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El pelirrojo desenfund su espada para ponerla a un costado de la princesa.

An no poda creer
que ella estuviera junto a l de esa manera; su corazn palpitaba y senta cada bombeo con fuerza,
como si este se quisiera salir de su cuerpo. Qu demonios le suceda?

Amalia su voz son ronca. Ah estaban ellos, el pie de las escaleras de la Iglesia; se
senta observado, pero extraamente eso le pona de esa forma en que tanto tema estar.
Amalia, ests bien?

Su respiracin era agitada por el encuentro con el demonio de haca poco. Corri un
mechn rubio de la mejilla de la vampira y frunci el ceo, preocupado; una gran herida se haba
hecho lugar en su vientre, y aunque pasaba el tiempo, esta segua sin mejorar. Quiz se trataba por
el sagrado terreno sobre el que estaban, tal vez era eso la causa de su nula mejora.

Djame ayudarte, por favor susurr. Rasg la parte superior del manto blanco que lo
cubra mientras dejaba a la vista la morena piel de su cuello y clavcula; tema lo que pudiera pasar,
pero no poda dejarla de esa manera al borde del abismo. Por favor, Amalia repiti,
sintindose observado de nuevo, o no te recuperars.

Se acerc an ms, hasta que solo centmetros los separaran; poda notar la forma en que
ella le miraba con desespero, l tambin se encontraba de ese modo. Tras varios segundos de
ardua espera, abri la boca con lentitud, dispuesto a pronunciar aquellas palabras que la salvaran
de aquella herida que segua sin sanar.

Murdeme.

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