IDD Torre Fuerte

22 de enero del 2017

Sermn:
Pasaje bblico: Mateo 13: 31 y 32

Introduccin: Qu es el Reino de Dios? El Reino de Dios fue anticipado en el A.T., los judos del
tiempo de Jess tena una expectativa poltica sobre el Mesas y el Reino: eran un pueblo
sometido al Imperio Romano y crean en un Salvador Rey que los liberara e iniciara un nuevo
Reino en la tierra. Pero el Reino de Dios tiene una dimensin presente y concreta y otra futura.
Por eso el Reino de Dios como la soberana del Seor sobre todo lo creado es un misterio; el
ya pero todava no. El Reino de Dios se hizo presente con Jesucristo, est presente en Su
Iglesia y tiene leyes que nos preparan para ser parte de l.
Desarrollo:
1) Mateo y su mensaje del Reino.
a. Sermn del Monte 5: 1
Las leyes, principios que nos muestran cmo es el Reino.
b. Discpulos 10: 1
El Reino debe ser predicado por discpulos.
c. Parbolas 13: 1 y 2
El Reino es un misterio, cada parbola es una idea, una imagen que construye nuestro
conocimiento. Ninguna de las parbolas explica totalmente qu es el Reino. Para Mateo la
intencin de hablar del Reino era explicarles a los judos que Jess era el Mesas y que en l se
cumplan las expectativas del A.T.

2) El Reino es semejante a un grano de mostaza.

a. Accin invisible de crecimiento en la tierra. Vr. 31
El proceso gradual de la gracia en los corazones.
b. Fuerza de la semilla. Vr. 32
El Reino est en nosotros, a travs de nosotros y es una accin poderosa en el corazn, en la
iglesia y en la comunidad.
c. Pequea pero grande en efecto. Vr. 32b
Contraste interesante sobre la humildad y la grandeza. El Reino es grande pero no como el
mundo y la sociedad entiende la grandeza. Jess es el Rey que nace en un pesebre, que escoge
12 hombres simples y que monta en un burro es el Rey de este Reino. Y es irnico el mensaje
de comparar la semilla pequea que llega a ser un rbol pero no como los Cedros del Lbano
sino como un arbusto suficiente para dar cobijo a las naciones.

Conclusin:
El Reino de Dios no es dado, no hay accin humana que pueda imitarlo. La nica accin
humana vlida es reconocerlo y aceptarlo como presente. El Reino exige una conducta
coherente.