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Un estudio sobre la plegaria occidental en estos das identifico 4 modos de oracin . Es decir que
usamos un modo o combinacin de estos 4 modos de oracin.

El primero es la oracin informal o coloquial. Tengo un amigo en San Francisco que dice una
oracin informal cada viernes en la ruta: Amado Dios si me dejas llegar a la estacin de servicio
antes que se termine el tanque, no dejare que vuelva a vaciarse. Lo cual seria una plegaria
informal.

El segundo modo de rezar es la oracin de peticin, en el cual realizamos un pedido a Dios o a


los ngeles. Mi Dios , clamo por el derecho de sanar y ser sanado, en toda manifestacin
presente pasada y futura. Esa sera una oracin de peticin.

El tercer modo de oracin es la oracin ritualista llena de alabanzas: Dios es grande, Dios es
bueno.

Y la cuarta oracin es en la que no hay palabras, solo una oracin meditativa en la que nos
volvemos consientes del momento presente y del silencio. Algunos disienten sobre si este es o
no un modo de oracin occidental si puede considerarse que sta es una plegaria tpica en el
mundo de hoy.

Si bien estos cuatro modos definen casi todas nuestras metodologas de oracin, hay otro
mtodo de oracin, el quinto, que no est descrito en estas modalidades y es precisamente el
mtodo que el Abate nos describia en el Tibet, oracin basada en el sentimiento, y nos deca
que debamos sentir el sentimiento como si la oracin ya hubiera sido respondida y en ese
sentimiento le hablamos a las fuerzas de la creacin, permitindole al mundo respondernos,
permitiendo a este campo hologrfico, a esta mente de Dios, respondernos en relacin al
sentimiento en nuestros corazones. Entonces este modo de oracin a diferencia de un ruego
donde somos impotentes: Dios trae la paz a este mundo, este mtodo nos propone que
sintamos el resultado de nuestra oracin como si fueramos partcipes de esa paz, tal como lo
sugeria John Wheeler. Que si nos sentimos parte de lo que vemos, que si somos paz en este
mundo o salud en nuestros amados, estamos dndole poder al sentimiento para que nos
responda como un espejo, dando vida a esos cambios en nuestra vida, en nuestro mundo, esto
es precisamente lo que Abate nos deca en el monasterio en el Tibet.

Aprincipios de los 90s tuve la oportunidad de ver este modo de orar, este modo de oracin ,
basado en el

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