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NO CALLAREMOS, NI UNA MICAELA MENOS.

Recuerdo cuando nos decan locas por gritar Ni Una Menos o cuando
queremos ser dueas de nuestros propios cuerpos.
Recuerdo cuando nos proponan soluciones que eran tan ilgicas como volver
con los golpeadores
Recuerdo a jueces y curas que con su visin de la ley, tanto en el cielo como en
la tierra, me queran someter.
Recuerdo a los maestros que cuando un chico me acosaba lo encontraban
natural porque seguro que l de mi gustaba.
Ya no recuerdo las sonrisas entre gritos audaces que levantamos en las
marchas.
Ya he olvidado lo que es caminar con una hermana o una amiga, a la que tanto
mal le hizo esta vida, solo por ser mina.
Quiero reinventar la memoria, quiero renacer en la lucha.
Quiero decirte que no es sordo quien no escucha sino un hijo sano del
patriarcado a quien nada le han quitado. Una hija sana tambin la que no ve
que las mujeres sangramos ms de una vez al mes y que no es por fina o linyera
que nos matan, sino slo por ser mujer.
Quiero renacer en una firma que sentencie al violador; en una palabra escrita
que tenga todo el sudor de quien una vez miro al costado y hoy quiere
enmendar su error.
Quiero ver a travs de tus ojos y saber que nos ests viendo, que poco te
importa el miedo, porque ya nos quitaron hasta eso cuando nos dejaron
muriendo.
Quiero alzarme en tu voz porque ya no puedo ser yo quien siga gritando junto a
mis hermanas y hermanos,
en la cara de jueces, periodistas o diputados,
este grito de lucha: VIVAS NOS QUEREMOS! NI UNA MICAELA MENOS!

Dora Lucha, 2017

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