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I I I I SR I nn I re ese, PHILIPPE PANERAI / DAVID MANGIN CELESTE EDICIONES Proyectar la Ciudad PHILIPPE PANERAI DAVID MANGIN EDICIN A CARGO DE INES SANCHEZ DE MADARIAGA CELESTE EDICIONES Philippe Peowrar, arqiatects y wahanisa, es profesor en ka Escuela ve Arquiicei Parris: Malays ¥ 0 la Esewela de Dociorada Ciudad! y Mediveonbience. Ex Gran Premio Nacional de Urfuausna ov Francia Dawid Mang, engutecen, es profesin en la Escuela de Arquitectura de Mamwe-ta-Vlle ings Séincher de Macdavicyer, arquitecta-urbanisea, es profesora titular on ta Escuela Técnica Superior de Arquitecnera de Madrid Titulo original: Proje: Urbain © 1999, Editions Parenthases, Marseille (ISBN 2-86364-604-4) Copyright de esta edicisn: © 2002, Celesce Ediciones Fernando VI, 8, 1.” 28004 Madrid Tels 91 310.05 99/902 118 298. Fax: 91 310.04 59 E-mail info@celesteedicionees.com www.celesteediciones.com “Traduccién: [nés Sanches de Madariaga Ilustracién de la cubierta: Foto aerea de Madrid, 1998. Gerencia Municipal de Urbanismo, Ayuntamiento de Madrid. ISBN: 84-821 [-362-3 Depésito legal: M-14.483-2002 reawe peohibis, Sie la autoracién escnta de las itunes del «Copyright. bajo las sancignes cestablecius en bs leves, In reproduccion ‘otal o parcial de esta obra por cualquier medio. procedlimiento, camprendidos la reprografiay el tratamiento informétice, y ladistribucidn de ejemplares de ells mediante alyuilero présiam pablices. Quedan rigues Esta obra es galardén del P.A.P. Garcfa Lorca, Programa de Publicaci6n del Servicio de Cooperacién y de Accién Cultural de la Embajada de Francia en Espatia y del Ministerio Francés de Asuntos Exteriores Lmmpreso en Espaita-Printed in Spair. Indice Prblogo vie. 9 Agradecimient0s 0.0... sescsieeeee ee Prefacio. 19 1. EL DESAF{O DE LA FORMA URBANA 21 Construir la ciudad 22 EI proyecto ubano 40 2. LA ORDENACION: PARCELAS, DENSIDADES Y TIPOLOGIAS 31 ‘La parcelacién: ordenacién y division del suelo... 54 Casas aisladas, casas pareadas y casas-patio..... 57 Casas en hilera . eee 61 Casas superpuestas y casas mixtas . 67 Bl edificio entre medianetias.... 70 Residencias y pequetios inmuebles colectivos . 74 EL interior de la parcela. 76 Inmuebles con redientes ¢ inmuebles co patio 78 Parcelas profundas y patios alargados . 83 3. LA CONSTRUCCION DB LOS ESPACIOS PUBLICOS . 89 Las calles corrientes ... 95 Callejuelas y pasajes ... 101 Calles principales, calles comerciales Bulevares y avenidas ooo. ccc. Vias-parque. cornisas, terrazas y grandes infraes-ruceuras....... vonstituatne Inegracisn de las redes de transporte colectivo Las plazas... ceceeptstessen enti ee Ei espacio piblico: redes, nivelacion, pavimento y equipamiento,....-.. - 4. LA PRODUCCION DEL TEJIDO URBANO .. Parcelas y manzanas: formas, dimensiones y divisiones. La hilera, : see La manzana rectangular simple La manzana compleja y el giro del parcelario El corazin de la manzane......... La manzana moderna Manzanas y reticula... ses | Manzanas cuadradas y manzanas rectangulares 5. LOS TRAZADOS La permanencia de los trazados...... . Roma: la permanencia de la estructuracién del C€ETHCOTIO ee josssestsseetianinne esis Nueva York: trazado urbano y especulacién El Cairo: ctazado agricola y urbanizacién.. El disefio de los trazados ......... sscssenenl La continuidad de las vias y las redes existentes.. Relieve y orientacién ..... a La estructura parcelaria rural El paisaje de la energiann cc... El trazado: referencias, determinaciones y sugerencias .. cososteel Moaumentos y tejido urbano . Le leceura de los objetos-referencia Los ejes simbélicos...... 104 108 113, 7 124 131 137 137 138 141 146 150 153 197 159 165 165 166 167 170 174 174 176 18] 185 186 189 191 193 6. LAS ACTIVIDADES EN LA CIUDAD... Tiendas, mercados e hipermercados . Oficinas e industria vertical . Salas de espectéculo y zonas de juego Aceas logisticas y contenedores.. Los grandes equipamiencos: hospitales y universidades ..... Delimitaciones, ceccamientos, recintos, enclaves Las actividades en el tejido urbano ... ?. LA HBRENCIA DEL MOVIMIENTO MODERNO, Los grands ensembles Franceses Tejido y us0$ 0.0... Del bloque a la vesidencia La geometcia parcelaria ...... EI paisaje de la modetnidad. Centralidad y gran escala 8. EL TIEMPO DEL PROYECTO Y EL TIEMPO DE LA CIUDAD. Decisién, programa, disetio. Uso, cransformacién, gestién Nueva York y Paris La ordenanza arquitectinica.. En el interior del tiempo... Bibliografia... 201 202 206 208 210 212 215 219 225 225 230 233 237 24) 246 253 254 263 268 272 274 282 | | PROLOGO. Las formas y dimensiones de tos espacios urbanos y el cémo deben ser proyectaclos consticayen el objeco de esta obra, Desde un punco de vista formal, su estilo, objecivos y formato son los de] manual, pues contiene indicaciones pricticas para ser usa~ das como guia por tos profésionales que tienen la responsabi- lidad de construic la ciudad. Como manual, enttonea directa- mente con una antigua ceadicién cratadistica que en ucbanis- mo tiene uno de suis radximos exponentes en el Town Planning in Prastixe de Rayroond Unwin de 1909. Pero ademas de ser un cracado del “cémo hacer” en una actividad eminentemen- te prdctica como es la consttuccién de ciudades, este libro plan- tea también explicicamence una coma de posicién en lo que, ucilizando la expresién de Piece Bourdieu, podriamos llamar cl campo de la produccién cultural urbanistica! Como cesultado de lo primero, se crata de una aportacién de gran ucilidad para la ensefianza del urbanismo en las escue- Jas de acquivectura, dada la escase2. cle cextos contempordne- 0s que aborden estas cuestiones de manera sistematica y sin- cécica. Fin este nuevo cexto Panerai conseruye sobre dos libros anceniores que han alcanzado una gran repercusién tanto en Francia como en Espaiia: Elementos de andlisis Urbano y Formas urbenes, de ta manzane af blogne, ambos traducidos hace afos al castellano y seciencemente reedicados en Ftan- cés. el primero complecamence reorganizado y accualizado, PROVECTAR LA CIUDAD. el: segundo con un nuevo capitulo que cubce el perfodo de los casi veinticinco aftos cranscurridos desde la primera edicién Tanco el uno como el otro han sido textos clave en la ense- fianza del urbanismo en Espajia en las Ultimas dos décadas, y siguen siéndoto, pues a pesar de ser inencontrables, siguen presences en las bibliografias basicas de las asignaruras. $i en estos dos primeros libros el enfoque del estudio de las for- mas construidas es fandamentalmente analitico ¢ histdrico, fruco de un ceabajo en equipos multidisciplinates, en este tilti- mo libro el enfoque es netamence el del arquirecto-urbanis~ ca que proyecta y conscruye ta materialidad fisica de la ciu- dad, es0 sf, sin olvidar que las formas urbanas no se conserti- yen en un vacio socioeconémico, politico o cultural . Proyectar la cindad parce de una concepcién bésica del pro- ceso de constraccién de la ciudad compartida con muchas otras obras de la corriemte morfologista, aunque en ciercos aspectos st distancia netamente de otros autores. Adquiere por ejem- plo especial relevancia el papel central que se actibuye a la par- cela dencro del erio trazados, parcelacién y edificacién, cuyas interrelaciones e imbricaciones configuran los tejidos urbanos La preponderancia de la parcelacién como elemento generadot de las formas urbanas separa a este libro por ejemplo de los manuales de tradicién anglosajona de las tiltimas décadas, mas préximos a una visi6n paisajista, aunque ciertamente no del de Unwin. Es sin embargo otto tipo de cuestiones relaciona- das con una visi6n amplia de la construccién de la ciudad como un proceso social y colectivo fo que més distancia a esta obra de ocras en las que se atribuye oporcunisca o ingenuamente un Papel protagonista a la libertad creadora del arquitecto. Asi, €s un cema recurrence de este libro la consideracin del tiem. po como gran fuerza constcuctora y transformadota de las ciu- dades. El tiempo, con sus miiltiples cadencias, reflejadas ea las huellas superpuestas dejadas por las vidas y actividades de las 1 PROLOG generaciones sucesivas, seria, paraffaseando 2 Marguerice Yourcenar', el gean conseructor de ciudades. Cuando un acquitecto-urbanisca ordena un nuevo trozo de ciue dad, definiendo las secciones y erazados de las vias, las formas, tamatios y modos de agrupacién de las parcelas, que remiven a wna cipologia edificacoria decerminada, regulada a través de una serie de normas en unas ordenanzas, lo que esté haciendo es defi- hi un marco inicial a partic del cual la ciudad se formard, evo- lucionard, se cransformard, adquitiré rasgos diferenciados en el tiempo. No esté ciertamente proyectando un objeco fijo, cerra- do y auténoro, con vocacién de ser impermeable a la transfor- macién por los cambios en su propio concexto, como las obras de arte y en menor medida la acquicectura. Un proyecto de un ‘nuevo trozo de ciudad es algo abierto, que va a ser transforma. do por la accién de otros, que de hecho ya ha sido transforma do por la accién de oceos durante su mismo proceso de concep- cién y realizacién, pues un proyecto de un nuevo trozo de clu- dad no es nunca resuleado exclusivo del crabajo de un peoyec- tista. Los proyectistas proyectan constrefiidos por las opciones policicas de Jas adminiseraciones ptiblicas, por las limitaciones econémicas y eécnicas de los modos conseructivos y de produc. ci6n inmobiliaria del momento, por sus propios valores y modos de entender el mundo como personas y como profesio- nales, aunque de este dltimo factor sean casi siempre incons- Cientes. Con el ciempo, el nuevo barrio evolucionaré, cambiarin las poblaciones, las costumbres, los usos y las densidades, las cipo- logfas se teansformacén como consecuencia de la obsolescencia de la edificacién, muchas parcelas serin agregadas como en Manhattan o segregadas como en los grands ensembles, a veces incluso, en el largo plazo, las alineaciones setén modificadas La importancia que se atcibuye al tiempo como constructor dle la ciudad, canto el tiempo pasado como el ticrapo fucuro, tiene consecuencias fundamentales para la actividad de quien PROYECTAR LA ChUDAD. proyecta, pues supone una leccién de responsabilidad. La cons- tracciéa de la ciudad se convierce en un proceso social, colec- tivo, en el cual aquél que hace la primera ordenacién deja su mayor impronca al definir los elementos mis inertes, los tra- zados y las parcelas, que pueden permanecer siglos inscritos en el suelo. Bstos trazados, vinculados en un momento inicial a tuna parcelaci6n y a unas cipologias edificatorias concrecas, con €l paso del ciempo serdn soporte de nuevas parcelaciones y sobre todo de edificaciones diversas La diversidad formal seré resultado de la acci6n del tiempo sobre los cejidos urbanos, que permite su transformacién, su densificacién, su adapeacién a necesidades cambiances. La diver- sidad dificilmence se conseguisé a prioti, a través de un dise- jo que prefije hasta el mas minimo detalle, como se pretende en las villes nouvelles francesas y en tancos otros lugares. La res- ponsabilidad del profesional que proyecta la ciudad es preci- samente la de definir las condiciones para la edificacién y la gestion fururas del cejido urbano, cespondiendo a las dimen- siones précticas del uso, sin confundir los trazados ucbanos con los trazados reguladores de la composicién arquivecténica Proyectar ta ciudad no es proyectar un conjunto de edificios, ni campoco es proyectar un espacio pablico como una entidad con caracterisricas formales o paisajisticas propias, porque el espacio pitbiico no puede ser considerado sin considerar a un tiempo la parcelacién y la edificacién que Jo rodean La idea de proyecto urbana que defienden Panerai y Mangin es una idea abierca del proyecto profesional, imbricada con orcas pricticas diversas Ilevadas a cabo por gentes diversas, desde los propios residentes, a los promotores inmobiliatios. Fs una préic- rica que debe no s6lo permiric, sino fomentar la posibilidad de ta eransformacién del tejido urbano, definir las disposiciones en el suelo que permitan la eransformacién y adapeacién de los teji- clos. Se trata de “producir Jo complejo, lo préximo y lo inacaba. my PROLOGO do”. Bl papel del profesional consisticfa precisamente en lo con- crario a Ja precensién de dejac una impronta personal, creadora, en un proyecto cerrado al que se atribuyen significados simbdli- cos desde un principio. Para los aucores de este libro los signifi- cados simbélicos en la ciudad estén, salvo excepciones, fuera del control de! urbanista, son por el contzario construidos con el tiem- po por los propios habicantes, como resultado del uso y Ja vida que desarrollan en la ciudad. El catdcter excepcional que en rea- lidad tienen las plazas, como las avenidas y los bulevares, es un buen ejemplo. No se pueden hacer p!azas en cada cruce, ni ave- nidas 0 bulevares en cada plan parcial, como tampoco se deben convertir las viviendas en monumentos, a riesgo de banalizar los propios monumentes. Tampoco se puede constnuir la ciudad des- de el edificio, como ha sido frecuente en los barrios residenciales reciences espafioles donde las manzanas cecradas con el interior vacio invierven el estatuto de los espacios, no consideran la par- celacién y limitan las posibilidades de evolucién del cejido. Panerai y Mangin proponen un método de trabajo que par- ce de la consideracién de un terreno con unas medidas estan- daces, fijadas en raz6n de las ldgicas constructivas contempo- réneas, a partir del cual va examinando las posibilidades de par- celacién en funcién de las tipologias edificacorias. Tras el estu- dio de los trazados viarios, de sus formas y dimensiones, y de cambiéo los distincos papeles que desempedan en la ciudad, plantean, por agregaciones y divisiones de cerrenos sermejan- tes, una aproximacién a la produccién del tejido urbano como “imbricacion de dos légicas: la de la parcelacién def suelo en parcelas edificablés y la de los crazados viacios que les dan ser- vicio”. La manzana aparece asi como un resultado, como el con: junco de las parcelas privadas que se solidacizan gracias al malla- do del viario. Se traca de un recurso didéccico de gran eficacia, que permite al leccor, a cravés de un juego de suscicuciones y equivalencias, ir adencrindose en el conocimiento de las B PROVECTAR LA CIUDAD imbricaciones entre y de Jas dimensiones posibles de parcelas, calles y edificios. En capitulos posceriores se abordan los cra- vados ¢ infraestructuras de gran escala y los grandes equipa- miencos y recintos para actividades. Comentario especial merece el nuevo capitulo dedicado a la herencia del movimiento moderno, donde el autor, con senti- mienco no disimulado, propone un método para la incervencién en los grandes conjuntos de vivienda social, Jos famosos grands ensembles de las décadas de 1950-70. Si la critica al movimien- co. moderno habfa sido escandarte de la corriente morfologista, cosa perceptible en muchos pasajes de! libro, en este capitulo Panerai plancea los problemas accuales de estos barrios y las posi- bilidades de intervenciéa en ellos, con reconocimiento emoti- vo de lo que significaron y contindan significando para muchos de sus habicantes, y con apreciacién de su valor como pattimonio hhisc6rico del urbanismo francés y testimonio de una época. Sus propuestas se basan en la incroduccida de divisiones en el sue- lo. divisiones fisicas, construidas, que son también divisiones en la gestién —no olvidemos que se traca de conjuntos de vivien- das de propiedad piblica, yestionadas por una nica sociedad — dirigidas a inducit por un lado una eprapiacién del espacio por pacte de sus residentes, y, por otra, a favorecer una gestion dife- renciada que a medio y largo plazo favorezca la evolucién y com- plejizacién del cejido. También aqui el papel de los ciudadanos =craducci6n que he hecho de! eérmino hebitants—en la ttans- formacién que hacen de las formas consccuidas a través de su vida cotidiana en la ciudad adquiere especial relevancia La valoracién del papel de los ciudadanos, al igual que el reco- aocimiento rendido a los procesos no planificados de construc- cid de la chudad, representados por las formas histéricas poco reguladas y poco tecnificadas de construccién urbana, y por las formas de crecimiento esponténeo actual mente presentes en todo el mundo excepruando los paises clesarrollados, forman parte de PROLOGO ta visi6n ceftica de un urbanismo tecnoceético 0 comercial. Esta obra propone aprender de las formas tradicionales de conscruc- cién de la ciudad: de las Formas histéricas, anteriores al desorrolio de la profesionalizacié6n del urbanismo durante la segunda mitad del siglo XX, y de las formas populares, con las que guardan muchos puntos en comin, que perviven en muchos lugares del mundo. Propone también una aceptacién cealista de las formas reales de promocién inmobiliatia y de las légicas del mercado En ocasiones el libro adquiere un cono ligeramente comba- tivo que se compagina bien con su carécter normacivo y que lo separa de los manuales cealizados desde los ambicos de! urba- rnismo més préximos a las ciencias sociales. Bs éste un rasgo frecuente en textos escritos por representantes del morfologismo desde la décadade 1960, que tiene que ver con la aspiracién a definic el campo de la creacién cultural, en vérmino de Bourdieu, con sus limites y referencias, dentro de un terreno tan move- dizo y heteragéneo como es el urbanismo En el original francés el texco adquiere con frecuencia un tono poético, seguramente perdido en ta traduccién, que a veces pudiera parecer mitificaci6n 0 visi6n idealizada de ciudades y lugares. Es un cono sin embargo que despierca la imaginaciéa y tiene la capacidad de ilusionar a les personas jévenes que se aceccan al urbanismo por primera vez. Las constantes referen- clas a ciudades apacecen de manera evidente como derivadas de la experiencia vivida del autor y craslucen un encusiasmo vital por los lugares que se han conocido. Para concluic, algunos comentarios sobre la traduccién. Ea primer lugar, sobre la craduccién del cftulo, Proyectar la cindad ‘nos parecis més ajustado al contenido del libro que Prayecto urba- no, aun cuando esca tiltima expresién hubiera sido craduceién liceral del ciculo en francés. Proyectar la ciudad sugiere la idea de la accidn del tiempo, del proceso abierco ¢ inacabado que el cexto pretende transmitir, rasgos que no siempre se acribuyen PROYECTAR La CILIDAD. a la expresién cascellans proyeca urbano. S¢ ha suprimido un glo- sario que aparece en la edicién original, en parte para evitar una longitud excesiva del libro (dado que esta edici6a contiene un nuevo capitulo), en parte porque se craca de un glosario como es logico eminencemente francés muchos de cuyos términos no aparecen en el texto. También porque en una versién espafiola se-hubiera tenido que afiadix uci mimero considerable de tér- minos nuevos para aclarar al lector espafiol cuestiones deriva- das del contexto francés. En lugar del glosario, se ha optado por incroducir noras aclararorias. Algunas de estas notas responden aaclaraciones que en el original se resuelven en el glosario; otras son aclaraciones derivadas de la traduccién y aparecen como notas de la traductora. Por tilcimo, quisiera agradecer a Ignacio Solana su revisi6n del texto completo y a Anne Le Maignan y a José Maria Pérez Santander su ayuda en encontrar los térmi- nos técnicos castellanos apropiados para muchas expresiones del lenguaje profesional que no aparecen en el diccionario, y evi- dentemente, a Philippe Panerai y Héléne Femadndez, sin cuya continua disposici6n a resolver mis dudas no hubiera sido posi- ble la presente edicién de esta obra Inés Sinchez de Madariaga NOTAS ' Bourdiew, Pierre (1995): Las reghat del arte. Genesis y estrncsiera del caw po literario, Barcelona, Anagrama. (Ed, original 1992). * Panezai, Philippe, Cascex, Jean, y Depaule, Jean-Charles (986): Formas rbanas: de la wanzana al blogue, Barcelona, Gustavo Gili, (Reedicién francesa aumencada 1997; ed. original 1977), Panerai, Philippe, Depaule, Jean-Chatles y Demorgon, Marcelle (1983): Elementos de andlisis bane, Madrid, TEAL. (Reedicisn feancesa corregida y aumentada 1999; ed. original 1975). * Yourcenar, Marguerite (199L): El siemps, gran esealtor. (Ed. origiad 1983). AGRADECIMIENTOS, Este libro tiene su origen en un seminacio celebrado en el Instituto Francés de Arquitectura por iniciativa de Bruno Fortier, A finales de la década de 1980 se vealizé una primera difusidn de los resultados de ese seminario bajo el citulo El tien ‘po de la ciudad. Desde énconces se ha podido concinuac esta refle- xién y comprobar la validez de los argumentos en proyectos concretos. Nuestros agradecimiencos se dirigen en primer lugar al Instituto Francés de Arquiceccura y a la Unidn de las Federaciones de Organismos Habitation @ Loyer Modéré, al Plan Urbain y al Plan Construction, que han permitido la elaboracién de este libro. Se dirigen cambién-a los organismos piblicos cuyos encargos han permitido la confrontacién de la teoria y la practica, asf como a los estudiantes y profesores cuyas reac ciones, ctiticas y estimulos han contribuido a desarrollar el debare, Nuestro agradecimiento especial a Héléne Fernandez y Vito Martelliano, que han asumido la pesada tarea de elabo- rar y coordinar la iconografia en el seno del estudio de urba- nistno Panerai y Asociados. Héléne Fernandez en particular ha sido responsable de la coordinacién del manuscrico, poniendo al servicio de esta nueva edicién su doble competencia ucba- niscica y lingtifscica Para la edicién espafiola, nuestros agradecimiencos se dedi- can pacticularmente a Inés Sanchez de Madariaga, que cuvo la PROYECTAR LA CIL:AD. iniciativa de llevar a cabo esta publicacién y condujo con per- severancia Ja realizacién y la craduccién det libro. Sus obser- vaciones y preguntas permicieron reflexiones € intercambios siempre muy estimulances Por dleimo, a la editorial Celeste de Madrid, sin la cual esce libro no exisciria. Ph. Panerai PREFACIO Se ha escogido para esta obra un estilo ea cietto modo empa- rentado con el de los manuales, un poco a imagen de Jos anti- ‘guos tratados de urbanismo que mezclan el anélisis de Ja rea- lidad y los proyectos. Puede resultar sorprendente, ya que el rono del manual, su intencién didéctica, el cardcter normati- yo con el que aborda las cuestiones, confieren una apariencia " perentoria. Es un estilo mas propio de un usbanismo incipience en el contexto de una sociedad industrial confiada. Hoy estamos lejos de las certidumbres de un Sciibben e inclu- so de un Danger. La fe en un urbanismo cientifico basado en verdades universales cede su lugar a ta duda: el ucbanismo ya no puede pretender el control total del medio fisico —desde la ciudad hasta el més pequefio utensilio doméstico—, el poder politico esté directamente implicado en Ja forma de la ciudad y los habicantes reivindican justamente su papel y capacidad para intervenic. Sin embargo, la forma ret6rica del manual atin tiene algu- na ventaja: pone en evidencia el encadenamiento de los asun- cosy la ineerdependencia de las escalas, Al adoptarla se ha que- cido facilicar una compreasi6n global, evicar las visiones espe- cializadas y cendenciosas de los profesionales y provocar, en fin, al lector para incicarfo a construir su propia ceorfa a partir de su experiencia personal. A fin de cuentas, el urbanisca debe ser ante todo un ciacadano 10 En algtin lugar de Francia Fai CAPITULO 1. EL. DESAFIO DE LA FORMA URBANA ‘A pattirde la década de 1950 el aumento de tamatio de les ope- raciones, el desarrollo de la propiedad horizontal y la evoluci6n elas teorfas sobre la arquitectura y sobre la ciudad, haa impe- dido, en Francia al menos, la parcelacién de las grandes pro- piedades. Al mismo tiempo, se proclamaba la auconornfa de la Calle respecto al edificio. Asf, a ciudad se extiende sin crear nue- +yos egpacios piblicos y sin ninguna idea de conjunto. Las aceua- ciones se suceden en funcién de la disponibilidad de suelo, como islas mejor o peor conectadas con la red viaria existente, Carteteras y caminos furales,en ocasiones desdoblados median- ce nuevas vias répidas, forman la infraeseructuca primaria, mien- tas el acceso local se organiza de manera auténoma en cada ope- racién, acencuando las diferencias y las discontinuidades. En los conjuntos de viviendas sociales, la crivializacién gene- ral de los espacios libres en el mejor de los casos grandes par- ques, por lo general una sucesién de aparcamientos y pradesas foal cuidadas— lleva como consecuencia Ia dificultad de su mantenimiento y gestiOn, cuyas cargas ha de soportar la colec- tividad, La ausencia.de espacios que los ciudadanos, indivi- dualmente 0 en peduefios grupos, sientan como espacios propios,agrava estas dificultades,y ese anonimaco de los espacios, suseita el vandalismo y la agresividad. A primera vista, la sicua- cién parece parad6jica: una difuminacién excesiva del espacio ceae consigo una gestién costosa y dificil y, a la vex, Jas vivien- n

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