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Tzvetan Vederav, Ge dela aclica Bama Aires, Pacolos 1994 _ ‘ 5/325 Cie S BL LENGUAIE POETIC 4 Ceias (Los Formalistas rus0s) 1 Mi actitud frente a los Formalistas rusos (utilizo la mayascula cuan- do hablo de este grupo particular) hacambiado en diversas oportunida. des, Jo cual, despues de todo, no es nada sorprendente pues se convir- tieron en intimos para mi hace més de veinte afios. La primera impresién consistia en este descubrimiento: se podia hablar de la literatura de forma alegre, irreverente, inventiva: al mismo tiempo, sus textos trataban de aquello de lo que nadie parecia preocuparse y que, sin embargo, yo habia creido siempre esencial, de aquello que se designaba, con una expresion algo condescendiente, la «técnica litera: ria». Fue esta admiracion lo que me Hlevé a buscar texto tras texto (no siempre era facil) y, luego, a traducirlos al francés. En un segundo momento crei percibir en sus escritos la presencia de un proyecto la expresion més trabsjada de Ja doctrina autotélica: La tendencia de los futuristas al «Lenguaje transmer despojamiento extremo del evalor autonomo»... («Teor + como un x, pig. 122) Unos diez aiios antes, Chklovski se preguntaba si toda poesia no era en realidad transmental, al no valerse los poetas, la mayoria de las veces, del sentido sino para lograr una «motivaciéns, un enmascaramiento y tuna excusa: El poeta no se decide a decir la «palabra transmental»; conminmente lo transmental se esconde bajo la mascara de un contenido cualquie: 20 CRATICA DE LA cRITICA ra, muchas veces engafioso, ilusorio, que obliga a los poetas mismos 2 admitir que no entienden el sentido de sus verses. (..) Los hechos ‘expuestos nas obligan a preguntamos si, en el discurso no abiertamen- te transmental sino simplemente poetico, las palabras tienen siempre tun sentido, o si esta opinion es solamente una ilusién y el resultado de nuestra falta de atenciGn (+0 poézit..., pags. 10-11) Jekobson no pensar de otro modo: El lenguaje poético tiende, en ultimo caso, hacia la palabra fonética: con mayor exactitud, ya que el objetivo correspondiente esta presente, hacia la palabra eufonica, hacia la palabra transmental (pag. 68). Otros representantes del grupo no Ilegan hasta esto, pero estan de acuerdo en reconocer el valor esencial y, sobre todo, auténomo de los sonidos en poesia. Asi Jakubinski En el pensamiento lingiiistico versificado, los sonidos se convierten en el objeto de la atencion, revelan su valor aut6nomo, emergen en cl campo claro de la concieneia (+O zvukakh..., pags. 18-19). 0 Brik: ‘Cualquiera que sea la manera en que se afronten las interrelaciones de la imagen y el sonido, una cosa es incontestable: los sonidos, las consonancias no son simplemente un apéndice eufénico, sino el resul- tado de una aspiracion poética auténoma (pig. 60) {Pero ain seré lenguaje un lenguaje que rechaza el sentido? 48). Esta tiltima manera de ver las cosas es la que se convertiré en CPSrcdo de Takabyon cuarenta aoe mis tarde, y a6lo se pereben diferencias terminolégicas entre el enunciado de'1919 y aquellos mas eélebres que datan de los afios sesenta, Por una parte, el lenguaje poético se define por su autotelismo: objetivo (Finstellang) del mensaje en cuanto tal, el acento puesto en tl mensaje por su propia cuenta, eso que caracteriza la finelén podtca del lenguaj (eLingusticny pottica, Por otra parte, el autotelismo se manifiesta por esa forma particular de la super-estructura que es la repetici6n: La funcion postica proyecta el principio de equivalencia del eje de la seleccidn sobre el eje de la combinacién, EL LENGUAIE PoETICO 23 En todos los niveles del lenguaje, la esencia del artificio poético consiste en periédicas reiteraciones («Gramatical parallelism... Tal es la primera concepeién formalista del lenguaje poético, prime- ra.no en el tiempo sino mas bien en el orden de importancia. ;Seré una concepeién original? Jamas se ha ignorado la filiacién que lleva a los Futuristas rusos. Pero es gota una correspondencla inmediaia que, mas que revelar, enmascara el verdadero arraigo ideolégico de las teorias formalistas. Sin embargo, Jirrmunski lo habia indicado desde los inicios de los afios veinte (en sZadachi poetikis): el marco de la doctrina formalista del lenguaje poético es el esteticismo kantiano y, tendriamos gue anadir, su elaboracién posterior ela época del romanticismo aleman, La idea de! autotelismo como definicidn de lo bello y del arte viene en linea recta de los escritos estéticas de Karl Philipp Moritz y de Kant; la solidaridad misma entre autotelismo y una mayor sistematici- dad esté ahi abiertamente articulada, al igual que la que existe, por lo demas, entre autotelismo y valor de los sonidos. Ya en su primer escrito estético (de 1785), Moritz declara que la ausencia de finalidad externa debe ser compensada, en arte, por una intensificacion de la finatidad in- terna: Si un objeto debe producir en mi placer, hay que situar en el objeto mismo la utilided o el fin externo cuando carece de ellos; o entonces: debo encontrar en las partes aisladas de ese objeto tanta finalidad que ‘olvido preguntarme: ¢Pero para qué sirve entonces [La resurrecci6n de la palabra], con fecha de 1914, por lo tanto anterior ala constitucién del grupo, nos encontramos con una curiosa mezcla de la doctrina precedentemente expuesta con otra, cuya diferencia Chklovski no parece percibir pero que en realidad solo puede armonizarse con la primera con la mayor dificultad. Por una parte, pues, Chklovski eseribe: Si queremos crear una definicidn de la percepeién poética yen gene- ral artistica, nos toparemos sin duda con esta definicin: la percepeion artistica es aquella en la cual se experimenta la forma (quiza no solo la forma sino necesariamente la forma) (pags. 2-4) El tono general nos resulta muy conoeido; sin embargo, se percibe también un matiz que estaba presente igualmente en los textos mencio- nados con anterioridad y que parece ser la contribucién personal de Chklovski a la doctrina profesada colectivamente: en lugar de describir la obra de arte misma, o el lenguaje poético, Chklovski se interesa siempre por el proceso de su percepcién. No es el lenguaje el que es autotélico, es su recepcién por el lector o el oyente. Ahora bien, por otra parte, Chklovski nos entrega también incidental mente otra definicion del arte que, como veremos, esta igualmente ligada a la percepcién, pero que renuncia, en cambio, al autotelismo: sLa sed de lo concreto, que constituye el alma del arte (Carlyle), exige el cambio» (pag. 4). Carlyle, ya se sabe, no es mas que otro vulgarizador de las ideas romanticas, y su concepcién del arte deriva de la de Schelling: ¢s la sintesis de lo infinito con lo finito, la encarnacién de la abstraccién 26 CRETICA DE LA eRETICA en formas concretas. Asi, pues, no hemos dejado la tradicién romantica. Pero es quizas a otro lugar comuin de la época al que se refiere implicita mente Chblovilleabre todo si se toma en consideracion su insstencia en la percepcién): el que populariza la estética del impresionismo. re renuncta ala cepresentacion de ls esencis yse dedia ala de as impresiones, de las percepciones; sélo existen visiones individuales de Tos obet0s, no objetos en st la vision constituye el abjeto, renovandolo. Estamos aqui atin mas cerca de los principios relativistas e individualis- tas de esta ideologta Sea lo que sea, Chklovski no parece advertir en modo alguno que esta funcién del arte (renovar nuestra percepcién del mundo) no puede asimilarse al autotelismo o ausencia de funcién externa, igualmente caracteristica del arte, y sigue planteando ambas simultaneamente en los textos de los anos siguientes. La ausencia de articulacién es particu- larmente sorprendente en «El arte como procedimiento», donde se introducira el famoso concepto de ostranenie, © distanciamiento, Pues volvemos a encontrar aqui los ejemplos ya mencionados en «Voskrese- hie slovar [La resurreccién de la palabra] de un lenguaje poético «dis- tante» o

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