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Pbro. Diego Cardona Henao
Rector Seminario Mayor Cristo Buen Pastor
HISTORIA
El mtodo ver-juzgar-actuar se remonta al mtodo de revisin de vida,
surgido en el seno de las propuestas pastorales de la Juventud Obrera
Catlica (JOC) que animaba el P. Joseph Cardijn (Blgica 1882- 1967)
en la dcada de los treinta del siglo XX. Posteriormente la revisin de
vida fue asumida por la Accin Catlica, organizacin laical que se
sum a los movimientos de renovacin en la Iglesia
Se trataba de una metodologa para la accin transformadora
de los cristianos en sus ambientes y para superar el divorcio
fe-vida. Es una propuesta de espiritualidad como corazn de
la pastoral.
Como dice San Pablo, la vida del cristiano es una vida en el Espritu (Rm 8);
una vida en permanente discernimiento animados por el Espritu.Y esto es lo
que nos recuerda Aparecida al fundamentar el mtodo ver-juzgar-actuar en
el contenido existencial cristiano del sujeto creyente que discierne.
Por eso el cristiano vive en la adoracin, la alabanza y la accin de gracias;
mira la realidad de su vida y la del mundo con Jess y desde el proyecto
del Padre, la interpreta desde la vida de Jess, en quien contempla la plena
realizacin de dicho proyecto, y se deja conducir por su Espritu para
colaborar con l, con humildad, gratitud y alegra, desde el anuncio, la
denuncia y la entrega de su vida, en la destruccin de todas las estructuras
de muerte y en la construccin del Reino de Vida plena para todos.
As pues, efectivamente, el mtodo ver-juzgar-actuar ser un
instrumento til a nuestras comunidades y colaborar en vivir ms
intensamente nuestra vocacin y misin en la Iglesia, en la medida que
nos ayude a ver a Dios, a dejarnos iluminar por l, y actuar en l que
hace nuevas todas las cosas.
Acogemos la invitacin del Papa a ponernos en la escuela de
Mara, y reconociendo en Ella la mxima realizacin de la
existencia cristiana y a la discpula ms perfecta del Seor, le
pedimos que nos ensee a escuchar y acoger siempre la
voluntad de Dios, a guardar y meditar la Palabra en el corazn,
a vivirnos en el Magnificat poniendo nuestra vida al servicio del
Reino, a ser buenos discpulos misioneros de Jesucristo, para
que nuestros pueblos en l tengan Vida.