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LYNN HUNT LA INVENCION DE LOS DERECHOS HUMANOS Traduecién de Jordi Beltrin Ferrer 76 TIEMPO wostQuers {Bon Eniten amp enn) ‘cso por Joan Fore swonareserstsze oon “ioc: Haman Rig A isn 1 es seb de 2009 1 ecg junio de 2010 02007 by tynn Hane (© ce a radia: Jon Belen ere 2009 Seago Si colciayLsts Clty Ramin Coeds Bicto de ls cabsra: Baio best Perea eo os dros de ea ein pn Perey tes SA Vener 1664» (1036) Buenos ier Besar ar worasqaebeior com ‘Ban snsuriseese3 sto el des de ey che re uo de 2010 en Aes Gis Det "Gb Sater 250 Sarai. de Buenos Acs ued signonrenepoibita alge foma dered, dnb, Qaeda Somer Psat etal 0 prea dea br of sommes de tas derechos de expat. 3 «Han dado un gran ejemplo» Declarar derechos Decianacton: Accién de manifesta, decir, exponer © anunciar birt, explcta 0 formalmentes aifestacin o aseveacin por sitiva;steveraci, nuncio prelamacifin en términosenfitics, solenanes 0 juridivos(.]. Podamacién 0 manifestacién publics tal como se express en un document instumento 0 acto public 0. (Oxford English Dictionary, 2¢ ed de la ves electnica)* {or qué deben los derechos exponerseen una declaracin? or qué paises y ciudadanos sienten la necesdad de semejan- te manifestacin formal? Las campatas a favor dela abolicién dela tortra y el castigo cruel apuntan 2 una respuesta: una ma nifestacién publica y formal confirma los cambios que se han producido en las acitudes subyacentes. Sin embargo, las dec raciones de derechos de 1776 y 1789 fueron ain mis lejos. No seGalaron solamente trnsformaciones en las actitudes y expec: tativas generales, Contribuyeron a efectuar un traspaso de so- bberania: de Jorge III y el Paslamento britinico a una repiblica rnueva, en el caso norteamericano; y de una monarguia que afi smaba tener Ja autordad suprema a una nacién y sus represen= antes, en el cato francés, Tanto en 1776 como en 1789, una de claracin abr perspectivaspolticas totalmente nuevas. A par= tir de entonces, las carpafias contra a tortura y el castigo cruel estarfan fundidas con mulitud de causa relacionadss con los, derechos humanos y cuya relevancia slo vio la luz después de hacerse la delaracién, 1a historia dela palabra sdeclaraciéne da una primera indi= cacién del desplazamiento dela soberana. La palabra inglesa de dation procede dela fancesa dédaraion. En francés, la palabra signficaba al principio un conjunto de teras que se concedian a cambio de jurarpleto horenaj aun seior feudal. Durante el siglo x0 comenzé a refers cada vez més a las manifestaciones piblicas del rey. Dicho de otro modo, el acto de sdeclara» esx ba vineulado a la soberania,Paulatinamente, la autoridad pass de los seforesfeudales al rey de Francia y lo mismo ocurtié con Ja facultad de hacer declareciones. En Inglatera también se daba Jo contrario: cuando ls sibitos querian una reafieacién de sus derechos por parte de sus reyes, redactaban sus propias declax raciones. Al la Great Chater [Carta Magna] de 1215 formalize los derechos de ls baronesingeses en rlacibn com el rey de [ne later; la Petition of Rights [Petcién de Derechos] de 1628 con- firm los wdiversos derechos y liberades de los siblitos;y la English Bill of Rights [Declaracién de Derechos Ingles] de 1689 ‘valid los verdaderos, antiguose indscutibles derechos y iber- tades del pueblo de este reinon En 1776 y 1789, las palabras charter, petition y bil parecfan poco apropiadas para la trea de garantzar derechos (lo mismo ccurtiriaen 1948). Tanto petition como bil daban a entender una «solicitud o apeacién diigida a un poder superiors (en sus or- genes, fill era una speticin hechaal soberanos) y darter & me- rnudo significaba «documento o instrumentojuridico antiguos Dedaration tenia un ate menos rancio y sumiso, Ademds, a dif rencia de petition, illo inchuso charter, dearation podta sigificar la eintencién de apoderarse de la soberaniav, Por eso Jefferson ‘empezé la Declaration of Independence [Declaracién de Inde- 16 pendencia) con esta explicacién acerea de la necesidad de pro- ‘lamaria: «Cuando en el curso de los acontecimientos huranos fe hace necesario para un pueblo ditolver los vinculos politicos (que lo han ligado a otra y tomar entre las naciones dela tier cl puesto separado e igual a que las lees de la naturaleza y el Dios de esa naturaeza le dan derecho, un justo respeto al juicio de la humanidad exige que declare (la cursiva es mfa] las causas {que lo impulsan ala separaciéne, Una expresidn de wjusto es- petor no podia oeulta lo principal: las colonias se estaban de- {larando estados separados e iguales y apoderindose de su pro- pia soberania.” Por el contario, en 1789 los diputados fanceses atin no es- taban preparados para repudiar expliitamente la soberania de su rey. Sin embargo, casi lo consiguieron omitiendo deliberada- ‘mente en su Declaracén de los Derechos del Hombre y del Cix- dadano toda mencién del rey: sLos representantes del pueblo francés, constituidas en Asamblea Nacional, considerando que Ia ignorancia, el alvido o el menosprecio de los derechos del hombre son las Gnicas causas de las calamidades paiblicas y de la corrupcidn de los gobiemos, han resuelto exponer, en tna declaracén (la cutsva es mia] solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombres. La Asamblea no podia li- mitarse a pronunciar discusos o redactar eyes sobre cuestiones ‘specifica. Tavo que poner por esrito para la posteridad que fos derechos no procedian de un pacto entre gobernante y ctx dadanos, menos todavia de ana peticién dirigida al gobernante ‘una cata otorgada por dl, sino de la naturaleza de los propios seres humanos, ‘Estos actos de declarar miraban a la vex hacia ats y hacia delante, En cada cio, ls declarantes reivindicaron que estaban ‘confirmando derechos ya existentese indiscutibles. Pero al pro- ‘ceder as levaron a cabo una revolucién en cuanto la sobera- * Vane let completo en el Apéndie (Mee A) a7 nia y crearon una base enteramente nueva para el gobiema, La Declargcién de Independencia aeveraba que el ey Jorge II he bia psoteao los derechos precsistentes de los clones, y que ses accionesjustfcaban la instaurcién de un gobierno separado ‘Cuandoguiera que una forma de gobierno se haga destructor, de estos prnepios [a consecucién de derechos) el pueblo tiene ef derecho a reformaria o aboliraeinstituir un nuevo gobierno, De modo parecido, los diputados fancesesdeclararon qe tales derechos habian sido simplemente pasados por alto, olvidedos 0 desdefados; no pretendieron haberlos inventado. En fo sues. sivor, sin embargo, la Declaracin propuso que estos derechos consttuian el fundamento del gobiemo, aunque nolo hubiesen sido en otros tiempos. A la vez que afirmaban que estos dere ‘hos ya exsti y que lo tnico que ellos hacia era defendesls, los diputados crearon algo radicalmente nuevo: gobiems just ficados por su garantie de los derechos universes. Declarar derechos en América En un principio, los norteamericanos no disponian de un plan claro para separase de Gran Bretafa. Nee imaginaba en la década de 1760 que los derechos les Ileverian a semejante ‘escenario, La reforma de la sensibilidad contribuyé a que el ‘concepto de los derechos se hicese ms tangible pars la clases ceultas, por eemplo, en los debates sobre la tortura y el casti- g0 cruel, pero el concepto de los derechos también cambia ba como consecuencia de las circunstancias poltias. En el s- slo xvut habia dos versiones del lengusie de los derechos: una versin paticularista (los derechos especificos de un pueblo o luna tradicin nacional) y una vessén univrslista (los derechos del hombre en general). Los noreamericanos usaron una w otra versién, o una combinacién de ambas, segin let circunstancias. us Durem acs dela Ley de Timbre de edidos dela dc BE 60, por eemplo, tos penetiarnoramericans hice se thincapié en ss derechos come colonos dent del Impero (tic, mienss gue a Desrcn de Independencia de 176 ts laramente os derechos nivel de todos fos hom Ee tosnomeamericans cen eg 8 propia aig pa Sata con la Consicin de 1797 a Cas de Derechos {11 En contaposi, lot fancies dbezaron cs ie iene yr aly pe ore eas fensiones palais chives del monarge En os tbe sobre la Delaracion fencer, ol due Mathew de Montmerency exhort los demi ipitadon =seguecl¢em- Pio de xaos Unidos han dado un gan semen cl nsevo Femisteros demos nsctos wo al niveson® “Anes cde qe los nreamercnc os ancessdeclarsen tos derechos del hom, lor proponents md destacaos dl rivera vvan al marge de grandes potency. Quis Sin misma marinaded peri aon puta de pesadores olde, leaner sno tomar ls native sesteer que Ios derechos eran univers, En fecha tan emprana como 1625, tn jr elit holands, Hugo Gri, propa un con cpt de derechos apie a todo el géneroMemano, no 2 un nico pio adc jie. Defi os derechos naturale como ago exsente de sy y gh podia ser conebido coma sepurado dela voluntd de Dion. También spin qu espe fonas pon liza sa derecho sn I ayuda del eligi pur ita Tos fandamentoe conceals de a vida social Sa seuidor slemin, Samuel Pfendort, el primer profesor de Sevecho nari en Fekete, concedi un ear dstacad 2 Ton ops de Gri en historia general de a enscanzs del derecho natura, publica eo 167, Aunque Pender ctid« Grocoenslgunosapeton,conty conslidar rept Se come fuente principal de a coment utes dl pe Samisnte relia los derechor? ny Los te6ricossuizos del derecho natural se basaron en estas ideas prineipios del siglo xvut. El mis inflayente, Jean-Jacques Burlamagui, enseié derecho en Ginebra. Sintetiz los dversos ‘escitos del siglo 01 sabre derecho natural en Elements del dre io natural (1747), Al igual que sus predecesores, Burraq pro- porcioné poco contenido jurdico 0 politico espectica al con- cepto de derechos naturales universales; sa propésito principal ‘era probar su existencia y su origen en la azén y Ie naturaleza humana. Puso al éia el concepto vincubindolo a lo que los flS- sofes escoceses dela época Ihtmaban un seentida moral intemoe (una cuestién que hemos tatado en los primeros capitulos de ‘est libro). Traducida enseguida al inglés y al holandés, la obra ide Burlamagui fue profusamente utilizada como una especie de libro de texto de derecho natural fractal law) y derechos natu- rales (rata rights en la segunia mitad del siglo xv, Rousseas, ‘ete otros, tomé a Burlamaqui como punto de partida La obra de Burlamaqui alimenté en toda fa Europa ecciden- tal y ls colonias de Norteamérca un renacimiento més general de las teorias sobre el derecho natural y los derechos naturales. En 1746, Jean Barbeyrac, otto protestante ginebrino, publicé una nueva traducciéa francesa de la obra clave de Grocio: anterior mente habia publicado una traduccién francesa de una de lat cobras de Pufendor sobre derecho natural, En 1752 aparecié una bbiografia adulatoria de Grocio a cargo del fancés Jean Léves- ‘que de Burigny, que foe raducia al inglés en 1754, Bn este mis- mo afio, Thomas Rutherforth publied las conferencias sobre Grocio y el derecho natural que impsrtié en la Universidad de ‘Cambridge. Grocio, Pufendorf y Burlamaqui eran muy conoci= ddos por revolucionarios norteamericanos tales como Jefferion y Madison, versidos en derecho? En el siglo x0, los ingleses habfan dado al mundo dos im= portantes pensadores universlistas: Thomas Hobbes y John Locke, Sus obras eran muy conocidas en las colonias bitinicas ide Norteamérica, y Locke en particular conteibuyé a dat forma 120 al pensamiento politico norteamericano, tl vez incluso mis de ioe flay es pnts de vita nls. Hobbes evo mex pot influencia que Locke porque czia que los derechos natu- ‘hes debian supeditasse a una suterdad absoluta, con el fin de rita la sgerta de todos contra todos» que esallaria en caso ‘anirario. Mientras que Greco habia equiparado los derechos tratrales con la vida everpo, a iberady el honor its que, por certo, paeca poner en entedicho la eslavitud), Locke de ni los derechos naturales como Vide, Libertad y Patimonion ‘esto que hizo hincapiéenla propiedad sPatimonioe, Lacke 0 impugné a eslavitd, La justifies en el ato de os cautivos [presados en ana guerra juts. Ylle6 a proponer el dictado de eyes que gatantizaran que todo hombre libre de Carolina ten- dri poder y autordad absolatos sobre ss eslavos negros-# Sin embargo, a pest de la influencia de Hobbes y Locke, cn la primera mitad del siglo v0 gran parte del debate inglés {Gino todo) y, portant, tambiganortexmercano, sobre los de rechos naturale se efi 3 los derechos particles con base his téria del inglés nacido libre, dejando en un segundo plano los derechos aplicablesuniverssimente. A mediados del siglo xv, Wiliam Blackstone explicé por qué azén sus compatriots no se centraban en los derechos universe, sino en sus derechos porcolaces: Patan (betas natures eran ants, ya Fuse por hetencia o mediante compra, derechos de todo cl género hums not eto, sendo ahora mis o menos degradads ydestruidos en Tir mayoria de los denis pits del mundo, atualmente puede decise que todavia son, de una manera peculiar y enti, los de- rethos del pueblo de [nglatercas. Aun cuando otra ls derechos hhubiesen sido univerales, afirm6 el prominente ur, sl los ingleses, que ern supeioe, habianlogmdo conservatos” ‘Apart de 1760, no obstane, la corienteuniversalista de los derechos empea6 a entelazarse con la particlarista en las colons britinicas de Norteaméica. En Los decor dels colo ies rides femadesyprobads (1768), por ejemplo, el sbo- 1 ~ con el fin de entrar en el estado civil, Las polémicas de- rmuestran que el significado de los derechos naturales, la libertad civil y la democraca era debatido por muchos de los politicos rns brillantes de Gran Bretata." Le distincién ente la libertad natural y la fibertad civil que propusieron fos detractors de Price sirve como recordatorio de aque la articulacién de los derechos naturales engendré su pro- pia contratradiccién, que se prolonga hasta a actualidad, Al igual aque los derechos naturales, que crecieron en oposicién a gobier- ros que se percibian como despético, también la contratradic- cidn era reactiva, y sostenia © bien que lot derechos naturales ran una invencién, o bien que nunca podlan ser inalienables (7 gue, por tanto, eran inoperantes). Hobbes ya habla afirmado, mediados del siglo xv, que se debiarenunciar los derechos naturale (ls cuales, por tanto, no eran inalensbles) con el fin de instaurar una sociedad civil ordenada. Robert Filmer, el pro- ponents inglés de la sutorided patriaral, refuté explicitamente | Grocio en 1679 y declaré que la doctrina de la libertad na- tual» era eabsurda», En Patiarea (1680), volvié a negar el con- cepto de la igualdad y a libertad naturales del género human, y defendié que todas as personas nacen sometidas a sus padres; a juicio de Filmer, el inico derecho natural era inherente al poder regio que deriva del modelo original de poder patriarcaly apare- ce confirmado en los Diez Mandamientos 126 Mis influyente a la larga fue el punto de vista de Jeremy Bentham, quien sostenia que sdlo importaba el derecho posit ‘yo (rel en lugar de ideal o natura). Ea 1775, mucho antes de hacerse famoso como padre del utlitarismo, Bentham eseribi6 una cttica de Comentarios sale la les de nglatera, de Blacksto- ne. En ella rechazaba el concepto de derecho natural: «Los “p= cepts" no existen, no hay nada que “mande" al hombre a hacer alguno de esos actos pretendidamente impuestos por la preten- dida ley de la Naturalezs Si agin hombre sabe de alguno, que Jo presence. Si pudieran presentarse, no necesitarfamos estar car vilando sobre la tarea de “descubritlos", como nuestro autor (Blackstone) no tarda en decirnos que debemos hacer, median- tela ayuda de la razéne Bentham puso abjeciones a la idea de que el derecho natu- ral fuese innato en la persona y pudiese ser descubierto por me dio de la r226n, Por tanto, en esencia rechazaba toda la tradicién iusnaturalista y, con ell, los derechos naturales. Bentham pos- tularia mis adelante que el principio de utldad (cla mayor f- licidad para el mayor nimero», idea que toms prestada de Bec- carla) servia como la mejor medida del bien y el mal. Sélo fos c’aleulos basadas en hechos, no los juicios basados en la razén, ppodian proporcionar el fandamento dela ley. sta postura hace aque resulte menos sorprendente su posterior rechazo de Is De- claracin de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en Fran- cia, En un panfleto en el que examinaba la Declaraci6n france- sa articulo por ariculo, negé categéricamente Ia exstencia de derechos naturales: «Los derechos naturales son sencillamente una tontera: naturales e impresriptibles, tontesias etdricas, ton- ‘A pesar de su erftcos el discurso sabre los derechos cobré fuerza a partir de 1760. Lot «derechos naturales, complements- dos ahora por los wderechos del género humano», los wderechos de Ia bumanidade y los «lerechos del hombres, eran ya de uso corriente, Despues de que su potencial politico se viera aumen- a tao enormerente por ls conflicts que Nonteamésice vv em- t2e 1160,y 1780, el discuso sobre los derechos universales vo Wis a cruzar el Ailético lepé a Gran Break la Replica Holandesay Franca, En 1768, por ejemplo, l economists Ean- cs de pes reformists Pere Samuel du Pont de Nemours re Ji su propia defncin de los ederechos de eada hombres. Sa lista inclta la Hberad de escoger ocupacién, el ibrecambio, la ceducacién piblicay la wibutacién proporconal. En 1776, Da Pont eofrecé volunaamente ails eolonias de Norteumé- rica para informar de los acontecimients al gobierno francés (ofiecimiento que quedé sobre Ia mess). Du Pont se conviriss rnfs tarde en amigo fntino de Jefferson, y en 1789 fue elegido dliputado del Tere Estado.” Si bien es posible que la Delaacin de Independencia no cstavese tan epricticamente olvidada» coma proclamé ace poco Pauline Maier el idioma universalist de ls derechos no ‘olviéplenamente a Europa hasta despus de 1776 Los nuevos, agobierosextatales de Estados Unidos empezaron a adopt car {as individales de derechos ya en 1776, pz ls azul dela Confedercién de 1777 no incluian singuna, como tampoco 1a Constcacion aprobada en 1787 La Carta de Derechos de Es- tados Unidos no viola luz hast fe ratiescib de las dee pric smeras enmiendas a la Constituién, en 1791, y se texts de un documento profundamente particular: protega als ciu- dadanos noreamericanos de la intusin de su gobierno fede ral En comparacin, tanto en la Declaraciin de Independencia como en la Declaraciin de Derechos de Vigna de 1776 e ba bian hecho afirmaciones macho més niveraitae En la década de 178, fs derechos en Norteamérica ya habian sido relegads en beneicio de as preocupacionessobe a constucein de un revo marco institucional para la nacién. En consecuencia, Ja Declarscin de los Derechos del Hombre y del Ciudadsno fran- esa de 1789 precedié ala Carta de Derechos norteamericana,¢ Jnmediatamente capt Is atencibn internacional. 18 pasts Declarar derechos en Francia [A pesar de que desde 1780 los norteamericanos se apartaron el universalismo, su ejemplo dio un gran impulso a Jos sdere- cos del hombre. Sin él, de hecho, tal vez los derechos humax fos se abrian marchitado, Tas despertar el interés general por fos aderechos del hombre en Ia década de 1760, e! propio Rous- seau se desencantd, En una extensa carta que escribi6 en 1769 acerca de aus conviecionesteligisas, Rousseau clamé contra ¢t ‘so excesivo de «esta hermosa palabra, “humanidad"». Las per sons mundsnas, slas menos humanas de todas» la invoraban tan a menudo que ose estaba volviendo insipida, hasta ridfeu- lav, La humanidad tenia que estar grabada en los corazones, afirmé Rousseau, no s6lo impresa en las piginas de los libros. El creador de la expresién aderechos del hombre» no vivid lo suficiente para ver todo el impacto que tuvo la Independencia norteamericana; murié en 1778, el afo en que Francia se unié al banda norteamericano contra Gran Bretafia. Si bien Rousseau sabia de Benjamin Franklin, que era una verdadera celebridad cn Francia desde su llegeda como embajador de fos colonos su- blevados en 1776, yen una ocasin defendi el derecho de los norteamericanos a protege sus libertades aunque fueran oscu- 1080 desconocidoss, lo cierto es que manifests escaso interés por Jos asuntos nortesmericanos.” Las repetidasalusiones a la humanidad y los derechos del hombre continuaron a pesar del desprecio de Rousseau, pero quiz no hubiesen tenido ningin efecto si los acontecimien- tos en Notteamérica no les hubieran dado un filo mis cor- tante. Entre 1776 y 1783, nueve taducciones francesas dife- rentes de la Declatacién de Independencia y, por lo menos, cinco traducciones francesas de varias constituciones y cartas 29 de derechos estatales ofiecieron aplicaciones especificas de ls doctrinas sobre los derechos y contribuyezon a crear Ia impre- siGn de que también el gobierno francés podia establecerse so- bre fundémentos nuevos. Aunque algunos refonmistas France. se estaban a favor de una monarquis constitucional como la inglesa, y Condorcet, entre otros, expresé su desenga8o ante cl sespirta aristoriticor de la nueva Constitucién estadouni- dense, 2 muchos les entusiasmé la capacidad de los nortesme- ricanos de liberase del peso del pasado e instaurar el autogo- Bierno.* ‘Los precedentes norteamericanos se volvieron ain mis con- vincentes cuando los franceses entraron en una situacién de emergencia constitucional, Ea 1788, ante una bancarrota cau- sada en gran medida por la paticipaciéa francesa en la guerra de Independencia norteamericana, Luis XVI accedié a convo- carlos Estados Generales, que se habian reunido por tltima vez fen 1614, Cuando comenzé la eleccin de los delegados, ya era patente el sGagor declaratosior. En enero de 1789, La Fayette, amigo de Jefferson, preparé el boreador de una declaracin, y cn las semanas siguientes Condorcet formulé calladamente el suyo propio. El rey habia pedido al cleto (ei Primer Estado), los robles (el Segundo Estado) y la gente corrente (el Tercer Este do} no sto que cligieran delegados, sino también que redae- tasen listas de agravios. Vasias de esas lists, confeccionadas en febrero, marzo y abril de 1789, hacian referencia a slos dere- ‘chos inalienables del hombre, slot derechos impresriptibles de los hombres libres, wlos derechos y la dignidad del hombre 17 del ciudadanor o alos derechos de los hombres ilusrados y libres; en cualquier caso, predominaban sos derechos del hom bres. En un clima de crisis creciente, el lenguaje de los derechos se difundia con rapidez™ ‘Unas cuantas lstas de agravios las de los nobles mis a me- snudo que las del clero 0 del Tercer Estado~ exigfan de manera cxplicta una declaracién de derechos (generalmente se tataba 130 de las que también pedian una aueva constitucién). La noble- 214e a region meridional de Bézies, por ejemplo, solictaba que ‘ls Asamblea General tome como at verdaders tata prcliminar { examen, laredacciny la declaracién de los derechos del hom- bre y del ciudadanos, La segunda seccién de la lista de agravios confeccionada por el Teer Estado de la regidn de las afueras de Pers levaba por titulo «Declaracién de derechos» y oftecia tuna relacin de tales derechos. Peicticemente todas as lista pe- cian una u oua forma de derechos especificos: libertad de pren- s2, libertad de culto en ciertos casos, igualdad de impuestos, ‘gualdad de tato ante la ley, proteccin ante las detenciones a bitrarias y otros por el estilo Los delegados asistieron con sus listas de agravios ala aper- tra oficial de los Estados Generales el S de mayo de 1789. Tras varias semanas de debates fitles sobre cucstiones de procedi- rmiento, el 17 de junio los diputados del Tercer Estado se de- clararon unilateralmente miembros de una Asamblea Nacional yafirmaron representar a toda la nacién, no sélo a su «estado>, Pronto se unieron a ellos muchos diputados clercales, yal cabo de poco tiempo los nobles tavieron que escoger ente retirarse ‘hacerlo mismo. £1 19 de junio, en medio de estos forejeos, tun diputado solicits que la nueva Asamblea se embarearainme- iatamente en la wgran tarea de una declaracién de derechose, « insst6 en que se trataba de un mandato de los electors; au dae distaba de ser una exigencia universal, sin duda alguna la idea se palpaba en el ambiente. El 6 de julio se creé un Comité preparatorio de la Constitucién que el 9 del mismo mes anu 6a la Asamblea Nacional que empezara con una sdeclaracién de los derechos naturales imprescrptibles del hombre», deno- ‘minada sdeclaracién de los derechos del hombreren el sumario de la setibn.? ‘ThomnasJeferson, ala sezén en Pars, escribié l 11 de julio «Thomas Pane, que se encontraba en Inglaterra, hizo una xb nica entusiasta de los acontecimientos que se estaban desarco- aL Mando, Pane era el ator de Bl snide comtn (177) panleto ris infuyente del movitnento por la independencia norteame- ‘ican, Sein Jefeson, ls diputados dels Asumblea Nacional ‘han postado al vcio gobierno y ahora estin empezando cone tour oto desde los cimientas. Informé de que consderba gue ia primers tarea era cedactar una declaracion de los dere hos natwalese impreseriptbles del horabrex: los mismas te. rinos que empleara el Comité preparatorio, Jefferson essors cstrechamente a La Fayette, que aguel mismo dia leyS ante la ‘Asamblea su propio borrador de una propussta de declaracién, ‘Otros diputados prominentes se apresuraron a hacer imprimir sus propustas, La terminologia variaba eos derechos del hom- bre en la sociedad, sos derechos de un ciudadano francés» 0 simplemente «derechos», pero en fos ttulos predominaba los derechos del hombres" BL 14 de julio, res dias después de que Jefferson hubiese cexcrito a Paine, las multitudes de Pars se armaron y stacaron: la prisi6n de la Bestllay otros simbolos de la autoridad real El rey habia ordenado cl tralado a Paris de miles de soldados, | poor lo que muchos diputados temian un golpe contrarrevolu~ cionario, Finalmente el rey retiré sus soldados, pero el asun- to de la declaraci6n quedé sin resolver. A finales de julio y ccomienzos de agotto, los diputados seguian diseutiendo la ne- cesidad de una declaraién, si ésta debia encabezar la const- tucign y ai tenia que ir companada de una declaracién de las ‘obligaciones del ciudadano. La divisi6n acerca de la necesidad dde una declaracidn reflejaba discrepancias fundamentales so- bre la marcha de fos acontecimientos. Si la autoridad monét- quica necesitaba tan solo unas cuantas reparaciones, entonces ‘una declaracién de los «derechos del hombres dificilmente po- dia ser necesatia. Sin embargo, para los que estaban de ecuer- do con el diagnéstico de Jelferson (el gobieno debla recons- truisse por completo), una declaracién de derechos resultaba csencial 132 EL 4 de agosto, la Asamblea votd finalmente a favor de re- dactar una declaraciOn de derechos sin obligaciones. Ni enton- ‘ces ni después, nadie ha explicado apropiadamente cémo la opi- nid acabé por decantarse a favor de edactar tal declaracién, en gran parte porgue los diputados estaban tan atareados resol- viendo asuntos catidianos que no se percataron de la impor- tanciay alcance de ca cia, sus cartas e incluso sus posteriores memorias resulteron, frustrantemente vagas en lo que se referia alos cambios en las corrientes de opinién. Si sabemos que la mayorfa se conven ‘id de que eran necesarios fundamentos totalmente nuevos, “Lot derechos del hombre proporcionaban ios principios para cours forma de ver el gobierno. Como antes hiceran los norte- americanos, les francesesconfeccionaron la declaracion de dere ‘hor como parte de una ruptura cada vez mayor con la autoridad cstablecida. Hl diputado Rabaut Saint-ftienne comenté dicho paralelismo el 18 de agosto: «AL igual que los norteamericanos, ‘queremos regeneramos, asi que la declaacién de desechos es ssencialmente necesaria.® El debate se intensificé @ mediados de agosto, mientras al- sgunos diputados se burlaban sin disimolo de la wdiscusién me taffsics. Encontdnvdose ante una sere desconcertante de opcior nes, la Asamblea Nacional decid tener en cuenta un documento conciliatorio redactado por un subcomité en gran parte anéni- mmo e integrado por cuarenta miembros. En medio de la incer- tidumbre y la ansiedad continuas sobre el futuro, los dipurados Adedicaron seis dias (20-24 y 26 de agosto) a un debate turnul- ‘uoso. Llegaron a un acuerdo sobre 17 articulos enmendados de los 24 propuestos (en Norteamiérca los estados sélo ratifcaron 10 de las 12 primeras enmiendas propuestas para la Constitu cid). Agotados por lot debates sobre aticuls y enmiendas, el 27 de agosto los miembros de la Asamblea votaron a favor de aplszatlos hasta después de que se redactara una nueva consti tucién, La euestin nunca se reanuda ‘una de sus decisiones. En consecuen- De esta manera tn tan 133 to incierta adquitié su forma definitiva la Declaracién de los De. = rechos del Hombre y del Ciudadano.* ‘Los diputadosfranceses declararon que todos los hombre, no sélo los franceses, «nacen y permanceen libres ¢ iguales en derechos» (anticulo 1) Ente los ederechos naturals, inalienable y sagrados del hombres estaban la libertad, la propiedad, le se. fur a ese ae opin (aro 2). Coneetamene te, esto quetia decir que cualquier limite al ejerccio de los seo tena ques: detinado por ey (atl) ody los ciudadanos» tenlan derecho a tomar parte en la elaboraci¢n de la ley, que debia se la aisma para todos (aticulo 6), y acep- tar libremente la contribucién plblica(articulo 14), que debia reparttse equitativamente segin la capacidad de pagar (arieus 1613), Adem Is declrcignprofbia ls ene sin (sel 7) seas ines aul 8) toda pretunin gal de expla (atclo 9) ola exropacin once Ade popiedaes por pute dl gobimo (real 17) Emplenda téminos un tanto vag, afmab que mae dee ter ncomo. dado por ss opiniones, incu relgona acto 10) 3 vez gu, de un mod sigs, frat a brad de pee ‘Sarl 1, (sir so dacment tae tetaron conden ao medidas eae par protege os de ‘shot ini eomo un nuevo fundamen ps a eit mide guberamentl La soberna esi senemente ceo nacién (articulo 3), y la esociedad> tenia derecho a pedir cuentas desu gestion a odo agente pbc acl 19, Nos fala ninguna mencn aly tain Ii ot costume fers npc i ce Lov dere dee taba en psec dl Ser Supremo yt us upc fr, por ssa que fet, now atibulan xe orgen ore natu efeon habia enti la neces de requ > Vlas teat completa en el Apéadice. (Nala 4) 14 os los hombres eran adotados por su Creador» de ciertos de- sechos; los fianceses dedujeron los derechos de las fuentes to- talmente seculares de la natursleza, la razén y la sociedad, Du- rante los debates, Mathieu de Montmorency habia afrmado que los derechos del hombre en la sociedad son eternose y que «ni Se necesita ninguna sancin para reconocerlos. Bl desafo al vie- jo orden europeo no hubiera podid ser mis franco.” [Ninguno de los articulos de la Declaracin especifcaba los © derechos de grapos particulates. sLos hombres, vel hombrex, seada hombre, stodos los ciudadanose, todo ciudadanon, elt sociedad, tod sociedad contrataban con ena, singin in- Gividvos singin hombres. ra lterlmente todo o nada. En ln eclaracién no aparecan cases, religions ni sexo. Aunque la fil- ts de especifcided pronto crara problemas, el caricter general de as terciones no deberia exafar a nadie. El Comité preps: tatorio de la Consttuién se habia comprometido en ua prin- Cipio a elaborar hasta custo declaraciones dstntas sobre dere- hos: 1" Delos derechos del hombre, 2* De los derechos dela hacin,3* Delos derechos del rey y 4* De lo derechos de los cludadanos bao el gobierno fans. En el documento que se adopts se combinaban el primero, el segundo y el cuarto, peo sin defini los eeqistos para a cindadanta, Antes de pasar alo cspeciico (los derechos del rey o los requis para la ciudada- loe dipstados se eforearon primero en fir princp nerles pars todo gobiema, El ariculo 2 constitu un claro jem plo: La fnalidad de toda asocaci6n politica es la conseracién de los derechos natuales ¢ impresritibles del hombres. Los diputados quer exponer la bases de toda ssociacion polite cat no ls de la monargula,tampoco las def gobiemo francés, sino las de toda aociacin politica. Ponto tendfan que recur al gobiemo francés.” El acto de declarar no resolv todos los problemas, De he= cho, hizo que algunas cuestonespasaran a ser més urgentes los derechos de quienes no tenfan propiedades 0 de las rinorlas 135 scligisis, por clmplo-y plants ots, relacionadas con grupos tales coin los escavos o las mujeres, que nunea hablan ten do categoria politics alguna (como examinaremos en el siguien- te capitulo}. Quizés aquellos que se oponian a una declaracién habian ineuido que el acto mismo de decarar tendria un efec to galvanizador. La declaraién hizo algo mis que clarifear a titlos de doctina; al dela, os diputados se apoderaon de la saberania. Como eonsecuencia, el acto de declarar abri in- terroganteshaitaentoncesinimaginables para el debate polit cori la nacién era soberana, esl era el papel dl rey y quién fepresentaba mejor ala nacién? Si los derechos servan como fandamento de a legitimidad, qué jusifiaba sus limitaciones respecto a personas de cirtas edades,sexos,rzas, cligiones 0 vigueza? Bl lengusje de los derechos humanos habia germina- dlo durant agin erapo en las nuevas précticasclturales dela ‘utonomia individual la integidad corporal pero luego rere (6 en épocas de rebliémy revolucién, CQuién debra, quentia 6 podila controlar sus efecto? La decarcin de derechos tmbign tuvo consecuencasfue> ta de Francia La Declarecin de los Derechos del Hombre y del Gudadano transforms el enguje de todos prcticamente de la noche a ls mafana. El eambio puede apreczrse de forma es- pecalment clara en los eseritosydscusos del bitnico Richard Tice, el predcador disidente que en 1776 haba prowocado la polémica hablando de los derecho de a hamanidade en apo- 4p de los eolonos norteamericanes. Su pafleto de 1784 Ober ‘cone ore le inprtancia de la revi americana seg Ia misma t6niee: comparé el movimiento independentsta norte: smerieano con It intoduccién del cstianisme y predio que ‘producisf una confusén general sobe los prncpios def hur ‘manidad (a psa de a esclavied, la cul conden otundaen- te) Bn un semen de noviembre de 189, Price aprobé la nueva terminologlaFances: «He vivdo lo sufciene para ver cémo Jos derechos de fos hombres son comprendios mejor que nun 136 ‘a,y cémo suspiran por l libertad naciones que parecian haber perdido el concepto de ella [Después de pattcipar de los be neficios de una Revolucién (1688), se me ha permitido seguir viviendo para ser tetigo de ots dos Revoluciones [la norte- americana y la francesa, ambas gloriosas* El panfleto que Edmund Burke esribi6 en 1790 contea Pri- ce, Reflexiones sobre la Revolucén Prncea, desencadend a su vez tun frenética debate en diversas lenguas sobre los derechos del hombre. Burke sostenfa que el tecén conquistado imperio de la luz y de la razén» no podia proporcionar un fandamento ade- ‘euado para el buen gobierno, que, por el conteaio, debia estar enraizado en las tradiciones aniguss dela nacin, Bn sa ataque alos nuevos principios frances, Burke condené con especial severidad a Declaracin. Su lengusje enfurei6 a Thomas Paine, {que sac partido de este pasajenotorio en su respuesta de 1791, Derechos del bonnie: respuesta al tague realizado por el Sz. Burke cor ‘rela Revolui6n Francesa, en ta que esctibié: Fl sehor Burks, con su habitual indignacén, insula 2 Ia De cin de os Derechos de Home... La califica de “hojas despre~ ciablesy emborronada sobre los derechos del hombre’. {Quierel sefior Burke negar que done tenga derecho algun? Sies ai, ‘entonces debe sgnifcar que no exten eso que s llaman derechos en parte alguna y que é mismo no tiene ninguno; pues, quién nay en el mando que sea mis que un hombre? ‘Aunque la respuesta de Mary Wollstonecraft, Vndiacin de {os dercbos del mine, en ana carte justo y honorable Bdrand Burks com cca des «Reflexiones sobre la Revol frncso, ha bia aparecido antes, en 1790, Derechos del bomire de Paine caus6 tuna impresin todavia més grandee inmediata, en parte porque aproveché la ocasién para discatir todas las formas de monarquia Ihereditaea,incuida la inlesa. Al primer aio de su publicacién ya habian aparecdo varias ediciones inglesas de su obra.” 137 Como consecuencia, el uso dl lenguaje de los derechos ssamentd espectaculsrmente spate de 1789. La prueba de este incemento se encuentra fcilmente en el nero dettlos en inglés que incision In palabea righ en la ima década dels so xv (418) se mulplie por cuatro come minimo respect 2 1 de 1780 (95) oeualquier ora década anterior dl sig Xa ‘Ago parecido sucedié ene easo del holandés: Rect an det ‘mensch apareié por primers vez e0 1791 con la traduccién de Pain, y ego hubo muchos ottos ejemplos en los thtimos aoe del siglo at. La guid poco después Reco des Monscio en ke tiers de habla lemana. De forma un tanto ics ps, a pos lémica ent autores en lengua ingles llevé los sderechos de hombres franceses 2 un piblico internacional. impacto fue ‘mayor que en 1776 porque los fancesestenfan una monarqula ‘como [ade la mayorla de las dems naciones europeasy,ade- ‘més, nunca abandonaton el lengua dl universalism, Loses critos inspirados por la Revolucién fancess tabi avivaron el debate sobre los derechos en Noreamsésca: os jeffesonianos jnvocaban constantemente ls werechos del hombres, mientras aque los federalists rechazaban el lenguae asociado al sexceso cdemocricos oa ls amenazas I autoridad establecida, Estas dlsputas contibuyeron a diseminar el lenguaje de los derechos hhumanot por todo el mundo occidental” Abolir la tortura y el castigo cruel Seis semanas después de sprobar la Declaacién de los De- rechos del Hombre y del Ciudedano, y ants incluso de que se determinaran los requisitos para vota, fos diputados franceses abolieron por completo la aplicacin de la tortura judicial, como parte de una reforma provisional del procedimiento penal. El 10 de septiembre de 1789, el ayuntamiento de Pati solicits of 138 cialnente a a Asamblea Nacional, en nombre de sla azén y la humanidad,reformas inmediatas pare wescatr la inocencar scsablecer mejor ls prucbus de los deltosy hacer que ls con- denas fuera mis segura. Los conejalesformularon esa pet- cid a causa del gran ndmero de petsonas que hablan sido de- tenidas por la nueva Guardia Nacional, queen Paris estaba al mando de La Fayette, durante las semanas de deséudenes que siguieron al 14 de julio, {Fomentaa el habitual secretsmo de procedimiento judicial la manipolacisn y las triquifuelas por parte de ls enemigos de a Revolucién? La Aszmblea Nacional respondié nombrando un Comité de Sete encargado de las re formas més apremiantes,y no sélo para Pars, sino para toda la nacibn, B15 de octubre, presionado por una marcha mult dlinaia a Vealls, Luis XVi dio Gnalmene su sprobacibn oficial 4 la Declaracién de los Derechos del Hombre y del Ciudadsne, los manifeantesoblgaon al monaca ya su familia a abando- sac Verlles y tasladarse a Pare 6 de octubre. En medio de esta agitacidn renovada, los das 8 y 9 de octubre la Asamblea probs el dereto propiesto por su comité Al mismo tiempo, Jos diputados votaon para reunitse con el rey en Pars La Declaacin de loz Derechos del Hombre y dl Ciuds- ano habla expuesto Gnicamenteprincipios generales de jus a: I ley debia set la misma para todos, no debia permit el encarcelamsiento abitzario ni ms penas que las estietay evi dentementenecssarias y los acusados debian consideraseino- centes mientas no se probara su eulpabilidad. Bl decreto del 49 de octubre de 1789 se inciaba con una invocacin de la Declaacin: La Asamblea Nacional, consderando que uno de los principales derechos det hombre, e cual ha reconocigo, es de gozay, cuando s fe seuss de wn delito penal, de toda la am- plitude la Hberad y la seguridad para la defensa que pueda coneiiase con los interees de Ia sociedad que exige el castigo de los delitos (Js. Seguidamenteespecifcaba procedimientos, la mayora de ellos conceidos para garantiar la transparencia 139 ante el pablico. En un paso dado por la desconfianze en la ju- dicatura'de turno, el decreto requera la eleccién en todos los distritos de comiszrios especiales que ayudaran en todas las cau- ss penaes, includa la supervisién de ls diligencias de pruebas y testimonios. Asimismo, garantizaba el acceso de la defensa a toda la informacin recabaday la naturaleza ptblica de todos los procedimientos penales, por lo que ponia en prictica uno de los principios mis queridor de Beceri El més breve de los veintiocko articulos del decrsto, el 24, cs el mis interesante para nuestros propésitos. Abolié todas las formas de tortura, asi como la utlizaci6n de un banquillo bajo yy humillante (a sell) pata el interrogator final del acusado Ante os jueces. Luis XVI habla supsimido anteiormente a «cue tiém preparatory, es decir, el recurso a la torture para obtener confesiones de culpabilidad, pero sélo habia prohibido provi. sionalmente el empleo dela scuestién preliminary, es deci, la tortura para obtener nombres de cSmplices. El gobierno del rey bhabia eliminado la slat en mayo de 188, pero como esta me- dida era tan reciente, los diputados sintieran la necesidad de dejar clara su propia postra. La slat era un instrumento de h- rillacién que representaba el tipo de atentado ala dighidad del individuo que los diputados coasideraban inadmisible. El dipu- tado que presents el decreto en nombre del comité rerervé para ¢l final sus comentarios sobre estas medida, con el objeto de subrayar su importanca simbélica. Al principio habla advert cdo asus colegas que «no podeis deja en el Cidigo actual man- cchas que repugnen a la huranidad; desetis que desaparezcan inmediatamenter. Luego casi se le pusieron los ojos llorosos cuando legé al asunto de la tortura: CCreemos qe nuestro deber para con ls bumanidad es ofecesos tuna observacin final. El rey ya ba (J devterrado de Franca a pectic sbsurdamente cue de arenear del acustdo, por medio ela eomur, la cones de dele [], pro os ba dead a glo- 0 sia de completar ete gran sto de razén y justi. Queds ain en nuestro ebdigo la tortraprelimina (J. (Los mis atrces clin Inientos dela cuca] se ran todavia pa obtener la evelacién de ebmplices. Bjad yuesos ojos en asta eliquia de la barbie, {no querts, Sefores, conseguir sa protrpeién de vuesuos com zones? Eso tera hermoso, un conmovedor especticolo para el ues: vera un sey ya na mid, unidos por Tos latos indi solubles de un amor recproco, ivalizando en su cel porla per feccién dela leyes,y uatando de sopere ef uno a l ots en la ‘ereccidn de monumentos ala jasc la Hbertady la bumanidad. Tas declrs fos derechos, a tortura ere por fin aboliée t= tamente. La abolicin de la tortura no Formaba pate del o- den dl dia dl gobiemo municipal parsense el 10 de septiem- bre, pero los diputados no pudieron reste sla oportunidad aque se les present de hacer de ela lcoronemiento de su tera revit del edigo peal ‘Gaando, mis de deciocio meses despa, ted el momen- to determina la evsin del digo penal, el diputsdo ence fo de presenta a efor ivoestods los concepts qu se Fabian vuelto familiares durante las eampadss conta la tort ray el castigo crcl. Lov Michel Lepleer de Saint Fargea, rom juez del Prlamenta de Pars, subi al estrada el 23 de Imayo de 1791 para expones las zones del Comité preparato so del Cédig Penal Continuacin del Comité de Siete nom brado en septimnbre de 1789), Denuncié lap watroes tomas inaginaas en siglosbirbaros, no obstance, conseradas ens lor ce lasracim, alta de prporcién ete los dltos los, Castigos (ana de las principale ques de Beccary lo general ‘mente vabrura feroidadn de las eyes anteriores. Los princi ios de la humanidad darian ahora forma al eSdigo peal, que fn el faturo se Basra en a rebabiltacién por medi delta Baio en lgar deen el cstig exitoro por medi del dolor “Tanto éxito hablan tendo las camps conta la torre 4 el castigo cruel qu, en el nuevo cddigo penal el comitt ante. puso laseccén sobre castigs la seein que defini fs del tos. Todas las sociedadessufen dels, pero el castigo rfl a naturaleza misma de un sistema de gobierno. El comité pro- ‘puso una resign completa del sistema penal que incorporase fos nuevos valores civcos: en nombre dela iualdad, todo el rondo sta juzgado en ls mismos tbunales y bajo la misma ley, y etariaexpuest las mismos castigos. La privacion dela libertad sera el castigo ejemplar, lo cual sigifcaba quel con- dena a gales y el destievo serian remplazados por la creel. 1ylos wabsjos forzades. Los concindadanos del delincuente no aprenderlan nada sobre el significado del castigo s sencilamen te se envaba al delincuente a ota parte, fuera dela visa del pi blico, El comité también sbogs por climinas la pena de mie te excepto en casos de rebelién conta el Estado, aunque sabia que en ete punto tendela que venczr grandes resistencias. Los diputados votaron por restabecer la pena de muerte para unos ‘uantos deltos, si bien exclueron todos los de indole eligio- s2, como la here, el scrilegioo la prctic de fa magia, (La sodomia, ue antes se castigaba con la muerte, ya no grabs en la lista de delitos) La pena de muerte s6lo se ejecutara me- diane la decaptacin,rservada antes par los nobles. La guik Tina, ereada pare hacer la decapitacién tan indolora como fuse posible, xnpez a ser aplicada en abril de 1792. Fl deseo- yuntamiento en la rueds, la quema en la hoguer, eaquells tor turas que acompafaban a la pena de muerte, iba a desaparce stodos esos horroeslegales son detextados por la humanidad Y ls opinién piblica, dito Lepletie. Estos especticuloscuees degrada lt moral piblica y son indignos de un siglo humane Fo ¢ ilustrado™ Dado que Ia rehabiltacin y a sinsercidn del delineuente na sociedad ern los objetivos principals, a musilacign cor poral y la pricica de marca a fuego pasaron a er itolerble. Lepeeter, no obsante,dedié cero tiempo al asunto de mar 142 cara facgo; 4cémo podria la sociedad protegerse de los delin- cuentes declarados culpables si éstos no llevaban alguna seal permanente de su condicign? La conclusién a la que legs fue ‘ue, bajo el nuevo orden, seria imposible que los vagabundos (los delincuentes pasaran inadvertidos, ya que los municipios Ilevatian registros exactos con los nombres de todos sus habi- tants. Marcie sus cuerpos para siempre les impediriareintegrar se en la sociedad, En esto, como en la cuestién mas general del dolor, lot diputados tuvieron que andar con pies de plomo; cl castigo debia tener efectos disuasorios y la vez llevar a la readaptacién. El castigo no podia ser tan degradante como para impedir que los condenados volviesen 2 formar parte de la so- edad. En consecuenca, i bien el cédigo penal establecia la exposicin piiblica de los condenados, a veces encadenados, Ia limitaba cuidadosamente (tres dias a lo sumo) segin fa gra- vedad det dette, Los diputados también quisieron borrar los matices eli siotos del castigo. As, eliminaron el acto formal de penitencia (amende honorable), en el cual el condenado, vestido sélo con una camisa, ¥ con una cuerda alrededor del cuello y una an- torcha en Iz mano, iba hasta la puerta de una iglesia y suplicx- ba el perdén de Dios, del rey y de fa justcia. En su lugar, el comité propuso un castigo basado en los derechos, que deno- mind «degradacin elvicass poda ser el nico castigo 0 afadir se a una condena de cércel. Lepeleter explicé detalladamente ccbmo se llevaris& abo, El condenado sera conducido a un de- terminado lugar pblico, donde el secretaio del tribunal de lo penal leria en vox alta las palabras siguientes: Ta pais te ha ddeclarado culpable de un acto deshonroso. Le ley y el tribunal te despojan de tu condicién de cfudadano francés». Acto se- guido, se colocria al condenado en un collar de hierto, donde permaneceria expuesto al piblico durante dos horas. Su nom- bre, su delitoy su sentencia se esribirin en un letrera situado bajo su cabeza, Sin embargo, las mujeres, los extranjerosy los 13 reincidentes planteaban un problema: deémo podian perder el derecho al voto 0 a desempeiar cargos piblicos cuando no te- nfan tales derechos? El articulo 32 se ocupsba especificamente de este esunto: en el caso de una sentencia de wcegradacién ci- ‘vica» contra una mujer, un extanjero o wn zeincidente, se le ‘condenari al collar de hierro durante dos horas y llevara un lewrero parecido al prescrito en los casos normale, pero el se- ‘cretario no leria la frase relative a a pérdida de la condicién de ciudadana* La expresin adepradacién civica» podie sonar formulatia pero sefialaba la reorientacién no sélo del cédigo penal, tambin del sistema politico en general. El condenaclo era aho- zn ciudadano (las mujeres eran ciudadanas wpasivas) en Ine gar de un sibdito; por tanto, no se le podia obligar a soporar tortures, castigos innecesariamente crucles 0 penas excesivemen- te deshonrosas. Cuando presenté la reforma del cédigo penal, Lepeletier dstinguié dos clases de castigo: los castigos corpo: rales (cércel, muerte) y los eastigos deshonrosos. Aunque todo castigo tenia una dimensi6n relacionsda con la vergienza o la deshonra, como afirmé el propio Lepeeter, los diputados que- rian delimitar el us de catigos deshonrosos. Conservaton It ex- pposicign pilblicay el collar de hiro, pero su de penitencia, el uso del cepo y la picots, el ver en wn zarzo después de la ejecuci6n, la reprimenda judicial 3 gue a et cont laud fre deca bie inde nidamente (1o cual daba a entender que era culpable) «Propo- rnemosy, diio Lepaletie, «que adopteis el principio [del castigo eshonroso}, pero multpliquéis menos fs vaiaciones, las cus- les, al dividtlo, debilitan este pensamiento saludable y terrible: la sociedad y las leyes pronuncian un anatema contra alguien {que se ha envilecido con el delto» El acto de avergonzat al de- Fineuente podia levarsea cabo en nombre de la sociedad y las leyes, pero no en nombre de la rligin 0 del rey. En otro paso adelante que suponia un regjuste fundamen 144 tal, los diputados decidieron que fos nuevos castigos deshonso- sos eran aplicables a delincuente, pero no 2 su familia, En los ‘astigos deshontosos tadicionales, los familiares de los conde- pados suftan les consecuencias diectamente. Ninguno de ellos podia comprar cargos u ocupar puestos piblicos, en algunos c- 0s sus propiedades eran confiscadas y la comunidad los con- sideraba igualmente deshonrados. En 1784, el joven abogado Pierre-Louis Lacretlle gané el primer premio de la Academia dde Metz con un ensayo en el que sostenia que la wergienza del castigo deshonroso no debia hacerseextensiva alos familiares, El segundo premio fue para un joven abogado de la ciudad de ‘Arras al que sguardaba un faturo notable, Maximilien Robes- pier, que adopts la misma postira Esta atencién a los castgos deshonrosos reflea un cambio sutil pero tragcendental en el concepto del honor: com la as- ceensién de la nocién de derechos humanos, la interpretacion tradicional del honor comenzé a ser atacad. Bajo la monar- {qula, el honor habia sido Ia cualidad personal mas importante; dehhecho, Montesquieu afizé en su Del esprit de las ies (1748) ‘que el honor era «el resorte que movia a la monarquiae como forma de gobiemo. Muchos consideraban que el honor era inke rente a la aristocracia. En su ensayo sobre los castigos deshon- rosos, Robespiezteseialé que e! oxigen de la prictica de aver- goncar a fimilias enteras habia que buscarlo en los defectos de la propia nocién de honor: Sino considera la natrsleza de este honor, tl en eaprichos, siempre inclinade 4 una deliaders excesva, que a menudo apze- cia le cosas porn azstvo en lugar de por su valor inrinsec, y 4 lot hombres por sus sccesorios,tiulos que lesson extrafios en ugar de por ss culidades personales, comprenderd féclmente ‘Sm [el hon) pos meter al despeecio acuantostenfan algo ‘que ver con un vilano eastigado por la sociedad, 145 Con todo, Robespiere también denuncié que se reservar la Aecaptacién (tenida por més honorable) a los nobles.

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