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Discipulado que transforma El modelo de Jestis Discipulado que transforma El modelo de Jestis Greg Ogden Autor de Manual del discipulado S — editorial clie eDrrORIAL CE MCE Hob, ER ne 2910864 7 Rabe Ll 20 Seats VILADECAVALLS @sclcs) ESPANA E-mail libros@cliees 7 Ince ipl wrrciees DISCIPULADO QUE TRANSFOEMA 1B moddo de Jenis Greg Open Publicado originalmente en inglés por later Varsity Press on el slo Transforming Disipleip por Greg Ogden Copyrigh: ©2003 por Greg Ogden. ‘Tradueldo y publicado en espaol por CLIE con permiso de lnterVassity Press, P.O. Box 1400, Downers Grove IL, 60515, USA. ©2006 por Bditoral Cli para eta ediciin en castellano. ‘Todos los derechor reservados, Direesor dela coleccida: De, Mate Wiliams Traduecions iorear GonsilesSesller Equipo edivrial (revision y correc) ‘Anabel Fersdodes Ordz Dorcas Goarilez Baller Disefio de cubiereas Ismael Lépex Medel DDeposito Legal: SE-3621-2006 Unite Europea ISBN 10: 848267-467-6 ISBN 13: 9788682674674 Printed by Publica Printed in Spain Chasitiquese: ‘585 MINISTERIOS CRISTIANOS: Discipalado CTC: 07-08-0585.38 Referencia: 226609 COLECCION TEOLOGICA CONTEMPORANEA, Libros Publicados Eseudios biblicos Micheel J. Wilkins & J.P. Moreland (editores), Jess bajo sospecha EE Bruce, Comentario de la Epistola a los Gélatas Peter H. Davids, La Primera Epistola de Pedro Gocdon Fee, Comentario de la Eptsiola a los Filipenses Murray J. Hants, 3 pregumias clave sobre Jestis Leon Mortis, El Evangelio de Juan, 2 volimenes Robert H. Stein, Jests, ef Mesfas: Un estudio de la vida de Cristo Enndion soligicor Richard Bauckham, Dios Crucificado: Monoteismo y Cristologia en el Nuevo ‘Tesiamento G.E. Lad, Teologia del Nuevo Testamenio Leon Monts, Jess es ef Cristo: Estudios sobre la teologia jodnica NT, Wright, £1 verdadero pensamiento de Pablo Clark H. Pinnock, Revelacién biblica: el furdamento de la teologta cristiana Bonnidell Clouse & Robert G. Clouse, eds. Mujeres en el ministerio. Cuatro ‘puntos de vista Michael Green & Alister McGrath, :Cémo llegar a ellos? Defendamos y comu- niquemos la fe cristiana a los no creyentes DISCIPULADO QUE TRANSFORMA, Wayne. A. Grudem, ed, Son vigentes los dones milagrosos? Cuatro puntos de J. Matthew Pinson, ed., La Seguridad de la Salvacién. Cuatro puntos de vista Dallas Willard, Renueva mu Corazén: Sé como Cristo Gregory J. Ogden, Discipulado que transforma: el modelo de Jesis Gregory J. Ogden, Manual del discipulado: ereciendo y ayudando a omros a indice Presentacin dela Coleciém Teoléigics Contorponin women Introduccibm: Transformacion PARTE 1: NO ESTAMOS HACIENDO DISCIPULOS: ¢Quéeslo que noha funcionado?;Por que? 1, La precariedad del discipulade hoy: Dine esta os verdadero disc? eee BN 2, Laenfermedad del discipulado: Andisisdelascasses. PARTE 2: HACIENDO LA OBRA DELSENOR ASU MANERA Le Biblia como manual. 65 3. gPor qué invirtié Jess en unos pocos! “7 4. Elmodelo de Jesis... 5.Elmodelo de Pablo, sanenninnesnseinnnnnsnne SL 103 PARTE 3: MULTIPLICACION DE LOS GRUPOS, DE DISCIPULADO. Estrategia de la Iglesia para hacer discipules. 6. Inversin de tiempo y esfuerzo en las vidas delos discipulos: La irsportancia de las relaciones 7. MiultiplicaciOn: A trauésde as generaciones.. Presentacién de la Coleccién Teolégica Contemporanea CCualquier eseudiante dela Biblia sabe que hoy en dia laliceranuracrstia- naevangélica en lengua castellana ain tieae muchos huccos que cubrir. Ea consecuencia, los ereyentes espafioles muchas veces no cuentan con las berramicatas necesarias para tratar el texto biblico, para conocer el contex- to teoldgico de la Biblia, y para reflexionar sobre cémo aplicar todo lo anterior en el transcurrir dea vida cristiana. Esta conviccién fue el principio de un suefio: la “Coleccién Teol6gica Contemporinea.” Necesitamos mis y mejores libros para formar a nues- trosestudiaates y pastores para su ministerio, Y no solo en elcampo bibli- coy teoldgico, sino también en el prictico-sies que se puede distinguir entre lo teoldgico ylo prictico-, pues nuestra experiencia nos dice que por practica que sea una teologfa, no aportar’ ningin beneficio ala Iglesia sino esuna teologia correcta. ‘Seria magnifico costar con el tiempoyy los expertos necesarios paraes- cribir libros sobrelas 4reas que ain faltan por cubrir. Pero como ésce n0 3 ‘un proyecto viable por el momento, heros decidido craducir una serie de librosescritos originalmente en inglés. ‘Queremos destacar que ademis de trabajar en la traducci6n de estos libros, en muchos de ellos hemos afiadido preguntas de estudio al final de ‘ada capieulo para ayudar a que tanto alamnos como profesores de semni- narios biblicos, como el piblico en general, descubran cules son las en sefianzas basicas, puedan estudiar de manera més profunda, y puedan reflexionar de forma actual y relevante sobre las aplicaciones de los temas ‘trarados. También hemos afiadido en la mayoria de os Libros una biblio- grafiae castellano, para facilitar la tarea deun estudio més profundo del tema en cuesti6n, Enesta“Coleccién Teolégica Contemporinea,” el lector encontrar ‘una variedad de autores y tradiciones evangflicos de reconocida trayect 9 BISCIPULADO QUE TRANSFORMA, ria, Algunos de ellos yason conocidos en el mundo de habla hispana (como FF. Bruce, GE. Ladd y LL. Morris). Otros no tanto, ya que atin no haa sido traducidos a nuestra lengua (como N.T. Wright y R. Bauckham); 20 derado, la de] arminianismo refor- ‘mado, yla del arminianismo wesleyaao; todas ellas acompafiadas de los comentarios la ertica de las posiciones opuestas. ‘Vida cristiana Dallas Willard, Renwews tu Corazin: Sécomo Cristo, Terrassa: CLIE, Colec- cién Teolégica Contemporénea, vol. 13, 2004.'No “nacemos de nuevo” para seguir siendo como antes. Pero: ¢Cuantas veces, al mirar a nuestro alrededor, nos decepcionamos al ver a poca madurez espiritual de muchos yw DISCIPULADO QUE TRANSFORMA creyentes? Tenemos una buena noticia: es posible erecer espiritualmente, deshacerse de habitos pecaminosos, y parecerse cada vez més a Cristo. Ese besser nos cuenta cémo tansformar nuestro corazén, para quecada elemento de nuestro ser estéen armonfa con el reino de Dios. we Introduccién: Transformacién. He hecho un descubrimiento, el descubrimiento més increfble de todo ‘mi ministerio pastoral. Tengo que admitir que este hallazgo no se debe'a mi ‘genialidad, sino que fue el resulcado de un experimento. Yo habla escrito. ‘ua primer borrador de un programa de discipulado, que luego se convirti6 ene proyecto final de unos estudios que cursé estando ya en el ministeio.* El proyecto consistiaen llevar ala prictica ese programacn a iglesia local, vy luego evaluar su eficacia. Hasta ese momento, habia hecho discipulados de forma individualizada. Después de todo, gno era ése el modelo de Pablo con Timoteo? Asi que la idea del programa era hacer un discipulo, éste haria otro nuevo discipulo, y as sucesivamente, El profesor del curso me sugirié que pensara en diferentes contextos en los que probar mi programa, y que luego hiciera un seguimienco de la dindmica de las diferentes relaciones de discipulado. Una de las opciones que cleg{ fue invitar a dos personas a acompaSiarme en mi carrera hacia la ‘madurez.en Cristo. Nunca hubiera imaginado la fuerza que podia tener lo que desde entonces he llamado diseipulado ates. Aquello ibaa cambiar mi comprensién delos medios que el Espiritu Santo utiliza para transformara las personas ala imagen de Cristo. La transformacién de Eric Parailustrarel poder de un dscipulado a tres, os voy acontar la transfor- maciba que Eric experiment, Eric me pregunté si yo podia ensedarle, y ast se convirtié en uno de los primeros en acompaiiarme en esta aventura. Swambivalencia espirtual en aquel enronces no le convertiaprecisamente 9 [DISCIPULAD0 QUE TRANSFORMA, en el mejor candidato para invertir tiempo y esfuerzo. Hacia dos afios que habia acabado la Universidadyy era la envidia de todos sus amigos, pues pparecia haberse escapado de una revista de modelos de pasarela. Su fisico ‘atrafa la mirada de todas las mujeres, yen el trabajo le iba muy bien, pues estaba ganando més de lo que jams habia sofiado. Ademés, en la nue- va empresa en la que trabajabs tenia muchas posibilidades de ascender. Todas estas oportunidades eran realmente seductoras. A pesar de sentirse atraido por esas oportunidades que el mundo le brindaba, Eric venfa muchas icquietudes y querla seguir a Cristo. Ahora estaba por ver quiéa ganarfa a batalla Jens o l mundo. Le expliquéa Eric que yo babfa escrito un nuevo programa de discipulado y que tenia muchas ganas de probarlo con algunas personas, Me aseguré de que entendiera que era un discipulado bastante intenso: hacer un estudio temético de las Escri- ‘turas y versus implicaciones para el dia adia, memorizar versiculos dela Biblia, y desarvollar una relaciéa transparente y abierta conmigo y con una persona més. Ellistén era alto, pero atin asi, Eric dijo que querfa probar. Empezamos 2 quedar en un restaurante a mitad de camino de nuestros trabajos y Karl, que por entonces era administrador de una compafiia de fa, se uniéa nosotros. Con las Bibliasy el material de esvudio sobre la mesa, debatfamos durante la comida. Lo que més me sorprendié fue lo interactivas que eran questras conversaciones. Ser tres ea lugar de dos (€1 discipulado individualizado que antes he mencionado) hacia que la conver- sacién fuera mucho més viva. Aunque yo era el pastor, no me sentia como si fuera la Gnica fuente de sabiduria. Fl discipulado se convirtié en una relacién de iguales, en la que caca uno podia compartir de forma biertalo que iba descubriendo en la Palabra, y las implicaciones que vela para cada vuna de nuestra situaciones, Eric era bastante sincero en suanto a sus luchas, Las cosas materiales y ¢lflireo eran su debilided. Por ejemplo, un diz nos contd que conduciendo por las calles de Los Angeles, habia intercambiado unas cuantas miradas onuuna guapa motorist, y queantes de darse cuenta, ya se habian parado para pedirse los ntimerosde telé2ono, Karl y yo escuchamos la hisoriacon iertaenvidia, pues a nosotros aunca nos habla ocurrido algo parecido. Fuera bromas, lo cierto es que nos dimos cuenta del poder quella seduc- cién sexual tenfa sobre Eric. Y ese poder hacia que su corazén estuviera dividido. No obstante, la persona de Jesisy la aventura a la que nos inviatam- biénleatraian muchisimo,y no habia nada que le hiciera olvidar al Maestro. En nuestro segundo encuentro estudiamos los requisitos que Jestis puso.a 20 INTRODUCGON: TRANSFORMACION aquellos que le querfan seguir: “Sialguno quiere venir en posde mi, niggue- se asi mismo, tome su cruz cada dia y sigame. Porque el que quiera salvar suvida, faperders, pero el que pierda sa vida por causa de mi, la salvard” (Lucas 9:23.24). Eric se enfrenté al mismo dilema que Moisés planteé al pueblo de Israel: “Mira, yo he puesto hoy delante dela vida y el bien, la muertey el mal... Escoge, pues, la vida" (Deuteronomio 30:15 19). ‘Unas semanas después de empezar aquel discipulado, Bricnos anuncié Enos éltimos afios se ha escrito bastante sobre el discipulado. Ver A.B. Bruce, “The Tearing ofthe Tule (Grad Rapids Mid. Keel 1971) Rober: Coleman, Plan sigreme decvargelzacén (2) Paso, Tx; Casa Bautista de Publicaciones, 1983); Wiliam Heendrksen, ‘Disciples Are Mads, Not Born (Colorado Sprirgs: Chariot Vietor, 1989); Leroy Eims, The ‘Loss Ars of Dixiple Making (Colorado Springs, Colo. NavPress, 1978). 5 [DISCIPULADO QUE TRANSFORMA poco. Los capitulos del 6al 8 eratarin tres cuestiones que deben tenerse en cuenta a la hora de desarrollar una estrategia de discipulado. En primer lugar, hacer discfpulos tiene que ver con las relaciones personales. Hacer discipuloses caminar al lado de las personas alas que invitas a crecer con- tigo y, con el tiempo, desarrollar con ellos una relaciéa intencional (ana relacién cuya intencién es ayudarles a maduras). Seguro que has oido defi- niciones como la siguienve: “Un discipulado no es un programa, sino una En segundo lugar, normalmente asociamos el discipulado con a multi- plicacién. Pero, zverdad que los resultados no siempre coinciden con las ‘expectativas? Muchos nos venden sus programas de discipulado prome- éndonos que lograremos una mukiplicicién de dscipulos que se transai- trd de generacién en generacién. Pero a realidad es que en la mayoria de las ocasionesel impacto no llega mis all dea primera generaci6n. En mi opinién, si hemos ayudado a otrosa crecer en madurez, pero éstos no han tenido huego la iniciativa de bacer discfpulos 2 otros, no hemos logrado hacer verdaderos discipulos. En ocasiones, he visto que aquellos en los que habia invertido mucho tiempo luego no han ensefiado a nadie, y me he seatido frustrado. Pero también he visto hermosos avances, que comparto enestelibro con mucho eanusiasmo. En ttercer lugar, el discipulado es ua proceso de transformacién. Vere- mosla convergencia de los elementos necesarios para que el Espiritu Santo transforme vidas, como en el caso de Eric. ¢Qué elementos hicieron falta ara preparar a Eric parala obra transformadora del Espiritu Santo? Si vunimos a relaciéa transparente que hay en.un discipulado ala verdad dela Palabra de Dios, ylas ubicamos en ua contexto en el que hemos pactado rendirnos cuentas, estamos abriendo las puertas para queel Espiricu Santo transforme vidas. Los grupos detres son un modelo muy adecuado para crear un espacio ‘en el que puedan darse los tres elementos que acabamos de mencionar: as relaciones profundasy honescas, la euuliplicacién y ka transformacién, Enel capiculo 9 veremos algunos pasos necesarios para desarrollar una cestrategia de discupulado para tu iglesia o ministerio. Trataremos custio- nes pricticas: (Cuil serfa un modelo de discipulado factible? A quién debo ‘ensefiar? ¢Cémo empezar? ¢Cémo desarrollar una red de discipulos que contine por generaciones? . © The Gallsp Organization, Religion, “Would you describe yourself :s‘bora-agin’ regalia” wwalin com> — ” Beerevista con Cal Thomas, Crit Today, 25 dab, 1998 33 DISCIPULADO QUE TRANSFORMA El modelo biblico y la realidad presente 1. Ministros activos. Las Escrituras presentan una iglesia llena de minis- ‘70s activos; la realidad es que la mayorfa de los miembros de iglesia son receprores pasivos. Elmodelo de iglesia que encontramos en el Nuevo Testamento es una ‘iglesia donde todos los miembros tienen un ministerio. E] “sacerdocio de todos los creyentes” no es solo un Jema de la Reforma, sino también un ideal biblico radical. Escribiendo a los crisianos perseguidos que babian sido esparcidos, Pedro habla de la Iglesia de una forma inclusiva: “Voso- tr0s sois... real sacerdocio” (1* Pedro 2:9). Todos los creyentes llegan a Dios través de Cristo, el tinico mediador, y todoslos creyentes reciben el poder de actuar como sacerdotes del resto de los miembros del Cuerpo de Cristo. El ministerio desde la perspectiva biblica no se corresponde con la imagen de un sacerdote que se retira y est4 por encima de los dems cre- ‘yentes, sino que pertenece atodos los santos. Cuando el apéscol Pablo dice “A.cada uno se le da la manifestacién del Espiritu para el bien comin” (1 Corintios 12), esti pensando en todos y cada uno de los creyeates. Usan- do la imagen de la Iglesia como el Cuerpo de Cristo, Pablo esti diciendo ‘que todos los creyentes han recibido del Espiritu Santo dones para el mi- niserio, por lo que cada creyente es como una parte del cuerpo que contri buyeal buen funcionamiento de todo. El Nuevo Testamento describe un complevo plan de erabajo que dignifica y da todos los creyentes un valor por lo que sus dones aportana la edificacién y la extensin dela Iglesia. ‘No obstante, cuando hemos observado el modelo biblico de la Iglesia del primer siglo y luego miramos la realidad de la misma hoy, vemos que hay un porcentaje relativamente bajo de personas que leven el misisterioy lavida de congregaciéa mis ll de culto del domingo: muy pocos tienen el ministerio como un estilo de vida. Parece imposible superar el 80/20. Es decir, sipor ejemplo tomamos el caso de ofrendar, lo que ocurre es que por lo general un 20 por ciento de la congregacién da el 80 por ciento de los ingresos. Si escudiamos el perfil ministerial de os voluntarios, vemos que bay tn 20 por ciento que sirveal 80 por ciento restantes, que se convierten en consumidores del esfuerzo de esa minorfa. Aci,eso significa que hay ua gran porcentaje de espectadores que solo vienen a calentar los bancos. Como pastor, yo era consciente de que mu- , "Barns, Grong Te Dil. 2 36 LAPRECARIEDAD DEL DSCIPULADO HOY lideres de iglesia, que asisen con regularidad alos cultosy alas actividades desus iglesias. Barna concluye: “Ninguna de las personas que entrevista ‘mos dijo que su meta en la vida era ser un seguidor de Jesucristo compro- sido o hacer dscipalosde odaslsmciones,nisiqieradesu vend jo". Cuando les preguntamos a estas personas qué metas tenjan, ocho {Tecadadiee eontesté que lo que queria era formar una familia, reaiarse ‘como profesionalesy ganar un buea sue'do. El predicador y excritor Dallas ‘Willard comenta: “Lo cierto es que en las iglesias falta una formaci6n seria ‘en cuanto la obediencia a Jestis y en cuanto alo que El quiso decir cuando invité ala gentea ‘vivir en abundancia”. EvaNiatumininerio en hewaladd 115 (1+ espirinsalmentsidiscplinado;5 ~ epirinsamente diiplinads) SINTOMAS, PUNTUAGION _|_NOTAS Ennoite | 3. Hl discipulado afecta a todas las Sreas de la vida. En las Escrivuras vemos que el discipulado afecta a todas las éreas dela vida Ia realidad es «que muchos creyentes han relegado safe ala esera privada, personal. Eltemna principal del miniseerio piblico de Jess erala proclamaci6n de las bucnas nuevas del reino de Dios, Es: reine furaro y tan experado, en ol gue Dios ita a insturar su reino sobre la Tierra, bb entra en ete mundo dolido en a persona del Rey, Jesucristo.La promesaes que os que ‘ee arrepientaycrean en el Evangel” (Marcos 115) pasan de er del reino delastinieblas a formar parte del reino del Hijo amado (Colosenses 1:13). Enos corazones de los seguidcres de Jests se insaura una nueva autoridad. Esa autoridad afecta a todo lo que somos todo lo que bace- 1s. Siformannos parte de ese reino, eso implica que n0 hay wna milésima de muestras vidas que no esté bajo la autoridad de Jests. Fundarneatalmen- te, somos gente del reino, Jo que significa que Jest es Sefior de nuestros corazones, hogaresy puestos de trabajo; de nuestras actitudes, pensamien- tos, deseos de nuestras relaciones y decisiones morales; de muestras con- vvieciones sociales y de la conciencia social. En todas las éreas de nuestra = Bie pat Dall Wiad, The Deine Conpiray Gan Francisco, Harper, 1950p. 315. a”

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