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Murray Stein EI mapa del alma segtin C. G, Jung Traduccién de Danila Crespi Ediciones Luciérnaga ‘Titulo original inglés: Jung's Map of the Soul. An Introduction © 1998 by Carus Publishing Company Primera edicin julio de 2004 © de esta edicin: Grup Editorial 62, §.1.11, 2004 Ediciones Luciérnaga Pu dela Creu, 4 (08001 Barcelona (Espafs) © dela weaduccién: Danila Crespi, 2004 ef. 93 443 71.00 Fax 93.443 71.29, WER: www.grup62.com E-Mail: luciernaga@grup62.com ISBN: 84-89957-64-9 Depéito legal: B. 26.873-2004 Fotocomposicién: Vitor Igual SL. Impresion: Limpergraf, S.. Impreso en Espafa Printed in Spain Reservatos todos los derechos. 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ENERGIA PS{QUICA (TEORIA DE LA LIBIDO) Sexualidad y libido La transformacién de la energia psiquica La fisica como modelo Lafuente de energia La medicin de la energéa psiquica Launidad del cuerpo y la mente Energia, movimiento y direccidn Transformaciones y simbolos 4. LAS FRONTERAS DE LA PSIQUE (INSTINTOS, ARQUE- TIPOS E INCONSCIENTE COLECTIVO) Arquetipos (universales psfquicos) El inconsciente Instintos La relacién entre arquetipos e instintos 86 88 3 100 108 110 12 15 19 104 129 133 140 5. LO REVELADO Y LO OGUETO EN LAS RELACIONES CON (OTROS (PERSONA ¥ SOMBRA) La . La descripcién y el relato detallado de los arquetipos y del inconsciente colectivo se convertirfan en su sello distintivo, colocando su mapa en un lugar particular que lo separa de los mapas de todos los de~ mas exploradores de la psique profunda, el inconsciente El aiio 1930 divide la vida profesional de Jung casi exac~ tamente por la mitad: en 1900 comenz6 su formacién y sus estudios de psiquiatria en la Clinica Burghélzli, y en 1961 muri6 siendo un viejo sabio en su hogar en Kiisnacht a orillas 3. Jung, Collected Works, vol. 3, pp. 1-152. 7 del lago de Zurich, Retrospectivamente podemos ver que los primeros teint aos de activided profesional de Jang fue- ron profundamente cveativos: Durante e808 afos fue genes vando los elementos bésicos de una monumental teoria psi- SSlogica & la vez que Te prest6 atenciOn a los principales problemas colectivos dela época. Los segundos trent, afios Freron tal vez menos innovadores en cuanto a nuevos plan sa jentos tedricos, pero la produecién de libros y aticulos fac ain mayor de lo que habia sido anteriormente, Es0s fue: rie los anos de profundizaci6n y validacion de las hipGtesis Thnoiciones iniciales, Extendié ain mis sus teorias para in- “huis eatudios de historia, cultura y religidn y para crear un culo clave con la fisica moderna. El trabajo clinico de Jung. on pacientes psiqudtrios y con analizandos (personas ¢f fue la figura de Philemon, quien se le apareci6 por primera vez en un sueiio y al que luego convocé durante afios en su proceso de imaginacin activa.” La experiencia directa del alma es la fuen te fundamental de la teor‘a de Jung y esto nos da razén de su profunda unidad interior y de su coherencia intrinseca. Sin embargo, Jung también fue un cientifico dedicado y es0 coloca su trabajo en un sitial aparte de los poetas y los mifs- ticos. Trabajé con el método cientifco, lo que significa que) consideré que su trabajo habia de ser explicable ante la comu- nidad cientifica y por ello lo someti6 a pruebas empiricas. Sus} visiones, invuiciones y sus percepciones internas no permane- cian adosadas a sus propios méritos, eran constantemente con- frontadas y cotejadas con la evidencia de la experiencia huma- na en general. La imperiosa necesidad de Jung de ser cientifico da raz6n de todas esas aristas 0 aspectos no redondeados de su 5. Jung, Memories, Dreams, Reflections, pp. 182-183 (hay trad. cast. Recuerdos, nevis, pensamientot, Barcelona, Editorial Six Barra, 2002”), 2 teoria, de todas esas asperezas que hubieran podido ser pulidas por el puro intelecto y la imaginaci6n. Por el mero hecho de ‘que Jung fuera a la vez un pensador visionario intuitive y un cientifico empirico, su mapa de la psique humana es a la vez coherente y solo vagamentesistemitiea y rigurosa. Una de las razones por las cuales no he dejado de apre- Ih obra eserita de Jung y 18 he leido con constancia du- rante mas de veinticinco afios es que Jung no es compulsiv 1ente consistente. Toda vez.que he estudiado los escritos de pensadores realmente sistematicos tales como Tillich o He- gel siempre he sentido que me retorcia entre las fauces de acero de sus mentes inflexibles. Sus pensamientos me resul- tan rigidamente organizados. ;Dénde quedan el desorden y Ja suculenta imperfeccién de la vida? Esto me ha llevado a buscar entre artistas y poctas para encontrar sabidurfa en lu- gar de limitarme a los fildsofos y tedlogos, Siento una gran suspicacia ante los sistemas tigidos, los considero paranoides, Los escritos de Jung nunca me han afectado de esa manera, ‘Al leer a Jung siempre he percibido el profundo respeto por los misterios de la psique humana, y esta actitud ¢s lo que permite que el horizonte se siga expandiendo. Su mapa amplia vistas en lugar de apartarlas. Espero poder comuni- carle esta misma impresién a usted, lector, Este ¢s un trabajo introductorio. Aun cuando espero que los estudiantes avanzados de la teoria junguiana puedan benefi- ciarse de su lectura, mi verdadero piiblico esta compuesto pot aquellas personas que desearian saber qué dijo Jung pero ain no han encontrado la entrada adecuada a sus masivos escritos ya su complejo pensamiento. Cada capitulo de este libro se concentra en un tema de su teoria, Hago ali referencia a pase- jes especificos de su Obra completa que exponen esa porcidn de su mapa. El lector especialmente motivado y diligente po- dé consultar esas referencias més adelante, cmodamente y sin prisa. Espero que mi presentacién centrada en los textos 1 mismos de Jung pueda ofrecer una invitacién amistosa a su- amergirse en los documentos fundamentales y a aceptar el reto de desmenuzar el significado, a veces oscuro, de lo que eseri- be Jung y 2 reflexionar sobre sus implicaciones. La eleccin de estas lecturas es el resultado de mi propia seleccién personal. Otros textos también valiosos podrian ser citados y utilizados por igual. He tratado de escoger los ensayos y los pasajes mis claros y mds representativos del trabajo de Jung para demostrar la coherencia esencial de su vision, El mapa del alma trazado por Jung es una hazaia monumental del intelecto, Ja observacién y la intuicién crea- tiva. Pocos pensadores contempordneos se han acercado si- quiera a equiparar su imponente obra, albergada hoy en dia en los dieciocho voltimenes de su Obra completa, los tres vohimenes de Letters («Correspondencia»), las diversas co- lecciones de entrevistas y escritos ocasionales y su autobio- graffa (escrita en colaboracién con Aniela Jaffe). A partir de esta montaiia de material, he seleccionado los temas que per- tenecen de manera esencial a su teorfa y he dejado fuera aquellos que tienen que ver con la préctica analitica y Ja in- terpretacién de la cultura, la historia y la religi6n. ‘Vuelvo ahora a la pregunta que hice antes: gexiste real- ‘mente un sistema en la obra de Jung? gEs un pensador siste- mitico? La respuesta probablemente seria un cauteloso si La teorfa es coherente, de la misma manera que Suiza es un pais coherente aunque su poblacién hable cuatro idiomas diferentes. El todo se mantiene unido aunque las partes pa- rezcan sostenerse por si mismas y funcionar independiente- mente, Jung no pensaba sisteméticamente a la manera de un. filésofo que construye apoyindose en premisas bisicas y asegurandose que las partes encajan unas con otras sin con- radiceién alguna, Jung afirmaba ser un cientifico empirico y por lo tanto su manera de teorizar se adecua al desorden del mundo empirico. Pensador intuitivo, Jung expone grandes conceptos, los elabora hasta cierto grado de detalle y luego procede hacia otros grandes conceptos. Con frecuencia re- 2 trocede, se repite, completa lagunas a medida que avanza, caracteristica esta que no facilita su lectura. Se tiene que co- nocer toda su obra para poder ver el cuadro. Si se leen sus escritos més 0 menos al azar por un cierto tiempo, se co- mienza a sospechar que las piezas encajan de alguna manera en la mente de Jung, pero solamente después de haber leido toda su obra y haberla considerado y reflexionado durante un largo tiempo se logra corroborar que realmente es asi. ienso que Jung, habiéndose percatado de la profundidad y del aleance de la psique humana a través de su trabajo clini- <0 y de sus propias vivencias, sintié que no le quedaba més remedio que trabajar pacientemente y durante un tiempo considerable para lograr formular de forma responsable esta sublime visién del alma humana, No habrfa de apresurarse, y a menudo pospuso por afios una publicacién mientras traba- jaba en la elaboracién de las estructuras que pudieran sostener su pensamiento ante la comunidad intelectual. A medida que incentamos aprehender esta visibn en toda su magnivud, debe- ‘mos tener presente que Jung la fue elaborando durante un pe- iodo de unos sesenta aiios. No debemos pues dejarnos obse- sionar por la busqueda de consistencia exacta en una obra de tales dimensiones y tan conectada con la realidad empitica. Una anéedota sobre Jung, narrada por sus estudiantes en. Zatich, cuenta que wna vez. cuando se le criticaba por ser in- consistente en algiin punto de su teorfa, él respondié de esta manera: «Tengo el ojo puesto en el fuego central y estoy tra- tando de colocar unos espejos para mostrarselo a otros. A veces los bordes de esos espejos dejan espacios vacios y no encajan unos con otros de manera exacta. Yo no lo puedo itar. Vean ustedes lo que trato de mostratles». “Asumo como mi tarea describir con la mayor precisién posible lo que Jung muestra en esos espejos. Se trata de una vvisién que ha sostenido a muchos de nuestra generacién y puede ser una visidn que nos guie en tiempos venideros. Por encima de todo, sus escritos nos dotan de imagenes de ese gran misterio que es la psique humana, 26 1 La superficie (Yo y consciencia) Comenzaré a desplegar el mapa dela psique tazado por Jung tomando su descripcién de la consciencia humana y de su més. céntrica caracteristica, el yo. «Yo» es un término récnico cuyo origen es la palabra latina «ego>. La consciencia es el estado de alerta o de estar despiertos y en su centro se encuentra un «yo». Es un punto de partida bastante obvio, se trata de Ia en- trada al vasto espacio interior que llamamos psique. Sin em- argo, es una caracteristica compleja de la psique, que atin abarca numerosos enigmas y preguntas sin respuesta. ‘Aunque Jung estuviera més interesado en descubrir lo que yacia debajo de la consciencia en las regiones més remo- tas de la psique, no dej6 de abocarse a la tarea de describir y cexplicar la consciencia humana. Deseaba crear un mapa com- pleto de la psique y, por lo tanto, esto resultaba inevitable: la consciencia del yo es un aspecto primordial del territorio que estaba explorando. Realmente no podemos llamar a Jung psicdlogo del yo, sin embargo, él le dio un valor social al yo. Elaboré una descripcién de las funciones del yo y re- conocié la importancia crucial de una mayor consciencia para el futuro de la vida humana y de la cultura. Por otra parte, percibié con agudeza que la conscieneia del yo esen si misma el requisito previo para toda investigaci6n psicol6gi- ca, Como seres humanos, nuestro conocimiento esta condi- | 2 cionado por las capacidades y las limitaciones de nuestra consciencia. Estudiar la consciencia es, por lo tanto, dirigir la atencién al instrumento que se esté utilizando para la in- vestigacién y la exploracién psicolégica. @Por qué resulta tan importante, particularmente en psi- cologia, comprender la naturaleza de la consciencia del yo? Porque es necesario efectuar ajustes en la distorsién. Jung dijo que toda psicologia es una confesién personal.' Todo psicdlogo creativo esta limitado por sus sesgos y prejuicios personales y sus conjeturas no cuestionadas. No todo lo que parece cierto, hasta para la consciencia del més serio y since- ro investigador, resulta ser un conocimiento exacto. Mucho de Jo que pasa por ser conocimiento entre los seres huma- nos, al ser sometido a un escrutinio mas acucioso y eritico, termina siendo puro prejuicio o mera creencia basados en la distorsi6n, el sesgo, el rumor, la especulacién o la pura fan- tasia. Las creencias pasan por conocimiento y se erigen como certezas fidedignas, «Creo para poder entender», una conocida aseveracién de san Agustin, puede que hoy en dia suene extraiia a nuestros modernos ofdos, sin embargo este sigue siendo el caso cuando la gente empieza a hablar de la realidad psicolégica. Jung se dedicd seriamente a examinar las fundaciones de su propio pensamiento al escudrifar eri- ticamente el instrumento que estaba utilizando para efectuar sus descubrimientos. Argument6 enfiticamente que una comprensién critica de la consciencia es indispensable para Ia ciencia, al igual que lo ha sido para la filosofia, Una com- prensién precisa de la psique o de cualquier otra cosa, si al caso vamos, depende.del estado de la propia consciencia. Jung quiso ofrecer una comprensién critica de la conscien- ‘ia, Este era su objetivo fundamental cuando escribié una de sus obras clave, Tipos psicolégicos, que describe ocho estilos ccognitivos que diferencian a consciencia humana y proce- san informacién y experiencia de vida de manera diferente. 1, Jung, Collected Works, vo. 4, pat. 772. 28 LA RELACION ENTRE EL YO Y LA CONSCIENCIA Jang escribié mucho sobre la consciencia del yo allo largo de toda su obra publicada, Para los fines de este trabajo, me voy a referir basicamente al primer capitulo de una publicacién tardia, Aion: contribucién a los simbolismos del si mismo, que lleva por titulo «The Egor («El yo»), asi como a algunos tex- tos asociados, ya que resumen adecuadamente su posicién y representan su pensamiento maduro sobre este tema. Al fi- nal de este capitulo incluiré también algunas referencias a su obra Tipos psicolégicos. ‘Aion puede ser leido en varios y diferentes niveles. Es un escrito de los afios tardios y refleja el profundo com- promiso de Jung con la historia cultural y religiosa de Oc- cidente, asf como también sus pensamientos més detalla- dos sobre el arquetipo del si mismo. Los primeros cuatro capitulos del libro se aiadieron posteriormente para ofré~ cer al nuevo lector una introduccién a su teoria psicolégica general y una somera explicacién del vocabulario de la psi- cologia analitica. Si bien estas paginas introductorias no son muy detalladas ni particularmente técnicas, contienen, sin embargo, una buena sintesis del concepto de las estruc- turas psiquicas Hamadas yo, sombra, anima, animus y si mismo. En esas paginas, Jung define el yo de la siguiente manera: «Constituye, en cierto modo, el centro del campo de cons- cienciasy, en la medida en que abarca la personalidad empi- rica, el yo es el sujeto de todos los actos personales de cons- ciencia»? La consciencia es un «campo», y lo que Jung llama aqui la «personalidad empirica» es nuestra personalidad tal como la conocemios y la experimentamos directamente. El yo, como «el sujeto de todos los actos personales de cons- ciencia», ocupa el centro de ese campo. El término yo hace referencia a la experiencia que se tiene de uno mismo como 2, Jung, Collected Works, vo. 9, par. 29 centro de tin disponer, un desear, un reflexionar y un actuar, Esta definicidn del yo como centro de la consciencia persis tealo largo de todos los escritos de jung. El texto continéa con un comentario sobre la funcién del yo en la psique: «La relacién entre un contenido psiqui- coy el yo constituye el eriterio deo consciente, ya que, para que un contenido sea consciente, es necesario que un sujeto se lo representen.’ El yo es el «sujeto» en el que se

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