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Crénicas de lo intangible EI Brasil de Rubem Braga Seleccibn y traduccién de Mariana Serrano Zalamca sesy Humanidades: Paricis Hugo Pat Paredes; Representa de los Profesoes vor Cath Langebacks Vicertectot rora de apartamentos, jalaelzinc del tugurio, atroja basura en el ojo de a joven dactlégrafa, irita los nervios del dentista peligroso el mar ¢ tengamos pero todos, todos, haciendo guem-guem-guem hasta marcarse. Los sondmbulos despiertan eansadtsimos; pues es el viento profesor la sporte la dizeccién, ppiernas, la jovencita la vergtienza, cl amance , la mujer el dinero que gasté en su peinado, el mundo la gracia,y la madre la paciencia con esos nifos {que estin imposibles, imposibles, azotados por el viento -de-puerco en Ivo. Que vuele el polvos no es sufciente la defensa; al somos polvo, no més, elnoroeste e el noroeste, no hay eémo hichar contra el noroeste, aunque luche bravamente com esta crénica seca en la mano, pese a que las reclas de la méquina estallen sobre hojas ecas, Estoy cansado. Diciembre de 1946. 12, Recuerdo de un brazo derecho Es un caso banal, canto que he ofdo contar esta ‘muchas veces: “Ayer, cuando llegamos a Sto P: ba tan opaco que no pudimos descender. mos mas de una hora dando vuelas en la neblina porque el cielo estaba muy bajo...”. Pero yoando por el suelo desde hace mucho tiempo: suelo peligroso, donde hay piedras y huecos para un "No podemos descender!. Bla en medio de una neblina cerrada. ‘Traté de ala sefiora. cxdsteas 10 INTANGIBLE Ella estaba tan affigida que, aunque hacia ftio, se abanicaba con una revista. Intenté convent lo hiciese. Blla necesitaba hacer algo y la Gnica medida que, aparentemente, podia tomar en aquel momento de miedo era abanicarse. io doblado, y me lo agradecié mucho, como do mis viento, lograrfa mayor Gasté cerca de media hora en la aficeion de aquella sefiora. Notando que wna amiga suya estaba en . ‘me ofteci para cambiar de lugar, yella acept6, Peroespert Imente que ella recogiese as piernas para yo poder lugar junto ala ventana; acabé confesando que estaba bien, y que preferia tener un hombre do, Eso halagé mi orgullo de caballero: y responsable. Era por est in Braga, fido, que aquel avién no osaba caerse. Habla ciertamente un piloto y un copiloto y varios hombres Ia podia tocar. ¥ era en eso que ‘ese ser de cachemira gruesa, de corbata, de bigote, a bbrazo el que apretaba, sino un brazo de hi palabras reconfortances, mano ‘en el hombro, algodén en los ofdos, y una vor suave ¥ leve reprimenda y a veces in duda, es parce llamada sonrisa para ocasiones de cielo baj ro de qué sirve una acromoza? No es muy con- que reaccionaba a sus palabras), responsable por aquella La joven de uniforme estaba sin duda escondiéndole la verdad y diciendo palabras bi resighase a morir sin reaccionat. ‘inica persona de confanza, ciertamente, er@ Yo: aquella sefiora, que en el aeropuerto tenia un cierto alze desdetioso y solemne, le dijo un par de impercinencias a la aeromoza y se agart6 de mi de manera definitiva, La animé entoncesa poner mi mano derecha sobre ss mano, {que me apretaba el brazo, Ese gesto de carifio prot tuvo un efecto completo: 3 profundo de alivio, cerré los ojos, ineliné la cabeza ligeramente hacia mi lado y se qued6 inmévil, quieta. Era claro que ‘mano la protegia contra todo y todos: se quedé como jormilada Flavin continuaba girando mondtonamente dentro ddewna nube oscura; cuando daba un salto mis brusco, yo

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