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REVISTA DE OBRAS PUBLICAS. Junio 1987. Pégs. 391 a 206 Capacidad de las tomas profundas de los embalses” Por LUIS TORRENT RODRIGUEZ Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Con estas notas el autor pretende ofrecer unas férmulas para el calculo de la capacidad de las tomas profundas de los embalses y unas recomen- daciones sobre el empleo de los tuineles de desvio como desagiies de fon- do de las presas. |. La capacidad de una toma profunda en un embalse o depésito es funcidn del desnivel exis- tente entre la superficie libre del agua y el orifi- cio de salida, disminuido en las pérdidas de car- ga que origina la circulacién, de acuerdo con la conocida formula q=SxV=Sx Vag(H—-Ep) a en la que q es el caudal desaguado, V la ve- locidad del agua a su paso por la seccién de salida, $, H es el desnivel y p, las pérdidas en los elementos que constituyen o protegen el conducto (rejillas, embocadura, ranuras de ata- guias y compuertas, transiciones, tuberia, co dos reducciones, bifurcaciones y valvulas). Para una conduccién circular de diémetro d y longitud L, con un abocinamiento adecua- do en la entrada y dotada en su extremo infe- rior de una valvula que no produzca pérdidas de carga sensibles, la suma de todas las pérdi- das locales pueden considerarse englobadas en un 10 por 100 de la altura de creacién de velo- cidad, de donde resulta: ve v2 | ave _ v2 » =F +09 H +1 AM = t0+t Ay 2g 29 2gd 2g 29 (2) El coeficiente \ corresponde a la formula uni- versal de tubos que, para agua a 10 °C, en ré- gimen turbulento y tugosidad K, media, puede «simplificarsey como sigue: d {m) Je 2 oo ti (3) (F) Seadmiten comentarios sobre el prosente anticul, que podrén ramite a la Rodacclon de esta Revista haste el 30 de septembre e167, JUNIO 1987 Como esta expresién sigue resultando incé- moda para los célculos, se puede sustituir por una formula de tipo exponencial que, para k, = 0,75 mm (rugosidad de tubos de acero con un cierto deterioro), queda asi: V = 32,8 deem jos (41 i _— os FORMULA UNEREAL DE Tuas ae 2B Hi Gears Be? ® ero agniliun wean = 3 7 one 391 CAPACIDAD DE LAS TOMAS PROFUNDAS DE LOS EMBALSES Esta mula da resultados casi idénticos a la universal en un amplio campo de diérnetros y velocidades (con error menor de 1 por 100). Introduciendo [4] en [2) y simplificando, se deduce la «férmula practica», q=2 o,f ierenae (5) cue permite evaluar, en m?/s, el caudal de de- sagiie de una toma profunda de las caracteris- ticas sefialadas. Ejemplo: H = 65 m. L Se obtiene q 100 m. d= 2,4 m. 24 ms/s. Nl, La expresién [5] es aplicable a conductos con salida libre 0 con compuertas Taintor o ti- po Bureau, con transiciones bien estudiadas, compuertas de paso circular o valvulas esféri cas, (si bien estas ultimas, por su elevado cos- te, no se utilizan para estos fines). Pero si la val- vula extrema es de los tipos de chorro hueco, aguja, mariposa o Howell-Bunger, la pérdida de carga que crea es importante e influye sensible- mente en la capacidad del desagiie. Expresando esta pérdida de carga como K - , tos valo- res «K» usuales para las valvulas de los tipos ci- tados son los siguientes: 1, Valvula mariposa K = 0,23 2. Valvula Howell-Bunger Kk = 0,30 3. Valvula Larner-Johnson K = 0,45 4. Valvula de chorro hueco —-K = 0,50 Observaciones: 1. Las valvulas mariposas de lenteja bipar- tida, son largas guiaderas para salvar los gorro- nes de giro, o las lenticulares planas, producen menores pérdidas, pero no son adecuadas co- mo obturadores de salida libre. 2. Los fabricantes norteamericanos S. Mor gan Co., Allis Chalmers, etc., sefialan menores valores de K para valvulas Howell-Bunger. Sin embargo, otras fuentes indican coeficientes de 0,42 y 0,66 para estos elementos, tal vez por no dimensionar igual la abertura de salida del cho- rro (0,4 d). 3. Elcoeficiente K 0,45 se refiere a la ve- 32 locidad del orificio de salida, que suele ser 5/6 del de entrada; por consiguiente, si lo relacio- namos con este Ultimo, el coeficiente resulta K = 0,933. 4, El valor «K» esta deducido de dbacos del U.S. Bureau of Reclamation. Ml. La velocidad de! agua en tomas de los em- balses y, sobre todo en los desagiies de fondo, suele ser alta, con peligro de problemas de abra- sién de las tuberias. La reparacién de éstas es dificultosa, si estin embebidas en el cuerpo de la presa o en zanjas hormigonadas. Las valvu- las, por el contrario, son facilmente reparables, pero es un elemento costoso. Ambas circuns- tancias conducen a disponer las tomas con tu- berias de mayor didmetro que las valvulas, re- duciendo el coste de éstas y la velocidad del agua en aquéllas. Las piezas de transicién de uno a otro diéme- tro introducen una pérdida de carga suplemen- taria en el circuito hidraulico, que ser peque- fia si estén bien disefiadas, pero que se tiene en cuenta en el siguiente calculo de caudales. Este calculo no se ha referido al diametro de sa- lida de la valvula, sino al diémetro de la tube- tia, con lo que se facilita el cotejo entre dife- rentes disposiciones de desagiie. La formula del caudal queda asi: = 26 BS aie o en la que el pardmetro M varia segun el tipo de valvula y la relacién entre los didmetros de la tuberia (d) y de la valvula (d,). Los valores de M figuran en el cuadro adjunto. Ejemplos: H = 78m. L = 160 m. d = 1,80 m. 4d, = 1,20 m. a) Con vélvula de chorro hueco, q = 33,2 m/s. b) Con vélvula tipo Bureau, q = 39,1 m/s. c) Con valvula de chorro hueco, pero con d, = 1,50 m Q = 46,6 ms. IV. Sien lugar de entubar los conductos hasta su vélvula final, se desaguara a una galeria en REVISTA DE OBRAS PUBLICAS CAPACIDAD DE LAS TOMAS PROFUNDAS DE LOS EMBALSES a-2e\| Higa VALORES DEL COEFICIENTE M Dir de a tubera/Dieto ava Tigo de vio K Mangos 023 | 73) soe | 18 | es | 307 | fo | 20} | 22] || aa oi | ||| | a cs 5 || 70/253 311 aos |527 [670 ot 12 | 25 |u| ar3 |e | a | so | 118 8 126 176 201 | 2 2565 683] 8] Howes unger js lufulsfel sls ocean ow | af faa ae ie 7 A emer Johnson ifs Choro Nao régimen de lémina libre a partir de la compuer- ta de aguas arriba, la capacidad del desagiie se veria incrementada al quedar suprimidas las pér- didas de carga en la transicién de compuerta a ‘tubo, las propias del tubo y la de la valvula fi- nal, incluida la reduccién. Las primeras quedan, practicamente, com- pensadas por las que produciré una segunda compuerta, que habra que instalar en la solu- cién a lamina libre, por razones de seguridad Para comprobar los caudales de una y otra disposicién, no valen los datos del cuadro an- terior, calculados con 0,75 mm de rugosidad (que seria conservadora en el caso de un desa- giie intermedio o toma, con aguas limpias). Se supondra una rugosidad de 1,5 mm que no es pesimista al estar aplicada a unos desagiies con arrastre de limos y arenas. De todas las posi- bles soluciones, s6lo se comparan las més usua- les: valvula final de chorro hueco o compuerta Bureau o Taintor situada a la extremidad del tu- bo. En ambas disposiciones se supone un es- trechamiento de 0,8 anterior a la valvula, que también es habitual para lograr una mayor ga- rantia frente a la cavitacion. JUNIO 1987 En estas hip6tesis, las formulas a aplicar son las siguientes: a) Para desagiie entubado » Ae a= 238 @ fe 7) en la que: M= aaa a naae KD X12. age (3) cuyos valores son 117 para las compuertas de vano libre y 173 en el caso de valvula de cho- rro hueco. b) Para desagiie libre =f 2H ant ea For (91 siendo d_, en este caso, el udiémetro equiva- lente» de compuerta. La relacion entre ambos caudales, para una misma altura H, sera: AL = 0,1394 a Ga tM 10) En el adjunto grafico se indican los valores de [10] para diémetros comprendidos entre 1 y 3,5 m y longitudes de tuberia de 50 a 400 m. No se ha tenido en cuenta, por su escasa enti- dad relativa, la diferencia de cotas entre la com- puerta de toma y la valvula de! desagiie entu- bado, es decir, la diferencia de nivel de la galeria. Del grafico se desprende que, incluso para pequefias longitudes de conduccién, la capaci- dad de desagie a presién es notablemente in- ferior a la de lamina libre, especialmente en el caso de valvula de chorro hueco. La ventaja del desagile libre es evidente, no s6lo por el ahorro que representa la supresion de tuberia, sino también por permitir, a igual- dad de caudal, unas dimensiones menores de las compuertas y, en consecuencia, de su c4- mara de mecanismos. CAPACIDAD DE LAS TOMAS PROFUNDAS DE LOS EMBALSES ‘COMPARACION DE CAUDALES ENTRE UN oESuGUE ENTUBADO ‘YOTRO A LAMINA LIBRE, SUPUESTAS IGUALES PERDIDAS DE CARGA EN LA EWBOCADURA, sauce reoucoon $3Httosas DIAMETRO DEL ORIFICI Y Oe La TUBERIA V. Se ha hecho, anteriormente, una referen- cia al desnivel de la galeria de desagiie. Salvo algun caso excepcional, esta galeria se proyecta para dar paso, durante la construccién de la pre- sa, 2 un caudal muy superior al que se exige de los desagiies profundos, el regimen supra- critico que impide la formacién del resalto hi- dréulico, incluso con el entumecimiento por emulsién de aire que crean las altas velocida- des del flujo bajo compuerta. En el grafico adjunto se sefialan las pendien- tes minimas necesarias para que se produzca el calado critico, en funcién del caudal y de la an- chura, para una galeria rectangular, de rugosi- dad K, = 1,5 mm. 304 VI. Para la construccién de presas de mate- riales sueltos se precisa, en general, ejecutar ti- neles de desvio del rio mayores, en longitud y en seccién, que los correspondientes a presas de fabrica. La mayor longitud se debe a la su- ma de taludes de las respectivas estructuras. La mayor seccién es consecuencia, por una par- te, de la longitud, pero también del margen de seguridad a adoptar en uno u otro caso para prevenir el desbordamiento de la ataguia du- rante las riadas que, en presas de materiales sueltos, puede suponer a ruina de la obra cons- truida y la formacin de una onda de avenida superior a la natural. Este condicionamiento de los tuneles de des- vio acentia el interés en su utilizacion posterior como elementos de desagiies de las presas de materiales sueitos y, como se indica anterior- mente, con régimen de lamina libre, para lo que no suele haber problema de pendiente longi- tudinal. Las dificultades de adaptacion de los desvios a desagiies en lamina libre provienen, en oca- siones, de las cotas de entrada y de restitucién PENDIENTE QUE PRODUCE CALADO CRITICO EN UN ‘CANAL. RECTANGULAR, EN FUNCION DEL CAUDAL Qin) YEA ANCHURA. fm, rodney REVISTA DE OBRAS PUBLICAS CAPACIDAD DE LAS TOMAS PROFUNDAS DE LOS EMBALSES al rio. La salida del time! no debe quedar den- tro del cauce de inundacién del caudal evacua- do por el aliviadero de la presa en las avenidas, 1o que determina los niveles de la embocadura y del desagiie y, en consecuencia, las alturas de las ataguias. El condicionamiento puede con- ducir a un volumen de retencién importante en la ataguia de aguas arriba que, en caso de averia de este elemento provisional, podria originar una riada catastrofica. Este riesgo obliga a construir la atagia con margenes y dispositivos de segu- ridad que suponen un encarecimiento de la obra, a afiadir el incremento de coste por ma- yor altura. (Este segundo aspecto econdmico quedard atenuado si la ataguia se incorpora, porteriormente, al macizo de la presa). Por otra parte, la elevacién del umbral del tine! de des- vio, puede restringir su ulterior funcién de de- sagiie de fondo. Todos estos aspectos del problema deben ser tenidos en cuenta a la hora de proyectar las obras de desvio del rio, previas a la construc- cién de la presa, para llegar a una solucion téc- nica y econémicamente adecuada que, en nues: tra opinion, esta muy lejos del empleo sistema- tico de largas y costosas tuberias de desagiie tendidas en el fondo de los tuneles de desvio, incluso con salida a nivel superior, y dotadas de vélvulas que interponen obstaculos a fa circu- lacién del agua Luis Torrent Rodriguez Doctor ingeniero de Cami- nos, Canales y Puertos, pro: mogién 1950, es actualmente jefe del Area de Explotacion de la Direccién General de Obras Hidrdulicas. Ha colaborado en numero- sos proyectos hidroeléctricos del INI (chimenea de San Se- bastian, presa de Pias, diques de Cubillos, embaise de Aumedra, saltos del Cinca, central de Grado |, etc. En el MOPU desde 1968, intervino en el proyecto de abastecimiento a Madrid por bombeo desde el Alberche (A.M.S.0.) y dirigid las obras de la elevacién reversible de Altomira (Trasvase Tajo-Segura). Ha colaborado tam- bién en algunos proyectos para ol extranjero (Valdesia, R. Dominicana; Acueducto de Santa Elena, Ecuador) Asiduo colaborador de esta Revista, sus publicaciones versan sobre hidraulica de conducciones, chimeneas de equilibrio, instalaciones de bombeo, etc., con esporadi- as incursiones de «divertimento» en otros campos. JUNIO 1987

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