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Martin Hopenhayn Estudié Filosoffa en las Universidades de Chile, Buenos Aires y Paris. Ha sido profesor de Filosofia en la Universidad de Chile, Universidad Diego Portales y Academia de Humanismo Cristiano de Chile. Ha trabajado como consultor-investigador en el Instituto Latinoamericano de Estudios Trasnacionales, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, en ei Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y el Instituto Latinoamericano de Planificacién Econémica y Social. Desde 1989 es investigador de la Division de Desarrollo Social de la Comision Econémica para América Latina y el Caribe, Chile. Actualmenta trabaja en al Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificacién Econdmica y Social, Chile. Es autor de numerosos libros y articulos los mas recientes son: Haci Fenomenologia del dinero; ;Integrarse 0 subordinarse?. Nuevos entre politica y cultura y El reto de las identidades y la multicuituralicad. El siguiente texto fue tomado de la obra: ura rues: HOPENHAYN, Martin. “El reto de las identidades y la_multiculturalidac Organizacion de Estados lberoamericanos para la Educacion. la Ciencia y a Cultura. en Revista ce cultura: Pensar Ibercamerica, tebrero 2002. pp. ‘11 Diversipan cuttumat eto de lt identi la muticultualied El reto de las identidades y la multiculturalidad Martin Hopenhayn, | Globalizacién y postmodernidad: ta irrupcion de lo cultural en lo politico y el reclamo de la diferencia’ Los discursos de la modemidad y el desarrollo lograron generar un orden y un imaginario centrado en conceptos como fos de Estado-Nacion, toritorio e identidad nacional. Hoy estos concepts seven minados por afuera y por debajo: de una parte la globalizacién econdmica y cultural borra las fronteras nacionales y las identi- dades asociadas a ellas, mientras la diferenciacién sociocultural cobra més visibilidad y voz dentro de las propias sociedades nacionales. La relacion establecida entre cultura y politica queda radicalmente cuestionada.en la medida que el Estado-Nacién pierde~su caracter de unidad politico-cultural y tiende a restingirse al cardcter de una _unidad politico-institucional, con funciones regula forias en el campo de la economia y de los contlictos entre actores sociales, Ls cultura se politiza en la medida que la roduccion de sentido, las imagenes, los Simbolos, iconos, conccimientos, unidades Informativas, modas y —sensibiidades, tienden 2 imponerse segun cudies sean los actores hegemonicos én los medios que situnden todos estos elementos. La asimetria entre emisores y receptores an ef Intercambio simbélice se convierte en un Problema politics, de lucha por ocupar espacios de emisién/recepcién, por constituise on interlocutor visible y en voz audible. Mientras avanza, a escala global, lun statu quo que racionaiiza econémica- | Bastco 29 taba ve: “inagirseo scornarea? ‘ume ies orm slice cute puncte Ser Didiogot en la aecisn, primera etapa, 2008 ‘mente por el lado de! capitalismo, y potitica- mente por ef lado de las democracias formales, adquiere mayor conflictvidad | mbito de la cultura y a identidad, Quién hace circular los signos y las sensibilidades, quién impone su interpretacién alos hechos, quién recicla la basura medidtica para convertira en sofal de identidad colectiva? De una parte as mogafusiones multimedia sumergen al individuo y a los grupos en la sensacién de impotencia frento a la inédita concentracién de los modios audiovisuales. La idea de que a mayor concentracién de la propiedad de los mecios, mas so estan- darizan ios signos, desanima a cualquier entusiasta de! multicuturalismo. Pero de otra pane, los mismos medios de comunicacién deben abrirse a gustos de distintos grupos para empatizar con audiencias cada vez mas segmentadas. Y en los medios intaractivos, la democracia Comunicacional avanza a medida que se ifunden los terminales de computadoras y Jas capacidades para usarlos. Finalmente los piiblicos receptores van reconstruyendo identidades en combinacién con la oferta de Ya industra cultural, lo que implica un estalido de mediaciones miltiples en el tejido social. Asi, el tema del muticul- turalismo cobra primacia tanto en América Latina como en el mundo. industriaizado con las dinamicas de la globaiizacion, o| aso de sociedades modemas a posmodernas, y de sociedades industriales a sociegades de la informacién. Varios fenémenos estructurales concurren en ello 1. Un descentramiento politico-cultural donde las practicas ciudadanas nc fluyen hacia un eje de lucha focal (e! Estado. ol sistema politico 0 la pect 4g Mertin Hopenhayn Nacion como su expresidn torrtorial), sino que se disaminan en una pluralidad de campos de accién, do espacios de negociacion de ccontlictos, terntorios @ interiocutores -y muchos de estos campos tienen cada vez mas a considerarse contlictos culturales 0 “identitarios’- El ciudadano deja de ser solo un \depositario de derechos promovidos por ef Estado de Derecho 0 el Estado Social, para convertrse en un sujeto que, a partr de 1o que los derechos le permiten, busca articipar en ambitos de 'empoderamiento” (empowerment) que va definiondo Seguin st capacidad de gestién y” segun, también como evalia instrumentaimente el émbito mas Bropicio para la demanda que quiere Qestionar. Y a medida qua se expande el papel del consumo individual, tanto material como simbdlico, en la. vida de la sociedad, el sentido de pertenencia so Gesplaza desde el ojo Estado. Nacion hacia una gran dispersion en la produccion de sentido y en la interaccién de sujetos. La idea ‘epublcana —decludadania ‘reaparece pero no an el honzonte de la partcipacisn politica, sino de una gran variedad de practieas, cutturales, sean asociatnas 0 comunicativas, que no Necesariamente_coneurren en Io Publico-estatal. En ello encontramos ientidades monadicas, hibndas y miméticas. Diversticacion fragmentacién aparecen como dos caras de ia misma moneda 2. El "boom" de la diferencia y la Promocion de la diversidad, 10 que implica que muchos campos de autoatimacion cultural 0 de 'dentidad que antes eran de competencia exclusiva. de. Negociaciones privadas y de 50 Pacer feferoncia “hacia adentro” de los sujetos, hoy pasan a ser Competencia de la sociedad cil, de conversacién “hacia afuera” y de! devenir politico y el devenir-publico do reivindicaciones asociadas, Asi or ejemplo, précticas que detinen Sujetos colectivos fuera de la estera laboral y territorial, y mas en la estera de la cultura, hoy son politizadas y llevadas a la lucha por derechos y compromisos: diteron- cias de género, etnia, cosmovisién, culturas “trbales ‘arcaicas ostmodemas, y otras. Ei consumo matenal y el consume simbslico no sdlo diferencian por status sino también por tribus. Y algunas do alias trascienden su niicleo de Perenencia y se proyectan a un didlogo publico en que se espera cambiar la opinién publica, revertir los stigmas que pesan sobro algunos grupos, ampliar la tolerancia © imponer iconos. La globalizacién tae consigo una mayor conciencia de las diferencias entre identidades cuiturales, sea porque se difunden en los medios de comunicacién de masas, se incorporan al nuevo imaginano politico difundide por ONGs transnacionales, 0 se Intonsitican las olas migratorias; o Sea porque hay culturas que reaccionan volentamente ante la ola expansiva de la “cultura-mundo” y generan nuevos tipos de conflicios Fegionales que inundan las pantallas fen todo el planeta. De este modo, aumenta la visibiidad politica del campo de la afirmacién cultural y de los derechos de ta diferencia, El paso de logicas de representacion a_l6gicas de redes, donde las demandas dependen’ menos de! sistema politico que las procesa y mas de los actos comunicativos que logran fluir por las redes multiples de Informacion. El ejercicio ciu-dadano 50 expande a practicas cotigianas a Didlogos en a cecién, primera etapa, 2008 medias politicas y a medias culturales, relacionadas con la interiocucion a distancia, el uso de la informacion para. el logro de conquistas personales o grupales, Ja redefinicin del consumigor (de bienes y de simbolos) como agente que da voz a sus derechos y sus referencias, y el uso del espacio medidtico para wansformarse en actor frente a otros actoras. Mas se muttipican las redes, mas se Ginamizan los micromundos que circulan por ella. En este contexto quisiera destacar una tensién propia de las democracias actuales? Por un lado se trata de apoyar y promover la iferenciacion, entendida doblemente como diversidad —cuttural, pluratismo en valores y mayor autonomia dé los sujetos, pero sin que esto se convierta Cn justiicacion de la desigualdad o de la no inclusion de ios excluidos. Por otro lado se busca recobrar 0 redinamizar ia iqualdad, lentendida sobre todo como inclusién de los exciuidos, sin que ello conlleve a la homogeneidad cultural, a mayor concen: tracién det poder politico o a la uniformidad en los gustos y ostilos de vida. La integracién-sin-subordinacion pasaria por el doble eje de los derechos sociales y los culturales, en que una mejor distrioucion de actives materiales va de la mano con un acceso més igualitario a los actives simbolicos (informacién, comunicacion y Conocimientos). Todo esto, con una Dresencia mas equitativa de los multiples actores socioculturales en la deliveracién piblica, y on un pluralismo cultural encarnado en normas @ instituciones Pero todo esto no se da con suave cadencia Postmodern sino con la doble cara de la ‘cha por la muyemonta y la apuesta por ia domocracia cultural. La globalizacion hace Que | multicutturalismo se haga presente en la realidad tanto bajo la forma del Didlogos en te acc, primera etapa, 2008 Diversipap cuLrumat voto la entidades yl muicuturaad conflicto como de la promesa de mayor ‘iqueza cuttural, De una parte la amenaza del atrincheramiento fundamentalista 0. su contracara, la mac-donalizacién del mundo. De otra parte, las posiblidades de expandir la subjetividad de cada cual en la interaccién intensiva con un otto que nos atraviesa con otras formas de mirar, de vestir, de comer, de compartir, en fin, de practicar el amor y la espirtualicad, Y fambién la globalizacién, an el ambito politico ideoldgico, nos coloca | ‘mutticuturalismo como un valor @ incluso como un ideal. Convenciones interna- cionales que prosenbien la discriminacion y abogan por el derecho a la ciferencia son ratificadas por los Estados nacionales, y las constituciones prescnben derechos cuiturales cada vez mas amplios, Serales auspiciosas son los Estados que se feconocen como pluriétnicos (Ecuador, Bolivia); la institucionalizacién de la educacién tilingde en zonas donde of espafiol suele ser segunda lengua; la politizacion de las demandas de propiedad sobre las tieras por parte de culturas autéctonas; el respaldo de la comunidad internacional a los migrantes refugiados, y ‘otros. Las ONGs dol mundo se organizan ‘en redes para fiscaiizar todas las formas de diseriminacion y exclusion, y algunos medios de comunicacion difunden una sensiblidad multicutural en fas pantallas de los hogares. La tlerancia y ta detonsa de ta cveridad cultsal se converen en pare oe. 0 palicamente coracto.y "gear on un Imagario global ue sin cud 2 hoy mas brocive at muliclturasmo en su version Gemocraica "deo que ‘ern decades precedentes. ‘Pero os msmios modes Broconicos uttzdos por las NGS. Son aprovechados. por grupos. o-naes. para aura sos ideas y buscar adnerontes,j 08 Sandidstos nacionalstss.yxenotooes 20 Europa ganan cada vex mas. apoyo Siecoral tomo el caan recienta de Austra tas. jwentudes europeas. aus, _oora protagonzaronia pica oe i Weraeon MOY pace! gy la se desplazan hacia posiciones de Ultraderacha y reavivan vieios racismos frente a migrantes arabes, turcos, Dakistanies, latinoamencanos y afrcanos Finalmente, en el campo del consumo de bienes y de simbolos, también so dan tendencias paraddjicas, donde convive el enlatado norteamericano (do juga, de tomates, 0 de series televisivas), con ia ‘mayor diversifcacién de sensibilidades into en la oferta como en la recepcion, Las luna industria cultural poderosa o infuyents en la vida de la gente, y también nos hablan Ge las formas locales en que dicha industna 80 decodiica por sus usuarios: mas onsidad cultural y mas diferenciacién de iWentidades. qué ccurre con América Latina y eémo se ubica en el cruce entre 1. El multicutturatismo y ta negacién del otro En América Latina y ol Caribe, ios contictes del | _Mmulticulturalismo s@ vincwin’ historcamente a la “dialéctica “de “tn egacion del otro™: ese otro que puede ser indio, negro, mestizo, zambo, campesing, mujer © marginal urbano. Entendida, ep {orminos étnicos y culturales, la negacion Gel tro se remonta al “periodo de Gescubrimiento, conquista, colonzacién y evangelzacion, y recorre la relacion entre 52 Pecrr nuestra historia republicana y sus procesos le integracion social y cultural, ‘tn soos Sentido, podemos decir que tborcaménes esta marcada desde sus origenes por al problema multicultural, en la medica que tiferencia se consttuye en ol eje dei poser l discipfnamiento y la expropiacisn ‘Aunque en la formacién de ios Estados Rationales en el siglo XIX so plantes formaimente 1a superacién ae. las estructuras jerérquicas de la colonia bajo is bandera de una sola cultura y una sola la sirvid también para Emprosas de homogenizacion nacional que atrasaron con las culturas indigenas, os Por medio de la aculturacion oda unca como mestiza) tiene, asimismo, otras Caras contrapuestas y pendulares. Por un lado el otro es el extranjero, y ia cultura Polfica latinoamericana, en sus versiones més tracicionalistas y autoritarias, hs Oxhibide con frecuencia esta resistencia esencialistas en gobiernos autorttarios, que ostentaron el poder politico en muchos. paises de la region’ para Quienes la influencia externa adquiris, | rostro de ia decadencia moral o la potenciai ‘orrupcién del ethos nacional. En el extremo. pussto, el propio “criallo” latinoamericano, ha negado al otro de adentro (al indio, a! mestiz0) identifcandose de manera smula Gora con lo europeo o nonteamericano, 3 bien definiendo el ethos nacional a partir de tun ideal europeo o ilustrado, frente al cuai las cultures étnicas locales quedaron fotuladas con el estigma del rezago o ia barbarie, Didlogos an la acon, primera etape, 2008 Podria arqumentarse que la negacion del otro es negacion del mutticuturalismo, 95 decir, el reconocimiento unilateral de una ‘cultura como valida frente a otras que se los nigga jeaitimidad. Pero también os una forma opresiva. de asumir ol mutticulturalismo: se reconoce la presencia de otras identidades, pero sdlo para degradarlas ontolégicamente y, desde. ali, hacer ce esta jorarquia la estrategia discursiva para justiticar la expropiacién de tieras y oltos recursos, la explotacién de mano de obra y la dominacion politica. Mas aun: el reconocimiento del otro-cuitural, asociada indisolublemente al otro étnico. facial, se constituye en un dispositive Necesario para los procesos de conquista, colonizacion, y constituciin de Estados nnacionales cimentados en un ideal de ethos homogéneo. Ot forma de negacién del otro fue la aculturacién de los pueblos indigenas y afrolatincamericanos,* vale decir, Ia egacién de su propio universo. simbstico con el fin de disciplinarios en el trabajo productivo, la ideologia del Estado-Nacion, el espiritu racionalista y el uso de una lengua europea. Si antes habian sido osvalorizados por pre-crstianos, mas tarde lo fueron por pre-racionales yore. ‘moderns. Epitetos propios de un juez que mira desde las alturas y colocan a estos ‘Tupos en el punto mas bajo de la jerarquia Social y cultural, fueron, y en parte siguen Siendo, los de salvajes, haraganes, indolentes. impulsivos, negligentes, trutos, Suporsticiosos, disolutos, y otros, La negacion del otro adquirié luego el rostro mas visio de la exclusion social y aun fo Berpetia. Tras sigios de exclsidn y dominacién, a principios del nuevo mienio los pueblos indigonas, atrolatinos arocaribefes, asi como los migrantes do paises vecinos, presentan en América Latina y 1 Caribe los peores incicadores sconémices y sociales. La mayor parte de diese a colstorcen cl anvopsiage Alvaro Bao on Dhatogos en la accién, primera etapa, 2004 Drvansipap cutrurat Elreto de os identidades y ta muticaituraided los pueblos indigenas y de tas poblaciones airolatinas viven an condiciones de exicema pobreza. Si tomamos indicadores clasicos Soma logros educativos, remuneraciin ai trabajo, formalizacicn en’el ampleo, calidad ge los asentamientos y dotacién ce Patrimonio, vemos que estos grupos ocupan hoy el lugar mas bajo en la estructura Social. Lo mismo ocurre cuando medimos ef bienestar en terminos mas simbdlicos que ‘materiales, pues estos grupos son 105 que tienen menos poder politico, son los menos valorados culturalmente y los que menos voz ostentan on el didlogo medistico conde: se construyen las imagenes sociales respecto de los actores que componen la sociedad, Para ellos, el multiculturalismo es, a lo sumo, una’ esperanza vaga de econocimiento o una retériea que tiende un manto de invisibilidad sobre sus demandas concretas. En efecto, un rasgo cotidiano de exclusion ha sido la recurrente invisibliizacién de la diferencia Dicho mecanismo tiene manitestaciones muy diversas: el no Feconocimiento del otro-indigena y el otro- afrolatino en los curriculos de la educacion formal; fa ausencia del componente étnico- facial en los sistemas de relevamiento estadistico (p.e., todavia muchos cansos Nacionales todavia no preguntan sobre la adscripcion étnico-racial), lo que hace que estos grunos no aparezcan:definidos por su ientidad étnica 0 cultural en el diserio y aplicacién de politicas sociales: 1a ‘minimizacion que tanto el Estado como los ‘medios han hecho -hasta hace poco tiempo- de los efectos destruciives de la modern: zacion sobre los patrimonios de grupos indigenas y afrolatinoamericanos; y |2 ausencia det “tema del otro” en e! debate politico, en los programas partkiarios y er las utopias maderizadoras, pecs 53 Martin Hopenthayn Ul, EI multiculturalismo como mestizaje y telido intercultural Ala negacién dat otro como atirmacién da ia Identidad propia se opone, aunque también ‘se complementa, el mestizaje como realidad y como discurso. En América Latina ef ‘mestizaje racial es intrinseco a los procesos de conquista y colonizacion, y la poblacion mestiza es mayoritaria en la region® El ‘mestizaje racial constituye, en cierta forma, la base histérica para entender como se stesolvié® ol tera del muttculturalismo en ‘América Latina. Este largo proceso es ‘susceptible, también, de miradas distintas. De una parte el mestizaje fue y es la forma de encuentro entre culturas. De otra, ha sido la forma de asimilacidn (y aculturacién) de los grupos indigenas y afrolatinos a la cultura de conquistadores y colonizadores - y mas tarde, de republicanosy moderizadores.. €1 mestizaje puede entenderse como mediacién, pero también ‘como subordinacién y renuncia; como forma historica del encuentro, y como estrategia dominante de absorcién de los dominados. EI mestizaje ha servido de palanca ‘simbolica para instituir un "ethos* nacional como ideoiogia del Estado-Nacién. El simoolo del ‘crisol de razas', sesa en paises con alta poblacion indigena 0 eceptores de flujos migratorios europeos, resulta emblematic en este sentido. La “patria mestiza" constituye asi una formalizacién de! multiculturalismo, donde lo ‘multicultural se transmuta en intercultural Pero esta idea ha sido cada vez mas ‘cuestionada. Se arguye, al raspecto, que el mestizaje constituye un tipo de mitificacién que sirve de manto idealégico para soslayar los contlictos entre culturas y, sobre todo, para enmascarar una historia poblada de ‘expoliaciones y exterminios de un grupo por otro. También se atirma que el ideal de pattia mestiza na sido un dispositive de * enendonco ol mative a 28 como descandensa do igas y lances 0 ambi do Barco yaaa 54 Pecm homogenizacién por parte de los Estados nacionales para constituir _unidades culturales-territoriales alli donde siempre ha campeado, aunque silenciada, ia diversidad de culturas. Finalmente, también se sefiala la bracha entre el discurso la realidad, por cuanto la invocacién positiva del mestizaje ro ha facilitado el acceso de los “mestizos” al poder 0 a los beneficios del progreso, sino mas bien los ha compensado simbolica-mente sin hacerios protagonistas reales del desarrollo 0 de |a politica. tra forma de mirarlo es pensar América Latina y el Caribe como una regién que desde sus origenes produce y recrea su condicién de interculturalidad o "asimilacion activa” de la cultura hegeménica (desde et catolicismo hasta la modemnidad) desde el acervo histérico-cultural propio.” Esta Ccondicién persiste hasta la fecha, y sugiere la idea de permeabilidad entre culturas y sujetos de distintas culturas, asi como la sincronfa de distintas temporalidades hist6ricas en el presente. América Latina y al Caribe es intercultural porque coexiste y ‘se mezcia lo moderno con lo no modemo tanto en su cultura como en su economia; y porque [a propia conciencia de la mayoria de los latinoamericanos esté poblada de ‘oruces inguisticos 0 cullurales. Esta intorcuituralidad ha encamado en miltiples figuras y ha recibido distintos nombres: laginizacién, cimarroneria, creclismo, chen- ko, etc. El migranto campesino que se bate or sobrevivir en las grandes urbes 2s la fexpresion de un sincrtismo espacial; las mezclas interculturales que genera la modemidad es también otra figura recurrente; la apertura a los mercados mundiales y la heterogeneidad estructural también tienen una connotacion de tejido intercultural; e incluso la tradicion populista constituye Un tejido sincrético en que los rasgos de la modemidad se entremezcian con culturas politicas premodernas. esp pun se basa en. Femanco Calderon, Varin epontayn Emeata Otone, Esa saquiva mad¥micad, 2 Didlogos en la accién. primera etapa, 2008 Desde esta _perspectva la identidad Jatinoamericana debe entenderse a partir de la combinacion de elementos culturales Provenientes do las sociedades ameringias, europeas, africanas y otras. El oscritor Mexicano Carlos Fuontes sefiaia que tione, Para América Latina, una “denominacion muy complicada cific de pronunciar pero comprensiva por lo pronto, que es llamarnos indo-atto-beroamérica; creo que incluye todas las tradiciones, todos 10s elementos que realmente componen nuestra cultura, nuestra raza, nuestra personalidad’.’ El encuentro de culturas habria producido una, sintesis cultural que se evidencia on producciones estéticas, tales como at llamado bartoco latincamencano dol. siglo XVII, © @1 muralismo dei presente. siglo Este tejido intercultural se expresa también en la musica, los rtos, las fiestas populares, las danzas, el ane, ia literatura: y tambien Pennea las estrategias produciivas los ™Mecanismos de supervivencia, Esta identidad bajo la forma de tejido intercuitural_ ha sido considerada tanto Gesde 9! punto de vista de sus limitacionas Como de sus potencialidades. Respecto de lo primero, s@ afirma que nunca ha sido del odo constituida ni asumida Tal eg ia osiciin que asumen, por ejemplo, Octavio Paz y Roger Bartra” En la motitora det axolote utlizada por Barta, Ia. identidad mexicana tendria un caracter larvario tunco, condenada a no madurar de| todo, Como potencialidad, la identidad mestiza aparece constituyendo un nucleo cultural desde el cual podemos entrar y salir dea ‘modernided con versatilidad,® y con el cual odriamos —si asumimos ‘alenamente la Condicién del cultural— tener un acerve Envevita 42 Sarg Naas, And ust Octavo Pas I abeeo a sles, Msc, OF Fonte ae Cura Ezordnca, etn sngral se ea Rom Barta, ta laa ce ie melanie ates | ‘Palma tel monsano, Nénca Do ERR enter salam a mocemad, Mens Ge cea Didlogos en a accién, primera etapa, 2008 Diversan cutrurar roto de os ints y ta muiticuturaldod desde donde contrarrestar 1 sasgo excesivamente instrumental ° “deshistorzante” de ‘as oleadas ‘ideologies modernizadoras, |V. El mutticulturalismo y la xenofobia El final del conflcto Este-Ceste, o de la confrantacién ideolégica_—_capitalismo- omunista como eje de la alineacién global, otorga mayor presencia y fuerza a contlctos y divisones de otra naturaleza Nacionalismos xenofsbicos, fundamentalis- ‘mos religiosos y conflicios étnicos pasan a Primer plano en ia noticia, en la politica Macional e internacional, y en la preocu. ppacién de tos pueblos. Por un lado se hacen visibles, y por el otro so racrudecen. El fin ge los socialismos reales ha ido acompafiado, tanto en la ex-Union Sovistica como én Europa Oriental, de nacionalismos {usrtes que, de alguna manera, constituyon (Geusas" culturales y poliicas de larga data, Lamentablemente, estas cindmicas van acompafiadas de luchas cruentas ante aciones emergentes y revitaliza la “dimensién siniestra” dela afimmacion identitaria, a saber, la discriminacién racial ¢ incluso los proyectos de “iimpieza atnica". Ademds, fa mayor afluencia de migrantes intemacionales y tronterizos generan -o feviven- la xenofobia y los’ prejuicios raciales en los paises receptores de Eurooa Occidental, o cual se exacerba si en estos Sltimes aumcnta el cesuingleo y se hacen mas defictarios los servicios sociales basicos provistos por el Estado. Ante esta uitima situacién, grandes contingentes de SbteF0S poco calificacos, javenes desccu: pados y dependientes de la subvenciin estatal tienden a tevantar chivos expistorios Para responsablizarlos de su propia Sttuacién: los extranierss que disputan Bustos de trabajo y los beneticios sociales el Estado de Bienestar. Un nacionalismo ‘eactivo comienza a verse en paisos industrializados frente a grupos étnicos de ottos paises que logan, a su ver expulsados de sus lugares’ de ongen cor peer ge Martin Hopentiayn falta de oportunidades, 0 bien porque a su vez se refugian de situaciones de guerra que han padecido en sus paises de origer. Las acciones de los jévenes pro-nazis en Alemania constituyen un triste ejemplo. Nuevos y viejos fanatismos adquieren grandes dimensiones y generan situaciones incontrolables en regiones enteras. Algunos de ellos se ejercen desde el propio Estado, y la consecuencia mas dramatica de ello en los uilimos anos es el conjunto de {genocidios sutridos por Bosnia, Timor Este, Ruanda y Kosovo, Europa se ve hoy atravesada por dindmicas contrapuestas. De una parte la integracién europea avanza en distintos ambitos que reinscriben a sus habitantes en un marco ampliado de pertenencia, marcado por referentes simbdlicos tan potentes como la moneda, la residencia juridica y ol derecho al trabajo. Pero al mismo tiempo las migraciones interas en Europa y su impacto sobre sociedades golpeadas por el cesempleo, asi como la fuerza de los regionalismos y sus identidades, coloca un signo de pregunta tanto sobre el proyecto de integracién europea como sobre la convivencia entre identidades heteragé- eas. A medida que la exclusién del mundo de! trabajo golpea tanto a jévenes nacionales como a migrantes de otros paises y otras etnias, los primeros van techazando a los segundos. Los valores de la tolerancia y la solidaridad social, tan caros al modelo de Estado de Bienestar y tan propicios para un multiculturalism proactivo, se _estrellan contra el ‘ebiitamiento ~material y simbélico- de ese mismo modelo de Estado-Nacién, Un sintoma inquietante de lo anterior es el aumento de sitios xenéfobos y racistas en Internet. En junio pasado, el Centro Simon Wiesenthal con sede en Los Angeles, sostuvo que en 1995 habia sélo un website Que promovia el odio xenofdbico, y que en la actualidad existen mas de 2.000. Para luni del presente afio, slo en Alemania, ot ‘Amero de paginas de la web de extrema erecha se habia incrementado a 350, unas 56 peer 10 veces més que hace cuatro aos Coma en Europa, también en America Latina el uso do internet también se ha utlizado para promover grupos xenofobos de tipo nazi. Este instrumento fue erucial en la proparacién del congreso nazi que iba a tener lugar en Chile en abril del 2000 y que fue impedio por las autoridades chilenas, segin lo afitmaron sus propios organiza dores. En of mismo mes, la organizacion judia Centro Simon Wiesenthal adviris de ia existencia de al menos cinco sitios de Intemet elaborados en Brasil dedicados a la promacién del odio y la violencia. En América Latina y el Caribe la xenofobia hunde sus raices fistéricas en la discriminacién étnico-racial, sobre todo en e| patron de *negacién del otro” referido en paginas precedentes. Este imaginario cultural de negacién del otro so transfiere mas tarde al otro-extranjero, sobre todo si no es blanco y migra desde paises caracterizados por una mayor densidad de poblacién indigena, affolatina 0 afrocari- befia. Asi, los migrantes paraguayos y bolivianos ‘en Argentina han sido, desde haca décadas, apodados como ‘cabecitas egras’, al igual que los aymaras det norte del pais que se trasladan hacia la metropolis. En Chile, los migrantes peruanos y ecuatorianos de affos recientes son vistos como ‘cholos'. En Peri los ecuatorianos reciben el apodo de “monos’ el mismo apodo con que os ecuatorianos de Quito desprecian a los de Guayaquil Todas estas expresiones retinen senti- mientos xenofébicos con la secular discrimi rracién étnica o racial. Estos prejuicios los padecen también fos __migrantes colombianos en Venezuela, haitianos en Republica Dominicana, guatemaltecos on México, 0 nicaraguenses en Costa Rica, y todos ellos en Estados Unidos y paises europeos. Tales prejuicios se ven agravados por el hecho de que los migrantes suelen incorporarse a una masa de trabajadores no especializados que compiten en los mercados de trabajo de los paises receptores. Y en circunstancias en Que se agrava el desompleo de la PEA no Dislogos on la accén, primera stapo, 2008 especialzada, 2i rechazo 0 desprecio hacia os migrantos tambien 8 exacaroa, En Argentina, duranta el presente ano fa comunidad boliviana que reside en las afueras de Buenos Aires ha sido victima de fobos que incluyen ataques y torturas. La iscriminacion de migrantes quatemaltecos fen el sur de México ha sido ampliamente documentada. En Brasil, el Departamento de Extranjeros del Ministerio de Justicia ha reconocido la existencia de denuncias de ‘maltrato contra extranjeros, casi todos ellos ‘en situacién irregular. En Republica Dominicana, los — migrantes _haitianos ‘ealizan las faenas mas duras en las zonas turales y viven y trabajan en condiciones deplorables. Ademas, los dominicanos ven fen los haitianos ala poblacién ‘negra’ mientras ellos prefieren verse como descendiontes de etnias indigeno-cariberas y biancos. En agosto pasado, en Venezuela 50 retité de la educacién publica un texto de “Instrucci6n Premilitar’, a raiz de comen- tarios presuntamente xendfobos. El texto escolar, previsto para ser impartido a partir de este aro en la educacion media del pa’s, ‘aiifica como ‘irracional" la inmigracion ce colombianos, ecuatorianos, _pervanos, dominicanos, cubanos y ciudadanos de ‘otros paises de! Caribe, y se los senala como portadores de ‘costumbres velentas", afirmando que las “mujeres venden la care al_msjor postor" para conseguir la nacionalidad venezolana. V. Multicutturalismo proactivo: asumien- do deudas histéricas en contextos Postmodernos Las paginas precedentes sugeren que, tanto en Europa como en América Latina y 81 Caribe, “el actual esconario de globalizacion y postmodernidad exacerba tanto ol mutticuituralisme (como realidad y como valor), como también las dificutades ara asumirio proactivamente. Entiendo ef ‘mutticuturalismo proactivo como una fuerza istérica positwa capaz de enriquecer e! ‘maginario pluralista-democratico,, avanzar Digiogos en i accion, primera tape, 2008 Diversipap cuLturat Elreto de os identtades ya muticuituralidos hacia mayor iguaidaa de oportuniciades y at misma tempo hacia mayor espace para a atirmacién de la diferencia. Un multe! turalismo proactive necesita conciiar ia no- diseriminacién en el campo cultural con of foparto social frente a las desiguaidades, Esto incluye a su vez poliicas de accion Positiva frente a minorias éinicas, y también frente a otros grupos detinidos por estrato socioeconémico, identidad cultural, edad, género 0 proveniencia territorial. Las policas contra la discriminacién de ia diferencia (promovidas desde los derechos civiles, politicos y culturales) deben complemeniarse con politicas sociales focalizadas hacia aquellos grupos que objetivamente se encuentran mas discriminados, vale decir, en condiciones mas desventaiosas para afirmar su identidad, satisfacer sus necesidades basics y desarrollar capacidades para ejercer positvamente su libertad. La accién positiva debe extender los erechos particularmente a quienes menos los poseen. No solo so refiera esto a derechos sociales como la educacion, e) trabajo, fa asistencia social y la vivienda; también a los derecnos de participacion e la vida piblica, de respeto a las practicas culturates no pradominantos, y de interlocucién en el dilogo publica, En esta contexto se combinan los desafios del ‘Auevo escenario con su larga historia de egacion © dominacién del oo. Ei econocimiento y valoracicn de la diferencia tiene que hacerse carga de la superacion de cualquier idea de homogeneizacién cultura de dominacién 0 de superioridad de una cultura en relacién a otra, Es necesario, pues, sustraer_ todo fundamento y tegitmidad a las fuentes histéricas de desigualdades y exclusiones or razones de raza, etnia, creencia, region (© nacionalidad. EI reconocimiento de ia diversidad multicutural y oluritnica implica uo los astados y gobiernos reconozcan los derechos de estos grupos, los incorporan a a legslacién -0 incluso respeten sus propias sistemas autsnomos de justicia y peer o> Martin Hopenhayn propiedad y provean los madios necesarios para su ejercicio real El desafio es compatibilizar la libre autodeterminacién de los sujetos y la diferenciacion en cultura y valores, con politicas econémicas y sociales que hagan efectivos los derechos de “tercera generacion’, reduciendo la brecha de Ingresos, de patrimonios, de adscripcién, de seguridad humana y de acceso al conocimiento. Se trata de promover la ‘gualdad en el cruce entre la justa istribucién de potencialidades para afiimar la diferencia y la autonomia, y fa justa distriouci6n de bienes y servicios para satisfacer necesidades basicas y realizar los. derechos sociales. Lo anterior plantea una agenda muy diversificada si se quiere responder al reto del mutticulturalismo proactive. Dicha agenda incluye, pero a la vez trasciende, el ambito de las poltticas culturales en sentido stricto. Valgan, a modo ilustrativo y para motivar la reflexién, los siguientes puntos propositivos.'° En materia de educacién, no sdlo implica generalizar programas bilingues en zonas donde los educandos tienen el espafiol como segundo idioma, sino también pasar a un modelo educativo con vocacién multicultural, y donde dicha vocacién se reileje en contenidos, valores y practicas pedagdgicas. El respeta a la diversidad étnica y cultural, la educacién civica apoyada en la ciudadania plena y extendida, la pertinencia curricular fronte a cistintas realidades sociales y culturales con gue liegan os nifios a las escuelas, asi como el fomento a practicas comunicativas basadas en el respeto al otto y la Feeiprocidad en la comprension, son elementos basicos en este cambio de concepto. \Altras deers ponuesta so basa a: Avro Gao y Yo Carte CEPAL, Sanmago” coe CCN 19S, agosto Go ooo = " 5g peer En cuanto a la comunicacién a distancia, ésta tiendo a ser cada vaz mas importante para incidir goliticamente, ganar visibiidact pliblica y ser interlocutor valido en el didiogo entre actores. Se debe, pues, prestar especial atencion en promaver ei acceso de los puebios indigenas, afrolatinos, afrocar- befios y migrantes a las nuevas tecnologias, especialmente en el ambito de las ‘comunicaciones, tanto porque los capacita roductivamente para la sociedad dei ‘conocimiento, como también porque les permite mayor capacidad colectiva on materia de gestion, organizacién ¢ interlocucion politica. Ya en América Latina ‘muchas organizaciones utiizan los medios interactivos, como Intemet, para publicitar ‘sus reciamos y formar parte de movimientos supranacionales. También seria altamente Positive que los gobiemos, desde sus Secretarias de comunicacién y organismos olegiados (como asociaciones 0 calegios de periodistas y comunicadores), trabajen coordinamente con los medios de ‘comunicacién para disefiar estrategias mediéticas que promuevan los valores positives de la tolerancia, la apertura al otro, el_multiculturaismo y la disposicién al didlogo intercultural y “trans-fonteras'. Y que prevengan contra toda forma de comunicar que despierte xenofobias, 0 que estigmatice a los otros (culturales, raciales, tertitoriales) por el mero hecho de Ser atros. En relacion al empleo y el trabajo, donde indigenas, migrantes y afrolatinos enfrentan tuna situacion de clara desventaja -y con frecuencia, discriminacién- los Estados deben fiscalizar para asegurar un tralo ‘menos discriminatorio, y a la vez promover el acceso mas equitativo a la educacion. Es preciso velar por remuneraciones iguales or iguales tareas, y por la extension de derechos y prestaciones sociales, de salud y accidentes y enfermedades profesionales. Para promover mayor igualdad en accaso al empleo y condiciones de trabajo sera necesario contemplar, alli donde sea posible, medidas de accion afirmativa o discriminacién positiva, no s6lo para opciones de empleo a las minarias, sino también para institucionalizar mecanismos Didlogos en la acién, primera etapa, 2004, que prevengan contra la discerminacion y Segragacién a fururc en ol empleo. En ol campo de la salud, es necesario adoptar medidas especiales para lograr que los ‘servicios de salud y otros servicios sociales sean mas accesibles a estas poblaciones y respondan mejor a sus necesidades; y recaonocer y promover ia medicina y — farmacologia tradicional, aceptando el empleo de medicamentos acrecitados por su uso eticaz. Los Estados deben asegutar ios derechos territoriales y ia posesion do las tierras que fos pueblos indigenas han habitado” y utlizado secularmente, sea a través do nlormas legales generales y especificas o Bor la via del reconocimiento de. los Gerechos consuetudinarios y los usos y Ocupaciones histéricas. En contexto de autonomia y autodeterminacion, como io fa y define el Convenio 169 de la OIT, se debe Propender al establecimianto de medidas y Programas de acciin para que lag Poblaciones indigenas administren gestionen sus propos territorios y recursos naturales. Respecio de la invisibitidad de los grupos discriminados, crecientemente las organi- zaciones indigenas_y de _afrolatino- americanos han planteado enérgicos reclamos. No solo es preciso apoyar con Soportes tecnolégicos y de capacitacién las Bracticas comunicativas de estos grupos en luna sociedad mesidtica. Hay que trabajar también en otros nivales. En el relevamiento de datos. es praciso generalizar datos Censales actualizados sobre ja poblacisn indigena, aftolatincamericana, afrocaribena Y migrante, asi como encuestas de hogares ue permitan recoger informacion sobre sus Condiciones —socioeconémicas. yu ercepcion de fa discriminacién. Es0s datos eben, a su vez, nacer posible ta construccién de indicadores que permitan a os Estados. las organizaciones no gubernamentales y las instancias diversas de acuerdes politicos, piantear politicas Consistentes con la sitvacién de los grupos Disiogos en ta accién, primera etapa. 2004 Divensipap cucruraL roto do fos identidades ye multicubridon que se ven discriminados social y culturalmente, En el nivel de ios medios y de la politica, es importante dar visiblidad 4 a discrminacién. Pignsese que mucnos Estados deciaran que en sus paises x0 existe discriminacién racial 0 cultural por hecho de que sus constituciones lo prosce, ben, pero no dan cuenta de las tormas Consuetudinanias que diche discriminacion adquiere. Por lo mismo, deoe apoyarse 2 las organizaciones y grupos de la sociecac civil que trabajan en el combate a ia xenofobia, el racismo y todas las formas de discriminacién, concediéndoles faciicades Para acceder a espacios pibicos, emit ‘mensajes on los medias ce comunicacién y Paricipar del didiogo paiitico. El tema de Internet es cada vez mas ‘elevante a medida que so extiende su uso ¥ su influencia en la opinion publica Especial mencién merece el aumento de los mensajes xenofébiccs y neo-nazis que circulan por la red. Se sabe que es muy dificil regular e! flujo interactivo de estas redes, pero si es posible emitiz, tanto via Internet como en los medios convencionales, mensajes que adviertan a la cludadania (y sobre todo a los usuarios do Intemet) sobre fos riesgos que implican estos grupos, y sobre ei caracter siniestra Qué asumen estas ideoiogias cuando adquleren poder y azoyo masives, En sintesis: un multicuituralisme proactive ‘nos invita a conciiar la afirmacion de ia diferencia con la igualdad de oportunicades de los _distintos grupos identidacias culturales que recorren ol teyido social, Este invitacién nos desatia, a ia vez. a combinar miitiples campos de accion politica, y de disefo y aplicacién de politicas. Las foros. convenios y tratados intemacicnales, as como las constituciones dentro do. io paises, constituyen una base juridi politica desde ia cual se puede avanzar en esta direccién. Perc si la propia sociedad eWvly {08 sistemas politicos no se movilzan Con imaginacién e iniciativa. dicha base uode confinarse a letra muena. Por tro Jado la globalizacicn, tanto economica como pee 5g

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