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Aby Warburg El renacimiento del paganismo Aportaciones a la historia cultural del Renacimiento europeo Edicién a cargo de Felipe Pereda Alianza Editorial Titulo original: Die Emeuerung der heidnischen Anite: Kulturwisenschafliche Beitrige zur Geschichte der europitschen Renaissance “Traduccién de la edicién alemana publicada en 1932 por B. G. Teubner Verlag, de Lei en edicidn de Gercrud Bing, en asociacién con Fritz Rougemont “Traduccién de textos del alemén de Elena Sanchez y Felipe Pereda. ‘Traduccidn de textos del italiano e inglés de Felipe Pereda, Virginia Martinez, Gonzalo Zolle y Luis Zolle. ‘Traduccién de textos del latin de Inmaculada Rodriguez. ‘Traduccién Introduccién de Kure W. Forster de Gonzalo Zolle. ‘Traduccién Prologo de Gertrud Bing de Virginia Martinez. Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra esté protegido por Ia Ley, que establece penas de prisién ylo multas, ademas de la correspondientesindemnizaciones por ddafios ¥ perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, dstribuyeren o comunicaren jpublicamente, en todo o en parte, una obra lteraria, artistca 0 cienffica, 0 su transformacién, interpretacin o ejecucién artistica jada en cualquier tipo de soporte ‘o comunicada a través de cualquier medio, si la preceptiva autorizacién, © De la Introduccién de Kurt W. Forster: Getty Research Institute, Los Angeles, 1999. La pres esi de esa Indi spun ing n ay at, The ‘elo Pagan Anti: Contato othe Clune History fhe Eurpeen Renainanae-trafucida por David Brit (Los Angeles: Getry Research Instiute forthe History of Art and the Humanities, 1999). Esta versién en castellano ha sido traducida dela Ineroduccién a la edicign en italiano, Introducione ad Aby Warburg allAtlance della Memoria (Bruno Mondadori, Milin, 2002). © Del Pelogo de Gerad Bing: Jornal ef the Warburg and Courtauld Inia, 1965, vel 28, pp. 299313. © Ed, cast: Alaa Edtorl S.A, Madi, 2005 Clon nai Lc de Teng 15528027 Maciel: 91 393 8 88 Seiad ISBN: 84-206-7954-2 Depésito legal: M. 11191-2005 icin e impresin: Fernindex Ciudad, S.L. Catalina Suéter, 19, 28007 Madrid Printed in Spain Universo formal romano del Alko Reiacimiento iano se presenta ante los historiadoes del arte 10 el término de un proceso de librracién del jo artistico de la servidumbre ilustadora del medieval por ello, requiere una justficacién el fen este momento, en Roma, en ste preciso y ante un piblico experto en art, me haya smigo de la libertad de creacin artisica— y de significado en el desarrollo estlistice de la pin- ira italiana. Confio que a lo largo de la conferercia nuestra tificacién quede manifiesta por la popia com- jidad de la naturaleza de este problena, el cual pesar de mi propia inclinacién al estidio de los sbjetos bellos— me ha enviado a las osairas regio- de la supersticién astral. El problema que nos ocupa es el siguiente; qué significado tiene la influencia de la Anti cultura artistica del primer Renacis Hace aproximadamente veinticuatn afios, es- ‘tando en Florencia, comprendi que lainfluencia Ja Antigiiedad en la pintura profanadel Quat- trocento— sobre todo en el caso de Boticelliy Fi- lippino Lippi— se manifiesté en la estiizacién de Jos modelos humanos a través de la aentuacién del movimiento del cuerpo y los ropajes siguiendo tipos que se encontraban en las artes plsticas y en la poesia antigua. Mas tarde comprenii que los. 26. Arte italiano y astrologia internacional en el Palazzo Schifanoia de Ferrara* (1912) verdaderos extremos de este lenguaje gestual se ha- llaban también presentes en la retérica muscular de Pollaiuolo y, sobre todo, que incluso el pagani- zante universo fabuloso del joven Durero (desde la Muerte de Orfeo hasta los Grandes celos) debia la violencia dramética de su expresién a la pervivencia de formulas patéticas [/Pathosformeln]] de proce- dlencia griega que le habfan sido transmitidas a tra- vés del norte de Italia!. La irrupcién en el arte del norte de este estilo anticuario italiano del movimiento no fue tuna mera consecuencia de la falta de una tradicién iconogrifi- a propia de temas antiguas o paganos; al contrario, gracias al estudio de los inventarios de arte mueble cde mediados del siglo xv comprendimos que incluso personajes de la Antigiiedad pagana representados de forma realista con trajes alla franzexe habian llegado a introducizse en los palacios italianos a través de ta- pices y figuras flamencas sobre tela Un estudio exhaustivo de la iconografla pagana en las imprentas del norte de Europa nos permite comprender, comparando textos e imagenes, que la irritante apariencia anticlisica de estas imagenes no conseguia apartar la atencién de sus contemporé- neos de su objetivo fundamental: su firme volun- tad, tal ver excesivamente literal, de una auténtica visualizacién de la Antigtiedad. Hasta tal punto estaba arraigado el interés por la cultura clésica en la Europa medieval del norte 416 LOS DIOSES DEL OUMPO Y LOS DEMONIOS ASTRALES que ya en la primera Edad Media encontramos un género de manuscritos mitol6gicos ilustrados des- tinados a los dos puiblicos que mas lo necesitaban: pintores y astrélogos. En el norte surgi6, por ejemplo, un importante tratado en latin hecho para pintores de mitologfa, el De deorum imaginibus libellus, que se atribuye aun monje inglés que vivié en el siglo xit: Albricus*. Hasta el momento nadie ha advertido que su reper- torio mitolégico —la descripcién de veintitrés dio- ses paganos— influyé en la literatura mitolégica posterior. Especialmente en Francia, en el trinsito de los siglos Xt al xiv, aquellos emigrantes paganos encontraron refugio en las adaptaciones poéticas francesas y en las moralizaciones de Ovidio. Y en el sur de Alemania encontramos ya en el siglo Xi una reunién de habitantes del Olimpo al estilo de Al- bricus’, cuyas ensefianzas mitol6gicas —como puse de manifiesto en 1909 ante una chimenea de Lands- hut— determinaban todavia en 1541 la ilustracién de siete de los dioses. Estos supervivientes de Lands- hut son, naturalmente, los siete planetas, es decir, los dioses griegos que bajo la influencia de Oriente iban a asumir el gobierno de las estrellas errantes prestindoles sus propios nombres. El motivo de que fueran precisamente siete los dioses del Olimpo que gozaban de mayor vitali- dad no radicaba en un ejercicio de erudicidn, sino en la continuidad, todavia inalterada, de su atracti- vo astrolégico-religioso. Se creia que los siete pla- netas dominaban de acuerdo con leyes pseudo-ma- teméticas los periodos del afio solar, los meses, los dias y las horas del destino de los hombres. La més manejable de estas teorias, la del gobierno de los meses, ofrecid a comienzos del siglo xv a los dioses que se encontraban en el exilio un refugio seguro en los calendarios de los libros medievales del sur de ‘Alemania. En sintonfa con la concepcién ardbigo- helenistica, los almanaques introdujeron las imé- genes de siete deidades planerarias, las cuales, aun- que presentaban las narraciones del universo mitolégico pagano como inocentes escenas de gé- nero contempordneas, fueron recibidas por quie- nes crefan en la astrologta como si se tratitt jeroglificos de su destino salidos de un |i ordculos. Esta tradicién en la que los dioses de | griega habfan adquirido el poder terrible de los monios astrales iba a dar lugar, gracias a la 1 dad que le proporcionaba el arte de la imp recientemente descubierto en Alemania, a una derosa corriente que permitiria que en el sight los dioses paganos vestidos a la moda del nor difundieran internacionalmente. Muy pronii primer producto de la imprenta, el libro con Ih traciones xilogréficas, presentarfa los siete plan a sus hijos, en texto e imagen, contribuyende ginalmente gracias a su fidelidad a las fuente renacimiento de la Antigiiedad. Hace ya tiempo que estébamos convencidos que un anilisis iconolégico exhaustivo de los { del Palazzo Schifanoia pondrfa de manifiesto doble dimensién del proceso de transmisién universo de las divinidades antiguas en la lid) Media. Ahora podemos clarificar detallaclamen basndonos en las fuentes, canto la influencia de teologia sistematica de los dioses del Olimpo ta) como fue transmitida por los eruditos mitra conservado literaria e iconogréficamente. El conjunto de pinturas murales de Palas) Schifanoia en Ferrara contenta las imagenes de doc de los meses, de las cuales han podido ser recy radas en 1840, ocultas bajo la capa de yeso que lit tapaba, las de siete de ellos. La representacién dy cada uno de los meses se compone a su vez de 1 bandas, dispuestas paralelamente unas sobre otras cada una de las cuales funciona como un espacii) pictérico auténomo con figuras de la mitad de \\ tamaio natural aproximadamente. En el campo superior vemos aproximarse en carros triunfales los dioses del Olimpos en Ia inferior se narran acti vidades de la corte del duque Borso: le vemos de pachando asuntos de su gobierno o partiendo de caza; la banda intermedia pertenece al universo de Inidades astrales, como pone de manifiesto el Wel Zodiaco en el centro rodeado por tres estas figuras se ha resistido a todo intento de in. Lo que ahora pretendemos demostrar, do para ello nuestro campo de andlisis has- irl Oriente, es que son parte integral de las sntaciones astrales supervivientes del panteén . En realidad, no son sino los simbolos de rellas fijas que, transcurridos siglos de migra- desde Grecia, pasando por el Asia Menor, 10, Mesopotamia y Arabia hasta Espafia, han la claridad de su forma griega. rniendo en cuenta que es imposible la inter- iin individual de cada uno de los frescos en el jo de tiempo que me ha sido concedido, me li- al anilisis iconol6gico de los registros supe- yal de las imagenes de tres de los meses. Co- con la primera imagen del mes de marzo (el. que inicia el afio en el calendario italiano) cuya inidad regente es Palas, y su signo del Zodiaco, a.continuacién, me centraré en la correspon- te al mes de abril, gobernada por Venus y Tauro, finalmente, destacaré la representacién del mes julio porque la participaciOn en ella de una per- idad artistica menos poderosa deja traslucir el 2 iconografico de forma més clara. Por diti- ‘a través de los ojos de Botticelli, interpretaremos mundo de las divinidades antiguas de Ferrara 10 un ejemplo caracteristico de la transicién esti- ica entre el estilo internacional y el Renacimiento ano. Pero antes de analizar la memoria de los joses paganos en cl Palazzo Schifanoia, procedere- a realizar un bosquejo sumario del instrumental Ja técnica de la astrologia antigua. La herramienta fundamental de la astrologia 1n los nombres de las constelaciones de los dos pos de estrellas diferenciados por los movimien- {os que describen: las estrellas errantes, cuyo curso es irregular, y las estrella fijas, que aparecen siempre en la misma posicién unas respecto a ottas y que son visibles a la salida o a la puesta del sol, depen- diendo de su posicién respecto de ellas. A partir de estas relaciones de visibilidad y de la posicién re~ ciproca de los astros, las observaciones realizadas por los astrélogos permitian comprender la depen- dencia de la vida humana respecto de los astros. Sin embargo, a fines de la Edad Media, las obser- vaciones reales cedieron su puesto a un culto pri- mitivo a los nombres de las estrellas. La astrologia no es en el fondo sino un feri- chismo onoméstico proyectado al futuro; por ejem- plo, de acuerdo con las cualidades que el mito atri- buye a la diosa Venus, aquél nacido en el mes de abril serfailuminado por su planeta y vivirfa para el amor y los placeres files de la vida; y, por ejemplo, quien hubiera venido al mundo bajo el signo zo- dliacal de Aries se harfa tejedor (como probaba la le- gendaria lana del carnero), del mismo modo que este mes seria especialmente favorable para cerrar negocios que tuvieran que ver con Ia lana. Durante siglos, y hasta el dia de hoy, los hom- bres han estado hechizados por semejante embuste pseudo-matemdtico. Junto con la progresiva me- canizacién de la astrologia que investigaba el futuro se fue desarrollando un almanaque astrol6gico ilus- trado que querfa satisfacer las necesidades pricticas de cada dfa. Finalmente, los planetas, cuya diversi- dad no resultaba suficiente para los trescientos se- senta dias del afio —asi era como se calculaba— fueron relegados por una nueva astrologia ampliada con las estrellas fijas. El cielo de estrellas fijas de Arato (en torno al 300 a. C.) es todavia el primer instrumento prima- rio de la astronomia, después de que la rigurosa wncia natural griega espiritualizara las agitadas criaturas de la fantasfa religiosa hasta convertilas en {itiles puntos matemiticos. Sin embargo, el hervi- dero de hombres, animales y seres fabulosos que hoy nos resulta tan excesivo no ofrecia a la astrolo- gia helenistica suficientes jeroglificos proféticos para sus augurios diarios; se originé, por ello, una ten- dencia retrdgrada hacia las nuevas formaciones po- litefstas. Esto llevd, en los primeros siglos de nuestra cra, al sistema llamado la Sphaera barbarica, proba- 418 Los Diosts DEL. OLIMPO ¥ LOS DEMONIOS ASTRALES: primafaciesariet?Emar Secunda facieseltfoliee TLercia facies eft vencrio et lis zéfaciesaudacie:foriy eft nobilitar(:altitudinie: eft fubtilitarisin ope:t man mdinis:alticudinis:tinues regniztmagnidomini., fuetudinis:ludop:gaudiop recundie. tlimpidationum, in peimograduarietis _ yy ‘Pomocumcapite canino dex. Micedit vir dertera tence fatce: — (era fina ertenfa:z in finiftra ba- ‘cfinifira manubaliftam. culumbabentem, Cromoaliquadotaborar:ali-_ 7 Como litigiofus erit erinui- quandoyero bella erercer. J ‘dus pecanis. 106, Decanos de Aries, del Astrolabium magnum, ed. Engel, Augsburgo, 1488. 420 Los piosts DE. OLIMPO Y Los DEMONIOS ASTRALES } Mosoheall. . ee ae EFFOSSVM/IN MONT: AVENTINOS AN WO” Sh { ears 109. Planisfério de Bianchini, Paris, Louvre blemente la obra de un cierto Teucro de Asia Me- Nor, que no es otra cosa que una descripcidn de las estrellas fijas del firmamento enriquecida con nombres astrales procedentes de Egipto, Babilonia y ‘Asia Menor hasta superar casi tres veces el catilogo astral de Arato. Franz Boll la ha reconstruido ge- nialmente en su Sphaera y —lo que resulta de Wp mayor importancia para la moderna histori dtl arte— ha determinado las etapas fundamentales dp su casi fabulosa migracién hacia Oriente y de vel taa Europa hasta llegar a las xilografias de un jy quefio libro en el que se ha conservado hasta ies fas uno de estos almanaques astrolégicos de Menor: nos referimos al Astrolabium Mag- editado por el erudito alemin Engel ¢ im- por primera vez por Ratdolt en 1488 en dburgo', aunque su verdadero creador fuera un 10 internacionalmente conocido Pietro d’A~ Sphaera barbarica de Teucto sobrevivié en segunda conformacién que se corresponde én al texto griego; ésta se distribuye por de- , a saber, dividiendo los meses en tercios que sponden a diez. grados del signo zodi fue transmitido al Occidente medieval a través catélogos astrales y los lapidarios arabes. De modo, la Gran Introduccién {[Intraductorium s]) de Abu Maschar (¥ 886), que era la mayor ridad de la astrologia medieval, contiene una sinopsis de las imAgenes del cielo de las estre- jas en apariencia absolutamente peculiares y de tas procedencias; sin embargo, un andlisis més 0 revela que su tinica fuente es la Sphaera , ampliada por el barbaro Teucro. ‘Las aventuras de su migracién pueden seguirse lu obra de Abu Maschar hasta regresar de nuevo jetro d’Abano; desde Asia Menor hasta la India, indo por Egipto, la Sphaera viajé, probable- ite a través de Persia, hasta llegar al Introducto- ‘majus de Abu Maschar que més tarde tradu- al hebreo en Espafia el judo espanol Aben (#1167). Esta versién hebrea fue traducida a ‘yer al francés en Malinas en 1273 por el estu- judfo Hagins para el inglés Henry Bates; y, fi- inte, la traduccién francesa sirvié para la ver- in latina realizada en 1293 por nuestro Pietro Abano, la cual fue impresa en varias ocasiones, yo, por ejemplo, en Venecia en 1507. Los lapidarios, donde se explica el influjo mé- leo de decanos astrales sobre distintos tipos de 145, siguieron el mismo camino migratorio, lle- yndo a Espafia desde la India y Arabia. En tomo a 260, la filosofia natural helenistica experimenté {un original renacimiento en la corte de Toledo de 26, AKIW ITALIANO Y ASTROLOGIA INTERNACIONAL EN EL PALAZZO SCHIANOIA DE FERRARA 421 Alfonso el Sabios a través de traducciones del érabe, los autores griegos resurgieron en Espafia en ma- nuscritos miniados, convirtiendo la astrologia ale- jandrina hermético-medicinal y la judiciaria en una fanesta herencia comiin europea. Boll, sin embargo, no llegé a incluir en su estu- dio la edicién mas monumental del Astrolabium de Pietro d’Abano. Las paredes del Salone de Padua son, en cierto modo, como las paginas en folio de un calendario astrolégico profético inspirado por Abano en el espiritu de la Sphaena barbarica, Reser- vo para un ensayo posterior la interpretacién hist6- rico-artistica de este monumento tinico en st nero’; a continuacién, me referiré a una pagina concreta del Astrolabinm que nos llevaré finalmen- te hasta los frescos de Ferrara (fig. 106).. En la mitad inferior pueden verse dos pequefias figuras insertas en el diagrama de un hordscopo: un hombre con una hoz y una ballesta que debia apa- recer en el primer grado de Aries; se trata de Perseo con la espada curva transformada en una hoz, y cuya constclacién sale al mismo tiempo que Aries. Encima puede leerse en latin: «En el primer grado de Aries asciende un hombre que sostiene una hoz, con la mano derecha y una ballesta con la izquier- da». ¥ debajo, como augurio para los nacidos bajo su signo: «Trabaja a veces y a veces hace la guerra no se trata sino de un banal fetichismo del nombre aplicado al futuro, Encima hay tres figuras llamadas edecanos» en el lenguaje astrolégico®; se agrupan de tres en tres por cada signo del Zodiaco hasta un to- tal de treinta y seis, Este sistema se originé en el mundo egipcio primitivo, aun cuando la forma de los simbolos de los decanos revela claramente que tras el hombre con curbante y Ia espada curva se es- conde nuevamente Perseo, quien en calidad de pri- ma facies del signo no sélo tige el primer grado, sino también los diez primeros grados de Aries. ‘Una mirada al verdadero Perseo de la Antigiie- dad en el manuscrito de Germénico en Leiden (fig. 108) demuestra inequivocamente que la cimitarra y el turbante del primer decano han conservado con fidelidad la espada curva y el gorro frigio de Perseo’. 422 Los pI0s#S DEL OLIMPO ¥ LOS DEMONIOS ASTRALES Sin embargo, en una tabla astrolégica de marmol de la época imperial romana, el conocido Planis- phaerium Bianchini encontrado en 1705 en el ‘Aventino en Roma y regalado por Francesco Bian- chini (1662-1729) a la Academia Francesa —ac- tualmente en el Louvre, 58 cm’, exactamente dos pies romanos—, los decanos egipcios se presentan todavia de forma tipicamente egipcia: el primer de- cano lleva un hacha doble (fig. 109). La lealtad medieval a sus fuentes nos ha dejado incluso esta versién del decano con el hacha doble EI primer simbolo de los decanos del lapidario de Alfonso el Sabio de Castilla muestra aun hombre de tez oscura con un delantal para el sacrificio su- jeto por un cinto y una auéntica hacha doble! No obstante, sdlo la tercera versién de la serie de los decanos, la del érabe Abu Maschar, nos con- duce finalmente hasta las enigméticas figuras de la serie central del Palazzo Schifanoia. En el capitulo correspondiente de la Gran introduccién, Abu Mas- char oftece una sinopsis de tres sistemas diferentes de estrellas fijas: el sistema arabe més generalizado, el prolemaico y, finalmente, el indio. Ante la serie de los decanos indios, se creeria es- tar rodeado de las més fantésticas creaciones orien- tales (del mismo modo que para excavat la primiti- vva imagen griega, la iconologfa critica generalmente tiene que ir retirando innumerables estratos for- mados por incomprensibles adiciones). Por este procedimiento, un examen mas profundo de los decanos «indios» conduce a un resultado que ya no deberia sorprendernos: los elementos ornamen- tales indios han recubierto por completo simbolos astrales de origen indudablemente griego. El indio Varaha-Mihira (siglo vt) —fuente de ‘Abu Maschar aunque éste no lo mencione— reco- ge en su Brbajjataka con total exactitud el primer decano de Aries como un hombre con un hacha doble. Dice asi: Como primer decano de Aries se representa un hombre negro con les ojos rojos que lleva un pafio blanco cefiido en torno a la cadera; su aspecto es tan terrible como para demostrar su cap proteccién; sostiene en lo alto un hacha, lise hombre-dreskana (decano), armado y depeli te de Marte (Bhauma)’, ‘Abu Maschar dice lo siguiente (Boll, | p.497): Los indios dicen que en este decano se # hombre negro de ojos rojos, de gran estat mo fuerte y gran conviccién; lleva un grat blanco que ha atado en el medio con un ¢ es iracundo, se mantiene erguido, obser vigilante. De este modo, las figuras coinciden con Iw dicién salvo en un detalle: en el caso del dvuby decano ha perdido su hacha, conservando ili ropas cefiidas por un cordén. Hace cuatro afios, mientras leia la wad alemana del texto arabe de Abu Maschar que roff habfa afiadido encomiablemente al libra Boll’, vinieron a mi memoria las enigmsticas ras de Ferrara a las que tan a menudo y tai ‘mente se habia interrogado; una tras otra! ye laron como los decanos indios de Abu Musil La primera figura del panel intermedio del fieset ‘marzo quedé desenmascarada: se trata del howl de raza negra, erguido, airado y vigilante, con ef je ceftido por un cinturén de cuerda que sujets tensivamente (figs. 110 y 111). De este modo mos en disposicién de analizar con seguridad el sistema astrolégico de la banda central: sole estrato inferior del firmamento de estrellas ij gtiego fue depositado en un primer moment esquema del culto a los decanos de origen ei) Sobre éste se superpuso el estrato de la translit macién mitolégica india, el cual, més tarde (prob blemente por mediacién persa), pasé al mundo di be. Por tiltimo, después de que la traduccidn helio dejara algunos confusos residuos, el ciclo grieyo lt las estrellas fijas desembocé —via la transmnisiiti francesa y la traduccién latina de Abu Maschit le Pietro d’Abano— en la cosmologia monumental rimer Renacimiento italiano, en la forma de inta y seis cnigméticas figuras de la banda de los frescos de Ferrara. Jos centraremos ahora en la regién superior tiene lugar la procesién de divinidades, Frite y Adolfo Venturi? han abordado el dificil jo de pioneros de la critica estilistca; a Ventu- smos también el vinico documento que prue- autorfa de Francesco Cossa de las tres primeras snes de los meses (marzo, abril y mayo): una re carta autégrafa, rica en contenido, es- por Francesco Cossa el 25 de marzo de 1470. Ja parte superior (fig. 110) podemos reco- j a pesar del serio deterioro de la pintura, a Pa- ih la Gorgona sobre el pecho, empufiando la sobre un carro festive, A su izquierda hay un de discfpulos de Atenea: médicos, poetas, (una investigacién més exhaustiva podria ificarlos tal vex con personajes contemporé- dde la Universidad de Ferrara), y a la derecha tun grupo de damas de Ferrara reunidas en a-escenas de trabajos manuales: tres mujeres do; detrds, otras tres sentadas tejiendo junto telas, y tun grupo de elegantes espectadoras. {grupo de mujeres sentadas de modo tan ino- representaba para los creyentes en la astrologga tigua profecta de los hijos de Aries: los nacidos, iarzo bajo el signo de Aries habjan de desarro- tuna habilidad especial en el manejo de la lana. ‘Asi Manilio, en su poema didéctico-astrolégico {inico documento coherente de la astrologia stica que produjera la Roma imperial— canta siguiente manera las aptitudes psicolégicas y jionales de los nacidos bajo el signo de Aries: . et mille per artes tellera diversos ex se parientia quacrtus: mune glomerare rudis, mune rursus solve lanas, nunc tenuare lev filo, nune ducere tela, une emere et varias in quaestum wendere uestes", [... su prolifico toisén serd buscado para los fines més diversos; unas veces para amontonar su lana, ‘otras para cardarla, otras p arla o tejerlal*. 26, AKI ITALIANO ¥ ASTROLOGIA INTERNACIONAL EN EL. PALAZZO S HIFANOIA DE FERRARA 423 Hasta el momento, los investigadores han pa- sado por alto que la coincidencia con el poema de Manilio no es en absoluto casual; desde 1417, el poema astrolégico de Manilio formaba parte de los clisicos descubiertos y resucitados con devoto en- tusiasmo por los eruditos humanistas italianos"*; en un conocido pasaje Manilio enumera los dioses protectores de los meses de la siguiente manera: Lanigerum Pallas, taurum Cytherea tuetur, Farmoios Phoebus geminus; Cyllenie, cancrum, Iupicer et cum matre deum regis ipse leonem, Spicifera es vingo Cerers, fabricatague libra Vadeani, pugnax Mauorti scorpios haere; Venantem Diana virum, sed parts equinae, Atgue angusta fovet capricorn sidera Vesa, Et ovis adverso lunionis aquarius astrum est Agnoscitque suos Neptunus in aequore pisces. [De este modo, Aries es gobernado por Palas; Tau- 10, por Citerea (Venus); Apolo rige los bellos ge- melos (Géminis); el Cileno (Mercutio) gobierna ‘Cncer, y tit, padre (hipiter), con la madre de los dioses gobiernas Leo; Virgo con sus espigas perte- nece a Ceres; la balanza (Libra), a Valeano, como construida por él mismo; el agresivo Escorpio, a Marte; Diana, al cazador Sagitario, pero en su parte equina; el contraido signo de Capricornio pertenece a Vesta; Acuario, signo contrario a Jui- piter, es regido por Juno, y Neptuno reconoce como suyos a los peces (Piscis) en el cielo]. Los siete triunfos divinos que tenemos ante no- sotros siguen literalmente —como veremos de for- ma més precisa en otro ejemplo— este orden que no vuelve a aparecer en ningiin otro escritor. Palas protege marzo, el mes de Aries; Venus, Tauro y abril; Apolo, Géminis y mayo; Mercurio, Cancer y su mes de junio; Juipiter y Cibeles —en una alianza absolutamente original de la que no se conoce giin otro ejemplo— rigen conjuntamente el signo de Leo y el mes de julio; Ceres, Virgo y el mes de agosto, y Vulcano tiene a su cargo Libra, en el mes de septiembre. No cabe, por tanto, seguir pregun- tandose sobre la fuente literaria que sirvié de fun- 0 Schifanoia, 26, AKI TTAUANO Y ASTROLOGIA INTERNACIONAL BN HL PALAZZO SCHIFANOIA DE FERRARA 427 112. Venus, en Libellus de deorum imaginibus, Roma, Biblioteca Apostdlica Vaticana, 113. Venus, en Ovide moralisé, Paris, Bibliotheque Nationale. 428 Los DIosts DEL OLIMPO ¥ LOS DEMONIOS ASTRALES damento al ciclo pictérico, En la parte inferior, en tun reino intermedio de penumbra gobiernan los demonios astrales helenisticos vestidos con ropas medievales internacionales; encima, el poeta latino ayuda a los dioses paganos en su intento de recon- quistar la atmésfera més elevada del Olimpo griego. Centrémonos ahora en el mes de abril, regido por Tauro y Venus (fig. 110). Venus se desliza por Ja corriente en un vehiculo tirado por cisnes cuyas colgaduras ondean alegremente al viento, pero su. estilo no revela las formas griegas. En un principio, sélo el vestido, su pelo suelto y las guirnaldas de ro- sas parecen diferenciarla de los habitantes de los dos jardines del amor a derecha e izquierda, quienes de forma completamente mundana se dedican a sus quehaceres. Ciertamente, si observamos el grupo aislado de Marte y Venus sobre el carro tirado por cisnes, el tro- vador arrodillado, encadenado devotamente ante st sefiora, todo esto nos sugiere la atmésfera nérdica propia de Lohengrin tal y como aparece, por ejem- plo, en un miniatura holandesa de la historia legen- daria de la casa de Cleve (cfi- el Chevalier au Gugne en el Ms. Gall. 19, en la Hoftund Staatsbibliothek de Munich). Dado el conocido interés de la corte de Ferrara por la cultura caballeresca francesa, podrfa- mos suponer que se estaba valorando también el ¢s- piritu que correspondfa a esta moda importada, Sin embargo, Francesco Cossa ha representado a Venus siguiendo el estricto programa de la mito- grafia latina erudita. El ya mencionado Albricus prescribfa en su libro mitol6gico para pintores la si- guiente representacién de Venus que reproducimos de un manuscrito ilustrado italiano (fig. 112). La traduccién del texto latino seria aproximadamente Ja siguiente: ‘Venus ocupa el quinto puesto entre los planetas. Por tanto, se la representaba en quinto lugar. Se pintaba a Venus como a la més hermosa de las doncellas, desnuda y nadando en el mas, [con la mano derecha sostenfa una concha]; la cabeza adornada con una corona de rosas blaneas y rojas y acompafiada por palomas que revolotean a su al- rededor. Vulcano, el dios del fuego, rudo y al cra su marido y estaba de pie a su derech, clla habia tres pequefias doncellas desnudas 4 {que se denominaba las tres Gracias, dos de con el rostro vuelto hacia nosotros, mientras tercera se mostraba de espaldas; también sp su hijo Cupido, alado y ciego, disparando a (\ lo con el arco y la flecha y, acto seguido [temie In ira de los dioses), huyendo al regazo dle 4 dre que le tiende la mano izquierda. Contemplemos de nuevo la Afrodita de Fi cesco del Cossa: la corona de rosas rojas y bla las palomas que revolotean en rorno a la diosa q se desplaza sobre el agua, Amor representado sh el cinturén de su madre amenazando con cl ae Ia flecha a una pareja de amantes y, sobre todo, tres Gracias, realizadas con toda seguridad siguiel) do un modelo antiguo; todos ellos demuestran 4 genuinamente anticuaria. Bastard cierta capacidad de abstraccién para conocer en esta miniatura francesa de finales del glo xiv (fig. 113) a la Venus Anadiomene de Albil cus en su viaje a través de la Francia medieval, ip asi como surge del mar en el Ovide moralisé'". Ly situacién y los atributos se distinguen con clath dad, aunque Amor se haya transformado hasta ca vertirse en un rey con alas entronizado y la dios nacida de la espuma parezea haber agarrado el pais de un estanque en lugar de una concha; sin embif go, los rudimentos del mito son indudables: 10s Blancas y rojas flotan en el agua, tres palomas teva lotean y una de las tres Gracias intenta incluso adoptar la postura prescrita vuelta de espaldas, El Olimpo de Albricus se mantuvo vivo de esti ‘manera en ks ilustraciones francesas de los siglos XY y XVFe incluso, en la asf llamada baraja del Tivol [(Tarocchi}] de Mantegna, que fue grabada en cole en el norte de Italia en torno a 1465. Volvamos ahora a los habitantes del Olimpo en su faceta de demonios astrales, tal y como pet duraron en los almanaques. Obsérvese, por ¢jett plo, el folio del destino de los «hijos de Venus» ei estampa xilogrifica [Blockbuch] borgofiona ble mente sobre un modelo alemnn) en tor- 1460”, No se trata de una accién diabélica; jora de Chipre nacida de la espuma se ha formado en la propietaria de un agradable in donde parejas de amantes se bafian y ju- in al son de la mtisica sobre un prado en si no fuera por la mujer desnuda suspendida Jas nubes entre los signos del Zodiaco con ‘espejo en su mano derecha y flores en la iz- ta, pensarfamos que los que estan debajo en ra son s6lo complementos astrolégicos de uualidades miticas de esta Venus césmica que fenacer anualmente la alegrfa de vivir en la raleza y en los hombres. astrologia planetaria de Ferrara se repliega indo terreno ante la astrologia de los decanos, y ce divinidades de Manilio invaden la region estrellas errantes. Sin embargo, no podemos poralto que el jardin del amor y los miisicos 10 de Cossa estan inspirados en los tradicio- shijos de Venus». La gran sensibilidad de Cos- a realidad (la Galleria Vaticana conserva prucba incomparable en la predella de San Vi- Ferrer) compensa la intromisi6n extra-artisti- lo literario; ésta se manifiesta con mayor niti- en las imagenes de los meses del Palacio ifinoia alli donde la personalidad del pintor es 10s fuerte y fracasa en su intento de vivificar el 0 programa iconogrifico. El pintor del fresco mes de julio es una personalidad de este tipo. in Manilio, a este mes le corresponde la pareja Alivinidades de Jiipiter-Cibeles. Por el contrario, sicuerdo con la teoria planetaria de la Antigiiedad ia seria Sol-Apolo el regente de julio y del signo lineal de Leo, En la esquina superior derecha del (fig, 114) vemos a unos monjes en una capi- tezando arrodillados ante un retablo; esta repre- sacién procede del ciclo de los hijos planetarios Sol-Apolo y ha ido a parar a la serie de los doce s de Manilio de los restantes frescos. Ya desde 455 encontramos en el sur de Alemania vestigios Ae estos piadosos orantes entre los «hijos del Sol», 26, AKIV ITALIANO ¥ ASTROLOGIA INTERNACIONAL EN, PALAZZO SCHIFANOIA DE FiRkaka 429) y un verso en aleman de un incunable astrolégico dice al respecto: «Por la mafiana, sirven mucho a Dios; después, viven a su antojo». Pero dejando a un lado este elemento extrafio que procede del ciclo planetario solar, segiin Mani lio la pareja de divinidades de Jipiter y Cibeles con la corona torreada rige julio, el mes de Leo, repar- tigndose pacificamente el trono sobre el carro de triunfo. Los grupos de la derecha ponen de mani- fiesto la seriedad con que se abordaba la revivifica- ci6n fidedigna del mito; siguiendo la leyenda bér- bara, en el fondo esti tumbado Atis. Ademds, la representacién de los clérigos con ropas propias de los sacerdotes cristianos, tocando platillos, cimbalos y tambores demuestra que se trata de «Galli» y que los j6venes armados del fondo esgrimiendo espadas son coribantes, como lo ensefian las tres sillas va- cfas del primer plano: una, a la izquierda, con re- posabrazos, y, a la derecha, dos taburetes de tres patas. No cabe duda de que estos muebles de estilo moderno fueron colocados en un lugar visible del primer plano como verdaderos simbolos mistéri- cos del culto a la Antigiiedad; debe tratarse de los tronos vacantes de Cibeles a los que hace mencién. + san Agustin citando expresamente a Varr6n*". Aunque sin esta eruditisima cita a los tronos de Ia divinidad, el mito de Cibeles se encuentra con todos sus barbaros detalles no sélo en Albricus, sino junto a otras curiosas figuras paganas en un fo- lio suelto de un manuscrito de Regensburg del siglo xil. Detrés de Cibeles sobre su carro tirado por leo- nes pueden distinguirse dos coribantes con espadas desenvainadas®. Ciertamente, la as{ llamada Edad Media no carecfa de una voluntad de precisién y li- teralidad arqueol6gica. EI pintor del fresco del mes de julio, cuya fuerza figurativa no permite olvidar el contexto ilustrativo —como sf ocurre con el universo de figuras lenas de vida de Cossa—, es un vistago de la concepcién ar- tistica medieval préxima ya a su desaparicién. La escena nupcial que aparece a la inquierda debe re- presentar la boda de Bianca d’Este, la hija de Borso, con Galeotto della Mirandola. Este Galeotto era * 430 Los piosts DEL OLMNO Y LOS DEMONIOS ASTRALES. hermano de Pico della Mirandola, valiente pionero de la lucha contra Ia supersticién astrolégica que dedicé un capitulo entero a refutar la absurda doc- trina arabe de los decanos. Es comprensible que un hombre del Renacimiento, hasta cuyo entorno mas intimo habfan conseguido abrirse paso los demonios astrolégicos, opusiera resistencia a semejantes idolos. birbaros del destino (también Savonarola, otro cenemigo de la astrologia, habfa nacido en Ferrara) Hasta tal extremo estaban entrelazadas en la corte de los Este las divinidades antiguas con las creencias y las pricticas tardo-antiguas y medievales, que de- 114. Julio (Jipiter-Cibeles), Ferrara, Palazzo Schifanoia. bemos esperar a 1470 para encontrar los pristh sintomas de una restauracién artistica de los dint con la sustitucién de los dioses planetarios pot li rie de los doce dioses de Manilio. :Quién pudo haber sido el erudito ingpiplil de los frescos? En la corte de los Este, la still desempefaba un papel importante; de Leoiill Este se dice, por ejemplo, que como los anti magos sabinos vestfa cada dia de la seman lp acuerdo al correspondiente color planetario” I tro Bono Avogaro, uno de los astrdlogos de la cil realizaba pronésticos anuales, y un cierto Cail jorgio adivinaba el futuro mediante la geo- ia, la iltima degeneracién de la adivinacién ligica’. Pero el inspirador hiper-erudico de digenes de los meses del Palazzo Schifanoia Avogaro sino, probablemente, otro profesor fronomia de la Universidad de Ferrara, Pelle- Prisciani, el bibliotecario e historiador de la dle los Este. Podemos probarlo con un indicio ido del andlisis critico de las fuentes. Es verdad ‘Avogaro cita repetidas veces en sus pronésticos Maschar; sin embargo, en uno de sus infor astrolégicos, Pellegrino Prisciani® (cuyo retra- hha conservado en la portada de su Orehopasca Ja Biblioteca de Médena) cita expresamente autoridad la triple alianza que, segdin hemos strado, consticuye la principal fuente teérica wuestros frescos: Manilio, Abu Maschar y Pietro 10. He de agradecer Ia copia de este docu- Ko inédito, tan fundamental para mis investi- jones, a la amabilidad de archivero de Médena, , Dallari2® Leonor de Aragén, Ia esposa del duque Ercole, fa solicitado, en su calidad de astrélogo de la lia, que le informara sobre la conjuncién astral ima para realizar algo sobre lo que se le consul- . Prisciani constataba satisfecho que ésta se es- produciendo en aquel preciso momento: Jipi- en conjuncién con la cabeza del dragén con una icin favorable de Ia Luna bajo el signo de Acua- en su dictamen erudito —que publico como nclice— cita los aforismos de Abu Maschar y el iliator de Pietro d’ Abano, pero reserva a Mani- Ja auroridad del acorde final en la materia: (IV. 10-571) «quod si quem sanctumaue velis castum- ue probumque, Hic vibi nascetur, cum primus luarius exit [que si lo descas santo, 0 casto 0 ito, éste te nacerd, cuando salga Acuario]. Este ulicio puede considerarse prueba definitiva con la sda de un segundo testimonio documental: la ta de Francesco Cossa’” anteriormente citada ‘ontiene una protesta por el mal trato recibido por tun intendente artistico del duque, pasando luego por encima de éste para elevar su queja al mal trato 26, AKI ITALIANO Y ASTROLOGIA INTERNACIONAL EN Fi, PALAZZO SCHIFANOIA DE FERRARA 431 y escaso pago recibido del propio duque. El ins- pector artistico del Palazzo Schifanoia no era otro que nuestro Pellegrino Prisciani, En realidad, Fran- cesco sélo afirma que se dirige al principe porque no quiere importunar a Pellegrino Prisciani — non voglio esser quello il quale et a pellegrino de prisciano et a altri vegna a fastidio»—, pero del contexto se desprende que evitaba al erudito porque éste pretendia equipararlo salarialmente con los res- tantes pintores de los meses, a los cuales Francesco Cossa calificaba —hoy comprendemos su justifica- dae imiitil indignacién— como «i piu tristi garzoni di Ferrara». No creo ofender Ia memoria de Pellegrino si digo que el motivo por el que consideraba por igual a Francesco Cossa y a los restantes pintores residia en la fidelidad de éstos a los detalles del programa iconogrifico. Pero no debemos olvidar que el pro- grama de Prisciani aunque su ejecucién pictérica podia comportar una dispersién poco artistica cau- sada por la sobreabundancia de detalles— revela una mentalidad arquitecténica capaz de manejar con acierto los elementos profundamente arméni- cos de la cosmologia griega. Si después de esto ramos ahora un somero esquema que traduce el ci- clo de pincuras de Ferrara a una forma esférica, salta a la vista que las tres bandas figurativas del Palazzo Schifanoia conforman un sistema de esferas trasladado a un plano, y que en su disposicién se combinan el prototipo esférico de Manilio con la tabla de Bianchini (fig. 115). El calendario ilustrado cortesano del duca Bor- so simboliza el micleo central de la esfera terrestres cn la banda superior aparecen suspendidos los doce dioses del Olimpo como protectores de los meses —como los describia Manilio—; de todos ellos, todavia pueden verse en Ferrara a Palas, Venus, Apolo, Mercurio, Juipiter-Cibeles, Ceres y Vulcano. Manlio habia nombrado regentes de los planetas a estos doce dioses y los habia venerado como tales. En Ferrara estaba viva la idea nuclear de esta teoria cosmolégica; sélo en detalles aislados se manifiestan fragmentos dispersos de la astrologfa planetaria me- 432.__Los pioses DEL OLIMPO Y LOS DENONIOS ASTRALES 115. Esquema de la colocacién de los frescos en el Palazzo Schifanoia, Ferrara dieval més antigua, mientras que la mitografia des- La esfera del Zodiaco es la misma en Mani ctiptiva erudita—sobre todo Albricus—contribu- _en el planisferio Bianchini y en el ciclo de los sie ye prédigamente a la meticulosa decoracién del del Palazzo Schifanoia. Pero debido a la contig) fondo. cién del sistema de decanos, que en la tabla de ni aparece intercalada como una regién ¢s- centre las estrellas fijas y los planetas, resulta Ja consanguineidad de la esfera de Prisciani y 0s dela tabla Bianchini. Auscultados con . los decanos indios de Abu Maschar que nan la zona central del Palazzo Schifanoia 1, bajo sus mantos de suftidos peregrinos que jajado a través del tiempo, de los pueblos y de jombres, el latido de un corazén griego. intablemente, s6lo conservamos descripciones pinturas que hizo Cosme Tura para la bi- a de Pico della Mirandola; tal vex nos hu- mostrado eémo se abria paso en Ferrara el pal acontecimiento estilistico simbolizador sito del primer Renacimiento al Renaci- ito maduro: la restitucién del clevado estilo anticuario en las grandes figuras del mito y la ia. En cualquier caso, no parece que exista we alguno que conduzca desde el Palazzo Schi- hasta la humanidad més elevada de este esti- al anticuario. Hemos visto que en 1470 el de Cibeles cumplia con la servidumbre ilus- a medieval con la prosa de un desfile urbano wwia Mantegna no habia ensefiado a la madre dioses a avanzar con el paso solemne y victo- de un arco de triunfo romano) y que la Venus sa atin no estaba preparada para ascender la regién inferior del realismo de los trajes franzese hasta el éter luminoso de la «Venere ica» de Villa Farnesina, Sin embargo, existe una esfera de transicién Cossa y Rafael: Botticelli. También Alessan- Botticelli tuvo que liberar a su diosa de la be- del realismo medieval del arte de género alle se, de la esclavitud ilustrativa y de la préctica logica. Hace afios intenté demostrar que los udos del denominado calendario Baldini son de juventud de Botticelli y que caracterizan Auniverso de su concepcién de la Antigiiedad. En contexto el calendario de Ferrara tiene un do- interés, por su texto y por la propia representa- 26, (AUI ITALIANO Y ASTROLOGIA INTERNACIONAL EN FL PALAZZO SCHFANOIA DE Fekwara 433 Gidn. Bl texto es una instruccién directa para el creyente en Ia astrologfa; un andlisis mas detallado * demostrard que se trata de un auténtico compendio de cosmologia helenistica procedente de Abu Mas- char. En cuanto a la representacién, ésta nos abre tuna valiosa perspectiva debido a la circunstancia, en apariencia secundaria, de que contamos también con una edicién posterior de este mismo calenda- rio. En los detalles externos podemos observar in statu nascendi el nuevo principio estilistico del mo- vimiento idealista anticuario. La primera edicién de este calendario, que hay que datar en torno a 1465 (fig. 22), coincide exactamente con las ima- genes de los almanaques nérdicos. En el centro del reino de Venus vemos la figura rigida de una baila- rina, una mujer vestida a la borgofiona con el in- confundible hennin francés con guimpe sobre su * cabeza; su. mera apariencia demuestra que Baldi- nio-Botticelli siguieron una edicién borgofiona del modelo nérdico. Sin embargo, la segunda edicién (fig. 23), algunos afios después, revela la tendencia y la esencia del cambio estilistico que se produjo en el primer Renacimiento florentino La larva borgofiona, inmovilizada en el inte- rior de su ropaje, se ha transformado en la maripo- sa florentina, en la nynfi con el tocado alado y el ropaje ondeante de una ménade griega o de una + Victoria romana. Se hace ahora evidente que las imdgenes de Venus de Botticelli, el Nacimiento de Venus y la denominada Primavera, precendian de- volver su libertad olimpica a la diosa, que estaba en- cadenada a la Edad Media, a través de la mitografia y dela astrologia. Rodeada de una nube de rosas, la Venus Anadiémene surge de su crisilida en una concha sobre el agua; sus compafieras, las tres Gra- cias, permanecen en su séquito en el otro cuadro de Botticelli dedicado a Ia diosa, el que hace affos de- nominé el Reino de Venus. En este momento qui- siera completar esta interpretacién afiadiendo un matiz.que habria revelado a los ojos del entendido en astrologia del Quattrocento la esencia de la dio- sa de la belleza, la sefiora del despertar de la natu- raleza: es la «Venere Pianeta la Venus planetaria 434 Los pioses DEL OLIMPO Y LOS DEMONIOS ASTRALES: apareciendo en el mes de abril que ella gobierna. Recordemas que Simonetta Vespucci, a cuya me- moria creemos que rinden culto ambos cuadros, murié precisamente el 26 de abril de 1476. Botticelli recibié de la tradicién los contenidos teméticos; sin embargo, los puso al servicio de una personalisima creacién de una humanidad ideal. EL nuevo estilo seria acuniado con la ayuda de la Antigiiedad greco-latina resucitada, el himno ho- mérico, Lucrecio y Ovidio la interpretacién de Poliziano, no precisamente un monje moralista); y sobre todo, con la ayuda de la escultura antigua, la cual le mostré el modo en que, tal y como ensefia- ba Platén, los dioses de Grecia bailan describiendo circulos en las esferas superiores. jCompaneros de estudio! Es evidente que solucio- nar un enigma iconografico —especialmente cuan- do no ¢s posible iluminarlo completamente como nos hubiera gustado, sino tan sdlo representatlo ci- nematogrificamente— no era el nico objeto de mi conferencia. Con la investigacién completamente provisio- nal de un tema concreto, pretendia salir en defensa de una ampliacién metodolégica de las fronteras de nuestra Historia del Arte, tanto por lo que se re- fire a su Ambito material como al espacial. Hasta el momento, una serie de categorfas evolutivas gene- tales, del todo insuficientes, han impedido a la His- toria del Arte disponer de su propio material para constituir una «psicologia histérica de la expresién humana» que atin no ha sido escrita, Nuestra joven disciplina se cierra a si misma la posibilidad de una visién panorimica hist6rico-universal, debido a que su actitud bésica es demasiado materialista 0 de- masiado mistica. Intenta buscar a tientas su propia tcoria de la evolucién entre los esquemas de la his- toria politica y las teorias del genio. Con el método que he utilizado en la inter- pretacién de los frescos del Palazzo Schifanoia de Ferrara espero haber mostrado que sélo es posible iluminar los grandes procesos evolutivos esforzin- donos en aclarar detalladamente un punto concreto, y esto a su vez. sélo es posible andlisis iconolégico que, rompiendo el oi ‘policial que se ejerce sobre nuestras fron(era todolégicas, contemple la Antigiiedad, el y la Edad Moderna como épocas interrelih das, ¢ interrogue, tanto a las obras de arte nomo como a las artes aplicadas, consiclenil elegante que poner de relieve un nuevo piu que quisiéramos formular de la siguiente i «Hasta qué punto la revolucién estlistic eft presentacién de la figura humana en el site [i no no fue fruto de un proceso de confront de dimensiones internacionales con las \¢p) taciones supervivientes del imaginario de li ra pagana de los pueblos del Mediterrineo tales, Nuestra entusiasta admiracién por el heel comprensible de la genialidad artistica no sino fortalecerse al admitir que el genio es tiempo, don y energfa de un enfrentamien(y ciente. El nuevo gran estilo que nos ha depl genio artistico italiano estaba arraigado e1) |W. luntad social de liberar la humanidad grieyga «prictica» medieval y latino-oriental. Con esl luntad de restauracién de la Antigtiedad, el europeo» dio comienzo su lucha ilustrada en lla época de migracién iconogrifica inceritl que nosotros llamamos —tal vez con excesivs ticismo— la época del Renacimiento. Apéndice Carta” de Pellegrino de Prisciani, en Mant § duquesa Leonor de Ferrara, 26 de octubre |i) Mlustrisima Madama Mia! Racordandor| Siate del nagionamento hebbi adi pasaticwn vw Excellentia per quello debbo fare ala mia ritoriii casa: ee. Et mettendossi bora a punto: vst Will 26, ARI ITALIANO Y ASTROLOGIA INTERNACIONAL EN EL. PALAZZO SCH notabile e manevelgosa: et grandemente al proposito de V. S* se bene mi renda certo da qualche alero lato: sij stato porta a quella non dimeno per ogni ‘mia debita demonstratione: non ho dubitato hora ‘per mio messo a posta scriverti: et aprivli il tuto: non tacendo che forsi la oltra ancora: poteria per qualch uno exer preso qualche poco di errore come anche si faceva in questa tera da le brigate. Nel tempo qua di sopto annotate: corre quella consellatione de cui non santo li doctor; moderni: ‘ma li antigua ancora: fano festa: et la qual de mi da ‘molti anni in qua: come credo ancora da molti altri: 2 stato cum grandissimo desiderio expectata. Et 2 quella de la qual scrive uno norabilissimo doctore chiamato Almansore® neli soi aphorismi al 110: et dice Si quis postulaverit aliquid a Deo: Capite exis- tente in medio eaelicurn Jove: et luna evonte ad eum non practeribie qu adipiscasur breviter quaesitum: Fe quelle ancora di cui parla il Conciliatore™ et prima a la dif 113 dove srive queste parole. Quo eriam modo quis porest fortunari aus in- fortunari ad bona fortunac: bonares: Scientia: etc. unde invocationem ad Deum per me factam: perce- ‘piad Scientiam conferre: capite cum Jove in medio ‘cei existente: et luna eunte ad ipsum: Quod et Reges _grecorum cum volebant suis petitionibus exaudiri observabant: albu. in Sadan. Ex ancora ala dif 154 dicendo in questo mado. Practereasimiliter et astronomiae oratione pla- cantur: et in subsidium concitantur nostram ut ont- tionum epilogus insinuat planetarum: unde albu- ‘masar in Sadam: Reges graecorum cum volebant obsecrare deum propter aliquod negotium: ponebant ‘caput Draconis in medio caeli cum Jove aut aspec- tum ab co figura amicabili. et lanam conjunctam ‘Jovis aut recedentem ab ipso et conjunctionem cum domino ascendentis petentem: adbue autem et cum capite amicabili figura: Tene qui dicebant ipsorum ‘petitionem audiri unde almansor in aphorismis: Si quid (sic) postulavere aliquod a deo et. Es ego qui- dem in buius Orbis revolutione quandogue confi ‘ratione scientiam petens apprime visus sum in illa profcere® Et perche Jil Madama mia alcuni qualehe olte soleno in questo tempo fare sculpire in argento ‘am aleuna metallo la situatione del cielo in quello (Ow De FERRARA 435 tempo: per non mi parere necessario: pitt presto ho ordinato certe parole molto al proposito previe ala Oratione: le quale pari modo mando ad V. Excel la (qual se dignara narvare il tuto allo meo Ilt™ Sig* suo consorte: et manstrarti ogni cosa dicendoi: che non ‘mi ba pars srivere a Sua Cebitudine: a cio le lettre non vadano per li banchi dela Cancellaria: et la Cassa transcora per bocha de mali quali come ho- mini grossi de tal minabile facto lo biasemariano piu presto: Vostra Jllma Sig" adonche: a dui di de novem- ‘bre proximo fusuro che sera de Venere dit la sina s0- nate le vinsiquatro hore et tri quarti posta in su bona devotione et loco apto: ingenachiata incomen- ciara la Oratione sua dicendo: Omniporens et Eterne Deus qui de nibilo cune- a visibilia et invisibilia ereasti: et celos ipsos tam miro ordine collocatis: errantibus et fixis stellis sic ‘minabiliter decorasti: radios insuper: lumina: mo- 44s: potestatem: et vim eam illis tribuens: quam tibi libuit: et quos intelligentijs sepanars ¢ angelissanc- tis tuis animasti: Quique nos homines ad imagi- nem tuam (licet de limo terrae) plasmas: ut et ex celis ipss plurimos etiam fructus: commoditates et benefcia (pietare tua intercedente) consequeremur: Te supplex adeo: devoteque sempiternam maiesta- tem tuam deprecor: et i non ea qua debeo: saltem ‘gua possum animi contritione ad immensam mise- ricordiam et miram benignitatem suam humilicer confuugiens: Us postpositis delictis inscipientiae et _pravitatis meae: pictate tua exaudive me digneris: Et sicut mirabil stella illa praevia et ductrice: Guaspar: Melehior: et Baldasar: ab oriente discedentes ad op- tatum praesepe Domini nostri fhesu christ filij tui pervenerunt: Ita nune Stella Jovis cum capite draco- nis in medio celiexistente et luna ad eum accedente: ainistris quidem tuis cum sanctis angelis suis mii siliantibus et ducibus, Onatio haec mea ad te per- venire possit: Et mibi concedere: et largri digneris cete,ex quivi dica la V.S. la gratia che la desidera da ‘ipso aeterno Dio: Et stag cus reiterando la Orasione insino chel sonera una hora di nocte: Et tenga per _fermo che non passaran troppo giorni vedera per ef ‘foto haver consequito la adimandata gratia. Et hab- ‘i certo che questa Consellasione non venira in tan- 1a bontate ad grandissimo tempo: perche si fa in lo signo de aguario; El quale 2 proprio signo de tal

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