"fa" L'historiador -ni 1a fa
ningi-, que la histdria "es fa’
(sola); aixf 01 subjecte
cognoscent de la histéria seria,
com el notari per a les parts
dei contracte o com Cronos per
als sous fills, radicalment,
Anamoviblement alié, indiferent
per als esdeveniments que
Constitueixen 1'objecte de la
seua narracis.
(Si stadvertoix bé, és aquest
L'impuls que guia le visis
positivista de la histéria com
@ historia "quantitativa" i
"total", cidncia a imatge de 1a
ffsica.) La contradiceié
encoberta aqui és semblant a
aquella que, segons Homer,
trobaven 013 seus compatriotes
en les paraules de Polifem,
victima de la manipulacis
Antica d'Ulisses: "Si ningd
no t'ha ferit, de qud et
queixes?".
Perd si la histdria -procés- ¢
fes sola, en definitiva yper a
qué recordar.la? Si la histéria
snarracié- fos "quantitativa”
i "total" -com 1a fisica- tot
~també les caigudes de poma-
seria histdric; perd les
caigudes de poma, un cop
descrites per la llei
d'atraceié del cossos (d'un
cop i per sempre) deixen de
poder ser narrades -precisament
Perqud, segons hem vist, cap
caiguda de poma no fa més
fisica que una altra.
A118 que 1a metoninia encobreix
“idsoldgicament. amb un efecte
do "faisa consciancia’~ és
jue la historia no "es fa"
‘sola); el que, més encara, en
alcar ia tapadora semdntica 6:
doscobreax és que In protesa
Guplicitat de sentits és
SiPiusSria: Cronos la narracté
com a conscidneia~ i els seus
fills = alld narrat com a
accié~ es poden enfrontar
Perqué participen de la mateixa
haturalesa.
cap argicia del llenguatge no
és innocent. Sén sempr
relacions de poder ail3 que
els mecaniemes de falsa
congeiéneia tracten de cobrir;
aixi, "fer la histéria" des
d'una vora del poder no és e1
mateix que "fer la historia"
des do l'altra vora. Aixi, per
exemple, els quadres que des
dtuna vora del poder "fan" 1a
histéria de la pintura
valenciana han de ser,
necessiriament, altres que els
que des do 1'aitra vora la
"fan". La narracié proposada,
com a esforg col.lectiu, des do
la vora dels. qui participen en
la vida social a través del
seu treball, precisament com a
productors de cultura, ha de
sor molt distinta de la que
stha proposat, de fet, des de
Ja vora del poder establert en
aquest moment al nostre Pais ;
17
enel primer cas L'esforg per a
recuperar el sentit do la
histéria de 1a pintura
valenciana Js part de 1'esfor¢
per a recuperar una consciéncia
prépia especifica, professional
i, al mateix temps, part també
do l'esforg més general per a
recuperar la histdria del Pais
com a part de la consciéncia
democritica; en el segon cas,
L'esforg de la "narracié”
s'adreca precisament a impedir
que tot aixd océrrega. Si una
do les dues narracions sembla
nix més sentit que l'altra,
estar més d'acord amb la
"yeritat" de la histiria, no és
tant per alld que on el “fer
histdria” pogués haver de comi
amb la pretesa indiferéncia de
Cronos com per alld que de
comi té amb l'alcament de Zeus.
La conquesta del passat com a
nemiria, com a consciéncia
prépia és també, i
Ponamentalment, 1'accié inicial
en la conquesta del futur.
Tomas Liorens
etre
moderna]
Petrcrtl
muna guia razonada para quien
quiera empezar a estudiar las
etapas de la investigacién
arquitecténica contempordnea,
hasta llegar a las propuestas
mas recientes". Al objetivo no
le falta sinceridad: L,
Bonevols, C, Melograni y T.
Giura-Longo mantienen su
promesa en su "dgil" folleto La
romettazione della cit.
ge tesa castes ia
Cdtedra de Composicién IT,
ETSAB, 1975), a pesar de su
titulo, suficientemente
comprometido. E1 editor Laterza
acoge, diez afios después de au
publicacién original, las tres
lecciones universitarias que
componen el libro en una
coleccién que, valientements
se titula Tempi Nuovi. Y, en
efecto, e1 libro tiene algo
"nuevo": las dlustraciones, on
una serie bastante amplia y
escogida, y la bibliografia,
muy Util’ para esclarecer el
grado de puesta al dia
alcanzado por los tre
escritos. El objetivo es, de
todas formas, ovidente:
cualguiera que lea el libro
podré formarse una idea muy
precisa de la historia de la
edudad moderna y, quizds,
hurgando entre 1ineas, podré
encontrar incluso alguna
Andicacién para "proyectar" una
ciudad nueva y, ciertamente,
"mejor". Porque se trata
precisamente de eso: en su
evolueién moralizada la
historia de le arquitectura
moderna encierra un "mensaJ
que atin nadie ha recogido. Dos
pérrafos del libro indican con
Simplicidad edmo hay que
encontrar la botella para sacar
de ella el mensaje: en el
primero, al comienzo del libro,
quedan éxpuestas las
coordenadas histéricas.
define e1 concepto clave
codificads por Benevolo: el de
"ciudad neoconservadora". En el
segundo parrafo, cerrando el
volumen, se ofrecen con mucha
sinceridad las propuestas para
aplicar el nuevo trazado: el
mensaje toma consistencia, se
traduce en modelos concretos,
palpables.
Ani se
De esos modelos se ha hablado a
menudo: pero, 4cémo 20 se ha
asimilado todavia su oculta y
sugestiva enseflanza? Las
alternativas a la ciudad
"neoconservadora” son tan
inteligibles que resultan
pricticamente obvias. A clara
pregunta, respuestas claras, a
saber: las propuestas de los
Socdalistas utépicos, Owen y
Fourier (y quo nadie’ se
equivoque pensande aqui on ol
sadiano castillo de Silling),
Jas ensefanzas de los
higienistas anglosajones, sus
Gloriosas investigaciones, los
"modelos" de la "vanguardia",
es decir, Howard y Garnier (y
fen el concepto de vanguardia
conviven los opuestos). Pero
nos hallamos atin en el terreno
de las prenisas, en la
introduccién: es de ah{ sin
embargo que naceré 1a verdadera
ensefianza, e1 "olvido” por
antonomasia, 1a alternative
total. Bs of "Movimiento
Mederno". En este reino
resplandece el sol de Le
Corbusier. Es tal su claridad
que dicha exposicién sd10 puede
ser sugerida al lector; es el
fruto de una ausencia total de
"dudas"; 1 esquena trazado
hace diez aflos se sostiene sin
dificultad, no lo ha alterado
ninguna curiosidad; asegura los
nexos histéricos de una manera
inamovible, a toda prueba. El
bipolarismo domina por encima
de todo: a un lado estd el mal
(io decimos asf para
simplificar, Benevolo lo Llama
la ciudad "neoconservadora"), y
al otro esté e1 bien (ahi no
hay dudas: se trata del
"Movimiento Moderno"). E
imitil plantearse preguntas
ociosas: quien quiera
explicaciones a propssito de
tales categorias debe irse a
otra parte: por ahora basta con
saber que tales categorfas se
hallan grabadas en la mocdnica
histérica, Es inital
preguntarse si 1a ciudad ha
Sido "neoconservadora" en modes
y situaciones distintas: no
todas las ciudades pudieron
contar con un bardn Hauseman,
no todas fueron "narcadas" por
Olmsted, no todas conocieren el
reformismo post-industrial en
e1 mismo momento y on iguales
condiciones politicas. Pero
cuidade: legs 01 alo 1848, y
después 1a ciudad fueexactamonte neoconservadora}
hay que pensar demasiado. Y, a
“razones" claras, claras
respuestas: Owen, Fourier y,
luego, 1a vanguardia. Como
puede observarse, se utilizan
categorfas bien definidas:
“utopia socialista",
anguardia", "Movimiento
Moderno”: un’Santo Rosario.
Basta con que cada cual le
aflada su trayectoria para quo
la tira de cuontas de la
historia no se rompa, no facit
saltus
Sin ombargo, on esa historia
n la "efectiva’,
naturalmonte- también hubo
alguna que otra ruptura; en 1a
utopia, por ejemplo: en modelos
de matriz similar, pero con
connotaciones tan distintas
como ocurre, por ejemplo, en
América y en Alomania, y'aqui
precisamento después del
fatidico 1848, 0 en las
Annovaciones: distintas
modalidades de gestion,
formacién de nuevos sistemas
para la administracién,
ereacién de nuevos papoles para
los téenicos y administrativos;
los: cambios del rol de la
burecracia fueron, sobre todo,
la transformacién’de 1a ciudad
en "metrépoli", 1a mutacién de
su funcién social, econémica y
politica. Y tode ello no
mantuvo la ciudad y la
arquitectura totalmente
margen de 1a innovacidn, sino
odo lo contrario: dsta se
produjo con rupturas,
fracturas, maltratos, contra la
continuidad, contra la
reproduccién mecdnica de esa
cadena que nuestros autores,
por el contrario, santifican.
Pero, a buen ver, una visién
tranguilizante como esa tiene
una precisa razén de ser: esté
construida exclusivamente on
funcién de un concepto
particular 0, si se quiere,
una categoria: "Movimiento
Moderno". Le Corbusier es su
profeta: en 61, el herofsmo del
"Movimiento" adquiere una
desconcertante plasticidad, De
este modo queda fundada 1a obra
jel maestro: también aqui se
trata de una lectura de
admirable claridad. Se describe
Ja arquitectura por lo que es:
ni una palabra sobre los
"residues". Benevolo dirfa que
“Literatura” preocuparse por
e1 hecho de que Le Corbusier
haya vivido de una manera nada
tranquila 1a época de la
vanguardia o que haya rozado,
on nombre de la arquitectura,
los mds. aberrantes destinos
politicos. Es cierto: la
politica no explica nada acerca
de una forma de Le Corbusier.
pero, on todo caso, es de ella
que debemos hablar, de su
Lenguaje, de su técnica, de su
complejidad, de su manera de
ser en las relaciones de
produccién y en la cultura,
Pero con un significado més
amplio que el proporcionado por
la consoladora expresién
de
18
"Movimiento Moderno". Pero asi
se corre e1 riesgo de hacer
"literatura"; se corre el,
riesgo, ante todo, de dar con
coincidencias embarazosas o con
senderos no muy bien trazados,
a veces interrumpidos puede
incluso ocurrir que "los
hombres corrientes" no basten
ya para explicar "las cosas".
Pero los hombres corrientes
entienden lo heroico: la
arquitectura tiene un mandato
en la historia -y en ello
estriba su heroismo moderno-
continuar tejiendo la tela a
la alternativa a la sanguiJuela
monstruosa de 1a ciudad,
"neoconservadora", A ello le
corresponde un mandato moral,
una misidn polftica: cada
construccién arquitecténica (en
el sentido del "Movimiento
Moderno") conileva on si s
signos visibles. Es obvio quo
las exclusiones deben ser: muy
sevoras; 1a mano del critico se
hace moleata. Nuestro "guia"
debe realizar.en este punto
recortes drésticos. No so
sorprenda nadie si en el libro
no encuentra ni una alusién a
la gestién de la polftica
urbanistica en la época
weimariana, ni una linea sobre
May 0 sobre Taut, ni sobre
Viena, ni tampoco sobre ol
Werkbund, ni tan sélo sobre las
diversas politicas adoptadas en
los diferentes paises
desarrollades durante la
postguerra. Quizd tomando en
conaideracién a Loos se habria
podide descubrir una erftica
demasiado radical -o
"Literaria", como se prefiera~
dirigida directamente a la
vocacién moral de la
arquitectura, al propio sistema
de valores que preside la
estructura del "Movimiento
Moderno", 0 quizd bastarfa el
recuerdo de Martin Wagner para
agrietar realmente la vertiente
politica de las vocaciones de
algin modo progresistas de les
hijos de la vanguardia o de los
descendientes de la clase do
los cultos... pero en este caso
también hubiera sido necesario
darse cuenta de que en Rusia
algo cambiaba en ol afio 17, que
a mitica continuidad de los
deatinos del trabajo
intelectual también sufrié alli
un sobresalto, y no muy débil
precisamente... Pero todo esto
ha sido pasado por las armas
del silencio, La construceién
del libro no sirve para llegar
a ilustrar un esquema, sélo
sirve para apuntalarlo: gira
entorne a una serie de
priorismos. Se consigue con
1lo una construccién mecénica
aparentemente liicida pero
carente de motor: una
carroceria cuidadosamonte
abrillantada, que se prolonga
siguiendo una
‘on ol origen era el
mono, es decir, la ciudad
"neoconservadora".
Se trata de un libro optimista;
quizé 1a historia de la
arquitectura no esté totalmente
cubierta de flores, pero es una
calle segura, abierta, bien
trazada, E1 trabajo intelectualpuede recorrerla con
tranquilidad, ahora que une
nueva luz alumbra sus
contornos; puede ir por ella,
seguro desu propia
inmutabilidad, confiade -pueato
que los modelos son clares y
ciertos, y la historia los
muestra’ sin equfvocos- en su
abundante capacidad para
observar en cualquier momento
un universe Lieno ae modelos
mejores.
No es necesario fruncir el cero
frente a esas péginas. No vale
la pena lamentarse de que la
historia de 1s arquitectura
aparezca tan demacrada al leer
este pequello volumon, El Libro
tiene otros méritos: soore
todo, su extrema claridad,
onormenente estimulante en
estos tiempos de incertidumbre.
Se trata de la vieja
racionalidad victoriana (quizé
un poco moralista, pero tan
sélida...) que aparece de
nuevo. Y no ser la Gltima vez:
de esto estamos seguros, aunque
cambien los lugares, las
personas o las ocasiones.
Consolémosnos recordando
aquella ingenua observacién que
Wittgenstein hacia tras haber
Jeido La rama dorada: "Frazer
es mucho mis Druto que la
mayorfa de sus salvajes".
Francesco Dal Co
(traducide de "Rinascita")
19
Maniori - Et
‘Witla Morty ln ideotogi de te
‘arquitectura moderna
19x 20 paper 188 pig
270 ptas.
A. Blunt
‘Arta y arquitectura on Francie
11500-1700
1521 480 pég.
‘hard, 800 tas. paper 650 ptas.
‘Arquitectura civil del siglo XVI on
Burgos
A.C. Ibafez Pérez
17 x 24 paper 640 pég. + 138 lam.
1,000 ptas.
Laobra de Eduardo Torroje
Feo. Arredonday otros
13 x 20 paper 366 pés.
750 pras.
Ventura Rodtiguez, The architecture
of Thomas F. Reese
2vol. 15,5 x 21 hard 608 +452 pig.
10.700 pias.
‘The Cathedral of Granada
E, Rosenth
x 30,5 hard 236 pig. + 127 tam.
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Tercera y cusrto libro de Arquitectura
Sebastién Serlio
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El urbanismo como hecho y la
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E Garcia de Enterria
135 x 20 paper 77 ig.
125 ptes.
Disefio de trifico y forma urbana
G. Bossa
17 x 24 paper 254 pig.
780 pues
El plan Macié. Do ta gross Barcelona
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F. Roca
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Noticia de fos arquitectos y arquitectura
de Espafa desde su restauracion
vol. 13x21 380 + 440 + 428 pig.
‘aper E. facsimil numerada de 1.000
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Cano Lasso, Jul
Dibujos y notas 1970-77
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