Sólo se puede amar al enemigo… Por ende, en tus doradas manos el último trágico abrigo ritual postrer, lúgubre, ferviente…
II
Poeta forense de la Muerte
Amante impotente, como yo, llegaste tarde Asimismo sublime, genial y cobarde… Al menos vos catásteis divina seda en final suerte
III
Impostor por mor del Poder Oscuro obligado
Maestro conversor de la Mentira en Belleza casual Sumo Sacerdote del Gran Pistilo Amortajado elegido sin querer por Divina Madre Naturaleza…
IV
Salve. ¡oh, Heraldo de la última doliente
despedida…! Taumaturgo del homenaje final de la Ciencia pues sin duda la Esfera Global de la Sapiencia ante zafiro, mármol y carmín de Diosa se ve rendida... ___________________