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BIW} tee. Voces narrativas en Chrétien de Troyes - Un prolegomeno para su andllisis por John L. Grigsby* ‘ean Frappicr, ya en sus conferencias de 1952 en la Sorbona, alertaba a sus estudiantes sobre |h dificultad det estudio dé tas intervenciones en primera petsona en Yvain con estas palabras: Un elemento mas dificil de estudiar seria el tono del autor... intervencfones en primera persona, apelaciones dirigidas al auditorio, interrogaciones destinadas a tenerio en vilo, guifios edriplices que lo hacen participar de Ia accién. 1 A mediados de los sesenta, Pierre Gallais, en el primero de una serie de controvertidos articulos, lamé la atencién sobre Ja universalidad de las intervenciones en las narraciones medievales: "ZQuién es el autor que no las emplea? Pero, gc6mo las emplea?, gCon qué frecuencia? En qué momento? {Bajo qué forma? {Con qué intencién?"? Sugirié entonces que” esos fragmentos del molde formal de los textos, considerados a menudo clichés o relleno, recordaban modulaciones musicales y que el historiador literatio, como el musicélogo, podria utilizarlos para identificar estilos individuales. Antes de estos dos criticos, en 1948, Emest Robert Curtius habia abogado por analizar cierto tipo de intromisiones del narrador como “formulas de sumisién y declaraciones de incapacidad". Una clasificacién de esos enclaves no narrativos, como Claude Bremond los Podria amar’, puede encontrarse ya en tas Saturnalia de Macrobio: apéstrofes (a objetos inanimados); addubitatio, uno de los tipos de preguntas retoricas; adtestatio rei visae, es deci el hecho de manifestar 0 requerir evidencia testimonial presencial; hipérbole; exclamacién, apelacién épica directa a la audiencia y sententiae.S Alberto Varvaro ha defendido apasionadamente a fa literatura medieval, ante las afirmaciones de Curtius sobre la propensién de ésta hacia los lugares comunes. Varvaro es especialmente desdeyioso con los imitadores de Curtius quienes Parecen resueltos a reducir el estudio de trabajos de Ia literatura medieval a un examen sistematico de lugares comunes y formulas, de modo que estos trabajos se transforman en una evaluacién en términos de geometria antes que de critica iteraria, con la individualidad del autor estimada en términos cuantitativos desde el momento en que es transformado en punto de encuentro de cantidades especificas y analizables de topoi y de formulae S Ambos, Varvaro y los imitadores a quienes este condena parecen haber errado el blanco. Curtius, (sacudido por la catistrofe nazi) busca mostrar la continuidad de Ia civilizacién de Occidente, y seguramente las revelaciones de Foucault sobre 1a naturaleza del discurso apoyan incluso ampifan sus conceptos.7 La condena de las apreciaciones cuantitativas es injusta, porque l simple hecho de darse cuenta de las magnitudes puede Hevar a encontrar un insospechado tesoro estilistico, al reconocimiento de los habitos especiales de un poeta o de su posicién en la literatura, Es cierto que las estadisticas en critica literaria han tenido "mala prensa" y no sabemos como Presentar ejemplos justificindolas, pero como Piette Badel ha notado, las mayores contribuciones en los tiltimos aftos, en especial las de Rychner y Zumthor, han sido posibles gracias a célculos numéricos.8 Los textos medievales contienen lugares comunes, sin duda, pero cada autor Jos adopta segin su propia modalidad. Y en cada uno de sus trabajos los inserta de un modo particular, Obviamente, una estimacién cuantitativa es ef primer ¢ inevitable paso en la evaluacién, aunque no ¢s necesatio no considerarlo el summum borim niiun fin en si mismo. El ser que habla en primera persona, la voz detris de la narracidn es a la vez autor, narrador, Sopista y en los tiempos modemos editor. El ser en el texto es a la vez unidad y mosaico, 0 mejor, un tapiz cuyos hilos han sido cternamente entretejidos, Al comentar la materia del roman, Vinaver desarrolla esta metéfora sugerida antes por Ferdinand Lot: Los innumerables hiles que se entreveran hasta donde se pierde la mirada hacen que cvalquier porcién del texto forme un todo suficiente en simismo: .. Qué quiere decir sino que el roman se presenta como un organismo que retine dos principios contradictorios en spariencia: al de la cohesion y el de la multiplicidad?? Las dos palabras, “cohesién" y "mulliplicidad”, que Vinaver subraya, expresan en sintesis el criterio estético para todo trabajo literario. Como una alfombra oriental, si se lo desmenuza se tendrin las manos llenas de un pufiado de hilos. El andlisis es justificada materia de descrédito para criticos literarios porque desbarata el fenémeno det lenguaje tan exquisitamente dispuesto por el poeta, Lo que fue destinado a existir en perpetua tensiGn no deberia ser artificiakmente separado del organismo, segin este argumento. Demostrar la unidad de un trabajo literario, en especial de muchos trabajos medievales, es una de las mas titles, incluso esenciales tareas del critico, mientras que ef anilisis somete al texto a una especie de desnudez de Io mas humillante, Como un automévil desarmado, un poema analizado atrae solamente a aspirantes a mecénicos © requiere de barreras para escondet el desorden desagradable, Pero el andlisis permite cuestionarse sobre el cémo, el con qué, para responderse o al menos interrogarse, El andlisis puede responder a la mas subjetiva de las preguntas ";Por qué me gusta este poema?”, Asi, la curiosidad, ta atracciém hacia Jo bello, necesidad epistemolégica, justifica ta segmentacin de un poema en técnicas, dispositivos retéricos, uso de tiempos, voces narrativas ¥ toda la infinita variedad de stomizaciones practicada por estructuralistas, Tel Quelistas, fildlogos, estilisticos y otros. Me gustaria enunciar una segunda justificacién. Atafie al modo de existencia de un trabajo literario, y especialmente la ontologia del ser que se encuentra detris, dentro y fuera de la narracién. No hay una tinica palabra que aleance para describir ese ser, precisamente porque es tan multiple que adopta posturas de creador, pero a la vez creado, un transmisor cuyo principio unificador es un nombre o un texto, cuyo cédigo es “Ienguaje” y cuya recepcién, cuya verdadera existencia, depende finalmente del estado del receptor. Jakobson, Poulet y muchos otros han estudiado estas nociones,! Tradicionalmente hemos llamado a este ser el autor, pero luego de Flaubert y de James, los analistas comenzaron a insistir en Ja distineién entre autor y narrador. Para la literatura medieval, Spitzer afismé vehementemente Ia separacién en su muy conocido articulo publicado en Traditio.!! Aunque unos pocos eminentes estudiosos todavia descuidadamente funden © confunden narrador y autor, Ia mayoria de los estudiantes hoy, principiantes o veteranos hace fa distincién entre uno y otro, El autor est separado del narrador y el narrador, especialmente el medieval, existe en segmentos, algunos de los cuales parecen ser bastante independientes de la fuerza centripeta integradora del texto, El problema no es sélo ontoldgico sino también terminolégico, En el intento de resolverlo los criticos han evitado a menudo los términos tradicionales tomando préstamos de los tesoros largamente lvidados del griego y del latin, creando jergas, utilizando mayésculas cuando quieren decir que se utiliza un término en el sentido técnico, o disefiando ingeniosas tablas para caracterizar al elusivo, fragmentado, omnipresente ser: el narrador, Wayne C. Booth se quejaba sorprendido, de que no existiera en inglés un término preciso para designar al segundo yo del autor, ¢s decir, el rol temporario de un ser humano como escritor. El establecié, recordemos, el concepto de "Autor Implicito” para distinguir este efimero ser intermediario entre la persona humana viviente por un lado y el narradot-persona-miscara sugerida por el "yo" en el texto por el otro.!2 Scholes y Kellogg derivaron de Historia una forma ausiliar: histor. "EL histor no es un personaje en la narrativa pero tampoco es exactamente el autor en si mismo".3 Basando su definicién en rasgos observados "desde Herodoto y Tucidides” esos autores retrataron al Histor como un "repositorio de hechos" una “autotidad” impelida a dejar sentada su sabiduria, con el derecho de comentar los hechos representados. {a historia desde su comienzo estuvo intimamente aiada a la retérica y el entiguo Histor sabia que uno de las primeras tareas del relator era convencer al auditorio de su autoridad...!4 Histor es un témino corto, facilmente identificable, aunque como la mayoria de los neologismos, se encontré con un menosprecio generalizado, El mismo Scholes parece haberlo abandonado, no mencionindolo ni una vez on su mas reciente libro sobre estructuralismo en el que la narrativa es el tema principal.'S Es un denominacién meritoria en cuanto lama fa atencién sobre la parte que Ia persuasion desempefia en la narrativa aunque deja a la retérica sin dilucidar. Deja sin identificar todas aquellas capas, funciones y estructuras reunidas, utilizadas por la voz del narrador. Uwe Porksen no elabord una nucva jerga on su estudio de Ersdhler im nitethochdeutschen,, Epos pero en su lugar delined diestramente un retrato del narrador de historias. Mientras que Scholes y Kellogg trazan su Histor de un modo diacrdnico o genético, Pérksen simplemente crea una contraparte del siglo XX del Erzaiiler medieval: no el narrador de una novela moderna sino un erudito de hoy que organiza su material para convencer a su auditorio, para suscitar un debate amplio, para estimular ef interés. Puede usar anécdotas o retérica, mostrar simpatia por sus maestros y amigos y atacar a sus adversarios. 5 Uno de os mis inteligentes abordajes al problema de identificar las voces del narrador ha sido expuesto por Marcel Muller.!7 Haciendo frente al mas desafiante de los narradores, el Marcel de. la biisqueda del tiempo perdido traz6 una tabla de voces. Aun cuando esta tabla se adapta primariamente, por supuesto, a la novela de Proust, puede servir como punto de inicio para distinguir las voces del narrador en Chrétien de Troyes y de hecho en cualquier roman francés medieval. El siguiente esquema (inspirado en Muller) intenta ser no un sistema o una morfologia sino una desestructuracién preliminar de las voces del narrador, una descomposi temporaria de una entidad que, repito, existe sélo como sintesis: 1- El AUTOR (las maydisculas son ahora mias) el SER HISTORICO Y CREADOR cuya persona real no puede ser nunca verdadera y enteramente conocida. Solamente los contempordneos oyeron Ja voz real del Autor, nosotros la escuchamos metafSricamente, filtrada a través de otras voces persistentes. 2- BI FIRMANTE, quien firma reclamando responsabilidad por el roman y algunas veces por otros trabajos, como figura en el Prologo de Cligés. El Firmanie refleja la persona historica en determinado momento de su carrera creativa, como el Autor Implicito de Booth. El Firmante se revela principalmente en prélogos, epilogos y comentarios de contemporineos, 3- El NaRRADoR creado por el Autor, algunas veces puede hablar por el Autor, otras es un ersonaje, un comentarista, un juez, alguien que intenta persuadir como el Histor de Scholes y Kellogg. El Narrador no manipula la historia, el Autor lo hace. El Narrador es una respetable marioneta. 4- BL NARRADOR CONVENCIONAL un seudo narrador, un falso narrador, una voz ereada por convencién que subsiste por tradicién y que derrama clichés o formulas, se introduce para forjar expresiones superlativas o satisfacer las demandas de ritmo y rima, Un ejemplo de Yvain "Et si estoient/ filles au scignor de leanz./ Jorz sejoma ne sai quanz".!® La voz aparenta ignorancia, como un observador que ha olvidado los hechos. Formalmente las tres ultimas silabas son esenciales pero sustancialmente Henan el verso con un cliché que ha sobrevivido hasta nuestros dias (je ne sais combien). Esta voz pertenece més a la tradicién que a un individuo, de ahi cl sintagma *falso narrador”. ZEI texto expresa algo del individuo autor o no contiene més que esencias?"!° A esta pertinente pregunta Zumthor responde sugiriendo una 4 cercania entre la psique del poeta individual y su lenguaje, dado que discurso y mente son casi idémticos: El poeta estd situado en su lenguaje antes que su lenguaje en él, Su palabra se inmiscuye en Ias falas de sus deseos, habla en lugar suyo en sus discursos; el poeta compone junto con ella, (ibid) - EL RECITANTE récitant, ejecutante (performer) o jongleur, cuya voz a menudo no era la del Autor sino una que podia usar més ventajosamente las intervenciones personales. Por supuesto no podremos nunca aseverar si agregaba algo de su propia inventiva, pero su presencia en los romans esta siempre implicita, incluso si acaso una doncella los lefa sola, a ta luz de una ventana entreabierta2® 0 tal como nosotros podemos hoy imaginar su postura retérica mientras Jeemos en silencio muchos siglos después de que su voz se ha acallado, 6- E1 Copisra, una voz secundaria pero importante; ya que por una mera crispacién de su pluma un Copista podria cambiar una tercera persona por una primera al descuidar una 0 la, inversa, como en fa escena del Grial en la que Perceval se pregunta a quién interrogar sobre una cuestiGn crucial, En muchos manuscritos se lee, con légica: Ne nfosa mie demander/ Del Graal cui Yen en servoit,/ Que to jors en son cuer avoit/ La parole ‘au preudome sage./ Si CRIENT que il n'i ait damage .. 2! ‘Traduzco lo anterior: "No se atrevia a preguntar a quién estaba sirviendo el Grial (...) porque SL TEMIA que eso pudiera ser perjudicial...". Roach y Hilka rechazan esta lectura mayoritaria en favor de dos manuscritos que dan "Si CRIEM que il ni ait damage..." "y yo temo", dice el narrador. Pocas lineas més abajo uno solo de los manuscritos offece: "Ne sai le quel...", "Yo no sé cual..." de los dos habia de sobrevenir a Perceval por eso, el bien o el mal. (Seguramente el mal no Ie ha sobrevenido a Roach por incorporar este nivel de escritura de la voz narrativa en su texto gritico).2? 7- El REDACTOR, cuya voz si bien dificre de la del Copista slo en cantidad e inteneién, a menudo a posteriori complica nuestra tarea con una expansi6n aparatosa de la autoria. Ademés de la conocida serie Continuaciones de Perceval,®3 podemos citar los maliciosos impostores que, presenténdose como Robert y Hélic de Borron, fueron responsables de la continuacién de Merlin, la historia de Bret y el enorme Guiron le Courtois.24 El Redactor explica muchos de fos intrincados problemas que enfrentan Jos editores de textos medievales cuando intentan establecer la filiacién de los manuscritos. 8- El] EpiTor MopeRNo, cuya voz convoca nuestra atencién. Asi, Joseph Gildea, un experto editor, insert6 una coma en la linea 1094 de Partonopeu de Blois con lo que Ia altima palabra, quit, I6gicamente era mantenida aparte como un relleno en primera persona: "Je crois". Ya que el natrador de Partonepeu es particularmente verborragico, la intrusién no era sorprendente en la linea en la que se lefa: "Dont fi pecol sont tot dor, quit.” ("una silla cuyas patas son enteramente de oro, creo")? Pero cuando el Volumen II apareci6, Gildea dio instrucciones para quitar la coma y asi leer: "cuyas patas son enteramente de oro puro”, Por tanto Zumthor est en fo cierto cuando implica a los editores de textos medievales como participantes de la mouvance, es decir del alin tluido, dinémico estado del texto27, Incluso la creacién de un texto en el siglo XX resulta un proyecto en grupo que involucra al autor, editor ¢ impresor, como James Thorpe ha demostrado convincentemente.?8 Las voces mas intimamente relacionadas con el texto son aquellas que he denominado provisionaimente el Narrador y el Narrador Convencional. El Autor y el Firmante, seres originales detrés del texto, se repliegan dentro de la historia como una deidad que luego de la creacién deja Io que ha forjado y habla a la posterioridad sdlo en condiciones inusuales (gsobrenaturales?)?°, El Recitante esti mds perdido para nosotros que Armande Béjart como Agnés en La escuela de las mujeres, ya que la efimera voz del Recitante era, como sabemos, muy a menudo el TEXTO MISMO para el pablico medieval. El Escribiente, el Redactor y el Editor ‘Moderno deben ser discutidos y rechazados si sus intenciones, por buenas y sinceras que sean, se transforman en obstaculos. Las manifestaciones irrefutablemente claras y formales de todas las voces del narrador son paréntesis on el flujo de la narracién en tercera persona: interrupciones dichas en primera persona y apelaciones a Ia audiencia ficilmente identificables por Ia segunda persona, La ocasional primera persona del plural enfatiza que audiencia y narrador se mueven en el mismo mundo. Las intrusiones mds obvias de Ja tercera persona son exclamaciones, aserciones de fidelidad a la verdad y reclamos de adhesin a las fuentes, Como es de esperar, los narradores, confunden a menudo la nitidez de toda divisiGn entre narrativa e intervenciones personales con sutikes comentarios 0 notas al pie aclaratorias. Es inapropiado y desacertado segmentar al narrador medieval de acuerdo con esquemas gramaticales como cl paradigma de Genette que distingue omo-, hétero-, extra- ¢ intradiegético, ya que virtualmente todos los narradores franceses medievales caben sélo en wna categoria: extra-heterodiegéticos, o on lenguaje simple*, el narrador esti presente en 1a narracién pero ausente de la historia. Genette rechaza la identificacién del narrador por la persona gramatical argumentando; La opcién del novelista no esta entre dos formes gramaticales sino entre dos actitudes narrativas (cuyas formas gramaticales no son mas que una consecuencia mecénica) 3! En Ia mayoria, si no en todos los romans medievales franceses y ciertamente en Chrétien, hemos Iegado a un punto muerto a no ser que encontremos otro camino para el andlisis del narrador, y esa alternativa es la mas tradicional (y fructifera) linea de Macrobio, Curtius, Gallais y Frappier, pero no la de Genette. ‘Vuelvo entonces a la distincién formal por persona y propongo doce categorias gramaticales, reldricas, sintécticas, formulisticas basadas en la presencia implicita o explicita de la primera persona Como un signo identificable de aparicién del narrador 1+ Anuncios: “mes je vos an dirai la some / briemant sanz trop longue parole” (Bree f 6122) 2 2+ Exclamaciones: “Et, Dex! con grant joie an els’ Alixandres, s'il le setst” (Cligés f 1163) 3- Exhortaciones, imperativos, vocativos: escotez, antandes, oz, sachies, ne cutdies, ne dotez, ‘Wel que I'en me ctoie” (Perceval 7717); segnor. 4+ Expresiones formulisticas veissiez, olssiez, y es vas sinticticos. 5- Opiniones: criem, croi, cuit, ce me sanble, ce m’est vis. 6- Protestas por insuficiencia: “et molt i ot joie et Ieesce,/plus que conter ne vos porroie / quant lone tans panssé i avroie" (Fvain, 2162-65) y la vatiante, expresiones de fingida ignorancia: “Se ne sai ge s'il le degoivent,/ mes a grant joie le regoivent” (Fvain f: 5401) 7- Reclamos de suficiencia: subtipo en primera persona, (que llamo acabado) “vos sai bien a dire les nons / de ces de la Table Reonde * (Eree f. 1668) subtipo en segunda persona (que denomino llamado a un testigo): “ et poez eroire c'onques mes / ne fa de mule rien siliez” (Yoain f. 6790) 8+ Asoveraciones de fidclidad a la verdad: “Del lit mule fable ne fas” (Perceval 7697) 9- Recordatorios: “Avoce ces que vos ai nomez/ vint li rois Bans de Ganieret™ (Erec 1922) 10-Negativas: “Del roi Artus parler ne quier / A ceste foiz plus Jongemant” (Cligés £562) LL- Preguntas retoricas: “Savez de cui je vos voel dire?" (Fvatn 2401) 12- Alusiones o attibuciones a la fuente: “si com li contes dit” (Perceval 709) Muy brevemente esquematizaré mis interpretaciones preliminares del uso por parte de Chrétien de estos tipos, refirigndome, cuando ta necesidad lo disponga, a otros tres romans (Partonopen de Blois, Et bello desconocido y Joufroi de Poitiers)33 como término de comparacién. 1- Los anuncios son una notoria muletilla en Cligés on contraste con Erec donde sirven como wna herramienta itil, Su diseminacién en otros tres romans de Chrétien es curiosa: cae de 12 en Cligés a 3 en vain y Perceval y a sélo 2 en Lancelot. En vista de que el anuncio esta estrechamente asociado con Ia transicién y la brevedad, pareceria que luego de Cligés Chrétien buscé maneras més sutiles de moverse de un clemento a otro en su narrative con algunas excepciones netamente delineadas. Las transferencias entre las seeciones de Gauvain ¥ las de Perceval en el Conte del graal sobresalen, intrusivas*S recordando el enclave de la tercera persona “ici fenist li premiers vers” en Erec(1796) y los cambios apenas mas integrados de las historias de Alixandre a las de Cligés en el segundo roman(2345-50). 2-Las exclamaciones pertenecen més al drama y a la lirica que a la narrativa, aim cuando podemos recordar que el narrador de Béroul las aprecia.%9 Chrétien y los autores de los otros tres romans las san raramente. De hecho, Chrétien deja completamente de Jado tas exclamaciones en sus primeros y ultimo romans? 3y 4+ Algunos tipos de apelacién directa estin totalmente ausentes. EJ narrador de Chrétien. nunca Hama a su piiblico segnor ni evoca los ruidos de Ia batalla con oissies** pero exhortaciones tales como “je veux que l'on me eroie” ¢ imperatives como sachies 0 ne me demaridez aparecen con més variedad y prudencia que en las tres narraciones tomadas como, término de comparacién.2° Renaut de Beaujeu, por ejemplo, estampa en sus romans un sachiez vacio ahi donde desea enfatizer la emocién en sus personajes.“ Cligds e Tvain se mantienen aparte por la escasez de apelaciones formulisticas dirigidas a la audiencia y especialmente por hacer declaracién breve de es vos, una frase que intenta involucrar también al piblico. En Zrec, Lancelot y Perceval el narrador inserta es vos aproximadamente con el mismo ritmo encontrado en los tres romans que sirven. como términos de comparacién.1! Pero la escasa densidad de las apelaciones formulisticas a los espectadores en Cligés ¢ Feain podrian justificar la hipétesis de que Chrétien escribié ambos tanto para satisfacer necesidades personales como para librarlos para el consumo piblico, La escasez revela una falla de su parte que consiste en no tener cn cuenta la presencia de auditorio, una negligencia del rol del Recitador con el objeto de dirigir la atencién més hacia la escritura que hacia la interpretaciOn. Tal hipdtesis esté corroborada por la falta de prélogo con dedicatoria en vain y por la notoria calidad retérica de Cligés 5+ Opiniones en primera persona: Ambos romans, Cligés e Fvain, se asemejan ademas entre si por su confianza en las opiniones, que son introducidas cl doble de veces de lo que encontramos en Erec, Lancelot y Perceval. El narrador de Cligés propende a un curioso habito: cada vez que expresa el paso del tiempo, introduce una opinién como relleno.43 El nartador de Perceval, genetalmente refrena tales rellenos y offece en su lugar parsimoniosamente sus opiniones con consumada destreza, en os momtentos criticos de la historia.“4 Los namradores de Chrétien estén dispuestos a offecer su punto de vista en variedad de situaciones: al utilizar superlativos, en rettatos y deseripciones, en calidad de comentarios de acontenicimientos narrados o para aumentar el suspenso, pero nunca como parte de una transicién. Ciertamente no es sorprendente que Chrétien coincida con los romans con que lo comparamos en la preferencia por esas opiniones cortas, manuables, flexibles en primera persona para completar sus versos. De las 73 ocurrencias en los ocho romans bajo estudio, 31 opiniones funcionan como rellenos./ La voz que escuchamos centonces es la del Narrador Convencional haciéndose cco de una tradicién exterior antes que el resonar de un acento individual. 6- Las protestas de insuficiencia del narrador de Chrétien son numéricamente casi iguales a las que aparecen en los tres romans que sirven como término de comparacién, ain cuando Perceval muestra una notable merma®’ ¢ Yvain se destaca con dos o tres veces mas confesiones de incapacidad y declaraciones de ignorancia por parte del narrador, en especial en el retrato de los personajes." 7- Declaraciones de suficiencia, que pueden diferir de sus opuestas slo por la ausencia de la negativa, son alrededor del doble en Lancelot e Fvain que en los otros tres romans de Chrétien, Ya que tos dos citados fueron compuestos en forma coordinada, la simititud en la , frecuencia sugiere un patron subconsciente que parece haber emergido como esquema estilistico temporario.“® Las expresiones de suficiencia, ya sea basadas en Ia competencia del narrador o en fa audiencia como un testigo digno de confianza, se ajustan adecuadamente a superlatives, descripciones y retratos, pero Chrétien también aplica este modelo, con alguna originalidad, para ser conciso (como la voz que en Cligés explica cémo el marido de Fenice pasara sus noches),49 0 para asociar a su narrador con los espectadores cuando justifica la hora temprana en que Lancelote se va a dormin®® o para concluir su historia en Yvain.51 8- La forma y funciones de las declaraciones de suficiencia, a menudo se superponen con Jas aseveraciones de fidelidad a fa verdad en primera persona, recurso no favorito de Chrétien, que las elude totalmente en Cligés y reourre a ellas una sola vez en el Caballero del leén.52 La misma reticencia se encuentra reflejada en los romans utilizndos como elementos de comparacién, en los cuales una ocurtencia tnica en Partonopen podria también clasificarse como una negativa,®> mientras que el locuaz narrador de Joufroi, sorprendentemente, las omite de su repertorio, De hecho, el uso escaso en los ocho romans es inesperado, ya que el objetivo primario de los esfuerzos persuasivos del narrador es convencer a su audiencia de su veracidad, 9- Los narradores de Chrétien, en general, se abstienen de los recordatotios excepto en Erec, donde las cuatro ocurrencias estn asociadas mecnicamente con listas de nombres propios.*4 ‘Una reaccién mas tardia de Chrétien a esta clase de técnica épica es el bien recordado arranque del narrador en Cligés: "Cuidez vos or que je vos dic’ Por feire demorer mon "Cil roi furent, et cil conter;/ Et cil, ct cil ct cil i furent2" (4588-91). Lucgo de Cligés los recordatorios son abandonados excepto por una tinica insercidn en Perceval55 10- Las negativas funcionan muchisimas veces para lograr mayor brevedad en especial en Eree.® De hecho, en el arte de Chrétien uno podria categorizar un buen nimero de anuneios, preguntas retéricas y negativas como vatiantes de concisién a no ser por la habilidad de Chrétien para aplicarlos a otros usos. En Fvair ef narrador se niega a continuar con motivo de que la audiencia es renuente a escuchar més sobre heridas de amor.57 La voz en Lancelot pone objeciones a relatar en detalle la noche de pasién por razones de decoro.58 11- Para las preguntas retéricas las estadisticas muestran un amplio espectro, Son abundantes en vain y s6lo esporidicas en Perceval,>? En Erec las pregumtas reléricas del narrador estan destinadas casi enteramente a lograr brevedad o facilitar una transicién,® rasgo compartido por Jowfroi donde el recurso es aburrido y predecible.6! El narrador de Cligés formula preguntas sélo cuatro veces, pero los personajes del roman las multiplican en sus monélogos, especialmente las referidas al tipo de preguntas que los autores clisicos lamaban correctio 0 como Geoffroy de Vinsauf podria haber denominado, el "color" del ratiacinatio.®? $i los personajes de Cligés cuentan con la correctio y la ratiocinatio para exponer desde su interior su psique, cl narrador de Tvain, como un observador desde afuera, cuestiona el comportamiento de los personajes. Los propdsitos retdricos de Cligés e Yvain son, una vez més, sorprendentemente similares, como si un roman fuera el campo de pruebas del otro. En resumen, luego de rec, Chrétien efectivamente abandond ta pregunta como un dispositive de transicién, ta desarrollé en los mondlogos de los personajes en Cligés, la transfirié al narrador en Yvain y finalmente la administré con penetrante precision en Perceval. 12+ Las breves alusiones a una fuente manifiestan un patron muy curioso: rec presenta 3 ocurrencias, Cligés 4, Lancelot 1, Yvain 2 (aunque en realidad, son cero ya que una alusién. niega la fuente y la otra es puramente de relleno), Perceval 9 (donde por lo menos un personaje se atiene fielmente a la fuente).53 Refleja esta insistencia en una autoridad realmente una mayor fidelidad a la fuente que en los romans previos? ZO representa un mero esfuerzo retético para darle dignidad a la historia? Este altimo es seguramente cl caso en Joufroi, donde el narrador repetidas veces hace profesiin de fidelidad a un libro que probablemente nunca existié,°4 pero para un eseritor con la destreza de Chrétien sospechamos que el salto en Ia frecuencia demuestra, sino una sincera preocupacién por el modelo, al menos un intento de captar a la audiencia, En resumen, los narradores de Chrétien intervienen con menos frecuencia que Tos de dos de los tres romans con que se compar, (2! bello desconocido y Joufroi de Poitiers) mientras que en Partonopen de Blois la intervencién es practicada al mismo paso que la que se observa en. Cligés 0 Lancelot.® Pero ninguno de esos ocho narradores se entromete fan a menudo como Calogrenant cuando se hace cargo de la historia en unas 400 lineas del comienzo de Fain, Calogrenant interrumpe con una cadencia que es cinco veces la del narrador principal de Chrétien y cuatro veces la del de Le Bel Inconnu y Joufroi.® Godettoi de Laigny, en ef final de Lancelot, se anota por encima de cualquiera de los narradores principales de los ocho romans. Su ritmo, de una intervencién cada 33 lineas refleja no la discreta cautela del narrador de Chrétien sino el desempeito de Calogrenant de Chrétien, cuya nerviosa verborragia descubre un relator inexperto, De Bree a Perceval no se encuentra evolucién numeral gradual, aun cuando el iiltimo roman esti relatado por el narrador menos intrusive. En Zrec lo convencional reina supremo mientras que las rifagas de interrupciones son casi el doble que las de Perceval. En Youin las intrusiones, también relativamente abundantes, estin incorporadas de un modo levemente més sofisticado, Cligés ¢ Yvain demuestran una tendencia a descifrar metiforas comunes en sus digresiones similares a sermones. En Lancelot tales explicaciones tienden a convertirse en notas al pie vitales para la trama antes que en sermones balzacianos. Recordamos las pequefias prolijas historias de la carreta y del proverbio, “Or est venuz qui l'aunera!" (5563) ‘Nuestras conclusiones deben resultar tentativas ya que los materiales exhumados por este tipo de sondeo dejaron mis interrogantes que respuestas. El esbozo precedente esquematiza un metodo que podria con provecho ser intentado con otros romans, otros géneros 0 incluso con los mismos fextos.expetimento a partir del cual tengo el conocimiento de que podrin generarse diversos puntos de vista. El problema de la funcién textual o situacién causal, para cada una de los tipos de intervenciones ha sido someramente indicado aqui: es la punta de un iceberg, un complejo campo preparado para la investigacién que intento explorar en el futuro. Lo que he lamado intervenciones del narrador son, uno podria argitir, artificios estilisticos arbitrariamente elegidos, pero incluso la arbitratiedad puede producir resultados, como el minucioso examen de la reiteracién en Claudel realizado por Antonie o el estudio de Suleiman acerca de los paréntesis en Proust.67 El valor peculiar del estudio las voces narrativas reside en clarificar UN aspecto del contar historias, identificando patrones estilisticos y acaso también brindando una clave de por qué encontramos un placer més grande en algunos romans que en otros. (

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