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Los Breviarios del FONDO DECULTURAECONOMICA constituyen la base de una biblioteca que lleva la uni- versidad al hogar. poniendo atalcance del hombre o la mujer no especializados los grandes temas del conoci- miento moderno. Redactados por especialistas de cré dito universal, cada uno de estos Breviarios es un tra’ tado sumario y completo sobre la materia que anuncia su titulo; en su conjunto, cuidadosamente planeado, forman esa biblioteca de consulta y orientacién que la cultura de nuestro tiempo hace ARTE @ LITERATURA @ RELIGION Y FILOSOFIA HISTORIA @ PSICOLOGIA Y CIENCIAS SOCIALES CIENCIA Y TECNICA PROTESTANTISMO Y Eb MUNDO MODERNO E. TROELTSCH } : BREVIARIOS e@ Fondo de Cultura Economica 4 Tenduccién de a “EL protestantismo y el mundo moderno por E, TROELTSCH, /;3 768 13768! FONDO DE CULTURA ECONOMICA Cuarta ediciéa en alemin, 1925 Primera edicién en espafiol, 1951 Primera reimpresion, 1958 Segunda reimpresién, 967 Tercera reimpresion, 1979 Titulo original: Die Bedeutung des Protestantismus fur die t Enustehung dor Modernen Welt © 1925 R. Olderbourg, Munich y Berlin D.R. © 1981 Foxe ne CULTURA Eeowéxetca Av. de la Universidad 978, México 12, D. F ISBN 968-16-0247-1 Impreso en México NOTA SOBRE EL LIBRO Y EL AUTOR Emst Troeltsch, 18651923, figura entre tos grandes historiadores y Socidlogos que dio Alemania al girar ti siglo. En Heidelberg, en cuya faculiad de teologia jue. profesor (18941913), entro en contacto con Max Weber, qufen ejercid una gran influencia sobre su obra posterior, especialmente, su monumental Die Soziallehren der christlichen Kirchen und Gruppen, Doctrinas sociales de las iglesias y grupos cristianos (1912). Efectivamente, en esta obra trata de poner de manifiesto en qué medida el origen, desarrollo y mmodificaciones del cristianismo se hallan determina dos por las condiciones sociales. ‘Si como fedlogo debe mucho a Risschl, como his toriador de lax ideas y como filésofo debe todavia mis a Dilthey, & pesar de ciertos vestigios neokan tHanos. Como que se le podria contar, gracias a su inforniacion poligrafica 9 al tino cigtagueante con que. persigue Ia marcha intrincada de las ideas en la historia, entre sus herederos mayores. Ast nos fo muestra sic Der Historismus und seine Ueberwindgung “EL historicismo y su superacién (1924)—, una de tas contribuciones mas serias a la historia de las ideas jilosdficas atemanas. EL ensayo gue presentamos altora teva muchos alos de no ser conocido, aunque es verdad que, [0 mismo que las dos obras anteriores, fue traducido oportunaniente al ingles. No obstante esta distancia en ef Hempo —I911-— ni los acontecimientos 10 han Superado ni su tema puede considerarse en modo diguno entre los trillados. ¥ no ian sélo entre nos Otros, para quienes todo lo que tenga que ver con el bprotestantiemo os suena como algo extrano y de otro muado. Six embargo, se irala del “mundo mo Gera”, cuya historia, que abarea naturalmente ta nuestra, no se puede’ comprender sin elucidar esta temadtica central. Y, otra vez, no solo entre nosotros, sino, en general, en la gran repiblica de las letras, los lugares comunes protege: pladosamente una “doe ta ignorancia’” que no es precisumente la aconsejada por ef Cusano como umbral de la filosofia. Fl libre examen, la salvaciin por fa fe, el sacerdocio univer sui, el derecho de rebelién, la democracia parroguial, ta iegitimidad det cobro de intereses... he agut otros amtios antecedentes supuestos de las “conguistas nto dernus", Troeltsch se encarga, como auténtico histo- riador de las ideas, de poner tos puntos sobre las tes, » la Teccién que nos ofrece con sit demostrativa insis tencia en que “las cosas no son ian sencillas” es bas- tante saludable, Esia obra histérica resulta ademds, por su fecha, un documento histérico. Porque el " nurtdo moderna”, ue todavia esté presente cuando Ia cuarta edicién 1925, com fa segunda Guerra Mundial da muestras inequivocas de hallarse en trance evanescente, tartto or lo que se refiere a ia consivlacién de poderes como 4 las relaciones enire a ciencia y la religion. Pero no deja Trocttsch de avizorar fos nubarrones. También habrd que tener en cuenta la procedencia protestante del autor, que es lo que le permite explicarnos, por en cima de cualquier parcialidad inevitable, lo que, de otro modo, seria para nosotros un mundo ran cerrado © tan compactamente simplificado. Un mundo con el que, todavia hoy, tenemos que contar en gran medida ara poder encojar ef nuestro dentro det nuevo eauce EL NOTA DEL AUTOR ‘Tova ciencia se halla vinculada a los supuestos del spiritu reflexive que la crea, También Ia histor en medio de sus empetos por la exactitud, la obje- tividad y Ia investigacion del detalle, se halla vincu. Jada a tales supuestos. Consisten en ‘auestro caso en que nos haliamos remitidos, en general, micstra vida actual. Siempre trabaja una consideracién retros. pectiva en la que logramos ta comprension causal de Jos sucesos pasados por analogia con la vida de hoy, or muy poca conciencia que tengamos de ella. Pero €s todavia mis importante que, queriéndolo 0 sia querer, constantemente ponemos en relacién la mar. cha de las cosas con las efectividades del presente y sacamos conclusiones particulares 0 generales. del pasado con el propdsito de moldear Ia actualidad con vistas al futuro. Objetos que no permitan una tal relacisa corresponden al arquediogo, y las investigae clones que de un modo fundamental dejan a ua lado fal relacion no pueden pretender mas que un valor de trabajo o de diletantismo. Tampoco cuando mane: jamos el arte de la interpretacion de series cvolutivas ‘an familiar al pensamiento moderno, obedecemos, en el fondo, a otra cosa que el afan de comprender nues ‘tro presente dentro de una serie semejanto; y exande cedemes a 1a propensién, no menos habitual, de for mat “eyes hisioricas” partiondo de esas series, tant bign se halla en el fondo el deseo de ordenar lo par ticular del presente dentro de lo universal del curso {otal para ast comprender mejor el presente y el futuro.” Resulta, pues, que la comprensidn del presente es siempre la meta ultima de toda Historia; ésta repre. senta la experiencia total de nuestra especie en la misma medida en que somos capaces de Tecordaria y de relacionarla intimamente con nuestra propia ‘existencia. De un modo técito, toda investigacion 9 nistérica trabaja con este intento, ef cual constituye, expresamente, el objetivo supremo de la Historia cuando es sentida como ciencia unitaria que abriga tna sigmificacion concreta en la totalidad del cono- cimiento, El desarrollo expreso de un cometido seme jante representa, sin duds, una empresa constructiva: ‘a de abarcar el presente en un concepto general que caracterice su esencia, y tambien la relacion de este presente con el pasado como cumulo de potencias ¥ endencias histéricas que, a su vez, tienen que ser designadas y earacterizadas por conceptos generales. Ninguna investigacion historiea, sea todo lo particw ‘arista que se quiera, puede prescindic de semejanies ‘conceptos gene.ales; podra figurarse Io contrario por jue tales conceptos los tenga por obvios o sobrenten tdidos. Pero los auténtices grandes problemas se enci- ‘ran en estos pretendidos sobrentendides, y por eso Henen que convertirse constantemente en objeto de ‘a reflexion historicocientitica. Cierto que resalta a primera vista la indole especialmente constructiva y conceptual de semejante reflexion. Presupone Ia in: vestigacién de detalle y permaneve supeditada a ella; conoce su peculiar peligro de desviacién en la falsa Pneralizacion, y habré de ser muy modesta frente {la investigacion del especialista, Pero esto no cam: bia el hecho de que se trata de una tarea que hay que .prender siempre de nuevo y de que en ella encuen- ta su expresion el pensamiento genuinamente histo- rico. Es ella la que permite agrupar el material ys laborado para su reelaboracion ulterior, destacar las Sonexiones y plantear nuevas cuestiones sobre la base del material manejado; es ella Ja que mas que nada permite alcanzar esa meta tacitamente perseguida por toda Historia, la comprensién del presente, Y con plena conciencia do todos los peligros de error que la acechan, tiene que hacerse valer a pesar de todo, La construccién no pretende adivinar, al estilo de las viejas doctrinas teolégicas, los designios de la Providencia 0 de mostrar, al modo de Hegel, el "des- pliegue” necesario de la Idea, ni tampoco, siguiendo 10 las maneras del positivismo pstcoligico, fabricar ta sucesion causal y necesaria de ciertos estados colec- ‘ivos ¥ de ciertos tipos espirituales.t Lo que pretende cs formular en conceptos generales ¥ de un modo jamanentemente empitico, en la medida de lo post ble, las diversas grandes potencins de. nuestra vida hhistérica y aclarar la efectiva relacién genético-causal de estos tipos culturales que se suceden unos a otzos: '¥ que se entretejen unos con otros. Con estas suce- Siones y estos entretejides se explica entonces nucs- ‘ro propio mundo, al que, ya sea por oposicion 0 por derivacida, referimos todo conocimiento histsrico,y cl cual tratamos de comprender en sus rasgos funda- ‘mentales caracteristicos para comprendernos a nos- 4 Félix Rachfabil ha creido tener que oponerse a mis reconstmeciones historieas en nombre de Ia autentica his: toria de los especialistas, atacando como magister y jut a Max Weber, por su estudio sobre el calvinismo, y esta conterencia ma y mi trabajo publieade en Kultur der Ge- genwart (ck. "Kapitalismus und Kalvinismus", Internatio. hale Wockenschryt, 1903, y "Nochimals kapitalismus Und Kolvinismus", ibid, 1910)." Opina que mis trabajos como historlador no son ‘mas que “gencralizaciones precipitadas y sin base, apoyadas en un conocimiento insuticiente de las cosas", ete. No voy a replicar en el misimo tono: a diversos puntos he contestado ya en mis Suztallehren, Observare tan solo que sus conccimlentos en materia de historia y teoria cconémica y, sobre lodo, en materias de teolozia e historia de la religion no Te autorizan dema- siado a asumir funciones de juez. Precisamente su caso fos hace ver cud conveniente resulta anadir a Ja iaves- tigacion de detalle especializads, que’ sin diida hay ‘ove colocar en primera linea, una reflexion sobre las grandes potencias intelectuales de Ia historia, para lo cual es lam bien menester estar enterado de algunas cosas. En real dad, ambas direcciones del crabajo padrian complementat- 0 de modo Tecunda, Pero Rachfah! se complace en toda suerie de malignidades, gue a &l le degen de parecer muy Inyeniosas, contra los’ “construciores"= No veo. ningan intonvenieate ea tomar en cuenta Ta cittica de Rachlahl fen aquello que me parece justo, No es demasiado To que fengo que recliicary CL mi replica "Die Kullurbedewtang des Calvinismus”, J. W. 1910 st otros mismos. Cualquier otra construcciGn histérico filoséfica no corresponde ya ala Historia sino a la filosofia, a la metalisica, 2 la ética o a la convie «ida religioss. Pero, en el sentido rigurosamente empf- rico que acabamos de seffalar, semejante construccion corresponde a Ia Historia verdadera, y solo en este sentido empiico sc intenta tambien Ia Sigulente cons 12 1 UNO de los conceptos histéricos generales al parecer mis obvies y manefados a menudo sin mucho sent do es el de mundo mesderna o, st prescindimos Ge la rotensiosa palabra mundo, indebidamente generale Zadora de nuestra existenca, el concepto dela moder. via cultura curopeoamericana. Este, concept Were” menester, Gi primeY lugar, dé ha determinacién pre- Gin, anor scr como sl mao at cess ‘qu habremon de plantear a prafestanismo como uno de Jos progenitores de la culture moderas. CIARS que esta CUIRUFE-abarer os empetios-mnae-diversos, Pet, con todo, lleva certo euflo comin que nosotros sen {imos intintivamente. El eslificativo de “moderna” habrd que entenderlo a pottori, ya que como cultura no hace sino prolongar una gr parte de las pote Glas mis" antiguas; pero. precisamente en ia. ucha onstante con estas potencies mis Viejas cobra cote cienela de su peculisridad, Noes nada faell tatar de fijac esta pecallaridad, Débese ellen parte a la mulUplicidad y heterogeneidad de las porenclae y Condiciones que Ia determinan, y eh parte, a que nos faltan tos medios adecuados para perlite que en Contrariamos al confrontatia Gon una nueva Unidad cultural subsiguiente, Ia cual nos pondria de mant Fiesto las fuereas que, fodavia hoy, "son inabarcables, 6 carecen de perspective. Por exo, no disponetnos en To esencal de otro medio de determinaclon mas que 1a confrontacién con periods precedentes, especiatmen: {eel periodo cultural Iomedatamente’ anterior. ‘Se trata de determinaciones eseneialmente negativas, ¥ {ambien ta cultura moderna en sus comienses se tie UG como neva por su oposielén a To anterior y To Experimenté del modo més diverso en sus ereaciones posttivas nuevas, ¥ hasta abors no podemos oltecsr tina caracterizcion general sino deniro de este orden do determinaciones negatias 13 {La cultura moderna, si consideramos su conexién nds iameginea tae surgido de la. gran época dela Gutura eclesastion que 12 Gea Zarélacion divina sbsofuta gat deen revelain ens ito de aly Tiga CaucactOn que era Ta Iglesia. Nada se puc Son ae ee eae de une creencia semejante Saidio ta fe resulta, efectivamente, algo vital y abvio. Por todas partes se falla presente Ia voluntad de Dios ‘volurtad directa, que’ se conoce exactamente qe es representa por un ‘lgstituto infaible su para eualeiterrealizacion superior y to aftangamnents del fn titan de lasida brotan-do-asta evelecion dest organizacion en ta Iglesia. La ‘Anliguedad termind sus dias, bajo Ta influeneia deck siva del cistanimo, con a oracion do ste eica soto, ¥ este edificia constfiuye el centro de toda Famacia clturs mesiovl, a penetracion dire |e lo divino, deslindable de~To paramente natural, Sus les ss fuera aus es fo determina todo eigendran un ideal de cultura que, por lo menos | Seta significa una uireccfOn de'Ta humantdad Sina” a través deta Iglesia y" de si autoridad,-y orden por todas partes la trabazin de los fines sobre- fraturates con los fines naturales, seculares y huma- hos. Por encima de’ todo se cietne la Lex Del, gue fe compone de la Lex Mosis 0 decélogo, de 1a Lex Ghristi'y de la Lex Ecclesiae, pero que se incorpora €l legndo ctico-juridico y clentifice de la cultura ant gua'y las exigenclas naturales de la vida en calidad ae Zex maturue. Es Jn pran teoria que deeide sobre todas las cosas: en el fondo ambas Leyes, 1a bibico: feclesiastica y' In estoiconatural, son una'‘misma, Ya ‘ve concuerdan en el estado pristino y solo ahora, Gon la humanidad pecadore, divergen para ser. aco. pladas de nuevo por'la direccion de a Tylesia, aunque Siempre bajo et signo del pecado original persistente. Se trata, por lo tanto, de,une cultura autaritar (en grado maximo, que. despierta, con su autoridad, ‘ay aspiraciones més ultas por fa slvactn eterna y las 4 aba ou Ia creencia en y directa ¥ on Ta on nds vivas profundidades de la_vida_subjetiva del ima, ¥ que rab To diviio {amiable-¥-1o-hamano~ mudable en un cosmos de ortenadas fuinciones calla roles. Eslaautoridadlreligiosae la que guia, en virtud del instituto eclesidstico de salvacién, desde el ‘undo corrompida, por el pecado original, hasta tas altuzas.de_la.otra vida...La consecuencia inmediata 3 el menosprecio del mundo teirenal sensible y el cavicler fundamentalmente-aszdligg de toda la tom cepelén_y modelado de la vida, Pero el ascetisino ‘ofrece, Uns Vetes;el-sentide-mistico de una disolu ciéa de todo lo sensible finito en To eterno ‘supra ferrenal y, otras, el sentido diseipinaro de un creat: ramiento metédico de todo el obrar hacia los fines Ultraterrenos de la vida. En el primer caso, opera en sentido quietsta; en el segundo, condace tla fcolén metédica.Ambos aspectos ios ha logrado Ejemplarmente el catolicismo en el clero ye las Srdenes mondsticas y- también, tenfendo ea cuenta Jas condiciones de la vida préctica, en la masa de los Jaieos. A esto se aflade que, por st lado, Ia vida real hacia valer sus derechos, y tanto el telsmo cristiano como el legado cultural de Js Antigiedad mestraban otro aspecto de fa visién del ‘mundo, Estos afanes Contradictories los armonizé la Iglesia en el costmos de funciones espirituales y cullurales creado por ella En ese cosmes la consecueneia ascetica plena de se- mejante estilo de vida corresponde a los represen. tantes oficiales de Ta Telesia, el clero,y 8 los que se entregan voluntariamente a’ este ideal, los monjes, ‘mientras que la masa dirigida, representada e insph Fada por ellos marcha tras sus diversas. funciones sociales sein la Lex naturae y sélo de vez en cuando © tinicamente de modo Timitado es sometida al ideal fascclivo. ‘Asi como la autoridad de Ia Iglesia supo recoaocer junto a ella a la razon natural, también el ascetismo fue eapar de incorporar la vida natural, Una flexible unificacién-de-lo-autoritario-ascético y de una vida hhatural intramundana més libre caracteriza, por To" 15 tanto, al catolicismo, y semejante unificaciéa se ha | ‘onvertid> en Ta idea cultural organizadora de toda da baja Antigiiedad v, sobre todo, de la Edad Media Jatinogerménica. ‘Toda su vision"det mundo y todo su dogma, st-ciencia, sti éifca, su doctrina del estado Y¥ de la sociedad, su feoria del derecho y de la econo fa, ¥ toda su préctica, se han construido a. partir de abif-Novse-trata de ‘Wescubrir nuevas verdades: ‘tampocy se habri de instaurar un nuevo edificio pol ticosocial con una fuerza organizadora consciente, De Jo que se trata es de conjurar la armonia, presidida por el fin Teligioso de Ta vida'y-divigida directare tnd Tectamente por el poder saterdotal, entre Tas verddes Feveladas las naturales firmemente estableeidas, en: “ire el mundo de Ta Tatestary Tas relactones volftico- ‘soeTales que sedan de modo invariable cori Ta natu raleza. Se trata, por lo tanto, de un compromizo, pero ‘dominado nor fos poderes religiosos antoritarios, as ‘éticos,-pesimistas del Instituto de salvacién. Como peS nattral,-no-son-las-indicadas-potenctas las"Yinieas que determinan Ta Edad Media. "Tenemos que com far con un gran nimero de potencias reales, indepen- dientemente de aauéllas, ¥ que en parte han hecho Posible el triunfo de la cultura eelesiéstica: la situa cid politica y_ social de In Antighedad tarda, las circunstancias juridicas y econdmicas de 1a german dad, la disposicién favorable de la economia natural de Ya Edad Media temprana para una direcetén ecle- sléstica, 1a vida, corporativamente vineulada, de Is economia monetaria e industrial que se inicta en las eiudades, Ia debilidad de todos los poderes centrales que hard posible el sefiorio de la Iglesia. Pero el hnecho de que todas estas circunstancias desemboca- Fan en el efecto de la cultura eclesiasticamente dict ‘sida se debe, sobre todo, a su contenido © indole espirituales, y por eso todo el perfodo es, esencial mente, un perfodo de cultura cclesiastica, {Con esta confrontacién se aclara la naturaleza de la feattura moderna. Significa, en general, la lucha en: leontra de la cultura eclesiastica y su sustitucion por 16 — } ideas eulturales_auténomamente_engendradas,_ cuya | Walides es consecuencia desu fuesa persuasive, de Su inmanente-y-directa capacidad. de impresionar. Findese como se funde, todo lo. domina la autoromta frente a la autoridad ecfesiastca, frente a las normas Gena ects "puramente exteioen Cuando 8° eslablecen, por principio, nuevas autoridades 0 56 las Gbedoce de heeho, su legitimidad se funda siempre Gn una conviceion-puramente-autonoma-y-racionat {tls casos en que persiste oc as Velasco ‘epciones religicsas, su-verdad y su fuerza vinculatoria ‘fsefundan en_primer lugar, por le menos entre los Droiestantes, en [a villima.convieelon personal yn fn la autoridad dominant como tal. Solo el eatoli- Gfsmo riguroso se mautiene apegado-a Ta vieja idea Ue autoridad y queda agitindose en el mundo mo ‘emo como un enorme cuerpo extraflo: pero también hha tenido gue renwrickar de diversosmodos a Tas Consecuencias prictieas de ese principio 1 conscsuecia. inmediata. de-una-autonomia se igjante es, necesariamente, un inditidualisiio cre Giente-de- las. convicclones. opiniones teorias fines Dracticos, Una vngulacon supreindividual absolute $616 Ta procura una fuerea tan enorme como la er Se ta ina deta sevelacion ving sabrenstural Creencia que posela el eatolicismo y que en la Tglesia Sevha organizado como la encarnacion ampliada.y permanente de Dios. Si desaparece esta. vinculacion endremos, como eoasecuencia necesaria, a prolife Tacidn de toda clase de opiniones humanas. Estas Opiniones no pueden decidir con una absolut auto- ridad diving, sino con una relativa autoridad humana; ¥ por mucho que esta autoridad humana se funde Tationalmente ¥ trate de aunar a les hombres sobre cl terreno de {a razon. siempre disereparan entre sf sus diversas concepeiones y_ manifestaciones. ‘En lugat-de_la_infalibilidad_ivine-y-de-tn-intole ranela eclesiistiea tenemos, necesariamente, 1a rela- tividad y tolerancia humahas, Mientras -se-fueron buscando normas-objetivas y-posiciones seguras fren- 7 te a Ja purn aritraiedad. subjetive, no se encontré Bingin Giro medio quo sl dels cencla eae ict de sus tundamentos cienuficonshnion adh galmente nuevos frente ala Antiglcdad ya ay Bad Media, proprciond os recurane nueoe ue es ad tacidn metddica soda y del dominie ones ook, Zaturaers, eer ia eohern Ia ‘cen cia, yen lugar dela stiorcad eclesiasoeg fr sees sspttual cesta por los nos mia Beso ) surgi el cardtercieniicoracionivig ela olsen / moderna, con. al cual ss indivadutisns a2 tet unas vests libremente ott; como ee annus ee meni a-limitarse--Eiheredcro de fanart © antagonsta y, al mismo tiempo, su replica tee ot sistema natutatracional de las ciencias ae ae eae acignes de la vida det lamiado tacloclgenss RO sue no siempre yen todas parle pia contener al indhvidualisma dentro a eee Tigre A medida que los pretendidos drdests Seka Favén se convirtieron en objeto de lg retlesiin hie teria aceren de sus origence, a medida gue el nor (mlento histérico fue ganando wren sec el eae |samlento clentiiconatural en ese mame melds a sistema sido se fue reoiviendo en tl Ho del decent [Et posiildades de futuro’ cada wea tac aout La aulonomia introduclda pore racionaanne es ocd fnalmente, a condcionaidad etree aan Io aparentemente racionl ytnpeat con Ia diene: ancla de"ins formaciones conceptgaies preter es Inente Facionales, Asi, el individeatioma ‘heen Bastbaca ser, cada ver mis, un relmwionn ee efectos dsolventes y atomiraates conaccmoe heres masiado bien, pero que, al misiny Vespa weatknes como na libineion de fuerza ¥ postiaadee ee ordinariay, Naturtimente que no faltan reacciones teércas sociaizantes frente a eta divoucion § mucho eee em las formaciones practcas de In vide peony feenbimla Pero ests reasclones se apoyad em Sick Findamestos que en la cultura ‘utoraris ots 18 sj ri mt ine aie i Seemann rabatos, pero desde entonces han vuelto a diverger. a aa mania wee Soe re dase ee sais ca ee la yo sobre moder oa ac oon gos force uo ote a alld los que. silence alas. Oa as Cera vistas fay Eee ae a er aS eee win ey Sereda ata. daa quiets amine ame ma eo hombre de un principio auténomo generador de ver Se ee ee a iones del mundo encaminadas mds que nada a {tina de 1a coreupeidn ofiginalabsolutade'la human dad y ol enplazamienio del fin de Ia vida en un més alla. selestiplane-salia. te esa ecto oe ici ace re oe po ot vida se coloca de modo creciente en el aquende y oe ee ere amet ya sea que afirme una conexién organica, ahora in a5 ener le ter Peer eer tl gr cen cen, om vel eee ieee meee Ce ane ret aoe ope moss ee 19 nado totalmente de espiritu divino, lo que 2 menudo ‘quieredeciro mismo Inspiraciones panteistas atta iesan Ta vida modensai 9/26 mafifiestan en siaris Yon su clonslas for grandes que sean Ios dificatte- des y contradicciones Hloséficas y cientificas que ‘aniden en ellas, constituyen en todo caso la expresion de una afirmacion del mundo eon Ta que ya Do es compat el ascatsmo del vio esta religious de Vida’ en ninguno de. sus sentidos. fia, deseparech del mando modemo el ascetismo reliioso como ngs, tion del mundo y. como autoeducacién para wn fin Supramundano de la vida, aimque e1-goce realmente despreocupado de ésta todavia no pasa de ser més aque teoria y la sencilla vida de los Impulsos padezca Bato el peso de Ta eflenton y of trabajo con aregio 2 plan Con. esto. guarda.rclacin la thtima-caracteristica 46 espiritu maderno, sw optimsmo ileno de confianea xide-fe-en el progreso, fue el fenomeno acompanante de Ia lucha emancinadora de la Mastracion, Ia cual no hnubiera cucbrantado Tas viejas cadenas sin ona con, fianza tal, mi bubiera consolidado ese optimismo. sf no es gracias a un ctimulo de descubrimientos y de reigns nics, Comets lat iad las Wefas imagenes del mundo inspiradas por el pecado orig nal, la redencion y el jaicio final, En la actualidad, todo se halla impregnaco de ideas de desarrollo y d& Ascenso de oscuridatles desconocidas a alturas deseo: nocidas. Se ha desvanecido et pesimismo del pecado Yel sentimiento de acedia que pesaba sobre nosotros como castigo ¥ purgatorio, v, junto com eso, se ha fnvalidado et suptesto de 1a redencion y del institut de salvacion que serfa la Iglesia. Y cuando el énimo Drogresista comicnza a vacilar y se hace sensible ta Iniseria del mundo, tampoco encontramos en su lugar ¢l viejo pesimismo cristiano del pecado original, soo tun eseepticismo realisia o una. metafsiea. césmica mente dolorosa. No gueremos decir con esto. que. se hayan desarraigado tedas las tuetzas judeo-cristanas de la vida religioss. ‘Pero si antes pudleron sostenet 20 sto salvador de la Iglesia autoritaria que Pia isciplinaha para el-més alla, hoy son sin aauetieay tiles. Ya no pueden engendrat at s0ste dus angina cultura eclestastica. ero ii estas-caracteristicas-del_espiritu, moderna, se afiaden otras. que. pertenecen-al-dominiode_las Sreunstancias 9 relaciones puramente reales..¥_de fas owe es dificil decir ex qué medida han determe, ado a ese cspiritu, 0 al reves. ‘Se trata de_la forma: Gion de los gigantescos estados mifitares, que cestru— Jon el suefio de un imperio eclesiastico universal, 56 trata del. destrrolto-de-te: economia: capitalists moder. hha que [6 lleva todo a sus carmiles, del despliegue de_ [5 tecnica que en dos siglos fue capaz de Tograr I jue no Se habia conseguido en dos mulenios, el aumen- to enorme de.tas.cifras. de poblacion,—-hecho posible por esas circunstancias y que, a su'vez, las refuer. yan, Ja presencia de Un hofizonte universal. y el Contaéto Con una infinidad-de-imundos no cristianos, Jas luchas politicas-mundiales entre. las naciones en, cl esietior y las nuevas capas 0 clases engendradas fn cl interior por este desarrollo. Todo esto se entre teje con las transformaciones espinituales antes des: cigs en un nuevo todo que aniua areas y problemas, completamente nuevos en comparacton con los del vie- jo mundo de la cultura eclesiastica y en el que la Vieja Iglesia, su concepcion del mundo y su ética rho poseen va ningun cimiento firme, por mucho que cl anhelo religioso inextirpable y 1a necesidad de an clamiento se acoja a los restos, todavia muy influyen tes del viejo mundo eclesiasticos 2 La critica mis erudita v enjundiosa de la presente conterencia, eh diseurso tectoral de Loot sobre Luzhers Stellung came Mirrelalzer wnd sur Newceil, 1907, se dirige sobre todo contra esta deseripcidn del mundo moderno yel antagonism que implica entre ef mundo refermado y eaciual: "Ese abismo entre Lutero y Iu epoca moderna fic que nos habla ‘Troeltsch no se halla’ todavia bien ‘mareado. 70 es gic no conocimes, hasta 1874, el bautisme ‘bligatario? gs qae el snerilegio no resulta penable toda. 21 No faltan algunas voces que pretenden reconocer cen este mundo moderno los signos de la disolucion de tuna cultura antigua, mas solida y mas profunda, Por eso se lo ha comparado, écilmente, con aquellos siglos primeros en que surgio la cultura eclesidstica como un rejavenecimiento y recreacién, gracias a la apor tacion de nuevas ideas y de nueva sangre, pero que ‘en su racionalismo autonomo individualista, tan afin fal actual, y en la oscilante insegueidad de las con vicciones' feligiosas y morales, represents el estado de disolucién de la Vieja cultura mediterrénea, Pero precisamente esta comparacion con la baja Antiglie- dad muestra también las peculiaridades positivas del espirit moderno que, al compararlo con Ja cultura ceclesidsticomedicval, hubo que caracterizar con de- terminaciones negativas y formales. En el mundo modornd tropezamos mo ya con la [Sten sino con una plenitud impetuosa de nue vas formaciones y, en lugar de Ia impotencia, que se refugia en Ta faitasia ¥ ery el escepticismo,’con Un I dipsten igre ate ei ES epee er de ae msc Senta ace ee ee Seca ne aoe le ee pe ae eee eee els aie ee ferris ene oe eee ee SSS Stent sia oe, oe sei corm 2, eae jt, eae Ser eerie Paes ieee cre cso ger nabs oat eerie Se a eran are foetee ote ee sae aie Ame eae pee eae ects eats Sapte sm cee moe es ess ae Ie a cu oe 2 enorme dominio efectivo y slempre crecieate de [as caer ee nota, en primer haga, porgue, en Vez SRR ahtlguns monaaquiae tnfverslas que sofocaban dela fEmiliares de los pueblos, tenemos el iste las Ye poderosos ¥ exteny esiados.naclonales.que 2s Glin o pretenderian hallarse en equlibio, ade oe na eoqructura politica. de estos estados pot la iso eludadanos participaa ‘en el gobierno, pero oe jrociamente mediante asambleas, sno por Tepe SS atacton; una oxganizacioa juridia,técnicoadminis eee y pilltar de eston eatados que les presta una SGhelstencla pmpia.e incorpora en amplisima medida SP Gadel estado os fines culturales: finalmente, en ALE Get horlzoate mediterranco el horizon ooed "Hr ge, lanea problemas mucho més grandes arlicados de expansion y de colonaaciéns He see areas que no han ido nl con mucho constr thadas todavla iy seguade-hngor, se manifiesta una situacion-de 1a vida eeonomica que abre posibilidades-mucho mas sys et ace Sucre ne ie soe tes Seer a wb ee oa i (el Bee oe Sees ea ees entice es pela Test os oes ag dra su des Se ans eens sae pee ons ee Bt ieee Ae ae, Soe re ce ea ees eae Aten ee ts co a ce et Se ee ee Le eae ie tales i hi iat ora eo aie es lc te a eT Serio pot mined cn ee eee fede) pi cm pean be ene Na re ca aly moc eee ieee eae Sa a Se ne Seo ae B -amplias, que ya no deseansan en Ia economia domés ica y en la exclavitud, sino en Ia economia nacional cerrada, en un intercambio intemacicnal. por medio del dinero y det crédito, cn una técnica desarcollada fantasticamente y, sobre todo, en el eapitalismo, y {gue esta educando a una poblacion formal y juridica ‘mente libre para la utilizacion casi iMmitada de todas las fuerzas.y- capacidades. De todo esto resulta ‘una estratificacién social completamente distinta, que ha ‘acarreado, junto al funcionarismo politico y' milit: el fenémerio completamente nuevo de la burguesia capitalista y culta, y que hace posible que la pobli. cién trabajadora libre se afane no solo por una igual dad juridico-formal sino tambien real. No tiene todo esto el aspecto de ser una termina cién, sino el comienzo de. grandes formaciones socia. Jes. Especialmente, el nticleo de la vida social estd ‘onstituido por una vida de familia en la que la mono. gamia se ha convertido directamente en principio ético, los sexos se independizan personal y juridica mente, Ia vida amorosa se refina romanticamente, la atria potestad frente a los hijos se relaja y la treba, 26n de la estirpe 0 de la familia numerosa se afloja mucho. Ahora bien, esta stica sexual de la familia monégama, con todo Io dificil que es realizarla afirmarla, significa una capacidad de rejuvenecimien. to constante y una fuente de Juvencio de las fuerzas Ademds, cl mundo modero.disponede_un_des: afrollo de la ciencia. que, ciertamente, significa la continuacién de In herencia antigua y, sobre todo, de su enérgica afirmacion en el llamado Renacimiento, Pero que, al mismo tiempo, basindose en una expe. Tiencia infinitamente ampliada sobre si mismaa y sobre sus farmaciones conceptuales, aborda la realidad con concepciones completamente nuevas y se ve volocada ante inagotables tareas de futuro. Al mismo tiempo festa clencia se ha convertido, gracias al sistema edu. tivo y a la imprenta, en una potencia practica efte tiva,“en un medio” para la hicha por la existencia accesiblea_todocl mundo. Como ciencia natural ie racionalizado a Ti tturaleza en” una om © intensidad tales que bien se pucde hablar de un fectivo-dominio-ospiriwwal dete naturalozs, ¥ toda SiGe crean Po to a rian copper 7 Sones gente ¥ due descansa en un conocimiento “legal”, puede Seguir desarrollandose indetinidamente. Come jencia historica, ha estuciado la génesis de nuestra cultura en forma tan abundante y' fundamental y ha hhecho tan transparentes evolutivamente todas’ las Circunstanelas actuates, que todo pensamiento ha teni do que hacerse historico en alguna medida, y todo ef ordenamiento de ‘nuestra’ creustancas "se hi equipado con estos conocimientos; cierto que las con- Scuenetas hun sido un relaiviemo 9 una eavlosidad, una riqueza de analogias que todo lo compara, como tole conoels ninguna epoca; per, at sismo tempo, im fuerte sentido de continuidad reprime los efectos enervadores y aviva al pensamiento incitado por las tareas originales del presente. La concepcién ée nos otros mismos como herederos v enriquecedores, por su desarrollo, de un gran todo histérico acrecienta las energias, cnsefia a utilizar las experiencias pasadas Y considera el futuro como generacion del presente, de Ta que responcemos ante los que nos siguen. Finalmente, caractetiza por encima de toda_al und mndrsun reigaento macho ms prix fundo #1 individualismo en st Tatima indole imeiafisica, Noes s6lo cantinuactea” y azipliacion «lel raciomalismo_o del escepticismo-antiguos. Tam: poco es la coacepeion espiritualista del alma del platonismo y-del estoicismo tardio, que, estrechamen ic fundidos en el cristianismo, acompataron a todo ese mundo, Cierto que ambas cosas fueron renova dus on ol Renacimiento on la medida cn que ne habian persistido por su amalgama con el existanis. naa, desde ee Iomento, han elredo una fuerte infliencia hasta hoy. Pero la base del individualismo snoderno se halla, en_peimer ugar, en. cl Remaci mento, 25 Se trata, mas bien, de Ja idea-cristiane—de-la determinacién del hombre, én el sentido de la perso- ‘alidad plena por su elevacion hasta Dios como Tuet~ 1G-de- tora vida personaly del. mundo, elevacion ue, por lo mismo, resulta en un "ser eaptado y for mado” por el espititu divino. Se trata de la mietati Sica. del personalismo absoluto que penctra directa. indirectamente en todo nuestro mundo y que presta sun elmiento metatisico a las ideas de libertad, de personalidad, de yo auténome, y-que sigue operando un cn esos casos en que es diseutida y negada. Esta complenion animica ha sido establecida por el crstia hismo y por el profetismo israelita. B) cristianismo ha incorporado, ¥ fundido luego, el. platonismo.y- cl estoicismo. Ha concentrado y renovado la Antigic {dad moribunda al engendrar én ella el esiado divino, Ta Talesia, el reino universal de las personas que se fundan y nen en Dios. Esta complexion animica cristiana, asi efisanchada, el catolicismo la ha ido fnculeando en medida ereciente a los barbaros que creaban la cultura medieval, apoyada en esa labor Dor sus instituciones sociales y politicas, Y, desde el Movimiento franciscano, a shticipado cl mundo de sentimienios del Renacimiento y ha constituido la rai Inds fuerte de su individuallzacién de la cultuea. Por lltimo, el protestantismo Jo ha formulado consciente: ‘mente como principio, lo ha desvineulado de sin union on un instiuto jerérquico universal yo ha movil zado para su fusion libre con todos los intereses y ‘potencias de la vida. [Asi se muestra de un miodo claro la peculiar e la cultura moderna frente a la Ari tar diay a la Edad Media. Pero al mismo tiempo se ven también con toda claridad los efectos y las aportae ciones de las diferentes potencias histericas eoncretas en'le formacidn del mundo de hoy. De este modo se hnace-evidente toda su extraordinaria_ complejidad. ‘Vemos en él Antigtiedad y catolicismo, las peculia. tidades. sociales politicas de los pueblos latino- germanicos, el nacimiento de la moderna economia 26 sony aos ste concern ope -lesnetn fe sarees i a Meta eve os Le 7a mae 8 algo Be al en conti ena ae spare, or pe Se coe Sep germs er pa Be Eo en pe aoa aa a en tee ieee gee ee we by ee por ss on esas pra em ees ors gee secon eects Te Pe 3 oe pn satualins 9 ice, 5 mele oer eae a a cng cna noes na ott sel ee a nce ae He cena ae a Pa Son ae 0 ar ae ee oe ee eee ie spe Sera eee a ss mens ae or ae see ea a ERE Sas ge vit mts re rece eae ae Se ne cs ja Ao ag ger ae sor Se a Sera etary ee ee eo er i, dele en se 2 He tratado de reformular diversamente esta idea des: poss dela primera edicién. Cf. "Das Wesen des modernen Geistes”, Preuss. Jahrb. 1997, “Autonomic und Rational ‘mus in der modeen Wet”, Internationaie Wachenschrift, 1597, "Dag stoisch Christliche Naturrecht und das moderne profane Naturrecht", Hist. Zeltschrift, vol. 106, 1911 ra mundo moderno. Y asi ha sido reconocido siempre, Gon alabanea o reproche, si prescindimes. Ge lor que pretension Gecfvor tia ‘el mabndo modes det Rete Cimento o de la épaca wlterior de lao cienclas postth ‘as. Pero tampoco hay que exagerar unilateralmente Is sigmficacion del protestantismo Una. gran masa_de os fundamentos del_mundo mosterno en lo que respecta al estado, la sociedad, economia, a clencia y-el arte sem oxiginade Con somplcta Independencia del protestantisimo, sichdo, en parte, una simple eostinsacion de: los-desarrollos se la baja Edad Media, em porte, efecto del Renast ‘miento y, especialmente, del Renscimiento asiatao por él protestantismo, y, finalmente, ha. sido Jogrado en las nacione® catolieas, como Espalia, Austias I ¥ especialmente Francia, después que hubo sursico Al protestantismo y junto a ch Pero, de todos modos, np es posible negar ablertanmente su gran significa ‘cién en el origen del mundo moderno. a Ahora bien, la gran cuestion radica en saber en ue. consisie- realmente’ esta significaciin oa su por ‘menor. A este particular, la clencia, y todavia fas 4a literatura popular, se ven fundadas de ideas muy pintorescas y-confusas. La critica catdlica acostum: bra a ver ei el protestantiomo las raices del esptita revolucionario del mundo imodemo. En el famoso discurso de Treitschke sobre Latero, el alo 1883, se veal protestantismo como el fundumento de todo Jo grande y noble del mundo moderno. En la esctcla hhegeliana Suele ser celebrado como la ctica y Ja rel gin de In inmanencia. En Ia escucla de Ritschl apa: Fece como el creador de 1 familia, del estado, de la sociedad y del “ofiela”" —Beruf— cn el sentido mo demo. La apologética y ia polémica confesional de todos los dias trabaja en ambos campos con las gene Talizaciones mas groseras, viendo los unes en ero {estantismo Ia pura disohucign y- los otros 1a meno. vacién y cimentacion del verdadero orden de. ln vida. Pero las cosas no son taf Seficillas: Se trata je un problema extremadamente complejo con Fes: 28 ecto. alcual. la. investigacion apenas. si_comienza {ver y plantear con justera cada tna de las cuestio des y estd muy lejos iodavia de ofrecer tina respuesta cuada a la mayoria de ellas Por esto mismo, la revision que de estos proble- mas vamos a levar a cabo en Tas lineas que siguen ho posird oftecer a menudo mas que presuncioncs 4 tugestiones. Solo mediante la cooperachon.de inves ‘igeores de muy diversos campos podremes encan- tar soluciones fotaes: 29 u ‘TaMroco el protestantismo deja de ser un concept hhistorico general con necesidad urgente de ser perfi- lado con mayor pulcritud. La costumbre dominante consiste en abarcar bajo ese concepto todas las mani festaciones del campo religioso protestante hasta cl dia de hoy, montando sobre ellas un concepto general que ms bien nos dice lo que debe o habra de ser cl protestantismo gue Io que realmente es. Por 650 Suelen predominar’en tales definiciones los conceptos de una ortedoxia reblandecida y sin_principios 0 los de una concepeiéa filoséfica transformadora. Pero cen ninguno de los dos casos se trata de un concepto. general empirico-histérico que represente los hechos reales como un todo, sino de conceptos ideales que, apovandose en Jo real, acentian especialmente uno u otro elemento y pretenden fundamentar ast su formula con el sentida de “esencia” o de “tendencia fundament. Cierto que tales conceptos ideales son imprescin- dibles para la accion y el deber del presente, pero ‘no son conceptos histéricos generales en el sentido buscado por nosotros. Si intentamos perfilar un con- cepto de estos se vera en seguida que no es posible constituirlo, sin més, para todo el protestantismo. Porque el protestantismo modern, auin en los casos fen que no hace sino continuar las tradiciones orto- doxas del douma, se ha convertido en algo efectiva {¥ completamente diferente. El viejo y genuino protes Tantismo del Iuteranismo y del calvinismo represen- 4a, como manifestacidn total, y a pesar de su doctrina Ae salvacion anticatélica, una cultura ectesidstica en Sobre la indole de estos “conceptos histéricos gene- rales” vase mi ensavo "Was heisst Wesen des Christen. tums?" Christliche Welt, 19, Los entendidos se dan cuen- ta gue ami formacién conceptual le sieve de base Ia tora metodolégiea de Rickert 30 cl sentido de la Edad Media y trata de ordenar el Sstado 9 la soctedad, la educacion y In ciencia, In €co Soma ¥ el derecho Seguin los critetios sobreaaturales ‘o"la Fevelacion , fo mismo que la Edad Media, ‘corpora la Ler ncturae’ como identia, originalmen: te, con la ley de Dios. Pero, desde fines del siglo xvi, LT protestantismo modemno ha entrada en el terres fel estado, que admite una paridad religiosa-o que SS religlosamente.indiferente,-yha-transferido en Srineipio ta orpanizacitin religions y Ia formacién de ta UStnumidad religions a la espontancidad ya la con. ‘celdm personal, reconociendo fundamentalmente Ia diversidad de ‘convicciones y comunidades religiosas Sus conviven unas funto a otras. Adem, he recono- {ido fundameltaimente, junto ® si, una vida secular Sompletamente emancipdda, que ya.no pretend do- ‘ninar directamente ni tampoco indirectamente a tra. (ier del estado. En, conexion con esto, ha elvidado fasta ‘el punto de la total incomprension, se vieja tlocttina de la identidad de Ia Lex Dei y In ew matte rao, que hacia posible y hasta reclamaba ese dominio, ‘siteata de aiferencias fundamentales, Como es natural, se han manifestado tambien en conmociones {cambios dogmatioos y--sobre todo, en cambios en torno a los. conceptos. de Iglesia _y Estado-y en ami- nor cs. de la-vieja-autoridad-absoluta, de la vali dee puramente sobrenatural de la Biblia, que avenzan hastadla transtormacion completa d6 Js Veja creencia en ta revelacién yen la redencién que determinaba todo el sistema.-Si se tiene esto en cuenta, en toda consideracion puramente historica,_y muy” eapecinl ‘nonte en ia euestin planteada por nosotres, serd me tester distinguir entre protestantismo veo» muavo ‘A pesar de su sacerdocto universal y de la interio ridadt del sentir, et-vejo protestantismo eae bajo 6) concepto de la cultura rigurosamente-eclesiasticn y Sobsenatrat-que-descansa en ua autoridad directa y rigurosamente delimitable,diferenciable de la secu Jar. Con sts métodos trataba precisamente de des arrollar esta tendeneia de Ia cultura medieval de tn 31 modo més riguroso, fatimo y personal que podia hacer- loel instituto jerarquico de la Edad Media. En lugar de la jerarquia, y de la encamacién de Cristo que en ella se prolongs, aparece la fuerza milegrosa de 1a Biblia, que todo lo produce: la prolongacion protes tante de Ia encarnacién de Dios. Los poderes estatales Cuiidaban, por su parte, de que esta revelacién divina ho fuera contradicha por lo menos externamente y de ‘que Tegara a cada uno para que desplegara su fuerza redentora personal ¢ fatima. La autoridad y la fuer za salvadora de In Bibli, debian levar a cabo lo {que no pudieron conseguir los obispos y Jos papas con. Ta exterioridad de sus medios y con la gran seculsy izacion del instituto. Pero si ros percatamos bien de eff, el v testantismo se di aquellas formaciones histéricas que aparecen junto a dl y que sdlo el protestantismo nuevo ha acogido én mayor o menor grado, pero que se distingufan fntimamente del viejo protestantismo y tuvieron su propia accién historien, a saber, Ia teologla iumanista, historicofilologicorilosctica, el haptismo sectante ¥ Tibre de iglesia y el espiritualismoplenamente-inéi- vidualista ¢ subjetivo. El viejo protestantismo se ha ‘iferenciada de estos tres de un modo riguroso y hasta sangriento, y no por una pasion miope o por ergotismo teolégico ni tampoco por oportunismo o por la estreches de los epigonos.. Todos los caudillos, como. Lutero, Zwinglio-v-Calvino, han-senlido. desde tun principio frente a ellos una oposicién interna y ‘esencial. lo cual Se debid-a-que-cada-una de esas tres corrientes, a pesar de su eristianismo de principios, negé la idea de Ja cultura cclesidstica, la existencia fabsoluta del fundamento de una cultura semejante cen la revelacion, y tambien la pretension, extraida de ‘ahi por la Tglesia, de cristianizar la vida'toda en for ma mas 0 menos violenta, Precisamente el retico de esa gente en pequetios circulos pladosos, su alejamiento del estado y su re uncia a la coaccién religiosa se oponfan a la idea 32 jo. pro inguird también, claramente, de de los reformadores que, 1o mismo que el catolicis: ino, no consideraban como verdadera revelacion la que mo someticra a lo divino todo lo humano. Las primetizas y ocasionales inclinaciones espiritualistas Ge Lutero fueron absorbidas ripidamente por el pen- Samiento eclesidstico consecuente y fueron inoperan- tes durante dos siglos. Sigui6 siendo lo principal la Objetividad del instituto de Ja Tglesia, ta seguridad de la Biblia y la clara diteccién eclesiasticoestatal de Ja sociedad 0 del corpus christianum unitario que cada Iglesia establecia, por lo menos, en el ambito que ponfa a sus aleances el gobierno territorial, y precisamente este méicleo se encontraba amenazado desde distintos lados por aquellos adversarios. Solo tuna vez que el protestantismo nuevo perdié de vista Ja idea de tna (otal cultura eclesiéstica pudo recono- cer como prineipios genuinamente protestantes el fo- mento, en conciencia, de la critica histGricofilologica, [a formacién de comunidades eclesiasticas libres del estado y I doctrina de la revelacién basada en la conviceién e iluminacién personal intima, mientras. gue el viejo protestantismo condenaba todo esto con fhs categorias de “naturalismo”, por un lado, y de “fanatismo”, “entusiasmo” y “sectarismo" por otro, ¥ todavia hoy’ sus vestigios, a pesar de reconocer par Galmente estas herejias, ‘combaten con tanta mayor saila contra su espfritu. ‘sta distincién reviste una extraordinaria impor tancia para nuestro tema. Precisamente, esas po- tencias fines. al protestantismo y, ng-obstante, tan hetamente distintas de el: la tcologia filol6gico-huma- hista, que Togré en el arminianismo y en el socinia- hhismo organizaciones propias, los grupos baptistas seetantes, que Se organizaron en comunidades propias bajo Ia cruz catdlica y 1a protestante, los misticos y espiritualistas, solitarios o con adeptos _puramente personales y literatios, disolvian el concepto.eclesiés- ico. de revelacidn y-salvackip, Todas cobran_una significacion extraordinaria en el nacimientodel-man- do moderno, que en ningun caso se puede adscribir, 33 sin mis, a la cuenta del protestantismo, Hacia fines del siglo wert han vivido st: hora histdricouni versal, dlespues de una opresion larga y cruel. La Iglesia bre, la teologta crilieodtlolégica, la posposicion de la revelacion objetiva por el contenido vital, préctico, icoreligioso, el eardeter directo, no mediadd, We le coneiencia religiosa, que transforma todo lo histérico en puro medio ineitador, el subjetiviemo, que. apre. ia en poco el culto, las Ceremonias ¥ la Teles, todo esto ha penetrado desde entonces como uta invasion incontenible en las Iglesias protestantes, quebrantan do au vieja consistencta Ya no se puede habisr de una cultura unitaria eclesidsticoconfesional que abarca a toda Ta soctedad, ¥ sus antiguos fundamentos dogméticos se hallan en Droceso de plena disolucion hasta dentro de las Isle Bias y de lor circulos conservadores? Finalmente, tenemos que destacar de modo expre sols diferencia-que, dentro del viejo protestantiomo, ofrecen las dos confesionas, el luterantsmo ¥ el cals nnismo. No se debe esta diferencta, Untesmente, alos tes terrenas culturales en_que-ctecen’ ¥en Jos que actian; sino, a pesar de su base dogmitica esencialmente concordante, a_clertos.-matices del Bensaen eligi y eich provinen del crac fer y la indole de las personalidades dirigentes ¥ que se han adensado extraordinariamente-en wirtud de Ia diversidad de su situacion total. 31 principio se pre Sentan como cosas secundarias, pero. producen. des arroflos tan divergentes que apenas ses posible for. mular para amas un concepto comiin, pes no ros haallamos en presencia de un solo protestanticm, shee de_dgs, Para nuestra cuestion ta significacion iat 2 Loofs ha atacndo sobre todo mi concepcida de tos aptistas su avercamiento 2 los espiritualistas, p-1% ‘También Walther Kubler ha visto en esto uno de los pun: {os mas discutihies de mi concepeisn. En parte con ravon Este problema lo he expuesto mas detalladamente en mis Sozialichren y creo que he logrado algo evencialimente muevo y mejor en sta citestion, 34 Eee ‘menester un fino anilisis psicologico para Yegiacar en cada caso Ia conexién pertinente, De desta dos, [a sigmiticacion de amfas confesiones fodo® forimacién del mundo moderno radica en ditec- Stones muy diversas, y como el esanrei act calvi- clon st ha Mevado muy por encima del luteranismo Tetewador, hasta el pulo de convertirse en una cof poleacia tniversal, resulia también gue, em todas neers epeaneacens pics 7 2 ciales, $1 Significacién e influencia han sido mucho ayTpos colocamos en una atataya muy alta pode geet ikea on ee ee eee re ernie tat aa a ae ee ee Concept general dificilmente aprehensible® Se puede © Un intento fino de este género lo ha Hevado a cabo ‘el filgsofo de Erlanger, Leser. en su fica, por Jo, demas hus ainistosa, de oni conferencia. “Esto es, y asf to reco oe la Reforma mediante la acci6s, lo que hay de grande {singular en Toda verdad, especialmente en ta mis. alta tie todas, Ia verdad Feligosa, a que nos conduce el cris 35 hablar de una accién del protestantisme en Ia crea cién de la cultura moderna s6lo por lo que se refiere a los diferentes grupos del viejo protestantismo, pues cl protestantismo muevo constituye una parte de esa cultura y se halla profundamente influido por ella Nuestra respuesta estaria falsamente orientada desde lun principio si pretendiéramos partir de un eoncepto del protestantisime que datara’ya con anticipacién en el viejo protestantismo todas las cualidades cul- turales mas destacadias del protestantismo nuevo, ¥ que nos permitiera encontrar facilmente las tran’ Siciones a la cultura moderna partiendo de una vacui- dad semejante. 'No es menos importante separar las dos confesio: nes, lo que nos impediré tratar el concepto del protes- tantismo como una ahstraceién demasiado simple y nos obligara a ponderar las diversas peculiaridades ‘concretas dentro de su marco con todos sus efectos diferentes, Y una ‘especial importancia reviste 1a distincisn de a teologia humanista, el baptismo y los misticos espiritualistas, Estos grupos se han hallado tan dis tantes del viejo protestantismo, a pesar de los inicia Tes contactos, como se han aproximado al nucvo, y nos equivocariamos totalmente si consideréramos como el punto de arrangue mas © menos decisivo del moderno desarrollo cultural al protestantismo de nuestros dias, influido y transformado por aque. Tas corrientes y penetrado, ademds, de toda la fuer- za de los modernos problemas de la vida. De este modo se nos harfa imposible a comprensién de los nismo, a saber, que en lo intimo de Ia. personalidad ex posible el acceso directo al conjumto de la conexion vital Fedentora y que, por lo tanto, mis alla de todas las vincw Inciones vsibles, se cesarroila una comunidad religiosa de tipo espiritual que ho tiene menester de una comunidad auoritaria visible”. Yo suscribiria esto, pero poco. nos ayuda a resolver nuesiro problema, ya que. se acomoda Imejor al neoprotestaatisme que al protestantismo viejo, ¥ tambien se podria aplicar al estoicismo y al platonisimo dl Renacimiento, 36 afectos peculiares det protestantismo genuine y le {Sieuiriames efectos en. Ta fundaelia del mando Silitmno gue son_mérito indiseutible. de aguellas mort aaticater tan lareeiinias 9 persegadan Ade Suis, se_atribuira’ al protestantismo el origen de Rines que no han nacido en suelo Teligoso. a7 mr SE LAS cosas son asi, resulta obvio que la cnestién por nosotros planieada no es una cuestion simple. No.tiay-ningin camino directo que nos lieve de- fica del protestamtismo a la cultura J ca, Su significacidn clara este Tespecto tendré. que ser indirecta o hasta indelibera: da y, a pesar de todo, lo comin a las dos culturas tendié que radicar on’ una profundidad escondida no directamente conseiente de su pensamiento. No es posible hablar sin mas de una creacion de la cultura Moderna por el protestantismo. Solo se puede tatar de su participacion, pero:tambicn ésta esté lejos de ser algo unitario y simple. En cada uno de los cam- pos culturales es diversa y en cada uno de ellos algo Enrevesado y opaco en un grado mayor o menor. Esto & lo que constituye el incentive peculiar de nuestro problema y para hacer a éste comprensible es menes: fer acentviar todavia con mayor rigor la_oposicidn enire el protesiantismo y la.cultura..moderia Lo més importante é que el protestantismo —y especialmente st punto de arrangue, Ja reforma que hizo Lutero-de_la-Iglesia—, consillersdo-desde-el. punto de visia de la historia eclesiastica y dogmatic, fho ¢5-més- que. unit Iransformacion det eatolicismo, “ina prolongacion de planteamicntos catdlicos a los qile-se-ofrece una nueva respuesta. Solo poco a poco S€ han desarrollado, a partir de esta respuesta, las consecuencias historicoreligiosas radicales, y solo al romper con la primera forma del protestauitismo se pusieron de'manifiesto esas consecuencias que Iban Inds alla de la simple contestacion a vicjas cucstio- nest Pero de esto hablaremos mis tarde. 1 En el ensayo sobre Lutero y el mundo moderno que aparece en cl volumen 80 de Ia coleccién Wissenschaft und Bildung (Quelle und Meyer), 1908, he tratado de captar 10 38. FI protestantispo.zosponde, en primer ugar, a la jolt Guestion de le-certeaa dé salvacian-que pres Herr in de la existencia de Dios ¥ su natiralera clico- onal, en general, la imagen biolicay medieval Tendo, y converte en problema la nesesidad de serno en vista de la condenacion de todos. por el orado original y de la fragilided 0 molidad de todas hermas do Ta eratura humana, se pods lourar {Staci lel juicio condenatorio, Ta eteraa beat GaN tats pas serena y csperanmad’ sobre fa tetra 2 cata, por completo, de la vieja cuestion que habia Sie grabada cada vez con mayor fucrea en ios coro Zones gracias a I educacién catolica. El ffamoven lugar de contestac aia cucstion Fer jones al instituto jerarquico salvador de [a iglesia Stsrdotal yal opis operartm de. los. sacramentos “poyado en la voluntad, to hace remitiend 2 ‘Rian personal de te-sencilla-y radical gue, reall vada sop.efectixa.sericdad;-nos proporciona |a certeza {el pordén de los pesados en Cesta gracias @ la sobre Sentral tevelacioa divina de-is-Biblia-y'saca de csa Serie todas Tas conseeuenelas éticas de la Tecom Silicon y de la union con Dios en el anim, ia decision tideista recibe la salvacion como un nueva aportado por Lutero con esta respuesta, Lo mis importante de este trabajo ha pasado a la segunda edicion tel que aparece eo Kultur der Gegenwart. Se ve, pues, que hh modo alguno desconozco 1a grandeza y originalidad de utero y tambien estoy de acuerdo, en io esencial, en la idea que de Lutero tienen Loofs y tn polemista tan rude coma H, Bohmer {Zacher ime Lichie der neeren Forsch fing, 1906). La divergencia comienza al preguntarnos en ‘ane medida este evangelio luterano se puede conciliar con ih transformaciones espirituales y materiales del presen: te: En este aspecto, a oposicion mic parece muy grande, y resulta de este modo lo comun a Luteroy ala Edad Media, Kase trata de “un resto tocavia no superado de To caté Theo" que la teologia protestante actus! podria ebiminar, sino oma afinidad de rasges fundamentales con el pensainiem to antiguo medieval que et la actalidad solo puede man- lenerse mediante una violencia intelectual o una falta de Sindéresis, pues en el presente ha perdido toda eongruenca, 39 aseguramiento objetivo de la misma por la Bibl excluye en este sentido toda aceisn humana, conv te a salvacién en algo independiente del hombre ¥ sélo dependiente de Dios. Pero la exclusiva depen. dencia de nuesira salvacién con respecto a Dies hace también a esta salvacion absolutamente segura y la sustrae a las oscflaciones y limitaciones de todo obrar humano. Pero, en la medida en que la decision de fe gue atrae la salvacién parece contener en alguna for ma una actividad humana y una condiciéa acompa- fiante, es reducida también 2 una accion directa de Dios. La doctrina de la predestinacion se convierte ‘en docirina protestante central en interés de Ia cor feza de salvacién, tanto en Lutero como en Zwinglio y Calvino, y del mismo mode primordial y necesario. Gierto que el calvinismo ha ido convirtiendo de modo reciente esta doctrina en el goune de su sistema y hha recogido de ella para sus grandes luchas univer sales Ja fuerza firme que le suministra 1a conciencia de Ja eleccidn, pero ha sacrificado para ello la racio nalidad y la bondad universal del concepto de Dios, mientras que el luteranismo ha ido debilitando la doctrina de la predestinacidn para proteger esas dos ideas, pero con esto ha ido despojando a su pensa miento del temple heroico y acerado. El predestinado se siemte como sefior elegido del mundo que, con la fuerza de Dios y para gloria Suya, tiene que inwerve- air en él y plasmarlo. El justificado puramente por la gracia también tiene su salvacién nicamente por Dios, pero, asustado de las consecuencias predestinis- tas, clude toda delimitacién y relacién rigurosa entre Dios y el mundo y se refugia on la pura esfera relic giosa de un mundo que, estando en una situacion poco clara y sélo conocida por Dios, es més bien tolerado y soportado, Si de esta suerte se mantiene en el centro el viejo interés de la certeza de salvacion y se logra esta certeza con una captacidn mas espiritual y personal de la revelacién y con su apropiaciéa mas intima, resulta obvio que se conserva a vieja idea fundamen: 40 ¥ tal de un instituto salvador autoritario puramente divino, Con el milagro de la tedencion que salva al frundo pecador de Ta noche y de la impotencia, per Siste también su correlato y prolongacién: el mitagro el instituto salvador 0 Tplesia. El protestantisma ‘queria reformar la Iglesia toda y solo la necesidad le ilcvo a instituir Iglesias propias. Se han convertido en Inlesias terrtotiales parque el protestantismo sélo pudo imponer su idea de Iglesia con ayuda de tos Bobiernos, y_ por eso tuvo que renunciar a ese ideal tas alld de 10s limites del pais. Pero nunca ha renun- Gado @ la idea de la Iglesia como un institute sobre natural salvador. Unicamente rechaza el jus divin de la jerarqufa y Ia subordinacion del poder estata La institucién divina de la prédicay del sacra mento y la milagrosa fuerza de Conversion inherente 4a Palabra eonstituyen el espinazo escueto del ins litato, entregado por Lutero a una realizacion organi zadora libre ¥_vineulado por Calvino, divinamente, al ‘modelo de la Iglesia primitiva. Rechaza, ademis, los Sacramentos con fuerzas “reales” de salud eterna, ad- Ininistrables unicamente por Ia Iglesia y que conten rian otra cosa distinta para la eerteza y la electivi dad de la salvacién que la contenida en la letra de ja Biblia, captada por la fe. Rechaza la tradicion, aque cubria con su autoridad a ins diversas institu nes eclesiasticas catolicas, y se atiene a la Biblia, Iinica revelaciéa absoluta y que posee fuerza redentora Y salvadora. Pero se mantiene firme en la idea de la Iglesia como institut sobrenatural de salvacion, aun «qe lo construye, tinieamente, a base de Ia Biblia, La Biblia contiene el dogma, alberga la fuerza de conversién y salvacién, es el instrumento y la fuente del culto, y'su conocimiento especial Funda la magis ‘vatura edlesiéstiea. La Biblia ocupa el lugar de la jerarguia y del sacramento maraviloso, y los dos © tres sacramentos principales admitidos no son més que. modos especiales de cerciorarse de la palabra de lz Biblia, en lo que el luteranisino, en interes de la objetivided de la Iglesia, tendi6 a reconocer la pre 41 sencia de especiales factores sobrenaturales, a los dle, sin embargo. no corresponde, en realidad; rings Savota virma que 4 las palabras ‘do Ia. Biblia fambien Calvino en su doctrine de los sacramentos Henge a accrearse, en Ja medida en gue lo permite la doctrina de ia predestinacion y la espiritualidad Gh ton fow procs de aac st oe ia Sscrammental. ten eslas circunstancias, no se da para ol protes tantismo el problema modeto de las relaciones entre ia Iglesia y el Estado. No ve en ellos, como tame Co et catolleismo, organizaciones separada, sino Unk Gamente dos fuicioues diferentes dentro de'un mismo Guerpo social indivisible, el corpus christamum. Por a también para ci cosas obvias la valdex, de fos criterios religiosos pars todo el corpus, Ia exch. én o por lo menos Ia descalifeaci6n jurdica de los increitos y de los herejes, la inioleranciay Ta nfl bilidad. Ea un principio confaba Lutero en que la fucran milagrosa del Espiita y de la Palabra se ime ponuria por si sola, pero no ha podido mantener esta Sreencia frente a la maccha de los acontecimientos. Por eso se reorganizé la relacion de ambas funciones. Yano se admitia nlaguna superioridad de a jerarquia sobre 1s auloridad secular Ai tampaco ninguna un formidad constiticional por principio, de las diversas Iglesias tervitorales. Ambos poderes, el secular ¥ el cclsidstico, se halla, ms bien, someidos ala Biblia. Dasani el aoe fatermo ciao, a ato ridad sirve la iglesia, ordena y vigla sus relaciones para gloria de Dios 5, basdndoxe eh el sonocimiento 4c ln palabra de Dios, el estamento eclesisstico ins. truye @ la superiordad. sobre las exigencias de la Biblia. El ideal es una cooperaciin.armoniosn y bre de ambas funeiones en el corpus christianum Yr entse los tluares de estas Runciones. Al mismo iicmpo, corresponds a a autoridad secular, en virtud de atribucion divina, 1a administracion de In Lex traturae, del orden secular y estatal, y también com sto cumple con un deber religioso, ya que esta Lex 42 naturae no es mas que una parte de la Lex naturae Completa compendiada en el decalogo y reiterada por Cristo. ‘En esta cooperacién concorde el orden eclesiastico se extiende a todo el ambito de la vida, también a Cosas completamente seculares, ordenadas por la au toridad secular, que se basa en el espiritu y estatuto Ae la palabra divina, bajo la asistencia de Ios tedlogos. Por eso en todas las cosas esenciales que se siguen Girectamente de Ia revelacion es imprescindible a lmniformidad; s6lo las adidjora, es decir, las cosas no Srdenadas por la palabra de Dios, pueden ser diver- Ses, augue ambas confesiones peusaban muy di Yersamente sobre la amplitud de estas adidfora. Unica frente en la medida en que se trataba de adidjora ha tolerado cada confesion las diversidades de sus Iglesias territoriales; Io que, por el contrario, parecia ordenado directamente por Dios, entre los Iuteranos el dogma y el sacramento sobre todo, entre los calvi- huistas también la disciplina eclesiastica y el pres biterianismo, tenia que ser 0 hacerse por todas partes igual. ‘Esto significa, lo mismo que antes ea el catoli cisino, la idea de una cultura eclestisticamente dir tsida; y hasta se presenta con més fuerza por lo mismo ‘que no hay ninguna diferencia entre una moral cris- Sana superior ¥ otra inferior. Es la idea de la teo- Gracia 0, mejor, bibligcracia, Pero, ciertamente, el Gjercicio de la teocracia es ahora diferente; ya no es la jerarquia Ja que manda a la autoridad secular Sino ia bibiocracia, que es administrada en kibre Concordia por la autoridad eclesiastica y por Ia secu: Tor. Ambas confesiones coinciden en. esta idea funds- mental. En su realizacion differen significativamente y,ello, con grandes consecuencias. En una forma més ‘dealista y espiritual, el luteranismo piensa en una cciGn puramente interna y espiritual de Ia palabra de Dios, Renuncia a toda constitucion eclesidstica propia detallada e independiente, que aseguraria su actividad, y renuncia tambien todas las garantias 43 para que la autoridad secular atienda a la palabra de Dios. No quiere sino mostrar la pura palabra de ios y no necesita mis que la magistratura de la pura prédica y de la pura administracion de 10s sacramentos, @ cuyo fin no retrocede ante ningén acto violent; pero todo el resto lo abandona al Espé ritu autométicamente actuante que irradia de la Palabra; y si la autoridad secular no se le quiere someter, soporta, con sumisién divina, el curso ma ligno de Satin, que tan facilmente incita a los funcio. narios y politicos de este mundo a la codicia y a la soberbia oa la indiferencia. Es un idealismo que caracteriza personalmente a Lutero y que, desde ¢l, imradia a toda la época orto. doxa, pero que coucuerda también con el respete conservador de Lutero ante lus autoridades y con todo el desarrollo absolutista de los territorios alema- nes. Por ¢l contrario, el calvinismo es mucho mas activo y agresivo, pero también mucho més metédico y sagaz, Se ha organizado en una republica zecien hnacida, que funda su existencia en el calvinismo, y se halla impregnado del caricter metédico y racional de ese discipulo de juristas y humanistas que era Calvino, que munca fue fraile como Lutero. A pesar de acomodar la Iglesia en el corpus christiamwn comtin y a pesar de la aplicada sumision civil de la lerecfa a la autoridad secular, configuré una cons- itucién eclesidstica biblica, reclamada por la reve- lacion, que hacia a la Iglesia mucho mas independien- te del acucioso amor cristiano de la superioridad secular, y le confirié, ademas, Ia disciplina de las costumbres, que desarrollé minuciesamente, en coope. racién ordenada con la autoridad secular, las normas élicocristianas y hasta Jas impaso violentamente en algunas ocasiones. En caso de que la autoridad competente fallara los magistrats inférieurs, es decix, los miembros de Ja comunidad que venfan inmediatamente después, tenfan el deber de forzar a In autoridad descarriada el mantenimiento de las normas cristianas. El calvi- 44 rnismo, que en el dogma es més espiritualista que el Iteranismo, en Ia practica era menos espiritualista @ idealista y se organizo con sagacidad secular para Ja lucha, récogiendo para ello todas las reglas de la Biblia; cierto que, a estos efectos, encontrs mejo- res consejos en el Antiguo que en'cl Nuevo Testa- mento. Por eso ha posefdo también Ia firmeza interna sufi cionte para poder sostener Ia Telesia en el paso al mundo modemo, al disolverse el corpus christianum, ¥ para pasar, primero de un modo provisional y Iuego Getinitivo, a la situacién de Iglesia Hbre, mientras que el luteranismo, primero, cavé en manos de un ‘erritorialismo no eclesiastico y, luego, dejé que el estado moderno le constituyera tna Iplesia artificio samente complicada en sus relaciones juridicas cscilante entre Ia dependencia y la autonomia. En todo esto se prosigue Ia idea catdlica de la cultura guiada sobrenaturalmente. Pero también per siste otra caracterfstica principal de esta culeura, el ascetismo. Cierto que se suele contar como un méti to especial del protestantismo que puso término al ascetismo y realzé de nuevo Ia vida mundana. Pero bay que pensar que el protestantismo ha mantenido con el mayor rigor la vista puesta en el ciclo y el infierno y que, al eliminar el término medio del pur gatorio, los ha impuesto con mayor efectividad, y ‘que su’ cuestién central de la certeza de salvacién se refiere a la salvacién eterna del pecado original; también hay gue considerar que el protestantisma ha reforzado todavia los dogmas agustinianos del pe- cado original absoluto y de la corrupcién absoluta de todas Tas fuerzas naturales, y teniendo en cuenta esto no se podra menos de reconocer que era impo sible que desapareciera la consecuencia ineludible dde Ta idea aseética y que slo pudicron cambiar st forma y su sentido. Asi ocurre también de hecho. El cambio en esto, como en otras innovaciones del Drotestantismo, 0s poderoso y consecuente, pero sigue Siendo para el mundo de hoy —por lo menos en esta 45 forme un elemento exrao gue lees comin st rotestantismo oon I religion medioval del mas a PICE| protestantismo ha climinado la diferencia de tos! dog gracon de la. poral eristana, con fo cual a vieja Taesia habla instaurado sin compromiso entre tas exigencies de la moral del mundo y la vieja moral Grima del mds. alle, indiferente al mando. ‘a Suprimido cl monacato y el culo monacal del cleo. Pero no lo ha hecho porque hublera reconpcide emo fines propios, autonomos, en singin sentido, los var Totes 5 blenes intramundanos, ino porate vio.en el intent de spartarse del mundo ‘una tarea iit, puss obedecia a la propia eleccidn y signilcaba una Excltacion de tio exlermo, Considera el mondo sus brdenes como. dados por la ereacia y"tambign Gomo el supuesto terreno natal de ta ascion cris Sana. No hay que sustmerse_artificosamente a estos supuestos naturales ¥ dificultarse en apariencia, me dignte condiciones escogidas, una tarea gue, en realic dad, queds facifeada. ‘al cosa supone ta insensatez de'los métitos y de la cooperacion humana con la gracia, y esconde Ta difcultad genuina de Ia tarca, inde poscer el miuado como sl no se poseyera. Cierto Que so alberga en esto una cetimacion Instintiea mis fuerte del orden de fa creacion que Tague poscia tl catolicismo eon su idea del "supramundo” y' de la “cupernaturaleza” como. etapas pretendidamente st ores » ms vallosas, una iterpretacfOn mos honda Ser ordi salvador y del oeden natural que rl poseido por el caroliismo eon sus yuxtaposiciones y supra: Crdinaciones. Hasta se puede desir que se eneierra faqul una captacion instintivamente diferente de 1a idea de Dios, considerandose la naturaleza y Ta gracio ho como emanaciones diversamente escalonadas sino formando intima y escnclalmente ‘tna sola cosa. La diterencia entre la Kea protestante ya eatliea acer ta del estato originale testimonio de ello. Pero solo wale para este eslado original. Ya no sirve en Io Suan del gran envenehamiento del mundo que 46 se produce con el pecado original. Desde entonces todo —el mundo fisico, la criatura infrahumana y Is humana— vive en la noche de la impoteneia y Gel sufrimiento. No es posible asf una valoracién del mundo presente en razén de Ia riqueza y de la belleza del mismo, no es posible una estimacién de los bienes hiistorico-culturales en virtud de un valor moral propio que les seria inherente. Pero una tal valoracidn es, precisamente, lo que caracteriza la sensibilidad secur lar y cultural modernas; el mito de Ia caida y de la condenacién del mundo ha perdido en él, practice mente, toda efectividad. Y aunque, como ¢s natural, persiste todavia el anhelo por encima del mundo de la cultura, Ia relacién con Ia naturaleza y con el Acsarrollo cultural historico se siente de manera muy diferente, como podemos ilustrarlo claramente con la sabiduria del viejo Goethe. De esto se halla a gran distancia la actitud protestante ante el mundo ¥ Ja cultura, EI mundo es aceptado, siempre, como el escenario de muestra accién prescrito por Dios, como se acep- tan la Tluvia y el viento. Tenemos que acoplarnos a 41, sumisamente, y no tratar de salir de él, pero Jamés apegaremos nuestro corazén a él ni lo quere. ‘mos por si mismo, En modo alguno, ni siquiera lint tadisimo, es algo divino, sino tna disposicién de la yoluntad divina en Ia que no penetra el ser divino. Solo por voluntad de Dios y por obediencia tenemos ‘que contar con él, aceptarlo. La esencia del mundo son la cruz y cl dolor, v Ia muerte y Ia enfermedad, la desgracia y Ia impotencia nos recuerdan siempre la condenacién del pecado. Tenemos que vivir en él ¥ superarlo, viendo toda nuestra salud en nuestra jus ficacién y en el sactificio de Cristo por nosofros; sin fiar nunca en el mundo y contando siempre con el castigo de Jos pecados, pero sometidos humildemente a dl ya su curso, Humildad, obediencia y confianza en Dios, he aqui Ta actitud ante el mundo que se adopta con toda pasién, como castigo de nuestros pecados y como ordenamiento de Dios, y cuyas raras aT alegrias no son mis que un reflejo fugex de 1a bon dad origina de 1a creacion. “En la bibhograa mis reciente, en que se ve con especial fuerza esta, oposicion, se ba hecho habitual designar como avcttiges una’ moral y una concen- cién del mundo que descansan en el abrupto ata fonismo Gel squonde y sl allende y convierten asi Enrealidad cada en ut “valle de légrimas", © pesar de que la palabra ascetismo signifies, orjginalment, finda mas" que” una’ consceuencia. posible, pero no Hempre presente, de esta concepeign del mundo, el Giese de i oman a mandy eS Superactén, En aguel sentido més ampli, & l"evangelio protestante es ascttio, a, pecar de la Geogida que. daa motivos seculares; éalos. no han faltado tampoco en el catolcisma. Es un ascetismo Ge no deja de serlo poraue no se maulieste como Mhonacato, pues niega el mundo intimamente ¥ desde dentro, sin abandouarlo por Micra. Se puede desig far, a diferencia del ascetiamo eatlico, que se man Fiesta on una vida al margen del mundo, como asce tismo fntromdano y basta con que Fecordemos el Inundo espritual_dcl Renacimlento "la. ezaltacion fel mundo dela poesia moderna o de la tenia para Sentir que tambien este ascetismo intramundano es Yendadero ascetiomo, pues cl ascetiamo debe seguirse hecesariamente del fundamento de todo el sistema de salvacion; la salvacion sobreaaiural con respecto fla naturalcza, corrompida ¥ abandonada a Su suet je, es tambien Ia idea fundamental dal protestants sho" En esto concusrdan las dos confesiones, pero en A eonfiguracion so difereneiaa, sin embargo, en for ia ay significative, El ascetismo del luteranisme Tabign esta sostenido por el espiritu iealista de utero; sin rogla al coaccion, sin plan i ley, queda banonado a ia conciencis de cada uit. No es racic: 2 La expresion ha sido acufada por Max Weber en. st ‘ran obra sobre le éilca protestante ¥ el espiritu del ca Fitalismo: Die protestantische Ethik und der “Geist” des Kapiatismus thay trad. esp 48 nalizado ni disciplinable, sino que sigue siendo una fuerza libre del sentir y, por eso, reconoce individual. mente tanta adidfora. Asi se mantiene més libre y mis intimo. Por otra parte, dada la repugnancia del Juteranismo a intervenir activamente en el mundo y dada su confianza en la accién automatica del Espiritu, es mis bien un puro suitir y tolerar el mundo gue, en ocasiones, no excluye tampoeo una alegria reconocida y obediente; pero, esencialmente, es un acomodarse y entregarse, un colocar toda es: peranza en el més alld beatifico y una alegria de mar tir en el mundo. Es el ascetismo en el sentido modern, mas amplio, de la palabra, como temple metafisico de Ia vida, por lo demas genuinamente Iu terano —y humanamente muy simpitico—, entreve- ado, sin principio alguno, con el reconocimiento cor- dial de los buenos dones de Dios. |Blassotsmo calvinisa es muy diferente, Como e calvinismo en general, es activo y agresivo, quiere plasmar el mundo para gloria de Dios y doblegar a los condenacios bajo el reconocimiento de Su ley quiere crear y mantener con todo rigor una. comuni dad cristiana. A este fin racionaliza y disciplina todo el obrar en una teoria ética y en un ordenamiento disciplinar eclesidstico. Va reduciendo cada vex mis la esfera de las adidjoras, abandonada por Calvino por no importar a los medios de salvacién, persi {oda estimacién de las cosas de este mundo como fin propio con el anatema "endiosamiento de la crialu. 1a", pero reclama el aprovechamiento sistematico de todas Jas posibilidades de accién que pueden contri buir al progreso y la prosperidad de la comunidad cristiana, Repricha toda complacencia coma pereza ¥ falta de seriedad, pero lo Hena todo con el senti- miento fundamental del trabajo por Dios y por e honor de su comunidad. Asi, el espiritu de la ética calvinista lo componen, junto a la actividad y el rigor extremados, una per: Teecién metédica y una finalidad eristianosocial. Se trata mas bien del ascetismo en el viejo sentido ético 49 de 1a palabra, como disciplina metédica del hombre natural para el finde [a otra vida, y en algunos spectos coincide con el ascetismo jesuita, como mu Ehas yooes se ha selialado. El luteranismo tolera al ‘mundo en cruz, dolor y martizio; el ealvinismo lo so- jurga para gloria de Dios en un trabajo sin tregua, en agin de la autodisciplina que inculca cl trabajo y en razia tambien de Ta prosperidad de la comunidad Cristiana que se alcanza con el. Pero ammbas formas e_ascetismo corroboran en el fondo, solo que de iferente manera, el ascetismo de Ta rigurosa fe fe salvacién; el luterano evita el naturalismo y Ia con- {lanza en las fuereas e incitaciones naturales, el calvi- nista evita el endiosamiento de Ia criatura impliito fen toda forma de amor al mundo por el mundo mis- ‘mo. Ambos se entregan a la finelidad divina y ultra- aundaga ‘del mundo, el uno padecienlo, lotro Si recapitulamos todo Io dicho hasta aqut, resul tara obvio que el protestantismo no puede significar Ja inauguracién del mundo moderno. Por el contra No, a pesar de todas sus nuevas grandes ideas, se nos presenta de pronto como renovacidn v fortalecimiento del ideal de'la cultura eclesiéstica compulsiva, como Teaccién plena del pensamiento medieval que sofoca de nuevo los gérmenes ya logrades de una cultura libre y secular. Goethe lo compara con la Revolucion francesa: “desplazsba Ia edueacién sosegada”. Ha ‘ccasionado, ademas, la restauracion de las ideas del catolicismo y, asi, Europa pudo revivir, a pesar de la expansion coctinea de las ideas y de las formas de vida del Renacimiento, dos nuevos siglos de espirita medieval. Quien proveda de la historia de ln vida “pstatal ode la economta, no tendra. esta impresion, ie en estos terrenos Jos gérmenes de la baja idad. Media se fueron desarrollando sin interrup: cid y hasta tomaron a su servicio en buena parte Al protestantismo. Pero quien proceda de la historia Ge'la religion, de la ética y de la ciencia, no podra sustraerse a la impresion de que solo la lucha lbe 50 radora de fines del a1 y del siglo xvrrr acabé funda- fnentalmente con la Edad Media, Pero por eso mismo nos acucia més la cuestion ite en qué medida, a pesar de todo, el protestantismo fa podido colaborar destacadamente en la creacién el mundo moderno. No se puede dudar del hecho Ghemo. La paradoja se resuelve si perseguimos 1a Indieacién que se nos ofrece con este planteamiento el problema y buscamos la significacién no, en pri her termino, en tun renacimiento o nueva formacién mnerales de’ toda la vida, sino mayormente en con jencias indirectas y aportadas de modo incons: iente ¥ hasta en efectos accesorios contingentes us en influencias provocadas contra la. propia vo Tuntad y, sobre todo, st junto al protestantismo genui- ho tenemos en cuenta los efectos, emiretejidos con &, de la critica humanista, de las sectas baptistas {eel subjetivisme mistico.¥ con tanta mayor cla Hidad_se mostrar el punto en el que se da una conexién realmente mds directa e inmediata ‘Trataré de eshozar estas consecuencias en cada ‘ono de los campos de Ja cultura y las dividiré, por Jo tanto, Intencionadamente, segun estos diversos pun- tos de vista, Solo si se renuncia a una construccién tnitaria basada en una idea directriz de la que se supone que todo lo engendra y plasma, y se toma en cuenta la plenitud de diferentes efectos paraleios t independientes y hasta entrecruzados, se puede lle- gar a una comprension de la conexién causal efectiva, No hay que menospreciar en tales asuntos la casua Jidad, es decir, el enlace de varias series causales jndependientes entre sf. No por eso se cancelan las grandes lineas del desarrollo ideal directo ni se nic- on, sino que se protege asi uno contra Ia confusién pel desorden. Sélo de este modo se destacara ese Gesacrollo si es que verdaderamente existe. 51 Vv La mengen circunstancia y que mayormente se des taca es qus_cl_protestantismno. fa quadraraado Jurca de la cultura ectesisticg, a pesar de. ‘iacion. pasdjera, medlante Ta Faptura, del. domin(S nico dela esta entice. Tres Iglesias infalibles ‘que se excluyen y condenan reciprocamente. desacre: divan a fa Tplesia en general, pues no puede haber va Flas. Los sigios avr y sult no son ya Baad Media, pero {ninpoce son, todavia, Epoce Moverna; son la epoca canfesional de Ta historia europea, y s6lo’de la tric: Clin sectproea, aunque relative; de estos tres sobre hnaturalismos ha navigo el mundo moderna, que si bien conoce lo suprasencible, no ast lo sobrenatural ‘medieval. El protestantismo disuelve et régkmen ecle- Mstico Crstiono-y- sus fundamentos.sobrens trates Contra st propis-voluntad. pero con un efecto real, fue se destaca cada ver con mayor claidade La pluralidad de Telesas ha-enconadasla forend Iado.mds qué-Cual(uier-otra-come-a lor “iiserinos y ‘eutrales’eomo en Francia fa politica del cancille ‘Ge THpital y en los Palses Bajos la de los Orange ¥ la de ta pacicacin de Gante. Ricardo Rothe hl Zido el primero en hacer resallar este efecto y st Sigieacin, A city se afade que la esimetura cle Silstica interna de a-tgleste protestants sobre det hafetaniemo, es Tico mae dsbil que Ta del cate Ticiamo, spor fo tate, ha poseldo frsnte-al-munt de sagas un ferea de ressenc menos lensoee que eT eifalicisma, Pste-€s- es i de a ane Se io re aks oe ee ss ae ai a, De facut ee ee ama a gegen isp cues a ete eee ree 2 to fe ca PS wing lon ny go eo iog mc een eae los lpn ect cone eta 2 OUI Toe ee ee : Pee fe Sy amin ec ie Tate al one i si pecan de apr Ae deg te rs crs op ne ie tac exec cn a i ences, itn Ea ae ia Tes ot ie ele cr rae on oleate Sei cle i eae tls en income i eel see As Ser on ai Gee myers Yue 0 a Tse Geka mca 3s ome ane te rs mae or aes 9 106 con juicios de valor que destacan del presente aquella fuerza que consideran como la més honda y fundada, ¥y que se encomiendan a la voluntad practica para que plasme Ja situacion partiendo de ese centro. Puede {que asi sea, pero, en tal caso, rebasamos los marcos de esta investigacién Porque tratamos de exponer Ia conexién causal entre el protestantismo y el mundo moderno, caso de que tal conexidn exista. No pretendemos estable- Cer ningtin juicio de valor ni sobre la cultura moderna ni sobre el protestantismo. Nos interesa unicamente la significacidn real del protestantismo en el naci- miento de la cultura moderna, incluidos también sus elementos religiosos, v no de su significacién norma- tiva para la existencia, consolidacién 0 prosecucién de esa cultura en la actualidad. Y tampoco quiero aprovechar el final de mi trabajo para colar un Juicio Semejante. He agui un asunto que me Ievaria dema- siado lejos y que no pertenece a este lugar. Pero quisiera’ destacar dnicamente aquello que a este res pecto parece resultar directamente de mi investiga cién. La cultura moderna se caracteriza por una amplitud e intensidad enormes de la idea de liber tad y personalidad, y ello constituye su almendra mis rica. Esta idea se ha desarrollado espontineamente en todas Ios dominios de la vida bajo Ia constelacion particular de las circunstancias, y del_ protestants mo no ha recibido sino un fundamento religioso. metafisico poderoso, pero, por lo demés, independien- te en si mismo. Se plantea la cuestion de si esa constelacién de eircunstancias y, con ella, el suelo fecundo que ha supuesto para la idea de libertad se afirmardn duraderamente. Dificil resulta asegurarlo. ‘Nuestro desarrollo econémico parece mas bien orien- tarse a una nueva servidumbre y nuestros grandes estados militares y administratives no son demasiado favorables al espiritu de Ja libertad, a pesar de todo el parlamentarismo. También podemos dudar que vyictima del especialismo, nuestra filosofia, agotada por un febril examen de todos los 107 puntos de vista, y nuestro arte, cultivador de la hiper- Sensibilidad, sean mas favorables a este respecto. En los tiempos de presion y de retroceso de la libertad que se avecinan queda, sobre todo, aquello que ha prestado a todo el edificio ina buena parte de su fuer- 124, a metafisica religiosa de la libertad y de la con- ‘viecién personal de Ja fe, que ha colocado la liber- tad tan en alto que nada “demasiado humano” pueda corromperla: la fe en Dios como la fuerza de donde nos viene Ta libertad y Ia personalidad. Tal como yo ‘veo Ja situacién, no puedo menos de terminar dest cando la conclusion siguiente: conservemos el princi- pio meiafisicoreligioso de la libertad, pues de lo con- trario nos faltarin la libertad y la personalidad en ‘el momento en que mas clamorosamente nos enorgu: Tezcamos de ellas y del progreso. 108 | INDICE, Nota sobre ef libro y ef autor Nota del autor % Thane es m1. Vv. v. B 30 8 2 oT

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