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A. R. Luria El cerebro en accion (Segunda edicién revisada) Proélogo del Dr. Carlos Ballus ue Traducido al castellano por Mercedes Torres. Original publicado por Mezhdunarodnaia Kniga, Moscé, URSS. con el titulo Ocnopy Hefiporicuxom0rum, © de Ja presente edicién EDITORIAL FONTANELLA, S. A. Escorial, 50, Barcelona-12. 1974 Primera edicién: noviembre 1974 Segunda edicién: abril 1979 Printed in Spain - Impreso en Espaiia Industria Grafica Ferrer Coll, S.A. Pie. Solsona, 3/0. - Barcelona-14 Prologo del autor a la edicion castellana Me encanté saber que mi libro seria publicado en castellano, Ile- gando de esta forma a los lectores de habla hispana. Durante las tiltimas décadas se ha desarrollado una nueva rama de la ciencia: la Neuropsicologia. Esta rama tiene una doble importancia: se ocupa de los cambios en los procesos conductuales de los pacientes con lesiones locales del cerebro y de esta forma posibilita entender mejor la importancia de cada zona, cortical y subcortical, del cerebro, en el rendimiento de los sistemas con funciones complejas que constituyen el sustrato de la con- ducta humana. Esta es 1a razén por la que la Neuropsicologia tiene una importancia bdsica para el futuro desarrollo de la Psicologia cientifica del hombre. De ahi el importante impacto tedrico de la Neuropsicolo- gia en relacion con las ciencias psicoldgicas. Pero la Neuropsicologia también tiene una gran importancia prdc- tica. El progreso de la Neurologia y Neurocirugia hace que el diagnés- tico precoz y bien localizado de lesiones locales del cerebro sea un problema muy importante en la medicina moderna. Aqui la Neuropsi- cologia juega un papel muy destacado. Los métodos neuropsicolégicos hacen posible analizar los stntomas de perturbacién de las zonas del cértex mds complejas y especificamente hhumanas, que hasta hace Poco se suponia eran “zonas mudas” y que eran inaccesibles a 1a ex- ploracién neuroldgica ordinaria. Es un gran honor para mi y me causa un enorme placer 1a publica- cidn de este libro en castellano, la lengua de Ramén y Cajal y la de todos los lectores de habla hispana, que disfrutan de la importante tradicion cientifica de este destacado erudito. Quiero expresar mi mds caluroso agradecimiento al traductor de este libro y a Editorial Fontanella, que se ha hecho cargo de su pu- blicacién. Ai Lots 1 Moscti, abril de 1974. I—CA. Prdélogo Hasta hace unos afios al estudio de la conducta humana se le hacia verdaderamente dificil orientarse en este complejo campo del saber. Ello se debia a que lo psicologia, en ciertos aspectos tan antigua como el hombre, en otros —aquellos tan recientes que corresponden a su vertiente de ciencia experimental— era una ciencia joven y, como tal, faltada de un nticleo suficientemente coherente de conocimientos y sin la estructuracién de otras ciencias. De entre la informacion, un tanto pintoresca a veces, de que se disponta resultaba arduo discernir las aportaciones s6lidas y magistrales de aquellas otras triviales e inconsistentes, mds abundantes en muchos dmbitos que las primeras. Era dificil, en una palabra, hacerse con una formacién bdsica desde Ja que aventurarse por caminos mds o menos de fiar en el estudio o investigacién psicolégica. Han pasado afios. Hoy en dia, el adjetivo joven le sienta cada vez menos a la psicologia, aun a aquella de base experimental con un siglo casi en su haber, importantes aportaciones en su trayectoria que la han permitido plantearse desde diferentes dngulos cuestiones funda- mentales con ayuda de los importantes recursos tecnoldgicos que ha recibido en los ultimos decenios, tanto por Ia vertiente de la llamada Psicologia experimental, como de la Psicologia de base organismica (fisioldgica, neurofisiolégica, bioqutmica, etc.), sin olvidar el apoyo que representan los nuevos métodos de verificacién matemdtico - esta- disticos. Ante tal situacién cabe preguntarse si resulta, en la actualidad, mds facil y asequible orientarse en el estudio de la psicologia. Por nuestra Parte contestamos que si, dado que se dispone de medios materiales, céntros, institutos, departamentos, publicaciones y bibliotecas espe- cializados, laboratorios y técnicas de que antes prdcticamente no se disponia. Pero contestamos que no, en cuanto Seguimos sin contar con una unidad de conocimientos y puntos de partida bdsicos para aden- trarnos en el estudio de la conducta humana, seguimos sin definicio- nes y conceptos operables o al menos univocos, sin tan sdlo una ter- minologia bien establecida que nos permita a cada uno de nosotros hablar de lo mismo. me Cualquiera puede hacer la prueba de leer un texto de psicologia escrito, por ejemplo, por un autor enraizado en una escuela de orien- tacidn social, otro que lo haya sido por un autor de orientacién—psico- dindmica y un tercero escrito por un psicélogo conductista. Aunque los tres tuvieran el mismo titulo, a buen seguro que no sdlo el en- foque conceptual global de cada obra, sino las materias objeto de estu- dio y, lo que es mds sorprendente todavia, su terminologia presenta- rian notables diferencias, cuando no contradicciones, con el gravamen de que lo supuesto para estas tres escuelas se repetiria, muy probable- mente, con otras orientaciones psicoldégicas aparte las citadas. Ante este complejo panorama de la psicologia actual —y otro tanto podria decirse de la psiquiatria y de otras ciencias del hombre—, pa- norama al que no negamos aspectos comprensibles y aun productivos, estamos cada vez mds necesitados de una labor de seleccion, ifica- cién _y_sistematizacin—de los conocimientos psicoldgicos hasta el presente acumulados. . Para ello se precisan, por una parte, libros de puesta al dia y revi- sion critica de las hipétesis y experiencias de las distintas orientacio- nes y sistemas en boga, escritos por expertos a prueba dé partidismo de escuela, en los que se salvara cuanto la experiencia y los conoci- mientos actuales de las ciencias del hombre permitan salvar y, en cambio, se desestimara cuanto se haya demostrado estéril, erréneo_o nocivo para la salvacién de dicho conocimiento. ‘Asimismo, dentro de cada linea o enfoque conceptual de la conducta humana, debe aspirarse a que los trabajos y libros que sobre nuevas perspectivas y campos de investigacién vayan apareciendo ‘respondan en su base, en su planteamiento hipotético y en su disefio a las mini- mas exigencias metodoldgicas, sobradamente conocidas. No debe ol- vidarse que hoy disponemos, en términos generales, de medios que permiten trabajar debidamente en multiples campos de la conducta individual y social, pudiendo superarse de una vez las hipétesis gra- tuitas y dejarse de repetir argumentos de una herencia psicolégica que _ se derrumba al primer envite critico que recibe. Finalmente, necesitamos libros en los que sea patente un enfoque interdisciplinario. Se ha dicho, con raz6n, que la psicologia y lo que es mds toda la ciencia tienden a ser mds interdigeiplinarias y mds uni- tarias. Ahora bien; tal como otrora, en afios ciertamente no lejanos, se repetia hasta la saciedad que era necesario estudiar al hombre des. 4 un enfoque antropolégico unitario y holistico, bajo el que toda alus! por separado a lo somdtico 0 a lo psiquico eran puros artefactos di- dacticos 0 herencia, al menos en parte, del pensamiento cartesiano, pero llegado el momento de plantear problemas y soluciones se cata génesis, también, en lo que a la interdisciplinariedad se refiere, cae- mos, con frecuencia, en andlogo escollo. , Es cierto que ta conducta puede hacerse mds{asequiblely analiza- ble a través de un enfoque interdisciplinario, pero no lo es menos que, salvo aleccionadoras excepciones, el psicdlogo conductista, el psicoa- nalista, el caracterdlogo o el investigador de orientacién neurobiold- gica entre otros trabajan cada uno cuidando con afdn el desarrollo de sus propias concepciones, desconociendo a menudo y aun despreo- cupdndose de lo que hacen sus vecinos. De esta forma, puede darse el caso de que unos estén levantando serios edificios conceptuales o experimentales sobre puntos de partida que otros ya hayan superado, © que se empefien en explicar por dridos y estériles senderos aquello que por otras veredas ya se ha vislumbrado o resuelto. Aunque en ello jueguen consabidos factores personales y hdbiles de aprendizaje, no debe menospreciarse tampoco que ia subestructura académica en que nos movemos con sus estancos y compartimentos, en los que cada uno se cobija voluntaria o involuntariamente, dismi- nuye las oportunidades para situaciones de encuentro multidimen- sional. De esta suerte ocurre con minima frecuencia que nos sentemos en torno a una mesa para conocer primero, plantear y discutir después aquello que otros mejor conocen sobre un tema o un problema que a todos nos interesa y frente a cuya solucién cada uno suele salvarse por donde puede procurando, eso si, que los propios credos cientificos no se vean debilitados o invalidados. Obvio resulta decir, por otra parte, que el enfoque interdisciplina- rio choca, ciertamente, con las dificultades de limitacién de conoci- mientos a que el enorme desarrollo de la ciencia y de la técnica nos han conducido en los tiltimos lustros. Asi, nos encontramos con que el pensador de formacién filosdfica, el psicdlogo, el ingeniero, el pe- dagogo, el biofisico, el neurocirujano o el socidlogo y tantos- otros, cuando se encuentran para un trabajo en equipo, parten solamente de unos puntos parciales de conocimiento comtin y sélo con un gran esfuerzo pueden adentrarse en la discusién interdisciplinaria a que nos referimos. Y es que hemos Itegado a una absoluta incapacidad, para un cerebro humano normal, de abarcar y asimilar no ya distintos campos de la ciencia, sino las distintas especialidades de una misma 5 rama cientifica, lo que constituye como es sabido una de las preocu- paciones mds importantes de quienes se ocupan de la comunicacioén cientifica. Cuanto hasta aqui se ha dicho viene perfectamente a tono con el” libro que nos cabe el honor de prologar. Como el lector, posiblemente, sabe se trata del primer libro reciente e importante publicado en nues- tro pats del eminente cientifico ruso A. R. LURIA, Profesor de Psico- logia de la Universidad de Mosct y poseedor, entre otros muchos titulos, del de Miembro de la Academia de Ciencias Pedagégicas de la U.RS.S. Estos suscintos y escogidos datos que citamos del Prof. LURIA, a decir verdad, corresponden excepcionalmente al autor de un libro como EL CEREBRO EN ACCION con el indice de materias que en el mismo consta. Ello constituye una prueba clara de que se trata de uno de los libros que, como deciamos en pdrrafos anteriores, necesita la psicologia de nuestros dias. En tal sentido podemos afirmar que EL CEREBRO EN ACCION aporta una sintesis sobre importantes aspectos de la Neuropsicologia en los que, desde hace afios, viene trabajando el autor y sus colabora- dores, centrados principalmente en lo que concierne a la descripcién de las(tres) unidades funcionales cerebrales reguladoras, respectiva- mente, dél tono y alerta, de la recepcién, andlisis y almacenaje de la informacién y de la programacién, regulacion y verificaci Ia acti- vidad, asi como de sus interacciones. eas Pero, junto a ello, el autor presenta una seleccién de investigacio- nes dirigidas a explicar. los_mecanismos_cerebrales que estén en la base de las funciones psiquicas 0, en otros términos, de los procesos de la conducta normal o patoldgica, aportando datos y experiencias. de un mdximo rigor acerca de la organizacién y funciones de los 16bu- los cerebrales y de actividades mentales sintéticas cuales son per- cepcién, movimiento, atencién, memoria, lenguaje_y pensamiento, ofreciendo un ejemplo, dificilmente superable, de lo que es un tra- bajo serio y profundo de investigacién en neuropsicologia y psicologia, aun aceptando que en determinados aspectos y dreas de estudio los resultados no puedan considerarse plenamente satisfactorios ni de- finitivos. En tiltimo término, debemos subrayar otro aspecto altamente sig- nificativo de esta obra: su cardcter aglutinante de enfoques y su orien- tacin interdisciplinaria. En efecto; emparentddd“con la linea concep” tual de psicdlogos y pedagogos rusos ya cldsicos, tan conocidos como Vygotsky y Leontiev, afrontando problemas psicolégicos inquietantes 6 para los psicologias de todas las épocas, A. LURIA, con su formacién polifacética, consigue hablar y analizar en términos neuropsicoldgicos problemas cruciales de la pedagogia, lo mismo que habla en términos psicoldgicos 0 pedagégicos de sus elaboradas investigaciones neuropsi- coldgicas, interesando en todo momento. Por si ello fuera poco habla con datos, casi siempre de acufiacién propia, sin concesiones ni gratui- dades a si mismo ni a los demds; habla también, sin fronteras, cotejan- do sus investigaciones y las de sus conciudadanos, desde Bechterew hasta los colaboradores del Instituto del Cerebro de Moscu, con los datos y resultados de los grandes investigadores del mundo occidental desde Papez, Gelb, Hebb, Penfield, Goldstein, Lorenz, Tinbergen y Subirana, para citar sdlo unos pocos, hasta los de K. H. Pribram_quien encabeza las pdginas de la version inglesa de este libro.con_un ejem- plar_prélogo critico y amical. JEL CEREBRO EN ACCION| es, pues, un libro que necesitamos los_psicélogos actuales y cuantos nos interesamos por la_conducta He aqui un libro para aprender psicologia de hoy, anticipdndose a Ia del futuro. Dr. C. BaLLus Profesor Agregado de Psicologia de la Universidad de Barcelona. Barcelona, agosto 1974. Prefacio A través de las décadas los psicdlogos han estudiado el curso de los entales: de la percepcidn y la memoria, del lenguaje y el pensamiento, de Ja organizacién del movimiento. y de la accién. Cientos de cursos para estudiantes universitarios se han preparado y miles de libros se han publicado durante este periodo de intensa acti- vidad para ensefiar y describir el caracter de los procesos gnésticos del hombre, del lenguaje y de la conducta activa. Su intenso estudio, en el contexto de las ciencias conductuales, ha proporcionado informa- cién de valor inestimable y ha dado importantes datos sobre la natu- raleza de las leyes cientificas que gobiernan estos procesos. Sin embargo, un aspecto muy importante de este problema ha per- manecido sin explicar: ecudles son los-mecanismos-cerebrales en_los que se _basan estos procesos? Los procesos {nésticos y las acciones motivadas del hombre ¢son el resultado del trabajo de todo el cerebro como una sola entidad, o bien el “cerebro en accién” es en realidad un complejo sistema funcional que agrupa varios niveles y diversos com- ponentes, cada uno de los cuales aporta su propia contribucién a la estructura final de la actividad mental? ¢Cudles son los mecanismos: reales del cerebro que yacen en la base de la percepcién y de la memo- ria, del lenguaje y del pensamiento, del moviminto y de la accién? ; Qué: ocurre en estos procesos cuando partes individuales del cerebro dejan de funcionar normalmente o son destruidas por enfermedad? Las respuestas a estas preguntas no sélo serian de gran ayuda para el andlisis de la base cerebral de la actividad psicolégica humana, sino que ademés nos acercarian mucho mas a la comprensién de la estruc- tura interna de la actividad mental, favorecerfan el estudio de los com- ponentes de cada acto mental, y de esta forma permitirian el comienzo de la larga pero recompensadora tarea de reconstruir la ciencia psico- I6gica sobre fundamentos nuevos y realistas. EI propésito de este libro es traer esta tarea a la atencién del lec- tor. Intenta describir de modo mas sucinto posible los resultados ob- tenidos por el autor y sus colegas durante casi.cuarenta afios de inves- tigacién y proporcionar al estudiante y al graduado una relacién de los hechos basicas de la-neuropsicologia, esta nueva rama de la ciencia. El libro comienza con un breve anilisis de las principales fuentes de los hechos cientificos usados por el investigador al estudiar el ce- rebro, su estructura y su organizacién funcional, y con una relacién de los principios basicos de la investigacién neuropsicolégica. La parte principal del libro describe lo que se conoce hoy sobre los sistemas individuales que forman el cerebro humano e informa sobre el papel de las zonas individuales de los hemisferios cerebrales en la tarea de proporcionar las-condiciones necesarias para que tengan lugar las formas superiores de actividad mental. En la parte final del libro, el autor analiza la organizacién de la percepcién y de la accién, de la atencién y de la memoria, del lenguaje y de los procesos intelectuales, e intenta encajar los hechos obtenidos en los estudios neuropsicolé- gicos de sistemas cerebrales individuales dentro.de su lugar adecuado dentro del gran disefio de la ciencia psicolégica. Por supuesto, todas las secciones de la neuropsicologia no reciben el mismo tratamiento en este libro, y parte de ellas, como la seccién que trata de las partes mediales del cértex y de las funciones de los hemisferios subdominantes (para la que atin no se ha recopilado su- ficiente material), sélo pueden ser tratadas superficialmente. No obs- tante, el autor confia en que el libro, en su estado actual, resulte util en particular a los psicélogos, neurdlogos y psiquiatras, para quienes el estudio de los mecanismos cerebrales de la actividad humana com pleja es un tema del mayor interés. 10 Primera Parte ORGANIZACION FUNCIONAL Y ACTIVIDAD MENTAL Inpro El interés cientifico en el estudio del cerebro, como érgano de la actividad mental, se ha agudizado considerablemente en las pasadas décadas. El cerebro humano, este tan sofisticado instrumento, capaz de re- flejar las complejidades e intrincaciones del mundo que nos rodea, ¢cémo esté construido, y cudl_es la naturaleza_de_su_organizacién funcional? Qué estructuras o sistemas cerebrales generan esas com- Plejas necesidades e intenciones que distinguen al hombre de los_ani- males? ¢Cémo estan organizados esos procesos nerviosos que nos capa- citan para analizar y almacenar informacién del mundo exterior, y cémo estan construidos estos sistemas que programan, regulan y des- pués verifican esas complejas formas de actividad mental que van dirigidas a la consecucién de metas, cumplimiento de designios y reali- zacién de planes? Estas cuestiones no se planteaban tan vivamente una generacién antes. En aquella época Ia ciencia se contentaba con trazar una ana- logia entre el cerebro y una serie de sistemas reactivos y dirigir por completo sus energias hacia la representacién del cerebro como un grupo de esquemas elementales, que comprendian los estimulos afe- rentes del mundo exterior y las Tespuestas dadas a estos estimulos. Esta analogia del cerebro, con una serie de mecanismos que respon- den pasivamente, y cuyo trabajo estaba totalmente determinado por Ja experiencia pasada, se considera adecuada para la explicacién cien- tifica de su actividad. En las décadas siguientes, la situacién cambi6 radicalmente. Ha quedado suficientemente claro que ¢l_comportamiento_humano tiene jun _caracter activo, que no est: 4_determinado solamente por Ia_expe- tiencia_pasada, sino también_por Jos planes y_designios que formulan el futuro, y que el cerebro humano es un notable instrumento que no Solo puede crear estos modelos del futuro, sino ademds subordinar su conducta a ellos. Al mismo tiempo, ha Iegado a ser evidente que no se 13

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