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-Darse un bao. Hay playas solo para mujeres.

En los hoteles de lujo, las


piscinas y gimnasios son solo para los varones.
-Relacionarse con hombres. Las mujeres deben limitar al mximo su
conversacin con un varn que no sea de su parentela. Todos los edificios
pblicos, recuerde, tienen entradas diferenciadas para hombres y mujeres.
-Practicar deportes a la vista de todos. En las raras ocasiones en que
atletas femeninos saudes han acudido a competiciones internacionales, lo
han hecho acompaadas de guardianes masculinos y con ropa deportiva que
les cubra todo el cuerpo y el pelo.
-Probarse la ropa durante las compras. La mera idea de que haya
probadores femeninos en las tiendas escandaliza al clero wahab saud,
fuente de legitimidad de la monarqua de los Saud. Hasta enero de 2012, los
empleados de las tiendas de lencera en Arabia Saud eran hombres, por lo
general empleados asiticos; tras una revuelta de las mujeres, ahora se exige
que sean chicas.
-Leer una revista femenina, que no haya pasado previamente por la
censura.
-Entrar en un cementerio. Los camposantos saudes estn abiertos solo a
los varones.
-Comprar una mueca barbie. En su da fueron prohibidas en el reino, que
las considera provocativas por su ropa, accesorios y posturas.
Las saudes acarician un derecho histrico, poder colocarse al volante en las
calles del reino. El rey Salman bin Abdelaziz ha dado luz verde a una
revolucionaria reforma en un decreto dictado a ltima hora de este martes.
Segn la agencia de noticias saud SPA, la orden de despachar permisos de
conducir a las mujeres entrar en vigor el prximo junio.
Las autoridades, no obstante, no han proporcionado ms detalle de la
aplicacin de una medida reivindicada desde hace aos por la poblacin
femenina del reino, patria del wahabismo, una radical interpretacin del islam
que ha sido caldo de cultivo de organizaciones como Al Qaeda o el
autodenominado Estado Islmico.

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