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rer TPA Libs, eng TF ergs ee Remo F Entelman = a ‘AA oy AN RED Pee 7 ov > Wied res : ata _ ciones sobre la Guerra (War Research), Ciencia de la Paz (Peace Science), Estudios sobre la Paz (Peace Studies) y Polemologia.® El plan de este libro esté concebido pensando en sus destinata- os. En él trato de Aportar instrumental conceptual para todos aquellos que, con distintos objetivos y actitudes, lidian con confiic- tos: los estudian, los opera o ensefian sobre ellos. En su actividad encuentran los diverses tipos de conflictos que integran el amnplio universo de los enfrentarhientos que se producen en las relaciones entre los hombres. Como lo he experimentado al ensefiar esta asig- natura en la Maestria “nterdisciplinaria de Administracién y Reso- lucién de Conflictos para la formacién de Negociadores y Mediado- 32 res de la Universidad Nacional del Nordeste a cursantes de forma- cién multidisciplinaria, a abogados en los posgrados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y a militares de dis- tintas armas en la Escuela Superior de Guerra Naval y otros Insti tutos Superiores, sus contenidos deberfan servir a proveer 0 com pletar la formacién de todos ellos. Elinterés que esta obra pueda tener para psiquiatras, psicélogos, psicoanalistas y en general para todos los profesionales de la salud mental, requiere alguna aclaracién, Como todos los seres humanos, sus pacientes se enfrentan permanentemente con la necesidad de efectuar elecciones entre alternativas incompatibles entre si. Es- tudiar 0 no estudiar, viajar 0 no viajar, casarse o permanecer sol- tero. Es probable que los profesionales que los tratan categoricen ¢50s problemas como conflictos internos o conflictos de conciencia, Esta obra no se ocupa de ese tipo de conflictos. Pero puede ocurrir que un paciente tenga conflictos internos que consisten en altemna- tivas o requerimientos de elecciones provocados por st relacién con un tercero, Si esa relacién externa es conflictiva seré interesante co- nocer todo lo posible sobre ella. Salvo que sélo interese la percep- cién que el paciente tenga del conflicto y no cémo lo perciba el otro miembro de la relacién o un tercero que Ie describa, Finalmente, en algunas situaciones, los psiquiatras'0 sus andlogos quieren enten- der el conflict que su paciente maritiene con terceros, al que atri-= buyen importancia para el tratamiento, En todos estos supuestos las descripciones de este libro deberfan ser dtiles para analizar y comprender la conducta conflictiva de ui paciente y la de su opo- nente. La sociedad modema incluye un sinntimero de estructuras in- termedias, en cuyo seno se generan conflictos. As{ ocurre desde la ‘empresa a los partidos politicos y deside la familia a los miles de ins- tituciones que integran lo que hoy se dehomina la sociedad civil. Pretendo que esta obra brinde instrumental conceptual para todos aquellos que estudian o manejan esos conflictos. Espero también que constituya un aporte ditil para la ensefianza en la ardua tarea de intensificar la educacidn universitaria en esta area. Por su cometi- do, se excluyen conocimientos multidisciplinarios que son indis- pensables para integrar la preparacin de expertos. La Teoria de la Informacién la de la Comunicacién en varias de sus postulaciones, la Teoxfa de Juegos, como enfoque racional de la comprensién del 33 Sonflicto, a Teoria de la Negociacién y la Inteligencia para la toma ti decisfones en lp administracion de conflctes, integran decte {ice afios todos los programas de ensefanza en que tengo resson, sabilidad. Ningung de ellos se incluye en este libro, auie reselta 1 completo si se lo quiere peasar como un tratado que agote los co, TErimlentos Grltificos que versan sobre el objeto conflicto y las \éenicas y techologias de administracién, prevencién y resolcicr que los conoc|mientos osibilitan. Por eso mismo, nada se trata en él sobre la inediacién y la negociacién, que tanto ocupan a nuestros teéricos, Rrecisamente Porque estoy persuadido de que es imposible forinar tlegociadores o mediadores, diplomiticos, eetta, {egas militares o epertos ea la direccién de organizaciones inter, medias, que nb sepin de corictos. Del mismo modo que lo sev ol intento de formar Gardiocirujanos que no sepan anatomia, Asolo. Bie y hemodinémica, ademés de los conocimientos complementac tos de estas disciplinas. Tampoco sf incluye en esta obra desazrollo alguno sobre Previ- si6n 0 Anticipgcién de Conflictos ni sobre Prevenciéa de Conflicres, A Pesar de la iynporjancia que estas areas del conocimiente han oo. brado en las dos limas décadas, Buena parte de mis investigacio. Bes mds recientes lian versado sobre esos temas, en el intemve de formular estrategias para la prevencién de conflictos en el Meron, sus cuyas bases resumf en un articulo (Entelman, 1997), Mientras gue después de la Primera Guerra Mundial se ereyé que el esate, cimiento de un tribunal para resolver los conflietos internacionales gra un método satisfactorio de Prevencién, hoy hemos cambinde nuestra visin sobre el tema. Es cierto que un Tribunal de Juriedic. cigp obligatoria puede prevenirla etapa bélica de un conflicto y evi, [ar ls guerra. Pero en el estado actual del sistema internacional y de los conosimientos sobre sus conflictos, se trata de prevenit cures ih fos de aumentos de intensidad, en numerosos conflictos en los gue Ja guerra no es previsible ni temida. El Mercosur es un sistema ec a] dus ast ocurre tipicamente, Nadie teme ~a nivel de gobiernos o de Poblaciones- que los desacuerdos que se producen esealen confrontacién armada. Aquf se trata de detectar tempranamente se, ales de aumento de las incompatibilidades y de procesarlas de ‘modo que se eliminen o disminuyan su importancia hasta que se re. suelvan. Si se hubiera actuade de esta manera desde 1994 no exle, ‘Srfan hoy los tensos enfrentamientos que algunos de los miembros 34 de la regién han protagonizydo. Problemética excede el abjetiya de este libro'y seria, tl vex ona la ‘ura preniatura para més de uno dp sus destinatarios Durante las primeras dos'décaflas de la posguerra, diversas in- Westigaciones atencieron al grigen 0 causas de los conftos, que aparecen agrupados en sieté categoria: teorias instintines dene agresion, (Ardrey, 1966;-Larene, 1969); teoriag de la eocreidn, que encuentran las causas en las estrjcturas de clertas soviedades (C, Weight Mills, 1959; Marcuse, 1968; Dahrendorf, aunque sin Ie influencia marxista de los abiterigres, 1957); teorias del confers como un proceso disfuncional (Pafsons, 1951; Smelser, 1962): ton 7a de la funcionalidad (Cojer, 1956; Bourdie, 1962; Oberschall, 1973); teorias centradas en Is incomnpatibilidad de los objetivos na, Sionales de diferentes estado (Kissinger, 1964; Knorx, 1966; Mor- genthau, 1967); teorias conduystistgs que centran en la mala percon, ign y en la mala comunicacién Is origenes del confieto (Nosh, 1963: Kelman, 1965; Halberstam, 1972) y fnalmente, las tonias que ven el conflicto como un fengmend normal de todas les relaciones sociales, que permite andlisis y reyulaciones destinados a cone, Iailo y resolverlo (Coleman, 1957; Burton, 1968; Kriesberg, 1975), En esta linea se encuentra la mayor parte de los autores posierioney ala década de 1970. No he considerado de interés para este iors analizar esas diversas eoncepciones. Tomo el conflicio come vn ok, Jeto que se ofrece a nuestra descripein con independeneis de be causas por las cuales se encuentra en todos los niveles de las vee ciones entre los hombres? El desarrollo de los capitulos y su secuencia responden a un in- tento de ordenacién sistematica a pesar de la carencia de una ace, ‘ada clasificacién cienttfica, Los estudios desarrollados en los in, ‘mos cincuenta afios pueden agruparse en algunas grandes dress sobre cuya denominacién no existe, sin embargo, coineidencia Me hos autores distinguen entre Prevencién, Administeacién y Reso lucién de Confictos. Algunos usan la expresién genérica exonbice anagements ¢ incluyen en ella tanto la prevencién como la reso, Juciéa, ademds de lo que en espafiol llamamos conduccién o mane, 4, Otros emplean ta denominacién de Regulacién de Conflicios, con alcance comprensivo de todas las otras. He desistido del use de Js palabra adireccién» que parece la traduccién correcta de mann, ‘sement por el distinto sentido que ella tiene tanto en el lengusie-co. 35 yg e : res tidiano como en el de las Ciencias dela Administracién. Prescindo de esa divisién en Areas, El material expuesto aparece dividido en dos partes. El univers de los conflictos se trata en los dos primeros capitulos. La segundd parte contiene diversos andlisis del objeto conflicto comenzando por una Estatica del Conflicto (capitulos 3 a9) para continuar con la Dindmica del Conflicto (capftulos 10 a 13). Notas 1. Ello no sélo porque no todos los conflctos pueden encontrar soluci6si en los métodos que no emplean la violencia monopolizada. También porque los miembros de esa sociedad tienen, entre sus postulados, la asunciéa de que un sector especializado e indspendiente de la sociedad cumplird dos funciones esenciales para su existenca como tal, Definiren ultima instancia el contenido de las normas que ekprese el lenguaje del legistador. wLas leyes s6lo dicen lo que los jueces dicen que ellas dicen». ¥ ser, ademés, el responsable de que los otros érganos del sistema, ereados como estin por el Derecho, también lo cum- plan y ajusten su desempeio a la Constitucin y alas leyes de la Repiiblica. 2. La generalizaci6n stransnivélicas no es una novedad en las eiencias. A partir del momento en que el biélogo ausiriaco Ludwig Von Bertalantly con- movié la flosofta de las ciencias y dio nacimiento ala Teorla General de Siste- ‘mas, comenzé a abrir el camino a investigaciones cuyos conceptos tuvieran su punto de partida en las propiedades de los sistemas ablertos. Cuando en 1954 se fund6 la Sociedad para la Investigacién General de Sistemas (Society for Ge- neral Systems Research) enire sus objetivos te6ricos se encontraban: a) estt- iar los isomorfismos entre conceptos, les y modelos pertenecientes a distin- tos cuerpos tedricos, y b) minimizar ta duplicacién del esfueruo te6rico. Las transdisciplinas desarrolladas én la década del cuarenta prestigiaron las ideas de la Teoria General de Sistemas. Me refiero a la Teoria de la Comunicacion de ‘Shannon y Weaver, ala Cibernética de Wiener y a la Teorfa de Juegos de Von Neumann y Morgenster La révolucién operada por ellas en la Teoria del co- rocimienta no fue ignorada por las disciplinas del conflicto, que desde muy temprano trabajaron con gentralizaciones transdisciplinarias. Pero lo que aqut postulo es el producto de tnd generalizacién «transnivélica». Esta proviene de laverificacién de una hipéesls sobre la similitud del fancionarniento de un sis- tema, resultante de comperat observaciones efectuadas a distintos grados de ‘elegidos bajo la asunsién de su homogenia. Sobre una introduccién a la ‘generalizacion entre niveles puede verse: Rapoport, A: «General Systems The- cory: a bridge between two cultures», en Behavioral Science, Volumen 21, 1976. Un estudio més detallado se encontraré en Mille, .G.: Living Systems, cap. 4 Hypothesis concerning living systems», Me. Graw Hill, 1978 3. Elector encontrars estos conceptos desarrollados y explicitados en el capitulo 2 36 4. Como se veré en el capftulo 7, el poder-no era para mf, nilo es hoy, un concepto claro. Pero, de todos modos, me parecta que los objetives de nuestros conflictos de Iimites'con Chile, que inclufan entonces el del Canal de Beagle, eran diferentes de los de nuestro conflicto con Estados Unidos por la negativa de acceso de ruestras cames vacunas a los meréados norteamericanos, Pa clan resistrse a ser tratados de {gual forma, como st fueran dos ejemplos de disputas por poder o seguridad ‘Algunos autores que lef entonces tuvieron sobre mf una influencia mot vvadora que ha comprometido mi agradecimiento. Sélo cito a continuaciéa alos que més me impactaron en un primer momento, porque siguen siendo las lec- turas més aconsejables para quien tenga interés epistemoldgico en nuestra dis- ciplina, En orden cronol6gico, descubr{ primero a investigacion empirica sobt Jos actores no estatales que condujeron Richard Mansbach y sus asociados, en la que intentaron verificar siete hip6tesis de actores internacionales que partci- paban en conflicios interestaales sin ser Estados. Tal investigacién condueta a dos tesis sustanciales, Por un lado, la razonabilided de la postulacién de Young sobre la posibilidad logica de la existencia de una amplia gama de modelos, ‘para explicar las relaciones internacionales, distintos del paradigma realista na- cido en Westfalia y entonces reinante en las ciencias ce lo interestatal (Young, 1972), En segundo lugar, encontré la idea de la existencia de una conducta twansnacional, integrada por actividades que cruzan las fronterasestatalesy que no lo hacen con la intermediacién de agentes gubernamentales sino por deci sign directa de actores eno estatales». Este concepto, publicado en 1971, perm tia a sus autores adelantar la posiblidad de pensar en actores internacionales tales como iglesias, fundaciones, compafias multinacionales, organizaciones terroristas y sindicatos (Keohane y Nye, 1971). Alentado por esos deseub :ientos que s6lo consistieron en busear bibliografia ignota en nuestro medio, descubri que, en varias universidades estadounidenses, las ideas de Kuhn eran testadas en a epistemologia de las ciencias sociales. Mi intuitiva reaccién con- tra el paradigma realists tradicional no era, por lo visto, una novedad, Nada ‘nuevo parecia haber bajo el sol. Pero esa constacacién era reconfortante, El vie Jo paradigma cedia su lugar a nuevas propuestas. Afios més tarde, cuando en 1986 enuncié estas ideas en la inauguracion del Seminacio Permanente, cits las ‘cuatro obras siguientes: Wehr (1979), Collins (1979), Randall (1975); Isard, Wal- ter y Smith (1982), Para quienes como yo no se sientan c6miodos con las pre- Ssentaciones matemétleas, Isard y Smith (1988), trata expresamente de obviar la dificultad de su lectura; Mansbach y Vasquez, 1981. Debo finalmente recomen- dar a los lectores interesadios en el problema de la aplicacién de la teoria de Kubn a las ciencias sociales el estudio de Foster-Carter (1978), producto de un twabajo originalmente presentado en el Departamento de Sociologta de la Uni- versidad de Leeds en 1974, Pero luego, cuando seis meses més tarce publiqu paper niémero 1 del Seminario, hube de incluir nuevas citas de autores bbajaban en el mismo sentidoyy que aparecian comentados en un ibro que se edi- ‘Gen Gran Bretafia 2 fines de ese mismo atic: Azar y Burton (1986), 6, El plan de este libro inclufa un capftulo dedicado a los orfgenes de las modernas disciplinas del Conflcto. Sin embargo, su extensién y contenido me 37 hiceron desi de plu. Se ilaba de setza la historia del pone: Ione human wbag se ems, expo dese ses oie Go pol, Rosa, hisrenysccleic,Sloirtdese lsc bonbrey Hulfede qh consenlos oxen qucconiaiorit ea oe sus ideas, Aun tales redutecioves furan claras y precisas, ne pacvetan de uti- lidad para que nino eo los destinatarjos de ete br Un porcenaje de ellos pusdle yin embargo estr interesado en los untecedentey de le cons actual. Dect, ues, ijcluiren al texto de la introduecign una brevis into imaci6a sistemazada gue oriente la lecturaespecalizada, Todo lo que el cat, {ulo suprimide gontenia puede encontrarse en una abundante iteratura, fey Gs esfuerzos efestuadis por comentaristas que domainan su tema 0 en los pro. fos autores aug ellos comenian y recopilan, Dos libros son recomendables ra itieiar el ¢yming; uno publisco en espanl y el otro traducido dl inglés Martindale (1979) y el de Gonadlex Seara (1979), se en esa fuente no rejiero, trata a Han Fei Tzu, Kautlya ~ministro Brahman Gel siglo v a. dg C-, Herdclito, Protégoras, Gorgias, Calicles, Critas, Trastras, 2, los Solistas, Polikjo, el arabe del siglo sav Abu Zaid ‘Abdal-Rahman Iba Khaldun, que mario a principios del siglo siguiente (1406) y s6lo fue conocieg en Occidente eyando {udwig Gumplowice fue atraido por su eoncepto de le ce, ridad social luegy, on detenidos andliss: Nicolés Maquiavelo, Fean Bodin, Thomas Hobbes, los ‘smpiristas posteriores, entre los que sintetiza m Dovid Hume, Adam Ferguson y Anne Turgot -en Francia, con su influencia de Mere {esauuiew- algunos fisidcratas, eamo Du Pons de Nemours, Quesnay y Mercier des Rivitre, par seguir con Adam Smithy Thomas Malthus, l diene apex indo de ese capitulo esta dedicado al soporte de la biolopla dado en el glo uu ala Teorfa del Conflicto por la tcoria de las élulas,citando a Bichary, Sch, Jeiden y Schwan, lu embriologia de von Bauer, los intreductores de la weora ac 4s evolucién, Humboldt, Jorge de Bufén y Juan Rayy, el pensamiento de Saint Hilaire, Lamark y Darwin (Erasmo y no Carlos). Sin embargo, la influescis de El segundo grupo trata las ideologias del conflicto, mostrando el sito fe) eealismo romantico al socalsmo Marnsta, que le merece un detenido'y brillante desarrollo para rotularlo como una ideclogia del conficto. Ea le mle ‘ma linea en que diferencia entre ideologiay teoria cientifca, refiere a Darwin, analizando por separado su Darwinismo social del de Spencer y del de Susnney 2 todos los cuales cataloga como integrantes de la primera fase del dermis ‘mo. A continuacign expone su segunda fase, con sintesis del pensamniento de Arturo de Gobineaus H. S. Chamberlain, Jorge Vacher de Lapouge. Francis Gal. ton, Karl Pearson y Lathrop Staddard, cuyas teorfas sobre la miltiplicacign de los superiores y la eliminacion de los inferiores conducen a la tess dey line Pieza de la raza, que identifica con el nazismo de Adolf Hiller a quien dedice su dltimo apartedo, 38 3. El extonso captulo & exis ded funds create da sociology qu eile Wish, Lud Gulplowios Cast Raveena Soll las dos sutras esicos de la seule are Oppeuhei en Alemania hasta 1933, Segnda Cee Saito anerioral gran cambio teri generis yor meaits Gusrra Mundial, Martadale (1979, caps 6,798) Lac Raden, pa Sune clara referencia al cngciesideoldgio,caremte dele tne pure: Bes ALENT, Pars evtario,mjntrapquela ita intents acceler seen Bio dessrolando conociminjos sojre la relacién conflctea scone so Sinslon y administracén, Las dos obras de Isrd y Smith ciadever heey Feta gailiformacisn sobre las disciplinas de ia Pas, Veae ramtine ng 2 Elector encontrar un buen andliss de algunas dels toras mencio. ‘nadss en Wehr Paul, op. cit, cap. 1 39 sergeanty ema Re oar "yreeagulgeye | PRIMERA PARTE EL UNIVERSO DE LOS i CONFLICTOS Una regién ontologica inexplorada Tal como la concebimos, la Tyoria de Conflictos es un intento in- cipiente cuya vocacién teérica 0 ha sido suficientemente debatida ni reconocida. Tributaria de j6vgnes disciplinas del conflicto inter- nacional, s6lo desarrolladés en ia segunda mitad del siglo xx bajo diversas denominaciones, bien merece el calificativo de adolescen- te, En el sentido estricto de esa expresién, adolece de la falta de un Jenguaje construido que le sea, propio, de una nomenclatura sufi- cientemente amplia y de un adecuado sistema de conceptos clasifi- catorios.' Es probable que esa carencia explique por qué en el dis- curso de las ciencias sociales, politicas e hist6ricas han de buscarse en vano desarrollos, como el que esta obra intenta, que traten el conflicto como un fenémeno universal. En todos esos discursos y en otros de mayor divulgacién -como el periodistico la expresién sconflicto» es siempre utilizada con una adjetivacién, expresa 0 td cita, Tratan del conflicto politico, internacional, interno, de indivi duos, de grupos o de clases. Pero siempre de algiin sector del uni verso de los conflictos, sin describirlos con las caracteristicas genéricas comunes a todos los otros y sin marcar sus diferencias ‘con aquellos. Carentes de una visién universalista de su objeto, es- terilizan sus descubrimientos al imposibilitar que se detecten las caracteristicas genéricas que se exhiben inadvertidamente como es- pecificas. Se frustra asf la utilizacién més amplia de sus conoci- mientos cientificos y de las técnicas y tecnologias que crean sus in- vestigaciones aplicadas. 43 Las investigaciones sobre un determinado tipo de conilicto, el internacional por ejemplo, aparecen asf cual una zoologfa capaz de describir un equino 0 un perro como cuadrapedos y agruparlos para sus estudios don oires individuos que poseen cuatro patas, pero sin percibirlos como una clase del género animal, entendido Como regidn distinta de aquellas que s6lo agrupan vegetales y mi nerales. Ante esta consta:acién, es preciso tener en cuenta que todo intento serio de una ciensia del conflicto debe enfrentatse con el fe- némeno universal; aquel cuya descripcién responda a las caracte- risticas genéricas de todos los tipos de enfrentamientos entre seres humanos, individuales ¢ agrupados, que puedan describirse como tuna subdivision del ampiio género «conflicto», Ello con abstraccién de cudles sean las diferencias especificas que induzcan a considerar fa cierto enfrentamiento como integrante de un tipo, clase, subclase oespecie de conflicto. El descubrimiento de notas esenciales comunes y distintas de otras que sélo aparecen en algunos individuos o grupos de indivi- duos, conduce al andlisis a la busqueda de caracteristicas propias de un género superior. Se hace asf imperativa la necesidad de con- cebir la idea de una regién ontolbgica que sélo denote las caracte- Hsticas comunes y esenciales que se encuentran en todas las clases © segmentos aislados por los diversos estudiosos de acuerdo a sus intereses y preferencias. Segmentos que, con la evolucién de la acti- vidad clasificatoria, pasarén a ser sendas divisiones de una u otra jerarquia en un sistema que todavia esta por construirse.* En este punto, se advierten perplejidades a las que sélo puede accederse desde tna visién universal del conflicto. El ordenamiento juridico resulta ser la mas antigua de las estrategias disuasivas de preven- cién de confictos y s61> uno de los métodos disponibles en la so- ciedad moderna para la administracién y resolucién de conflictos.* Surge aqui el escollo grioseolégico que es preciso sobrepasar cuando se intenta mostrar como un nuevo universo de objetos el de esa innovadora concepti6h de la Teoria de Conflictos. Como ocurre fen toda ciencia social, ella no puede acceder a sus objetos por la in- tuicién sensible con que verificamos los juicios de las ciencias na- necesidad de prescingir, como he anctado, de'las definiciones disponibles. Desde luego, abundan definiciones dobre determinados tipos o clases de conflic~ tos. Pero cada una de ellas, por corresponder a ejemplares de esas 44 subregiones, denotan caracteristicas especificas que ocultan o disi- mulan las peculiaridades esenciales del género superior. Autores que tratan el conflicto internacional, fundados teéricamente en las inferericias empfricas suministradas por sus propias éreas de inves- tigacién, realzan la presencia de la violencia, en uso o como amena- za, como nota distintiva del objeto que describen. Otros, desde sus posturas ideolégicas,* muestran al conflicto como una patologia del tejido social que desalienta toda investigacién sobre un fendmeno ‘ue, presentado como anormal, se exhibe destinado a desaparecer, como bien lo ha hecho notar Julien Freund (1983:54). Este mismo autor —jefe indiscutido de la Polemologfa en Francia vio claram te que el género conflicto abarea también muchos tipos de enfrenta- mientos entre dos individuos sin recurso a la violencia (pag. 51). Sin embargo, llevado por su preocupacién teérica por el conflicto inter- nacional, define al conflicto en general ~que yo quiero aislar como objeto testigo del género superior de la regién- en estos términos: Elconflicto consiste en un enfrentamiento 0 choque intencional entre dos seres o grupos de la misma especie que manifiestan los unos hacialos, otros una intencién hostil, generalmente acerca de un derecho, y que, para mantener, afirmar o restablecer el derecho, tratan de romper la fe- sistencia del otro, usando eventualmente la violencia, la que podria llevar al aniquilamiento fisico del otro (pég. 65) Como se advierte, esta definicién contiene notas descriptivas que excluyen una parte sustancial de situaciones de enfrentamien- to que bien pueden considerarse susceptibles de ser comprendidas ‘enun universo més genérico, del cual, las que el autor define, serfan s6lo una especie.’ Descartadas las definiciones que ofrecen las diversas disciplinas modernas del conflicto’ como método de acceso a un contacto ini- cial y primario con el objeto «conflicto en general», es necesario afrontar el desafio propio de todas lis ciencias sociales. A diferen- cia de lo que acontece con las ciencias naturales, sus objetos no son accesibles por mera intuicién sensible. Como no lo son, con su pro- pia problemética epistemol6gica, los objetos ideales de las discipli- nas I6gico-matematicas.* Por esta raz6n, cabe aquf recurrir ala an- tigua técnica pedagégica que se utiliza para ensefiar a distinguir grupos de plantas 0 animales por simple rencia a un egénero 45

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