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I. PARTIDOS E IDEOLOGIA Seceién A Como tuvimos ocasién de ver en Ia introduccién, a menudo se ha considerado que los partidos son vehiculos eapaces de unir ‘aquellos que comparten opiniones politicas similares. En las ‘democracias liberales sobre todo se cree, anivel popular, que los partidos se diferencian unos de otros segain los puntos de vista las ideologias # las que se adhieren. Se ve alos partidos como 44 arenas en las que se organizan las opiniones sobre la forma de Tievar los asuntos piblicos. Fn un sistema de partidos, cada par- tido tiene sus propias ideas y enfoques respecto de la relacion texistenteenlre sociedad y Estado y sobre el papel que debe desem- peftar este ultimo, La idea poplar de que los partidos represen- {an diferentes deologias no es incorreeta. Como sefalara Klaus von Beyme refiriéndose a Buropa: «|. ala larga, solo aquellos partidos que se basan en una ideologia han conseguido estable~ Cerse»", Por Io tanto, no puede resultar sorprendente que en un tstidio comparado sobre los partidos politicos se parta de con- Siderar estos partidos como organizaciones que tienen 0 aspi ran a tener una ideologfa Evidentemente, debemos situar en contexto esta «dimensiGn» {deoldgica de los partidos. Hay algo obvio que se debe decir, y °K, You Bee, Pla Pate in Wester Democracies, Ades, Gomer. 1965, 29 ods sa Lor porido policor en lar democracasoccdenaes, Cts de laveigacioner Solis 1986) ” ¢s que incluso en la Europa del period de transformacisn hacia la democracia liberal (finales del siglo 21x y principios del siglo XxX) habia muchos partidos cuya tinica razén de ser consistia en ‘obtener clientelas por medio de su control de los cargos polit 08. El tener que competit por los votos de un electorado de ‘asas puede haberios hecho optar por una ideologta, pero los aspectos no ideol6gicos de Ia politica siguieron afectando 8 :michos partidos hasta bien entrado el sigio Xx. Si bien esto es algo que no debemos perder de vista, tampoco podemos negar tl caricter central que ocupa la ideologia en la politica de par- fidos. Pero, ;qué podriamos hacer los politdlogos para intentar comprender Ia adopeidn de una ideologia concreta y, mas con- tretamente, el mantenimiento de esa ideologia o su modificacién? ‘En general podemos distinguir dos enfoques. La diferencia estrba en el grado de recepsividad ante las opiniones y los cam\- bios de opinién de los votantes que se atribuye a los partidos. Uno de estos enfoques es esencialmente compettivo en su orien taci6n, mientras que el otro es institucional + Defendiendo el primero de los enfoques se considera alos partidos actores que pueden y, de hecho, adaptan su ideolo- $fa.a las opiniones y valores de sus simpatizantes potenci les entre el electorado, Sin embargo. quienes parten del segundo de los enfoques entienden que los partidos tienen cierta capacidad de adap- tacién, pero tambien les ven como a «prisioneros de su pro- pia historia en tanto que insttuciGn». Es decir, os aspectos propios de Ia ideotoga que adoptara un partido en el momento fe su fundacién,tienden a mantenerse, incluso cuando las condiciones cambian, y es Ia propia historia de los partidos aque determina cémo se adapts, suponiendo que sea capaz de hacerlo. Ideologia de partido primero de los dos enfoques mencionados est4relacionado con aquellos que parten de la ideologia de los partidos y la com- ppeticin espacial entre partidos. El andlisis de Is competici ‘spacial en ciencia politica debe mucho s Anthony Downs y ana- “8 ‘Coadro 1: Analisis de Hoteling ‘Asuneiones b 1, Existen 100 cas localiza on oa calle ea ys Spine on ls tnicos consumidores de Ta combnidad 123 2 Pun showarvempo, os acupantes sempre flavin cm Dras en el establesimiento ms Sereane mst cas. 3, Dos comercantes estén montando ss negocios ada une de eloe o'ha fjado. como objetivo el maximizar na naimero de lentes ‘Ambo pueden clogir star sue enna ens cualquier par de ea) ‘ero las dos tendas no pueden ocupar el mismo espacio, Conctusiones ie! 1. Desde la perspeciva de oe consumidores copsiceradas como sin {ico grupo, la Tocalzacion Spina de las Uendas est, para na de elas ene os nmeros 33 y 3 para la otra ence foe mamers 66, 67. Esta localizacién minimiza cl tiempo de desplazamiento.. Nov fay singin cent qe coments a mayor stance de 25 exh se ona fend : 12 2526 7876 : ends sends 2, Sinembargo, desde la peespectva de cada propia de os cose ios, el nbmero de clientes puede vere incremental se ace socal den tra eh Spor fem on de ‘da se encontrar ene lor nimeros 2550 el oer tender Incrementar sus vealas ¥ Haver descend las de su eontpeidor ‘udandose aun espacio stuado enue tos nOmeos 2837.0) 53. Por consiguiene,cida tienda s st lo mas ceca del centro ee la calle posible, aire ls casas 49 9 50 y come la 80 ya 51s Ete posicionsmiento deja @ slgunoy clientes 649 cacas Je Gunster Renda 12 495031 tiendalicnds 4 Tenlendo on cent anarionmente expen sompstenca Hes cert fn pcs Sp on eoaloe * lizaremos més detalladamente su estructura analitica en el cap tulo 11. En An Economic Theory of Democracy Downs recurre & Ia idea popular de espectro politico, es decir, al postulado de que existrfan temas politicos que corresponderian bien ala derecha, bien a la izquierda o a posiciones intermedias entre izquierda y derecha?, Vincula estas ideas a un andlisis econémico (desarro- Tado por Harold Hotelling) en el que se dan cuenta de las con- secuencias de la competicion entre tiendas localizadas en Ia misma calle. Las firmas compiten por los clientes que viven en esta calle ¥y se ven obligados a dirigirse a una de estas tiendas para adqui- Fir los articulos que precisan. Teniendo en cuenta que los des- plazamientos Teva tiempo y resullan por lo tanto costosos, 10 [gico ceria que lo clientes se dirigieran la tienda ms cercana, De esta forma reviste una importancia considerable para los pro- Pictaros de los comercios el Tugar exactoen que sus tiendas estén Situadas en relaeién con las de sus rivales (vid. Cuadro 1.1) ‘Asf, el andlisis de Downs basado sobre la idea més general ‘de que los puntos de vista politicos deben situarse en un espa~ cio 0 un espectio, est ligado a la nocidn mucho més fisica de ‘espacio que supone la competicién entre tiondas (en el andlisis de Hotelling). Siguiendo los pasos de Hotelling que asumia que Jas tiendas se repartfan en una sola calle, Downs asume en su ‘modelo que todas las posturas politicas pueden agruparse en torno ‘un tnico espectro y que, al votar, buscamos el partido que efiende la posicién ideologica que nos resulta més cercana, De forms muy esquematica, este resulta ser el fundamento de Ia torfa espacial de la competicin entre partidos. Volvere= ‘mos a ella en el capitulo 11. Pero agus no queremos centrarnos tanto en Downs como en un grupo de «te6ricos espaciales» ms recientes -Ian Budge, David Robertson y otros~cuya labor debe ‘mos tomar en consideracién. Al contrario que Downs que sim- plementeasume que existe un Unico espectro ideol6gico en torno al que ordenar su andlisis, estos investigadores analizan la medida fen que Ios partidos del mundo real difieren entre sf, Les intere- ‘san cuestiones como si en los sistemas politicos liberal-demo- © A. Downs, An Economie Theory of Democracy, Noeva York, Harper, 1957. 50 créticos hay un Gnico espectro ideol6gico o varios. :Acaso existe tuna «dimensi6n» relacionada con temas econémicos, otra rela- tionada con asuntos de «estilo de vida/valores personales», etcé- Con ayuda de diferentes politélogos para cubrir varios pat ses, lan Budge y sus colegas analizaron los programas electora- Jes y los manifiestos de los partidos en las democracias liberales «partir de la Segunda Guerra Mundial. Tomaron en considera- cidnel Enfasis que se otorgaba alos diferentes asuntos en los pro: igramas de los partidos y situaroa la posicién oficial de cada par- tido en tomo a un tema en , «socialistas, «centrista» y conservadora», todas is cuales ocupan sus posiciones en torno al espectro ideoidgico. Este tipo de andlisis resulta interesante en muchos aspectos, no siendo el menos importante el que se adecua a esa nocién que nos resulta familiar en politica de wizquierda» y «derecha», No Obstante, existen razones para sfirmar que no logra captar esas diferencias, no por mas sutiles menos importantes ene los par- tidos que corren el riesgo de verse amalgamados en una «fami- Tia, Enel aileo de la deficiencia de su andlisis se encuentra el hecho de que los programas de los partidos s6lo reflejan ciertos aspectos de la ideotogfa de un partido. Un programa és Ia ecara piblica» de un partido, lo que desde éste se dice que se quiere hacer. Esté pensado para atraer votantes, pero existen michos 2 1. Buvos, D. Rossasox y D. HeaMs (ede) deology, Strategy and Party (Chong: Spt Anayres of ost War Election Programmes in 10 Lemoore ‘Camidge, Cambadge Univers Pest, 1987, pp. 391392. st aspectos de las creencias, valores o principios éticos que bien ‘pueden no aparecer en un manifiesto, No es que la mayorfa de Jos partidos intenten deliberadamente ocultar al pablico algunas elas opiniones que defienden, sino que hay aspectos de sus prin- cipios éticos y valores que, o bien no estan suficientemente sti- culados,o bien Ios activistas del partido no creen necesariorecal- cat. Estos aspectos pueden cobrar gran importancia, por ejemplo sil partido legs a gobernar y debe enfrentarse a circunstancias inesperadas para cuyo manejo no resultan apropiadas las pol as piblicas contenidas en el programa, o si ésta son irelevantes, © siel partido se ve forzado a abandonar los compromises ast midos en el programa, El problema que tratamos aguf se puede entender mejor si recurrimosa la distincin hecha por H.M. Drucker. En sus inves: tigaciones sobre el Partido Laborista briténico, Drucker propane diferenciar entre los principios éticos de un partido y sus doc trinas: «Las doetrinas pueden ser argumentos coherentes en defensa de una postura. Las doctrinas pueden generar politicas pablicas [..]. Peto cuando hablo de los principios éicos de un partido estoy pensando en To que en épocas anteriores podria hhaberse denominado el espiritu de un partido; sus tradiciones hhabitos, sus sentimientoss*, Las doctrinas de un partido no coin ciden con sus programas 0 manifiestos, aunque lo normal sea que <ésios dltimos Sean un gufa para comprender las doctrinas. Ade- més, las doctrinas no son el dnico componente de a ideologta de un partido; la ideologia engloba tanto los principios éticos ‘como las doctrinas, Si podemos analizar las doctrinas y los pri- Cipios éricos de un partido, seremos eapaces de explicar lo que intentarin hacer sus miembros cuando Heguen al gobierno 0 se {encuentren en una posicisn que les permita influr sobre las poll ticas del gobierno. Si dnicamente tomamos en consideracién los programas de los partidos obtendremos una comprensién. limi: {ada de su conducta previsible. “HLM, Diooce, que hiciera el presidente Franklin Roosevelt del ‘ermino «liberal» para describir sus programas de «New Deal © intervenciéa gubernamental en la década de 1930" Los pro. zramas de Roosevelt no se diferenciaban mucho del tipo de poll {cas que los liberalesbriténicos hubfan ido adoptando'en el glo Xx, primero con el Nuevo Liberalismo de la Era Edvardiana, ¥ posteriormente a finales de la década de 1920, Sin embargo, este Biro hacia el intervencionismo estatal supuso una ruptars com los valores liberales tradicionales del lalsses-faire, valores, que ‘muchos otros partidos liberales europeos segufan defendiendo, Es mas, aquellos que en los Estados Unidos se oponian ala inter. vencién del gobierno federal en el émbito economico y ottas 4reas consideradas antes como responsabilidad de los Estados federados, se quedaton sin un concepln que describiera adecuas ddamente sus ideas. El epublicano Bary Goldwater fue el pri ‘mero que en los afios sesenta se autodenomind «conservador», ‘ttizando este término en el sentido de un detractor dela Inter: vencidn gubernamental. Pero el uso del concepto se populariz6 de modo y manera que en Ios afios setenta, los conseracores americanos que decian tener un estilo propio en realidad se adhe- ‘dan al tipo de filosofia econémiea quc habfan defendigo los be rales europeos decimonsnicos (tambign algunos eh el sig 3), En contra del punto de vista tradicional de los conservadores ccuropens, los sconservadores» norteamericanos defendian un ‘mercado libre sin restricein alguna Pero no acaba aquf el asunto, Los «conservadores» nortea ‘mericanos vinculaban su oposicién ala intervencion estatal en temas econémicos al apoyo formas de intervencion estatal limi {adas en et s&mbito social, como la prohibicion legal del aborto © a oracién obligatoria en las escuclas pdblicas, En lo que tes. Pecta a estos temas su «conservadurismo» estaba més cerca dt ‘conservadurismo tradicional europeo, Y To que es mas ests nocion ‘orteamericana de conservadurismo ha tenido st incidencia sobre I debate politico europeo, de modo que tambien en Europa ha habido conservadores y no conservadores que hen pasado a defender Ia ideologia «conservadoram del libre mercado. «Una discusén complet Sobel desrolo de seas eras y conserva ors en fs Estados Unidos en 8 -Besn, sin Senin of a New Pobic Pee ‘ophynsen A. King et), The New American Pita sem, Peers ee ‘Whshigton DC, American Entre Insite, 1978 ey Asi, al examinar a cada una de estas «familias» de partidos, parece que habria que decidir i incluir excluir partidos de fuera ‘de Europa, Australia y Nueva Zelanda analizando caso por caso. ‘Una ampliaciéa excesiva del Ambito de inclusin de una fami Tia concreta puede generar tipos ehfbridos», inusuales de part dos, Pero si festringimos en exceso la bands de inclusién puede {gue estemos dejando al margen casos importantes a la hora de Fealizar comparaciones, cas0s cuya inclusién podria arrojar Iz Sobre ciertos aspectos de esa «familia». En este capitulo hemos Aadoptado este tipo de enfoque pragmstic, 4. :Cabe hablar atin hoy de las familles spirituelies? a races isnchc ts Saemet es pisn e podriamos preguntarnos si estas familias de partidos siguen exis- eastay aac on onan are oacies aac Doctias@ lag demandas de Say electrados, han ido doped melts leat at agape oats ex ren cease sae to fon in cucsioario a experts en partidos de regimens eral Caan ee anton: SE eee a ee Dee Mi, Laven ¥ W.B Hu, Poliy an Paty Competition, Nueva York y Lov res Rong, 1982. . alin de Liver Hote examin oon ra pare eo ‘ue oad porn pre ns lor pln pice Ro [Er pte poqenos seco ambi ao ipo Se expos, Lavery Hun Testo Es 28 expences ron 35 coin o . ;Es asi? Ya sefialamos antes al hablar de los hallazgos de Budge y Sus colegas que en la mayorfa de los pafses existe una confron- facidn evidenteizquiends-derecha entre los partides. Laver y Hunt Ilegan a una conclusion global similar. Si bien encontraron una segunda dimensin en algunos pafses (especialmente en Grecia, Belgica y Espafia) basada en la centralizacion y descentraiza cia de la toma de decisiones que resulta ser independiente de Ja dimension iaquierda-derecha, su andlisis confirma el signifi- ‘ado de la existencia de una dimensién izquierda-derecha en la ompeticién entre partidos" ‘Desde ciertos puntos de vista result de utilidad concebir a los partidos eomo erupos que compiten par los votos mediante Ia posiesn que adaptan en el espectro ideol6gico. Por ejemplo, eI PSA alemin, el Partido Laborista briténico y los demécratss hnorteamericans serian partidos de izquierda, mientras que el PDC. los conservadores briténicos y los republicanos son part dos de derecha. Unos se encuentran mas ala izquierda o més & Ta derecha que otros pera todos «van por el mismo camino». El aque no todos sigan la misma «ruta» reflejael hecho de que han {Mo apareciendo divisiones de intereses similares en el seno de las diversas sociedades y también que ha habido una transmision internacional de ideas politicas signficativa. Por lo tanto, pode ‘mos hacer comparaciones transnacionales baséndonos en la nece- Sidad gue experimentan los partidos de competir por los votos situdndose en un Tugar 6ptimo del espectro ideotégico. “Aun ast, Ios origenes de partidos concretos y la historia espe cifica del régimen en el que se han mostrado activos,afecta a las politicas que consagran en sus programas. Por dar slo un ejem- lo, no podemes intentar comprender al Partido Republicano nor- feamericano como si fuera Unicamente una versién més extrema {el PDC. En lo que se reiere a politica econémica, el Partido Repa- blicano parte de una larga tadicién de oposiciGn al Estado eco- 9 némicamente intervencionista, Cabe rastear los origenes de su liberalismo econémico basta su nacimiento como Partido Liberal, En cambio, el PDC se ha mostrado favorable a diversos tipos de «sparticipacion estat en empresas econémicas debido a gue 80 ttadicién noes Ia del liberalismo econdmico, sino la del «corpo rativismo» de la Democracia Cristiana, Especialmente durante los aos ochenta, el PDC se vio bajo la influencia de las ideas econd- ‘micas de la Nueva Dereche, pero éstas no lograron suplantar com- ‘letamente la ideologia del partido preexistente. EI PDC es un ipo ‘conereto de partido de centro-derecha que se mueve en un con texto concreto. Consideratlo dnicamente una versién mas mode- ada del Partido Republicano americano es enfocar el tema de las ideologias de partido de una forma unidimensional y errénea, “Ademés, por repeir un punto ya sealado en la Subseceidn 1, esta unidimensionalidad resulta ser una limitacién atin mucho ‘mayor evando se analizan partidos que tienen como componen- tes importantes de su ideologia de partido el populismo o el nacionalismo. Es evidente que el marco de von Beyme resulta limitado en relaci6n con paises como Argentina, porque muchos de sus partidos han resultado ser hibridos ideol6gicos. La mejor ‘aracterizacién que se puede ofrecer de los dos partidos princi= pales de Ia década de los noventa es Ia de ealificarlos respecti- ‘vamente de liberal-populistas y de liberal-conservadores. Resulta un ejercicio muy complejo el hacer comparaciones transnacio- ales de las ideologtas de partido debido a que muchos de los ‘que pertenecfan a las familias tradicionales han comenzado a ‘adaptarse a condiciones electoral cambiantes, y lo més probable fs que las difcultades no hagan sino anmentar Seecién B Francia ‘Tradicionalmente la politica francesa se ha caracteri2ado por su alto grado de retdrica ideolégica. Ademés existe una amplia gama de familles spirituelles en el sistema de partidos frances, En la izjuierds hay un partido comunista de linea dura (PCF), ‘on Is extrema derecha encontramos el Frente Nacional (y antes 0

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