Solo Pekn dispone de palancas diplomticas y econmicas para torcer el brazo a
Pyongyang Corea del Norte ha detonado su tercera bomba nuclear, dos veces ms potente que la de 2009. Al enrgico e inmediato coro de condenas ha seguido una reunin urgente del Consejo de Seguridad, que anuncia nuevas sanciones. El valor poltico del desafo resulta evidente para un rgimen que persigue un programa nuclear desde hace 50 aos y que en 2012 modific la Constitucin para declararse nacin con armas atmicas. De puertas adentro, envalentona al jovencsimo lder Kim Jong - un y presumiblemente permitir a Corea del Norte aumentar su presin en futuras negociaciones con EE UU y sus aliados. Hacia afuera, representa un clarinazo, tanto ms alarmante cuanto que el objetivo declarado del rgimen comunista es conseguir una bomba potente y reducida que pueda montarse en la cabeza de un misl intercontinental. Los esfuerzos para frenar el desarrollo atmico norcoreano han fallado. Ms all de su ritual condena de ayer, hay pocas sanciones que el Consejo de Seguridad pueda aadir a las ya impuestas a Pyongyang. El reto, sumado al iran, va a poner a prueba a Obama. Solo Pekn dispone de palancas diplomticas y econmicas para torcer el brazo de su protegido, aunque ni siquiera sus amenazas previas han resultado disuasorias. Toca al nuevo lder supremo Xi Jinping demostrar que iba en serio.