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Receta para un no corazn impuro.

l y ella cocinan juntos hace poco, pero han vivido sin medida otras vidas, un dejav
constante y una reencarnacin.

Se encuentran en un lugar que no es desconocido para ninguno de los dos, un lugar por
cierto pluralista y de terrenos de autocracia. Una cocina.

l se empea en probar una nueva receta, para la que ha comprando los ingredientes
equivocados- se ha quedado con ellos en su alacena y poco los ha probado- mientras
que ella prueba cocciones distintas trata de sumergirlo en esa misma prctica. No
pretende y sin remedio cambiar la receta, incluso mantiene los mismos ingredientes que
pueden dejarle improvisar.

l por su parte reniega de aquellos pocos probables intentos de receta que no le han
dejado terminar su plato, tal vez piensa que puedan ser temores y heridas del pasado,
malos hbitos frente al trato con otros y consigo mismo y rupturas.

Ella por su cuenta sigue intentando mezclar algunos ingredientes, sin que l lo note,
aunque ya los vea en el recipiente que se encuentra sobre la opulenta estufa, trata sin
mirar de aumentar un pocos de azcar que servirn para aumentar su dulzura. Se
desborda de comprensin agregando dos o tres especias sin medida, anda de
ingrediente en ingrediente y de momento en momento aumentando o aquietando el fuego
sin dejar de ser perseverante. Se toma su tiempo y as su plato tendr consistencia y
ser agradable al paladar suyo en el momento que lo pruebe y lo lleve a la mesa. Los
comensales han llegado y sin darse prisa exagera en detallar la receta que sin duda tiene
ms que ingredientes, pues tiene un sinnmero de significados que le agregan grandeza
a una receta de corazn impuro que ms parece de escasez que de virtuosidad.

Ella pareciera un ejrcito de personas agregando ingredientes que al fin y al cabo l


pueda seguir cocinando o no.

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