes? zEs posible que tanto talento pueda haberse evaporado en unos cuantos afios? La respuesta a esta tiltima pregunta es un claro € inequivoco jsi! Por qué? Porque el ajedrez profesional requiere la plena dedicacion del jugador, y sin embargo eso no le asegura en cualquier parte unos ingresos regulares. El ajedrez es un trabajo de tiempo completo, y debemos tratarlo como tal si queremos seguir siendo com- petitivos a nivel mundial. Cuanto antes lo comprenda el ptiblico norteamericano, antes podremos recuperar nuestro prestigio como nacidn lider en el mundo del ajedrez”. Pero el ptiblico norteamericano del ajedrez no tenfa prisa por entender esto, al menos a juzgar por el hecho de que Fine se viese obligadoa retirarse del match— torneo por el Campeonato Mundial (1948). Después de esto, Reshevsky se qued6 practicamente solo contra la cohorte soviética (aunque su experiencia le resultaria Tuego muy titil a Fischer). Hasta fines de los cincuenta, Reshevsky era el indiscuti- ble ntimero uno de Occcidente, si bien, en EEUU habia surgido un nuevo grupo de jugadores de talento: Evans, los hermanos Byrne, Bisguier, Lombardy... El tinico jugador que podria cuestionar la supremacia de Reshevsky fue el gran maestro argentino Miguel Najdorf. La razn era que en la posguerra habia surgido una nueva potencia en el mapa ajedrecistico: Argentina, donde muchos maestros europeos decidieron quedarse después de la Olimpiada de Buenos Aires (1939). El mas fuerte de todos ellos era Najdorf, quien tenia la misma edad que Reshevsky, y también habia nacido en Polonia, si bien la dejé veinte afios después. Estos dos maestros -el modesto y religioso Reshevsky y el alegre y sociable Naj- dorf- aportaron la nota occidental en la alta competicién de ajedrez, dominada por los representantes de la URSS y paises del Este. Estrictamente hablando, los dos eran aficionados, puesto que no se ganaban la vida jugando al ajedrez (creo que el match de 1961 Reshevsky-Fischer incluso debiera subtitularse él iiltimo afi- cionado contra el primer profesional). Pero la fuerza y el talento natural de ambos eran tan grandes que hasta cuando tenfan en torno a 60 afios se encontraban entre los diez mejores grandes maestros seleccionados para el equipo del Resto del Mundo en el Match del Siglo (1970). Dignos sucesores a los fuertes veteranos de Occidente slo aparecieron a fina- les de los aiios cincuenta y principios de los sesenta. El primero en presentar sus credenciales fue el joven Bobby Fischer, y luego surgié el danés Bent Larsen. Los Exitos competitivos de Larsen y su juego fresco e inventivo, entre 1964 y 1970, le permitieron defender, en el mencionado Match del Siglo, el primer tablero de la seleccién mundial. Por entonces, slo estos dos maestros planteaban una seria amenaza a la hegemonia soviética. Sin embargo, pronto demostraria Fischer que élera cl llamado a convertirse en nuevo Campeon del Mundo. Su revolucional irrupcisn y su tragico adids al ajedrez constituyen el tema principal de este libro. Gary Kasparov Olimpico de larga vida EI legendario gran maestro nor- teamericano Samuel Reshevsky (21. XI.1911-4.4.1992) fue el mds famoso nifio prodigio del ajedrez después de Capablanca. Pero hay algo que es mu- cho més importante: se convirtié en uno de los escasos vinculos entre dos eras del ajedrez, separadas por la II Guerra Mundial. Reshevsky era uno de los jugadores mas fuertes del mundo, durante los tiempos de Lasker, Alekhi- ne y Capablanca, y también durante el cuarto de siglo que va de Botvinnik a Fischer, jEs el tinico jugador de la his- toria que ha disputado casi un cente- nar de partidas contra once campeones mundiales! Reshevsky nacié en el pueblo polaco de Ozorkoy, no lejos de Lodz, en el seno de una familia judia ortodoxa. Era el menor de seis hijos, y a los dos afios ya daba muestras de una extraordinaria capacidad. Cuando Sammy tenia cinco afios, aprendié las reglas del ajedrez, co- mo Capablanca y Keres, sencillamente viendo jugar a miembros de la familia. Pronto el nifio le pidié a su padre que le permitiese jugar una posicién en la que el tiltimo habia admitido la derrota, y gané la partida “para gran asombro de mi padre y de su oponente”. Esta historia es tan tipica como punto de partida en la historia de un nifio pro- digio, que recuerdo involuntariamente el divertido chiste de Siegbert Tarrasch, quien en Montecarlo, analizando una posicién aplazada, en presencia de una Sammy, MIGUEL ¥ BENT mujer con un bebé en brazos, dijo: “Du- rante mds de una hora estudié intensa- mente el tablero. Desesperado, estaba a punto de retirar las piezas cuando, de pronto, el bebé, que daba muestras de encontrarse a disgusto, extendié su manita en direccién al flanco de dama ‘blanco, me miré con ojos inteligentes y grité con voz apremiante: *;Aa-aa!’. La madre, preocupada, se alejé con el nifio. Obviamente, no lo entendia. Pero yo sospeché lo que el nifio queria decirme. Fue como si mis ojos se hu- bieran desprendido de sus escamas: jsf, tenia que llevar mi torre a la columna a! Triunfante, me dirigi rapidamente a la sala de juego”. Sammy no s6lo podia decir “A”, sino también “B”,' y en poco tiempo le ga- naba a todos los jugadores de Ozorkov, asi que su padre decidié levarlo a Lo- dz, un conocido centro ajedrecistico, a comienzos del siglo XX. Alli jugé varias partidas de exhibicion y deleité al vene- rable maestro Georg Salwe. Y no sdlo a él. El espectaculo de un nifio de seis aiios, dando una exhibicién de simul- téneas contra 20 6 25 adultos, provocé un gran revuelo. Cuando el niiio prodi- gio aparecié en el Club de Ajedrez de Varsovia, a fines de 1917, hasta el gran Akiba Rubinstein expresé su deseo de jugar con él. Es comprensible que Sammy tuviese escasas posibilidades, a pesar de que el famoso gran maestro juugase con negras ya la ciega... ‘Afortunadamente, se ha conservado el texto de ese tinico encuentro entre Reshevsky y Rubinstein: 1. Proverbio ruso que alude a la necesidad de coherencia: “Si dices A, tienes que decir B°. N.d.T. uM Gary Kasparov - MIs GENIALES PREDECESORES IV 1e4e5 2 Df3 Dc6 3 2c4 Sc5 40-0 D6 5 Dc3 d6 6 h3 h6 7 d3 g5 8 Dd5 g4 9 Og5 Sxd5 10 exd5 hxg5 11 dxc6 bxc6 12 hxg4 d5 13 We2 W£6 14 2b3 Wh 15 Wxe5+ 2e6 16 Wxh8+ Wxh8 17 2.xg5 Sd7 18 c3 Sg8 19 Re3 Sxg4 20 Qd1 &h3 21 g3 21... Hxg3+ 22 fxg3 Q&xe3+ 23 Rf2 We7 24 Sed+ Wxgd (0-1). Si la juzgamos por los parametros actuales de juego, es una partida floja, por supuesto, pero tiene un excepcio- nal interés hist6rico. A pesar de su facil victoria, Rubins- tein alabé a su joven rival después de la partida: “Un dia te convertiras en cam- peén del mundo”. Entonces le mostré su clasica partida con Lasker (partida nim. 61) y parece que Sammy declard que el final de torres resultante podia haberse ganado dos jugadas antes... Los padres de Reshevsky estaban muy orgullosos de los éxitos de su hijo y lo Nevaron por toda Polonia, realizando exhibiciones ptiblicas. En- tonces, decidieron mostrar los t de Sammy por otros paises de E “En 1920, cuando tenia ocho anos, comenz6 realmente mi carrera de nino prodigio”, recuerda Reshevsky. “Acom- panado por mis padres, recorri muchas capitales europeas, dando exhibiciones. en Berlin, Viena, Paris, Londres y otras ciudades”. También en Amsterdam, donde el 29 de febrero de 1920 tuvo lugar otro encuentro histérico, Entre los veinte rivales de Sammy, en su exhibici6n de se encontraba un futuro campeén mundial: el joven de 18 aiios Max Euwe, que ya por entonces habia finalizado segundo en el Campeonato de Holanda. Muchos afios mas tarde, Euwe atin recordaba las jugadas de apertura de aquella partida, en la que levaba negras: 1 e4 e5 2 DF Dc6 3 2b5 a6 4 dad D6 5 0-0 Dxe4 6 d4 b5 7 &b3 d5 8 dxe5 £6 9c3 Se7 10 Bel 0-0 11 Sc? ig4 12 dxe4 dxed 13 Yxd8 Baxd8 i 14 Bxe4?? Hdl+ 15 Hel 2xf3, y las ne- gras ganaron pieza. Poco después, Euwe, cortésmente, propuso tablas, pero el chico, apretan- do los dientes, respondié en aleman: “Ich will siegen” (Quiero ganar). Pero perdi6, por supuesto, y ésa fue la tinica derrota de Sammy en aquella exhibi- cién que finaliz6 con el resultado de 7 =2 -1 a su favor. La siguiente ocz sién en que él y Euwe se encontrarian ante el tablero no fue sino en 1936, en el supertorneo de Nottingham... También se enfrenté a oponentes de muy diverso tipo. Una partida con el gobernador aleman de Varsovia fue recordada durante mucho tiempo por el nino prodigio. En general, el interés por Reshevsky no se limitaba al ajedrez. Una psicéloga berlinesa, Franziska Baumgarten realiz6 una serie de tests con él, cuyos resultados fueron muy in- teresantes. Sammy, que nunca habia ido a la escuela ni visto libros con ilustracio- nes, no tenia la menor idea de aritmé- tica, ni podia reconocer imagenes de animales. Por otro lado, cuando realizé tests de visualizacién espacial, Sammy pudo resolver problemas dificiles para nifios que le doblaban en edad, y uno en particular demasiado dificil para cualquier nino. Los tests de memoria también arrojaron un resultado asom- broso. Sammy disponia de cuatro minu- tos para estudiar 40 figuras, cada una de ellas en una ficha diferente. Luego las fichas fueron separadas y barajadas. El nino recordé todas las fichas, sin un solo error, en el orden correcto inicial. ;Ni siquiera los adultos habfan logrado hacerlo La psicéloga comenté de forma especial que Reshevsky habfa rehus do cualquier tipo de ayuda durante los tests. Cuando le pregunto a Sammy qué haria si, de repente, se prendiese fuego en la cortina de una ventana, respondié: “Cogerfa un cubo de agua y lo arrojaria sobre la cortina”. Y a la sugerencia de si no seria mejor lamar a los bomberos, respondié: “Puedo ocu- parme yo mismo”. Un cuarto de siglo después, Reshe- vsky pudo declarar lo siguiente acerc de aquel perfodo de su vida: “Durante cuatro anos, estuve en el punto de mira del ptiblico. La gente me miraba, me abrazaban, me pregun- taban cosas. Los profesores median mi craneo y me psicoanalizaban. Los periodistas me entrevistaban, escribien- do historias fantasticas acerca de mi futuro. Los fotégrafos me enfocaban continuamente con sus cémaras. “Era, por supuesto, una vida muy poco natural para un nifio, pero tenia sus compensaciones y no puedo decir honestamente que no disfrutaba de ella, Era emocionante viajar de una ciudad a otra con mi familia, como también lo era jugar cientos de parti- das de ajedrez y ganarlas casi todas, el hecho de saber que habia algo especial en la forma en que jugaba al ajedrez, aunque yo no supiera por qué. "Me preguntaban constantemente cémo era posible que pudiese jugar tan bien al ajedrez siendo un nino, pero, por supuesto, yo no conocia la respuesta. No podia responder enton- ces a sus preguntas, ni tampoco puedo Sammy, MIGUEL Y BENT hacerlo ahora. El ajedrez era, para mi, una funcién natural, como respirar. No requeria un esfuerzo consciente. Las jugadas correctas se me ocurrian, durante una partida, de forma instanta- nea, como exhalar el aliento. Si se para a pensar en la dificultad que tendria usted para describir cada uno de sus ac- tos cotidianos, podra hacerse una idea de mi dilema para tratar de explicar mi capacidad ajedrecistica”. Uno de sus viajes levé la familia Reshevsky hasta EE UU. La misma tarde de su legada a Nueva York, el 3 de no- viembre de 1920, Sammy visits el Mars- hall Chess Club, donde le presentaron al tantas veces campeon de EEUU, Frank Marshall, y al veterano Albert Hodges, y poco después sorprendié a los hal tuales del club resolviendo al instante algunos problemas que le fueron plan- teados, Durante varias semanas, el prodi- gio realizé diversas apariciones piiblicas, justificando plenamente ta expectacion despertada ante el piiblico local, y luego emprendié una gira de casi dos afios por ciudades del pais, hasta la costa oeste y regreso. Reshevsky recuerda haber dado exhibiciones de simultaneas en clubes de ajedrez, salas piiblicas, teatros ¢ inclu- so grandes almacenes. En unos almace- nes de Filadelfia dio una exhibicién en presencia de mas de 3.000 personas. Por alguna raz6n, los periodistas quedaron especialmente impresionados con una exhibicién de Sammy en la Academia Militar de West Point, donde, de 20 par- tidas, gan6 19 y sdlo cedié unas tablas. Se ha vuelto un lugar comin hablar de la explosién del interés por el aje- drez en EEUU, con los triunfos de Fis- cher en los afios sesenta y setenta. Pero no hay que olvidar que en la primera mitad del siglo, seguramente no fue in- ferior la contribucion de Reshevsky por popularizar nuestro juego en el Nuevo Mundo. Segtin sus contemporancos, muchos clubes de ajedrez se abrieron entonces, y aquéllos que llevaban una triste existencia, cobraron nueva vida, gracias al interés ptiblico por la increi- ble habilidad de aquel niito prodigio de diez anos. 13, Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES IV A su regreso a Nueva York, en oc- tubre de 1922, Reshevsky afrontaria una dura prueba: jel primer torneo magistral de su vida! Aunque su resul- tado fue mas bien modesto (1. Edward Lasker, 4 de 5; 2. Jaffe 3; 3-6. J. Berns- tein, Bigelow, Janowski y Reshevsky 2), su partida con David Janowski significd una nueva fase en su carrera. El famoso maestro franco-ruso, que habia jugado dos encuentros con Lasker, y que tenia victorias en su haber sobre campeones mundiales, desde Steinitz a Alekhine, contaba entonces 54 afios. Sus princi- pales éxitos eran ya cosa del pasado, pero en partidas aisladas segufa pu- diendo jugar a muy alto nivel. Asi, por ejemplo, dos aiios mas tarde, también en Nueva York, Janowski le ganaria una partida cldsica a Bogoljubov, y en Se- mmering (1926), forz6 la capitulacién de Rubinstein. El vencedor del torneo, Edward Lasker, realiz6 una observacién muy interesante: “Fue realmente una vergitenza per mitir que un nifio de diez afios partici- pase en una competicién asi. Quienes habian organizado el torneo, sin tener conciencia del agotamiento mental y fisico que supone el programa de un torneo de maestros, no comprendie- ron que ponian en peligro la salud del muchacho. Después de dos dias de jue- g0, aparecié palido y sus ojos parecian sin vida. No tuvo una buena actuacién, en nuestro pequenio torneo, pero logré un triunfo que tiene més valor que todos los honores que se le dispensa- ban durante sus giras de exhibicién. Derroté al gran maestro Janowski, que no podia creer que el chico jugase tan bien como para resultarle peligroso a cualquiera de los participantes. En esa partida, Sammy jugé mal la apertura. Después de doce jugadas, Janowski, que tenia las blancas en un Gambito de Dama, me dijo: ‘¢Qué tonteria me has contado? ;Este chico entiende tanto de ajedrez como yo de bailar en la cuer- da floja! Mira la posicién! Pronto no podra mover ninguna pieza. {Esta com- pletamente paralizado!” Cuando miré 14 el tablero, vi que la posicién de Sammy era realmente casi desesperada. Pero le adverti a Janowski que no se confiar Fue en vano, siguié jugando con indi- ferencia y su ataque seguia ganando en intensidad, hasta que Sammy quedo sin defensa...”. 383 D. Janowski-S. Reshevsky Nueva York 1922 38h4 Janowski invirti6 mucho tiempo en calcular el espectacular sacrificio 38 Ags+! hxg5 39 Bxg5, pero decidis mantenerlo en cartera. Aunque podia haber ganado: 39... We4 (39... &h6 40 Wg3!) 40 WA2! Wxf4+ 41 Wxf4 Dxf4 42 Hxg8 Exg8 43 Sxg8 &xg8 44 d7, 0 bien 39 ... WI7 40 Wg3!, y las negras no pueden salvarse con 40 ... 3g7 41 h5+ Sg8 42 Bh6 Axed (42... DF 43 Wh4) 43 fxe5! Bxg3 44 Sxg3+ Wg7 45 Exe6 (Reshevsky), 0 bien 40... b5 41 cxb5 c4 42 Dh5+ &g7 43 Wg5 Bh8 44 Exh8 Axh8 45 d7!, o aun 40... Bbf8 41 Bh5+ 6g7 42 Wg5 Bh8 43 Axh8 Exh8 44 d7, y este pedn les costara una torre. 38... We6 No es mejor 38 ... Wd7: 39 Dg5+ hxgS 40 Sxg5 WE7 41 WE, mientras que si 39 ... Zh8, entonces 40 Ded! 395 También aqui habrian ganado las blan- cas con 39 g5+! (Tartakower, Reshe- vsky) 39... hxgd 40 Exgs We8 41 Wf3. WEB 42 d7 Bd8 43 Hh5+ heg7 44 Wg3 W17 45 Wg5 Hh8 46 Bxh8 Axh8 47 h5, 39... Dh8 40 Dg5+? ;Demasiado tarde! Ahora habria gana- do 40 Dh4! Por ejemplo: 40... Wxad (40... Bxg2+ 41 Hxg2 también es de- sesperado) 41 Dxf5! exf 42 Exg8 Exg8 43 Exg8 dxg8 44 c6. 40 ... hxg5 41 fxg5 Dg6! “Parando magistralmente las amena- vas” (Tartakower). “Un inesperado recurso. Las negras se salvan de forma casi milagrosa” (Reshevsky). 42 Bg3 42 hxg6+ (42 Wh3 Sh8! Tartakower, Reshevsky) 42... Sg7! (42... exg6 43 Bg3 Eh8+ 44 Hh3 &g7 45 Bh6 Wxa4 46 We2, con igualdad) 43 g3 Bh8+ 44 Bh3 &xh3+ habria revertido a una posicién de la partida. 42... &g7 43 Bh3 Bhs! “Iniciando la lucha por el control de la columna h, que finalmente se resolvera a favor de las negras” (Reshevsky). 44 hxg6 44 We? Wxa4. Tampoco tiene sentido jugar 44 Hal @f8, puesto que la captu- ra del caballo atin no pierde. 44... Axh3+ Aqui se aplazé la partida, reanuddndo- se tras un intervalo de dos horas para la cena. 45 Sxh3? Una desafortunada jugada secreta. Como sefiala Reshevsky, Con 45 Wxh3! Eh8 46 Wh6+! g8 47 g7 Bh7 48 &g3 Sammy, MiGueL ¥ BENT Axh6 49 gxh6 We4 50 d7, las blancas podian haber forzado tablas. Edward Lasker recuerda: “Janowski cené conmigo, obviamente alterado por el rumbo que habia tomado la par- tida. Comprendié que habia omitido la jugada ganadora, y me dijo: ‘Sabe, Lasker, tenia razén. El chico es un prodigio. Tengo la sensacién de que perderé la partida. Aunque yo sentia que Janowski tena muchas posibilida- des de equivocarse en la posicién, traté de persuadirlo de que no debia desani- marse. No es que yo tuviese un interés personal en ello. Pero sentia lastima por el viejo maestro, que habia vuelto a estropear una partida, y que, natural- mente, odiaba perder una partida seria de torneo con un nino”. 45 ... Hh8+ 46 dg3 Wxad 47 WEB 47 BAL Wxc4, 47... £44! Logrando asi la apertura de la colum- na f. 47... Wxcd se sugiere por si sola, pero tras 48 Bhl! Bxhl 49 Wxhl, las amenavas blancas son suficientes para unas tablas. 48 bgt 48 Wxf4 Wb5+. 48 ... We2 49 Wxf4 We2+ 50 dg3 Wd3+ Sammy comienza a dar jaques, obvia- mente para ganar tiempo en el reloj. 50... HIB! 51 WiG+ Exf6 52 gxf6+ bf8 58 g7+ sbg8 54 &h3 Wh5+ y Wxed ha- bria sido decisivo. 51 bg? Weds 51... BB! 52 gS Wh2+? De nuevo habria ganado 52... HIB. 53 bf3 268 54 WE6+! Una posibilidad salvadora. 54... 2g8 “Después de 54 ... Exf6+ 55 pxfé+ bg8 56 d7 Wd2 57 g7!, las negras no pue- den ganar, debido a la amenaza f6-{7+, etc.” (Reshevsky). Por ejemplo: 57... Wxd7 58 Se2! (con la amenaza hl) 58 ... Wb7 59 te3 (0 incluso 59 &f2 a4 15 Gary Kasparov — Mis GENIALES PREDECESORES IV 60 Sg3 Wa8 61 Hh3 Sf7 62 Bh8 Wg8 63 Hh3!) 59... a4 60 Bg3 Wb8 61 &d2 Wa8 62 &c3 a3 63 Eh3! Sf7 64 Eh8 Wi3+ 65 Sd2 Wi2+ 66 Sd3 Wd4+ 67 Sc2 Wxc4+ 68 td2, con tablas. 55 d7! Exf6+ 56 gxf6?! Las blancas podian haber forzado ta- blas simplemente con 56 exf6! Yd2 57 hl, o bien 57 {7+ &g7 58 Shi, *y las negras se hubieran contentado con el jaque perpetuo, ya que si 58 ...Wxd7?, 59 Hh7+ &xg6 60 f8+, ;ganando!” (Reshevsky) 58 ... Wd3+, cte. 56... Wd2 Estamos en el tiltimo momento critico de la lucha. 57 Eh? Un error fatal. Ahora las blancas pier- den todos los peones. Era esencial, por supuesto, 57 g7 Wxf7 58 e2! (véase nota a la jugada 57 de las negras). 57... Wd3+! 57... Wxd77? 58 £7+. 58 wg? Wxg6+ 59 Sf2 W+ 60 tg? Wed+ 61 Gh2 Ye2+ 62 Sh3 Wd3+ 63 Gh4 Wad7 64 gl + £8 65 gs Wd (0-1). Y Sammy comenté: “Estaba tan emocionado y feliz que me fui a casa en taxi para decirselo a mis padres. Ni siquiera podia sentarme en el taxi. Sal- taba durante todo el recorrido. Cuan- do Megamos al hotel, subi corriendo las escaleras, sin esperar el ascensor, y les conté a gritos la noticia de que jle habia ganado a Janowski! Entonces me puse a cantar, cantaba tan fuerte que 16 nadie podia hablar. Fue uno de los dias mis felices de mi vida”. Cincuenta afios después, los padres de un nitio tan excepcional seguramente no habrian tenido ninguna duda acerca de la eleccién de carrera para su Pero en la familia Reshevsky se_pens6, con buen criterio, que habia legado el momento de que Sammy dejase sus aventuras infantiles y se pusiese a estudiar seriamente. Después de todo, no era ninguna broma que un nifio de 12 aitos no hubiese ido jamas a la escuela. Aqui el azar intervino favorablemente para él. En. 1924, mientras Reshevsky daba una exhi- bicién en Chicago, se le pidié que jugase un match de exhibici6n con un maestro, en la casa de Julius Rosenwald, un impor tante magnate y filantropo (a mediados de los cincuenta, los torneos por la Copa Rosenwald se celebraron en Nueva York yen uno de ellos fue donde, por primera vez, Reshevsky se encont’6 con Fischer). E] propietario de Ia casa, encantado con el talento del nifio, le prometié apoyarle en todo si trabajaba en su educacion, vit6 a Reshevsky a establecerse en Detroit, en casa de Morris Steinberg, un conocido hombre de negocios y directivo del club local de ajedrez y damas. Los padres de Reshevsky estuvieron de acuerdo y ése fue el final de las giras. Después de jugar, no obstante, en el Campeonato de la Western Chess Asso- ciation, en el verano de 1924 (1. Carlos Torre), Sammy volvi6 a los estudios. Du- rante unos seis meses de clases con un tutor privado, ingresé en el programa de la ensefianza media y fue inmedia- tamente aceptado en la Northern High School. Durante sus afios escolares, s6- lo una vez, en el verano de 1927, se per- mitié disputar un torneo de ajedrez, y s6lo porque el préximo Campeonato de la Western Chess Association se cele- braba no lejos de Detroit. En 1929, tras finalizar en el instituto (donde también estudié canto y hebreo moderno), in- greso en la Facultad de Contabilidad de la Universidad de Detroit y, dos anos mas tarde, cuando su familia se traslad6é a Chicago, se matriculé en esta universidad. Steinberg era su viejo amigo, protector y consejero. Rosen- wald tampoco lo habia olvidado, y Sammy era un huésped muy bien aco- gido en su residencia de verano, du- rante las vacaciones. Entonces jugaba, a veces, a la ciega contra los dos hijos del duenio de la casa, y durante mucho tiempo eso fue lo nico que le recorda- ba los viejos tiempos. Llevaba la vida de un joven americano normal: jugaba al tenis y al béisbol, nadaba, asistia a bai- Jes... Como é] mismo lo cuenta: “Me esforcé mucho por hacer que se olvidara mi reputacién de ‘chico genio’. Debo decir que con éxito. No mucho después, la gente solo tenia vagos recuerdos de un chico en traje de marinero que solfa dar exhibiciones de ajedrez. Ocasionalmente, alguien pre- guntaba qué habia pasado con el nifio prodigio de nombre impronunciable ‘aquél que ganaba a todo el mundo al ajedrez, hace unos afios’=, pero slo algunos amigos {ntimos conocian la respuesta. {El joven Sammy Rzeszewski estaba aprendiendo a leer y escribir!”. Aqui hay que explicar la expresion nombre impronunciable. Mientras que en Polonia la gente no tiene problemas para pronunciar Rzeszewski, en Amé- rica Samuel tuvo que simplificar su apellido. En cuanto a los “vagos recuer- dos”, es cierto que aqui y alli la gente recordaba algo, pero no claramente. Hubo un caso curioso, que sdlo fue mencionado en el siglo XXI por Genna Sosonko: “En 1935 Flohr realizé una gira por Palestina. ‘zEs usted el mismo Shmulik, que vino de nino a dar exhibi- ciones de simultaneas?’, se le pregunté a Salo (pues él, como Sammy, era bajo de estatura: G. K.). No hay que decir que, desde ese momento, Sammy Reshevsky pasé a ser “Shmulik” para todos sus colegas”. Segunda carrera El regreso del ex prodigio al ajedrez de alta competicién se produjo en el verano de 1931. Samuel Factor, uno de los jugadores mas fuertes de Chicago, queria participar en el Campeonato Samay, MIGUEL ¥ BENT de la West Association, y le pregunta Reshevsky si no le gustaria acompafiar- le. Durante las vacaciones, Sammy tenia mucho tiempo libre, y ademas queria comprobar si seguia conservando su antigua habilidad. Al final, consiguié el primer puesto, jsin una sola derrota! Mas tarde, cuando ya era uno de los jugadores mds fuertes del mundo, Res- hesvsky escribir “La gente, en general, supone que muchos prodigios se frustran en la vida de adultos. Dudo de que esta creencia esté bien fundada. Entre los misicos, cs més una regla que una excepcién que el nifio prodigio de una generacién sera un artista maduro en la siguiente. Hay menos casos en ajedrez. Pero la raz6n para ello es clara: si uno decide convertir el ajedrez en profesién, una infancia dedicada al juego no tiene por qué ser un handicap. En mi propio ca- so, el ajedrez siempre ha sido el medio en el que me he sentido mas cémodo: en el tablero de ajedrez podia expre- sarme como si se tratara de mi lengua materna. De ahi que la necesidad de jugar al ajedrez hubiese estado presen- te durante mis afios escolares, aunque yo hubiese desaparecido de la escena publica como jugador”. El gusto de la victoria le dejé un sabor dulce, pero no obstante, hasta la finalizacién de sus estudios universita- rios, en 1933, Reshevsky sdlo participo en dos torneos, en el verano de 1932, en el siguiente Campeonato de la Wes- tern Association e inmediatamente des- pués, en Pasadena, donde, por primera vez, se enfrenté con el campeén mun- dial Alekhine. A Sammy le resultaron muy dificiles las cosas en un torneo tan fuerte y se vio defraudado, de modo especial, por su falta de conocimientos de aperturas. Aplaz6 sus cinco prime- ras partidas y al final realizé bastantes més jugadas que cualquier otro parti- cipante. {Lo que debe haberle costado perder su partida (de 96 jugadas) con Alekhine, tras una tenaz resistencia...! Como es légico, el campeén mundial gano el torneo, Kashdan fue segundo y Sammy consigui6, no obstante, com- 17 Gary Kasparov — MIs GENIALES PREDECESORES IV partir un honorable tercer puesto con Dake y Steiner. Un afio después, Alekhine publicé un articulo (titulado Nuestros sucesores), en una revista de rusos en Paris, en el que, entre otros jévenes talentos, men- cionaba a Reshevsky: “Hace unos 15 anos, inmediata- mente después del final de la guerra, un nifio de nueve aiios fue sacado por sus padres del pueblo polaco en que vivia y comenz6 una gira por diversas ciudades de Europa, creando por todas partes una sensacién sin precedentes. El nino (cuyo nombre es Samuel Res- hevsky) era, en realidad, un genuino nif prodigio, que causaba sensacién no solo por la fuerza de su juego (que podria catalogarse, sin exageracién, de primera categoria internacional), sino sobre todo por la rapidez y agudeza de su pensamiento. En unos meses, ‘Sammy’ adquirié la reputacién de ser uno de los mejores simultaneadores y, una vez en Estados Unidos, estuvo dan- do giras durante dos afios, con enorme éxito artistico y material. Entonces, Reshevsky desaparecié de la escena. Dejé de jugar y, por tanto, dejaron de escribir acerca de él. Lo tinico que se sabia es que se le habia enviado a la escuela y que su época de ‘niiio prodi- gio’ habia tocado a su fin. Esta sabia (iy también rara!) decision por parte de sus padres no puede sino aplaudirse. Pero los jugadores de ajedrez sienten curiosidad por saber: existe algiin fu- turo para Samuel, caso de que decida regresar al tablero? “Ahora, después de tanto tiempo, el ano pasado en Pasadena, Reshevsky fue uno de mis oponentes en el torneo. Mencionaré primero mi impresién ‘humana’ al encontrarlo, que fue muy favorable. No quedaba ni asomo de arrogancia como podria esperarse de un ex nifio prodigio; una tranquila dignidad y ‘reticencia’ en ajedrez, muy caracteristica, por cierto, de los repre- sentantes de la joven generacion. Al mismo tiempo, jla misma impresién sombria del Reshevsky ajedrecista! No es que este estudiante de la Universi- 18 dad de Chicago, que no es un profesio- nal, jugase mal. No, incluso consiguié un premio digno en el torneo y su fuerza es comparable a los maestros americanos medios. Pero su estilo refle- ja tal tedio, tal falta de imaginacion y ~si no estuviésemos hablando de un in- dividuo inicialmente tan dotado— que todos los demas jugadores no querian dar crédito a lo que veian... *Sin embargo, y por paraddjico que este fenémeno pueda parecer, en realidad puede explicarse facilmente: Reshevsky, que pasé toda su infancia como profesional del ajedrez, a los 21 afios resulta ser todo un sabio y un hombre viejo y cansado, desilusionado € incapaz de un pensamiento creativo. La juventud ajedrecistica y la juventud vital son dos cosas muy diferentes. Esto es algo que a menudo olvida la prensa y la opinion piiblica que la inspira”. jFuertes palabras! Creo que dos o tres anos después, Alekhine no habria puesto su firma en aquel articulo (en 1938, en visperas del Torneo AVRO, dijo: “Considero que el oponente mas peligroso es Reshevsky”). Bueno, los campeones mundiales sélo son seres humanos, lo que significa que pueden equivocarse. En un periodo posterior de la historia, podemos recordar que, en principio, Botvinnik tampoco le vaticiné un futuro muy brillante a Karpov... Alekhine duda se vio condicio- nado en sus apreciaciones por la forma de Reshevsky de reflexionar profunda- mente, sus constantes apuros de reloj y el cardcter prolongado de sus partidas. Imaginar algo parecido con, digamos, Morphy o el joven Capablanca hubiera sido impensable. Pero en sus tiempos la preparacién de aperturas no era algo tan importante, y en este punto Sammy era extremadamente flojo. Ju- gar casi exclusivamente por intuicion Te levaba, una y otra vez, a quedar en posiciones desesperadas e invertir una enorme cantidad de tiempo y esfuerzos tratando de reparar las consecuencias de sus errores de apertura. Un enfoque asi, ‘no tedrico”, de la fase inicial de la partida también era tipico de Lasker, y fue igualmente desarrollado durante los anos jovenes del gran jugador. “Un ajedrez ‘de ca- fé’, aunque malicioso, es el principal impulsor de la capacidad ajedrecisti- ca”, escribid Reshevsky, a finales de los cuarenta. “El jugador cuya practica casi diaria consiste en jugar media docena de partidas que no se permitiria perder, rapidamente aprende que el pesimismo no es rentable. No importa lo mala que su posicién sea en teorfa. Sabe que debe ganar la partida. El jugador que tiene un considerable éxito en esas condi- ciones es una prueba viviente de que la fuerza de voluntad no es un factor desdefiable en el éxito ante el tablero. (Debo afiadir que algunos observadores le han atribuido una buena parte de mi éxito precisamente a ese factor)”. Sin embargo, las lecciones de Pasa- dena obligaron a Sammy, por primera vez en su vida, a sentarse y estudiar li- bros sobre teoria de aperturas y leer re- vistas de ajedrez. El duro trabajo pron- to comenz6 a dar sus frutos. Cierto que atin no habia dei lo cual de las dos carreras seguir tras finalizar sus estu- dios universitarios. Isaac Kashdan, el ju- gador més fuerte de EEUU a finales de los aftos veinte y comienzos de los trein- ta, escribid en el ntimero de mayo de 1933 de la Chess Review: “Ahora Sammy se encuentra en una encrucijada. Si sigue dedicdndose al ajedrez, tiene todos los motives para esperar repetir sus triunfos de nifo prodigio. Pero como joven que busca su propio lugar en el mundo de los negocios, tendria poco tiempo para jugar seriamente al ajedrez. Ha llegado el momento en que debe decidirse. El mundo del ajedrez esté muy interesado en su decision, co- mo lo estara en seguir la carrera de su mas famoso nifio prodigio”. En 1933 y 1934, Reshevsky jugé dos veces mas el Campeonato “Occidental”, que tras la transformacion de la Western Chess Association en la Federacién Americana de Ajedrez, comenzé a lla- marse el Campeonato Abierto de los EEUU. Mas tarde, explicaria que “este torneo esté abierto a cualquier jugador. SamMy, MIGUEL Y BENT Eso tiene el excelente efecto de animar a un gran ntimero de jugadores relativa- mente desconocidos a competir, y ganar asi una valiosa experiencia de torneo. Por cierto que aquéllos interesados en jugar torneos pronto descubriran que el ‘amor por el juego tendr que compen- sarles en gran parte, ya que el fondo de premios rara vez podra pagarles ni quiera la comida que consumen duran- te el torneo, no digamos ya su factura de hotel o su viaje hasta y desde el evento. En algunos torneos del pasado, por otra parte, los malos entendidos o una mala organizacién han reducido el premio todavia mas. Mi premio ‘en efectivo’ por ganar el torneo de Tulsa, en 1931, consistié, por ejemplo, jen algunas pal: bras cordiales! Por otra parte, los Cam- peonatos Western me han concedido la oportunidad mas apropiada para medir mi fuerza con algunos de los mas fuertes jugadores americanos del momento”. Fue en estos torneos en los que se establecié una rivalidad de muchos aiios entre Reshevsky y Reuben Fine. En 1932 y 1933, Fine gan6 el torneo, mientras que Reshevsky fue segundo (aunque en el Ultimo de estos campeonatos derroté a su rival en la partida entre ambos, y finaliz6 el torneo invicto), mientras que en 1934 ambos comparticron el primer premio. Por otra parte, Sammy finalizé por delante de Reuben en Pasadena (1932) y en Syracuse (1934), donde tomaban parte todos los jugadores nor teamericanos de la nueva ola: 1. Reshe- wsky 12 (ide 141); 2. Kashdan 10,5; 3-4. Dake y Fine 10, etc. “En un sentido muy real, este torneo. constituy6 un momento de inflexién en mi carrera ajedrecistica”, recordaba Res- hevsky. “La cuestién era si podia seguir siendo competitive con mis contempo- raneos. Si no lo era, quedaria claro que dificilmente podia esperar convertir al ajedrez en una carrera. Ganar el torneo, sin perder partida, me sirvid de estimu- lo para seguir prestandole una sei atencidn al ajedrez. De no ser por este estimulo, habria renunciado al ajedrez serio, aunque hubiera seguido jugando al ajedrez con amigos”. 19 Gary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES IV Aunque Sammy, en una demos- tracién de humana sabiduria, no abandoné su profesién de contable, en la primavera de 1935 intenté una segunda conquista del ajedrez euro- peo. El torneo de Margate constituys un rotundo éxito para él: primer lugar, con 7,5 (de 9) y medio punto mas que el gran Capablanca, a quien ademas derrot6 en su encuentro individual. En aiios posteriores, Reshevsky calificé a esta partida de la mas importante de su carrera: “Era el jugador mas joven del torneo, y Capabianca estaba considera- do invencible”. Ciertamente, Capablanca rara vez perdia, pero atin sucedia en mas raras ocasiones que lo hiciese como perdid con Reshevsky, que superé al cubano en st comprensidn de las posiciones clasicas del Gambito de Dama, demos- trando que, en un tiempo en que el entendimiento del ajedrez avanzaba a pasos agigantados, Capa seguia siendo fiel a su vieja interpretacion del juego. El excampeén sobrestimé la impor- tancia de su pedn pasado y protegido en c4, que en realidad cubria la pieza clave de las blancas, su caballo en 3, de ataques frontales, y subestimo las dificultades derivadas del cambio de su alfil dama y el juego de su oponente contra un peon aparentemente bien protegido en d5. Es ésta una de esas partidas fundamentales, es decir, una de aquéllas sobre las que se ha ido construyendo el edificio de la moderna estrategia ajedrecistica. Porque obligé a reconsiderar los métodos de juego en tales posiciones. Qued6 claro que en el Gambito de Dama el pen de d5 puede ser débil, no s6lo cuando esta aislado. 384 S. Reshevsky-J. R. Capablanca Margate 1935, 4° ronda Gambito de Dama Rehusado (D35) 1 d4 Df6 2 c4 e6 3 Dc3 dd 4 S.g5 Dbd7 5 cxd5 exd5 6 e3 2e7 7 2d3 0-0 8 We2 c5 20 “Aqui prefiero 8... c6, porque la tex- tual, a pesar de su aspecto agresivo, deja invariablemente debilidades a su escribe Reshevsky. Después de .. ¢6, jugé también 9 Df3, interpre- tando con éxito la popular Variante Carlsbad contra el Gambito de Dama Rehusado. 9 D3 c4 Una decision responsable que sin embargo implica un gran riesgo estra- tégico para las negras. “Dado que el peon d sera débil en cualquier caso, las negras tratan de impedir un ata- que frontal sobre el mismo. Si, en lu- gar del avance, 9 ... cxd4 10 exd4 Be8 11 0-0, la inminente ocupacién de e5 les daria a las blancas mejor juego” (Reshevsky). © bien, sencillamente, 10 Axd4. La menos comprometedora 9... h6 10 &h4 b6 Hevaria el juego por los cauces normales del Gambito de Dama 10 &.£5 He8 Capablanca implementa mecanica- mente una disposicidn tipica de la estructura Carlsbad. Pero en lugar de esta jugada de torre, que no tiene sentido en la situacién creada, de- beria haber reforzado los bastiones del flanco de dama, con 10... g6 11 2h3 (cien afios atras, dos maestros jugaron 11 &xd7 Wxd7 12 0-0 b5 13 e4 dxed 14 Axed DAS 15 Ded We7 16 &xe7 Wxe7 17 Hael ££5, con igualdad, Marshall-Janowski, Sures- nes 1908, match, 5*) 11... Qb6!, o bien 11... a6 12 a4 Wa5 13 0-0 Db6! 14 &xc8 Haxc8. Por cjemplo: 15 Ded bg7 16 £4 Dg8!, conservando una po- sicién sdlida. 11 0-0 g6 Las negras no pueden prescindir de esta jugada. Después de 11... £8? 12 Sxc8 Axc8 13 2xf6 2xf6 14 WH pierden un pe6n (Flohr-Menchik, Hastings 1931-31; Reshevsky-Dake, Chicago 1934). 12 2h3 1182 12... DEB? Aqui, esta maniobra Carlsbad resulta ser un grave error posicional porque permite a las blancas iniciar, tras dos sutiles cambios, una operacién estraté- gica a gran escala, con la que el caballo de £8 quedara fuera de juego. 12... a6 13 a4! Df8? tampoco tiene éxito: 14 Bxc8 Exc8 15 8xf6 2xf6 16 a5 De6 17 b3 Wd6 18 Afb] He7 19 Dad 3.20 ba! Bcd 21 DbE Hc6 22 Wb3 Ac7 23 Hel, con absohuto control del flanco de dama (Speelman-Solomon, Novi Sad 1990). Es mejor 13... Wa5!? 14 b3! Db6! 15 Axf6 cxb3! (15... 2xf67 16 b4! Wxb4 17 a5! Qd7 18 @xdd) 16 Wxb3 Bxf6 17 &xc8 Exc8 18 Bacl Ac6, o bien 17 Babl Act 18 Wh4! Bd8!, con una posicién defendible, aunque la debilidad crénica del peén 5 les garantiza a las blancas una dura- dera iniciativa. Por consiguiente, debfa haberse consi- derado seriamente la inmediata 12 .. Db, “con lo que las negras pueden uuilizar el caballo de forma mas pro- vechosa”, escribe Reshevsky. “El peén d negro debe recibir proteccién adi- cional, y en caso de b2-b3, seguido de b3xc4, las negras retomarfan de caballo. La tentativa de las blancas de desalojar al caballo de su posicién, con aad, serfa contestada con a7-a5 13 &xc8 Exc8 14 3.xf6! El comienzo de un profundo plan para asediar el peén central negro. “Muy importante, porque impide igualar con Sammy, MIGUEL ¥ BENT Ded y, al mismo tiempo, elimina una pieza vital en la proteccién del peén d” (Reshevsky). 14... &xf6 15 b3! Esta sutil jugada es un eslabén clave en el plan de las blancas. 15... Wa5?! Una réplica natural, cuyos inconve- nientes distan de ser obvios. Es clara- mente mas flojo 15 ... cxb3?, ya que tras 16 Wxb3 las negras pierden un pedn. mal menor parece ser la recomenda- n de Kashdan, 15 ... Wd7, con idea de b7-b5, pero ni siquiera esto relevaria a las negras de una defensa pasiva en el centro y flanco de dama, después de 16 bxc4 o de 16 Afcl!? 1183 16 b4! Un recurso téctico que permite prose- guir la ofensiva. 16... Yd8 Laactividad blanca es demasiado peligro- sa después de 16 ... Yxb4?! 17 Eth] Wd6 18 Bxb7 a6 19 Hab] Ee6 20 Wad. Pero ahora parece que el avance del peén de b2 a b4 es beneficioso para las negras, puesto que han logrado un pedn pasado en c4, potencialmente peligroso. 17 Wad! a6 Un debilitamiento forzoso. En caso de 17... Ba8? 18 WbS, las blancas ganan un peon 18 b5! La jugada crucial del plan blanco. El veloz avance de este peén conduce a 21 Gary Kasparov - MIs GENIALES PREDECESORES IV la apertura de lineas en el flanco de dama, después de lo cual los peones de b7 y dB se convierten en objetivos de ataque. 18... Ze6 El plan enemigo no puede impedirse con 18 ... a5?, en vista de 19 b6! Wxb6 20 Dxd5 (Reshevsky). Las negras estan obligadas a adoptar una actitud pasiva. 19 Hab] Eb8 9... a5? 20 b6! 20 Bb2 2e7 21 bxa6 Hxa6 22 Wc2 Deb 23 Efbl Ha7 24 a4 Dc7 No puede impedirse la aparicién del caballo en e5, ya que tras 24... £6 25 e4! dxe4 26 Wxed, las negras pierden ante el ataque al centro: 26... Wd7 27 He2 $f7 28 Ebel Ab4 29 d5 Dc7 30 Wxc4, etc. 25 Ded Amenaza @c6. 25... We8 26 £4? Reshevsky es ultracoherente en la implementacién de su plan, omitien- do que la invasién “no planeada”, 26 b6!, con la wemenda amenaza Dc6!, habria destruido con mayor rapidez las defensas enemigas. Para evitar la derrota inmediata, las negras tendrian que encontrar un recurso como 26... a8 que, sin embargo, no les habria preservado de un mal final después de 27 Dc6! Dxb6 28 Dxa7 Wd8 29 Wb2 2a8 30 Wxb6 Wxb6 31 Exb6 Bxa7 32 Sl, o bien W... 248 29 ad Dc8 30 Dxc8 Exc8 31 Dxd5 Web 32 e4 Ha8 33 De3 c3 34 DdS Bad 35 Wxe3 Wxc3 36 Axc3 Za3 37 DS, etc. 26 ... £6 27 Det Ahora est claro que las blancas han concebido una grandiosa maniobra de la caballeria. Este caballo se dirige a dl y luego a c3, una casilla que evacuara previamente el otro caballo (con desti- no ab), y sera cambiado por el caballo contrario, Como consecuencia, el peén 2 de d5 quedara atacado por fuerzas su- periores y el alfil de casillas negras no podra hacer nada por colaborar en la defensa. 27 ... Wd7 28 h3 Sg7 29 DF2 El reagrupamiento proyectado por las blancas tiene, no obstante, una laguna significativa. Al avanzar a f4, el peon f ha dejado de apoyar al peén de €3, y este factor podia haber hecho fracasar el plan de Reshevsky. 29... £a3? En lugar de esta maniobra de espera tipo péndulo, Capa podia haber jugado 29 ... £1, con idea, después de 30 Afdl (la tentativa de crear tensién en el flan- co de rey con 30 g4 We6 31 We2 b6 32 W/13, no les impide a las negras consoli- dar sus defensas: 32 ... £23 33 Ha2 £7 34 Bab? a3, etc.; si 30 DS Dxb5 31 Exb5 2d8 32 Ddl Ba5!, y el segundo caballo no puede situarse en ¢3), de trasladar el caballo a su habitual y ex- tremadamente util posicién defensiva: 30 ... De8! 31 Hb5 DEG, con igualdad. El descuido de su oponente le permite a Reshevsky continuar implementando su plan. 30 Ha2 2d6 31 Dfdl! £5 32 Db5! Un par de caballos desaparece asi del tablero, lo que es un indudable logro para las blancas. 32... Bad Esencial, ya que no puede permitirse que la torre blanca llegue a b5. Después de 32... Axb5S 33 Bxbs Web 34 WR He8 (0 bien 34 ... Wed 2 Wd2) 35 WEB!, el pedn d5 cae, y con él las esperanzas negras de salvar la parti- da: 35 ... Wed 36 Exd5 (36 Wxed dxe4 37 Qc3 también es bueno) 36... Wxf3 37 gxf3 S.xf4 38 Md7+ dh6 39 &f2 2g 40 Ec7, ete. 33 Duc7 Axc7 34 Dc3 Wd6 35 WEL b6 “Aqui Capablanca propuso tablas. Decliné la oferta. Pensaba que podia ganar y que no me convertiria en gran maestro aceptando tablas en posicio- nes ganadoras” (Reshevsky). 36 WF3 Amenarando 37 b5 Bxb5 38 axb5 Hd8 39 a7, ganando. 36 ... Xd8 37 Hab2 We7!? Una inteligente idea. La evaluacién de Capablanca de la situacién (y la pro- puesta de tablas con ella relacionada) parece més realista que la negativa de Reshevsky, quien pensaba que su posi- cién seguia estando estratégicamente ganada. 38 Eb4! Las blancas encuentran la forma de suprimir la actividad planeada por su oponente y, al mismo tiempo, de reforzar su propia posicién. La simple 38 Hb5? resultaria peligrosa después de 38 ... Wa3! 39 Oxd5 Exd5! (Reshe- vsky) 40 Bxd5 Bxd5 41 Wxd5 Wxe3+ 42 hl Wxf4 43 gl c3. Por ejemplo: 44 Wed Whar 45 Sf Og3 46 Wxc3 Wh1+ 47 he? Wxbl 48 Wxg3 Wb2+ 49 Sammy, MIGUEL ¥ BENT sf] Wxd4, con evidente ventaja de las negras. 38... Ad7 Las negras estin obligadas a esperar acontecimientos. 39 Shi?! Es dificil criticar decisiones tomadas justo antes del control. Sin embargo, el propio Reshevsky consideraba dudosas esta jugada y la siguiente, y recomend6 en su lugar 39 f2!, seguido de la mar- cha del rey hacia d2(c2), y el wraslado de la torre ab, lo que, antes o después, conducirfa a la caida del peén d5. 39... §.d8 40 g4? Una jugada tan impaciente sélo puede explicarse por la juventud del campeén norteamericano. Hubiera sido mejor regresar con el rey a gl y Ilevarlo luego ala casilla c2. 40 ... fxg 41 hxgd Wd6 42 bgl £07 43 Sf2 BET Con la amenaza g6-g5. 4495 Reshevsky pensaba que esta cadena de peones restringirfa atin mas a las negras, pero subestimé claramente el posible contrajuego de su rival. 44... 2d8 45 be2 Axg5?! Esto permite la irrupcién de las torres blancas. “Las negras estén desespera- das ante la amenaza Hb5, pero omiten la fuerza de 45... We6!” (Reshevsky). Ciertamente, después de 46 Bb5 WE!, las negras habrian logrado un serio contrajuego sobre casillas blancas. Por otra parte, incluso después de las juga- das de espera 45 ... 215 46 Wh3 Wd7 47 Eh] 8, a las blancas no les hubiera resultado facil mejorar su posicién. Pese a todo, la jugada de la partida atin no es fatal para las negras. 46 Exb6 Wa3 47 Sd2! Ge7 48 Bb7 “Atando las piezas negras” (Reshevsky). 23, Gary Kasparov — MIs GENIALES PREDECESORES IV 48... Exad? El error decisivo. Después de 48 ... £5, las negras habrian conservado una po- sicién perfectamente defendible: 1) 49 Wh3 Za6 (49... Bh5? 50 Web Eh2+ 51 bdl) 50 Bgl Baf6 51 ad B47 52 a6 H5f6 (52... @b4? 53 Wxfd) 53 hI h5 54 a7 a6 55 a8W (pero no 55 WIB? Exa7 56 Bxa7, en vista de 56... Whee! 57 bd] Wxc3) 55... Bxa8 56 Egl Ba6 57 Wxh5 &b4! 58 Bxf7+ bxt7 59 Wh7+ (59 Wxd5+? e6 60 Wxcd Wb2+ 61 bd3 2xc3 62 Xdl £5, y son las negras quienes ganan) 59 ... $8 60 Wh8+ £7, con igualdad. 2) 49 Bd7 Bh5 50 Wg2 Gh6 51 Bbb7 Hb3!! (jeste increible recurso lo en- cuentra al instante Fritz 8!) 52 Bxb5 Bb4! 53 be2! Wxc3 54 &f3, con tablas. Sélo podemos suponer a qué se debié que Capablanca abandonase la defensa del peén d5, Es ridiculo sugerir que no entendié la diferencia de valor entre los peones de a4 y d5. Posiblemente, el cubano estuvo tentado de plantear una trampa elemental, o quizd sencillamente estaba fatigado en esta agotadora defen- sa y decidié probar suerte con un con- traataque. Sin embargo, con la caida del pen d5 su posicién se viene abajo. 49 Wxd5! No, por supuesto, 49 Dxa4?? Wd3+ 50 cl Ba3+ 51 E72 c3. 49... Bad 50 Wxe4 Ahora el rey blanco tiene un refugio en 3, y la posicién negra se vuelve deses- perada. 24 50... Bh5 Esto se parece a un grito de desespe- racion. 51 bd3 Wa8 52 Web a3 53 Hd7! Ganando pieza. 53... Hhf5 54 2b3 Wal 55 Oxe7 Wfl+ 56 Sd2 Abandonan. ;Una partida grandiosa! 2A qué nivel se encontraba el talento de Reshevsky, que a los 23 afios era capaz de concebir ¢ implementar planes de esta magnitud? “Esta partida”, escribié Pio Roma- novsky poco después, “es una maravillosa obra de arte. En ella se diria que Reshevs- ky ha incorporado todo lo que ha surgido en aiios recientes en el ajedrez modemo. Una frescura no rutinaria y agudeza, sutil imaginacién, clculo profundo y un preciso pensamiento realista: todo un complejo de factores que caracteriza el juego de Reshevsky. El tipo de derrota que Capablanca sufrié en esta partida no se conocia desde su enfrentamiento con Alekhine. En nuestra opinion, Capa- blanca hizo todo lo que es capaz de hacer en este critico encuentro con Reshevsky. Y aun asi, fue derrotado. No hay duda de que en la persona de Reshevsky ha encontrado el mundo del ajedrez un pen- sador de primera fila, que tiene todas las probabilidades de ganar en el futuro el campeonato mundial”. Seria interesante saber si Alekhine habia lefdo estas lineas. Sammy también consiguié el primer puesto en Yarmouth, y luego regres6 a América. En la primavera de 1936 le esperaba una nueva prueba: el primer Campeonato de EEUU, promovido por la recién creada Federacién Nacional de Ajedrez (que tres afios después se fusionaria con la Federacién de Ajedrez de América, en una organizacion, la USCE, la Federacién de Ajedrez de Es- tados Unidos, y desde entonces, tanto el Campeonato Abierto, como el Nacional propiamente dicho, se han celebrado bajo sus auspicios). Previamente, cualquier fuerte maestro, norteamericano, ya se llamase Kashdan, Fine o Reshevsky, s6lo tenia una posibi- lidad de convertirse en campeén, y era ganandole un match al veterano Frank Marshall, que por entonces tenia mas de 60 afios (la tiltima vez que defendié su titulo fue en 1923, ganandole a Edward Lasker). Reshevsky solia encontrarse con élen el Marshall Chess Club, jugaba par- lidas de Blitzy le sugirio jugar un match, pero el campeén decliné el desafio. Las jévenes estrellas estaban exaspe- radas por este estado de cosas, y por fin tenian una oportunidad oficial de lu- char por el titulo de jugador mas fuerte del pais. Marshall entregé generosamen- te su titulo a la Federacién Nacional de Ajedrez, a condicién de que, a partir de entonces, el campeén quedase determi- nado sdlo cada dos aos, en un torneo especial, anunciando que él no partici paria en tal torneo. Antes de eso habia estado jugando en el segundo tablero de Estados Unidos, en las Olimpiadas entre 1930 y 1935, y mas tarde incluso pudo defender el cuarto tablero en Estocolmo (1937), celebrando asi su 60 aniversario con el resultado de +3 =7. “Para mi este tomeo permanecera durante mucho tiempo como una pe dilla”, recuerda Reshevsky del Campeo- nato de EE UU de 1936. “Tras ganar mi partida de la primera ronda, tuve la mala fortuna de hacer tablas en la segunda, iy luego perder la tercera y la cuarta! Habia pocos que me hubiesen conside- rado serio candidato al utulo. Pero lo cierto es que consegui armarme de valor y. ganando partida tras partida, pude alcanzar a los lideres”. En las rondas restantes, Sammy sumé 10 puntos (jde 11!) y se encaramé al primer puesto, superando en medio punto a su inespe- rado rival, Simonson, pero lo que es mas importante, adelantando de nuevo a mas directo rival, Fine, quien compartié, el tercer puesto. Qué opinaban del nuevo campeon de EEUU sus colegas? El maestro y autor de ajedrez, Fred Reinfeld, que habia ju- gado varias veces con Reshevsky, escribio: “Lamentablemente son bien conocidas sus malas relaciones con el reloj, causa de las cuales se deben, en parte, aquellas Samay, MIGUEL ¥ BENT dificiles situaciones en que se encuentra, y en parte a su tenacidad defensiva y a su miedo por poner en marcha un pian que eventualmente conduzca a la derro- ta. Por otro lado, el legado de la fama y la publicidad que soporta desde la niiiez constituyen un pesado fardo”. Este retrato a pluma de Valter Heuer, el] bidgrafo de Paul Keres, también tiene interés: “Un hombre joven, ya calvo, de ros tro ascético y pensativo, con una mirada noble en sus ojos azules, ya no se parece en modo alguno al pequeiio Shmulik en traje de marinerito. Su juego parece ten- so y laborioso, y sus partidas rara vez son completas. Su empleo del reloj es fran- camente escandaloso. A menudo puede consumir en la fase inicial de la partida, el 95% de su tiempo de reflexién. Los criticos mas fervientes sostienen que Reshevsky es un jugador absolutamente tedioso, pero siempre muy afortunado. "Aun asi, el pequeho Shmulik esta presente en él. La larga ruptura ha de- jado un rasgo desigual en su desarrollo, pero ninguna interrupcién puede dafar al pensamiento original. Reshevsky rara vez toma decisiones de compromiso. Luchador sin miedo, esta dispuesto a agotar todas las posibilidades. Esta creencia, por lo visto, parece proceder de su niiiez: ‘Yo puedo permitirme mas que otros’ era tanto su lema como su tal6n de Aquiles. Lo que es mas interesante es cémo el propio Sammy, a quien en la nifiez las ju- gadas correctas se le ocurrfan de forma espontanea, explicaba su juego dificil y laborioso. Esto permitira desvelar el secreto de Reshevsky, acerca del pensa- miento del jugador de ajedrez: “Hoy dia los espectadores sienten otro tipo de asombro, Es mi costum- bre gastar la mayor parte del tiempo de reflexién en mis primeras quince 0 veinte jugadas de una partida. Como consecuencia, a menudo estoy obliga- do a jugar a una velocidad de vértigo para evitar sobrepasar el tiempo limite. Después de una partida asi, me suclen preguntar por qué me tomo tanto tiem- po en considerar jugadas ‘evidentes’. 25 Gary Kasparov — Mis Es una cuestion a la que puedo dar una respuesta parcial. “Para un maestro de ajedrez no e: te una jugada que pueda Ilamarse ‘evi- dente’. La experiencia ha demostrado repetidamente que un juego negligente puede echar por tierra partidas ganadas o tablas. Una planificaci6n minuciosa es la esencia de la estrategia ajedrecistica. Cada jugada debe ser minuciosamente examinada. Cada factor debe analizarse a la luz del plan que esta siendo consi- derado. En ninguna otra actividad es tan severamente castigada la pérdida de tiempo como en ajedrez. Permitame explicar, sin embargo, que no estoy hablando de invertir veinte minutos en una jugada, sino, mas bien, de hacer en- cajar cada jugada en el esquema conce- bido. Al jugar lentamente en la primera fase de ia partida, puedo captar los re- querimientos basicos de cada posicién. Luego, aunque me encuentre apurado de tiempo, tengo pocas dificultades para encontrar la mejor continuacién. Hay un hecho curioso, por cierto, y es que, con més frecuencia que al revés, suele ser mi oponente quien pierde los nervios cuando estoy obligado a realizar esas jugadas apresuradas. Asi que, como puede ver, también intervienen conside- raciones psicolégicas”. Después de estos éxitos, Reshevsky se encontraba entre los favoritos del inmi- nente supertorneo de Nottingham, en agosto, que habia congregado una né- mina exclusiva de participantes: el cam- peén mundial Euwe, los excampeones Lasker, Capablanca y Alekhine, sobre- salientes figuras de la vieja generacién -Bogoljubov, Tartakower y Vidmar-, junto con los jévenes aspirantes al trono -Botvinnik, Flohr, Fine y Reshevsky-, asi como los mas destacados maestros ingleses. En este evento, Sammy, como él mismo lo expres6, “queria conocer la verdadera medida de mi talento y mis perspectivas de competir en un match por el campeonato mundial”, y conside- raba que el tercer puesto seria un buen resultado para él. Eso fue mas 0 menos lo que sucedié: tras una lucha increible- 26 TALES PREDECESORES IV mente tensa, el primer puesto fue com- partido por Capablanca y Botvinnik, mientras que Reshevsky compartié el °-5° puestos con Euwe y Fine, a medio punto, ;derrotando a Lasker y Alekhine con negras! Seis meses después, cuando la estre- lla del joven Keres también comenzaba a brillar, mientras que la de Flohr inicia- ba su caida, pronto qued6 claro que el futuro campeén del mundo, tras Euwe y Alekhine, seria uno de los cuatro magni- ficos bien uno de los tres mosqueteros (Bowinnik, ¢ o Reshevsky), bien d’Artagnan (Keres)-. :Pero quién? La rivalidad de torneo entre ellos desperté un gran interés publico. Reshevsky se distinguié de forma es- pecial en el fortisimo torneo de Kemeri (verano de 1937), donde comenz6, sin necesidad de calentamiento, con 6,5 de 7, derrotando entre otros a Keres y Fine. Una derrota en la octava ron- da le obligé a pisar el acelerador, jasi que gano tres partidas consecutivas! Sin embargo, se fue apagando hacia el final. En la tltima ronda seguia siendo lider, con 12,5 de 16, pero traté de forzar acontecimientos en su partida con Bddk e, inesperadamente, per Como consecuencia, fue alcanzado por Flohr y Petroy, con Alekhine y Keres a medio punto. Un mes més tarde, por primera vez jugé con el equipo de EEUU en la Olim- piada de Estocolmo (en el primer table- ro), con el resultado de +6 =7 -3. Por entonces los norteamericanos no tenian ival en las competiciones mundiales por equipos: slo ellos eran capaces de alinear jugadores de nivel internacional en los cuatro tableros. En los demas equipos, la diferencia de clase entre los primeros y los demas era considerable. Mientras que en Praga (1931), el equi- po de EEUU conquisté el primer puesto por un pequefio margen, en Folkestone (1933) y Varsovia (1935) no tuvieron rival. (Por cierto que Reshevsky podia haber participado en Ia Olimpiada de 1935, pero segtin Hanon Russell, duran- te muchos afios habia tenido miedo de viajar a Polonia, pensando que... ;podia ser reclutado para el ejército!). En Esto- colmo, el poderoso rodillo americano —Reshevsky, Fine, Kashdan, Marshall y el suplente Horowitz— consiguié una diferencia récord con los segundos clasi- ficados (seis puntos). En septiembre Sammy tom6 parte en un fuerte supertorneo a doble vuelta, Semmering-Baden, donde los demas participantes eran Capablanca, Flohr, Fine, Keres, Eliskases, Petrov y Ragozin. El arbitro principal era el famoso Ru- dolf Spielmann, vencedor del torneo de 1926. Como Sammy observ6, irénica- mente, “los ocho jugadores selecciona- dos para participar en el torneo pueden haberse preguntado qué estarfan ha- ciendo, once afios después, cuando sus éxitos como grandes maestros se hubie- sen apagado”. El resultado del campeon norteamericano qued6 muy lejos de su actuacién en Kemeri, aunque no puede considerarse un fracaso: 1. Keres 9 (de 14); 2. Fine 8; 34. Capablanca y Reshe- wsky 7,5; 5. Flohr 7, etc. Se rehabilité en parte en el torneo de Hastings (1937-38): 1. Reshevsky 7 (de 9, invicto); 2-3. Alexander y Keres 6,5 etc. No obstante, Sammy lleg6 a la conclu- sién tipo Botvinnik de que “un maestro no puede dar lo mejor de si mismo compitiendo sin cesar”. En las décadas siguientes rara vez jugé més de tes tor- neos al afio. Por supuesto, su raz6n era que debia dedicarse a “su principal ocu- paci6n” (trabajé como contable hasta su jubilacién) y a la falta de competiciones importantes. Reshevsky nunca fue un activo defensor de los derechos de los ajedrecistas, como Fischer, pero valora- ba su trabajo, como es evidente por las lineas que siguen acerca de la vida de un profesional de ajedrez: “A quienes nunca han tenido la ocasién de hacerlo, puede parecer fas- cinante deambular de un pais a otro, observando muchas ciudades y hombres que practican la misma profesién y disfrutan de su pasatiempo favorito. La realidad es menos romantica. Lineas maritimas, companias de ferrocarriles y hoteles son extrafios al antiguo y real juego del ajedrez, e incluso indiferentes Sammy, MIGUEL Y BENT u hostiles a sus apostoles. Cuando uno llega a un torneo, un baiio caliente y una cama confortable son mas deseables que la més estimulante competicién de ajedrez. El turismo atin esta mas fuera de cuestién. Tales incomodidades son transitorias, sin embargo, pero el pro- ducto de los viajes y las partidas de los grandes maestros son una contribucién permanente a la literatura ajedrecistica. “Los grandes torneos de ajedrez casi siempre han surgido por generosidad del patrocinador. Como es bien sabido por aquéllos que han tenido que reco- rrer mundo, los viajes internacionales son costosos. Por otro lado, los maestros de ajedrez suelen ser un grupo descapi- talizado. A menos que la organizacion del torneo esté dispuesta a facilitarles el dinero para gastos de viaje y hotel, la mayorfa de ellos prefieren permanecer en su propio pais, en detrimento del ajedrez. Y a menos que el comité orga- nizador pueda encontrar un mecenas 0 un patrocinador, no podra anticipar el dinero necesario para tales gastos 0 do- tar al fondo de premios de cantidades tentadoras para que los mejores maes- tros participen”. Asi que, cuando regresé al ajedrez, a comienzos de los aios treinta, Reshevs- ky se instal6é con mucha confianza en la elite mundial. En la primavera de 1938, en una carrera dramatica con Fine, con- siguid defender con éxito el titulo de campeén de EEUU (13 de 16), jsin nin- guna derrota! Fine se clasificé6 a medio punto, al no poder derrotar a su rival en la partida decisiva de la dltima ronda. Aunque en la mayoria de sus partidas en este torneo hubo una dura lucha, un resultado asi s6lo puede conseguirse cuando se cuenta con una clara superio- ridad sobre los demas jugadores. Un trago amargo En el otofio de 1938, ambos lideres del ajedrez americano, viajaron a Ho- landa para participar en un torneo que haria época, el famoso torneo AVRO, donde por primera vez en la historia los ocho jugadores mas fuertes del mundo 27 Gary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES IV lucharian en una competicién a doble vuelta: Alekhine, Capablanca, Euwe, Bo- tvinnik, Flohr, Keres, Fine y Reshevsky. La idea de los organizadores era que el vencedor —0 el segundo clasificado, caso de que lo fuese Alekhine- obtuviese de- recho preferente a un match por el cam- peonato mundial, si bien Alekhine dejé claro de inmediato que estaba dispuesto a jugar no slo con el vencedor, sino también con cualquier gran maestro famoso que pudiese reunir el necesario fondo de premios. Ya he hablado acerca de esto y del tomeo AVRO, en los capitulos consagra- dos a Alekhine, Euwe, Botvinnik y Keres. Aqui me gustaria subrayar cémo estaban considerados entonces los dos grandes maestros norteamericanos por el mundo del ajedrez y cémo actuaron en realidad. Los pronésticos no escasearon. “Los eternos rivales Reshevsky y Fine han conquistado Europa juntos. Reshevsky es un habitual de los pri- meros puestos de la bla. Es probable que también aqui juegue bien. Para él y para su ‘amigo’ Fine la cuestion sera, sobre todo, que uno no finalice por encima del otro” (Flohr). “Reshevsky, en previsién de impor- tantes batallas, ha frenado un tanto su estilo arrasador. Después de todo, es el mejor jugador practico de la época mo- derna 0, en otras palabras, un Lasker ‘modernizado’. Fine, descontento del papel de subcampeén_ norteameri no y que rechaza el ‘estilo moderno’, tratara de renovar sus éxitos de 1936” (Tartakower). “La posicion en el torneo de uno de los sobresalientes representantes de la escuela americana de ajedrez, el gran maestro Fine, sera dificil. Se sentiria mucho més seguro si sus tenaces inten- tos por arrancarle el titulo de campeén USA a su més directo rival, y hasta cierto punto, en las antipodas creativas (jésta es la cuestién de fondo!), Reshe- vsky, no finalizasen. sistematicamente en fiasco, Si sus rivales en la lucha por el campeonato norteamericano fuesen Capablanca o Flohr, o incluso Euwe, entonces le resultaria mds faci] enten- 28 der qué hay en el juego de su oponen- te. Pero el juego de Reshevsky exige de Fine que descarte algunas de sus o niones basicas, lo que, por supuesto, es algo inaceptable para él. “La batalla de Amsterdam también requiere una gran determinacién por parte de Reshevsky, pues la agudeza que se deriva de su pugna tenaz por ganar a toda costa cada partida, podria asumir formas mas claras que hasta ahora. El grado de riesgo, que en su caso adquiere a veces grandes propor- ciones, slo se justifica si consigue com- binarlo armoniosamente con el dogma estratégico general” (Romanovsky). Con’ mayor frecuencia que otros, se mencionaban como favoritos a Botvin- nik y Reshevsky. “Siempre han jugado con mucha consistencia y tengo una gran opinion de su juego”, explicaba Keres en sus prondsticos (Botvinnik, por su parte, dijo que “podia esperarse mucho de Keres”). “Estoy seguro de que ganard Botvinnik, si juega como en Nottingham”, declaré Capablanca. “Reshevsky también tiene posibilidades. Es joven y enérgico”. A este respecto, incluso se escribid que “el Torneo AVRO. posiblemente decidira donde se disputa- ra el Campeonato Mundial, si en Estados Unidos o en la Rusia Soviética”. Pero he aqui un comunicado de la prensa soviética, un incidente que lleva el sello de aquellos afios que precedieron a la guerra: “Los grandes maestros Fine y Reshevsky, que llegaron los primeros, recibieron ‘amistosas’ advertencias por parte de genuinos conocedores de ajedrez. En cartas anénimas, enviadas a través del comité del torneo, los guardianes de la ‘pureza aria’ del ajedrez les recomenda- ron a los grandes maestros americanos que deberian, como minimo... no ganar. Las cartas fueron entregadas a la policia para su investigaci6n”. No se sabe en qué medida afectaron esas maliciosas cartas al humor general de Sammy, pero tras unas ultranerviosas tablas en la primera ronda con Alekhi- ne (en desesperados apuros de tiempo de Reshevsky, el campeén omitié una clara victoria), sufri6 tres derrotas consecutivas, ante Fine, Botvinnik y Keres. “Reshevsky, sobrecargado por su contabilidad de banca, esta obviamente demasiado ocupado para mantenerse al dia en la literatura ajedrecistica, pues de no ser asi no habria quedado tan ré- pidamente en posicién perdida con Ke- res”, escribié en su crénica Tartakower. Un desplome sin precedentes (0,5 de 4), pero lo mas terrible era que... iFine iba tres puntos por delante! Sin embargo, Reshevsky, un huchador in- transigente, se recompuso, dejé de per- der y, tras lograr dos victorias, consiguié situarse en medio de la tabla. 385 M. Euwe-S. Reshevsky Holanda 1938, Torneo AVRO, 6° ronda Defensa Griinfeld (D70) 1 d4 Df6 2 c4 96 En 1921 Ernst Griinfeld empleé por primera vez la defensa con g7-g6 y d7-d5, permitiendo a las blancas la creaci6n de un centro ideal de peones. Esto era contrario a la ideologia de los esquemas clisicos en el Gambito de Dama, y la innovacién del gran maestro austriaco podia haberse quedado en divertido experimento. Pero la idea de “permitir la construccién, y luego des- truir” atrajo inmediatamente a Alekhi- ne ya la joven generacién emergente. 3 £3 Euwe evita los esquemas més conocidos de la nueva defensa. Esta apertura solo estaba entonces debutando en la alta competicién, y Reshevsky, que siempre evitaba los debates teéricos, la empleaba con mucho gusto. Unos diez aiios mas tarde, cuando la teoria de la Defensa Griinfeld se encontraba mucho mas avanzada, se pasé a la menos arriesgada estratégicamente, Defensa Nimzoindia. Sammy, MIGUEL ¥ BENT 3..d5 3... Bg7 4 4 0-0 5 Dc3 d6 conduce a la Variante Samisch de la Defensa India de Rey. El infructuoso experimento 5 ... €6 6 S38 45?! 7 e5 Dfd7? 8 cxdd cxd5 9 @xd5 se vio en la partida Alekhine-Bo- goljubov (Berlin 1929, 5% del match). Aun en caso de la mejor, 7... De8, su valor es dudoso, puesto que las blancas tienen un juego claro para reforzar su centro: 8 £4, D3, Le2, 0-0, ete. 4 cxd5 Dxd5 5 e4 DbE 6 Dc3 2g7 7 223 00 Es demasiado pronto para 7 ... Dc6?! 8 d5 (Alekhine-Bogoljuboy, Berlin 1929, match, 17%. 8 f4 En esencia, la admis el plan con 3 £3. Al tratar de asegurar en {3 una casilla para su caballo, y el normal desarrollo de su flanco de rey, las blancas gastan un tiempo, y las negras consiguen iniciar una accién de minado, antes de que su oponente pueda poner a cubierto el rey. Es mas prometedor 8 Wd2, como ju- g6 varias veces Alekhine. En tal caso, después de 8 ... c6, las blancas deben optar por un juego de doble filo con 9 0-0-0 5 10 d5 Dd4 11 £4 cB 12 fed 2g4! 13 Bel &xed5 143 2d7 15 D1, y el desenlace dependerd, por completo, de la capacidad emprendedora de am- bos contendientes. Con la prematura 9 d5?!, las blancas caen en dificultades: 2. Una de las conocidas tesis expuestas por Nimzovich en Mi sistema. N.A.T. 29 Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES IV 9... De5 10 &gd c6! 11 Hal cxd5 12 exdd &{5 (Alekhine—Bogoljuboy, Bled 1931). Actualmente se ha puesto de moda la linea 8 ... e5 9 d5 c6 10 h4 cxd5 11 exdd. h5. Sobre todo después de la 9° partida del match Kramnik-Shirov (Cazorla 1998), en la que tras 12 Re2 D8d7 13 d6 Df6 14 85, el pedn pasado y avan- zado de las blancas y el activo juego de piezas de las negras prometian intere- santes complicaciones. Ivanchuk, sin embargo, dificulté seriamente la tarea de las negras, con la inmediata 12 g4! @8d7 (12... hxg4 13 h5!) 13 gxh5 Of6 14 hxg6 (Ivanchuk-Akesson, Anatolia 2004), y ahora tienen que decidir como defender a su rey. 8... Bc6 9 d5 Practicamente forzado, ya que si 9 Of3, las negras tienen la buena réplica 9... &g4 10 d5 Oa5 11 &d4 (11 Be2 6) 11... &xf3! 12 gxfB e6!, y el excelente centro de peones salta: 13 h4 exd5 14 xg] Sxg7 15 Wd4+ £6 16 0-0-0 Dc6. iEl triunfo de la estrategia negra de apertura! 9... Dbs& Como de costumbre, Reshevsky elige la continuacién menos comprometedora. 9... a5 10 &d4 e5!? Era mas acorde con el espiritu de la apertura, ya que tras 11 &xe5 Bxed 12 fxe5 Wh4+ 13 g3, las blancas no pueden conservar su pedn extra. Por ejemplo: 13... We7 14 Wd4 Bd8 15 b4 Dacd! 16 DF &g4 17 &xc4 &xf3 18 0-0 Wxb4 19 e6!, con juego igualado (Shishkin—Dvoiris, Mos- ct 1996). 10 &f3 Quizé la nica forma de luchar por la ventaja sea el avance estandar 10 a4!? Aqui es mala la reaccién automatica 10... a5, puesto que el debilitamiento del caballo de b6 retrasa durante mu- cho tiempo la jugada de minado c7-c6. Después de 10... e5 11 a5 Q6d7 12 DPB We7 13 2d3 exf4 14 LxF4 Ded 15 xed Bxe5 16 Bxed Wxed 17 0-0 Dd7 18 Hel Wd4+ (18... Wg5!?, aunque es dificil para las negras lograr una plena 30 igualdad) 19 whl Qe5 20 Be We3 (20... Wxd1 21 Oxd1 c6 22 De3 d7 23 b4 Hac8 es algo mejor) 21 DbS c6 22 @d6, las blancas lograron ventaja (Pilnik-Reshevsky, Nueva York 1942). Las interesantes complicaciones deri- vadas de 11 ... exf4 12 axb6 (si 12 &xf4 Q6d7 13 OB He8 14 8d3 Dc5 15 0-0 Sg4 16 Wc2 &xf3 17 ExfB Axd3 18 Wxd3 4d7, las negras resuelven satis- factoriamente sus problemas de aper- tura) 12... fxe3 13 Bxa7 @xc3+ 14 bxc3 Wh4+ 15 g3 Wxe4 16 DS 2g4 17 Ad3 (no esta claro 17 Axa8 &xf3 18 2d3 Wed 19 Wxf3 Wxc3+ 20 Sf] Wxd3+ 21 Sg2 Wd2+ 22 Sh3 cxb6 23 Hdl Wc3) 17... Wxf3 18 Wxf3 @.xf3 19 Kxa8 cxb6 20 Bfl &xd5 21 Be2 conduce a un final con posibilidades ganadoras para las blancas. 10... c6 11 Wb3? Era mejor 11 dxc6 Oxc6 12 5. Por ejemplo: 12... Qb4!? 13 WxdB Exd8 14 &xb6 axb6 15 #f2 Le6 16 a3 Ddd5 17 Oxd5 &xd5, con juego igualado. Al no admitir el fracaso de su apertura y tratar de mantener, al menos, alguna presién en el centro, Euwe cae en se- rios problemas. 1]... cxd5 12 Oxd5 Posiblemente las blancas esperaban 12 Bd] y sélo ahora vieron el peligro que les esperaba con 12... c6! 13 exd5 exd5 14 @xd5 Dxd5 15 Bxd5 We7 16 Bc4 a6! (la inmediata 16 ... b5!? quiza sea atin mas radical: 17 &xb5 2e6 18 Lf2 a6 19 2a4 Qd7 20 2xd7 Afh8 21 Lb6 Exb6 22 Wxb6 2xd5, con compensa- cién por el peén), cuando, para evitar caer bajo un potente contraataque, las blancas estan obligadas a entregar un peén: 17 Ded b5 18 Be2 Leb 19 263 &xd5 20 Wxd5 &xe5 21 Wxed Wxed 22 fxe5 Dd7 23 2xa8 AxaB, etc. 12... Oxd5 13 exd5 Od7! Inesperadamente, comienza a tomar forma un triste paisaje para las blancas. No tienen centro de peones, su rey ain no ha enrocado, el peén de f4 no juega ningun papel, y el de d5 -una sombra de su grandeza anterior no inquieta a nadie y pronto requerira proteccién. 14 Be2 Si las blancas tratan de defender el peén con 14 &c4, entonces 14... Wab+! 15 2d2 Wb6! 16 e3 Wxb3 ilu- mina otro triste aspecto: el peén de b2 constituye una preocupacién que atara a sus fuerzas. Por ejemplo: 17 axb3 a6 18 Ha2 D6 19 De5 2.65, con la amena- ta &e4. Euwe trata de defender ambos peones. 14... Wab+! “Este bien planeado jaque se produce en el momento oportuno, cuando las blancas estaban a punto de enrocar. Si 15 Qd2, es una jugada molesta 15 ... Abb, mientras que si 15 Gf2, sigue 15... Of6, con ataque al peén d5 y, al mismo tiempo, la amenaza Dg4+” (Res- hevsky). 15 2d2 Wb6! Impidiendo el enroque corto, de paso que amenaza ganar un peén. 16 &c3 Si 16 &b4, las negras disponen de la fortisima réplica 16... Bc5 17 Wed @ad!, y las complicaciones después de 18 He5 B65 19 &xe7 Oxb2! se re- suelven en su favor: 20 Wb4 Wxb4+ 21 Axb4 Efe8 22 d6 £6, etc. 16... &xc3+ Las cosas habrian sido mas dificiles para Euwe, si las negras no se hubiesen apresurado a recuperar material, y se dedicasen, en cambio, a reforzar su Sammy, MIGUEL ¥ BENT posicién: 16... Bd8 17 Bdl Wxb3 18 axb3 Df6 19 &c4 2g4. Pero Reshevsky prefirié pajaro en mano. 17 bxc3 We3! 18 c4 “No tiene elecci6n, ya que si 18 g3 Bcd 19 Wc2 265, y las negras ganan” (Res- hevsky). 18 ... Wxf4 19 0-0 We7?! 19... Ded! 20 Wa3 b6 21 Had Wa6! 22 We8 5! 23 Wh6 £6 habria consoli- dado la ventaja. Las negras prefieren conservar su caballo mas cerca del rey, y dejar la casilla c5 libre para su dama, pero ahora las blancas activan algo sus piezas. 20 Shi Of6 21 Wed “Como no tiene compensacién alguna por el pe6n, Euwe pretende poner en marcha un ataque” (Reshevsky). 21... &g4! 22 Whe Creo que el cambio del caballo no habria sido permitido, mientras que el cambio de alfiles podria haberles facilitado a las blancas su lucha por la igualdad. 22... 2xf3 23 Exf3 bd! Una jugada excelente que requirié una precisa evaluacién de sus consecuen- cias. Las negras dislocan el par de peo- nes que estan restringiendo su juego. Al hacerlo asi, permiten a su rival la posible creacién en el flanco de dama de un peén pasado, comprendiendo que es improbable que constituya algo mds que una distraccién temporal de Tas fuerzas negras. 31 Gary Kasparov - MIs GENIALES PREDECESORES IV 24 cxb5 El ataque frontal al peén de h7 con 24 Hafl bxc4 25 Hh3 se para facilmente: 25... Hfe8 26 g4 Wes. Es mas sutil 24 Hdl, con idea, tras 24... bxc4 25 46 WeS 26 dxe7 Wxe7 27 Axc4, de cam- biar ventajosamente peones y activar el alfil, aunque se para con la precisa 24... Bad8. 24... We5! 25 Hel 2xd5 26 Eh3 Esta jugada tan directa no estropea na- da, pero habia otra posibilidad: 26 Wh4 Bac8 27 b6! (con la trampa 27 ... axb6? 28 2.61, obligando a las negras a con- tentarse con la igualdad, después de 8 ... Wb2). La solucién mas precisa al problema es 27... Wb8! 28 cd e6! 29 30 Wh6 Hfe8!, consolida ny conservando el peén extra, aunque materializar la ventaja no es facil: 31 Mefl He7 32 Wg5 Hd7 33 Wed Bcd8 34 bxa7 Wxa7 35 a3 Bes. 26... We? Reshevsky quiere reforzar la posicién de su caballo. 26... Df6 27 Re3 Wd4 también parece bueno, con idea de mantener la dama en el centro, pero después de 28 2.f3 Hab8 29 Exe7 Exbd. 30 h3, el cambio favorable del peén de b5 por el de e7, les concede a las buenas posibilidades de salvar ida. 27 Wed2 6 28 Rd3 Zab8 Neutralizando la amenaza 2f3. 29 a4 Db6 30 Wh4?! “Demasiado lento. Debfa haber inten- tado 30 a5 Ad5 31 Bb, y la mayoria del flanco de dama les habrfa creado algunas dificultades técnicas a las ne- gras” (Reshevsky). El propio Euwe era de la misma opinion. Pero yo pienso que la mejor opcién era 30 Bd4!, preparando con mis cuidado el avance de los peones, con, digamos, £63, y luego h2-h3, etc. La tentativa de expulsar a la torre con 30 ... e5 privaria al caballo de su soporte en el centro del tablero, y después de 31 2d6 Dxa4 32 Wad, las blancas conservarfan posibili- 32 dades de tablas. Por ejemplo: 32... DE (en caso de 32... cd 33 Wxa7 Ded 34 Bd7 Dc3 35 243! DxbS 36 We3, el peén de €5 est perdido, y es dudoso que las negras puedan convertir su pe6n extra en un flanco) 33 Wxa7 £5 34 Wxg7+ &xg7 35 Ecl, etc. 0... Ebc8! Reshevsky ha divisado una enérgica maniobra, que le permitird resolver en su favor la situacién critica del flanco de dama. 31 a5 2d5 32 Wb3 Bcd Ahora el par de peones cae bajo un ataque frontal de la torre, y queda deci- dido el destino del pedn de b3. Pero “en apuros de tiempo (Reshevsky siempre lo estaba: era, por asi decirlo, un aspecto de su juego), las negras omiten aqui la jugada mas fuerte, 32 ... We5” (Euwe). 1190 33 2£3 Eb8 34 ixd5 Kexb5! “Pero no 34... Abxb5, que les hubiera dado a las blancas la posibilidad de un excelente farol, con 35 &xe6!" (Reshe- vsky). 35 Wa2 exd5 Habria ganado mas répidamente la es- pectacular 3 we Abi! 36 Hxd5 We3! Una jugada precisa que fuerza la nueva retirada de las piezas blancas. 37 Hf] £b2 38 Wad Hb! El cambio de un par de torres priva a Euwe de sus tiltimas posibilidades de contrajuego. 39 Hddl Hxd1 40 Exd1 a6! Fijando la debilidad de a5. 41 h3 Bb5 42 Hal La torre es obligada a adoptar una posi- cion pasiva, puesto que tras 42 Wal (es- perando la simple 42 ... Wxa5? 43 Wf6! Eb8 44 Bal, recuperando el pe6n, con posibilidades reales de tablas), las ne- gras cambiarian sencillamente damas, 42... Wal, atando la torre a la defensa del peén a5 y logrando asi un final de torres ganado. Explotando habilmente este factor, Reshevsky fuerza a su oponente a reali- zar nuevas concesiones posicionales, y luego avanza con sus peones. 42... 2g7 43 Wa2 Wh2! 44 Wad 191 44... Bgb! “La idea ganadora. Las blancas tienen problemas para defender a su rey, debi- do a la necesidad de proteger su peén de a5” (Reshevsky). 45 Ba2 Wc3 46 Ral h5 47 Wa2 Las blancas s6lo pueden contemplar el ataque que se avecina sobre su rey. 47... 35 48 Gh2 g5! 49 Wad Rea! Aqui el pe6n de a5 ya no tiene que ver con el desarrollo de la lucha. 50 Wa2 g4! 51 hxgd Wed! El ordenador también sefiala un mé- todo ganador con 51 ... hxg4 (52 Wa3 g3+ 53 Gh3 Wc8+! 54 oxg3 Wb8! 55 Wc3+ (6 56 eh3 Wh8+ 57 &g3 Wh4++), pero el producto del pensamiento humano es mas elegante. La dama se Sammy, MIGUEL ¥ BENT mantiene emboscada y todo quedara rapidamente claro. 52 g3 Hed! 53 Whi Meds 54 th La retirada a la primera fila habria de- sembocado en mate en pocas movidas. 54... bxgd+ 55 bh4 EBh2+ 56 oxgt We2+ Rinden. Después de esta jugada, el ma- te en tres es inevitable. Al comienzo de la segunda vuelta, Sammy traté de mantener el ritmo. Su nuevo duelo con Alekhine tom6 un rumbo interesante. En una complicada lucha estratégica, el americano se apo- deré de la iniciativa, superé por com- pleto al campeén del mundo y logré un final de torres con dos peones de ventaja. En la posicién aplazada, nadie tenia la menor duda de que ganaria, incluido el propio Reshevsky. Pero ana- liz6 el final de forma negligente y omi- tid una posibilidad digna de un estudio artistico, que le permitié a Alekhine salvarse con unas tablas. 386 S. Reshevsky-A. Alekhine Holanda 1938, Torneo AVRO, 8° ronda 43 Sf3 Ha3+ 44 bf2 Hd3 45 Axh5 a4 46 d5?! Los participantes en el torneo eran de la opini6n -una opinién que puede en- contrarse en los libros de ajedrez- que esta jugada estropeaba la victoria. En 33, Gary Kasparov - MIs GENIALES PREDECESORES IV realidad, conserva posibilidades de ganar, pero obliga a las blancas a un juego extremadamente preciso, des- cubriendo posibilidades dignas de un estudio. Podian haber logrado su objetivo de forma mucho més simple con 46 Ha5 Hxd4 47 &g3! En este caso, el rey blan- co puede apoyar a sus peones, mientras que el rey negro no puede acercarse a tiempo a su pedn a. Por ejemplo: 47 ... e7 48 h4 Gd7 49 hd c7 50 h6 Sb6 51 h7 Hd8 52 Exa4, ganando. 47... Hd3+ 48 oh4 Hd? 49 Gh3 Bd3+ 50 ¢' a3 51 deh4 Bd2 52 h3 a2 tampoco logra salvar a las negras, atin a punto de co- ronar, pues sin ayuda de su rey el peon negro no puede impedir que las blan- cas avancen su par de peones hacia sus casillas de coronacion: 53 Ba6 hg? 54 g4 Bh2 55 g5 h7 56 bed wg7 57 hd Bb2 58 Ba7+ dfB 59 tehS Bh? 60 g6. 46... a3 47 Bh7+ 26 48 Ba7 wed! 49 Bad Bd2+ 50 G3 d3+ 1193 51 be? Pero esta retirada priva a las blancas de toda posibilidad de ganar. El rey debia haberse activado: 51 &g4 Rd? 52 g3! (52 &h3 a2 conduce a una posicion similar a la que se produce en la par- tida) 52... a2 (después de 52... Bxh2 58 Bxa3 bxd5 54 chgs web 55 keg6, la posicién esta ganada y es tedricamente conocida) 53 h4. Puede seguir: 1) 53... Bd6 54 h5 Bd4+ 55 HB Bxdd 56 Ha6+! (después de 56 Bxa2 Bxh5, 34 las blancas no logran cortar al rey ene- migo de sus peones con 57 Re2, puesto que con jaques frontales, las negras im- piden ei avance del peon: 57... Rf5+! 58 bed EfB! 59 gd Rg8+, con tablas) 56... Bed 57 Axa of 58 g4+ gd 59 Bab Hd3+ 60 ded, ganando. 2) 58... bd4 54 d6 bc3 55 SE! Sb3 (las cosas son més faciles para las blan- cas después de 55 ... svb2 56 g4 al 57 Exal &xal 58 g5 Exd6 59 g6, o bien 55... RdS+ 56 Hxd5 al 57 d7 Wl+ 58 gs Wel+ 59 whi, el rey se oculta de los jaques y no puede impedirse la aparicion de una nueva dama) 56 g4 H+ (las negras también pierden des- pués de 56... Hxd6 57 Axa dxa2 58 g5, y aunque el ser humano cuenta fe- brilmente los tiempos, sin un momento de indecisién, jla maquina anuncia mate en 28 jugadas!) 57 sg5 Hd? 58 Bxa2! (la apresurada 58 hd permite un sacrificio de torre: 58... HdB+!, y des- pués de 59 Exd5 al 60 d7 Wg7+, la actividad de la dama salva a las negras: 61 £5 WI7+ 62 be We7+) 58 ... Bxa2 59 hS wed (59... Hd? 60 h6! Hd5+ 61 bh4 Bxd6 62 g5 decd 63 h7 Hdl 64 g6, ganando) 60 h6 cbd5 61 h7 Ba8 62 £16 &Sxd6 63 gb, y las blancas ganan. 51... Rb3 52 Gf2 Xb2+ 53 og3 Ab3+ 54 Gh4 Sb2 55 Hh3 a2 Ahora es evidente que la actividad de los reyes es el principal factor en este final. 56 d6+ Después de la directa 56 g4, el rey veloz consigue impedir el avance de los peones: 56 ... &ef4! 57 Had+ bed 58 &g3, eliminar un infante, 58 ... dexd5 593, y acudir en ayuda del suyo pro- pio, 59... 5, Como consecuencia de todos estos hechos, las tablas son inevitables: 60 g5 Eb3+ 61 eg? Hb2+, puesto que el rey blanco no puede pa- sar a la cuarta fila. 56... &xd6 57 g4 hc6 58 bg3 bbb 59 a8 bb5 1194 60 h3 Una tiltima tentativa por ocultar al rey de los jaques y poner finalmente en marcha los peones. Después de 60 5, los jaques de torre conducen claramen- te a tablas, puesto que la cuarta fila es inaccesible al rey: 60... Bb3+ 61 g42? Eb4+ 62 bf Bad. 60 ... &b4 61 4 Re2! Tras disponer el poderoso mecanismo de jaques, las negras pueden sentirse seguras, y son ahora las blancas quienes inician negociaciones de paz. 62 Bb8+ 62 g5?? es ahora fatal para las blancas, en vista de 62... Bc4+ 63 bf (63 g3 Hc3+ 64 ced Ba3) 63... Bcd+ 64 ed a5, de modo que tienen que reconci- liarse con unas tablas. 62... Sc3 63 Ba8 Sb4 Tablas. Sus disputadas tablas con el cam- peén del mundo demostraron que, en un match por el titulo, Reshevsky hubiera sido un digno oponente. Sin embargo, no gané el derecho moral a un match, puesto que finalizé el evento en el listén del 50%, compartiendo el 4°.6° puestos con Euwe y Alekhine. Algiin consuelo puede haber representado para Sammy el hecho de que, en la segunda vuelta, pudo vengarse de su derrota de la primera ante su amigo Fine. Pero no por esto la pildora que debio tragar fue menos amarga. En la clasificacién final del Sammy, MIGUEL ¥ BENT Torneo AVRO, Fine finalizé mucho més arriba, consiguiendo el mayor éxi- to de su carrera. El enigma Fine Al hablar acerca de Reshevsky resulta, por supuesto, imposible no mencionar a su eterno rival, uno de los jugadores mas subestimados en la historia del ajedrez: el sobresaliente gran maestro norteamericano Reuben Fine (11 octubre 1914-26 marzo 1993), tinico jugador que tenia un resultado global positive contra los campeones del mundo. Habja nacido, crecido y pa- sado la mayor parte de su vida en Nue- va York. Aprendié a jugar a los ocho afios y aparecié en la escena ajedrecis- tica cuando tenia doce, como operador de los tableros murales en el torneo de Nueva York 1927, donde pudo ver en acci6n a sus futuros oponentes Capa- blanca y Alekhine. En la primavera de 1929, Reuben comenzé a jugar regularmente en el Marshall y el Manhattan Chess Club y pronto adquirié la reputacion de rey de las partidas rapidas y de Blitz, aunque en esta ultima modalidad no era rival para Capablanca. Pero en una ocasi6n, en 1931, junto con otros tres jugadores, derroté al gran cubano en una exhibicién de partida en consulta. Como ya se ha dicho, en 1932-34, el joven Fine compitié con éxito con Reshevsky en los campeonatos de la Wes- tern Association (Campeonato Abierto de los EEUU). Por entonces habia ga- nado matches a tres maestros norteame- ricanos de primera fila: Steiner, Dake y Horowitz. El debut internacional de Fine tuvo lugar en el torneo de Pasadena (1932), donde logré tablas con dificul- tades contra Alekhine... jtras haberle planteado la Defensa Alekhine! Pero su resultado global (5 de 11, compartiendo e17°-10° puestos) no satisfizo al talentoso joven, que comenzé a estudiar ajedrez, pues antes de eso y por admisién propia, Reuben no habia leido un solo libro de ajedrez. A fin de asimilar las obras de Tarrasch, Réti y Nimzovich, tuvo que 35 Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDE aprender aleman. También estudio las partidas de Alekhine, acerca de quien diria mas tarde: “Encontré un empuje, una fuerza y una originalidad que nin- giin otro parecia tener”. El campeén del mundo también tuvo sus palabras para Fine, a quién ya habia vaticinado fama mundial tras el torneo de Pasadena y la Olimpiada de Folkestone (1933), donde Reuben defendio el tercer tablero norteameri- cano (+6 =6 -1). En septiembre, antes de salir para Europa, Alekhine declaré en una entrevista que, en la inminente lucha por la corona, consideraba a sus mas directos rivales a Kashdan, Fine y Flohr, en especial a los dos primeros. Habl6 acerca de una “amenaza real” en la persona de Fine, y aiiadié que las posibilidades de América de contar con el siguiente campeén mundial eran “excelentes”. Un poco mas tarde, en el articulo Nuestros sucesores, en que criticaba a Reshevsky (véase), Alekhine escribié: “Me atrevo a vaticinar para el joven neoyorquino de 19 afios, Reuben Fine, un excepcional futuro ajedrecisti- co, sobre todo porque, en mi opinién, en los proximos aiios progresara de forma considerable. El futuro dira si tenia o no raz6n’ En esta ocasién el campeén no esta- ba equivocado. Cierto que en la Olim- ida de Varsovia (1935), donde Fine jugo en el primer tablero de EEUU (en ‘ausencia de Reshevsky y Kashdan), la actuacién del norteamericano (+5 =8 4) fue ensombrecida por el esplén- dido debut det joven de 19 afios, Paul Keres (+10 =5 —4), quinto mejor resul- tado tras Flohr, Alekhine, Stahlberg y Tartakower. Como Keres observé, muy acertadamente, el principal logro del joven “fue comprender que era per- fectamente posible competir con los mejores del mundo”. “Keres juega muy bien, y creo que en un préximo futuro lo veremos conquistar los primeros premios”, au- guré Andrei Lilienthal, pero al mismo tiempo, afiadia: “El mas fuerte de las jovenes estrellas es Fine. A pesar de su juventud, Fine posee enorme aplomo y 36 sores IV tenacidad, asi como la capacidad para ejercer una constante presién sobre la posicién enemiga”. Muy pronto Reuben dio una autén- tica demostracién de su fuerza. En la primera ronda del torneo de Hastings (1935-36) le infligié una sensacional derrota al invencible Flohr (quien dejé escapar una victoria de estudio en el medio juego), lo que decidié el desen- lace del torneo: 1. Fine 7,5 (de 9 Flohr 6,5; 3. Tartakower 6, En el verano de 1936, en el torneo de Zandvoort, derroté a Keres en un largo final, y también gano el torneo sin una sola derrota: 1. Fine 8,5 (de 11); 2. Euwe 7,3; 3-4. Keres y Tartakower 6,5; 5-6. Bogoljubov y Maréczy 6. En su crénica final, Tartakower escribié: “La figura central era, por supuesto, Euwe. Aunque sélo final segundo, pas6 satisfactoriamente el examen, exhibiendo la clase de un campe6n mundial en buen ntimero de partidas”. Y seguia: “En los tiltimos tiempos, los jugadores ideales de tor- neo son los representantes del practico estilo americano, Fine y Reshevsky, que tratan de evitar aperturas demasiado refinadas y prefieren el triunfo de la mente sobria antes que esos efectos ‘creativos’. En Zandvoort muchos de- batian qué es lo que caracteriza mejor el estilo de Fine, quien logra impercep- tibles victorias y se salva con inteligen- tes piruetas. En definitiva, los expertos Hegaron a la conclusién de que el estilo de Fine se caracteriza por la ausencia de estilo”. Nueve dias después comenzaba el histérico torneo de Nottingham, don- de, segtin Fine, “Botvinnik jugé como Alekhine en sus mejores afios”. Sin embargo, Fine tampoco lo hizo mal, finalizando el torneo invicto, tras haber vencido a Lasker, Bogoljubov y tres maestros ingleses, lo que le permitio compartir un honroso tercer puesto con Euwe y Reshevsky. Alekhine, que finalizé con medio punto menos, co- ment6 que era Botvinnik quien tenia mejores posibilidades de proclamarse campeon mundial en un futuro préxi- mo: “Comparado con el fuerte y co- rrecto juego del gran maestro soviético, los demas crean una impresién mucho mas modesta. Fine y Reshevsky son, duda, excepcionales técnicos, sobre todo si tenemos en cuenta su edad. Pero me parece (y puede que se me considere de la vieja escuela) que en su juego hay demasiada eficiencia y poco arte”. Nétese cémo cambié la opinién del campeon en relacién con la que sostenia en 1933. No obstante, Fine prosiguié con su conquista del Viejo Continente, con un triunfo en octubre en Amsterdam (1-2. Euwe y Fine 5 de 7; 3. Alekhine 4,5), ya fines de diciembre, comenz6 el torneo de Hastings jcon siete victorias conse- cutivas! En la octava ronda, Alekhine, que tenia un punto menos, consiguid derrotar a su rival en la partida entre ambos y logr6 finalmente el triunfo en el torneo (1. Alekhine 8 de 9; 2. Fine 7,5), lo que fue muy importante para el excampeén mundial, en visperas de su match-revancha con Euwe. No habia Elo ni Oscar por enton- ces, y la fuerza relativa de los mejores s6lo podia apreciarse por ocasionales articulos de prensa. Asi, la revista Saho- uski Glasnik ofrecia su lista de los diez mejores en 1936: 1. Capablanca; 2. Botvinnik; 3. Fine; 4. Euwe; 5. Flohr; 6. Alekhine; 7. Reshevsky; 8. Lasker; 9. Lilienthal; 10. Keres. Pero en opini de la revista Chess, la clave del futuro estaba en manos de los cuatro de No- ttingham (Bowinnik, Fine, Reshevsky, Flohr) y, posiblemente, Keres. Gomo puede ver el lector, en la épo- ca la cotizacién de Fine era ya muy alta. Entre sus colegas, el jugador de 22 aiios tenia la reputacion de ser “el rey de las maniobras”. La prensa escribié que “es- te yankee, con tendencias demécratas y manos de trabajador, saca puntos de la nada”. Gané un torneo en Estocolmo, en el invierno de 1937, (1. Fine 8 de 9; 2. Stahlberg 6,5), y en la primavera conquistaba igualmente sendos prime- ros puestos en dos pequefios torneos, en Moscti (5 de 7).v Leningrado (4 de 5). Inmediatamente después, tuvo Sammy, MiGueL ¥ BENT una espléndida actuacién en Margate, logrando la revancha sobre Alekhine, y finalizando con punto y medio por de- lante de él: 1-2. Keres y Fine 7,5 de 9; 3. Alekhine 6. Luego jugé el torneo de Os- tende: 1-3. Fine, Grob y Keres, 6 de 9. Virtualmente el tinico revés de su carrera fue en el torneo de verano en Kemeri. Estaba afectado bien por el cansancio, tras una sucesién de eventos ininterrumpidos, bien enervado por el brillante juego de su amigo Reshevsky. Sin embargo, un mes mas tarde, en la Olimpiada de Estocolmo, Fine obten- dria el mejor resultado en el segundo ta- blero (+9 =5-1), yen el otofio recuperé su forma, logrando el segundo puesto en Semmering-Baden, detras del ascen- dente Keres, pero medio punto por delante de Capablanca y Reshevsky! Después de eso, pasé un par de me- ses en Holanda, donde fue el segundo de Euwe en el match-revancha de éste con Alekhine. A continuacion, Fine regres6 a América con una joven espo- sa holandesa. “En 1938 mi temprana pasion por el ajedrez habia remitido, como le sucede a tantos jugadores. Aunque sélo tenia 23 afios, era todo un veterano, con nueve aiios de practica en torneos. Estaba ansioso por regresar a mi abajo, que habia interrumpido por el ajedrez” (era psicélogo de pro- fesion, y mas tarde se convertirfa en un eminente psicoanalista). Hay que decir que en 1937, en com- paracion con el estilo fresco y atrevido de Keres, a quien muchos comparaban con Morphy, apodandolo “Paul II”, el acusado estilo técnico de Flohr y Fine era, a veces, seriamente criticado. “Los jugadores soviéticos pueden crear y ba- tallar libremente”, se lefa en Shajmaty v SSSR, en clara alusion a Bowinnik. “No cuelga sobre sus cabezas la espada de Damocles de las consideraciones y cal- culos materiales, cuya presién es bien conocida para el profesional burgués. Banalidad, estereotipos, rutina, fria técnica, todo lo que ha sido catalogado por Romanovsky como estilo Fine-Flohr, €s, en esencia, extraiio a la creatividad de los maestros sovié' 37 Gary Kasparov - Flohr replicé que, bajo el influjo de la experiencia, cualquier maestro evo- luciona inevitablemente en direccién al juego posicional. “De otro modo, el joven ‘tactico’ no se elevard por encima de la media y sera empujado a la cu- neta por jugadores més cualificados... Para el progreso del ajedrez, el siglo XX cuenta infinitamente mas que toda su historia precedente”. Estas palabras tuvieron més tarde un eco en las de Fine: “El jugador moderno esté tan bien pertrechado técnicamente, que la brillantez es normalmente o bien imposible o bien facilmente refutable. El juego salvaje, con sacrificios equivale al suicidio, y cualquiera que pretenda ganarle a in oponente de la misma fuerza deberia evitar el juego tactico”. De esta forma, con profunda técni- ca, pero sin sacrificios salvajes, jugaban partida tras partida, ganando la ma- yoria de los torneos. “Las palabras de Flohr, de que ‘de las partidas de Fine, un espléndido jugador practico, uno puede aprender, pero dificilmente te pueden emocionar’, podrian igual- mente aplicarse a si mismo” (Sosonko). Una precisa evaluacion la dio mas tar- de Euwe: “Reuben Fine le dio un giro combinativo a los métodos de Flohr. En. consecuencia, sus partidas tienen un ca- racter algo mas vivaz. Su juego también esti marcado por una gran medida de adaptabilidad y flexibilidad. Por tiltimo, cuenta en su arsenal (como también le sucede a Reshevsky, su gran compatriota y rival) con un arma de suma importan- cia: una técnica para hacer tablas que podria considerarse infalible. Siempre que un medio punto le basta para sus propésitos, tiene un 90 6 95% de posibi- lidades de lograr esas tablas”. En el otono de 1938, Fine, no obs- tante, jconsiguid deleitar al mundo del ajedrez! Los pronésticos para el principal acontecimiento de la época -el Torneo AVRO- daban a Bowinnik, NIALES PREDECESORES IV Reshevsky y Alekhine como favoritos, pero un cronista, con asombrosa vision de futuro, depositaba sus esperanzas en los jugadores mas jévenes: “Los jugado- res mas tranquilos seran, obviamente, Keres y Fine. Para ellos es pronto para sofiar con el titulo de campeén mun- dial. Esto significa que trataran de ju- gar lo mejor posible, y que no tendran motivos para ponerse histéricos en caso de que las cosas no les salgan bien. Es interesante especular acerca de qué resultara mas valioso, si la técnica un tanto mecdnica de Fine o los recursos tacticos de Keres”. Al final, ambas cosas resultaron validas por igual: los dos compartieron el primer puesto, con un punto de ven- taja sobre Botvinnik, y punto y medio sobre Alekhine, Euwe y Reshevsky. Por otra parte, Reuben sum6 mayor ntime- ro de partidas ganadas (seis, incluidas dos sobre Alekhine), y comenzo el tor- neo con una sensacional victoria sobre Botvinnik. En las “tarjetas de visita” publicadas en la prensa soviética habia algunas li- neas divertidas: “Los objetivos creativos de Fine son, sin embargo, demasiado ‘americanizados’, la técnica ocupa en ellos una gran parte. El juego practico de Fine esta muy alejado de las triqui- fiuelas tacticas, los ingeniosos recursos, © el juego basado en complicaciones. Por este motivo, Fine rara vez pierde, pero solo gana a maestros cuyo juego es mas flojo que el suyo (g?: G. K.). El propio Fine es derrotado cuando sus oponentes juegan de forma original, descartando esquemas conocidos en la lucha por la iniciativa y el ataque”. Pero la primera crénica de Tar- takower sonaba algo distinto: “Normal- mente, el estilo de Fine tiene un tufillo a lenta guerra de trincheras. Pero en esta ocasion jugé no sélo con profundi- dad, sino también con élan.’ Su vic- toria, tras cuatro horas y medio de jue- go, fue el primer resultado del evento y 3. Impulso, en sentido creativo en este caso, sindnimo, en cierto modo, de inspiracién. En francés en el original. N.d.T. 38 constituyé una recompensa, no sélo por el hecho de que fuese el tinico en abrir el juego con la ‘comprometedo- ra’ jugada I e4 (todos los demas prefi- rieron 1 d4). Un enorme papel, por supuesto, lo jugo el hecho de que Fine, habiéndose casado hace un aho con una joven holandesa, se siente muy a gusto aqui, mientras que Botvinnik, aunque ha Ilegado hace una semana, no se ha adaptado del todo al modo de vida formalista y, al mismo tiempo, al buen natural de los holandeses... Ha si- do una de las mejores partidas de Fine, quien, mas que ningtin otro maestro, sigue trabajando sobre su juego, su esti- lo y su comprensién de los resortes aje- drecisticos”. 387 R. Fine-M. Botvinnik Holanda 1938, Torneo AVRO, 1° ronda Defensa Francesa (C17) le4 e6 2d4.d5 3 Dc3 Bb4 La teoria de esta variante sdlo estaba tomando forma por entonces, puesto que en la época de Steinitz se jugaba, sobre todo, 3... Df6. La jugada 3... &b4 se habia visto en las partidas de Winawer y Blackburne, pero el creci- miento de su popularidad se asocia con las btisquedas analiticas de Nimzovich, y luego Botvinnik, en las décadas de los afios veinte y treinta, respectivamente. 4e5 55 dxc5 “Una jugada inocua, que no les plantea a las negras mayores problemas, pero, por lo visto, mi oponente sélo tenia un objetivo: evitar las variantes habituales de este sistema de apertura, que yo habia estudiado en detalle” (Botvin- nik). Es decir, las blancas eluden 5 a3! &xc3+ 6 bxc3 De7 (partida ntim. 95), en cuya linea Botvinnik habia ganado, con negras, a Milner-Barry (Hastings 193435) y Ragozin (Moscti 1935). Contra Flohr, en la 5“ ronda, Fine em- pleé la jugada de Bogoljubov, 5 £42, Sammy, MIGUEL Y BENT que entonces estaba de moda. La reaccion de las negras fue desafortu- nada: 5 ... De7 6 D!B (en una famosa partida Alekhine-Nimzovich, se jug 6 Qb5 -volumen I, partida nim. 136) 6... DS?! (la respuesta correcta es 6... cxd4! 7 DS Lxd 8 Wxd2 0-0 y Abe6, con igualdad, Estrin-Petrosian, Moscti 1950) 7 dxc5 &xc5 8 &d3 Dh4 9 0-0 Qc6 10 Hel h6? (era esencial 10 ... a6, asegurandole al alfil una re- tirada por a7) 11 Qa4! 2f8 12 Hcl! (una jugada que parece torpe, pero que és excepcionalmente profunda y efectiva, preparando una dec apertura del centro) 12... 847 13 @xh4 Wxh4 14 c4! 1195 Diagrama de andlisis 14 ... dxc4 (las negras no se habrian sal- vado con 14... Db4 15 Be! Dxa2 16 Hal Ob4 17 Bb6 Bd8 18 Dxd7 Bxd7 19 Exa7, o bien 15... Yd4 16 a3 Dc 17 cxd5 Oxe5 18 AcB, etc.) 15 Bxc4 Wd8 16 Whd De7?! (era mas tenaz 16... Yc7, pero no 16... 2e7?! 17 Hf4 Ef 18 &g6!) 17 Bd4 (17 Dc5!?) 17... g6 18 WI3 Wc7 19 cB (las blancas también habrian ganado con 19 &c5! Wxc5 20 Exd7, o bien 19... &c6 20 WE Hg8 21 Bcd! y Axe6!) 19... DB 20 Db5 Ws (4 20... Web 21 Wxe6 bxc6 22 Dc7+ ed8 23 AxiB Sxc7 24 Lads, etc.) 21 Exd7! dexd7 22 g4 Dh4 (22... Wc6 23 Hed!) 23 Wxi7+ Le7 24 Qb4 Bae8 25 2xe7 Exe7 26 Wi6 a6 27 Kal axb5 28 S.e4+ (1-0). Las blancas explotaron su ventaja de desarrollo con la energia de Morphy y plenamente de acuerdo con las ense- fianzas de Steinitz: el jugador que tiene ventaja est obligado a atacar, pues de 39 Gary Kasparov — MIs GENIALES PREDEGESORES IV no ser asi, su ventaja desaparecera. “En términos de planificacién estratégica general y ejecucion tactica, considero que ésta es la mejor partida que he jugado en mi vida”, escribiria mas tarde Fine. También se encuentra entre las mejores su partida con Bowinnik. 5... De7 5... d4?! 6 a3!; 5... We7!? (Szabo-Por tisch, Budapest 1960). 6 D3 Dbc6 7 2d3 d4!? La forma més directa y radical de re- solver los problemas de apertura de las negras. 8 a3! Sab “En caso de 8... &xc3+ 9 bxc3 dxc3, las blancas conservan dos fuertes alfi- les", escribié el maestro soviético Be- lavenets, “También tienen algo mejor juego después de 8 ... dxc3 9 axb4 cxb2 10 &xb2 Db4”. Aqui, las negras estan luchando por Ia igualdad (11 Qg5!?, Legky-Totsky, Rusia 1995), jpero con la jugada textual estén luchando por la iniciativa! 9 b4 Dxb4! “Es peligroso 9... dxc3 10 bxa5 Wxa5 11 0-0 Wxc5 12 a4, y si 12... Axed, entonces 13 2a3 Dxf3+ 14 WxfB We7 15 &b5+, con ataque que compensa plenamente el material sacrificado” (Belavenets). 10 axb4 &xb4 11 &b5+ Desde fines de los cincuenta, las blan- cas comenzaron a emplear el plan de gambito 11 0-0! &xc3 12 Eb1, con juego agudo después de 12... h6, o de 2... 2d7 13 DgS Ac6 (por el momen- to, estas respuestas se han revelado mas seguras que 12... Wc7 6 12... Wa5). 11... Dc6?t Esta evidente jugada la considera Fine “el error decisivo”. Botvinnik se hace eco: “Un lamentable error posicional. Omiti la sutil jugada 13 de mi opo- nente. Era preciso 11 ... 247 12 Wxd4 40 2xc3+ 13 Wxc3 2xb5, con juego igua- lado, como minimo, para jas negras”. Por ejemplo: 14 Dd4 a6, o bien 14 Wb3 Bc6! 15 0-0 We7, etc. Estrictamen- te hablando, fue por esta causa por lo que dejé de jugarse 11 &b5+. 12 &xc6+! bxc6 “Ahora las negras quedan con un mal alfil dama, Pero si consiguen conservar los dos alfiles, las cosas no estan tan feas” (Bowvinnik) 13 Had! iJuego grandioso! “Las blancas recu- peran facilmente el peén y su caballo resulta ser mds fuerte que el alfil negro, cegado por sus propios peones. Tam- bién juega un papel importante la de- bilidad de la casilla d6” (Belavenets). 13... Exc3+ 13... a5? pierde por 14 Axb4 axb4 15 Ded 0-0 16 Wxd4. 14 &d2 1196 “Ahora la posicion negra esta estraté- gicamente perdida”, piensa Bowinnik, pero esto sdlo puede afirmarse con ab- soluta certeza después de la siguiente jugada negra. 14... £6? Este si es el error decisivo, una pérdida de tiempo después de la cual el alfil ya no puede activarse. “Las negras estaban desconcertadas. Habia una posibilidad dctica, 14... a5! 15 &xc3 (15 0.0 £6) 15... dxc3 16 Bd4 (0 bien 16 Wal a6) 16... We7 17 Bd6 £a6 18 Wd4 Bb8 19 Wxc3 Hbl+ 20 Bd] Bxd1+ 21 xl 0-0 (Botvinnik). Anadiria que después de 16. Wal 226 17 Bxab5, Belavenets recomen- d6 17... Wc8, pero es mas simple 17... Wd5!, con suficiente contrajuego sobre el rey blanco, rezagado en el centro. Ademas, es de considerar 16 Yd6!?, y en caso de la temeraria 16... Ba7 17 0.0 Bd7 18 Wxc6 2b7 19 Wb6 Axf3 20 gxf8 We5+ 21 Bes xed 22 c6 Bdd 23 £4 Wd6 24 Bxg7, el pen pasado blanco es muy peligroso. Sin embargo, el final resultante de 16... Wxd6 17 exd6 {6 18 0-0 e5 19 Bfal 2 20 Bxa5 Exad 21 Bxa5 £7, 0 de 17... 2a6 18 Bxad 0-0 19 Ad4 Efb8! 20 Bal Bb4 21 Abs Bed+ 22 ddl &e2+ 23 del Bxal+ 24 ®xal SB, es confuso. 15 0-0 0-0 No era mejor 15 ... fxe5 16 2xc3 dxc3, ya que las blancas tendrian una agra- dable eleccién entre 17 Wxd8+ &xd8 18 Axed HB 19 Hdl+ Sc7 20 Bd6, con abrumadora ventaja en el final, y 17 Wal (Belavenets) 17 ... 0-0 18 Wxc3 Bf4 19 Wal! (una jugada polivalente) 19... e4 20 De8, y el caballo domina por completo al alfil: 20... a5 21 Rdl W£6 22 Axc6 e3 23 Exfd Wxft 24 Ed8+ B{7 25 fxe3 Wxe3+ 26 Shl, ganando. 16 2xc3 dxc3 17 Wel a5 Un tardio intento por activar el alfil, originado por la variante 17... fxe5 18 Wxc3! Bf4 19 Wal! (véase la nota an- terior), aunque esta linea hubiera sido algo mas tenaz. 18 Yxc3 £a6 19 Bfal 2b5 20 Hd4! La clave de la idea de Fine. Las negras s6lo contaban con 20 Bxa5? Hxa5 21 Wxad (21 Bxad Wdl+) 21... Wxad 22 Bxa5 Ed8, con igualdad. Pero ahora re- sulta que después de 2d6 las negras no tienen defensa contra We3, Dd? y 2-4, con aislamiento absoluto del alfil. 20... We7 21 3d6 iEs dificil recordar una posicién tan en- corsetada en las partidas de Botvinnik! SaMMy, MIGUEL ¥ BENT biera facilitado la defensa, en vista de 23 We3 Hal 24 13 WIG 25 Bel y c2c4 (Belavenets), o incluso 23 We1!? 22 We3 Ha7 23 Dd2 a3 Desesperacion ante 23... Bad 24 c4 Lab 2 Dc4, etc. 24 c4 Gad 25 exf6 Wxf6 26 Hxa3 He8 27h3! Esta jugada, tal y como dijo Bowvinnik, enfatiza en la indefension de la posi- cién negra. 27... Baa8 28 DF3 Wb2 29 Ded Wbl+ 30 Sh2 WF5 31 Weg3 Las negras se rindieron. “Las negras no tienen ni una sola ju- gada, y se amenaza 2f3. Una combina- cién de una espléndida idea estratégica con sutilezas tacticas” (Botvinnik). Las partidas con Botvinnik y Flohr caracterizan perfectamente el estilo de Fine. Derroté a ambos gracias a su evaluacién mas profunda de la posicin, basada en su vision de los recursos laten- tes y en la impecable conversién técnica de ia ventaja obtenida. La misma pureza caracteriza sus victorias del mismo tor- neo sobre Euwe y Alekhine, excampeén y campeén mundial vigente. En general, en la primera vuelta Fi- ne hizo milagros: en la segunda ronda derroté a Reshevsky con negras, y en la tercera qued6 con peén extra y buenas posibilidades de ganar ante Capablan- ca, si bien dejé escapar la victoria con 41 Gary Kasparov - MIs GENIALES PREDEGESORES IV una jugada imprudente. En la cuarta ronda, condujo su partida con Euwe con tanta precisi que Tartakower, expresando el sentir de la mayoria, declaré: “Fine se encuentra en una forma espléndida, pues su dominio no se debe a la fortuna, sino a un juego excelente”. 388 M. Euwe-R. Fine Holanda 1938, Torneo AVRO, 4° ronda Defensa Semi-Eslava (D43) 1 d4 e6 2 c4 DFC 3 DF3 d5 4 gs h6 Esta continuacién era popular en el primer torneo internacional de Moscti (1925), asf que recibié el nombre de Variante Moscti. El orden de jugadas mas estandar es 4 Hc3 c6 5 &g5 hb, evi- tando la aguda Variante Botvinnik (5 ... dxc4 6 e4 b5 7 €5 h6, etc.), pero per- mitiendo la no menos aguda 6 2h4!? (partida mim, 351). 5 &xf6 Wxf6 6 Wb3 Deliberadamente o no, Euwe priva a las negras de poder emplear el plan de de- sarrollo mas popular entonces: 6 Ac3 €6, seguido de dxc4, Ad7, g7-g6 y £7. He aqui un breve panorama: 1) 7 Wb8 (idea de Alekhine) 7... dxe4 (7... QA7 67... ad rara vez se juegan - véase nota a la 7*jugada negra) 8 Wxe4 d7, con las posibles continuaciones que siguen: a) 9 e3 (9 e4 e5! Alekhine-Wurzburger, Paris 1931, simultineas) 9... g6 10 h4 2g7 11 0-0-0 0-0 12 h5 g5 13 2d3 We7 14 22 €5 15 bl exd4 16 exd4 Df6 17 D &e6 18 Yd3 Bfd8, con lucha compli (Spassky-Paoli, Dortmund 1973). b) 9 Hdl g6 10 g3 2g7 11 2h3 (11 2.g2 0-0 12 0-0 e5, con igualdad) 1] ... 0-0 12 0-0 Ye7, con posibilidades mas o menos igualadas (Timman-I. Sokolov, Rotterdam 1997). 42 c) 9.3 e5 (9... We7!? 10 22 Wh4, con igualdad, Shirov-Anand, Linares 1994) 10 0-0-0 (10 &g2 exd4 11 Ded We7 12 Wxdd Wb4+ 13 Dc3 DL, con igualdad, Korchnoi-Kramnik, Montecarlo 1994, rapidas) 10... 2e7 11 Ded WE 12 We2 0-0 13 h4!? (13 bl Df6!, o bien 13 ... exd4, Korchnoi-Dreev, Yalta 1995) 3... exd4 14 Oxd4 Wad 15 Sbl DG (15 ... De5!? Timman) 16 €3 Dd5 17 a3 Gigd! 18 Be2 Oxe2 19 Axe2 Df, con igualdad (Timman-Gelfand, Belgrado 1995). 2) 7 €3 (la jugada principal; 7 We2 y 7 g3 también se juegan) 7... Dd7 8 &d3 Diagrama de andlisis En el viejo esquema con 8 ... ¥d8 9 0-0 Be7, después de 10 a3 0-0 11 We2 a6 12 b4, las blancas conservan alguna ini- iativa (Kramnik-Illescas, Alcobendas 1993, match, 4°; Kramnik-Bareev, No- vgorod 1994), de modo que las negras se han pasado a8 ... dxc4 9 &xc4 g6 10 0-0 27. Por ejemplo: a) 11 e4e5 12. d5 D6 13 Ad (13 &b3 Sgd!) 13... 00 14 a4 BdB 15 ad (15 &b3 cxd5, con igualdad) 15... Axc4 16 @xc4 Yg5!, con buen contrajuego (Piket-Kramnik, Linares 1997). b) 11 Hcl 0-0 12 Rel (mas agudo que 12 e4, 12 Ded y 12 We, € incluso que 12 @b3 Ed8 13 We2 We7 14 Afal b6, con igualdad, Salov-Anand, Wijk aan Zee 1998) 12... Hd8! 13 We2 (13 We2 We7 14 De4 &b3 b6 16 Dc3 2b7, tablas, Timman-Gelfand, Olimpiada de Erevan 1996) 13... We7 14 a3 b6 15 e4 Qb7 16 e5 Bab8 17 Xcd1 b5! 18 @a2 cb 19 d5 c4 20 b3! Ebc8!, con una aguda lucha (Korchnoi-Bareev, Ubeda 1997). c) 11 b4 0-0. Las investigaciones en esta direcci6n han arrojado los resultados siguientes: cl) 12 Rc] We7 13 Wb3 Ha8 (13... b6.6 13 ... Ab6 también son factibles, Niko- lic-Anand, Groninga 1997) 14 a4 a5 15 bxad Bxa5 16 Hfdl b6 17 Dd? (17 Le2 2b7 18 Qd2 c5, con igualdad, Beliavs- ky-Dreev, Novosibirsk 1995) 17... cB 18 d5 &xc3 19 Bxc3 Df 20 dxe6 Lxe6, con igualdad (Nikolic-Kramnik, Olim- piada de Erevan 1996). 2) 12.a4 We7 (12 ... b6!? Beliavsky-No- vikov, Koszalin 1998) 13 Bbl a3 (13... b6!?) 14 bxa5 (14 b5!? Sakaev-Rogo- zenko, Pardubice 1997) 14... Bxa5 15 We2 b6 16 e4 c5 17 dd Bxc3 18 Wxc3 Hxa4, con igualdad (Beliavsky-Gel- fand, Belgrado 1995), o bien 13 Wb3 Hd8 (13... b6!? Lautier-Piket, Wijk aan Zee 2002) 14 Bfdl (14 a5 Df6!? Rausis-M. Gurevich, Vlissingen 1999) 14... Db 15 Be2 Add 16 Dxdd cxd5, con igualdad (Azmajparashvili-Bareey, Shenyang 2000). Por el momento, a comienzos del siglo XXI, las blancas no han podido de- mostrar que existe una forma clara de lograr ventaja en este flexible planteo. Por cierto que un método similar de desarrollo -entrega del centro con la esperanza de poder explotar la fuerza de la pareja de alfiles- fue empleado por Alekhine en la Variante Cambridge Springs, en su match con Capablanca (partida num. 125). 6... 6 7 Dbd2!? Dd7 Ahora no tiene sentido jugar 7... dxc4?!, en vista de 8 Axc4, de modo que las negras deben trasponer a una posicién de la variante con el caballo en c3 que, aunque no es la mas favora- ble, si es aceptable. También es posible 7... a5 8 e4 dxe4 9 Dxed Qb4+. Por ejemplo: 10 ¥xb4 axb4 11 Dxf6+ gxf6, con un final ligeramente inferior (Po- lugaievsky-Sveshnikov, Manila 1982), 0 bien 10 &dl WF4 11 &d3 Gl? 12 D3 5, con activo contrajuego de las negras (Novikov-Dreey, Zonal de Lvov 1990). Samay, MiGue. y BENT 8 e4 dxe4 9 Dxe4 WE4 “La ausencia del alfil blanco de casillas oscuras le permite a la dama negra ocu- par un puesto espléndido. 9 ... ¥g6, 10 2g3, seguido de £43, es malo para las negras”, escribié el maestro Rjumin. Después de 9... Wf 10 &d3 Wad+ 11 Ac3 £d6 12 0-0 0-0 13 5! (13 Bael €5!, con igualdad, Euwe-Szabo, Buda- pest 1949) 13... 24 14 Ded Wd8 15 Bad 26 16 Bfel, las blancas también habrian conservado cierta ventaja. 10 &d3 El primer momento critico. 10... e5!? Una interesante novedad. Antes de esta partida -y durante mucho tiempo después- las negras evitaban abrir el centro, temiendo un irreparable retra- so en desarrollo. Pero en tal caso las blancas conservan una acusada ventaja espacial: 1) 10... Df6 11 Dxf6+ Wxf6 12 0-0 2d6 13 Bfel 0-0 14 c5 &c7 15 Be4 Bd8 16 Had1 (Stahlberg-Capablanca, Olim- piada de Buenos Aires 1939). 2) 10... Be7 11 0-0 00 12 Bfel Bas (12... c5 13 d5!, Petrosian-Szily, Buda- pest 1952) 13 Badl Wc7 14 2bl (0 bien 14 g3, como en la partida fuente Alekhine-Asztalos, Kecskemet 1927) 14... QB 15 c5! bs 16 Dg3 Ad7 17 We3 Be8 18 Ac2 a5 19 a3 Ba7 20 h4 Wb8 21 h5!... 1-0 (Smyslov-Petrosian, Moscti 1971). 43 Gary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES IV Fine, sin embargo, al abrir el juego, no temia a fantasmas. Pensaba de forma concreta, a largo plazo, y creia en la correccién estratégica de la posicién negra y en la fuerza potencial de los dos alfiles. 110-0 “11 dxe5 Dxe5 12 DxeS Wed 13 0.0 fe7 14 fil Wd4+ 15 Shi 00 16 f! no parecia malo en absoluto”, piensa Rjumin, pero 15... £5! es mucho mas fuerte. Por ejemplo: 1) 16 Qg3?! 0-0 17 We2 g6 18 Hadl We7 19 De2 h5 20 Dg] 26 21 b3 2d7 22 DB Hae8, con excelente juego de las negras (Lilienthal-Jolmov, 16° Cam- peonato de la URSS, Moscti 1948). 2) 16 Bael 0-0 (16... fed? 17 Bxed, y Bfel es malo para las negras) 17 g3 h4 (no 17... 2c5?! 18 Hed! g6 19 De2 Wd6 20 Hdl b6 21 xf, Ga- vrikov-Liiva, Tallinn 1998) 18 Be5 26 19 Ax 2x 20 Hx Zad8 21 2b1 Efe8, y las negras no tienen motivos para quejarse (Savchenko-Naumann, Bad Worishofen 1999). 1... Be7 12 Bfel exd4 13 Oxd4 Es insuficiente 13 Qg3, ya que después de 13... Dc5 14 Wa3 Del, las negras se defienden con éxito. Es curioso que en la partida Timman-Gelfand (Wijk aan Zee 1996) sc jugase 14... Wd6?!, va que tras 15 2f5 De6 16 Wxd6 2xd6 17 Oxd4 &xg3 18 hxg3, las blancas lograron un mejor final. Después de . Qe6! puede seguir 15 cB “con compensacién por el pen” (Timman), y la posible variante 15 ... 0-0 16 b4 a5 17 He5 g6 18 Rael 247 confirma esta evaluacién: ambos bandos tienen posi- bilidades. 3... 0-0 14 Sc2 D6 15 Sadi Concluyendo la movilizacién de efecti- vos. Euwe probablemente consideraba con optimismo eéta posicién, confian- do en la ventaja blanca en desarrollo. 44 12007] ms apetat 15... g6! Una jugada con sangre fria. “Las negras defienden su casilla 5, ante un posible ©g3-65, y paran la amenaza Wd3" (Rju- min). La imprudente 15 ... Bd8? habria permitido 16 Dxc6!, con mate. 16 Dxf6+?! Un cambio desafortunado, condenado con razén por los comentaristas: las blancas pierden la iniciativa y el alfil negro entra en juego. La sorpresa de apertura parece ha- ber desconcertado a Euwe. De haber percibido la dinamica de la posicién, sin duda se habria decantado por 16 We3!, conservando cierta presion. A las negras les hubiera resultado dificil, entonces, encontrar el orden correcto de jugadas: 16 ... xe4?! 17 Bxed We7 18 We3, por ejemplo, es desfavorable a sus intereses (Opocensky), pero 16... 2g4! 17 £3 (este avance de pedn le qui- ta una casilla al caballo) 17 ... &c8! les habria permitido oponer una defensa flexible. Por ejemplo: 18 Df He8 19 g3 Wc7, etc. 16... &xf6 17 Bed Wc7 18 We3 Gg7 19 h4? “Una nerviosa tentativa de ataque, ob- viamente evocada por la comprensién de que tras @d7, Bad8 y 2c8, las ne- gras se apoderarian gradualmente de la iniciativa, gracias a sus dos fuertes alfi- les” (Rjumin). Después de la siguiente jngada negra, el peén de h4 se convier- te en una apreciable debilidad. 19... h5 20 S47 Es probable que esto sea ya el error de- cisivo. Fue en esta jugada, que crea la amenaza tactica 21 Exf6 Sxt6 22 Wc3!, en la que el excampe6n mundial depo- sitaba sus esperanzas, Pero se le escapé la elegante réplica de las negras, que les permite parar todas las amenazas y apoderarse de la iniciativa. 20... He8! 21 Wxe8 No es mejor 21 Hed Bxe4 22 Wxe4 2g4 (Rjumin). 21... Wxf4 22 DF Quiza las blancas confiaban en esta jugada, omitiendo de nuevo la fuerte réplica de su rival. 22... BB! Con la amenaza £e6. Era malo, por su- puesto, 22 ... &xb2?, debido a 23 Bd8! 23 Wed “Si 23 We2, entonces 23 ... 2g4, ganan- do también el peén de h4. Por con: guiente, Euwe decide proponer el cam- bio de damas, buscando posibilidades de salvacién en el final” (Rjumin). 23... Wxed 24 Exed Aga! Contra la codiciosa 24... &xb2?!, Rjumin sugirié 25 Bd8, “con una des- agradable clavada de la torre”, pero después de 25... f! 26 2d3 £f6 27 He8 w7, las negras se liberan de la clavada, En consecuencia, lo correcto era 25 Bb! 216 26 &.xc6 b6 27 5, con posibilidades de tablas. 25 Bd2 He8 26 243 Después de 26 Be? 2f5 27 Adz &xb2, las blancas tienen un final completa- mente perdido. Sammy, MIGUEL Y BENT 26... Bd8 La inmediata 26 ... 2xf8 27 gxf3 2xh4 tampoco es mala, pero las negras quie- ren provocar el avance b2-b3. 27 b3 xf 28 gxf3 Gxh4 29 dg? 2g5 30 Hdl £4 31 £1 ha! “El final con alfiles de distinto color es conducido de forma impecable por Fi- ne. Al avanzar el peén a h4, obliga a su oponente a mantener el rey en su flan- co, con lo cual puede Ilevar el suyo al debilitado flanco de dama” (Rjumin). 32 Sg2 £5 33 Gh3 26 34 bg? Hdd 35 Hh3 g5 36 Qc2 Si 36 dg2, sigue 36... Ad6 y wed-£4 (Rjumin). 36... Exdl 37 &xd1 2d6 38 2c2 Sed 39 deg? Qed Atando el rey blanco a la defensa de su peon de f2. 40 2d3 a5 41 c2 41... f4! Este es uno de esos casos en que para lograr el éxito los peones deben situarse en casillas del mismo color que su alfil. 42 Sg6 Gd4 43 2f5 Gc3 44 2c8 Sb? Las blancas se rindieron. Después de 45 &xb7 &xa2, las blancas no pueden impedir la creacién de otro peon pasado. Ya se ha dicho que en la quinta ronda nuestro hombre consiguié una victoria inapelable sobre Flohr, sumando asi ;4,5 puntos en 5 partidas! En la sexta ronda Fine fue asaltado por Alekhine, que queria alcanzar a toda costa al lider. La 45 Gary Kasparov — Mis GENIALES PREDECESORES IV partida se aplaz6 en un final mas o menos igualado, en el que cada bando tenia torre, caballo y seis peones. El obstinado Alekhine no quiso reconciliarse con las tablas, y durante la reanudacién (que tuvo lugar después de la séptima ronda) cometié un serio debilitamiento y acabé perdiendo. La séptima fue una jornada clave para el desenlace final: Keres derroté a Fine y comenzé la persecucién del lider; también progresé Botvinnik, con una brillante victoria sobre Alekhine (parti- da ntim. 184). Reuben comenzé la segunda vuelta haciendo tablas con Botvinnik. En ese momento, algo se resquebrajé en su jue- go. En la novena ronda, contra Reshevs- ky, levaba las blancas en una Espaiiola. Perdié un peén, aplazé la partida en un final perdido, y en la reanudacién, aunque las negras se equivocaron y dejaron escapar la ventaja, Fine perdié, inesperadamente, por tiempo. En la dé cima ronda se defendié con dificultades contra Capablanca, y luego, en un agu- do duelo teérico, sucumbi6 de forma ignominiosa ante Euwe. Después de esto, se produjo un cam- bio de lider: Keres 7 (de 11); Botvinnik y Fine 6,5; Alekhine 6. En la duodécima ronda, Keres hizo tablas con Alekhine, y Fine con Flohr, mientras que Botvinnik perdié calidad y la partida ante Euwe. En la ronda siguiente, la pentiltima, Fine se enfrenté a Alekhine, y esta partida esta- ba destinada a decidir los tres primeros puestos. 389 R. Fine-A. Alekhine Holanda 1938, Torneo AVRO, 13° ronda Apertura Ruy Lépez (C76) Led e5 2 D3 Dc6 3 Lb5 a6 4 Lad dé La Defensa Steinitz Diferi 500 5 Axcb+, 53. 5 BAT 46 En los viejos tiempos se habian ensa- yado tanto 5... De7?! (Janowski-Stei- nitz, Hastings 1895) como 5... 6 (Torres-Alekhine, partida nim. 118), y posteriormente 5... &g4!? (partida num. 448). 6c3 6 Dc3 es mas modesto. (Tartakower- Capablanca, Berlin 1928). 6. g6 Una variante segura, pero bastante pa- siva. La alternativa es 6 ... Df6 6 d4, con una ligera ventaja blanca. Por ejemplo: 1) 7... g6 8 Abdz We7 9 Hel Lg7 10 Df1 0-0 11 &g5! (11 Dg3 Lasker-Blac- kburne, Niiremberg 1896) 11... h6 12 2h4 (Botvinnik-Boleslavsky, 14° Cam- peonato de la URSS, Moscti 1945). 2) 7... Be7 8 Hel (no 8 d5 Dbs8 9 &c2 Lg4!, Bogoljubov-Alekhine, Ro- tterdam 1929, match, 20*) 8... 0-0 9 @bd2 Hes (esto lo jugaron en los aiios cincuenta y sesenta Smyslov, Gligoric y Portisch, descartando la Variante Kecskemet de Alekhine, 9... £¢8?!) 10 DM! h6 11 Dg3 2B 12 Adz b5 13 Sc2 Dad 14 b3 cd 15 dd Dh7 16 h3, etc. (Karpov-Westerinen, Olimpiada de Niza 1974). 744 g7 “Alekhine de nuevo lo ha apostado to- do, pero en la Ruy Lépez es dificil para las negras emprender nada, cuando las blancas eligen una clara variante de tablas” (Flohr). 8 dxe5 Mas tarde, en busca de la ventaja, los jugadores con blancas comenzaron a cerrar el centro con d4d5, trasponien- do a posiciones tipo India de Rey, con el cambio ventajoso de alfiles de casillas blancas: 1) 8 d5 Qce7 (8... DbS!?, Lutikov- Bronstein, Moscé 1959) 9 &xd7+ (9 c4, Geller-Medina, Interzonal de Gotem- burgo 1955) 9... Wxd7 10 c4 h6 (10... DIG 11 Dc3 0-0 12 c5!2) 11 cB , y luego 12 exf (Fischer-Filip, Candid tos, Curacao 1962; Short-Spassky, Lon- dres 1986), 12 Del (Beliavsky-Smysloy, Leningrado 1977), 12 Dd2 (Sax—Smys- loy, Interzonal de Subotica 1987), 0 12 Wb3 (Lék6-Giorgadze, Batumi 1999). 2) 8 Hel Qge7 (Michell-Capablanca, Hastings 1919) 9 d5 @b8 (9... Dad!? 10 &xd7+ Wxd7 11 b3!, Anand-Short, Mérida 2001) 10 &xd7+ @xd7 11 2e3!? h6 12 Dfd2 0-0 13 c4 H 14 (. Polgar-Spassky, Budapest 1993, match, #), 0 bien 8... D6 9 d5 (no 9 Lxc6 £xc6 10 dxe5 Axed 11 exd6 0-0! 12 dxc7 Wxe7, con suficiente compensa- cién por el pedn) 9... Be7 10 c4 0-0 11 Qc3 h6 12 b4 DhS 13 Qxd7 Wxd7 14 5 (Bacrot-Hiibner, Campeonato de Francia por equipos 2004). 8... Axed Desde el tiempo de las partidas Ja- nowski-Blackburne (Londres 1899) y Yates-Alekhine (Nueva York 1924), se considera dudosa 8 ... dxe5, porque 9 £ig5 es desagradable para las negras. 9 Dxe5 dxe5 9... &xa4? 10 Wxa4+ b5 es malo, de- bido a 11 Oxf7!, mientras que si 9... &xe5, las blancas probablemente no hubieran optado por 10 Qd22! Axad 11 Wxad+ Wd7 12 Wxd7+ &xd7, con igualdad (Thomas-Capablanca, Buda- pest 1929), sino por la enérgica 10 f4 (Showalter-Atkins, match por telégra- fo Inglaterra-EEUU, 1898), 0 bien por 10 263, con idea de f2-F445 (Keres). Sammy, MIGUEL ¥ BENT 10 £4! Una nueva continuacion, bastante mas fuerte que la anterior, 10 2e3 Of6 11 @d2 0-0 12 &c2 We7, con igualdad (Ahues~Przepiorka, Francfort 1930). 10... 10 ... exf4 11 &xf4 es ventajoso para las tarde se ensay6 10 ... Ae7, de lo cual, tanto Keres (en 1952), como Bronstein (en 1978) y Ge- ler (en 1987) jugaron con éxito 11 {5! 11 Yxa4+ El momento de inflexi6n de la partida. ixa4d 11... Wd7? El cuarto campeén mundial busca el final sin percibir el menor problema para las negras. “Alekhine sin duda depositaba sus esperanzas en su activo rey. Sin embargo, el ulterior desarrollo de los acontecimientos demuestra que la posicién del rey en el centro sdlo es una fuente de problemas para las ne- gras”, escribi6, poco después, el maes- tro soviético Yudovich. Medio siglo més tarde, esta variante fue rehabilitada por el séptimo campeén mundial, al jugar 11... b5! Por ejem- plo: 1) 12 Wb8 exf4 13 Oxf4 OH 14 Dd2 (hay dos recomendaciones de Yudovi- ch que no son peligrosas: después de 14 af, las negras disponen de la buena réplica 14... 0-0 15 Dd2 c6, mientras que a 14 £g5 sigue, simplemente, 14 ... Wd6) 14... 0-0 15 Hael Od7 (15... Qed!?, Tal-Mujametov, Mosc 1991) 47 Gary Kasparov ~ MIS GENIALES PREDECESORES IV 16 Wc2, tablas (Geller-Smyslov, Sochi 1986). 2) 12 We2 exf4 13 Sxf4 Df 14 fg5!? (14 Qd2 0-0 15 DP We7 16 Rael Bfe8 17 thl c5 18 e5 Add, con igualdad, Geller-Smyslov, Bad Wérishofen 1991) 14... We7! 15 e5 Wxe5 16 2xf6 2xf6 17 WE2 2e7 18 Wxf7+ sd7, y tras parar el ataque, las negras incluso consiguie- ron mejores posibilidades (Kiril Geor- giev-Smysloy, Interzonal de Biel 1993). 12 Wxd7+ dxd7 13 fxe5 Ye6 14 2F4 of EI final resulta ser muy desagradable para las negras. “Después de 14 ... De7 15 Qd2 Ac6 16 FB, las blancas ame- nazan decidir inmediatamente la lucha con Qg5+ 6 Qd4+” (Yudovich). 15 Dd2 Bxe5 Alekhine esperaba que, tras capturar el peén de e5, podria lograr contrajuego sobre el débil peén de e4, pero no tuvo en cuenta los factores dinamicos de la posicidn: la iniciativa estd de parte de las blancas. Es decir, Fine super de nuevo a su oponente (jy qué oponente: nada menos que el campeén del mun- do!) en la evaluacién de la posicién resultante. Si, el AVRO fue realmente el “torneo de su vida...”. 16 Db3 Una interesante jugada, pero 16 Lxed!? Sxe5 17 DF3+ eb 18 e5 Dh6 19 Bael atin es mas fuerte, pues las negras se enfrentan a una triste y dificil defensa (Korneev-Pinhciro, Dos Her- manas 2000). 16... &xf4 17 Bxf4 b6 48 18 a4!? jSorpresa! Las blancas también habrian conservado ventaja con la mecdnica 18 Bafl 6 con 18 Dd4+ we5, pero aqui no 19 afl (Portisch-Lengyel, Budapest 1961), en vista de 19... ¢5, sino 19 g3! Ahora Fine explota la marcha de la torre negra del flanco de dama e inicia el juego en todo el tablero, dividiendo la atencién de su oponente (jun enfo- que moderno!). En literalmente unas cuantas jugadas consigue fragmentar y destruir las defensas enemigas. 18... Se5?! Una importante imprecision: parece que la inesperada nueva amenaza at a5 confundis a Alekhine. También era insuficiente 18 ... a5?!: 19 Dd4+ Ye5 20 g3 h6 (20... De7? 21 D+ Yudovich) 21 Bd] De7 22 DlB+ web 23 5, etc. La mejor opcidn era 18... DIG! 19 ab sbe5, y en caso de 20 g3, las negras se salvarian con 20 ... Axe4 21 axb6 cxb6 22 Exa6 23 Dd4 (23 Exb6 Zbs!) 28... &d5 24 Exb6 Zb8! (Tringov-V. Kovacevic, Stara Pazova 1988). En lugar de 20 g3, es mejor 20 ffl! Axed 21 axb6 cxb6 22 Hxa6, aunque después de 22... 11 23 Dd4 (23 Exb6 Eds!) 23 ... 6 (ahora, si 23 ... d5, sigue 24 Hdl) 24 Ba7, la ventaja blanca es sélo ligera. Por consiguiente, deberian considerar- se mejoras a su ataque en las jugadas 16 y 18. 19 g3 Df6 A primera vista, se diria que las negras han superado todas sus dificultades. 1206 20 Dd2! Defendiendo el peén de e4 y crean- do la amenaza 53+. Alekhine, por supuesto, subestimé esta sutil jugada “de retroceso”: ;psicologia en accion! Parece que las blancas deberian haber presionado con 20 a5, abriendo la columna a o asegurando la casilla c3 para el caballo, pero entonces tras 20 ... Dxed 21 axb6 cxb6 22 Bxa6 £5 23 Exb6 b8!, las negras igualarfan. 20 ... Dh5? El error decisivo. La variante 20 ... Seb 21 a5 b5 22 Db3 Dd7 23 Dd4+ he7 24 Ac6+ %e6 no era prometedora para las negras, pero al menos no habrian perdido de inmediato. 21 Bf2 Se6 21... Hd8 22 DI3+ ded6 23 Dg5, 6 21 ... £6 22 a5! b5 23 Df3+, etc., era malo pa- ra las negras. 22 a5! Da8 “Si 22.... b5, entonces 23 Db3 db 24 Rdl+ &c6 25 Hafl, y 25 ... 6 falla por 26 g4” (Yudovich). 23 Bafl! Otro movimiento inesperado. Resulta que no hay forma de defender el peén de 7. 23... Dhd8 O bien 23... Bhf8 24 g4 Qg7 25 axb6 cxb6 26 Bf6+ Ye7 27 Exb6, ganando. 24 Df3! Se7 Si 24... £6, entonces 25 Dd4+! ed7 26 gd es decisivo. 25 axb6 cxb6 26 2g5 h6 26 ... £6 27 Dxh7, etc. 27 Exf7+ Sd6 28 DF3 g5 29 Qd4 29 Bh7!? 29... He8 30 Hh7 Eh8 31 Off7 Como de costumbre, Fine es preciso en la conversion de su ventaja. 31... Exh7 32 Exh7 £f8 33 Xxh6+ D6 34 D3 Sed Samy, MiGuet Y BENT “Obviamente, Alekhine cree en su bue- na estrella ajedrecistica. Aqui la rendi- cién seria perfectamente apropiada” (Yudovich). 35 Dd2 g4 36 Rg6 Dd7 37 Exes Hed 38 Hes Sd6 39 Hfs Ads 40 OF3 Da3 41 Bd5+ Se7 42 Hxd8 &xd8 43 b3 Se7 44 Dd2 a5 45 ofl bs Aqui se aplazé la partida. 46 ted Esta jugada fue la secreta. Las negras se tindieron sin reanudar el juego. jUna impresionante paliza! Es di- ficil recordar otra partida en que Ale- Khine fuese superado asi, mientras era campe6n, excepto quizd a manos de Botvinnik, en la mencionada partida de la séptima ronda. Como consecuencia, Fine alcanzé a Keres, pero el gran maestro estoniano fue declarado vencedor por desempate (mejor Sonneborn-Berger). En la cere- monia de clausura, Keres pronuncié un discurso en aleman, en el que, entre otras cosas, dijo: "Al hablar aqui de la victoria, me refiero a nuestra victoria, es decir con- junta con mi colega Fine. Nuestro lema, el lema de los jévenes fue y sigue siendo: jLucha y nunca dejes de luchar!”. Fine también pronuncié unas pala- bras. Era el tinico participante, a excep- cién de Euwe, que hablaba holandés. Confesé que en Ia primavera habia pensado en declinar la invitacién a par- ticipar (tal vez cuando no se proclamé campe6n de EEUU?) y que AVRO ha- bia tenido practicamente que obligarle a tomar parte en el torneo, pero... jéste es el resultado!”, Segtin testigos presen- ciales, Fine no parecia decepcionado por no haber logrado el derecho prefe- rencial a un match con Alekhine. No obstante, el mundo del ajedrez consideraba a Fine uno de los verdade- ros aspirantes a la corona mundial. Sus sensacionales victorias en Europa recor daban los tiempos de Morphy y Pillsbury. “Por entonces, Fine jugaba con energia y casi con temeridad, exhibiendo tanto una original comprensién posicional co- mo ingenio tactico”, escribiria Botvinnik 49 mas de cincuenta anos después. Desde luego, el gran maestro americano era superior a sus oponentes en profundi- dad de visién estratégica. Es cierto que no gané una sola partida de torneo a Capablanca, quien tenia un innato sen- tido del peligro y que, aunque a veces calculase de forma deficiente algunas variantes, rara vez evaluaba incorrec! mente una posicién 0 cometia errores de planeamiento estratégico (excepto en situaciones inusuales, como, por jemplo, con Reshevsky -partida ntim. 84). Aun asi, en sus 25 partidas con cinco campeones de diferentes épocas, Fine consiguié el excepcional resultado de +3: Lasker (+1), Capablanca (=5), Alekhine (+3 =4 -2), Euwe (+2 =3 -2) y Botvinnik (+1 =2). ‘Al regresar a su pais, Fine continué con sus estudios de psicologfa, que no solo le fascinaban, sino que también le dieron un modo de subsistencia. Al mismo tiempo, realiz6 un estudio sobre finales de ajedrez y, como conse- cuencia, escribié un espléndido libro, Basic Chess Endings (1941), que se con- virtié en la biblia sobre la materia para varias generaciones de jugadores. “Con su profundidad, precision y claridad, este libro es el primero genuinamente cientifico en el area de finales”, escri- bi6 mas tarde Botvinnik. “Tan pronto como me hice con este libro, me acom- paiid a todos los torneos” Fine también exhibid su enorme fuerza practica en el tablero, ganando tres Campeonatos Abiertos de EEUU (1939-1941). En el primero de ellos, jsum6 10,5 de 11! Reshevsky, que fina- 6 a medio punto, estaba realmente sorprendido por no haber conquistado el primer puesto: “A veces, hacer dos tablas, incluso cuando se han ganado nueve partidas, json demasiadas!”. La carrera de dos semanas entre ellos, en el III Campeonato de EEUU (1940) fue igualmente feroz, y el desen- lace fue una copia calcada del II Cam- peonato (1938). Una vez mas, en la i tima ronda Sammy tenia 12,5 puntos de 15, y Reuben 12, y de nuevo todo se deci- dia en la partida entre ambos, en la que 50 ary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES IV Fine tenia blancas. Dos afios antes, habia iniciado el juego con 1 d4, pero en esta ocasion eligié 1 e4, tratando de superar a su oponente en una lucha abierta: la variante principal de la Defensa Dos Caballos. En una aguda posicion, las ne- gras, que se enconuraban en apuros de tiempo cometieron un grave error, pero las blancas omitieron una continuacién ganadora. El tenaz Sammy se las arreglé para conseguir unas tablas y, por tercera vez consccutiva, se proclamé campeén norteamericano. Posiblemente fueron estos torneos los que minaron el espiritu combativo de Fine. Después de todo, en ambas ocasiones habia jugado muy bien, y en ambos casos solo habia finalizado segundo... Hanon Russell me conté, no hace mucho, uno de los chistes favoritos de Reshevsky, quien, de repente, le pre- guntaba a su interlocutor: “;Cudntas veces cree usted que fue Fine campeon de Estados Unidos?”. La otra persona intentaba recordar... “;Ni una sola!”, le atajaba Sammy, y a renglén seguido le planteaba una segunda pregunta: “;Y por qué cree usted que habra sido?”, y cuando su acompafiante mostraba su perplejidad, Reshevsky, triunfalmente, declaraba: *;Porque en todos aquellos campeonatos jugaba yo!”. Desde luego, es sorprendente que el gran Fine, uno de los vencedores del Torneo AVRO y siete veces ganador del Campeonato Abierto de EEUU (jun récord tinico!), ni una sola vez pudiese proclamarse campeén de su pais. Durante la II Guerra Mundial, Fine trabajé en uno de los departamentos de la Armada, donde ayudaba en la lo- calizacién de los submarinos alemanes. También proseguia con su actividad literaria publicando otros tres libros populares. Hay que decir que Fine fue el primer escritor norteamericano de ajedrez famoso (sin incluir al inmigran- te Steinitz), y desde luego uno de los mds prolificos. En 1942-45 confirm6 su fama como el mejor jugador de Blitz de América: gané cuatro campeonatos de ajedrez relampago y como colofén a todo eso, dio una exhibici6n de simultaneas a la ciega en cuatro tableros, con un control de tiempo de diez segundos por jugada, y gané las cuatro partidas (siendo uno de sus oponentes el joven de 17 aftos, Robert Byrne, que mas tar- de legaria a gran maestro). Pero Fine rara vez volvié a jugar ajedrez serio, y no participé en dos Campeonatos de EEUU. En 1944 le gan6 un match cor- to a Steiner (3,5-0,5) y en el verano de 1945 finaliz6 2° -jde nuevo, tras Reshe- vsky!- en el Congreso Panamericano... Un mes més tarde jugaria en el famoso match por radio URSS-EEUU, y per- did, en el tercer tablero, ante la estrella ascendente de Boleslavsky (0,5-1,5). Tras la muerte de Alekhine, en la primavera de 1946, hubo discusiones en el mundo del ajedrez acerca de cémo se determinaria su sucesor en el trono. Mucho antes, en la Chess Review (octubre de 1944), Fine habia sugerido al respecto la celebracion de un match- torneo con los mejores. El Congreso de la FIDE de Winterthur (julio de 1946), a pesar de la ausencia de representan- tes de EEUU y de la URSS se pronun- cié en tal sentido, incluso formulando los nombres de los posibles candidatos y participantes: Reshevsky, Fine, Keres, Euwe, Botvinnik y Smyslov. Los tres tltimos pronto confirma- ron su clase en Groninga (los norte- americanos y Keres no tomaron parte), y unos dias después del torneo, los seis se reunieron en Mosci, con motivo del segundo match URSS-EEUU, esta vez cara a cara. Euwe oficid de arbitro principal. Botvinnik vencié a Reshevsky (1,5-0,5), Keres a Fine (1,5-0,5), Smys- lov a Denker (2-0), etc. Era una opor- tunidad ideal para discutir cémo deter- minar el nuevo campeén del mundo. No esté de més recordar que por entonces se discutia en Occidente la sensata posibilidad de designar a Euwe campeén -en tanto que tnico campeon superviviente- y luego orga- nizar un match entre él y el vencedor del match-torneo de Candidatos. Si no podia celebrarse un match-torneo (los jugadores soviéticos atin no se SamMy, MIGUEL ¥ BENT habian adherido a la FIDE), entonces podria ponerse en marcha un match entre Euwe y el campeon de EEUU, Reshevsky. Es interesante observar que Fine tenia una opinion diferente, muy original sobre esto, que manifestaria muchos afos después: “En razon de nuestra victoria (en el Torneo AVRO) y a la luz de las circunstancias del ajedrez internacional durante la guerra, Keres y yo debiamos haber sido declarados cocampeones mundiales del periodo 1946-1948, entre la muerte de Alekhi- ne y la celebracién del match-torneo”. Con la reunién de los “seis gran- des” en Moscti, daria comienzo una batalla de unos 18 meses por el trono ajedrecistico, que sigue rodeada de misterio (alguna luz se ha arrojado ya en el volumen II). En conversa- ciones personales con colegas, Fine continué apoyando la idea de orga- nizar un match-torneo, pero no pudo tomar parte en las negociaciones, puesto que tenia que regresar urgen- temente para iniciar el semestre de otono en la Universidad meridional de California, donde impartia un curso sobre psicologia clinica. A fin de coger a tiempo el vuelo, incluso debi6 adelantarse su segunda partida con Keres. De modo que le pidié a Reshevsky que fuese su representante en las negociaciones, incluso conce- diéndole poderes formales. El jugador que se proclama cam- peén es realmente aquél que, a igual- dad de los demas factores, jtiene mas ambicién que los dems por serlo! Mu- chos afios mas tarde, en un articulo, E/ caballero que eludi6 una batalla, dedicado a la memoria de Fine, Bowinnik escri- biria: “No se esperaba que rehusase jugar el match-torneo. En septiembre de 1946, en visperas de la reunion en- tre los seis jugadores mds fuertes del mundo, se fue de repente de Moscti, a raiz de algtin asunto urgente. ¢Era mas importante aquel asunto que el cam- peonato del mundo?”. Asi es cémo Botvinnik describe en sus memorias aquella historica reunion (en la que, ademas de los cinco grandes 51 Gary Kasparov — MIs GENIALES PREDECESORES IV maestros, estuvieron presentes los di- rectivos soviéticos Romanov y Kemenov y los respectivos intérpretes): “En principio no habia objeciones al match-torneo de seis. Tan pronto como esto qued6 claro, puse sobre la mesa un borrador-acuerdo de los seis para el match-torneo por el campeonato mundial, que habia sido redactado mucho antes y con todo tipo de detalle. Sugeri que lo discutiésemos y, even- tualmente, firmasemos. Asi es como empez6 todo... jNuestro intérprete tuvo que trabajar de lo lindo! Durante unos cinco minutos nos planted pre- guntas a fin de situarse debidamente. Entonces se sintid cémodo y comenz6 a interpretar simultaneamente. Luego incluso comenzé a gritar, enfadarse 0 ser exageradamente educado, es decir, imitandonos... Nunca me he vuelto a encontrar con un intérprete asi: jun verdadero actor! "Euwe y Reshevsky no querian ni oir hablar de un contrato. Ni siquiera estaban interesados en su contenido. Obviamente, querian dejar abierta la cuestién. No era dificil percibir que habian acordado disputar el campeo- nato mundial prescindiendo de los jugadores soviéticos, algo que quedé confirmado més tarde. Se requeria una accién decidida. ‘Si no se considera un contrato y no queda firmado hoy,’ dije, al unisono con el intérprete, ‘ma- nana enviaré una carta abierta a los jugadores de ajedrez a toda la prensa ajedrecistica, en la que contaré como transcurrié nuestra reunion..."”. “Romanov me lanz6 una mirada y Kemenov algiin tipo de senal. *:Qué es esto, una amenaza?’ grit6 Reshevsky (junto con el intérprete). {Pero el prag- matico Euwe ripidamente capté lo que sucederia si Botvinnik escribiese la car- ta! Con una voz tranquila, como si no hubiese discusién alguna, sugirié que leyésemos el borrador del acuerdo. To- do transcurrié. pacificamente, pues el borrador era objetivo. S6lo Reshevsk' pidio que no tuviese que jugar los vier- nes (tras la puesta de sol) y los sabados (antes de la salida del sol). 52 —Perdéneme, gpero no ha jugado usted antes en esos dias? —Si, pero he perdido a mi padre. Dios me ha castigado... "Era imposible discutir tales argu- mentos, asi que todos estuvimos de acuerdo. La mitad del evento se cele- braria en La Haya, y la otra mitad en Mosc. Cada jugador se enfrentaria cuatro veces con cada uno de los de- mas, con un total de veinte rondas”. En una recepcion vespertina, tras la conclusién de las reuniones, qued6 cla- ro que las altas autoridades soviéticas no habian dado luz verde al plan del match-torneo (pues, en pocas palabras, querian que todo el match-torneo se disputase en Mosca). Por consiguien- te, segiin Botvinnik, Romanov sugirié concluir el pacto entre caballeros (sin firma) y si, en el transcurso de un mes no habia objeciones, se implementaria de forma automatica. “Euwe mostré su conformidad y los demés participantes también estuvieron de acuerdo. Todos nos fuimos pacifica y amistosamente”. El Kremlin, sin embargo, se opuso durante muchos meses a este plan y acab6 repudiandolo. Las bases formales se atribuian al comentario de un perio- dico holandés, en el que se expresaba el temor de que los jugadores soviéticos amaiiasen las partidas entre ellos y eso afectaria al desenlace del evento. “Una opinién evidente, que muchos compar- tian”, escribié mas tarde Fine. En este tiempo de confusién, inesperadamente tuvo problemas en América. “La confusién comenz6 en 1946”, escribe Valter Heuer. “Es bien sabido que las organizaciones deporti- vas de EEUU llevan a cabo sus propias competiciones clasificatorias, v lo es- trictamente que se atienen a las reglas y defienden sus prerrogativas. La Federa- cidn de Ajedrez no era una excepcidn: los directivos declararon que sélo ellos sabian quién enviarian al campeonato mundial. Fine no tom6 parte en el Campeonato de EEUU de 1946, y por este motivo se declar6é de inmediato que él no participarfa en el match- torneo, que acudirian aquéllos que habian participado en el Campeonato del pais (cuyo vencedor fue Resheusky, y el segundo clasificado Kashdan: G.K). Esta decision molest6 claramente a Fine, un gran maestro de primera fila y el padre espiritual del match-torneo por el cam- peonato mundial. Es posible que esto explique su negativa a participar. Los directivos de la Federacién de Ajedrez de EEUU tampoco apoyaron a Fine, por la razon de que, junto con un numero de otros maestros, habia tratado de crear una organizacién rival en América, mas preocupada por me- jorar las condiciones materiales de los jugadores profesionales (se recordara que en 1939, los jugadores norteame- ricanos —;que habian ganado las cuatro iltimas Olimpiadas!- no viajaron a la Olimpiada de Buenos Aires, porque la Federacién no habia satisfecho sus requerimientos financieros). En resumen, cuando en el Congre- so de la FIDE de La Haya (agosto de 1947), los representantes de la URSS confirmaron su adhesién al acuerdo del ano anterior en Mosct, lamenta- blemente quedé claro que Fine no se encontrarfa entre los participantes del match-torneo. En la prensa soviética se inform6é brevemente que “se habia decidido finalmente por la ciencia”. Ciertamente, en aquel periodo Fine es- cribid una tesis doctoral, que defendid en 1948, y que le valid en definitiva el titulo de Doctor en Psicologia. Se diria que todo estaba claro. Sin embargo, seguia habiendo un misterio, porque la FIDE no excluy6 a Fine del match- torneo y, de haberlo deseado, éste podria haber ignorado la opinién de la Federacién Americana, Asi que gcudles fueron las verdaderas razones para que no participase? Ya conocemos la versién realista de Heuer. Mas tarde, Fine también sugirié que no se le permitid jugar, aludiendo posi- blemente a la negativa de la Federacion de Ajedrez de EEUU de disponer fon- dos para su participacién en el match- torneo. Aun asi, la respuesta a esta cuestin probablemente deba buscarse no en América, sino en otra parte. SaMMy, MIGUEL Y BENT En el ntimero de noviembre de 1948, de la Chess Review, Fine dio la aparente- mente exhaustiva explicacién: “Por la época del torneo no estaba ensefiando, sino trabajando en mi disertacién doc- toral. No estaba vinculado a la universi- dad por ningtin contrato. Me retiré del torneo porque no queria interrumpi mi investigacién. No hay que decir que nadie me consult6 sobre si las fechas me resultaban adecuadas. En realidad, las disposiciones para el torneo fueron tan peculiares que nunca recibi una invitacin oficial por parte del comité organizador. S6lo me enteré por los co- municados ptiblicos y por informaciones privadas”. Con el paso del tiempo, la explicaci6n de Fine fue “enriquecida” con algunos curiosos detalles. Diez anos mds tarde, en uno de sus libros, explicé que se habia estado preparando para jugar en 1947, pero que después de que los rusos regre- saran a su acuerdo inicial y se retrasasen en resolver la cuesti6n durante casi un afio, ya no le era posible. “Por entonces estaba embarcado en mi nueva profesi6n de psicoanalista y no podia jugar”. Casi dos décadas después, Fine explicaba su retirada en raz6n de su descontento por el hecho de que el match-torneo se hubiese pospuesto al aio siguiente y al “desarrollo general de los acontecimien- tos”. Y afiadia: “Por cierto que no habia compensacién financiera para ninguno de los jugadores occidentales, quienes, a diferencia de sus colegas soviéticos, no estaban en absoluto subvencionados”. Como atestigua Larry Evans, en una conversacién con él, Fine dejé caer, con amargura, que se negé a jugar en 1948 porque “no queria pasarse wes meses de su vida viendo cémo los rusos ama- fiaban sus partidas unos con owos”. Sin embargo, es dificil decir si Fine pensaba realmente asi, puesto que nunca ex- pres6 ptiblicamente esa opini6n. Y fue inteligente al no hacerlo, pues de otro modo hubiera tenido que demostrar algo de lo que no existian evidencias (como, por ejemplo, las razones para las. cuatro derrotas sucesivas de Keres ante Bowinnik). Gary Kasparov — MIs GENIALES PREDECESORES IV Asi fue cémo uno de los mas gran- des maestros de mediados del siglo XX dejé la escena del ajedrez (aparte algunas raras apariciones entre 1948 y 1951). En el resto de su vida, Reuben Fine escribié unos treinta libros, entre los cuales resultan de especial interés, aunque sean controvertidos, los con- sagrados a la psicologia ajedrecistica. Desde este punto de vista, en partic lar, escribié un libro acerca de la Final de Candidatos entre Fischer y Petro- sian (1971) y el match Spassky-Fischer por el campeonato mundial (1972). Por cierto que él no crefa que Fischer estuviese manteniendo una deliberada guerra de nervios en el tiltimo match. Para concluir, he aqui otra inespe- rada y paraddjica evaluacién de Fine en este libro*: “Entre los muchos mitos divulgados sobre Fischer se encuentra el de que nunca juega a tablas. Un minucioso anidlisis de su estilo revela que es cierto casi lo contrario. Siempre elige aperturas, o trata de elegirlas, en las que, como minimo, pueda alcanzar la igualdad. Una vez que el juego se encuentra en términos de igualdad, comienza a marear la perdiz para con- cederle a su oponente la posibilidad de que cometa un error, cosa que logra en muchas ocasiones. Uno de los rasgos mas caracteristicos de su estilo es preci- samente que corre muy pocos riesgos”. El guerrero solitario Después del torneo AVRO, Reshevsky iaj6, por primera vez, a la Unién Sovié- tica, donde junto con Keres, Flohr, Li- lienthal y los mejores maestros soviéticos (a excepcién de Botvinnik), tomé parte en un evento disfrazado bajo el modesto titulo de “torneo de entrenamiento” (Leningrado-Mosct, enero-febrero de 1939). En este torneo vencié al joven Smyslov y, al final pas6 la dificil prueba con notable, pese a que, debido a un fuerte resfriado, debié disputar varias partidas en su hotel (1. Flohr 12 de 17; 2. Reshevsky 10,5; 36. Levenfish, Lilien- thal, Makogonov y Ragozin 10). A Sammy le asombré la popularidad del ajedrez en la URSS, donde se habia convertido virtualmente en el deporte nacional. “En la URSS los maestros de ajedrez son mis célebres que en ningu- na otra parte del mundo”, escribié en 1947. “La URSS es el nico pais en que el ajedrez es un deporte para el ptiblico. Cuando se celebra un importante tor- neo, el comité organizador esta obligado a conseguir una amplia sala de juego o teatro. Los entusiastas de ajedrez hacen cola a millares para comprar entradas y muchos deben regresar, decepciona- dos, porque las entradas disponibles se han agotado. Las partidas se juegan en el escenario, por lo que los jugadores son perfectamente visibles. Quienes no pueden seguir el desarrollo de las parti- das mirando al tablero, pueden hacerlo por los tableros murales dispuestos al efecto, y a veces incluso se disponen en la fachada del edificio, con el fin de que puedan verse las partidas por parte del piblico apiiiado en Ia calle. Se editan boletines diarios, que no sélo contienen los resultados, sino también el texto integro de las partidas jugadas. Estos bo- letines permiten que las noticias lleguen a todos los rincones del pais. Ademas, los maestros que no participan en el torneo a menudo comentan las partidas por radio, o bien analizan la evolucién del torneo. Esto permite una interesante comparaci6n con la publicidad que el ajedrez recibe en los Estados Unidos. Aunque las cosas han evolucionado para bien en los tiltimos anos, estamos bastan- te retrasados, con respecto a Rusia, en cuanto a la publicidad que reciben los tommeos, tanto los propios como los del extranjero”. Después de sus viajes por Europa, a fines de los anos treinta, Reshevsky quedé confinado, durante mucho tiempo, en América. En 1940 de nuevo 4. Bobby Fischer's Conquest of the World Chess Championship (La conquista de Bobby Fischer del Campeonato Mundial de ajedrez). N.d.T. 54 se proclamé campeén del pais, medio punto por delante de Fine (quien le habia superado también por medio punto en el Campeonato Abierto de 1939). Un aiio después, Fine superaba a Resheysky en un punto en el Cam- peonato del Estado de Nueva York. La partida entre ambos de nuevo finaliz6 en tablas, tras, en palabras de Sammy, “una comedia de errores, debidos a los apuros de reloj en que ambos caimos”. Es una pena que el mundo no viese un match entre estos dos gigantes del aje- drez americano... Pero por otra parte, en 1941 Sammy gan6 un dificil match contra Horowitz (+3 =13), y en 1942 contra Kashdan (+6 =3 -2), con quien habia compartido antes el primer pues- to en el siguiente campeonato nacional (Fine ya no volvié a jugar ni en ése ni en ulteriores campeonatos). Por cierto que las dos derrotas ante Kashdan fueron, en cierto modo, sen- sacionales, porque en los campeonatos nacionales, después de su derrota ante Horowitz, en la cuarta ronda del de 1936, Reshevsky parecia haber olvida- do las palabras “me rindo”. Su serie de luchas invicto, si incluimos el match con Horowitz, jtotaliza 75 partidas! Si sdlo tenemos en cuenta torneos, en seis Campeonatos de EEUU (1936- 1951) Sammy se mantuvo imbatido en 82 partidas. Solo en la séptima ronda del Campeonato de 1951 sufrié una derrota ante el apenas conocido maes- tro Mengarini, y como consecuencia, debié ceder el titulo al futuro gran maestro Larry Evans, de 19 afios. En la primavera de 1944, para sor presa general, el regular contendiente en el Campeonato USA de 32 afis, decliné participar por primera vez. Te- nia buenas razones para ello, que mas tarde explicé en su autobiografi: “Es una dificil tarea ganarse la vida con el ajedrez. Sdlo si un gran maestro es soltero puede arreglarselas. El ajedrecista profesional casaco pronto aprendera las desventajas de su situacién. Puesto que los torneos no estan lo bastante remune- rados, el maestro debe desplazarse para realizar exhibiciones de simultineas. Es- tos incesantes y exhaustivos viajes, junto con el juego de torneos (esenciales para mantener su reputacién) le deja poco tiempo o ninguno para su familia. En un momento dado decidi que la vida de gitano no era mi destino. Queria estar Con mi esposa y con nuestra hija, Sylvia. Si no podia hacerlo jugando al ajedrez, tenia que lograrlo de algtin otro modo. Asi que, tras mi match con Kashdan, decidi concentrarme en mi carrera en los negocios. Entre las tareas que me propuse fue titularme como contable ptiblico. Debo observar, de paso, que he encontrado estos exdmenes bastante mis dificiles que la mayoria de partidas que he disputado”. Afortunadamente, Reshevsky no abandoné el ajedrez y, como él mismo escribe, “tan pronto como se presenté una oportunidad favorable, estaba de vuelta en la competicién”. Pero decidié jugar slo en vacaciones y en cicrtos permisos laborales. “Nunca volvi a permitir que el ajedrez interfiriese con el asunto més importante de mi vida: cuidar de mi familia”. Una oportunidad propicia sélo se le present en el verano de 1944, cuando Sammy gané facilmente -pues ya no estaba Fine- el Campeonato Abierto de EEUU. Pero en el verano de 1945 vol- vieron a encontrarse en el Campeonato Panamericano, en el que compitieron los mejores maestros de Estados Unidos, Argentina, Brasil, Cuba y México: 1. Res- hevsky 10,5 de 12 (+9 =3); 2. Fine 9 (+6 =6); 3. Pilnik 8,5; 4. Horowitz 8; 5, Kash- dan 7, etc, Un mes mas tarde jugé contra Smyslov en el histérico match por radio URSS-EEUU (partidas ntim. 232 y 233). Exactamente un aio més tarde, en septiembre de 1946, Reshevsky lleg6 a Moscti para enfrentarse en doble partida a Bowinnik, en el primer tablero del se- gundo match URSS-EEUU. Tras el KO. del radiomatch, los tetracampeones olimpicos buscaban si no la revanch si al menos restablecer su daiiada repu- taci6n. Esta vez, ciertamente, el match result6 mucho més duro, y el resultado “s6lo” fue de 12,5-7,5 a favor del equipo soviético. Botvinnik recuerda: 55 Gary Kasparov ~ MIS GENIALES PREDECESORES IV “El primer dia ganamos 7-3 (yo salvé una dificil partida con Reshevsky). Co- menz6 la segunda ronda. Lo que estaba sucediendo en los demés tableros no lo sabia, porque mi partida era muy tensa. Con negras, en una Defensa Francesa, pude Ilevar a cabo un plan muy sutil y logré una posicién ganadora. Entonces dejé escapar toda mi ventaja. Ahora me encontraba ligeramente peor y se acer- caban los apuros de tiempo. Reshevsky efectué su jugada y olvidé pulsar su reloj. Qué hacer? En una partida de tomeo, sin duda le habria recordado a mi oponente su reloj, como hice en mi partida de Nottingham con Bogol- jubov. ;Pero ésta era una partida en un match por equipos! Me senté y pensé tranquilamente. Reshevsky me miré sorprendido: gpor qué no me daba pri- sa, con tan poco tiempo en el reloj? En- tonces se fij6 en su reloj, comprendié lo que habia sucedido, salt como si le hubiesen aguijoneado, golpeando el botén del reloj con estrépito, pero en los apuros de tiempo perdié calidad. "Cierto que la victoria atin era du- dosa, pero sellé una jugada muy agud: que bloqueaba el pedn pasado enemi go ¢ impedia el cambio del tinico peon negro. Por la maiiana, encontré en casa un claro plan ganador. Telefoneé a mis amigos y dije que la opinion ge- neral era que serfa tablas. Keres (que ya habia ganado a Fine, 1,5-0,5) sefial6 el plan correcto para Reshevsky (estaba claro que no habjan visto mi jugada). En la reanudacién todo fue facil. Res- hevsky no habia entendido el final... Esta partida decidio, también a nuestro favor, la segunda ronda (5,5-4,5)”. Entonces Rehevsky tomé parte en las negociaciones acerca del match-torneo por el campeonato mundial, como ya se ha comentado, y luego regres6 a casa. El siguiente Campeonato de EEUU tuvo lu- gar en octubre-noviembre (1946) y cons- tituy6 un triunfo sin precedentes para él: :16 de 18! Un resultado comparable al de Bowinnik, en el Campeonato URSS de 1945 (15 de 17). “Se present6 en for- ma, mas prédigo y showman que nunca. Los espectadores podian sentarse en un 36 cémodo teatro, y seguir el juego a través de tableros murales o bien visitar la sala de juego y observar en accién a los com- petidores. Fue un raro tratamiento para los aficionados y un notable precedente en el ajedrez norteamericano”, observé el ganador. Durante los quince meses y medio que quedaban para el match-torneo por el campeonato mundial, Reshevsky no particips ni en un solo evento, si ex ceptuamos su victoria sobre Stahlberg en el match por radio La Plata-Nueva York. Tampoco jugé ninguna partida de entrenamiento, ni estudié el medio juego o el final y, como de costumbre, dedic6 toda su atencién a la prepa- racién de aperturas. Como él mismo explicaria mas tarde: “Estaba seguro de que podria controlar el desarrollo ul- terior del juego”. Hasta en visperas del principal acontecimiento de su vida, Sammy seguia confiando en su propia fuerza y en su talento natural... Antes del match-torneo, Botvin- nik, por el contrario, tom6 parte en el fuerte Memorial Chigorin (Mosci, noviembre-diciembre de 1947), jug6 partidas de entrenamiento con su per- manente analista y entrenador, Rago- zin, se preparé fisicamente y -lo que es mas importante- realizé un minucioso estudio de sus futuros oponentes. En su cuaderno de notas se encuentra una muy interesante descripci6n de Reshe- vsky en visperas de la batalla: “Jugador enérgico, activo, impetuoso. Evaitia las posiciones de forma inusual, pero asu manera, de forma rutinaria. Su punto fuerte es el calculo. Analiza varias jugadas con antelacion, pero dedica mucho tiempo. Sin embargo, el calculo no siempre le ayuda, porque en el jue- go de Reshevsky no hay pureza y suele finalizar en malas posiciones. Reshevsky es un maestro de la lucha ‘cuerpo a cuerpo’. No tiene gustos. Esta dispuesto a jugar cualquier posicién en cualquier momento (en lo que se parece a Lasker: G. K.). Complica habilmente el juego, y al hacerlo no tiene miedo de clavadas o de posiciones peligrosas. Juega en ambos flancos. Cuando realiza una jugada de espera, normalmente eso significa que el plan que proyectaba no da resultado y esta siendo astuto: espera un error 0 que se presente una oportunidad. Le gusta efectuar jugadas de hostigamien- to y también cambiar la situacion para plantearle a su oponente problemas dificiles: su imaginaci6n funciona. Al mismo tiempo, siempre est4 dispuesto a entrar en el final, sobre todo con mu- chas piezas, que juega con gran tenaci- dad y habilidad. Estudia teoria s6lo con la practica. Parece que apenas consulta libros. Tiene sus variantes favoritas. Los principales puntos débiles de Reshevsky son su relativamente floja intuicién po- sicional en posiciones complicadas y sus crénicos apuros de tiempo. Apurado de tiempo suele jugar con mucha destreza, pero comete omisiones”. Llegé la primavera de 1948, En el match-torneo a cinco vueltas, con los cinco mejores grandes maestros del mundo (Botvinnik, Keres, Smysloy, Res- hevsky y Euwe), lamentablemente sin el sexto “superfluo”, Fine (0, al menos, Najdorf), debia quedar decidido el nue- vo campeén, Rapidamente se puso de manifiesto que Euwe estaba totalmente bajo de forma, de modo que la intriga de todo el tomeo se redujo a una lucha enue Reshevsky y el trio soviético. Nun- caantes habfa estado el ex nifio prodigio tan cerca de la corona mundial. La siguiente partida se jugé en Ia primera vuelta, cuando Keres, tras vencer a Euwe y Smysloy, lideraba la carrera y se encontraba en ascenso. Sin embargo, Reshevsky pudo plantear un juego desagradable al lider. 390 S. Reshevsky-P. Keres La Haya/Mosci 1948 Match-torneo por el Campeonato Mundial Apertura Inglesa (A15) 1 Df3 D6 2 c4 b6 3 d3 Psicologia sutil. Reshevsky se aparta de inmediato de los caminos teéricos, SamMy, MIGUEL Y BENT proponiendo una lucha basada en la resolucién de problemas atipicos di- rectamente ante el tablero, que podia haber resultado una dificil tarea para Keres, Este se encontraba con la moral alta, pero con las piezas negras... 3... 66 La mejor reaccién era juego natural en el centro: 3... 5 4e4 D6 5 Ac3 €6 (5 g6 también es bueno). Por ejemplo: 6 Be? d5 7 cxd5 exd5 8 €5 d4, con igual- dad. Pero el lider buscaba un juego mas complicado, y para él un esquema indio de rey (;también con un tiempo extra!) le parecia lo mas apropiado. 4e4d6 Si 4... £g7, a Keres le preocupaba 5 Dg4 6 d4 d6 7 h3, aunque después de 7... Dh6 8 Dc3 dxe5 9 Axes Ab7, los problemas de apertura de las negras pueden resolverse perfectamente. Por ejemplo: 10 &f4 Of 11 d5 Bd7 12 Wad a6! Me parece que 4... ¢5!?, iniciando una lucha inmediata por el centro, es una forma de desarrollo muy aceptable. Después de 5 e5 Oh3, no es facil explotar la posicién del caba- llo negro y, por otro lado, las blancas tienen problemas con su peén de ed: 6 dé (0 bien 6 Ac3 &b7 7 Le® Ac6 8 0-0 Wb8) 6 ... cxd4 7 Wxd4 Dc6 8 Wed 2b7 9 Dc3 Whs. 5 Dc3 8g76d4 Esta jugada es necesaria, pero ahora el juego pasa, definitivamente, a las lineas de la India de Rey, y el tiempo invertido por las negras en jugar b7-b6 no juega ningtin papel. Reshevsky ha conseguido su primer éxito, al desviar a su oponente de sus conocidos esquemas de la India de Dama, y ha forzado al gran maestro estoniano, un jugador de estilo clasico, a readaptarse a un tipo de apertura que s6lo jugaba en raras ocasiones. 6...007 2e2 &b7 Keres, no obstante, decide utilizar el tiempo que se le ha regalado, pero jugar el alfil por b7 no es conforme 57 Gary Kasparov — Mis GENIALES PREDECESORES IV “El primer dia ganamos 7-3 (yo salvé una dificil partida con Reshevsky). Co- menzé la segunda ronda. Lo que estaba sucediendo en los demas tableros no lo sabia, porque mi partida era muy tensa. Con negras, en una Defensa Francesa, pude llevar a cabo un plan muy sutil y logré una posicién ganadora. Entonces dejé escapar toda mi ventaja. Ahora me encontraba ligeramente peor y se acer- caban los apuros de tiempo. Reshevsky cfectué su jugada y olvidé pulsar su reloj. ¢Qué hacer? En una partida de torneo, sin duda le habria recordado a mi oponente su reloj, como hice en partida de Nottingham con Bogol- jubov. ;Pero ésta era una partida en un match por equipos! Me senté y pensé tranquilamente. Reshevsky me miré sorprendido: zpor qué no me daba pri- sa, con tan poco tiempo en el reloj? En- tonces se fij6 en su reloj, comprendié lo que habia sucedido, salté como si le hubiesen aguijoneado, golpeando el botén del reloj con estrépito, pero en los apuros de tiempo perdié calidad. *Cierto que la victoria atin era du- dosa, pero sellé una jugada muy aguda, que bloqueaba el peén pasado enemi- go ¢ impedia el cambio del tinico peon negro. Por la mafiana, encontré en casa un claro plan ganador. Telefoneé a mis amigos y dije que la opinién ge- neral era que seria tablas. Keres (que ya habia ganado a Fine, 1,5-0,5) sefialé el plan correcto para Reshevsky (estaba claro que no habfan visto mi jugada). En la reanudacién todo fue facil. Res- hevsky no habia entendido el final... Esta partida decidi6, también a nuestro favor, la segunda ronda (5,5-4,5)”. Entonces Rehevsky toms parte en las negociaciones acerca del match-torneo por el campeonato mundial, como ya se ha comentado, y luego regres6 a casa. El siguiente Campeonato de EEUU tuvo lu- gar en octubre-noviembre (1946) y cons- tituy6 un triunfo sin precedentes para él: 316 de 18! Un resultado comparable al de Botvinnik, en el Campeonato URSS de 1945 (15 de 17). “Se present6 en for- ma, mas prddigo y showman que nunce Los espectadores podian sentarse en un 56 cémodo teatro, y seguir el juego a través de tableros murales o bien visitar la sala de juego y observar en accién a los com- petidores. Fue un raro tratamiento para los aficionados y un notable precedente en el ajedrez norteamericano”, observé el ganador. Durante los quince meses y medio que quedaban para el match-torneo por el campeonato mundial, Reshevsky no participé ni en un solo evento, si ex- ceptuamos su victoria sobre Stahlberg en el match por radio La Plata-Nueva York. Tampoco jugé ninguna partida de entrenamiento, ni estudié el medio juego 0 el final y, como de costumbre, dedicé toda su atencién a la prepa- racién de aperturas. Como él mismo explicarfa mds tarde: “Estaba seguro de que podria controlar el desarrollo ul- terior del juego”. Hasta en visperas del principal ‘acontecimiento de su vida, Sammy seguia confiando en su propia fuerza y en su talento natural... Antes del match-torneo, Botvin- nik, por el contrario, tomé parte en el fuerte Memorial Chigorin (Moscu, noviembre-diciembre de 1947), jug6 partidas de entrenamiento con su per- manente analista y entrenador, Rago- zin, se preparé fisicamente y -lo que es mds importante- realiz6 un minucioso estudio de sus futuros oponentes. En su cuaderno de notas se encuentra una muy interesante descripcién de Reshe- vsky en visperas de la batalla: “Jugador enérgico, activo, impetuoso. Evaltia las posiciones de forma inusual, pero asu manera, de forma rutinaria. Su punto fuerte es el calculo. Analiza varias jugadas con antelacién, pero dedica mucho tiempo. Sin embargo, el calculo no siempre le ayuda, porque en el jue- go de Reshevsky no hay pureza y suele finalizar en malas posiciones. Reshevsky es un maestro de la lucha ‘cuerpo a cuerpo’. No tiene gustos, Esta dispuesto a jugar cualquier posicién en cualquier momento (en lo que se parece a Lasker: G. K.). Complica habilmente el juego, y al hacerlo no tiene miedo de clavadas o de posiciones peligrosas. Juega en ambos flancos. Cuando realiza una jugada de espera, normalmente eso significa que el plan que proyectaba no da resultado y est siendo astuto: espera un error 0 que se presente una oportunidad. Le gusta efectuar jugadas de hostigamien- to y también cambiar la situacién para plantearle a su oponente problemas dificiles: su imaginacién funciona. Al mismo tiempo, siempre esta dispuesto a entrar en el final, sobre todo con mu- chas piezas, que juega con gran tenaci- dad y habilidad. Estudia teoria sélo con la practica. Parece que apenas consulta libros. Tiene sus variantes favoritas. Los principales puntos débiles de Reshevsky son su relativamente floja intuicién po- sicional en posiciones complicadas y sus crénicos apuros de tiempo. Apurado de tiempo suele jugar con mucha destreza, pero comete omisiones”. Llego la primavera de 1948. En el match-torneo a cinco vueltas, con los cinco mejores grandes maestros del mundo (Botvinnik, Keres, Smyslov, Res- hevsky y Euwe), lamentablemente sin el sexto “superfluo”, Fine (0, al menos, Najdorf), debia quedar decidido el nue- vo campeén. Rapidamente se puso de manifiesto que Euwe estaba totalmente bajo de forma, de modo que la intriga de todo el torneo se redujo a una lucha entre Reshevsky y el trio soviético. Nun- ca antes habia estado el ex niiio prodigio tan cerca de la corona mundial. La siguiente partida se jug6 en la primera vuelta, cuando Keres, tras vencer a Euwe y Smysloy, lideraba la carrera y se encontraba en ascenso. Sin embargo, Reshevsky pudo plantear un juego desagradable al lider. 390 S. Reshevsky-P. Keres La Haya/Moseii 1948 Match-torneo por el Campeonato Mundial Apertura Inglesa (A15) 1 D3 Df6 2 c4 b6 3 d3 Psicologia sutil. Reshevsky se aparta de inmediato de los caminos te6ricos, Sammy, MIGUEL Y BENT proponiendo una lucha basada en la resolucién de problemas atipicos di- rectamente ante el tablero, que podia haber resultado una dificil tarea para Keres, Este se encontraba con la moral alta, pero con las piezas negras.. 3... g6 La mejor reaccién era juego natural en el centro: 3 ... c5 4 e4 Dc6 5 Dc3 e6 (5... g6 también es bueno). Por ejemplo: 6 Be2 d5 7 cxd5 exd5 8 €5 d4, con igual dad. Pero el lider buscaba un juego mas complicado, y para él un esquema indio de rey (jtambién con un tiempo extra!) le parecia lo mds apropiado. 404d6 Si 4... 2g7, a Keres le preocupaba 5 e5 Dg 6 d4 d6 7 h3, aunque después de 7... Dh6 8 Dc3 dxed 9 Axed 2b7, los problemas de apertura de las negras pueden resolverse perfectamente. Por ejemplo: 10 2f4 Of 11 ds Dd7 12 Wa4 a6! Me parece que 4... c5!?, iniciando una lucha inmediata por el centro, es una forma de desarrollo muy aceptable. Después de 5 e5 Dh5, no es facil explotar la posicién del caba- lo negro y, por otro lado, las blancas tienen problemas con su peon de €5: 6 d4 (0 bien 6 Dc3 Bb7 7 Le2 Dc6 8 0-0 Wb8) 6 ... cxd4 7 Wxd4 De6 8 Wed 2b7 9 Dc3 Ws. 5 DcB &g7 6 d4 Esta jugada es necesaria, pero ahora el juego pasa, definitivamente, a las lineas de la India de Rey, y el iempo invertido por las negras en jugar b7-b6 no juega ningtin papel. Reshevsky ha conseguido su primer éxito, al desviar a su oponente de sus conocidos esquemas de la India de Dama, y ha forzado al gran maestro estoniano, un jugador de estilo clasico, a readaptarse a un tipo de apertura que s6lo jugaba en raras ocasiones. 6...0-07 2e2 2b7 Keres, no obstante, decide utilizar el tiempo que se le ha regalado, pero jugar el alfil por b7 no es conforme 57 Gary Kasparov — MIs GENIALES PRED! con el desarrollo légico de las piezas negras, Es més légico 7... cB 8 d5 €6, tratando de explotar ese tiempo en un esquema de la Benoni Moderna, en la que, tras un cambio de peones en d3, el alfil puede salir por a6. 1207 nie ‘wats a aa 8 Yc2 Las blancas no tienen prisa por efec- tuar el avance d4-d5. Aqui incluso podria haber sido un tanto prematuro, puesto que las negras conservan la op- cién de minar el puesto central de d5 tanto con c7-<6 como con e7-6. 8...e5 9dxe5 Keres comenta, con razon, que este cambio no les puede reportar a las blancas ningiin beneficio, puesto que Ia disposicion simétrica de peones en el centro iguala las posibilidades. La deci- sién de Reshevsky, sin embargo, se basa en razones psicoldgicas. Quiere que Keres, al ver su poca determinacién a luchar por la ventaja, comience a pen- sar en apoderarse de la iniciativa, y de esta forma adopte alguna continuacién arriesgada. Aqui 9 d5! no sdlo hubiera sido opor- tuno, sino también lo mejor. Después de 9... Oh5 10 g3!, la partida entraria en posiciones que, con blancas, jugaba magnificamente Petrosian. Por otra parte, sus oponentes, diestros en los planteos indios de rey, nunca aparta- ron su alfil de la principal diagonal operativa, c8-h3. 9... dxe5 10 2e3 Be8 Keres considera que esta jugada, que 58 CESORES IV evacua la casilla [8 para el caballo, es la primera criticable por parte de las ne- gras. 10... cB 11 Bdl Wc8 12 @dd5 Dc6 13 £g5 Dxdd 14 cxdb Dds 15 Dxdd exd4 16 0-0 & le hubiera dado un buen juego. 11 0-0 Qbd7 De nuevo era mejor 11... 5 12 Bad] Wc8, seguido de Dcb-d4. Pero las ne- gras contintian evitando la simetria de peones centrales pues, como admitié el propio Keres, quiere conseguir mas, planeando la maniobra de su caballo a d4, via 8 y e6, sin debilitar la casilla 3. 12 Bfdl c6 Las negras ya no pueden prescindir de esta jugada. 13 ba! “Habiendo logrado ventaja en desarro- No, las blancas emprenden juego activo en el flanco de dama, que es aqui la Ginica continuacién posicional justi da” (Keres). 13... We7?! La dama esté mejor en c7, defendiendo el pedn de e5, cuando el caballo llegue a e6. Durante la partida, a Keres no le gustaba ~después de 13... Wc7- 14 bi, pero mas tarde propuso 14 ... 18, “con muy buen juego, ya que el cambio bxc6 Wxc6 sdlo les crea dificultades a las blancas”. En mi opinién, después de 16 2d8, son las blancas quienes tienen mejores posibilidades de luchar por la ventaja: 16 ... Dxd5 17 exd5, 16 ... DBd7 17 ad!, o bien 16 ... De6 17 Axed We8 18 Dxf6+ 2x16 19 Dg4! Por consiguiente, era de considerar 14 ... 2.f8!? 14 Bab] D8 15 a4 Posicionalmente, habria sido mas jus- tificado 15 c5, tapiando el alfil y crean- do en el flanco de dama una tensién favorable a las blancas, con lo que a las negras les hubiera resultado extre- madamente dificil generar cualquier tipo de actividad. Pero Reshevsky tiene otro plan. 15... We7 16 b5. Con el peén en af, el avance 16 c5 hu- biera significado el riesgo de que este peon se perdiese. Por ejemplo: 16... De6 17 h3 bxc5 18 bxc5 Dd7. Pero Res- hevsky planeaba b4-b5 a fin de asegurar la casilla d5 para su caballo, y necesita- ba el pedn a para atacar el peén de b6. 6... Red8 En lugar de esta jugada prescindible, las negras debian haber proseguido con su plan. Debido a la pérdida de un par de tiempos, Keres consideré que la maniobra 16... De6 17 bxc6 2xc6 18 Ad5 Bxd5 19 exd5 Ac5 era favorable a las blancas, que tienen la pareja de alfi- les y la iniciativa en el flanco de dama. Sin embargo, después de 20 a5 Dg4, o de 20 h3 @fe4, las negras habrian tenido una posicién perfectamente aceptable. La insipida jugada de Keres es indi- cadora de su insatisfaccién con el desarrollo de los acontecimientos, y le permite a su oponente desplegar atin mas su ofensiva, 17 Rxd8 Exd8 18 a5! Det Keres comprendié que habia llegado el momento de preocuparse por igualar. En ese sentido, penso que 18... c5 19 Ddb Gxd5 20 cxdd DeB 21 Dd? Ad6 hubiera sido mas simple, pero esta evaluacién es muy cuestionable, Tras cambiar el caballo bloqueador con 22 Acd, las blancas, sin prisa, pueden prepararse para abrir favorablemente fa columna a. 19 axb6 axb6 20 2.25 SamMy, MIGUEL ¥ BENT 1209 20 ... £6? Un grave error posicional, que coloca a las negras al borde de la derrota, Aho- ra su alfil quedara encerrado durante mucho tiempo, y ademas -lo que es mas importante-, las defensas de su rey quedan seriamente debilitadas, La me- jor solucién era 20 .., 8.66 21 bxc6 &xc6 22 £d2 Be7! 23 h3 Af. Después de 24 Dd5 Lxdd 25 exdd D8d7 26 2c3, las blancas habrian conservado una ligera ventaja, pero la posicién negra hubiera sido perfectamente defendible. 21 bxc6 2.xc6 22 2d2 Ya es dificil ofrecerles a las negras un consejo valido. El imprudente avance del peén £7 les ha dado a las blancas un tiempo importante para jugar Wb3, y esto es dificil de impedir. Si, por ejem- plo, 22... Dd7, hay la fuerte réplica 23 go. 22... £5 De nuevo comenta Keres: “Las negras estén obligadas a agudizar el juego, puesto que la tranquila 22... De6 23 Wb3 Dcb 24 Wxb6 Wxb6 25 Exb6 Axet 26 Exc Axd2 27 Dxd2 Exd2 28 xgd 15 29 h3! fxg 30 hxgd habria conducido a un final ganado para las blancas”. Pero, en primer lugar, la captura 25 ... &xe4 dejaria a las negras con buenas posibilidades de salvacién: 26 Qd5! 2d3 (26... Dd3 27 h3 Dgx!2 28 e3 &xd5 29 cxd5 e4 30 Dd4, ganando) 27 BF Bxfl 28 dxf] Dd3 29 ez et 30 Dd4 Aged 31 Deb Ed7 32 Axg7 &xg7 33 Oxf6 He7 34 2c3 Axc4 35 59 Gary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES IV c6 Dced 36 Axes Df4+ 37 Sf ho. Y en segundo lugar, la interposicién de 23 h3! les habria privado de toda actividad, situdndolas en una posicién critica: 23... Qh6 24 Wh3 Dcb 2 Wxbs Wxb6 26 Exb6 Axed (26... Qxed 27 e3) 27 Hxc6 Axd2 28 Axd2 Bxd2 29 cB! He2 30 Oc4+ D7 31 He7 Bxc3 32 2xf7+ 18 33 245, y las negras no pueden restringir el avance del peén pasado c. 1210 23 Sg5?! Reshevsky efecttia una jugada natural y solida, retirando el aifil, que habria quedado atacado en la linea 23 exi3? e4 24 Dxet Axed 25 xed Exd2. Pero era mucho més fuerte 23 Wb3! Por ejemplo: 23 ... Ph8 (23... feed 24 c+ Gh8 2 Dgs D6 26 Wxb6 es muy malo para las negras) 24 Qd5 &xdd 25 cxdd Wed 26 Bel, y las blancas, tras rechazar ficilmente todas las amenazas enemigas, proceden a la eliminacién de sus peones débiles. 23... Be8 Ahora 24 exf5? falla, por 24... e4!, pero sélo es un pequeiio logro para las ne- gras, que siguen estando al borde de la derrota. 243 fxe4 “En apuros de tiempo, me propuse elegir la continuacién mas simple, pero ésta resulta ser la mas ventajosa para las blancas. Las mejores posibilidades practicas se obtenian con 24... Oh6. En caso de 25 &xh6 £&xh6 26 exfS e4, las negras habrian conseguido un peli- groso ataque: 27 Dd4 €3” (Keres). En 60 realidad, aqui las blancas habrian con- servado la iniciativa con ventaja mate- rial: 28 {3 &2b7 29 Wb3 (0 bien 29 Ddd Wed 30 Wed 2g7 31 £6!) 29... Wed 30 5+ Gh8 31 c6. Keres, por consiguiente, se equivoca al criticar su jugada, qu permite reducir el efecto de fa invas de caballo en d5, simplificar la posicién yaliviar algo su tarea, aunque la ventaja blanca sigue siendo perceptible. 25 Dxet Sxed 26 Wxed DFG 27 We3 D8d7 28 Wb3 b8 29 2e3 Por el momento Reshevsky no encuen- ua un plan para reforzar su posicién. Pronto trataré de provocar e5-e4, a fin de llevar su caballo a d5 por la intrin- cada ruta g5-h3-4, pero su oponente se mantiene alerta, “Con un poco mas de tiempo, las negras podrian haber sostenido su posicién”, comenta Keres con excesivo optimismo. 29... Ac5 30 Wed? Reshevsky concibe un original plan de ataque, pero no el mas efectivo. Con el parad6jico cambio de su alfil clave de €3 por el caballo de c5, las blancas habrian podido explotar de forma de- cisiva el debilitamiento de la diagonal a2-g8, creado por la jugada 20 de las negras: 30 @xc5! Wxe5 31 Dgh eh8 32 Deb! (32 Wg3?! deja a las blancas s6lo con un peén extra en el final y posibilidades ganadoras: 32... Re8 33 Eb5 Wd4 34 Exe5 Walt 35 Qf1 Bxed 36 Wxed Wxed 37 Dl7+ deg8 38 Axed) 32... Wc8 33 c5!, iniciando un elegante ataque al rey. Las variantes que siguen fueron refina- das, por supuesto, con ayuda del orde- nador, pero tras la inesperada 30 &xc5, que aparecia en pantalla como jugada principal, el deseo de demostrar que el monstruo de silicio estaba equivocado condujo a las siguientes formaciones de ataque que no se me habian ocu- rrido antes: 33 ... Ded 34 Dxg7 Wxc5 35 Bf3 Wxf2+ (35... Ad2 36 WET BB 37 Wd7 Oxb1 38 Deb Wel+ 39 Phe Wh6 40 Wb5! Wh4 41 DxfB Wh4+ 42 eg] Wel+ 43 Wl) 36 Shl Dg3+ 37 GSh2 Sxg7 38 Wdd!, o bien 33... Bd7 34 Wd5! bxc5 (34... Axcd 35 Dxg7 bxg7 36 Wxe5+ &h6 37 Kb4 Wd8 38 Hd4) 35 Exb8 Dxb8 36 Axg7 &xg7 37 Wxe5+ wh6 38 We3+ bg7 (38.... g5 39 We7 Wid 40 Wd6+) 39 We7+ Sh6 40 gt, ganando. 30... Ha8 31 Dg5 He8 32 h4 Después de 32 £3 e4, las negras po- arian haber sacrificado un peon para tasponer a un final simétrico con alfi- les de distinto color, en el que las tablas serian el desenlace mds probable: 33 2xc5 bxc5 34 Oxe4 Dxed 35 Bxed Ad4 36 2d5+ Gh8. 32... e4 33 Dh3 rit 33... Rd8? En apuros de tiempo, siempre se busca una jugada natural, pero la torre queda mal situada aqui, impidiendo disponer la construccién defensiva mas apropia- da. Por supuesto, no era facil decidirse por mover el solido caballo de c5, pero la tinica esperanza de salvar el juego radicaba en 33... 8.8! con intencion de cambiar la pieza de bloqueo. Si, en tal caso, 34 Wb? sigue 34 ... Re6 35 Df4 (35 Dgd Kc6) 35 ... Bd6, con una ligera ventaja blanca, mientras que después de 34 Of4, las negras se consolidan con 34... &d6! (la diferencia en la posicion del peén g blanco quedard clara mas adelante) 35 g3 Acd7, después de lo cual, para evitar 36 Wd2 cS y con- servar su palida iniciativa, las blancas tienen que sacrificar un peén: 36 c5!? Axc5! (después de 36 ... Dxc5 37 Yb? Dcd7, el ataque blanco es muy peligro- so, 38 Wa2+ Bh8 39 Deb) 37 Act+ (37 Sammy, MIGUEL Y BENT Wa2+ fh8 es inferior para las blancas, porque el peén de g3 les impide con- tinuar la ofensiva con 38 De6, ya que después de 38... Bxe6 39 Wxe6 &xe3 40 fxe3 Wxg3+ 41 Sl Wxe3, incluso pierden) 37... &h8 38 De6 We6 39 AxcB bxc5 40 &b5 Web. Las blancas conservan la iniciativa, pero el restrin- gido material les permite a las negras confiar en defenderse con éxito. 34 Df4 Ad6 La posicién negra de nuevo es muy difi- cil, y las recomendaciones de Keres no ven para conseguir la igualdad. Asi, 2h6, existe la buena réplica 35 De6! (o incluso la tranquila 35 g3 2x4 36 &xf4, mientras que la sugerencia de Keres, 35 Ad5 Oxd5 36 &xh6, permite a las negras seguir resistiendo: 36... fa 37 Bg4 Dfd3 38 We3 WI7) 35... Dxe6 36 Bxh6 DAd4 37 Wb2 Axe 38 Wxe2, y a pesar de los cambios, las negras se enfrentan a una dura prue- ba, en vista de la debilitada posicién de su rey. Por ejemplo: 38... Bc8 39 g5 Dd7 40 Wxe4 Wxe4 41 We7 WIT 42 Wd6, etc. Si optan por un compas de espera, por ejemplo con 34 ... Be8, entonces después de 35 Dds Axd5 36 cxd5 Geb 37 We Wd6, las blancas pueden penetrar con su dama en la posicién enemiga, 38 Wb5 Eb8 39 Yb, intensificando atin més la presion. 355 “Un truco tipico de apuros de tiempo, en el que las negras caen. La inmediata 35 Ddd Dxdd 36 cxd5 era objetivamente mejor, y si las negras responden 36 ... 2e5, entonces 37 £xcd (37 2g4!?) 37... Wxc5 38 Yxed, y después de 38 ... Yd4, se produce un final de tablas con alfiles de distinto color” (Keres). Pero después de 39 Eb4!, las tablas atin deberin con- seguirse. 37 g3!? bg7 38 Wed WET 39 Hdl también es bueno, conservando la presién y la posibilidad de ganar un peon en un momento mas favorable. Sin embargo, Reshevsky se guié de nue- vo por consideraciones psicolégicas al elegir la jugada. 35 Qd5 tenia la des- ventaja de que era demasiado evidente, 61 Gary Kasparov - Mis mientras que el confuso sacrificio de peén podria constituir una sorpresa, especialmente desagradable en apuros de reloj. En lugar de 35 h8, las blancas podian haber jugado 35 g3, seguido de sg2, pero el repentino avance del peén le costard un precioso tiempo al oponente, puesto que le obliga a resol- ver problemas concretos. 1212 35... g5? El truco ha tenido éxito. Keres no se arriesga a tomar el peén y realiza una pobre jugada. En el peor de los casos, hubiera debido jugar 35 ... WF7 y no debi- litar fatalmente todo su complejo de casi- as blancas, que le permitira a Reshevsky poner en marcha un ataque al rey. Era malo, por supuesto, tomar el peén con el caballo, 35... Axh5?, debido a 36 2xh5 gxh5 37 Qd5! Wd8 38 Lxc5 bxc5 39 Wxed, y la posicién no puede sostenerse. Pero las negras podian haber ofrecido una defensa mas tenaz con 35... gxhd 36 Dd5 (es flojo 36 Oxh5?! Axhd 37 &xh5 Sh6!, pues el cambio del alfil clave de e3 alfombra el camino hacia las tablas) 36... Dxd5 37 cxd5 fed! (Keres escribe acerca de igualdad después de 37... 2h6 38 2xc3 Wxcd 39 xed Bf6, pero 40 2f3 deja a las blancas con evidente ventaja) 38 xc! (el reagrupamiento 38 Sct &g7 39 We2 permite a las negras ofrecer una defensa con 39... Qd7! 40 Hcl Df6) 8 ... bxc5 (forzar el cambio de damas, con 38 ... ¥xc5 39 Wxe4 Wd4 conduce aun dificil final: 40 Rb4 Wxe4 41 Bxe4 62 ENIALES PREDECESORES IV £16 42 8.b5; sin embargo, aqui las posi- bilidades de tablas son mayores que en los finales que se analizan a continua- cién) 39 Wxe4 Bf6 40 d6! (en un ata- que al rey con piezas pesadas y alfiles de diferente color, los peones no son tan importantes como abrir diagonales operativas para el alfil) 40 ... YWxd6 41 &c4+ (el hasta ahora durmiente alfil comienza a interpretar el papel princi- pal, combinando funciones de ataque y defensa) 41... &h8 42 Bb7 Bg6 43 WES! Bg7 (tinica). Puede seguir: 1) 44 Bb6 Wd8 45 He6 He7 (45 ... Bg5 46 g3 h4 47 WET, ganando) 46 Ba6 (46 Hd6! se contesta con la no menos espec- tacular 46... &h2+ 47 SF Bel+!, y las negras tienen mejores posibilidades de hacer tablas que las blancas de ganar: 48 dxel Wxd6 49 g3 We7+ 50 S11 h4 51 Wg4 Wa8 52 WS We7 53 gxh4 bg7) 46 ... He8 47 Wxh5 2d4 48 Sf E1849 Ba7 &g7! (49... Exf2+ es mucho mas floja: 50 Sel fg7 51 Sxf2 Wadd 52 S13 Wc3+ 53 GF Wxcd+ 54 bed Wes, con una lucha deprimente en busca de tablas) 50 g3 Wd4!, y las negras pueden respirar tranquilamente. 2) 44 Me7!! obliga a las negras a res- ponder con otra bonita jugada, 44 ... Eg8!, pero después de 45 Exh7+! &xh7 46 Wxh5+ bg7 47 We5+ 18 48 Wxg8+ be7 49 WI7+ ced8 50 g3, el final les de- jacon posibilidades minimas de tablas, aunque pueden resistir durante mucho tiempo. 36 Dd5! El triunfo de un juego coherente en busca de la casilla d5. 36 ... Dxd5 37 cxd5 h6? Esto debilita definitivamente las casi- las blancas, precipitando el inevitable final. Sin embargo, ya no es posible ofrecer un consejo apropiado a las ne- gras: 37... &h6 (Keres) apenas puede prolongar la agonia: 38 £xc3 Wxcd 39 Wed Hf6 40 £3, ganando. 38 &.xc5! bxc5 39 Wxe4 Sd4? Esto pierde inmediatamente, como también 39... 316 40 d6! Wxd6 41 Bct+ Bh8 42 Bd3 hg8 43 Yh7+ LB 44 &c4. Pero ni siquiera la mas tenaz, 39... Hd8 40 We6+ WI7 41 Eb7 Wxeb6 42 dxe6 26 43 &b5 Adl+ 44 Gh2 Hel 45 2c4 Gh8 46 BF7 Bed+ 47 g3 Bd6 48 &d7, hubiera ofrecido la menor posibi- lidad de salvar la partida. 40 We8+ g7 41 Ab8 Las negras se rindieron. A pesar de los errores puramente practicos y la posibilidad omitida, en la jugada 30, de crear un fuerte ataque (que, por cierto, no fue percibida por los comentaristas jdurante mas de me- dio siglo!), el juego de Reshevsky es impresionante. Aqui estamos ante un tratamiento no estandar del juego en la apertura, acciones consistentes en situa- ciones inusuales, coherencia férrea en la implementacién de su plan y habiles maniobras en apuros de tiempo. Aun guidndonos por los parametros moder- nos de los conceptos ajedrecisticos, su maestria merece la més alta evaluaci6n. En la ronda siguiente, el inspirado Reshevsky se enfrenté a Bowinnik. Es- la partida estaba destinada a jugar un papel muy importante, tal vez decisivo, en la batalla por el titulo de campeén mundial, en 1948. Aqui el americano dejé escapar una oportunidad muy real de ganar la primera vuelta y tomar la delantera. Como consecuencia de esta inmerecida derrota, perdié fe en sus propias posibilidades de oponerse a los tres grandes maestros soviéticos y, en particular, por supuesto, a Botvinnik. 391 M. Botvinnik-S. Reshevsky La Haya/Moseé 1948 Match-torneo por el Campeonato Mundial Defensa Nimzoindia (E51) 1 d4 Df6 2 c4 e6 3 Dc3 Bb4 4 e3 d5 5a3 Una variante favorita de Botvinnik. SamMy, MIGUEL ¥ BENT 5... Be7 Reshevsky evita 5... &xc3+ 6 bxc3 c5 7 cxd5 exd5 8 2d3 0-0 9 De2 b6 10 00 £a6 11 &xa6 Dxa6, recordando la brillante victoria de Botvinnik sobre Capablanca, en el Torneo AVRO (par- tida nim. 185). Ademas, a él mismo le gustaba jugar estas posiciones con blan- cas, explotando habilmente la pareja de alfiles y el centro movil de peones. La otra retirada de alfil, 5... &d6!?, que provoca el alivio de la tensién en el centro, a costa de entregar espacio, des- pués de 6 Sf3 0-07 c5! 2e7 8 b4 Des 9 &b2 Dd7 10 &d3 1 De2! 26 120-0 We7 13 Ge, adquirié una reputacién negativa, tras un curioso episodio en la partida Petrosian—Fischer (Candidatos, Yugoslavia 1959), donde el joven Bobby imprudentemente jugé 13... Oxed? (en lugar de 13 ... c6) y tras la forzada 14 dxe5 g5 15 d4! 2h6 (jugada tini- ca) 16 £3 Dg5 17 c6! b6 18 6 19 a4, quedé practicamente con pieza menos, puesto que el alfil de c8 esta encerrado para siempre. 6 OF3 0-0 7 b4 Dbd7 8 Ab2 c6 9 &d3 Siete afios més tarde, en el match UR- SS-EEUU, ambos jugadores se encon- traron de nuevo, y Botvinnik mejoré el jugo blanco con 9 Wc2. Reshevsky ejecuté el plan similar de crear contra- juego en el flanco de dama: 9... dxc4 10 &xc4 a5 11 b5 Db6 12 &d3 cxb5 13 @xb5 2d7 14 0-0 Be8, y tampoco esta vez experiment6 mayores dificultades: 15 We2 (15 Dc3 Das, 6 15 W3 a4 16 63 Gary Kasparov — MIS GENIALES PREDECESORES IV Wa2 £6 17 Hacl 2d5 18 Wl Dc4, con igualdad) 15 ... Had 16 Qed &xb5 17 &xb5 Dc3 18 Axc3 Exc3 19 Wh2 We7 (es divertido: mientras Botvinnik se ha propuesto no ceder el control de c4, Reshevsky se ha instalado en c3) 20 Bfcl Bc8. Por otro lado, después de la imprudente 21 Qd3? (21 De4 Excl+ 22 Excl De4 23 a4 Dd6 =) 21 Ded 22 a4 Bb4 23 g3 he, las negras se apoderaron firmemente de la iniciati- va, y Bowinnik, que necesitaba ganar para empatar el minimatch, decidié no tentar a la suerte y forz6 una simplifi- cacién de tablas, con un sacrificio de peon: 24 Dc5 Excl+ 25 Excl Dxc5 26 dxc5 &xc5 27 Hdl Bd8. Reshevsky, feliz de haber ganado el match, no percibio que, en lugar de 24 ... Bxcl+, disponia de la mejor 24 ... €5!, y tras los cambios en d4 y ¢5, el final con peén menos v con alfiles de distinto color habria sido mas peligroso para las blancas, en vista de la debilidad de f2, atacada por el alfil apoyado de c5. 9... dxc4 10 &xc4 2d6 11 Ded?! Una jugada imprudente. Las blancas estén demasiado preocupadas por impedir el avance liberador e6-€5. Era mejor 11 0-0 e5 12 We2!, ya que ahora, la experiencia con los esquemas Mera- no es sabido que el avance e6-¢5 no les garantiza la igualdad a las negras. 11... a5! Iniciando un plan estratégico para apo- derarse de la casilla c4. 12 b5 Db6 13 2d3 cxb5 14 kxb5 &d7 15 Wb3?! Por lo visto, Bowinnik atin no habia comprendido los peligros que le ame- nazaban, puesto que él mismo provoca ab-a4, quitandole la casilla a4 al caballo negro, pero fijando el debilitamiento de las casillas blancas en su posicién y la debilidad del pedn de a3. Debia haber jugado 15 Wd3 Qa4 16 acl de inmediato, conservando la igualdad. Debo mencionar que el cambio 15 &xd7 Wxd7 y 16 Wb3 (Bar- cza-Unzicker, Interzonal de Saltsjoba- 64 den 1952) no impide 16 ... a4!, puesto que es desfavorable tomar el caballo, 17 Wxb6?! Ba6! 18 Be5 (unica) 18... 2xe5 19 Wb4 £d6, y la debilidad del complejo de casillas claras en la posi- cién blanca se resiente de forma atin més acusada que en la partida. 15... a4! 16 Wd3 Bad 17 Dc3 La tentativa por hostigar a la torre, 17 &xd7 Wxd7 18 &c3, provoca 18 ... b5!, y los problemas de las blancas siguen sin estar resueltos: 19 0-0 Be8 20 Bfbl Bxbl+ 21 Exbl Dc4 22 Bb4 &xb4 23 Exb4 b5, con una ligera venta- ja de las negras. La propuesta de cambio de damas, 18 ... Wb5, que seria ventajosa para las odria contestarse con 19 Wb1, ndoles, aparentemente, a las blancas cambiar también su pasivo alfil de casillas negras: 19 ... Wxb1+ 20 Hxbl a6 21 2b4 &xb4+ 22 Axb4, facilitan- do la consecucién de la igualdad (22 ... @fd5 23 Bbl Dc4 24 Exb7 Dxa3 25 Sed Hc8! 26 kd2 Bb6 27 Exb6 Axb6 28 Hal Dacd+ 29 Dxc4 Axc4+ 30 Sd3. a3 31 2c3). Pero las negras tienen oportunidad de crear complicaciones favorables: 19 ... Dc4! 20 Bd2 (20 00 @xa3 21 Bxa3 &xa3 22 2xa5 Wxad 23 Wxb7 2d6, o bien 20 &xa5 Wxa5+ 21 Sfl 2xa3 22 Wxb7 2b2 23 Ba? a3 con- iones en las que el peén ittia a las blancas en una po- sicidn critica) 20 ... Axa3 (después de 20... Axd2?! 21 Bxd2 Wxbl+ 22 Bxbl Ea6 23 &b4 Kb6 24 Ac3, el juego esta igualado) 21 Wel Hc8! 22 Axa3 dB y no es evidente cémo pueden las blan- cas zafarse sin pérdidas materiales. 17... We8 18 2xd7 Wxd7 19 0-0 La inmediata 19 e4 habria conducido a una transposicién de jugadas tras 19 Ec8!, puesto que 20 c5? sencillamente pierde un importante peén con 20... Bxed! 19... Be8 Hay que admitir que, tras haber per- dido la batalla de apertura, las blancas también han perdido cl medio juego, permitiendo que su oponente ileve a cabo totalmente su idea estratégica. La tinica compensacién para todos estos infortunios es la ventaja de diez minutos en el reloj. {Un detalle, apa- rentemente insignificante, que se hard sentir! 20 e4?! Una jugada seudoactiva, que en rea- lidad ayuda a las negras a ampliar su expansion en el flanco de dama, mien- tras que las blancas no consiguen crear ninguna amenaza real en el centro. Era preferible la continuacién mds modes- ta 20 Efbl Qc4 21 Bel, tratando de reforzar la defensa. 20... Dc4 21 Gel e5! Una jugada muy fuerte, que obliga a las biancas a determinar su estructura de peones. 22 Bd?! Seria mejor bloquear el centro con 22 d5, Por supuesto, después de 22... b5 23 Dh4 b4 24 axb4 Oxb4 2 Dad 218 26 Lg5 DeB 27 AGB Ded6, las negras tienen una indudable ventaja, pero atin hay un largo trecho hasta la victoria. 22... exd4 23 Wxd4 We6! La resolucion de la tensién central ha sido ventajosa para las negras, cuyas piezas han adquirido posibilidades adicionales. Las blancas deben espe- rar a ver qué acciones emprendera su oponente. 24 Ba2 h6 25 h3 Sammy, MIGUEL ¥ BENT 25... Ha6! Aqui es donde mas se necesita la torre. Por el momento no tiene nada que ha- cer en el flanco de rey, y la recomenda- ci6n de los comentaristas, 25 ... Bh5 26 He2 (26 Dd5 Oxe4! 27 He2 Axd5! 28 Wxd5 Yxd5 29 Bxd5 2c3, ganando) 26 ... b5, seria peligrosa, pues las negras pierden su iniciativa tras 27 Wd3. Reshevsky sdlo tenia diez minutos en su reloj para las 15 jugadas siguientes, asi que Bowinnik toma una decision deses- perada, pero es evidente que la tinica correcta. Cambia radicalmente el so- segado y, para él, ruinoso curso de los acontecimientos, y agudiza la situacién con un sacrificio de pedn inesperado. 26 Dd5! Dxet Declinar el presente, con 26... Dxd5 27 exd5 Wf5, habria conservado todas las ventajas de la posicién negra y, lo que es mas importante, dificilmente se habria modificado el caracter del juego. Pero Reshevsky captura el pen, asumiendo correctamente que, con sus piezas situadas de modo espléndido, apenas puede significar un riesgo. 27 Hed Tratando de crear un foco de lucha en el centro del tablero. 27 Df4 estaba condenado al fracaso, tras la evidente réplica 27... &xf4 28 2xf4 WE, sin dejarles a las blancas ningiin objetivo ataque y, en consecuencia, ninguna posibilidad de salvacion. El programa de anilisis inmediatamente sefala un segundo camino, que no seria dificil de calcular, con doce minutos en el reloj: 65 Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES IV 27... WA 28 g4 (28 Ddd Had 29 Bez Bac) 28 ... Ded! 29 Del Dxgd 30 hxgd Wxg4+ 31 Dig? Lcd 32 Wd7 2xf2+ 33 Ext? Wxd7 34 Bxd7 Oxf, ganando. 27... £5.28 g4! El tiltimo eslabén en el “contraataque” de Botvinnik, y su dltima posibilidad, teniendo en cuenta los apuros de tiempo. Su tinica esperanza era que su oponente, con sdlo cinco minutos, no encontrase el camino correcto en esta nueva y extremadamente aguda situacién. 28... eb? Este trigico descuido, que tira la vic- toria en una partida magnificamente jugada, apens tanto a Reshevsky que, pese a su notoria habilidad en apuros de tiempo, cometié un grave error en el turno siguiente, perdiendo pieza. En su libro sobre el match-torneo, Go- lombek escribe que las negras podian haber ganado con 28 ... Be5 29 O@xe5 xed 30 gxf (30 Yd3 es inferior: 30 ... Dc3 31 2xc3 Exc3 32 Wd8+ Lh7 33 &f4 Bcd 34 Rd7 fxg 35 Axed Bxed 36 We7 Yg6 37 Wxed gxh3+ 38 Wg3 Wbl+ 39 &h2 Ag6, ganando) 30... dxd4 31 fxe6 Exe6, Estaba equivocado: después de 32 Hxd4 Excl+ 33 sg? Mg6+ 34 Gh2 Ac3 35 Dxc3 Exc3 36 Exad, las cosas terminan en tablas. Pero hay otras dos lineas que les asegu- raban la victoria a las negras: 1) La jugada de ordenador, 28 ... Ba5! crea una amenaza camuflada: 29 gxf® (29 Reel WI7 30 gxfB Axf2 31 Sxl 66 cb 32 De7+ Qxe7 33 Wd7 Bc7 34 Wxc7 Bh4+, o bien 29 DF4 WET 30 ext 2g3!, es muy malo para las blancas) 29... Wxd5!, y ahora 30 Wxd5+ Bxd5 31 Bxd5 Oc3! 32 Bed2 Dxd2 33 Bxd2 14, 0 bien 30 Exe4 Wxd4 31 Bdxd4 &xf 32 Exc4 Exc4 33 Exc4 Bxf3 34 Exad 8c3 35 £e3 Hxa3, ganando. 2) La mas “humana” 28 ... Dg5! com- plica un tanto las cosas: a) 29 Exe6 pierde sin demasiados pro- blemas: 29 ... DxfB3+ 30 kg? Axd4 31 Hxd4 fxg4 32 Exg4 (32 hxgd {7 33 Heed b5) 32... &f7 33 Heg6 De5! 34 Hxg7+ be6 35 Df4+ Lf 36 De2 Axgs 37 hxg4+ Sed 38 Exb7 Hc2 39 tefl Hacé. b) 29 Wa3 es mas tenaz: 29 ... Dxf3+ 30 Wxf8 fxg4 31 hxgd Ded 32 WHS Wxid 33 gxfS Hac6 34 264 DI3+ 35 fl &xf4 36 Oxf4 Rel 37 Ke8+ Bxe8 38 Axcl Hed, aunque tampoco en este caso es dificil ganar. c) Sélo el repentino ataque 29 Axgs Wxe2 30 Df6+! obligaba a las negras a tener cuidado: 30 ... gxf6 (tinica) 31 Wd5+ Gh8 32 D7+ Gh7 33 YxiS+ (el rey también elude los jaques después de 33 Dg5+ fxg5 34 WI7+ Lh8 35 Wi+ bg8 36 Wg6+ IB 37 Wxh6+ bes 38 Wg6+ sbd7 39 WxfB+ dc7) 33 ... bg7 34 Axh6+ Sx{7 35 Wd7+ (0 bien 35 Wh7+ Le8 36 We8+ ed7) 35... We7 (pero aqui 35... &e7 conduce a jaque per petuo, después de 36 Wd5+ g6 -jla Unica casilla!- 37 WhS+ Sh7 38 23+ hg8 39 Wg6+ Ph8 40 Wh6+) 36 Wxc8, y después tanto de 36... Wed 37 Hdd! bE! (pero no 37 ... Wxd4? 38 Wd7+!) 38 We3 &.e5, como de la prosaica 36 ... Hec6!, el ataque blanco se desvanece. Todas estas variantes, sin embargo, que han sido descubiertas sdlo ahora y situadas en un cuadro légico, con ayuda de la omnividente computadora, hubieran tenido que encontrarlas las negras en serios apuros de tiempo, y al final de la quinta hora de intenso trabajo, en la que, ademas, era una de las partidas mas importantes de su vida. Aun asi, creo que si Sammy se hubiese decidido por 28 ... Dgs!, su legendaria habilidad para jugar presionado por el reloj le habria permitido “husmear” las jugadas restantes, incluso con su ban- derita a punto de caer. 29 gxf5 1217 El acto final del drama. 29... Wxf52? Mientras que el primer error dejé esca- par una evidente victoria, éste pierde en el acto. La posicién negra era tan fuerte que, aun después de un impor- ante error, Reshevsky podia haber con- seguido un mejor final: 29... 2xd4 30 fxe6 Axf2+ 31 Axf2 Oxf 32 Sxl (32 Eel? Dd3 33 De7+ HIB 34 Axc8 Axel 35 Oxel a8, ganando) 32... Bxe6, y Botvinnik tendria por delante una dura lucha para hacer tablas. 30 Wxe4! Sélo podemos imaginar qué fue lo que se le escapé a Reshevsky. Quizd se ob d6 por un instante de que el peén de va habia desaparecido, y pensaba que segufa teniendo una posicién ganada después de 30 Wxe5 Bxc5 31 De7+ &h7 32 xf Dc3. Con la desaparicién del caballo, todo el ataque Hega a su fin ylas negras quedan, sencillamente, con pieza de ventaja. 30... Wxh3 Equivale a rendirse. La tinica posibi- lidad de superar el control de iempo era 30 ... Wxed 31 Bxe4 Dxa3 32 De7+ 2xe7 33 Exe7 Dc4 34 Rdd7 Bg6+ 35 Sammy, MIGUEL Y BENT Stl bd 36 Dh4 Ded 37 Ab2 DAxd7 38 Axg6 Df 39 Xb7, ganando. 31 Dh? Kecé 32 DFA Las negras perdieron por tiempo. No obstante, después de disputadas las dos primeras vueltas en La Haya, Reshevsky era segundo, detras de Bo- winnik. Durante la interrupcién caus da por el traslado del torneo a Moscii, Bowinnik fue convocado al Kremlin para una reunién con Zhdanov, quien le dijo directamente: “Tememos que el americano Reshevsky se convierta en campeén del mundo. :Qué le parece, si los jugadores soviéticos pierden deliberadamente con usted?”. Segtin Botvinnik, en respuesta sugirié dejar la cuestion abierta (véase volumen II). Por supuesto, Reshevsky, como Fine y muchos otros jugadores occidentales, sospechaban algo de este tipo. Muchos atios después respondia francamente a la pregunta de qué posibilidades crefa que tenia en el match-torneo: “Tenia dudas, ya que, después de todo, nadie sabia como pensaban jugar los rusos entre ellos... Habia rumores, aunque no confirmados, de que en caso nece- sario los jugadores soviéticos perderian unos con otros. Cualquier jugador so- viético podia haber sido el favorito”. Pronto los temores del Kremlin en cuanto al destino de la corona mundial se desvanecieron. Al comienzo de la tercera vuelta, Reshevsky perdié ante Smyslov y Keres, mientras que Botvin- nik vencié a Euwe y Smyslov, después de lo cual, con 8 (jde 10!), lideraba la competicién con un amplio margen. Sin embargo, en su siguiente par- tidas con blancas, contra’ Reshevsky, volvié a sufrir serios problemas. En la apertura, el lider eligio una continua- cién agresiva, pero estratégicamente arriesgada. Hay que decir que, en sus partidas contra la Nimzoindia del americano, Bowinnik no tuvo mucho éxito, sino mas bien al contrario: qued6 en una posicion en Ia primera vuelta (véase partida anterior), y se vio completamente superado en Ia cuarta 67 Gary Kasparov ~ MIS GENIALES PREDECESORES IV partida del match URSS-EEUU de 1955. Eso fue lo que sucedié también en esta ocasi6n. En general, el Ataque Samisch no encajaba muy bien en el estilo de Bo- tvinnik, pero le gustaba ocupar el cen- tro, y con este fin no le importaba que- darse con peones doblados, dandole a su Oponente un tema de contrajuego. Por otro lado, la teoria de esta variante no estaba muy desarrollada, y los méto- dos mas efectivos de contrajuego, que redujeron considerablemente el interés de las blancas en el Ataque Samisch, sé- lo se descubrieron varios ahos mas tar- de, en particular en dos partidas teéri- camente muy importantes, entre Geller y Smyslov (de 1953 y 1956). Entonces qued6 demostrado que, en respuesta a 10 &e3, es mas vitil jugar antes 10... 2a6!, postergando el avance del peén a7. En busca de una mejora, las blan- cas, a su vez, difirieron la jugada £e3 y comenzaron a forzar acontecimientos, con el avance del pedn f. Ahora, la ba- talla de ideas en el Ataque Samisch se ha dado por concluida y es raro que un gran maestro se arriesgue a emplearlo con blancas, porque en nuestra era de Ja informatica tiene sus peligros. 392 M. Botvinnik-S. Reshevsky La Haya/Mosci: 1948 Match-torneo por el Campeonato Mundial Defensa Nimzoindia (E29) 1 d4 Of6 2 c4 e6 3 Dc3 8.b4 4e3 55 a3 &.xc3+ 6 bxc3 Dc6 7 d3 0-08 De2 b6 9 e4 DeB! La conocida maniobra de Capablanca. 10 £e3 No reporta ventaja 10 ¢5 (Keres), des- pués de 10... @a6! 11 Dg3 cxd4 12 cxd4 d5! 13 Wad dxc4! 14 Be4 Yxd4 15 Ba2 Oxe5, etc. Es mas légico jugar 10 0-0 8.6! (10... d6 -partida nim. 27) 11 f4! (11 83 d6 12 Wad Dad, con igualdad, Joh- 68 ner—Capablanca, Carlsbad 1929) 11... £5, pero aqui 12 g3 permite el plan de Karpov, 12... g6 13 2e3 cxd4! 14 cxd4 d3! (mas detalles se indican en las notas a la partida ntim. 240), y las blancas sdlo pueden elegir entre las modestas continuaciones 12 exfd exfS 13 dxc5 bxc5 14 £3 (Spassky-Bykov, Leningrado 1963) y 12 dxc3 bxc5 13 2e3 d6 14 Dg3 g6 15 Hel Wc7 16 22 6, con igualdad (Alexandrov-Izoria, Moscii 2002). Alexei Alexandrov quiza sea.el tinico gran maestro que actualmente emplea el Ataque Samisch de forma regular. Por el momento, sus nuevas ideas es- tan salvando a la variante del olvido, pero los modernos métodos de andlisis permiten descubrir antidotos efectivos para las negras. 10... d6 También aqui es mas fuerte 10 ... 2a6!, con idea de 11 Wa4 Wc8 12 0-0 d6 (12... Ha5!?), o bien 11 Bg3 Bad 12 We2 Hc8, como en las partidas Geller- Smyslov antes mencionadas (partidas num. 240 y 241). 1100 Si 11 Qg3, es flojo 11 ... g6?! (Reshevs- ky-Hearst, Nueva York 1956) 12 0-0!, pero 11 ... a5! 12 0-0 (12 d5?! £5!, Ge- ler-Martin, Buenos Aires 1954) 12... 2.6 sencillamente traspone. 11... a5 12 Dg3 2a6 13 We2 Wd7 14 f4? Un serio error posicional que condena ambos alfiles a una penosa existencia. El temerario ataque 14 a4 cxd4 15 exd4 Bc8 16 Bacl Wxa4 17 c5 Bxd3 18 Wxd3, que se produjo en el match Mujit- dinov-Petrosian (Tashkent 1951), no le reporté sino problemas a las blancas: 18 ... Wd7 19 cxb6 axb6 20 Wa6 Eb8 21 d5 Qc7 22 Wa3 b5, con ventaja negra. Lo mis légico parece 14 €5!?, abriendo paso a los dos alfiles. Sin embargo, las negras pueden ofrecer una defensa con ayuda del oportuno avance del peén d: 14... cxd4 15 cxd4 d5! 16 cxd5 2xd3 17 Wxd3 Wxd5 18 Dhd! S48 19 Efdl Qc6 20 DF4 Wd7 21 Bacl De7, con igualdad. 14... £5! Las negras han conseguido ejecutar to- das las ideas estratégicas de la variante, y esta partida se convirtié en un mo- delo de tratamiento contra el Ataque Simisch. En realidad, fue la partida que guid a Smyslov al prepararse para sus enfrentamientos con Geller. 15 Rael Reforzando su presencia en el centro, las blancas se mantienen a la espera. Sin embargo, ya es dificil ofrecerles un buen consejo acerca de cémo activar sus alfiles. Asi, a la légica 15 46, las ne- gras pueden resolver ventajosamente la tensin central con 15... fxe4 16 Dxe4 exd5 17 cxd5 &xd3 18 Wxd3 WH 19 c4 26! No obstante, las blancas debian haberse decantado por 15 d5 como mal menor, ya que tras el apoyo del pedn de 5, la efectividad del avance d4-d5 atin se reduce. 15... g6 16 Rdl Después de 16 d5 Qg7I, los alfiles blan- cos quedan firmemente bloqueados y no hay compensacién por la debilidad del pen de c4: 17 dxc6 Wxe6 18 WB WIT 19 BIZ Oxc4 20 Gb BfeS 21 Bd2 Had8. 16... WET La maniobra liberadora 16... cxd4 17 cxd4 fxe4 18 Oxe4 también era favorable a las negras. Por ejemplo: 18... dS 19 Bd2 Axc4 20 Axed dxc4 Sammy, Micuet ¥ BENT 21 Bxcd Bxct 22 Wxcd Hc8 23 Was Wd5. Pero atin mas prometedora era la activa 16... Wa4!, con la secuencia 17 d5 &xc4 18 dxe6 Dg7! Sin embargo, la posicion se habria abierto, y las blancas hubieran logrado contrajuego, aunque insuficiente, en mi opinién, para igua- lar: 19 e7 BE7 20 Wd2 &xd3 21 Wxd3 Ac4 2 e5 De8 23 cl Ab8 24 Wd5 Dc7 2 WB dB, etc. EI pragmatico Reshevsky decide, antes que nada, consolidar su posicién. 175 Botvinnik es coherente en su intento por ganar espacio y de conseguir una posicién estratégicamente perdida. Aparte de 17 d5, no veo ninguna po- sibilidad de luchar por la igualdad, si bien no esta claro como lograrla: 17 ... gi! (junto con los alfiles, el caballo de g3 también es un “durmiente” y, por tanto, la retirada del pen de 5, 17 ... exd5 18 cxd5 &xd3 19 Wxd3 fxed, es, en esencia, incorrecta, si no conduce a ganancias concretas; asi, después de 20 Dxed WH 21 Biel DG 22 Dxt6+ Eixf6 23 Wd Rt7 24 cl Wd7 25 Wxd7 Exd7 26 Ke6 Ac4 27 Adel bd, las po- sibilidades se igualan) 18 e5 Had8 19 Wa2 Bfe8. Por supuesto, las perspecti- vas de las negras son més claras, y las blancas sélo pueden esperar a que su oponente emprenda alguna actividad, con lo que se abriria la posicién. De ese modo, sus alfiles podrfan cobrar vida y salvar la partida en un cambio favora- ble de circunstancias. 17... Bc8 18 Sfel 69

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