Cartru.o7
PARTIDOS POLITICOS
Andrés Malamud*
Elorigen
___ Los partidos politicos, en la acepcién més amplia de! término,poseen hoy una caracteris-
tica significativa: suyniversalidad. No hay casi pais independiente que pueda exhibir un sistema
politico carente de partidos, a no ser por dos casos particulares: un pufiado de sociedades 4
tradicionales de estructura familiar-patrimonial como las que pueblan el Golfo Pérsico. y las. ae
dictaduras militares que son, sin embargo, fenémenos siempre temporarios (Ware 1996). Aparte - .
de tales excepciones, y no obstante el tipo de régimen, la ubicacién geogréfica 0 los anteceden-
tes hist6ricos, cada Estado-naci6n cuenta con (al menos uno de) estos actores institucionales,
Més atin, ninguna democracia occidental -uoccidentalizada~ esi
Semejante omnipresencia no implica que todos Jos partidos tengan la misma naturale-
mucho menos, que las causas de
zani que cumplan estrictamente las mismas funciones; ;
n leyes sociales universales o en una ubicua voluntad
su existencia puedan encontrarse ¢ a ubicua v
creadora del hombre. Antes bien, y haciendo un paralelo con la evoluci6n histérica de la
-mocraci ‘ i ificacién de
der ia, los parti como la consecuencia no buscada dela masifica
fe x ‘cuyas dindmicas van a dar lugar a
unmuevo fenémeno: el de la representacion police
niversidad de Buenos Aires.
rt U
* Instiuuto Universitario Europeo, Florenci (ltalia) ¥ aAnprés MALAMUD
como mecanismo a través del cual la deliberacién
5 de la soberania democr4-
blica y las decisiones de gobierno se trasladan desde el titular ° 0
= cel pueblo) hacia sus agentes (los representantes), aa hades ae y
«erica entre la democracia antigua o directa y la moderna o alte saptpstiees nea.
mente, se produce la separacién gradual entre el gobiemo POF D - es : 8 te
‘en asamblea, consejo o monarqufa- y el gobierno por medio de eS pa 2 7 : ent
La condicién histérica del surgimiento de los p: tid re eas
pacion que se verificd fundamentalmente a partir de la profu ii én ie roe
Ge urbanizacion de los sigios XVIII y XIX. Asimismo, el sustra spensable sobre el que
lesarrol i i tacion politica
c ‘bustecieron) los partidos fue el Organo de representacion,
on a aise eee arguesa fue constitayendo en herramienta de
por excelencia, aquél al que la ascendente burguesfa
control de las medidas de gobierno: el parlamento (Oppo, 1982).
En ese Ambito, los portadores de ideas afines, intereses coinc: 30, sim
> patias personales, elaboraron los primeros lazos de solidaridad de las que en un principio
serfan llamadas “facciones”. Con una carga de valor negativa, este término hacia referen-
A> Gia las divisiones politicas subnacionales a las que fa concepei6n organicista, holista y
monocrética de la sociedad entonces reinante no podia menos que calificar de antinatural
(Sartori, 1980). Sin embargo, el grado de importancia que tuvieron los elementos antes
mencionados (aumento de la participaci6n, expansién de las atribuciones del parlamento,
divisiones sociales) es materia de debate atin hoy, y distintas posiciones sobre el tema son
sostenidas por relevantes autores (Garcia Cotarelo, 1985).
La primera explicaci6n acerca de las causas del surgimiento de los partidos la esboz6
Ostrogorski (1902) y la continué Duverger (1951), constituyendo la vertiente de Jas lama-
das teorias institucionales que ponen el acento sobre Ja relacién con el parlamento. En
esta concepci6n, los partidos se habrian desarrollado a modo de organizaci i
de las nacientes -o ampliadas— cAmaras representativas, con el fin de coordinar la selec-
cién y las t iembros de la asamblea. En consecuencia, puede hablarse de
partidos de creacién interna (al parlamento, como el Partido Conservador inglés) o externa
(cuando no son creados dentro de los canales institucionales sino por fuera de ellos, desde
la sociedad, como el Partido Laborista inglés). Este dltimo reconocimiento debilita el
argumento central, ya que relativiza la verdadera influencia del rgano legislativo sobre la
formacién del partido.
ie ne pieced Seymour Lipset y Stein Rokkan (Lipset Rokkan,
comparativo. Ellos explican le apaticiGn te6rico que concilia el método histérico con el
* explican la aparicién de los distintos partidos a partic de una serie de
crisis y rupturas histéricas que dividieron a | i
turas que « las sociedades naci tin DO
estaban consolidadas como tales, y p aaa als
{ _Lainstitucién de la representacién, ¢
1. Segtine! modelo clésico de Benjamin Constant (Manin, 1993),
322
ERa
Cartruvo 7: Panos pottnicos
rupamientos sociales enfrentados por el conti
: | Conflicto, i
este enfoque es que limita su pretension eaplic al hemi serceacncn ues lhacea
oe cxemaio europea Por ser la fuente empirica eon taicce nt
imo, La Palombar; i ln
del tigers a y. Weiner (1966) adscriben més fielmenn cee
aes, y ni Parici6n de los partidos como una conseereye no el
modernizacion social y de las necesidades funcionales det items police ein
notes sf y sis Politico. Como todas las
lamedida en que cada caso particular Tesponde a dist
ales, histéricos o estructurales; pero una mnderaci
i leracién i:
regularidades detectadas atin no se ha ope [eee eee
Es necesario mencionar que las descripciones evoluti 7
acera del surgimiento de los partidos toman como p diene ne
incluso el francés y el norteamericano difieren en su modalidad y sus tiempos, apes s4
todos los casos, compartieron la mala fama de ser percibidosinicialmente como agrupaciones]
facciosas que actuaban en desmedro del bien comin persiguiendo sus intereses egoistas.?
A pesar de que el origen de los partidos estuvo signado por el desprecio genétali=
zado, su crecimiento en prosélitos y tareas se. desarroll6 sostenidamente; carecieron,
sin embargo, de una justificacién tedrica lo suficientemente difundida como para acep-
tarlos con algo mAs que resignacién. Puede tomarse como acta de nacimiento formal
de los partidos a la Reform Act (reforma electoral) dada en Inglaterra en 1832, lo que
implica considerar a todas las asociaciones politicas sectoriales anteriores a esa fecha
como antecesores de los partidos modernos. Sin desmerecimiento para ellos, como
protopartidos calificarfan inclusive las fracciones tories y whigs existentes en Gran
Bretafia con anterioridad a la reforma, asi como también las formaciones prepartidarias
de federalistas hamiltonianos y republicanos jeffersonianos en los Estados Unidos
Posteriores a la jura de la constitucién.
Pese a que, como se dijo, los partidos en su acepcin m 1a empiezan a contar sus \
atios desde principios del siglo XIX, a fines del anterior Edmund Burke® ya habfa constrai-
do lo que seria la primera diferenciaci6n intelectual entze. partidos y.facciones. mn R
Sendas previamente transitadas por sus compatriotas Hume y Bolingbroke, Burke Meas \
més alld al comprender que la existencia de divergencias en el seno sociedad .
sus representantes) era una realidad ineludible, pero tales divisiones podian sex can
fin de mejorar la organizacion del gobiernoy.elcontrol de Jamonarguia.
is ison, Hamilton y
de El Federalista (Madison,
ory pottico Bamund Burke (Sartori, 1380
nf the present discontents” (Sartori 1980)
2. Por ejemplo, sosmvieron esta opinién en Estados Unidos Jo
29), en Francia el barén de Montesquieu y en Inglaterra el pen
' Mis precisamente en 1770, en sus “Thoughts om the cause 323Awprés MALAMUD
Bi didnsoven suma, debia ser aceptado, ya que el aumento, ca asta Policay
religiosa conducir(a al robustceimiento de una sociedad pluralista- intitcionaizacign
de grupos diversos, a través de asociaciones represemtativas de ca a pare, los haria
converger en el objelivy de coadyuvatal, ss
La naturaleza
Hay diversos criterios para clasificar a los partidos; el que se vaya a adoptar depende
de las hipétesis que orienten la investigacidn oel andlisis. Resulta entonces que {as Uipologias
con que nos manejamos estén histricamente determinadas por las preocupaciones sociales,
las inquietudes ideol6gicas y el marco te6rico de cada autor. Asi, la desilusi6n sufrida por
Robert Michels respecto del partido socialdemécrata alemén lo llev6 a buscar la causa del
mal funcionamiento de los partidos en su estructura interna de carécter Arquico (Michels,
1911), mientras que Antonio Gramsci, por el contrario, manifest6 en los afios 30 la matriz,
marxista de su anélisis sociopolitico al concebirlos como organizaciones definidas por la
clase social que los integra (Gramsci, 1975).
Las controversias respecto del enfoque a través del cual los partidos deben ser estudiados
mantienen plena vigencia, y este debate no resuelto ha Ilevado a algunos autores a negar la
existencia de una teoria de los partidos (Tonelli, 1992). Existen, sf, descripciones detalladas de
aspectos parciales de algunos partidos -principalmente occidentales, si no puramente euro-
peos-,y también modelizaciones més generales y abarcativas (von Beyme, 1982; Panebianco,
1990), pero ellonoes suficiente para formular una teorfa general. Segtin esta perspectiva, el
estudio de la materia estarfa un paso atrés del alcanzado para otros conceptos politicos,
como la democracia 0 el estado. Otros autores, sin embargo, plantean la existencia efectiva
de varias si no una—teorfas sobre los partidos, en contraposicin con la ausencia de esquemas
similares para abordar el estudio del gobierno (Blondel y Cotta, 1996b).
|, ___Parasimplificar la mirfada de posiciones sostenidas por los académicos, puede cons-
| | ttuirse una tipologia triple de los partidos en funcién de los siguientes ejes: 1) su base
Tera oe Vesicay 3) su estructura organizativa (Panebianco, 199)
We seen 4J0s sobre esta temitica, si no todos, cabalgan sobre uno de estos
criterios o sobre una combinacién de ellos.
tenn de erat dee ea a at a
eisai aes a a sociologia 0 de cultores de las di rsiones del
- Sin embargo, cies varios escritores populistas y nacionalis-
Ast, mi iado esta perspectiva desde una valoracién opuesta
clase, di ae ae Partidos como agentes portadores de la identidad de
estrafificada horizontalmente, otros toe, ae social en el mareo de una sociede!
miento de integracion policlas mmo el instru deun mat
324
‘sta, nacional y/o popular, que licua las diferencias de claseCartruvo 7: Panos poutricos
rocesa el conflicto de manera vertical,
Fagg itimo grupo los partidos de los Ht
diferencias de clase en un contexto de ampli
dad en la identificacién politica,
i tidos, de acuei
cial. le Partidos, de acuerdo
wn > en obreros con su base
categor
de pattde pepylists para los casostane on nate 8 msesaro agregar la \
Los primeros caracterizan sobre todo a los paises des; 7 : |
8 arrollados (pri
eceidental 0 de rafces culturales anglosajonas), el timo poo ieslasinietetie
vias de desarrollo. En ciertos Estados, la heterogeneidad social puede levaralaformacion
de partidos campesinos, 0 bien representativos de minorfas étnicas, lingiifsticas o religi:
Tal diversidad, para estos autores, 0 religiosas.
if P no hace més que cot
partido és su sociologta (Are y Bassani 1992). que corroborar que lo que define a un
En este aspecto resulta fundamental el anélisis de los clivajes* sociales, las lineas de
tura constituidas alrededor de i a
rupt Conflictos trascendentes que separan alos miembros de“
__ una comunidad en funcién de sus posiciones al respecto. Los grupos entonces definidos
cgistalizan sus identidades en torno al problema en cuestién, y los futuros antagonismos y
alianzas cobran significado a la luz de las causas que originaron las divisiones. Més adelante
se tratard en extenso este tema. 7
‘A diferencia del enfoque anterior, quienes sostienen que el elemento distintivo de cada
partido es su orientacién ideol6gica afirman que los abjetivos de la organizacién, y nosa
_composicién social, son lo que determinan su accionar. La principal tipologia se construye
entonces en tomno al par derecha-izquierda que, a partir de la Revolucién Francesa. en
1789, se ha transformado en el criterio por excelencia para ordenar las ideas politicas. A
pesar de que la definicién de estos conceptos es més bien ambigua, pueden aceptarse b.
2
como validos dos asertos: por un lado, las fuerzas de izquierda tienden generalmente a
cambiar el estado de cosas de la sociedad, preferentemente en favor de los sectores mas
bajos de la poblacién, mientras que Jas de derecha pretenden mantener la situacion social
“Gentro de los limites estructurales en que se encuentra; ¥ Por’ elotro, la izquierda propone
da mayor intervenciGn del estado en la economia y las politics sociales ~acentuando el
a i énea suele sostener la conveniencia
valor igualdad-, al tiempo que la derecha contempo! Te acta de
_d¢ la no fagerencia estatal y la primacta del premtny fa ect a
_Ieeursos entre los hombres ~recaleando al valorfiberiad (Bo i prac socal 105
Enfincion oe neta eaeeitey sentido de die wa mayor base obrera 0 de
Ste aes Bree Nee } sr més combativa y transformadora; en
“