Está en la página 1de 1

Un marido sin control

La seora, medio dormida en su cama, escucha cuando llega su marido del


trabajo y siente como l la acaricia suavemente, casi de manera furtiva, como
recorriendo suavemente la periferia de su cuerpo. Ella siente cmo su cuerpo
reacciona inmediatamente a las caricias. El marido toma sus manos y las recoge,
mete una de sus manos por su espalda y llega atrevidamente hasta sus
redondeces.

En este momento, la seora est que arde, jadeante y deseosa. Entonces, sus
piernas son abruptamente levantadas. La mujer siente que la pasin perdida por
aos ha regresado y le encanta sentir cmo su hombre apoya sobre ella todo su
peso. La enerva sentir en su nuca el aliento clido de su marido. Ella se prepara,
levanta las caderas; separa y flexiona sus piernas y se dispone a ser tomada,
cuando de pronto su marido suelta sus piernas, gira sobre s mismo y se acomoda
en su lado de la cama.

La mujer, asombrada y respirando hondamente pregunta: "Qu pas?"

l responde: "Ya."

"Ya qu, grandsimo cabrn?"

"Ya durmete, mi cielo. Ya encontr el control remoto."

Los oficios
La esposa le dice al esposo:
- Por qu no arreglas la luz del pasillo?

El esposo contesta:
- Pero si yo no soy electricista!

- Por qu no arreglas ese mueble de la cocina?


- Pero si yo no soy carpintero!

Un da llega el esposo y ve que la luz y el mueble estn arreglados y el esposo le


pregunta:
- Cmo has arreglado todo?
- Vino el vecino nuevo y lo arregl todo.
- Y te cobr algo?
- Bueno, me dio a elegir entre hacerle una tarta o acostarme con l
- Y de que le hiciste la tarta?
- Pero si yo no soy pastelera!

También podría gustarte