que vas por e) bucn camino, CAPiTULOV pcro Ram Tzu sabc esto: ru trcn no va a ninguna parte. s!JI!. <tioW
Mientr.as canliruba por mi camino espiritual
Senderos ~.sC junto a n1uchas scii31es dejodas por bU$C:Idorcs que habin pasado ontes por lli. Todas punl:lbon b3cia Ia Vcr<bd.
Ac.rnpodo en Ia base de cada una
h::1bi:l una multitud de genre ACEPTACI6N que seo: habirt dccenido y cmb" alii. ador:mdo ,:11 q11~ rc refieres tmmdo lwl>lt~s de nccptaciou? In scchl. WAYNil Cuando vicnc I~ accptaci6 n, corl:l Ia implicacion, y enton- ces nay cspncio. N o cs In paz moment:\nea que sientes cuando consiguu.' lo que ((Llicres. Y tampoco esa o tra paz que es o lvi- do. Mas bien es Ia pn que se da en el centro de Ia rormenta, en Sup6n que alguien. dijcra: ulm3gina csta mariposa cx.'cc.'lmcntc cl oj o del hurac:\n . A tu alrededor est5 el girar de Ia vida y del e~l corno cs, pcro fea en Iugar de hcrmos~t. vivir, el n nm dto que ""' Ia vida, pero en el ojo de Ia tonnenta hay paz. Hay quietud. tn acepracion bacia Ia que estoy apun- LUDWIG \VJTTGENS1'1'.1N tnndo cs sinoninta de esa paz y quietud. De modo que, habiendo identificado esto, ;lo unico que renemos que haccr es aceprar! (Risns.) Es ran simple. N o es nada, (verdad? Quizi hayas notado que Ia aceptaci6n es im- previsiblc. ]No Ia puedcs conseguir por ti mismo! A pesar de til$ mejores intenciones, de IUS mas concienzudos esfuerzos, Ia aceptaci6n siempre se desli7.a entre IUs dedos. La acep- taci6n viene, lo mismo que I> no aceptacion. Viene. La acepta-