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3 Edicién 2007 Este libro es traducién de The Way of the Dream, Dr: Marie-Louise von Franz in Conversation with Fraser Boa. © Sucesién de Fraser Boa, 1992 © Editorial Cuatro Vientos, 1997, El Camino de los Suefios, Santiago de Chile Este libro estd basado en la serie de filmes documentales «The Way of Dream» producida y dirigida por Fraser Boa, presentando a la Dra. Marie-Louise von Franz. Una produccién de Windrose fims distribuida por Windrose Films Ltd. P.O. Box 256, Station «Q» Toronto, Ontario, M4t 2 M1, Canada. Registro de Propiedad intelectual N° 99,257 LS.B.N.: 956-242-036-1 Traduccién: Renato Valenzuela M. Verificaci6n: Paulina Correa G. Diagramacién Héctor Pefia R. Disefio de portada: Josefina Olivos V. Imagen de Portada: Magdalena Lucas A., Cuzco, Perti, 1993. Oleo sobre tela(144 x 89 cm.) gentileza de Coleccién Cfa. de Cervecerfas Unidas S.A. Ninguna parte de esta publicacidn, incluido el disefio de la cubierta,puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningtin medio, ya sea eléctrico, quimico, mecdnico, dptico, de grabacién o de fotocopia, sin permiso previo del editor. wivw.cuatrovientos.cl El camino de los suefios DRA. MARIE-LOUISE VON FRANZ en conversaciones con FRASER BOA Traduccién i Renato Valenzuela M. Cuatro Vientos Editorial CONTENIDOS Agradecimientos..... Prefacio ..... Introduccién personal de Fraser Boa... I. Introduccién Uno: Descenso al Mundo de los Suefios.... IL. La Psicologia Basica de C.G. Jung Dos: Cartografia del Inconsciente Tres: La Estructura de los Suefios Cuatro: El Simbolo Vivo.... Ill. Suefios de Nuestra Cultura Cinco: La Escalera al Cielo Seis: E] Lenguaje Olvidado IV. La Psicologia de los Hombres Siete: Nuestra Sombra Sabe Ocho: La Madre Devoradora Nueve: La Muerte del Dragon 103 Diez: Ver a través de la Luna... 115 Once: La Novia Interior 127 V. La Psicologia de las Mujeres Doce: El Infierno No Tiene Espejos 139 Trece: El Ahorcado .. 151 Catorce: El Tirano.. Quince: Volar sobre los Tejados . Dieciséis: El Guia Interior........... VI. Sobre las Relaciones Diecisiete: Liberaci6n del Corazén . Dieciocho: Liberacién de la Relacién VII. El Si Mismo Diecinueve: Suefos de una Vida Veinte: El Artifice de los Suefios Indice... 203 213 225 235 247 AGRADECIMIENTOS Muchas personas contribuyeron a la creaci6n de la serie filmica de Ja cual resulta este libro, Agradezco especialmente a Chris Aikenhead, que durante un ajio trabajé conmigo escribiendo el guién original, organizando y viajando con el equipo mas de 40.000 kilémetros, y editando la mayor parte de las peliculas. Y también a Richard Leiterman, cuya energia y conocimientos de cine sirvieron mucho en las entrevistas callejeras. También me gustarfa agradecer a todas las personas que relataron los suefios y asociaciones que permitieron realizar este trabajo. Fueron muchos los que nos estimularon y ayudaron: Daryl Sharp y el Dr. James Hall, cuyo entusiasta apoyo al proyecto inicial transformé una idea en una posibilidad; el inversionista, que creyé en el valor de la iniciativa; el profesor Ross Woodman y Marion Woodman, que colaboraron con muchas sugerencias y cambios en la edici6n. Sobre todo, quisiera agradecer a dos personas. Una es Jenny Donald, mi compajiera de toda la vida, por disefar y editar el libro cuidando tanto su significado, y por su infinita paciencia para soportar los caprichos de un intuitivo. La otra es la Dra. Von Franz —a quien realmente pertenece este libro—, por el tiempo, conocimientos, visién y sabiduria que tan generosa- mente me concedié a mf y a este trabajo. xi PREFACIO Millones de individuos buscan hoy saber mas acerca de si mis- mos. Desean saber quiénes son, a fin de poder ser quienes son. A nivel personal, esta necesidad de entender mas acerca de nuestro ser interior se refleja por el surgimiento de interés en grupos de autoconocimiento y en la proliferacién de libros y articulos sobre nuevas técnicas de autorrealizacién. Asimismo, a nivel colectivo, las empresas y grandes instituciones comienzan a preocuparse del desgaste humano, el estrés y la correlacion entre bienestar psicolégico y productividad, a tal punto que muchas estan reestructurando su organizaci6n y estimulando a sus empleados para que asistan a seminarios de activacién de la conciencia. Esta creciente percepcién corresponde a la emergencia de una desatendida area de la ciencia, es decir, el estudio de la influencia que ejerce la experiencia subjetiva o “interior” sobre la salud y conducta del ser humano. Dada la dificultad de obte- ner datos objetivos, algunos investigadores se estén concen- trando exclusivamente en los suefios para proceder a una in- vestigacién sistematica de este vasto universo interior. Los descubrimientos iniciales demuestran que los suefos revelan una profunda relacién entre nuestros estados internos y exter- nos de ser, y proporcionan un tipo de contacto con la profun- didad de Ja mente humana hasta ahora no explorado por el in- telecto consciente. Una vez descifrados, los suefios contienen importante informacién sobre la salud fisica y mental del individuo. xiii EL CAMINO DE LOS SUENOS El psiquiatra suizo C.G, Jung fue pionero en la investigacién de los suefios. Descubrié que ellos intentan regular y equilibrar nuestras energias fisicas y mentales. No sdélo revelan la causa basica de la desarmonia interior y de la angustia emocional, sino que también indican el potencial de vida latente en el indi- viduo; presentan soluciones creativas para los problemas coti- dianos e ideas inspiradoras para el potencial creativo de la vida. Jung descubrié que al dormir, a través de los suefios, las personas despiertan a quienes realmente son. En este libro, Marie-Louise von Franz, la més importante su- cesora viva de Jung, explica y demuestra la teorfa cientifica del anilisis de los suefios. Basada en su investigaci6n de més de sesenta y cinco mil suefios, la Dra. Von Franz concluye que lo mas saludable que puede hacer el ser humano es prestar aten- ci6n a sus suefios. “Los suefios nos muestran cémo encontrar un ' sentido en nuestras vidas, cémo cumplir nuestro propio destino! y realizar el gran potencial de vida que tenemos dentro”. FR xiv INTRODUCCION PERSONAL por Fraser Boa Un dia, un alto ejecutivo jubilado jugaba golf con un amigo. Mien- tras atravesaban la cancha, su amigo le pregunté si estaba disfru- tando su jubilaci6n. “Bien”, respondi6 el primero, “te voy a decir. Empecé al final de la escalera y subi, peldario a peldafio, hasta llegar arriba. Y entonces descubri algo terrible. Habia puesto la escalera contra el muro equivocado”. Cuando yo tenia 39 afios, me di cuenta que habia puesto la escalera contra el muro equivocado y sufri lo que eufemisticamente se llama una crisis de la edad mediana. En otras palabras, toda mi existencia se resumi6 de pronto en un estridente “ZY Ahora Qué?”. Incluso los dos aspectos més vitales de mi vida se tornaron cuestionables. Mi carrera, que hasta entonces habia ejercido con vigor y entusiasmo, ya no me interesaba, y mi relacién personal con mi esposa y mi familia dejé de ser predominante en mis energias. Exteriormente, viajaba por el camino recto de un exitoso hombre de clase media, pero interiormente no pasaba un dia sin que tuviera el maligno pensamiento: “Dios sabe que la vida no es s6lo eso”. Los valores fundamentales sobre los cuales habia construido mi vida se estaban erosionando y no tenia con qué reemplazarlos. Ademds, no sabia dénde buscarlos. No era cuestién de buscar una aguja en un pajar; yo no conocta ningtin pajar, mucho menos una aguja. BL CAMINO DE LOS SUENOS Tal vez patear la piedra con suficiente fuerza haga que la divinidad despierte y nos sonra, 0 se ria de nosotros, En cualquier caso, el destino me llev6 a la consulta del Dr. E.A. Bennet, 99 Harley Street, Londres. Me lo habian recomendado mucho. Era analista jungiano, El Who’s Who de Inglaterra lo presentaba con nueve titulos académicos y profesionales (M.C., M.B., B.Ch., D.PM.,, M.A, M.D., D.Sc., LPM, R.A.M.C); brigadier y coronel psiquiatra en India en 1942-1945; consultor honorario de la Clinica Tavistock; y psiquiatra de los hospitales Royal Bethlehem y Maudsley. El segu- ramente tendria la respuesta, Las primeras palabras del Dr. Bennet no fueron promisorias: “No puedo decirle lo que busca. Debe descubrirlo por si mismo. Mientras tanto, puedo decirle por dénde comenzar”. Si yo no hu- biera conocido sus credenciales, la frase siguiente habria puesto fin a la consulta, Con un tono de absoluta certeza, dijo: “La solu- cién para su dilema esté dentro de usted. La encontrard en sus suefios. Ellos le dardn la respuesta”. “Pero yo no suefio”, contesté. “Jamas he tenido un suefio en mi vida”. “Todos soriamos”, explic6. “Cuatro o cinco veces cada noche. Sucede que nunca les ha prestado atenci6n. Intente recordar sus suefios y trdigalos a nuestras sesiones. Trabajaremos juntos para descubrir su significado”. Sali de la consulta muy escéptico, pero dispuesto a probar el posible conocimiento del famoso médico contra mi indudable igno- rancia. No habia encontrado mi aguja, pero él decia conocer un pajar. Esa noche me fui a dormir con un lépiz y una libreta junto a mi cama, Al despertar, recordé un suefio, el primero de muchos que discuti con el Dr. Bennet. Soré que estaba caminando por las anti- guas rocas de la Georgian Bay. La irregularidad de la superficie dificultaba mis pasos. Cuando miré hacia abajo para equilibrarme, me di cuenta que caminaba sobre el rostro de Cristo. El descubrimiento del suefto produjo un despertar a una nueva realidad, una nueva vision de la vida, con dimensiones que no habia imaginado antes. Mi trabajo con el Dr. Bennet confirmé su predicci6n inicial. La informacién que yo buscaba estaba dentro de INTRODUCCION PERSONAL mi, y mis suefios me dieron acceso a esa realidad subjetiva. Eran como puentes que me conectaban con vastas dreas de mi mismo que yo ignoraba que existieran: pensamientos, sentimientos, intere- ses, potenciales y energias ocultos dentro de mi mente, fuera del alcance de la intencién consciente, Ya no mds condenado a la futilidad de una existencia basada en el “zY Ahora Qué?”, me sentia vivo, vital y, sobre todo, con la sensacién de que valia la pena vivir mi vida. Mi interés por los suefios me llevé al Instituto C.G. Jung de Zurich, donde tuve la buena suerte de hacer mi andlisis diddctico con la Dra. Marie-Louise von Franz. Trabajar individualmente con ella fue un enorme privilegio. La Dra. Von Franz no s6lo era la méxima autoridad mundial en psicologia analitica, sino también una excelente profesora con la rara capacidad de explicar comple- jas teortas psicolégicas. Como todos los grandes maestros, su uso de ejemplos de ta vida diaria tornaba vivo y relevante el material. Gradualmente me di cuenta que mi experiencia de “zY Ahora Qué?” no era de ningdn modo Gnica. Habia otros con el mismo dilema, y comencé a imaginar si seria posible compartir con ellos mi experiencia con esta gran analista que trabajaba los suerios en su consulta. Sin duda, ellos apreciarian la informacion que el des- tino me hizo encontrar. Durante una conferencia en Oxford hablé por primera vez con la Dra. Von Franz sobre la idea de realizar una serie filmica. Era una tarde lluviosa. Conversdbamos junto a la chimenea, tomando cerveza inglesa. Esbocé un guié6n que apuntaba a poner la psicolo- gia jungiana al alcance del piiblico en general. El formato era simple, Conversariamos informalmente sobre los conceptos basi- cos de la psicologia analitica y ella interpretaria sueftos para acla- rar la teorta. “Entrevistas callejeras” con personas de diversas par- tes del mundo darian atin més vida a la serie, Para ella no era una decisién facil. Al participar en las peliculas, tendria que aceptar que el piiblico entrara a su consulta. (Ningén analista, ni siquiera Jung, habia hecho esto antes). Ella no iba a interpretar un mito arcaico, una obra literaria 0 un caso disfrazado, sino los suerios reales de personas vivas. Su respuesta me sorprendio. EL CAMINO DE Los SUENOS “Participaré”, dijo, “pero con la condicién de que todos los suefios sean relatados a la cdmara por los softantes. Nada de actores, a menos que ellos cuenten sus propios suefos”. “No va a funcionar”, dije. “Los aficionados estarén embarazo- samente conscientes de si mismos”. “Entonces no participaré”, respondié. “Una pelicula con ac- tores narrando suefios ajenos no tendria integridad. Debemos te- ner gente que cuente sus propios sueftos —personas reales y sue- fios reales”. Pedimos otra cerveza. A la primavera siguiente, mds de cincuenta individuos habian accedido a relatar sus suefios en camara. Estas fueron decisiones dificiles que exigieron considerable reflexién, ya que cada persona sabia que su suefio podria ser analizado en piablico por la Dra. Von Franz. Sin embargo, los que participaron en el proyecto fueron com- pensados por la ovacién de un piiblico de pie durante la premiere de las peliculas en Boston, en su lanzamiento para Norteamérica y Europa. Pensé que estaba naciendo una sola cosa, pero fueron dos. Con la creciente popularidad de ta serie, las cartas de la gente que vio las peliculas me animaron a creer que una transcripcién serfa valiosa. Muchos afirmaban que la Dra. Von Franz era una mujer extraordinaria que decia cosas muy interesantes, pero que por eso mismo necesitaban un libro para estudiar y reflexionar sobre ese material. Un hombre lo expres6 en forma concisa: “Uno no puede parar la pelicula y discutir”. Una de las grandes satisfacciones de transformar las peliculas en un libro fue la posibilidad de incluir mucho material que desgra- ciadamente habia sido cortado en la edicién. En cierto sentido, por lo tanto, Marie-Louise von Franz esté mas presente y mejor repre- sentada en el libro que en las peliculas, Por otro lado, en el sentido visual, es claro que esté menos presente. Sopesando ganancias y pérdidas (de ninguna manera obvias), tuvimos que enfrentar las reales diferencias entre los dos medios, la pelicula y el libro. Un libro que pretende ser un libro no puede ser la mera transcripcién de la banda sonora de una pelicula. Un gui6n cinematografico se xviii INTRODUCCION PERSONAL organiza a partir de la técnica visual de montaje, En Tierra yerma, TS. Eliot exploré esta técnica del cine para reflejar el cardcter fragmentario y discontinuo de la sociedad moderna. Su intenci6n era ofrecer “un montén de imdgenes rotas”. Sin embargo, nuestro propésito era otro; establecer una comunicaci6n mucho mds direc- ta con el lector. Nuestro principal interés era la informacién y aquella comprensi6n clara que se espera nazca de una informa- cién presentada de manera sencilla. Nuestra tarea no era confun- dir la mente en perplejidades para crear la ilusién de un mundo ca6tico que perdié el sentido, sino todo lo contrario. Este libro fue escrito para ayudar a la gente a comprender el mundo de los suefios y asi entender un mundo en esencia muy coherente, sea visto por dentro o por fuera. Fue escrito para infor- mar e instruir, con la conviccién de que los suefios tienen esa misma intenci6n. Espero que este libro sirva como una guia acce- sible y profunda a la psicologta analitica y al andlisis jungiano de los suefios por la mundialmente famosa exponente Dra. Marie- Louise von Franz. xix I INTRODUCCION UNO DESCENSO AL MUNDO DE LOS SUENOS “Los suefios entregan informacién muy interesante a quien se empefia en comprender su simbolismo. El resultado, es cierto, no tiene mucho que ver con preocupaciones mundanas como comprar y vender. Pero los negocios no explican el sentido de la vida, ni una cuenta bancaria satisface los deseos profundos del coraz6n”. —C.G. Jung Dra. Von Franz, ghace cudnto tiempo viene estudiando los suenios? Bueno, creo que alrededor de treinta afios. Calculo que he interpretado, como minimo, unos sesenta y cinco mil suefos, Hay algo que siempre me intrigé y que tal vez usted también se habré preguntado, Cuando me duermo, caigo en un vacio, Dejo de existir. Luego, sttbitamente, algin poder interior me obliga a pasar por una experiencia que yo no planeé —volar, manejar, hacer el amor—, experiencias tan reales como las de mi vida en vigilia, éQué poder es ése? gQuién engendra los sueiios? Ese es el gran misterio. ;Quién engendra los suefios? Mucha gente todavia tiene el ingenuo prejuicio de que los suefios expre- san nuestros propios deseos, o nuestros Proyectos o planes. Pero mientras mas se les observa, mds se ve que eso no puede ser cierto. Muchos de nuestros suefios dicen cosas que no que- remos oir. “(Pesadillas! Tengo pesadillas, no suefios. Una vez salté de la cama y cai sentado en el suelo”. —Taxista californiano “El otro dia tuve un sueno horrible cuando me dormt poco antes de salir a trabajar. Mataban a la madre de un amigo... no era nada de agradable”. —Camarera inglesa | INTRODUCCION La base desde la cual se originan los suefios parece ser, usando una expresi6n vaga, la propia Naturaleza. Es un fenédmeno natu- ral que proviene de la misma fuente que un 4rbol o un jabali. Ahora, no podemos decir qué engendra al jabalf. Si uno cree en Dios, dira: “Dios hace al jabali”, pero, en cualquier caso, es ese poder desconocido o fuerza misteriosa que da origen a toda existencia. Entonces, tal vez sea mejor usar una expresién vaga, Dios o la Naturaleza, sin atribuir los suefios a algo especffico. Sin embargo, después de observar los suefios por largo tiem- po, notamos ciertas cualidades y funciones. Ellos poseen una inteligencia superior, una sabiduria y una perspicacia que nos orientan. Nos muestran en qué aspecto estamos errados y nos alertan sobre los peligros; predicen acontecimientos futuros; alu- den al sentido mds profundo de nuestra vida y nos transmiten introvisiones reveladoras. Si uno analiza suefios de artistas o cientificos creativos, por ejemplo, vera que muchas veces nuevas ideas les son reveladas a través de los suefos. No se conciben en un computador, Mas bien, brotan del inconsciente bajo la forma de ideas repentinas. Varios documentos demuestran que muchos cientificos primero sofiaron ciertas soluciones matemiaticas y des- pués las resolvieron conscientemente, Entonces debemos concluir que existe una matriz psiquica capaz de producir nuevas introvisiones creativas. Después de analizar suefios como procesos psiquicos vita- les, lo Gnico que tal vez se pueda decir es que esta matriz parece orientar al ego consciente hacia una actitud adaptada y madura frente a la vida. Por ejemplo, si un joven neurético se niega a entrar en la vida, ella le da un saludable empujén, o si un adulto no puede aceptar la vejez y la muerte, ella representa el sentido de la vejez y la muerte a través de imagenes bonitas, Esta matriz que engendra los suefios en nosotros se ha denominado guia espiritual interior, o centro de la psique. La mayoria de los pue- blos primitivos simplemente la Ilaman Dios, o usan el nombre de un dios especifico, El dios supremo de los aztecas, por ejemplo, era el artifice de los suefios y guiaba a las personas a través de ellos. Probablemente, un cristiano dirfa que esta matriz es el DESCENSO AL MUNDO DE LOS SUEROS Cristo interior en nuestra alma. Un budista reconoceria este mis- mo centro, Segtin un viejo maestro zen, Buda cierta vez dijo que quien sigue el camino interior correcto tiene buenos suefios. ‘Recuerdo aquellos que me hacen sentir bien. Sin duda hay muchos que bloqueo. Si quieres recordar un suefio, escribelo de inmediato y te dir mucho sobre como te sientes realmente”. ‘ —Actor de Toronto “Los suerios son una compensacién que, si los recuerdas, sirve para descubrir los juegos que haces contigo mismo —y ahi podras hacer algo al respecto, Asi es como veo los suefios’, —Escritor irlandés Por lo tanto, parece haber en nosotros una inteligencia supe- rior que podriamos llamar gufa interior o centro divino que produce los suefios, cuyo objetivo parece ser lograr una vida Optima para el individuo. Los suefios no nos protegen de las vicisitudes, enfermedades y acontecimientos dolorosos de la existencia. Pero si nos dan una orientacién sobre cémo lidiar con estos aspectos, cémo en- contrar un sentido en nuestra vida, como cumplir nuestro pro- pio destino, cémo seguir nuestra propia estrella, por decirlo asf, para realizar el gran potencial de vida que hay en nosotros. Dra. Von Franz, gcémo llegé a interesarse en el estudio de los suefios? Cuando conoci a Jung, él comenté el caso de una mujer que tuvo una visién y la interpret6 para mf. Quedé impresionada, pues stbitamente percibi que para él los sucesos interiores, como las visiones y los suefios, eran /a realidad, tan real como aquella que llamamos realidad exterior. Fue una gran revelacion.

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