COMPARACTON ENTRE PL MSTODO.DE IAS FLUXIONES DE NEWTON Y BL CALCULO INFINITESTUAL DE LETBNIZ Alfonso Pérez de Laborda Universidad vontificia de Salamanca De todos es conocida ia discusién violenta que sostuvieron Newton y leivndz a propésito de 1a invenoién del cdloulo infinitesinal, lo cierto os que cada uo de ellos lo habia 'inventedo' por su cuenta; pero hay que de~ cir también al punto que no fueron ellos sino los 'parteros' de una invencién que ostata on el ambiente. Bs decisive seialar, pues, 1s importancte que tiene saber algo, poro saberlo con conciencia explfoita de que se seb decir, sabigndolo de manera que se sabe my bien lo que se sabe, Adends de enorme esfuerso, Newton y Leitnie afiadieron 1a concieneia oxacta y explfoi- 4a de 1a enorze importencia para le’matemdtica y para le eiencia de lo que ellos estaban sabiendo. Fay que aleber a Newton y leitniz por 1a osadfa de su quehacor materd~ te, pues ambos, de manera micho mds segura que los matendticos que les precedieron, se atrevieron « realizar lo que desde los griegos ~y sobre todo deste. que Arquinenedes nos legé ia eplicacién contimuada de] nétodo de oxnauoién de Budoxo- esteba probibido, volviendo 1a espalda al pasailo que puscaba un eétodo para le ‘intuieién' 0 descubrimiento de resultados, que luego debfan probarse rigurosanente pera ser considerados vélides. Su néto- do no tiene para ellos riguresa dexostracién, pero etd justifieade, aunque sea provisionalmente, por la fecundidad y coherencie de sus resultados. Nues— tros autores no se queden enrededos en e1 problena conereto que estudian, sino que busean 7 obtienen en su juego um grado de abstraccién que les 1le— va a la goneralided de un nétodo: 01 tratamiento algebraico de toda suerte de problenas sobre tangentes, rectificacién de L{neas, cuadreturas, néxizos y mininos, ete, Consiguen asf lo que Vidte hebfe logrado on ia teoria de les ecuactones 7 Descartes en la geonetria. Nace asf un tmétodo' que esté prefia~ do de infinites posibilidedes nuevas; escriben en el dabito de las natentti~ cas su discurso del método. Rewton ennarca su nuevo método en las cuestiones del moviniento, vare 41, dados everpos en moviniento, x, y, % son les ecusciones de sus movi~ siento, p,q) 2 sus volocidades respectivas (luego, a partir de 1691, se— rém las fluxiones &, ¥, £ ), lo que busca es 1a relacién entre esas veloci— 345bas flusiones y el cAlculo infinitesimal daden. So interesa para ello on las ifneas infinitesimales que desoriben on cada nonento ios cuerpos considerados, que som proporcionales a sus veloci— dades: ai los quezpos Ay B describen las linens x, y , én el xonento si- guiente ontardn on x+po, yiq0 , on donde 'o! yuede siempre hacerse desapa~ recer en 1a relacién de velocidades buscada, como ya vid Fermat. Su premupuesto es bien definide: les ragaitudes matendticas no vienen constituidas por partes, por pequefias que se hagan, sino que forman un cone ‘timo. Las Mneas no son adicién de partes, sino que se generan por el novi~ miento de puntos, otc. De igual manera el tiempo viens generado por un flujo continuo. Pare Yewton, estas generacionea tienen verdadero lugar en 1a natu- ralesa, pusdiendo ser observadas on todo monento en el noviniento de los cuerpon, "grpone (Wewton) 1a idea de deducir el drea partiendo de 1a ordens— da, por 1s consideracién del Area cono una cantidad naciente, que prota y se increnenta por un flujo contimuo en proporeién a le lox gitud do le ordonada, y suponiendo erecer le abscisa uniformente on proporeién al tienpo. Ta partir de los morentos del tiempo, da el nombre de mozentos a los nonenténeos increnentos o partes infinite~ mente pequefias de ln abscisa y drea, goneralmente en monentos de ‘tHempo". Estanos sioupre on le presentacién nevtontana en un contexto de marcade preferenoia por las series de térninoa infinites: trata siempre de ver cézo las éreas, las longitudes de ourvas, los volinenes y superficies de sélidos, asf cono sus centros de gravedad, pueden ser determinadoa por su métode con ayuda de las ecusciones reducides a series de infinitos término: "Y, todo lo que 1 andlisia comin efectia por medio de ecuaciones con un minoro finite de términos ~cuando ello es posible-, éste mé- todo siempre lo consigue por nedio de les ecuaciones infinitas: por tanto no dudo on atribuirle el nombre de Andlisis”. As{ desoribe Newton los dos problemas bésicos de eu método: 1) dada la Longitud del espacio continuanente (o en cada instante de tiexpo), encontrar 1a velocidad del movimiento en cualquier tiempo propuesto; 2) dada 1a veloci~ dad de noviniento continuanente, encontrar la longitud del espacio deserito ‘en cualquier tiempo propussto. 0, dicho on los Principia de nanera més madu- vat dada una ecuacién cualguisra que contenga las cantida: trar las fluxiones, y viceversa. Se distingue ‘momento (e1 incremento o de~ 348 fluentes, encon-Las fluxiones y el célcuio infinitesimal ‘erenonto nonenténeo de cantiéades que crecen y decracen on novintento perpe- tuo, por tanto no magnitudes ffsiecas, sino prineipios nactentes de las megni~ ‘tudes fisicas) de 'flurién' (1us velocidades de los increnentos 0 decresentos, © cuslesquiera cantidades finites proporcionales a ellas). £1 sfmbolo 'o' es un momento, mientras que el efmbol 14 (el contenzo pt) es una ftuxién. Para Newton, por fin, su método de las fluriones y el nétodc de las di- Ferencias de Leibniz son una y la misma cosa (y toy éx significan el mis~ mo momento"), como lo afirma el juicio de 1s Sociedad Real de Londres: + Que el Método Diferencial es uno y el uismo con el Método de Jas Fluriones, excepto en ol nombre y el modo de le notacién, lla- nando el Sr. Leitniz diferencias a lo que el Sr. Newton liana zo- nentos o fluriones, maredndolas con la letra a, lo que el Sr. Newton no utiliza, Por ello, cone la verdadera euestiéa no es ver quién inventé este o aquel nétodo, sino ver quien fue el priner in- ventor del tinico método...". Por tino, Newton encuadrard al final de su vide toda su obra sobre el nétodo de las fluxiones en un contexto amplio en el que se defiende a ultran- va a la filosofia experinental contra loa hacsdores de hipstesis netafiei— cas: “en esta Filosofia las Hipétesis no tienen lugar, si no es cono sonje~ turas 0 cuestiones propuestas para ser exaninadas por experimentos". Leibniz, por eu parte, se interesa desde el mismo comienso de su trebe~ Jo matemdtico por la universalidad de los procesos. As{ lo hace tenbién cuen~ do busca una teorfa de las trensforuacién de unas Iineas en otras ouyo obje: ‘to es llegar ~por otro procedimiento més general que ol de las series de infinitos términos- a l{ness de manejo més sencillo en el nuevo céleulo: “Los cuales pasos son tales que aparecon el punto a quien progresa siguiendo la naturaleza miama (de las lineas), y contienen el ver- dadero nétodo de los indivisiiies concedido do una manera nde gene ral, el cual ~en cuanto yo lo a6- no ha sido hasta el presente ex- plicado con suficiente universelidad”, Con las palabras que siguen caracterize el misuo Leibniz sus intinos intereses matendticos, que coinciden con sus intereses en todos los canpos: "Innunerables casos nés podria proponer, los cuales on nada cederfan on elegancia y eractitud, pero mi indole es tal que, une vez detec- ‘tado 01 método general, quedo contento de tener 1a cose en mi poder, y dejo de buena gana lo restante a otras manos; se trate en efecto de cosas que deben apreciarse solamente en cuanto perfeccionan el arte del descubrimiento y perfeccionan 1a mente. Si algunos puntos resultan obscuros, ne alegraré de elucidarlos". 347tas fluxiones y el célculo infinitesimal ‘ba gran preocupacién do Leibniz es le.gensralided, la universalided, 1a pisqueda de un algoritno. As{ le caracteriza N. Bourbeki: “la algetrizacién progresiva del andlisia infinitesimal, es decir, su reduccién a un célculo operactonal provisto de un sistena de notactones unifornes de cardoter algé- prico", En el celebrado art{culo de 1684 que ahora connenoranos, el propio Leibniz decla aft "Del conocintento de este particuler Algoritme 0 de este eficulo que Maxo diferencial, todas les dends operaciones pueden obtener ge xediente el cAlculo comis, y obtenere los réxinos y nfnios, ‘asf como las tangentes, sin que sea neceseric seperar las fraccio~ nes, los irractoneles y otros vineulos, como déb{a hacerse seqin os Nétodos hasta ehora publicsdos’ Ia presentacién leibniziana del oloule diferenciel © integral es de una perfeccién tn sibite, que hay que decir que en elo todos soros lefb— nisianos. Por otro ledo, tiene Leibniz perfecta cuenta de los matenéticos que le han precedido en dar un gran impulso el nétode que 41 completa. Entre ellos, cita a Galileo, Cavalieri, Fermat, Descartes, Pascal, G. de St. Vincent, Wallis, Huygens, J. Gregory, Barrow, Nercator y Newton. Una de las pasiones de Leibniz era ia historia. Por fin, tiene Leibniz une my clere idea de las diferencias existentes etre su nétodo y el de Newton: "Veo que su cdlculo esté de acuerdo con eL ufo, pero pienso que le consideracién de las diferencias y las sunas es nds propia pare iluninar los espiritue". Para Leimiz, como lo consideren los nistoriadores, la relacién dy/éx no e@ mucho wés que wi cociente geométrico, mientras que para el witino New ton, sobre todo, 1a derivada estd en ol meollo nisno de su trabajo. Adonis de las ya resefiadas, ésta es una de las grandes diferencias de ambos métodos. O.H, Béwards, 2 pesar de que las espectaculares aplicaciones Pero, cono dic de ies matendticas de Newton a los problemas cient{ficos, que inspirardn mu- chos de los progresos en natendticas del siglo XVIII, dichos avances tienen frecuentenente do le nano de natendticos continentales que usan 1a maquina~ ria analftica de Leibniz, nds que los métodos newtonianos. 348,