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Técnica y arquitecturaY La técnica hunde sus raices en el pasado. Do- rina el presente y se extiende hacia ol fluro. Es un mo- vimiento histico auténtico -uno de los grandes movi- ‘mientos que forman y epresentan su época, Sélo se pus- de comparar con el descubrimiento de la personalidad or parte de los etiegos, con la voluntad de podor do los ‘Fomanos y con el movimiento raligiosa dla Edad Modi, La técnica es mucho mas que un método, es un mundo ‘2 si, Como método es superior en casi todos los aspec- tos. Poro s6lo cuando se la deja abandonada completa- mente a sus recursos, como en las gigantescas cons- ‘nucciones de los ingenieros, descubre la técnica su ver onien préctica estamos atados ala estrucira especifica de nuestra épo- ca, Nuestros valores, por otra parte, tienen su raiz en la Naturaieza espirtul del hombre ‘Nuestros objetivos de orden prctico miden solamente nuestro progreso material. Los valores que aceptamos revelan el nivel de nuestra cultura. ‘Aunque los valores y 10 objetvos préctcos son diferen- tes estin infmamenteligados. Puss, 2 qué deben star unidos estos valores sino a rugstras aspiraciones vilales? La existencia humana transcurre en amibas esferas al rmiamo tiempo. Las ambicionos nos aseguran nuestra vida material, los valores hacen posible nuesira vida espit- tual Si aveptamos esta verdad para toda axtivdad humana que implique of mas minimo contenido ce valores, cus to mas es verdad en la esfera dela arqutectura, En su forma mas simple la arquitecture se origina com- pletaments en condiciones funcionales, pero puede elo- varee a través de una vasta gama de valores hasta la ras ata esfera de la existencia espirital, al mundo del ate puro, Homos de fener en cuenta esto para pader organizar un slstoma de aducacién arquiecténica. Debernos adaptar €l sistema a esta realidad. Toda ensienza do la ara tectura debe ofrecer la expicacion de estas relaciones © interrelaciones. Debomos exlicar paso a paso aué es posible, neces rio @ importanto. La fnalidad de la ensefianza es implastar a verdadera Conciencia y respensablidad. La educactin debe llevamos de la op ble al uicio verdadero y responsable ebe guiamos de la casualidad claridad racional yal orden infelectual Por eso guiomos a nuostros estudiantes por el camino della discipina desde los moterales, pesando porte fun- con, ala obra de creacién. Guiémosics hacia el sano ‘mundo de los métodos de construccin grimitvos, en que Cada goipe de hacha tiene un significa y hay expresion fn cada dentslado de formén <¢Dénde enconiraremos mayor claridad estructural que con as vijas construcciones de madera’ gDénde encon- tear esa unidad do materiales, construccion y forma’? ‘Ant estd dopositada toda la sabiduria ce generaciones. iQue sentido det material y qué poder de expresién hay enestas casas! {Qué calor y qué bellezal Parecen eccs de vejos ca ciones, Y lo mismo en las casas ¢e piodra, qué sonido de lo natural {Qué comprensién del material; con qué seguridad ast Unido! {Qué sentido tenian pare saber donde podia usarse la piedra y dénde no! Donde encontramos mayor riqueza de estructura? {Dénde, una belloza més limpia y natural? iCon qué facidad colocarontas vigas delos tchos sobre 180s vejos muros de pledray con qué sensiblidad ebrie- 32 ron puertas en ellos! Qué mejores ejemplos podrian pedirse para arquitec- tes jovenes? ‘2Dénde padrian aprender mejor estos simples y autén- tieos ofcios sino do ostos dasconacidos maestros? ‘También podemos aprender del ladilo, {Qué sensible es esta pequena forma, tan til para todol {Qué lagica en sus uniones, dsposicién y taxtural Qué riqueza en la mas simple superficie de muro! ;Pero qué disciplina impone! ‘Asi cada material tlene sus caracieristicas espectficas {que debemos comprender para poder aplicario. ‘Lo mismo con raspecto al hier y al hormigén. Recor- demos que tode depende de la manera cémo emplea- ‘mos un material, no del material mismo. Por ova parte, ios nuevas materiales no son necesaria- mente superiores. El material no es mas que fo que deseamos que sw. Debemos familiarizarnos con fas funciones de nuestras consirucciones como con los matorialos. Los debemos analizar y clasificar.Distinguir, por elem- plo, la diferencia entre un edficio habitable y los demas. ‘Aprender qué puede ser un edilo, qué debe ser y tam- bidn qué no debe ser. ‘Examinar una por una cada funcién de un edfici y usarla ‘como base para la forma. ‘si como hemos conocido los materiales y como com- prendemos las funclones, debemas famiirizamos con los factores psicoldgicos y espirtuales de nuestros dias. [Ninguna actividad cultural es posible de olre modo; pues dopendemos del espiritu de nuestra época. Por lo tanto necesitamos comprender los motos y las fuerzas de nuestro tiempo y analizar su estructura desde ‘wes puntos do vista: el material, l funcional y el espir- wal ‘Aclaremos en qué aspectes nuestra 6poca se diferencia de otras y en qué olros se asemaja a elias, En este punto surge el problema de la técnica construc- twa, Nos ocuparemos de verdaderos problernas -elativos al valor y la faciidad de nuestra tonics. Mostraremos que la técnica no solamente promete gran eza y poder, sino que también implica peligros; que el concepto de bueno y mato puede serie aplicado como a todos las acciones de los hombres; que ests on nosotros tomar as decisiones corrects, Toda decision leva a cierto cordon, Por eso debemos aciarar qué princpios ce orden son posible, y aclararios, Raconozcamos que el principio mecanicista del orden dostaca excesivamante los factores materialistas y funcionalstas de la vida, pues no llega a sat sfacer nues- tro sentido de que los modios deben serra los fines y a ‘nuestra aspiracion de digniad y valor. Sin embargo, el principio idealista de orden con su in- sistencia en un ideal y en lo formal, no satsface nuestro Inlerés por la simple realidad ni nuestro sentido practic. Por eso hemos de dastacar el principio orgénico dol or- den como medio para lograr la correcto relacién entre las, partes y el conjunto. ‘Aqui nos detendremos. Etlargo camino desde material, através de la funcién hasta legar al trabajo creador tiene una sola meta: crear forden en medio de la desesperante confusion de nuestro tiampo. ‘Debemos toner ordon, dando a cada cosa su lugar y @ ‘cada cosa lo que le corresponde por su naturaleza, Si lo hiciéramos con perfoccién, el mundo de nuestras ereaciones florecaria. 'No deseamos mas; no podomos hacer mis. Nada puede expresar el propésito y el sertdo de nues- {ro trabajo mejor que las palabras de San Agustin: "La Bolleza es el esplendor de la Verdad” Mies van der Roho, 1938 Diecurso inaugural come Director dela Facultad do - ‘ullectura delArmour stitute cf Technooay De Phitp Jtinson, Mes van der Rohe, Buenos Aes, Ed. Lert 11900. * Manifiesto invencionista* La era anistica dela ficcl6n ropretontatva toca 1 su fin, El hombre so vuolve cada vez més insensible @ las imagenes ilusorias. Es decir progresa er el sentido de ‘su integracién en el mundo. Las antiquas fastasmagorias 'ya no salisfacen las exigencias estéticas de hombre nuc- ‘vo, formado en une realidad qua ha exigide de él su pre- ssencia total, sin eservas, Se clausura as a prehistoria dal espirtu huma- La estética cientiica reemplazaraa ta milenaria Cestética especulatva eidealista. Las consideraciones en tomo aa naturaleza de fo Bello yano tienen razén de ser. La metafisiea de lo Bolo ha muerto de insnicién, Ahora 59 impone la fisica de la Beleza, Nada hay de esotirico en el arte; is que se pre- tendon siniciades» eon unos falearos. Fl arte representative muestra ercalidades» es- taicas, absiractamente crstalzadas. Porque todo el arte repretentativo ha sido abstracto. Sélo a causa de un ‘malentendido Idealista so dio on llamar abstractas a las ‘experiencias astéticas no representativas. En verdad, por medio de estas experiencias, conscienterrante 0 n0, 52 hha marchado en un sentido opuesto al de I abstraccién; et resultado, que ha constiuido uns exaltacién de los va- lores coneretos de la pintura, lo demuestra de una mane- + irrefutable, La batalla librada por ol arte llsmado abs- tracto es, en el fondo, la batalla por la invencién concr ta Elarteropresontatvotiende a amoriguar a ener- gia cognoscltiva del hombre, a distraerlo de su propia fuerza, La materia prima del arte representativo ha sido siempre la tlusién. llusion de espacio, usin de expresion ttusion de realidad ‘iusien de movimiento, Formidable espejismo, del cual el hombre ha ‘vuolte siempre defraudado, debilitado, En cambio, ol arte 33. ‘Ademds, como una de las forma finales en las que se conereta el bienestar piiblico, el nue- vo barrio residencial es una obra consciente- mente organizada que pone en juego las ener- gias de todos y en la que los esfuerzos indi duales y colectivos se unen en una causa co- main. Io moderno en la nueva construccién no son las cubiertas planas y la divisién horizon- tal y vertical de sus fachadas, sino su relacion directa con la existencia humana. se consi raron cuidadosamente las tensiones de los i dividuos, de los sexos, de los vecinos, de la comunidad y las condiciones geofisicas. Construir es ta organizacién de los procesos vitales. Construir es s6lo en parte un procedimiento técnico. el diagrama cconémico son las directrices que determinan el es- quema del proyecto de lz eonstrue- Construir no es ya una tarea individual, en la que se realizan las ambiciones ar- quitecténicas. Construir es un trabajo conjunto de artesanos fe inventores. inicamente el que sabe dominar los procesos vitales + trabajando en colaboraciin con los demas puede considetars: realmen- te un buen constructor. Construir, si antes representaba un negocio in- dividual (favorecido por la desocu- pacién y por la escasez de vivien- das), ahora es una empresa colect- va de toda la nacién, constrir es slo organizacion: organizacin social, erica, econmica, psicoégica Hannes Mayer, Const Dessay, 1928, en Here, Martane, J ‘Olveras, J, Teese arqutectura ia mode, Maca, Neve, 1998 26

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