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06 orto FENIcHEL neurétices y normales se producen ciertas descargas explosivas arcaicas que pueden ser consideradas como los prototipos normales del ataque epiléptico, tales como lat sacudidas bruscas en el momento de dormirse, el rechine- riento de los dientes y Ia contraccién de la mandibula durante el dormir, el acto de morderse involuntariamente Ja lengua o ciertas perturbaciones momenténeas de la atencién (90). Todos estos fenomenos se encuentran facilitados en los estados de fatiga y de regresign del yo, y en situsciones de rabia latente. Fuera de lo que se refiere al ateque y al aura, los fenémenos epilépticos nnd han sido aia estudiados psicoanaliticamente, Es licto haver, sin embargo, tuna observacién general de carécter especalativo acerce del empeoramiento final de algunos casos. Si es correcta Ia suposicién acerca de que el aparato psiguico desempefia las funciones de elaboracién y descerga final de los estimulos que llegen al organiemo, es conocbible que un cambio decisivo en los métodos de descarga, mediante el establecimiento de un método explosivo simple, e indiferenciado, pueda conducir a una simplificacién e indiferenciacién del aparato psiquico en su totalidad, Hay una transiciOn gradual entre la epilepsia auténtica y las histerias dle conversifn: casos en los cuales los ataques epileptiformes expresan una des definida y presentan todas las caracteristicas de los sintomas motores histéricos (histero-epilepsia) (368, 647, 714, 770, 1259, 1335, 1611). Cariruto XIV OBSESION Y COMPULSION EL FENOMENO DE LA COMPULSION En todas las psiconeurosis el control del yo se ha hecho relativamente insuficiente, En los sintomas de conversion, el yo ha sido simplemente derrocedo; se producen actos que el yo se ha propuesto realizar. En las compulsiones y obsesiones sigue en pie el hecho de que el yo gobiema la motilidad, pero el yo no se siente libre en el uso de este poder de dizeccién: esti obligado a usarlo de acuerdo con el extrafio mandato de luna instancia més podeross, que contradice su diseernimiento, Se. halla obligado a hacer o @ pensar, o a omitir ciertas cosas, bajo el peso de terribles emenazas. Los derivados de los impulsos que han sido rechezados, delaten au naturaleza de derivados por su carécter exagerado, es decir, por le despro- poreién de las emociones que los scompaiien o' por la rigidez con que be adhieren a ellas, Las ideas obsesivas son, ante todo, di fen conservando su cardcter de impulsos, otr perdido y consisten sélo en intensas ideas en las que hey que pense Su persistencia representa la energia de alguna otra idea impulsiva que hha sido rechazada, y a la cual se halla vinculada por esociacién. Algunas voces la transicién de una fobis a una obsesién puede ser observade directamente, Primeremente, son evitadas cierlas eituaciones, después, se ejerce una constante atencién para ssegurarse de que este requisito seguira cumpliéndose, Més adelante este stencidn toma un carécter obsesivo, 0 bien se desarrolla otra actitud obsesiva, de carécter positivo, irreconciliable en tal grado con la sittacién originariamente temida, que la evitacin de ésta queda completamente asegurads. Conmovedores rituales suceden a los. tabis, Lavados compulsives y temores- de suciedad; ritua- les sociales y temores sociales; ceremoniales para dormir y temores de dormirse; rituales sobre la manera de caminar e inkibiciones para caminar: ‘maneras compulsivas de tratar a los animeles y a les personas invélidas, y aus fohias correspondientes, Algunes ideas, fGbicas adquieren cardcter compulsive por su mera. iatensidad. ‘Asi, por elemplo, In idea de-atr feo cde deapedir mal lor, Son ideas obseivas 308 o1T0 FENICHEL Inicntiss el pocicnte siente cate: "Me veo obligado © sentir como santo » le otro fuera el case" Son ideas delirntes, si el paciente esti convencide de su base real En oteos casos, la obsesién no llena el requerimiento de evitar aquello que_primitivemente fue temido, sino que impulsa 2 la persona a hacer precisamente aquello que le habia infundido temor. Las obsesiones de este tipo no son causadas por la necesidad de mentener una fobia, sino por la lucha del impulso original, © bien de la personalidad, contra la fobia. Fstas olsesiones no son mis que nw de Tas categorise de Jes actitudes contre fibieas (425). (véare pigs. 586 y sige). Un ejemalo de esto lo constituye un paciente see tenia un interés obsesiva por la mavegaciin y la: deportes acasticos, lo cual fra sesltade dean tenor Hnfsrtil de Yacer cunter el agua en e) retete. El temor a lor Tugares skos puede ser reemplazado por la impulciin obsesive de salar para abajo Las compulsiones son obsesiones que todavia se sienten como impulsos. Las compulsiones también son derivados, y su intensidad también expresa la intensided de las pulsiones rechazadas Hay casos en que la deformaciin del impulso instintivo original consiste solamente en el hecho de que el apremio “‘instintivo” -se ha transformado fen. un apremio “compulsivo". No son infrecuentes los pensamicntos vbsesives fobre actos incestuosos y homicides, Aparecen despojados de su cardcter de deseos instintivos y de su cualidad emocional apropieda. Los pacientes que tratan de expreser el hecho de que estas horribles como deseos, a menudo dicen que las ideas compulsivas de esta “los dejan frios”. En realidad, puesto que las comptlsiones son torturantes, no los dejan fries, de ningim modo (618). Las fuerzas defensivas no han Jogrado hacer que el paciente quede inadvertido sobre lo que esté ocurriendo en. su interior; pero han logrado dar una forma compulsiva a la tendencia original. La naturaleza de esta transformacién constituye el problema del mecanismo de la formacion de sintomas en la neurosis obsesiva. Un pactente que sufria del temor de dar la impresiéa de ser un homosexual tenia la. siguiente Idea obsesiva cada vez que trababa relacién con un hombre con fquien tes ro se habia encontrade: "Con este ‘hombre podria realizar un coito Ihomosewval”, No eentio exeitcion mi impulte sexual alguno, y no tenia nocion alguna de que Ia idea obsesva expresabu un deco. Otras obsesiones y compolsiones mo parecen.expresar un impulso ins tintivo deformado, sino, como ya se ha mencionado, una afirmacién ce seguridad de parte de las fuerzas defensivas. La compulsién puede ser deserita como un mandato desde adentro. La idea de “ser mandado” arraiga, por cierto, en Iss experiencias del nifio con los adultes que acostumbraban “mandarlo”, y especialmente, en nuestra cultura, en experiencias con el padie. En las compulsiones, este padre manda desde adentro, y se da el nombre de superyé # “un representante interno del padre”. Por eso, en ‘TEORIA PSICOANALATICA DE. LAS NEUROSIS 309 Ja formacién de los sintomas compulsives, el papel que desempesia el superyé no es el mismo que el de Ia. conversa Pareceria ahora que hemos Megada a afirmaciones contradictories Primero dijimos que el fendmeno de la compulsién es uns deformacién del fenémeno de las urgencias instintivas, Ahora parece como si fuera un derivado de las Srdenes dadas alguna ver por el padre, con el propdsito de coartar las exigencias instntivas, INSTINTO Y DEFENSA EN LOS SINTOMAS COMPULSIVOS En realidad, el fenémeno de la compulsién es una_condensacién de las fyerzas instintivas y las antiinstintivas a la vez. El euadro clinico manifiesto revela més el primer aspecto en algunos casos, y en otros el segundo, Lo primero es el c#s0 de as ideas incestuosas u homicides, Mas frecuente es que los sintomas expresen, en forma evidente, mandatos deformados del superys. El significado ‘de defetsa y de penitencia es mucho més acentuado que en les sintomas de conversién. El peligro del cual Is persona trata de protegerse participa menos del cardeter de una pérdida externa de amor, o de una castracién, que de una amenaza de dentro, Lo que prineipalmente se teme es una especie de pérdida del respeto # 3{ mistao e incluso un sentimiento de “‘aniquilamiento”. En ottot términos, los sentimientos de culpa tienen una significacién mas decisive como motive de la defense patogens. Esto estd en consonancia con el hecho de que las neurosis obsesivas en los nifios empiezan més tarde que las histerias, com mente en el perioge de latenci En algunos casos resulta evidente que las compulsiones ocupan el lugar de drdenes del superyé. Un paciente con compulsiin de lavarse cuando siente la orden de “ve y lavate”, repite simplemente lo que alguna vez oyé cuando ». Nada importa el hecho de que la orden dads por los padres haya ito de higiene, mientras que el neurélico obsesivo “pensamientos sucios”, ya que siendo nifio el pocientc'sentia que si los padres conocicran sus pensamientos sucios le habrian ordenado que se lavara, Lo mismo vale para las compulsiones que no son sentidas como man. datos positives sino como amenazss. El paciente tiene ideas obsesivas acerca de lo que hubiera sucedido de hsber cedido a la tentaciin. Por ejemplo, si se trate de esto: “Si haces esto u omites estotro, morirés”, o bien “si Inmces esto u omites estotro, tendras que hacer tal 0 cual penitencia”, "si haces esto u omites estotro, morird tu padze”. El andlisis cevela que los actos que deben ser contrarrestados 0 evitades tienen un significado instintivo ceasurable, Representan, por regla general, las tendencias del complejo de Edipo, deformadas, es cierto, de un modo muy caracteristice. Los castigos a que se roficre la amenaza’representan o bien el peligro que alguna vez s2 crey6 vinculado al instinto prohibido en euestion (peligro de castracién © de pérdida de amor), o bien alguna forma activa de autocastigo que 310 orto FENICHEL hhobria de servir para eludir (y reemplazar) Ia castracién o la pérdida de amor. La emenazante disyuntiva “o morira tu padre”, que no encuadra en testa intexpretacién, puede explicarse como un repentino descubrimiento de la “sofial de angustia” Significa esto: “Lo que te propones hacer no es cosa inofensiva. La verdad es que quieres matar a tu padre. Si cedes a la presente tentactén, el resultado puede ser el asesinato de tu padre” Mientras que algunos sintomas compnlsivos eonstituyen mancres defor rmadas de pereibir exigencias instintivas y otros expresan las amenezas anti instintivas del superyé, hay también otros sintomas en que se ve claramente Ja lucha entze Jo une y Io otro. La mayor parte de los sintomes de duds obsesiva caben dentro de esta formula:.";Puedo ser desobediente, 0 tengo que ser bueno?" A veces un sintoma consta de dos fases, una que representa tun impulso censurable y la otra la defense contre cl mismo, El “hombre de Tas ratas", de Freud, por ejemplo, se sentis impulsado a reticar una piedra del camino porque podria lastimar a alguien, pero en seguida sentia Ia nevesidad de ponerla nuevamente en su luger (567). Al ocuparnos de Jos mecanismos de la “anulacién” hemos citado slgunos hechos de esta indole A veres puede observarse eéio, en el curso de una neurosis obsesiva, tun sintoma puede cambiar de significado, Un sintoma que primeramente ‘exprotaba la dofenea puede oonvertires cada ver més on oxpresién del impulsa primitive, en viss de retornar. Un pacierte tenis la epttud de dispar Ia angustia que seguia a la mastusbac conteayende lor misculoe de lap piersat Esta tensiin fue reemplasada despeés por tun olpeteo ifmico sobre les piernas, al que segula desputy otro acto mesturbatoro, Otro pasiente cent remordimlentor despucs de hacer ejercicion gimnistics, E] andl sis _demostrd que lot cjrcicios representaban Ia mastrbaclén, Luego este reinord rmiento, con el que finalmente Megs a transigi, de una manera obsesivs, por fin Te bizo penser: “iAhora mestirbate y arruinate completamente!”, y se into compelide 44 vepeti atlas veces Ja mastufbaeiSn, una ver tras ira, ain ningin placer TPacientes que nectsitan ascqurarse de que han cerrado Ta llave del ae o¢ sienten a. menudo compelidos + tocar la Thaye nuevamente, de manera que el misma facto destinade « combatir el peligro paed= on realidad precipitaro. Un pacinte necesitaba reacomodar wok y otta ver lgs ches colocados sobre una biblioteca, par eviler gu cayeran sobre Tn cabera de alguien, on lo cual, en redlidad, haci nis probable sa cata, Muchos neurétees obseshos, pura proteger de aus impuleos hoster «os teres queridos, lot cuidan ten dovotamente de peligros imaginarios que fen realidad low atormentan, expresando asi su hostldad 2 peser de ellos mismos Un extreme insuperable de “rstorno do lo reehazade” To ofnece una paciente cobservada por Waterman. Sufsia de ura fobia tan intcosa a le sucedad que se que dala en coma todo el dia cusndo tenia la caneacién de que su vestidos, © le habitaciin en general, cstaban sucios Su temor Ja suciedad Je inpedia totalmente, fen tales ding abandonar Is cara, con el esultada’ de. que, en cierlo. momento, Tegabe al punto en que realmente ensuelaha la cama Raronamientos tales como “Yu te has arruinado con el ejercicio, de modo que te lo tienes merecido si terminas de arruinarte totalmente con ‘TEORIA PSICOANALITICA DE LAS NEUROSIS 31 la masturbacién”, sefialen cdmo debe explicarse la paredoja de que un contenido instintivo pueda ser sentido como si fucra un mandato del superyé, Jos sintomes de este clase representan un compromiso entre la_pulsién rechazada y el amenazante superyé, La pulsién se express en el contenin ideacional, y el superyé en el aspecto de mandato que Ia deformaciin ha Impuesto al impulso primitivo, La masturbacién compulsiva exenta de placcr representa Ia expresion maxima de este género de condensacién. Se re tun acto sexual, no en procura de placer, sino con un propésito de ca y do coartamiento de la soxvalidad, Esto representa Stecuentemente el final de un largo desarrollo, Una compulsiin que constituia una defensa contra a masturbacidn, es reemplazada, mediante el retorno de lo reprimide, por otra masturbacién, que ahora tiene un earfoter compulsive y punitive. Este castigo “a lo Midas”, mediante el rencoroso pseudocumplimiento de un deseo (véese pig. 256), 3 caracteristico de muchos neurdticos obsesivos. Alguna ver se les ve poner fin a un estado de duda y cavilaciones mediante la masturbacién, Un hecho similar se observa con frecuencia en el terreno de los “equiva lentes de la masturbacién”. Compulsiones tales como la de golpear, 0 realizar rmovimientos musculares ceremoniales, 0 los rituales que prescriben cémo las cosas deben ser tocadas, y cfimo no debes, sum primerancute diigidas wontra le masturbaciéa, pero pueden transformaree luego en equivelentes de la mastuc- bacidn. A veces el paciente se da cuenta, de una manera voga, de esta relacién y tiene que castigarse entonces por ese compulsive “mal” comportamient. Otras eves el paciente no tiene la menor sospecha sobre el significado del sintoma (357, 461, 733). Lox situales compulsios ropresentan genorabnente una cariature de la mastur- bbacifn (503). A veces un afatoma que. aparentemente xo tiene ninguna vincolcién con la mesturbscide, resela ese vineulacfin cuando es analizado, Una paciente se sentfa foraada a contar hasta aco o sla cade ver que abria una canila de agua, fo incluso af pateba lant de una eanila, Se contin completamente dominada por Ja eavidig del pene, de modo que era de esperar que un {stoma relacionado con usa canilla de agus tuviere alguna relacién con est envidia. Y en efecto, se scordsba de que clerta vex teniendo Infectado un dedo, su madre le amenaté deiéndole ‘que al dedo tendria que cer cortade. Ds modo que al ritual deble ser interpretad> como sigue: In vista de Ia cenilla (de un geze) obligaba & la paciente 2 conven: fee de que en ver de custro dedos, tenia cinco y hasta ect, Mie avinzido ‘nilisis,resultd que el ritual tenfa una conesién mds intima con Ia mesturbaciin: Ia picieate tenia la costumbre de masturbarse coloeande un dedo frente «los gentle: Yy dejando que In osina corriera a lo largo del dedo, como si ste fvera un pene. A menudo se puede ver que el complejo de Edipo constituye el nécleo central de los impulsos rechezados, hastando a veces, incluso, un examen muy somero, A causa de la represiin, esto seria enteramente imposible en la histeria, 312 erro FEyremst Un paciente, deseraciadsmente no anslizdo, te quejaba de dos tipos de_impul: foe obsesivos. Cada yer que yeia uaa mujer, co sentia compelido a pensar: “podria ar a esta mujer", y cada wea que vel cuchillos 0. Heras, pensaba: “pod fertarme el pene". El primero de estos dos impuleoe habia sido expresedo origisl smeate en ests forme: “Podria matar 2 mi madre”. Sw extensiGn a otras mujeres ya fra una deformicién mediante la generlizacign. Ei paciente levaba une vide stlitaria ¥ su nico desahogo stauel consistia en sueios con polucién, en que se vela extn poland mujeres © matindele de algsin ots modo. De manera que su impulse de Toalar mujeres are una cxpresibn deformads de so dosee incestioeo, Eliminando cats Aefotmacién, se puede afitmar que el paciemte sufria de estos dos impulsos: el de ttacar sesualmente a ou madee y el de tronckar ay propio pene. Ahora eve impulios Dueden ser entendidos como un’ sfntoma de dos faces: la prihers mtd representa Ja gratifcacién del deceo lpi, le otra mitad el castigo que el paciente tema. Sintomas inint 1a forma original en gue aparecieron por primera vee es més cercana su significado inconsciente, Un sintoma puede aludir a un aconiecimiento perteneciente al pesado del paciente. Une alusion tal no puede ser entendide mientras no se conozca su Contexto integro. Un pacietite sentia 1a compulsén, ames de ir a la coma, de pasarve um largo rato abriendoy cerrando Ie. ventana. Este sintoms uparecié por primers. ver cuando, lends un adolesente, peleaba con so compafero de plex seerca desi ln ventane chi. permenecer abienta q cerrada. De modo que la ulterior eompulsién eignitleaba “2Quién de nosotros ganaré? ;Quién de los dos es el més fuerte?” Con ese firmaly come punto. de partida, ve hizo clare, en cierto momento, que el prebleme fel paciente fue movilizado por la textacién emocenaal que implicaba el com: panic Ia hobitaciéa con se amigo, La verdadero cuestin era si debia competir fon las hombres como hombre aeceder asus destoe de usa manera pasiv, numiss, Temeniaa. Este sesulte ser el conflelo en que arruigaba s neurosis obsesiva LA REGRESION EN LA NEUROSIS OBSESIVA El ejemplo expuesto més arriba, sobre Ia expresién franca de los deseos edipicos, y en el que el paciente sintié los dos impulsos de matar mujeres y cortarse e] pene, e tipico en cuanto a la manera en que los deseos inces: ‘uosos son deformados en la neurosis obsesiva, El paciente habla de "'matar” ala madre, cuando su idea, en realidad, es realizar un coito con fla, Los suefios sexusles del paciente eran evidentemente de naturalera De ‘manera que lo que alli actuebs no era simplimente una vinculacién infantil con la madra, sino, expecificamente, una deformacién sidica de esta vin culacién, Bn las neurosis obsesivas se encuentran constantemente, ya sea tendeneias a Is crueldad, francas 0 encubiertas, ya formaciones reactivas contra las rmismas, Con igual frecuencia encontramos —y en las formas mis variadas impulsos eréticoanales y defensas contra los mismos. Esta constante asociacién de rasgos de erueidad y de erotismo anal, en las neurosis obsesivas, aspecto TTEORIA PSICOANALITICA DE LAS NEUROSIS 313 sobre el cual fue Jones el primero en llamar Is atencién (879), fue lo que convencié a Freud de la estrecha relacién entre estos dos tipos de fendmenos y de Ia existencia de una etapa “sédicoans!” de organizacién de la li. bido (581). En la histeria, las ideas reprimidas permanecen inalteradas en el incons- ciente, y desde alli continGan ejerciendo su iniluencie. En la medida en que cl complejo de Edipo constituye también Ja base de los sintomas ‘obsesives, esto ¢ vélido también para la neurosis obsesiva, Pero aqui, junto al complejo de Edipo, actian regularmente, y al mismo tiempo sen comba- tidos, impulsos ansles y sidicos muy poderosos, originados en el periodo precedente. Le orientacién instintiva sidicoanal del neurdtico obsesivo es, por lo comin, facil de reconaver en el cuadto clinico, tan pronto como la tencién es dirigida a este punto, Generalmente, y de manera ostensible, los neuréticos obsesivos se hallan preocupados por conilictos entre la agres Vidad y la sumisin, la crucldad y la bonded, suciedad y asec, desorden y orden, Bstos conflictos pueden hallar expresién en la apariencia externa y en Ja conductamanifiesta, en tanto que las preguntas referentes a la vida sexual provocan esta respuesta caracteistica: “En cuanto a es0 se reliere, todo esté en orden”. Las funciones fisiolégices parecen estar en orden porque se hallan aisladas de su contenido psicolégico, La descarge fisiolégica en la actividad sevvial de Ine pacientes no es una deerarga adecitsdn para Ja teasién sexual, Ia que hallamos realmente expresada en sus ideas sobre La cruelded o la suciedd, A veces In orientacién sédicomnal se revela dnicamente bajo le forma de formaciones reactivas, tales como una bondad sobrecom- pensotoria oun exegerado sentimiento de justicia o de ase, o bien una incapacidad para cualquier clase de agresién o puntillosidad en todo asunto relacionado con dinero. Las meaclas de formeciones resctivas y brotes direc- tos de tendencias anales o sidicas pueden dar a fa conducta del paciente tun carécter contradictoria, Los pacientes sen simultdneamente ordenados y desordenados, pulcros a la par que sucios, bondadosos y sin embargo, erucles- Un pacients, que ao fue anslizde, se qusjshs em ls primera entrevista, de ‘tee cafe Ia compulsion de mirar consantemente hacie atrés, por el temor de aber pasado por alto alguns c0ss importante detrés de sf, He got sms ideas predomi fants: que podia haber dejado de ver una moned calda en el sublo: que pude haber Istimado un insecto, plindolo; 9 que on insteto pude haber eafdo sobre sus cipaldas y necestae au ayuda, El paciote tenia también miedo de tocar eval fuier cosa, y cada vex que habla locedo un objeto necestaba comvencerse de que ne lo habia. ceetruido. Carecin de vocaciény porque gus graves compulsions le pertr ban en teda forma de trabajo, Tenfa, sin ombargo, na pasion: a impeas deméatica. Le agrsdeba wislter sox seelnos y limpirles Jn cass, nada mis que por gusto. Otro sintoma que tenis lo describ como una “eonclencis de la tnduinen: faria"; constantemente se hallaba preacapade per el problema de si Je sentabe «no fl waje. Aflemabs también que Ja sexualided xo deseapefaba en sy vida un papel de Hnportancia. Realizaba el onito tan aélo dos o tere veces por ao, y solamente ois rmuchachas por Jee cusley ne sentia singin interés, Mn adelante menviond otro tana senseciin de repugnancis, y tenis alt otro FENICHEL tay miedo terible de tocar, No habia ningin motivo real para tal. repognancio, persons sinpética y estimeds. 0 It orientacién sédicosnal do la. vide ewusl del paciente, y demuestra que le bese de esta doformacién ere el miedo al incest En el andlisis, la orientacién sédicoanal del neurético obsesivo se-hace, por supuesto, mucho més clara ain. Todos los neuréticos obsesivos, ha dicho Freud, tienen “Tritvales escatoligicos seeretos” (555), quc en parte son juegos erélicoanales, en parte formaciones reactivas contra dichos juegos, y en parte ambas cosas a la vez. W. C. Menninger ba hecho un cotejo de las especies is tipicas y frecuentes de rituales escatelégicos (1143). Los pacientes estén siempze en guardia contra tendencias anales inconscientes mezcledas de hos Iidad, tales, por ejemplo, como el impulso de hacer “jugarretas sucias” a los ‘camaradas. Freud puso de manifiesto, por ello, la semejanza entre le organi- zacién instintiva del neurstico obsesivo y la del nino en Ia fase sAdicoanal Gel desarrollo, Esto parsce contradecir a observacién tipica de que el neuréties obsesive se halla empefiado en una lucha defensiva contra el complejo de Edipo, cuyo apogeo se estima que no es aleanzado antes del periodo filico, tea contradiccign aparenie reside en el hecho de que, a pesar del sadismo anal, muchas compulsiones se hallan intimamente relacionadas con la mastur- hhacién genital La explicacién de estas aparentes contradicciones debe’ ser buscada en cl coneepto de regresién. Se recibe la impresién de que los impulsos sédico- anales se han desarrollado 2 expensas de los primitives impulsos edipicos filicos; los impulsos edipicos geniteles hen ido perdiendo su vigor a medida que lcs impulsos sidicoanales se han ido fortaleciendo. En su intento de Techazar au complejo de Edipo, el paciente, ha regresado, en parte, la etapa sédicoanal (567, 581, 596, 618). El neurdtico obsesivo’ no es, sin embargo, coprefilico, Dado que sus impulsos sédicoanales también son intolerables o bien porque el regreso a los raismos no ha dade por resultado la eliminacién del elemento perjudicial del complejo de Edipo, el paciente se ve obligado a continuar su lucha Aefensiva contra los impulsos sddicomales. La intercslacién de la regresién hhace que el cuadro de la neurosis obsesiva resulte mas complicade que el de la histeia. La teoria de Freud, de que la regresién « la etapa sédicoanal constituye la piedra angular en Ia estructuracién de una neurosis obsesiva, puede explicar muchos hechos que de otra manera recultarian contradictories, EI hecho de que los impulsos rechazados en le neurosis obsesiva se componen de tendencias edipieas fi ppulsos masturbatorios genitales, y al mismo tiempo, no obstante, son de naturaleza anal, resulta ahora com- prensible, La defensa se dirige primeramente contra el complejo de Edipo falico, sustitayéndolo con el sadismo anal, Luego la defensa continia contra los impulsos ansles. El andlisis puede, eventuslmente, mostrar el proceso real de la rogresin y demostrar que la neurosis obsesiva aparece después de esa regresin. TEORIA PSICOANALITICA DE LAS NEUROSIS 3s, Una nifia sofrin un miedo obsesive de que una serpiente surgiera del retrete per introduelrse en su ano. En el cutso del andlisis cewuls6 que este miedo brBle tendo un precurcor: su primera engustia cra el temor de que la serpiente esuviers fon 48 cama, Pata protegerla de Ix angustia fila se habia producido una represén. 1 localizacisn det temot se dexplané de In cara al retrete, de los genitals al ano. Un muckacho que se hallabe ain en el periods de latencia, era press de una sbromadora ansiedad coda ver que tenia uns ereccién, Manifesiba tener miedo de lastimarse el pene. So hizo ef habito de masturbarse cads ver que tenfa una ereccién, con el objeto de librerse de ésta, pero esto creS nveran angustiss. Més tarde, desarrllé 2 impolso de y defecar ‘con mucha frecuencia. Después de esto, hia una neurosis obsesiva de cardcter extensivo. Fy evidente que al comienzo los impulaos geni- tales se_afirmaben incesantemente, a despecho de! amenszante temor « Ia castracéa, aque después fueron reemplazados por tendencisa pregunitales y que <élo.despads de la regresién al erotismo anal hizo su aparicién la neurosis obsesiva, Una prueba mis indirects, pero poco menos que experimental, de la regresién sidicoanal en la etiologia de Ia neurosis obsesiva, es proporcionsda por los raros casos en que una histeria que sigue # una renuncia a la genitalided es reemplazada por une neurosis obsesiva. Froud observé este proceso en una mujer que, debido a circunstancias externss, dejé de conceder todo valor # su vida sexual genital (581). Con frecuencia puede observarse tuna cusa similar a esto después del climaterio, donde se he producido une regresién debida a fectores orgénicos. Le presencia de una regresin puede quedar demostrade también por aquellos casos en que éste ha fallado en sus propésitos defensivos. A_pesar del desplzzamiento el interés hacia la region anal, el paciente no consigue cvitar, en tales casos, el temor a la castracién. Crea, en cambio, lo que podria llamarse un temor a la castracién anal. Un paciente que es compulsivo fen otros aspeetos puede volverse ineapaz de defecar, salvo en porciones peque- fias y amorfas, tratando de eviter, con ello, el peligro de “perder un érgano” El material de que se ocupé Freud bajo el rotulo de la igualdad simbélica hheces = pene (563, 593) debe'su origen, en parte, a esta regresion. 1B anilisie demuestra que algunes de los temores tipleas en nion y en. neuss ticos obsesivs, relacionados con el rerete, tales como el de ceer dentro del boquete Gel retrte, 0 del inodero, © de str comido por algtin monstruo sargido de alli, 0 bien el emer racionalizads de contraer all una infeosién, se refleren a la angusta. de casiacién. Son deformaciones tegresivie del miedo a la easttacén, Un nifo, fuyos elves temotes pudieron ser seferidos un episodio del pasado en que habfe tentido terror al ver que habien decaparecido cus hects, expresS el temor de que wa pene desapareciers de igual ranera, Del mismo modo que en fos temores cveubren angustiae de eastracén, no cou: geitales, Esta deformacién do Ta angus es regresion ye pro fangustla pregenital seetes de la péniida de Iss heees. Es a menado mvy diffe] determina, en una anguslia anal qué parle seore- sents un vestiglo de Ja primitivs angustia pregenitel, vestgio qxe ha coaferda, ‘wis, a la anguitia de castrecibn, cierts evalidad desde el mimo cemionso de éxta (ss experiencian peegenitales de separacién, com respecto al pecho y a lar materias 316 otro renicHEL fecales, son precursores aresieas de la idea de castracién) (36, 1455), y qué pane corresponde ® ln angustia de castacién regresivamente deformsd. Constituye una fuente constante de sorpresas el encontrar, Inexo que el anilisis ha descubierto todo un universo sédicoanal que se retvotrae hasta Jos primeros afos de ln infancia, que aparecen recuerdos completamente repri- ides, pertenecientes 2 un periodo aun anterior, de orientacién puramente falica, y que le angustia de castracién habia hecho trizas, Es importante no dejarce arractrar a la errénea suposicién de que los recuerdos de aparicién reciente relacionados con impulsos sidicoanales soa recuerdos de le época de Ia primitiva orgenizacién sédicoanal, Muy # menudo no son de carécter primitive sino regresivos son posteriores sl complejo de Edipo y Je primitive organizacién pregenital debe ser situada en une époce primitiva EL material clinico en que las ideas y los modos de conducta propios del nivel genital se encuentran mezciados eon material sAdicoanal ex abundante, Algunos neurbticos obsesives, por ejemplo, perciben la sexualidad solamente fen términos anales, como si se tratara de un asunto de cuarto de bafio, Otras iran el sexo como un asunto financiero —lo eval puede expresarse, por ejemplo, en fantasias de prestituciéa— como asunto de propiedad. Un hombre puede mostrar un verdarloro empetio en ratener el semen, durante a coito, el mayor tiempo posible, a veces con la ides de acrocentar cl placer preliminar, otras veees con la ides de “conservar” el semen, y otras, racionali- zindolo como una consideracién hacia los sentimientos de la mujer. El andlisis demuestra que esté haciendo con el semen lo que antes habia hecho con las heces. Y hay todavie otros casos en que la deformacién sédica de toda Ja vida sexual se halla més en primer plano que la anal, Para algunos neuré- ticos obsesivos el coito significa inconscientemente wie lucha en que un vencedor eastra s una victima. Los pacientes masculinas de este género pueden no tener mas interés en’el sexo que el de lograr una reoseguradora compro- Dacién de que no son ellos la victima (parece ser que no logran nunce una segurided completa). Las mujeres, en este cato, pueden crear anhelos de mizar genitsles masculinos, 0 de tocarlos, lo cual representa una expresién oculta de deseos destructivos, El efecto inmediato de la tegresién es doble. EI acrecentado sadismo con Ie hostilidad edipica dirigida sl progenitor del mismo sexo e impone nuevas tarcas defensivas al yo, y el erotizmo anal emergente produce un cambio en los objetivos sexuales, y de este modo, en la con dueta de la. persona. El erotismo anal, ya lo hemos dicho, es siempre de naturaleza bisexusl, por cuanto el ano eo simullineamente un drgano excretor activo y un orificio pasible de ser estimulado por un objeto que penetra en al (véase pig. 86). Ta vacilaciin entre Ia actitud masculina pri y exagerada ahora por la integrante sédicoactiva del crotismo anal— y la Actitud femenina represertada por la integrante pasiva del erotismo anal (163), constituye el conflicto mas tSpico en el inconsciente del neurotica TTEORIA PSICOAWALETICA DE LAS NEUROSIS 317 obsesive (varén). La actitud edfpica féljca esti inhibida por la idea de que la gratificacién significa la pérdida del pene. La regresién impon= une setitud femenina, pero no destruye del todo la actitid masculina original La insstencia. sipultinea, dantmy de te educacién modama, en los idesles cone teedictorion de inependencia 'y_aumisién, conte el conflicto entre let tendenciun scivomescalion y pasivo-femenine, en los nevrdtions olacsivos, Este. conficia puede tomar dlverias formas. Puede dane un especial emapefio en una ecttud acting auger ficial como formaciin sesctiva contra una actitud pasive més profunda, 0. vicevesa Usa actitd pisive seal puede, de muchee manerts, set taconalizada como. actta setivs Un compromsa normal de esta {ndble es el amor de Mentfisciia del nif ascin su padee. Mediance un transltorio comportamiento femeniso con resperto sé) ecibe |e promese de una future partiepscién en sa masculinidad. Esto “>psiologia del spcendi", pasiva con el maestro con el propésito de comvestine él mismo, més tuude, en maestre, divers deformaciones pateligicss. ico obsesivo (varin) no es por supuesto, el de ser castrado, el deseo de algo a ser co- locado o retemido en su cuerpo. La idea de que este deseo no constituye lampoco una proteccién efica: contra la castractén, que la castraciin puede incluso ser un pretrequisito de la. gratificacién del mismo, causa la mis intense engustia, y ésta a su vez da motivo @ una nueva defensa, Esta era le situscion en el caso del hombre de los lobos” que reprimié. su complejo de Tslipo invertido, @ causa de la angustia de castracién. Su temor de ser comido por el lobo expresabs al mismo tiempo sus deseos fem hcia el padre y la angustia de castracién vinculada a los mismos (599) De esta monera, toda gratifiescién sexual puede quedar unida tan sélidamente a ideas temibles de castracion, que finalmente Jo uno results inconcebible sin lo otro, A menudo ei paciente se comporta como si inconscientemente buscara te castracién, pero lo que en realidad esti. bus. gando es alzo que ponga fin a la angustia que imposibilita el placer. La “castracién” realmente buscada es © bien solamente un simbolo de cas fracién —an mal menor que el paciente esté dispuesto a sirir para ovitar la castracién completo— o es una anticipacidn activa do lo que, de otro modo, habia de soportsr pasivamente. Frecuentemente, despugs “de llevar 4 cabo cierta actividad que simboliza Ta castracién, el paciente realiza un sual que ocupa el lugar de una “enulacién” de lo realizado, Lo mismo que la bisexualidad, le ambivalencia es caracteristica de un erotismo anal incrementedo. Une acentuada ambivalencia de les rela cones objetales es tipica de las etapas pregenitales del desarrollo libidinoso, Reaparece cuando de nuevo cede la oxgarizacién genital. Por cuanto le fijaciin anal es condicién de la regresion anal, lst dos cualidades que a ells se asocian, la bisexualidad y la ambivalencia, pueden consideratce requisito previo de la regeesién. Pero en cuanto le regzesién intensifica y convierte en permanente la orientacién sidicoazal, la hiseauatidad y la ambivalencia, sienda como son attibutos de esta orientacidn, son un reeultady de In regres als orro FENICHEL En la histeria de conversién con sintomas intestinales, la regresién anal se limita a la elescién del eastigado érgazo que es utlizado para fa exp de fantasias genitales, No sucede asi en Ie neurosis obsesiva, Aqui tiene lugar un regreso total al mundo de los deseos y actitudes eréticoanales, produciendo un cambio en toda la conducta. A menudo se ve volver, en los incluso le orient nifos eréticoanales, y que normalmente se pierde en los adultos (202), Fre- © menor de rasgos nareisistes, pudiendo verse cémo Ia acenty li Ga ocasiin a fantasias autoerSticas de realizar el coito consige mismo. Entre lag neurosis obsesivas y las psicosis maniaco-depresivas o las esquizofrenias, existen estados de transiciin. DIGRESION SOBRE EL CARACTER ANAL reud descubrié que ciertos rasgos de cardcter predominan en personas cuya vida inintva ne una orient anal (808): ato tapos von eh parte, formaciones reactivas contra actividades eréticoanales y en parte subl raciones de las mismas, Los principales rasgos de esta fndole son el sent dal waden, Tg frugalidad yt obstingeiéa, De hecho, las pesos que se enferman de neurosis obsesiva mavifiestan, por regla genersl, una intensifi sin de eta tedencin, Debs, por ee oeuparnos de elas a yroceso de aprendizaje de los habitos higiénicos, en la infancie, tenet ett ce acl ac ie eaetet ee ate y sus impulsos instintivos. Este aprendizaje representa le primera situacién fen que el nifio puede aprender o no a postergar o renunciar a una gratifi acién instintiva directa por consideracién alas. personas que lo rod: El nfo adqulere, en esta ocasiin, el eontrol activo de exigencias instntvas de cardcter decisive, pero simulténeamente el haste aqui “omnipotent adulto entra en una sitvaciin de dependencia, hasta cierto punto, de la volunted del nifo ean . Los rasgos earucterolégicos anales originados en los conflictos que surgen alredelor de este aprendisje tienen, en parte, un carter de Testenca ofrecida por el instinto s las exigencias del ambiente, en parte, de obediencis a Jas mismas, y en gran parte constituyen compromisos entre estas dos tendencias (21, 194, 883, 1143). 4 a La frugalidad es une prolongacién del habito anal de retencién, unse veces motivate més por un temor a la pérdide y otras ms por un ‘placer erdgeno. El sentido del orden y 1a obstinacién son més complicados. El sentido del orden es una elaboracidn de la obediencia a las exigencies del medio ambiente respecto a las funciones exeretoras, y la ob: Aim contre le misma exgenls. En lerta Grcunstancie (conitalonie 6 ambientales) a obstinacién puede ser tan extzemads que Ia persona se” siente siempre compelida a hacer Io contratio de lo que se le pida. icién lo es de la robo. 2 reoria ICOANALITICA DE Las NEUROSIS a9 Ua paciente neuritic obsesive acostumbrabs dormir de dia y permanecer dese Herto durante toda la noche, porque “no vela el siotivo” por el cual. debis obedecer al hébto comin. Esta obstinacin, sin embarge, era una especie de “sacionsllescbn'™ de wna dificaltad neuréica debida al estancarienty de la Ubldo del paciente, tinacién (ob.stinare) expresa por si misma la idea de mantener Is posiciin propia a despecho de alguien”. Originariamente la ferquedad. significaba solamente resistencia, mantener le volumtad prop cantra Ia de otro; mis tarde signifies mantener la voluntad propia contra fwerzes enemigas superiores, y més tarde ain (puesto que eses {uereas ene- tmigas son superiores), salizee con la suya de manera indirecta, no por la {versa sino por el engaiio, que es el modo en que el debil puede ineapera- damente set fuerte. La terquedad es un tipo pasivo de agresividad, desarrolle- do alli doude Ja actitud resulta imposible. Esto ocurre por primera ver en Iv Vide de un nifio cuando éste esta en condiciones de desafier el empeio de los mayores mediante la constriccién de sus esfinteres, Més tarde tod via, el “poder de! impotente” puede no ser de cardcter real, sino mégico, _Iuego la superioriad “migica” puede ser reemplacada por una especie de superioridad “‘morsl”. La aparicién del factor moral en esta situacién os muestra que el supery® desempefia un papel decisive en el deearrallo terior de 1a terquedad. Ts mismoe recursos usados pot el ulfly pare reels. tir Tag fuerzas superiores de sus educadores puede aplicarlos mis tarde en 4 lucha contra su propio siperyé, Lo que habitvalmente se Hama terquedad ga la conducta de las personas adultes, es um intento de usar ottas perso ‘nas como instrumentos en la lucha contra el superyé, Provocando Ia in ticia de los demds, el terco se esfuetza por lograr un sentimiento de superio. rided moral, que necesita para actecentar mi autocstima, i objeto de contrarrestar la presién del superyé (1202). El sentimiento de superioridad moral puede lograrse ya sea mediante €l mismo sentimiento de ser tratado injustamente o bien haciendo. que el esto" adulto se sienta apenade més tarde, con lo cual podri fovear 0 afecto. Ea otras palabras, la terquedad, que inicialmente fue el método de lucha del débil, se convierte mas tarde en el método habitual de combate 2 Je Tacha por mantener © restaurar la autoestima. Les personas tercas, se hallan Henss de necesidades narcisisticas, cuya vatisfaceign ee requetida pare fimadecir cierta angustia o semtimiento ‘de culpa, De ahi debe deduciree que la terquedad tiene también una base oral. Sin embarzo, se halla decison, mente anclado en la etapa anal y se desarrolla a través de experiencias vivides dante ol periodo de aprendizaje de los hibitos higiénicos. Las persons que tienen el temor de ser atrapadas, ser objeto de abuso y verse burlades eq Cuanto a los suminisros narcisisticos, se comprende que #2 hellan sais pro- Fans a hacerse tercas. A menudo la tendencis 4 mantener abierta una puerta de escape da origen @ una conducta de terqueded (444). Se ha objetado que, si bien le terquedad puede set adquirida en los cnfictos sociales que surgen entre el nifio y su contorne durante el apren 820 orto FENICHEL dizaje de los habitos higiénicos, esto no. significa necesariamente que la obstinecién sea de nstursleza anal (921, 1022). Este argumento no toma en Cuenta los descubsimientos del psicosndtisis, que demuestran que las fuer as que s¢ oponen los instintos son estructuradas mediante la energia de Jas mismas fuerzas instintivas, Ins que, bajo la influencig del ambiente, han cambiado de direccién. El psicoanilisis de personas tereas proporciona pruebas abundantes de que la terquedad esti unida a sensaciones anales y Proporciona un placer erdgeno-anal (17, 21, 555, 563, 567, 593, 878, 1202, 1634). EL sentido det orden, come rasgo de carécter, es una elaboracién de la obediencia, Aseo, puntualidad, minuclosidad, corteccién, todo esto repre: sente un desplarainiento del acatamiento de las exigencias ambientales en lo Gue se refiere a ls defecacién. Los rasjos do cardeter anales que signitican chediencia revelan sex, en tos neurdticos obsesives, formaciones reactive. E] odo opuesto, bisico, de conducta irrumpe o se filira » través de ellas con toda proutitud, Es precisamente el protetipo de lo puntualided quien en muchas ocasiones resulta sorprendentemente impuntual, y la persona més aseada es, en algiin curioso atpecto, asombrosamente sucia. Abraham dio a conocer mumerosos puntos de anclsje en el cardcter como éstos, traducidos cn una perpetua lucha con la contracatexis: por ejemplo, personas que ton rsernpulosamente puleras en su vestimenta externa y en él mismo extremo Mlesaccadas en cuanto a si ropa interior; otras que mantienen too lo que Ins pertenece en un estado muy desordenado, pero que necesitan, de vez en cuando, arzeglarlo todo, Esta préctica corresponde al hébito autoerético de retener las heces por un largo rato y luego “saldar todo de una vez” (21). Cierton rungs anaes ecards repreventan una divrsin del iit operada por el yo, ya sea hacis un nuevo fin © hacia un nuevo objeto, Fate cuando ticne Fito, puede. dovirse que es una. sublimacion. En’ los nearéticos obsesivos to sucede tal cosa, y la actividad “desplazada” se trans forma en un escenario de luchas delensives alrededor de le frugelidad, le terquedad y el afin de orden igual al que reprezentaron los primitivos impul- sos anales. Hay desplazamientos del interés en los productos de le defecacién, ¥ desplazemientos del interés en el proceso de la misma Respecto a los primeros, Freud mostré que los susttutos tienen uns relacidn muy compleja con af original (593). Las vinculaciones del concento de hoces con las ideas, mas genitales, de pene y niffo, som de menos impor tancia pata la psicologia de los neurétieos obsesivos que las vinculaciones con las ideas de regalo, dinero y tiempo. Para entender Ie relacign entre heces y dinero, que existe en todo neuré tico obsesivo, e¢ necessrio haber legzado primero na comprensién del sign ficado peicoldgico del concepto de propiedad (21). El nifo aprende a dit tingeir entre yo y no-yo, pero a costa de un proceso largo y complicado. En fl curso del mismo, ef piio pasa por Is etapa que Freud denomind yo de placer puro (588): “todo lo que proporeiona placer > percidido como, yo, {odo le que produce dolor es no-yo, La ides en que originatiamente se bass cesta clasificseién es In siguiente: “Tode lo que es placentero me gustaria TEORIA PSICOANALETICA DE LAS NEUROSIS 321 ponerlo en Ia bocs y tragarlos todo Io que produce dolor me gustaria escu- Pirlo” (616). Pero hay cosas placenteras que no pueden ser colocadas, dentro de la boca, Estas cosas, tarde o temprano, son llamadas “mias”, y esto quiere decir: “Me gustaria ponerlas dentro de'la hocs, pero no lo puedo hacer; las declaro ‘simbéticamente-puestas-dentro-de-mi-boea’.” Cuando el nifio se da cuente de que pierde sus heces, que para él representen una sustancia muy preciosa, una parte de su propio cuerpo, siente que “esto es algo que deberia estar en mi cuerpo, pero ahora esté afvera, y no puedo ponerlo de ". Lo llama “mio”, también, lo cual significa: “Me gustaria tenerlo dentro de mi cuerpo, pero exo es imposible; de modo que lo declaro ‘simbili- camente-puesto-dentro-demi-cuerpo'.” “Propiedad”, significa, por lo tanto, “eosas que de hecho no pertenecen al yo, pero debievan pertenccer; cosas que de hecho estén sfuere pero simbéticamente adentro”. Aua cuando se hallan fen el mundo exterior, son rerestidos de catexis con “cuslidad de yo”. Por lo general, los bienes poseidos cuentan con atvibutos destinados « su identifice cidn: “El arul me pertenece a mi”, Sin embargo, esto no es facil de hacer con les heces, que tienen el mistno sspecto en todos los seres humanos, Mis tarde, el nifio aprende que existe el “dinero”, algo que los mayores estiman como objeto de posesién, pero que no es “atul”, sino que conserva siempre 1 mismo aspecto, no importa & quien perteneaca, Lo que el dinero y las hheces tienen de comin entre si es el hecho de ser bienes no individualizados. Y no individualizados significa, forzosamente, factibles de perder. We ests manera el dinero, como antes lat heces, es estimado y vigtlado como un bien que se halla constantemente en peligro de perder su cualidad de yo. A pesar de su elevada valoracién, ambas sustancias son mirades con desprecio, a causa de su naturaleza desindividualizada, monitona, inespecifica. En realidad, Jas personas realmente erbtico-anales que amen’ el dinero, amen un dincra gue no es desindividuslizado. Aman el oro y las monedas brillantes © los Billetes nuevos, dinero que ain tiene un cardcter “szul”, individualizedo. Ferenczi, al estudiar las vias de desplazemiento que han condueido de las hhoces al dinero, seiialé que las cosas brillantes y las piedras gustan mis tempranamente que le arena incolora, y en un determinado momento ef dinero es aceptado como sustituto (466). Cuando esta via de “sublimacién” es per- turbeda s causa de que los antiguos deseos instintivos respecte a los heces ain determinan la actitud hacia el dinero, las actitudes frente al dinero se hacen irracionales. El dinero se convierte entonces en. un objeto de placer (0 de castigo}, es decir, un sustituto de las heces antes que una cosa objetiva- mente itil. Puede ser irracionalmente retenido o irracionalmente derrochado (15) 0 bien las dos conductas opuestas se combinan de diversas mane: 709 (480). Los personalidades ancles se hallan tan perturbadas en su sctitud frente al tiempo como en cuanto al dinero: también con respecto al tiempo pueden ser tacaiios 0 prédigos, o ambas cosas alternativamenie; pueden ser puntuse Tes o impuntusles; pueden ser a veces exactos hasta una fraecién de minuto, y otras veces crssamente irresponsables

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