— CUENTO -
ah ee
“5”
AN
IAREPAS
} VENEZOLANAS!
| EL INDECENTE TAFUROVSKYINTRODUCCION
uestro p
La llegada de los venezolanos a
algunos problemas econdmicos en n
estan quejando. Pero yo pienso que en lug
un problema podriamos integramos junto c
pais diferente al que era antes: mejor.
Este relato que es como una verdad a med
hacer mofa. Ya las feminasis han saltado y me han
sin embargo yo les digo que los varones también ¢
nuestras fantasias.jArepas Venezolanas!
Estaba caminando, de lo mas normal, por las tienda
Gamarra. De pronto una voz estrepitosa resond como
parla
decia aquella voz. Era el de una mujer. Ya me tenian aburrido
y hostigado con esa frase asi que decidi ir y probar la famosa
arepa.
Cuando me acerqué me di cuenta que la que estaba
vendiendo la arepa era un diosa de mujer y en su rostro se
dejaba notar la resignacian y la decision de enfrentarse a lo
que venga.
— Oiga sefiorita, me da una arepa —le dije
Lasefirita sacé de un canasto una arepa caliente y me lo dio
pagué los cinco soles que pedia y luego caminé unos
9s, Voltee para pedirle un poco de aji porque aqui en mi
le hecha aji alas empanadas y bocaditos. Y para que
jDios mio!, la venezolana estaba de espald
@ Ota persona. Toda la sangre de mi cuerpo
maquinalmente me acerqué ala sefioritay le pedi
ideseado que me diera rocoto para que se me
ura de mi cuerpo porque esta si que se
ntes en alto volumen. <>— Noa tego mi hergmanito. Aya en Venezuela no Comemos
asi
— Ya, bueno. No importa.
Dejé de hablarle y me quedé parado alli como un hueyén
estupidizado por la venezolana y sus encantos exéticos, Dg
pronto ellase acercé.amly me pregunt6 la hora.
—Sonlas cinco y media de la tarde — le dije.
Mosiré rostro de agotada. Imaginé que todo el dia habria
estado vendiendo sus arepas venezolanas. Hizo sonar varias
monedas en un canguro.
— Cuantos bolivares has sacado —bromeé a la desconocida.
— Quea cruel ea usted hergmanito. No lo he contao toavia.
— Una pequefio broma peruana — me disculpé.
— Yavoaentendiento. Y como sea llama uté.
— Ah... minombre. Je sui El indecente Tafurovsky. Et vous?
_ =Se me salié algo de mi francés. La vi confundida. No me
dio. Volvi a aclararlo pero esta vez en espafiol:--Yo soy
nte Tafurovsky, {Usted?
a prisa y con cautela la segui conversando. Me habl6
ais y la tristeza en la que viven en estos momentos,
buscaba ser un pafiuelo de lagrimas ni nada por el
sla chica si que era hermosa asi como lo repito
n lorepetia enmi mente y peor la endiosaba.
ita comer algo, tomar una gasesun bar para ha:
Picchu. Al barman |
bastante alcohol para que s:
y Seniados en la mesa co
" confes6 de que eran lesbianas y
Me senti como un pez de agua dul
que no habia problema. Penos estaban botando del bar.
—Vamos a micasa a seguirla — les ofreci.
— Ea! Vamos! — grité la amiga.
— Ulalala!! Grité y ellas se sorprendieron sin comprender.
Avergonzado abracé a la amiga de ella y caminamos hacia mi
casalos tres.
Llegamos en un taxi. Nos bajamos y entramos en silencio a mi
cuarto. Les dije que tuvieran cuidado y que no hicieran ruido
porque se despertaba el perro sanbernardo y que ladraba
como endemoniado. Pisando con cuidado y asentando
despacito sus tacos avanzaron y se quisieron irmas al fondo.
— Cuidado, ahi esta mi carro. Sile tocan suena la alarma —
les dije.
Se quedaron quietas. Yo pasé adelante y les abri la puerta de
mi cuarto e ingresamos. La duefia que me alquilaba el cuarto
nose dio cuenta. Era una vieja bizca y desrengada
= Disculpen chicas, pero recién me he mudado y tengo mis
cosas en desorden. Pueden sentarse alli si desean -- les puse
Una silla de plastico a cada una de ella que estaban mirando
odas las cosas que tenia. Entonces hablé: — en mi otra casa
jas comodo pero como ya es tarde las traje aqui.
iqué de debajo de mi cama una botella de wisky que mi
‘Nabia sobrado hace dias cuando vino a mi cuarto para
tomamos con ellas. Les menti que era un buentrago mientras sin que se dieran cuenta it
etiqueta. Luego la que vendia arepa se pu:
pesarse con su enamorada, Las miré con en: vid
explicarcOmo pero me sent excitado al ye
tres minutos solamente me dediqué
detenimiento. Tenian ambas unos pechos
caderas formidables
—Sonlindas las dos — las alagué
—Losabemos — me dijeron.
Ya era demasiado tarde yo pronto me acerc
abracé. La amiga de que vendia arepa me ent
Ellame empezo a desnudar.
— Lucia, Lucia, esto es una locura. Qué estamos haci
le pregunto su amiga y recién me enteré de que la am
vende arepa se llamaba asi.
— No importa mi pana, igual esto e igualito a
tespondié Lucia.
Me desnudaron entre las dos. Ala arapera |a
pecé a chupar las tetas mientras Lucia me to
Miespalda. Pronto besé su sexo y se p
ale toca a Lucia. Vamo amiga no sea cobarde — le
élarucha
facama e igual la chupé las tetas, le
0 la empecé a meter y la arapera que ya mela ara
profundamente
fecontracansado porque
cuenta.
Alas doce de la mafiana la
que dijo que tenia hambre y |
mis brazos durmiendo me
"SUS tremendas tetasas y como q'
yla toqué para ver siera v
i Lucia igual estaba car
arse mientras tanto con la araper:
tu carro a Gamarra — me dijvenderarepas
— Ah, claro — respondi. Dejen que llame a mi chofer Llamé a
miamigo Samuel que tiene una camioneta para que viniera
— Alé sefior Samuel, por favor, necesito que nos lleve un
toque a Gamarra a mi y a dos amigas. Por favor traiga mi
camioneta porque es urgente — hablé. Ya mi amigo me
entendia.
Enveinte minutos leg y llevamos a las chicas. Las dejamos
engamarra y volvimos con mi amigo a mi cuarto para celebrar,
— Saca saca el wisky para acabarlo — pidié mi amigo.
—Yanotengo, loacabamos conlas flacas.
—Ycomoasilas trajiste, que loco eres Tafurovsky.
— Bueno, el que puede puede.
= ¢Y aqui en tuchiquero durmieron?
—Les dije que era miotra casa.
— Ytelacreyeron.
Imagino. Ya cholo, anda corre. Compra otro wisky que esto
ce celebrarlo.
Se fle y trajo el trago. Toda la tarde celebramos mi
-FIN-
El indecente TafurBIOGRAFIA
Indecente Tafurovsky. Nacié en Rodriguez de Mendoza,
nas Peru. Estudia Lingiiistica en la Universidad Nacional
iblicado en diferentes revistas. Escribe lo que muchos
ian. Lo que no se esta permitido o lo que se
momento y lugar. No le interesa lo que piensen
fa un bledo llegar a los confines de la
adentroy que explota en el papel.