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Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades 'APRENDER Cee ee RR Ree een Ce eee Ce eC eet aaa Seu oe Ac el rreeeeeneie Seer Se dace ac ee nee eRe Meee eet ee ten at piedades fundamentales de ese fend- Tiene 185 publicacio- Ce nS Ba lc EN Rese Rs Ree mela euro CO Ocak kids ccleaner sideréndota como un proceso continuo jos de cusion y andlsis Cregeen Cg ee ee scene eH mn nee Tater dese) pena gee a ‘isos, un continuo tréfico molecular que gacion de la Facultad Cee ee ee ee CeO a a ccc sate enter are ed Tr AatOsT) APRENDER Cora See ane Ne Tee ea a) ISBN 968-36-7011-3 UTM eel MN lolol ENO Mel Re ao ee) JQUE ES UN SER VIVO? Videoteca de Ciencias y Humanidades Coleccién Aprender a Aprender Serie Ciencias de la Vida: Reestructuracion de Conceptos CCOOROINADORES OF AREAS Y ESPECIALIOADE: Luis de la Pefia ‘QENCIAS DE LA MATERA Pablo Rudomin {GENGAS DELA VIDA Pablo Gonzalez Casanova ‘CIENCIAS HUMANAS Rolando Garefa ‘TeoRia¥ MeTODOLOGIA Beatriz Garza Cuarén ‘CIENCIAS DEL LENCUAIE Raymundo Bautista Hugo Aréchiga CIENCIAS DF LASALUD Felipe Lara Rosano INGENERIASY TECNOLOGIAS QUE ES UN SER VIVO? Hugo Aréchiga ( Mf Universidad Nacional Autonoma de México ‘Centro de Investigaciones Interdsciplinaias en Ciencias y Humanidades Coordinacién de Humanidades México, 1999 Primera edicibn, 1999 Edicidn cinta Rogelio Leper Torres y Juan Carlos ila Soto Diseto de portada Angeles Alegre Scettno y Lorena Salcedo Banda DR.0 1999 Universidad Nacional Autonoma de México Cento de investigaciones nterdiscplinarias ‘en Ciencias y Humanidades Ciudad Universtara, 08510, México, D.F limpreso en MéxicPrinted in Mexico ISBN: 968-36-70113, Huco Arécrica Hugo Aréchiga Unuzudstegui es médico citujano por la Fa- cultad de Medicina, Universidad Nacional Auténoma de México (naw). Doctor en ciencias fsiologicas y biofsica por el Centro de Investigacion y de Estudios Avanzados del 1Pw (Cinvestav). Tiene 185 publicaciones que incluyen 12 libros y antculos en revistas internacionales de investiga- i6n (neurobiologia),articulos de difusion y analisis, sobre temas de ciencia, medicina y educacion. Ha dirigido 28 te- sis entre licenciatura, maesiria y doctorad. Es miembro de comités editoriales de revistas cientificas internacionales y rnacionales. Actualmente es jefe de Ia Divisién de Estudlos cde Posgrado e Investigacién de la Facultad de Medicina y ia Iivel de reeroncia ‘Sen Efectores ¥ Funcion Regulads Figura 6, Esq hsratv dea selaiones propia de la homeo 3 como elemento central para su teoria de los aut6matas y los sistemas de gobierno, que devino en la cibernética, de- sarrollada por Wiener sobre estos principios (Wiener 1948). Ulteriormente, se ha encontrado que aun en unice- lulares existen poderosos mecanismos moleculares de re- gulacién y control de todas las funciones biolégicas. Desde luego, un organismo unicelular de vida libre también puede sobrevivir en ambientes muy agresivos y sélo puede mantener sus reacciones quimicas fundamen- tales logrando que la composicién de su liquido intracelular, cl citoplasma, se mantenga estable ante los cambios en el ambiente exterior. Esta misma propiedad, en los organis- ‘mos multicelulares, se manifiesta en el mantenimiento de la constancia en la composicién de dos Iiquidos, el intra- celular y el que bafta a las células, al que Bernard aludia ‘como “medio interno”, y en todo momento el nivel de ac- tividad de cualquier sistema biol6gico acusa el grado de control que se ejerce sobre él. Por la composicién quimica de nuestro medio interno se ha postulado que hace cientos de millones de afos, ‘cuando los primeros organismos salieron del ambiente acudtico a colonizar los espacios terrestres, llevaron con- sigo el agua del mar en que vivian, cuya composicién qui- mica les era indispensable para sobrevivr, y desde entonces vienen desarrollando mecanismos cada vez més precisos para preservar esa composicidn, que por cierto es dliferen- tea la de los océanos actuales, que ha cambiado mas que la de nuestro interior (Smith 1959). Hoy en dia, cuando los seres humanos nos sumergimos en las aguas de donde emergieron nuestros antepasados filogenéticos, o cuando llegan seres humanos ala Luna, es necesatio portar una dotacién de aire suficiente para respirar. AGn no resolve- mos el problema de ser realmente autosuficientes en am- bientes diferentes al natural Por lo que hemos revisado, es clara la existencia de di- ferentes niveles de homeostasis, desde la que acta al ni- 34 vel de un circuito molecular hasta la que se manifesta en Conjuntos de seres vivos. Ademas, subyacente al concep- to de homeostasis esta el de “nivel normal’, en el caso de los seres vivos, y por tanto al concepto de normalidad. En Ingenieria, la contraparte es el “punto de referencia’, de- finido como el deseable en un sistema. Asi, un dispositive de control de temperatura en un edificio permite, median- te un sistema de termostatos, detectar la temperatura en el edificio, y poner en marcha los dispositivos de calenta- miento 0 enfriamiento, segtin que la temperatura esté por encima o abajo del “nivel de referencia”. El mantenimiento de la constancia de nuestra temperatura corporal emplea principios similares aunque, desde luego, mecanismos fi- sicos muy diferentes. En afios recientes, el concepto de “constancia” de las funciones corporales ha sido cuestionado. En realidad, co- mo ya revisamos al tratar del desarrollo de los organismos, @s facil entender que el “nivel de referencia” de cualquier funcién corporal depende del tiempo. La presi6n arterial “normal” no es igual en la infancia que en la ancianidad. ‘Ademés, los niveles normales de muchas funciones, quizé todas, varian ritmicamente de acuerdo con ciclos diurnos, semanales o estacionales (Aréchiga 1980). Se ha llegado tentonces a proponer la sustitucién del término homeostasis por el de “homeorresis”, en alusién a que la constante es el cambio, el flujo de energia y de materia, Es ahora recono- Cido que nuestras funciones bioligicas, lejos de permanecer constantes a lo largo de toda la vida, manifiestan esponta- neamente grandes modificaciones; algunas de ellas son singulares, s6lo ocurren en algin momento preciso de la vida del individuo. Por ejemplo, cuando el embrién hu- mano pierde su cola, o cuando el adolescente empieza a ‘manifestar los caracteres sexuales secundarios, ello implica grandes transformaciones sométicas, conductuales y men- tales. Sin embargo, continta vigente también la nocién de que toda funcién est regulada dentro de una gama estre- 35 cha de valores considerados como normales, compatibles ccon la supervivencia del individuo y tendientes al nivel 6ptimo de cada una. El concepto de normalidad es ahora considerado como tuna expresién fundamentalmente estadistica. La aspira- cin a la “constancia'” tampoco es ya una meta social. Sin embargo, el concepto de homeostasis tiene un gran valor en biologia y en medicina. Ha sido la piedra angular de ta fisiologia, que centra actualmente su tematica en el estudio de los mecanismos reguladores de las diversas funciones corporales. Se ha extendido a otras éreas de la biologia, en las que el concepto de equilibrio y de sus mecanismos re- guladores son empleados en estudios.de dindmica pobla- ional. En medicina ha quedado vinculado a la nocién de salud, y la buena medicina es la que apoya las acciones homeostaticas del organismo. Se le emplea también en otras disciplinas, como la fisica y la quimica, y se habla de “homeostasis molecular’ 0 atémica, y aun de “homeosta- social”. En todos estos casos, el término ha quedado consolidado en una acepcién esencialmente igual a la que tuvo al ser acuitado. LOS SERES VIVOS SE ADAPTAN AL AMBIENTE Una propiedad indispensable para la supervivencia de los individuos es su capacidad para reaccionar y adaptarse a los cambios ambientales. Todas las formas de vida que pueblan nuestro planeta tienen en comin el que por muy diversos mecanismos han logrado adaptarse a los cambios ambientales, que en ocasiones han sido devastadores, y ccausado la destruccién de todos los organismos menos adaptables. Por ejemplo, una de las teorias vigentes sobre la extincién masiva y definitiva de gran némero de espe- ies, entre ellas los grandes reptiles durante el creticico, 36 hace unos 65 millones de afos, la atribuye a incapacidad para adaptarse a la falta de luz y calor que sobrevino lue- {go del impacto de un gigantesco meteorito en lo que ac- tualmente es la costa de Yucatan ‘Ya revisamos que uno de los componentes de la adap- tacién consiste en poner en accién los dispositivos ho- meostaticos que permitan en un momento dado restablecer el equilibrio alterado por cambios, sean externos u origi- rnados en el propio organismo. Pero hay otras modalida- des; por ejemplo, ante la presencia de un estimulo nocivo, prolongado, desarrollamos respuestas que neutralizan sus efectos, como la inventada por Mitridates, el rey de Pot to, quien, temiendo ser envenenado, se sometid a dosis recientes de venenos, a partir de una muy baja, hasta que luego de largo tiempo de exposicién pudo resist la inges- tidn de una cantidad tan alta que lo hubiera matado. Asi, la exposicién continuada a cualquier farmaco hace que la respuesta del organismo disminuya, en un fenomeno co- nocido como taquifilaxis, y éste, a su vez, es un caso par- ticular de un fenémeno de adaptacién, mucho mas general, ‘que implica la disminuci6n de la respuesta ante estimulos que se prolongan demasiado o se repiten monétonamente. ‘También se manifiesta la adaptacion en cambios soms- ticos que disminuyen la intensidad del agente que nos agrede. Por ejemplo, cuando nos exponemos a luz solar intensa se producen cambios en la pigmentacién de la piel, que atentian la cantidad que llega, o bien los habi- tantes de lugares muy elevados, con poco oxigeno, desa- rrollan respuestas compensatorias que los llevan a tener ms hemoglobina en la sangre, con lo que aumentan su capacidad de aprovechamiento de! poco oxigeno disponi- bile. En este caso, pues, a diferencia del anterior, la tenden- Cia funcional no es a conservar constante la concentracién de una sustancia, la hemoglobina, sino a que cambie de tal manera que sea la adecuada para mantener constante tuna funcién fundamental, que es la oxigenacién celular. 37 ‘Algunas reacciones de adaptacién son muy répidas, co- imo las respuestas conductuales de evitaciGn de los estimu- los nocivas, al reirar una mano cuando tocamos con ella un objeto punzante o caliente, pero también hay moditi- caciones plisticas tendientes a reducir la reactividad al es- timulo nocivo, como en el caso de la taquifilaxia, o incluso ‘cambios que trascienden la vida del individuo, como pue- den ser las adaptaciones genéticas mediante mutaciones. Por ejemplo, una de las limitaciones actuales de la medi cina en su propésito de erradicar las enfermedades micro- biianas es la alta frecuencia de mutaciones en los microbios, que favorecen la aparicién de individuos resistentes a los antibiéticos empleados para destruirlos La integracién de las respuestas adaptativas se lleva a ‘cabo en varios niveles, desde la desensibilizacion celular, ‘como la que se da cuando se mantiene una concentracion elevada de una sustancia a la que la célula respondi6 tenérgicamente al principio, para luego declinar la magnitud de la respuesta, hasta las complejas reacciones intograles del organiismo a las variaciones de su medio ambiente; sin embargo, también en ellas se pone de manifiesto una pro- piedad fundamental de la materia viva, que es su capacidad de reaccionar ante los estimulos ambientales. Fue llamada initabilidad” por los antiguos y considerada como una fun- i6n fundamental del protoplasma. Hoy sabemos que estas reacciones revelan la facultad de las células vivas de de- tectar especificamente ciertas formas de energia ambiental y producir las respuestas adecuadas mediante complejas cadenas de elementos, que en el caso de los metazoarios tienen un sustrato fundamentalmente neural. Con el desa- rrollo del sistema nervioso, se ha tenido en la evolucisn el sustrato mas eficiente tanto de los ajustes hemostaticos co- mo de reacciones adaptativas y la organizacién de formas de respuesta y de comportamiento de complejidad cre- ciente, hasta culminar en la experiencia consciente (Can- non 1941). De hecho, la tecnologia moderna esta gene- 38 rando una forma de adaptacién que consiste en crear un “medio externo” regulado, de tal manera que resulte Optimo para el funcionamiento de nuestro organismo. Los actua les “edificios inteligentes” autorregulan la temperatura y la iluminacién en su interior, mediante principios. de retroali- mentaci6n no muy distintos de los que emplea el organismo human. La forma mas elemental de respuesta a un estimulo am- biental, mediada por el sistema nervioso, es el arco refle- jo (véase figura 7), que genera un movimiento. Basta con dos neuronas para tener una respuesta refleja, aun cuando puede haber algunas mucho mas complicadas. Desde un reflejo simple, hasta la realizacién de un acto consciente, mediante el cual suprimimos la fuente de un estimulo no- civo 0 generamos un plan de largo plazo para cambiar nuestro entorno ambiental, hay una amplia gama de ac- ‘ciones programadas por el sistema nervioso, mediante di- versos sistemas de comunicacién que mencionaremos brevemente a continuacién. LA COMUNICACION EN LOS SERES VIVOS Desde los primeros estudios anatémicos, hace 25 siglos, Hlamé la atencién la existencia del complejo sistema de vvasos y nervios con los que el corazén y el cerebro, respec- livamente, tienen comunicacién con todas las regiones del ‘organismo. Con el tiempo, se ha establecido que a través de la sangre cada célula del cuerpo puede estar en comu- nnicacién con todas las clemés. Los productos de la activi- dad de unas células nutren, estimulan o inhiben a otras. El medio interno, como vimos, es la gran matriz liquida en la que ocurren de continuo las interacciones propias de la homeostasis. El cerebro, por su parte, os el sustrato de la ge- neracién de la forma mis elaborada de mensajes, que 39 ARCO REFLEJO ris, deca or un ho msc prove gp de concn, Few 7. cosa mediante cul a tes de. son los que forman parte de la actividad consciente. Sea el gobierno de acciones homeostaticas transmitidas por via neural o sanguinea, o la generacién de pensamientos, se trata del producto de la actividad coordinada de muchas Uunidades en el dispositivo mas complejo que existe para ‘el manejo de informacién. Se calcula que el cerebro hu- mano tiene cerca de cien mil millones de neuronas, y que ‘cada una esté conectada directamente con otras diez mil (Nicholls et al. 1992 y Kandel et al. 1991). Es de la inte- {gracién que ocurre en nuestras redes neuronales de donde surgen todas las manifestaciones de conducta, consciente © inconsciente, y todos los ajustes automaticos de nuestro organismo. €1 estudio de las claves de informacién que uti- lizan las neuronas para comunicarse ha sido motivo de gran interés para los bidlogos. Un mecanismo de comuni- Cacién ampliamente estudiaco se realiza mediante la pro- duccién de sefiales eléctricas, los potenciales de accién, ten pequerios impulsos de una décima de voltio, cuya dis- tribucién temporal contiene la clave de la informacién en- tre neuronas (véase figura 8). La excitabilidad neuronal es la propiedad clave para la generacién de este tipo de se- fiales. Una sola especie molecular puede dar lugar a una compleja respuesta conductual. Desde luego, una célula puede recibir sefiales por diferentes canales; por ejemplo, de una neurona vecina o de una célula distante, que libera hormonas. La vida es un proceso continuo de intercomunicacién, En todas las funciones que hemos revisado como propias de los seres vivos, ha estado implicita la existencia de po- derosos y precisos mecanismos de comunicacién entre los ‘elementos constitutivos de un organismo. Las reacciones {quimicas fndamentales de la vida implican el transporte de las sustancias reactivas hasta los sitios donde habran de realizar su funcién. Sea en el interior de cada célula, 0 en- tre las que constituyen un organismo complejo, hay un continuo tréfico molecular que desde el nacimiento hasta a1 Figura 8. Cavs de iformacin empleads en los dstinosivels de respuesta lj Em los receptors yen ls snaps ge ‘eran pencils ecco lento. En sibs eros, potencies de acién rps. lomada de Nichols 1992), la muerte determina las variadas expresiones de la vida. La organogenesis es producto de una vasta y compleja gra- matica quimica, hasta que cada célula llega al lugar que le corresponde y adquiere las propiedades con las que ha- bd de funcionar, y lo mismo ocurre a lo largo de la vida de todo individuo, Ademas, todo ser vivo se comunica ‘con su medio ambiente recibiendo senales de éste y emi- tiéndolas hacia el exterior, fundamentalmente destinadas a otros individuos. La accién a distancia esta presente en todas las funcio- nes homeostaticas que hemos revisado, y que presuponen un activo sistema de comunicacién en el organism, de suerte que las sefiales iniciadas en una regién provocan respuestas en otras muy distantes. Como podemos inferir {cilmente, existen diversas formas de comunicacién en el organismo. Cada célula tiene en su interior una delicada red de filaments sobre los que se deslizan continuamen- te vesiculas cargadas de sustancias quimicas, algunas de las cuales estan destinadas a salir de la célula para llevar informacién a otras (véase figura 9), integrandose en men- sajes complejos. En todos los casos, la comunicacion plica un dispositivo biologic capaz de generar una sefial y otro capaz de detectarla (Kaczmarek y Levitan 1987). Enel interior de todas las células hay un continuo trafi- co de moléculas con direccién y velocidad reguladas de tal manera que cada una esté en el sitio y momento apro- piados para realizar su funcién. En todo organismo se es- tan generando continuamente mensajes que dan lugar a respuestas, como parte de los ajustes homeostéticos. El mantenimiento de la homeostasis es funcién fundamental del sistema nervioso, sea directamente liberando sustan- Cias sobre las células efectoras de la accién, 0 gobernan- do la secrecién de hormonas que a través de la circulacién sanguinea pueden llegar a cualquier célula del organism. Otra forma de comunicacién es la que se realiza entre individuos. Ya revisamos cémo las diversas funciones de 43 la vida de relacién entre individuos se realizan mediante la emisiOn, captaciGn e interpretacién de mensajes fisicos © quimicos. La comunicacién mediante la palabra, hablaca © escrita, implica la existencia de dispositivos de emision de sefiales que pueden ser descifradas por sus destinata- ‘ios; por ejemplo, la conducta reproductiva es el resultado de mensajes visuals, sonoros 0 quimicos emitidos por un individuo e interpretados por otro del sexo opuesto. Ya re- visamos la finura de la comunicaci6n mediante sustancias quimicas. Un individuo puede reconocer a otro mediante el olor, respondiendo selectivamente a sustancias odoriferas, las feromonas, producidas por el individuo identiticado. An falta mucha informacion sobre los disintos sistemas de comunicacién en el organismo, su naturaleza fisica y quimica y las claves de informacién que utilizan. Lo que se ha avanzado en las ditimas décadas es considerable, pero estamos lejos todavia de descifrar las claves de infor- macién que utilizan las células para comunicarse entre si y para goberar las funciones det organismo. LOS SERES VIVOS ENVEIECEN Y MUEREN 0 1979.0, tad Tau ta. 1901). Nuestra existencia transcurre en tiempos precisos entre la fecundacién y la muerte, entendida ésta como el cese de las funciones vitales, y que normalmente es precedida por tun lapso de duracién variable en el que el organismo adulto va sufiendo una mengua paulatina de sus funcio- nes y de su masa corporal, proceso conocido como enve- jecimiento. Atn es poco lo que sabemos sobre las causas del envejecimiento y de la muerte, asi como de la relacién entre ambos procesos, Desde luego, la muerte es a menudo consecuencia de interacciones violentas del organismo con su ambiente, 0 con otros organismos, y en ese caso se trata de la cesacién ‘obre le gure desizan foe grinulos 8, muears, a mayor aumento, inigenes de gsniloe ado on Figura 9. Moviiero de genus ene interior do un ftorecepe.,corresponde 2 una fotografia al microscopoelectnico en la qe se mows ls mirc tmcttdbules eosade, (homed de none brusca de las funciones vitales, antes del tiempo en el que hubiera llegado de manera natural. De hecho, la demo- grafia nos muestra que la duracién de la vida humana ha aumentadlo conforme las sociedades han ido construyen- do ambientes mas estables y de mejor calidad, al punto de que en las més avanzadas, la esperanza de vida al nacer va aproximandose cada vez mds al lapso natural de la existencia humana (véase figura 10), pero aun cuando se erradiquen las causas de muerte externas, violentas, como ‘cualquier otro ser vivo estamos destinados a morir. La muerte puede producirse por muy diversas causas, algunas externas al individuo, como cuando faltan los in- sumos energéticos indispensables para la respiracién de las células. Ya vimos como la falta de oxigeno o de ali- mentos es mortal. En otros casos, la vida cesa por defectos del propio organismo; en los animales superiores existe un buen numero de enfermedades, es decir, trastornos que comprometen la viabilidad de las células hasta causar su destrucci6n, Pero aun cuando logremos evitar o corregir las enfermedades, la muerte nos llegar inexorablemente; hacemos con un programa genético que nos condena a morir. La llamada “muerte programada”, que es la cesa- ccion de las funciones vitales de una célula sin ninguna ‘causa externa, opera en todo momento de nuestra vida. Se reconocen mecanismos como la degeneracién o la apop- tosis, como formas de muerte celular, pero es poco lo que sabemos sobre ellos (Cereijido 1994) En un organismo complejo, como el humano, la carac- terizacién de la muerte puede ser complicada, ya que una es la muerte del individuo y otra la de sus células; de he- cho, con excepcién de las neuronas, todas las células del Cuerpo nacen y mueren durante la vida normal del indivi- ‘duo. Algunas viven s6lo dias 0 minutos, como es el caso de las que estin sometidas a desgastes importantes, y son renovadas. Por otra parte, algunas células, que se reprodu- 46 ae indica cm lo Speranza devia 100 , / 2 Oi bing. cod 8 SMe a! ge gg gy Bs wi 2s 3 2, € ° ee ° 2 oP ' we Jo i owe Ie ‘ oi BS i o 88 ! none SE ' ° i 2 ' ' ' 22 8 8 2 ‘SALNSIAINANAOS 3G 3PVLNIONOd EDAD (afos) cen a intervalos breves, pueden seguirlo haciendo dias después de la muerte del individuo del que formaron parte. Para cada especie biolbgica parece haber un tiempo Ii- mite de vida, al cabo del cual cesan las funciones. Asi, un insecto sélo vive dias, o semanas, mientras un elefante puede vivir mas de un siglo. Aun aisladas y mantenidas en cultivo, las células de un individuo solo pueden tener un cierto nimero de ciclos reproductivos, y al final también ‘mueren. En el proceso de maduraci6n del sistema nervioso se ha encontrado que cuando una neurona no logra esta- blecer contacto mecénico con otra vecina, muere al poco tiempo, mientras que cuando se conecta con alguna llega a sobrevivir tanto como el individuo mismo. Hay muchas teorias que aspiran a explicar cémo se pro- ‘duce la muerte; algunas la conciben como producto de la acumulaci6n de sustancias toxicas generadas 0 incorpora- das por el cuerpo a lo largo de la vida; otras, como un des- gaste gradual, consecuencia de la actividad orgénica; otras postulan la existencia de genes especificos, los llamados “genes letales”, que rigen la expresién del calendario de la ida y que inexorablemente determinan cuando muere el individuo, © a qué ritmo van muriendo sus células. Un ca- 0 interesante de la compleja relacion entre ta vida y la ‘muerte es el que presentan los tumores cancerosos, en los que, como ya revisamos, el trastorno consiste en que un Conjunto de células, que ya no deberfan reproducirse, recu- pera la capacidad de hacerlo y, con ello, se tornarian inmor- {ales, s6lo que su explosiva vitalidad termina destruyendo al individuo del que forman parte. El reconocimiento de la muerte y la actitud hacia ella entrafian problemas funda- mentales no s6lo de orden cientifico sino médico, ético, ju- ridico, religioso y social que confieren al tema permanente vigencia. La aceptacién de la muerte como algo natural & inevitable no implica que la biologia, al tratar de compren- derla, no busque limitarla, y la prolongacién de la vida es tuna meta permanente de la medicina (Ehrenstein 1998). 48 CONCLUSIONES Hemos revisado de manera sucinta las propiedades funda- mentales de ese fenémeno singular que llamamos vida, desde el punto de vista del individuo en que se manifiesta Como hemos visto, adopta miltiples facetas y se expresa de manera diferente en distintos seres, 0 en distintos mo- mentos de la existencia de uno mismo. La emergencia de la vida fue consecuencia de a interaccién de moléculas ricas en informacién, y de complejidad cre- iente que en un momento culminaron en la integracién de un individuo; es decir, una entidad multimolecular, orga- nizada de tal manera que pudo realizar funciones tan ccomplejas como el desarrolarse y reproducirse. La evalucién tom6 asi el rumbo del perfeccionamiento gradual de los individuos; a partir de los més simples, se desarrollaron for- mas de vida mas capaces de prevalecer en ambientes hos- tiles, hasta producirse el salto cudntico que significé la cemergencia de la actividad consciente, que ha dado a la vida un rumbo insélito en este planeta. Hoy pesa sobre la espe- cie humana, Gnica poseedora de la capacidad de realizar actos conscientes, la responsabilidad de mantener el deli- cado balance de la vida en la Tierra. Para ello, debemos conocer la delicada trama que ha venido desarrollandose durante miles de millones de aftos y que esté en nuestras manos el destruir, o el conservar y enriquecer. 49

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