I. LA EXTRANA DINAMICA
DE LO INTOLERABLE Y DEL CAMBIO
¢Como comprender las grandes evoluciones de la economia
mundial? ¢Cudles cambios y en ci
's circunstancias se
produjeron, creando, bajo la férula de las finanzas estaduni
denses, las condiciones para el orden neoliberal y la hege-
mona financiera de la cual éste es la expresién?
En esta discusién sobre la marcha y la conduccién de
los negocios mundiales no se puede confiar en el buen sen
tido y en los buenos sentimientos.
6lo un ingenuo podria
imaginarse, en efecto, que los hombres se construyeron un
odo simple que va desde la identificacién de los proble.
generales hasta la puesta en préctica de las soluciones.
Uno, partir de la comprobacién de lo que no funciona; dos,
elaborar estrategias; y tres, aplicarlas. Ese programa en tres
tiempos no es el que guia a la humanidad.
Si el mundo rigiese asf su conducta, la primera etapa de
ese método, la de la comprobacién, asumiria en nuestros
dias la forma de una severa autocritica sobre la situacién de
la periferia, a pesar del crecimiento de China, que se sobre-
pondrfa a vivas de extrema autosatisfaccion por los resulta-
dos de Estados Unidos. ;Curiosa cacofonta!
Los organismos internacionales todos los afios hacen
un balance: éste es poco halagiefio. El Informe mundial
sobre el desarrollo humano de 1997 de las Naciones Unidas
ya esbozaba el siguiente cuadro:
Mas de un cuarto de los habitantes de los paises en desarrollo
todavia carecen totalmente de los bienes y servicios indispen-
sables [...] Y alrededor de un tercio de esos habitantes —0 sea18 CRISIS Y NEOLIBERALISMO
1300 millones de personas— deben contentarse con un ingre-
so inferior a un délar diario [...] En los paises industrializa-
dos, por tiltimo, més de 100 millones de personas viven por
debajo del nivel de pobreza monetaria.!
Quiz sea atin mas chocante la observacion de las des-
igualdades y de su aumento, tal como aparece en el informe
de 1999:
La diferencia entee el ingreso de la quinta parte de los seres hi
‘manos que viven en los paises més ricos y el de la quinta parte
de los que habitan en los paises mas pobres llegaba a 74 a Len
1997 contra 60. I en 1990 y 302 1 en 1960 [.] A finales de los
aftos noventa la quinta parte dela poblacién mundial que vive en
los paises mas ricos se divide el 86% del em (de la produccién)
mundial contra apenas el 1% para (el 20%) los mas pobre.”
Estos informes subrayan el hecho de que muchas evol
ciones se producen a la inversa de lo que se podria deseat
Mas de la mitad de los paises candidatos al desarrollo son
ignorados por los inversionistas extranjeros; los precios de
muchos de los productos que dichos paises pueden expor-
tar sc han derrumbado desde los afios ochenta; sus exporta-
ciones potenciales estan gravadas por elevados derechos
aduaneros; las agriculturas de los paises mas avanzados
estan formidablemente subsidiadas; es aplastante el peso de
Ja deuda de los pafses menos desarrollados, etc. Simulténea-
mente, en los afios noventa, en el corazén de la sociedad de
Estados Unidos, donde las desigualdades y la exclusién se
“urso triunfalista
reforzaban sin cesar jse escuchaba el dis
" Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (owen), Informe
‘muoidial sobre el desarrollo humano, De Boeck, Bruselas, 1997, p. 2,
& mundial sabre el desarrols humano, De Boeck, Bruse
pxvo, Infor
las, 1999, p.3.
* Al reeurrr al concepto de exclusién no hacemos referencia a un pro-
LA EXTRANA DINAMICA DE LO INTOLERABLE 9
de la nueva economia! Y fluyen los elogios de los medios de
informacién: crecimiento, riqueza... ¢Estamos acaso hun-
didos en un mundo inerte, indiferente ante todas las disfun
ciones, incapaz de reaccionar?
Este libro tiene como objetivo determinar los orfgenes y
el contenido del nuevo curso del capitalismo. La conclusién
mas general que se puede extraer del mismo tiene, sin em-
bargo, mucho que ver con el problema de la pobreza y de las,
desigualdades. Se trata de algo trivial: si la amplitud de la
miseria no provocé ninguna de las reacciones que ingenua-
mente se habrian podido esperar, es porque las transforma-
ciones econdmicas y sociales de las tiltimas décadas no fuue-
ron motivadas y dirigidas por los intereses de las grandes
masas sino por los de minortas privilegiadas que, en efecto,
mejovaron su situacién.
En cuanto uno se desplaza desde las masas hacia esas,
minorfas, el esquema analitico del sentido comin, que va
de la aparicién de las dificultades a la puesta en préctica de
soluciones, recupera toda su pertinencia y el sistema toda
su aptitud para el cambio, y las evoluciones se tornan
teligibles. Sf: las transformaciones de los dos tiltimos dece-
nios fueron provocadas por la aparicién de ciertos proble-
mas. Mediante multiples pruebas v errores y teniendo en
cuenta numerosas desviaciones propias de las acciones
colectivas, los ajustes operados tendieron efectivamente a
resolver esas dificultades.
Para comprenderlo, simplemente hay que precisar el
marco analitico e identificar mejor a los actores. No es una
humanidad en abstracto la que tomé conciencia de la situa-
cin miserable de sus fracciones menos avanzadas o de la
desesperacién de los desocupados y de los excluidos para
«eso extrano ala dindmica de la acumulacion del capital sino alas capas
del ejéreito industrial de reserva que habitan en lo que Mavs lkamaba “el
infierno del pauperismo” (Carlos Marx, El capital, bros, tomo 3, cap. 25,
1867; 1* ed. en espatol, Siglo XXI, México,1975).20 CRISIS Y NEOLIBERALISMO
tratar de remediarlas. Fueron minorias privilegiadas que
descubrieron los retrocesos que ellas habian sulrido y los
peligros que sobre ellas se cernian'y utilizaron su posicion
ain dominante para actuar con todos los medios a fin de
poner remedio a los primeros y apartar de si los segundos.
De ese modo, esos grupos no contribuyeron en nada para
reducir la miseria, tanto en los paises desarrollados como
en los de la periferia, pues eso nada les importa, Este juicio
puede parecer exagerado. A algunos les parecer ridiculo
hacer de los ricos, de las clases dominantes, los malos. Sin
embargo, es ast
Por consiguiente, esta investigacién nos remite al cen:
to, al coraz6n del mundo capitalista, e incluso es posible
afirmar que al centro de su centro. Las cosas se enlazaros
segtin el resultado de las luchas, de los avances y retrovesos
de las clases y paises dominados, en una relacién de fuerzas
constantemente reafirmada en la que los buenos sentimien-
tos no dirigen los comportamientos,
De este modo se plantean diversas preguntas. ¢Qué pro-
blemas originaron el cambio? ¢Cuail es la naturaleza de ese
centro del centro?