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(31.23) y empleando la designacién para la funcién de Hamilton, obte- nemos H=\/2Y, (PR, + 0%,» (31.28) ko es decir, sistemas hamiltonianos de osciladores arménicos que no estan en interaccién. Las ecuaciones candnicas tienen el aspecto : Oa = OK we es DP a, = -wht : Xo aP,, 40 ka a, HQia 1.29) y conducen a la ecuacién correcta de movimiento (31.27). Esto demuestra que P,, y Q,, son variables canénico-conjugadas. Capitulo VII. Campos de cargas en movimiento § 32. Potenciales retardados. En este capitulo vamos a confeccionar los casos mas importantes de so- Jucién de ecuaciones de onda no homogéneas 1 GA 4m. BA ra TI G2.) 1 pe Sem ae” =4xeC,0), en las quej y p son funciones arbitrarias de las coordenadas y el tiempo. ‘Consideremos que las fuentes estAn distribuidas en una regin finita del es- pacio y hallemos los potenciales creados por dichas fuentes por todo el es- pacio infinito. Hay que remarcar que semejante planteamiento del proble- ma tiene, desde un principio, cardcter aproximado. En realidad, el campo creado por las particulas cargadas influye sobre su movimiento, por lo que jy a en los segundos miembros, hablando en rigor, son funcionales no lineales de los potenciales buscados. En muchos casos {aunque no siempre) el efecto inverso del campo sobre el movimiento de las cargas es pequefio y puede despreciarse. Con esto, el problema se linealiza. En el presente pa- ragrafo vamos a hacer, precisamente, uso de semejante planteamiento del problema. 32.1. Funcién de Green de la ecuaci6n de onda. Podemos hallar la solu- cién de la ecuacién no homogénea con ayuda dela funcién de Green, como ya lo hicimos en electrostatica (§ 20). Determinemos la funci6n de Green Gir, t, 7’, £°) como solucién de la ecuacién: 1 8G se-3 82 eat? = ~—4rit — rb — 1) (32.2) 12-948 v7 para un espacio infinito. La solucién de las ecuaciones de onda puede ser escrita por medio de la funcién de Green en forma de una integral: At) ot ee. tr? 507, dr ‘dt. (2.3) Para y también podemos escribir una integral andloga. Aplicando aA (r, !) el operador de d’ Alembert y, haciendo uso de (32.2), nos cercioramos de que la ecuacién (32.1) se satisface. Mas abajo veremos que la ecuacién (32.2) satisface no una, sino que una extensa clase de funciones de Green que al ser utilizadas en (32.3) con- ducen a diversas soluciones para A (r,t). Con el fin de destacar la tinica so- lucién adecuada para el problema que examinamos, hay que tomar en con- sideraci6n razonamientos fisicos equivalentes a a prefijacién de ciertas condiciones de frontera, Si consideramos la radiacién de ondas electro- magnéticas por una fuente preestablecida al espacio infinito sin haber limites de ninguna clase, para destacar la solucién unica tolerable desde el punto de vista fisico, es suficiente adoptar el principio de causalidad. Este requiere que la causa (movimiento de las cargas en la fuente que provoca la radiacién) preceda al efecto (excitacién del campo en el punto de observa- cién). Los potenciales que satisfacen este criterio se denominan retardados. Un examen adicional de este importante problema ser4 realizado en el p. 32.2. Designando R = t”, convertimos (32.2) en la forma aa — 4x8(R Br). (2.4) De aqui se desprende que la funcién de Green sdélo depende de la diferencia de los argumentos: G(r — r’,f — ¢°) = G(R, 7). . Es comodo resolver la ecuacion (32.4) con ayuda del desarrollo de la funcién buscada en la integral de Fourier: ay fou, a) exp Gk-R — iwrd*kdw, G(k, w) = {ocr, r)exp(iwr — ik R)d3Rdr, donde la integracién se efectiia en limites infinitos. Multipliquemos (32.4) por exp(iwr — ik-R) e integremos por d*Rdz. El primier miembro se transforma mediante la integracién doble miembro por miembro, p. ¢j., +e +o +2 RG. _aG ., [9G, j pee oxP (iw7)dr = 3, oP (iw7) ko \ a oP Ciwr)dr. (32.6) GR y= (32.5) El sumando separado se anula a causa del decrecimiento de G paraz y R grandes. Integrando (32.6) una vez mas, miembro por miembro, obtene- 178 mos 6 | zg exp (iwr — ik R)d3Rdr = = aE (k, w). 2.7) Transformando de modo andlogo el término con el laplaciano en (32.4), obtenemos una ecuaci6n algebraica para la imagen de Fourier G(k, w): — F/G (k, w) = 4. (32.8) A primera vista parece que la imagen de Fourier G(k, w) se determina de forma unica de (32.8): Gk, @) = 4a /{k? — w/e2), (32.9) Pero esto no es asi. La cuestién radica en que el factor (kK? — u/c?) se anu- laparaw = + ke. Esto permite escribir la ecuacién (32.8) en forma equiva- lente: (k? — a /2)G(k, w) = 40 + Fy(k, ok? — w2/2)6(K? — u/c), (32.10) donde F,(&, w} es una funcién arbitraria acotada cuando k? = u*/c2. Debi- do a jas propiedades de la funcién delta el i (Kk? = oP /2)5(k? — w/c?) = por lo que (32.10) es equivalente a (32.8). Pero en = 10) vernos que al escribir la solucién en la forma (32.9) hemos omitido el sumando que con- tiene Ja funcién arbitraria Gtk, 0) = af (we - S) + Folk, od (e = _ : (32.11) Como vemos de su estructura, este sumando es la solucién de la ecuacién homogénea de onda. 7 Para nuestos objetivos es suficiente construir una funcién de Green que no sea de Ja forma mas general, sino de cierto tipo particular, por lo que nos limitaremos a la solucién particular (32.9). Pero incluso la imagen de Fourier (32.9) no conduce a una sola funcién de Green, Esto se explica por- que el denominador de (32.9) se anula para valores reales de & y w, por lo que al calcular ja integral de Fourier (32.5) hay que prefijar una regla adi- cional de integracién de la funcién singular. Como veremos, en dependen- cia de esta regla seran obtenidas diferentes funciones de Green, Escribimos la integral de Fourier en la forma exp (ik- R) \z Gkk, w)exp (— iw). (32.12) 2 @Pk Qxy G(R, 7) = \ Al calcular la integral interior +2 G{k,7) = | # G(k, w) exp (iw) = 2 | gee exp(—fer) (32.13) et integrando tiene polos en los puntos w = +a, = +ck, por ello si in- terpretamos la integral al pie de la letra, ella no tiene sentido, Para determi- narla es preciso preestablecer las reglas de integracién de singularidades. Estas deben reducirse a cierta deformacién del circuito de integracién, de- bido a la cual los polos resultan yacer fuera del contorno, y por consiguien- te la integral se determina univocamente. Estudiemos el plano de la variable no compleja w. En las integrales (32.13) la via de integracién pasa por el eje real. Deformémoslo de forma que los dos polos sean contorneados por semicircunferencias infinitesima- les en el semiplano superior (fig. 32.1}. Después de esto, 1a integral por el contorno Cz se calcula con facilidad con ayuda de los residuos. Siendo t > > Ocerramos el circuito de integracién con el arco de la semicircunferencia de gran radio R en el semiplano inferior. Para R — © la integral por la se- micircunferencia grande se reduce a cero, ya que el grado del exponente ad- quiere una parte real negativa grande. Pero la integral por un contorno cerrado se determina mediante la suma de los residuos respecto de los polos ubicados en el interior del contorno: mI exp (— fwr) G=22 \ aoe Ce = 2-20 {onion _ | = anc, > 9, Dog ey ay Sir < Qes preciso cerrar el contorno de la otra semicircunferencia en el se- miplano superior, en el que el integrando es exponencialmente pequefio. Al interior del contorno cerrado no penetra ni un solo residuo, por lo que G(k, 7) = Ocuando 7 < 0. En resumen, el resultado definitivo para Ja in- tegral interior (32.12) tiene el aspecto: 4ac sen (w,7) ei Gk, y= Oy (32.14) 0, Pas La funcién de Green, distinta de cero para > 0, recibe el nombre de retar- dada. Este hecho se designa con el indice R (del inglés Retarded). Pasando al célculo de la integral por d?k introducimos en el espacio k el sistema esférico de coordenadas con el eje z dirigido a lo largo del eje RX. ‘Como G(x, 7) no depende de los 4ngulos del vector k, podemos integrar el 180 factor exp (ik R) independientemente por los 4ngulos: ecm, =20 j exp GER cos 0) sen ddd = ae sen(KR). (32.15) ~ ° A continuacién, sustituyendo (32.14) y (32.15) en (32,12), donde d3k = = k’dkd,, siendo r > 0, tendremos GAR, 1) = 2 | sen (kR)sen (ker}dk = a = ea j [cos (KR — ker) — cos(kR + Ker)Idk. 7m o Haciendo uso de la representacién de la funcién delta (comp. IV. 21), obte- memos c © [6UR — cr) — (RK + cr], 7 > 0; GRR, 7) = R (32.16) 0, 7T<0. Como por definicién R > 0, entonces 6(R + cr) = Oes idéntica sir > 0. La forma definitiva de la funcién retardada de Green: Gear eat (re ott). 2.17) Aqui hemos empleado la formula 6(cx) = 6(c)/lal. El hecho que G¥ = 0 siendo ¢ < ¢° puede ser remarcado especialmente, ya que esta condicion se asegura con la estructura del argumento de la funcién delta. Fig. 32.1 Fig. 32.2 Ahora, aclaremos como influye sobre la forma de la funcién de Green otra eleccién del contorno de integracién. Examinemos el contorno C, (fig. 32.2) que recorre los puntos singulares en el semiplano inferior de w compleja. En este caso, el resultado de la integraci6n por dw, distinto de ce- ro, sera obtenido si + < 0, lo que corresponde al cierre del contorno en el 181 semiplano superior. La funcién de Green que sigue del resultado recibe el nombre de avanzada (0 de avance) y tiene el aspecto Giri = (ine BEY). (32.18) lr —r7l c Como G* y G4 satisfacen una misma ecuacion no homogénea (32.2), su diferencia G2 — G4 satisfaré la ecuacién homogénea de d‘ Alembert: OG? — G4)=0. 2.19) Esto muestra que G4 puede obtenerse de G? mediante la eleccién especial de la funcién Fy(k, w) en (32.11), es decir, resolviendo una ecuacion homo- génea. Variando las reglas de recorrido de los puntos singulares podemos obte- ner varios tipos mas de funciones de Green, que hallan aplicacién en la teoria cudntica del campo. Pero en electrodinamica clasica desempefia el papel fundamental la funcién retardada de Green y, en ocasiones, la avan- zada, al examen de las cuales vamos a limitarnos. A veces, en las aplicaciones se utilizan las imagenes de Fourier G% y G4 por el tiempo 7 = f—t: GRAY — r’y= { GRAG = r', neletdr = wor exp(#iklr — rl), ror (32.20) donde k = w/c. El signo mas corresponde a G2, el menos a G4. Las fun- ciones de Green (32.20) satisfacen a la ecuacién mo homogénea de Helmholtz AGRA + k°GRA = —Axb(r — 7), (32.21) obtenida de (32.2), 32.2. Eleccién de los potenciales retardados. Con ayuda de la funcién retardada de Green GF confeecionemas las soluciones no homogéneas de onda (32.1). En la integral (32.3) la integracién por el tiempo se efectita con facilidad mediante la funcién delta y el resultado tiene el aspecto AMG, = 2 fiesta eave aw’, (32.22) ert) = pos ere av’. (32,23) Ir— rl Los potenciales (32.22) y (32.23) son retardados. La estructura de su argu- mento temporal nos muestra que, en el punto r y el momento de tiempo ft, el campo se determina por el estado de las fuentes en el momento preceden- te de tiempo t” = ¢ — Ir — rl /c que se diferencia en el tiempo de propa- gacién de la perturbaci6n electromagnética desde la fuente hasta el punto 182 de observacién. En este caso, el retardo interviene como forma de manifes- tacién del principio de causalidad: la causa (movimiento de las cargas en el punto r") precede al efecto (surgimiento del campo en el punto r) en ei tiempo Ir — r°t/cnecesario para transmitir la sefial (perturbaci6n electro- magnética) der’ ar. ‘Si en el espacio no hay otras fuentes del campo A¥ y y* describiran el campo total creado por las distribuciones prefijadas def y o. Si lejos de las fuentes prefijadas (en el infinito) hay otras fuentes, a los potenciales A? y v* es preciso afiadir Ia solucién de la ecuacién homogénea de onda que describe el campo de las fuentes alejadas. Pero dicha solucién no depende- ra de ninguna manera de j y p ptefijadas. Al elegir la funcién avanzada de Green G4 para construir las solu- ciones, es posible hallar los potenciales avanzados: Ate yat Feats c Ir - (32.24) rn = feet a were tt doris) av’. (32.25) Aunque estos potenciales, lo mismo que (32.22), (32.23), satisfacen las ecuaciones (32.1) ellos no pueden ser utilizados para describir el campo de las fuentes prefijadas en el espacio infinito, ya que no satisfacen el princi- pio de causalidad. A las soluciones en forma de los potenciales retardades y avanzados puede darseles otra interpretaci6n. Si el sistema de cargas es capaz de irra- diar ondas electromagnéticas, los potenciales retardados (32.22), (32.23) a grandes distancias del sistema tendran el aspecto de ondas esféricas diver- gentes, lo que corresponde al transporte de las perturbaciones electromag- néticas del sistema emisor al espacio circundante. En lo que atafie a los po- tenciales avanzados, éstos describiran ondas esféricas convergentes que podrian crearse por cierta fuente situada en el infinito, pero no prefijada por un sistema de cargas, 32.3. Descomposicién espectral de los potenciales retardados. Si la va- tiacién de los potenciales retardados con el tiempo en cada punto del espa- cio es un proceso aperiédico, ellos pueden ser desarrollados en la integral de Fourier (29.9a), La amplitud de Fourier pay ARG) = | Ar, exp (what (32.26) se convierte con ayuda de (32.22) en la forma »t-lIr-r'l/) AR) =f fe wt exp (iwe)dV ‘dt. (32.27) 183 Si integramos (32.27) primero por 7 = ¢ — Ir — rl /c, (32.27)se llevaa Ja forma ARG) _ jee av’ | ser near, (32.28) e € Ir—r‘l 9 bien AR) = 1 [reset MO av’. (32.29) “ e lr=r7l ° De manera andloga se expresa ¢X(r): wh) = \eeeee avo eo, dv (32.30) r=? En los dos casos en el integrando entra la imagen de Fourier (32.20) de la funcion retardada de Green, § 33, Principio de Huygens y formula de Kirchhoff Los potenciales retardados (32.22), (32.23) proporcionan la solucién total del problema del campo electromagnético creado por un sistema aco- tado de cargas en movimiento en el espacio infinito. Con esto, también se supone que el movimiento de las cargas transcurre segtin una ley prefijada. Pero el planieamiento del problema puede ser otro: las cargas y las corrientes es posible que sélo estén prefijadas en el volumen acotado V del espacio. En Jo que se refiere a las fuentes situadas tras los limites de V pueden prefijarse no con Ia distribucién de las cargas y las corrientes en ellos, sino por medio del campo electromagnético proporcionado en la su- perficie $ que acota el volumen V. En este caso, para calcular el campo dentro de V hay que tomar en consideracién jas fuentes del campo ubica- das dentro de V y las perturbaciones que partiran de la superficie S. Cuando no hay cargas en ei interior del volumen V tado el campo en é1 sera creado por las fuentes exteriores. No obstante, el examen explicito de las fuentes se puede sustituir por el estudio de] campo que ellas crean en la superficie S. Como mas adelante veremos, cada elemento de la superficie § puede examinarse como fuente de perturbaciones secundarias que s¢ pro- pagan en todas direcciones, Superponiéndose dichas perturbaciones son las que crean el campo resultante en el volumen V. Fue C. Huygens el que en el siglo XVII desarrollé razonamientos cuali- tativos de semejante especie y Hevan el nombre de principio de Huygens. Mas adelante fueron precisadas y formuladas en forma cuantitativa por otros investigadores, en particular por ©. Fresnel y G. Kirchhoff. Ms aba- jo deduciremos la formula de Kirchhoff que ofrece la solucién de los problemas planteados con anterioridad. 184 33.1. Deduccion de la f6rmula de Kirchhoff. Partimos de la identi- dad de Green (20.1): | teary - Ja'oar’ = b (-% vat as’ 33.1) 4 . Por g(r’, ¢ ) vamos a entender el waterista escalar que satisface la segunda de las ecuaciones (32.1) y por y, la funcién retardada de Green (32.17): v=GRra-r'yr—r). (33.2) Aqui r es el radio vector de cierto punto que yace dentro de V; por las coor- denadas r(x’, y “, z’) se realiza la integracién; a‘ es la normal exterior ala superficie. Integremos (33.1) por el tiempo dt” en los limites desde — & hasta cier- to valor T > f y pongamos las magnitudes 1 &p a Mera a FT — 4xp(r",t) ayn agts 4 SOF anaes woe = 1) obtenidas de las ecuaciones (32.1) y (32.2). El primer miembro de (33.1) to- ma la siguiente forma: z | at” \ av WA'y ~ YA’ 9) = —@ w r = 4r \ dt \ dV (Gr —r',t—t ort) - = (ww at? ar? (33.3) Con ayuda de la forma explicita de la funcién de Green y las reglas de in- tegracién de expresiones con funciones delta, calculamos las dos primeras integrales en el segundo miembro de (33.3): rt, , * « e e 2zGR 2, = ir = PME = WE +E | a | av {oer - on £5]. -= {ar { dV GR r= rt = 00) = \ ort RD a’, =“ w wm e \ di” | dV 6 — rE -— OW A= ele), x ah 185 donde R = r — r*. En la integral restante primero realizamos la integra- cién por el tiempo: #G® Gree ack ag \'~ dt rT, + — Gr. j (Se ar ot e at )- 7 En los limites superior e inferior se obtienen ceros debido a la presencia de la funcién delta en G® {su argumento para f° = 7 > ty parat’ = —oes distinto de cero). En total, el primer miembro de (33.1) nos proporciona después de la integracién por di” Gp \ at" | dV (@A'y — VA") = 4x jee — Are(r, 1). -= w (33.4) Comenzaremos la transformacién del segundo miembro por el célculo de la derivada de la funcién de Green: aG® e aR no R 06 — tf" — j ea-VGRs “_ Rg - ~ RM (33,5) cR? or donde hemos tenido en cuenta el hecho de que R =r —r'yV'R= = =R/R. Con ayuda de (33.5) calculamos el segundo mieritbro (33.1): r - fb ef ov ae \ _ {a ) as (eat Yate = =e o [ io (fA Ri mcR @ ot : we an 0 Jee’ - » G3. p as (a +R? aR" Jew : | 1) El sumando con Ia derivada de la funcion delta ha sido integrado por par- tes. Igualando (33.4) y (33.6) obtendremos la expresién para el potencial es- calar en un punto arbitrario dentro del volumen V: g(r, t) = [ate Re avs o bok ge-efl coe WR 8 a +2 has (hav -tS oe er a cae OD La sustitucién de ¢ “por f — R/c debe realizarse después de aplicar a o(r", t ) el operador entre paréntesis. La formula obtenida resuelve plenamente el problema de representacién del potencial escalar dentro del volumen V, 186 mediante la distribucién de las fuentes en él, asi como de los valores de y, Ve y a¢/at en el limite del volumen. Al no haber cargas dentro del volumen V, el campo sélo se determina con la integral de superficie: bf perfil nR 3n'-R =t ey GE RO te? 7 w= a » & (a cR? a” Ry oe -0| tneare ooo) (33.8) Esta formula Meva el nombre de integral de Kirchhoff y da la enunciacién cuantitativa del principio de Huygens: enlaza el campo en un punto ar- bitrario con su valor de cierta superficie acotada. Asi, pues, las perturba- ciones electromagnéticas en la superficie desempefian el papel de fuentes que generan perturbaciones secundarias que son, precisamente, las que crean el campo en el punto r. Hay que seflalar que las férmulas (33.7) y (33.8) no pueden ser consideradas como la solucién de la ecuacién de onda, ya que los valores de y, Vy y dy/ai en la superficie no son conocidos de an- temano y no pueden prefijarse al azar. Pero las férmulas halladas son muy utiles en los problemas de difraccién de las ondas electromagnéticas, cuan- do los valores del campo en cierta superficie pueden prefijarse de manera aproximada. Con dependencia armonica del tiempo gir, ) = p(rje—*! (33.8) toma la forma _ 1 f (ek® ag) ~ @ a - em=ad b {FR 0) — ge 8 Nas, (33.9) (s) donde k = w/c. Al no haber cargas cada uno de los componentes cartesianos 4, Ey H satisface esa misma ecuacién de onda que ¢. Por ello, (33.8) es valida para cualquier componente de los indicados vectores. Haciendo uso de esta cir- cunstancia es facil escribir la integral de Kirchhoff en forma vectorial. Sin dar los calculos*) vamos a escribir el resultado definitive: E(r) i) -2 p kin” x HIGE + [n’ x EL x T'GR + EY GR dS, mw - (33.10) Ho) =~ Gh im itia’ x BIGE + ln x Bx TSE + (9 HORS, mT o 3.11) *) Pueden ser hallados en el libro de J. Jeksson [44]. 187 Suponemos que el campo es monocromatico, n’, la normal exterior a la su- perficie S, la funcién de Green G¥ se determina por medio de la formula (32.20). 33.2. Optica geométrica. Difraccién de Fresnel. Las formulas escalar y vectorial de Kirchhoff (33.9) — (33.11) son en particular utiles para el ana- lisis de Ja propagacién de las ondas electromagnéticas cortas (para mayor brevedad en adelante vamos a hablar de Ia luz). El caso cuando fa longitud de la onda de luz es pequefia en comparacién con las dimensiones de los cuerpos y las distancias desde éstos hasta la fuente y el punto de observa- cién, recibe el nombre de aproximacidén de la éptica geométrica. Estudiemos desde el punto de vista de la aproximaci6n de la 6ptica geo- métrica la difraccién de la luz de la fuente puntual S (fig. 33.1) en el extre- mo de una pantalla opaca. Vamos a suponer que la longitud de la onda de fuz A es pequefia en comparacién con las distancias desde la fuente S y el punto de observacién P hasta el extremo de la pantalla. Consideremos que dichas distancias son finitas. Debido a esta ultima circunstancia hay que te- ner en cuenta la curvatura del frente de la onda tanto incidente, como difractada. Los fendmenos observados en tales condiciones reciben la de- nominacién de difraccién de Fresnel, Por lo contrario, si los puntos S y P yacen a grandes distancias de la pantalla, los frentes de onda de las ondas incidente y difractada pueden considerarse planos. Tal caso se llama difraccién de Fraunhofer. Fig. 33.1 Hagamos uso de Ja variante escalar de Ja formula de Kirchhoff (33.9), entendiendo por g(r) uno de los componentes cartesianos del campo eléctrico que designaremos con ». Como superficie de integracién tomemos el semiplano yz (z > 0). Aceptemos también la aproximaci6n corriente en la teoria de difraccién, segin la cual en el plano indicado el campo de onda coincide con el campo no perturbado de la fuente. Para la distribucién esférico-simétrica de la radiacion de la fuente S en el plano pz (comp. (27.17) tendremos uy’,z2)= 4 exp GKR,), (33.12) ‘oO donde A = const, R, es la distancia desde la fuente hasta dS” (véase la fig. 33.1). 188 Teniendo en cuenta que KR, KR, > | y, por esa causa, diferenciando en (33.9) sélo exponentes, obtenemos ik [ utr’) s & ) igceue = KR){—9 +— )on'dS 33.13 upte) = 4H j HOOPER) (Fe +) was (33.13) 8 © bien tomando en consideracién (33.12) eA [ exp ty + 21a 5 won | PER GS Mas abajo veremos que para longitudes pequefias de onda (en compa- racién con otras distancias en el problema) la luz se propaga fundamental- mente de forma lineal sélo sufriendo desviaciones relativamente pequefias de la rectilinealidad que conducen al contorneo de los obstaculos (difrac- cién). En virtud de esto en la integral (33.13) es sélo de importancia una pequeiia parte de la superficie de integraci6n situada junto a la recta que une la fuente con el punto de observacién. En nuestro caso, ésta sera parte del plano yz en el entorno del origen de coordenadas. En esta regi6n pode- mos sustituir (Ry/R, + R/R)n’ ~ —2, en los factores preexponenciales hacer Ry ~ a, R = ben el exponente Lfl ,1\ 4,1 [227 ,€-zF y+ Raa+d44 (2 +h )y +} [+ e2"). (33.14) En la aproximacién a examinar de las variables de integracién sélo de- pendera el exponente. Al integrar por dy ‘ haremos uso de las integrales de tabla +e +2 \ seni@dr = \ cos Pdi = fr ‘ (33.15) “ads”. (33.13a) _ Tendremos +e +2 HL 1) sag = [2 Fae 2 | [FG +p Jo Wem \ era _ | wai Ka + a (1+. (33.16) De (33.16) sigue que la principal aportacién introduce en la integral el seg- mento de longitud [2\ab/(a + b)}2 = VXE, donde L es la menor de las distancias a, 6. A causa de la pequefiez de la raz6n X/L la regién importan- te para la integracién tiene dimensiones lineales (\/L)!2L << L. El segmen- to importante para la integracién por dz~ tiene un mismo orden de magni- tud. 189 De los sumandos dependientes de z‘ destaquemos el cuadrado total: a 3G +E) (& -=%5) eo G17) Realizando la sustitucién de la variable ¢ = f@ ab) Zz t wk[z? @-—z¥ i 2ab ike j few BLE + SSA ]Je'= J ecrey & perm] Jeers o donde *, tendremos ka 2b(a + 6)” La integral por ¢r se expresa por las integrales de Fresnel: £ 4, CG) = fe \ cos fdr, S(s) = fe j sen (? df. (33.20) o a Con ayuda de (33.15), 3. 20), obtenemos Jews ferws | Jera= fi [(co+3) +1(s0+3)]: (33.21) Uniendo en un todo (33.12) — (33.21) escribimos el campo en el punto de observacién P: (33.19) AU —/) 2 ) 2(a + b) 2a + b), + i(s» +3 )-. (33.22) Siendo libre la propagacién a una distancia a + 65 de la fuente, el cam- po de onda tendria el valor up(z) = exp [x (2 +bt+ | {cw +3 + u exp [iA(@ + b)]. (33.23) —A_ +23 Introduciendo las intensidades 7(z) = lu, {z)l, i, = |4,|2, obtenemos Iz) = 1/24 [(CG) + 1/2)? + (S(s) + 1/2]. (33.24) La distribucién de la intensidad en la regién de sombra (z < 0) y en Ia ilu- minada (z > 0) se determina por el valor del parametro (33.19). En el limite de la sombra geométrica, a lo que corresponde 5 = 0, tenemos C(O) = = $@) = 0¢1(0) = 4,/4. Lejos de este limite, Is! > 1, es facil hallar las expresiones aproximadas para intensidad. 190 Regidn de sombra,s < 0, |s| > 1. Integramos sucesivamente por par- tes: t F tar © eta? ea = (ede) eat _ 2t 2ilsl 4ie3 Gh ist . 1 1 1 = eS ils! 4lsl3 En Ja serie asintética obtenida es suficiente tener en cuenta sélo el primer término, lo que da la posibilidad de obtener en la regién de la sombra geométrica: H(z) = fy/4xs?. (33.25) Fig. 33.2 Regidn iluminada, s > 1. Con una precisién salvo la primera potencia del par4metro pequefio s~!, tenemos * os & Aon [ota= ator der lo que, con la misma precision, nos permite obtener | ear) = =r + pee eo | y hallar la intensidad del campo de luz en la regién iluminada; [ 1 sen(s? — 10) b| 1 -— = |- s I@= (33.26) Al alejarse del limite de la sombra geométrica Ja intensidad oscila un nime- ro infinito de veces, aproximaéndose al valor constante /, (fig. 33.2). 191 33.3. Difraccion de Fraunhofer. Ahora vamos a examinar la difraccion en un orificio en una pantalla opaca plana a las condiciones cuando la fuente puntual de luz esta alejada de la pantalla a una distancia mayor que el tamaiio del orificio, También observemos la difraccién a distancias que superan en alto grado la dimensién caracteristica / del orificio. La longitud de onda de luz deberd ser considerada pequefia en comparacién con todas las distancias, incluida /. Con ellos, la onda que incide sobre el orificio po- demos representarla plana, es decir, los rayos de luz que inciden sobre dife- rentes puntos del plano del orificio son paralelos. Pero, debido a la difrac- cién tras el orificio los rayos se separan de modo flabeliforme, el frente de onda se curva. Pero siendo pequefia la raz6n X// los angulos de difraccién seran pequefios. Calculemos la intensidad de la difraccién en el angulo séli- do prefijado dQ. Fig. 33.3 Empleemos la formula general (33.13a). Como durante la difraccién de Fresnel suponemos que en el orificio el campo es igual al campo no pertur- bado de la fuente. Elijamos el origen de registro de las coordenadas en cier- to punto O en el plano del orificio (fig. 33.3). Debido a la pequefiez de la dimensién / del orificio en comparacién con a y b podemos poner en el gra- do del exponente Ro~a+ar’/a, R~b+b-r'/b, (33.27) mientras que en el factor preexponencial Ry ~ @, R ~ b. El vector a muestra la direccién de propagacién de la onda incidente, b, de la difractada. Como durante la difraccién la frecuencia de la onda no varia, ka/a = ky, kb/b = & son los vectores de las ondas incidente y difrac- tada. Con ayuda de (33.13a) y (33.27) obtenemos para la onda difractada: ikA earb) “p= -— 2x ab | er ds’, (33.28) (s) 192 donde g = k — kyes la variacion del vector de onda durante la difraccion. La integracién se efectia por el 4rea del orificio. La intensidad de la luz que incide, a causa de la difraccion sobre el an- gulo sélido dQ es obtenida multiplicando !z, I? por el area de la superficie elemental 7d@ sobre la que se apoya el Angulo sdélido: dt = lupl?b2an = 47) [ e-er'as “an (33.29) 2 ~ QxPa® . ° o Es eémodo introducir la seccién eficaz diferencial de la difraccién do = di/Ip, donde Jy = Iupl? = A/a? es la intensidad de la Juz que incide sobre el ori- ficio. La magnitud @/ es proporcional al flujo de la energia electromagnéti- ca de la onda difractada en el interior del Angulo sdlido dQ, en tanto que I F(x) Fig. 33.4 es la densidad del flujo de energia de la onda incidente. Por ello, la secci6n diferencial do tiene la dimensién del area: er! J ras Van. (33.30) eo La formula (33.30) resuelve el problema de la difraccién de un haz de luz plano paralelo en un orifico de forma arbitraria. Apliquemos (33.30) para la difraccién de Ja luz en un orificio rectangu- lar de 4rea 2/, x 2/, siendo normal la incidencia. Calculemos la integral por el drea del orificio: i ' f antviipt es \ clini? j eminp dy = 480M (ah sen (Gh) dy do = o “4 a 15-948 193 Designando los angulos de desviacién de la luz en las direcciones de los ejes xeyporay 4, tespectivamente, tendremos 9, = k0,. Y= KO,. = (44Y (faite: ki, 8, sneit, ‘sen kI,0, enki (33.31) a iO, kip, J * . La distribucién angular de la luz difractada por cada una de las direc- ciones perpendiculares entre si se prefija con la funcién S(%) = sentx/e, donde x = &/é. La funcién es la maxima para x = 0, f(0) = 1 y decrece con rapidez al aumentar x sufriendo oscilaciones (fig. 33.4). Desviaciones no- torias de la luz sélo transcurren en los margenes del maximo fundamental en los 4ngulos Os 2n/kt = d/I. Esta condicién determina, precisamente, los 4ngulos caracteristicos de difraccion. § 34, Campo electromagnético de una carga puntual en movimiento arbitrario 34.1. Potenciales de Lienar y Wiechert. Apliquemos !os potenciales re- tardados hallados en el § 32 para calcular el campo de una particula carga- da de pequefias dimensiones (carga puntual) en movimiento prefijado. Sea s(t) el radio vector de la particula, v(t) = s(r), su velocidad, e, sucarga. La densidad de !a carga p y de la corriente j se expresan mediante la funcién delta de Dirak: alr, t) = er — st), f = ev()6(r — s(¢)). (34.1) Para calcular los potenciales es comodo hacer uso de la formula general (32.3) con la funcién retardada de Green (32.17): Aw o== < los — ryt f(t OG" — s(t))dV dt” = € = foc YR WE + RO YVe ~ Yat’, (34.2) donde R(t’) = r — s(¢’). La integracién por el volumen se ha realizado con ayuda de d(r” — s(#)). La integraci6n posterior por el tiempo se realiza empleando la formula (Comp. IV. 10) donde para el caso dado, g(t) = =1 +R@)e-t dg(t Wdt° =g° =1—mv/e, n=ROYR(t). (34.3) 194 De (34.2), (Comp. IV. 10), y (34.3) obtenemos ev Ar, 1) = —_——_—__— 5 34.4 (wn) cR(L — ave) 1 ( ) De este mismo modo hallamos el potencial escalar: e yas ; 34.5 ORGS awO| On El valor de ¢”, para el que se toman los segundos miembros de (34.4) y (34,5), es determinado de la condicién g(/) = 0, es decir, et —¢ = Ir— se Dl, (34.6) donde s(¢ ) son las coordenadas de la particula, r, las coordenadas del pun- to de observacién. La diferencia ¢ — ¢° = Ir — s(t") /ces el tiempo de propagacion de la perturbacién electromagnética desde la particula hasta el punto de observacién del campo. Fig. 34,1 De Jos potenciales de Lienar — Wiechert obtengamos los potenciales de una particula cargada en movimiento uniforme. Para ello, el denominador (R — R-v/c),- debe ser expresado con las coordenadas de la particula en el momento f. Supongamos que 5” es la posicién de la carga en el momento de generacién de la perturbacién electromagnética, §, su posicién en el mo- mento de su observacién en el punto M (fig. 34.1). La distancia SS es igual al producto de la velocidad de la carga por el tiempo de retardo, S'S = vR/c. El segmento SN = vR(t’)/cy su longitud, MN = R(t") — — vR(t’)/e es igual al denominador de las expresiones (34.4), (34.5). De los triangulos MNS y SNS‘, hallamos 2 (MN = P - (WS) = aE sen®6, donde r(¢) es la distancia desde la carga hasta el punto de observacién en el momento f. A continuacién, sen 6 = p es la distancia desde el punto de observacién hasta la linea de vuelo de la carga. De tal manera, (R —v-R/c),- = VP — vp? /ct = V(ut)? + 02/42. Be 195 Los potenciales A y ¢ de una carga en movimiento uniforme son determi- nados por medio de las formulas (34.4), (34.5) después de sustituir en ellas la expresién hallada. El comienzo de. registro del tiempo se ha elegido de manera que para f = Ola particula'se halla a la m4s corta distancia (igual a p) del punto de observacién de campo. 34.2. Intensidad del campo. Calculamos H = Y x A empleando la representacién (34.2). El operador V actua sobre las coordenadas 7 que s6- lo entran en R = Ir — s! bajo la integral por dé’. Producimos la diferen- clacién haciendo uso de la formula uy(R) = ¥ VR= x n. (34.7) ‘Obtenemos =f 1 sae -H- Lee 7 f CD a fe x mas 8° + R/e~ 1) ~ OU + Rie o}ae Mas adelante, pasamos a la integracion dg = & d= (: = a) dt” y, empleando las reglas de integracién de expresiones con funciones delta (Comp. !V. 10) y (Comp. IV. 12), hallamos cy x nm) € d vxn Ar, 1) = + 34.8) 9 cR* —anev/c) cl —nev/e) dt cR(] — m-v/c) Ose donde el segundo miembro se toma para el valor de t” determinado me- diante Ja ecuacién (34.6). Al calcular la derivada por f , hallamos dv). dR’) ca 1), dt Wee my, di (34.9) dat’) _ at R Después de derivar en (34.8) con ayuda de estas formulas y habiendo redu- cido términos semejantes, obtenemos a Ol = eS x) elev x n+ m x [lv x ¥) x AT} eR — n-v/ep CRA — nv/cP G10) El célculo del campo eléctrico E = —Ve — 2 a se realiza de manera c andloga: representemos el potencial escalar de la forma siguiente = e . * 7 * lr, = hes ot + RY oe ~ tat (34.11) 196 y diferenciamos las magnitudes (34.2) y (34.11) bajo el signo de integra- cién. Esto proporciona . n -,R n= v/e a yo “ E= = b(e° += —¢) +— (te 4 = | fe ( ¢ ) &R ( © ) ya is en - é a — w/e “RMI —n-w/e) Al —n-v/e) dt RU — n-v/cy La posterior diferenciacién por ¢, mediante las formulas (34.9), permite obiener (34.12) E= el — 2 /ehn — w/c) | en x [2 — v/e) X ¥] “RAL — n-w/ep CR(l—nvicp En las férmulas para las intensidades del campo (34.10), (34.13) todas las magnitudes en los segundos miembros se toman en el momento de tiem- po de retardo ¢ *, determinado con la ecuacién (34.6). Indiquemos ciertos rasgos caracteristicos de las intensidades del campo. La comparacién de (34.13) con (34.10) muestra que ellas estan ligadas entre si mediante Ja rela- cién (34.13) H(r,t) = alt") x EG, O, (34.14) es decir, el vector H es perpendicular a £ y ala linea que une la carga con el punto de observacién en el momento de tiempo de retardo (el vector E tiene su proyeccion en dicha linea). Cada una de las intensidades consta de dos sumandos: el primero varia en el espacio como R~? y no contiene la acele- racién de la carga, el segundo, es proporcional a la aceleracion ¥ y decrece como R-!, Los sumandos det primer tipo forman un campo cuasiesta- cionario, ya que él también es propio de una carga en movimiento unifor- me, en tanto que la ley de decrecimiento con la distancia es la misma que para el campo estatico. Los sumandos del segundo tipo describen el campo de ondas de radiacién, ya que él disminuye con la distancia y crea un flujo finito de energia electromagnética a través de la superficie cerrada de radio cuan se quiere grande que rodea la particula. El campo de radiacién sdlo surge durante el movimiento acelerado de la carga (¥ # 0). 34.3. Descomposicién espectral de los potenciales de Lienar — Wiechert. En caso del movimiento aperiddico de la particula hacemos uso de la representacién (32.28), haciendo en ella Se", 7) = evr" — 5). Integrando primero por dV’, hallamos | Y@) exp Gur + iaRO/C) 4 R@ (34.15) 197 La imagen de Fourier del potencial escalar se escribe de la siguiente manera Ar) = @ \ exp (iwr + iwR(7)/c) ins 64.169 RO) Aqui R(r) = Ir — s@)l. Si el movimiento de la particula es periédico con periodo T = 21/uy, el campo puede ser desarrollado en una serie de Fourier, La arménica de fre- cuencia uw (m es un entero) se expresa por medio de la integral : A= 5 | mw exp fina,(r — R(7)/o)]dr- (34.17) ° El potencial escalar y,(r) se distingue de (34.17) por falta del factor v(r)/c. Capitulo VIL. Radiacién y dispersion de ondas electromagnéticas § 35. Radiacién de una particula relativisia cargada 35.1. Distribucién angular de la radiacion. Como ya hemos indicado, a grandes distancias de la particula las expresiones para las intensidades del campo se simplifican: sdlo queda el campo de ondas: en x [(n — v/c) x 9] CR(L — n-v/ep Calculemos el flujo de energia a grandes distancias de la particula dentro del Angulo sélido dQ: Es sHonxeé. (35.1) ' di = }-nR2dQ = % E2R7dQ, (35.2) o bien, sustituyendo (35.1) di &[n x ((n — w/c) x WP aa are(l —aviep donde todas las magnitudes en el segundo miembro se toman en el momen- to retardado 1. El flujo de energia por unidad del angulo sélido d7/dQ depende de R s6- lo por el argumento temporal f° = 7 — R(t )/c, Esto significa que el flujo de energia que pasa por el 4rea R7d@ dentro del Angulo sélido elegido dQ, situada a distintas distancias de la particula, sera igual en los correspon- idientes momentos de tiempo (tomando en consideracién la velocidad finita de transporte de la energia), o sea, las perturbaciones electromagneéticas se (35.3) 198 propagan al infinito desde la particula cargada que las gener6, Forman un campo de radiacién que, después de aparecer, se separa de su propia fuen- te, Precisamente la magnitud (35.3) proporciona la energia de radiacién que se propaga dentro del. Angulo sdélido unitario. El campo cuasiestacionario (es decir, los sumandes que en (34.10), (34.13) no contienen ¥ y proporcionales a R~?) no posee semejante pro- piedad. Con el crecimiento de R el flujo de energia del campo cuasiesta- cionario dentro del Angulo sélido dado decrece como R~?. Por consiguien- te, el campo cuasiestacionario queda constantemente ligado con la particula y no crea un flujo hacia el infinito. Efectuemos el] andlisis de la distribucién angular de la radiacién - (35.3) para algunos casos particulares. 1. Particula no relativista, v < c. Despreciando los términos del orden v/e, de (35.3) obtenemos dal 2 4 F eye — = ——_ [VW -(1 - = a ae Pe OE donde @ es el angulo entre la aceleracién (en el momento retardado ¢ *yyla direccién de observaci6n. La radiacion esta distribuida de manera simétri- ca con relacién a la direccién de ¥ y es maxima en Ja direccién perpendicu- lara ¥. 2. Particula ultrarrelativista, y = (1 — v?/c*)—' » 1, la aceleraci6n es- ta dirigida a lo largo de la velocidad: ¥ Il y. Designando por @ el angulo entre my v de (35.3), obtenemos a ev? sen? 6 — Fe, 35.5 aQ 4xc[1 — (v/c) cos 6]® O55) El gran exponente del denominador, muy pequefio para cos 6 = 1, conduce a que casi toda la radiacién esta concentrada en la regién de pequefios @ (aunque cuando @ = Ola intensidad se anula). En la regién de mayor inte- rés, 0 sea, la de los Angulos pequeios, realizamos el desarrollo de sen? @ = = @, cos@ = 1 — 6/2, Teniendo en cuenta que v = c, hallamos AT _ 166224!) ad rl + PH 8) La radiacién esta concentrada en un cono con Angulo de abertura de un orden de varios 1/y. Esta propiedad de la radiacion de las particulas ultrarrelativistas se explica por la transformaci6n relativista de los 4angulos y ya fue considerada en el § 2. 3. Particula ultrarrelativista, la aceleracién es perpendicular a la veloci- dad: ¥ .L y. Una sencilla transformaci6n del numerador de (35.3) conduce a la formula ad _ é sen? 0, (35.4) (35.7) (= 2/2)a-9P C = n-wiee }. 199 que después de introducir el Angulo @ entre # y v se escribe en la forma v2 a 2. 2 a _ ew f 1 _ G = /c) sen? @ cos? 2} (35.8) d2 4x0 Uf — (u/e)cos o}* [Il — /e) cos 6) Aqui ¢ es el Angulo entre los planos (v, n) y (v, ¥). La distribucién (35.8), lo mismo que (35.5), est4 concentrada en la di- reccién hacia adelante. Con pequefios @ tiene el aspecto al 4ery2n8 [: _ 476 cos? 4 a rel + ey a+ yearly” (35.9) Como asi debe ser, la expresion entre paréntesis no es negativa con ninguno de los valores de los 4ngulos. El sentido de los vectores de! campo en la zo- na de onda (0 sea, la polarizacién de la onda) se determinan con las férmu- las (35.1) y pueden ser analizados para diversos casos de movimiento de la particula. 35.2, Pérdida de energia e impulso de Ia particula cargada. La magni- tud d?/dQ calculada en el § 31.1 es el flujo de energia electromagnética en el interior de un Angulo sdlido unitario que un observador inmévil puede me- dir en el sistema del laboratorio. Ella se distingue de la velocidad de las pér- didas de energia por la particula, a cuenta de la radiacion, en el angulo séli- do unitario en la direccién dada —d7é/dt dQ, donde dt ‘es el intervalo del tiempo ‘‘retardado’’. Es evidente que la porcién d//dt de energia electro- magnética, radiada dentro del Angulo sélido dQ y que pasa junto al obser- vador en el intervalo de tiempo desde ¢ hasta ¢ + df, fue emitida por la particula en el intervalo entre ty ¢” + dr”. Por esto, la energia irradiada por la particula — d? &debe ser referida, precisamente, al intervalo de tiem- po dt” y al 4ngulo sdlido dQ que coincide con el Angulo sélido del observa- dor, ya que ambos estan determinados en un mismo sistema de referencia (del laboratorio), Los intervalos de tiempo df y di “ también han sido deter- minados en el sistema del laboratorio, pero estan ligados con la relacién dt= ( 7 awe ar (35.10) que se desprende de (34.6). Igualando la energia emitida por la particula en el tiempo di” y la que ha pasado junto al observador en el tiempo df, ha- ciendo uso de (35.10), obtendremos er _ at at neve )\ at oF aE ae) ea ar (: ) (5.11) De acuerdo con (35.3), la magnitud dI/dQ depende del argumento r”, Esta relacién establece la ligaz6n entre la pérdida de energia por la particula y la intensidad de la radiaci6n registrada por el observador. 200 Después de integrar (35.11) por todo el dngulo sélido, obtenemos la pérdida total de energia (o la sumaria por todas las direcciones) por la particula que irradia: s dé dé {( n-vt )\ di OE eorpac ~.-da= \(1— da. 12 dt { at dQ ¢ ) dQ (35.12) Como vemos en (35.12), ella no coincide con la intensidad total di r= {4 dQ. La magnitud —d¢/dt” es una caracteristica mas cémoda de la ra- diacién que la intensidad total /, ya que es relativistamente invariante. Para cerciorarnos de esto, comparemos la velocidad de pérdida de energia por la particula en dos sistemas de referencia: el acompafiante instantaneamente Sy, en el que la particula est4 en reposo en el momento dado y el del labora- torio S, en el que la particula tiene una velocidad y, En el sistema S$, la in- tensidad de Ja radiacién (que coincide con la velocidad de pérdidas de energia —d/dt “.) se da mediante la formula (35.4). Debido a que ella es una funcién par del angulo, en este sistema no habra pérdidas de impulso de la particula, dp, = 0. 2 Examinemos la energia —dé& que radia la particula en el sistema acompafiante en el tiempo df y = dz. Con ayuda de las transformaciones de Lorentz, tomando en consideracién que dp, = 0, obtenemos la pérdida de energia en el sistema S: pyle -dé's -d&/ (: -3 ve Transcurre en el tiempo dt” = dz/ (: - : . De aqui, para la velocidad de pérdidas de energia, hallamos —dé/dt = —déi/dr, (35.13) 1g que demuestra la invariaci6n relativista de esta magnitud. La intensidad total Jno posee semejante propiedad. La velocidad de pérdidas de energia (35.13) puede expresarse con v y ¥v haciendo uso de (35.3) y realizando la integraciém por los 4ngulos. Pero una via més sencilla es la generalizacién relativista de la velocidad de las pérdidas de energia —d4,/dr en el sistema acompafiante instantaneamen- te, basada en la invariancia de esta magnitud. Con ayuda de (35.13), (35.12), hallamos —défdt” = | (dly/dQ)aa. Pero dI,/d® es la intensidad de radiacién (35.4) de una particula no relati- vista. Integrando (35.4) por el 4ngulo sélido, obtenemos —défdt” = 2N*t")/33, (35.14) donde ¥ es la aceleracién en un sistema tal de referencia donde v < c. Esta importante relacién recibe el nombre de férmuia de Larmor. La generalizacin relativista de la formula de Larmor es evidente: v de- be ser sustituida por un invariante relativista que con v — 0 se convierte en ¥?. Semejante invariante es el cuadrado de la 4-aceleracién tomado con el signo contrario ~ ww,. Con vy — el componente temporal #* = du*/dr se anula, la espacial se transforma en ¥. De este modo -£2 = why, (35.15) Determinemos ahora la pérdida de impulso de la particula que radia. Co- mo dijimos antes, en el sistema acompafiante dp, = 0. Por medio de la transformacién de Lorentz (5.15) en el sistema del laboratorio, hallamos vd 5 d= : 35.16 P< AI — ie 25:16) Refiramos esta pérdida al “tiempo de la particula”’ dt” en el sistema del la- boratorio: — Fg (te dt 2X WI ear} Perovi — 2/cdt = dresla diferencia] del tiempo propio de la particula, por lo que tomando en consideracién (35.13) obtenemos una simple liga- z6n entre las pérdidas de energia e impulso por la particula debido a la ra- diacion: dp _v ca -—— 5.1 a +(-4 i). (35.17) Esta férmula es valida a cualquier velocidad de la particula. Las relaciones (35.15), (35.17) pueden ser escritas en forma tnica relativisticamente covariante: dp ae F aS = = wel 35.18, dr aes 5.18 Expresemos Ia pérdida de energia a una velocidad arbitraria de la particula con magnitudes tridimensionales. Calculamos la 4-aceleracién a vv 5. me) we = OE 8 Gey s (7%, avy: ¥) dr ce vv) ( eres 202 y hallamos su cuadrado = —y[v2 — (v x ¥)/e2]. Esto nos ofrece la posibilidad de escribir la generalizacion relativista de la férmula de Larmor mediante magnitudes tridimensionales: dé - ee - _Wx ad “dt 38 ey Si la aceleracién de la particula se crea por el campo electromagnético exterior, ella puede expresarse por las intensidades E, H. De la ecuacién de movimiento de la particula escrita en forma tridimensional, tendremos [ae 2] oe Gap) rd) y (35.19) vive Combinando las dos ultimas igualdades hallamos la magnitud ## — (v x x ¥/c2 y obtenemos la pérdida de — con el aspecto dé _ ety? a aes [(e +2 vx a) -z | e- |; (35.20) La particula ultrarrelativista (y > 1) pierde su energia para la radiacion a una velocidad proporcional al cuadrado de la intensidad del campo exte- rior. Constituye una exclusi6n el caso cuando la particula se mueve riguro- samente a lo largo del campo eléctrico con H = ©. Conesto, la aceleracion esta dirigida a lo largo de la velocidad de la particula y la velocidad de la pérdida de energia da 264 E? 7 Ge 1 Smee Gee) no depende de la propia energia. Al contrario, si E = Oy H + 0, la acelera- ¢ién es perpendicular a la velocidad, mientras que dE\N eye “Gr. pe Para iguales intensidades del campo (E = H) la razon edt), wh (35.23) daa), a para la particula ultrarrelativista es grande sélo si la componente de la vclo- cidad v,, perpendicular al campo magnético, no es demasiado pequefia. 203 Este resultado muestra que para el movimiento ultrarrelativista arbitrario de la particula, el papel principal es desempefiado por su radiacién a cuenta de la componente transversal de la fuerza. 35.3. Distribucién espectral de la radiaci6n. Examinemos las distancias grandes en comparacid6n con la dimensién de la regién de movimiento de la Pparticula y con fa longitud de onda de su radiacién: r> s(t), re (35.24) En esta regién, llamada zona de onda, el potencial vectorial (34.15) puede simplificarse. Representemos R(r) en la forma R(z) = Ir = (7) = r= n-s(z), (35.25) donde a = r/res el vector unitario, s(z), el radio vector de la particula. En el denominador bajo la integral (34.15) podemos limitarnos a la aproxima- cién nula de R(r) = r con una precision salvo los terminos s/r < 1. Peroen el grado del exponente debe tenerse también en cuenta el sumando 7- s(7), ya que el producto us(r)/c = 2s(7)/d no tiene que ser obligatoriamente pequefio. Los siguientes términos del desarrollo (35.25), de un orden de s*/r y menor, son de pequeiiez despreciable a grandes distancias. Introduciendo la designacién k = wr/c para el vector de onda de la on- da radiada, de (34.15) obtenemos a | v(r)exp (iwr — ik: s(r))dr. (35.26) Esto es una onda esférica divergente, cuya amplitud decrece como r™! lejos de la fuente. Al calcular la intensidad de! campo magnético H,, = rot 4,, a grandes distancias de la particula, es suficiente diferenciar s6lo el factor exponen- cial, ya que la diferenciacién del denominador conducira a los términos del orden relativo (kr)-! = \/2ar « 1. Como resultado obtendremos H,, = ik x A... (35.27) A continuacién, calculando de forma andloga la intensidad del campo AQ) = £ exp (ikr) r eléctrico de la ecuacién de Maxwell para la amplitud de Fourier ee E,= = rot, tendremos <. E,=H, xn. (35.28) De (35.27), (35.28) se desprende que los vectores E.,, Hf, son perpendicula- res entre si y a la direccién de propagacién m de la onda. Con anterioridad, en los §§ 27, 28, estas propiedades del campo de radiacién ya fueron indi- cadas para las ondas planas. A grandes distancias de la fuente, en pequefias regiones del espacio, la onda esférica es proxima a la plana, con lo que se explican las indicadas propiedades. 204 Habiendo calculado M,, y E, con ayuda de (35.27), (35.28), obtenemos p= — lew exp Gir) tT - Zz - j n X (a x v(7))exp (iwr — ik-s(z))dr, 0 (35.29) j n x ¥(t)exp (iwr — ik: s(r))d7. Los componentes de Fourier del campo de radiacién (35.29), a diferen- cia de (35.1), no contienen la aceleraci6n. Aqui no hay contradiccién, ya que las expresiones subintegrales de (35.29) pueden ser transformadas in- tegrando por partes y empleando las identidades del tipo few exp (ikr) Ho = Se See ee r d naxx) _ 1x [a-Wox i dicl—n-v/e) Cl — an-v/ep de forma que en cada una de ellas entre la aceleraci6n de la particula. Con semejante transformacién, igual que al escribir las integrales (35.29), supo- nemos que la radiacién (es decir, el movimiento acelerado de la particula) dura un tiempo finito, desapareciendo en + oo. La intensidad de la radiaci6n con la frecuencia prefijada w en la direc- cién dada a, es igual al producto del vector de Poynting 7 = wz 1H? 7 por el elemento de superficie de la esfera de radio grande que rodea la particula: ay dad Esta magnitud es promediada respecto al periodo de variacién del campo. La intensidad total de radiacién / se obtiene como resultado de la integra- cién de (35.30) por todo el Angulo sélido y por todas las frecuencias desde — hasta +00, Como H_, = H4, para calcular la intensidad total pode- mos duplicar la integral ¢ integrar sélo por las frecuencias positivas: é =e 1H, (7, (35.30) by dafic 2 j= (2\er Pd (35.31) ° (comparese con (29,15)). La magnitud bajo la integral (35.31) tiene el sentido de la intensidad di- ferencial de radiacién con la frecuencia y la direccién prefijadas, referida al Angulo sélido y al intervalo de frecuencias unitarios. Designando Ja intensi- dad diferencial por J,, con ayuda de (35.29), tendremos pa ww | { x weexp iar — -sten ‘a (35.32) oa 8x23 205 Esta formula resuelve el problema del espectro y de la distribucién angular de la radiaci6n de una particula cargada para su movimiento prefijado. En el § 36 estudiaremos detalladamente la radiacién durante el movi- miento no relativista de las particulas. Aqui, aclararemos las singularida- des cualitativas del espectro de radiacion de las particulas ultrarrelativistas, Mas arriba, hemos mostrado que la particula ultrarrelativista radia, funda- mentalmente, hacia adelante, a lo largo de la velocidad v por un estrecho cono con angulo de abertura §, = 1/y < 1. Pero resulta, que en dependen- cia de las propiedades del campo exterior, por el que la particula se mueve, es posible destacar dos casos caracteristicos de formacién dei espectro de radiacién. 1. El Angulo total de desviacién de la particula en el campo exterior es grande en comparacién con el angulo de radiacién 1/y. P. ej., con seme- jante caso tropezamos cuando la particula radia en el campo magnético. En la direccién dada n la particula radia desde un pequefio sector de la tra- yectoria, en el cual la direccién de la velocidad varia en un Angulo de un or- den de 1/y. La longitud de este sector Foo = p/y, donde p es el radio mo- mentaneo de curvatura y desempefia cl papel de longitud de coherencia (0 bien longitud de formacién de la radiacién). Sea que por la longitud /.,., el campo exterior F varia débilmente: plVEl/y €F. Entonces, en semejante longitud, !a velocidad y la aceleracién de la particula pueden considerarse constantes. Seguidamente, de acuerdo con (35.23), el papel principal es desempefado por la componente de la fuerza perpendicular a la velocidad. Debido a esto, en las condiciones que exami- namos, la radiaciOn es proxima a la que emite la particula en movimiento por una circunferencia de radio p. Conociendo la longitud de formacién de la radiacién podemos hallar el intervalo de frecuencias que determina la composicion espectral de la ra- diacién. Segtin (35.29), en el transcurso de la radiaci6n + = 1,,,/e = o/yu la fase de una onda de frecuencia w variara en Ag = wr — n- Aslz)w/c. Aqui, As(z) es la desviacion de la particula en el tiempo 7. Como el orden de la magnitud del angulo entre ” y v no supera 1/y ast) oro ¢ ec ye con una precisién salvo los miembros del orden 1/73. Apreciando el incre- mento de la fase obtenemos el orden de la magnitud: Ap w= 22 (i 2) mw 28. yu c 2c 206 Sdlo pueden ser radiadas ondas de tales frecuencias para las que Ag = = 1; siendo Ag > 1 dentro del cono de radiacion las ondas tienen mayores desfasajes y se extinguen mutuamente. El intervalo de las frecuencias que se radian determinase por la condicién bo So, =£ 3. (35.33) 2 Para w > w, la intensidad de la radiacién disminuye en alto grado (en muchos casos en forma exponencial). Si la particula se mueve en un campo magnético homogéneo en direc- cién perpendicular a su intensidad, de acuerdo con los resultados del § 11, po = cp/eH ~ mcy/eH. Segiin ello, en a, = —— . me La frecuencia critica w, es proporcional al cuadrado de la energia de la particula y a la primera potencia de la intensidad del campo magnético. El movimiento en el campo magnético es rigurosamente periddico, por lo que el espectro consta de rayas discretas entre las que Ia distancia es igual a la frecuencia de rotacién de la particula relativista 29 = ecH/& = eH/mey. Para y > | el espectro se convierte en cuasicontinuo. El maximo de la in- tensidad de radiacién corresponde a la frecuencia de un orden de w,. 2. El Angulo total de desviacion en todo el tiempo durante el que la particula pasa el campo exterior es pequejio o bien del orden del angulo de radiacién I/y. Toda la radiacién transcurre en un estrecho cono y és deter- minada por toda la trayectoria de la particula (con mayor precisién, por aquel de sus sectores en el que la particula sufre aceleracién). Como ejemplo podemos indicar la radiacién de una particula ultrarrelativista pa- ra la dispersién por un pequefio angulo (8 s 1/7) en el campo coulom- biano del nicleo. Sea que el campo exterior existe en una regién de dimensién a (ésta puede ser, p. ej., el radio de apantallamiento del campo coulombiano). En el transcurso del tiempo At” = a/v ~ a/c la particula sufrira aceleracién. Para el observador inmévil en el sistema del laboratorio, este proceso transcurrira en el tiempo AL= ee (0-2 PAE yee At ce fe fe Apreciemos él intervalo espectral con ayuda de la relacién (29.24): Aw = 1/At ~ cy?/a, En el caso dado, el espectro se extiende hasta las fre- cuencias (35.34) w= ‘ 2p. (35.35) La frecuencia caracteristica, como en (35.34), es proporcjonal al cuadrado de la energia de la particula. § 36. Radiacién de un sistema no relativista de particulas cargadas 36.1. Radiacién eléctrica de dipolo. La investigaci6n de las radiaciones. se simplifica si el tiempo de propagacién de las perturbaciones electro- magnéticas, en los limites del sistema radiante, es pequefio en comparacién con el tiempo caracteristico de movimiento de las particulas cargadas en el sistema: ic < T, . (36.1) donde / es la dimensi6n del sistema, T, el tiempo en el transcurso del cual la distribucién de las cargas varia de modo notorio. Para movimiento pe- riddico T es el periodo, por lo que a la desigualdad (36.1) puede darsele la forma i 4) y tomar en consideracion sélo aquellos términos que son de ra- z6n inversa a Ja distancia r hasta el sistema, ya que Unicamente ellos pro- porcionan aportacién en la energia radiada por el sistema. Partiremos de potencial retardado (32.22) y desarrollaremos Ir — r‘l en una serie respecto de la raz6n entre las dimensiones del sistema y la dis- tancia r; Ir — r’| = r ~ +r”, Representemos la densidad de corriente ba- jo la integral en forma del desarrollo art -% + =) ai(r er c) +i( ant ee + se, 36.4) c c Cc c c donde con puntos estan designadas las derivadas segun el tiempo. En el de- nominador del integrando dejamos el miembro de la aproximacién nula, sustituyendo |r — r’l por r. Tomando en el desarrollo (36,4) el primer término que no se elimina, tendremos 1 2 é a Ar, = Lh 1-2 )av 3 Mas adelante hacemos uso de la identidad aj=j-O@r)=OLi@-r)] ~ ar (O's), 208 donde a es un vector constante y obtenemos fee yg T 23 gol aaw eid. leet pot - a [i(re-2 av’ = a {y divj dV wo ro(rst = av Aqui hemos hecho uso de la ecuacién de continuidad divj + de/at = 0. Recordando la determinacién del momento dipolar (21.5) podemos escribir Ui@',0- r/odv’ = Be - r/a A(r,t) = PERO = (36.5) Al calcular las intensidades del campo sélo hay que retener los términos del orden r~' que se obtienen diferenciando el argumento p (pero no el de- nominador): pn r H=ro0tA= . -. (36.6) ro se me (36.6) El vector eléctrico £ puede expresarse, con ayuda de la formula (27.13), por el vector magnético H para la onda plana, ya que las ondas esféricas son en la zona de onda localmente proximas a las planas: Gxnyxa er Las arménicas de Fourier de las intensidades del campo se expresan, de acuerdo con (36.6), (36.7), mediante las arménicas de Fourier de la deriva- da del momento dipolar 6, = —w*p,: E=Hxa= (36.7) 2 E,() = a (eX Ae r (36.8) Con (36.6) — (36.8) pueden calcularse facilmente las intensidades de ra- diacién con la frecuencia prefijada w en la direccion dada n ‘ In = Ha Re[r?n-(E,, x H,)) = nl? (36.9) wt |p, x Br TS asi como la intensidad de radiacién por unidad de Angulo sélido (36.10) (36.11) 14-99 209 Para una particula radiante (p = er) la Ultima magnitud se convierte en la férmula de Larmor (35.14). La radiacién estudiada recibe la denominacién de radiaci6n eléctrica de dipolo, ya que todas las magnitudes se expresan con las derivadas del mo- mento eléctrico dipolar, La radiacién eléctrica de dipolo no existe cuando el momento dipolar es nulo y al ser éste constante y para el cAleulo del cam- po de radiacién hay que tener en cuenta los siguientes términos del de- sarrollo (36.4). P. ej., semejante situacién surge en un sistema de particulas cargadas con igual raz6n e,/m, = 9: P= Yeg,=ay ms, = aR Ym, Aqui & es el radio vector del centro de masa; en él no hay fuerzas exteriores R= F = const, R = 0, por lo que la radiacién dipolar se anula. 36.2, Radiacién cuadripolar y magnético-dipolar. El segundo término en el desarrollo del segundo miembro de (36.4), en comparacion con el pri- mero, contiene el pequefio factor r°/cT = //A < 1. Transformémoslo por medio de la identidad Ler djs ge ler + i + Le xX La sustitucién de esta expresién en (32.22) proporciona el potencial vecto- rial de la forma RI on Nn Sheers + (jw lev’. (36.12) A= cr 2cer Aqui rit = z {re x Pld" es la derivada del momento magnético del sis- tema segun el tiempo. La segunda integral en (36.12) sera transformada mediante identidad (Bav = ~\rdivBav (36.13) que se comprueba facilmente integrando por partes, con la particularidad de que B es un vector distinto de cero en una regi6n finita del espacio, mientras que la integracion se realiza por todo el espacio. Con ayuda de la indicada identidad, hallamos {Ger yja v= —(rGer )divjdv — |r sav. Haciendo uso de la ecuacién de continuidad divj = —dp/dt, escribamos el potencial vectorial (36.12) en la forma 1 2 amxn sil a 4 cr 2cer ar? |reroear’ (36.14) 210 La integral en (36.14) puede escribirse mediante el momento eléctrico cuadripolar. Introduciendo designaciones tensoriales, tendremos x (rr jpdV =n, \cx ot 'g — 8 ,gyod V+ 1 Z -_1 1 e +3 n, or PdV = 5 Oust +5 mn, for 2av = (36.15) Como resultado hallamos el potencial vectorial en la zona de onda: mx é a [.f.. r - ata ee st )rtav’. 36.16) a cr 6cr 6cr )p (r ec yr ( Aqui Q, = Qasits (36.17) y Q,, es el tensor del momento cuadripolar. Cuando se calculan las intensidades del campo el tltimo sumando en (36.16) no proporciona aportacién, el campo de radiacién sdlo se expresa por dos momentos dipolar magnético y eléctrico cuadripolar: 1 _ 5 15 ar {iv a) x a+ 6c Bx}, (36.18) 1 Ei er Prestemos atencién a la simetria del campo de radiacién de los dipolos eléctrico y magnético: el campo del dipolo magnético se obtiene del campo de dipolo eléctrico sustituyendo g — mm, E — H, H — — E. Sicndo arméni- co el movimiento de las cargas p = —urp, i = —cPm, io, por lo que la intensidad de las radiaciones de dipolo eléctrica y magnética son pro- porcionales a w*, en tanco que la radiacién de cuadripolo eléctrica es pro- porcional a w®. Calculemos para finalizar la intensidad total de la radiacion de un siste- ma que posee un momento cuadripolar eléctrico Q,,, y un momento dipolar magnético m, Empleando (36,18), hallamos: 1 s 1 x Loe i= i | fort x me + Jet @x np —E mB x man, (36.19) {a x rh + 2-0 m) xa}. Aqui realizamos la integracién por todos los sentidos posibles del vector n. Escribiendo (x nP = Wi? - Gi nY, HD Xm) = 05D My (36.20) (BX AP = OG_,ngn, — Qa G, Malte, n, nos. cercioramos de que hay que integrar los productos de los componentes del vector unitario. i 211 Al calcular las correspondientes integrales es comodo utilizar sus pro- piedades tensoriales. P. ej., la integral JagngdQ/4n es un tensor tridimen- sional de If rango que no depende de la orientaci6n de los ejes de coordena- das (debido a que por los angulos ya se integré). Hay un solo tensor inde- pendiente con tales propiedades: el tensor unitario 5,,, por esto 1 a \ Mefhgd2 = Nd gg. (36.21) Contrayendo los miembros primero y segundo por el par de indices halla- mos que \ = 1/3. De manera andloga determinamos 1 1 i \nanonnt “45 xa Sur + Say boe + F585,» (36.22) 1 A [nator = 0, Sustituyendo (36.20) — (36.22) en (36.19), obtenemos sind nies loos T= ya + oe 2. (36.23) En comparacién con la intensidad (36.11) los sumandos de (36.23) con- tienen el pequeiio factor (//A}*. Por ello, s6lo desempefiaran notorio papel al no haber radiacién de dipolo eléctrica*’. 36.3. El campo a préximas distancias. Si la distancia hasta el sistema de cargas en movimiento satisface la condicién l /, incluida la zona de transici6n r= }, Pero aqui no vamos a aducir las correspondientes formulas que son bastante voluminosas. 36.4, Ejemplos de radiacion de los sistemas mas sencillos. Dipolo eléctrico elemental. Un semejante sistema se encuentra con frecuencia en fisica y en ta técnica y puede ser realizado por medio de miiltiples procedimientos, p. ¢j., en forma de un corto segmento (f < A) de conductor excitado por corriente alterna J(r) = J,senwt. Para mayor evidencia supongamos que et dipolo elemental esta formado por dos esferas conducto- ras iguales, unidas mediante un conductor de longitud /. En e! sistema se han excitado oscila- ciones eléctricas, como resultado de fas cuales las cargas en las esferas +g ¥ —q Varian pe- riédicamente: q(t) = g_cosul. Esto provoca las oscilaciones del momento dipolar: p = = qolcosut y la corriente en cl conductor J(4) = qgusenwt. La cnergia disipada en el conduc- tory consurtda para la radiacion se compensa a cuenta de Ja fuente exterior (generador de os- cilaciones electromagnéticas), Orientando el dipalo alo largo del eje z, con ayuda de (36.6), (36.7), obtenemos los com- ponentes del campo en Ja zona de onda, distintos de cero: p(t — r/c) H, = Ey = —-——,—_ sen. (36.30) oF o Como sigue de (36.30) el campo ¢s una onda esférica divergente de polaridad lineal. La ra diacién ¢s maxima en ¢l plano ecuatorial (@ = +/2), y su intensidad sumaria pos todas las di- recciones se expresa por la formula (36.11): fs tPF /3e, (36.31) La intensidad media respecto del tiempo, al ser expresada mediante el momento dipolar, es proporcional 3 la cuarta potencia de la frecuencia: J = w'pg/3e*, donde py = qo! es la ampli- tud del momento dipolar, Pero si expresamos la intensidad con Ja intensidad de corriente, la primera resulta ser proporcional al cuadrado de la frecuencia: T = w°J3/7/3c. Rotator magnético. Supongamos que un cuerpo con un momento magnélico rm esté en rotacién uniforme con una frecuencia w en torno de un eje que con ¢l vector mm forma un 4ngu- low. Hallemos la distribucién angular y la intensidad total de la radiacion, promediadas segun la rotacién del cuerpo. Las intensidades del campo en la zona de onda seré calculada con las formulas (36.18), donde hacemos @ = 0 debido ala carencia de momento cuadripolar. La distribucion angular de Ya radiacion 4 eo pee | tic iP. a 4x Are Para calcular ¢l segundo miembro empleamos la ecuacion de movimiento del momento mag- nético m = uw x mm. De éste obtenemos thw x (ox mys ~utm,, 214 donde m, es el componente perpendicular al eje de rotacion. Asi (a x af = of — om A 9 bien (nx ma? = ote (1 — sen? 0 cos? (ot — 9), donde @ es ¢] Angulo polar contado desde el sentido de i; wt y @, los acimutes de los vectores m, ynenel plano perpendicular aw. Efectuando el promedio respecto al tiempo, en definitiva hallamos: @ _ oto sent a sxe La integracién por el angulo solido proporciona 1 = 2utnd sen? a/30*, (t+ cos?a), (36.32) E] modelo de rotator magnético se emplea con frecuencia para explicar la radiacion electromagnética de las estrellas de neutrones, 0 sea, los pulsnres. Pero tos mecanismos de ra- diacién de las pulsares son mucho mas complicados que el examinado mAs arriba, ya que la estrella gira cn el plasma y tiene una cubierta de plasma Hamada magnetosfera. § 37. Radiacion de los cuerpos macroscépicos. Antenas 37.1. Vector de Hertz. Si el cuerpo radiador es macroscépico de dimen- siones ! 2 \, la descomposicién del campo de radiacién por multicampos no es aplicable y ha de hacerse uso de las expresiones de precisién (32.22), (32.23) para los potenciales retardados, La cantidad de funciones descono- cidas puede ser reducida si en lugar de los potenciales A (r, t) y ¢(r, ¢) liga- dos mediante la condicién de Lorentz (18.3), introducimos la funcién vec- torial Z(r, £) por medio de que se expresan los potenciales electromagnéti- cos: _ 12% = -divZ, - bs " car B.D La magnitud Z recibe el nombre de vector de Hertz o bien potencial de po- larizacion. ‘Con ello, es conveniente describir la distribucién de cargas y corrientes en el sistema electroneutral con una sola funcién vectorial P(r, £) mediante las relaciones oP e=-divP, =>, 7.2) La magnitud P(r, () se denomina vector de polarizacién (comp. con el vec- tor de polarizacién de la sustancia introducido en el § 2, Ll parte del libro). La relacién de las cargas y las corrientes (37.2) con el vector de polarizacién asegura el cumplimiento de la ecuacién de continuidad: divj + dp/a1 = 0. 215 La carga total de un sistema acotado debe ser, en tal casa, igual a cero g= J edvV=— [ divPdv= § P-ds=0, ve vow ‘sae mientras que el momento dipolar eléctrico total p se expresa con la integral |PaV por el volumen del sistema. En efecto, por definicién p = \ro dVo bien, mediante (37.2) p= rdivPav = |Pav. 7.3) La Gltima igualdad es una identidad a condicién de que fuera del sistema. P= Oy atestigua que el vector P puede considerarse como un momento di- polar por la unidad de volumen del sistema de cargas en movimiento que examinamos. Supeditemos el vector de Hertz a la ecuacién no homogénea de d’ Alembert; azg—-1 82 _ _app. (37.4) ar? Aplicando alternativamente a los dos miembros de (37.4) los operadores =div y 4 z obtendremos las ecuaciones para los potenciales (18.5), lo que demuestra que la eleccién de la ecuacién (37.4) para el vector de Hertz fue correcta, Por analogia con los potenciales retardades (32.22), (32.23) podemos escribir la solucién de la ecuacién (37.4) para un sistema acotado en el espacio libre: “Wt-Ir—r'l . zone \P@ etn Wo Ve aye (37.5) Ir—r'l En conclusién aducimos las expresiones para las intensidades del cam- po escritas por medio del vector de Hertz E=rotrotZ — 4rP, Hs “ 2 rot Z. (37.6) ¢ of Ellas se obtienen haciendo uso de (37.1) y (37.4). 37.2. Radiaci6n de la antena. Diagrama direccional (de radiacién). Es- tudiemos la radiacién de un conductor de longitud /, en el que se ha genera- do una onda fija de corriente (37.1): IZ, 1) = Jgsen[k(z + 1/2))e“ (37.7) La intensidad de la corriente en los extremos del conductor es igual a cero, por consiguiente k= u/e= me/l, (37.8) aqui m es el niimero de semiondas que pueden disponerse por la longitud del conductor. Semejante conductor es la mas sencilla antena (lineal). En su ejemplo calculamos ia radiacién de un cuerpo macroscépico, 216 Considerando el hilo infinitamente fino, escribimos la densidad volu- métrica de la corriente en la forma j = e,J(z, 1)5Q)5(») y, con la formula (37.2), hallamos el vector de polarizacién: Pe Linn. 7.9) Ahora, el vector de Hertz puede ser hallado de acuerdo con (37.5). Exami- namos las distancias mayores que /. En el denominador de (37.5) hacemos z ™M +/2 % dz” o y -L/2 x Fig. 37.1 Ir — rl = +, mientras que en el argumento temporal ly — rl = r — — z°cos@. Para esta aproximaci6n el vector de Hertz se expresard por la integral 2 Z0,1) = eZ exp (ikr ~ iat) J sen [é ( + 5)| x exp(—ikz’ cos 4)dz’, “18 cuyo calculo es elemental y proporciona ma [-sen ¢ cose) | — mes par, ; ie r [icos (= cose) | — mes impar. (37.10) El vector H se determina con la férmula (37.6). En coordenadas esféri- cas ‘tan 2Jy exp (ikr = jut [-sn (Freese) | - mespar, He = ¢ 2p oxp Ukr iw) Yer sen@ (37.11) 2 mn . [ices ( z coss) | — mes impar. 2Age exp (Kr — iwi) BATE sen? 0 217 Mas adelante hallamos la distribucién angular de la radiaci6n promediada seguin el tiempo: ma sen? = cosé 5 — mes par, at 2 sen? @ =" NA = # in 7.12) * me cos? (1 cosa 2. — mes impar. sen? El caracter de la distribucin angular de la radiacién puede verse en los diagramas polares representados en la fig. 37.2. Con la linea de trazos se muestra la distribucién de la corriente por la longitud de la antena, y con la Hena, la distribucion angular de la radiacién. La division del diagrama di- reccional de radiacién en lobules aislados esta relacionada con la interfe- rencia de los campos creados por distintos sectores de la antena. La intensi- dad maxima de la radiacién se observa en las direcciones determinadas por los ejes de los lobulos exteriores. } ' / m-1 m=2 m=3 Fig. 37.2 La energia radiada por la antena en forma de ondas electromagnéti- cas, se toma de la energia de la corriente excitada en la antena por un gene- rador de oscilaciones electromagnéticas. Debido a esto, con la radiacion podemos ligar cierta resistencia adicional que llamamos resistencia de ra- diacién y que caracteriza la pérdida de energia electromagnética para lara- diacién. Determinemos la resistencia de radiacién con la relacién R,= PR, donde J es la intensidad de radiacién sumaria por todas las direcciones, promediada segin el tiempo; /2, la amplitud de la intensidad de corriente en la antena. La integracién de 1a intensidad (37.12) por el Angulo sélido conduce a [In (Qrm) + C + Ci(2mm)), 218 donde : Ci) = C + Ine + jet : es el coseno integral, C ~ 0,577, la constante de Euler. La resistencia de radiacién expresa la influencia inversa de la radiacién sobre las oscilaciones de corriente en la antena. 37.3. Principio de reciprocidad. Examinaremos dos fuentes que se ca- racterizan por las distribuciones de corrientej, yj, y que crean campos mo- nocromaticos de igual frecuencia . Debido al principio de superposicién dichos campos satisfacen por separado los sistemas de ecuaciones 4n, iw ar, iw rot ff, = An Ett Sd te By (37.13) TOoLE, = ez A, role, = ifn, Multiplicando estas ecuaciones, respectivamente, por E, H,, E,, H, y sus- tituyéndolas a pares, obtenemos . 4x. ic div (H, x By = jy By 2 (Ey Et Ay Ay). . an. i div (Hy x E,) = — jy Ey — 2 (EE + Ay: Hy). Por fin, restando término por término las igualdades obtenidas, hallamos div(H, x By — H, x B,) = = Gy Ei"). (37.14) Integremos los dos miembros de la ecuacién (37.14) por todo el espacio. Esto conduce a favteav = farnavs & > (H, x By — Hy x H,)-d5, sta donde la integral de volumen se ha transformado en la de superficie hacien- do uso del teorema de Ostrogradski — Gauss. En el vacio la integral, toma- da por una superficie alejada al infinito y habiendo campo de radiacién, es distinta de cero. Pero los radiadores reales siempre estan en un medio que provoca cierto amortiguamiento de las Ondas electromagnéticas. Debido a esto, la integral de superficie puede considerarse igual a cero, aunque a dis- tancias finitas la influencia de la absorciOn puede ser despreciablemente 219 pequefia. Como resultado llegamos a la siguiente enunciacién del teorema de reciprocidad: Uy av = [i Ba. (37.15) Para el caso de los fuentes del campo, cuyas dimensiones son pequefias en comparacién con la longitud de onda y la distancia entre ellas es grande respecto de sus dimensiones, la igualdad (37.15) admite simplificaciones. Con las condiciones indicadas, cada uno de los vectores E, y E, puede con- siderarse constante en los m4rgenes de la otra fuente y sacarse del integran- do: Ey |jdV = BE, li,dV. Seguidamente, aplicamos la identidad de la que ya hemos hecho uso mas de una vez {ga = —[rdivjav y con ayuda de la ecuacién de continuidad, hallamos é jdVv = —— V = ip, \va a rea fap. donde p es el momento dipolar. Para los radiadores eléctricos de dipolo el teorema de reciprocidad toma la forma Py Ey = py Ey. (37.16) Si los radiadores dipolares son conductores cuasilineales de longitudes pequefias en comparacién con la longitud de la onda de la radiacién, a (37.15) puede aducirsele otra forma. Sustituyendo j dV — Jdly designando por fE,-dl, =U), JE,-dl, = U2) la diferencia de potencial creada con la fuente 2 en los extremos del con- ductor 1 y con la fuente 1 en los extremes del conductor 2, tendremos JUL) = 4U,2). (37.17) Sea que varia la orientacion de la primera antena. De acuerdo con su diagrama de radiacién también variara U,(2). Pero U0) = (/4)U,2), es decir, ta diferencia de potencial inducida a la primera antena es propor- cional a U,(2). Por consiguiente, el diagrama de radiacion de Ja antena es el mismo en los regimenes de recepcion y transmisién. Resulta que esta propiedad asimismo se conserva para ios sistemas de antena arbitrarios. Los diagramas de radiacién de cualquier antena coinci- den cuando ésta transmite o recibe. 220 § 38. Respuesta de la radiacion 38.1. Interaccién de la particula cargada con su propio campo electro- magnético. En el § 22 ya hemos chocado con dificultades de determinar la energia propia electrostatica de una particula cargada. Para una particula puntual esta energia resulta ser infinita. La introduccién del radio finito de la particula ty = e/me (38.1) y la suposici6n relacionada con esto de que ella tiene estructura interior, permite hacer finita la energia propia. Pero un objeto de dimensién 7, no se describe con la teoria clasica: los efectos cudnticos ya se hacen notorios a distancias considerablemente grandes A= hime ~ 137ry. (38.2) El parametro A recibe el nombre de /ongitud de onda de Compton. Por desgracia, la teoria cugntica no resuelve las dificultades relaciona- das con el cAlculo de la energia propia. En dicha teoria, ademas de la energia propia infinita, aparece otra magnitud infinita: la adicién a la car- ga de la particula*’. Para el movimiento acelerado de la particula cargada surge su interac- cidn adicignal con su propio campo. El movimiento acelerado engendra la radiacién de ondas electromagnéticas, lo que, como vimos en el § 35, con- duce a !a pérdida por la particula de energia e impulso. Por lo tanto, él pro- pio movimiento de la particula dependerd de las ondas electromagnéticas emitidas por ella y el planteamiento correcto del problema de] movimiento de la particula cargada requiere.la introduccién en la ecuacion de movi- miento de términos que tomen en consideracién la influencia de la ra- diacion sobre el movimiento. No obstante, en muchos casos esta influencia resulta ser pequefia, lo que permite considerar prefijado el movimiento de la particula radiante. El criterio cuantitativo con relacién a la pequefiez de la respuesta de la ra- diacién puede obtenerse comparando la pérdida de energia para la ra- diacién en cierto tiempo 4/ con la variacién de la energia cinética de la particula bajo la accién de las fuerzas exteriores durante ese mismo tiempo. Apreciemos las dos energias en un sistema de referencia en el que la veloci- dad de la particula es no relativista: Aggy ~ 2ENAL/3E = 2eVdv/38, donde Av es variacién de la velocidad en el tiempo As; AX, ‘cin = mav-v. *) Et segundo de estos problemas sale tras los limites de la electrodinamica clasica, Ellos pueden examinarse en los tibros [8, 18] 221 La desigualdad 44, < 44, proporciona At = w/t > 2¢/3me} = 2n,/3¢ = 7, (38.3) donde 7 ¢s el tiempo de propagacién de las perturbaciones electromagnéti- cas a una distancia del orden del radio clasico de la particula (el factor 2/3 se escribe para simplificar las formulas posteriores). El tiempo 7 adquiere los valores maximos para la particula elemental mas ligera, es decir, el electron: 7, = 0,63- 10-75 s. Para el movimiento cuasiperiédico de la particula, su velocidad y acele- racién medias retornan a los valores iniciales después de cada periodo T, = = 2n/u, en tanto que la pérdida de energia para la radiacién en el trans- curso de un periodo es comparable con la energia cinética media: 2 * 228 /30)T, AE, ~ moh, “cin donde / es la dimensién de la regién de movimiento de la particula. La com- paracién nos da Ty>7 obien wor @ 1. (38.4) Asi, pues, fa respuesta de la radiaci6n puede considerarse como un pequefio efecto si el movimiento de {a particula es suficientemente suave: su estado variara débilmente durante el tiempo + o bien a distancias CT = Ty. 38.2. CAlculo de Ja fuerza de frenado de radiacién partiendo de la ley de conservacién de la energia. Examinemos el movimiento de una particula cargada no relativista por el efecto de la fuerza exterior F,. Siendo acelera- do e] movimiento la particula radia ondas electromagnéticas. Con el fin de tener en cuenta la respuesta de la radiacién afiadamos al segundo miembro de la ecuacién de movimiento la fuerza de respuesta de la radiacion F,,4: mi = Fy + Frag: (38.5) Confeccionemos la fuerza F,,, de modo que su trabajo en un intervalo de tiempo finito sea igual a la energia radiada por la particula en ese mismo tiempo. Con auyda de (35.14) hallamos Aé = oe ed = 5 [ee Jae = — | eaevar” (38.6) 4 4 Integrando por partes, tendremos ‘ b f -_ te, 22 ( wai? Fig v¥dt = ->5V'¥ += | ¥-vde. 38. \ sa 3e4 3c ee 4 4 4 En muchos casos el sumando ¥- ¥I’%, S¢ anula. Esto sucede para el mo- vimiento periddico si 4, — f, es igual al’ periodo o con el movimiento en el 222 campo magnético, cuando ¥-v = 0, o bien para tiempo finito de acelera- cién, cuando v(r,) = ¥(¢,) = 0. Como sigue de (38.7), en todos los casos in- dicados el balance integral de energia ser4 observado si 2e Fua= Gat (38.8) Como resultado, la ecuacién de movimiento (38.5) toma la forma 2e =F + Se. ; my = Fy 2 38.9) Hemos establecido el tipo de la fuerza de frenado de radiacién partien- do de razonamientos no rigurosos semicualitativos. La aplicacién de enfo- ques mas consecuentes*) conduce a esa misma férmula (38.8) o bien-re- quiere el estudio de la estructura interior de la particula elemental, cosa que desconocemos, y que no se describe en electrodin4mica clasica. La fuerza de Lorentz de rozamiento radiante (38.8) describe la respues- ta de la radiacién de un modo que no es del todo satisfactorio. Ante todo, ella aumenta el orden de la ecuacién de movimiento, ya que contiene la ter- cera derivada del radio vector. Semejante estructura de dicha ecuacién contradice las tesis fundamentales de mecanica clasica, en la que todo el es- quema prevé que las ecuaciones de movimiento deben ser de segundo orden segin el tiempo. Por ello, algunas soluciones de la ecuacién (38,9) no tienen sentido fisico. P. ej., para F, = 0 la ecuaci6én 2e 3me3 ve ¥ tiene la soluci6én v(t) =v + ve", (38.10) que describe la autoaceleraci6n ilimitada de la particula al no haber fuerzas exteriores. Pero en aquellos casos cuando la fuerza del rozamiento radiante (38.8) entra en fa ecuacién de movimiento como una pequefia adicién de las fuer- zas exteriores, tomada en consideracién por el método de las aproxima- ciones sucesivas, ella proporciona resultados con sentido fisico (véase el § 39). Debido a la carencia de otra descripcién mas satisfactoria de 1a res- puesta de la radiacién nos vemos obligados a hacer uso de dicha fuerza. Es facil enunciar las condiciones de pequefiez de la fuerza de radiacién en comparacién con la fuerza electromagnética exterior. Escribiendo Fy = eEy +2 x Hy (38.11) + Pueden encontrarse en los libros [44, 58, 11]. 223 de (38.9) hallamos en fa aproximacién nula segin la fuerza de radiacién #=28, +i HM, + Sv x Ay. (38.12) En el sistema instantaneamente acompafiante v = 0 y la aceleracién en la aproximacién nula tiene el valor ¥ = e£,/m. Teniendo esto en cuenta, de (38.8) y (38.12), obtenemos la siguiente expresién aproximada para la fuer- za de radiacién en el indicado sistema de referencia: 22s 2A = E, Feat = ames 0 Smt En el campo periédico exterior E, = —taEy por lo que‘la compara- cién de (38.13) con (38.11) en et sistema acompafiante nos da las dos desi- gualdades: Ey x Hy. (38.13) apt #1 obien’ Aye hy (38.14) ‘h efi = mec/e. (38.15) La primera de estas desigualdades ya fue obtenida antes (véase (38.4)) co- mo resultado de otros razonamientos. La segunda desigualdad requiere que el campo exterior sea pequefio en comparacién con el campo maximo de la particula ‘‘clasica’’, o sea, de un objeto extendido con radio ry. Las correcciones cuanticas limitan la region de aplicaci6n de la electrodinamica clasica a campos considerablemente menores: Hy 4 nbd she = e/137 13. La fuerza del frenado de radiacién (38.8) admite la generalizaci6n rela- tivista. Como informacion aducimes la correspondiente expresion cuatridi- mensional: 1 2 (Pui wut dtu, Risc=(— > - 38.16) 30 ae ea Cee) La parte espacial de R! para v — 0 se convierte en (38.8). La deduccién (38.16) puede ser hallada en los libros [44, 58, 11). § 39. Radiacién y dispersién de las ondas electromagnéticas por un oscilador Laradiacién, absorcién y dispersién de las ondas por sistemas atémicos son procesos cuanticos, cuya descripcién consecutiva slo es posible basan- dose en la meca4nica y electrodinamica cudnticas, Pero muchas de las caracteristicas cualitativas de estos fenémenos son bien transmitidas por el modelo de interacciones de las ondas electromagnéticas con un oscilador 224 armoénico. Por oscilador vamos a entender una particula cargada ligada con cierto centro de fuerza eldstica. Esta simula los enlaces del electron en el tomo. 3 39.1. Radiacién del oscilador. Anchura natural de las rayas espectrales. Supongamos que un clectrén ligado con el origen de coordenadas mediante una fuerza elastica isétropa F, = — mejr, efectiia oscilaciones libres. Al no haber radiaci6n la ecuacién no relativista de movimiento tendria el aspecto mF + mez = 0 39.1) y describiria oscilaciones arménicas no amortiguadas de una frecuencia @p. Pero, como vimos en cl § 38, la respuesta de la radiacién conduce a la apa- rici6n de la fuerza de rozamiento de la radiaci6n F-aa" que debe ser adicionada al segundo miembro de la ecuacién (39.1): 2e P+ or = Sm (39.2) Buscaremos la solucién segiin ¢l método de las aproximacioties sucesi- vas, considerando que la fuerza del rozamiento de la radiacién es pequefia. En la aproximacion nula# = —o}#, por lo que ¥ = — wr. Intraduciendo la designacién 2a _ Qu? 1> 3me! ~ Fe’ or) donde r, = e2/me*, obtenemos la ecuacién de movimiento del oscilador con rozamiento: Pty t gr =O, (39.4) Aqui, si wy < c/ry 0 bien Ay ® ty, ¥ € wo. Para cl clectrén a, < 103 s-! lo que corresponde a la energia de los cuantos Ve, = hug < 100 MeV. Resolviendo (39.4) teniendo en cuenta la pequefiez de +, despreciando los términos (/w,?, hallamos: r(t) = aexp(—yt/2 — iagt), (39.5) donde a es la amplitud inicial del oscilador, Como el campo de radiacion de la partictla cargada es proporcional a # = — ofr, en la zona de onda E = Eyexp(—yt/2 ~ gt), (39.6) donde £, depende de las coordenadas de la amplitud del campo. Con seme- jante sefial ya tropezamos al final del § 29. Esto conduce a la distribucién de la intensidad de la radiacién por las frecuencias del tipo (29.28): rT 1 7 oOo waa ee Gon 15-908 225 La constante i, es la intensidad total: he fi,do. ° fn A la carencia de rozamiento radiante corresponde y -- 0. Con ello, de acuerdo con (Comp. IV. 17) ; a ee ee are pare tas y la distribucién espectral se hace infinitamente estrecha: 1, = b6w — «)- (39.8) Asi, pues, el hecho de tomar en consideracién el rozamiento dela radiacién conduce a un efecto cualitativamente nuevo, es decir, a Ja anchura finita del espectro de radiacién. El calculo cuantomecanico de los espectros atomicos proporciona esa misma forma de la raya (39.6) que el modelo clasico del oscilador, pero con otro valor de la constante -y. Semejante forma de la raya se denomina cir- cuito de Loreniz y la constante y, anchura natural de la raya. La magnitud inversa r = y~! caracteriza el periodo de vida del estado de excitacién del oscilador: en el transcurso del tiempo de un orden de varias r el oscilador se desexcita y cesan sus oscilaciones. En condiciones reales, la forma y anchura de las rayas espectrales de los Atomos se determinan no s6lo por la respuesta de la radiacién, sino que por otros factores entre los que desempefian el fundamental papel los choques de los Atomos y su movimiento térmico. 39.2, Dispersion de las ondas electromagnéticas por el oscilador. Estu- diemos la interaccién de una onda plana monocromiatica con el oscilador. Al segundo miembro de la ecuacién (39.2) hay que adicionar la fuerza de interaccién de la particula cargada con el campo dela onda = G + LF vx c x H). Pero la componente magnética de la fuerza de Lorentz para la partichla no relativista tiene un orden relativo v/c < 1. Despreciando esta fuerza, escribamos la ecuacién de movimiento: 2e? 3me3 Pero en semejante forma esta ecuacion es demasiado complicada. Por ello, introducimos las siguientes simplificaciones: a) vamos a considerar que la amplitud de las oscilaciones del electrén a es pequefia en compara- cin con la longitud de onda del campo exterior, a < Ap, para que podamos suponer exp (ik-r) = 1; b) tengamos en cuenta la fuerza de radiaci6n segin el método de las aproximaciones sucesivas, es decir, ponemos en ella F = (39.9) F + wor = cE, exp (ik: — wt) + 226 = —wér + eE,exp(—iuf). Esto permite obtener la ecuacién definitiva de movimiento: . P+ olr + yrs £ Bye, (39.10) donde en el segundo miembro hemos despreciado el término del orden fofdk € 1. En el problema de dispersién es suficiente hallar la solucién particular de la ecuacién (39.10) que oscila con una frecuencia de la fuerza excitatriz (o impulsante), ya que las oscilaciones propias del oscilador se amortiguan en el tiempo 7~'. Obtenemos r= C8 fe epee) (39.11) wp — w* — dary y hallamos el momento dipolar de la particula en oscilacién: p = er, Des- pués, con la formula (36.10), encontramos la intensidad promediada segun el tiempo de la radiacion de las ondas secundarias por el oscilador: ai 1 — = | xal2. 39.12) aa Broo? ‘ 7 Por regla, el proceso de dispersién se caracteriza por la seccién eficaz diferencial do _1 @ aa = 7, da" donde yg = cl £gl?/8m es la densidad media segtin el tiempo del flujo de energia en la onda incidente. La distribucién angular de 1a radiacién dis- persa depende del caracter de la polarizacién de la onda incidente. 1. Dispersion de una onda poiarizada rectilineamente. Con esto, Ey = = Eg, donde e es el vector real unitario de polarizacién. Con ayuda de (39.11) — 9.13), hallames do _,» wo4sen?@ dat = a)? + wy?” donde @ ¢s el Angulo entree y la direccién de propagacién de !a onda disper- sa, 2. Onda polarizada circularmente. Eligiendo el eje z a lo largo de la di- reccién de su propagacién, hacemos Ey = Egle, + ie,V2, con lo que obte- nemos (39.13) (39.14) do _r3 w(1 + cos*d) = i 39.15 a 2 a + wt? ete) donde 0 es el angulo entre la direccién de propagacién de la onda incidente y la de la dispersion. La seccién no depende de la direccién de rotacién del ast 227 vector £ en la onda. Como la onda no polarizada puede considerarse como la mezcla coherente de dos ondas polarizadas circularmente de iguales in- tensidades y direcciones opuestas de rotacion (véase el p. 30.3), la seccién. de dispersién de la onda no polarizada también se describe con la f6rmula (39.15). Integrando (39.14) y (39.15) por el Angulo sélido, obtenemos para estos casos iguales valores de la seccién eficaz total de dispersién: Bar} wo 3 Gaps ht Con frecuencias préximas a wo, 0 sea, para |w — aol < wo, la formula ge- neral (39.16) puede simplificarse. Haciendo w + wy ~ wy y dejando los términos con la diferencia w — cw, sdlo en el denominador, tendremos we (39.16) — 2ar5 we 3 @— w+ 4 La dependencia de la frecuencia es la misma que para el espectro de ra- diacién del oscilador (39.6). Siw = wo se observa un maximo brusco: = oh (2). ‘mis Si la dispersién se produce lejos de la resonancia, w 3 wo, (39.17) o= Sr = const (39.18) y desaparece la dependencia de la frecuencia. No obstante, de hecho la aplicacién de la férmula (39.18) esta limitada por arriba con la condicién Aw < me?, es decir, la energia de un cuanto aislado del campo electromag- nético debe ser pequefia en comparacién con la energia en reposo de la particula. En caso contrario hay que tomar en consideraci6n los efectos cuanticos. En la region de pequefias frecuencias, w < wo, on a(S >) 39.19) wa y la seceién total es proporcional a la cuarta potencia de la frecuencia. Los resultados que mds arriba hemos obtenido permiten construir un sencillo modelo de Ja polarizacién del medio en el campo alternativo. Su- pongamos que en el medio hay osciladores de diferente género con distintas frecuencias propias ayy amortiguamientos vp El numero total de oscilado- res por unidad de volurnen es #, con la particularidad de que la parte relati- va de osciladores del géneroj ¢ igual a f,. Bajo la accién del campo exterior cada oscilador oscila segiin la ley (39.11). E] momento dipolar por unidad 228 de yolumen del medio P sera obtenido multiplicando cada r, por la carga del electrén y realizando la adicién por todos los osciladores: Psen Y St)= 7h fee Hiei) (39.20) aw? — jwy, El coeficiente de piobordonalidad entre la polarizacién P y el campo eléctrico FE = E,exp(—iws) recibe el nombre de susceptibilidad dieléctrica del medio: got VV 4 (39.21) El cAlculo cuantomecanico para un medio gaseoso proporciona para x una expresion que coincide por su forma con (39.21). Las frecuencias de las transiciones w,, = (4, — &)/A entre diversos niveles de energia de los Atomos desempefian el papel de frecuencias propias w, de los osciladores. § 40. Dispersién de las ondas electromagnéticas por las particulas libres 40.1. Férmula de Thomson. Las secciones diferencial y total de disper- sién de las ondas electromagnéticas por una particula cargada libre se ob- tienen con facilidad de los anteriores resultados para un oscilador, si hace- Mos wy = Oy despreciamos la fuerza de radiacién (que da una aportacién de un orden de 74/A < 1). Como resultado obtenemos: para una onda polarizada rectilineamente de (39.14) = = risen76, (40.1) para una onda polarizada circularmente o no polarizada de (39.15) do _1 nf as r3Q + cos). (40.2) La integracién por los 4nguios conduce a la férmula (39.18) para la sec- cién total (@ fa formuta de Thomson): ae ee X32 ond <)- (40.3) La seccién total es una-constante universal que no depende de la frecuencia de las ondas en tanto sea posible aplicar el cdlculo clasico hw < me*. La dispersién de la onda por una particula es acompafiada por la acci6n sobre la ultima de cierta fuerza F por parte del campo que se dispersa. En el primer orden, segan la amplitud del campo, F = eet. Esta fuerza se anula al promediar segiin el periodo del campo. 229 Para la siguiente aproximacién, la fuerza media por el tiempo es distin- ta de cero y se determina por el impulse del campo absorbido por la particula en la unidad de tiempo. En lo que ataiie a la radiacién de las on- das secundarias de una particula no relativista, ella esta relacionada con la variacién de su impulso, lo que fue mostrado en el p. 35.2. De acuerdo con (16.29), (28.13) en la ongia plana la densidad del impulso — 1 ay 1s = —_ = —_ En. 5 aie [Ex A] ae E (40.4) E! impulso que absorbe la particula por unidad de tiempo es igual a cea. Asi, que F = 1/32 En, (40.5) donde £, es la amplitud de la onda. La fuerza va dirigida en direccién de la propagacién de la onda incidente. 40.2. Dispersion coherente y no coherente. Examinemos ahora la inter- accién de una onda plana monocromatica polarizada rectilineamente con un sistema de iguales particulas que efectiian oscilaciones, cada una de ellas en torno de su posicién de equilibrio r,. Como antes, vamos a despreciar la no homogeneidad de la onda incidente en los limites de la regién de las os- cilaciones de una particula aislada, pero la distancia entre las particulas puede ser arbitearia en comparacién con la longitud de onda. Por ello, sobre la particula con el numero j actuaré el campo E = Eyexp(iky:r; — — iwt) y su radio vector 7, = aexp(ikg'r, — iwt), (40.6) a eee donde a es la amplitud de las oscilaciones, igual para todas las particulas, ,, el vector de la onda incidente. En el caso de una particula ligada elasti- camente, de acuerdo con (39.11) muses eE,/m a ze et (40.7) mientras que para la particula libre debemos hacer w, = + = 0. El campo de radiacién de la zona de onda puede escribirse segin el principio de superposicién haciendo uso de (36.6) y de la condicién u/c #1: w= SV ge leAe;) x nl = f _ ? 5 - eens Y a [p X nlexp[iky'r, — ia(t — R,/c)]. (40.8) é 230 Aqui p = ea, R, = Ir — 7, I, donde r se registra desde cierto origen de coor- denadas dentro. del volumien ocupado por las particulas. Aproximando en el exponente R; =i7 — ar, en tanto que en el denominador R= =r, halla- mos H= EE) exp[i(k-r — wf] E exp(-ig-r,), (40.9) i donde g = & — ky es la variacién del vector de onda durante la dispersién, y k = on/c, cl vector de la onda dispersa. Designando la seccién eficaz diferencia! de la dispersi6n de las ondas con un sistema de cargas por dS/dQ y calculandola con la formula (39.13), obtenemos N ds i > do TR = > exp(—ig'r;) na (40.10) Jl Aqui do _ w(n x pP WH STR? es la seccién de dispersion de una particula solitaria que fue calculada con anterioridad y se da con las férmulas (39.14), (39.15) o bien (40.1), (40.2). El multiplicador N Flu, nga) = |S) exp (—igrr,)l? (40.11) jet es el factor de coherencia que muestra hasta qué medida las dispersiones por un sistema de cargas se distinguen de la dispersi6n por una particula aislada. E! depende fuertemente de Ja correlacién entre el impulso inverso transmitido q~! y las dimensiones de la regién por la que se mueven las particulas. Examinemos dos casos limites, 1, El impulso transmitido es pequeiio, por lo que para todo jl qx x rl < 1, Sustituyendo en (40.11) los exponentes por la unidad, tendre- mos F=N?, (40.12) donde N es el numero total de difusores. Este es el caso de dispersion completamente coherente cuando los campos de particulas aisladas se su- man en una misma fase. La seccion es proporcional al cuadrado del name- ro de difusores: dS/d = N7do/dQ. (40.13) 231 Si las que se dispersan son ondas largas, \ > r,, la f6rmula (40.13) es valida para todos ios Angulos de dispersion. Pero si \ = tp (40.13) sélo es valida durante la dispersién a pequefics 4ngulos, para los que qi, < 1,ape- sar de que kr, = 1. Como q = 2ksen 0/2, donde @ es el Angulo de disper- sién, la region de los 4ngulos en la que es justa la f6rmula (40.13) se prefija con la desigualdad 6 <0, = I/ki, (40,14) donde / es la dimension de la regidn ocupada por las cargas, ,, el valor caracteristico del Angulo de dispersién, 2. El impulso transmitido es grande |q-r,| > 1. Escribamos (40.11) en la forma N F= ¥ explig-(,—4)) + PE explig-(r, ~ 7). at sss Es evidente, que la primera suma es igual a N. Hablando en general, los va- lores de la segunda suma dependen de la disposicién de los campos y si ésta es casual, con N suficientemente grande se produciré la extinci6n mutua de los sumandos oscilantes exp [ig -(r, — ri. Por ello, tendremos F = N, dS/dQ = Nda/dQ. (40.15) Aqui se suman no las amplitudes, sino las intensidades de las ondas disper- sas por particulas aisladas, el efecto es proporcional al ntimero de difusores y no asu cuadrado. Los efectos de interferencia examinados mas arriba se observan, p. €j., durante la dispersion de los rayos X por los 4tomos y cristales. Parte IL Electrodinamica de medios polarizables y magnetizables Capitulo 1. Ecuaciones del campo electromagnético en medios polarizables y magnetizables § 1. Enfoques macroscépico y microseépico a Ia descripcién de los fenémenos electromagnéticos en medios Las ecuaciones de Maxwell, enunciadas y estudiadas en la Parte I, son también vdlidas cuando, ademas del campo electromagnético y las cargas que lo formaron, hay asimismo sustancias en interaccién con dicho campo. Las cargas de las que consta la sustancia pueden moverse por el efecto del campo electromagnético, debido a io que en el medio surgen corrientes; la densidad de las corrientes inducidas sera designada con la letra j. El reagrupamiento de las cargas conduce a la aparacion de regiones de] espacio con densidad de la carga p que no es igual a cero. Por otro lado, es- tas cargas y corrientes inducidas también deben ser fuente de un campo electromagnético. Se crea una situacién en la que el campo electromagnéti- co determina el movimiento de las cargas y las corrientes en la sustancia y, al mismo tiempo, el propio campo esté condicionado por las cargas y corrientes inducidas por él, Si la variacidn de las intensidades de los cam- pos eléctrico y magnético, condicionada por la interaccién del campo con la sustancia es del orden de las intensidades del campo inicial, el problema se reduce, por asi decirlo, al hallazgo del campo electromagnético auto- congruente (o bien autocoherente), La solucién de semejante género de problemas constituye cl objeto de electrodinamica de los medios, De esta definicién de electrodinamica de los medios también se despren- de qué cantidad de sustancia debe considerarse medio, En tanto que la ean- tidad de sustancia es tan pequefia que la variacién del campo electromagné- tico condicionada por las cargas y corrientes inducidas en la sustancia es re- lativamente pequefia, el correspondiente problema puede resolverse por los métodos desarrollados en la Parte I del presente libro. Con otras palabras, en tal caso tropezamos con el movimiento de las cargas en el campo prefija- do. Con ‘ello, no sélo las cargas y las corrientes, sino también el campo electromagnético inducido por ellas puede ser hatlado por el movimiento de las cargas, conocido ya después de resolver la primera etapa de dicho 233 problema. En llo que se reficre a la influencia del campo creado sobre el movimiento de las cargas, es posible despreciarla. Si no hay Ja posibilidad de hacer esto, la sustancia en interaccién con el campo ha de considerarse medio. Otra causa por la que el movimiento de las particulas de que est consti- tuida la sustancia, no puede considerarse como el movimiento en el campo prefijado, es el movimiento térmico de las particulas del medio y su interac- cién que no se reduce a la interacci6én por medio del campo electromagnéti- co autocongruente, 1.1, Ecuaciones microseSpicas del campo. Cargas y corrientes extrajias e inducidas, La base de electrodinamica de los medios esta constituida por las ecuaciones microscépicas de Maxwell que siempre son justas cuando es valida la propia teoria clasica del campo electromagniético: 1 aH tE= -——, rl cor 1 dE rot = Sj + og) += ar an div H = 0, div E = 4n(p + p,,,)- Hablando en general; las corrientes y cargas en (1.1) constan de dos partes. Las variables j y o en estas ecuaciones deben considerarse funciones (mejor dicho, funcionales) de las intensidades E y H de aquellos campos que dichas cargas y corrientes determinan en considerable grado. Parte de ellas puede condicionarse por causas exteriores respecto del problema dado. Ta- les cargas y corrientes, independientes de E y H, son algunas veces Hama- das extrafas y se designan con poy ¥ fot: - El cardcter de la resoluci6n de los problemas de electrodindmica se de- termina en alto grado por la forma de dependencia entre las variables j y o y las intensidades E y H. A su vez, esta dependencia determinase por el ca- racter del movimiento de las cargas en los campos y, en principio, es po- sible hallarla en la solucién de las ecuaciones de mec4nica clasica o cuanti- ca, Las ecuaciones de mecanica para cada particula pueden ser escritas de modo simbélico en forma de las ecuaciones de Newton*): mim e(E+Lyx H) + Fay (1.2) c En el segundo miembro de la ecuacién de Newton, ademAs de la fuerza de Lorentz, también entra la fuerza F,,, de origen no electromagnético (tales » En realidad, puede ser mas cbmodo resolver las ecuaciones de movimiento en la forma lagrangiana o hamiltoniana o bien sus andlogos cudnticos. 234 fuerzas pueden estar ligadas, p. ej., con e] choque de las particulas, asi co- mo con las interacciones gravitacionales o nucleares). La solucién conjunta del sistema de ecuaciones del campo (1.1) con las ecuaciones de mecdnica (1.2), en principio, determina totalmente el campo electromagnético. Semejante enfoque a la descripcién de este campo en los medios se denomina microsedpico y los propias campos E y H, microscépi- cos. No obstante, una descripcién tan detallada del campo en los medios es, por regla, imposible debido al nimero inconcebiblemente grande de ecuaciones del tipo (1.2), ya que semejante ecuacién ha de ser escrita para cada particula de la sustancia. Es mas, en la mayoria de los casos una descripcién tan detallada no es necesaria. Esto significa, que las propieda- des de la sustancia, que se manifiestan en forma de las funciones j y o (que describen la respuesta de la sustancia al efecto def campo clectromagnético), deben describirse de modo estatico. Con otras palabras, jas ecuaciones de Maxwell deben mediarse por la asociacién estadistica. (La nocién de asociacién estadistica fue estudiada en el § 30 en relacién con los campos no coherentes de radiacién.) Las ecuaciones de Maxwell me- diadas segiin la asociacién y los corolarios que de ellas se desprenden son, precisamente, el objeto del estudio de los medios electrodinamicos. En ciertas ocasiones (con tal caso tropezamos en el cap. V), esta me- diacién es la unica que debe realizarse. Pero, com mayor frecuencia, efec- than una mediacién mas: por volimenes fisicamente pequefios. La cues- tién radica en que el campo electromagnético microscépico sufre en toda sustancia una variacién fuerte y no regular en el espacio y el tiempo. P, ej., supongamos que el medio consta de Atomos neutrales aislados. Si me os o calculamos los valores microscépicos del campo, 0 sea, sus valores en puntos por separado en momentos fijados de tiempo, resultaré que el campo eléctrico mas fuerte (de un orden de 10'¢ en el sistema gaus- siano) sera observado en regiones con dimensiones cerca de 3-10-' cm ocupadas por los nucleos de los Atomos. A! alejarse del niicleo, el campo se debilitara y se hara muy pequefio a distancias que superen la dimension caracteristica de la corteza o capa electrénica. Al penetrar en la regién del espacio ocupada por el siguiente 4tomo, una vez mas se producira el refor- zamiento brusco del campo, etc. EI movimiento de los atomos conduciré a fluctuaciones temporales complementarias del campo. Tales rapidas fluctuaciones del campo microsc6pice surgen en e] plasma, los cristales y en otros medios y se pro- ducen entre las particulas vecinas de la sustancia a distancias de un orden de la distancia entre ellas (4tomos, moléculas, iones). 1.2. Medigcién de las ecuaciones de Maxwell. En la mayoria de los ca- sos no és preciso el conecimiento detallado de los microcampos en la sus- tancia. Con la mayor frecuencia (pero hay exclusiones) son de interés aquellos valores del campo electromagnético que est4n mediados segun 235 ciertas regiones finitas del espacio y en los correspondientes intervalos de tiempo*). Como resultado de tal mediacién las microfluctuaciones, rela- cionadas con la estructura discreta de la materia, se atentan. Un campo electromagnético mediado de este modo recibe el nombre de macroscépico. Tiene sentido efectuar la mediacién de campo por la regién del espacio dentro de la que se halla la mayor cantidad de particulas del medio, pero que puede considerarse pequefia en comparacién con otras dimensiones que son caracteristicas para un sistema fisico. P. ej., laregion de mediacién debe ser pequefia en parangén con la longitud de la onda electromagnética, claro esta, si en el sistema hay semejantes ondas. El volumen AV que intro- ducimos de este modo sera Hamado fisicarnente pequefio (o bien macroscé- picamente pequefio). Los intervalos de tiempo Ar, por los cuales tiene senti- do realizar la mediacién, deben superar el ‘‘periodo”’ caracteristico del mo- vimiento de las cargas en el volumen fisicamente pequefio. Para pasar a la descripcién macroscépica, ante todo, hay que mediar las ecuaciones de Maxwell (1.1) en el espacio y el tiempo. Determinemos del modo habitual el valor medio de cierto componente A(r, ¢) del campo electromagnétioo: sare At.t) = sien { dp \ drh(e+f,t+ 2). (1.3) @eYVy a2 Aqui Af es el correspondiente intervalo macroscépicamente pequefio de tiempo d3p, un elemento del volumen AV el centro del cual puede elejirse en el punto con el radio vector r. El campo medio (macroscépico) determinado de este modo es funcién de las coordenadas y el tiempo. Diferenciando los dos miembros de (1.3) por cualquier coordenada 0 por el tiempo ¢ (la correspondiente variacién sera designada con la letra x), tendremos: 7 aug = ght | a ) aon aes ny ax AVAL ax an anit o bien (1.4) g/el *) De acuerdo con las representaciones de la mecénica estadistica, lo Ultimo corresponde a la mediacion fundamental segiin Ja asociacién. La mediacion por objetas fisicamente Pequefios e intervalos de tiempo es equivalente al procedimiento de medicién de los campos con un instrumento macrascépico, ya que éste realiza ta indicada mediacion durante Ja medi- clon (debido a las dimensiones finitas de los captadores y la inestancia), 236 Esas mismas medias también seran obtenidas al mediar segun la aso- ciacién. Con el fin de cerciorarnos de esto, de acuerdo con la igualdad (30.7) de la Parte I del libro, escribamos A (rt bh (yt) +. a donde 4 (r, ¢), A (7, t), etc. son los valores microscépicos del campo correspondientes a diversos sistemas de la asociacion. Diferenciando los dos miembros de la ultima igualdad, obtenemos de nuevo (1.4) (suponiendo que la diferenciacién y el paso al limite son con- mutables). Asi, pues, la derivada de la media es igual al valor medio de la derivada. Por ello, podemos escribir: h(t) = aH _ aH “a at’ Por consiguiente, después de la mediacién por voliimenes y tiempo fisicamente pequefios, las ecuaciones de Maxwell toman el aspecto: rote =rot£, divi = div#, etc. = 1@. TOE oe’ = _ 4 -,7 1dE =—(G+ = z tot == G+ had +2 5 (1.5) div = 0, divE = 4r(o + Pog). En electrodinamica macroscépica 1a intensidad media E del campo eléctrico macroscépico suele designarse por E omitiendo el signo de me- diacién. En lo que atafie a la intensidad media del campo magnético H, s¢ ha aceptado designar por B y darle el nombre de vector de induccién mag- nética, Ademés, ha sido asimismo adoptada la omisién del signo de me- diacion en las variables j, j.,,, 2 entendiendo en adelante por j, j...,2 los va- leres mediados (macroscépicos) de dichas variables. Con tales designa- ciones el sistema de ecuaciones de Maxwell (1.5) toma el aspecto: _ 138 rote = eof" 4am, 1@é 1B = ae é rotB = — O + Sen) +2 5 8 divB = 0, div B = 4a(p + Pog). Las ecuaciones (1.6) conservan su forma independientemente del valor de la regién de mediacién que puede ser elegida en correspondencia con el carActer del problema y la metodologia experimental de mediacién de los campos y otras magnitudes macroscépicas. 237 EI sistema de ecuaciones (1.6) no es completo mientras no sea estableci- da la dependencia entre los valores mediados de la densidad de las cargas y corrientes inducidas en la sustancia p yj y las intensidades macroscopicas E y H de los campos o bien entre ¢ yj, por un lado, y Pex ¥ dexty POT Otro. Por regla, con el fin de establecer semejante ligaz6n son aplicadas las represen- taciones estadisticas sobre ef movimiento de las particulas de la sustancia: en la consideracién se introduce la funcién de distribucién f(r, p, ¢) de las particulas en el campo electromagnético que se investiga (con la descrip- cién cuantica de la sustancia, la matriz de la densidad), La funcién de distribucién es la densidad media del numero de particulas en el espacio de fase que ya fue estudiada en los §§ 6, 13, 16 de la Parte I. El producto f(r, P, t)d3rd3p proporciona el namero medio de particulas, cuyas coordenadas yacen en el volumen fisicamente pequefio dV = d3r, mientras que los com- ponentes del impuiso, en el volumen dp del espacio de impulso. El conoci- miento de la funcién de distribucién permite hallar las corrientes j(r, £) y las cargas p(r, ) inducidas por el campo*). La funcién de distribucién puede hallarse haciendo uso de la solucién de la ecuacién llamada cinética. La descripcién de las propiedades del medio mediante la funcién de distribucién es el procedimiento mas detallado de dicha descripcién, El en- foque cinético da la posibilidad de aclarar finos detalles de los fenémenos fisicos y evar la solucién del problema ‘‘hasta el ntimero”’, expresar éste mediante los pardametros microscépicos que caracterizan la estructura y las propiedades def medio. No obstante, semejante procedimiento de descrip- cién es muy complicado y requiere informacién suficientemente piena de la estructura del medio. La insuficiencia de tal informacién obliga a introdu- cir diversos modelos fenomencldgicos o bien utilizar dependencias experi- mentales entre j, 9 y E, B. P. ¢j., con frecuencia consideran (lo que se confirma en experimentos ‘con campos débiles en comparacién con los atémicos) que las variables j y E estan ligadas con la relacién J 08, (17a) conocida como ley de Ohm (en forma diferencial). En esta forma, la fér- mula (1.7a) sélo es valida para medios is6tropos. En los anisétropos la ley *) Las magnitudes y p balladas con ayuda de Ja funcién de distribucién son medias segiin la asociacién, Estas variables se expresan mediante fa funcién de distribucion con las formu: las: ae sel Sip. dp, jlr.t) = elyf(r, p, odio. Cuando en ta sustancia hay particulas de distinto género, hay que conocer la funcién de distri- bucidn de cada género y sumar los segundos miembros de las ecuaciones escritas para todos las géneros de particulas. Para finalizar, es necesario afiadir que durante la mediacién segiin la asociacién en caso de cuerpos macroscépicos, las medias correspondientes predicen también con certeza las resultados de cada experimento unitario. 238 de Ohm toma la forma Ja = FupE ge (1.76) Con ello, o es la caracteristica de la sustancia y no depende de FE, Sin embargo, es de importancia sefialar que las formulas (1.7), como otras relaciones fenomenolégicas, son justas con poca frecuencia. Descri- biendo correctamente el conjunto de experimentos en unas condiciones, pueden resultar ser inadecuadas en las condiciones nuevas. Como ejemplo indiquemos que en los campos fuertes y medios anisétropos, en lugar de (1.7) hay que emplear la relacion Ja * IagEg + YaayE aby + boasEaE Ey a8) en donde se efectiia la suma de 1 a 3 por los indices que se repiten. La densidad de la corriente inducida no sélo puede determinarse con la intensidad del campo eléctrico, sino también teniendo en cuenta como varia éste de un punto a otro. En tal caso, la ligaz6n entre la corriente y la intensidad del campo eléctrico toma el aspecto : OE, Joc = SnpHy + ae (1.9) xy Como veremos mas abajo, en los superconductores la ligazén entre la den- sidad de corriente y el campo magnético tendré la forma rotj = —AB. (1.10) A pesar de que con el enfoque fenomenoldgico aparece una conside- rable cantidad de parametros determinados en experimentos, este enfoque es muy atrayente debido a su sencillez y carencia de modelos. Pero con el fin de establecer los limites de aplicacién de una u otra dependencia, asico- mo calcular las correspondientes constantes macrosc6picas del medio, por regla, es necesaria la descripcién estadistica del movimiento de las particulas en la sustancia que examinamos en presencia del campo electro- magnético. En muchos casos, dicha descripcién debera ser, ademas, cuan- tica. Las soluciones de las ecuaciones de electrodinamica en los medios se distinguen por su exclusiva variedad , lo que est4 ligado con la diversidad de las propiedades de los mismos medios, Como medio puede intervenir el plasma de laboratorio y césmico. Los metales, semimetales, asi como los semiconductores, tienen propiedades que, desde ciertos puntos de vista, son semejantes. De otro modo se comportan las cargas en los medios no conductores, en particular en los dieléctricos sdlides y liquidos. Propieda- des diferentes en absoluto poseen las cargas en los superconductores. Tam- bién son muy variadas las propiedades de las sustancias (materiales) mag- néticas, medios que entran en interaccién fuerte con el componente magné- tico del campo electromagnético. 239 E] desarrollo de las ciencias conduce a que tropecemos constantemente con medios nuevos o antiguos, pero que se hallan en condiciones extraordi- narias. Por ello, la electrodinamica de medios es una ciencia moderna en desarrollo. § 2. Ecuaciones del campo electromagnético en medios. 2.1. Ligazén entre las cargas y corrientes inducidas con los momentos dipolares especificos. Ecuaciones de Maxwell en medios. En las ecuaciones (1.6) las magnitudes p,,, y j.., som prefijadas con las condiciones exteriores y pueden considerarse como términos no homogéneos de las ecuaciones. En lo que atafie a los valores de las cargas y corrientes inducidas p y j, éstos de antemano son desconocidos y deben ser expresados mediante ciertas va- riables macroscépicas que caracterizan las propiedades de la sustancia y de- pendientes de los valores de las intensidades del campo electromagnético. Las respectivas relaciones es posible escribirlas por analogia con (1.7), pero es lo mas cOmodo expresar p y j con las densidades P y M de los momentos macroscépicos dipolares eléctrico y magnético del medio determinados del modo siguiente: wom ay av = ” aM is i Be to OM ery Aqui, P, y m, son los momentos dipolares de las microparticulas aisladas que constituyen la sustancia. La suma se realiza por todas las particulas en el volumen macroscépicamente pequefio AV. La densidad de las cargas inducidas p puede expresarse con ayuda del vector de polarizacign eléctrica P. Para ello, consideremos un cuerpo electroneutral, tomado al azar, de dimensiones finitas y exijamos que su momento dipolar total jeav esté expresado de manera conocida mediante la densidad de la carga inducida p: {Pav = [ordv (2.2) (en este caso, la integracion se lleva a cabo por todo el volumen del cuerpo). La integral en el segundo miembro de (2.2) no depende de la elec- cién de origen del sistema de coordenadas cuando jedv = 0. (2.3) Multipliquemos los dos miembros de (2.2) por un vector constante a arbitrario y hagamos uso de la identidad a- P = (P' Y)(a‘r). Con ello, jel@e-rav = [(P-Vi@ ray = fY¥lP@ lav — (@-r)divPdv. (2.4) De acuerdo con el teorema de Ostrogradski — Gauss la primera integral en el segundo miembro de (2.4) puede ser transformada en una integral de su- 240 perficie que abarque el cuerpo que examinamos. Esta integral es igual a ce- ro, ya que el vector P es nulo fuera del cuerpo. En la igualdad restante es posible omitir el vector a debido a su arbitrariedad, asi, que Jordy = —(rdivPav. (2.5) Esta igualdad se convierte en identidad si hacemos p= —divP. (2.6) Como es facil de ver, con esto también se cumple la igualdad (2.3). En la frontera del cuerpo el vector P se anula a salto. En tal caso, en la superficie surge una carga superficial. Para caleularla, en (2.6) hay que efectuar un paso limite del mismo caracter que al deducir la condici6n de frontera partiendo de la ecuacién de Maxwell div E = 4p_,, (véase cl § 15, P.1). Como resultado, obtenemos o=P. (2.7) n Ahora, expresemos la densidad de corriente j con ayuda de los vectores de la polarizaci6n eléctrica y magnética. Para ello, es comodo utilizar la ecuacion de continuidad para las cargas y corrientes inducidas 4, Fa a + divj = 0, (2.8) que poniendo en ella (2.6) nos proporciona . oP” j-—)=0o. 2.9) div ( f) 0. (2.9) De (2.9) sigue, que ix a =rotM’, (2.10 donde M ‘es cierto vector que posee la propiedad de que, como el vector P, se distingue de cero sdlo en el volumen ocupado por el cuerpo. De (2.10) se deduce que la densidad de corriente inducida puede representarse como la suma de dos sumandos. El primero de la forma 4P/8r recibe el nombre de corriente de polarizacién, ya que ella esta ligada con el flujo de las cargas que constituyen el momento eléctrico dipolar de la sustan El segundo sumando, rot Mf”, esta condicionado por la presencia de microcorrientes cerradas no relacionadas con el campo eléctrico macroscépico. Con el fin de comprender mejor el sentido del segundo sumando consi- deremos, primero, la correspondiente corriente al no haber campo eléctri- co, cuando éP/dr = 0. Es este caso, es evidente que la corriente j = rot M- debe poseer las propiedades siguientes: a) la corriente total por cualquier seccién del medio ha de ser nula: {yas = 0; Qu \6-948 241 b) la integral 1 slr x gave x Z por todo el volumen del medio tiene que ser igual al momento magnético total del cuerpo: El xsav= |war. (2.12) Ahora, hagamos uso del mismo procedimiento que al transformar p. Multipliquemos (2.12) pc+ el vector constante arbitrario a y transformemos el integrando en el segundo miembro de (2.12) de la siguiente manera: a(r xX rot’) = (a X r)-rotM” = div[M” x (a x r)] + + Mrot(@ xr), con la particularidad de que M-rot(@ xr} = 2a-M". Como resultado, después de la integracién empleando el teorema de Gauss, tendremos t uray = [mav. Por consiguiente, M” = cM, donde Afes la densidad del momento magné- tico del medio. Asi, pues, al no haber campo eléctrico Jj = crotM; (2.13) con esto, sé cumple también la igualdad (2.11), de lo que es posible cer- ciorarse mediante el teorema de Stokes. La corriente en (2.13) se ha adop- tado denominar magnetizante. La expresién obtenida para esta corriente asimismo se conserva en presencia de un campo eléctrico estatico. Habiendo campo eléctrico alternative, cuando 4P/dr # 0, la magnitud 4 M™ puede no coincidir con el vector de Magnetizacién. Pero, a pesar de todo, la férmula (2.10), j= Et cro, 2.14 of conserva su validez si no consideramos que M es la densidad del momento magnético, Retornando al sistema de ecuaciones (1.6) y poniendo en él las correla- ciones (2.6) y (2.14) para las densidades de las cargas y corrientes, obtene- 242 mos el sistema: rotE = -———, ce Of 14 To (B — 4xM) = jay +2 GCE + 4x), (2.15) divB = 0, div(E + 4xP) = 4tp, ext" El sistema (2.15) adquiere el mayor parecido con el sistema de ecuaciones de Maxwell en el vacio si introducimos dos nuevos vectores del campo: DoE+4xP (2.16) H=B- 41M. (2.17) El vector D recibe el nombre de induccidn eléctrica y H, intensidad del campo magnético. El sentido de estos vectores consiste en que tienen en cuenta las cargas y corrientes inducidas en la sustancia. Ahora, el sistema de ecuaciones (2.15) toma la forma rote = — o|— s18 4n ap ot = — +-—, " € Jen ar ole (2.18) div B= 0, div D = 4zp,,,. A diferencia del sistema de ecuaciones de Maxwell en el vacio en el siste- ma de ecuaciones en un medio entran cuatro vectores: £, B, Dy H. Por es- ta raz6n, el sistema (2.18) no es cerrado y debe ser completado con ecuaciones que establezean ligazones adicionales entre los cuatro vectores del campo. A distincién del sistema (2.18) fas ecuaciones de enlace no tienen carac- ter universal y, por regla, se determinan por las propiedades concretas del medio que examinamos. En el presente libro hemos obtenido las ecuaciones de enlace para algunos medios, los mas sencillos por sus pro- piedades. Por ahora, sdlo haremos uma suposicién: las indicadas ecuaciones son lineales y vamos a escribirlas en forma simbolica: D=tE B= pd, (2.19) Por é y ji vamos a entender ciertos operadores lineales que, en particular, pueden ser tensores de segundo rango, operadores diferenciales o integra- les. Cuando los campos varian en el espacio y el tiempo con lentitud, los operadores & y & pueden reducirse a la multiplicacion de E y H por cierta variable algebraica (puede ser tensorial). & y jt son Ilamados operadores de Ja constante dieléctrica y de la permeabilidad magnética, respectivamente. Mediante una dependencia lineal hemos ligado a pares los vectores D y £, By H. (Es necesario generalizar dicha dependencia escribiendo, p. ¢j., D=2E + [By H = pip + EE? Después de escribir la ecuacién rotE = ise © Ot en la forma B= —clroat vemos que en la correlaci6n D = &£ + EBes posible excluir ef vector B: D=tE ~ cf{rotkdt. (2.20) Bien es verdad que, con ello, en (2.20) han enrado las derivadas espaciales de £. Pero como por é entendemos un operador lineal de tipo arbitrario que puede contener derivacién por las coordenadas, (2.20) no es mas gene- ral que la primera de las ecuaciones (2.19). En lo que se refiere a la segunda ecuaci6n (2.19) el caracter general de esta ligazon es dificil de establecer mediante las ecuaciones de Maxwell. De esto deducimos que, por lo menos, la primera ecuacién (2.19) posee cardcter suficientemente general-y la nece- sidad de su posterior generalizacién s6lo surge al estudiar fenémenos no li- neales. Para finalizar, indiquemos que por sus propiedades lo mAs cerca de las intensidades microscépicas E y H se hallan los vectores macroscépicos de intensidades del campo eléctrico & y de induccién magnética B. En particu- lar, precisamente dichos vectores determinan la fuerza que actia sobre la carga extrafla introducida en el medio: Froq E+ivxs). (2.21) En la superficie del medio, donde las propiedades de éste cambian a salto, las ecuaciones diferenciales (2.18) dejan de ser validas y han de ser susti- tuidas por las respectivas condiciones de frontera. E] parecido formal entre las ecuaciones (2.18) y las de Maxwell en el vacio, partiendo de los resulta- dos del § 15, P. I, permite escribir las condiciones de frontera para los vec- tores del campo: By, = Bins Dy, ~ Dy, = 40, ext? 4 (2.22) Ey = Ey Hy, — Hy, = Re. Con los indices 7 y n hemos designado aqui las componentes tangenciales y normales de los vectores, con el indice », el versor tangencial a la superficie de discontinuidad y perpendicular al vector 7, Jas cifras 1 y 2 muestran por qué lado de la superficie del medio se toman los vectores. La normal n esta. dirigida del primer medio al segundo. Las variables j.,, y 9,., som las densi- dades de corriente superficial extrafia y de la carga superficial extrafa, res- pectivamente. 2.2, Otra forma de ecuaciones del campo en medios. Vector de la induc- ci6n eléctrica generalizada. El sistema de ecuaciones (2.18) es muy c6modo al describir los campos estacionarios © lentamente variables. En los campos rapidamente variables la division de la corriente inducida en la sustancia en corriente de polarizacién y magnetizante, lo que condiciona la forma de la segunda ecuacién en el sistema (2.18), ya no es univoca. En efecto, la corriente magnetizante se separa con facilidad cuando ella es cerrada. Pre- cisamente en ese caso puede cumplirse la condicién (2.11). Pero, sin embargo, es de esperar que las corrientes magnetizantes sean aproximadamente cerradas s6lo en caso si el recorrido /,, que cubren las particulas cargadas en el periodo T de variacién del campo, ¢s mucho ma- yor que el radio de su trayectoria. Al no cumplirse esta condicidn es impo- sible distinguir la corriente magnetizante de Ja de polarizaci6n. En semejante situaci6n es eémodo introducir un nuevo vector de induc- cién eléctrica Z, distinto de (2.16), ligandolo directamente con la densidad de la corriente inducida total: Br, t) = BG, t) + ae [ fae". (2.23) Le daremos el nombre de vector generalizado de induccidn eléctrica. Por analogia con (2.16) en (2.23) la integral por el tiempo puede desig- narse con #: ‘ Feo= [ieee (2.24) aunque el vector #introducido de este modo no tiene evidente sentido del momento eléctrico dipolar por unidad de volumen, De (2.24) sigue, que d= ¥ Fe,0), (2.25) mientras que de la ecuacién de continuidad se desprende que la densidad de Ja carga inducida ‘ or, th=— | divi, t jdt’ = —div 2 (2.26) Al escribir las expresiones (2.23) — (2.26) se supone. que con / ~ —o no habia campo electromagnético y, por lo tanto, corriente inducida y que és- 245 tos aparecieron sélo con tiempos finitos, asi, pues, Ja integral por ¢” con- verge. Como resultado, para la descripcién de los fenémenos electromagnéti- cos en la sustancia ha sido suficiente introducir tres vectores: E, By 2. Ahora, el sistema de ecuaciones de Maxwell en un medio tomara la forma: 1 0B rot E = ———, ce ot 4m. 132 rotB= “dex te or divB = 0, div 2 = 4zxp ‘ext (2.27) Al igual que el sistema de ecuaciones (2.18), el (2.27) no es completo. Para determinar tres vectores s6lo tenemos dos ecuaciones vectoriales (las dos primeras ecuaciones del sistema (2.27)). En lo que atafie a las ecuaciones que contienen div B y div 2 han de ser consideradas, como ya dijimos en el § 14, P. I, como ciertas condiciones de frontera universales. Por esto, las ecuaciones (2.27) deben completarse con ecuaciones que li- guen los vectores del campo. Por analogia con (2.19) y haciendo uso de los mismos argumentos, escribimos la ecuacién material requerida en la forma D = BE. (2.28) Ahora, todas las propiedades del medio, incluidas las magnéticas, son descritas slo con un operador &, Hemos de sefialar que aunque este opera- dor esta designado con la misma letra que uno de los operadores de la fér- mula (2.19), no coincide con él, En el sistema (2.27) no hay vector H. Correspondientemente, no hay necesidad de introducir la segunda ecuacién material. En lo que se refiere a la posible influencia del vector B sobre la induccién 2, ella ya se ha tenido en cuenta en (2.28). Esto se desprende de razonamientos equivalentes a los que condujeron a la férmu- la (2.20). Por fin, la descripcién de los fenémenos electromagnéticos en un medio basandose en las ecuaciones (2.27) proporciona, ademas, la ventaja de que con ella no surge el problema de si la segunda de las correlaciones mate- riales (2.19), que contienen el operador fi, es suficientemente generalizada. Puesto que ahora, el operador & describe todas las propiedades electromag- néticas del medio, el conocimiento de & en (2.28) deber4 ser equivalente al conocimiento en (2.19) de los dos operadores @ y ji. Mas adelante, estable- ceremos la ligaz6n entre estos tres operadores. Como conclusién obtendremos las condiciones de frontera para los vec- tores del campo que entran en el sistema (2.27). Por medio del mismo mé- todo que en el § 15, P. 1. de las ecuaciones primera, tercera y cuatta del 246 mencionado sistema, obtenemos las condiciones de frontera: Ey = Ei Bap = By Dag — Fay = ATs (2.29) que coinciden con las condiciones (2.22) para les correspondientes vecto- res. Sin embargo, la diferencia de las anteriores condiciones de frontera surge a causa de la ecuacién que contiene rot &. Es c6modo reescribir dicha ecuacion en la forma 4n 1 dE rotB = —U + fy) toa 2.30) 2 U + fox) zo (2.30) haciendo uso de la férmula (2.23). Si escribimos (2.30) en forma integral y realizando el paso limite como en el § 15, P. I, obtenemos 4; A 2 By, ~ By =" U, +52 (2.31) donde j, es la corriente superficial inducida en la sustancia. Al deducir (2.31) se hizo uso de la acotacién de la derivada segiin el tiempo de la mag- nitud fisica a medir, es decir, de la intensidad & del campo eléctrico. § 3. Tensor de Ia constante dieléctrica compleja. Dispersién temporal 3.1. Funcién de respuesta y constante dieléctrica. La forma més general de la ecuacion material lineal que liga el vector # 0 D con el vector E (lo mismo que & y #) es la correlacién integral*) de la forma ' Bar th= | dt (dv elt rite grt). @.1) Aqui, 6,, es cierta funcién tensorial real (el micleo del operador integral) que, en ocasiones, recibe el nombre de funcidn de respuesta, El sentido fisico de la correlacién (3.1) es sencillo: la respuesta de! me- dio (es decir, su polarizacién o magnetizacién), en el caso general, se deter- mina en el punto preestablecido del espacio r en el momento de tiempo ¢ que precede 0 bien coincide con el momento f que consideramos. Asi, pues jos limites de integracién por el tiempo en (3.1) reflejan el principio de causalidad: la polarizacién y magnetizacién del medio en el momento dado no pueden depender de los futuros valores de las intensidades del campo. *) Aqui, con dV se designa el elemento de volumen por el que ¢s realizada la integracion, En adelante, csta misma magnitud serA, a veces, mas cOmodo designar d’r. Posteriormente, ademés de las integrales por volumen corriente, tropezaremos con integrates por el volumen nel espacio de impulso o velocidad. Por regia, bos clementos del correspondiente volumen se- ran designados por dp o dv. El elemento del volumen de fase 6-dimensional, ser, por lo tanto, Bp d°r, 247 La dependencia entre la respuesta del medio y los valores del campo, que preceden al momento dado, puede ser explicada por el cardcter finito del tiempo de reestructuracién del sistema de cargas, o sea, durante la va- riacién del campo el sistema de.cargas en la sustancia se reestructura, pero esto no se produce instantaneamente, sino en el transcurso de un tiempo fi- nito, ‘‘recordando’” en el momento dado los valores anteriores del campo, En realidad, semejante ‘‘memoria’’ s6lo se conserva durante un tiempo fi- nito del orden del tiempo de relajacién 7 de las cargas del medio. Por ello, la funci6én de respuesta £49 decrece con rapidez cuando ft — ¢ “pr. La causa fisica de la dependencia entre la polarizacién o la corriente in- ducida en el punto r y los valores del campo en los puntos vecinos de espa- cio r’, esta relacionada con que, debido al movimiento térmico, al punto dado pueden llegar particulas del medio de las regiones vecinas del espacio con otros valores de los campos y, por ello, la ligaz6n entre la respuesta del sistema y la intensidad del campo no es local, Los efectos de no localidad son tanto Mayores cuanto mas fuertemente varie ¢l campo en el espacio. Por regla, al crecer la diferencia |r — r”| la funcién ¢,, decrece con sufi- ciente rapidez. El cardcter tensorial de la funcién de respuesta £9 Tefleja la anisotropia de las propiedades del medio; en los medigs anisétropos el sentido de los vectores 2 y E pueden no coincidir y, con ello, la ligazén lineal entre los vectores transcurre por intermedio de un tensor de segundo rango, En los medios is6tropos los vectores @ y E son colineales, en tanto que el tensor &,g &S Proporcional a un tensor unitario: ¢,5 ~ 5,9. Si el medio que consideramos ¢s homogéneo, la dependencia entre la funci6n de respuesta £9 y las variables r yr” se simplifica. La funcién indi- cada describe la influencia del campo en el punto r‘ sobre la respuesta del medio en el punto 7. En un medio homogéneo dicha influencia sélo puede. depender de Ja disposicién relativa de los puntos r yr’, pero no de su posi- cién absoluta. Por consiguiente, la magnitud ¢,, ha de ser funcién de la di- ferencia r — r’, Argumentos andlogos permiten Hegar a la conclusién de que si las propiedades del medio no dependen dél tiempo f, ¢, s6lo depen- deré de la diferencia f — 1”, Mas adelante, en este paragrafo, vamos atra- tar, precisamente, semejante caso con medio homogéneo y propiedades constantes. Sefialemos que la dependencia de la forma (3.1) también abarca el: caso mencionado en el pardgrafo anterior, cuando @ se expresaba con las deri- vadas espaciales de E. Para cerciorarnos de esto, es suficiente desarrollar E(r’,t } en una serie exponencial por la diferencia r” ~ ren el entornode los puntos r“ = r, Dejando en este desarrollo los términos nulo y primero de éste, obtenemos GE, (r,t) Dy ry) = Bgpkg (yt) + Egg BE, G2) 1 248

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