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Traduccién de los trabajos de Francis Fukuyama; ‘Adam Praeworski y Carolina Curvale; Riordan Roett y Francisco E. Gonzdlea; y James Robinson de TLEANDRO WOLFSON FRANCIS FUKUYAMA, (compilador) LA BRECHA ENTRE AMERICA LATINA Y ESTADOS UNIDOS Determinantes politicos e institucionales del desarrollo econémico Natalio R. Borana Carolina Curvale Jorge 1. Dominguez Francis Fukuyama Francisco E, Gonzalez Tulio Halperin Donghi Enrique Krauze Adam Praeworski James A. Robinson Riordan Roett FUNDACION [Selo Fonbo bE Cutrura ECONOMICA Primera edicin, 2006 abreha ere Ards Lain y Exon Unido deems polic nuns dt deco code | Fans Fluyama[tal compa oe Fans Fuuyars Is = Buenot ‘Ae Fano de Calica Ecos Fundacion Gropo Moya, 2006 386 pp 123155 om. (Policy Deke) ISBN 950557.578 1. Derlle Fenn. Flap, oo. cop 3383 yeas yarmado de capa: Ju Balaguer 1D. R © 2006, Fondo de Calera Econémice de Argentina S.A, 1D Salvador 5665; 1414 Buenos Aire Fondo@eecomar / wwwseecomar ‘Av. Preach Ajusco 227: 14200 Mésico D.R ISBN: 950.557-697-8 otocopat bros ed pena por ae. Proibida su reproduc ttl o parcial por cualquier medio deimpresiéno digital, en fre 1a idéntis, eratada © modifcada,encasellano o en cualquier otto idioms, snl auto rain expresa de a editovi. Irmpreso en la Argentina ~ Printed in Argentina Hecho dept que mara la ley 11.723 {NDICE Prélogo a la versin en espaol. Las vena siguen abiertas. Juan Pablo Nicolini Prélogo. Luces sobre la brecha. Enrique Krauze Instoduccién... Peancis Fukuyama PARTE 1 EL CONTEXTO HISTORIC Dos siglos de reflexiones sudamericanas sobre la brecha entre América Latina y Estados Unidos Taio Halperin Donghi Mirindolos a ellos. La brecha entre México y Estados Unidos Enrique Krauze La brecha en el desarollo de Estados Unidos y América Latina desde la segunda mitad del siglo 2% Jorge I. Dominguez Pagre 2 [DETERMINANTES POLITICOS DE LA BRECHA Explica la politica la brecha econémica encre Estados Unidos y América Latina? .. Adem Preeworki y Carolina Curvale El papel de la politica de alto riesgo ‘en el desarrollo de América Latina .. Riordan Roetty Francisco E. Gonzalez 15 B 31 x01 129 167 LA BRECHA EN EL DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS Y AMERICA LATINA DESDE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX Jorge I. Dominguez {Lstima que el siglo %¢ Latinoamericano se quedé corto! La brecha en el rt- ‘mo de crecimiento econémico entre América Latina y Estados Unidos ~Produexo Bruto Interna (eB!) per eépita~ comienza en el siglo Xvi, se amplia en el xvi y se desborda en el XXX En particular, el medio siglo que sigue ala Independencia latinoamericana fue, en estos términos, desstroso para México yy malo para Amética Central y América del Sur. EI “mds menos siglo xX" que evoco comienza con la consolidacin de los Estados latinoamericanos aededor de 1870 y dura aproximadamente hasta la década de 1970, Durante e805 cin afios, hasta 1950 América Lat tasa de crecimiento de su P81 per cépita similar 0 sélo algo inferior a la de Estados Unidos y, desde 1950 hasta comienzos de la dévada de 1970, la tasa latinoamericana de crecimiento del Pt per cépitalevemente excedié esa asa de crecimiento estadounidense, para desplomarse, sin embargo, wna vet més a partir de entonces.! Fue ese “més 0 menos siglo xx" el nico perfodo de tan buen, aunque todavia insuficiente, crecimiento econémico latinoamericano, Esa simiitud en el ritmo de crecimiento per cépita entre las dos grandes partes de nuestra América durante el “més © menos siglo Xx" implica que la diferencia telativa entre ellas quedé mds © menos constante durante est viem= po. Segin John Coatsworth, desde 1900 hasta nuestros dias, el PBt per cApita Iaxinoameticano ha sido cas invariablemente slo algo més que la cuara par- te del de Estados Unidos? ‘A pants de 1950, la brecha entre Estados Unidos y los principales paises de ‘América Latina, como se esperara de Is observacién de Coatsworth, también "Fuentes de cts y otras eadticas hinicat ton Angus Maddizon, The Wild Economy Hino Sea, Landes, Development Cette, Organon for Ezonomic Cooperation snd Development, 2003; Te World Economy: A Millennial erp, Londres, Derlopment (Cente, Organization for Economic Cooperation and Devopene®. 200% * ohn H. Coatrworth y Alan M. Tayo, Latin Americ and the World Ecmomy snc 1800, CCamiidge, Harvard Unies, David Rodeefller Ceter for Lain American Stade, 1998, 101 2 EL CONTEXTO HISTORIC ‘cambié poco. Hubo un crecimiento generalizado del rat per cépita de los pa- {ses latinoamericanos entre 1950 y 2000, pero a un ritmo insuficiente para ce- srat la brecha con Estados Unidos. Como indica la informacién del cuadro 1, Brasil ciera algo la brecha, Colombia y Chile st retagan. un poco. y México {queda igual con relacién a su brecha frente a Estados Unidos. Una notable ex- cepcidn es a Argentina, que suf un derrumbe comparativo, Cunnno 1. Producto Brut Interto (PR) per edpita He algunes pate latinoamericanos ‘rma proporin del P81 per edpita de Estados Unidos 1950 2000 Tae 32 0 ‘a ” a Coie B & one o 3 Meee % % are de Sar 2 3 me 0 9 ‘Furie Cileulosreazados con datos de Angus Maddison, The Worl Economy: Hisorca ‘Stiten Londres, Development Cente, Organization for Economic Cooperation and Development, 203, cusds 2.409 5 “Adems, hubo dos excepciones, es dcit, dos palses -Nicaragua y Haiet—cuyo m1 per cfpita descendid en téeminas absolutos, no solamente relativos em ‘comparacién con Estados Unidos. La proporcién del PI per cépita de ‘Nicaragua en comparacién con Estados Unidos cayé del 17% al 696 en esos alos, y la de Hai, del 119 al 3 por cient. La dificultad del crecimiento econdmico lacinoamericano es més llamaciva al tomar nota de la experiencia de algunos pases fuera de nuestro continents. ‘Como se manifiesta ambién en el cuadro 1, Corea del Sut y Taiwan cerraron tuna buena parce de su brecha de bienestar con Estados Unidos mientras que abrieron una nueva beecha con América Latina. En 1950, el eat per edpica de Corea del Sur era la tercera parte del de México; en el aio 2000, el de Corea del Sur era el doble del de México. En 1950, el pm per cdpita de Taiwan era menos de la quinta parte del de Ia Argentina; en 2000, era el doble. “Hay, sin embargo, una segunda brecha entre Estados Unidos y América Latina, y entre paises americans con algunos de Asia del Este, Los pases lati- oamericanos secaratetizan por una desigualdad en la distrbucin del ingre- $0 que ¢s mucho més extrema que la de Estados Unidos. El cuadro 2 presen ta informacign sobre la magnitud de esta segunda brecha, es decir, el indice de |LABRECHA EN EL DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS ¥ AMERICA LATINA... 103, desigualdad de ingresos de diversos pases como proporcién del indice de desi- ‘ualdad de ingreso en Estados Unidos. Los datos sefialan la muy alta desigual- dad en los pases latinoamericanos asf como la mucho menor desigualdad pre- valeciente en Japén y Corea del Sur, en ambos casos también en comparacién ‘con Estados Unidos. Cunpno 2. Desgualdad de ingrses en algunos pais latinoamtericanat come proporciin de ladesiqualdad de ingrews em Etadot Unidos, . 2000 Argetina — Brail Colombia Chile México Cora del Ser _Japbn 8437 Fur: Clos walzados co dos del Banco Mandi, Wold Delamont Indica 2004 cede 27, Diponlee inex: cp/atebrarycom bth ard/Dotdm100565808page 22> ‘Nau Medion or el eofcent de desigualdad de ingresos conocido por Gini. Extades Unidos = 100. ‘As{ como la brecha del crecimiento econémico entre América Latina y Esrados Unidos ha sido relativamente constante a través del tiempo, también lo ha s- do la desigualdad de ingresos en América Latina en comparacién con Estados Unidos. Por ejemplo, en 1956-1957, la desigualdad de ingresos prevaleciente len Mézico fue el 13686 de la de Estados Unidos, casi idéntica a lo que sera mis de cuatro décadas desputs. ‘Adem, la falta de vatiacin en la distribucién del ingreso se observa tam- bién comparando cada pals con su propia histori Por ejemplo, el indie de desigualdad (Gini) en México fue de 54 a mediados dela década de 1950 y de 54,6 en 2000. Segin Werner Baer, el (ndice de desigualdad (Gini) en Brasil fue de 57,9 en 1981, slkima afo de su boom econémico; sube a 59,7 como consecuencia dela crisis econdmica que estalla en 1982-1983, y cae 59,1 en 1998. Es decir, canto la distibucién del ingreso en extos pases através del tiempo como en su comparacién con Estados Unidos ha sido relativamente invariante a pesar de las criss econémicas, los cambios de modelos macroeco- rnémicos y las poitias econdmicas derivadas de ellos. Los orlgenes de ambas brechas con Estados Unidos anteceden al periodo que cubre este trabajo, es decir, aparecen mucho antes de 1950. Surgen de fac- ‘ores propios del periodo colonial y, en particular, del medio siglo posterior a > Banco Mundial, Word! Dewlopment Indicators 200%, p. 61. Disponible ea lnex: hue cbrarycomibftareed/Doed- WONS6SANpage=210>, Weiner Bact, Te Brailian Eonomy: Growth and Dreeopment Se, Westport, Paege, 2001, 104 ELCONTEXTO HISTORICO. las guerras de independencia. Otros erabajos en este libro tratan sobre lo ort- genes de esta brecha y sus posibles explicaciones. La combinacién de ambas brechas, sin embargo, implica que una gran parce de la poblacién latinoame- ricana ha sutido y sigue suftiendo el doble embare de un insuficiente creci- ‘miento econémico y de grandes limitaciones en el ingreso personal ~muchos latinoamericanos son pobres en paises que no crecen con la rapider necesatia, para generar prosperidad para toda la sociedad En este ariculo, me limito a reflexionar sobre dos momentos distinros y més recientes de la historia econémicalatinoamericana: el crecimiento duran- te los ais 1950 y 1960, y la crisis a partir de entonces, con recotdaroris de la imporeantevariacin entre paises durante el siguiente medio siglo. Subrayo la importancia de las politcas que adoptaron diversos gobiernos latinoamerica ‘nos, en comparacién con otras que pudieron haber adoptado y que fueron adoptadas en ocros pats. Todos los argumentos expuesios cinciden en un factor importante: no cuvo que haber sido asf, No hay un mal genético o cu ‘ural que impida el desarrollo econémico latinoamericano, No hay factores s- tructurales que siempre ¢ inevitablemente resistan ¢ impidan cambios funds- rmentales en politica de desarrollo. En particular, hago hincapié en los siguientes argumentos en el Ambito comparative mundial: + La relacin general entre la economla nacional y la economia interna- cional + Las poiticas especificas con relacién al comercio internacional yelti- po de cambio * La desatencin ala desigualdad econémica y a pobreza. + La insuficiente inversin en recursos humancs. + La inesrabilidad institucional y la inseguridad juridica, 1)Han crecido con més rapider las economias nacionales que logran in- sercarse en la economia internacional, canco durante la gran expansin internacional del medio siglo que precedié a la Primera Guerra Mundial como también durance las ltimas décadas, ral como lo ejem- plifican los patses de Asia del Este. 2)Han crecido ds los pases que adoptan pollticas comerciales y mone- ‘arias diseiadas para estimular el jneercambio econdmico con la econo- ‘mia internacional, 3)Crecen més los paises que estimulan el desarrollo de su mercado in- reeno mediante la reduccién de la pobreza vinculada al crecimiento econémico. |LABRECHA EN EL DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS Y AMERICA LATINA... 108 4)Crecen mas los palses que auspician y promueven la capacitaci6n y la salud de sus ciudadanos, aportando asi tanto mayores productividad y eficiencia como mejor nivel de vida. 5)Crecen més los pales que brindan garantlas para el ahorro y la inver- sién y mantienen mecanisinos confiables de resolver itigios y conflicos politicos. En contraste, en momentos importantes, América Latina intenta desvincular- se de la econom(a internacional, dopta pollticasadversa al comercio interna- Coleus bass en Angus Maddon, The Wild Economy: Hinore Sein, op, it, cu ios de ¥5e "W Ricardo Ffench-Davis, Oscar Mur y Joné Gail Palma, oct, cundro 46 Dani Rodik, "Understanding economic policy efor, en Journal of Economic Pepe ‘in, ok 34, ai. 1, maro de 1996, pp. 941. Werner Bae, The Bruen Economy: Growth and Devdipment, 5 ed, Wesspor, Conneciut, Praeger, 2001 ite et A a en LA BRECHA EN EL DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS ¥ AMERICA LATINA... 109 1960, Corea del Su, que seguta también en aquel entonces el modelo de sus- titucién de importaciones, aumenté sus exportaciones a un ritmo inferior al de Brasil (2,196) yal de México (3,196). Enue 1960 y 1965, la proporcién de las ‘exportaciones en el ri fue priticamente idéntica para Brasil, México y Corea del Sut slo levemente inferior al nivel correspondiente en Taiwén. Ninguna de esas economfas eran en aquel momento “economfa de exportacién’ El papel del Estado como rector de la economia fue otro rago fundamen- tal de la experiencia que se generaliza por América Latina a partie de la década de 1930, indiscutiblemente en Brasil y en México. Ese papel del Estado como l gran promotor del desarrollo econémico en paises “rezagados” en los proce ss de industializacién no fue tampoco una innovacién latinoamericana. Ya habia sido un componente importante del desarollo industrial europeo para f- nes de siglo x0, como lo sefialé hace tiempo Alexander Gerschenkxon.!? La ex- petienciajaponesa subraya igualmente el papel del Estado como coordinador y fuente de capital, hasta para promover y acelerar ls exportaciones area reali- zada después de la Segunda Guerra Mundial por el Ministerio de Comercio Internacional e Industria del Japén, estudiado por Chalmers Johnson" ‘Una diferencia que con el tempo adquiriia importancia es que el papel del, Estado en América Latina fue en muchos casos improvisado, mal coordinado « incompetent, es decir, més importante resultara ser Ia ineficaz forma de ac- tuar y la incapacidad del Estado latinoamericano que su “tamafo total” con relaci6n ala economia. ‘Ouro elemento importante de Ia experiencia braslefia y mexicana fue la creacién de empresas del Estado, Simplemente emulaban la experiencia simi- lar de muchos patses europeos (Corea del Sur y Taiwén también establecieron muchas empresas dl Estado en las décadas de 1950 y 1960). Para fines de la década de 1970, segin estudios auspiciados por el Fondo Monetatio Internacional, las empresas dl Estado asignaban entre el 25% y el 32% del tal de la inversin nacional en Corea del Sur y en Taiwan, que era comparable con el 23% y et 29% en Brasil y en México, respectivamente. El aporte de es- tas empresas del Esado al dficit como porcentae del Pt excedia en Corea del Sur y en Taiwan las proporciones en Brasil y en México. Tanto en Brasil y México como en Corea del Sur y Taiwan, en estos afos se crearon empresas del Estado en muchos casos en respuesta a coyunturas ad hoe, no como parte ' Alexander Genchenkron, Bcnamic Backwardncs in HidercelPenpcie, Cambri, Harvard Universi Pres, 1962. Chalmers A. Jobason, MIT? and the Japancre Miracle The Grach of Indie! Poli. 19251975, Sanford, Sanford Univesey Pres, 1982. no ELCONTEXTO HISTORIC dde una coherenteestrategia desarrollist."* La generalidad de empresa estata- les deficitarias también generé problemas en muy diversos palses, con la pecu- liaridad atinoamericana de afronearos sélo muy tardfamente. El papel del Estado si distingue las economias de Estados Unidos, Brasil y México ~y, por ende, de otros patseslatinoamericanos yasticos- pero es fl- $0 que un importance papel del Estado en la economia impida en sl ereci- imiento acelerado, En divers paises ha sido una experiencia hstérica normal ‘que el Estado posea un papel econémico fundamental, y lo ha sido mis recien- temente en las experiencias de los paises de Asia del Este. En Brasil y México ‘en estos afios, asf como en Asia del Este, el Estado facilis la movilzacién de los recutsos piblicos y privados. El objetivo fue, simple y llanamente, crecer, a toda costa, con la mayor rapidee posible y contra todo obsticulo, Orta dife- rencia entre el papel del Exado en paises de Amética Latina y de Asia del Este, mis allé de la ya seialadas, es que as primeros, en comparacién con los se- jgundos, desatendieron tanto la desigualdad econémica entre sus ciudadanos como la inversién en recursos humanos, como ya veremas. [RAICES CONTEMPORANEAS DEL REZAGO LATINOAMERICANO Como ya se seal, ls origenes de la brecha entre Estados Unidos y Amética Latina anteceden con mucho estas décadas recientes. Sin embargo, es perti- niente reflexionar sobre las deficencias del desempefio econémico latinoame- ricano en este periodo contemporineo, de nuevo con especial aencién, aun- ‘que no exclusiva, en Brasil y en México. AA finalizar el cuarco de siglo de bonanza que sigue a la Segunda Guerra ‘Mundial, se vislumbraban cuatro problemas que también fueron parte de la experiencia de las décadas de 1950 y 1960, pero cuyos resultados nocivos se- sfan evidentes slo algo después la falta de exportacin, la sobrevaluacién del tipo de cambio, la desatencign a la desigualdad econémica y la excandslosa- mente insuficience inversin en el desazollo de los recursos humanos. La gran divergencia entre las estrategias econémicas en Asia del Este y en ‘América Latina, como argumenta Alice Amsden, es el papel de la exportacién ‘como motor del desarrollo." Brasil y México exportaban poco ya diferencia ° Rober Hoye, Clive Gray y RB Short, Public Entei in Mist Economy Wishing, Fondo Monettio Internacional 1984 "8 Alice H. Amuden, The Rise of "The Ren Challenge tthe We fom Late Indurilicng Feonomies, Onioed, Oxford Univericy Pes, 2001 ' ' } ¢ + t + } 2 a ' % 4 LA BRECHA EN EI DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS Y AMERICA LATINA...111 de los pases de Asia del Este, no cambiaron sus estrategas a tiempo para ajus- tarse a los cambios en la economfa mundial. Para 1980, por ejemplo, las ex- pportaciones como proporcién del Pat ya representaban el 34% para Corea del Sur, el 53% para Taiwan y el 24% para Tailandia ~un notable giro en su desem- {pefio en comparacién con los datos ya citados pars ellos en los afos cincuen- ta-, Sin embargo, representaban el 9% para Brasil. Comparando dos palses exportadores de petdleo y también de otros productos, ambos de gran pobla- cién y extension geogriica, las exportaciones sumaban el 33% del 281 para Indonesia en 1980, pero slo el 11% para México. En una perspicaz comparacin entre ls experiencias de los grandes patses latinoamericanos y los del Este de Asia, Jeffrey Sachs sefala que el dimo gru- 0 de paises persstentemente impidié la sobrevaluacin de su tipa de cambio Ys Por tanto, no castgé su perfil exportador.” Los paises latinoamericanos, sin embargo, tuvieron una experiencia mucho més volitil, permitiendo en algu- nos casos una extraordinaria sobrevaluacién de su tipo de cambio que reque- ria, de cuando en cuando, dristicas devaluaciones monetarias. La sobrevalua- cin del tipo de cambio en América Latina fue, en diversos casos, un subsidio indirecto al consumo de las clases medias. No eran éstas dos deficiencias del disefio econémico en Brasil y México im- posibles de rectficar. Corea del Sur ruvo en la década de 1950 un petfileco- ‘némico hostl a la exportacién. Académicos fuera y dentro de Corea conside- rnban que los valores cultuales de los coreanos podrian ser un obstéculo insalvable que impidiese el crecimiento econémico. Sin embargo, tanto Corea del Sur como Taiwén modificaron su estrategia econémica despues de la déea- dda de 1950, como ya lo habia hecho Estados Unidos después de su triunfo en la Segunda Guerra Mundial, mediante el establecimiento de un sistema mun- dial que favorecié la liberalizacion del comercio. Otros pases, por tanto, rea- lizaron las eformas estructuralesnecesarias que también pudieron haberse he- cho, aunque no se hicieron, en América Latina. Hubo, sin embargo, otras dos diferencias importantes y més difciles de cambiar entre América Latina y los pates de Asia del Este. Al conclur la Se- srunda Guerra Mundial, Estados Unidos impuso una ddstica reforma agraria en Japén y su ex colonia Corea del Sut, ast como el gobierno del Partido "Nacionalistarefugiado en Taiwén realiz6 también otra reforma agrata alli. Es deci, en esos tres paises de Asia del Este hubo una ruptura de los derechos de propiedad bajo imposiciéa externa que promovié la igualdad y sirvié como © flleyD. Sachs, "Excenal debe and macroeconomic performance in Latin America and asia en Brookings Paper on Economic Avy nm. 2, 1985, pp. 523-373, m ELCONTEXTO HisTORCO “vacunacién’ para el fururo: se emueve el tema dela agenda politica nacional. YY como sefala la informacién en el cuadro 2, la desgualdad de ingresos en Corea del Sur y Japén es muy inferior asus equivalentes en Estados Unidos y ‘América Latina En comparaci6n, Stanley Engerman y Kenneth Sokoloff indican que, alre- dedor de 1900, las tres cuartas partes de las familias en Estados Unidos, yen proporcién aiin més alta en Canadi, eran duefios de sus tierras €n zonas rura- les. En esos momentos, la proporcién de familias duefas de sus tierras en la ppampa argentina fue inferior al 10%, y en México al 3%.!* No hubo un pro- ceso de adquisicién generalizada de propiedad rural en América Latina, mien~ tras que sila hubo en América del Norte. No bubo reforma agraria en la ma~ yor parte de los paises de América Latina, y las que hubo, a diferencia de las de los paises de Asia del Este, ocurrieron parcialmente desvinculadas a una economia de mercado. La reforma agraria mexicana, por ejemplo, dificult la plena paticipacién de los ejidos en la economfa de mercado, condenando a los cjdatarios a la pobreza. En Brasil y México, y en otros palses latinoameri- ‘anos, la demands por la redisribucién violatoria de los derechos de propie- dad siguié siendo un factor persistene. La desatencién a la desigualdad econdmica pose otro componente: la dis- ‘timinacién racial 0 étnica, Pases tan dstintos como Cuba, Estados Unidos, la India y Sudiftica han demostrado que la politica oficial puede modificar la desigualdad entre grupos racialeso Enicos, pero por suptesto es menester des- arrollar eal politica. Por lo general, los gobiernoslatinoamericanos hasta hace ‘muy poco tiempo le habian prestado poca atencién a este tema yen muchos casos, negaban incluso la existencia de un problems. Las investigaciones en el Banco Mundial, sin embargo, indican que ~controlando estadisticamente por factoresindividuales tales como educacién, ocupacin,e ingreso-la disrimi- nnacin racial 0 étnicaexplica posiblemente la cuasta parte de las diferencias de ingresos entre indigenas y no indigenas en Bolivia, la mitad en Guatemala, ‘México y Peri, la mitad en Brasil entre Blancos y no blancos. Por iltimo, los pases latinoamericanos en general, no solamente Brasil y México, aunque incluyéndolos, han invertido mucho menos en el desarrollo de los recursos humanos que los paises de Asia del Este. En América Latina, en comparacién con otros paises, ha sido baja a participacién de estudiantes en cscuelas primarias y secundaria ¢ inferior la calidad del sistema educativo. El "Stanley L Engeeman y Kenaeth L Sokol, “Factor endowments inequality and paths of development among new world economies, en Working Paper nim. 9259, Cambrdgs, [National Bureau of Economic Research, 2002. |LABRECHA EN EL DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS ¥ AMERICA LATINA... 113 cuadro 3 resume la informacién sobre la matricula en bachillerato. Los logros ‘en México son aproximadamente la mitad de los evidentes en Corea del Sur, Espafia y Estados Unidos. Los resultados en Brasil son especialmente malos: cn el bachillerto se matricula solamente la cuarta parte dela proporcién per tinente en comparacién con Corea, Espafia o Estados Unidos. Ademés, como sefialan los datos dl mismo cuadro, los maestros con quince afi de expetien- cia en escuelas primarias en Brasil reciben salarios que son menos de la mitad de sus equivalentes en Tailandis,y los salarios de maestros de escueas prima- rias en México no llegan a la mitad del promedio de los paises miembros de la (Organizaci6n para la Cooperacin y el Desarrollo Econémico (OCDE), ala que México pertenece. CConono 3. Matra en el bahia ytalaro de macro de acuta primaria piblia, 1995-1998 Porn demateua neta Slerio mare de xsl en baci, 1995 rimariapablies, 1398 Goren de Sar 36 39.921 Expaia o 29.590 aador Unidoe » 33973 coe = 24a Tallandia = 15759 Agencia 9 9402 Chie 8 15.233 Malesia = 10876 Colombia 0 Ss México 46 12450 Bea ie 651 Fuewe:Parmenhip for Educational Revlon in che Americas, Leprng Behind: A Report Card on Edacaon in Lain America, 2001, Washington, Iver American Dialogue, en bate a dato dela Unesco y dels Orgaisacin para la Cperacién y Desrllo Ezonémico (ocoe). Disponible en inex: , ' , ‘ ' i { i |LABRECHA EN EL DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS ¥ AMERICA LATINA...115, La casasta DE INSTITUCIONES, Un propésito del desarollo de insttuciones en economia politica es la redue~ cin de la incertidumbre para permititinversién, innovacin y eficiencia. Para Douglass North, entre otros, los regimenes politicos democrdticos y las econo- imfas de mercado desceneralizadas, con claras y bien protegidas garanclas para los derechos de propiedad, son las instcuciones preferidas para generar un marco institucional con eficaz capacidad de adapracién.” Las economias mis desarrolladas del mundo se encuentran en palses con regimenes democriticos. No es menos cierto, sin embargo, que el crecimiento ‘econémico ha ocurrido tanto en dictaduras como en democracas. En los afios correspondientes a este trabsjo, por ejemplo, hubo un crecimiento impresio- nnante en las democracias europeas y en Japén asi como en China, Corea del Sur y Taiwan durante la dos itimas dictaduras hasta comienzos de la década de 1990. Tgualmente, hubo crecimiento sconémico hace un siglo tanto en Estados Unidos como en la Rusia zarsta, En nuestra América, en las décadas de1950 y 1960 hubo un alto ritmo de crecimiento del st per cépta tanto en Costa Rica democrivica como en [Nicaragua bajo la dictadura dela familia Somoza ~mas répidamente en Cos- ta Ricaen los afioscincuenta y en Nicaragua en los afios sesenta~. Los pal- ses latinoamericanos que més erecieron entre 1950 y comien2os de la déca- da de 1970 fueron Brasil, Costa Rica y México. Costa Rica ya habia construido ua régimen democritico, México mantuvo un régimen politico autoritario y Brasil cuvo un régimen democritico (con defectos importantes) hasta 1964 y aatortario en aftos siguientes. Entze la crisis mundial de 1973 ye fin de siglo, las mejores casas de crecimiento del rat per cépita fueron de Colombia (democritica) y Paraguay (autortario hasta fines de los afos ‘ochenta). Es dul sin embargo, pensar en una canasta de reas, o instituciones que cen diversas combinaciones generen crecimiento econémico, aunque existan otras diferencias entre distintospalses y regimencs politicos. Este concepto de canasta de instucione, ademas, ayuda a comprender los que pareceran ca- sos anémalos. Por ejemplo, una insttucién parccularmente favorecida por Douglas North y muchos otros es la garancta de los derechos de propiedad, Douglass C. Nonh, Sntntions Intinional Cheng, and Bzonomic Peformance, CCambidge, Cambvidge Univescy Pre, 1990. 2 Indices cleladosen base Victor Bulmer-Thomas, Te Pelical Economy... it, eu 4A 2B Angus Maddison, The Wild Econo. cit 16 ELCONTEXTO HISTORICO aque «tuna pieza fundamental dela reducci6n de la incertidumbre. Garantiza cl futuro para muchos actores econémicos. in embargo, no hay un solo pals en que, en algin momento, no se hayan violado los derechos de propiedad. En Estados Unidos en el momento de su Independencia, en 1783, hubo una dramdtica redistibucién de la propiedad ~expropiaciones no compensadas~ mediante la emigracién, en muchos casos forzada, hacia la América del Norte briténica (hoy, Canadé) de muchos que fueron fieles al régimen colonial. Hubo una segunda violacin importante en Estados Unidos a raiz de la guerra civil en la década de 1860. Ya cité ls refor- ‘mas agratias en Corea del Sur, Japén y Talwin poco después de concluir la Segunda Guerra Mundial. ¥, en Corea del Sur, la dictadura que comienza en 1961 adopt6, entre sus medidas inicales, la encarcelacién de grandes empre- sarios y la confiscacién de bienes: es decir, una segunda violacién. El ereci- miento econémico es posible, por tanto, aun en palses donde se han violado los derechos de propiedad, ‘Una posible respuesta es que esas vilaciones en Estados Unidos, Corea del Sur, Japén y Taiwan, asf como en instancias revolucionarias en patss eutopeos, normalmente ocurren s6lo en el contexto de una guerra y de sus consecuencias inmeditas. En citcunstancias de pat, cominmente se han respetado los dere- chos de propiedad en palses de rapido crecimiem en Europa y en Asia del Ese. La particularidad latinoamericana ha sido la petsistencia sstemiica y per- durable de las violaciones a los derechos de propiedad, aun en ausencia de jguerras internacionales o de prolongadas guerras civiles. Esa persstencia, en dliversos casos hasta nuestros dfas, genera condiciones de inseguridad perma- renee para el ahorro y la inversén y estimula la fuga de capieales en bisqueda de un Estado de derecho. Por tanto, la mayorla de los paises latinoamericanos carece de insttuciones capaces de crear la confianza en Ia existencia de un Estado de derecho que protea la inversin a largo plazo para que se produzca tun crecimiento econémico sostenido. La democracia también es un procedimiento para garantizar el futur, ya que permite la rotacién del presidente © primer minis, segin la constitu- cin. La sustcuci6n de un jefe de gobierno por otro, aun hacia algéin politico de un partido de oposicién, es un procedimiento nocmal, bajo reglas estable- cidas y conocidas, en un régimen democritico, Tal rotacién no hace peligrar 1a establidad; por el contraio, la consoida. Este andlisissugiere una manera de distinguir entre dictaduras capaces de comprometer e& fururo y otras que no lo son. Las viejas monarquias absolutas posefan un mecanismo de compromerer el futuro: la sueesién dindstca. Algunas de las dictaduras con mejores resultados Se a sie oi snc | ieee east mnstidaiitimemnss te Se oe my ve ok LA BRECHA EN El. DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS V AMERICA LATINA... 117 cconémicos también han sido dinéstias, en Taiwan, por ejemplo. El ereci- rmiento de la economfa nicaragiense se acelera después del asesinato de Anas- tasio Somoza Garefa porque se logra el «raspaso del poder unipersonal al di- nistico, en secuencia, a sus dos hijs. La sucesién dindstica, por supuesto, no reemplaza la necesidad de adopear medidas econémicas eficaces y es vulnera- ble, segain la calidad de los herederos: ambos problemas coincidieron en la ex- petiencia econdmica de Espafa en el siglo xv, de los Duvalier en Hait entre las décadas de 1950 y de 1980, y de Corea del Norte en las dos sltimas déca- das del siglo x%. No ¢s una solucién ni confiable ni recomendable. ‘Mis eficaces son las instituciones de regimenes autoritarios que adopran mecanismos de sucesién ordenada, en muchos casos constitucionalizad ‘Mario Vargas Llosa caractetiz6 al viejo sistema politico mexicano como una “dictadura perfecta” por distintos motivos, pero uno de ellos fue la capa dad de wansferit pacificamente el poder de un presidente a otro puntual- _mente cada seis afios2? El régimen militar que llega al poder en Beasil en 1964 con el tempo adopts también procedimientos de sucesién a la mexi ‘ana. Tanto Brasil como México, como ya se anoté, euvieron excelentes re- sultados de crecimiento econémico desde fines de la Segunda Guerra Mun- dial hasta comienzos de la década de 1970. Durante esos afos, un régimen aucoritario rigié México. Brasil siguié creciendo casi hasta el final del perfodo ‘China comunista tampoco crecié econémicamente durante su cuarto de siglo bajo un régimen autoritario unipersonal, cuyos capri desastres humanos y econdmicos espectaculares. El rec de China ocurre por varias razones, pero una de ella ¢s un cambio importan- te de su sistema politico. Deja de ser una dictadura anipersonal. Se crean me- canismos de sucesién politica relativamente estables que sirven para compro- meter el futuro en nombre de las instraciones del partido y del Estado. Las insttuciones del regimen politico por s{ solas no generan el crecimien- {0 econdmico. Se requieen politieas cconémica adecuadas para dl crecimiento, pero estos mareosinstitucionales presentan czzonables garancias de que las po- liticas establecidas perdurarén, incentivando a os actores econémicos -en de- ‘mocraciasy en egimenes autoritarios con mecanismos de sucesi6n bajo un r= gimen constitucional- a comprometers a invertir més ¢ innovar en un futuro mis predecible. Gado por Jorge Chaba, "Mesico foreign policy n 1990: Electoral soverigny and in ‘eqaton withthe United Sate” n farma of intrmerican Std and Wild Afr, vl 33, rim. 41991, p12, ue ELCONTEXTO HISTORICO La relaciOn entre la rotacién del jefe de Estado o gobierno y las garintias para los derechos de propiedad es clave. En un régimen politico sin procedi- ‘mientosinsttucionalizados para la rotacién presidencial, un presidente y su mi- nist de Hacienda solamente pueden compromete las reglas fundamencales que garanticen la propiedad y el comportamiento econémico hasta el momen- to de su muerte 0 destcucién, Un régimen politico, autoritario 0 democréti- 0, con procedimientos institucionalizados para tal rotacién del jefe de Estado posee los medios de garantzar los derechos econémicos fundamentales a lar- igo plazo. El cumplimiento de esas reglas econémicas no depende de una sola persona, sino de la misma constcucién del égimen. En América Latina, por tanto, los excelentes comporeamientos econémicos de Brasil, Costa Rica y México entre 1950 y 1973 tienen en comtin que los tes muy. diversos egimenes politicos poseianinsticuciones que gobernaban la transferen- cia pactica y consttucional de la presencia, con la principal excepcin del gl- pe miliaren Brasil en 1964. El buen crecimiento econémico ya sefalado de los paises centroamericanos en las décadas de 1950 y 1960, ms alli de Costa Rica y ‘Nicaragua, cambién fue acompafado de mecanismos telativamente enables de rocacin presdencial mediante selecciones intemnas en las Fuereas Armadss. Entre las economias importances de América Latina, la que evié un descala- bro econdmico entre 1981 y 1983 fue Colombia, con mecanismas consticucio- rales ficaces para el manejo de su politica macroeconémica a pesar de adolecer terrbles males de valencia publica. El peor resultado, como sefiala el cuadro 1, lo tuvo la Argentina el nico de los piss latinoamericanos con golpes militares eiunfantes en las décadas de 1950, 1960 y 1970, y reterados morines militares o intencos de golpe de Estado ddurance la década de 1980 hasta 1990, Los egimenes militares argentinos, ade- ‘ms, adolecieron de ocra lara: generaron su propia inestabilidad, ya que en ca- da perfodo el pas sufié de golpes militares bajo cada uno de los egimenes mi litares iniciados en 1962, 1966 y 1976.4 La excepcionalidad del pobre desempefio econdmico de la Argentina posee coxra caracterisica institucional identifcada por la investigaci6n de Gretchen Helmke: la creacin de la inseguridad judica mediante la destruccin sisterné- tica de la capacidad de aecién auténoma de la Corte Suprema.* Una funcién 2 La eacepcionaldad del Argentina ress evident en una comparaciin mundial sabre democraiay desrollo, Vése Adam Preworsi, Michael Alvar, José Antonio Cheibub Fernando Limong, Demacracy and Development: Paical Intitutions and WE Bing in the Word, 1950-1990, Cambidge, Carbvidge Univesicy Pret, 200, ° Gretchen Helmke, Cours wnder Comtrade, Genera ad Prien in Argentina, Cambie, Cambridge Univeriry Pres, 2005 | se cicinistiniaR SERCO mcnminn 9m @ |LABRECHA EN EL_ DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS ¥ AMERICA LATINA...119, clave de una Corte Suprema es la garantla coletiva einsticucional de las relas establecidas, inclusive de los derechos de propiedad necesatios para el creci- rmiento econdmico, Esa garanca del imperio de la ley necesariamente debe ser independiente de ls afliaciones politicas de los miembros del tribunal supre- mo, Debe ser una garantla del Estado, no de las personas que desempefan fanciones pibicas, ‘Un momento de transicién rumbo ala inseguridad juridica en la Argentina fue la desiucién de tes de los cinco miembros de la Corte Suprema, y la re- rnuncia forzada del cuarto, en 1947. Esa decisin cuvo repercusiones perdura- bles. A partir del golpe militar de 1955, la mayorla de los miembros de la Corte Suprema fueron sustauidos en cada cambio de régimen politico hasta 1983. Bajo gobierno militar, eran destituidos por decreto; bajo gobierno de- rmocritico, por renuncia forzosa. El resukado fue una notable politizacién de la Comte Suprema que, de distnta forma, persixe hasta nuestros dias, ya que algo similar ocursié al pasar de la presidencia de Rath Alfonsin a las de Carlos Menem y Néstor Kirchner. La Corte Suprema en la Argentina solamente puc- de garantizar aquellos derechos que sean de interés para el presidente de tur no, sea éste quien sea. Esa garanta solamente sirve mientras que ese presiden- te Sea president, es decie, no es verdaderamente una garantia del Estado, No debe sorprendernos que las crisis interrumpan los instantes de crecimiento ‘econdmico. EL MAL COMIENZ0 DEL SIGLO XX EN AMERICA LATINA, 1 “més 0 menos siglo 04” en América Latina arranca con la crisis econémica mundial de comienzos de los afios setenta, que combiné la devaluacién del dé- lage Brusco aumento de los precios del petéle, la subida de las tata de in- flacién eanco en patss desarrollados como en los menos desarrollados, y la re- ‘esién econémica mundial, que también caracerizé buena parte de esa década, De pronto, los viejo patrones de estabilidad de la economia internacional se rompen y se requiere una més dil capacidad de funcionar en ella. No es diffi, comprender por qué los pases latinoamericanos euvieron dificultades econémi- ‘cas en esos afos, ya que las compartieron con otros paises del mundo. Lo no- table es que, para la década de 1980, se ecuperaba América del Norte, Europa Occidental y, en particular, Asia del Est, pero no América Latina. QvE pasd en América Latina en los afos setenta mientras que Norteamér- «a, Europa Occidental y Asia del Este reorganizaban sus economias? En ‘América Cental, se desatan crucles guerrasinternas e internacionales en Gua- 129 EL CONTEXTO HISTORICO temala, El Salvador y Nicaragua, que afectan indirecamente a Honduras y Costa Rica. Loe gobiesnos consttucionales son dertocados en la Argentina y cl Ecuador, y en Chile y el Uruguay —estos dos iltimos se habian caracterizado por su estabilidad institucional durante décadas~, Los gobiermos militares del Cono Sur, en nombre de proteger la “cvilzacién occidental”, asesinan a miles yy miles de sus conciudadanos sin el menor respeto a la legalidad, Ademés, a inestbilidad institucional de los regimenes auroritaris militares, apuntada ya en el caso extremo de la Argentina, también se observa en los regimenes mil- tares en Bolivia y Per, es decir, golpes militares aun contra gobiernos milita- res. Las “fuerzas del orden’ son las peores generadoras del desorden. Para me- diados de la década de 1970, regimenes autoritaris, casi todos de corte militar, mperaban en toda América Latina excepto en Costa Rica, Colombia y Venezuela Estos gobiemnos autoritarios son los que adoptan la decisién de endeudar ‘en ver de reajustar las esructuras econdmicas latinoamericanas frente a la cri- sis econémica mundial, Son ellos los que retenen y, en la Argentina y en Chile hhaca fines de los afios setenta los que exageran la sobrevaluacién del tipo de ‘cambio, Son ellos, (excepto en Chile, los que ignoran la necesidad de modifi [A pesarde los ya numerososy variados programas de reformas, falta mucho jar lograr. Considetemos, por ejemplo, un simple indicador institucional: el rnimero de das que se requite para comenzar una nueva empresa. Como in- ica la informaciSn de cuadro 6, el desarollo de una nueva empresa es rela- Pa ELOONTEXTO HISTORIC tivamente simple en palses como Australia, Estados Unidos y Puerto Rico. Chile ha modificado sus regulaciones para competir con los pafses de Asia del Exe, Es interesante ¢ irénico que sea més fcil abrie una empresa en la Repiiblica Popular China que en México 0 la Argentina, y tres veces més fi- «ill en China comunista que en Brasil. No debe sorprender que crezcan mis los pases que facilian la creacién de nuevas empresas generadoras de empleo « ingresos. Hay casos positivos. Las reformas del régimen de comercio exterior en México que permitiron su posterior ingreso al Tratado de Libre Comercio de ‘América del Norte (TLCAN, también conocido como NAFTA) generan un répi- do crecimiento del sector vinculado a la economia internacional. A pesar de retener un concraproducence régimen de tipo de cambio y otras lacras, la re- volucién en el comercio internacional de México en la década de 1990 resca- taal pals de su pénicofinanciero de 1994-1995, le permite crecer a un ritmo acelerado durante el segundo quinquenio de los afios noventa por primera ver en dos décadas, y sobrevivr la recesi6n econdmica en Estados Unidos de co- ‘mienzos del siglo 200. Esa misma experiencia de México, sin embargo, hace resalta los legados de las decisiones que América Latina poscergs. México y al resto de América Latina pueden hoy competie con la pujante economia exportadora china re- dluciendo los salarios de sus obreros, que de entrada no son altos, o invrtien~ do en sus recursos humanos para generar un aumento de la productividad. [Nadie quiere lo primero y, lo segundo, requiere afios para producir sus fruts. La Argentina también enfrenta esa disyunciva ~un pais acostumbrado por tan- to tiempo a un alto nivel de consumo- América Latina podria crecer més si ‘51 mercado interno fuera mayor ys sus ciudsdanos pudieran aporcar més ast crecimiento econémico. Pero la desigualdad econémica, siempre desatendida, y la pobreza, cuya reduccién recibe atencién s6lo en los ilkimos aos y slo en algunos pales, achican el tamafo real de cada economia nacional. La debi dad institucional dificulta la coordinacién de esfuerzos para promover el cte- cimiento econémico. Concuusion Los origenes de la brecha entre Estados Unidos y América Latina se remontan a siglos pasados. El desempefio econémico latinoameticano mejor6, sin em- bargo, durance & “més o menos siglo xX", desde la década de 1870 hasta co- 1mienzos de la década de 1970, Aun durante ese periodo de mejor ctecimien- [LABRECHA EN EL DESARROLLO DE ESTADOS UNIDOS ¥ AMERICA LATINA...125, co del rat per cipita en América Latina, el continente desatendié la inversion en recursos humanos y la reduccién de la desigualdad y la pobreza en compe racién con lo hecho en Estados Unidos y otos pases que logran desarrollarse. Con el avance del siglo %, hubo una marcada preferencia en América Latina por estrategias econémicas autérquicas levadas a extremos nunca compartidos en los patses del Adntico del Norte « de Asia del Este de mis répido desatro- llo econémico. Ademés, las debilidades institucionales en América Latina, siempre probleméticas, s agudizaron ain més durante los ais setenta ~cléca- da cerrible~ cuando la gran mayoria de los Estados en América del Sur y ‘América Central parecieron preferirel endeudamiento soberano improduct- vo, fugaz¢ iresponsable, y la matanza de miles de conciudadanos, al reorde- rnamiento del marco econémico que permitiera una més feliz prosperidad compartida, La suma de los vejos e inmodificados defectos ~en términos de mediocre inversi6n en recursos humanos, disfuncionales instituciones y mal formuladas y’aplicadas medidas econémicas~ con el comportamiento estatalsuicida de los aos stenta explica la interrupeién del ritmo de crecimiento del PBt per cSpi- ‘alatinoamericano y la gravedad de la recesién econémica de los ais ochenta. EI muy demorado proceso de reajuste y reformas impidié beneficiarse plena- ‘mente del crecimiento de la economla mundial en las décadas de 1980 y 1990, crecimiento que se posterga més ain por las crisis internacionales ocurridas durante el paso de un milenio al ott. 'No hay una varia magica que cierre la brecha entre Estados Unidos y ‘América Latina, Los instrumentos para cerrar la brecha no son novedosos. No se requieren inyecciones genéticas ni experimentos culturalists. Ademés, ya demostraron los gobicrnos militares su colosalinepritud. Llevaron a América Latina al borde del precipicio en las décadas de 1970 y 1980, y dieron un em- pujén final ‘Para el futuro, se trata de invertr en la calidad de los recursos humanos en la regidn, potenciara una ciudadanfa capaz de construir su propio futuro, con ‘ones confiabes bajo un régimen politico democratico y el imperio de la ley, que promuevan el desarrollo humano mediante politicas econémicas sensatas en el marco de una economia de mercado. Lindas frases, que la ma- yorfa de los gobiemnos de nuestra América ha ignorado.

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