Está en la página 1de 4
ss9 +9 [sruerouny ssuomysodnten) -r souopdnarary sey waprdurr of 9s os9 & tsodex sns uo> o4vougs olods> ‘un 3ey ouro> ‘oralgo & oaund wx us sezzany sus sepor 959439109 anb uorrptios rod susp pepriorrsdns ns anbsod ‘edistp o senstp “eum “sod ‘odumsraqut 9 26 o1wens us aauSEI09 oun anb spun r99ey 9p ede eh so mysjdso wei8 un osodure “epeu z29ey ap zedv> vA so ou ‘sedom seyonbod uo operqurotsep Pq 9s anb ‘Pop s> “opestadsip by 2s anb onozafe un ouroo Jse 0 ‘souanbad ssmueweip soxtres sono nb 10]24 omsfur > SUDA Sozon UD operOD aaUEUIEE UES uN OUIOS J9e topout 2189 ap UoRsoN> e] oxordioAMT Of “OTD B OAROU OpEp ey, ou oxxaiuo9 [9 anbsod a1mourajduns so ceayey ounsye u 1s “oy>oy 2p Ssonuesuad soaqunoy So] ® Opmx [> esne> anb o1sy{dns [> 21q0s sefaNb onuonsus neg uvof £ Broquaysry SI905 “uy OUIOD “Sax0112989 sopueal so] sopor isv> op sopeuosiad souomerepap a1qos soulsOJUL somo n susjexorq Se] uo ‘orquies uy “Texqaz99 weeu ne ap Bmax ‘ptgs ¥] 4 PsoasI0> vzayeanreU By to PoIper Os9 sand zese[9 JOMByEN ap sojenriiidss souorsoidusr se] Sepor e “euins us so1re 9p seqo se] Aseongod souorisoduro> ev ‘soauoruestod so] ‘Sou0zex so] ¥ $914, “oussuE UpIquIE? uEIjnsoI onb soWISHU so] sIUSMESHIAId Hos oIDd Lopins [e ayqisuasu $3 amb ek ‘os ap 9}z 98 anb “eyoau £ ‘MIs AEK, ‘oasondns i0g ‘o!erp osuouiz01 un EPA Tur Epor aygeMp opesned ‘ey aur sozexiod soy £ soze/|raeU: So] “od[OH So] us a7uINDaz7 Os ns anbiod ‘sey argos ywpouon & euow van rqloss open our ‘oF crequia urs ‘Jui © isoaia seziontf sej a1gos Open Un OILIDS9 BY sey se § ‘wow ueu8 un yra1sWO9 euNU an ot - red {jeuzowny exqo eun yrpaposd eounu aiquioy un anb ssuDKEITS OTINIVE 2 Odin MATOS “By enue Sowapod ‘yutouoey | op anaed v opuesint ‘sonosou a ca anb s9 epausns2suo> &7 “solo so] 9 OP! 21Gos ‘onsor [oo se] o¢ opmasded | sns optorunidhat osed v os0d wer seuzypul souorseardse sey A 302 swommestiad sopetn so} ‘paydxo as sare owioa ‘oBiequia ug “ePERETIP vonoyad ef eunsoeur weIB vu eBIOI0 O89 U9 fousodosd v auqnouD 26 s900a se] 9p e0deur ¥] OYDoY ap & “eroUSpIAa U9 s2usWIDAqy eSUOd SL :PUPey, wuaueerveva 4 vourvvs sornent e ot {ranetuedeyss nal WL sto ruidosas. De abi que los espiritus eminentes hayan sido siempre tan dcsafectos a cualquier molestia, intereupeién | y distraccién, sobre todo a las que se producen violentamente por el ruido; mientras ‘que a los deinss tales cosas no les contratian especialmente. La mas inteligente e ingeniosa de todas las naciones europeas posee incluso la tegla never snterrupt —«no interrumpas nunca-—, denominada clundécimo mandamiento. Pero el ruido es la mas impertinente di todas las interrupeiones, ya que interrumpe, y hasta quebranta, au nuestros propios pensamientos. No obstante, cuando no hay nada que intcrrumpir esta claro que nada se sentiré especialmente. — En ‘ocasiones un ruido moderado y continuo me atormenta y perturba tun rato antes de ser consciente de él, ya que Io siento como un simple estorbo de mi pensamiento, igual que un peso atado en mi pie, antes de que me percate de lo que es. — Pero, pasando del genus a la species, he de denunciar, como el raido mis irresponsable y dafino, el infernal chasquear del létigo {que se produce en las resonantes calles de ja ciudad y privaa la vida de todo sosiego y reflexidn. Nada hay que dé una idea tan clara del fembrutecimiento y el aturdimiento de los hombres como el hecho de que se permitan los chasquidos de Iétigos. Ese estruendo repen- tino, agudo, que pacaliza el cerebro, que corta en pedazos toda re- flexién y asesina cualquier pensamiento, ha de ser dolorosamente sentido por cualquiera que lleve en su cabeza siquicra algo parecido 4 un pensamiento: por lo tanto, cada uno de tales chasquidos tiene {que perturbar a centenares de hombres en su actividad intelectual, por humilde que sea su especie: pero al pensador le atraviesa sus meditaciones de forma tan dolorosa y destructiva como pasa la es- pada de la justicia entre la cabeza y el tronco. Ningiin sonido atca- Yiesa el cerebro de forma tan cortante como ese maldito chasquear de létigo: uno siente direcramente la punta de la tralla en el cere~ bro, y el efecto sobre él es como el del contacto sobre la Mimosa pudica? e igual de duradero. Con todos mis respetos a la sacrosanta utilidad, no entiendo que un tipo que transporta un carro de arena o de estiércol deba obtener por ello el privilegio de asfixiar en su ger- men cualquier pensamiento que surja en diez mil mentes de forma sucesiva (media hora de recortido). Los martillazos, los ladridos de Jos perros y los gritos de los nitios son espantosos; pero el verdadero asesino de los pensamiientos es exclusivamente el | chasquido de lé- 2, La Mimosa pudica, pecteneciente # las denominadas «plantas sensitivas siene la poculiaidad ge que su hojas se pligan contrayéndove hacia el tallo euande se las toca (No dela T) 656 tigo. Su misién es moler cualquier momento de ingenio que acaso tenga uno aquf o alld. Solo se podria disculpar si para impulsar a los animales de tiro no se dispusiera de ningiin medio mas que ese, el mas espantoso de todos los sonidos. Pero es todo lo contratio: ese maldito chasquear de l4tigo no solo es innecesario sino indil. El efecto fisico sobre los caballos que con él se pretende queda paralizado y suprimido por la costumbre que el incesante abuso del létigo ha generado: ya no aceleran su paso, segiin puede verse especialmente en los cazros de alquiler que, vacfos y en busca de clientes, van a paso lento y chasquean el létigo sin cesar: el mas ligero toque con el létigo tiene mis efecto, Pero, aun suponien- do que fuera includiblemente necesario recordar continuamente a los caballos la presencia del latigo con su sonido, bastarfa con que este fuera cien veces mas débil; porque ¢s sabido que los animales atienden a los signos mas leves y hasta apenas imperceptibles, sean audibles o visibless de ello ofrecen admirables ejemplos los perros y canarios amaestrados. En consecuencia, el asunto se presenta como tuna pura petulancia y hasta como una osada afrenta de la parte de Ja sociedad que trabaja con las manos hacia la que trabaja con Ja cabeza. Es una burda barbarie y una injusticia que en las ciudades se tenga que soportar semejante infamia; tanto més, por cuanto se podrfa suprimir con una ordenanza policial que obligara a poner tin nudo al extremo de todos los latigos. No puede hacer ningdn mal que se llame la atenci6n a los proletarios acerca del trabajo telectual de las clases superiores a ellos: pues tienen un miedo irte~ frenable a cualquier trabajo intelectual. Pero un tipo que cuando cabalga por las estrechas calles de una populosa ciudad en caballos de correo o de carrera sin carga, o incluso cuando va a pie junto a los animales, chasquea sin cesar tn latigo de una braza de largo con todas sus fuerzas merece ser apeado del caballo para recibir cinco azotes de vara bien dados: ni todos los filantropos del mundo ni Tas asambleas legislativas que con buenas razones quieren abolit las penas corporales me convenceran de lo contrario. Pero con bastan- te frecuencia se puede ver algo todavia peor que aquello: un carre- tero | que chasquea sin cesar el latigo mientras camina por las calles solo y sin caballo: hasta ese punto chasquear al latigo se ha conver- tido en costumbre en ese hombre, como resultado de una tolerancia itresponsable, En medio de una ternura tan generalizada para con el cuerpo y sus satisfacciones, cha de ser el espiritu pensante el tni- co que no experimente la menor consideracién ni apoyo, por no hablar de respeto? Carreteros, estibadores, mozos de berlina, etc., son las bestias de carga de la sociedad humana; deben ser tratados 657 on 689 ‘ep sooueunsod euisty e112 cored ‘oumsuos & euregur ‘eypaq ‘9159 anb [endl pp ‘onb vé ‘oavoug> oladse ja woo epeure vag A januo nse eonpuresSids vur203 ap rexed -wo> apond sezueradss uls opexounus un uprquren ‘ouInD Tog “yedioutad wago ju ap wauInjo4 opunsos PPL's e9¢ “dd “pa .-e] 2b d “pe opnasded jo eras a1sa axqos ese2A "redone op TPIIP “ORSINS Bl 9p mIds> Oxpepsoa |p sAmansuoD anbiod “eyseyuyy e] woo sMBoszad usIq spur OUIs SouEUE SE] OD aIse Spand as ou anb ‘pie spas enuansu> 28 anb o8[e outs ‘o1s}dura opr “aau0 ne 9jqsSuer peprenprarpur eidord ns so ou swrurcuen otour -Je24 an of anb us epipour e] us ‘oaeoug> ofadso je voo ¥opURINE puze ap b1go epor sezedi1o> apand as upiquses “reBny opunas ul “lopearssqo op epeuraniaxep ugpisod eun 28x 4 ugrsouIp eum uD onb sur epare OU ALUN ofadss jp anb senuarur Ssuopoanp seper u9 sopor e PzuET anb “JOS Te epPonpos uasewy eum ap spmepe soisiqo so] sopor oduisp out “shu jp 294 aumunad arsgrodns ns 3p ofeqap 10d oasn{ anb ‘oxoau0> ofadso je efourose 9s easipadé pious aaureB9po fo Sorquies ug “s0s07q ~tiose so2saja opueroaosd 10> |p 4 zny e] JePAUIMOW ered peruse uo © ‘ses09 $2] 9p “epRojpquis ord ‘esousdus useuy vun eION epey sefoue 9p uy e TeBn] un uo ezrony ns exjus>u0> a359 UDTqUIeY oruend sod ‘sourpsty sorte ou1o9 ‘oruss Jp o> ofrereduros ered ‘oyd slp 10d ‘sezoyyzour seysnun uo ze2]dux> apand a¢ oavougo ofadso ig, ete 8 svinaya x svioayuva ‘svaosy Law Te omasey | 889 ‘queuruses wes songaods Saotp op 42s op oe bsey> & sores uonzeroad TLZ1 We Sysop us sepeoyqnd aruaureaunsesd suxpp po ousrauy “ausg Jap a4psoping 21900) $8] 2p touUnIOA opunsas ep 867d ey ue enuandua as eazeo esq “eueTE pepnr> eun ap opms Opeizes [ap esne> e rexrodos anb susp 2s anb o7usUI303 [> BSOYDIE v9 Anur vioueur 9p { 9]pexop uo “eorwgn:sen euro} ap aqhrosep 98 ibe :nazeyy von y .2ss3y “HOWL ,2q wpe|nan “oupruosg sormd [PP 80290201 uo vangod vireo vuN 9p vIeN 28 :e[J9q Amur ob Pufaurozea anb eaqo Pun o8taaa ojos “oynarde> ais9 Ud opeIEN euroi [9 sugos eimezay| ee eIsadso1 anb | 10d ‘OUND 104] “ound or2iqo uis soxoqures ap 2[q0p=2 12 ‘ojdurale sod :opmnu ye opiqap sofeqe> sns u9 zis epand aypeu ab emmiuoureyfor etuz0j op orsondstp vrorqny 28 1s owo> s9 eEEMITY ‘ug “so1usur se] ep seapr op Pypy 4 oruaTuroquis opeztfes9UdS J>p oud}s un susuersarip $9 ‘Sozeviod saze8yna & sazuouroda sop o> Sojdurofe 10d ‘soress>ouu! sopms sof uo> vpezyerouss vIoeI3IO. 7 ‘o1uorumesuzd [op oouypaons ns so anb “ueuny ojos ours uesuaid ou anbiod stusuresroerd “eamooq ns o o1ustumesuod ns uD eas>[Our 59] ou onb Soy © & ojayo anb uauan anb sojanbe sp ‘ezadzoa of 2p eppeu “pepijiqisuasu vj ours “spussp soy anb opm Te sostisdord spur ueos onb v aqop 28 ou se ¥98 Os aNd “(OpsruosUe ay our sytael ‘onb sosoprnu seus so] uos “feotsnur worew eun sas exeg) gaya z9Ue one | Ast0u yous ays aun Kags “aydoad joossnuu » sof (ousepy O47 dq) poopy spuoy.y so1p soxs9 9p *orumanuy 'ojdwiale yp ra Bj 20d Of[2 & UpIquies sopensy] uyiss ssuEuIa[e so] S2ouOIUD & ‘opazey ‘uduorwo3 sopfins syur SomtstuMaUDs 9p & soqDy|sNET spun sauOIoEN se] enb zexadso sowprond) — “soyed 9p epurs eun 1q}o91 £ o8Re; [2p ‘oonbseyp [> anus a[qnonssopuy wstuv9p! swan tin $0x922236> Soy 9p sonuDur Se] U9 eyrexouss as “exepucur Of 1g “soRny| Soss opunU: jap. soperedsip ames oysoy uey sojjaq 4 sapues8 soqusiuresuad soups tages ejrersnd Il “ouBUMY OFUZR [>p TOLOdns Oyddur> |p sopeu -o1ousttt sopmz too uasynaeasqo aonb antuxsod aqap sof 9s ou ox9d :sopepmo 4 erouadyupur ‘pepmba “ersnsnt uo> “pepmreumy ye103 40

También podría gustarte