A LA SRTA.

SOPHIA SIMPLE, REINA DEL CINE

Ante nuestros ojos, ese rostro cambiante

Nos muestra un mar de penas y alegras,
Y nos asombra tu simptico gracejo.
Pero, por favor, aprende a actuar de una vez!
Tus ojos brillan ms que las estrellas
Tu boca es como el arco de Cupido,
Tus mejillas son tersas y sonrosadas.
Por qu sers tan delicadamente estpida?
El hroe se queda prendado al verte
Y ya slo quiere conseguir tu mano.
Pobre tonto, qu lstima nos da,
Una vctima ms de tu bobalicona risa!
Y an as, por qu lloramos todos?
Al ver tu trgico destino?
Pero es lgico, por un msero centavo,
No se puede ver ninguna maravilla!

(Agosto, 1917 - Traduccin Jos M Nebreda)