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i 5 f ' ormio 12 Bancos de Materiales XML INTRODUCCION Uno de los costos mis importantes en Ia cons. ruccién y mantenimiento de vias terrestres corres rande a los ‘materiales —toca,_gtava, aren Y a Suelos, por Io que su localizacién y selecein se con- vierte'en uno de los problemas bdsicos del ingeniero civil, en conexién estrecha con el gedlogo. La expe- riencia diaria ensefia que, si se da a estas careas 1a debida importancia, podran localizarse depésitos de mattiales‘apropiados-ceea del Taga Geo waTTae? asi aban ioe or de ROE endo los costos de Wantporteién, que sue- Jen ser de Tos que in Tos totalesr otras veces se lograré obtener maseriales utilizables en zonas que antes dependian de otras mas alejadas en este aspecto. Por estas razones, no es de extrafiar que la biisquerla cientifica y la explotacién racional de los materialcz ‘ocupe mds y més la atencién de los grupos técnicos interesados. ‘De esta manera va habiendo en todas las institu: ciones dedicadas al proyecto y la construccién de vias terrestres en cada pais, una informacién cada da mds completa sobre las disponibilidades de materiales en cada zona cruzada por una via terrestre. Desdicha- damente, también es frecuente que esta informacién se pierda una ver realizada una obra, de manera que los ingenieros que hayan de construir otra vuelvan a ‘enfrentarse al problema original de buscar materiales apropiados donde otros ya los habfan encontrado. Parece una labor realmente urgente ¢ importante centralizar_de alguna manera_t cién GUE a dia va surgiendo sobre materiales utiliza- bres Tocaltzacton,_vollimencs_aprovechabies, utiliza io WaMTETTOS_CUCEETa! Tat Ver bien FeaTTAaT ia Tarea a Tilvel nacional, todas las instituciones constructoras del pais podran obtener considerables ahorros en la bisqueda de materiales y, 2 la vez, disponer para una utilizacién determinada, de toda la experiencia de quienes antes hayan u.ado el mismo bbanco, para los mismog o similares fines, Una tarea como la que se recomienda nunca estard terminada, 1 pero ya desde niveles muy iniciales de su ejecucién podrd rendir provechosos frutos. ‘Durante muchos aes ln deteccién de bancos de ee oe ee nes desde Ia simple obsehaban sob oT terreno, hase rd emples de pasar a tele able, posteadora, barren foradoras. En épocas mis recientes, los estudlios geofisicos, de gran potencialidad tn esas cueitones, Kan venido a sumarse a la ténica disponible, ahorrando mucho tiempo y esfuerzo hu- manos y mucha exploracién, El énfasis de este Capitulo se pondr especial mente en los bencos de materiales, en la inteligencia de que mucho de lo ‘que de ellos se diga seré apli- cable a los préstamos laterc‘es y aun a los materiales que se obtengan pot compensacién longitudinal o transversal. Seré necesario establecer ciertas distin- cciones entre los bancos de roca y los de suelo. La transicién entre los dos materizies genéricos es, en este caso, todavia mas dificil de establecer con ‘pre- cision que en otros; Ia roca pucde pretentarse con muy diversos grados de alteracioa 0 el material que se encuentre puede ser mixto, en el sentido de conte Explotaci‘n con préstamo lateral. Nétese la exposicién dde la carretera a In accign del agua y el peligro para el trinalto, 292 Bancos de materiales ner tanto formaciones rocosas como aurénticos suelos. Un punto fundamental en la determinacién de bbancos de materiales es la valuacién de las rocas 0 wuclos_contenides. la que sucle ser muy diffell de stablecer en forma cuantitativa. En lo que se refiere 4 las rocas, dos puntos principales deben merecer atencién (Ref. 1). El primero se refiere a los cambios igicos que Ja roca_puede sufrir_por fragmentacién furance Ta extracci dara eT segundo a la glteracidn ffcoqutmica Pueda tener lugar durante la vida til de la obra” inismas factores han de ser considerados euan- do se trate de suelos, pero revisten mayor importancia en Ias rocas, pues los suelos seguramente han sufrido ya sus transformaciones fsico-quimicas importantes durante su proceso anterior de detcomposicion, que les dio existencia a partir de la roca madre; las Toes, sobre todo las sanas trituradas o rovas, no han estado antes sujetas a procesos intensos de meteorizacién y éstos pudieran tener consecuencias muy notables. La tabla XII-1 (Ref. 1) puede servir para pro- porcionar una valuacin preliminar de las diferentes clases de rocas, en cuanto a sus caracteristicas como materiales de construccién; un buen diagnéstico de- finitivo, sin embargo, depende de tantos factores es peciticos que no es posible aspirar a emitirlo en nin. TABLA X1 Caracteristicas de algunas rocas como materiales de construccién (Ref. 1) ‘Método de Excavacién ‘Suscepibilidad Roce requeride Fragmentacion 4 la meteorizacién Granite Explosivor ‘Fragmentor irrequlares, que de Probablemenie resincnie, Diorita penden del uso de lor explo. Daal Explosives Fragmentos irregulares, que de- Probablemente reaitente. Penden de las juntas y grictas Toba Bauipo © explosives Fragmentot irregulares, muchas Algunas variedades 4e deierio. vee con fines en exces, ran ripidamente, ‘Avenisca Equipo © explosives En Iajas, ependiendo de a Segun la natualem del oe eratiGeacién, mentante, Conglomersdo ‘Equipo © explosivor Excno de finos, dependiendo Algunos se alicran para format el cementante. 2 Gar limonse Limonita Equipe Dende peauetios bloques a jas. Muchas se desiegran ph Lute damente para formar atcills, debe considerarsela sospecho- a nyenos que las prucbat alia Explosivor Fragmentos irregulaves; muchas Las vets, pliatvosas se deteio: Nasiva veces, laja, ran, peio las ouas som resis: Coquina Equipo Fragmenios porosos, uvalimen. Algunas formas porowst te ale Gea, te-eon excese de fines ‘an por humedecimiento: otras 4 cementan com procsot al temador de humedecimiento y eecado, Cuareita “Explorivor Fragmentot regulates, muy an- Probablemente reatemte loos, é Paras Explosivon Fragmentos irregulares o lajea- Algunas se deierioran con pro Exquistos doe, seg la foiacion, cexios de humedecimlento 7 se- endo. Gneis Explosivar Fragmentos irregulares, muchas Probablemente reslsemte veces alargador Desechos industries Equipo Depende del material, pero en La mayorla de las variedadey y de sainas ‘mayorta de los casos es ise: (excepio ins (gneas de tina) de ben considerarie. deteriorables, en tanto. las prubas no indi: ular j | i gin caso particular sélo con base en Ia informacién contenida en la tabla. Cada caso requiere la realizacién de pruebas de campo y de laboratorio sobre las rocas que forman el banco en estudio. La mejor prueba de campo es, quird, la duplicacién de un proceso de excavacién andlogo al que después se usaré en forma masiva, para ver objetivamente qué material se obtiene; ésta terd, necesariamente, una prueba a escala suficiente- como para ser realista idad de deterioro de Ia roca con el tiempo es mucho mds dificil de establecer. Quist la mejor orientacién pueda tenerse observando lugares fen que Ia roca haya estado expuesta durante mucho tiempo. La valuaci6n preliminar de los suelos se hace so- bre todo con base en experiencia precedente; la cla- sificacién en el Sistema Unifieado ayuda en todos los casos, pues este sistema leva aparejado al encasilla- miento en un grupo determinado, todo un conjunto de indices de comportamiento. La valuacién en de- talle de los suelos constitutivos de un banco ha de hhacerse con base en pruebas de laboratorio. XII-2 LOCALIZACION DE BANCOS Pocos aspectos prdcticos son tan importantes en la realizaciOn de una via terrestre y, a la vex, resul- tan més elusivos para un tratamiento general, el que se refiere al desarrollo de crit ios de materiales. El tema de tal importancia que no puede considerarse com- pleto un proyecto o digno de autorizacién para su ejecucién, si no contiene una lista completa y Guaa- liada de los bancos de materiales de los que han de salir los suelos y rocas que forman la obta. En este ‘aso, la expresién “bancos de materiales” ha de ser tomada en su sentido més general y puede referirse a los cortes de donde se construird un terraplén o un balcén en un método de compensacién longitu: dinal o transversal, a ios materiales del terreno na- tural de donde se extraerd un préstamo lateral oa tun banco propiamente dicho, Localizar un banco es més que descubrir un lu: gar en donde exista un volumen alcanzable y explo. table de suelos o rocas que pueda emplearse en la construccién de una determinada parte de una vis terrestre, satistaciendo las especificaciones de calidad de la institucién constructora y los requerimientos de volumen del caso. El problema tiene otfas muchas implicaciones. Ha de garantizarse que los bancos ele. gidos son los mejores entre todos los disponibles en varios aspectos que se interrelacionan, En primer lu- gar, en lo que se refiere a Ia calidad de los materiales cextraibles, juzgada en relacién estrecha con el uso a que se dedicarin. En segundo lugar, tienen que ser ie mis fclinenceactesiles yor que ee teden Introduccién 298 pos.couinica, Ba tercer lugar, sfenen que ser los que Produrcan lag mlnimas diane de-acatee-de los Taateraley a la Obra Fenglon EAE cape repereion en Tob tobe cs de lay neds importaracs, Ex case Iga enon ayer ner tor aus nega © i pence dimientos contructivos weds sencllog y econden USNR. Now min tcaalemon, St peice at, pero no el menos importante, los bantos deben Grr locallzados de tal manera que’ su exploweion no conduzca a problemas legales de diffcil o lenta LI ae eee regidn, prodconde Injustices wctalen 1 eres aquc en susie cary pears eos He to aga ston asfncinnar srocicr re eousegeatton > fh Ba ‘it fale sel doors etn portieeaas ie G4. ier de Paneer qua roots dts mip Imanera lat contadiciones que resulten en ead ca, Por debajo de este primer esta de condiciones basicas que han de condliarve existe un segundo, muy tupido, formado por las interrelacioncs entre Tos ee mentor del primero. Por ejemplo, de entre dor ma. terials posibles para un cierto uo podrl haber una diferenca en Ia calided teeniea cuando estan en cr tado natural, pero esa diferencia podrd anulate ¢ Sim inveriee'si el poor material reabe un trite: miento adecuado, se estabiliza de alguna manera 0 tal vez el proyecto se tiodifon de'manemt que en Material que no cra criginsimente apropiado, ahora resulta utlisable. De hecho, eva mtrredacion entre tos materiales de construccion el proyecto de Ia obra 2 RI AH le que moose ol. prog dle una via terrette carece de sentido tno Te en. foca como. un conjunto gus comprenda for bans de raterates disponibles la welleacion que de clos pretenda hacerse. Evidentemente toto el complicdo balance que ams anion ge fs esa Pomncara ak ate ee de localizacion simple, al final ela coal el ingente: to debe disponer de un mapa deude aparezcan todos tor porbles aprovechomiccims Ge maleal que pur, dan‘interesar atu obra, habidndore.probablemente excluido otros muchos, por algin’ © figuaos incom. wenientes obvios, Ente todo este conjunto de bancos que se vean factibles, deber4 el ingeniero desarrollar tos Tinea Sip ope an eseai Wana tb proyecto. es ee Wie: 0 gee mnmatainnag sores He ae ie ae tee er sre terpretacién,o por métodes de prospectign gents En el Capitulo Ill de. eta-ubte se tatsron to meramente tanto la fotointerprensidn como lot mb: todos geotisicos de exploraclén, por lo que no # considera necesario detallarlos més"en este momento Seri preciso insist. sin embargo, en que la fotein. terpretaeiSn ofrece un método se rval bara explorar grandes dreas a bajo costo, en forma que Clemente 294 — Bancos de materiales puede equivaler en precisin 2 un reconocimiento terrestre, especialmente si la institueién que busca los ‘bancos utiliza gedlogos bien entrenados en la aplica- cién del método; de hecho éste ¢s, sin duda, uno de Jo aspectos en que la Geologia Aplicada puede con- twibuir mds eficazmente a la tecnologia de las vias terrestres. Bien sea que se utilice como Gnico método de deteccién o como complemento de un estudio de foto- interpretacin, el reconocimiento terrestre del futuro banco ¢s indispensable, En é1 deberd definirse no s6lo la posibilidad de la explotacién, sino también el grado de dificultad de Ia misma, Jos problemas que Pudieran acarrear aguas superficiales 0 subterraneas, fos volimenes disponibles, las facilidades legales, etce tera, El ingeniero que realice esta labor previa ha de Fecurrir siempre a la experiencia local, que podré enseffarle muchas cosas stiles, de las que facilmente pueden pasar inadvertidas Cominmente es necesario localizar bancos para material de terracerias, para capa subratante, para sub-base y base de pavimento y para catpeta, en el cato de carreteras. En ferrocarriles, habrin de locali- zane bancos para terraceria, capa subrasante, sub- balasto y balasto. En aeropistas las necesidades se enlistan igual que para carreteras, En afiadidura, podrdn requerirse bancos para la obtencién de los materiales necesarios para la elaboracién de concre- tos, de piedra para mamposterfa u otros especiales. Yutelga decir que, muchas veces, un mismo banco puede proporcionar material para varios de esos sos, sometiendo suyproducto a diferentes tratamientos. Los bancos.para terracerfas en general abundan y son faciles\de localizar, pues pata ese fin sirven ‘asi todos los materiales que sean econémicamente explotables; las excepciones se analizaron en partes anteriores de este libro (suelos, MH, CH y OH, con limite liquide m-yor que 100% y suelos P,), Sin embargo pueden, presentarse algunos problemas, pre- cisamente por apscecer esos materiales merecedores de rechazo por su mala calidad, en Hanuras lacustres, zonas de inundacién, depésitos de delta, grandes pla nicies aluviales y costeras y otras zonas, en donde abunden los depésitos muy finos. En todos estos casos, no es raro tener que buscar los aprovisionamientos de materiales fuera de esas zonas, si no son demasiado cextensas, bancos de terracerias conviene fijarlos no de- masiado espacicdos, para no dar lugar a. distanciat ‘We aca xcesivas; la separacion Optima ext ca is mayoria de los casos de la prictica, alld donde. se alcance e1 equilibrio de co.:a8 entre el acarreo, por un lado y el costo del despalme y preparacién del banco por el otro. Las distancias que resultan no suelen exceder los 5 km entre baiico aun ue pour haber tro SpE ae ‘las Sean mucho mayores, sobre todo en zonas agrico- Jas, en que los cosios de afectacién son muy altos. En lo que se refiere a la capa subrasante, ya se Un bance tipieo de playén de rio. mencionaron en el Capitulo IX los materiales que pueden utilizarse y los que deben rechazarse, de acuer- do con la prictica mexicana, que puede citarse como una norma de critetio. Un requisite que condiciona adicionalmemte los bancos de materiales elegidos es ahora el de lograr homogeneidad en longitudes sig- nificativas, para evitar que las estructuras y espesores de las capas de pavimen:, suprayacentes varien con demasiada frecuencia. Jt distancing comones ere _ ‘bancos pueden extendéfsé Gi Ge cal r 5 sey base de pavimento, ademés del requisito anterior, suelen estar condicio. nados en forma importante por los tratamientos me- eAnicos que llegan a requerir para satisfacer las nor- mas de calidad, mismos que, en afiadidura, necesitan de la instalacién de equipos especiales y plantas com- plejas, que no conviene mover mucho. Por todo ello, suelen estar mucho mds espaciados, al grado que tancias del orden de 50 km no son diflciles de ver. Los bancos para subrasante suclen encontrarse fen los oteros bajos y extendidos, en formaciones de Toca mity alterada, en Ias zonas limoarenosas de 1os depésitos de ros, en zonas de depésito volednico de naturaleza pirocldstica, como conos cineriticos 0 to- baceos, en horizontes arenosos de formaciones estrati- ficadas extensas, etcétera. Los materiales para sub-base, y base suelen encon- | Exploracién y muestreo de bancos 295 para la implantacién de un banco de las ca- Tacteristicas del que se busca y si, por consi- guiente, conviene continuar Ja investigacién sobre ela 3. La exploracién definitiva, en la que por me- fio de son Pruebas de laboratorio han de definirse detalladamente las caracteristicas ingenieriles de los suelos y las rocas encon- tradas, Las armas de la exploracién para local valuacién de. bancos son, la fowiaterpretaién, los fara ver se requiere explorar_a profundidades gran- des, mayores de 10-m, fos mélodes de sondeo fre trarse en playones y mérgenss de riot, en frentes y _minar y definiuve-pasien no ter diferentes Tress Exploracién de un henco con métodor geofiaicos. cantiles rocosos, cetros relativamente elevados y de a cielo abierto, la posteadora y los barrenos helicoi- pendiente abrupta, etcétera. dales (Refs. 2 y 3) son los métodos mas empleados en ‘Los materiales para concretos asfdlticos o hidréu- _suelos. La diferencia entre el estudio preliminar y el licos se obtienen casi siempre por trituracién, a partir definitive suele radicar mas bien en el numero de de formaciones rocosas sanas. Las mamposterias se sondeos, que en la investigacién definitiva deben obtienen de formaciones rocotas fracturadas 0 de re corroborar la informacién preliminar, deliniendo cla. coleccién superficial, ramente las distintas formaciones existentes y cubicar con Ia aproximacién requerida el volumen de mate- Fial que vaya a ser necesario, No debe excluirse, al XIL3. EXPLORACION Y MUESTREO realizar exploracién definitiva en suelos, el empleo DE BANCOS de métodos de exploracién més refinados o capaces de ira mayores profundidades, que pudieran requerirse : 1La exploracién de una zona dn la que se pretenda en aigunas ocasiones; se uilisirén’entonces miqomes | establecer un banco de materiales debe tener las si _perforadoras, con técnicas de sondeo del tipo de las 1 guientes metas: descritas en las mencionadas Referencias 2 y 3. En 1c08 de roca, Io normal es atenerse en mucho a los 1. Determinacion de Ia naturaleza del wa eS del ‘reconocimient™ preliminar, extrayen. incluyendo toda Ia informacién que“dea dable do de él normas de juicio encuanto a la extension obtener sobre su geologia, historia de expl- del banco y al volumen de material disponible;. la taciones previas, relaciones con escurrimientos "_raz6n es que la exploracién en roca requicre del uso de agua superficial, etedtera. de métodos rotatotios, con miquinas de perforacién, 2. Profundidad, espesor, extensién y composicién todo lo cual resulta costoso y no'sucle ronsiderarse de los estratos de suelo 0 roca que se preten- _necesario mds que en catos imporcantes en que exis. dan explotar. tan incertidumbres de consideracien. 3. Situacién del agua subterrinea, incluyendo po- Ya se ha descrito en el Capitulo IIT de esta obra sicién y variaciones del nivel fredtieo. la utilidad que es posible extraer en los estudios de 4. Obtencién de toda la informacién posible so _suelos de las t¢cnicas de fotointerpretacién y de la : bre las propiedades de los suelos y las rocas, on geatiiea Cate Stat ee los usos que de ellos se hayan hecho, etc. tudio de foro acién puede cubrir con rapide Ja etapa de reconocimiento preliminar, sin que, como La investigacién completa est formada por tres se dijo, este método tenga rival en la deteccin de Sapa posibles bancos. Los métodos geafisicos, por st parte, son econémicos ¥ rapitos para cubicar los bancos en 1, Reconocimiento preliminar, que debe incluir estudio y para distinguir las diferentes formaciones IWOpIFION Ge Un geblogo. Fh esta etapa debe que es comin encontrar en ellos. De entre ellos, el considerarse esencial el contar con el estudio _geosismico es el més usual, con mucho. geoldgico de la zona, por sencilio que sea. Los bancos de suelo han de muestrearse para co- 2 La exploracién preliminar, en lz que por me. _nocer en el laboratorio las caracteristicas que i og a para definir o autorizar su uso. No existe nin- pueda obienerse informacién sobre el espesor gana regla para fijar el miimero de sondeos que e Y composicién del subsuelo, la profundidad —necesario hacer en un caso dado. Algunas institucio- del agua fredtica y demés datos que permitan, nes fijan vn determinado numero de sondeos por en principio, definir si Ia zona es prometedora cada niimero de metros cubicos de material por ‘© 296 Bancos de materiales plotar, 1o cual no toma en cuenta ni la homogeneidad © heterogeneidad de la formacion, ni ningent’ otra de las caracerstcas geoldgias particulars, por To que el anterior no parece ser un buen erterio pars detinir In exploracidn; seed preteible eerie en ada caso 1 las caracterfsticas especies dal banco en ex tudio, teniendo muy en cuenta las condiciones geal: fleas locales, los trent que han de atacari,eiccre, Naturalmente, la muestra que se extrtiga depen: derd de Ia uiiacion” que’ pretenda hacere del tle En bancos para terracetias com Teller ants granulométicos, limites de plasticidad, pruebas de Compactacion, céleulo del doeticente de waracion volumétrica, todo lo cual suele requerir muestras en- tre 50-7 100 ke eamo minima. Se iva vencllaments to dalle Secs cea ar tees sie p aeogean ‘En materiales para pavimento, leads de las pruc bas anteriores, los bandos de suelon deberin sujeane fen general a pruchas de Valor Relativo de’ Soporte 0 similares, de acuerdo. con el método de dis qo fe pretenda utiliza. Se excluye, natursimente, toda 1s fama de prucbas que en relacion con lor anfaltoe ha de hacerse una earpeta, por conilderatine fuer de los aleances de ena ors, En general, las pruebas que requieren Jos suelos aque van a tsaise en pavimertos, aunque 4a ly aie thas que lat de las teracerias,suclen Hacer con mete aeuclosidad y en mayor numero; por cheapie wes granulometria en material pars etaceinn® washes veces no va ms alld de la sejaracign de les porcones de grav, areniy finoe, en tanto que los mattewl de pavimenio Tequieren la curva complet, De It mises manera lo andlisis de compactaciOn y Valor Relnive fe Soporte probablemente han de hacerse om mayor imensidad en la subratamue y demis capac de nove mento que en otras parte mis bajar dal onal "AI eatar con bins de suelo Que vayan afuere en pavimentacién es tambien freeuente’ que’ se ae tinga un conjunto de pruebas dentro de una tare de estudio preliminar, de otras prucbas que se hagen osteriormente con carkcter detinitve. Pate crite Permitrd selecconar las zonas mds prometetons ses tro de un banco dado o establecer vaconsimente ternativas de uso entre varios bance tec a tabla XILZ presenta de un modo general et tipo de pruebas que've hace alos dstntos Ssacriale provenigntes de los bancos, sepin el uso que de aller Preteada rellzane, En general igt_pruchas estdn_divididat en wes eee te clasicacon, Ia que tones oe oe Stabecer l-elidad ae" los ‘atersien Tee wee fouas cosas, pemmitinan establecer af te cuteelee ne normas minimas que esablesca la incisor none tructora y, finalmente, las pruchas de disehe oreo mente dicho. Sobre todo ef Sif UINAIO TIDE tee de haber, como ya se coments en low cariealos eee pectvos, criterio diferentes encte. lon divers orga hismos que construyen; la tabla extd hecha presupo. TABLA XIL-2 Pruebas de Laboratorio que se efectian a los suelos que ve extracn de bancos, segiin su utilizacién I. Terreceras. 44) Clastiacion: Limites de plasticidad Granulomerria, 1) Calidad: Peso volumétrico miximo. ‘A veces, Valor Relativo de Soporte, TL. Cape Subresente 4@) Clasificaciéo: Limite de plastcidad, Granuiometria 1) Calidad: Peso volumetrico mtxima, Valor Relativo de Soporte pansion Equivalente de Arens ) Diseto: Determinacién de Valor Relativo de Soporte (Método det ‘Cuerpo de Ingenieros, U.S.A), © bien: Prucbas de Hvecm, 0 bien Pruebas Trlaxaler de Texas, UL, ase y Sub-beve, 4) Claiticacion: Limiter de Granulomettia, 2) Calidad: Peso volumetrico méximo, Valor Relativo de. Soporte. quivalente de Arena. Expansion, 6) Ditefo: Si te desea hacer un disco extructural por ‘pas, deberdn reallarse Ine pruchas indicagas para la capa subrassnte eid, WV. Gerpeta Asftice. 4) Clasificacién: Limites de plasticidad. Grinulometin. >) Calidad: Pruchas de desgaste y/o allerabilide. Equivalente de Arena. Exp ‘Aflnidad con el Asta Prucbas para delinir la forma fle tor agre- ) Disefo: Prucba de Marshall, o bien: Pruebas de Hveem, El contenido dptimo de Astalio puede deter ‘inane tambien por el Método ‘C.K. E- niendo un tanto que la prueba bisica para el discfio de pavimentos sea la de Valor Relative de Soporte. Otro punto en ef que suele haber bastante diferencia institucional es et que se refiere a la fijacidn de las pruebas para fijar las caracteristicas de expansividad de los suelos. En términos generales todas las priebas mencio nadas en la tabla XIL2 han sido ya tratadas en p&- ginas anteriores de esta obra, con excepcién de la importantisima prueba de Equivalente de Arena, que originalmente desarrollada por F. N. Hveem en el Departamento de Carreteras de California, ha alcan- zado hoy muy amplia y merecida difusin. Aunque esta prueba fue ya mencionada en el Capitulo IX, pa Fece oportuno comentarla ahora, pues sus maximas virtudes destacan precisamente cuando se emplea para determinar la calidad de los suelos o la de los pro i ductos de trituracién procedentes de bancos, Las Rels, 4, 5, 6, 7 y 8 contienen informacién de detalle sobre la prueba y en el Anexo XIl-a de este capitulo se incluye un breve instructivo sobre su realizacién. ‘Todos tos materiales térreos que se utilizan en Jas terracerias y los pavimentos contienen en mayor © menor grado particulas finas, de cuyo monto y ac tividad depende en gran parte, como es sabido, el comportamiento mecénico del conjunto. La prueba de lvalente ic Arena fue des: para _valuar en forma cuaiitativa la cantidad y la actividad de los finos que existen en Ia mezcla de particulas que coustituyen el suelo que se va a uti- lizar. La prueba consiste en introducir una cantidad prefijada de la fraccién del suelo que pasa la malla Ne 4 en una probeta esténdar, parcialmente llena con una solucién que, entre otros efectos, propicia la sedimentacién de los finos. Tras un periodo de vi- gorosa agitacién para homogeneizar la suspensiGn, Ta probeta se deja en reposo en su posicién natural du- Fante 20 min, al cabo de los cuales se ve el perfil de sedimentacién en el fondo, que bdsicamente debe conzstir de dos capas fécilmente distinguibles, una infrior que tendrd practicamente todas las particulas de arena y otra, superior, formada por Ia cantidad de arcilla que haya alcanzado a depositarse en el tiempo transcurrido, bajo el efecto floculante que produzca Ja solucién utilizada, el cual, obviamente, dependera de la concentracién con que se fabrique ésta. Ast, por ejemplo, si la arcilla contenida es una montmorilo- nita 0 una bentonita, de alta actividad coloidal, la solucién esténdar, actuando durante 20 min, alcan- zard a flocular y depositar una determinada cantidad, en tanto que, si la arcilla es una caolinita de ac- tividad coloidal mucho menor, seguramente en los 20 min podré Megarse a depositar toda la arcilla. De esta manera, el estudio de perfil de sedimen- tacién permite establecer un indice volumétrico de las respectivas proporciones de los materiales conte- nidos en el suelo original, que pueden en principio, clasificarse como arenas o como arcillas. Ademés, como se verd, el perfil de sedimenta Agitador manual utilieado en la prueba Je equivalente de wrens. H Exploracién y muestreo de bancos 297 Lectura del equivelente de arent. también una iden de caricter cuaitaive, pero segu Intent Divtepepdada. dix wcll gue go excuse & ia bacon ane selma opie Diaexalaie oawalonsrs “Gigs de flitting, pus seo que ail” ¢ products un ceo statins que had ‘a prise oe otha tente al ser repetida por operadores diferentes y unt Porcién de formaldehido, cuyo objeto es el de este: ‘lfc La gloeton yarn tessthest i posal de deeoralie de orgamiony yw adie’ eomehe? € tielo original, La bave de la tolucén es agus dest tada o razonablemente limpia, Muy expecialmente, Ia cantidad de cloruro de calcio determina. cl poder floculante de la solucién; con cantidades diferentes se tienen volimenes de avcilia depositadas muy di ferentes , por lo tanto, ambien Teuy distinion SHINY OF Sich, pain aio weommpom me lle determina con base en lon respectivos expaares de tena y arclla en el perfil de fedimentacron ns eh Gotenido' pA de medimentacion ee eee ined ext priests. pu Ae pais eae tl cual se apeya vobre la atclla, permitiendo que se hunda en lla, Jo que ocurre’précicamente hasta 298 Bancos de materiales que se alcanza la capa de arena; la altura a que queda este pitén se mide también y se considera Ja altura de fa frontera superior de la capa de arena. El pisén 3 necesario, pues, como es natural, durante la depo- sicién no se define nftidamente un plano de transi cin enue la arena y la arcilla, Se define como Equi- valente de Arena la relacién: Lectura en el nivel superior de la arena Tectara en el nivel superior de la arcilla (za) Un equivalente de arena cero se obtendria en una arcilla pura, en tanto que cuanto mayor sea el equi- valente de arena se tendra seguramente una mayor Proporcién de este iiltimo material en el conjunto. Hasta aqui, tal parece que la prueba de equiva Jente de arena lo inico que establece es una relacién volumétrica entre el contenido de arena y el conte- ido de arcilla en 1a muestra, Si asi fuera, no estaria dando mds informacién que un andlisis granulomé ico répido con cribado en las mallas Nos. 4 y 200, quizé mis sencillo de realizar. El valor de la prueba de equivalente de arena es que, por lo menos ctali- tativamente, va algo mds lejos que la simple infor. macién anterior, al dar una idea, como se dijo, de la actividad de la fraccién arcillosa EY primer punto a cuidar es la concentracién de Ja solucign floculante que se use, pues como se hizo notar, de su poder floculante depende que se deposite més 0 menos arcilla en el tiempo de prueba, lo que » aria variar a, equivalente de arena. Hiveem intuyd gue el cardcter de la fraccién fina se reflejaria de algim modo en la resistencia del suelo en conjunto y express esta resistencia por medio del pardmetro R, obtenido en el estabilémetro y mencionado en ei Capitulo 1X. La Fig. XIG1 (Ref. 4) muestra precisamente el ‘efecto anterior, o sea la influencia de la actividad de os finos en el valor R dado. por el estabilémetro. Notese que el efecto de un 5% de bentonita es similar al de un 21% de caolinita para la grava F.A, = 100 cstudiada y ese es precisamente el nivel elegido por Hiveem para fijar la concentracién de la solucién estindar, La solucién estindar a utilizar en las prue- bas de equivalente de arena es tal que proporcione €l mismo valor para este ultimo concepto en una grava que tenga 5% de bentonita y en Iu misma gra- va con 21% de caolinita Otra solucién daria diferentes valores de equiva- lente de arena en todas las pruebas realizadas y des de luego es dudoso que la concentracién cicgida por ‘Hyer posea ningun significado especial 0 sea la ‘més apropiada para establecer 2 mejor corvelacién posible entre el valor del equivalente de aren y la actividad de los finos contenidos en el suelo. Una ver fijada la concentracién de ta solucién y estandarizada la prueba, la actividad de los finos se efleja en el resultado ‘de 1a misma por lo menos de dos maneras. En primer lugar en la cantidad de arcilla que alcance a depositarse en lor 20 min, que seré diferente segin sea el contenido y actividad de la fraccién coloidal de la arcilla. En segundo lu- ut, la actividad de los finos se reflejard seguramente fen la estructuracién de la arcilla depositada en solucién estindar y a estructuras auds cerradas 0 i abiertas, aun para 1a misma cantidad de arcilla, co- responderdn diferentes valores de la “altura de la arcilla’ y, por lo tanto, diferentes valores del eq valente de arena, En general, en relacién a este ilti- ‘mo aspecto puede decirse que cuanto mis abierta sea Ja estructura, mayor actividad mostrardn los finos y se obtendré un equivalente de arena menor. No cabe duda de que los factores anteriores no estén suficientemente estudiados, como no lo estd la prueba en general, por lo que no es posible estable- cer cuantitativamente correlaciones entre el resultado 109, 90} POLVO DE CALIZA Equivolente de Areno oie Areilie Figura XU, Elecio de te avcitla en el valor R (Ret, 8) Voler*R" dodo por el Estabilgmetro, Fopoe uaz SSSR o-5 to Porcentaje de arcilla 0 polvo t00 99°60" '10 co 040 B20 wo Porcentaje de arena de Ottawa, por peso Figura XH1-2, Efecto de varios materiales finos en el equi: valente de arena (Ret. 6) 100, 20 60 POLVO NATURAL 7 | Equivalente de Arena o 2 6 6 8 0 12 4 Porcentaje que pasa la matia 200 Figura XIL3. Efecto del polvo en el equivalente de arena del agregado fino de mezcla en plants, pare carpets (Ret. 8). de la prueba de equivalente de arena y las propie- dades mecinicas fundamentales, tales como la resis tencia, la compresibilidad, la relacién esfuerzodefor- macién, Ia petmeabilidad, etcétera; ni tan siquiera posible decir, en el actual estado de conocimiento, si tales correlaciones existen en un sentido mis 0 menos aproximado. Lo que queda entonces es cali- brar la prueba con Ia experiencia personal de los ingenieros de campo y en este aspecto la prueba ha revelado y revela todos los dias extraordinarias po- tencialidades, muy especialmente como prueba para el control de la calidad de los materiales obtenidos de bancos, Las Figs. XIL2, XIL8, XIT4, XIES y XIL6, todas ellas extraidas de la Ref. 8, muestran diversas corre- : | LY DE CUARZO OLI0D A a snuese — of ‘| AREA'GE SUPERFICIE +3440 cag ‘-pouve oe cuanzo (Motto A TAWARG FO AREA'DE SUPERFICIE"G000 cars Porcantaje de Aras Figura XIL4, Polvo de cuarm y arena de Ottawa. Efecto del lameto de las particulas en el equivalente Je arena (Ref. 4). Materiales encontrados en los bancos 299 laciones experimentales de interés entre el valor del equivalente de arena y diferentes propiedades 0 con- diciones det suelo. Las Figs. XIF2 y XI deben in- terpretarse con cierto cuidado, en lo que se reliere al eje de abscisas, En la Fig. XIL2, por ejemplo, se mezcla a un cierto porcentaje de arena de Ottawa © bien los polvos de roca que se mencionan o bien las arcillas que se sefialan, para obtener las diferen- tes grificas que describen como varia el equivalente de arena al aumentar en Ia matriz de Ja arena los, porcentajes de polvo de roca o los porcentajes de arcilla; de a misma manera funciona la Fig. XII4. En el Anexo XiLa de este Capitulo se describe en detalle la prueba de laboratorio correspondiente. En lo que se refiere a las rocas, las principales pruebas que han de hacerse a los materiales producto de banco son las que definan su modo de fragmen- tacién_y su susceptibilidad a la meteorizacién, La tabla XII contiene una relacién de las pruebas in- dice que es m4s comin hacer a las rocas, atin cuando ‘en muchos casos de la prictica se omiten algunas de cllas o aun todas, utilizando el material simplemente con base en la observacién del banco y en la expe Fiencia precedente. TABLA XU-3 Pruebas indice més comunes para materiales Focotos, con vistas a definir su comportamiento ingenieril (Ref. 9) Densidad de slides Peso volumetico seco XIL4 MATERIALES ENCONTRADOS EN LOS BANCOS (Refs. 10 y 11) A. Alteracién de Ias roces ‘Los materiales que el ingeniero encuentra en los lugares de posible explotacién son suelos o rocas que han soportado en ese sitio numerosos cambios por evolucién © por revolucién, los que han dejado sus hhuellas, hasta formar los materiales que sea posible ‘encontrar en la actualidad. Probablemente toda la corteza terrestre procede, como se sabe, de algo que en origen fue un fitiido viscoso y que lentamente se endurecié hasta formar Focas igneas. Los procesos de meteorizacién, favore- cidos por agrietamientos y acciones tecténicas fueron formando, a partir de la matriz original, masas resi- duales, antecedentes de suelos residuales, producto “in situ” de la descomposicién, la solueién y la der 4 ! | $00 Bancos de materiales o Seo] ms ss 5 1 = t 10% oe i 25 20% 7 04060 to 700 Velor deta Resistencia, R Figura XU-S, Valor de la resistencia en relaci6n al equiva lente de arena en roca triturada con contenido varleble de arcilla (Ret. 8 integracién. Como ya se vio, muchos de estos pro- ductos pueden ser transportados por la gravedad, el viento, el agua o el hielo, para formar, en nuevas con- cin Ge Componenten 6 fa mezla é Gampongnies ae rca mea] ete y = a = 2 = poneniea wos base [ 8] > : e fair acura cro] | a P| 8 » 24 ve Equivelente oe Areno a) Volor de to Resistencia, R Figura XII-6, Eauivalente de arena en relacién al valor de 1b resistencia (Rel. 8). diciones de localizacién y ambiente los suelos trans portados. ‘Los suelos transportados y depositados en un nue vo lugar pueden continuar intemperizindose en ese Jugar 0 ser retransportados y redepositados en un nuevo ambiente. Otros se endurecen por consolida. cién y cementacién formando rocas sedimentarias, Muchos organismos marinos o que viven en las aguas conuribuyen fundamentalmente a la transformation en rocas de los sediméntos previos producidos por meteorizaciOn. Las rocas sedimentarias quedan suje- tas a Ja misma distorsién y fracturamiento que la tecténica produce en las rocas fgneas y, de la misma manera que a éstas, las afectan los cambios ambien tales, que las meteorizan para producir nuevos suelos Fesiduales, en los que recomienzan los procesos de rosin, transporte y creaciOn de nuevos depésitos. ‘Ademas de estar sujetos a la meteorizacion y a la erosién, las rocas sedimentarias que van quedando cubiertas por sedimentos acumulados pueden ir que. dando también sometidas a aumentos de tempera. tura, de presién y a la accién de nuevos estados de esfuerzos. Como consecuencia, su estructura mineral puede alterarse quimicamente o reagruparse fisica- mente, para producir las rocas metamérficas. Estas uevas rocas pueden parecerse a sus rocas madres, pero normalmente son mds cristalinas, mds densas y mais duras..De nuevo, las rocas metamérficas quedan sujetas z meteorizacién donde quiera que queden bajo el efecto de un ambiente externo, por lo que pueden formar suelos residuales, que posteriormente pue- den ser, erosionados, transporiados y mezclados en nuevos depésitos sedimentarios. En rigor, las rocas {gneas también pueden metamorfizarse por cXor, pre- si6n o ecfuerzo cortante, pero los cambios que sufren por ello suclen ser menos dristicos que los que se tienen en rocas sedimentarias. Finalmente, las rocas metamérficas se pueden retransformar en {gneas, por calor, presién 0 adicién de nuevos minerales pyoce- dentes de masas fliidar. En el Capftulo HI de esta obra se mencionaron desde un punto de vista mineral6gico las principales Focas que el ingeniero encuentra en la corteza terres te, asf como los sedimentos més comunes que esas rocas pueden producir. De la misma maneta se men- ionaron allf sometamente lo que podria considerarse las caracteristicas geoldgicas de las rocas. No se insis tird aqui en esos aspectos, pero en cambio, convendra insistir algo en la dindmica de la alteracién de las Materiales encontrados en los bancos $01 i TABLA XI-4 Dindmica de Ia alteracién de Ine rocas y In formaciin de auelos residuales y transportados Rocas Tness Auctaidn Quimica * eotten | rection Suelos residustes ‘Sediments Tipo Limos” 1 4 ‘Agente transportador Viento y agua Luger de depésito Gummo ajo de rfoe Planicie costeras Zonas Taeustres Depésitoseéllcos Depésitos de ceniias “ Agus Depéaiton lacustres Depéaitor marines Deltas de fos ‘Cuno baje de ros Pragmentos, gravan y “Traneporte proximo 4 Fragmentoe, gravas y srenas 0 sun mescat 4 Gravedad, agua Depésito de talud Gurwos alto o medio de los ios (sein tamafio) Phayae Detritus voleknicor i ” Rocas Sedimentarias Origen a partir det Consotidacién ‘Cementaeién seamento Fj. Luis Areniaea + s ‘Suelos residuales ‘Aral “Altencion —_Alteracion ‘auimica” ——mecinica t yd Ards = Grama y “ara Gravas, are- arenas as y lence “Transport “ ™ : Sedimentor Tejano $ Tipo Arcilla Grva yan ‘Agente transportador Agua Gravedad y agua Lugar de depésito Mismos que en el caso de Tot sedimentot de origen igneo. Rocar Metemévfices ‘Temperatura, presién, etc, actuando sobre los seimentos. Analog suelos residuatee Y transportados que las ‘otras rocas. (Gravas, arenas, limos 0 avcillas) rocas, en la génesis de los suelos residuales y trans: portados y en una descripcién, aunque sea breve, de las formaciones que el ingeniero puede cncontrar en su busqueda de bancos y de los materiales que mas ‘comiinmente aparecen en ellas. La tabla XII-4 presenta en forma esquematica las * transformaciones de las rocas que producen suelos, los distintos tipos de éstos y la influencia de Jos fac tores de meteorizaciOn y transporte, La alteracién de una roca co siempre un. modo de adaptarse a su ambiente; por ello, cuando una Toca antes no expuesta queda sujeta a la meteoriza- ccién, se altera para adaptarse al nuevo ambiente que Ie ha sido impuesto. Lo mismo sucede cuzndo la roca cs fragmentada o triturada y colocada en una estruc- tura ingenieril. Por tal motivo el ingeniero debe considerar que todas sus manipulaciones son fuente de alteracién futura. En la gran mayorla de los ca 305, los procesos de alteracién que el ingeniero desen- cadena ocurren a escalas de tiempo dentro de las cua- Jes la vida itil de una obra representa un periodo insignificance, pero no siempre ocurre ast y los casos i 302 Bancos de materiales de alteracién muy répida son, naturalmente, los que mis interesan desde un punto de vista prictico. Un ejemplo tipico es la alteracién de lutitas en arcillas, sobre todo en presencia de agua, Las rocas que se usan en las diferentes estructuras de una via terrestre procedentes de los bancos de materiales quedan sujetas en general a compresion Y, muchas veces, a abrasién ¢ impacto; todas cstas on causas adicionales de alteraciOn, Entre las formas de alteracién, la rotura de gtanos puede producir cambios fundamentales en los materiales de pavimen- to en corto tiempo; el agua y el desarrollo de pre- siones neutrales también pueden producir efectos no- torios dentro de la vida util. Correspondientemente, al ingeniero debera investigar las caracteristicas de alterabilidad teniendo en mente estos hechos. Algunos usos de materiales en las vias terrestres imponen condiciones muy especiales a los agregados de banco que vayan 2 usarse. La tecnologia del con- ereto, que s¢ considera fuera del alcance de esta obra, ofrece abundantes ejemplos de la afirmacién anterior, pero no es este material el nico que im- pone condiciones. Las mezclas asfélticas tambien re- quieren caracteristicas especificas en los. agregados pétzeos, Megéndose en algunos casos al recharo de Jos mismos al no yerlas cumplidas. Las rocas que contienen un alto porcentaje de minerales de silicio (Focas fcidas) no sirven generalmente para carpetas, Por no presentar una liga adecuada con el asfalto. También dan problemas en las mezclas aslélticas algunos agregados que tienen tendencia a alterarse répidamente(en arcillas, como sucede con algunos basaltos, a despecho de Ja ~xcelente calidad que en general esta roca tiene cuando se usa en mezclas as- fdlticas. La alteracién quimica de las rocas produce como iildima consecuencia arcillas cuya, mineralegia se re- laciona con Ia de Ia roca made; asi por ejemplo Jos granitos denden a formar ar-‘llas caolinfticas, en tanto que los basaltos, ricos en rainerales ferromag- nesianos, dan lugar a atgillas montmorilontticas. En €l Capitulo VI se presenté el fundamental concepto de perfil de meteorizacién y los tipos més comunes de éstos de acuerdo con la roca en que se producen. B. Tratamientos Los materiales procedentes.de bancos que van a ser usados en terracerias no suelen sujetarse a ningun tipo de tratamiento especial y se utilizan tal como se obtienen; en esa condicién natural debsrdn cum. plir las especificaciones constructivas y de calidad que 4e sefialen, pero se considera universalmente irrazo- nable desde el punto de vista econémico el empleo de tratamientos, salvo casos muy especiales. En los trabajos de pavimentacién, por el contra- rio, ex usual, como ya se mencioné, someter los ma- tetiales a'divertos tratamientos que los adecien a sus funciones. Los tratamientos mas usuales son: 1. Eliminacién de desperdicios Se trata, por ejemplo, de eliminar en bancos de suelos un determinado porcentaje de particulas cuyo tamafio maximo sobrepasa el que se haya considera- do en el proyecto ({recuentemente en el orden de 75 em). Esta eliminacién se hace muchas veces a mano, 2 Disgregacién Esta operacién se hace generalmente en bancos de suelo duro, de roca muy alterada o en materiales con la consistencia de aglomerados poco cementados. La disgregacign se hace muchas veces con arados y cuchillas dispuestas en las méquinas 0 con rodillos de compactacién del tipo pata de cabra o similar. 3. Cribado Generalmente se utiliza para lograr en un mate. al de naturale friccionante una granulomeria adecuada o para eliminar porcentajes altos de par- ticulas mayores que el tamafio maximo requerido, que generalmente son desperdiciadas; se,ha dicho que porcentajes arriba de 10.6 15% conviene ya elimi- narlos cribando, ‘Las instalaciones de cribado para eliminacién de tamafios grandes suelen ser muy sencillas. Normal- mente el material se maneja por gravedad, recogien- do en un camion el material que pasa una criba de- terminada. Este método tiene peligros de segregacién, que conduce a ta obtencién de materiales no uni- formemente mezclados. Cuando se requiere una bue- na dosificacién de materiales en diversos tamafios ha de recurrirse a plantas de cributo, con cribas vibra- torias, dispuestas en dos o tres niveles; el ritmo de vibraciOn suele ser de 1,200 ciclos por minuto. Estas plantas se utilizan generalmente en combinacién con equipos de trituracién. En Ja actualidad se usan cada ver mas cribadoras, por centrifugacién, con cribas cilindricas concéntri- eas que giran a la vez, de manera que el material va pudiendo pasar de una a otra recoriendo, segin su tamafio, diferente camino desde el centro a la periferia del sistema, Es obvio que este tipo de plan- ‘fas garantizan mejor que ninguna otra 1a obtencién de dosificaciones precisas, 4. Trituracién Es el tratamiento a que generalmente se recurre para legar a Ia granulometria adecuada a partir de ‘materiales naturales muy grucsos o de fragmentos de roca. Es norma! realizar Ia trituracién en varios Pasos 0 elapas, segdin el producto final a que desee Alegarse; asf se habla de trituradoras primarias, secun- darias 0 terciarias. La tituracién suele realizase en plantas muy completas que incluyen alimentadores, bandas de ‘Vite de ome planta de trituracién de materiales. transportacién, plantas de cribado, elevadores de ma- terial y dispositivos trituradores de quijada, de im. pactos, de rodillos de diferente separacién, etcttera. Es importante la relacién de tamafios de la par. ula en las etapas iniciales y final del proceso, que define el tipo de equipo que ha de usarse y el costo. de Ia operacién, También es importante la forma que adquiera Ia particula triturada, pues de ella depende en mucho el comportamiento mecinico pos terior. Una forma equidimensional, con aristas vivas ce obviamente lz mds deseable. Es usual hablar de trituracién total o parcial, de- notando la intensidad del proceso requerido en un caso dado. 5. Lavado Se aplica en materiales contaminados por arcilla, materia orgénica o polvos; frecuentemente se usa en conexién con operaciones de trituracién y cribado. El lavado se realiza por diversos sistemas, desde el chiflonaje durante el cribado, hasta el empleo de tanques lavadores, en los que el material es removido ‘con paletas mecénicas, mientras se le somete a riegos de agua a presién. Materiales encontrados en los bancos 308 ‘anja pare préstamo lateral, C. Tipos de Bancos Ya se mencioné en otra parte de esta obra (pire fo XI-4) que las fuentes mis upicas de apoivisio. namiento de materiales son ef préstomo letgral compensacién longitudinal o trabivenst Fee Sec Ea Is Gee eo ‘Tigunafuformacién general sobre tpea! de bancos que, si bien se enfoca al tercer tipo de fuente, pu: icra’ comprender en alguncs casos a lat dos ate lores "Los depésitos de tio reciben el nombre genérico de aluviones. Debido a que el agui a lo largo del cumo tiene ocatién de efosionar materiales may di ferentes, es normal que los aluviones estén formados por materiales muy variados; sin embargo la depo- iin sf ocurre tguiendo a yunas leyes generles ek lies de entender. La capacided del agus pars tans. portar sedimentos depende de la velocidad de la Corriente y de su gusto, eto condiciona un gram po- der erosive en las zonas de cumo alto, en que la corriente suele tener fuertes pendientes y, por ende, grandes velocidades, por lo que'¢! agua es capaz de Erratrar sedimentos muy gris, del tamae’ de Is grava y la arena y atin fragmentos de toca, que van Todando cauce abajo. En el curso medio, la pendiente de los rios disminuye y correspondientemente lo hace Aspecto de un préstamo Interal. Detalle de un depéuito aluvial grucso, $04 Bancos de materiales la velocidad, por Io que se restringe Ia fuerza erosiva Por este concepto; es muy comin que por esta razén fen el curso medio de los rios se depositen los mate- riales del tamafio de la grava y de la arena, siendo estas zonas muy apropiadas para la bisqueda de tos bancos. En la etapa final de su recorrido, el rio usualmente pierde mucha velocidad, entra a zonas mis planas, divaga y busca su salida en el mar, en un Jago 0 en otro rio importante; en esta etapa, el poder erosivo disminuye aun mds, especialmente cerca de la desembocadura, en donde sucle ejercerse un efecto de frenaje muy importante por parte de las masas de agua comparativamente estéticas a las que 1 rfo terminard por desembocar. Esta es la zona en Ja que Ja corriente deposita los materiales mds finos, del tipo de los Timos y las arcillas. Si el régimen se hace muy lento en la desembocadura, se formaré un delta, con predominio notorio de sedimentos muy finos. Al régimen anterior, que se podria considerar li gado al régimen de velocidad del escurrimiento, se Superpone el efecto del gasto en el poder erosive, que hasta cierto punto es contrario, En la parte alta del Hlo se tenderd a tener gasto bajo y, por este concepto, el poder erosivo de 12 corriente serd pequefio. El gasto tenderé a aumentar en el curso medio y, sobre todo, en el inferior y, por ello, siempre considerando exclusivamente este efecto, el poder erosivo y de trans: porte de la corriente ird creciendo a medida que ésta se acerca al mar. El efecto del gasto es importante fen Jos rlos que tienen tendencia a suftir fuertes cre- ientes, tanto mis, cuanto que a dichas crecientes suclen asociarse velocidades anormalmente altas En términos generales la influencia de la veloci- dad en el régimen de erosién es mayor que la del gasto, pero en rios que se inundan con mucha vio- encia ambos efectos pueden igualarse y la situacién aun pudiera invertirse. El ingeniero que busca bancos suele tener infor- macién bastante precisa en cuanto a la naturaleza del rlo que tenga en estudio. Si éste no es susceptible de sufrir crecientes violentas en_periodicidad corta, prevalecerd el esquema de depésito que se describié al hablar del efecto de Ia velocidad. Se podrd experar encontrar boleos y gravas en el curso alto, gravas y arenas en el medio y limos y arcillas, en el bajo y en Ja desembocadura. Si el rio tiene crecientes impor- tantes relativamente poco espaciadas en el tiempo serd muy probable encontrar sedimentos més gruesos en Jas zonas ms bajas, especialmente en los meandros, fen Jas Manuras de inundacién 0 en las terrazas flu: viales vecinas, lugares en donde la velocidad, aun en reciente extraordinaria, tenderd a disminuir. Los sedimentos que sea dable encontrar en el euro de un rfo también dependen mucho de Ja na- turaleza de las formaciones que el rio atraviesa. Un ejemplo muy tipico de esto lo constituyen muchos los de la vertiente Pacifico de la Republica Mexi-_ cana y muchos rios andinos en Sudamériea, En estos Jugares, las cadenas montafiosas Hegan hasta muy cer- ‘@ del mar, dejando una planicie costera muy redu- ida, de manera que la mayor parte del curso de los sivs'(aunea muy argos) ocurre por zonas de muy fuerte pendiente, que dan a la corriente mucho poder erosive; ademas, por lo Ihvioso de estas regiones en algunas épocas del afio o por el efecto del deshielo, fs normal que estos rios tengan algunos meses de muy grande gasto, Todo lo anterior hace que en esas épo ‘as el rfo se precipite hacia la exigua lanura costera con grandes cantidades de sedimento grueso, por Io menos del tanfafio de la arena, arrancados de las formaciones rocosas de 1a montafia. La velocidad con que el rio irrumpe en la planicie y el gasto impor: tante hacen que se produzcan grandes inundaciones, durante las cuales se deposita el acarreo arenoso, el cual puede encontrarse précticamente hasta la desem- bocadura. En el caso de los rios mexicanos de la vertiente del Pacifico, este fenémeno se ve estimulado por las grandes formaciones de granito alterado que el rio cruza en la serrania y que son fuente de gran- des acarreos arenosos. En situaciones como ésta, el ingeniero podré encontrar bancos de arena y grava, aun en zonas en que otzes rios de cauce més exten: dido depositan ya tnicamente acarreos finos. En resumen, los depésitos que sea dable encom. tar en valles fluviales, Hanuras de inundacién y en terrazas y abanicos aluviales son relativamente varia. bles, no sélo en naturaleza mineraldgica, sino tam- bién en tamafio y dependen del desarrollo de la co- rriente, de su régimen hidrolégico y de las formacio- nes que se atraviesan. En Tas zonas en que las serranias se juntan con las planicies de costa es muy frecuente encontrar sis tematicamente de trecho en trecho Jos denominados gpésites_de_pie-de-manse, grandes formaciones de arenas limosas y gtavas, inclinadas y ondulantes, deja- das por los rfos, que bajan y pierden velocidad al entrar en la planicie. Los lagos actdan como i sedimentacién para las corrientes que 2 ellos legan. Es comin que cuando el rio entra al lago tienda a depositar en la orilla los sedimentos més gruesos que atin traiga en suspensién, dependiendo el tamafio del régimen an- terior del rio; de esta manera, es frecuente que la desembocadura del rio en el Jago forme un delta mds 0 menos importante, en el que serd posible en- contrar arenas 0 limos. Los sedimentos mds finos pe- netran en el lago con el agua del rfo y se depositan en zonas mds profundas. En épocas del afio de aguas abundantes el depésito principal est formado por el material limoso que haya alcanzado a entrar al lago y las arcillas més gruesas, pero las arcillas mds finas se depositan mds bien en las épocas de estiaje, cuan- do las aguas del lago eftén més tranquilas. Por Io anterior, los depésitos lacustres suelen ser estratifica- dos, con capas bastante homogéneas de materiales finos, en las que se manifiesta cierta tendencia a una alternancia de estratos limo-arcillosos con otros de arcillas muy finas. El estancamiento de las zonas la- custres suele propiciar la deposicién de materia or- ginica, por lo que no es raro que en los depésitos lacustres haya suelos de tal naturaleza o turbas, ge neralmente estas ultimas en las partes més superfi- ciales, También es comin la presencia de esqueletos silicosos de microorganismos y conchas calcdreas, que se incorporan al conjunto. En México es relativamente frecuente encontrar epdsiios_lacustres en lugares donde el correspon- iente lago hia desiparecido desde hace mucho tiem- po, dando lugar a zonas muy problemiticas, tanto desde el punto de vista de cimentacién de obras via- les, como de localizacién de bancos de materiales apropiados. En México, al igual que en otras partes, son re- lativamente frecuentes en zonas desérticas y monta- fiosas, rfos que no desembocan en ningun cuerpo de agua, sino que desaparecen, extendiéndose en una zona’ plana, en la cual forman un verdadero abanico aluvial, Naturalmente se trata de rlos de igimen torréncial muy ésporddico, que no kan tenido aun la oportunidad de Tabrarse un cauce completo y que, al perder abruptamente el confinamiento que tenfan ‘en el trayecto montafioso, quedan sin capacidad de Materiales encontrados en los bancos $05 transporte. En estos abanicos aluviales se depositan a1 mismo tiempo pricticamente todos los sedimentor ‘que traiga el rio, sin ninguna clasificacién por tama jos, por lo que en ellos puede encontrarse depésitos muy heterogéneos, con abundancia de grava, arenas y limos. El viento es otro elemento de transporte funda- mental; arrastra sobre el suelo particulas relativa- mente gruesas y suspend y transporta limos y arenas muy finas. La distancia de acarreo depende del ta- ‘mafio de la particula y de la fuerza del viento: varia desde pequefios trechos de algunos metzos, havta mu- chos kilémetros. Un depésito eélico muy tipico es el Joes. El origen de 10s loes suele estar en depésitos glaciares 0 en 20- nas desérticas, a partir de los cuales sobrevino el transporte del viento; el loes primario estd formado por particulas de limo tal como el viento las depo- sitd, sin ninguna alteracién quimica posterior, en tan- to que en el loes secundario ha habido ya alteracién quimica, generalmente por el agua. El predominio, de las particulas de limo es grande en todos los loes, pues las arenas generalmente son demasiado gruesas para sufrir tanto transporte aéreo y las arcillas se defienden mucho mds del embate del viento. Al de- positarse, las partfculas adquieren una estructura pa- naloide extremadamente suelta, en cuyos mexos sue Jen depositarse arcillas, carbonatos de calcio y dxidos de hierro, que dan al conjunto buena estabilidad, que se pierde si el agua lava y disuelve esas ligas. Por esta causa, muchos ingenieros prefieren, con ra- zn, exponer los loes en cories verticales, obteniendo mejo:7s resultados que con taludes inclinados, més expuestos a las Iuvias. Los Joes son buenos y abundantes bancos para material de terraceria, pero pueden presentar proble- mas de rebpte cléstico cuando se usan en la capa sub- rasante, por Jo que no conviene aceptarlos para este fin sin prasbas especiales. En general, el material es muy sensit'e a la compactacién, Ia cual puede mejo- rar grandemente su comportamiento mecinico. Como quiera que los oes aparecen en amplias extensiones y depésites profundos, en las zonas cubiertas por ellos no suelen aparecer otros materiales, por lo que éstos deberdn buscarse 0 fuera de la formacién 0 en cerros no cubiertos; por su gran porosidad, las aguas super- ficiales se infiltran, de manera que en Tas zonas de loes, sobre todo primarios, tampoco habré arroyos susceptibles de proporcionar gravas 0 arenas. Otra formacién eélica Upicx son los médanos-de arena, fuente obvia de este material, zunque la can- ‘TWdad que puede obtenerse no est muchas veces en correspondencia con la calidad, pues la arena resulta demasiado uniforme para muchos usos. Los depisitas glaciares son otra fuente posible de ‘materiales para construccién, aun cuando en México sean escasos. Pueden ser formados directamente por el hielo en movimiento por las aguas det deshielo. Generalmente, en el primer caso, son depésitos muy 806 Bancos de materiales heterogéncos que adquieren la forma de un conjunto de boleos, empacados en una matriz areno-arcillosa. En el cato de los depésitos formades por el agua de deshielo, su naturaleza es mucho més parecida a un depésito Quvial, si bien la capacidad de arrasue de ‘gTues0s es en los glaciares, mayor. Los suelos residuales.constituyen otra frecuente fuente de materiales para construccién, cuya natura: Jeza varfa mucho de acuerdo con la naturaleza de la roca madre y el grado de alteracién sufrido. En ge neral, las rocas sedimentarias producen suelos muy arcillosos, exceptuando las rocas muy silicosas. Las rocas igneas pueden producir suelos arenotos 0 ar- illosos dependiendo de lo seco 0 hnimedo que sca €l ambiente de alteracién; las rocas de naturaleza dcida tienen mayor tendencia a producir suelos gra: nulares, en tanto que las de naturaleza bisica devie- nen casi siempre en arcillas. Es comin que los suelos residuales contengan particulas de todos los tamafios, puesto que no han sufrido ningun proceso de seleccién como los que producen los medios de transporte ya anterionmente tratados. Dependiendo del tamafio predominante, e+ tas formaciones residuales pueden ser fuentes de abas- tecimiento de materiales para terracerias 0 subrasan- tes. En general, para este wiltimo caso es necesario someterlos a un proceso de eliminacién a mano de fragmentos de roca ms o menos intemperizada, ma: yores que 7.5 cm. De algunos suelos residuales pro- venientes de rocas muy silicosas © poco alteradas, 3, posible obtener materiales para sub-bascs o bases, especialmente si se van a tratar con cemento o cal, sometiéndolos a procesos de lavado, que eliminen sus finos o a trituracién parcial que eliminen los tamafios mayores que los convenientes. En Ja bésqueda de uscteriales para pavimentacién, tuna fuente indiscutible 1a constituyen las formacio- nes rocosas sanas donde quiera que aparezcan, excep- tuando naturalmente aquellas cuya naturalera arc Wosa no las hace adecuadas para estos fines. Estos materiales deberén ser triturados totalmente y, en algunos casos, sujetos a tratamientos especiales para mejorar alguna caracteristica especifica como, por Preparacion de un lecho de roca para ou remocién con ‘explosives (Barrenselén), Xs. Desperdici ‘ejemplo, su afinidad con el asfalto, Durante la plotacién de estos bancos deberd tenerse especial cui- dado en evitar las zonas alteradas o la contaminacién con arcilla que rellene fracturas 0 grietas, pudiendo Hegarse en algunos casos al recurso del lavado para eliminar estos materiales indeseables. Conviene dedicar algunos comentarios a algunos tipos de materiales especiales que se han utilizado con frecuencia en la técnica mexicana. 1. Conchuela Se trata de formaciones de residuos caleéreos de ‘conchas de moluscos, que se encuentran a veces en grandes voltimenes en zonas préximas al mar. Gene- ralmente el material muestra un avanzado grado de alteracién y estd formado por pequefias lajieas, frag- mentos de Ja concha original. La granulomewria del conjunto es defectuosa y no satisface requisitor de pruebas de desgaste. Sin embargo, la utilizacién de este material en calles, caminos y aun aeropistas ha dado resultados aceptables, inclusive en bases asfilticas, construidas por el método de mezcla en el lugar, sin adicionar a la conchucla ningin material pétreo, 2 Escorias de fundicién Son materiales frégiles, vidriosos y muy duros, que se trituran sin produccién de finos, que se han .uti- lizado exitosamente como base de pavimento en mu- cchas partes. Su excesiva dureza ha Ilegado a ser un inconveniente en la trituracién. de minas Resultan abundantes en las regiones mineras. Son. materiales pétreos que generalmente aparecen con la grafulometria excesivamente uniforme, consecuencia de! proceso industrial que los produjo; dependiendo de este, el tamafio de las particulas puede variar mucho, desde el correspondiente a las arenas muy finas hasta 5 6 7 cm. XILS EXPLOTACION DE BANCOS La explotacién de bancos de roca suelo s¢ hace uutilizando determinades equipos con caracteristicas y sos bien establecidos por la experiencia previa de construccién. La seleccién de equipo adecuado para tun caso particular serd funcién, de tres factores fun- damentales: «La disponibilidad de equipo. * El tipo de material por atacar. © La distancia de acarreo del material. Establecida la clase de equipo, su tamafio es sobre todo funcién del volumen de la obra por ejecutar, 307 Explotacién de bancos wins oom © conymnoy sot vores © ost 2 en veo epee edapeg cee Fea wees _| woo suo> x opener dow -potom © reBuo 9p 301 ost 2p souyy pen woo epee ears ‘anbjowss © wpFUIED 00¢2 2p SEW ————— HST ewwoyy sopeding eisuatea © wpraTED Ore © ost oa ° sro>x>sw00] —_ wreypme opr — wjupeom era Jo esiom uppeantsers ‘UpAmID © SRBIOA ost 9p Hou snbjomes © upyme) core =P HK Tewoy o> x> 5400) $$ | pete 0 eorurootr ee UpPEYLOS o(ge © wpa 0 eauadeg oes ® 051 aq | —— |__| couo &' ugeyuie + reway s0>X> obo] ‘epeuon 4 uppeuaung |: ‘wpm © 2600104 O61 2p souay | ropetne © eoruyooe fed ‘anbjouss 0 uprae coc'008 2B He ‘erquodap 8) 9-8 re0g o> x>su00 $$ _ pete» 0 erurcotr ne spuarge gnbromar @ upreme | onvor & 00s ag | ———-__} __liod omzyan oveuies 8-4 | aiqeuipuy ‘tenon iy ee eres eee Tew0y S£0>X> 0F0)/B68 2p odp te opranse |-r> woo seBnI0 9p rope, | ‘wprMD © maUadEA 006 ¥ Ost 2c] opel o wpupaoM eed op opeson & upreuaieg ‘py © srRbI0A 051 9p sous wwpem wea we>x> seo svoou (u) orp opouing eoung 2p (essynbas 2¢ 39) remap 2p aude, hieo € upoaeoy uppesodosg radu & oupedreg ode sopyormur op onodeuen £ sooueg op uppujojdx vied unmes odinbg STIX VIGVL Bancos de materiales 808 uppeieanpr 2p anbun Ye enEEEY wppINPHED ea ee und figs dug “AYN Pp oleg mauader 0 ugar 006s © Og a efomye 0 so00> x ounduin seme ora tat spe anmase op cas I io iaxraue op ae tan vee ose © ost 2a Sento epee cng © reer eee wom soo x yeu ‘ovis wdao yore eppennton sem @ via ofan oat 29 wy (eH ue epee eazy eset suas core 20 mn tmiaysoptieg omp 0 ateeuut 18 ‘mouaies 0 piney 00s © ost 2a ‘wopeAspamOW sora > opmusai ‘omediicy -uoy epype' woo Oonpar Dont © wm oat > upon ne peer oppenyaony now weds sp sont, was scons enmomis wet eto eee San om spa oe pai oe pepe on ay oo aneupar ‘edazne suo: BOTT yoy eMPAD UO? 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En Ja actualidad existen méquinas suma- mente diversificadas, cuya utilizacién conjunta y ra- sionalmente programada permite explotaciones muy cficientes y econémicas, pero es norma comin en muchas naciones el que no pueda disponerse en for- ma general de parques de maquinaria tan especial zados; debe tenerse presente que, en esos pafses, Ia adquisicién de miquinas es usualmente un renglén de importacién que grava substancialmente un met cado de divisas que ha de cuidarse por muchas raz0- nes. De esta manera, haciendo a un lado algunas naciones de industrializacién muy avanzada, lo comin 5 que los procesos dé explotacién de bancos hayan de hacerse con base en algunos equipos tadiaona- les, de uso diverso y utilizacién frecuente. De hecho, Explotacién de bancos 309 de ninguna manera debe excluirse la explotacién manual, con pico y pala. La tabla XIIL5 presenta los equipos més comunes para Ia explotacién de los bancos de materiales con que mis frecuentemente trabaja el ingeniero de vias terrestres; en la misma tabla se anota el equipo de transporte usual, de acuerdo con la distancia de acr- reo y el tipo de material. En Ia Fig. XIL7 se muestra en forma simplemen- te esquematica alguna de las operaciones que sucle exigit Ia preparacién de un banco, antes de ser ex- plotado, que incluyen el desmonte y la limpiera su- perficial y un posible afloje del material para faci- litar las maniobras de carga y transporte. La Fig. XII8 esquematiza alguno de Ios casos de explotacién con pala mecdnica, que es un equipo de uso frecuente (Tabla XIL5). El elemento de ata- que de la pala es muy variable de acuerdo con Ia naturaleza y la posicién relativa del banco, La cu chara normal se usa para cargar materiales Tocosos suelos, cundo estin en frentes verticales o amontona- dos; la operacién con draga de arrastre se utiliza cuando el material ha de ser recogido, como sucede cuando estd a nivel inferior que la méquina 0 cuan- do est bajo agua; la almeja es itil cuando en una mezcla de abundantes fragmentos de roca y suelos, se desea seleccionar los primeros para su utilizacién. En la Fig. XILQ se esquematiza el trabajo de un cargador frontal, muy utilizado en la préctica de las vias terrestres Las Figs. XILIO y XILI1 muestran escrepas, que pueden ser autocargables 9 que sirven inicamente para transportar (vagoneta:), pero que han de ser ‘eargadas en una maniobra adicional. Es de sefialar el uso cada ver mayor que se ext FS _ os 4) Limpleza del banco con tractor prowisto de cuchltis frontal, b) Preparacién y afloje del bonco con at €) Desmonte, Figure XII-T, Limpiesa y preparacién de un banco (Ref, 12) $10 Bancos de materiales 4) Opereeién omal en un depésio. e volacura, €) Operacién con droga de arrasice materiales bolo nivel de apoyo a méquina, Figure X18, Explotaciéa de un banco con pal, mecinica haciendo de tractores pesados con aradot para frag: meniar los materiales hasta un grado tal que puedan ser removidos por el propio tractor © por otras mé- quinas, evitando asi operaciones de barrenacién y uso de explosives, que siempre son mds lentas y costosas El tractor se utiliza. también como méquina excava- dora y empujadora, por efecto de su cuchilla frontal, tstando limitada la primera accién generalmente a no mas de 50 cm; para estos trabajos suele recurrinse casi siempre al tractor de orugas, quedando reservado i de Hlantas neumiticas para maniobras de remol- que de equipo de transporte a distancias cortas (en- tre 150 m y 2,500 m). En la construccién pesada se impone cada ver mAs Figura X1L10, Croquit de una excrepa autocargable, Ja utilizaci6n de escrepas auto-propulsadas y autocar- gables, cuando la naturaleza del material permite st Operacién, pues obviamente resultan equipos muy rapidos y versdtiles en lo que se refiere tanto al material que con ellos se puede manejar, como a la distancia a que es econémico efectuar el acarreo, Es frecuente que se ayude su capacidad de autocarga empujindolas con un tractor, el cual se emplea en Ja disgregacién del material durante el tiempo de acarreo de 1a motoescrepa. Las escrepas no autopro- pulsadas se emplean remoleadas, generalmente ‘por tractores de Hantas y operan eficientemente en dis- tancias de acarreo cortas. ‘También se ven cada ver con mayor frecuencia cen los bancos de materiales cargadores frontales de brazos articulados, bien sea de orugas 0 sobre llan- tas; los primeros son més potentes y capaces de tra- bajar con fragmentos de roca més grandes o en terre- nos mas duros, pero Jes segundos son mAs répidos fen las idas y venidas y sobre todo en los giros. Aca- re0s muy cortos, de menos de cien metros se han hecho directamente con el cargador. La pala mecinica exige frentes de ataque bien definidos y de volimenes abundantes, de manera que no hayan de ser trasladadas con frecuencia. La gran mayorla opera sobre otugas, lo que permite que se adapten a cualquier tipo de terreno, ain con. pen- dientes muy fuertes, conservando siempre buena es- ‘abilidad; las palas sobre lantas tienen mucha mayor capacidad de taslacién, pero son inferiores en las cualidades nombradas inmediatamente atris. El transporte de los materiales sucle hacerse en Jas vias terrestres casi universalmente cn camién. Se exceptiian los acarreos muy cortos o los muy largos; en los primeros, como se dijo, pueden utilizarse va- gonetas haladas por tractor de Ilantas u ottos ele- mentos similares, en tanto que en los acarreos muy largos, el ferrocarril o el transporte fluvial o mari- timo suelen ser mas econémicos. En la explotacién de los bancos es fundamental establecer una relacién adecuada entre Ia capacidad de las miquinas removedoras y excavadoras y los ele- mentos de transporte; sélo ast podrin evitarse costo- sas interferencias 0 tiempos ociosos. Conviene que la |. Croauis de una vagoneta para transporte de materia." Explotacién de bancos 311 Explotacién de suelos. capacidad de la caja de los vehiculos transportadores sea un maltiplo entero de la capacidad del elemento que exeava 0 carga. Un aspecto fundamental de la explotacién de ban- os de roca lo constituyen las operaciones de barre nacién y uso de explosivos, que no serdn tratadas en ‘ste lugar, pues constituyen toda una tecnologia es ppecifica fuera del campo de accién de la Mecinica de Suclos aplicada. Obras especializadas, tales como por ejemplo Ta Ret. 13, podran ser de ayuda a ios ingenieros especialmente interesadds en estos pro- blemas. Existen algunos casos especiales en Ia explotacién de bancos que se presentan con cierta. frecuencia y que :-meriaan un comentario particular. En el caso de materiales para terracerfas, a veces se explotan bancos en que se presentan en tin mismo frente varios estratos de materiales todos aprovecha- bles, pero, de diferente calidad. En estos casos suele convenir efectuar Ja explotacién de manera que se produzca’ 12 m4xima mezcla posible de las distintas calidades, para legar aun producto final lo més ‘Tenctor equipado con arado para fragmentacion de ma- teriales térreoe y rocas alteradas. S12 Bancos de materiales Halado de eicreps con tructor, homogéneo posible. De otra manera se tendrén alea- toriamente situados en el cuerpo de Ia terracerla ca- pas de diferente comportamiento, lo cual nunca es conveniente. En algunas zonas cérsicas, de las que la Penin- sula de Yucatén es un buen ejemplo, existen grandes planicies en que los materiales aprovechables para werlas (materiales més o menos finos de origen calizo, denominados sascab en el caso particular de Yacatén al que se ha hecho referencia) estan situados bajo una costra de roca caliza, de espesor compren- dido entre uno y uno y medio metros. Para poder extraer el material subyaciente, ha de romperse la coraza que lo protege, lo que exige barrenacién y explosives, En‘estas zonas no ¢s posible pensar en préstamos laterales y convendré siempre recurrir a préstamos de banco, en los que rompiendo el drea superficial minima pueda obtenerse el méximo vo- Jumen del material, profundizando la exeavacién; 10 anterior, a causa de lo cara que suele resultar la ope- ’ racién con explosivor. En estas zonas planas, los terra: plenes nunca son altos y el uso de la roca caliza en ellos exige una fragmentacién muy importante que no suele ser econémica, pues el rendimiento de los Explotacién de un banco'con pala mecinlea, ‘explosivos en esta coraza de pequetio espesor es muy bajo; generalmente resulta preferible desperdiciar este material rocoso, retirindolo en grandes frag. mentos. La construccién de terraplencs ligeras, que suelen demandar los proyectos de terraplenes sobre suelos muy blandos y compresibles, suele imponer condi- iones limitativas importantes en el uso de bancos de materiales y largas distancias de acarreo. El te zontle, espuma porosa de basalto, es un material muy utilizado en México para estos fines y en relacién al cual hay, correspondientemente, bastante experiencia Y mucha confianza. Los bancos de tezontle suelen presentar el problema de estar contaminados por frentes de basalto sano, de alto peso volumétrico, que, por lo tanto, deberin ser cuidadosamente evitados. En otras ocasiones aparecen mezclados en el tezontle grandes fragmentos de basalto, que han de ser remo- vidos. Otras veces, los bancos de tezontle se presen- tan en frentes muy altos y son atacados por arriba, por razones de seguridad; como consecuencia, el material rueda mucho antes de amontonane en 1 piso y ocurre que este tratamiento produce un ex- esivo porcentaje de polvos, que incrementa el peso volumnétrico del suelo por artiba de lo conveniente. Frecuentemente este problema se conjura con una explotacién ingeniosa, produciendo rampas tendidas eb ne ony fen que el material ruede poco y que, a Ja vez, puedan ser explotadas desde abajo sin riesgo, pero frecuen- temente también, esta situacién obliga al cribado del material. En muchas Ianuras costeras, en zonas pantanosas ‘0 en antiguas cuencas lacustres es comin que no se ‘encuentre superficialmente materiales de calidad apro- piada para terracerias y, menos atin, para pavimentos. Ya se menciond que en estos casos conviene localizar elevaciones y oteros en que la probabilidad de encon- trar materiales de mayor calidad seré mucho mayor, peto si estos accidentes no existen ha de recurrirse a la explotacién de materiales en elevaciones minimas 0 fen terrazas y ocurre que usualmente los suelos estén, demasiados hiimedos, lo que no sélo impide su uti- lizacién inmediata, sino también Ia operacién del ‘equipo de explotacién. En circunstancias como ésta, se ha encontrado util abrir en cada banco varios frentes de ataque, extrayendo de cada uno capas de no mas de 50 cm de espesor y procediendo alterna- damente en los diversos frentes. Al dejar un frente sin ser atacado durante varios dfas, se logra que se seque por evaporacién superficial y quede en condi- ciones de que se le extraiga una nueva capa. En zonas lluviosas en que se trabaje por el mé todo del préstamo lateral, se ha encontrado ventajoso iniciar la excavacidn en la parte mds alejada del camino, a fin de que no se produzcan lugares de trdnsito imposible en puntos intermedios del recorri- do de acarreo, En ocasiones, cuando se explotan bancos de suelos muy finos, resulta conveniente programar’ las opera- ciones de excavacién de manera tal, que sea posible agregarles en el banco el agua necesaria para su com- pactacién posterior en el terraplén. Como se sabe, los suelos muy finos, del tipo de las arcillas muy plis- ticas, poseen una baja permeabilidad y, por lo tanto, Ja incorporacién de agua requiere de un tiempo con- siderable, siendo practicamente imposible lograrla en el terraplén, Asi, en algunos casos se ha encontrado satisfactorio inundar una cierta parte del banco 0 bien remover el material y apilarlo por capas del- gadas a las que se les agrega el agua por el método de aspersion; transcurrido el tiempo necesario para la incorporacién del agua, se carga el material y se transporta al sitio en que ha de ser utilizado, debien- do ser compactado de inmediato para e dida de agua por evaporacién. Un caso similar al anterior se presenta cuando 1 material muy fino de un determinado banco con- tiene una cantidad apropiada de agua para su com- pactacién. En este caso, deberén programarse las ope- Taciones de manera que no se pierda dicha agua, ni ‘en el banco, ni en el terraplén. Ha ocurrido que en un caso como el comentado anteriormente, una mala wrogramacién de los trabajos permiti6, una ver abier- tovel banco y tendido el material en el terran, su secado durante un conside-able lapso, habiéndose for- mado terrones muy datos, a tal grado dificiles de dis- Alteracién de rocas $18 Almacenamiento de materiales para paviment gregar y humedecer, que fue preferible desechar todo este material. Los bancos localizados en depésitos fluviales de- bern ser atacados en Ia época en que el rio conserva los niveles mas bajos, pues se corre el riesgo de que su explotacién se vea imposibilitada durante las gran- des avenidas, interrumpiendo el avance de toda Ia obra. Asimismo, un inconveniente adicional se en- ‘cuentra en la contaminacion que pueden sufrir los ‘materiales pot los sueios finos en suspensién que arrastran los rfos durante sus erecientes. ‘Algunos materiales, como los de composicién cal- cérea, debido a su poca dureza, sufren una degrada- ‘cidn importante en las manipulaciones necesarias para su carga, transporte, etcétera, por lo que, en estos casos, deberdn evitarse todas las manipulaciones como almacenamientos provisionales o traslados de un de- Pésito a otro, etedt ra. Durante la explotacién de bancos de roca, en la que el estrato aprovechable se encuentra cubriendo otro de caracteristicas inadecuadas, por ejemplo, una corriente de lava sobre,una capa de arcilla, deberd atacarse el banco de manera que siempre se tenga #0- bre el piso constituido’ “or el material inadecuado, una capa de por lo menus 30 a 50cm de rezaga del propio banco, para evitar posibles contaminaciones, Por iltimo, se encuentra conveniente un comen- tario sobre el manejo de materiales almacenados para ‘su posterior utilizacién, Todos los materiales consi- tuidos por particulas de diferentes tamatios, tienden siempre a segregarse cuando se les coloca en un depé- sito, dejdndolos caer desde la parte alta sobre el talud del mismo. Para cortegir dicha segregacién al cargar nuevamente el material deberd tomarse éste desde la parte baja, mezclando as{ todos los tamafios que pre- senta el frente completo del depésito y nunca me- diante capas horizontales tomadas de la parte supe- rior del depésito. ‘XIL6 ALTERACION DE ROCAS E IDENTIFI- CACION DEL GRADO DE ALTERACION Tiene interés analizar, aunque sea someramente, RE cata i j i S14 Bancos de materiales TABLA XIL6 Naturaleza de los problemas por la alteracién de rocas en 1a Ingenieria Civil (Ref. 14) OO Problema de segurided ‘Problemat Viinacion de a ree arecteritics ‘ae Euabilded Permeabilded oe supertce entice Ta roa como material de banco x x x x [ Gimentaconee x x = = Ba ree fn | Cones x x - oa Tinele x x x 2 el problema de la alteracién de las rocas, sobre todo ‘TABLA XIL-7 con vistas a identificar el grado de alteracién que puedan exhibir en un momento dado y a saber si luna cierta roca se alterard apreciablemente en el periodo de vida stil de la obra. Esta degeneracién podré afectar directamente la estabilidad de una masa y, desde este punto de vista, el problema afectara sobre todo a Ja estabilidad de taludes y, en menor grado, a la técnica de cimentaciones; pero también Puede ser preciso analizar el problema en materiales provenientes de bancos, pues la alteracién répida puede producir cambios de importancia en la per- meabilidad de la masa, lo que preocupard s6lo a lot ‘constructores de presas y mis raramente a los de vias terrestres y también en las caracteristicas de resisten- ia, deformabilidad y en la propia permeabilidad de materiales decpavimentos 0 balasto, lo cual sf cons- tituye uma preocupacién especifica de los ingenieros de vias terrestres. Ia tabla XII6, procedente de la Réi. 14, que, por oura parte sirve como glosario bisieo de ios co- mentarios incluidos en este parrafo, sitia al problema de la alteraci6n de las rocas en el campo general de a ingenierfa, distinguiendo a los materiales. que se extraen de bancos para ser usados en la construccién, de los que cjercerin su funcién estructural perma nneciendo en el jugar. Deberd entenderse por alteracién de la roca toda modificacién que ésta sufra, Ia cual pueda tener in- terés para el ingeniero civil. La meteori sun ‘aso particular de la alteracién, cuando las modifica- ciones son causadas por los agentes atmosféricos; el concepto se distingue de la erosién, porque este dl: timo implica disgregacién y. pérdida del material, de manera que segiin esta concepcién del problema (Ret. 14), Ia erosiOn es, hasta cierto punto, un caso particular de la meteorizacién y ésta lo es de la al- teracién. La tabla XID (Ref, 14) sitda Ia alteracién en un marco concreto, distinguiendo sus agentes y los elec 10s espectticos de éstos. i La tabla XIL8, procedente de la misma Ref, 14 relaciona las distintas solicivaciones que actian sobre Jas obras de la ingenierfa civil, con los efectos finales Agentes de In alteracién y sus efectos (Ref. 14) Proceios__Agentes Elector Meteorizacién Atmostéricos Cambios eu Ia resistencia, Ia de- formabilidad, la permeabilie el color, la textura, ete. Dagae Exesién Atmostéricos Cambios en la geometria super. Otros Owes ficial que produien, indicando el medio a través del que las diferentes solicitaciones actian. La alteracién de las rocas tanto puede empeorar como mejorar sus caracteristicas desde el punto de vista de Ta ingenieria civil, pero naturalmente el in- terés del técnico est Yobre todo centrado en los casos ‘en que la alteracién lo perjudica. De un modo gene- ral esta alteracién tiene como limite la destruccién total. de los nexos interparticulares y mineralégicos de Ja roca y su transformacién en suelo. En lo an- terior, se entienden por nexos interparticulares y mineraldgicos de las toca‘, los que no se modifican si éstas absorben agua (Ref. 15). Los mécanismos de la alteracién son etencialmen- te la disgregacién, por fisuracién 0 por pérdida de TABLA XIL8 Mecanismos que producen alteracién (Ref. 14) “agentes 0 : Alteracion slicilaciones Acciones 9 efectos, (Cangas tjas oy Meciniat ——Deformaciones ne ‘ fericos Ecurrimientos, Meteorzacin, superficiaes 0! ~tltjon internos ‘de agua nexos mineraldgicos y la disolucién, por erosién in- terna. Como consecuencia de estos’ mecanismos, la roca pierde peso y aumenta su porosidad y, por lo tanto, su capacidad de absorber agua y de expan- derse como consecuencia de tal absoreién. La pér- dida de peso ocurre slo por pérdida de material, en tanto que la absorcién de agua es influenciada tanto por la pérdida de material, como por la disgregacién. La expansién durante la absorcidn sdlo es influencia- da por la disgregacién y, por ello, se utiliza como in- dicador especifico de exe mecanismo de la alteracién. La absorcién de agua que muestre una probeta de roca puede, por lo tanto, servir como indice del grado de alteracién, si no se pretende conocer el mecanismo especifico de esa alteracién. Si se desea poner en evidencia el efecto especifico de la disgre- gacién deberd recurrirse a pruebas en que se analice tanto l2 absorcién, como la expansién de Ja probeta al tomar agua. Si se desea conocer Ja influencia de la pérdida de material en la alteracién, deberd investi- garse en el Laboratorio tanto la absorcién de agua, como los cambios en el peso. Finalmente, si se pre- tende una investigacién completa de los mecanismos de Ia alteracién en un caso dado, deberin investi- garse en el laboratorio tanto la absorcién de agua, como la expansién de Ja probeta y los cambios de su peso (Refs. 14, 16 y 17), ‘Ademés de estos indices primarios de Ia altera- cin, habré todo un conjunto de indices secundarios tales como los cambios en densidad, en resistencia 0 ‘en permeabilidad, todos los cuales se ven afectados por Ia alteracién. Alteracién de rocas $15 La Fig. VI-A7 del Volumen I de este libro puede servir para relacionar las caracteristicas de resistencia de una roca, en este caso granito, con su. comporta- miento de absorcién de agua en el Iaboratorio. Dado que las pruebas de absorcién vienen utilizindose des- de hace mucho tiempo, puede decirse que hay ya una experiencia acumulada bastante util para correlacio- nar los dos efectos. Las medidas de expansién de muestras de roca se han realizado mucho menos, de manera que existe, cofrespondientemente, mucha mayor dificultad para establecer correlaciones expe- rimentales confiables. La Fig. XII-12 proporciona re sultados tipicos de los que pueden obtenerse con prue- bas de esta naturaleza. La prueba se realiza con in- mersién total de una probeta cilindrica, a cuya ca- era se ha conectado un extensémetro. La Ref. 18 presenta algunas técnicas interesantes para desarrollar pruebas que permitan medir la po- rosidad y la permeabilidad al agua y al aire, que han servido de norma de partida 2 muchas técnicas de laboratorio. Es probable que las propiedades de las rocas al- teradas que determinan su utilizacién en las obras de Ia ingenierfa, tales como su resistencia, su defor- mabilidad o su. permeabilidad, constituyen indices més deseables del grado de alteracién que otras pro- piedades, como la absorcién de agua, cuyo sentido ingenieril estricto es mucho mds diftci] de establecer ¥ que exige de correlaciones expesimentales siempre subjetivas e inseguras, Sin embargo, es mucho lo que falta por investigar y estandarizar en estos terrenos. La alterabilidad de una roca puede definirse como : cectataeet CET de Las probetes, micros a inmer © © 7 én on ague,horas. Figura’XUL-12. Resultados upicos en pruebas de expansién en muestras de roca (Ref. 1). | | $16 Bancos de materiales la velocidad con que evolucionan en ella los procesos de alteracién. El conocimiento de esta propiedad es fundamental para extraer criterios sobre el efecto que Ja alteracién de la roca podrd tener dentro de la vida itil de una obra dada. La alterabilidad no es constante con el tiempo para una roca dada en unas condiciones dadas, pues- to que no lo son los factores que pueden influir en ella y que han sido analizados mas atrds. A la fecha no ¢5 posible seguir una técnica analitica 0 de labo- fatorio que permita establecer cudl va a ser la alte- rabilidad de una roca en un caso especifico, pero para Ilegar al establecimiento de ciertas normas de Griterio aproximadas al respecto, parece conveniente seguir la siguiente linea de reflexién (Ref. 14): ‘+ Establecer las condiciones de alteracién a las que Ia roca va a estar sujeta * Seleccionar entre los agentes de alteracién aquel que sea m4s significative en el caso es tudiado y definir el estado de alteracién ini- cial de la roca, en relacién con ese pardmetro y el estado final, en ef sentido del que habria de alcanzarse pata que la alteracién de la roca representara un peligro decisive para la fun- cién estructural * Someter una muestra de Ia roca a un proceso de alteracién que sea representativo del que se tendré en la obra, tratando de establecer la alterabilidad del material en relacién a ese proceso, Si se logra llegar a una idea de este concepto odri de él deducirse el tiempo que ylardari en alterarse la roca en la obra ‘en cuestién. La linea de reflexién anterior tiene tres dificul- tades principales. La primera estriba en conocer las condiciones de alteracién de Ia roca en el momento en que Ja cb'a inicia su funcién, La segunda estriba en establecsr en el laboratorio una prueba que repro- duzca las condiciones a que estaré expuesta la roca en el futuro; estas pruebas, aunque puedan conce. birse en forma razonable, exigirian un tiempo de ¢jecucién muy largo. La tercera dificultad estriba en especificar con cierta precisién cud] serd el grado de alteracién futuro que compromeia el funcionamiento de la obra El conjunto de estas dificultades ha tratado de combatirse con el uso de pruebas de intemperismo y envejecimiento acelerados; con comparaciones expe- yimentales respecto al comportamiento ya conocido de rocas similares con grados de alteracién parecidos, que hayan sido utilizados en otras obras; con la iden. jcacién de bancos que hayan servido para construir obras de comportamiento estudiado, con fines de es tablecer comparacién entre los grados de alteracion del material en cantera y en obra, tras afios de uso, todo ello para ratar de fundamentar correlaciones con el comportamiente de materiales parecidos que ahora vayan a ser usados por primera ver; finalmente, serd imprescindible para el téenico que aspire a re. solver estos problemas en forma razonable, no des. aprovechar ninguna ocasién de observar el compor. tamiento de masas de roca alterada y de obras hechas con ella, a fin de ir calibrando una experiencia per- sonal sobre lo que significan los distintos grados de alteracién en las diferentes rocas. Muchas veces, de todos los estudios y andlisis de Jaboratorios, lu mis que puede concluirse es un raz namiento como el siguiente: Si una toca A ha tenido un buen comportamiento en una obra y si una roca B va a usarse en otra obra de condiciones similares, si la alterabilidad de B pa- rece ser menor que la de A, podré recomendarse la utilizacién de B para los fines que se pretenden. ANEXO Xia PRUEBA DEL. EQUIVALENTE DE ARENA Xibe.l OBJETO Se pretende que esta prueba sirva como una prue- ba rapida de campo para investigar la presencia o ausencia de materiales finos o de apariencia arcillosa, ‘que sean perjudiciales para los suelos y para los agre- gados pétreos, Para'‘ia realizacién de la prucba se requiere el siguiente equipo: 4) Un cilindro transparente, graduado para medir voliimenes, con didmetro interior de 8.18 cm (I-$ plg) y altura aproximada de 48 em (17 plg), con gradua- Giones en décimos de centimetro a partir del fondo hasta 38.1 cn (15 plg) de altura. ) Un tubo irrigador hecho con tuberfa de cobre © de latén, con didmetro exterior de 0.64 om (4 plg)- Uno de los extremos del tubo estard cerrado forman- do una punta en forma de cufia. Cerca de la punta, a través del lado de la cufia, se hardn dos. perfora- ciones laterales (con broca NP 60). ©) Una bovella con capacidad de 8.8 Its (un galén), con equipo de sif6n, consistiendo en un tapdn con dos orificios y un tubo doblado de cobre, La botella se colocard 91.8 can (3 pies) arriba de la mesa de tra bajo. a) Un tramo de manguera de hule de 049 an (8/16 plg), con una pinza para poder obturarla, Esta tuberia se usaré para conectar el irrigador con el sifon, ¢) Un pisn tarado, consistente en una varilla metilica de 45.8 cm (18 pig) de longitud con un pie eénico de 2.5 cm (I pig) de didmetro,.en su extremo Ugo 1eeGADOR Procedimiento de pruebas $17 DAS EN em inferior. Este pie estar provisto de tres pequefios tomillos para centrarlo holgadamente dentro del ci- Jindro. Una tapa que ajuste a Ia parte superior del cilindro y permita pasar por el centro holgadamente a la varilla, sirve para centrar la parte superior de la varilla respecto al cilindro. En el extremo superior de Ia varilla Ievard adaptado un lastre para obtener un peso total del dispositive igual a 1 kg. ) Una cépsula, con capacidad de 88 mi (8 onzas). g) Un embudo de boca ancha para depositar la muestra dentro del cilindro. ‘h) Reserva de solucién consistente de: Cloruro de calcio anhidro 454 g Glicerina USP 2,050 g Formaldehido (solucién volumétrica a 40) 47 g Disuélvate el cloruro de calcio en 1.89 It (medio galén) de agua. Disuélvase el cloruro de calcio en medio galén de agua. Enfrfese y {iltrese 1a solucion a través de papel filso ‘Whatman Ne 12 0 su equivalente. A Ia solu- cin filtrada, agréguese la glicerina y el formaldehi- do; mézclese bien el total y diltiyase hasta un galén. El agua puede ser destilada o potable. 4) Solueién de trabajo. Diliyase en 3.8 It (1 galén) de agua potable, 88 ml de la solucién de reserva. La marca de 11.2 cm (44 pig), en ef cilindro graduado, corresponde a los 88 ml requeridos. Cuando se dude respecto a la ca: lidad de una determinada agua, ésta puede probarse comparando los resultados cel valor equivalente de Fignra Xif-e.1. Equipo para la prueba de equivalente de srena, arena, obtenidos de muestras idénticas, usando solu- ciones hechas con el agua dudoss' y por otra parte con agua destilada. ’ Xila.3 PROCEDIMIENTO DE PRUEBA La prucha se realizaré siguiendo los siguientes pasos: 4) El material para la prueba deberd ser 1a por- cién de la muestra que pase la malla N°. Por lo tanto, si la muestra contiene particulas gruesas de roca, debe tamizarse por la malla N° 4, distregando los terrones de material mds fino. $i la mucstra ori- ginal no estd hiimeda, deberd humedecerse con agua antes de tamizarse. Si el agregado grueso lleva un recubrimiento que no se desprende en la operacién de tamizado, séquese el agregado grueso y frétese en- we Jas manos, afiadiendo al matetial fino el polvo resultante. 5) Iniciese ef funcionamiento del sifén soplando dentro de la botella por la parte superior a través de ‘un pequefio tubo, estando abierta la pinza, Hecho esto, el aparato quedar4 listo para usarse. ©) Por medio del sifon introdizcase la solucién de trabajo dentro del cilindro hasta una altura de 10 cm (4 pig). 4) Vactese dentro del cilindro el contenido de una cépsula lena de la muestra preparada del suelo, La c4psula Ileaa contiene aproximadamente 110 grs de material suclto (como promedio). Golpéese firme. mente varias veces

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