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IPM ay ee eee Litek La nueva lucha de clases INA mA NIN AIN Coleccion Argumentos ‘mineral importante, mientras que el resto se reservaba para la poblacign blanca. El proceso se complets me- dante la Ley de Ciudadanla de las Naciones Banties {Bantu Homelands Citizenship Ac) de 1970, que formalmente convertina todas los sudafrcanos negros en ciudadanos de ess terrtoros, aun cuando vivieran cen la eSudiftica blanca, y caneeaba su ciudadania suadafeicana. Desde el punto de vies del apartheid eta solucig ers ideal ls blancos posefan casi toda Is eta, yysedeclaraba alos negos extanjero en s propia pais, tratindolos como tabsjadores invitados alos que en ‘cualquier momento se podia deportar a su «naciOns Lo que no puede dejar de sorprendernos es la narra. lexa artificial de todo este proces, A los grupos de poblacidn negra de repent sles deca que una exten- Sid de tera poco atractivae infil eras sverdadera patrias. Consideremos un cato parecide: si un estado palestno surgiers en Cisjordani, no seria precisamen- re un bantustn, y sa sindependencia» formal no scr- visia para liberar al gobierno israel de cualquier res ponstbilidad con respect al bienestar dela gente que Vivier all LOS LIMITES DEL AMORAL PRO|IMO ‘A fin de comprender realmente el auténico con- texto dela problemsiicarelacién cone projimo, debe tdamos echarle una micada filoséfica més atenta al a4 ‘concepto de spesjimos. Tal como Adam Korska ba rmostrado en su libro Crepes, singuiceanteesel nom bre quese da oy al micleosiniesto dl prjime: todo prGjimo es en diltima instanca inquitantes. El motivo de que lo sea no son sus extrafios actos, sino La impene- ‘uabilidad dal deseo que sostine esos actor. Por ejemplo, lo esencialmenteinguictante no ese contenido de los textos del margués de Sade (que sce ser bastante abu tridoy repetitive) sino la pregunta »;Por qué lo haces Todo en Sade es una pervesin ssidica,rodo excepto sv esritura el acto de escribir, que no se pacde explicar ‘como perversion. La pregunta s, por eantor qué busca un préjimo inguieante?;Qué sca de ello? Una expe- rienca, un encuentro, se vuelve inguietante cuando de repente todos sospechamos que la ura persona actin por una rain que no e a evident. Laapariciin dela permisvidad hedonista posterior al Mayo de 68, queers parte del proyecto de inregeat las naciones en comunidades més grandes unidas por ‘un mercado global, no dio gar la tolerancia univer sal, sino que, por el conteaio, proves tna nucva oleada de segrgacién racist. «Nuestro futuro como smereados comuines se veri equilibrado por una exten- sign cada ver mis implacable del proceso de segrega- idm." Por qué? Aquellos que ven la. gobalizacién ‘como una oportunidad para que toda la Tieea sea un espacio unificado de comunieacién que ha de unir a toda la humanidad a menue pasin por ato lado oscuro de su propuesta.Pueso que el Prjime es, como sospeché Freud hace mucho tiempo, primordialmente una Cosa, un ineruso taumatico alguien cuyo modo 85 de vida dino (0 mejor dicho, euyo modo de jois- ‘ance dstnto, materialiado en sus précticae sociales y rituales) nos molesta, desestabilza nuestro modo de vida, cuando el Préjimo esté demasiado cera puede teabar provocando una reacciGn agresiva dirigida a - Inratnos de ese molesto intruso. Tal como lo exprest Peter Slterijk «Al principio més comunicacién sig- tiie, sobre todo, mis conflico." Por ea Sloterijle aciert al afirmar que Is actitud de scomprenderse el tuno al otro» tiene que venir complementada por la actcud de «no interponerse en el camino det oto», ‘mantener una distancia adecuada poniend en pric ‘ean nuevo wcédigo de disreciéa». A la cvilzacin tsropea le resulta ms fii olerardistinos modos de vida precisamente a causa de esa debi yfacaso que suelen denunciar sus critcos:a saber, la alienaciin de la via social, Una de as cosas que implica alienacign ce que dl dstanciamniento forma parte dela mismisima textura socal de la vida cotidian: aun evand yo vivo junto alos demds, en mi estado normal no les hago ‘ao, Se me permite no mantener un vineulo demasa do estrcho-con los oto5. Me muevo en un espacio social donde interactio con los otras abedeciendo certs reglas smecinicas- externas, sin compartir s1 ‘mundo interior. Alo mejor la leccién que hay que aprender es que, a veces, una dosis de alcnacion es indispensable para cocxntencia pacifca de distintos rmodos de vids, Hay veces en que la aienacién no es tun problema, sino wna solucin. A veces la alienacion ‘como el alcohol para Homer Simpson: a causa de, ¥ la solucin a, todos los problemas dela vidal. 86 Cuil es, portant, el fitor que provaca que die. ‘intas culturs (0, mejor dicho, modos de vida en la rica textura de su pretica ctidiana) sean incompati- bles? ;Cuil es el obstculo que impide su fusién, o, al ‘menos, su coexistencia armoniosamente indiferente? La respuesta psicoanalitica es: la jouinance(término con ‘lque Lacan designa el placer excesivo que se convier te en dolos). No es sdlo que los diferentes modos de Jiowisance sean incongrocetesente sl, que caencan de tuna medida comin sino que Ia jnisance del otro es insoportabl para nosotros porque (yen la medida en ‘que somes incapaces de encontrar la manera adceuada de relacionarnos con nuestra propia owianc. La in- ‘compatibilidad definitva noes ente mi jouianceyla del ot, sino ente yo mismo y mi pr {que permanece para siempre como un intruso exterio, Es para resolver esta encrucijada que el sueto proyeeta dl micleo de su jouinance en el Otro, atsibuyéndole a fxe Otro pleno acceso uns jowisance consistent. Dicha constelacién no puede sino dar haga alos clos: en los celossel sujet ceaimagina wn para (una to pla de joisance) del que dl estdextuido. La misma Aefinicién se aplca a lo que podviamos denominar ‘clos politicos, desde ls fantsiaantienitas acerca el goceexcesvo dels judios hasta las fantasia de los Fandamentalistaseritianos acerca dels extatias prc teas sexuales de gays y lesbianas. Cuando Freud y Lacan inssten en la naturaera problemsica del mandato judeoeristiano de amar al préjimo, no slo esti sefalando la idea criti ideo- Hegica comain de que toda idea de universlidad exh 7 teflda por nuestros valores concretos, por lo que ist- plica secrets exclusiones. Tain plantean un cucs- tin mucho més poderos: la incompatibilidad de la desde Prdjimo com la misma dimensin de universe lidad. La resistencia ala universaidad procede de la dimensién inbumana del Projimo. La universalidad hhumanista que esté condenads al facaso es la univer: salidad de semejantes que se reconocen asf mismo en los demas, es deci, que wsaben» que independiente- mente de nuestras preferencias politics y eligionas somos todos igualesycomputimoslos mismos miedos ¥ pasiones. Ta misma estrategia de la shumanizacin» ideol6- sca (en la direccién del dicho proverbial «Errar ex hhumano») es un componente clave dea (auto)presen- tacin ideoldgica de las Fuerza de Defensa de Irel los medias de comunicacén israeli les encanta hacer hincapiéen las imperfeccionesy traumas psiquicos de los soldados isralfes, a los que no presentan como perfecras miquinas militares ni come heroes sobrehu- ‘manos, sino como gente corrente que, atrapada en los ‘auras de la Historia la guerra, comten exroresy se cextravian, como cualquier person normal, Por ejemplo, cuando en enero de 2003 las Fucreas de Defensa de Israel demolieron la asa de a familia de un sospecho- s0 de sterrorismo, lo hicieron con una acentuada amabilidad, e incluso ayudaron a a fail a sacar los _muebles antes de destrui a casa con un baller: Un poco ants la prensa israel ya habla telatado wn inci- dente parecido mientras un soldado israeli eeisraba tuna casa palestina en busca de sospechosos, la made 88 de La familia las a la hija por su nombre a fin de ‘calmarla, y el sorprendido soldado descubrié que la muchacha asustada se lamaba igual ue su propa hija; en un arrebaro sentimental sac la cartea y le most Jaforo dela nia la madre plesina Es el descubrit Ja faledad de ese gesto de empata: Ia idea de que, a psar de las diferencias politica, todos somos seres hhumanos con los mismos anhelos y preacupaciones nentralia el impacto de lo que ext haciendo en reali- dda el soldado en ese momiento, Por tanto, lo que de- beri haber contestado la madre palestina era: Si de verdad eres un ser humano como yo, ;por gud ests haciendo et?» El soldado slo habrfa pode refugia- seen un deber cosfcado («No me gusta, pero es mi deber), evitando asi ls asunciGn subjetiva de su deber. El mensaje de dicha himanizacdn cnsisteen ecakat 4a brecha existente entre la realidad compleja de la persona y el papel que tiene que desempefiar en contra desu auténtica naturale: «En mi familia no levamos 1 Ejrcto en la sangre», como afiema uno de los sol- ddadosentrevistadosenla pelicula de Claude Lanzmann, Tiabal, que se sonprende al verse convertido en un oficial de cartera _Sigifica esto que nos vemos imitados al relativi mo cultural, que no existe wna dimensin humana ‘universal? No, pero esta dimensign wniversl hay que bbusarla mis ald a simpacay la comprensin, mis alli dl nivel de todos somos humanos otro nivel, tuno que deberia dsignarse precisamente como el del Prgjimmo inhumane. Musizemos est punto cave con wn , ni muestr empata por tdo lo que ela ha pasado, sino al comprender que no se comprende ni siquiera asf mismo, que c#un extrafio par st La univeralidad estnauniversaidad de extraton, dle indviduos recs al abismo dela impenertabi- Tidad no silo para los demas, sino también para st mmismos. Cuando abordamos el tema de los extanjeros, dleherlamos tener en cuenta la concisaférmula de He- sg: os seeretos de los antiguos egipios también eran Secreto para los egipcios mismos. Por so la manera mis vida de legar hasta el prdjimo no es la empati, imentar comprenderlo, sino una carsjadairespetuo saque se burle tanto ded como de nosotros en nuestra muta falta de (auto)comprensin(e incluy los chis- tes wracistas) Y deberlamosaplicar a rajataba este critri tam- bin a los pobees, 0, mis exatament, 2 ls intentos por parte dea gente adinerada de scomprender= los pobres, de aprender qué se iene al ser pobre. Alenka ‘Zupankiédesarolla sa idea de manera sucinta en Los jes de Sullivan, de Preston Seurges (1941), una pell- 9 ‘cla que bord drectamente los limites dela idea de scomprender alos pobres: [Seung] desmanela fronelmente el axioms de los pobres son bueno, asf como ls posturas condes- cendientes que conlleva, lo que es mis interesane eae el punto de vse ilosic, propone una suer- ‘te de ontologia de la pobreza. Me efito al meecia- ‘mente fimowo didlogo entre Sliven y su ayuda de ‘lars, Burrows, que iene gar cuando etki se eatera de que Sullivan pretendeexperiméner pobreza y la privacion de primers mano 2 fin de poder rodar na pelicula mejor y mas alista sobre tlema. He agul alguns fragmentos del dslogo SULLIVAN: Me voy a echar a atetera para avrigar lo ques int l ser pobre y necesiado, luego haré una pei [BURROWS: Sane permite que eo dig, seo, tema no es inexesane Los pores saben todo lo ‘que hay quesaber sobre a pabrera, soa To rcos rorbosos el tema les parecer sofisticado. SULLIVAN: Peo yo voy a ace paras pbs {Fs que nolo eniende (..) BURROWS: Vr, efor, os cos ls tec, ‘que por lo general sm res, nen una visin ne- tiv de a pores, como si fuera slo fla dete ‘ees, igual que poamos lamar aa enfermedad falta dead. Pero ao oe, se La pobreza noes Ta fala de nada, sno una plage posta, viruenta cs misma comtagiosa como el slera,y dela que 2 ‘a cochambve la criminalidads el vcio yl desespe- raci son sé algunos desu sincomas. Hay que permanecralejado della ncuso an hora de es rain Se trata de un monélogo aombroso, que hoy en ia deberlamos reper y recta con rigor, ane el nfoge (alusivarent)humanitare dela pobre. {ysvsenimenaliacion, Nohayabolusamente nada Sofia ni-bueno ena pobre, yn dees Pensr en ells slo en téminos negativos: cs una {nid ontligs ens misma. La pobreza nos tifa simplemente tener poo dinero 0 no tne, nose puede educraladescripin des miserbes CGronmeaneas dein persona (.) oc mucho que wn rico de buen con pda querer cree que dejo etd su sque no cms Gueuiset humano xacamente gual que un pobre, 1 equivoc. Teds tenemos nueta pci social (ded) y averse un nivel cero de mania en «que todos ctor igi. Salva no eno de ‘les, noetin en lms baco, sera extrema tment prenntnon penal. (Nocecl hecho dein cre Toque define posi soil sino que ex ‘rv posi ol determina nee ale tment Slane conver em uno de ls fy tsa puno de hace ya no habla vuelta ats, tole cpa ninguna vidaaleratvs, seria alguien tiferenttcralmente una peo dina) Ea es justo Ia escin que Silvan aprenden Is clonia Peniteniars, sobre too al ali de le. Paes 08 93 paramos a pensarlo, es realmente azombrore: 20 lo than enviad ala cirel por una flea acusacin, pues 4 golps al vigilante. y por eso ca sobre exactar mente la misma conde a que sempre se apica alas cases jas por est clase de dlto. En ete sentido, to ha habido injustcin individ La injustcia es nemie, cosa que resulta evident exando (al con seguir qu se conorca ss verdadera identiad) es li- bberado de inmediat, minteas que el resto de los reso permanccen en la ciel (ye tazonable spspe- ‘har que algunos 0 habian comes un deito mis rave que suyo)-Lo que flora aqui esa diferencia the clases, eal salable Sturges se ensareaaquf en una polémica implica con Prank Capra, un director cuya obra se puede con- ebir como una larga vaiaci6n en rorno al ema de la supucsta sbondads del préjimo. Como dice el erica James Harvey: Capra parece incapas de imaginar a un pobre que, em cuanto lo conoce, no seu amable El pein pal problema siempre es conocerlo, como ecuete también cont prjimo, juan Nadie vel espuests “La inica manera de slat exe absurdo mundo es {quel gente por fin comprenda que el vecino de al lado noes un mal Bich.» Por y i descubres que sf lon: si descubes que esain peor de lo que habias imaginado, al mens ais confictiva?:Qu haces ‘entonces? Te olvidas dee 9 curt exactamente lo misme con los refigiados: 1y sid echo de sconocerlos: revela que son mis © menos como nosotros, impacientesy volentos, exige- tes, 3: porlo general, miembros de una eulra que no pede aceptar muchos de ls prinipios que nosotros onsideramos incuestionable? Deberiamos cortar el vinculo ene rfugiados y empaetahumaniara,y de- jar de fundamentar nucstrs ayuda en Ia compasién facia su sufrimiento, En cambio, dcberfamosayudarios porque ex nuestro deberética hacerlo, porque no po- ‘demos no hacerlo si queremos segue iendo personas decentes, pero sn ese sentimentlismo que se compe cen el momento en que comprendemes que la mayor parte de os efugiados no son «persona como nosotros: {no porque sean extranjros, sino porque nowores mis ‘sno somos epersonas como nosotros). Paafrascan do a Winston Churchill: «A veces hacer dl bien no e+ sufcience, aun cuando sea lo mejor que puedes hacer. ‘A voces tienes que hacer lo necesato.» No basa con hacer (lo que consieramos) lo mejor para ls refugia- ddos:reibitls eon las manos abiertas, mostrar toda la simpata y generosidad de que seamos capac. EL mis- ‘mo hecho de que esa muestra de enerosdad nos haga scntinos bien deberia despertar nuestro recela: 200 tstatemos haciendo todo esto para olvidar qué es lo 95

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