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JACQUES MARITAIN EL HOMBRE Y EL ESTADO TRADUCCION DmL INGLES MANUEL GURREA ‘TERCERA EDICION AN VERTICE EDITORIAL GUILLERMO KRAFT LiMiTapa ‘INDADA 1864 ao orignal de esta obra MAN AND THE STATE ‘ita ge THE UNIVERSITY OF CHICAGO PRESS 2 Chinen Taworr Usd & Primera Elicias Eero 1952, Seguncs Ediciin: Abril 1982, IMPRESO EN LA ARGENTINA Qaeda tcha el dephvito cue preven fa ly Nu 11723. Copyright by Bd PREAMBULO Jor das veces, durante la primera mital del siglo XX, los sistemas totalitarios se han opuesto al concepto democritico. Teles sistemas han elaborado filosofias completes sobre el hombre y el estado, lo bastante fuer- tes como para inspirar a sus partidarios un espiritu de cruzada. La democracia se mantuvo a la defensiva y ha sido defendida cada vez con mayor frecuencie con argumen- 1s pragméticos. Pero se ha visto que dichos argumentos no son capaces de competir con los sistemas oponentes. La democracia marcha, es cierto... Pero también mar- chaba el fascismo, hasta que fué aniquilado desde el ex- terior. Es evidente, pues, la necesidad de una filosofia que prucbe cémo la democracia se halla asentada sobre principios racionates. Todes estas consideraciones indujeron a le Walgreen Foundation a publicar una serie de volimenes que ex- Ef libro nacié de seis conferencias dadas en diciem- bre de 1949, bajo los auspicios cle la Charles R. Wal green Foundation para el Estadio de las Instituciones Norteamericanas. Aprovecho esta oportunidad para ha. cer exiensivas mis gracias més cordiales a la Funda cidn ¥ a su distingaido presidente, profesor Jerome G. Kerwin, JM. GARL LO PRIMERO EL PUEBLO Y El ESTADO : Nacién, cuerpo politico y estaio N° hay tarea mis ingrata que watar de distinguir y cir conscribir racionalmente —o, dicho con ottas palabras, Gforzarse por elevar a un nivel cientifice o filoséfico— las nociones comuncs surgidas de las necesidades pricticas contin gentes de la historia humana, cargadas de connotaciones socia les, eulturales ¢ histéricas, tam ambiguas como féztiles, y que, sin embargo, encierran un meollo de significacién intoligible ‘Tales conceptes son némades, no fijos; son eambiantes y fii dos, Ahora se utilizan como sindnimos y luego en abierta ‘oposicién, Toto el mundo se encuentra mis a sus anchas al utilizerlos cuanto con menor exactitud conoce su significado, Mas apenas irata uno de definitlos y separarios, aurgen legio. ries dz problemas y dificultades, Uno corre el riesgo de caer tobre una pista falsa micnuas imenta obtener In verdad, y hacer analitico y sistem{tico lo obtenido por él merced a una confusa experiencia y una vida coneeta. Las precedentes observaciones son chocantemente vilidas, para las nociones de nacidn, cuerpo politico [0 sociedad polie tiea) y estado. No obsunte, nada resulta més necesatio. para luna filosolia politica saludable, que procurar ordenar esas tres “ JACQUES MARITAIN tocions y cicunsribit clramente el siifzado genuino de ‘ada una de cllas. ‘= Gein a A menudo, etendo hablaes de la manera cotiente més 4 menos raga, eon tes concepts se utah, pueden ase legiimamente, como sinnines. oro cuande venga sso tino contenido todoligicay ala teora pot ep Giteenciaror netamente La contusion cats, © atta cad de macidn 9 tociedad politeaosnceted pol tea eado™ 0 raion} etado a cdo una clamidnd fara We hivori moderea, Se necesita ungentmene uma corte Tedefinicén de Ton ter concepts. Qui. pueda exes Io austtdad de mi anslice, por comsignenta on mies sy ag portania dei prince de Sta pelea que or peda 0 Comunidad y sociedad Debe hacerse una distincién preliminar entre comunidad y sociedad. Por supuesto, esos dos tdrminos se pueden utilirar legitimamente como sinénimos, y yo mismo Jo hice ast muchas Veees. Mas también es licito —y adequado— asignerles las dos clases de grupos sociales que son realmente de naturalera dis ta, Esta diferenciacion, aun cuando ha sido mal utilizads, ydel modo mas perjudicial por los tebricos de la superioridad 4e la “vida” sobre It razin, es en sf un hecho sociolégico com: probado. Tanto comunidad como sociedad son dos realidades Gtico sociales y auténticamente humanas, no silo bioldgicss Pero una comunidad es algo més que la obra de ta nataraleza estrechamente relacionada con lo biolégico: y una sociedad es algo mds que una obra de Ia ran y, por consiguiente, may relacionads con las propiedades intelectuales y espirituales del EL HOMRE Y EL ESTADO 6 hombre. Sus cxeacias intimas sociales y sus caracteristias, ast como sus esferas de realizacién, no coinciden.’ Para comprender esta distincidn debemos recordar que [ia ial, como tal, agrupa a Jos hombres entre si por razo- nes de un cierto objeto comin. En las rlacione scale siem- sl, en toro al cual pre hay un objeoy sea male os ‘se chireteje el trato entre Jos seres humanos. En una_comuni- fat,(cono ba dicho aceradamente J.T. Déiosyel 0bjt0 & um hecho que precede alas determinaionss de { voluniad huimanas y que aca independientemente de ells Fare rear ina jigite comin inconstemte entimienOs Yo fados prcoligicos comune y ctuiibre comunes ro en ana fodleded el objeto es una faren a realiar o un fn que lca RL semer e emiat ot comm ompin ag, eon Gunton dice aC" Ghdnes Gear ane deSortoce rack Ree Sy, ar Ac Somes, Commun hapa Reve, spot 4 164 Corie ane plac keh ie a dine ee sce PoE ead” (as Sato pt ect, toh cist pete een ico son frmay tonanaie” jn aupre mists: 1) Sera ea is mite romsdade (ene elle pene Fico hea eb a on Gini gta Smcmidaa”opendinente nai) 7 wdedat expetamene sce fess conf ena canter stetonal eee itn hatendy BITE Sheth ita une pane fe niin 3) ‘Sheen en acon ex uprctnal ono que lg ieee ie fash! erup socal suofurcondo yx. inlendot'uy enfant BAO Ree Petar eyo cp SoS ant on eosin Crinertnene plencal7 por congue ng puede haner ws dit Sad opecla en cages grape sah, Cady ‘Rimdo for tn objeo” lanes Un Redo yo thn, tendon ome on deeuiqer cmiad tn veal) na Sethi Pho teppei sind ka tenafaanesa 9H pa Care, Lome huts antares melo deine a extn cent Re {ie ‘Sew York, Pibsoptial Liban, 1)" Hy citeo ee I ol Ateidea nena ey ana mot ep ea fe cra SMohtenimite dee ey y'el eden pio en ladon cone isn cn BET bile Le Nuion (Mostra; 1,19 6 JACQUES MARITAIN amr, e cual depence. de tas determinaciones de ta intetigencia } volnoead humanagjexanco preceddo por It acividad wea lecisim, © al menot contentisento- dela ttain de lot ded ‘duos al nel cso de la sociedad el objetivo el elemento Ficlona en fa vide sodal cnege expliciamente y aume su fanciéa deca, Una empresa comercial, un tindicato obrero, tma avogacion centitia son tay sciededes como et erp politico ios grupos regionales éeices y-lingltiesy Las Cases sochles som comenidedes La tibu,el clam son come ‘dade que tllanan cl camine para el advenimient de le 9 edad pollca, La comunidad un producto del instinto 7 is heeich en creanstanctas dads yarmsnones istéicos da terminadoy J sociedad cs una resulante de Ta Yazdn 9 de la fuerza moral} Go. que os antiguos Lsmatan “vista”. Tin la comunidad, las relacione scales preceden de certas siwaciones y ambiente hitérves: is normas coleetvas de ‘entimiento ~o palqus estectva nconsclente~prevaleom sobre ih conciencia personaly el hombre aparee como un prodk dsl gupo soca, En lt secedad, la toncench personal man tine la prioviad, #1 grupo soc esti modelat por tt hem, tees y Hs relaiones soles dvivan de una iicativa, dada, down iden dada i eemo de Is volantarin determinacon de iss povonas Inctso cos sciedades naturales, como Is famine 02a politica ~o sea, en las sociedades imperativay espenténeamen- te modelagas en brato por la ratualers~ Ia sodedad brow Gnalmente de Ta ibertd bumena, Have en aquelias sce dides como las regionals o las vocacionales, por ejemplo gue se detrrolian en torno a tna sodetad parca, eval da caublecimiento industrial o comercial, la comunidad surge de ta nateratest; quiero decir, de a reacion 7 ajuste de ia naturales humana a.m ambiente itica determinado, @ Tel Impacto de la realidad de Iz socedad comercial 0 indus ual cn cheatin sebre In condicgn natural de la exbtencla EL HOMBRE Y HL. ESTADO ” humana, En la comunidad, la presibn social detiva de la ‘coercién que impone normas de conducta al hombre y que en- tra en juego de un modo determininico, En la sociedad la presin social deriva de Ia ley o de las regulaciones racionales, © bien de una idea de propdsito comin: ello exige condenda personal y libertad, las cuales deben obedecer a la ley libre- mente. Una sociedad siempre da vida a comunidades y sentimiene tos comunales en su seno o en su derredor. Pero jamas puede convertirse en sociedad una comunidad, aun cuando pucle ser fl suelo abenado de] cual brote, a través de Ia razén, alguna turganimeién societaria, 1 La nacién Ahora bien.[la nacién es una comunidad y no una socie- dad, La nacién ex ura de las comunidades mas importantes, ¥ quizas Ia mis compleja y completa que haya sido engendrada por Ia rida civilizada) La época moderaa se ha enfrentado con Ja tensién en perpetuo choque de la nacién y otra comunidad humana imporunte, la clase; sin embargo, es lo cierto que cl dinamismo de la nacién parece haber sido el més fuerte. poygue est ms profundamente arraigado en Ja naturaleza [La palabra nacién te origina del latin nasci, o tea de la notién de nacimiento; no obitante, la nacién no es algo bio- logico, como la raza. Es algo éticosocial: una comunidad ha- mana basada en el hecho del nacimiento y el linaje, con todas Jas connotaciones morales de ambos téminos: nacimiento a la vida de la razén y las actividades de Ia civilizacién, Tinaje en Jas tradiciones familiares, formacién social y jurfdica, herencia cultural, conceptos y manera comunes, recucrdos histriecs, B JACQUES MARITAIN sufrimientos, apiraciones, experanzas, prejucios y resentimien tos comunes:(Una comunidad éinica puede definite, hablan- do en gencral, como una comunidad de normas de sentimiento arraigadas en el suelo fisico original del grupo asi como en el suelo moral de Ja historia; se convierte en una nacién cuando esta situacién de hecho entra en la esfera del autoconocimisn. to, 0, en otras palabras, cuando el grupo étnieo . lar ese riego en tanto que nuestra nocién del estado no quede tedefinida tobre unos cimientos autéatics y genuisamente de- mocriticos, y mientras e] cuerpo politico no haya renovado sit eitructura y su conciencia, de manera que el pueblo se halle ‘mejor equipado para el ejercicio de la libertad, y el estado sea tun verdacero instrumento para el bien comin do todos, So- Jamente entonces exe erganismo sobresaliente (el estado) que nuestra moderaa civilizcién toma mis y mis necesario para Ja pessonalidad humana en su progreso folitico, social, moral € incluso intelectual y cientifico, dejard de ser una doble ame- zaza para las libertades de la persona y Jas de la inteligencia y la ciencia. Sélo entonces quedarin restablecidas las fundo- nes supremas del estado —garantizar el derecio y facilitar el libre desenvolvimiento del cuerpo politica y 105 ciudadanos rccuperarin el sentido del estado. Unicamente entonces ales zara el estado su verdadera dignidad, que no procede del poder yeel prestigio, sino del ejercicio de le justicia EL HOMBRE Y EL ESTADO % v Crecimiento normal y proceso simultdneo de perversién En este punto quisiera que no se me interpretara mal, Espero que mis anteriores observaciones hayan demostrado con suficiente claridad que yo en modo alguno despreci8 al estado y su asombroso desarrollo en el curso de Ta historia moderna. Ezo seria tan clegamente irreal y fitil como eondenar o echo: var los adelantos mecinicos que han anslormido al mundo y que podrian y deberian ser instrumentos pars la libericion del hombre, Desde el iltimo perfodo del siglo xn en adelante, se hizo necesaria Ta intervencidn del estado para compensar el general desdén hacia la justicia y Ia solidaridad humana, que prevaledé durante las primeras fases de 1a revoluciin indus. lal, La legislacién estatal sobre el trabajo es de por si una cexigencia del bien, comin, Y sin el poder del estado —del ex tado democritico-, ecémo podria un cuerpo politico libre re- sistir Ia presién o Ia agresién de los estados totalitarios? EL crecimiento del estado en los siglos modernos, como unz md quina ricional o juridica y con respecto a eu fntimo sistema constitutivo de la ley y poder, su unidad y disciplina; el ere cimiento del estado en 1 siglo presente, como una maquina tdenica y con respecto a sus funciores legisativas,fiscalizadoras y organizadaras en la vida econémica y social, es en si mismo parte del progreso moral Este progreso ha sido objeto de total corrupsién en Jos e& tadoe totilitarios, Subsiste el progreso normal en los extados democriticos, aunque sujeto a diversos riesgos, particalarmente cen lo que se refiere a1 desarrollo de 1a justicia wocial. Puede desagradarnos la maquinaria estatal, y a mi me des. agrada. Pero hay muchas cosas que nos son desagradables sien- do, sin embargo, necwsarias no aéle de hecko sino do derecho. u JACQUES MARITAIN Por una parte, Ia primera razén por la cual los hombres, uni- ‘dos en una sociedad politica, necesitan al estado o» ol mante nimiento del orden de la justicia, Por otra, la justicia social es una necesidad capital de las sociedades modernas, Como revultado de esto, el primer deber de un estado moderno ¢s el de imponer Ja justicia social. En realidad, este primer deber se efectiia inevitablemente por medio de una exageracién anormal de los poderes del es- ado hasta el extremo de que éste tlene que suplir fas deticien- cias de una sociedad cuyas estructuras bisicas no alcanzan el nivel necesario con respecto a Ta justicia, Estas deficiencias son la eatsa principal de las difieultades. Por consiguiente, cual- quier objecién teérica 0 cualquier reivindicacién particular hhabran de ser consideradas forzosament: como sccundarias frente a eta necesicad vital —no sélo de hecho sino también moral— de reunit los derechos y aspiraciones, tanto tiempo ‘olvidados, de les personas en los més profundos y amplios es tratos de Ja sociedad humana. EI problema, en mi opiaién, reside en distinguir el pro- ‘greso normal del estado de las nociones falsas relacionadas con €l concepto de soberanla, que viven sobre él, devordndolo; y también cambiar las atrasadas condiciones imperantes que, al imponerle una carga excesivamente pesada, hacen que sea ca- paz de viciarse, Porque erne condiciones generales regresivas y Is falsas nociones absolatistas dan origen a un proceso de per- versida que lesiona y difiere su desarrollo normal. tan diferentes y hasta Seedy (oma ocr", ch oto anf, Con eh pena. ideas hindameniaa en un momento dado de ia histor 38 JACQUES MARITAIN @erecho o una persona. Es una parte del cuerpo politico como todo, suberdinada 2 él y, como tal, inferior al cuerpo police ¥ al servicio del bien comin. EI bien comin de la sociedad politica es el objetivo final del estado, anterior al objetivo inmediato del estado, que no « sino el mantenimienty del orden pablico. El estado tiene un deber primordial respecto dle Ja Justicia, la eval deberia ejercerse sélo Lajo la forma de uaa supervision final en un cuerpo politico fundamentalmente isto en sus estructuras internas, Finalmente, el cuerpo poll {ico debe contolar al estado, que, sin embargo, contiene las funciones de gobiemo dentro de su propia fabrics. En aquel Punto de Ia pirdmide de todas Jas estructuras particulares de la autoridad, que en una socicdid democritica deberian tomar forma en el cuerpo politico desde abajo hacia arriba, cl estado distruta de 1a méxima autoridad fisaliedora, Poe es4 autoridad suprema la recibe del cuerpo politico, o sea det Pueblo; no es un derecio natural al poder supremo el-qae pposee el estado en si. Como se deriva de un elucdacién critics el concepto de soberania ~de la eual nos ocupamos en el ro. gundo capitulo de este libro, Ia antoridad supreme del estado 0 podria ser calificada de soberanta bajo ningin concepto, A Ih visa de una Glosofis politica sana m0 hay soberania, fs decir, no hay derecho natural e inalienable alguno para e1 poler supremo, trascendente © separado de le socedad pol tica, Ni tamporo el principe, rey 0 emperador eran realmente soberarios, aun cuando astentaran el dominio y los atibutsy de Ia toberania, Fl estato ro es soberano; y ni siquiera el pusblo lo ¢s, Sélo Dios es soberano, EL, HOMBRE ¥ EL ESTADO 0 vit HI pueblo ems habado def maine everpo pit ero ye! puch? ‘Abo de ders que el pucblo no os soberano cae gemsino sontco de la plate, Poste en pusida In nocin de sobre: nia ice de poder independence que estan suprensmnente iepaedory por encina del todo redo por a salem, Ye sia evdonte que el poder y la independenia tel puctlo to se fain nopromamentenpradory por encode Re aoe 45 mismaz.{Del pueblo, asi como del cuerpo politico, tenemos que dedir que(o son soberanos sino que)eienen un derecho thturl af flna eutonomia a pobenare por af 9 TH pucblo fercta ec drecho cusndo eles una tort weiner oo ty on trupo poltien serene pare aprobar ua ley 0 roma ana Se Eide, uando cige a pus tepreesuanten Foro ate fer Stampre prmanece con 1 Ts en viru fel mismo por lo que tscalus 4 estado } ss Kanconaros administration, 2s on virud de! mismo por lo que puede cept ¢-aqulon enn fadon de vat orl Len monn, Skgenda evince ae hoa har leer 9-4 gobemar, de manera oc al fmt de fuordad 2 cos Hombres caetetos nto fe certos lines tos de duracon 7 poleter & mismo ejrio del derecho Gel puclo a autofobemane reringe en ln misnn medidas titelor devi, pao no detemina gue la pom de ce Sevecho mim eet dsminuya baje agin peta La aoe Glonrioe aminitratives,o el gbiemo, eo dee, las pervmas Invesidas de pods fccusnee son en el mas cea s, fo de i para “gobermance) cl Srgne gobemnante en el ‘tad, pore el pueblo le ba nombrito, re uerpo Po y elestado, 0 JACQUES MARITAIN tico, detegndes del todo. Fxto eompatibitin perfectamente con nuestra conclasién de quella expresiin mis acetada respecto al rigimen democrético no ex “wolcrania del pueblo”. £8 el dicho de Lincoln: “gobierno del pueblo, por el puebio y para et pueblo". Esto significa que el puchlo esd guberrado por hombres clegidos por él y a los cuales hn confindo el deresho 4 mandar, para cumplir funciones de naturalers y duracién determinadas, y sobre cuya actuaciin conserva. una fisealia: cin regular, Ia primera de todas por medio de sus represen. tances y de Tas asambleas as constituidas:® Aeris, ex Jo que concienne a Ts nocién misma de pueblo Giré que el eoneepio modemo de “pueblo” tiene Historia y arranca de una singular divewidad de ‘que se han fundido entre a2" Pero considerando dnicamente 1a sigificacin politica de la palabra, baste decir que(pucblo 6 la maltitud de personas que, unidas bajo Teyes jsta, por Ia sus amistad, y para cl bien comda de us Numanas exisens cas, constuyen tna sociedad polit o tn cuerpo polit 4a nocién de cuerpo politico entraia los miembros orgdnics niente unidos que componen el cuerpo politic, Ach, cuanto hemos dicho respec a cterpo police y'nacén 0 cuerpo pr Iitieo y evado e igualmeme vido pare pueblo y nadion y prcblo y estado. ¥ aun mis{dado que el pueblo eat integrsd por personas ts cuales no s6lo forman un cuerpo. politico, sino que cada cual tiene su prepia alma y a1 devine spre temporal, el concepto de pueblo es el mis elevado y noble de todos los eonceptorbiicoghque entmo analianleg bl pucdlo ¢# la estancia misma, la ssancin libre viva del suerpo pot % Vase Scholastic and Politi (New Yor, MaeMilon >, 19 37 Véase muesro lbro Raton et saizom (Pati, Lut, 147), cap. Nt EL HOMBRE Y EL ESTADO a ico. El pucblo esté por encima del egado, no es para el estado, sino que el estado es para el pueblo, Finalmente me gustaria destacar que el pueblo time una necesidad especial del estado, precisamente porque éste es un ‘organismo particular que se ocupa del caidado del todo, por Jo que normalmente tiene que defender y proteger al pucslo cen sus derechos y Ia mejora de sus vidas contra el egoismo y el ppurclaularismo de Jos grupos © cases privileghndas, En Ia vieja ‘ancia el pueblo y el rey se apoyaban mutuamente, aunque de un modo ambiguo, en su lucha contra la'supremacia de los srandes seitores feudalet o de la notleza, En los tiempos mo- lemnos ha ocurtido 1o mismo con el pueblo y al estado respect Hie ka lucha por Ia justicia secial. Sin embargo, como ya hemos visto, este proceso normal, si se corrompe a causa del absclu- tismo del estaco totalitario, que se eleva a sf mismo a norma saprema del bien y del mal, conduce al pueblo a Ja infelicidad y Ta esclavitud; el pueblo empeora y corre riesgos si se en- luega a un estedo, por bueno que ses, si antes éste no ha sido espojado de su sediciente soberania asi como de las deficien- Gas de hecho del cuerpo politico en si, Gon el fin de mantener y hacer fructifero el movimiento de mejora social respaldado por el estado, asi como de restituir nueramente el estado al Iugar que por naturalera le corresponde, e¢ necesazio que rue has fanciones que en Ta actualidad ejerce se distribuyan entre \uries érganos auténomos de un cuerpo politico de estructura pluralista, tanto después del perfodo de capitalismo de estado como del socialismo de estado, 0, esperémoslo asi, dentro del ‘mismo proceso de la presente evolucién. Es también mecesario jque el pucblo tenga 1a voluntad, los medios, de asegurar su Lsealizacién sobre el extado, CAPITULO SEGUNDO EL CONCEPTO DE SOBERANIA El tema de discusidn INctN concepto ha suscitado tantas controversies y opi: nniones contradictorias, ni ha envuelto a los jurists y ‘dricos politicos del siglo 20x en un laberinte tan desesperante como el de soberanfa. La causa es quirés que el significado “riginal, genuinamente filos6fico, del concepto, no ha sido lo astante examinado, comprobado y tomado en serio por ellos vlesde su mismo comienzo. Ea la misma medida con que ee destrrollaban los eritions problemas prictices relatives al derecho internacional, aumen- ‘aban y se extendian Jas controversias sobre 1a soberania del ‘stado, considerada en su aspecto externo, © sea de las rela- cones entre estados, Se planted la cuestién de si 12 comunidad internacional como un todo mo et la erdadera detentadora te la soberania, en lugar de Ios estados individuales! En ak gunas esferas 1e Hegé incluso a dudar de Ja nocién misma de A Ronmr Linsne: Notes on Sovereignty (Withington, Fandscin Camepie para te Par Internaconal, 1921), tap. Tl, "Notes on world sveregait. Reimpreso por el Amévican Journal of Internattael Lay, cero de 121. “4 JACQUES MARITAIN soberania? Tal fué Ja posicién adoptada por Triepel, y Inego por otros interaacionalistas como Edmunds? y Foulke* Sin ‘embargo, e1e reto al concepto de soberania quedé solamente ‘con caréeter de naturaleza juridica, sin legar hasta las raices filosStieas de Ta materia, ‘Mi propésito en este ensayo es anslizar el concepto de © beranta, no en érminos de teoria juridica sino de filosotia politica. Estimo que los fundamentos para procedsr asi son inmejorables, ya que soberania, en sus origenes hiscOricos, e, ‘como ya observara Jellinek, “un concepto politico que se ane formé posteriormente"S, con vistas a asegurar un fondo juridi«» a poder politico del estado. ‘Mi respuesta es que la filosofia politica debe desembars. arse tanto del coneepto como de la palabra soberaniat 1 porque sea una expresidn anticuadaé, ni en virtud de wn: teoria sociolégicojuridica de la “ley objetiva"™, ni sélo porque cl concspto de soberanta cree laberintos teéricos en el campo del derecho internacional, sino porque, corsiderado en su siz: nificado puro, y en la perspectiva del adecuaco reino cient fico a que pertenece —la filosofia politice— tal concepto es 2 Hhssen Ema Cones: Recent ‘Theories of Sovereignity (Chap Une ok Chicago Pree, 1989)pp. 2 9 ex, TSmaise £ Eowunoe! The ievles Law of Nations (Washingtor, Iyme Coy 195). ? T xiean Re POULRE, A Treathe on fatemaliout Zaw (Phiaceipin ‘Jon. G- Winston” Coy 1980, "La palabra seberania cy amiigua,s'S Jueremas percer empo peteigulendo sombre, por consgiante desea ‘Ruse’ totalmente wa paabra, Lavon “indayettéada™ indica auc: erie cvalquer idea fmbricaia en el empleo de Tz sehorania,necesien PM, Come jasiven: Rech des modern Stoner: Allgemeine Stedledne hen 100), p39 1, nd Reich ale Gebietshpersatten ‘eihiceg Pettss: Gemeinde, s ueiin, 189}; Charen E. Mest: lary ol the They of Soveeigiy Mr onmens eon Very Calumbla Unteenity Prey 120) “Him Ductnes Law ty the Modern State (New Yorks Viking Pee, 1919, Foy de acierde con Dugut respect a fa neces de seco? Eine conagpro de la horoponabllied dd esado como ol de le: ‘erania cnatel aunque no en evanto 2 Jat raronessobne lay ales fe EL HOMBRE Y EL ESTADO 4s iutriusecamente erxGneot y esté destinado a confundimnos si lo antenemos y seguimos wtilizindolo, aun presuponiendo que 1a sido aceptado por demasiado tiempo y con excesiva ampli- ted para que sea permisible rechazarlo, ¢ ignorando las falsas connotaciones que le son inherentes. eEs una observacién algo pedante, pero permisible en este punto y bora, referirse a Ta precision en el empleo de las pa labrast As como hs palabras civitas y xoy.; han sido traducidas Fecuentemente por “estado” (aun eande st nombre mi spropiado es “reptblica” o “cuerpo politico", y no “estado” uumbign las palabras ayguog y “princeps” (“gobermante” 0 “yobernador") lo ban sdo como “soberano”! Esto constitaye luna engasosa traduccin que enturbia el problema desde el comienzo, Principatus (‘principado”) y suprena potestes (“po- testad suprema” o “poder supremo") signitican simplemente ‘a mds alta autoridad gobernante” y no “ioberania’ como + ha significado desde que esta palabra hizo su primera apari- con en el vocibulzrio de la teotia politica, Inversimente, "so: berania” es interpretada como majestasen latiny Goi? rBowatee lan griego, cosa que se subia perfectamente en tiempos de Jean Bodin. «Dade pn vit. eo bi epi Weld Ney ll hn Wt of ir Be eer ae wa 4 cnn « oe geben eae aa. mentcaranas ara Bea Ph * PiU Plena Ms Keg dice seuereign (solveran0). ® ‘s SE TESERA EET vate Ch Joes Do, 189), 4 JACQUES MARITAIN 0 El principe soberano de Jean Rodin Jean Bedin esta justamente considerado como a padre de In teoria moderna de la soberania, Para Bolin, el rey no poseia ‘una soberania supramundans, la cual no tiene absolutemente ‘nada superior a ella. Dios estaba por encima del rey, y el poder supremo dal monarca sobre sus siibditos quedaba al mismo Niempo tometido “a la ley de Dios y de 1a naturaleza™* y a los requerimientos del orden moral Pero el rey exa soberano, 3 De la misma obra de Bodin, ibe. cp. VI. 42 nlax ada Shepard (Sovercigniy’ at the ‘odin’, Polieal‘Siente Quarter, MLV). pp. SOE): hn I {ide en que todin se hetisin en bi encrcidn cob te nosey Pha 5) pallipe ietdo "lai" ey"human, noe chaate £38 Ur To ee faa) ate aaa a 3s Dias melee Pare deat dt do eager wae as als tt peloee ecco in ESR! Ca peel att udane tate nts eae Bos fete ills ned derecaeraeat tes Set RAR eth ethe Ram Ge tase eee cchlar ee a Erde 6 Die Sheena ae eB ea story Uh echnical we ans Icarus Sim sell Ps ac nl Pe oe i nn ice pare eg cal Seca ate atl hl, Ca ioe iSite pcre deity eae SOS A ie decom noma: htc Sad ty hanes Date ea Sle Spe Fat Ca Jar dew aed aig ea er Ries (ie BALA Ba page amore Ie Bods ilntiah fot Ma Caer Nema EL HOMBRE ¥ EL ESTADO " dl roy posela la soberanfa humana. Ofgamos a Bodin en sus propias palabra "Il est icy besoin de former Ia definition de souveraineté, par ce quit ny a ny jurisconsulte, ny philosophe politique, qui Taye detinie™ Tita anveraingt ot le pustnce absolee et perpetudlle dune république” 34 “Ceste puisance est perpetuelle"®, es decit, “pour fa vie de celuy qui a la puisance"™, en oporicion a aquellos que “ne son que déposiaires, et gardes de ceste puissance jusques a ce ul plaise au peuple ou au Prince la révoquer".!" 1S Te peuple octroye sa puissance a queleun tant gu'it vivra, en qualité d'officier, éu lieutenaus, ow bien pour se descharger seulement de Teacrese de sa pusance: ed ce eas iL n'est point souverain, ains simple officier, ou Tiextenant, fou gouverneu, ow gardien et bail de la puissance Pero “si la puissance absolue luy est donnée pure- rent et simplement, sins qualité de magistat, ay de commi- aire, ny forme de précaice, i est bien certain que cetyl st, et $e peut dire monarque sowverain: car le peuple Fest dessasi et depouille de sa puissence souceraine, pour tenssisie ivtue ae XVie ste (Paris, Boivin, 1996) pp, 78516; La Ripubligue Ieee sohin'y fam hada ew eibjue to RPvurae @dtinae ee Shomeser™ wok Se 1 Bouin, olea omenciooada, Mb. tp ip. VN, p. HER “Ee meceario fae squt a dfticiin de seberata pare bo hey of jurnconao nl foe silo oleae fa haya cetinido”” (The six hiwkes af 5 Comores ean by. Botin, 3 famous Lawyer and-a man of gteat Experience ta tater of State oui of the Freneh and hatine Copies done into English, Ty Ruhard Rnctes, London, Tupess'@. Ahup, aoe pose TOL ober w fa fotela absolute eipetus de tore Repibica” 48 "ad poder es erfatuo Shor deeming dit 'vida_de quien detente ee poter” 31 -o son ‘nds gue doses 7 gawane dee poder hasta que Wiesel pugio slog se ode agen de yor vite, natn SF RUGRsd'en we ato no ep en Sislute s0bzanD sow snp stele, 2 nejente, © goboreador, © guardin y arieudataao ‘de It 8 JACQUES NARETAIN ner et incestir: eta Iuy, et en luy transporte tout son pousoir. euctorite, prerogatives, et sowverainetés ‘Ahora bien, equé significa “puissance absolue?” “Le peuple cu les seignewrs dune République peuvent donner purement et simplenent ta puissance souveraine et perpetuclte & queleun pour disposer des biens, des personnes, et de tout Vestat & son plaisir, et puis le laisse & qui it voudré, et tout ainsi que te propietaire pent donner som bien purement et simplemeni, tans autre cause que de sa libéralité, qui est la vraye donation: et qui ne regit plus de coulitiom, extant une paaite ct sceomplie™ 2 Ait “le Monarque est divisé du peuple”® Y¥ “le poient principal de la majesté souveraine et puissance absolue, gist principalement donner loy aux subjects en {éndral sans leur conscatement’.® “Le Prince souverain n'est tenu a rendre conte qué Dieu" “Le Prince souserain ne doit serment qué Dieu" 3 ‘La souvertineté n'est limitée, nen puissance, ny en char ges my d certain temps” 18 eso“ al poder abit se le ere puromente y singlenen tr sn alia Raghsby mde cota ef eed pees Wiese puchto 1 ha Liprendide’y apijado desu fer sober, br Irenesen fy sce a se flint ode ode. ea erates rats POE! pieblo o bs sciores de wma Repiibica pueden olorer fu rnnte yap Gok hte td te sponge We for bienes df lar persons,» de foo et esaca ns ao, poate seein en il mn motte rae serge Rel ard ude rete pac" BY puso pipe a maj rica y poder abuts con pte ary a abies gene Sa SEAT sine mborne me ice que rentr enent sne « Din RE Prhehe sats Pine esta fnancnte sia 9 Bio Ba soba no ens lns fee MB EL HOMBRE ¥ EL ESTADO o “Le Driven est Pimage de Dien" “Or tout ainse que ce grand Dieu souverain ne pent jaire tun Dieu pareil a luy, attend qu'il ext infini, ot qu'il ne se peut faire quiil y ayt deux chotes infinies, par demostration hnecessaire: aussi pouvons nous dire que Je Prince que ous vont poss comme T'image de Dien, ne peut faite un subject gal 4 Tuy, que sa puissance me soit anéantie”.* um EL error original Esta perfectamente clara Ja posicién de Bodin, Pueito que 11 pueblo se ha despojado y privado absolutamente de su poder para transferirlo al soberano, ¢ investirlo con é, entonces el suberano ya no forma parte del pueblo y del cuerpo politico: “queda separsda del pitehlo", ha sido convertide en un toda, nn todo separado y trascendente, que se encama en su viviente persona soberana, y merced a lo cual el 0:10 odo, el odo ymanente del cuerpo politico, es gobernado desde arriba. Guando Jean Bodin dice que el principe soberano et la ima: sen de Dios, esta frase debe interpretarse con Ia plenitud de su fuerza, e implica que e! soberano —sometido a Dios, pero que no Gene que rendir cuentas sino a £1— trasciende el todo politico lo mismo que Dios trasciende 1 Cosmos. Una de dos, soberania no significa nada, 0 implica poder supremo se. narado y trascendente —no en la clspide, sino por encima fe ella (‘par dessus tous les subjects")— quo gobierna desde BCE rrwape ote ng te Die on Dine wemefinte BY, po edamte es nfo 7m. prcte hdcorn re haya fou ces Ifiitas, por demontacion necesita tahiien. poems! uma {eal pritelpe ge hemos etabeehiy a snelanea e dagen te Dion no Hide ieee igudt'a cle singin seodio, sla que au sutosaad che inetd, . 0 JACQUES MARITAIN arriba 3 todo el cuerpo poli sp0 politic, For 6 dicho lwo (tbsolito, es decir, desigad, sparado) fcc e meute flimitado, tanto en extensién como durac aya iene que reniir aunts amadie en la derra Tot SB tener Shi ce so pa ete ‘vez investido de antoridad, al comenzar por apartarse de aa einai oe is sane la cuestion reside en qué clase de separacién sea ést. ‘Gn fespecto al mando politico esta separacién s verdadene vo diciéa para el ejercicio del derech mi Poe ond re deel. tr Peo on de ese derecho, e! Me presume ha entregado el pueblo por khuireiolonte visible como Ia persona misma del ‘monarca— reside 3 sali . an el soberano. cen Aqui nos hallanos frome al enor fs : indent det com povde wobeania ye err orga) de he eee seberanta, Ells sabian que el derecho al aucogobierne ip wines 2 ucblo naturalmente, Mas para la consideradén dete fan que el “principe” recibe del pueblo la auteridar se halla inve cae hala invest. Peo pasron por alto y aide cs fisiea y donacién, En ots pilabat encom I cut . : AANEON Ta coin ow an 3 toes (0 oder natal cents ee ga a EL HOMBRE Y EL ESTADO. Ey miso, en lugar de enfocarlo en términos de derechos poseldos por excncia © participacidn, Un bien material determinade poseido por uno, no puede poseerlo oto al mismo tiempo, y sélo puede plantearse una cucstidn de transferencia 0 dona- cidn, Pero uno puede poseer un derecho como cosa inkerente a su propia naturalera, como algo perteneciente a él, y por seerlo, ademés, oto, como participscién. Dive posee por cia el derecho a mandar; el pueblo poste ce mismo derecho, tanto por participacidn en el derecho divino cuanto por esen- cia, en la medida en que es un derecho humano. Los “vicarios” @el pueblo o diputados por et pucblo poscen (poseen real- menie) ate derecho idlo como participaciin en el derecho el pueblo2* Entonces, en realidad, ¢ incluso en el caso de la monaryuia pero no absoluta~ debiera haberse mantenido, dado que el principe es el “vicario de la multicud", o diputado por el pue- blo, que su derecko en tal capacidad es el mismo derecho del pacblo, del cual ha sido hecho participe por depésito o fei Gomiso del pueblo, y que sigue detentindolo et pueblo en lugar de haberle sido desarraigado para wansferirsclo a él. Por tanto, cl principe tendria que haber sido considerado como en Ia cispide (mas no por encima de la ciispide) de la ‘estructura politica, como una parte representativa del todo (y ne un todo separade) o come uns periona comisionada para el ejercicio de Ia més alta autoridad en e] cuerpo politico, {que tiene Ja posesion de la misma en vicariato como un ma xime de participacién en este derecho naturalmente poscido por el pueblo, Tal principe —euyo concepto jamds se mate- HalisS on la historia humana, salvo quieis, en cierta medida, fen el caso de San Luis (Luis IX de Fraaciaj— hubiera exado separado del pueblo por Ia condicién existencial exigida para el ejercicio del derecho a andar, Pero jamis hubiera estado dividido del pueblo en cusnto a la potesién de ese derecho, 2 Vee Jew Boos: De la République, cap. Vy pp. 199-38 st JACQUES MARITAIN Iino n cont, a que lo posta por degen y participa &ién, Hubiera tendo que responder ate ef poco aiciee Silo un tp, pvo nowt teyabsluto; an pritipe pare sean lacps bene Vv Siguifiendo de le soberania, El Dios mostat hodbesiano 2 contpto de sobsania tons form dna en et no rento en que la monarqla absnate sia ee en zon noch cesjondime hada wligda ny edn Sin con respecte ah antried pole Sone Soa aN, principe no de! sberan, Ea ts tpocsfeudane eens woo stor de soney ena eno de on cee, Fae ot opi drches y pode Les juste os te ea {So prpaaron dura maven miso nenae sears Sin moder de sodrania In eal toe taper ace los vempos de Jenn Bolin en natlane ser wane Soe edad barroca, z at «) Ths dendo aun lado Ia teoria de derecho dino de tos eye, Que llores en wempor de Laie ce oe inperane ef. que rey como pono pals wy dea tun enatienatie a govern ass ses dae sete Un sonque ol puclo habla egos un sede i oe Ut fondue el sino, y sung poder bre eal ey su dcpendicie, a patio queens pee Oa 2 pernane ye deecho natural de hobo el ene ae tp resda, en lo fer, tien) plommonte oan del ey At el montana deeb al peer eee 2 Tuo e4 poe ateslvin conferie dirtamente sev pot Dink J no indtectamemie a caver acl pele que Te toes Phe Sali‘ fe Repica™ sh mena eat EI. HOMBRE Y EL ESTADO si ‘era natural e inalienable, y a tal extremo inalienable que los reycr destronados y su descendientes segufan conservando ese derecho para siempre, indspendieniemente de cralquier con- sideraciéa sobre Ia yoluntad de los sibditos. Y como este derecho natural ¢ inalienable al poder supre- mo residia solamente en Ja parsona del rey, con respecto al cuerpo politico, pero independientemente del mismo, el poder del monarca era supremo no sélo como el poder mis sobre. salieate de Ia parte més clevada del euerpo politico, sino como tun poder monddico y supremo que existis por encima del cuterpo politico y separadamente de él. Asi, el rey reinaba sobre sus silbditos desde Io alto, y se ocupaba del bien comin desde arriba; era Ja imagen y semejanza de Dios (privilegio real que iba a ir en detriments de Dice posteriormente). ¥ cualquier restriccién de la suprema independencia y poler del rey, Unies: mente podia provenir de una libre y graciosa cuncesién otor gada por el monarca (aun cuando, en realidad, cedia ante 1a ppresién) a tal o tales partes del populacio total de abajo. ‘Tal era Is idea y el propésito por los cuales se acufié In, palabra soberania® No podemos emplear el concepto sobera fa sin evoar, aun inadversidameme, aguella derivacién original. {Guill es, entonecs, el adecuado y genuine significado de la nociin de soberania? ‘Soberania significa dor coms: primero, un derecho a Ia indepenencia y el poder supremos, el cual es un derecho > Quito decir en et vorabuaro de 1a tora politi. La_ palabra epee el ajo an aenma,“Eopenatih nie res se empleo atatn ete lergue comen, ngrsfcanao chalga tancantze Tivenldo de ators supers, por efemyrn, “joer supetior”. Da. Cange Wrtae Susie Reali) gloes bm edt sc toy tet Garon Vs Ao en 1887 que dics “Wotlon ef ondonvots coe "le Bal ou aute ter Sousa * om JACQUES MARITAIN naturale inalienable; segundo, un derecho a una independen- ela y un poder, los cuales, dentro de su esfera, son supremos deuna manera absoiuta 9 trascendente,y no comparativemente ni ampoco como Ia parte més sobresaliente del todo. En otros términos, et separedo del todo, al que gobiemna dl soberaro, ¥ Ia independencia del soberano con rexpecto a exe todo y sss Dpoieres sotre ¢l, son supremos, Su independencia y poler no son s6lo supremos en relacién con cualquier otra parte det todo politico, como cima o parte mis clevada de ese todo; son abiolutamente supremos, 0 sea que eatin por encima del toto en cusstign, La Soberanta es una propiedad abioluta e indivisible, que no puede contener ni admite grados, 7 que pertenece a) sobs. rano_independientemente del todo politico, por derecho Peal ee sterania gemuina, este ‘ales lx soberania genuina, Ie soberania que cryeron tee lov reyes abolutos, nocion que heredaron ellos oy estados absolutes, y cuya plena significacién salié a luz en el estado hegetiane, y mucho antes de Hegel, en el Dios Mortal hobbesiano, Releamos a este respecto la inolvidable pagina de Hobbes: “or cuanto el scuerd do arrest, dice Hobbes, el de los hombres es s6lo por Contato, lo que cs Artificial: y por consiguiente no es de extraiiar que se pre. cise algo mis (ademés del Contrat) para lograr que si Acuen. do sea constante y duradero: lo cual es un Poder Comin capa de Tibrarlos del temor y de divigir sue actos en pro del Beneficio Comin, “La nica manera de erigir ese Foder Comtin, para defers derios ée una invasin de Extranjeros y de las injusticias de leno y otro, y por consiguiente dures la seguridad necesaria. part que puedan alimentarse de #1 propia industria y de lor frutos de Ta Tierra y vivir contentos, «6 confriendo todo st poder 9 fuera @.un Hombre, 0.4 una dsanter de hombres, EL HOMBRE ¥ EL ESTADO 55 que pueda reducir todas sus Voluntades, por pluralidad de voter, en una sola Votuntad: to cual quiere decir, designar un Hombre 0 ura Aramblea de hombres fara que encame a sus ‘personas; que todo el mundo confiese y reconozca ser Autor de caalquier decisién que en nombre de sus Persona: adopte, con respecto 2 la Paz y la Seguridad Comunes, 1a Persona o ‘Asamblea investidas; y que en ello todos sometan sus Volunta- des a su Voluntad, 9 sus Juicios a su Juicia. Lo cual es algo ‘mas que Consentimiento 0 Concordia; ¢s una verdadera Uni- dad de todos ellos en una sola Persona, hecha mediante Con- trato de cada hombre con cada hombre, de tal forma como si cxda hombre dijera a cada hombre; "Yo autorizo y ced mi Derecho de Gobemarme a este Hombre, 0 a esta Asamblea de hombres, con esta condicién: que tit Ie cedas también tn Dere- cho y que Autorices todas sus acciones de Iz misma maner Hecho esto, la Multitud, unida en una persona, se lama Repii- blica, en latin civitas, Ast ae genera cl gran LeviarAn, 0 mejor (pare hablar con mayor reverencia) ef pios MoRTAL al cual ebemos, bajo el Dios Inmortal, nuestra paz y defensa. Y por esta Autoridad, dada a él por todos y cada uno de los hombres de la repiiblica, él tiene el uso de tonto Poder y Fuersa que le hhan sido conferides, que incluso pucde por el tervor conformar 1a voluntad de todos ellos, por 12 Paz interior y Ia mutua ayuda conva tos enemigos del exterior, Y en él consiste 1a Esencia de le Repiiblica; Ia cval (para definirls) es Una Periona que Acta como una gran Multitud, merced al Contrato nayural de todos ellos, gon To cual lo han convertide en el Autor, a fin de que emplee Ia fuerza y los medios de todos ellos, como ju {gue pertineme para su Paz y Defensa Comunes, "Y esta Persona es Usmada sonERano, y se dice de ella {que tiene rODER sopERANO: y quienes le rodean son stnorTos suyes”. 3 Leviathan, © R.A. Waller (Cambri At the Univenity Prose 1908), pie cp. XV 56 JACQUES MARITAL v Ni el euerpo politico ni el extado son soberancs ‘ora ven, equ econ, eens plnito con retin ut cuerpo policy, aqui, en mapeca a ace Hl cxepe police ene’ dredona i itec pina, Piiaco, 4 ple seesoenia ieee Carmen Blom iC mmr agundoy I pleng eutovomis coors ee relacién a tos dems cuerpos politicos. . Ta plra sttonomia ire del cuerpo polit signe ues poitroa con na indpentencis topes ee ie dea, rnjor gue de calquien de as paseo de oe ninguna dees pets puede, mediante taareciae ade toy sunit als na nib ee cee ini, adie que we goer oon un es ee Uo. (0 mayor que el de cnigulots de ae eer ee, Que ringona dees partes pucle nutgende oh ede al poder icine de que difraten To opteency Soe a avis a Jos cuales se rige a si mismo el propio todo. ° 2 pena antonoia etfema del encpa pling ge cir que gora de uns indeperdenca Welatranente wenn og reapeco nla comusidad lotreconal over een eee aque In comunidad interacial ~gue'ea tes ee cme nse et See cd le carat de inependenca pola propins wo dese ean pee ni lamina fon respect af aso, or conigiens, cada evrpo police, ences sg eee uma tctedad politics mas auplia y superior no dene sober on in tera nogin poder al que te cel te tintin fala de Se cee wun importa delloar la gutia conta ovo eeepe yliios me |. HOMBRE Y EL ISTADO. 87 El derecho del cuerpo politico a esta plena autonomia de: riva de su propia rawualeza como sociedad perfecta y autos ficiente: naturaleza digémoslo de pasada, cue los actuales ‘cucrpos politicos estin perdiendo en realidad, cada vez en ma- yor medida, de manera que mantienen su derecho a Ix plena autonomia sélo como umn vestigio y porque no se hallan todavia inegrados en una sociedad politica mis amplia, realmente perfecta y que se baste a sf misma. En cualquier aso, cuando tan cuerpo politico decide pasar a formar parte de una sociedad politica mayor, digamos una sociedad politica federal, renun- ia, por el mismo principio, a sus derechos de plena autonomia, faunque conserva de hecho y derecho wna autonomla limitada. tmucho més limitada, cvidentemente, en lo externo que en lo interno. “Ahora bien, digo que el derecho del cuerpo politico a la plena autonomia, que acabo de analizar, es un derecho nat ral y hasta un derecho inalienable: quiero decir en el sentido de ‘que nadie puede privarlo de ese derecho; pero en modo algeno cen el sentido de que 1a plena independendia eu cucstién sea in- alienable en si, y que el cuerpo politico no pueda ceder ese de- recho, si reconoce que ba dejado de ser una sociedad perfecta y autosuficiente, y consiente en integrar una sociedad politica mayor, Por consiguiente, Ia plena autonomia del cuerpo politi- 0 implica el primer elemento inhereate a a scbevania genuina, ‘6 decir, un derecho natural y —en un sentido~ inalienable 2 Ia independencia suprema y el poder supremo, Mas no implica al segundo elemento. Porque esté claro que el cuerpo politico no se gobierna a si mimo separadamenie de st mismo y por encima de sf. Con otras palabras: ea poder e independencia suptemas son sélo comparativas 0 relativamente supremas {como correspande a este todo dado en relacion con sus partes, y también con respecto a la comunidad no organizada de los ‘otros tors). Ast, el segundo elemento inherente a la soberania jgenuina, o sen el carieter supremo de independencia y poder a JACQUES MARITAIN absoluto y trascendente, que en la autéatica soberania estén sapremamente seperadas de y por encime del todo regido por al soberano (y que en Ja esfera externa tiene incluso Is postbi- lidad de cualquier sodedad politice mayor y superior, cosa ‘que repugna en sia Ta mera essncia del soberano), replto: el segundo clemento inherente a la soberania geniina no se ayus- '%, a todas tuces, al concepto mismo ée la plena autonomia del ‘cuerpo politico, Comidnenos ator a eund, 21 etado una pate y un cxgansmofnsrmental del expo pole, Port ted oe gous de dndependenclasoptema con repeal todas ems poter tbe cl tao n de nnn derecho seo bedepndencia y poder shpremms Solmente ese ekewey done 7 pose spremon am rape a hs ota pare il Ciones ” JACQUES MARITAIN Si es cierto que la politica es algo intrinsecamente moral, Ja primera condicién politica de un buen politico es la de ser justo, Yes cierto, al mismo tiempo, que la justicia y Ia virtud Ro conducen, como regla general, a los hombres al éxito en este mundo, dentro del corto 1érmino que va de la cuna a la tumba, y en el cual precisamente les importa el éxito, Pero Ja antinomia queda resuelta con respecio a las wociedades hu- ‘manas, porque Ia consecucién del bien comin, con lat con iciones de prosperidad material que entraiia, no pueden po- nnerse en peligro mi ser éestruldos por la observaciin de la justicia, si se toma en cuenta Ja duracién hisérica.y si el ‘efecto especifico del empleo de la justicia se considera en sf, aparte de los efectos de los demas factores en juego. 1m La racionatizacién moral de ta vids politica Hay otro tipo de racionalizaciéa de Ia vida politica, que no es anistica ni técnica, sino moral. Esto implica el recono- ‘cmiento de los {ines esencialmente humanes de la existencia politica, y de sus rafces més profundas: justicia, ley y mutua amistad. También involucra un esfuerzo incesante para lograr que las vivas, méviles estructurae y érganot del cuerpo poll tico sirvan al bien comén, Ia cignidad de la periona humana, y el acntido del amor fraternal, pars someter el yasto material ondicionante y el pesado montaje de los intereses encontra- dos, el poder y la coercién inherentes a la vida social, a la forma y reglamentaciones de Ja razén humana dimanante de Ja humana libertad, y para basar la actividad politica no so. Jamente en avaricias, celos, egotsmos, orgullos y supercherias infantile, reivindicar el prestigio y transformar la domina- clon en reglas sagradas del mis serio juego, al alcanzar una HL HOMBRE Y EL ESTADO % conciencia madura de las més intimas necesidades de Ta vi- dda de Ia humanided, de los auténticos requerimientos de la pu y el amor, y de las energlas morales y espirituales del hombre. ‘Ese modo de racionalizacién politica nos lo descubrié Aris. ‘tételes y con dl lot grandes filésofos de la antigiedad, y los grandes pensadores medievales, Después de una fase de racio- hhalisimo, en la cual grevitaron varios errores fundamentales, yy que estimulé vastas ilusiones en las mds puras esperanzas humanas, concluyé en la concepcléa democratic: puesta en vigor durante al siglo pasado. En ests punto debe decirse algo de particular significa. cidn: Ia democracis es al tinico camino para obtener una ra- conalizacién moral de la politic.® Porque la democracia es tuna organizacion racional de las Hbertades fundada en la ley. Desde este punto de vista podemos apreciar la critica im. portancia de la supervivencia y mejoramiento de la democra- ‘da para la evoluciin y el destino terrenal de la humanidad. Con la democricia ha iniciado lz humanidad el tinico camino auténtico, 0 set el de Ia radonalizacén moral de la vida po Titica; en otros términos: el camino hacia la mas elevada rea- licacidn terrestte de que sea capaz e] hombre en este mundo. Tas democracias Ievan en un frégil Duque la esperanza terrena, dirfa también la esperanza biolégica, de la humani- dad. ¥ desde luego, el bugue es frigil. For sapucsto, nos hs amos en los primeros pasos de este proce, Desde luego, hemos pagado y seguimos pagando excesivamente por los gra- ves errores y lat fallas morales, La democracia puede ser toxca, torpe, defectucsa, Quizis merezca los severos juicios emitidos sobre sus capacidades por el jurieta francés Emile Giran ‘eonsejero juridico de la Liga de las Naciones, cuando escribié, Homme, tel et le but de Ia Admocatie:s2 wie historique, dest ta racinalon’ de PBlag at du owmoie”, B Atomsne orraenes: Las Nous tendences du droit consttuiionnd (Par, Giard, 1031, p. 4 * JACQUES MARITAIN sobre el perfodo de 1619-1989, un libro ttulado Za nulidad ela poltica internacional de las grandes democracas# Sin embargo, a democracis sel nico camino yor equ deben pasar lay energias proresvas dela historia humana, Por 10 mismo, podemos tambien apreciat la rexponsali: ad que pesa sobre In derocrcia, Podemos adver Ia ortatea Unie, diamésca, del problema del fin y los medins para la democracia. En el proceso de racionalizacién moral e Ta vida politic, los medior han de se neesaiamente mo- rales El fin, para la democrcia, c tanto libertad como josh Gia. El emplco, por parte de la democrada, de medion bien tence dneompables con Ta justia ya Ibertad comstula en la misma medida tin aco de antodestrucidn Ms no permitamos que la slit maquavélca nos des salient, al decir que la justia y el tespeo por lon velncs morals provocan debildad y ruina, y que la fuera silo e¢ Guerteewando se cleva al nivel supremo de le existenla po. ica, Lo cual es mentra, No s6lo, como ya hemor visto el nal e incspar de obtener éxito a lt amg, tino que aqul 2k pueden coexitr In fuern ya justin, el porto de Jas nciones que lichan por la liberad puede ser incloso sayor que el de aqudlas que defienden ia excavitad, La segunda guerra mundial fae una prucba de ello. Tnclvso la feeraa misma de un ceerpo polidea demoeriteo prempone justi, porque utiliza energlts humanas como energian de hombres Hires y no de exclvos. Mar aun: se necesita un es foro supremo de todse Ine eergies de la libertad, eit sa mismo reino espitfual, para compensar el momentineo dee arrollo de Ia fuerza isch obtenilo, en les petencas aqui: iss, al recur a cualquier medio para conseguir wu oe Yesteesfuero nipremo 0 puede logarse de un cuerpo polit: co que ignore ts valores y Tae normts mottes En seid, le 4 Eams Gun: La Nulité de te ollave international det gran emacs (S191) “Gary, hetael ity, AR ena Se renter EL HOMBRE Y EL ESTADO 7 fuerza es supremaments fuerte cuando la pruta suprema es Ja justicia y no Ja fuerza. ‘Ya sabemo: que la carne e¢ débil. Serla insensato preten. cer la perfeccién ¢ impecabilidad de aquellos que aspiran al logro de la justicia, Hemos de perdonar a las democracias por 32 debilidad accidental y sus deficiencias. Si sus esfuerzos por esarraigar la injusticia de sus vidas y lograr que los medios, acecuados sean dignos de sus fines fuerm decididamente i saficientes, entonces quizis la historia sea menos tolerante fon dllas de To que puidieramos desear. Es posible que el curso presente y futuro de la historia humana someta lat democracias a terribles pruebas y fatales alternativas, y entonces quizis se sientan tentadas de perder I raxén para conservar su vida. Como sefialé Henri Bergson, cl sentimiznto y Ia filosofia democrdticos tienen sus raices en el Evangelio® Tatar de reducir Ja democracia a una teco- ‘racia, y expulsar de la misma Ja inspiracién del Evangelio, junto con toda Ja fe en las realidades supramateriales, supra matemiticas y suprasensoriales, seria intentar privarla de su sangre misma, La democracia edlo puede eubsittir con Ia int- piracién del Evangelio, Slo en virtud de la inspiracién del Evangelio la democracia puede superar sus prucbas y tenta- done! més horrendas. Sélo en virtud ée Is inspiracién del Evangelio puede la democracia desarrollar progresivamente su in moral de Ia vida. politien importane taven de rilonali Pero mi andliss seria iocomplcto sino obsevara que el iperoraliana police tan socio como el snoring én Ultimo andl, consttuye una rapusta al propdto mie tno de ciniimo poilc, La poltienex una rama de It Ec, ero una rama epecitmente ditata dels otas sngiat {el mismo tronco, Porque vida humana ene dos Utimoe fet, uno subordinade al-oro: wa fin dino, ex un orden 1 Hew Rractow: Les deus sources de la morale et de le religion (Paris Alcan, 1S}, p. 308 n JACQUES MARITAIN dado, que no es sino el bien comin en Ia tierra o Ia bonum vitae eivilis; y un fin dltimo absoluto, que es el bien comin tareendente y eterno‘ffLa ética individual toma en cuenta € fin dime subordinado, pero aspira directamente al segun- o fin absoluts, el bien de la natursteza racional en sus reali aciones temporales\ De aqui la especifice diferencia de pers _pectiva entre aquellas dos ramas de la ftica, ‘Ast ocurre con numeromis normas de conducts del cuerpo yolitico, que los pesimistas del maquiavelismo deforman en leneficio de 1a amoralidad politica, tales como el us0, por parte del estado, de la fuerza coercitiva (incluso la guerra en caso de absoluta mecesidad contra un agresor injasto}; el em- leo de Tos servicios de espionaje y métodos que jamds dedi ran erromper a las gentes, pero que es inevitable que las ‘orrompan; la utilzacion de los métodos poliiales que nunca éeberlan violar los dereches humanos de la gente, pero que forzosamente degeneran en rudezat; mucho del egoismo y «go- tismo criticable en los individuos, el recelo y la desconfianza ppermanentes; una prevencién no necesariamente perjudicial fsunque tampoco cindida con rcepecto & los otros eatados, 0 Ia tokeancia por la Tey de ciertos hechos malos; el reconoci- mento del principio del mal menor y del fait accompli (*he- cho eonsumado”, clifiado de “estatato de limitaciones") que permite Ia retencién de bienes 0 ventajas mal ganadas anta- fo, debido que nuevor sos humanor y zelacones vitales Jes han infundido derechos recién nacidos... Todas esas cosas tienen un fundamento étice. El temor a mancharnos por penetrar en el contexto de Ia historia no es virtud, sino una manera de escapar de Ta vit- tad. Algunot parecen creer que meter nuestras manos en este universo real y concreto de las coms y relaciones humanas f Pemenn, Ce: "ey poms en pl et mare’ Now et ‘Srowds oe Aquino: Summa Teolgic, LM, pp. 962. EL HOMBRE Y EL ESTADO 9 nde exist y cula el pecdo, os en af um pact con el pe MS gna se se comtajea desde ara no eee aden ree pai me mas que an pismo faisaior no e Ta dct va de pontiacion de lo medion : Tar amarina se rece pinciplmente a 1a cuetin de jenqua de los matios,y decarst coe axon de que @ rede fos medion conesponda al de lot finer Ege gue Tnter ies dgnos del hombre se persgan por medion no aoe tiga, Ince prineroy sempre sobre a vlantad po ie de porer nrg maior nso Benn m ent vin poporeonados su fin oxtentando reabment ta hella “ie eaFi eden en los cals debe liane coearoada la jr tea moma, que petencte als cic del bien comin ala Gh dcton We Ia vida secular que inpone su perfecion nea ‘Dele acest ura obweracén final relacionada eon un aapeta pareulrnnte tring, Ge In vida coletva henna (Cltndy €t grupo ssa halla enum proceso de egrign 0 tatenién, 9 9 nivel meal descende, ox preepos dela m>- [pied no camban ens atualnens, sino que ela manera vague dcben aplcae lo que se bunde aun bajo ive. como Gaia sce mores ton conceten, la nator inral © TMpecifeacon de lo que pce ser aberado por la nataralea ‘vin dtusdén, es lo ue debe envarane Yo 10 con un hom Vue supongames que lo mato; eo lan seinato. Ahora Gaginemer qur ce mismo hombre me staca para materme: CESS ae deter props yo To mato y el hecho m0 one Shaye um asesiato. Supongator que vivimot en UN grupo La completamente birbaoy albu de bandides Ie See ho exten Tey, eibunales ni orden public, Eatoncs ten Gian Gue tomer ia justia en nue popias manos: lo Veamse nuestros bros Fretdom in the Madern World (New York, charles Sener Sany 1985) cape lly Tue Humanism (New York, Chat {e'Serbners Sony 1936) pp. i048 % JACQUES MARITAIN que implica que podemos vernos en la nectsidad de matar Justamente a algin agresor, y en al caso el hecho tiico de dar la muerte 2 un hombre no constituiria ua asesinato, Por ‘cuanto 14 esenda moral del asesinato consiste en matar a un hombre por Ja mera autoridad de tuno mismo, mas en tal case no procederiainos por nuestra propia autoridad, sino en el cumplimiento de wna funcién judicial a la que sigue teniendo derecho virtualmente la humanidad, y que deriva a ella del Greador de ta existencia. Y aun cuando en Ia vide civilizada sta autoridad judicial deben enearnarla y ejercerla aquellos investidos de poderes judiciales dentro del estado, incluso ea 1a vida civitizada se puede presenter un caso excepcional, como 1 de la defensa propia al que he aludido, que exija a un hom. bre cualquiera participar en esa justicia, para defender su de, echo a la vida irente a un agresor injusto, Vv Los medios de fiscalizacién del pueblo y del estado democrdtiea EI segundo problema a estudiar ex el del pucblo y el ex tudo, © de los medios merced a los cuales el pucblo pueda sn ervisar o fiscaliar a1 estado, Ese problema esta rdacionade con el primero, porque el pueblo exté interesado en la jusicia, al menos cuando la pasion no lo ciega, y el estado transfor maco en absolutista 0 despético se coloca por encima de In justicia, Quisiera hacer algunas otservaciones relativas @ lop dos casos tipicos diferentes: el del estado democrético, donde la libertad, Is ley y la dignidad humana ion los dogmas funda. mentales, y In racionalizaci6n de Ia vida politi se penigue dentro de la perspectiva de lat normas y los valores inotales, ¥ el del estado tolalitario, en donde s6lo se toman en comida, EL HOMBRE Y EL ESTADO a racine poder y una detrminads area eumlir pore tidory enel que ia raconalimcin del vida polis Se pee Siw dent. e la pespectiva de Ton valores nxmas net ie aries o Ueno me Comidremes pre el eo de fatto demacdto, Ea 4 i tueainnclst Sel exado por pate del puctlo, ches ftngue olaiao uate de elude hala nats ele oe Gipleny armani constaional al exero police El pba dlopont de metios regulary exatldes po lacy, par heres se vigincar lige pvlcammne as repreeeence ae ‘eno indrecamente,# su fandonsrios sdadnieatvoe Wo SSlamente et pati dad tno tm ego en Criss sie een, despre su pd, fe a wave de ln avon de sur reeset fain cporvin ypreions 4 1 gobiemo derane a lempo th gue jee ot poder Wo quis Ua con xo gu deieran se as axanbis tas que gaherasen th Toga 2 poder ejecuo adminis. int Teo afin Ge operon, cotentn venice © mod tare mol con qu foie unt atmiinraén, wie fares mecnisaoy pueson ts aleaace por la conti, “Giendo el procedimiento més adecuado en algunas democracias Caropes dena al gobiemo cuando saan ve cm, Slnh poo saduacori Ac el pen, pes queoo tn exerts en medline, no prestine de les ervigos del me dco cance eid dsontento con lo esltagon en tai ions? Con mayor ans puss lo hard el pablo de eyo deco fandancnal a gobernane parigpan aqeelo on he legs el cerca dew autora ue, rigige por ot febicmoy ib fialia a m ver come juer hapeabe det gow ip sina" “S 0 Te Pon tegund Iugr,e pueblo cueta om te medion aun cuando no los uilcedirectamene por f= de expres la opt sn pobless wavs dei proms, a rao y cue denen, a JACQUES MARITAIN cand 100 lit} Por derecho propio, ttn de prema nos en a mina ihuiada y ef estado puede tsnkgh ee bene dl ben comin, por en realidad yan eh nc ble poder crcinte del estado, como doh eontua rae sn sequal repero en mnnde low Guns saat €l pueblo abd aun sano rel poltn cuando se tee 4 is itangibildad cl ibrad ren, ong ea ‘agado y ana provccén, Tis ror iar ot Is pestn det grupos sce y otros medies no instuconals por cyo costes sea tne Tos orgnisnos gubemnanenals slgunos Rages verp peice, Proedimients que, ew in de eer ge mal eto que como rege de fiaincén popslas ate oe bies abcutble;fFenemoy, simi, bs melt de anne, Polite, prod © propoganda que puede utiles oe ase Iinadosiemenss tn grupo de cudsdans que we Sond somo abanderada de a optniin plc, y gle yo canine Ge earatagenas de i gua ple, Ahora bie en Jou Se Felice al primer aspect, inl yendo a meio eins y biico dl sags weet ssa reprscnaivo, yo dire qus con ely Is rach aati y sal del puetio ms la vide plea see aeea fens Ea eu Reel for Reedy Sah Alisa dee, pga crits en 1085 pur Toojuvil que ne tei Berd de reproduc aqut "No debe obfdaie sin nde ueile= que es expecialnente peligro davis 2 ea io bres en lo pequsion dete dele ide Por a pee ae inaino apenas que ibertad es meno nena of ne des que en la pequehas cnt al fata posble eon una sik oe a sujecea en Ins cuesione de menor cumin quebrnt tan yoo ea dia, ys efecto ve peri de un we rt B Suc Auvser: Revile for Radils (Chico Univenty row, Chicago, 1646), pp. 68-69. (cre EL HOMBRE Y EL ESTADO 8 vn: omnia topros Bs pete cai ee Oily vxtengo qve al cabo de poco sienpo concda por ser Eas nacons demectas quetian eolueds I ince PG tumos pueda conseguir selec adcundh ean 1B Aures pe Toxgururte: Demacracy in América (ew York, Rar es £ Co 1882), pp MER. a JACQUES MARITAIN particulars; segundo, que la energia politica debe surgi fnagorablemente del pucblo, dentro det cuerpo politico, En otras palabras: el programa de conducta del pueblo no deberfa Drindarse desde arriba; al contrario: ha de ser elaborado por el pueblo:# Exo quiere dect que, ea el fondo, y a un nivel mucho més profundo que el de los partidos politicos, el interés ls iniciniva del pueblo en las euestionescivicas tendria que ‘comenzar por un despertar de Ia conciencia comin en las loc lidades més pequetias, y mantenerse en constant? actividad, Penetramos aqui en el campo de lo que pudiéramos ealifiar de edificacién orginica, Aquellas acividides de crecimiento ‘epontineo no son para el pueblo sino medio indirectos pero suy cficaces de superviar y fisalizar al estado democritico, no slo porque tiene una repercusién normal sobre la. com. dlucta de los partidos politicos, sino también porque erea y mantiene en el cuerpo politico corrientes de alia. potencia Y reciss tendencias que el estado no puede ignorar, inalmente, hay otto orden de medios, el cual apenas lo tiene en cuenta nuestra civilizacién occidental, que oitece a Ja mente humana un eampo infinito para et descubrimiento: ¢l medio epirizual apliado al reino de lo temporal, del que cemstituye un ejemplo notable el Satyegrahe de Gandhi 12°01 propésite esubleddo de retringlr 1a airidades det estado inquieamie y"peigrom sempre que ta acompatado ce unique: ucts a Hosta Yoh repent 2 fa nipremaca thpoat do) Stade a a fete en salable, pure y smpkmens. et cianto quel, dcbidemerte ca ta ua nocd del stad Ys, spremade, En tendons Fentitva solimanrecupeem cht ean Le'Hesndanenal te Tote its Ge auction, Sib glee wh tla racic rad font rude y debe set fara 9 cjercida por un ites. so fens de oe Kosar duabrants {dane al mores gee sano tee sae pete en toto, nds tcbosnes de vac ineiadine ears hs divetir partes, 1 itoreneta Ge vir todo ean party seu dt ue Itomentee ea ‘beleran”a Ta iicatva de los dryanos roperierel Ge ia comunidad (ry Shion: “Noes ge federal Proudhonen Sprit ab 158) Ta Atiwony. op. ey cap Ve 1 RU, Diwan” Satagrohe: La fuera de le Vordad, priiogo de ‘hitord Manabu Hitandale Hs Hey Repay "00. toa EL HOMBRE Y EL ESTADO 6 Como es sabido, Satyagraka significa “la fuerza de Ia ver Gandhi sostuvo ‘invarlablememte que “Ia fuerza det amor”, del espiritu o de la verdad es un instrumento o medio de la accién politica y social. “Paciencia —decie—, paciencia y sulrimiento voluntario: la defensa de Ia verdsd ‘se logra, no inlligiendo sufrimientos 2 nuestros adversarios, sino a nosotros jendo asi “Ins armas de les mis fuertes entre los fuers" relicionarse y adlararse con la nocién tomistica de que el prin. cipal acto ¢e Ia virtad del fuerte no consiste tn_ataca, sino fen soportar, aguantar y sufiir con constencia-fiome conse cexencia hay que reconocer que son dos los medios de lucha (en el sentido mas alto de la Falabra), como hay dot clases de fortaleza y ce valor: el valor del que ataca y el de quien resix te; la fuerza de la coercién o Ta agresiin y la fuerea de la pre a fuerza que ocasiona sufsimientes a lor demés y\la que soporta los propios sufrimien:os]Qhi estén las dos claves Aiferentes que revelan las dos caras Ze la aaturaleza humana, pes a que ambos aspectos aparecen constantemente mezdadi ‘ponerse al mal mediante el staque y la eoercién, cating éste que al fin conduce al derranamiento de la sangre ajena, resulta necesario; y oponerse al mal por el suftimiento y la toleranca, tendero Ge que condues, en alta instancl, al sacilicio de In propia vida. A este segundo aspecto corre pondeen los medios de la lucha espiritual, Tales so loi medios de la lucha espiritual, Yor que son peauliares del valor de soporter, correspondiente al acto prine cipal de la virtud del fuerte, con lo cual x¢ alana el priv Jegio de ser “el més fuerte entre los fuertes’, como deca Gandhi, En un libro que excribt hace muchos afos trataba de explicar obmo siendo los mis dificiles, zon al mismo tie po, por su propia naturalera, los medion mis poderosos. 8 Du rigne tempore et deta Uber (Eris, 3838). % JACQUES MARITAIN El propio Gandhi estaba convencide de que eran igual- mente aplicables en Occidente como en Oriente, Su obra genial ha consistido en Ia organizacién sistemstica de la padencia y €. sufrimiento voluntatio como método especial o téenica de la actividad politica, Sea siguiendo el método de Gandhi o algiin ‘otro todavia por descubrir, los hombres que conceden impor- tancia a los valores espitituales han de inclinarse, quieran que ro, hacia una solusién de ese tipo, Yo ereo que dichos medios, de guerra cspiritual serian especialmente adecuados para tres dlases de luche: primero, en la lucha de una nacién deminada por otra, para obtener su libertad (que fué el caso de Gandhi segundo, on la lucha del puchlo para conseguir o mantener €l control sobre el estado (lo cual se relaciona con el problema ‘que estamos examinando): tercero, en la lucha de los crstianos para transformar nuestra civilizcién haciéndola realmente cistiana, auténticamente inspinda en el Exangelio (A este respecto quisiera decir que si los partidos de contenido cis iano, apatecidos en Ta escenz politica después de la regunda guerra mundial, hubieran tenido un sentido mis profundo de Jo que los hombres esperaban de ellos, dicho aspecto del problema de los medios, el deseubrimiento de una nueva tée- nica afin a la de Gandhi, hubiera sido lo primero en ocupar sus pensamientos), Si volvemos al problema que nos ocupa veremos que tene- ‘mos razones suficientes para pensar, al menos as{ lo creo, que dado por una parte el crecimiento normal que tan frecuen- temente he mencionado— de los poderes del estado, y el papel que necesariamente desempefia en el jogra de Ia justicia social, Y por otra parte Ta ilusoria idea absolutista de sf mismo y la sediciente soberanfa de que esta imbuido incluso en Tas demo- cracias que tiende a convertir su enorme maquinaria en opre- siva e inhumana, los medios espirituales de ls tucha politica pueden proporcionar al pueblo un arma suprema para lograr ‘© mantener el control no sélo de sus funcionarios guberna- EL HOMBRE Y EL ESTADO a ‘mentales, sino hasta de aquella misma maquinatia gigantesca. Porque aunque el pueblo no pueda entender y supervisar todos sus complicades engranajes Iegsles y administrativos, puede oponer a esa méquina la limpia fuerza humana de la paciencis y soportar el sufrimiento en defeasa de sus aspira- clones justas e inflexibles, v El problema de los medio: en una sociedad segresiva 0 barbara ‘Ya hemos examinado 1 problema de lat armas populares con respecto al estado en una sociedad democritica, Pero debe plantearse Ja misma cucstion, jy cudmto antes, con respecio al estado totalitario, Por su misma naturaleza, el estado totali- tario suprime cualquier medio encaminade a controlarlo 0 calizario. No s6io priva al pueblo de todo medio legal o ins. titucional para supervisarlo y vigilarlo realmente el tota- para di, el puchlo e3 un conjurio de nifios que ignoran lo que les conviene, y corresponde al estado hacerlos felices-, sino incluso de los instrumentos que icado de medics de crecimiento ergénico, por cuanto s hhallan totalmente en manos del estado, y también los tem- pporales, 0 medios de came y sangre en la guerra politica, En ‘cuanto a los medios espirituales de la guerra politica quedan, generalmente, reducidos a la nada por el simple y puro ani- ‘quilamiento de aquellos hombres capsces de utilizarlos. En realidad, los &xitos de Gandhi fueron posibles sclamente mer- ced a la relativa libertad otorgada por la administracién bri tiinica a sus colonias, tamto en virtud de una vieja tradicién arisiocrdtico-liberal cuanto por una creencia erronea y cinica 8 JACQUES MARITAIN como justamente se ha hecho notar—* sobre la posbilidad de utilizar a Gandhi, £1 destino a que la logica interna del Gtado totaitario conduce no es la revolucién que finalmente Je entrega el control al pveble, sino la desintegracién final Por Ia Tenta patrelaccién de la conciencia Inman. ‘Todo esto es cierto, pero no esclarece el problema de los ‘medics, sino que lo convieite en més grave y tragico. Con el fin de plantearlo en los términos mis extremos y evidentes quisiera examinar por un momento el caso mas perfecto de regresién politica, © sea Ja vida en un campo de concentra. cidn ~ lo que ha sido calificado de universo concentracionario, Porque Bucheawald, por ejemplo, no fué sélo un matadero humano, sino una sociedad, una sociedad de pessdilla, en In ‘ual Iz conquista del poder era un problema de vida o muerte, como lo demostré Ja implacable lucha entre Tos verdes y los ‘ojos, 0 sex entre Tos presos por delitos comunes y los preios politicos, Un hombre obligado a vivir en un univerto concentrado- nario puede optar por dos actividades epuestas: 1a. primera aucutible, y seneillamente mala la segunda, O bien se niega a realizar cualquier actividad “politica”, porque los medios a uullizarse espionaje, delacién, fraude,’ traicién, cooperaciin con los opresores o torturadores, para no hablar de las crucl- dades a realizar contra sus compaiieros y el homicidio directo © indirecto— on incompatibles con ta ley moral; 0, por el ccontrario, puede dejar a un lado la ley moral y aceptar cua wicr tipo de medios putrides con el in de eliminar a la peor especie de torturadores, para salvar, al menos. a cierto mimero de personas elegidas o para establecer las bascs de una insu. rreccién final. La primera actitad implica verse abocdo a “una catistrofe politica” y les tinicos medios que quedan a su 1 Gnoncr Onveit: “Refections on Ganthi ay Partisan Review. enero HL HOMBRE Y EL ESTADO 9 alcance son Jas actividades evangélicas de zutopurificacién, autosazrifico y amor fraternal. No nicgo que tal posicign es justificable, al menos con respecto a las posibilidades de la tis elevada vocacién de ciertos individuos, Creo, sin embargo, que incluso en un univeno concentracionario no es posible que un hombre, en general, renuncie a cualquier tipe de act ad. politica, La segunda posicién implica que et fin justifica los medios ¥ que Dios no existe. Porque como dice el escritor francés David Rouset en un libro significativo sobre aus experiencia en los campos de concentracién alemanes: “no es pesible tener Principios morales desempertando el papel de un drbitto que divide los procedimientos en buenos y malos, 4 menos que se ‘mantengan tales principios al margen de Ia relativided his. toriea y social, y por consiguiente se halle su fundamento fuers de la especie humana, o sea, quiérase 0 no, en Dios", Per tasenos agregar que el que adopta esta posicién no puede evitar, a la larga, el corromperse por su total adaptacién a un ambiente corrompido.i® Entonces, si la primera actitud no es aconsejable como norma prictica y la segunda ex mala en si, cual es [a solucton? La solucién nos obliga a enrentir un diliciliimo problema Ge Ja vida moral y aquelia lamentable ley a que me he re. ferido, segiin Ia cual la aplicacién de las reglas morales inmmus tables en sf adquiere formas mz y més inferiores « medica que el ambiente social desciende 0 se degrada, Jamds se ha de rrenunciar a Ja Jey moral; es menesterafcrrarse a ella con mayer fuerza a medida que el ambiente social o politico se torna mis Griminal o pervertide. Pero la naturalesa mora] o expecitice ida, el objeto moral de los actos fsiccs en si, eammbia cuando Ja situacién a la cual pertenecen se vuelve tan distinta que Ia intima relacién de la veluntad con la cosa éeteriinela, ae convierte en tipicamente diferente. Por ejemplo, en nuestra 0 JACQUES MARITAIN civilizada sociedad no constituye un asesinato, sino una harafia meritoria, dar muerte a un soldado enemigo durante la guerra justa, En las tociedades totalmente hestilizadas, como lo es un campo de concentracién, 0 incluso en situaciones particulares de 1a existencia, como en el caso de Ia resistencia ‘clandestina fen un pais ocupado, muckas cosas que son, objetivamente y atendiendo a su naturalezz moral, defraudacién, 0 asesinato, © perfidia en Ia vida civiliads orginatia, se transforman et actos éticos y objetivamente permisibles, sin que haya cam- biado su detinicidn, Pero hay, siempre sigue habiendo, buenas Y malas acciones; no esta permitido cualquier medio, todos los ‘medios; sigue siendo cierto que el fin no justifica los medios, Los principios morales se mantionen y seguirén manteniendo siempre para separar a los medios bueno: de los malos: lo que hha cambiado, dnicamente, en los casos a que nos referimos, Ia Minea demarcatoria. La conciencia es el arbitro para la splicacién de los princpios, que no las normas abstractas ins- ‘aladis en un cielo platdnies, ni wn diccionario juridieo. Ea la situacién expuesta, el Kombre no tiene a mano ningin cédigo fon que ayudanse: esta en una noche oscura y Mena de tram. pas en la que para ditcernir en cada caso cancreto el juicio ‘oral acertado, deberd elevar su conciencia personal, su razén y su virtud moral, En la resistencia europer, durante la segunda guerra mun: Gial, los mumerosos convenes que s coavirtieron en fAbricas Se documentos falsos constituyeron a todas luces un fraude fisico, mas no moral. En Bachenwald, no sélo quienes creian ue el fin jusbfica los medios, sino también los crstiance como Eugéne Kogon y sus amigos emprendieroa, con bastante éxito, una actividad clandestina para eludis la feror diseiplina de sus carceleros.# ¥ en tales tareas clandestinas, una conciencia jus- 44, conocedora de It ley moral, tenfa que separar lo permisible 1 Ruckee Keoow: LiEifer erga, enluléa det alendn al francés (@aris, La Jeune Parque, 1947, EL HOMBRE ¥ EL ESTADO a de Jo no tolerable, y ello en sltuaclonesabsotutamente Income cebibles para la vida civiizada. Conduyais, pus, que estas mismas consideracones se aplican alos metios politicos atilimbles en una sociedad poll tia barbarinda y completamente regrsiva. lacus sf fueron Aliscaibee oon tepedo « las sitacioucsInberemes 1a vida Civlzada, sguirin sempre sujetat a los prinipios de fa Tey moral y a juico de ia cincienciallutinaca par It virtwder sorales Los moralistas son gentes dedichadss, Cuando insisten en ta iamurabilidad de le principio momtcsse les teprocha iimponernos exgencias inseporable. cuando explican la for tua de Tevar ala practic Gichos pincpis inmutabie, Ie acum de convertir a la moral en algo relative, No obvante tn ambos cing, slo eatin defendiendo Tas aspiacions de Ta fonda divig la vida humana La poor tentacién para Ia humanidad, en las épocss de noche oruray perirlacién univer es remunciar ay Raza Mom, Jamis hay que abdicar de fa rain. La tara dela tea ¢s hutlde, pero tambien magnénina al evar en las api Ciciones munbles de lot inmutables peincpior mocales in Giuso en medio de jas agonse de un mundo inti, en tanto Guede en él un disco de numanidad, CAPITULO cGUARTO LOS DERECHOS DEL HOMBRE Lor hombres mutuamente opuestos en sus concepctones ted- Fices pueden Megar a un acuerdo frdctico sobre una lista de derechos humanos Jeno al desarrollo histérico de Ja humanidad, a las criss cada ver mayores del mundo moderne y al progreso, ‘aunque precario, de la conciencia moral y la reflexiéa, los hombres de hoy advierten, més plenamente que en el pasado, ‘aun cuando todavia de un modo imperfecto, an nimero de verdades précticas relativas a su vida en comin sobre las cuales Pueden Ilegar a un acuerdo, pero que derivan en el pense miento de cada uno de ellos ~dependiendo de sus ideoiogias politicas, sus tradiciones religiosas y tiloscticas, su base cul tural y sus experiencias histéricas~ de concepciones teéricas extremadamente distintas, e incluso fundamentalmente antagé- nicis. Como la Declaracién Internacional de Derechos, publi cada por las Naciones Unidas en 1948, lo demostré claramente, Fewlta sin duda alguna diffcit pero no imposible establecer tuna formulacién comin de tales conclusiones prdcticas 0, en ‘otras palabras, de los diversos detechos con que cuenta el hom- bre en su existencia personal y social. Sin embargo, seria abso. Turamente futil buscar una justificacién racional comin de om JACQUES MARITAIN tales conclusiones prictieat y derechor, Si procediéramos asf ‘correriamos el riesgo de imponer un dogmatismo arbitrario © de vernos detenides en seco por diferendas irreconciliables, Lo que se plantea aqui es la posibilidad de un acuerdo précti- co entre hombres que tedricamente se oponen entre si. En tal caso nos hallamos frente a la paradoja de que la jusifcacién racional es indispensable y al mismo tiempo im- Potente pars crear el acuerdo cnc los hombre. Es indispen- sable, porque cada uno de nosotros cree instintivamente en la verdad y s6lo desea prestar su consentimiento a Jo que cada cual reconoxca como cierto y racionalmente vilido. Pero la justificaciones racionales no pueden crear el acuerdo entre los hombres, porque son fundamentalmente distinuas € incluso ‘opuestas entre si, €Y es sorprendente que asi suceda? Los pro- Dlemas suscitados por las justificaciones racionales son difleul. tos0s, y las tradiciones filoséficas de donde dimanan han estado ‘en oposicién por mucho tiempo. Durante una de las reuniones de la Comisién Nacional francesa de la Unzsco, en la que se discutizn los dereches del hombre, algzien se quedé asombrido al advertir que certos partidarios “de ideologias violentamente antagénicas habian Megado a un acuerdo sobre 1a redaccidn de la lista de dicho. derechos. Si, contestaron, estamos de acuerdo sobre csos dere. chos con tal de que no se nos pregunte el porgué. Porque con el “porque” empieza la disputa, EL tema de los derechos del hombre nos brinda un ejem- plo eminente de la situacién que traté de definir en un men. saje a la Segunda Conferencia Intemacional de la Unesco, det cual me permito reproducir unos pocos parrafos: "Como ~preguntaba— es concebible un scuerdo entre hombres reunidos con el propésito de zealizar en comin una tarea relacionada con el futuro del espiritu, que llegan de los ‘cuatro rincones de Ja tierra y que pertenccen no solamente ‘a distintas culturas y civilizaciones, sino a diferentes familias EL HOMBRE ¥ EL ESTADO % espirituates y a excuclas de pensamiento antagénicas? Dado que el objetivo de la Unssco es de tigo prictico, el acuerdo entre ‘sus miembros se puede lograr esponténeamente, no sobre no- cciones comunes de orden prictico: no sobre la afirmacién de idénticas concepciones del mundo, del hombre y la sal durla, sino sobre Ia afirmacién del mismo conjunto de com vvicciones relativas a la conducta a seguir. Esto es, sin duda alguna, demasiado poco, pero es el iltumo relugio del acuerdo intelectual entre Jos hombres. Sin embargo, ya es bastante em- render una gran tarea; y significaria muchisimo el ilegar a toner noticia de la existencia de aste cuerpo de convicsiones pricticas comunes. ‘Quisiera sefiilar aqui que las palabras ideotogia y prine cipio pueden interpretarse en dos formas diferentes, Acabo de decir que el estado presente de division intelectual entre los hombres no permite un acuerdo tobre una ideologla comin especulativa, ni tampoco principios comunes interpretativon No obstante, cuanto, por el contrario, se veflere x una ideo: logis bisica préctica y 10s principios de accién implicitamente reconocides hoy de una manera vital, sino formulada, por Ia consciencia de los pueblos libres, ocurre que conitituyen gross ‘modo una suerte de residuo comin, una especie de derecho comin no crite, al punto de una couvergencia prictia de ideologias teéticas y tradiciones espirituales extremadamente istintas, Para comprender esto basta con distinguir adecua- damente entre las justificaciones racionales, inteparables del Ginamismo epititual de una doctzina filosética © fe religiosa y las concluiones pricticas quo, justificando separadamente ‘cada una de ellas, son, con todo, andlogas en cuanto # los prin- ‘ipios d= la accidn. Estoy plenamente convencido de que mi manera de justificar la creencia en 1os dereches dd hombre y el ideal de libertad, igualdad y fraternidad es la tniea que se asa on In verdad, Lo cual no ane inapide cetar de gcucrdo con los principios préctices de aquellos que estén convencidos 96 JACQUES MARITAIN de que su modo de justficarles, toralmente distinto det mio « incluso opuesto al mio en su dirdmica tedrica, es también el Unico que descansa sobre la verdad. Dando por sentado que ‘ambos erean en la carta democritica, una voluntad cristiane ¥ ota racionalista, exponiendo Jusificaciones que son incom atibles, consustanciadas en sus almas, sus mentes y sus sangres Gispatarin en tomo a talc jusifcsciones. {Y Dios me guarde de decir que no es importante saher cul de los dos tiene razdat Eso es exencialmente importante. Sin einbargo, ambos coinciden en Ia afirmacién prictica de dicha earta demncr, tUea y pueden formular juntos prindpios comunes de accién” ‘En el nivel de las interpreiaciones o justificaciones racio- rales, en el nivel te6rico 0 especulativo, Iz cucstién de low derechos del hombre trae a colacién todo el sistema de ox dumbree morales y mevallsicas (o antimetaflsicas) que suscribe ada individuo. Ea tanto que no reine la unidad religioma 0 Mosétiea entre 10s hombres, las interpretaciones y justilica. ones estarin en conflicto reciproco, Pero, por el contratio, en el dominio del aserto prictice, es posible ef acuerdo sobre una declarscién comin acicsd 2'un enfoque que es mis pragmitico que tedtico, y por el esfuerzo elective de comparar, refundir ¥ perfeccionar los borradores 2 fin de que el texto definitivo sea aceptable para todos desde at punto de vista de la convergencia prictica, prescindieado Ge las divergencias de perspectiva tedrica. Asi, nada impide alcanzar f6rmulas indicadoras de un notable progreso en el proceso de la wnificacién mundial, Razonablemente no es por Ue esperar nada més que esta convergenda préctica sobre ana srie de articulos redactados en comin, Si bien ex deseable ‘una reconciliacién de las teorias, una verdadera sintesis filo. sifica, esto solo podria producirse como resultado de una suma sbrumadora de tentativas y de purifcaciones, 10 cual exigiia intuiciones més superiores, una aueva sistematizacién, y la crt. 2 Giudal de Méxio, 6 de noviembre de 191, EL HOMBRE ¥ ZL ESTADO 7 tea radical de um cierto mimero de errores ¢ ideas confusis; pero dicha sintesis, por esas mismas razones, aun cuando lo- ‘grara cjercer una Inf_uencia importante en Ie cultura, seria ‘una doctrina mis entre otras, aceptada por unos y rechazada Por otros, yno podria aspirar a establecer una verdadera ascen. dencia universal sobre el espiritu de lot hombres, Hay algiin motivo para sorprenderse al ver que los siste- ‘mas teéricos aniagduicos colneiden en las conclusiones pric: ticas? La historia de Ia filosotia moral generalmente presenta €l mismo panorama, Este hecho demuestra que los sistemas de filosofia moral son el producto de la reflexién intelectual so. bre elementos éticos que los preceden y controlan y que reve. Jan un tipo muy complieado de geologia de la conciencia, en €l cual Ia Tabor natural de la razin espomtinea, precientifica Y prefilosofica esta conatantemente eondicionada ‘por a ad- quisiciones, las servidumbres, la estructura y la evolucién del ‘grupo social. Asi, hay una especie de desarrollo y crecimiento Vegetativo, por asf decirlo, del conocimiemto y et sentimiento ‘morales, que es independiente de los sistemas filosdficos, aun ‘cuando cn un orden secundario este iltimo entra en una acciéa de reciprocidad con el proceso espontineo. Como resultado, esos diversos sistemas, aunque discutieado sobre el “porque Prescriben en sus conclusiones préctieas reglas de conducts que arecen en conjunto ser las mismas para cualquier periodo cultura determinados, Por tanto, desde un punto de vista socio- lgico, el factor més importante en el progreso moral de I humanidad es el desarrollo experimental del conocimiento que se registra al margen de los sistemas y sobre otra base 16. gica... facilitada a momentos por los sistemas cuando adquie: ren conciencia de sf y en otros momentos obstaculizados_ por cellos, cuando obscurecen las percepciones de la razin espon- ‘dea o ponen en peligro una adquisicién de experiencia mo. ral auténtica al ensamblarla con determinados errores teéricos © alguna filovofia false, 8 JACQUES MARITAIN u F! probleme filossfico se relaciona con el fundamento racional de los derechos humanos embargo, desde el punto de vista de Ta inteligencta, 1c esencial es obtener una verdadera justificacién de los valores Y normas morales. Con respecto 2 los derechos humanos, Jc que mis importa a un filoséfo es 1a euestién de sus funda ‘mentos racionales, EI fundamento filosélico de los derechos del hombre e el derecho natural. ;Listima que a0 podamos encontrar ott: Palabra! Durante 1a era racionalista los jurisias y filésofo. utilizaron tan mal la nocién del derecho natural, tanto con propésitos conservadores como revolucionatios, presentindole de una manera tan simplifieada y arbitraria, que revulta dift cil utilizarla ahora sin despertar recelos y desconfianzas entre muchos de nuestros contemporineos. Sin embargo, deberian advertir que la historia de los derechos del hombre esta ligada al derecho natural, y que el descrédito acarreaco por el posi tivismo sobre Ia idea del derecho natural comports, inevita blemente, un descrédito semejante para la nocién de los dere. hos del hombre. Porque como dijo acertadamente el seffor Laseron: “Las doctrinas del derecho natural no deben confundirse con el de- recho natural en s, Dichas docrrinas, al igual que euslesquiers otras de caricter politico y legal, pueden propugnar deter: minados argumentos 0 teorfas a fin de substanciar o justificar 1 derecho natural, pero el rechazo de esas teorlas no implica el rechazo del propio derecho natural, as{ como el abandono de determinada teorfa © filosofia de la ley no lleva al aban. 1 Hirnmicn A. Rowneme: Die euige Wiederkehr des Neturrechts (Leip. sie Nerney, 189, ymin tans cae Fhe Maen at ‘Law Concepts (Cambridge, Harvard University Prew, 1930). * 4 HOMBRE. ¥ EL ESTADO ~ dono de Te ley misma, La victoria del positiviemo judicial en el siglo xix sobre la doctrina del derecho natural, no significé a muerte del derecho natural mismo, sine s6lo la victotia de la escuela histérica conservadora sobre la escuela racionalista revolucionaria, ocasionada por las condiciones historicas gene- rales imperantes en la primera mitad del mencionado siglo. La mejor prueba de ello la constituye el hecho de que a fines de esa centurla se proclamé al Hamado “renacimiento del dere- cho naturil” Desde el siglo xvir en adelante Ta gente comenté a pensar en la Naturalem con N mayiscula y en la Razén co R capital, como en divinidades abstractas estabiecidas en el firmamento platonico, Como consecuenca, 1a consonancia de la conducta ‘humana con Ia razin habla de significar que dicha conducta estaba trazada por una norma preexistente y prefabriceda que la Razin infalible habfa recibido el encargo de establecer de la ‘no menos infalible Naturaleza. Por tanto, esa norma tenia {que set inmutable y universalmente reconocida en todos los lugares de la tierra y en cualquier instante de cualquier época. ‘Asi, hasta el propio Pascal crey6 que Ia justicla entre Jos hom- bres debja tener por si misma igual aplicabilidad universal que las proposiciones ce Euclides, Sila raza humana conociera Ia justici, “el resplandor de Ja verdadera equidad —decia— hubiera conquistado a todas las naciones,-y los legisladores rnp habrian tomado como modelo, en lugar de esta justicia in- mutable, las fantasias y caprichos de persas y germanos. La habiérames visto establecida en todos los estadas del mundo ya través de todas las épocar..." Lo cucl, ni qué decir tiene, es una concepcién abstracta ¢ irreal de Ia justicia. Mas no hay sino que aguarlar poco mds de un siglo para oir a Condoreet 2 Max M. Licsos: “Fortve and Naural Law and Their Copa tion, Interpretations of Modern Legal Philoiphis: Bxeye ta Hor of Rosse Pound (New Yor, Oxlord University Pres, 1947. wD iasene Penson, Th Ocavres (Grants Cervaine de Hane”, Para, Machete, 121), tol. MUL, sim. 294 be Be too JACQUES MARITAIN fromige ss dog gut, rar ven presen n que en realidad signifique nada: “Una buena ley deseri, sen buena para todos’ dice, tanto para el hombre de las cavernas cameo ser apr pm be iter Can pu pl tem, Uae ae eres Tar tn emt esi xo seo dot, a oars peng dus Spa ae oo rin Paine fie sea load er gis tinge on tts Sm a Girne dues cee’, 3% ‘eral desde el advenimiento de la razén geométrica, An, se co, bib el derecho natural —que exté dentro del ser de las cones came nn cand ye ec wae gor os en 0 in Sonnniens wacpaat gna as min Handel a Bae ee gs me fle dem eds ge a ug ee aR 1 ee ft a me apc site eid Fa nya re Gono tonnes aioe ia a te Flo ds Tea ae a he a fe ae a chee agents eae mi Fm Seren dao Rosen i ta ints duu" iy inde ea i 2 hes keene ss ohrre Tanabe te nts. ‘EL HOMORE ¥ EL ESTADO 101 En eunto a Dios mismo, x pir del siglo nme queds re uci ala eategoria de un simple fiadoradjonto del wi in Imanentey-alyoluto: Nacuraezn, Rauon y Derecho Naural in. inciso st Dion no exsera, seguitia gobermando 3 Tos hombres De dance se deriva, fnaimente, que la Voluntad y Ta {ivertad hemsanay,igualmente elevada ais inmanencla pla (Goica de aguel mundo enpico, ineligible aunque inlean table, que Kant Hered de Lefbnis iban a reemplazar a Dios com suprema fuente y riten del deredo ratural. Habia que dleduci al dereebo natural de la vedicene autonomia de Ta Votuntad_(hay una gemuina noc de autonomta, I de San Pablo, que celdidhadumente olvido el siglo xvin)- Lot dre thos de as pasonastnfan que batire en la pretension de que €l bombee ne est sjeto a otra Tey que su propia yoluntad y Hbenad, "Ur persona —coda Kanto et sometda a ort foyer gue aque que Al (es slo o jmtamente on ote) fe da tat mamo's En otras plata: el hombre debe “obe herve lo as mismo", come expand Ronen, porgue oa cuiee medida 0 reglamentaciga dianante del mordo de x awralea finalmente del conocimiento creado) det Flan de una ter 7 a] nso tismpo su autenomia y au digi dad supremas Te tlostla no brinda side chor de la pesora porque no es posible cimentr nada bre tna ign compromeuo y malberat tale deeches porque Tews os homies a concbiio co derechos divin ens, } por tanto infin fuera del alcance de calgulr medida ok JET Ngundo todh iticidn impuest st ypiracione del toy expresando sltinamente la aboluta independenci Ge sujeo humane y un supteso derecho absaluto —que se pent pertenee a todo ene sujeto humano por el mere Recho de halarse en l= a desrrollar sus mis cras poids | IntoduconW the Meebo Mora 1,2 (noc #4 ect ac aa jentos para los dere: or JACQUES MARITAIN des expensas de tos dems sers. Cuando ls home a in truldos chcaron por daquer cn el impale oeernnn 2 cer en la bancarota de lor dvechoy dele peo te reoeronesntra tal derecho con I fara de ea ate de etclven;otos cntroaten lnvorindobs, aioneee coucend me ecindi te tenon copa os a teoacion de esepticeme, la que conataye one ee etn ts de cris mi lrmats de moc cao m1 Derecho natural {Dedemos intntr of retateiniem de mus derechos humanes bre Ta Inve de una ilewtle ween Ese Gist verdadra de ton derecho de In roa en tna idea veal del derecho natural, ontcnghade ese Penpecna eligi y pnp tei exceaey ucimientos eerie de In sural: chase rane dace de Ja Existencia. orate por et Aa 1 den genoa del derecho naturales una hetenla del pensimiento gricgo y eine, Se remonts ne elena Erodo, que por cert conentbdcormindia tie sae ae 81 Suis y Pranciseo de Vitoria: 9 ann nen «Sones Sos ae Aquino {que dc tivo que hare tat pienso tna doceina amplia y consents nung poe ea fe txprsé en tn ocala inicemtey earch dt ve au Grates mat protinas pee nadfe inn, Etpecatmente gorque el weabelario del Comentario de las Sextens eg 1g once in ects “pms” feat Sh in ton el weabulrio Ge Suet EL HOMBRE Y EL ESTADO 10s y remontindonos mis ain, Hegamos a San Agustin, Ios Padres dde Ia Iglesia y San Pablo (recordemos sus palabras: “Porque os gentiles que n0 ticnen ley, maturalmente haciendo lo que ces de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley a si mismos”,* E incluso podemos retroceder mis ain, hasta Ci cerdn, 10s estoicos, los grandes moralistas y los grandes poetas de Ia ‘antigiedad, como Séfocles especialmente. Antigona, que sabiendo que violaba una ley humana, y siendo aplastads por Ja misma, se limitaba a obedeeer una orden superior y mejor, las leyes no ecritas ¢ inmutables, es la eterna heroina del dere cho natural: pues, como ella misma expresé, tales leyes no ‘escritas, "no son de hoy ni de ayer” sino que “viven en todos los tiempos 7 nadie sabe cuindo aparecieron"? EL PRIMER ELEMENT. (ONTOLOSICD) DEL. DERECHO NATURAL. cons no tongs aq de ong pr ne es cisnpe pont conor Hola aay igen po COREE Toner Rope dotodlon mop ihe tnt) ny por mtd gu inn gue hay oe aur Ten hesna'y ns meen oo homies At ‘ine ty por sls que hones wd de intlgendh qu ao Sl proce ou compen roger onus que ewe toed de tar ae tte hte non 8s gu uris mi 2 ea Cibtge srs Boras cat Thre Whe ats Li ate Eo, Sey TS ym ee se Crs dnong 16 JACQUES MARITAIN rina por s Ts fins que pesgu. Por oa parte et dtado Se ona tutus © cucu engi fen ee ae centro de necedads inligbles el horive ow ea Sansa comipendes een, Genel Ste son itnicos prt odo. en reece yu Sa aes a ager era in Gh erode demon soso 8 one si ays atari 0 desea: ere omy ae xk dorado de integenta y dete were om Te conrespende almrae de houedo on tr he ea tente exdos por nu satuston, ie ee Pesta guelaradn pede decane eres es febe roaeer void oman, 2 sce eee al tae on fine oecilesy newer a eae a lees to eats 6 redo naturel no se Ova we eat gre sabanor ts coceee El sjmpio que he wtlindo exral del mando sresanin mais es celberadements oe rn M8 theo bo weeunis Patna Henderson oe Indesein mans, in rade Inca es ae Tara eclaers ola (que ye ne Spe me Erna? Lo que gui cots gu eas ney Sec strat tn te pps cares eee de corn prosuci por fa indus hae hen na trumen de comrdar que wae s cohece hang ae ferent 0 soma ee mminto, el mio adteuto en qo, for masa a nine Gin erecta, ie et pues en trea Snes ado. Conftentatos om sinlgtiae when imete decnocdo, ya ues tn meee ae pute de lela o una bombasfmizn, mes ies oon ence en 0 so de dacubris nears Seen ondran en ddan exc dea mel EL HOMBRE Y EL ESTADO 18 jalquier cosa existente en Ta naturalera, sea una planta, un perro 0 un caballo, tiene su ley, 0 sea, Ia normalidad de su Juncionamiento, el modo sdecuado en que, por raxda de su estructura especifica y fines especificos, deberfa alcanzar la plenitud del ser, tanto en su crecimiento como en su conducta. Washington Carver, cuando de nifio curaba a las flores enfer: ‘mas de si jardin, tenfa un obscuro conocimiento, tanto congé: nnito como intelectual, de 1a ley vegetativa que las regia, Lot Griadores de caballos tienen un conocimiento experimental, asimismo intelectual cuanto congénito, de la ley natural de 10s ‘aballos, una ley natural con respecto a Ia cual Ta conducta de un caballo hace de él un buen cabalio o un eal enballo en fl rebafio, Bueno, como Jor caballos no disfratan de libre albe- drfo, su ley natural no es sino una parte del inmenso tejido dds cendencias esenciales y reglamentaciones que implica e! mo- vimiento del cosmos, y el caballo que falta a su ley equina sola mente obedece al orden universal de la naturiieza del cual depende su naturaleza individual. Si los caballos fueran libres, hhabria una manera ética de conformarse a la ley espe cifiea de los caballos, pero esa moral caballuna es un suefio por cuanto los caballos no son libres. ‘Cuando dije antes que la ley natural de todos los seres exis tentes en 1a naturalera es el modo adecuado por el cual, en razén de su naturaleza especifica y fines especificos, deberian aleanzar Ia plenitad eel ser en su conducta, esta palabra debe- vlan contenfa solamente un significado metalisico do decimos que un ojo normal o bueno Jas letras escritas en la pizarra desde una distancia determi- nada), La misma palabra deberia comienza a tener un signi- ficalo moral, 0 va, a implicar obligaciones morales, evande trasgonemos el umbral de los agentes libres, La ley natural pari el hombre es una ley moral, porque el hombre la obsdece © desobedece libremente 7 no formsamente, y porque la com ducia humana pertenece a un orden particalar y privilegiado 106 JACQUIS MARITAIN ue @ ireducibe al orden del cosmos, y que tiende a un fin Aetiniivo y superior sl bien conn inanente del Conan Vo que estoy destacando no essino el demento fundamen 4 acsubrir en el daccho natural, o sa el elements oncoenn vale decir la ovmalidad de funconamiento bade ces Sor, Gia de aqeel ser. El derecho natural, en general, come ncabn tor de ver eo ia temla Hel de Jesolo de oe wee ee «reo; podiiacomparase a una ecuacin sgebraica pork sss cava se desarotla en el @pacio, mas incl homer curva hari de conformarse Hbxements a reeset, Dineen entonces, que en su aspecto ontoligico el derecho natural eon orden ideal relaivo +I aceones husaney, ue dato San Jo conrenientey To inconvenient, to adecunda ¢ meter ai depende dela naturales usin 9 cena 9 fee sidades inmutates en ela arigadas, No ques Jose cere, ave se encuentre en a eencia humana lareglomencin sa Guadapara cada posible sinacion el Bove ae ee Leibniz que cada acmtcimiento en I vide de Clo ea ba do antemano contenido en a tiea de Cas Leevieeeaesy humans son exstencials en gran medida, Nitsa of hee ‘mat apropitdas se encuentran en la natualers tence) at hombre: Diria que simplemente plantean progance yo esenca, Cunlquer stuacidn dads, womo, por cemply ta Cain con rapecto a Abe implica una reieidn ona eae del hombre, el posible sesnato del uno por clove a ee patible con ios tines generals y la mds Inds whrecer i Jie de aqoella esencia rcional, Sencilamente: le nee ae aqui que la prchibicién de matar se bums en ls Genes Sy hombre o stm imperatno ce ell, Bl rece’ orc €3 un precepto del derecio natural, Pore ave de Meat primordia y gmetaies de Ia aterlee humana open Ja exntencin 0 else el ser de aquela exiwensis ge ean penona, yun univeso en ui y forges 6 tanta «te lo e tene derecho Ta vidas Te BOM: em tat EL HOMBRE Y FL ESTADO 107 Supongamos un caso o situacién completamente nueva. Por jempio, que Jo que Ilamamos hoy genocidio fuera tan nuevo como la palabra misma. Del modo que ya he expuesto, la con- ducta posible en tal sentido se enfrentari con Ia esencia humana ‘como incompatible con sus finae generales y su extructura dini- mica ms intima: es decir, como prohibida por el derecho natural. La condenacton del genocidio por la Asamblea Ge neral de las Naciones Unidas! ha sancionado la prohibiciéa por el derecho natural del mencionado erimen, lo cual n0 irt- plica que Ta prohibicién sea pare de la esencia del hombre, al igual que ignoro qué caracteristica metafsica eterna se halla inserita en ella, ni si es una nocién reconocida desde el prine= pio por Ia conciencia de la hamanidad. Para resumir, diremos que el derecho natural es algo tanto ontolégico como ideal. Fs algo ideal, porque se fondamenta en las exencias humanas y en su estructura inmutable, y en las neersidades inteligibles que ello involuera, El derecho natural 6s algo ontoldgico, porque Ia esencia humana es una realidad contol6gica, que ademés no existe separadamente, sino con ‘1 propio ser humano, de manera que por la misma prueba el derecho natural mora como un orden ideal en el ser de todos Jos hombres existentes, En esa primera consideracién, o sea con respecto a los ele- mentos onioldgicas que ello implica, el derecho natural ¢s co extensito al campo total de las normas morales naturales, al terreno absoluto de la moralidad natural. No solamente las regiamentaciones primarias y fundameatale, sino también las ‘mds minisealas normas de la ética natural signifian confor midad con el derecho natural, y dicen de obligaciones 0 dere chos naturales de los cuales quizis no tengamos idea, y que los hombres alaanzarin 2 comprender en un futuro distante. Un Angel que conociera Ia esencia humana en su modalie ‘dad angélice y todas las posibles situaciones existeaciales del 10 11 de diciembre de 19%, 108 JACQUES MARITAIN hombre, conocerfa «derecho natural en la infini bomb cen la infinitud de su EL securpo tLeaeNTo (crosvoréeico) DEL DERECHO NATURAL W Det mer m we tip tote pero no el derecho natural en si, Derecho natural es el eos, a mt mame ge Serer in i, al ee ariméica, ni la equivocicion de certs pacha wg gue eeyeon que laren ean agujaot dela ends soe cubria el mundo, no constituye argumento ‘contra, . tonomis ye argu: tra la as EL HOMBRE ¥ EL ESTADO 109 EI derecho natural no es un cédigo escrito y el conoci- miento del mismo por parte del hombre ba ide zumentando gradualmente a medida que sa conciencia moral se fué des arrollando, Esta conciencia moral se hallaba entre brumasit Los antiopélogos nos cuentan que se formé primitivamente cen Ia vida de Ja tribu y entre una magia incipiente, Lo cual demostrarfa meramente que el conocimiento que los hombres hhan tenido de ese derecho no excrito ha pasado por mis formas diversas y fases de cuanto se imaginaron ciertos fildsofos y te6logos, El conocimiento que tiene nusstra conciencia moral de esa ley sigue siendo imperfecto sin duda, pero yerosimil- mente seguiri desarrollindose y rsfindndose micntms existe Ja humanidad. Sélo cuando el Evangelio haya penetrado en lo. ms profundo de la substancia humana, florecera el derecho natural en toda su perfeccién, Por tanto, Ia ley y el conocimiento de la ley son dos cosas istineas, Sin embargo, érta s6lo tiene fuerza legal cuand> ha sido promulgada y tinicamente asf, en tanto que conocilo expresado por las aserciones de la raz6n prdctica, tiene fuerza de ley el derecho natural. Permitaseme afiadir que Ja raz6a humana no distingue las reglat de conducta del derecho natural de una manera abs tracta y teérica, como una serie de teoremas geométricos. N' tampoco los descubre por medio del ejercicio conceptual del intelecto 0 1a via del conocimiento racional. Creo que a este respecto convendria interpretar las enseilanzas de ‘Tomés de Aquino de una manera mis profunda y precisa que Ia usual. Cuando 41 dice que 1a razin humana descubre las nermas del derecho natural guidndose por las inclinaciones de Ia navurae leza humana, significa que la manera 0 el modo por el que la raza humata conoce el derecho natural, no un conoci- miento racional sino un conodmiento a través de Ia indina- 2M Rawea Masttan: Histobe d Abraham ou ter premiere dges de to comcence morae (tats, Desde DE Brouwer, 194) uo JACQUES MARITAIN Gin En cede conacininto noe can adgurids ne lant concen y jean cneprones fia me Giniesto obser, stendiko 9 ob ae ne scar 0 eangenitoy merced a eal eee mode iar cay senha mln ete el en el individuo cuerdas vibrante ten¢ “as pe oo des ender (Cd sein vio caraente ea rai rare eta resid fundamen ace se a comprenato que ls opiniones de eae foie el paar span un efor aT tein tlie lien del dest ce? 2 de la Edad Media no estaban en condiciones de logran, enton, ceva in peed obtener un cnceio ampio Lt dena ‘natural se advicrte eon whet conocintent he ee deraio ha Sd otrno dais repr © las inclinaciones de Ja naturaleza humana, com: tis elementals, No se espere de mi que ines ee ee aE Ste den wanna sw oan Elite fates Sate esate mare Phe ha ie Seatac {ena omar corm ut mare ee Heterae ferdae ome hn sd gtd tone Bante SET ope te aban ea scllct in propris peciebus considerantur ne sees ' nee a ane, an tom ney Se ion prt incline sed fr rao ani Si ‘ming enc 3% $fe0e gue Stn Tons liss nor Sie SPP 5 penne pot cya sey Bah a Ball ho de “ua ‘clear pnts bla Prin 94), En realdadresosfropie priccipee? sen pe je til fo sits deine caste Secret en See bal simian i de ian eons peomonocnenio™ de Tas flcon ue sienen con are erin al Preceptos del derecho natural y exponer snbre cieg CSMOMRE sobre Jos EL HOMBRE ¥ EL ESTADO nm aprioristico de eras genuinas inclinaciones arrzigacas en el ser humano y vitalmente penetradas de la vida preconsisente del espititu, nique aclare si se desarollaron o actuaron 2 medida que {ué desarrollindose la humanidad. Tales inclina- ‘ones se hal'an evidenciadas por la misma historia de la con- ciencia humana, Fueron realmente genuinas, cosa que en la minensidad del pasado humano guid a la razén hasta hacerla advertir, poc> a poco, Ja existencia de las normas definitivas y generalmente reconocidas por Ia raza humana, 2 partir de las mds remotas comunidades sociales. Y es que el conocimiento de los aspecios primordiales del derecho natural se express pprimerazente en normas sociales en lugar de en juicios perso- rales, Por consiguiente, podemos decir que el conocimiento se ha desarrollado dentro del doble tejido protector de las inelinaciones humamas y de Ia socieded humana, Gon respecto al segundo elemento bésicn, el elemento del conocimiento que el cerecho natural implica para tener fuerza de ley, puede decirse que el derecho natural -o sea el derecho naturalmente conocido 0, mis exactamente aun, el derecho na- tural, exyo conocimiento se halla encarnado en la herencia més antigua y general de la humanidad— abarca solamente el ‘campo de las normas éticas de las cuales han Hegado a tener nocién los hombres por virtud de! conocimiento a través de la inclinacién, y que constituyen los principio: bésicos de la vida moral, reconocidos progresivamente éesde los prin cipios mis comunes a los mas y mis especificos. Todas las observaciones anteriores nos ayudan a compren. der por qué, por una parte, un examen cuidadoso de los datos que nos brinda la aniropologia demostraria que los esguemas dinémicos fundamentales del derecho natural, si se interpre tan en su auréntica, o sea, en su ain indeterminada significa. cién (por ejemplo: quitarle la vida a un hombre no es lo ‘mismo que quitérsela a otro animal; 0 el grupo familiar debe aajustaree a ciortas normas fija; 0 lat relaciones scxuales han de uz JACQUES MARITAIN hallarse sometidas a determinadas limitacones; o tenemos que tratar de ver lo Invisible; 0 nos vemos obligados a vivir ence ‘iin y sujetos a ciertas sogtas y prohibiciones), estin sometiloc y tm conocimiento mucho més universal ~en todas partes y ei saslquler epoca de lo que parece a simple visa; y porque, por otra parte, se encuentra una cantidad iomensa de relauvidat 9 Variabilidad en tas reglas particulares,costumbres y eyes eon Jas cuales, y entre todos los pucblos de la tierra, he expressly Ja razin humana ¢1 eonocimiento que tiene incluso de hae aepectes mals béscos del derecho natural: pute, come ya ind qué antes, ese conocimiento espontineo no detcanin sobre lag eglas morales descubiertas conceptuslmente 7 deducidas sa. cionalmente, sino en las seglas morales captadas a waves ae indinacién y, ea el comienzo, en las formas tendencials ge. nerales © armazén, o mejor, como ya dije, en los eepuemes dnico: de las regismentaciones mozales, tal como. pueden Shtenerse unicamente por medio de as exptaciones prineray, “primitivas” del conocimiento a través de la inclinacion, ¥ on tales armazones tendencisles 0 esquemas dindmicos ¢ pacden gncerrar muchos contenidos, por no hablar de ls indinecionea deformadas, desviadas © pervertidas que pueden merclame cat Jas bisicas, Al mismo tiempo podemos comprender por qué el derecho hataral implica esencalumente wn desarolla dinmizo, 7 por ‘qué la conciencia morat, 0 el conccimlento del derecho aden Tal, ha progresado desde la era de las cavernas de una dobie ‘manera: primero, con respecto al modo con qu la rasdn Ine mana ha Megado a conocer de una manera cada ver mene, crespascular, tosca y confusa, las reglas primordiales del dere cho natural; segundo, eon respecto al miodo con que aleweh 2 conocer —siempre For el conocimiento a travis de Ia inch pacign— aus normas ultesiores y mas elevadas Y exe conees ‘miento sigue progresendo todavia y continuard progrenmde ‘micntras dure ta historia de la humanidad. Fse desserollo de EL HONBRE ¥ EL ESTADO us icons mnt, rt pe Tei le qn dado mor an Saket Ss gehen) Sape'g nea 2 ie rencién, en el derecho natural, 2 Me A mabe ie apclans eo tre ree ers wr aa oe ee occeees aan a tant Saas pas ee ee cay SP ae ne ce sn S tion pido co lg ene cmpo tee rescues gis Ss wales ace ens Soe oe pes eter c mm Jacques Manirarn, Vv Derechos humanos y derecho natural No necssto discalpame por haberme extendigo tanto 10 bre el tema dl derecho matted. ¢Canpodiiam con det los derechos humanos si no tuvitramos una nocgn ae clensey adecuada det derecho natiral Peo ee mina serene natural que esuiblece nvcatos deberes mie fondamonesiee por vinzud del cual toda ley es abligetoria @ el mine wa Bien que mos aigne muster dechon Ello obedeee a Se 1 Rae 8, De maga trp oi one epg tet de Nur Youk,“Tutman Rights 424 Natural Law tear vake $Sdat Wi tannin eel tae Nea Ze eet eset i Selneatnal Ls Eats fy omer of tear Pound ect deat Sea, tem pia SMPESELE saline dnc fener eee Cea York, Columbia University Press, 1950, cap. Ill). Al insets equ tts, NOW eta? pine pa ghee Be ann ra Oo Selle halted ian Se es Se ‘ago, © incluso “utiitarita™ (como ai cuslqe preocupaciy Pr bie SEis Epler takai duces po falda de iaitay lo ae emir et eer nage Ioan dace cline el & Ur pm te Princeton Unter} Pres, 15,1 Joes Jerome Feng rnetons N. Je ‘ql derecho natural més cn st penpectira prietics ‘que mentee hoe ier a peat, oe Foe lhc aca acl eg pte der despa Eras oe a cn moe ae ines he, Bp arin eu ‘visiones en cieria medida, es Invitatle Tecures a lo prinipie Sac ac Se a ls ps Fa 2 No a Ge he HL HOMBRE Y HL 25TAD ub ‘nog hallamot incluidos en el orden universal, en las leyes y reglas del Cosmos y de la inmensa familia de 12 naturaleza dc Ia Creicién (y finalmente en 4 orden de la sabiduria cxeaders), asi como porque tenemos el privilegio de participar de la naturalera espiritual. Por todo eso poseemos, con res pecto a los demds hombres y al conjunto de todas ls cla turas, aquellos derechos anteriormente mencionados. En lti- mo andlisis, como cada criatura acta segiin sus Principios, 10 cual ela Ley Pura; como cada antoridad digna de tal nombre (@s decir, justa) procede en conciencia por el Principio de los sexes, Io que ¢s Sabidurla pura: asf umbign cada derecho que. poseen los hombres 1o poseen por virtud de los derechos po- seidos por Dios, Quien es pura Justicia, para que sea respe- tada, obedecida y amada por toda inteligenda Su sabiduria cen Ios seres. Es esencial de Ia ley constituir un orden de razbnz y el derecho matural, o la normalidad del funcionamiento de a navuraleza humana, conoce por el conocimiento + través de Ia inclinacion, o sea Ja ley, que obliga en conciencia silo porque la naturalera y las inclinaciones de la naturale mani- fiestan un orden de rax6n, es decir, la Razén Divina, El de- recho natural sdlo c ley porque participa de Ia Ley Eterna, En este punto vemes que una filosofla positivista que re- conozca solamente los Hechos ast como cualquier filosofia idealista o materialista de la Inmanencia absoluta— es impo- tente para establecer a existencia de unos derechos que posce aturalmente el ser humano, anteriores y por encima de toda legislacin esczita y acuerdos entre gobiemnos, derechos que Ia sociedad civil no tiene que otorgar sino que reconocer y san Gonar como universalmente vélidos, y que ninguna necesidad social puede autorzar a abolir ni desdefiar, ni siquiera mo- mentineamente. Ligicsmente, el concepto de tales. derechos puede parecer nada mis que una supenticidn a tales filoso- fias, Sélo puede raultar vélide y defendible racionalmente si cada individuo existente tiene una naturalema 0 esencia que us JACQUES MARITAIN ‘Recesarias, 0 sea, si cl rcino de la naturaleza tomado. : Sadi hry none Soe Se ma gh apne 2s cen aa wee oo See de su esencia. Pero ese mismo hecho, el hecho dé ie lis oe po oe nes he be to de ese orden ideal, como fundamento de las Sencis an to alta gat cnc ie ue es superior al mundo y que Ia filosofta perem fea Seapets Ts St fae He nots coe mon ene Crim a aes ng eae oe se pnt pra tne decor no son on a ites SR mar oe macién de los derechos naturales del hombre, ~ BL HOMBRE Y EL. ESTADO a7 v Ex tomo a los derechos humanos en general Analicemos ahora algunos problemas ms, relacionados con os derechos humanos en general, El primer punto se referiré 2 la distindon entre derecho natural y derecho positivo. Uno de los errores principales de la filosofia racionalista sobre los derechos humanos ha sido el considerar al derecho positive como una mera transeripeién del nauural, el aual se hella su ptestamente preseriio en nombre de la naturaleza como el de- echo positivo lo ext4 en nombre de la sociedad. Olvidan el inmemo campo de las coat huumanat que depende de Ias va- riables condiciones de la vida social y de Ja libre iniciativa de la razén humana, y que el derecho natural deja indeter- minado, Como ya he sefalado,[el derecho natural se relaciona con Jos dereches y los deberes, os cuales estin inctuldos de una manera necésaria con el primer principio: “Hlar el bien y evita el mal’, He ahi por qué los preceptos de ese cidigo no escrito ton por sf mismos y en la natursleza de las cosas (y no digo en el conocimientg de ellos por parte de los hombres) univer- sales ¢ invariables EI Jus gentium © Devecko de las Naciones, resulta dificil de definir porque se halla a mitad de camino entre el éerecho natura y el derecho positive, Digamos en el mas profunde y genuino significado del conc:pto, tal como lo expres Tomés de Aquino, que el derecho de las naciones, 0 mejor dicho, la ley comin de la civilizacign, difiere del derecho natural por que se la conoce, no a través de la inclinacidn, sino por medio dal ejercicio concepiual de la razén, o a través del conocimien- us JACQUES MARITAIN oan, cts ro oct solamente como inferencias racionales sino también por ‘medio Dighton se nin po nde cién). En ambos casosfel jus gentium o ley comin dvr lain vem, cono ef date nary sie be dee go Ae Ria ance 1 gene, lari co iat conciones Sees rincioges ST Gel tec nae wo coe an RIS EP rt tee mo ue es propia grinign dl derecho adorn) enema ae Set Bote gor foe SBS figs on, be Aendamtent, un pesto ae dae oe SES tea capor nt og sec Rc rt se ee a ec eect’ cre teenage Ere 0 lings aoe wri ee ti idl nw atm ol gem si a ta a acca ar PAG me's oe ata in ea Eee aan ie Oe ae Moe komt fie Gee aden are fie eon EL HOMBRE Y EL, ESTADO ng eberes relacionadot con et primer principio en una forma nectsaria, ¥ precsamente porque se logra a percepcién a tra wea del covotimiento racianal, y ex en una abra de razén, sti mis esirechamente Iigado a tales derechos y.deberes, como fexistete en el reino de la obra natural bisieaitewada g cabo por Ia rarén humana, es deci, el estado deta vida evil. [El derecho postivo, o cuerpo de Keyes (tritese de lees ot taitidas o de costumbre) en vigor en un grupo socal dado, trata de les derechos y deberes relacionados con el. primer principio, pero de ana mancra contiagente, ea virwud de lot Seierminados modos de conducta extablecdos por Ia razén y Ja voluntad del hombre cuando se instituyeron las leyer 0 22+ ieron las costumbres de una sociedad cualquiera, diciendo ast fe si mismos que, dentro del grupo particular en cuestén, lertas conn serin buenee y permitidss y otra malas y no per vend solamente en virtud det derecho navural adguieren foerea de ley el derecho posiivo y la ley de Tas nacioves, i migndose a Ist conciencias Son ambos una prolongacién o Empliscién del derecho nateral, que Paton a sonas objetivas ‘que cada vez son mis dificiles de detenminar por Ia inclinacién Genciat dela naturaleza humana, Por cuanto cx el propio de- recho natural el que exige que toda cosa gue ti dvje sin Geterminar, sea determinada subsiguientemente, witese de un Alrecho o de un deber exstente para todos lor hombres, y de Jor cuales adquieran noticia, no por el conocimiento a tavés de la inelinacién, sino por ia rat6n conceptual —y de abt e) jus gentium— 0 como wn derecho o deber existent= para cier tos hombres —y aqut viene el derecho postive por virtud de Jas normas humanas y contingentes propias del grupo social el cual forman parte, Como ejemplo, at tenemos lay tran siciones impereeptibies (al menos desde al punto de vista de in experiencia histrica) entre Derecho Natural, Ley de lar Naciones (o tambien Derecho internacional) y Derecho Post 12 JACQUES MaRITAIN tivoD tay un dinamnismo que impete a Jas eyes no esctitas a Pe acuerdo con este dinamismmo los derechos de la persion ats hablando estrictamente, al derecho ‘natural’ pure : Mberiad de la periona frente a la comunidad, Finalmene co Frat eae th ea 1a ibutad de es ncowes de vii sn yugo de a sidady la destcha ("ibertad de pore’) J oe ead ee, fet ctror ered de tenor) ens oy ene Be Bec dela ey de is naciones que denen sen no &devecho postive y sou pone cae ne edi mica del mundo civilizdo, anneal ne "I derecho al slag que tene cada cal pars dec Ae tor fuacoraran del esd, dara et deca eee 38 Véose nue cbra_ Freedom is Cate i ARSE lt YM Modem Wort gow Yn EL HOMBRE Y EL ESTADO 1. eterminando Ta forma por Ia cual se aplic, en uns sociedad democritica, el derecho natural del pueblo a gobernarse BL segundo pont reer sobre carter inalienable de tos derechos naturales hemanos, Sof inaignables porque # Dann naturales mi del hombre, BE po spun tale puede perder. Lo que ao sigaiica que no amity mnitcign alguna ai que sean derechos infniter como Iv a Dies, Lo mimo que cualquier ley ~especinimente ls natura lesen fas que w bauan~asira a bien comin, y ai Ios de recios humanot tienen una reladén intrinsect om el blen Comin, Algunos de dll, como el dertcho a la vida ol de Fecho ln prosecucién ela felicidad, son_de navoratga 3} aque pondtian enpelgro al bien comin si el coerpo pati Drdlera ressingr en Gert mei ean derechos que Yo howe bre poeen de an modo natural, Diganor anbien que son absolitamente inafienables. | Otrs,como el de asecidcin o el de Thertad de palabra, son de naturales tal que pontran en peli al bien comin ial curpo politico no pudiera restingit en ci medida estos derechos que Ios hombres poseen de un modo matoal (oe lo menos tomo socedadss son mit apacts de opal, basindoe ache libertad com}, Digamos tambien que son inalienables slo sulotandaiente Pero, aun siendo derechos absolutamente inalienables, son pasibles de limitacién, ya que no en quanto a su potesion, al ‘menos respecto a su ejercicio, Por consiguienté, el tereer punto tratard de Ia distincidn entre la posesidn y el ejercicio de un derecho, Incluso con respecto a los derechos absolutamente 12 JACQUES MARITAIN ila hee de tg ene pla gn i stu ho ne se le impone le impiden ejercer, ol astzo que 2 las posibilidades concretas de una sociedad ‘dcterminads, uede ser contrario a la justicia aspirar al ejercicio i rpc na ate el ore neral siga siendo legitimo, aunque dnicamente como algons els Sa se oe ae ore con este ejemplo ~y Jo hago notar como entre paréninn 2 Sin ahs ge a ioc det tanto por culpa de algiin delincuente o criminal in vidoe Ge fk despre © Sai a HL HOMBRE ¥ EL ISTADO ws o estar viada, impide el cumplimiento de dicha aspiracion, Iogitima en st porque lesionaria derechos mis importantes. ‘Quisicra afadir que dicha distincién nos permite entender quer medida que Ta historia avanza, en ocasiones determina: as impice el ejercicio de ciertos derechos que, sin embargo, Squimos poseyendo, Estas consideraciones se aplican a nume- Tonos problemas relatos tanto a les modalidades de 1a pro Dead privada en tina sociedad en proceso de transformacion Econdmics, como & las Timitaciones de la sediciente “sobera nia” de los estados en una comunidad internacional en trance de organizacion, VI Los derechos humsnos en particular Como Hegamo: finalmente a Ios problemas relatives 2 Ta ‘enumeracién de Ios derechos humanos en particular, debo re- cordar en primer térimino lo que ya he dicho antes que Ta jnmutabilidad del derecho natural Io es con respecto 2 las ‘cosas o al derecho en si ontoldgicamente considerado, pero no fen evanio al progreso y relatividad de a conciencia humans fen relacién con ee derecho. Tenemos una tendencia especial B inflar y hacer absolutos, ilimitades, sin restrieciones de cual: quier clase a los derechos de que tenemos noticia, cegindonot Gxt frente a otros derechos que contrapesan a aquillos, Por ‘eo en x historia humana no ha habido ningin derecho “auc yo" —nuevo en el sentido de que la conciencia humana haya Tenido a fin conoeimiento de él que no se haya visto for- zado a luchar e imponerse a Ios “derechos viejos", Esta ¢ pot ejemplo, Ia historia del derecho a percibir un salario justo y ‘tres. semejantes en conexién con los derechos del convenio ‘muvuo libre y el de la propiedad privada. La lucha del dere- 1 JACQUES MARITAIN do ata pope pia one i coe pri dine tnt cholate a gee hl ita Piney mpi at Se Pen eh ie ana eat al erry tis ane ism ma ph pe ean ct a a s,m Han ee mE ccs ae in Se una ley promulgada en 1791 prohibia, por cousiderarle ton saquc contra Ubertad y la Declaracion de los Derecha ‘eh ilanne anges enact or Been fet ee achat ns ee te ane one oe fr pn ios on os dice a i En Jo que se refiere a nuestra época. es evidente que la ra: sen uti eid eerie a Hine cone pce ls os dc ‘rn ne ep cena nu le ep bajadora, “Ome Pesona wa iodo en ene pa ao ode tin, de rconsery deine os derechos els bana abr con sus funciones sociales, econémicas y cultural . arin pe a mime ita dc se ue dans es na Fria Pd ee ance mee dr itten go akest caren Feiss oe carte aoa ae, poten sete ey earn om dec EL HOMBRE Y EL ESTADO 1s anterior al estado politico; de otra, con los derechos del ser humano en tanto que elemento de trabajo. Me estoy reliriendo 2 derechos tales como el derecho 1 trabajo y a Ja libre eleccién del propio trabajo, AI derecho de formar libremente grupos o uniones vocacionates, Al dere- ccho del trabajador a ser considerado socialmemte como un adulto y a tener, de algin modo, una participacién activa en Jas responsabilidades de Ja vida econdmica, Al derecho de los ‘grupos econdmicos (indicatos y comunidades obreras) y otras agrupacionet sociales a la libertad y la autonomla. Al derecho a percibir salarios justos, o sea, a tener suficientemente garan- tiatda Ja existencia familiar, Al derecho a Ia ayuda, seguro por desocupaciéa, beneficios por enfermedad y seguridad so- ial, Al derecho de tener parte, gratuitamente aunque depen- diendo de Jas posibilidades del enero social, en los bienes clementales de la civilizicién, tanto materiales como sspiri- tuales, Esto involucra ante todo la dignidad del trabajo, 1a sen- sacién por parte del trabajador de poseer los derechos de la ertona humana, los derechos en cuyo nombre el trabsjador se halla frente a sus empleadores en una relacién de justicia y como un ser adulto, no como un nito ni como un servidor. Hay abl un elemento esencial que sobrepasa en gran medic todos los demés problemas de orden meraments econémico 0 de técnica tocial, porque et un elemento moral, que afecta al hombre en sus profundidades espirituales. Estoy convencide de que el antagonisino ente los dereches “nuevos” y “‘viejos” del hombre —o sea los derechos 2 que cabo de aludir, especialmente aquellos relacionados con la ju tic social que aspiran a Iz eficacia del grupo social ya la emancipaciéa de la pobreza y servidumbre econdmica del 16 Viase nnesin obsa The Rights of Men and Natu! Law (New ‘York, Cision Scnbners Soot, 104 7. Coonan Conver ba Docostios der droite socieue (New York, Mabon Frangase, 1). 126 JACQUES MARITAL dor que icon estore de ors compaem en Ig, new moc agus ape ae ae gots de dee paren inca ls pe oe Sr essing yen pls pues No se puede insstir denusiado ene hecho de aoe ol nce bound ua gr pear oe ca e te pie de umn snl de panne Ub semis er avo gue mo es pce ein pei Se Ev emu at Si I en Gc a mie 7 maces En ta I wie See Der del Hombre, népde y podamuts es eet mo uni ene de nee can vdeo "mas ona Stata to de lt doch hms fo unt tera abyctamenteincondiional y exclve a cuaiqeee sian, oan un sui die cena Stee ton rts rele Re sateen wand qt om dren ends emmy, ee tino humane pues de endless pornos ota ot gue none a ai ‘ced Be preanente nou! gue Irwin eee cin smn men ke pee comin yo te eres a Son inn hil cise ora mans sh reagent aca et 2 deco i hombre ts pesos ae se dna) agar eae eae Wey oi Social tl pad de ¥ Indso dapots des primera gue manda, In Dedarac Der ie en ave ent d sen ami Deacn de tease Geamannen Les nowte (rane Gach he ap EL HOMBRE Y EL ESTADO ur mas generalmente a determinacion de la escala de valores ‘que rige el cjercicio y Ia organizacién conereta de esos dere- ‘ches diversos, Ahi nce vemos confrontados con al choque entre las floras politicas incompatibles. Porque en tal caso ya no se trata del mero reconocimiento de las diversas categorias de deeches humanos, sino del principio de unificacién dinémica segiin el cul se Hevan a efecio; nos enfrentamos con Ta tona- lidad, Ia clave specifica por Ja cual salen piczes musicales di- ferentes de un mismo instrumento, sea en armonia o en dis- cordancia con Ja dignidad humana. Podemos imaginar en concordancia con los puntos de visa expuestos en Ja primera parie de este capitule— que los abogadot de un tipo de sociedad Jiberalindividualista, coma: nista o personalista, offecerdn en teoria la misma lista de los dereches del hombre, Pero no tocarin el instrumento det mismo modo. Todo depende éel valor supremo de acuerdo con cl cual se ordenen y limiten mutuamente esos derechos. Es, puss, de acuerdo con Ia jerarquia de los valores que subs ‘mos, cémo determinamés la forma en que los derechos del hombre, tanto econémices y wociales como individuales, dcbe- rian, en nuestra opinién, entrar en el reino de Ia existencia. Aquellos a quienes, a falta de un nombre mejor, llamé abo- gados de una sociedad de tipo liberal-individualisa, ven Ia sefial de la dignidad humana primero y ante todo en el poder de cada periona a apropiarse individualmente los bienes de I raturaleza con €l fin de hacer libremente lo que quiera; los abogados de una sociedad de tipo comunista ven €l indico de Ja dignidad humana primero y ante todo en el poder de scmeter esos mismos bienes al orden colecivo del cuerpo so ial, para “liberse” al trabajo humane (eojusgindolo a la co- munidad econémica) y obtener el contro! de la historia. Los abogaclos de un tipo de socie¢ad personalista ven 1a huella de Ja dignidad humana en el poder de conseguir que eso mit mos bienes de Ia naturaleza sirvan a Ia conquista comin de

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