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HISTORIA DE LA ARQUITECTURA Sir Banister Fletcher Africa, América, Asia y Australia: los periodos Colonial y Poscolonial musa None wOreIy CONTENIDO Lista de colaboradores Fuentes de ilustractones Profacio Introduceiin Parte Uno Egipto, el Cercano Oriente, Asia, Grecia y los reinos helenisticos de la Antigtiedad 1 Antecedentes Prehistérico 3. Bgipto 4 Bl antiguo Cercano Oriente 5 Culturas asiaticas tempranas 6 Grecia 7 Reinos helenisticos Parte Dos Europa y el Mediterraneo: de la Roma Antigua al fin del Medievo 8 Antecedentes 9 Prehistérico 10 Roma y el Imperio Romano 11 Imperio Bizantino 12 Rusia temprana 13 Estilos rominico y medieval tempiano 14 Gétieo Parte Tres El Islam 15. Antecedentes 16 Seléucidas, partos y sasinidas, 17 Arquitectura de los califatos omeya y abasida 18 Dinastias locales del Islam central e India premogol ix xiii 39 10 99 106 165 167 210 225 282 320 344 423 559 561 574 580) 600 vi CONTENIDO 19 Persia safavida, el Imperio Otomano e India mogol, 20 Arquitectura vernécula y el jardin del paraiso Parte Cuatro Africa, América y Asia precoloniales 21 Antecedentes 22. Africa 23. América 24 China 25 Japon y Corea 26 Subcontinente Indio 27 Sureste Asiatico Parte Cinco Europa y Rusia: del Renaci 28 Antecedentes 29 Italia 30 Francia, Espatia y Portugal 31 Austria, Alemania y Europa Central 32 Paises Bajos y Gran Bretaiia 33. Rusia y Escandinavia 34 Postenacimiento en Europa Parte Seis Africa, América, Asia y Australia: periodos Colonial y Poscolonial 35 Antecedentes 36 Africa 37 América 38 China 39 Japén y Corea 40 Sureste Asiitico 41 Subeontinente Indio 42 Australasia Parte Siete El siglo XX 43. Antecedentes 44° Europa Occidental de 1900 a 1945 611 629 633 635 665 on 693 16 747 787 803 805 841 922 975 999 1065 1091 1159 1161 171 1193 1227 1238 1246 1256 1278 1311 BB 1318 CONTENIDO 45 Buropa Occidental a partir de 1945 46 Europa Oriental 47 Rusia y la Unién Soviética 48 Oriente Medio 49 Africa 50 Norteamérica de 1900 a 1950 51 Norteamérica a partir de 1950 52 América Latina 53. China 54 Japdn y Corea 55. Sureste Asiitico 56 Hong Kong 57 Subcontinente Indio 58 Oceania Bibliografia Glosario indice vii 1366 1400 1427 1445 146 1483 isi 1532 1350 1572 1594 1610 1619 1646 1671 113 1731 Africa, América, Asia y Australia: periodos Colonial y Poscolonial Capitulo 37 AMERICA Cardeter arquitectonico Los europeos que colonizaron América trajeron consigo la planeacién y Ia arquitectura de sus paises, las cuales se modi- ficaron segtin el clima y los recursos de las regiones en las que se asentaban, Tanto en América del Norte como en América Latina, empezaron con asentamientos costeros o en las antiguas capitales de las culturas anteriores, desde donde se extendie- son al interior. Los espaffoles fteron los primeros en llegar y Jas construcciones defensivas en las islas del Caribe constitu- zeron el primer signo de Ia cultura europea en América, San- 0 Domingo, fundada en 1496 en la Repiiblica Dominicana, es i primer asentamiento permanente que sobrevive. Por “las Leyes de Indias”, promulgadas en 1573, Felipe II establecié sens traza libre para las ciudades con una plaza central abierta paza los edificios piiblicos y la iglesia o catedral, a fin de re- pessentar el orden eclesiéstico y secular, y comercias en las calles lterales. Este patrén, adaptado de la antigua planeacién ‘bana, imperd en ta colonizacién de América (véase el ca~ plo 35). Las primeras ciudades estaban fortificadas para sesistiatagues con obras simples como terraplenes y empali- se0dss. Posteriormente, cuando se reerudecié la rivalidad entre lis potencias europeas, se hicieron necesarias fortificaciones Ss s6lidas para resistr los sitios. ‘Las primeras edificaciones importantes de las naciones co- ‘Seeizadoras catélicas, Espaia, Portugal y Prancia, fueron igle- Ss Dado el papel central de las 6rdenes mondsticas en la Seedacion y manteniemiento de asentamientos, iglesias y mo- ‘sestcrios son las construcciones més representativas de la “Sessrica Latina del siglo XVI. Consisten en una serie de edifi- ‘Siss anexos que conjuga el estilo europeo y la tradicién prehis- ‘pea de las celebraciones religiosas al aire libre; las enormes “qiesies con su monasterio anexo estaban prevedidas de un ‘Sse abierto con pequeiios altares cerrados o “capillas indias”, ‘Ge calidad de las estructuras y los decorados variaba con los “Searles, la mano de obra local y la formacién de los misio- "S=e quienes erigieron obras de gran impacto espacial. Por “several se construian en un equivalente artesanal de los es- “Ses curopeos contemporiineos; debido a fa falta de mano de “Fe clficada, las téenicas de construccién se tomaban pres- Ses & las edificaciones locales. Esta caracteristica es mis "Seesadis en las iglesias erigidas por los indios pueblo para los "Ssener0s expatioles del siglo XVII en Nuevo México, donde las técnicas indigenas del adobe y fa madera casi absorben el estilo importado. Asimismo, habia que precaverse, en la me- dida de lo posible, de los sismos mediante téenicas de cons- truceién. Sin embargo, fa arquitectura colonial de América Latina en general reflejaba de manera muy apegada la de Es- ppafia y Portugal. Los primeros ejemplos revelan una deriva- cién de prototipos del gético espafol, pero el clasicismo avanz6 después de 1550. ‘A medida que se llevaba a cabo la colonizacion, los estilos de las potencias curopeas catélicas continuaban siguiéndose fielmente en sus colonias amerieanas. Los edificios en el Quebec del siglo XVII se acereaban en técnica y estilo a los del norte de Francia, Asimismo, los excesos de los estilos ba- troco y rocoes en Espatia y Portugal (véase el capitulo 34) se imitaron en América Latina durante el siglo XVI, un periodo de esplendor en ciudades, puertos y dreas minoras En América del Norte, los asentamientos holandeses, ale~ manes ¢ ingleses de credo protestante se tomaron més tiempo para desarrollarse en ciudades con valores civicos rigidos. New Haven (1636) tenfa una gran plaza en el centro de donde parten las calles, pero fue la planta de Filadelfia (1682-1683) Ja que senté el modelo para las cuadriculas urbanas desarro- lladas en América del Norte, Desde fecha temprana, las casas de granjas individuales eran con frecuencia las edificaciones de ‘mayor interés. Los terttorios del norte, con sus poblados bos- ‘ques, offecian a los carpinteros la oportunidad de continuar la tradicién europea de las estructuras de madera, no sélo en ca- sas sino tambien en iglesias y otros edificios piiblicos, En la ‘Nueva Inglaterra del siglo XV, la construccién siguié el mo- delo de los prototipos ingleses de pesadas estructuras de madera con entablados y madera solapada (tejamanil), La cons- truccién de cabafas de troncos parece haber sida una especia- lidad introducida primero por suecos y alemanes en Delaware xy Pennsylvania. En la parte sur de América del Norte eran co- unes las edificaciones de ladrillo. Aunque con frecuencia es dificil distinguir el estilo de las casas de sus contrapartes del ‘isino periodo en Inglaterra o Francia, después de aproxima- damente 1660 aqui y en las plantaciones del Caribe empiezan a diseiarse con profundos balcones o porches a fin de permitir la ventilacion y la proteccién del sol, mismos que resultaban innecesarios en Europa, Caracteristicas regionales significati- vas de esta clase se fortalecieron durante el siglo XVIII, cuando se habian desarrollado ya diseftos de especialistas y habilida- 1193 1194 des artesanales en toda América, Sin embargo, los arquitectos profesionales siguieron siendo raros antes de la guerra de in- dependencia estadounidense; los primeros arquitectos de re- nombre en las colonias inglesas de América del Norte, Peter Harrison (1716-1775) y Thomas Jefferson (1743-1826), fueron ambos caballeros sin formacién profesional en arquitectura En el periodo poscolonial inmediato en América del Norte ¥ del Sur no se vio intento alguno por prescindir de tos mode~ Jos curopeos, pero hubo un claro interés en el neoclasicismo que, a la sazén, estaba de moda en Europa, con sus indicios de republicanismo independiente. Jefferson, el francéfilo tercer presidente de Estados Unidos, ejercié gran influencia a este respecto. Su Capitolio de Virginia offeci6 un modelo para mu- chos de los capitolios estatales que se construirian en el siglo XIX, mientras que los edificios del campus de la Universidad de Virginia anuncié el academicismo al estilo Beaux Arts esta- dounidense de fines de siglo. Entre los primeros arquitectos profesionales en Estados Unidos, Charles Bulfinch de Boston (1763-1844) senté las bases de la bella arquitectura con in- fluencia de Robert Adam de esa ciudad durante el periodo fe- deral. Boston, Filadelfia y Nueva York desarrollaron variantes locales del estilo inglés de terrazas de piedra o ladrillo, aun- que fueron muy raras Tas terrazas unificadas de casas en otras cciudades, pues el amplio espacio disponible las hacia innece- sarias. El inmigrante inglés Benjamin Latrobe (1764-1820) de Filadelfia fue el principal responsable de la introduccién del neogtiego, estilo que gozé de gran éxito en Estados Unidos, ‘mientras que Ia planta que disef6 Pierre Enfant para Wash- ington (1791-1792) introdujo ejes diagonales y otros modelos dela planeacién urbana europea para complementar la cua- dricula urbana estindar. En América Latina, la imposicién del estilo neoclisico a través de las academias y los ingenieros militares reflejé los cambios en el pensamiento derivados de la Hustracién, Ia in- dependencia de las colonias durante la primera década del si- slo XIX y la creciente influencia cultural de Francia, ejercida a través de la obra de arquitectos inmigrantes como A. J. V. Grandjean de Montigny (1776-1850) en Rio de Janeiro y C. F Brunet-Debaines (1799-1855) en Santiago, En su mayoria, las iglesias se mantuvieron clisicas, aunque hubo filtraciones oca- sionales del gético después de 1850. Después de 1840, el estilo neogriego fue expulsado ce fas iglesias en Estados Unidos en favor del neogético importado de Inglaterra, cuyos adalides fueron los neoyorkinos Richard Upjohn (1802-1878) y James Renwick Jr. (1818-1895). El g6tico en los edificios seculares de América del Norte re- sulté de corta duracién, sin aleanzar siquiera los 25 aftos de vida cerea de 1848. En Estados Unidos fue més popular el es- tilo pintoresco o “jardinesco” de la villa asociado con A. J. Davis (1803-1892) y el paisajista Andrew Jackson Downing (1815-1852), Su visién de la variedad pintoresca marcé el punto de partida para un estilo “vietoriano” del hogar de cla- se media, por lo general una amalgama de motivos franceses AFRICA, AMERICA, ASIA Y AUSTRALIA: PERIODOS COLONIAL Y POSCOLONIAL « ingleses, que se desarrollo y se abri6 camino a lo largo de Estados Unidos y Canada en el curso del siglo XIX en mux chas formulas y formas. En un nivel més basico, la construcci6n de la primitiva ca ‘baila de troncos aprendida de alemanes y suecos fue universal ‘en los asentamientos de las fronteras norte y oeste, donde la ‘madera abundé hasta cerea de 1830, Entonces eedié su sitio at “armazén de globo”, una versién mucho mis simplificada d= la tradicional estructura de madera europea. Introducide por primera vez en Chicago, el armazén de globo consistia en sec- ciones ligeras de madera clavadas con un entablado exterior Se convirtié en la técnica estindar en toda América del Norte para cualquier construccién, desde bungalows hasta casas “de tres pisos” con hastiales que daban a la calle y que habrian de convertirse en el rasgo caracteristico de los “suburbios de tranvia” al final del siglo. El armazén de globo no habria sido posible sin el crecimiento de la industria det hierro para la pro- duccidn de clavos, La mitad del siglo XIX vio un crecimiento pparalelo en el uso de elementos estructurales y decorativos de hhierto fundido, con frecuencia prefabricados en serie, de ma- nnera notable para edificios comerciales. James Bogardus (1800-1874) y Daniel Badger fueron los fabricantes pioneros, y la ciudad de Nueva York el centro original de los edificios comerciales. Fl efecto de los herrajes decorativos es notable en Nueva Orledns, donde desde cerca de 1850 se construyeron galerias de hierro fundido de dos pisos enfrente de las casas para detener el sol en vez de arcadas abiertas de-un solo nivel ‘Aun cuando América compartié el eclecticismo estilisico de la segunda mitad del siglo XIX, fue durante este periodo que Estados Unidos surgi con una arquitectura original y Ia profe- siGn de arguitecto por derecho propio, y Tos europeos empeza- ron a admirar sus logros. El primer promotor de este desarrollo fue Richard Morris Hunt (1827-1895), el primer estadouniden- se que asistié a la Ecole des Beaux Arts de Paris. Las edifica- ciones de Hunt fueron més académicas que creativas, pero trabajé notoriamente para las clases acomodadas de la Edad de (Oto é instauré la moda de los métodos franceses en la ensefian- 1a de la arquitectura. Sus importantes sucesores, Henry Hobson Richardson (1838-1886), Charles MeKim (1849-1909) y Louis Sullivan (1856-1924), asistieron a la Ecole. La primera escuela de arquitectura en Estados Unidos, flnndada en el Instituto de ‘Tecnologia de Massachusetts por W. R. Ware en 1867, siguié la lineas de la Beaux Arts; la segunda, en la Universidad de Ili- nois, Urbana (1870), desarrollé un modelo alemén, reflejando el caricter cultural diferente del Medio Oeste La arquitectura pintoresca doméstica siempre fuerte en Esta- «dos Unidos, se desarrollé en la Costa Este después de la Guerra Civil estadounidense, alejindose del desgarbado Stick style 0 “es tilo de palitos” de influencia inglesa en favor del Shingle style © “estilo de madera solapada” de origen inglés més agradable, Ila ‘mado en ocasiones “Reina Ana”. Este tltimo fue practicado bre- ‘vemente por Richardson, perfeccionado en Tos primeros trabajos de McKim, Mead y White, W. R. Emerson y otros, que inaugura- AMERICA, son tna era de oro para la casa americana independiente en todo lcontinente. Este logro habria de ser la base del trabajo de Tos grandes arquitectos domésticos de la siguiente generacién, seita- Jedamente Frank Lloyd Wright (1867-1959) en Chicago y Gree- ne y Greene en el norte de California (véase el capftulo 50). Pero las obras maestras maduras de Richardson, el primer arquitecto Sepado que penden de una profuinda logia de arcos; bajo la Ss hay un friso de azulejos blancos y azules. Seesificaciones ‘ mas pequerios, en las costas de Brasil Tipico de la cadena “& Sere, en su mayoria de c. 1700, alrededor de Bahia (Sal- ‘sadder: Santo Anténio da Barra, disefiado como un poligono ‘Sxeular por Joo y Francisco Coutinho; e1 hexagonal y com- ==> Sio Felipe; Sao Marcelo, que resguardaba el puerto, y Santa Maria, que no luce como instalacién militar, con un re ‘Seb terraplén heptagonal y un fronton cubierto con baldoses Ess fortificaciones que aiin se conservan en América del Sex por lo general son menos imponentes, aunque en Canada ‘=

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