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8 SiGRiD WEIGEL Erscheinungsweise des Geschlechterverhilnisses in Walter Benjamins Passagenwerk. In: Concordia 21 (1992), Naimero especial dedicado a Walter Benjamin, 2-19. Jerke van der Geest: “Het beeld wil woord worden, het word wil beeld worden.” Eros en het beloofie land. Un: Groene Amsterdammer 81-52 (17/12/1986), 36ss. Jochen Harisch: Benjamin zwischen Bataille und Sohn: Rethel. Bremen 1982. Patrice Petro: Modernity and mass culture in Weimar. Contours ofa discourse on sexuality in early theories of er- zption and representation. In: New German Critigue 40 (1987), 115-146, Angelika Rauch: The "Tr body, or, woman as allegory of modernity. In: Cultural Critique 10 (1988), 7-88. Ubtike Scholvin: Die lesbische Fraw der Modernité. Walter Benjamins Antithese aur canerspiel” of the prostituted als Heroine Archetypenlebre C. G. Jungs. ins Schrift der Flammen. Opfermythen und Weiblichkeitsentwtirfe. im 20Jabrhundert. Ed. por Gudeum Kohn-Waechter Berlin 1991, 273-288 Sigrid Weigel: Traum — Stadt — Frau. Zur Weiblichheit der Stidte in der Schrift. Yn: ~: Topographien der Geschlechter. Kulturgeschichtliche Studien zur Literatur, Reinbeck b. H. 1990, 204-230, Von Bildern zur dialeksischen Bildern ~ Zur Bedeutung der Geschlechterdifferenz. in Benjamins Sebrifien. In: ~: Enestellte Anlichkeit. Walter Benjamins theoretische Schreibweise, Frankfur/M. 1997, cap. VI 130-146. Traduccién de Natalia Bustelo Thomas Weber Experiencia El concepto de experiencia forma parte, desde un prin cipio, dela biografia edrica de Benjamin y sigue sus vicajes y constelaciones. El joven Benjamin esté confrontado con la “experiencia” como instancia de apelacién legitimado- rade lo establecido, contra lo cual él -en nom! fraccidn del movimiento juvenil~ reclama otro concepto deexp iencia, cuya orientacién contestataria en prin inst Hacia el final de la Primera Guerra Mundial esta orien solo puede concebir y afirmar como metafisic tacién desemboca en el programa de una metafisica de la eriencia en tanto lugar sistematico de una refundacién de la filosofla. Con la frustracién de sus ambiciones aca démicas y su viraje anarco fisica de Benjamin se transforma progresivamente en una “pasion dialéctica” (IV/; Para el Benjamin cardio, el concepto forma parte de la omunista, la aspiracién meca- 795) por lo histbrico-concreto. “doctrina elemental del materialismo histérico” tada en La obra de los pasajes, en la medida en que esta “apoya su proceder en la experiencia, en el sano sentido comin, en la presencia de espiritu y en la dialéctica” (V/I 595) [LP, 478]. Por cierto, Benjamin no pudo claboraren forma sistemitica esta “doctrina elemental” y los concep: AS WEBER, cos correspondientes a ella, de manera que los elementos de su teoria de la experiencia se encuentran diseminados cen los trabajos surgidos en el contexto de la obra de los pa sajes. De este modo, la tension que esta ya cn el concepto temprano de experiencia se mantiene también més tarde. Tanto para la historia individual como para la social, la experiencia es punto de referencia ineludible paralatrans- formacién y, al mismo tiempo, fuerza para la persiseencia 1. Experiencia metafisica En 1913 Benjamin edita su articulo “Experiencia' Der Anfang la revista de los discipulos de Wyncken, que se concebian a si mismos como “vanguardia” del movi- miento juvenil! Su objetivo era, como advierte Benjamin retrospectivamente, “movilizar a todas las fuerzas rebel- des de la juventud conera la palabra “experiencia” (II 902). Pues en el diseurso “de los adultos” la apelacion 2 “experiencia” aparece como medio para despojar a la Sjuventud” precisamente de estas fuerzas rebeldes. La experiencia prediea, en el gesto de fa comprensién para con ellos, ln inutilidad de la rebelidn. “Todo lo han vivide ya estos adultos: juventud, ideales, esperanzas, mujeres. Todo resulté ser una ilusién” (I1/1, 54) [EXP, 93) Bl articulo tiene el caricter de un escrito combative aque sustrae todos fos conceptos preciados y caros pata el curso dominante: “la verdad, la bondad, la belle andeza’, “sentido”, “responsabilidad”, “fidelidad”, *va- Momme Brodersen: Spine ie eigenen Netz. Walter Benjamin eben wad Werk. Buhl Moos, 1990, 58 481 XPERIENCIA lores”, “verdad” spirieu” y por titimo “expe reclamados antagénicamente en nombre del movimiento juvenil, en la medida en que Benjamin pone de manifics to como, en el discurso de los “adultos”, ellos degeneran ;periencia” de los adultos es una experiencia inauténtica. Ya en el titulo, la en fraseologia y se vuelven vanos. L. palabra esté entre comillas. Es la “mascara” verbal con la que el pequefio buxgués camufla su vida desconsoladora obreza y “sin sentido’: “los afios de compromisos, de intelectual y de catencia de entusiasmo”, “trivialidad de la vida", propensidn a lo “cternamente vuelto al pasado”, la experiencia erernamente tinica de la fatuidad?, etc. En contra de esto, Benjamin reclama otra “experiencia”, una gue no tome su “contenido” de la vida ordinaria, “infa me": “Nosotros mismos le daremos contenido desde nuestro espiricu”, "Nosotros conocemos algo distinto, ‘que ninguna experiencia nos ofrece, a saber: que existe la verdad aunque todo lo pensado hasta ahora sea un error’ (11/1, 54ss,) [EXP, 94555 En ll forma de una interpelacién a a juvencud (“ya os habreis dado cuenta”), el texto constieuye un “nosoteos” spiritual autdrquico que se inmuniza contra las imputa- ciones de los poderes establecidos, en la medida en que, bajo el nombre de una experiencia “distinta’, comprome- te aeste “nosotros” en un Ambito que se libra de toda ex petiencia empirica: “que existe algo més que la experien- cia, que hay valores (inexperimentables) a cuyo servicio nosotros estamos”. Sin embargo, el “contenido” reserva- do por Benjamin para “nuestra experiencia” sigue siendo El autor coloca aqui “ie ewig Hine Brfahrung der Geistosigeit cl original dice: "die ewig Eine der Geistlosigheit”(n. dela rad), 482 THOMAS WEBER, ormativo, ha imaginatio. Por medio de un actus purus pet de restituirsele al movimiento juvenil, en una situacién en la que esté “intimidado o amargado”, la “voluncad” de aucoafirmacién. Esta vigorizacion pretendida ocurre a través dela inversién revérica dela relacibn de aucoridad. El “grande” catece de toda “grandeza"; “como los adultos jams elevan sus ojos hacia la grandeza y la plenicud de sentido, su experiencia se convierte en el evangclio de los filisteos” (II/1, 95) [EXP, 94]. BI contenido objetivo de esta polémica radica en Ja comprensin de lo ambivalente de la experiencia. Como idcologga de los establecidos, de los attibistas, con la cual conservan su poder, se convierte en un dispositive para desanimar a quienes se rebelan: “Nos han Ysin embargo ningiin movimiento de renovacién sale adelante do alguna vez a lo grande, a lo nuevo, a lo futuro’ sin experiencia, Es por eso que ya el Benjamin que forma parte del movimiento juvenil lucha por aleanzar su cort- cepto. Pero el “que” yel “en funcién de qué” de esta lucha, despliegan una dialéctica aciaga: a vigorizacién discursiva del movimiento juvenil tiene lugar al precio de su auto: debilitamiento politico.’ Pues el hecho de que a la “expe- riencia” se le quite toda referencia a fo “comiin”, de que lo referido ala praxis apatezca como una maldicién dela que hay que escapar por medio de la huida a lo trascendente, hhace que la movilizacién de las fuerzas antagonistas rebel- des se pietda on el vaclo, Al cardcter decidido de la volun- tad como tal see puede anexar cualquier accién arbieraria >Larevits Der Anfing tenia que sex redactada, sgn a concepeion de Benjamin, como “primer petiddico purament spiritual (no 190 de otto tipo) que, sin embargo, se mantienealejado de la politics’ (Br 1.63). EXPERIENCIA -ya sea reaccionaria 0 revolucionaria~* Asi, Benjamin alidad como posicion Jo condicionado” sino a “Io incondi constituye a radi sin contenid. Su sentido no va cionado”, no vaa “lo dado” sino a lo “renunciado” (11/1, 57). fl mismo se concibe como el “incondicionado”, que nigga toda realidad “que no se ajuste ala idea” (Br 1, 66) 2. Metafisica de la experiencia Este idealismo se incensifica més ain en el Progransa de afilosfia futura, formulado en 1917, con el que Benjamin incenta fandar una nueva metafisica, La filosofia debe volver a set la Primera Ciencia, alcanzar la “supremacia sistemiétiea [..] no tan solo sobre todas las ciencias, sino también sobre las mateméticas” (II/1, 168) [PFF, 16 (la «tad, ha sido levemente modificada)], Para ello, Benjamin se propone una “purificacin de a teorfa del conociminy to” de Kant, canto por el lado del concepto de experiencia como por el del concepto de conocimiento. Eso significa 1. “conversion de la ‘experiencia’ en ‘metafisica™” (PFF, 17] a través del concepto de una “experiencia superior y 2."fundar de un modo auténomo la esfera cognoscii va, prescindiendo de la terminologia sujeto-objeto” 163, 169, 160, 167) (PEF, 16). De este modo ha de for En el desaollo histérico se imponen las conexiones (Proto) fescstas. Juego de palabras ente das Gegebene (lo dado] y das Aufegebone {lo semuncisdo] (a. dela rad) ‘Fata incondicionaidad amenaza desde siempre conse aleanrada porlas condiciones sociopoliicas, Sin recurso. extas aquell sigue Siendo meramenteimaginara marse un concepto dé que abarque en sia la ‘religion’ y,2 a inversa, un concepto correspondiente de conocimiento que haga ldgicamente posible “también la experiencia religiosa” (II/1, 163s.) (PEF, 13]. Este pro pésito cxige ante todo resolver la “relacién (...] entre el conocimiento y la experiencia con la conciencia humaga cempirica” (II/1, 161) [PFF, 10) En efecto, Kant denomina experiencia a “un conoci miento empirico™ y, nversa, vincula el conocimiento en sentido estricto con la empiria. Por un lado, se propo- ne mostrar gue “todo lo que podemos conocer de manera tedrica” se ha “limitado a meros fenémenos” y, por otro lado, demostrar qué aporcan las categorias,en tanto com- ponentes a priori del conocimiento “para la posibilidad del conocimiento empirico™. La experiencia como co- nnocimienco empitico es de por sf percepcidn elaboradora con medios que, ellos mismos, a su vez, no emanan todos de laexperiencia,"' mienecas que, por otta parte, loa priori ‘CE cambién el exeuio prekimina al escrito programtio Uber de Wabrnchmane [Sobre a percepciin] (VI, 33-38) Immanuel Kant: Critica dela razon pre, Trad: Masio Caimi, Buenos Aires: Calihue, 207. "Ibid, 31 Ibid, 214 "Ibid. “La experiencia” es una “especie de conacimiento, que re imiento, cays tegladcbo presuponer en nian an esque me scan dads objeos,y por tanto, apron” (ibid, 22). Es tun “producto de los senuidos y del entendimiento” (Profgémenor 4 toda metafica del futura, Trad; Jolin Besteivo y A. Sincher Rivero, Buenos Altes: Losada, 2005, 8 84,6 20), porconsiguiente tun concepta de conexis posible solo median a representacin de una conexién necesria de as percep Crt dL 26 pars, 270), ones” (Immanuel Kant EXPERIENCIA 485 posible. Asi, la critica del conocimiento de Kant implica algo do- sola interesa en esta refe racia a la experienc! ble: ni las cosas, cal como son en si, ni Dios pueden ser co- niocidos, sino que, en todo caso, se los puede pensar o creer Sin embargo, la finalidad de esta separacién entre el saber y la fe no es ansimetafisica, Para Kant se trata antes bien de “obtener lugar para la fe", de asignarlea esea un lugar propio, legitimo frente a las pretensiones y desde el punto de vista del entendimiento (de las ciencias naturale). Kant adopra la vieja tesis de una metaphysica naturalis una “disposicién natural para la metafsica’, como una “necesidad” humana para unas preguntas que “no pueden ser respondidas por ningin uso empirico de la razén ni por principios tomados de all”. Teniendo presente esto, la metafisica es para Kant “una ciencia indispensable para Ja raz6n humana’ ~pero justamente una “ciencia” a la gue le corresponde “determinar por completo, y con se~ garidad, el alcance y los limites de su uso ensayado mas all de todos los limites de la experiencia’. El contexto para esto es que la ampliacién de la razén pura en pregan: Las eategoras“Siven, slo, por deidlo asi, para deletrear os fe periencin’ (Kant, 2005, 98, § 30), Asi, espacio y tiempo son “condiciones de posibilidad de que ppuedan sernos dados objetoe” (Kant, 2007, 215), pero, comados paras, sin I aplicacin a ineuiciones empties, no proporcionan rer Ieerlox como fingin canocimiento, “Espacio y tiempo, como condiciones de posibilidad de que pucdansexn0s dados objeto, no extienden su ‘alider mis alli de los objetos dels sentids,y portant, solo [ len] para [objets] de la experiencia” ibid. 215) Ibid, 31 bid, 76 “bid, 78. “Ibid, 77 486 THOMAS WEBER tas metafisicas se consigue justamente poniéndole “limi taciones determinadas y seguras’.” En este sentido, Kant ve la utilidad primera de la Critica de la razin pura en el hhecho de “no aventurarnos nunca, con la raz6n especula- tiva, més alld de los limites de la experiencia”, es decir, en la “limitacién de todo conocimiento especulativo posible de la raz6n a meros objetos de la experiencia’. Aguello a lo que Kant se refiere con esto, Benjamin lo considera, de un modo absoluramente platénico, mera ‘mente como “una realidad de un rango inferior, quizas de rango infimo” (II/1, 158) [PFF, 7 (la traduccién ha sido corregida)]. Lo que subyace a la flosofia de Kant, al igual quealla filosofia modernaen general, sla “representacién dle la nuda experiencia primiciva y comprensible de suyo”, “cuyo valor propio se aproxima a cero” (II/1, 158, 159) [PFF, 8]. Como lo hicieron otros ances que él, Benjamin conecta lo “més bajo y profundo de la experiencia de esa Epoca”, de la que el pensamiento de Kane participa in- conscientemente, con la “ceguera religiosa e histdrica del Iluminismo”. “La experiencia de la época de Kane no necesitaba de metafisica alguna” (1/1, 160) {PFF, 9]. En 1h “merafisica fueura” de Benjamin, en cambio, tanto el concepto de conocimiento como el de experiencia han de ser pucstos “en forma excluyente” en relacién con “la conciencia trascendental” (II/1, 164) (PFE, 13]. “Toda experiencia auténtica reposa en la conciencia cognosciti- va pura tedrica (trascendental)” (II/1, 162) [PEF. 11]. Se Ibid, 7 "Ibid, 27-28, Kane compass ests determinacin que aparece en primes lugar en forma meramente negaia con Ia wtilidad postiva dela polcia (ibid, 28) EXPERIENCIA borra cualquier clase de referencia alo empitico y precisa- ence esto es lo que también hace posible el con El nexo entre conocimiento y experiencia, en el que Kane pone el énfasis, ha de preservarse también en Benjamin pero no para separar el Ambito de la fe de saber, sino para reformular ese nexo desde el punto de vista de la religién. Comparado con Kant, Benjamin desambigua la conexidn de este modo: “las condiciones del conoci rmiento son las de la experiencia” (II/1, 163) [PEF, 12] y estas condiciones han de ser entendidas exclusivamente como condiciones « priori y ~de manera diferente ala de Kane~ metafisicas. La experiencia “auténtica” se funda en el conocimiento “puro” y “Dios” funciona como su “quincacsencia’. Como resultado, obtenemos un sistema de referencia de instancias metafisicas: “experiencia autEntica", “co- nocimiento puro” y “religién verdadera”, reunidas por cl concepto de idea, Pues lo “caracteristico en el concepto de metafisica” radiea, segin Benjamin, en “su poder uni- versal para relacionar inmediatamente con ideas la totali- dad de a experiencia con el concepto de Dios” (II/ 164) [PEF, 12]. Solo ise la capta de esta manera, la experiencia podria ser ella misma “el lugar lgicoy la posibilidad lbgi- cade la metafisica” (1/1, 163) [PFE, 12]. Asien lugar de dispucar con Kant por su contenido, Benjamin abandona elconcepto de empiria. ® Absolutamente en el sentido de German Cohen, enya Kant ‘Theorie der Erfabrang Tear de la experiencia de Kant Bexjamin lee en aguelaéposs. Sobre Cohen cf. Klass Chrisian Kohike Enttcung und Auftieg des Newkantianiomas. Frankfurt/M. 1986, 273-301 488 THOMAS WEBER 3. Elementos de un concepto sociohistérico de experiencia Retrospectivamente, el escrito programdtico se agora en su gesto, No se trata de ninguna manera del “programa dela filosofia venidera de Walter Benjamin”. Su critica de Ia filosofta de la vida, formulada més de veinte aftos des pués, puede ser lida también como una autocritica técita “Desde finales del siglo pasado se ha hecho una serie de ‘entativas para apoderarse de la experiencia ‘verdadera’ en contraposicién a una experiencia que se sedimenta en la existencia normatizada, desnaturalizada de las masas eivi- lizadas” (1/2, 608) [ATB, 124]. No obstante, en lugar de proceder a partir de “la existencia del homb dad’, estas tentativas, que invocan la“iteracura”, la “natu raleza”, la “edad mitica”, constituyeron una linea filos6fi nla socie ca que, partiendo de Dilthey, desembocd, con Klages y C. G.Jung, en el fascismo, Evidentemente aqui tuvo lngar un cambio de paradig- ‘ma, Si antes Benjamin todavia buscaba la experiencia en lo “incondicionado”, ahora el concepto cobra un contor- no materialista historico, en la medida en que se plantea la pregunta por la cia” (1/2, 608s.) ciedad humana”. Por supuesto que en adelante Benjamin también sigue hablando de la experiencia en sentido pro- pio y en sentido impropio. Las “experiencias” siguen ha “Enly pra quien ya no quier hacer ninguna experience"), de consoles sobreponigndose asco ("Nohay consuclo ‘co con “it una ira que es, por otra pare, imporente porque « indiferene: "El iracund ‘no quiere saber de nad su axqueipo Timén, sna contza los hombres sin distinc; no std Ya ens susciin de distin 642) [ATB, 158} polit de Carl Schmit a amigo probado del enemigo mortal” (/2, somo se dice en caca alsin a El concept de lo La reoria de la experiencia de Benjamin esc incegrada ala ocupa «dn con los objets lierarios (Baudelaire, Prous, ror de lana rraciny de a novela, etc) El cambio estructural del experiencia cs desarzllado camo a subtext sociohistérico. En la siguiente ex pric, ls ref filers, nie los objetos itertios como tle han sido Delo cual a Recerbe de Proust brinda un grandiosotestimonio Tceravio, Para la probl in de lo piblicoy lo privado cf el ensayo de Benjamin sobre Kael Kraus (I/1, 33485) IKK, 75s, ies de la sepa 500 THOMAS WEBER, riencia en el nivel deeste mismo proceso. De este modo, la, mirada a “lo irreparablemente perdido” se esté por ganar en primerisimo lu 3. Experiencia y trabajo Benjamin asocia primero el concepto de experiencia al modo de produccién artesanal y, con Marx, determina la cspecificidad de este tiltimo. En el artesanado, el trabajo definido por endiente’, es de «s segmentado, complicado y se encuent el hecho de que el trabajador es ‘inde; cir, duefio de sus medios y sus condiciones de trabajo.” Alli, la experiencia tiene una importancia doble: por un lado, como “gjercicio” y, por otro, como transmision de » Michael Lamy, 222, riscico” dl “romanticime rvnluionaro’, que busca etablecee una “relacin dale capitalise entre ‘la experencia perdi de ororay la experiencia Frcuraliberad habla en este contest del ‘proceder caracte ‘entre el pasado precaptalist y ol Faeur post * Caracteristico ese hecho de que el areranolleve a cabo lo dis: rincos proceso parcials en la produccién de un arefacto uno a continuacién del ory de ese modo, tenga que “cambiar constan temente de sitio y de heeramients” “El rinsto de una operacin a rr interunnpe la marcha desu tabajo, djando en su jorada una suerte de pore, por deielo asi. Estas poros se tupen si el operario sjecuta la misma operacin ducante coda la jornadl,o desaparecen™ 2 medida en que disminayen los cambios de operaciones. Por un lado, de eca manera aumenca sin duda la “productvidad” “Mas pr otra parte, la continuidad de un rabajo uniforme destruye la pulso dela energas, que descansan y encuentian encanto cn el cambio de rao” (Karl Maer: Das Kapital: I: Kal Marx / Friedrich Engels Werk [de aqu en mis MEW), Vo. 23, 360) [Maex, 200,276 501 RIENCIA destinos singulares.® Cada “rama particular de la produc cién [encuentra] en la experiencia la Figura téeniea que le corresponde; y la perfecciona lentamente”, sobre la base del “ejercicio®. Aqui ests especialmente vigente el hecho de que “La experiencia es el fruto del erabajo” (V/2, 962) (LP, 800), asi como, a la inversa, que el potencial de trae bajo es el fruto de experiencias transmitidas y apropiadas Cada producto artesanal es un ejemplar tinico que re- sulea del saber empirico transmitido. La experiencia cons- siruye la fuerza produetiva principal en la cual la tradicién, teniendo que probar su ef actualiza y se transforma, Conforme a su estructura log ja sobre lo siempre nuevo, se ca general, no se la puede designar como un “fenémeno originario” en el sentido de Palabras preliminares sobre critica del conocimiento-, en la medida en que en como “en todo lo esencial”, “Ia unicidad y la repeticién pracban su condicionamiento reciproco” (I/1, 226) [DB, 80)” Esea dialéctica constieuye asimismo el hilo conduc tor para la bisqueda benjaminiana de las condiciones de posibilidad 643), que resulta ante todo del andlisis del cambio estruc ina “experiencia historica aueéntica” (1/1, tural de la experiencia, tal como est condicionado por la twansformacién del modo de producei6n y de vida. En comparacidn con la relacién de condicionamien- to entre trabajo y experiencia en el modo de produccién al, con Ia“ vanufactura” ya se pone en juego un © Fs an solo “la pericia menomitida de generacién en generaciny de padres hijo lo que le confer sa "vireosismo” (bid 276) Todo erabsjo“sumamente difrenclad’ como por ejemplo eer bajo “expire, “puede conserva (.] certs rxgos del artesna do" (2,633) [AT, 149] por semplo, al rejedor hinds THOMAS WEBER proceso de la atrofia de la ex siencia” (V/2, 966) (LP, 803), en la medida en que aguella (la manufsccura) produce “en cada obra manual de la que se apropia una chase de obreros que llamamos no especializados” (L/2, 631) [ATB, 148], segin escribe Benjamin, siguiendo a Marx En el eapicalismo industrial, este proceso de atro fia se vuelve dominance, ya que alli la subsuncién de los productores bajo el capital tiene una base cecnolégica en el propio proceso de produecién. En la maquinaria se materializa a “inversién” que caracteriza a codo proceso italista: “que no sea el obrero el que se sirve de las condiciones de trabajo, sino al revés, que éstas se sitvan del obreco” (I/1, 631) [ATB, 147]. Si el modo de produccién artesanal pone al trabajador como “inde de produccién c: de produccién pendiente”, la maquinaria lo pone como “dependiente”, como “apropiado”.* Sobre todo en la cadena de montaje “al obrero de la fabrica” “a interconexién de cada tno de jo] se le autonomiza “como una conexién objetiva. La pieza trabajada alcanza ese radio de ace sus momentos [momentos del «ral n sin contar con la voluntad del obre- “*Dicho de otra manera, [este proceso] coincide, en sus incios, con ls dea prodceidn de mereancas.(eF Marts Das «al Korsch {Bedlin 1932} p 336)” (V/2, 966) [LP, 803 “En Ios téminos de las MEW (vol 23,371)s"una case especial de cobreros, la de os Iamados pevne” (Mars, 2000, 284). ‘Benjamin pone el acento tan solo en el aspectotécnico-macerial Iainterconexibn desarollada por Marx y omite el dels relacio- nes de pr rmaguinara ecb sa Fanci subordinadora adicionalmente por el hecho de que el proceso de vdaccién, Segin Marx, trabajo capitalist es siempre, al mismo tempo, "proes de expla «iin de capital” (Das Kapital, MEW 23,446) (Mats, 2000, 350] “Karl Marx Coneribucn a lacie dela economia pallvica. MEW 42,598, ro. Y se sustrae a éste con igual obstinacién” (I/1, 631) [ATB, 147sla trad. ha sido corregida]. El “ejercicio” como apropiacién de conocimicntos y habilidades es reempla- zado por el “adiescramiento" por medio de la méquina, Para el trabajador, aprender significa ahora ‘adaptar sus movimientos propios a los movimientos uniformemente continuos de un autémata” (Marx, Kapital, 402) [Marx 348). A cravés de esea inversién sujeto-objeto, “al obrero no especializado es al que més humilla el adiestramiento cn la maquina, Su trabajo se hace impermeable la ex ncia, El ejercicio pierde en él su derecho” (1/2, 631, 632) [ATB, 148} CCuaneas menos posibilidades de disposicidn contenga, tanto mis el proceso de trabajo se volverd un disposit vo que rige sobre los trabajadores. Por consiguiente, en el cambio estructural del trabajo por el trabajo en la cadena de montaje, el acento se desplaza de la experiencia ala vi vencia. Mientras que en el paradigme artesanal el trabajo se distingue por el hecho de “que transforma ls vivencias cen experiencias” (1/3, 1183), aqui él mismo adopta la for- ma de la vivencia. Asombrosamente, Benjamin capta s rasgos distintivos homologando estructuralmente el tra jena de montaje y el juego de azar, el opera- “Marx habla del “zprendizaj temprano del obrero” (MEW, 23, 443) [Mars, 2000, 348], mieneas que Benjamin mente en el “goilsadisteado” en EW. Taylor: Gr ensa resins nit senichfilcher Berichsfibrang (Fundaamonto dele adbninisracién ddeempreses) (1913), Weinheiny Basel, 197, xn indicio de ue, si bien no da cuenta ‘aqui Benjamin tiene en mente la wans- «iin l modo de producciin fords 504 THOMAS ener dor no calificado y el ocioso.* Ambos estan en una condi cidn en la que "no le permite hacer demasiadas cosas con Ia experiencia" (1/2, 635) [ATB, 151]. A ambos los pone en movimiento un “mecanismo reflejo” y “la futilidad, cl vacio, la incapacidad para consumarse”, son, asi como la falta de conexién de los momentos individuales (manio- bras) en tanto meras repeticiones, rasgos distintivos de sus actividades en la misma medida, Asi “el trabajo servil del asalariado coincide a su manera con el del jugador. El trabajo de ambos esta igualmente vaciado de contenido” (1/2, 633) [ATB, 150]. En la medida en que el juego de azar “deja sin fuerza a los érdenes de la experiencia” (1/2, 635, nota al pie) [ATB, 151}, constituye en cierta medida el “espejo” (1/2, 32) [ATTB, 149] del erabajo asalariado alienado en la mé- quina y, al mismo tiempo, la contracara para un concepto eminente de experiencia, Bajo esta premisa el andlisis del juego posibilita la comprensién del cambio estructural de Ja experiencia, que opera més alli del Ambito del traba- jo. Pues al transformasse la importancia de la experiencia ppara el trabajo se eransforma la importancia de la expe- riencia en la vida de los hombres en general. Asi el meca- °"La ociosidad intent eitar cualquier contacto con el trabajo del ‘ocioso, yen general con cualquier proceso de trabajo, Eso es lo que la ferencia del cio” (V/2, 964s.) [LP 802} cin segin la cual se cits (en lugar de “trabsjo srl Jess Agere srduce el rémino| alemin Frow como prestaién”) (nde la rad), ‘CE Marx: MEW 23, 445s, (Marx, 2000,350) “Hasta las medidas «que tenden a facia el eabao se convierten en media de ortses, pues a mig de su contenido” mientras que empuja alos desempleados a una ise ha conregide ligeraments la tad ibraal obreto del abso, sino que pivaaéste actividad compensstora cn cl ego de sz. EXPERIENCIA 505 nismo del juego de azares el sustituto de la autoalienacién de los hombres no solo en Ia esfera piiblica: este [meca Incluso en su esfera rnismo] les acapara “en cuerpo y aln privada, por muy apasionados que sean siempre, no sera capaces de actuar mds que mecinicamente” (1/2, 634) (ATR, 150]. Por el concrario, la experiencia en sentido esericto es tuna forma socioindividual de apropiacién, en la cual la selacién consigo misma y la relacién con el mundo estén si,y transforma por yal apropiador. El “orden de la experiencia” es dinémico y riculadas en al alo apropiado Benjamin escablece el "deseo" como uno de los clemen: 105 de esta dindmmica, El deseo anticipa el tiempo: la expe- rencia estructura, Si la experiencia es pasado presente, cl deseo es futuro presente, en canto energia pulsional. En lo saciado dela experiencia y lo incumplido del deseo exis- te una conexién que mantiene en marcha el proceso vita “Cuanto ances formulemos un deseo en la vida", ve dice continuacién de una cita de Goethe, «in ls probabilidades de que se cumpla. Cuanto mis lejos Into MayOres se en el tiempo alcance un deseo en el tiempo, tanto mejor podzemos esperar su cumplimiento. Pero lo que nos eon: duce a la lejanta del tiempo es la experien: y estructura. Por eso el deseo cumplido es la corona que se destina a la experiencia” (1/2, 635) [ATB, 151s]. En el “orden de a viveneia”, en cambio, en el que y que lo lena nose puede hacer “demasiadas cosas con la experiencia”, el deseo es 635) [ATB, 151], en tanto contracara del “afin de lucro” de la sociedad de consumo. reprimido por| wider" (1/2, CE Blew (1V/2, 759). 506 THOMAS WEBER 4, La fantasmagoria dela mercancia como dispositive de laautoalienacién humana Si Benjamin define la experiencia como “fruro del trabajo", entonces la vivencia es la “fantasmagoria del ocioso”™ (V/2, 962) [LP, 800]. El ocioso es el procotipo del sujeto en la sociedad mercantil en tanto “sociedad de la vivencia”, Esta se caracteriza por el hecho de que los productos del trabajo, en tanto mercancias, adoptan una bajo desaparece y esta desaparicién es vivida como vivencia y forma en la que toda relacién con el proceso del f simuledneamente, en ello mismo se extingue, Para ello est clconcepto de fantasmagoria, que Benjamin, incitado por Georg Lukécs y no en tilrimo término por Ia leetura del manuscrito del libro Karl Marx de Karl Korsch, toma del capitulo sobre el fetishism dela mere De este modo, Benjamin persigue los efectos teérico- ideoldgicos del contexto econdmico analizado por Marx. La fantasmagoria d ‘mercantil desde la perspectiva de los efectos subjetivos evocados por ella, En tanto “corclato intencional de igna el dispositivo de la sociedad la vivencia” (V/2, 966) [LP, 803] suscitado por la mer cancfa, la fantasmagoria es una abstraccién clarifcadora {que se consuima en y mediante la mercancia y sus formas y cspacios de presentacién. Adorno, a quien Benjamin cia, la define “como un bien de consumo en el que nada debe recordar cémo llegé a ser. Se la hace mégica en la medida Para el concepto de fancasmagoria, cf Peter von Mate Liebeserrat. Die Treulten in der Literatur, Msnich/ Viena. 1989, 178s, citado por Weidmann, 168, nota 132, Marx, Das Kapital, MEW 23,855. [Marx, 2000, 36) EXPERIENCIA S07 en que el trabajo acumulado en ella aparece en el mismo instante como sobrenacural y sagrado, dado que ya no se lo puede reconocer como trabajo” (V/2, 822s.) (LP, 681] El cardcter fantasmagérico de la mercancia es la disolu- con ello, laabstraccién respecto del trabajo productor de valor de uso y la abstraccién res cién de su valor de uso pecto de las condiciones tanto de dominio como técnicas dela produccién.* Este efecto no se debe a una ideologia elaborada por él mismo, en el sentido de una construccidn de ideas (encu bridora de la cco-mercantil (ef. 1/3, 1168) que emana de las mercancfas lidad), sino a la propia apariencia estét y los espacios donde se la presenta, los pasajes, las grandes tiendas, las exposiciones universales. Conforme a esto, la intencidn de la Obra de los pasajes es mostrar cémo “esas creaciones suften esta ‘iluminacién’ no solo de manera tedrica, mediante una transposicién ideolégica, sino en ) (LP, 50]. En la medida en que ellas mismas se “presentan como Ja inmediacez de la presencia sensible” (V/2, 12: fancasmagorias", no representan ninguna ideologi, sino que son ideologia matcrialmente presente. En la interaccién entre las exposiciones universales, la industria del entretenimiento y la publicidad, que analiza como disposicién de (auto)alienacién humana, Benjamin insinda aspectos de esta ideologia material. Las exposi ciones universales son paradigméticas de la “entroniza cidn de la mercanefa” (V/2, 51) [LP, 42] y su veneracién como “fetiche”. “Ensalzan el valor de cambio de las mer cancias, Crean un marco en el que su valor de uso se re Bn su aspecto [sehen] se organiza una prescindencia [Abseber] {que les confer "pretigis”["Anteben"] alas mercancias THOMAS WEBER trocede” (V/l, 50) [LP, 42]. En este dispositivo, empatia [Einpitblung) y distraccién (Zerstreuung] consticuyen dos clementos de efecto complementario de fa autoaliena cién humana: como “alta escuela donde las masas, apar tadas del consumo, aprendieron a compenetrarse con el valor de cambio. ‘Verlo todo, no ocar nada” (V/1, 267) [LP, 219], las exposiciones universales inauguran “una smagorfa en la que penetra el hombre para hacerse distrace” (V/1, 50s.) [LP, 42]. Esta distraccién, a su vez, es claborada por la industria del entretenimiento, en la medida en que esta “eleva” al propio hombre “a las alturas de fa mercancia": “El se deja evar por sus manipulacio- nes al gozar de su alienacién respecto de si mismo y de los demés" (V/1, 50s) [LP, 42]. La industria del enreteni- miento, en la medida en que simulténeamente diferencia “Los tipos de comportamiento reactivo de los hombres” los perteecha “para la transformacién que opera la publi cidad” (V/1, 267) [LP, 219) Cuando, en este contexto, Benjamin utiliza el concep to de fetiche, hay que advertir acerea de un guid pro quo doble. En la medida en que adoptan la forma valor y son consideradas como meros valores de cambio, las cosas son retiradas de la relacién de produccién y de valor de uso y asi degradadas en lo referente al contexto de experien- cia elemental de los hombres, Esta “degradacién especifi- adel mundo de las cosas que exhibe la mercancia” (1/3, 1151) se corresponde, por otra parte, con un animismo estético-mercantil que “anima” las cosas. dograd Benjamin habla de la “empatia con la mercancia” (L Agut se a corregid ligeramente la traduecin segin a cual se cit, reemplazand Tas masa” por ‘los hombres (a. dela ead), EXPERIENCIA 561) 0 de la “empatia con el valor de eambio” (V/2, 963) [LP, 800}. Esta constituye el fundamento de la vivencia Peto cl agente de la empatia es desde siempre el paciente de la emparia: “Si la mercancfa tuviese un alma, éa de la cual a veces habla Marx por broma, serfa la més delicada cinfihleam] que encontrarse pueda en el reino de las al ‘mas, Puesto que deberia ver en cada quien al comprador cn ctrya mano y a cuya casa quiere amoldarse” (1/2, 558) [PSI 71]. La mercancia se convierte en el objeto de una vivencia que hace del sujeto mismo el objeto “movido pasionalmente”, La forma mercanefa del producto del trabajo borra las hhuellas de su origen, lo cual tiene como consecuencia una pérdida tal de la experiencia que tanto las condiciones so ciales (“en la figura de la explotacién"), como las condice. nes “técnicas” de la produccién de mereancias, “salen cada vvez mis del mundo perceptive de la gente” (1/3, 1167). En tanto consumidores de mercancias, los hombres picrden su “entendimiento objetivo” y compensan esta pérdida a través del "gusto" el cual, en vez de comprobarsti valor de uso, sucumbe a la apariencia estética de las mercancfas. La pérdida de la experiencia asociada ala forma mercaneia es vivida y al mismo ticmpo compensada en Ia acumulacién de vivencias. Sin embargo, la “erisis econémica” y la“ ra" (II/1,219) (EP, 173] consticuyen su otra car 5, Vivencia total, guerra total En una conseruccién osada, Benjamin tiende un puen- te que va del capitalismo industrial y el fetichismo de la THOMAS WEBER smercancia a la guerra, “Cuanto m formacién de un obrero de la indust haceel de un militar. Tal ve corto esl tiempo de a, tanto mis largo se forme parte dela preparacién de lasociedad para la guerra total que el ejercicio pase de la praxis de la produccién a la praxis de la destruccién” (1/ 2, 632 notaal pic) (AT, 148]. Fl contexto internacional fans insuperable” ~tal es la especulacién de Benjamin “antes ‘vivencia coral”. "La guerra lo prefigura de modo que nada la empatia con el valor de cambio [..] capacita al hombre para la ‘vivencia total” (V/2, 962, 963) (LP, 800]. Sila pérdida dela experiencia condicionada por ello se vuelve una condicién de posibilidad de la guerra, es la Primera Guerra Mundial la que ha aniquilado todas las experiencias precedente. Por més que el contexto de la “vivencia total” y a “gue ra total” contin siendo especulativo, Benjamin tiene asi algunos atisbos del cambio eseructural de la experien cia desde la cesura epocal del nuevo tipo de guerra que re- presenta la Primera Guerra Mundial: “la cotizacién de la experiencia ha bajado y precisamente en una generacién gue de 1914 1918 ha tenido una de las experiencias mis atroces de la historia universal” (II/1, 214) [EP, 167s.) El abismo entre las experiencias en el sentido del acontecer al que los hombres estin expuestos y Ja experiencia como posibilidad de elaborar esto parece volverse infranquea- ble, Las gentes regresaron de la guerra “no enriquecidas, sino més pobres en cuanto a experiencia comunicable”, “mudas" Porque jamds ha habido experiencias tan desmen- ‘como las estratégicas por la guerra de trinche , las econémicas por la inflacién, las corporales EXPERIENCIA porel hambre, las morales por el tirano. Una gen racién que habia ido a la escuela en tranvia do por caballos, se encontré indefensa en un paisaje en el que todo menos las nubes habia cambiado, y en cuyo centro, en un campo de fuerzas de explo- siones y corrientes destructoras, estaba el minimo, guebradizo cuerpo humano (1/1, 214) [EP, 168] Benjamin responsabiliza del hecho de que estas expe riencias ya no pudieran ser comunicadas no solo a su con- tenido (“shoekeante”), sino cambién a la transformacion de las formas de comunicacién lida de la experiencia a través de la informacion Benjamin considera que narrar es decisivo para “la cx- pacidad de intercambiar experiencias” (I1/2, 439) [EN 189]. Ve en funcionamiento “fuerzas de produccién [..] seculares", uno de cuyos “efecto[s] secundario[s]” es el haber desplazado “progresivamente [..] a narracibn del campo de la lengua hablada”(II/2, 442) (EN, 192 la rad ha sido corregida). Tanto n nio constituid de la burguesfa, entre cuyos instrumentos is cuanto que, con “el domi- ‘més importantes, en la etapa del alto capitalismo, debe contarse a la prensa”, la informacién” se convierte en la “forma” decerminante “de la comunicaci6n” (1/2, 444) [EN, 194] *-Deigual manera queel proceso de trabajo industrial se distingue larament del aetesanis, a forma de comunicacién quele cortes ponde Ia informacién- se dstingue ¢ amente dela que corres ponde al proceso de rabujo artsanal, que es la narracén” (V/2, 966} [LP, 803) THOMAS WEBER, Bajo las condiciones del “capitalismo avanzado” (II/1 344), ef contenido formal de la *informacién” contri- buye a “impermeabilizar los acontecimicntos frente all ambito en que pudiera hallarse la experiencia del lector” (1/2, 610) [ATB, 127]. Benjamin hace responsables de la “impermeabilizacién de la informacién frente a la ‘experiencia alas siguientes de sus determinaciones for males: “curiosidad, brevedad, Facil comprensién y sobre todo desconexién de las noticias entre si” (1/2, 610ss.) [ATB, 127), Esto no se entiende de manera inmediaca. {Serfan acaso la “incomprensibilidad” 0 la “extensién” condiciones de posibilidad para que una informacién se amolde a la experiencia del receptor? Mas evidentes son las determinaciones formales de la informacién como tuna pérdida estructural de la experiencia, que Benjamin alcanza a partir de waa delimitacién negativa respecto de la narracién. La informacién es abstracta (desligada de la praxis vital), arbieraria (sin un interés articulado),in- conexa (sin memoria) y orientada a Io actual (nuevo en funcién de la novedad misma). Representa la forma de la nbito de la comunicaciGn y se intensifica vivencia en el ena "sensacio Si la informacién apunta a “eransmicir el puro en-si de lo sucedido”, la narracién se sumerge “en la vida del Junto con Kar Kraus, Benjamin eine ftichismo del prensa. EL mealio mismo es el miensjs los “verdaderos acontecimientos" son las “noticias sobre los acontecimientos’ "Lina vez mis el is frumenco os sobrepasa si como en la producein en cadena el productor se convierte en el apéndice de la maquina. "El diatio es tin instumento del podes”(I/1, 344) [KK, 168], la esperanza de Benjamin estabe puesta en su cambio de funcin en incerés de los desposeidos’ (o£ Die Zinang, I/2, 628s} EXPERIENCIA que relata para participarla como experiencia a los que yen” (1/2, 611) [ATB, 127]. La fuente de Ia narracién cs la “experiencia que pasa de boca en boca” (II/1, 440) E tal, etd comprometida en fundar “la cadena de una era- dicin” (11/2, 453) [EN, 202], mientras que el en-si de la informacién, inmediato y desligado de la praxis, “no per (1/2, 611) [ATB, 127), Lo impide novedad. “La informacién cobra su 190}; una praxis lingisica del recuerdo y, como tenece ala ‘tradicié: su eriterio decisivo, recompensa exclusivamente en el instante en que ¢s nue ya", mientras que la narracién “es capaz de desarrollarse Iuego de mucho tiempo” (I1/2, 445, 446) [EN, 195]. Es precisamente lo inactual de la narracién Io que hace po- sible su actualizacién, Esta abre una suerte de cavidad en el cual las experiencias de los receprores pueden configu- rarse [sich einbilden] cada-ver de una manera nueva y as ampliarse. Tanto més cuanto menos explica, Pues una historia se vuelve notable™ por el hecho de que deja lugar al receptor y de que este puede reencontratse imaginativa mente [einbildend] en ella y viceversa. Por el contrario, la informacién, conforme a su estructura, permanece ajena ala experiencia del receptor, cuanto més se le impone en la forma de explicaciones respecto de la cosa. “Cada ma- fiana se nos informa sobre las novedades de toda la tierra. Y sin embargo somos nocablemente pobres en historias cextraordinarias. Ello proviene de que ya no se nos distri- buye ninguna novedad sin acompafarla de explicaciones” (11/2, 445s.) [EN, 194), SL autorusael teminoalemin merk-warigy, al escindir los mor femasquelo componen, reals el significado de cala pace: merken = "nota: windig = “digno’, es deci, “digno de ser norado”(n. de lared,) THOMAS WEBER El efecto de a informacién es, por ende, volver pasivo cle la narracién, acti narracién consiste en la capacidad que tiene st content do de ser actualizado. El aconeecer (lo acontecido) que «sta narta apunta por tanto a [a acci6n. La actualidad de Ia informacién, en cambio, consiste en el mero qué de la novedad. Su efecto estructural es volver pasivo, ya que este qué exige que tinicamente se tome conocimiento de i. Por lo tanto, la coaecién a a actualidad de la informa ci6n seria justamente lo que se sustrac ala actualizacién de su contenido en la forma de la transposicién en expe riencia, Un segundo factor es la “saturacién” puntual de la informacin. Esta ya ha sido impuesta y clausurada con explicaciones (Benjamin piensa con esto en explicaciones “psicol6gicas”). La “mitad del arte de narrar”,en cambio, consiste en “mantenerla ajena a toda explicacién” (11/2, 44dss) [EN, 194]. Esto la abre a la actividad constrac- tivo-imaginativa del receptor. “Las cosas son expuestas pata que las incerprete a su gusto, tal como las entienda’, condicién para ello es inscribir las historias en la memo: ria y asimilarlas a “sus propias experiencias” (II/2, 445, 446) [EN, 194, 196]. Por lo canto, una comunicacidn se convierte en experiencia también por el hecho de que, al adoprar un contenido empirico, es posible, a su vez, reali zar una experiencia, una experiencia de si. En la informacién, en cambio, la relacién con el mun: do y a relacién con uno mismo no estan mediadas. “Con lo sensacional se iguala aras de suelo todo lo que aiin ten “La "desconexidn de las noticias entre si” bien puede desfar los receptores a extablecerconexiones pero esto radica fuera de su de tertinacién formal en tan iformacién. Fl receptor empezaria a ‘onsteui una historia ga visos de sabidurfa, de eradicién oral de ser el lado épico de la verdad” (V/2, 966) [LP, 803]. El aspecco épico de Ja verdad es una forma de objetividad no cosificadora. La nartacién es com-partida.” En ella, la forma prictica del aconsejar, del consejo, esté abolida; ast como, a a inversa, para este la capacidad de narrar es constitutiva, "El conse- jo no es tanto respuesta a un interrogante, como una pro- puesta ligada a la secuencia de una historia que se va desa- rrollando, Para poder obtenerlo, es necesatio previamente poder contarla”(II/2, 442) [EN, 192]. El consejo es rec: proco, provee un medium en el cual las expericncias lle ‘gan a expresarse y, de este modo, toman forma definitiva Pues un hombre solo se abre a un consejo como propuesta en la medida en que “permite expresar su situacidn” con palabras. El narrador “sabe conseja” para “muchos casos”, justamente porque logra (al contrario que el novelist, se ‘gregado cn su “soledad”) “rferirse, como a un ejempl los hechos mas importantes que lo afeccan” (1 [EN, 193]. Este asocia la “astucia” con el conocimiento de has circunstancias vicales inmediatas de sus destinatarios. La vida a la que recurre incorpora “no solo las propias ex petiencias, sino buena parte de experiencias ajenas” (IL 464) [EN, 211]. Por consiguiente, lo propio de la narra cidn es (a su vez por oposicién a la novela) una “orien: tacién hacia intereses pricticos, con el énfasis tanto en Ja praxis (la “vida vivida’) como también en el interés (la “aspiracién”), Solo por eso la narracién puede comunicar y constituir experiencia (I1/2, 441, 442, 443) [EN, 192] La experiencia exe asociada ala capacidad de comunicacén y de “estaralacscucha" (incosporar algo as experiencia") THOMAS WEBER Pero Benjamin lee el hecho de que, entretanto, el “sa ber consejo” suene pasado de moda como un sintoma de que “la comunicabilidad de la experiencia” est retrayén dose: “En consecuencia, no sabemos ni tomar ni dar con- 42) (EN, 192). Asi la informacién produce ractural.® Su carieter de vivencia la sejos” (IL/2, tun desconcierco™ es muestra como la forma complementaria y adecuada de comunicacién para la muleieud de individuos aislados de Ia gran ciudad, individuos que se presentan preponderan- temente como consumidores 0 como puiblico, i el “narrat” es la forma de comunicacién de | periencias realizadas, el “asombrarse” es el punto de pa la experiencia tiene que ver con la sucesién (Folgé] ~dice tida prictico-cognitivo de la experiencia por realiz Benjamin y, en tanto concepto temporal, ala sucesién le corresponde una dimensién tanto retrospectiva como prospectiva. El asombrarse representa a esta tltima como tuna condicién del pensar rica en consecuencias (folgen- reich], en la medida en que en él ya existe “el interés orig nal” (11/2, 5 clteatro épico de Brecht. Porel conerario, la informacién, 2), como escribe Benjamin, en relacién con cen su determinacién formal por parte dela prensa capita- lista, produce desinterés, en tanto organiza la distraccién, don. * Juego de palabras: “desconcierea" es en cde Rar significa “consso" y el subi indica la sight, ia a fala (1 delatrad. in pi blica que general mismo tempo, en la meleplicacién de ls in La reproduccisn cultural dal “dominio dela bu ener otras cosas, en fa eonstitucion de una forma de formaciones y lo conocimientos, una pérdida extrucwral de la storia de la cultura como expropiacién de experiencias histéricas Si la fancasmagoria de la mercancia es ideologfa coti- diana materialmente presente, para la sociedad mercan- til se incrementa ahora también una ideologfa elaborada discursivamente en la figura de la “historia de la cultura Benjamin considera el concepto de cultura correspon- dente a esta como “el mas alto desarrollo de la fantasmna- goria” (V/2, 1250) [LP, 1021], en la me bign en este concepto la soci que tam: hecho de que precisamente produce mercancias” (V/2, 822) [LP, 681]. La historia de la culeura se basa en un “punto de ‘abserae d vista”, “en el que los fenémenos histéricos ingresan come fendmenos totalmente cosificados", ya que esta “hace el inventario [..] de las ereaciones de la humanidad punto por punto” (V/2, 1255) [LP, 50]. La inventarizacién es una forma dela transmisién que “impermeabiliza” el con- tenido de lo transmitido respecto de la experiencia de los hombres. Asicomo a través de la forma mercancia lascon- diciones sociales y técnicas de la produccién se sustraen| progresivamente al mundo perceptivo y, de este modo, al mundo de la experiencia de los hombres, asia través de la historia de la cultura los fendmenos hist6ricos [historisch] se-vuelven “inaceesibles esta se pierde la conciencia dle que los bienes eulturales “no solamente deben su exis ‘encia, sino incluso su transmisi6n, aun esfuerzo constan- te de la sociedad, un esfuerzo por el que estas riquezas se encuentran por aftadidura extrafamente alteradas” (V/2, 125 te organiza, en la forma de la apropiacién de la historia [LP, 50]. Una historiografia [Historie] semejan 518 THOMAS WEBER, (Geschichte Ia experiencia en escala historica ~"apara qué valen fos bi nes de la educacién si no nos une a ellos la experiencia (11/1, 215) [EP, 168]~ y erabaja en la imagen fantasmage- rica de s{ misma de una sociedad que cierra los ojos ante expropiacién. Condiciona una pérdida de las consecuencias destruetivas de las fuerzas productivas que ella misma ha puesto en obra. En esta funcién, la fan la ideologia del progreso: ariencia historica” (V/2, tasmagoria se corresponde con ambas son las “figuras de la a LP, 1022] que Benjamin se propone destruir en el concepto de la imagen dialéctica Pues en su contra cara la “humanidad hace el papel del condenado” que, a lo sumo, puede esperar la redencin “como [..] una nueva ‘moda {es capaz] de renovar la sociedad” (V/2, 1256) (LP, 50s]. 8, Experiencia como trabajo de deconstruccion Puesto que la apropiacién de experiencias hist6ricas por parte de la historia de la culeura significa su expro piacidn, la (re)cuperacién como fuerza productiva de l historia individual y social requiere su “exapropiaci6 (Derrida):® En este aspecto, la experiencia es en sentido Cf Thomas Weber: “Dialekisches Bild [lmigen dialfctca” In Hisoriz-britsches Worterbuch des Mareionus (HKWM), vl. 2, Hamburgo/ Berlin, 1995, 704-714 Ta “Inmanided” asl resume Benjamin el dliimo escrito de Blangui~serd“presade una anguscia miticaentantola fancasmago- sda ocupe un sito en ella" (V/2, 1258) [LP, 50s SCE entee otros Jacques Detsida: Expecras de Mare (Madrid Trott, 1998) EXPERIENCIA estricto actividad de-construetiva, para cuyo carter am I cardcter des- bivalence figuran en Benjamin el sabio® y zructive; ambos, producen, en la destruccidn de las Fantas ‘magorias del fetichismo de la mereancfa y del contexto de transmisidn correspondiente a este (“historia de a cult ra’), a forma ~que niega la experiencia de la “vivencia” y de la “empatia”, Lo conseructivo de esta destruceién se deriva de la solidaridad con “la tradici6n de los oprim dos? (1/2, 697) En la medida en que sabe consejo, el narrador es una especie de sabio. “El consejo entretejido en la tela de la vida vivida, es sabiducia” (II/2, 442) [EN, 192]. El sabio representa un tipo de intelectual en funcionamiento, que segin su jerarquia~ hace que se expresen en forma ejem- plat las propias experiencias, las de un grupo, una clase, tuna época, en Ja medida en que las elabora. Su tarea con- siste, como la del artesano, en “claborar, de una manera sélida, itil y Unica, la materia prima de la experiencia (11/2, 464) (EN, 211} Con respecto a la obrencién [Gewinnung] de “expe ricncia histérica aucéntica”, esto significa “poner en ac cin esa experiencia con la historia que es originatia para cualquier presente” (II/2, 468) [EF, 92], de modo que Benjamin toma de Breche este personae (cf, las Historias de Keunery Met) y desarclls su sgniiccin flosia (cf 11/2, 523s, y $26) (TE, 20) “Un ejemplo d ‘tabajo de deconstruccin lo ofece Is obr Ello de Lindbergh en la cual Breche se esfuerza por desaricula l “especto de la vivenca” para exteaerlea esta ls colores de ‘experiencia Dela experiencia que dea se ezeada solo a pari. trabajo de Lindbergh y no de laexcitacin del publio y que debia ser condacida “los Lindbergh

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