Está en la página 1de 17
Capitulo 8 Criterios para la eleccién de cimentaciones José M.* RopRiGueZ ORTIZ INTRODUCCION Una. vez. conocida ta naturaleza del terreno se plantea el.problema de elegir fa cimentacion mis adecuada, tanto desde el punto de vista geotéenico y estructu- ral como econémico, estando este iltimo punto muy ligado a la mayor 0 me- nor facilidad constructiva. i el estudio geotécnica esti bien realizado y lo redacta un especialista en ci: méntaciones, las conclusiones del mismo deben definir 1a cimentacién mas aconsejable 0 come mucho proponer dos alternativas en funcién de otros fac- tores no dependientes del terreno. ‘Sin embargo, en Ia realidad son escasos los estudios verdaderamente conclu- yentes, que permiten pasar directamente a la fase de proyecto, bien por no de- finir las profundidades de cimentacién o las presiones de trabajo, bien por ofrecer tal abanico de soluciones que hacen muy dificil la decision del proyec- tista, De estos defectos no siempre se debe culpar al autor del estudio ya que la contratacion «a la baja © las excesivas limitaciones presupuestarias pueden haberle obligado a reducir los reconocimientos y ensayos por debzjo del mini- ‘mo necesario para una correcta definicién del terreno. Por otra parte son frecuentes Ios casos en que un estudio ambiguo o insuficien- te deja abierta In puerta a las reformas del proyecto, proponiendo el contratista costosas cimentaciones bajo el pretexto de una mayor seguridad o para cubrir aspectos no previstos en el estudio geotéenico. ‘Todo ello da idea de que la adopeién de una determinada solucién de cimenta- cién no es la conclusién de un proceso matematico sino mas bien un arte en el ‘que queda mucho lugar a la experiencia’ y @ la valoraciOn simuttanea de nume- rosos factores. Por ello, en este capitulo solo se dardn eriterios orientativos pa- ra los casos mas frecuentes en la practica, pero sin pretender fijar reglas ina~ movibles, lo cual seria, por otra parte, ilusorio dada la gran variedad de situa cones que pueden encontrarse en la realidad, 2. INFLUENCIA TIPOLOGICA ENTRE LA CIMENTACION Y EL EDIFICIO En la practica habitual un edificio se proyecta sobre bases funcionales y estéti- eas, encajando’ después una solucién estructural y, en iltimo lugar, eligiendo una cimentacién mas 0 metios convencional. En algin caso la estructura hace valer su peso en el proceso arquitect6nico co- ‘mo cuando se trata de cubiertas de grandes luces 0 editicios de gran altura, pe- ro muy rara vez se cuenta con la cimentacion como factor influyente en el di sefio. Este modus operandi es licito y correcto en muchos casos, pero no cabe admi- tirlo. para todas las situaciones. Igual que en determinadas zonas se imponen Tas reglas de disefio antisismico, en diversos tipos de terrenos es necesario partir de unas bases geotécnicas de proyecto. Curiosamente esta influencia del terreno en la Arquitectura ha estado patente desde épocas muy remotas. Recordemos los palafitos de las civilizaciones neoliticas y Ja arquitectura caldeo-asiria condicionada por la baja capacidad portante de las llanuras alu- viales de Mesopotamia, que nunca hubiera permitido piramides de tipo egipcio. 249 El arte griego, de gran solidez y peso, fue posible gracias al excelente terreno de cimentacién y a la abundancia de marmoles y calizas. En Ia Edad Media las chpulas fracasaron con frecuencia por tratarse de un sistema constructivo muy. exigente respecto a la deformabilidad del terreno, siendo un notable ejemplo el caso de Santa Sofia, Algo semejante ocurrid con los arcos roménicas y g6ticos que, incluso con la mejora de las transmisién de cargas al terreno mediante arbotantes, conocieron, ‘numerosos problemas como el hundimiento de la Abadia de Cluny III en 1125 © los inverosimiles desplomes de Santa Maria la Real del Sar en Santiago, La arquitectura militar holandesa tuvo que recurrir a muralllas de suave talud por Ia deficiencia del terreno mientras que los castillos franceses y espafioles osten- taban muros verticales, permitidos por la cimentacion sobre roca. Y asi multi- tud de casos, desde los rascacielos de Nueva York, cimentados sobre granito, a las viviendas «flotantes» de la ciudad de Méjico. En el desarrollo historico la evolucién de los sistemas constructivos ha estado jalonada de los inevitables fracasos que supone la investigacion empirica. En el ‘momento actual los conocimientos técnicos y las exigencias sociales hacen i Justificable esta forma de actuar. La concepeién estructural del edificio debe hacerse previendo la respuesta del terreno @ las futuras cargas. En un terreno con problemas de asentamiento una estructura rigida, de hormig6n armado,, puede sufrir dafios considerables, jentras que uria estructura metilica flexible se acomodard con mayor facili- dad a Jos movimientos del terreno. Lo mismo puede decirse de los forjados, ce- rramientos, ete. Esta interaccion funcional ha llegado a st maxima expresion en el caso de la «construccién dividida» (split construction) empleada en terrenos expansivas 0 cn el sistema CLASP utilizado en zonas de subsidencia minera, Sin Tlegar a tales extremos pueden conseguirse encajar cimentaciones poco cos- tosas, sin riesgos apreciables, recurriendo a disefios cuidadosos respecto al peso y tigidez de las fabricas, disposicion de juntas, atado de la estructura, refuerz0 y limitacion de huecos 0 partes débiles, etc. Un factor importante es la existencia o nd de sétanos. Su mimero no debe fi- Jarse con independencia de las condiciones del terreno, sino, de preferencia, en funcién de éstas. A titulo de ejemplo pueden citarse las situaciones siguientes: = Roca a escasa profundidad, requiriendo voladuras 0 costosas obras de excavacién, — Firme a 4-5 m, facilmente alcanzable desde un sotano, pero com- plicando la cimentacién si el edificio no lo lleva, — Edificio sobre terreno blando cuyo peso puede compensarse con Ia excavacion de s6tanbs (1 sotano equivale a unas 6 plantas de supe- estructura). — Un segundo 0 tercer s6tano bajo el nivel fredtico puede obligar a realizar todos los sétanos superiores al cobijo de pantallas, mien- tras que, én su ausencia, podria bastar con muros convencionales. — Un estrato firme, de espesor limitado, puede ser eliminado para excavar un sétano, obligando a cimentar el edificio sobre pilotes a considerable profundidad. Sefialemos, por ultimo, que la cimentacién constituye una «condicion de bor- den de la estructura y que no siempre puede suponerse un empotramiento per- fecto entre ambas. La rigidez de la cimentacién y sus posibilidades de giro 0 movimiento influyen sobre la ‘distribucién de esfuerzos en la estructura, con una incidencia importante en el caso de cubiertas laminares, arcos y cipulas hi- perestiticas, etc. EI proyectista debe conocer o imponer los grados de libertad de [a transmisién de cargas al terreno, los cuales varian considerablemente de unas situaciones a otras. 3. INFLUENCIA DEL TIPO DE EDIFICIO Parece existir un principio general respecto al coste aceptable en la cimentacién de un determinado edificio, manejdndose como valores usuales Ios del 3 a 8% del coste de ejecucién material. 250 En edificios singulares 0 en aquellos cuya finalidad o ubicaci6n en terrenos problematicos exigen una sofisticada infraestructura puede legarse a porcenta- jes de hasta el 20% pero estos casos ho pueden considerarse significativos. Dentro de estos planteamientos la deduccién inmediata es que los edificios de escasa importancia, ligeros, de pocas plantas, etc., deben intentarse cimentar de forma barata, es decir, superficial, mediante zapatas 0, como mucho, po- 208. Lo’ edificios de altura admiten con rélativa facilidad la repercusion de cimenta~ clones més costosas como losas o pilotajes, soluciones que, por otra parte, se hacen inevitables en cuanto el terreno'es de resistencia media a baj 1Los edificios muy esbeltos y de gran altura como iorres o:rascacielos estan so- idos a fuertes empujes horizontales de viento y en muchos casos deben tam- bien proyectarse para resistir acciones sismicas. Los momentos de vuelco trans- mitidos a la base del edificio dan lugar a fuertes tensiones de borde, unas de iaccion y otras de compresin que, en terrenos deformables pueden’producir iros 0 inclinaciones irreversibles. Lag soluciones usuales consisten en: — Reducir' la deformabilidad del terreno, consoliddndoto 0 inyectén- dolo. — Transmitir las cargas a pilotajes profuridos, con niveles de asientos muy reducidos. — Reducir las tensiones de apoyo recurtiendo a grandes losas de ci- mentacion, cuyo peso sirve también para centrar la resultante de las cargas. — Construir cimentaciones profundamente empotradas en el terreno de forma que los esfuerz0s horizontales y los: momentos sean con- ttarrestados por la resistencia pasiva del terreno en la superficie la- teral y en el fondo. Es importante comprobar que no. xisten zonas de diferente compresibilidad {que puedan inducir asientos diferenciales en las losas de cimentacion de estos edificios. Sia resistencia del terreno es baja, una solucién habitual consiste en recurrir a una cimentacién compensada, intentando que el peso dé las tierras excavadas para la ejecucién de sétanos equivalga al peso del edificio, resultando por tanto una carga neta muy pequehia 0 nul, Si las cargas del edificio no son homogé- neas, por existir cuerpos de distintas alturas, los sOtanos suelen escalonarse para conseguir la misma carga neta en toda la superficie. En casos de resistencia muy baja y. tertenos compresibles en profundidad y cuando no es posible una reduccién importante de lz carga neta por razones funcionales, posicin de nivel freatico, etc., la solucidn anterior suele combi- narse con un pilotaje flotante. En el caso de edificios may altos ¥ esbeltos (por ejemplo torres de televisién) deben tenerse en cuenta los fenomenos de inestabilidad derivados de la ligera excentticidad.de cargas inducida por defectos constructivos, dlstribucion inter“ na, 0 acciones exteriores, como el viento, dando lugar a giros de la cimentacion ‘que pueden llegar a ser irreversibles'y de rotura o vueleo (1). Cuando se trata de construir gran nimero de edificios de altura moderada y existen fuertes limitaciones de coste debe considerarse la posibilidad de pre- fabricar las cimentaciones (se entiende de tipo superficial ya que los pilotes de hinca también se prefabrican). (0) Para una torre de peso P y cimentaciSn circular de radio ais ature critica se estima por 4g siendo E y » los packmetras eliticos del terreno para el tipo de soictacion prevsts(ripida 0 Jenfa) Sil, menor que fa altura real habrd que aumentar el radio dela eimentaciin o reduc ta feb en mie (mento de), joan tee 0 recurs cena profunda. 251 Las soluciones mas usuales son: — Colocacion de zapatas monoliticas prefabricadas (generalmente bloques ciibicos o en tronco de pirémide) en huecos previamente abiertos en el terreno. El contacto puede asegurarse con inyeccién de un mortero, arena compactada, etc. Los pilares, si son metali- cos se sueldan’o atornillan a placas previamente colocadas en las zapatas y sin son de hormigén se encofran sobre los hierros de es- pera previstos en las mismas. — Construceién de zapatas con un plinto hueco (fig. 8.1) en ef que se encaja el pilar, genralmente también prefabricado, sellando la uunién con un mortero de cemento, eventualmente con resina, ay | Le a eT ig. 8.1.—Zapata prefabriada, 4. CONDICIONANTES ECONOMICOS El factor econbmico es de muy dificil tratamiento en la cimentacién de edifi- cios y no puede contemplarse con la misma Optica que en otro tipo de obras, Sin entrar en los aspéctos deontolégicos del proyecto de cimentaciones supera- bundantes o excesivas, cabe preguntar si es légico ahorrar o escatimar en las ci- mentaciones cuando de ellas depende el futuro de edificios de coste 50 6 200 veces mas elevado que el de los propios cimientos. Afortunadamente son muy escasos los riesgos que se corren en este tema cuando se trata de edificios im- portantes. Pero existe otro aspeclo del problema y eg el de la errénea valoracion de algu- nas soluciones constructivas. Muchas veces se valoran los materiales empleados cuando lo verdaderamente costoso es la mano de obra y el tiempo empleados. Los ejemplos son muy numerosos. Colocar armaduras en el fondo de un poz0 ¥ luego encofrar un plinto armado 5 mucho més costoso que rellenar el pozo de hormigéa en masa y bastante menos peligroso. Una cimentacion por pilotes cortos (<10 m) barrenados puede ser mas°Barata que una cimentacion superfi- cial que exija entibacion 0 agotamiento y con seguridad mucho més rapida. El coste de las excavaciones para zapaias 0 pozos puede aumentar exponen mente con la profundidad si hay que entibar. Una cimentacién por losa puede ser mas barata que una por zapatas si se cuentan los encofrados, riostras, sole- ras, ete. Un pilotaje puede ser mas econdmico que una losa 0 ai contrario, se- sin su iongitud, etc, Se puede concluir que siempre conviene hacer una comparacion entre posibles alternativas partiendo de una valoracidn realista de los costes de materiales, de Jos plazos de ejecucién, de la facilidad de inspeceién y control y de la garantia de comportamicnto bajo las cargas del edificio, sin olvidar la resolucién de los problemas de interaccidn con otros edificios. 5. CONDICIONANTES IMPUESTOS POR LOS EDIFICIOS PROXIMOS En un nimero relativamente frecuente de casos no existe completa libertad en la eleccién del tipo de cimentacion por la existencia de edificios medianeros, obras o instalaciones que imponen determinadas limitaciones. 282 Pueden citarse como mas tipicos los casos siguientes: — Edificios antiguos con cimentacién somera, generalmente en mal estado en terreno blando 0 arenoso flojo. Esta situacién puede obligar a: — Realizar las excavaciones de sotanos al abrigo de pantallas in sifu 0, en casos mas delicados, de pantallas de pilotes poco deformables. — Consolidar. el terreno previainente o incluso recalzar los edificios adya- centes. — En el caso de tener que cimentar el nuevo edificio mediante pilotes, evi- tar los de hinca o desplazamiento: — Bn el caso de cimentaciones por zapata o losa deben estudiarse los asien- . tos inducidos en los edificios préximos (generalmente no son admisibles si las cargas del nuevo edificio son importantes). — Bstudiar las eventuales modificaciones del nivel fredtico en el entorno, tanto:si-asciende por haber reducido la seecidn de los acuiferos, como si se deprime al realizar agotampientos para trabajar en la nueva excava~ cion. Ambas situaciones pueden dar lugar a asientos en otros edificios. — Edificios ligeros cimentados sobre pilotes: Nuevas cargas superficiales pueden inducir flexiones laterales 0 rozamientos negativos por lo que seré casi obligado cimentarlas profundamente, — Edificios adyacentes con cargas muy diferentes: Cuando se va a construir tun edificio de gran altura y cargas junto a otro de menor importancia, este liktimo se vera inevitableniente influido por la «cubeta de deformaciones» del primero (fig. 8.2) salvo en el caso de que éste 0 ambos se cimenten sobre pilotes trabajando por punta en un-substrato firme. Fig, 8.2.—Asientos indueldos por edifiis altos en otzos preenstentes. 6. CONDICIONES DE UTILIZACION DE 10S DISTINTOS ‘IPOS DE CIMENTACION ‘Como se ha seftalado al principio, el proceso de seleccion de un tipo de cimer tacién suele ser relativamente complejo, salvo en algunos casos triviales. Sin embargo, cabe establecer algunos criterios orientativos para situaciones norma- les, haciendo abstraccion de algunos Factores de tipo econdmico y constructivo relativos a obras de infracstructura figados a las cimentaciones como la excava- cin y contencién de sotanos, drenaje de filtraciones, etc. Por otra parte debe~ ‘mos limitarnos a las soluciones tradicionales y convencionales ya que existe una amplia. veriedad de. patentes y sistemas mis 0. menos sofisticados pero cuyo empleo es muy restringido, como es el caso de las columnas de grava, los ci- mientos celulares, las soluciones mixtas zapatas-pilotes, etc. Otras soluciones ‘como los pilotes de madera, los pozos indios 0 los cajones de aire comprimido han caido en desuso y pricticamente no se utilizan en edificacion. 253 En la fig. 8.3 se ha intentado esquematizar el proceso de andlisis de factores pa- ra elegir una tipologia de cimentacién. En los apartados que siguen se de- sarrollan con mayor detalle las lineas expuestas en dicha figura. Losoraatal Reconitinieato Tipode eis, ¢ fm} scotéenizo + difico, Informacion previa Pruebas y ensayor cares, ae. “Tenreno eran Tipo de ‘Terreno cobesiva (arenas, 70a) teneno (erllasy * os alranico peat esistnca seid Teena manic ‘Shela opacons Mia | Sees Mea Opinion Pei |B aad Malt AEE 8 : ii te Ne Bala —“Teformabilidad = (ic ia Fi oa, Neavo ea fet tc | Toca ‘catia Positive: | Amis | | | | y t | cinenacion rece Mejor det fe] cinenasionpofanta [_ | anal Tossa) terreno ‘pilotes) Fig, 8.3.—Bsquema de decision en I sleccidn decimentacones(excluldesterrenos problemiticos). 254, 6.1, Cimentaciones por zapatas Bs la solucién tradicional de cimentacion, preferida por su economia y facilidad de ejecucién. En edificios sobre roca se utiliza con cualquier altura (presiones de trabajo hasta 40 kp/cm? en el World Trade Center y en el Empire State, sobre granito). Sobre suelos normales la gama usual de presiones varia de 1 a 3 kp/em?. Con pilares cada 25 m®, cargas totales de 1.000 kg/m? por planta y ‘una ocupacién por las zapatas no superior al 50% del érea del edificio, las pre- siones anteriores limitarfan las alturas aceptables a 5 y 15 respectivamente, lo cual da idea de por qué la cimentacién por zapatas va perdiendo campo en la ‘moderna construccién en altura. Por el contrario deben darse condiciones ex- cepcionalmente desfavorables para que no puedan cimentarse por zapatas edifi- ios de menos de 3 plantas. Dentro:de los terrenos naturales podria ser el caso de las arenas muy flojas y de las arcillas muy blandas, pero estas formaciones ara vez se enctlentran en nuestro. pais con capacidad portante inferior @ 1 kp/em? (teniendo en cuenta los asientos admisibles). Et empleo de zapatasvexige un terreno de resistencia media alta, sin intereala- ciones blandas en la zona de influencia de cada cimentacién (la imagen del «bul- bo de presiones») 0 en la afectada por la superposicion de presiones de zapatas adyacentes. Cuando no existe este efecto de superposicion (grandes luces) cabe aprovechar capas superficiales resistentes (costras desecadas 0 cementadas, terrazas com: pactas, ete.) aunque por debajo existan-capas mas flojas La situacién ideal para la ejecuci6n’de zapatas es cuando el terreno posee cohe- mn suficiente para mantener verticales las excavaciones, no existe afluencia de agua y cl nivel de apoyo se encuentra a menos de 1,50 m bajo la superficie, En ‘condiciones mds desfavorables se han construido zapatas én terrenos inestables, ‘con profundidades de 3-4 m (entrando ya en el campo de los poz0s), con enti- bacién y agotamicnto del agua, etc., pero en estos casos'el coste-de ejecucion ya deja de ser competitivo con otras soluciones como las Josas 0 pilotes. Para edificios ligeros y muros de carga las zapates corridas, de hormigon en masa, constituyen una solucion frecuente. Sin embargo debe pensarse que un li zero armado de la base de la zapata y el empleo de hormigones de buena cali dad (£,,= 180 kp/em?) mejora considerablemente el comportamiento de la ci mentation frente a asientos diferenciales, agresividad, etc., con un incremento de coste muy reducido. Respecto a las zapatas aisladas se han superado ya los laboriosos disefios de za- patas flexibles, con canto variable y optimizacion de la armadura, en favor de Zapalas semirigidas o rigidas de canto constante, eliminando al maximo los en- cofrados. Cuando el firme esta a mas de 1,20:1,50 m de profundidad es frecuente relle~ nar el fondo de la excavacion con hormigén pobre, practica mucho mas defi ciente que construir las zapatas en el fondo y recrecer con un plinto de hormi- g6n, pero admisible en bastantes casos. Por su propia naturaleza, las zapatas aisladas permiten que los pilares asienten independientemente y presentan escasa resistencia frente @ giros.o desplaza- mientos horizontals, Todo ello hace aconsejable el empleo de riosiras uniendo las 2apatas, 0 combinar en una sola Zapata las de pilares.préximos. Debe tencr- seen cuenta, sin.embargo, que las.riostras,.salvo que sean de extraordinaria r gidez, son incapaces de homogeneizat los asientos de las zapatas que conectan. En una situaci6n limite la combinacjén de zapatas y riostras llega a constituir tun verdadero emparrillado, concebido como una reticula de zapatas corridas. Es un sistema poco utilizado por el elevado coste de encofrado, lo cual condu- cea las soluciones tipo-losa. Sin embargo la forma de trabajo es més clara que en las losas y el célculo se realiza con gran facilidad mediante los programas de estructuras reticuladas. 6.2. Cimentaciones por losa Tal-como se senalaba en el Capitulo 4 se Heya a la cimentacién por losa cuait- do: — Fl Area de zapatas ocuparia mas del 50% de la planta del edificio, para la presion admisible del terreno. 255 — Se requiere un sétano estanco bajo ef nivel freatico (olucién a combinar con muros o pantallas también impermeables). — Se desean reducir los asientos diferenciales en terrenos heterogéne- 5 0 con inclusiones o defectos errdticos. — Imteresa conseguir una mayor presi6n de trabajo aprovechando la descarga producida por la excavacién de s6tanos, y construyendo una cimentacién compensada, La losa es una solucién frecuente cuatido las cargas son importantes (por ejemplo edificios de mas de 8 plantas) y el terreno tiene una capacidad portante media a baja (q,,,% 1,5 kp/em). Si el:terreno es arena floja 0 de resistencia muy baja (<0.8 kp/em’) existe riesgo de rotura general (salvo en iosas muy ex- tensas) 0 de grandes asientos por la gran profundidad afectada, en cuyo caso tho es una solucion apropiada salvo que se mejore previamente el terreno 0 se reduzcan los asientos, por ejemplo, combinando la losa con un pilotaje. Estas soluciones son casi inevitables cuando el firme en que apoyar unos pilotes columna esta muy profundo. En el caso de edificios con zonas diferentemente cargadas debe estudiarse la compatibilidad de deformaciones del sistema terreno-losa-estructura, llegindo- se generalmente.a:profundidades de cimentacién variables, distintas rigideces o ala inevitable introduccién de juntas, Para edificios riormales la facilidad conistructiva ha obligado a utilizar casi exclusivamente-‘losas de canto constante, prescindiendo de las antiguas solu- cones aligeradas, celulares, ete A pesar de su aparente sencillez estructural, las losa requieren una ejecucién y control cuidadoso por lo que respecta a la colocacion de las armaduras, puesta en obra del hormigén, eventuales juntas de hormigonado, etc., por lo que no deben dejarse en manos de contratistas poco solventes, En el aspecto econémico la losa constituye una solucién cara para edificios de poca altura (menos de 6-8 plantas) y su coste puede ser comparable al de algu- nos pilotajes. (En las comparaciones no deben olvidarse los encepados y riostras del pilotaje). 6.3. Cimentaciones por pozos Las cimentaciones semiprofundas se utilizan cuando: — Eltterreno firme o la zona estable se encuentran a una profundidad demasiado grande para construir zapatas convencionales pero no lo suficientemente para obligar al empleo de pilotes, es decir, entre 3 y 6m como valores tipicos, — Lw obra es tan pequefia que razones de espacio 0 econdmicas no justifican recurrir a un pilotaje. — Existen esfuerzos horizontales que hay que absorber con le colabo- raci6n del terreno a empuje pasivo. Los pozos plantean en algunos casos problemas de agotamiento y muy frecuen- temente de entibacién y de seguridad del personal. Aungue existié una larga tradicién de constructores de pozos de cimentaci6n en ladrillo o mamposteria, conectados en cabeza por arcos y bovedas, actualmente esta actividad ha quedado reducida a obras de recalce. La solucién puede ser satisfactoria cuan- do la excavacién es realizable con pala y algo menos cuando se emplea m: Quinaria para pilotes de gran diémetro, 6.4, Cimentaciones por pilotaje En lineas generales, la cimentacién por pilotaje esta indicada cuando: — No existe firme en una profundidad alcanzable con zapatas 0 po- zos (D>5m). = Se quieren reducir o limitar los asientos de edificio. — La permeabilidad u otras condiciones del terreno impiden Ia ejecu- cién de cimentaciones superficiales. 256 — Las cargas son muy fuertes y concentradas (caso de torres sobre 1pocos pilares). — Se quiere evitar la incidencia sobre cimentacisnes adyacentes. Cuando el firme esté profundo y hay que recurrir a un pilotaje, Ia solucion es inmediata si las cargas estan concentradas pero no sucede lo mismo cuando entre unos pocos pilares hay grandes superficies cargadas como es el caso de naves industriales, almacenes, iglesias, etc. En estas condiciones resulta econd- micamente inviable pilotar toda la superficie edificada y.tampoco es aconse- jable pilotar sélo los pilares dejando el resto como una solera flotante ya que los asientos diferenciales llevarian lina situacion funcionalmente inaceptable. No hay mas remedio en estos casos que mejorar el terreno para reducit al mit- ximo su deformabilidad, lo cual puede conseguirse por precarge, vibroflota- cidn, consolidacién dingimica, inyecciones, etc. Seyiin el nivel de mejora alcan- zad0 la solucion global puede ser ypa cimentacién superficial de pilares y sole- 1a 0 el pilotaje de los pilares y el apoyo directo de las soleras. La seleccién de uno u otro tipo de_pitote tiene: considerable importancia y re- Guiere cierta experiencia ya que es frecuente el empleo de pilotes inadecuados al problema que se plantea, bien por defecto de proyecto © por esforzarse el Contratista en cmplear el pilote que fabrica o que le es mas asequible. En la seleccién del tipo de pilote interviener — La naturaleza de las distintas capas del terreno y su resistencia. — El espesor de terreno a atravesar o Ia longitud previsible de los pi- Jotes. 7 4 ~ Las careas a transmitir. — El némero de pilares a-cimentar 0, en definitva, el volumen de la obra de pilotaje. — Condicionantes especiales como el trabajo en zona urbana, Ia agre- sividad del terreno, la existencia de fuerzas horizontales o dinémi- cas, el riesgo de rozamiento negativo, ete. Estos factores tienen una mayor 0 menor influencia segiin el caso de que se tra- te y estan interrelacionados, lo cua) imposibilita una eleccién inmediata de un eterminado tipo de pilote, dindose a menudo el caso ile existir varios tipos posibles, entre los que se elige por consideraciones econdmicas, de plazo, etc. Sin embargo pueden hacerse algunas recomendaciones sitiles en los casos mas frecuentes: — Los pilotajes flotantes en arcillas deben evitarse, pero cuando re~ sultan obligados por estar el firme muy profundo (> 30m} suelen realizarse con pilotes in sitw en una -vaina perdida hincada pre~ viamente. Si el terreno ¢s relativamente-firme, de modo que la per- foracién se mantiene Jo suficiente para hormigonar, sin necesidad de revestimiento, estin ‘indicados los pilotes in sitw'y los barrena- dos. — En el caso de pilotajes en terrend ‘arenoso flojo interesa conseguir Ja mejora © compactacién del terreno por lo-que se emplean los Jotes prefabricados hincadas y los apisoiiados al amparo de una entibacién considerable, con bulbo en 1a base’(tipo Franki), Si el terreno granular ¢s compacto, la hinca debe ayudarse con lanza de ‘agua o incluso hacer una perforacién previa (eventualmente mante- rnida con lodos bentoniticos). En este caso pueden ser ventajosos los perfiles o pilotes metélicos de-pequefia seccion y mas ficil hin- ca, Sin embargo, es raro tener que recurrir a pilotajes en suclos granulares compactos. — Siven-el terreno existen gravas grucsas, bolos, capas comentadas, restos de demoliciones, etc., que impiden o dificultan tas hinca de pilotes habré que recurrir a pilotes perforados, de.diametro prefe- Fentemente grande, y normalmente con entubacién. — Los pilotes in situ , perforados sin entubsci6n, estan indicados en terrenos cohesivos compactos, con poca agua, eventualmente con alguna capa dura (atravesable con trépano), 257 — Los pilotes barrenados no pueden ejecutarse en terrenas duros 0 cementados ya que el avance de la hélice exigiria un par motor ex- cesivo para la maquinaria usual. — Cuando en el terreno existen capas artesianas pueden producirse problemas al atravesarlas con pilotes de extraccién, sobre todo si se trata de arenas flojas que se sifonan, Igualmente pueden presen- tarsc problemas en el hormigonado si existe circulacion importante de agua, existiendo riesgo de deslavado del hormigén, — Cuando se pueda alcanzar una base firme de apoyo en profundida- des razonables deben emplearse pilotes-columna apoyados en dicha base ya que es la mejor forma ile aprovechar la capacidad resisten- te de la cimentacién. A este fin los pilotes prefabricados hineados convieneri en longitudes moderadas (< 12m) para evitar uniones, desvios de instalacion, eventuales pandeos, etc. Los pilotes in situ (con o sin entubacién, segtin ef terreno atravesado) deben tener un digmetro proporcional a la profundidad para efectuar correcta- ‘mente cl kormigonado. — Respecto al volumen dle obra, ios pilotes prefabricados requieren el empleo de gran mimero de unidades (> 100) para justificar un par- ‘que desfebricacion. En el mercado existen algunos tipos patentados (como ef Herkules © el Raymond) que pueden encargarse para obras pequeilas. Los pilotes de gran didmetro, que requieren im- portante maquinaria y equipds, también precisan volumenes de obra apreciables para amortizar-traslados ¢ instalacién. E] pilote i sity, el barrenado y el apisonadio son mucho mas versétiles y se adaplan mejor a obras de tamano medio a pequeto. — En funcidn de las cargas previstas y teniendo en cuenta que la ci- mentacién resultaré econdémica cuantos menos pilotes s¢ coloquen, los pilotes prefabricados estan itidicados para carga por pilar bajas (> 200 1), los pilotes convencioitales in situ para cargas medias (200- é 700 t) y los.de gran diametro para cargas grandes (>700 t), — Los pilotes hincados no pueden! emplearse cuando los impactos ge neren perturbaciones ambientales (ruidos, vibracioncs, ctc,) no to- lerables 0 cuando puedan inducirse asientos o fendmenos de ines- tabilidad en edificios proximos. Otras soluciones No siempre la solici6n més adecuada o eévinémica se consigue con Jos tipos tradicionales de cimientacién, si bien cl apartarse de la rutina require una consi- erable experiencia-y éspeciaiizacion, Fin algunos casos‘se trata de modificaciones,ce sistemas convencionales, como son: — los zapilotes, 0 combinacién dé pilotes cortos y una base ensancha- da o zapata. — 10s pilotes con bulbos o ensanchamientos a lo largo det fuste, En otros, se combinan distintas soluciones: — 1a losa sobre pilotes flotantes. — Jos emparrillados sobre pozos de cimentaci6n. — la zapata sobre columnas de grava o tapices de tierra armada. ¥y més frecuentemente la cimentacion va prevedida de un tratamiento o mejora del terreno: — Compactacién vibratoria en profundidad, generalmente con adi- cin de grava u otros materiales. — Inyeceidn de diversos productos (cemento, resinas, gel de sitice, et- cetera). — Compactacion dindmica superficial 258 7. INFLUENCIA DEL NIVEL FREATICO La existencia de un nivel fredtico alta’ constituye un factoride gran importancia en el proyects'y ejecucion de cimentaciones, si bien sus efectos estin asociados a la naturaleza del terreno y en particular a su permeabilidad. La accion més directa se traduce en empujes,hidrostéticos sobre los muros de sOtano y subpresiones sobre las obras de cimentacion.. ‘Como'mis frecuentes pueden conisiderarse los casos siguientes: a) Suelos arcillosos blandos La saturacién del terreno por el aga fredtica presta a ste una consistencia blanda o fluida lo que da lugar a una resistencia baja, permitiendo presiones de trabajo muy pequefias, y a problemas de estabilidad en los taludes y fondo de excavaciones, La fluencia lateral de-los taludes. puede inducir asientos y-deformaciones en los edificios adyacentes, siendo. generalmente necesario recurrir al empleo de pan- tallas in situ, las cuales deben calcularse para fuertes empujes. Por otra parte, el levantamiento del fondo también puede inducir inestabilidad periférica y, aun sin legar a Ia fase de-rotura, la carga del terreno subsiguiente ‘ala excavacion sucle dar lugar a asientos.considerables. 1b) Suelos arcillosos duros y consolidados La presencia del nivel fredtico se traduce en pequefios caudales de agua hacia las excavaciones, generalmente a través de lisos y fisuras, sin llegar'a afectar a taludes moderados 6 a la capacidad portante del terreno. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que la posicion amas frecuente del nivel fredtico suele marcar una zona de menor resistencia, genéralmente en una fran- ja de 1-2 m de espesor. Es importante evitar esta zona, quedandose por encima ‘0 por debajo de la misma. No es rato el caso en quie por profundizar excesiva- ‘mente en busca de un terreno mas ficme empeorat bruseamiente las condiciones de cimentacion al aleanzar el nivel freatico. ‘Algo diferente es el caso en que estos suetos presentan carlictersticas de expan- ividad, Cuanto mayor sea la proximidad al nivel fredtico menor seré el riesgo de cambios de volumen, si bien es necesario llegar a un compromiso entre esta condicién y el riesgo de reduecion de la capacidad portant. ©) Suelos areniosos Debido a su clevada permeabilidad debe evitarse tener que cimentar bajo el ni- vel freatico. Si ello resulta necesario (por ejemplo, para construir sotanos) se impone la construccion de un recinto estanco (pantallas, tablestacas, et.) y,un agotarniento del agua que puede penetrar por el fondo, Si existiera riesgo de si- Fonamiento habria que lograr rebajar el nivel. mediante pozos, well-points, ctc, En razén de la permeabilidad las oscilaciones de los niveles fredticos pueden ser importantes en estos suelos, por lo que es aconsejable una determinacion proci- sa de los mismos en distintas épocas del afto, La cimentacién debe colocarse bien por encima del nivel méximo posible o’claramente al ras del nivel mas deprimido compatible con el programa de construccién con el fin de evitar que la inmersidn posterior del terreno en la'zona'de influencia dle las cimentaciones dé lugar @ fendmenos de colapso’9 asientos. bruscos, tanto mas importantes cuanto mas flojo esté €i suelo en su estado original 8. CIMENTACIONES EN TERRENOS HETEROGENEOS Muy frecuentemente el terreno se compone de-estratos de muy diversa natura- leza y propiedades, no necesariamente mejores al avanzar en profundidad. En otros casos la variabilidad se da en planta, cambiando en distancias cortas cl ti- po de terreno apareciendo lentejones 0 bolsadas de distinta naturaleza, Debe ser el reconocimiento ‘geotéenico él que defina la estratigrafia del terreno: y alerte sobre sus variaciones, cambios laterales, etc., ya que sin dicha informa- ccién el disefio de las cimentaciones puede resultar deficiente, 259 a) Variabilidad vertical Si el terreno esté formado por capas de resistencia creciente con la profundi- dad, ya sean granulares 0 cohesivas, el problema se limita a elegir aquel nivel en el que existe una capacidad portante suficiente, bien para cimentaciones su- perficiales 0 profundas. Cuando entre las capas resistentes estén intercaladas otras blandas y defor- mables debe estudiarse-en qué forma estas iiltimas reducen la capacidad por- tante de las primeras. En el caso de zapatas existen algunas soluciones (ver capitulo 2) para valorar esta influencia y controlar el riesgo de punzonamiento o extrusion. Cuando existen zapatas préximas o una losa de cimentacion, la superposicién de tensiones hace que contribuyan a los asientos capas blandas relativamente profundas por lo que deben estudiarse lis existentes en profundidades del or- den de 1,5 veces el ancho de la superficie cargada. En el caso de ciméntaciones por pilotaje la influencia de las capas blandas puede hacer que al, profundizar un pilote esté en peores condiciones que otro mis superficial pero més alejado de una capa de baja resistencia, Anélogamen- te los asientos de un grupo de pilotes pueden ser comparables a los de una ci- mentacién superficial si sus puntas estén proximas a un estrato compresible, Debe observarsé.que a veces es la presencia del nivel Tredtico Ia que crea una zona blanda, sit que cambie la naturaleza del terreno, Otra situacién diferente se plantea cuando en el terreno existe una costra 0 ca- pa de alta resistencia, muy dificil de atrayesar. Si queda por debajo de los s6ta- nos previsibles, lo ideal seria apoyar directamente en la citada capa pero ello no puede hacerse sin comprobar su espesor y que por debajo no existen capas bandas que puedan permitir su rotura por punzonamiento. Si la costra queda por encima de la excavacién prevista conviene hacer un estudio de alternativas, centre ellas la de reducir la profundidad de sétanos, ya que la eliminacién de la capa resistente, generalmente costosa y requiriendo explosivos, puede dar lugar a tener que buscar un firme profundo y a tener que cimentar mediante pilotaje, b) Variabilidad horizontal En cuanto la planta de un edificio es un poco grande (digamos superior a 300 m?) existe cierto riesgo de que las condiciones del terreno varien de unos Puntos a otros. Este riesgo puede ser muy grande en terrénos con problemas de disolucion © en formaciones cuaternarias de intensa actividad fluvial (meandros divagantes, pa- leocauces, ete.). En otros casos el substrato firme presenta un perfil muy tortuoso como en el caso de suelos residuales sobre rocas fgneas o metamérficas 0 rellenos erraticos. Las situacionesicitadas dan lugar a asientos diferenciales y distorsiones por lo gue es muy importante conocerlas antes de proyeciar la cimentacién. Cuando los asientos previsibles son moderados puede resolverse el problema mediante cimentaciones diferenciadas, trabajando con diferentes presiones y adoptando tuna disposicién de juntas apropiada. Si ni ain ast se consigue reducir los asien- to diferenciales a limites tolerables debe pensarse en una cimentacién por pilo- taje o una mejora del terreno. Esta situacién pucdé tener efectos graves en el caso de edificios altos cimenta- dos por fosa ya que la existencia de unos lentejones blandos en una parte del solar puede producir inclinaciones inadmisibles del edificio, costosisimas de corregir. 9. CASOS ESPECIALES DE CIMENTACION 9.1, Rellenos art jales gruesos Es el caso de Ia edificacién sobre terrenos ganados al mar por vertido de es- colleras © materiales de cantera o cuando se construye sobre antiguas es- combreras de mina, escorias industriales, etc., pedraplenes 0 zonas de vertido de desmontes rocosos. 260 Estos rellenos suclen tener una compresibilidad elevada, y muy variable, de ‘unos puntos a oiros, lo cual hace aconsejable evitar la cimentacién directa, Sin embargo, la ejecucién de pilotajes trapieza con grandes dificultades ya que no tes posible hincar pilotes prefabricados, ni los bloques de roca pueden atrave- sarse con las méaquinas convencionales. La cimentacién suele requerir estudios muy especializados, pudiendo citarse como soluciones mas frecuentes: —La mejora del relleno mediante inyecciones, compactacién dina ca, Vibroflotacton; exc., colocanda después una losa suficientemente rigida. —Sustitueién completa del material cuando su-espesor no es muy erande. —Bjecucién de pilotes, perforando a rotacién con maquinaria espe- cial, o substituyéndolo por numerosos micropilotes. 9.2, Rellenos-artificiales compactados Bs una practica relativamente frecuente rellenar vaguadas con terrenos de apor- tacién. compactados por tongadas, ‘con la misma técnica empleada en los terraplenes de carreteras. Estos rellenos pueden considerarse de buena calidad para cimentar superticialmente, admitiendo presiones de trabajo del orden de 2 kp/emt, sicmpre que se cumpian las siguientes condiciones: —E] relleno se haga con materiales adecuados, preferentemente del ti- po arena arcillosa (arena de miga) o materiales granulares con un contenido de arcilla no excesivo y exentos de elementos degradables 0 agresivos. El terreno de apoyo sea firme y de perfil suaye, desbrozando y eli ‘minando la capa vegetal y los terrenos flojos superficiales, asi como cualquier tipo de blandén, zona anegada, etc. —La compactacion se haga por tongadas delgadas,(¢=30 cm), como ‘minimo al 100% del Procior Normal 'y existiendo ‘un niguroso control de densidades y humedades de puesta en obra, Debemos se- falar que este control es dificil cuando se trata de areas extensas, Suele ser aconsejable una verificacién post-constructiva mediante ‘ penetrometros, placas de carga, etc. Estos rellenos pueden sufrir algunos asientos por saturacién 0 inundacién por lo que ¢s importante el control de los saneamientos, evitando al méximo las fu- as accidentales. 9.3, Terrenos problematicos Existen diversos tipos de terrenos en los.que las soluciones tradicionales no son vyalidas 0 tequieren determinadas adaptaciones. En-ellos-suele ser necesario re~ alizar estudios detallados, generalmente con auxilio.de especialistas, Pueden ci- tarse al respecto: 8). Suelos con:materia orginica Se distinguen por la presencia de materiales fibrosos 0 esponjasos (turbas), rafces, hojas y resios vegelales, etc., olor a pudricién orginica, elevada humedad y coloracién negruzca 0 grisacea. Se encuentran en zonas pantanosas-y lacustres, antiguas albuferas y estuarios, meandros abandonados de rios, marismas, ete. Pueden ser de naturaleza limosa, arcillosa 0 incluso arenosa. Bajo carga dan lugar a asientos importantes con el tiempo, por descomposicisn de Ia materia orgénica, consolidacion y colapso. Normalmente deben adoptarse precauciones cuando el contenido ‘en materia orgiinica (segin UNE-7368) supera el 10% en Ia zona de influencia de Ja cimenta- cion y emplear soluciones especiales de cimentacién por encima del 20%. Los efectos son mis graves cuando el terreno orgénico esta bajo el nivel freético 0 en Ia zona de oscilacién del mismo. Estos suelos suelen encontrarse en las antiguas albuferas de‘ Levante (la mayor 261 Parte ahora cubicrtas), en las marismas de Huelva y en los estuarios de rios del Cantébrico. También en lagunas 0 zonas pantanosas interiores desecadas. No 65 aconsejable cimentar sobre ellos, pues Ia descomposicién de ta materia orginica da lugar a asientos, Ademds suele tratarse de terrenos flojos y poco resistentes. Es necesario, por tanto, substituirlos 0 atravesatlos con cimentaciones profundas. b) Suelos colapsables Son suelos de estructura floja en razén de si forma de deposicién. Es cl caso de los Iimos yesiferes, los suelos eslicos (cunas antiguas), el loess (particulas de limo unidas por puentes de carbonatos), acumuiaciones de cenizas voledinicas, etc. En estado seco son estables y resistentes pero al saturarse, 0 por cfecto de las raciones sufren asientos importantes y repentinos. Estos suelos son earacterist cas de regiones dridas, con niveles freaticos muy profundos. Se encuentran en cl Valle del Ebro (Zona Tarazona-Mequinenza), Valle medio y bajo del Zéncara, Canarias, etc. Los sondeos con agua pueden alterar totalmente su estructura, por Io que son preferibles eatas o prospecciones en seco, Una excesiva facilidad de perforacién, en suelos de naturaleza no arcillosa, puede indicar un terreno colapsable, Cuando no se disponga de una identifica indicativos los aspectos siguientes: —Aspecto limoso, con pequefias oquedades, huevos de raices, ete., 0 sgranos de arena unidos puntualimente por clementos cementantes de coloracién divetsa que pueden ser arrastrados por el agua (yeso, carbonatos, ete.) in geoKigica directa, pueden resultar —Muy bajo peso especifico seco (generalmente menor de 1,4 vin’). —En el caso de arenas, un indice de compacidad muy bajo (Ip < 0.5) 0 ‘una resistencia a la penetraci6a estindar menor de N = 10, —Si cl suelo tiene plasticidad existe riesgo de colapso si Ya < 192 — 0,016 w, —Sc tallan dos terrones iguales de suelo (V = $ em’) y auno de ellos se le ade agua, moldedndolo en la mano hasta formar una bola himeda y plistica. El suclo puede ser colapsable si el volumen de esta bola es del ‘orden del 30% 0 menor que el del terrén dejado como referencia. —Un cilindro de suelo de altura Hg se coloca en un edémetro (0 un nte comparable) bajo una presidn de 2 Kplem’, inundandolo a continuacién con agua y dejindolo asentar 24 horas. Si el asiento producido es superior al 5% de Ho, existe el riesgo de colapso, ©) Suelos expansivos ‘Son materiales arcillosos preconsolidados con apreciables cambios de volumea por variaciones de humedad. Los efectos son mas cuanto mas ligero sea el edificio. En época seca se forman grandes grietas en el terreno siguiendo un motivo hexagonal, mientras que en época de lluvias se adhicren al calzado y forman barros muy pegajosos. En general presentan colora- idn gris verdosa, marréa rojiza o amarilienia, pero el color por si solo no es un caricter distintivo, Debe sospecharse la expansividad o retraccién de las arcillas cuando: —Ei terreno sea muy duro de excavar y en él aparezean fisuras, isos 0 planos de aspecto jabonoso, —-Las exeavaciones expuestas al sol se degradan répidamente, agrietndo- se y desprendiéndose tertones de’ forma eaibica, —Existan grietas en la superficie del terreno en tiempo seco. —Se aprecien grietas en muros, tapias 0 edificios de una planta, —Los taludes naturales presenten deslizamientos superficiales 0 reptacio- nes. 262 —El limite liquid sea = 60 € IP = 35, con més del 85% pasando por el tamiz n° 200. —Los anilisis mineral6gicos indiquen la presencia de montmorillonita, © haloysita A pesar de estas indicaciones resulta tuy dificil calibrar el grado de expansividad del terreno por lo que debe recurrirse a detallados ensayos de laboratorio (presi6n de hinichamieito; hirckamiento libre, doble edémetro, relaciones suecién-hume- dad, etc.) Desarrollan expansividad apreciable Jos depésitos miocenos del Sur de Madrid, hasta Iilescas; grandes éreas de Andalucia; Arca Jaén-Mancha Real, Arco Sevilla- Huelva, Corredor Tabernas-Vera y Campo-de Néjar en Almeria, la Campitia de Cérdoba, las arcllas del Aljbe (Malaga-Cédiz), etc. Otras reas significativas son: ei Campo de Calatrava (Ciudad Real), el Somontano de Huesca, el Bajo Jiloca, ete. El tipo de cimeniacién depende del grado de expansividad del terreno y del tipo de edificio, existiendo una extensa problemsética que ha sido trafada en otro lugar (1) ©) Terrenos kérsticos. En formaciones calizs 0 yestferas pieden existir problemas de disoluci6n, con formacién de huecos més 0 menos grandes que pueden hundirse bruscamente afectando a las edificaciones cimentadas sobre clas Estos fenémenos suelen estar ya indicados en los antecedentes geol6gioos de tas zonas con problemas. Suele ser necesario realizar campaias de prospecci6n muy especializadas (fotogeologia, gravimetria, trazadores, etc.) ya que el cardcter erratico de las equedades hace poco util una investigacién convencional Son tipicas las formaciones calizas de las Cordilleras Tbética y Cantébrica, debiendo sospecharse este riesgo cuando existen en el entomo cuevas prehistoricas, estalact- tas, etc, Los yesos suelen presentar karstificaciones en las partes centrales.de las cuencas. sedimentarias correspondientes, siendo tipicos estos fenémenos en formaciones iocenas de las provincias de Madrid, Toledo, Valladolid, Cucnca, Zaragoza, ete. Independientemente de la valiosa experiencia local, pueden sospecharse estos problemas cuando: —Existen en us saseno zonas fundidas con forma de erhibudo 0 pozo cegado (dolinss), —Desapareeen en el terreno las aguas de fuentes 0 cursos de agua naturales o artificiales, —En los sondeos en roca sé pierde el agua de perforacién o el tren de perforaciGn desciende a veces com excesiva rapidez, —Los testigos extraidos muestran huellas de disolucién, cavidades, 2onas rellenas de arcilla, ete. El reconocimiento de estos terrenos es muy diffeil y en el caso de cargas fuertes puede requerie investigaciones puntuales bajo cada zapata, Otras voces se opta por atravesar la zona Karstficada con cimentaciones profundas. e) Rellenas Debe sospecharie la existencia de rellenos importantes evarido: Los ensayos de penetracjon dan. valores muy bajos, eventualmente alternando con otros elevados, alcanzéindose el rechazo a profundicades muy diferentes en distan. —Los testigos de sondeos o las catas mhuéstran restos de cascotes, ladrillos, tierra vegetal, etc. La eolumna de sondeo es relativamente homogénea pero con una parte superior mds floja que el rest. Es importante conocer los usos y la topografia anterior del solar en prevision de los, movimientos de tierra, vertidos, ete., que hayan podido produeits. Tee a 263 No son aconsejables para cimentar por su elevada compresibilidad, generalmente muy erritica, Deben eliminarse 0 atravesarlos con pozos 0 pilotes. £) Laderas inestables Exigen una fijacién previa a cualquier obra de cimentaci6n, En casos especiales puede cimentarse bajo la zona deslizante adoptando medidas para que ésta no transmita empujes a las partes enterratias de los edificios. Debe sospecharse Ia existencia de movimisntos de ladera cuando: —Se aprecian grietas u ondulaciones en el terreno. Los troneos cc los érboles presenten concavidad hacia la parte superior del talud. Se observen cambios de coloracién 0 fallos en la vegetacién o existan edificaciones con problemas, En estos casos la prospecci6n debe dirigirse en principio al analisis de los factores de inestabilidad ya que su correcciGn es previa a cualquier operacién constructiva Habitualmente ‘estos fendmenos estan asociados a materiales limo-atcillosos 0 margosos en reas de pluviometria media a alta a suclos residuales y rocas alterables en zonas de relieve movido, En otros casos los problemas se derivan de condicién especiales existentes en el terreno. Tal ¢s el caso de: a) Terrenos agresivos al hormigdn. Son aquellos en los que existe un poreentaje apreciable de sales o elementos nocivos para el hormi g6n de las cimentaciones, Entre ellos destacan los sulfatos y cl magnesio, Los efectos de estas condiciones agresivas dependen de la existen- cia de agua, de su presion y de la permeabilidad del terreno, asi como de las dimensiones expuestas de la cimentacion y de la cali- dad del hormigén empleado. ‘Actualmente el problema se soluciona con relativa facilidad me- Giante el empleo de cementos especiales. Sin embargo, en determi- nados casos de agresividad de origen industrial (écidos fuertes) no es suficiente con variar el tipo de cemento, debiendo recurrirse a proteger las cimentaciones con revestimientos especiales (metali- cos, ceramicos antidcido, plasticos, etc.) b) Bfectos térmicos Son-los derivados de agentes exteriores como la helada, o del pro- pio.edificio como instalaciones de calefaccién o refrigeracion defi- cientemente aisladas. Enel primer-caso se consigué'ta adecuada proteccién con una pro- fundidad suficiente de las cimentaciones bajo la superficie, que para las zonas més criticas de nuestro pais puede estimarse en 1,20 m. Los terrenos limosos son los més susceptibles a la helada, seguidos de las arcillas y en iiltimo lugar las arenas y gravas. Los problemas derivados de las instalaciones del propio edificio deben tratarse en origen, disponiendo el aislamiento adecuado. Especialmente tipicos son los hinchamientos por congelacién del terreno bajo almacenes frigorificos y la retraceién producida por hornos en funcionamiento durante largo tiempo. 9.4. Cimenta mnes en zonas sismicas Los efectos de un terremoto sobre un edificio dependen, ademas de su concep- cin estructural, de la forma en que las ondas sismicas se transmitan al mismo a través del terreno y de su cimentacion. La transmisi6n hasta un edificio de las ondas gencradas en el epicentro de un terremoto es un fenémeno muy complejo en el que interviene la deformabili- 264 dad dindmica del terreno (las ondas se amortiguan antes en suelos flojos, rocas blandas, etc.) los espesores de recubrimiento del substrato rocoso, los acciden- tes geoldgicos, etc. Ello hace que en una misma ciudad, un sefsmo afecte de forma muy desigual de unos barrios'a otros y s6lo en zonas de gran sismicidad (Gan Francisco, México, ete.) se dispone de mapas urbanos de riesgo potencial. En los demas casos hay que contentarse con estimaciones o normas generales, En un caso conereto el, problema consiste en prever la forma en que las vibra- ciones del subsirato se transmiten al edificio a través de:su cimentacion, dise- fando ésta para que los efectos sean lo menos perjudiciales posibles. En general, las cimentaciones muy rigidizadas mediante riostras de tamano adecuado 0 mediante losa, hacen que todo el edificio deba moverse en la mis- ‘ma fase con lo que los movimientos diferenciales quedan muy atenuados. Asi, en la norma sismorresistente espafiola PDS-I (1974) se obliga a arriostrar las zapatas en la zona sismica primera, resultando en cualquier caso el coe! cieate sismico para losas menor qué el de zapatas. Las mismas prescripciones aparecen practicamente en toda-la normativa mundial. Respeeto al comportamiento sismico de edificios con cimentaciones profundas, cexisten opiniones contradictorias entre las normativas. Asi, en toda la normati- va europea salvo la alemana, y en la japonesa y americana, cf coeficientesismi co es algo menor, para el.caso de cimentacién profurida que en el de cimenta- cién superficial, micntras que en I norma alemana (DIN~4149) el coeficiente sismico es el doble en el caso de construccién por pilotes (0,10) que en el de ci- mentacién superficial (0,08). Por otro lado, e independientemente del valor que se adopte del coeficiente ss ‘mico, la cimentaci6n profunda hace que el edificio se comporte como si tuviera una altura mayor, clevando también el centro de gravedad de las masas, con lo que el mecanismd equivalente esid. menos coaccionado frente a movimientos ‘oscilatorios; esto es, para aceleraciones 0 velocidades del mismo orden, las fuerzas sismicas setian menores en el caso de pilotes que en el de cimentacion superficial. Ea cualquier caso, y considerando estos factores, Ia sismicidad de una zona no ‘obliga a elegir una determinada tipologia de cimentacion, y solamente haré ne- cesario aumtentar el arriostramiento entre los distintos elementos de apoyo, con To que resultardn mas adecuadas las cimentaciones que por su naturaleza su- ‘pongan un alto grado de arriostramiento (losa y zapatas corridas) Frente a las ‘de menor arriostramicnto (pilotes y zapatas aisladas). 9 La subsidencia es un asentamiento del terreno a gran escala, creandose cubetas, de centenares de metros o incluso kilémetros. Cimentaciones en zonas de subsidencia Su origen suele deberse a actividades humanas como la mineria, la ejecucién de ttineles u obras subterréneas, la extracciOn: de agua o-petrdleo, eic. Un caso clisico es la'ciudad de México. Ante este problema no valen las soluciones convencionales ya que el foco de los movimientos esti muy profundo y ef terreno asienta de forma desigual, marcandose en superficie acusadas curvaturas e inflexiones. La situacion suele agravarse por el cardcter-evolutivo de las cavidades mineras. En el caso de cavidades a poca profundidad puede pensarse en rellenarlas con hormigén 0 morteros inyectados, 0 bien apoyar por debajo de las mismas me- diante pilotes, Sin embargo, en la mayor parte de los:casos no es posible alcan- zac un estrato estable por 10 que se recurre a sistemas de construccién flexibles ©, més raramente,.se preven dispositives para corregir mediante gatos los mo- vimientos de la cimentaci6n, ‘Sin entrar en ios citados sistemas, relativamente sofisticados, merece mencio- narse el desarrollo en Inglaterra desde 1956 por cl Consortium of Local Autho- rities Special Programme (CLASP). La cimentacién consiste en una losa de ba- se lisa (apoyada sobre polietileno) para permitir el deslizamiento horizontal del terreno. En la superestructura se emplean materiales ligeros para reducir peso. Los pOrticos van articulados, salvo los contravientos, y los forjados actiian co- mo diafragmas horizontales con posibilidad de flexién, Cerramientos, tabiques y acristalados esidn montados con juntas flexibles para permitir un cierto gra: do de distorsion, las escaleras van articuladas, ete. 265

También podría gustarte