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La semi6tica Teorias del signo y el lenguaje en la historia por MAURICIO BEUCHOT FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO Primera edicidn 3004 Pamera reimpeesin, 2004 Beuchos, Maricio {Ex semiétea. Teoria dt signe ye! engusi en I historia Mésico : FOF. 2008 8 p17 Tem — (Colee Bresiaros: 519) ISBN ¢68:16-7189-9 1 Semiges 1 Ser Lo Pos Bx ervey 089 1 D846 518 Comentarios y sayerencs editor com ms Tel (G5)s1Y7672 Fas Disefio de I porta 8/4, Pb Rul 2004 Foxe or Ce ca Prachonanco 297 Se prohibe ts reproduceida toa parcial theluid el disco tpogeifia y de portals sec cual fuere ef medio. electnlco a meesnic, Sin el contentinienta por ert del editor ISBN 968-16-7189.9 Inmpreso en México # Pinte Mesa INTRODUCCION La semigtiea (que también ha recibido el nombre de ‘semiologia" y otros mis) es la ciencia que estudia el signo en general; todos los signos que formen ten ‘guajes o sistemas. Empez6 estudiando las condicio- nes de significacidn de los signos lingiisticos, pero también estudia otros como los semaforos, las mo- das, los gestos, la comida, para lo cual se han des- arrollado semisticas visuales, auclitivas, olfativas, gus- tativas Se entiende por signo todo aquello que represen- taaoatra cosa Es decir, lo que esta en lugar de otra ‘cosa, quie hace sus veces. La cosa representada es el significado. Los signos son usados por Tos que perte- necen a na comunidad semiética (de hablantes 0 usuarios de los signos), pues tienen que compartis~ los para saber, primero, que son signos y, después, cual es su significado, Generalmente, se considera que el uso de un signo (fendmeno signico, acontec miento semistico 0 semiosis) se da cuando un en sor transmite un signo, desde una fuente, por un medio o canal, con un cédigo, susceeptible de ruido informstico, a un receptor Los signos han recibide numerosas clasificacio- nes, por ejemplo: naturales y artificiales Tales divi- siones, a su vez, han recibido subdivisiones, a veces prolijas. Las clasificaciones difieren segtin los dlver- 5 ITRODUCCION sos autores o escuclas. Algunas han quedado, por su consistencia tedrica o utilidad prictica, pero no hay, nj mucho menos, un acuerdo generalizado, Hay que contentarse con aquellas que han resistido el tiempo y las objeciones La semistica suele dividirse en tres ramas: sintaxis, semantica y pragmatica.' La sintaxis estudia las rela- ciones de los signos entre si; la semantica, las relacio- nes de éstos y sus significados u objetos; la pragma ‘a, las relaciones de los signos con los usuarios (que aveces pueden emplearios de manera peculiar) Hay diversas escuielas de semidtica, desde la Anti- agfiedad. Aunque algunas han decaido 0 desaparecido, sigue habiendo demasiadas: pragmatisas analiticas, es teucturalistas, formalistas, escuela norteamericana, escuela anglosajona, escuela de Paris, de Mosct, de Leningrado, de Tartu, de Praga, de Copenhague, de Bloomington, etc. Todo ello impide lograr una minima unidad, que se ha intentado muchas veces, con el resultado frecuente de crear una semidtica adi ional, Para evitarlo, preferimos hacer una exposicin histérica, con una seleceién de autores y de temas ‘Hay menos tratamientos hist6ricos! que sistemati- cos de la semistica. Entre los sistemiticos, algunos claboran nuevas teorias, con frecuencia desconoce: "Es in ess de Gh. Mortis, Fundaments def tora de os i mney México: enn, 1038, p36, 7 2 Bre los histdtcon, han sla lemplaes algunos trahajos de Umberto Eco, Marcelo Bascal y John Deel. De este ultimo puede serve el libro Faur ges of Undertanding, Toronto: University of Toronto Press, 2001, que es na historia dela filosotia desde el pponto de vista e a semiotia, ode la seni desde el punta de "sta dela Rosato, en un gruesovolumen de 101 paginas INTRODUCAION ® doras de la historia que la semiética ha tenido, y con el riesgo de repetir mal lo que ya fue dicho de mejor manera. En cambio, la historia de fa semidtica tiene valor por si misma, ademas de que sitve para est diar sobre la marcha muchos contenidos tedricos y sistemticos Esta introduccién presenta algunos de los princi pales temas cle la historia de la semiética siempre en relacién con la flosofia del lenguaje, pero subrayan- do lo que es propio de la semistica como disciplina distinta, Subraya también los antecedentes hist6ricos de muchos conceptos actuales, que no siempre se sabe de dénde vienen. Ast, en el primer capitulo, aborda algunos antecedentes griegos y medievales de la semidtica, no bien conocides. Ademas de Pla- tn y Arist6teles, presenta a los estoicos, que son poco tratados. Luego a San Agustin, Roger Bacon, Juan Duns Escoto y Guillermo de Ockham El capitulo siguiente se dedlica a la semi6tica y Ia filosofia cel lenguaje de Santo Tomas, que merece luni tratamiento aparte, por su acucioso tratamiento, del verbum mentis, o palabra mental, que es el con: cepto, asi camo el papel del pensamiento como mediador entre el signo o lenguaje y fa realidad. También se ocupé, como otros medievales, de la sig: nificatia, la suppositioy los modi significandi, pero su gran aportaci6n fue este carcter mediador del pen- Raimundo Lutio es otro importante eslabon en la historia de la semidtica, Es un antecesor de la idea de Leibniz de un arte combinatoria, y ambos son considerados como precursores de la légica mate w INTRODUCCION itica y, por lo canto, dle una posible semiética for smal, que nunca se ha aleanzado Vendran Iuego algunos tedricas del signo en ta escolistica del siglo de oro espaiiol: Domingo de Soto, Pedro de Fonseca, Domingo Biftez, Francisca de Araiijo, Juan Poinsot (0 Juan de Santo Tomas) y Cosme de Lerma. En otro capitulo, se presentan los. tratados sobre el signo de tres autores novohispanos: Alonso de la Vera Cruz, Tomds de Mercado y Vicente de Aragén. Vienen a continuacién Locke y Leibniz, muy importantes por si mismos y como antecesores de Peirce y Mortis Estudiando a esos clarividen- tes de la semidtica que fueron Locke y Leibniz, a ese o genio que fue Peirce y'a su seguiclor Morris, desembocamos en la semidtica moderna, que se constituyd como doctrina general del signo, y no sélo de los signos lingisticas, aunque centrada en ellos de manera especial Continuamos con la teoria pragmética del signifi- cado, que fue desarroliada por Witigenstein (en su segunda época) al teorizar el significado como fun- cidn del uso. Esto da predominio al usuario del sig- no en Ia significacién, que es Io que earacteriza a las posturas pragmdticas del lenguaje. Wittgenstein y Peirce son los grandes maestros de la linea analitica (anglosajona) de la semistica En el iltimo capitulo se presenta otra tinea de Ia semitica, Ja estructuralista, que se inici6 con Ia semio- logia de Saussure, y tuvo un desarrollo extraordina- rio Abordaremos brevemente a Saussure como el iniciador; a Barthes, como tno de los que ampliaron su propuesta, aplicindola no sélo a la lingitistica, IvTRODLECION sit Eco, como alguien que no s6lo desarrollé criticamente esos contenides, sino que tat6 de establecer vinculos con la linea peircea- nay a finalmente, a Derrida, como el pr cipal representante de los pensadores llamadios post: estracturalistas Este recorrico por los hitos mas importantes de ka semidtica y Ja filosofia del lenguaje puede serv como intraduccién al inmenso campo de Ia semisti- ca, con una perspectiva histérica de espectro muy ampli, Naturalmente, sin profundizar en la com- rensidn sisternatica de ese mar sin fondo que es el signo y su funcionamiento, o a toda fa semidtica; ANTECEDENTES GRIEGOS Y MEDIEVALES DE LA SEMIOTICA Comenzaremos la historia de la semitica en sus ori- genes griegos, para pasar después a sus avances medievales Atenderemos al estudio del signo en general, de mado que no recogeremos doctrinas que se aboquen a alguno de los signos especificos, sea el lingiiistico, que es el mas abordado, sea cual. quies otro. Las doctrinas generales det signo y, por ello, las propiamente semisticas, no son abundantes, peto existen desde la época griega En Grecia se ven sobre todo en los estoicos dad Media, apare- cen en San Agustin, Roger Bacon, San Alberto Mag- no, Santo Tomas, Duns Escato, Ockham y otros Pero después se colocan en los manuales de l6gica, esto es, en los comentarios © adaptaciones de las stimulas de Pedro Hispano. Tiataremos, como es l6gico, primero a los griegos y después a los medievales. De entre ellos, aborda- ‘mos a San Agustin, R Bacon, Duns Escoto y Ock ham, pues a Santo Tomds le reservamos un wats. ‘miento especial en el capitulo siguiente. ¥, de entre los griegos, consideraremos a Platén, a Arstoteles y 2 los estoicos, que han sido poco atendidos en nes tros medios, y que, ademés, evan adelante Ia teori- i HM ANTECEDENTS GRIEGOSY MEDIEVALES zacién platénica y aristotética, todavia muy incipien- te y demasiado centiada en el lenguaje ANTECEDENTES PLATON y ARSTOTELES Como hemos dicho, nos abocaremos al tratamiento de las teorias semisticas, y éstas, entre los griegos, comienzan con las de los estoicos. En efecto, antes eran teorias del signo lingitistico, no del signo en cuanto tal, propiamente semiéticas, Los primeros en tratar del signo en general fueron los pensadores de la Estoa. Pero es importante atender, aunque sea muy de pasada, a esos antecedentes filossficosin: glisticos En el ambito de los presocraticos, junto con algue nas observaciones muy generales, destacaron los estudio de los sofisias sobre el Lenguaje, la gramati- cay a retérica También Platén tuvo st teotia del Ienguaje, que expone cle manera especial en el Crati- 1a! Allise tata del origen del lenguaje, sobre todo el de los nombres. El personaje que da nombre al dig logo sostiene una woria nawuralista del lenguaje; en cambio, oo personaje, Hermogenes, defiende una teoria artifcialista cel mismo, segiin la cual depen- den del arbiaio de los hombres. Se ve que Platén prefiere la tesis naturalista de Cratilo, acorde con su doctrina ontologica de las ideas prototipicas de las cosas como formas subsistentes en el fopos hyperura- nios, y con su docirina epistemolégica de las ideas "plain, Conia, rad e29t ee U Sehic, Mexican, LS ANTECEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES 15 innatas Segdn esto, el legislador o nomoletes debe ser quien imponga los nombres a las cosas, y para darles Jos nombres adecuados debe poseer [a contempl: cin de las ideasformas de las cosas mismas En cambio, Aristdteles defiende una postura clara- mente contratia En el Peri hermencias 0 De interpreta tione expone una tora artiicialista del lenguaje.? El signo lingiistico (symboton) es totalmente arbitrario al, no natural. Mantiene con el abjeto wna de imposicién artificial, debida a la conv cién humana, Es el instrumento de la comunicacién la sociedad. Alli expone también su c6lebre doc- 1a de que el signo lingiiistico significa la cosa u objeto a través de Ia idea mental 0 concepto (ya que pata él no hay, como para PlatGn, ideas subsistentes; todas ellas se ven reducidas a concepios de Ia mente) Estas teorfas filosdfico-lingiisticas influirén mu cho en las diseusiones posteriores, sobre todo en las realizadas por los megirico-estoicos En los estoicos se da propiamente una teoria semiética, no sélo lin sifstica, a la que pasamos a continuacién Los estoicos Los estoicos sobresalieron en légica y seméntica, y fueron tal vez los primeros en presentar una semi6ti- ca propiamente dicha, es decir, una teoria general det signo, de la cual el signe lingiiistico era sélo una, parte. El fundador fue Zendn de Citio, que inaugurs Avistiteles, Lifer de nteypntaion 1, WGaBs9e8. Beker~ (Giqan. Berlin: Water ee Gauyrer 1961 16 —_ANTECEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES lo que se conoce como Estoa antigua, Tomé la légica de los megaricos, sobre tocio dle Eubiilides de Mile- to, Diodoro Crono y Filén de Megara. A Zenén lo sucedié Cleantes de Assos, ya él Crisipo de Soli (280- ea 205), que fue el sistematizador de la teoria estot ca. Las fuentes més confiables, aunque bastante pos teriores, son Sexto Empirico y Didgenes de Laercio, sobre todo en Io que reportan de Crisipo Asi, en semidtica, los estoicos, adems de introdu- cir, por supuesto, al usuario del signo en el aconteci- miento signico, introducian otros tres elementos: el signo 0 significante (to semainon o to sercion), el sig- nificado o sentido (to semaindmenon 0 (o len) y La denotacién, referencia u objeto Fisico (to fynjanon o to pragma). Sexio Empirico teporta ast esta doctrina: Los de a Estoa dicen que ease rs costs etn seein eda [o significado {senaindnenon Lo signifieante {remeinon yl objeto [hujenon) El siguiente send et Sonido mismo, par ejemplo el (sonido) "Dita": Tosigoi- Soni] y que novos caption como coexistente eon hues nent os) que los basbares no aprehenden or ms que oigan el soniye objet es, en ca fue existe en elexterir, por gjempla Din mismo De xtc flendran} que sercorporales dos, a stber el sont doy el objeto, tino no corporal saber i cosa sig tals el ton que ser [ademas] verdadero 0 fas ® Seguimos a 1M, Bochenski, Hier de le Bigica formal Madrid: Gredos, 1967, pp. 120-124; Liga formal antigua, La Habana; Editors de Ciencis Sociales, 197 Ih ya 1B Mates, Lg dfs eters, Madd: Tecnos, 1985, pp. "'§ Empiticn, corm Matheatins, su, 11 en J. von Ari ed) Shiva Von Fragment Lipa Teubner, 1925, p 160, ANTECEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES. 17 Asi, el signo y el objeto son cosas fisicas; en cam- bio, el lokiéz no es un objeto fisico ni tampaco un objeto pensado. Es, entonces, un objeto abstracto, con subsistencia propia, De esta manera, vemos que la teorfa estoica retiene algo del platonismo y algo dei aristotelismo. Del platonismo toma esa entidad ideal 0 abstracta, no reductible a lo corpéreo ni al pensamiento, sino subsistente por si misma, que es el lehién, y del aristotelismo toma el que debe haber tun objeto fisico que designa el signo. Pero cabe notar, en primer lugar, que se trata de una teoria del signo en general, y no s6lo de! signo lingitistico o palabra. En segundo ki cho la atenciOn que digan que los signos denen que ser materiales, con lo cual excluyen signos mentales, como los concepts, o abstractos; y, sin embargo, dicen que las proposiciones abstractas son signos, las cuales serian inmateriales. Es decir, se trata de las pro- posiciones en el sentido de Ja literatura semantica anglosajona, en la que proposition no designa a la ora cién enunciado, sino al contenido proposicional abstracto y subsistente de manera platénica, tal como lo usan, por ejemplo, David Lewis y Alvin Plan- tinga. Asi, entre los Jekté hay elementos simples 0 conceptos abstractos y compuestos, como las propo- siciones abst a, Hama mu Para el vehiculo de signo utilizan las voces semai- non y semeion, pero parece que con cierta diferencia. Por eso Mates traduce la primera como “signo” y la segunda como “seftal” ¥ "sefial” tiene dos sentidos: “En su uso comtin, la palabra se refiere a cualquier cosa que, por decislo asi, sirve para ‘revelar’ otra que IS ANTECEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES ha sido antes observada en cor jén con la primera En elsentido especial, mienta lo que es indicative de algo no evidente" * De ahi surge la divisin de la seal en conmemorativa e indicativa, Las conmemo- i las que nos hacen recordar su sig: nificado, por ejemplo el humo nos hace recordar que lo hemos visto asociado al fuego, el cual no es visto en este momento, pero lo evoca Igual pasa con la cieatriz respecte de la herida, ete. Las seiiales indi cativas son de cosas que no se pueden ver, par ejem- plo los movimientos del cuerpo indlican la presencia del alma, ‘La misma existencia de los led fue debatida entre los propios estoicos, ya que la metafisica que final- mente prévalecié fue el pansomatismo, o la tesis de que todos los entes son corpéreos Pero por lo menos durante un tiempo la del lin fue una de las doctrinas mas importantes. EI lekién se divide en completo ¢ incampleto. Es incompleto el que no transmite un sentido que deje satisfecho al oyente; por ejemplo, si alguien dice de alguien solamente: escribe”, pues se ceseard saber quién lo hace El completo es el que wansmite un sentido que deja satislecho al oyente, por ejemplo “Solén escribe las leyes de Atenas”. Los etd incompletos se dividen en sujetos y predicaclos (asi pueden uaducirse los voce blos proses y Kategorémata). En cambio, los completos se dividen en proposiciones (axiémata) y otras ora- ciones no aseverativas, como la pregunta, el ruego, el mandato, eteétera 9 Mates, op it,p 3 ANTECEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES 19 Encontamos en la teoria semiética de los estoicos uuna construecién muy aceptable. Tienen un esque- ma de la significacién valida para todo signo, no solamente el linglilstico, Ese esquema es muy pareci- do al de Frege y otros mader nos (por ejemplo Car- nap), ya que, ademas del signo, hay un sentido (le- én}, y una denotacién o referencia, que cs cl ‘objeto © Inclusive, al igual que para Frege, el sentido © loltdn es una entidad platonica, que tiene una sub- sistencia ontolégica especial, irreductible al mundo fisico yal mundo psiquico o del pensamiento. Esto nos habla de la gran perspicacia semiética de tos estoicos Sax Acustin El estudio del signo en general, esto es, la semidtica, encuenua un lugar destacado en el pensamiento de San Agustin (354430). El tema del signo, y no s6lo el tema del lenguaje, es una de sus preocupaciones, ya que para él es muy importante el problema de la censevianza, la cual se da mediante Ia transmisién de mensajes por conducto dle Tos signos En su dislogo De magistro muestra una acendrada conciencia de la importancia de los signos para la vida humana Yen el De doctrina christiana dice que las cosas se dividen en signos y significables, Da una definicién del signo que se hizo famosa: “es la cosa que, ademas de la especie [0 imagen] que introduce en los sentidos, hace pasar al pensamiento de otra SEF 8 Maus. op cit, pp A152 2% ANTEGEDENTES GRIEGOS Y MEDIEVALES. cosa distinta’ 7 Aade ejemplos de signos naturales (ia huclla, el humo) y de signos artificiales o conven- cionales (el Ienguaje, la trompeta). Por eso divide los signos en naturales y artficiales (0 “daclos", como 41 los llama). ¥ explica que los naturales son “los que, sin voluntad y sin ningtin deseo de que signif quen, ademas de sf mismos hacen conocer algo dis- Unto de ellos, como lo hace el humo, que significa ¢l fuego” * En cambio, los signos dados “son los que mutuamente se dan los vivientes para manifestar, en cuanto pueden, los movimientos de su alma, 0 cua lesquier cosas que sienten o entienden".® Asi, los seres husnanos intercambian, adernds de signos sen sibles, signos inteligibles San Agustin divide los signos humanos segiin los sentidos a los que afectan: audibles, visibles, ete. Las palabras, por supuesto, son los mas importantes de estas signos."® Lo tinico que se puede comunicar sin signos es To que se muestra; esto es, no lo que se re- presenta, sino lo que se presenta, como caminar frente a alguien para hacerle saber qué es el movi- miento. Pero eso es muy rudimentario y hasta equi Confieso que sin signos ne podemos mostrar una cosa, si, cuando lo hacemos, se nos pregunta; pues si nada aiadimos, el que pregunta pensard que no queremos tenseiiarle y que, despreciindolo, continuames nuestra accién. Pero si nos pregunta de alga que podemos 7, Agustin, De drtrinacritiana, bw, ¢ Ayn. Uy ML 34,60) $8 SMidse 2, col 36 2 Hid 3, col $7 © iid, cols 97.38 ANTECEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES 21 hacer ~y no pregunta mientras to hacemos— pode- ‘mos, haciéndolo, después de su pregunta, mostrarle lo que pregunta, mas con la cosa misma que con su signo: ano ser que mientras hablo me pregunte qué es hablar, pues, cualquier cosa que le diga para ensefiarlo, siem: pre lo debo hacer hablando: por lo cual seguiré ense- Fandole hasta hacerle claro lo que él quiere, in apar tarme de la cosa que deseaba le ensefiara, ni buscando signos, que no sean ella misma, para mastrirselo " Inclusive puede decirse que nunca comunicames algo s6lo mostréndolo, sino que solemos afiadirle algunos signos para aclarar de qué se trata Guando se nos pregunta por un edifici y lo seftalamos, sole- ‘mos afiadir algunos signos, para dar con mayor pre- cisidn la informacién requerida San Agustin tiene de alguna manera idea de la dis- tincién entre lo que ahora se Hama lenguaje objeto y metatenguaje. Pues, ademas de significar objetos, los signos o palabras pueden significar ottas palabras." También discicrne los signos autosignificantes 0 auttorreflexivos, como “nombre” (ya que “nombre” es un nombre, y por ello se autorrefiere), y los reci- procos 0 mutuamente significantes, como "palabra" y “término", que pueden designarse la una a la otra " Igualmente, examina las relaciones de los sig nos entse si (sintaxis), las relaciones de los signos con los significados (semantica) y Is relaciones de uso de fos usuarios con los signos (pragmitica) "BL msmno, Do mania trad de] Sanabria, México: ws, Cuadernos de Filosofia, 1979, p 27 SCE iid. pt CL iad, p38 "CF E Piacenza, “De magisto y la semintiea contempors ANTECEDENTES GRIEGOS Y MEDIEVALES La definiciGn de signo aportada por San Agusti fue criticada en la Edad Media como incompleta, por ejemplo, por Roger Bacon y por Ockham, pues s6lo mencionaba a los signos sensibles y no incluia el signo intelectivo, inmaterial, como lo es el concepto. Esto a pesar de que desarroll6 en De trintate toda una teoria del verho interior o concepto de la mente como sig- no, la cual ser usadla por el propio Ockham, pero en su definicién esto no se ve reflejado. Para Ockham fue muy importante introducir los conceptos como signos mentales, y por ello tenia que criticar la defini- cién de San Agustin, con el fin de abrir paso a su pro- pia definici6n, que inclufa términos mentales ademas de los orales y los escrivos. Sin embargo, esto ya hax bia comenzado a hacerlo Roger Bacon en sus obser- vaciones semisticas Rocer Bacon Todo un watado De signis nos ha dejado Roger Bacon (1210/1214-1292), aunque solo una parte pequefia sea la dedicadia al signo en general, ademas del tipico estudio de! lenguaje, Dedica todo el pri- mer capitulo al signo, sus divisiones y sus propieds- des, lo cual constituye un trataco de semidtica, por breve que sea sea", Mowtllin (Cea, Caracas), nim 18 (1987). pp_ T5140. 8 Rincon Gonzales, Sigs eguajen San Agustin, Bogor: Univers fda Nacfonal de Colombia, 1992, pp. 1B4IG2: V Chico, Smita tauinana El dlge "EY mata de San cgasin, Moss (Argent si): Universidad de Mora 2000, pp 121 ss ANTECEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES 23 Primero eoloca al signo en su categoria propia y dice: “El signo estéen el predicamento de fa relaci6n vse dice esencialmente con respecto a aquellio para Jo cual signifea, porque lo pone en acto cuando el signo mismo esta en acto, y en potencia cuando I mismo esta en potencia”'* Asi, cuando algo es sig- no y no tiene alguien pata quien significar, es signo en potencia, s6lo lo es en acto cuando significa para alguien. Aqui hay que destacar que pone el signo como una clase de relacién, como un ente relacion: Pacece ser que entiende esta relacién teniendo como corzelato principal del signo al intérprete, y no al sig: nificado; la relacidn con este iiltimo es accidental 0 secundaria. En efecto, también explica mis adelante «que “las relaciones del signo y lo significado y aquello 2HTo que hace fa sigoficacién se consideran por com. paracién con el alma que aprehende” En lo cusl se Ye que hay dos relacionesen el signo: una que se est blece desde el signo al significado y ou que se enta- hla desde el signo al intérprete para el que efectia la significacion. La significaci6n, pues, es una relacién doble de! signa. El signo es el elemento « gua, o puns to de partia; y tiene dos correlatos 0 destinos ad quem, a saber: la cosa significadla y el cognoscente 0 intérprete. Esto se puede entender como el que kt relacién mas directa del signo es con el cognoscente, yla relacién indivecta es con el significado, aunque esta sikina sea mas principal que la oua R. Bacan, Dr sis testo elo ci KLM Fredbong, L. Nich sen Pinborg, “Aw Unedited Pa scons ‘Opa Males "De Sig Trin set "Mid p 24 ANTECEDENTES GRIEGOS Y MEDIEVALES Entonces aporta la definicién del signo: “es aque: lo que, oftecido al sentico o al intelecto, designa algo al mismo intelecto” '? Dice que eso se opone a la definicidn mas divulgada que supone que el signo s6lo se ofrece al sentido, y es la definicion de San Agustin. Alude a Aristételes, para apoyar el que hay signos (como las especies o conceptos) que aluden alintelecto Pasa a dividir los signos, en naturales y hechos por cl alma, o artificiates. Los naturales significan por st cesencia; los artificiales, por Ia intencién del alma Subdivide los signos en tes clases: La primera se da cuando infiere algo de manera necesatia o proba ble, y lo puede representar ya sea presente, pasado 0 futuro. Por ejemplo, con consecuencia necesaria, tespecto del presente, el que un animal tenga extre- midades grandes es signo de fuerza, como en el le6n. Respecto del pasado, el que la mujer tenga leche es signo del parto Y, respecto del futuro, la aurora es signo de la salida del sol. Con consecuen- cia probable, respecto del presente, el demasiado adorno petsonal cs signo de vanidad. Respecto del pasado, la tierra mojada es signo de que avid, Res- pecto dlel futuro, Ia rojez ce la mafiana es signo de que Itoverd ese dia Basado en estos signos, se da el t6pico que procede por las cosas que ocutren co- miinmente El segundo modo del signo natural es cuando no se da por una ilacién, sino por la conformidad de tuna cosa con otra en sus partes o propiedades, como mid, p 82 ANTEGEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES 2% las imagenes, las pinturas y las semejanzas. Podemos decir que aqui Bacon esti hablando de lo que poste- riormente Peirce llamara signo icénico. El tercer tipo de signo natural es el menos propio, y se da en el efecto con respecto a su causa. Por ejemplo, la huella es signo del paso del animal y el humo lo es del fuego. Yes mas propio que el efecto sea signo de Ia causa que no a la inversa, pues el efecto es ms conocido que su causa Por su patte, el signo artificial es doble Uno, que significa por detiberacién y propésito de la voluntad € instituido por el intelecto, como las palabras del lenguaje y el circulo del vino y las cosas que se ven- den y se ponen en las ventanas. Aqui llama la aten- cién el que Bacon pone en los convencionales los, consuetudinarios, esto es, los que significan por cos- tumbre, como el c{rculo del vino o la armadura que se pone en la ventana para indicar que allf se vende. Giertamente algunos pondran estos iltimos como consuetuinarios, y los colocaran oscilando entre los naturales y los convencionales. Algunos los acercaran mis a los naturales (como Juan de Santo Tomas) y ‘ottos a los convencionales (como Domingo de Sow) El ovo signo artificial es el que se da sin delibera- cién de la razén ni elecci6n de Ia voluntad, sino “como de siibito por privacién del tiempo sensible y Gierto instinto natural e fmpewu de la naturaleza y de la virtud que acta naturalmente” | De esta stterte son las voces de [os brutos y muchas de los hombres, como los gemidos de los enfermos, y los suspiros, y Biden 2h ANTEGEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES otras casas que son hechas por el alma racional para mover al alma sensitiva, ¥ pone como intermedias centre estas vaces y las plenamente convencionales a las interjecciones, Asi, la voz significativa se toma de tres maneras: Una es sin deliberacién y stibita, y es significativa naturalmente, La otra es deliberada y con tiempo. La tiltima es intermedia, como la interjeccién. A veces la interjeccién se acerca a las convencionales, cuando esta en la oracién, y a veces a las natura: les, cuando sdlo es una exclamacién, Después aborda lo relativo al signo lingiistico, esto ¢s, los temas de la flosofia del Lenguaje, tales ‘como los mods de significar, et modo como se sig nifica un término a sf mismo (lenguaje objeto y metalenguaje), Ia univocicad, la equivocidad, la ana- a, la ampliacion y la restrieci6n, la significacion cen contexto y la suposiciGn (este iitimo trataclo no, se enctentra, aunque es anunciado o mencionado por el propio Bacon) No se ve la nocién de signo formal, que se atribui a los conceptos e imagenes mentales. Pero se habla de las imagenes y pinturas (que algunos ponian enite los signos formales) como cosas que no son signos; pues, aun cuando son obra del alma, no reci- hen de ella el ser signos, sino el ser obras y efectos suyos. Ysi un artifice hace por casualidad una ima ‘gen que cortesponda a Hércules, a quien no ha visto ya qitien nunca quiso representar, tal imagen sera ‘un signo natural, pues lo representard por esencia, ¥ no tin signo arbittario, pues no lo hace por deliby cidn del artifice ANTECEDENTES GRIEGOS MEDIEVALES 7 Pasa a Jos signos convencionales, que son los del Ienguaje, y sobre ellos aborda diversas cuestiones. Pero pocemos dejar esos temas, mas lingiisticas; y, ya que dejaremos a Santo Toms para el siguiente capitulo, abordemos ahora a Escoto, el “doctor sul” Joax Duns Escoro Juan Duns Escoto (1265/1266-1302) tiene también una reflexi6n bastante considerable sobre el signo Da una definicién del signo en su comentario a los Elencos sofsticos de Arist6teles, que se asemeja a la de Charles Sanders Peirce: Signficarex representa algo al intelecto(spifiae ct ata itera pment: lego to que sin {= eonccbido pore! intclecio. Pero tad lo que es cone Eebido por ef inteleeto se coneibe bajo una nocign (toy etna ydeterminads, powque el entendimiento Sle outs cosas Lego odo lo que se significa significa bajo una razén distinta y determinada '? Es notable fa cercanfa de esta definicién con la de Peirce, pero no debe extraiarnos, ya que define, al igual que los escolésticos, el significar por el repre- sentat, el signo como un representamen. Escoto, al igual que los demas escolisticos y seguimiento de Aristételes, pone al pensamiento como mediador entre el signo (lingiiistico © no) y la "), Duns Bscoo, Super fdr Hlachore p13, 6 (ed Vist, rans, 1891 « 2p 22al 28 ANTECEDENTES GRIEGOS Y MEDIEVALES cosa designada: "Asumir un signo no se reduce a set la emisin del aliemto asf 0 asa, sino que ese sonido asi pronunciado y articulado es la palabra oral, y la palabra imaginable que le corresponde es la palabra mental" * Esta mediacin que hace el pensamiento entre el signo (en este caso, la vor) y la cosa u objeto seda de la manera siguiente: Aunque se hace un gran altercado sobre la vor, acerca de sies signo de la cosa y del concepto, sin embargo, oncediendobrevemente que lo que signin por I. voz prapiamente es la cosa, con todo, hay muchos sg nos coordinados que tienen el mismo significado, 8 saber: la letra, Ia voz y el concepto, ast como son rmutchos los efectos coordinadas de la misma causa, nin- guno de los cuales es causa del otro, como resulta patente en cuanto al sol, que iunina muchas partes del medio! De esta manera, pues, el signo (en este caso, oral) tiene como designado el objeto, pera se relaciona con él a wavés del concepto, esto es, del pensamien- to, pues, como dice Escoto mismo, “el nombre esen- cialmente significa la cosa, ya sea que la cosa exista 0 no exista, porque representa a la cosa de acuerdo a Ia semejanza de ella que estd en el alma y que es su. signo’ £1 mismo, Aaporttaparisionia, HD 1, dst 27,4 2% tj .22 p 01) Emrimo, Opus sone ib 1, dit 27,4 3,1 19 ed et, 1o.p. 9784) El mismo, Jn oi hemencas, opus senda, 2,03 (ed elt p 8868). Bea ANTECEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES 29 Gumeerso b& Ockian Ockham trata del signo en su Suma de ligica y en su Comentaria a las sentencias de Pedro Lombarda, En la Suma de logica habla de clos modos de tomar la pala bra “signo”, que son los siguientes: De un modo [se toma “signo"] por todo aquetto que, aprelendido, hace Hegar al conoeimiento de alguna otra cosa, aunque no haga llegar a la mente al conoci= riento primero de es0 —como se ha mostrado en otro lugar— sino al {conocimiento) actual a partir del [conocimiento} habitual de lo mismo Y as Ia palabra significa naturalmente, como eualquier efecto significa por lo menos su eausa; come tambicn el crculo signif fa el vino en la taberna, Pero aqui no hablo de signo de este modo tan general Se toma signo de otro modo por aquello que hace llegar al conocimienta de algo, y es apto naturalmente para suponer por ello o [es apto para ser) afadido a [signos] tales en la proposicion, ‘Como son los sineategoremis ls verbos yaquellas par tes de la oraeidn que no tienen una significacidn deter minada, 0 ¢s apto naturalmente para componerse de tales, como es Ix oraci6n. Y tomando asi este vocablo “signo’, la palabra (vox) de nada es signo natural > Vemos aqui una definicién que no se queda, como la de San Agustin, en la aprehensién sensible, sino que habla solamente de Ia aprehensién, dando cabida nto a la sensible como a la intelectual. Esto le interesa mucho a Ockham, porque, como dita mds adelante, también hay signos s6lo intelectivos 0 SG de Ockham, Sama de liga, lib Le cap. rad A Féver, Barcelona: Norma 1904, pp 1516 a) ANTECEDENTES GRIEGOS Y MEDrEVaLES mentales, como son los conceptos (en seguimiento de Boecio) 2 Ademas, nos propone la distincién entre signo natural y signo artificial o convencional E natural es el que representa a su causa Pero llama In atencién que ponga como ejemplo de signo natu: ral el del circulo en las tabernas, que representa, segiin otros, de manera consuetudinaria, si no es que convencional, el vino que all se vende. En cam- bio, el signo artificial o convencional es el que pue- de suplir a otra cosa o suponer por ell términos categoremiticos, © acompai como los sincategoremticos. En su comentario a las Sentencias, habla del vesti- gio, que puede ser un signo que lleva a una noticia recordativa de algo y también a una noticia comple- ja de ello (i ¢ una proposicién verdadera)."* Aqui encontramos una referencia a los estoicos, que | blaban de esta funcién rememorativa del signo, y que twvieron innegable influencia sobre algunos medievales, tal ver a través de Boecio Habla tam- ign del signo artificial que a veces tiene significa- cién natural, por ejemplo la imagen, a saber: cuan- do elartesano por azar le da una forma que no tenia pensada, por ejemplo cuando hace una estatua de Hercules sin proponérselo; alli no se da signo artifi- cial o valuntario, pues el artifice no deliberé datle esa imagen, sino que salié por casualidad. Bs exacta- mente el mismo ejemplo que vimos en Roger Bacon, 2 Ct iid cap 83, pL EG de Ochhttn, Senin bm pute iran senentaruon vdinato, ist 3.4 Used St Brown y Gal, en Opera Tesi, ‘Nucta orks St Bonavencare, 170, mp. 54d ANTEGEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES 31 lo cual nos muestra que Ockham leyé el De signis de su antecesor, también franciscano, o le legs esta doctrina a través de algin otro intermediatio de su misma orden En la Suma de légica hace varias men- ciones de otro cofrade suyo, Juan Duns Escoto, y algunas muy indirectasa Santo Toms, pero no sobre este punto concreto de Ios signos. Can todo, como los cita para otros temas, es de suponer que conacié sus teorias sobre el signo. Vemos, pues, a Ockham como un recolectot y critico de las doctrinas semi6ti cas anteriores, sobre todo de los estoicos, de San Agustin, de Roger Bacon y, probablemente, también de Santo Tomas. Batance Nuestro secorrido por Ia Antigiiedad y Ia Edad Media nos ha hecho ver algunas de las teorias mas interesantes para la semidtica Entre los griegos, des pués de los acercamientos de Platén y Aristételes, las de los estoicos; y, entre los medievales, las de San Agustin, Roger Bacon, Santo Tomas y Ockham, Se va perfilando en ellos, con discusiones y tivalidades, tuna tradicién yreco-medieval de la semidtica, que es muy considerable Llegard a su punto principal con los escolisticos ibéricos renacentistas y barrocos, en el llamado siglo de oro, a saber: los espafioles Do- mingo de Soto y Francisco de Aratijo, y los portugue- ‘Que Ockham esti erteando a Sin Agustin es muy side La presencia de elementos de ls etoicasy de Bacon podemes ‘elt por lo que hemos expuesto de alles es aes nestiguica or J Biard, Logiguew sb a sigue au sv ite. Patts Vn, 1888, pp 97-58 32. ANTECEDENTES GRIEGOSY MeDrEvates ses Peclro da Fonseca y Juan Poinsot 0 Juan de Santo Toms, Sobre todo en este tltimo, el ratado de los signos ocupa un espacio muy grande, con cuestiones uy sofisticadas, difiiles y éenicas, que nos hablan del gracio de evolucién y de complicacién al que Hle- {garon estos estudios gracias a los griegos y los me- dievales Los estoicos oftecen un sistema bastante acepti+ ble, con las nociones de signo, significado (sentido) y objeto (referencia), semejante al exquema de Fre- ‘ge San Agustin profundiza en la génesis de la ut zaci6n de los signos, y su funcién comunicativa y dicéctica; ademas, aventura una definicién de signo {que esti lemasiaco supeditada al conocimiento se sible. Habla de lenguaje objeto y metalenguaje, de signos autorreferentes y mutuamente referentes, y distingue los signos en naturales y artficiales. Roget Bacon insist en el carscter relacional del signo y en que esa relaci6n es doble: una del signo al cognos cente y otra del signa a la cosa (que precisamente pasa por Ia cosa en cuanto conocida o por el concep- to del intérprete). E1 mismo abre ya, en su defini- cién de signo, la de San Agustin, ampliandola a lo inteligible ademas de lo sensible. Subdivide el signo natural en tres clases, segrin haya: i)inferencia nece- saria 0 probable, acerea del presente, del pasado y del futuro; i) conformidad de una cosa con otra 0 con sus partes, o fi) silo relacién de causa a efecto Divide asimismo el signo artificial en dos: i) segain que hays intencidn de la voluntad, o fi)segtin que no la haya Santo Tomas profundiza én los signos formales 0 conceptuales, y en los instrumentales, ANTECEDENTES GRIEGOSY MEDIEVALES 33 tanto naturales como arbitrarios (aunque sin usar estos nombres para ellos, que les serin dados por los tomistas posteriotes). Ockham insiste en el carcter de signos que tienen los conceptos, ademas de los signos sensibles. Asimismo, bordea el signo consue- idinatio, o debido a la costumbre e instituido por ella, al lado del signo natural y del convencional. Recupera, ademas, teorias de los estoicos (a través de Boecio) y de Roger Bacon (tal vez leidas directa- ‘mente, tal vez a través de Ia ensefianza de su orden), como el extrafo caso del signo artificial que, por no ser deliberado, se convierte en signo natural. Todo so constituye un acervo de doctrinas semiéticas que ain hoy en dia tienen mucho que ensefiamos. SEMIOTICA Y FILOSOFIA DEL LENGUAJE EN TOMAS DE AQUINO PLawreasmento SNardsautorescortineos a Sano Toms de Aquino, iat seta meio oxen Paseo deundremos' ver con mayor dete pap de Tor Blwofos ms euldadososyatenos con stundtcay i filosfia de lenguaje, No esrbi6 wn vera eectReo sobre exos temas, pero ao largo thre ene signe especice suyo que evel signe i rE cuanto al signo como tl va més allé que San goin, que prilegiaba en su definil6n a sgno seh pear dejue unt etudi el imcigible, oa contin ne in el oun agian, J de Io que AriuSlcles haba expuesto al comienzo “et Ps henneneis acerca del sgn lingisico.Acep- caiyanes pect pecom gua ger sensi aod aquid ex M MIOTICAY FILOSOFIA DEL LENGUATE a8 ta la visién del signo lingiiistico como arbitrario (en seguimiento dei Estagirita y en contra del naturalis: ‘mo o innatismo que se ve en algunos pasajes del Cra tilo de Piatén), Recoge asimismo varias cosas que ya se venian gestando en la Edad Media, a uavés de los modistae 0 teédricos de los modi dicendi, que eran Jos gramsiticos y filésofos que reflexionaban sobre la gramitica, y también los que se hallaban en los tedri= cos de las proprietates terminorum, que eran los que reflexionaban sobre el lenguaje mas bien a partir de la Logica (aunque ligica y gramatica confluyeron en la Edad Media, como un prenuncio de la gramati- ca l6gica) Veremos primero la reflexion semi6 de Santo Tomas, 0 sobre el signo en ctianto tal, y des- pués algunos puntos de su tratamiento de la filos del lenguaje, es decir, sobre el manejo del signo giistico. Sesiorica En cuanto a ia semidtica, Tomas abordé muchos de sus temas, tanto del signo en general y sus divisiones como el acontecimiento semistico ¥ sus aspectos. Atencleremos 2 algunas cosas que dijo sobre el signo en general, y2 otras sobre sus distintas clases, EL signo en general Tomas de Aquino capta la naturaleza vicatia del sig- no, su funcién de remitir a algo diferente. Eso lo lle- va.a definir el signo asf: “El signa es aquello por lo 6 SEMIGTICAYFILOSOFIA DEL LENGUSE que alguien llega al conocimiento de otra cosa" * (Nétese el parceido de esta definicién del signo dada por Tomas con una de las que da Charles San: ders Peitce }* Por eso habla de “los signos, que con- ducen al conocimiento de las cosas” ‘ EI signo es algo quie envia a otra cosa, que no deja que el cono- cimiento se detenga en él. De ahi que propiamente la definicién del signo, para Santo Toms, es (al igual que para Peirce) una relacién entre tres cosas: €l signo, el significado y Ia facultad cognoscitiva® ¥, al ser una relacidn, exige un fundamento: “Convie- ne que la relacidn que se comporta en el nombre de ‘signo’ se funcle sobre algo” Segiin el fundamento, tos signos seri diferentes y encontrasan su divisin, ptimero en signo formal y signo instrumental, des- pués este dkimo en signo natural y convencional (algunos tomistas postetiores afiad dinario). En el signo formal el fundamento es la 1 el consuettr Sum, They 3.4 CHGS teed, Colt Papers Cambridge, Man: the Bel hap Pres of Harvaed Universi 1060, 2298: na defnicion mis Called dice sutra ac lg cg femlque determina a slguna otra (erga) a refers jab al que cla masse rehere (2 0) Mat turd dv texts, {Tomisslo enuncia expliciamente I releién del signo con to signtendo en fn [ents deg Tea k= el igno comporta ta felacion con € signifies’ ath embargo, tambien imp a Felson del jo con a feud, Sar Tad CBee 2a 3 rotiene Elinino concept» Dice Conair Pokx:“Excierw que tg Tomnis no encions cn ning de sus obras [a expest flisien Ge signa formal pero noes di dervarla de se msm inologi Repeshias veces encontrannas en sus escrito pal agnet apd al conceproo erbo ental en cuanto que fepresent ileal que significa” () Gora Pol, "Nocton SEMIGTICAY FILOSOFIA DEL LENGUAE forma abstraida o imagen. En el instrumental, el fundamento ser, si es natural, algiin vinculo de cau salidad, y, si es convencional, el convenio de los hombres.* Por esa diversidad de fundamento, ta nocién de signo no es univoca, sino andloga La esencia, pues, del signo es la relacidn a otra cosa; no se relaciona tan s6lo de manera directa con el hombre, sino que también lo conduce indirecta y mediatamente a lo significado. Tis relacié con el hombre, con sus facultades cognoscitivas, pero también con el objeto representado. Porque el signo representa, hace presente a otra cosa, ren ella Asi,el Aquinate dice que signo es lo que ha sido instituido para signifiear ota cosa; en cambio, [a cosa es [algo] que tiene una signifi caeidn absolura, no relativa a otra cosa, De donde no es inconveniente que sean lo mismo el signo y la cosa ces pecto de cosas diversas, como también un mismo hom bees padre e hijo Son signos las cosas? San Agustin lo sostiene en el De doctrina duvistiana. Para los medievales todo el uni- verso ¢s tun signo, un simbolo del Creador Esta idea, de que Dios escribié dos libros: el libro de las Sagra- das Escrituras y el libro de Ia creaci6n, a wavés de San Agustin y de Hugo de San Victor, debe haber lle- gado a Santo Tomas Pero él mismo se da cuenta de que las cosas no son propia y prineipalmente signos tomint del ‘signa format", Studiue [Madr] 5/1 019651.» 106). Lo mismo orurre com el signo instrament y os otros er Path het 9, 1819 In [Sonia trexpontio exis 8 SEMIOT CA Y FILOSOFIA DEL LENGUAE Explicando eso, afade: “Aurique las creaturas son signo de algo sin embargo, no han sido insiuidas principalmente para esto, y por ello slo se contie hem en los signos segin agin respecto”! Es deci Gin 0 imposicién. Ya sea por una imposieién o ins icidn del hombre, ya dela naturalera, ya de Dios ‘Ademés de tata de ese signo formal que es el er duane} Aquinate aborda los signs materiales o inte rentales, que requieren ser conacidos de antemano para lleva ls sigaifeados (y no simuilineamente a Ellos, com tos signs formates). De ahi que Santo Tomas diga que no puede Ilamarse signo, propiamente hablando, sino algo a pardr de lo cual se llegue al conocimiento de fora cosa como discurriendo [ .] y por eso también en nosotros los signos son sensibles, porque nuestro cono- cimiento, que es discursivo, nace de Ins cosas sensibles Pero cominmente podemos llamar signo a cualquier ‘cosa conocidla en la que se conace algo; y sein esto la forma inteligible puede decisesgno def cos que pox Es decir, la forma inteligible 0 concepto es signo, un signo formal, que da a conocer su significado en su mismo acto de mostrarse, y el signo material 0 sensible es signo instrumental, Para Santo Toms, en. el caso del signo formal, el conocimiento del signifi- cado se nos da simultineamente al del signo; en el caso del signo instrumental, se requiere un conoci- "fu F Sent expositiovextus Dang Sa tat SEMIOTIGAYFILOSOFIA DEL LENGUAIE 30 iento previo del signo para que nos remita a to sig ficado. El primero funciona con wn mismo acto, el segundo funciona con dos actos, pues exige un cier- 1 discurso, cosa que no exige el oo: Discurirproplamente es pasr de una coxa a conoc tira del {conocer} na cosa x parr de oun. En elect, tsllevad el cognoscente a amas, como resulta patente Chand algo se conoce en algo como ea la fora co nosibe, tl eonocimiento no es discursiv [] Pera fe dice que algo se conoce partir de ago cuando no es i misma el movimlento hacia ambos, sho que primere ‘ole donde aqui hay ert rsa Del signo instrumental habla cuando dice: "De la raz6n del signo propiamente tomado no es que sea anterior 0 posterior en naturaleza, sino sélo que sea preconocido”."* ¥, dentro de los signos instru rmentales, habla tanto de los signos naturales como de los artificiales 0 arbitratios (no propiamente de Jos consuetudinarios, que sevsin incluidos por los tomistas posteriores) EL signo ineligible o format El signo que los tomistas posteriores Hamariin “for- ial” es el que Santo Toms expresa como verbun © Detir.g 80 1 SDeting 8 fo SEMIOTICAY FILOSOFIa DELLENGUAJE cfgewo que ala caus, cuando i ea es para el efecto Shou del sex, may node siificado [_ ]speto cuando Glefecto seibe dela caust no slo el que sea, sino el ST Steto en el Ser, sien el Signin y por ello el veto pars signifier sino por el verbo interior EI Aquinate esta hablando de los conceptos como signos, esto es, las palabras o verbos intemnos co- mo signos ademds de los verbos externos o palabras rales. Recibe de Arist6teles a teorfa de que los sig nos exteriores representan primeramente las afec- ciones del alma, entre las que se encuentran los con- ceptos, y slo a través de ellos a las cosas Y recibe también de San Agustin la teoria del verbum o signo mental (en el De Trinitate) El signo exterior repre~ senta inmediatamente al concepto y después al obje- to, 0, sise quiere, intenta representar definitivamen- te al objeto, peto lo consigue mediante el concepto, ya que directamente significa el concepto e indirec- tamente al objeto, aunque el objeto sea el significa- do principal segiin la intencién " Ast, el concepto, en cuanto remite al objeto 0 cosa, es también signo. Es un signo mental, inteligible, mientras que el sig- ino exterior es corp6reo y sensible La imagen y el concepto como signos (esto es, como signos internos © mentales) recibirin en el De Geeog fea, Lyad 7 "i Gon tile debe recordarse el adagio escokstico que dice {que el fn esto primero en la inteacisn y lo alkimo en Ie eonse- SEMIOTICAY FILOSOFIA DEL LENGUAE 4 tomismo posterior el nombre de “signo formal", el signo cuya funcién es apagarse como objeto y relucir como signo, es decir, oculta lo mas que puede su propia entidad y nos conduce a la de lo significado. (La imagen y el concepto no nos detienen como objetos, a diferencia de lo que hace una estatua; es como el espejo o Ia lente, que, si nos detuvieran co- mo objetos, reparariamos en lo desgastados que estin, en los rayones que presentan, las manchas que tienen, etc., y tanto menos atenderfamos a lo significado, y mientras menos nos detengan en ellos, mus nos llevan a lo significado.) Se nos presenta aqui esa primera dicotomis del signo en signo for- ‘mal y signo material o instrumental. Hemos atendi- do al formal, vayamos ahora al instrumental, EL signo sensible, material 0 instrumental En el caso de! signo material ("instrumental serd Ila maclo por los tomistas posteriores), el conocimiento del signo como objeto es muy patente y necesario (al revés del signo formal, en el que el conocimiento del signo como objeto se disminuye hasta practicamente desaparecer) y después se conoce el signo como sig- no, es decir, el envio a lo significado, Pero los dos movimientos, al signo como cosa y al signo como sig- no (0 del signo al significado), estén concatenados y determinan un mismo movimiento: es ¢1 mismo el movimiento hacia Ia imagen, en cuan- to es imagen, y hacia la cosa, como resulta patente por WY SEMIGTICAY FILOsoFfa DEL LENGUAE 1 Fildsofo, en el ibro De memoria et reminiscentia ¥ por ‘eso los pattareas,ignorandlo los sueramentos de Ia ley, se referian a Cristo por la misma fe y el mismo amor ‘con que también nosotros nos referimos a EL ast los pariareas pertenccfan al mismo euerpo de la Iglesia al fue nosotros pertenecemos En este sentido explica Santo Ton Segiin dice el Fl6sofo en of libro De memoria et reminis- ‘vita, es doble el movimiento del alta hacia la imagen: uno ciertamente hacia la imagen misma en cuanto que es una cierta cosa; de otro modo, hacia la imagen en fauanto es imagen de otra cosa Y entre estos movimien- {os hay esta diferencia: que el primer movimiento, por cl cual alguien se mueve hacia fa imagen en cuanto ¢s cierta cosa, es diferente del movimiento que es hacia la cos; pero el segundo movimiento, que es hacia Ia ima igen en cuanto imagen, es ung y el mismo con aquel que feshacia la cost Por tanto, asi debe decinse queea la ima igen de Cristo, en exanto es cieria eos, por ejemplo un Teno esculpido 0 pintado, no se exhibe ninguna reve- rencia, porque la reverencia solo se debe a la natualera racionsal, Luego queda que se le exhiba reverencia silo cen cuanto es imagen. Yasi se sigue que se exhiba a la imagen de Cristo la misma veverencia que al propio de lara, es consecuente que su imagen haya de ser adorada con adoracién de aura No se trata, pues, de adorar al leilo, sino a Cristo, ‘que esti representado en el lefio. Pero este tipo de signos no es como el concepto, signo formal, sino signo material o instrumental, que requiere ser pri- % Sa edn hae 8 Sam Tiel i Sha he SEMIOTICA ¥ SLOSOK DELLENGUAE 48 mero visto come objeto, y después, ser llevado, mediante el discurso, hacia la cosa representada a significada, Este signo es el que la escolistica dividia cen natural y convencional (y afiadia el consuetudina- sio, que no es mencionada por Toms) EL signo natural y el convencional En cuanto a Ios signos naturales, lo mas importante es sit funcamento natural, esto es, la imposicién de Ta naturaleza (Io que el tomismo posterior dirs que resulta de cierto instinetwm naturae, esto es, por “ins- into de la naturaleza"). En el caso de esos signos naturales, la nocién de signo se cumple sobre toda porque son efectos que estin remitiendo a cierta causa Por ejemplo, la huella es signo del paso del animal, ya que el animal fue su causa ya él remite Santo Toms habla de signos que son efectos dle sus significados, como la orina sana es signo y efecto de un organismo sano: “Como sano se dice del animal y de la ovina y de fa medicina, no porque la salud se encuentre en otro que en el animal solamente, sino que por Ia salud del animal se dlenomina sana la medicina en cuanto es efectiva de su salud, y la orina en cuanto es significativa de su salud” En cambio, el signo arbiuari nal es aquel que no ha sido instituido por la naturaleza, sino por fa libre convencién de los seres humanos; por ejemplo, el lenguaje. Asi, el Aquinate dice: “aunque la repre- Sum Teel tq 16,4 6.¢ i SEMIGTICAY FILOSOFIA DEL LENGUAJE sentaci6n, que se da a partir de la semejanza de la propiedad natural, comporte cierta aptitud para sig- nificar, sin embargo, la determinacidn y et comple- mento de la significacién es por institucién”."” Es decir, ademas de los signos naturales se dan los sig- nos convencionales, son Tos que mis estamos acos tambrados a ver como signos, son como los signos. por antonomasia. (Como ya hemos dicho, los tomis- {as postetiores afiadirdn el signo consuetdinario, {que es aquel que no ha sido instiwwido por a natura. leza ni totalmente por la convencidn humana, sino por fa fuerza de la costumbre; por ejemplo, et man: tel en la mesa ha Hegado a signifieat la proximidad de a comida.) Habiendo visto el dinamismo general del signo, y sus prineipates clases, el formal y el instrumental, Yen este tiltimo tanto el natural como el convencio- nal (y el consuetudinario), cosas que conforman el riicleo de la semistica, conviene centiarnos en los clos més importantes: el signo formal, que es el con- ‘cepto, y el signo lingitstico, que es instrumental y convencional; ellos nos dan lo mis fundamental de 1a filosofia del lenguaje de Santo Toms, que aborda- ‘mos en seguida Fivosoria pet. ues OUAIE En cuanto @ Ja filosofia del lenguaje, Tomas waté varias cosas. Entre ellas destacan sus abordajes de Ia Pra D?Sentce Aya 3 L quaestiane 5, ad 4 SEMIOTIGAY FILOSOFIA DEL LENGUAJE 45 nocién de verbum o verbo, tanto interior o mental como exterior u oral; el andlisis de sus relaciones :mutuas, y algunos elementos de la sintaxisy la se- indntica medievales, como los modi siguifeandi (mo- dios de significa), la signifiatio (significacin o sent io) y la suppastio (suposicin o referencia) El concepto 0 verbo como signo Santo Tomés retoma de Aristételes la tesis de que los conceptos son signos, un lenguaje mental * Es que “cada cosa es nombrada por nosotros segiin que la conocemos".* Es decir, nuestro primer contacto con las cosas es por el conoeimiento, y luego es por el lenguaje Por eso la primera representaci6n de ta cost es la hecha por el pensamiento, y la segunda es por el lenguaje, que precisamente representa al pen- samiento. El pensamiento representa a la cosa en cuanto tal, y el lenguaje representa a la cosa en cua to conocida. En ot10s términos, el concepto repre- senta a la cosa y la palabra representa al concepto: _segtin el Fldsofo, las voces son signs de los concepts, y'los conceptos son semejanzas de las cosas Yas resulta patente que las voces se refieren alas cass que se han de Signifiear, mediante la concepcisn de intelecto Por lo tanto, segiin que algo puede ser conocido por nosotros con elintelecto, asi puede ser nombrado por nosotros Yo en el sented Tengu privado sin mis, sino de k ixaje plea en po que tate pablo sm loge ithe 48 SEMIOTICAYFILOSOFIA DEL LENGUAjE Tal vez un pasaje en donde se expresa esto mis cla- ramente sea uno del comentario a la Afetafisica de Aristételes Laconicamente se dice allf:"Los nombres son impuestos por nosotros segiin que nosotros enttendemos, ya que los nombres son signos de los conceptos" * Es decir, el término significa al concep- to, y el concepto a la cosa. Tal es el orden de Ia signi ficacién Tomas se enfienta al voablo werbum, al verbo 0 palabra; de ella encuentra varias clases, El verbo por- tador de significado puede ser simple 0 complejo (concepto, juicio, ete) El verbo se deja ocupar por el contenido significative. Pero es miiluiple: De una manera ms manifesta y comain se dice en nos ‘o1ros wwrda aquello que se profiere con Ia vox. El cual iertamente procede del interior en exrante a das cosas, aque se encuentran en ef verbo exterior, a saber: vor rst y la significacidn de la vor En efecto, la vox sig nifica el concepio del intelecto, segin el Flésolo en el lib, del Pen fiermencas, y adem, la vor procede de la imaginacién, como se dice en el Nbvo De anima Pero Ja vox que nd es significativa no puede decirse verbo. Luego la voz exterior se dice werbo porque significa el concepta interior de la mente. Por tant, aside mane 13 primera y principal el concepto incerior de la mente se dice wero; pero, de manera secundaria, la misma vor significativa del concepta interior, y, en tercer lugar, se dice wero la misma imaginseidn de la vor [. ]Yse dice Bgurativamente de an eusrta modo verbo aquella vor que se significa 0 se hace con el verbo; como acostum- ramos a decir “esto es el verbo que te dije’ o “que mands el rey", mostrande algiin hecho que el verbo 2d Vat 13. 888 seMnoTICAy ILOSOFIA DEL LENGUAIE 47 signifies, imperando indo, ya también En esta especie de desdoblamiento de lo constai voy lo performativo se encuentra como algo previo un eitmulo de sentidos de “verbo” Verbo es la pale bra significativa, como dice Toms, Si el concepto significa o representa —y sabemos que representa las cosas— es un verbo. No sélo es el verbo exterior, sino también e! interior; también es verbo la imagen de la vox; y el tilkimo sentido —el cuarto— es de sim- bolizacién, a saber, metalingtifstico 0 con suposicién material, i ¢, “verbo” significa lo que se ha dicho, pero no reproduce lo dicho, sino que lo significa abreviadamente, como su abreviatura, como al decit que “p” significa toda una proposicién o enunciado, Santo Toms sigue aqui la tradicién aristotélica, pero también la pauistica, sobre toddo la de San Juan Da Agustin, que Hlamaban werbum cor disa lo que Hhamaba verbum mentis Dice e) Aquina- te que“ en nasottos, como dice cierta Glosa sobre Jn. I, se encuentra un tiple verbo, a saber: del corae z6n, de la vor, y el que tiene la imagen de la vox.“ Se menciona el Evangetio de San Juan; curiosamente la wadici6n agustiniana también se remite 2 ese Pré- logo de Juan, y seguramente In Glosa aludida habia sabido recoge: el neoplatonismo de los Santos Padres, que ahora vemos embonar con el aristotelis: mo. Adems det verbum condis.o verbum mentis y del verdaum oris, también es mencionad por la Glosa et Sum, Theol. $i, Sint Sure St qa ive #8 _ SEMIOTICAYFILOSOFia DEL LENGUAE verbo “que tiene la imagen de Ia vor" Se trata de kx sor misma en cuanto imaginada, 0 pensada, i ¢, como algo mental (lo que después se lamar “sign- Ficado ultimado"); pero no como el concepto sig- nifieado, sino como fa palabra en tanto que interior a la mente, no en tanto que algo fonético, No deja de ser curiosa Ia semejanza —que ya hemos seal do— de este verbo que dene la imagen de la vor con ta nocidn de significante expuesta por Saussure. Este define el significante no como el aspecio meramen- te fonético y material del vocabo, sino como la ima gen mental de éste, es decir, como algo inmaterial e interno, paleoligico ” Esto casos (el dela excolésticay el de Saussure), la finale dad de preservarel sentido de expresign hfe uni- sersal,y no de flew oréplica o instancia individual Fue algo que preocupé mucho a Peirce: sefalar la distincin entre la expresign individual, que usumos en cada emisign de vor, yla expresién paradigmati- ca, cuyo dmbito pertenecen is expresionesindiv- duales. No son lo mismo, y pueden tener un slatus ontaldgico mental, como en el caso de Santo Fonds, ne, tal vez, en ambos "Cf Pra del Rey “Spc spd uma, ncidn de ‘uppostoen Ta glen de juan de Santo Tomi Cavum na P36 (S68). pp PED y nn, 19 108}. Dp ae En efecto, Saussure habla del sigaifeante como imagen sci Sacom cna pea, i foto ces “le ita igen geaicn. Exe ana noes elscekdo material cos riramene se, no a paqulea de exe soni fa representation a a rin de ne 2 deci nos rok setides" Nosotros foponemos la palabra nena para designar In toalidady reer Dilsrarronepio ei specinaente por upufeaioy Nenicamt” (Ee i lngstiea general Sexier Fontamara, 1988 (30 e@ ]. pp 102108) SEMIOTICAY FILOSOFA DELLENGUAFE 48 cs decir, conceptualista, cosa que compartian con él muchos nominalistas, e incluso podia tener un status ontolégico platdnico, como sucedia en el caso de los estoicos (y su célebre nocién del fektén 0 tos tektd, que son las expresiones como autosubsistentes de ‘manera no material ni psiquica) El Aquinate explica el cardcter conceptualista 0 realisia moderado de su postura: Lveyo—dice—si fa locucén se toma sein que ext en in parte slo fntlecira aa sel verbo del coraron, que también por otto: es llamado verbo da cosa, porque es ln semejana inmediata det bes misma, ye Dame eno dice ib 1 De fide ohadona, cap. xt, que es el movimiento del intelect natral, com sha expen dry por Astin bx Ds rte, cap, elanado ‘erbo impreio en el dnimo. Pero segin que esti en Ia ‘ces con ls qu el inlet puede profei el concep. tovasiesel verbo que Gene M imagen de la vor, que por otros es llamado el verbo dela semagnza de avo, F por el Damatcene es lanado verbo enunciado en el oraz, y por San Ags llamado verbo pensade ensllabis’ Pera sein ue ya esd en In accion corpora Pore movimien dee teng yd ooo ta Basten eb ees nel, eso x nneoy de a se : : 8 Inf Seni) 27.4, 2,8 1 © Tambign es de nota eémmo In nocidn de verbo ment et primer siieadce favre parece 2 fcnweton sursreana de signee: pies no ex Tn cona en conte torredhsino.en cuanto pena. a iagen dela coxa strap eh Lambico mentaly pucelojeo. con ene extraho pacolngiemy que slaghie nenaly pr Sigpieaion Cheon don 30 SENIOTICAYFILOSOFIA DEL LENGUATE En este rico texto que hemos ciwado de Santo Tomas, hay muchas alusiones 2 la tradicién pats ca, que daba —como podemos verlo— una carga profundamente mistca a la signifieacién (que ay daria a comprender el misterio de Ia Trinidad, el funcionamiento de los sacramentos, y ott28 cOsts), con expresiones tales como "verbo que es Angel”, 1c, Pero se da aqui una visién filos6fica de estos ele mentos, dentro de la cual resulta notable la teoria avistotélica del concepio o verbo mental como me- diador entre la palabra 0 verbo oral y Ia cosa En cuanto al verbo mental, el Aquinate explica ast Ja mencionada mediaci6n: esto asf concebido por el intelecto se dice verbo inte- Flor, a que esto ¢s Io que se significa por la vox pues la vor exterior no significa al misino entendimiento, 0 su forma inteligible,o al mismo entender, sino al concepto del inteleeto, mediante ef eval significa la cos cuando digo “hombre” 0 “e} hombte es animal Claro que el signo exterior, la palabra, tiene inten- cionalmente como designado o significado principal ala cosa, esto es, a la cosa en cuanto real, existente; pero primero la cosa se nos da en cuanto pensada 0 conocida, y después en cuanto real, y por ello el sig: nificado directo es la cosa en cuanto conocida, en el concepto o verbo mental, y luego en cuanto existen- te, como real. Ast, ¢s de saber que la significacién de! nombre no se refiere inmediatamente a la cosa, sino mediante el inte- *DeP q %a Bic SEMIOTICA YFILOSOTIA DELLENGUAJE 31 ecto; en eleto, Jas voces son notas de aquellas pasiones {que estin en el alma, y las mismas concepetones del intelecto son semejanzas de las cosas, como resulta patente por el Filésofo al principio del Port hermencias Luego el que algunos nombres no sean sindnimos puc- de extar impedido o por pate de las cosas significadas, ‘0 por parte de las razones entendidas por los nombres, para significa fas cuales se imponen los nombres Parece claro lo que intenta decir aqui el Santo Doctor. Recalca el que los conceptos son pasiones de] alma y ademas semejanzas de las cosas, como son, en realidad, los conceptos en cuanto verbay spe ciee Algunos, como Norman Kretzmann, han objeta- do que Aristoteles no se refiere a Ios conceptos como intermediarios entre las palabras y las cosas, sino a las pasiones (pathémata)" pero, en contra de ello, tenemos esta explicacién de Santo Tomas en el sentido de que las conceptos son pata el Estagitita verdacleras pasiones o afecciones del alma, dado su cardcter de accidentes de la misma Y cita el comien- zo del Peri hermeneias. Tal es ta interpretacién del propio Tomas de esta doctrina tan capital de Aristé- teles. Los accidentes son las pasiones de una cosa (incluso la ciencia demuestra esas passiones, que son las propiedades o atributos), y no parece bien funda- da la objecién de Kretzmann de que los escolsticos pervirtieron el sentido de lo que quiso decir Arist6- teles Bebe g 7.8 66 3 GEN. Krewmarn, “Arinote on Spoken Sounds Significant bbyGomention. en) Corcoran (ed), cen Lage and fs Madore Tepe Dowdle: Rede 1971, pp AEG Rents i commento 6S fommmac al Per heme 52 SEMIOTICAY FILOSOFIA DEL LENGUAJE En efecto, el Estagirita quiere referirse a fas cosas en cuanto pensadas, y esto es lo que, en buena gno- scologia aristotélica, entendié y express Santo To- Dice: teriones en airalta son ae ede ls ees primero hosotro, de a resulta que frecuente: ia mpestelén del nombre a eces un nom: aque una dela cosas significndas pore] nombre existe Primero como resulta patente acer de los nombres {uere dicen de Dies de ie creatras, com eng burne ras, de lis fron usados aa preicacion div Dice Estos nombres son analégicos, significan de mane- ta mas perfecta y eminente esas propiedades e Dios, cel cual se reciben por participacién en las crea: turas; pero, dado que las creaturas nos son mas conocidas y de ellas nos elevamos al Creador, no pueden significar para nosotros lo relativo a Dios, sino lo relativo a las creaturas, porque las conoce- mos primero. eins di Asstoete ela douring det significa" Divus Thowas Baloniay 96/2 (093), pp Ate Seng dale SEMIOTICAYFILOSOFIA DEL LENGUAIE 55 RELACION DE LOS VERHOS ORALES {vOeABLOS © TEREHNOS) CON 105 sHENTALES Por lo que hace a las relaciones del verbo oral con el mental, dice el Aquinate: Y¥ por ello, a que el verbo exterior, siendlo sensible, es mis conocido para nosotres que el interior, segin la imposicion del nombre el verbo oral se dice vmdo antes {que el verbo interior, aun cuando el verbo interior sea naturalmente primero, en cuanto causa eficiente y Final del exterior Giertamente final, porque el verbo oral es expresado por nosotros para que se manifieste el verbo Interior; de donde conviene que el verbo interior sea aqjuello que se significa por el verbo exterior; pero el veibo que se profiere exteriormente signifiea aquello, que es entendido, no el mismo entender ni el mismo entendimiento que es habito o ficultad, 2 no ser en feanto también éstos son entendidos; de doncle el ver bo interior es lo mismo entendido interior™ Santo Tomas habia dicho que el verbo interior es causa eficiente y final del exterior Eso parecia con- tradictorio, 0, al menos, no se veia bajo qué modali- dades podia ser Io uno y lo otro, Aqui expliea bajo qué modalidad es causa final, que es lo mas dificil de entender y de acepiat, ya que resulta mas comprensi- bie pensar el verbo interior como causa eficiente, en cuanto que esti en el origen del verbo exterior El Aquinate da la razn del mado en que el verbo inte- jor es causa final, como intencién expresiva con= tow SH SEMIOTICAYFILOSOFIA DEL LeNGUAIE tenida en el verbo exterior Y también explica cémo ces causa eficiente: Y [ambien es causa) eFiciente, porque ef verbo proferi- do exteriormente, ya que es significative por conven: ign, #1 principio es la voluntad, como también de los demis artifciados, y por ello, asf como en Ia mente del antfice preexise cierta imagen del antificio exterior, a fen ki mente del que profiere el verbo exterior preexiste cierto ejemplar del verbo exterior Santo Toms adoptara esta imagen del artifice para aplicarla al verbo en su dinamismo, tanto oral ‘como mental. Se pasa a una especie de Ia causa for mal, que es fa causa ejemplar, pero que va muy unt- da al eficiente, porque es la misma causa formal en. cuanto presente en el efector o agente. Contint diciendo: Y por eso, asf como en el artifice consicleramas tres cosas, saber: el fin del artifcin, el gjemplar del mismo y el propio artificio ya producido, asi tambien en et hhablance se encuentra un tiple verbo, a suber: el que es concebidle por el intelecto, para significa el eval se prom fiere el verbo exterior, y éste ¢s el verbo del corazn producido sin vou; ademis el ejemplar del veibo exte- ior, y ést se dice verbo interior que tiene la imagen de Tavoz, yelverho exterior expres, que se llama verbo. de a vor, y, asf como en el attifice lnimtencidn del fin es antecedente, y de a se sigue la excogitacién de la for- ma de lo artificiado, y finalmente lo artificiada se pro- duce en el ser, 28, primera el xerbo del carazén en el Inablante est sho que lene Ia imagen de Ia var y eliiltimo es el verbo de la voz" 5 en > en SEMIOTICA ¥ FILOSOFIA DEL LENGUAIE ‘Vemos aqui la exacta aplicacién de la teoria de la causacidn artificial al vetbo. El verbo mental propi mente es causa final, ya que es lo que el verbo oral intenta expresar El verbo que es imagen de fa voz tiene cardeter ce causa ejemplar; es paradigma, En esto se confirma lo que decfamos de la semejanza de este verbo imagen de la voz con el significante de Saussure, en canto interno a la mente, y no reducti- ble al fonema; pero, sobre todo, guarda semejanza con Ia teoria de Peirce de que hay, ademas de la palabra oral, que es un ‘okew o instancia individual tuna palabra type, esto es, arquetipo universal, a la que ejemplifica el verbo oral que se usa en la emi- sidn vocal de la expresidn, o en su uso escrito, ete La idea de Peirce puede expresarse diciendo que, si pintamos con gis en un pizarron una palabra, por cjemplo " y luego la borramos, no por eso deja de existr Ia patabra en cuanto tal, ya que ésta es el prototipo o arquetipo de fas que le sean homoio- morfas, 0 que tengan la misma forma Como sabemos, el verbo mental es el concepto, y es considerado como una palabra: “cuando la mente se pone a considerar en acto lo que tiene en habito, uno se habla a si mismo, pues et concepto mismo de la mente se llama ‘palabra (serbum) inte- rior"™ En cambio, el verbo exterior 0 palabra oral es la expresin del verbo mental: “En nosotros (.. ] se Hlama ‘locuet6n’ la misma manifestacién del verbo interior que concebimos en la mente” Y “a 2G Cu.S. Pesce, Caleta Popo ect 4887 yA BLA Sue Trt. g 107.4 oe *Detiog Sake 6 SEMIOTICAYFILOSOFIA DEL LENGUAIE locucién es el signo audible del concepto interior” *” Por otra parte, el verbo que es imagen de la vor es el verbo en cuanto pensado o imaginado, En el verbo mental, oral y que es imagen de fa voz, tenemos la teoria completa del verbo en Santo Tomas Tipos de verbo mental Ademés, el verbo mental puede ser de tres clases: concepto, juicio y raciocinio El primero tiene como signo la palabra; el segundo, el enunciado, y el terce- ro, el argumento, Las palabras son categorematicas y sincategorematicas Las categoremiticas son et nom- bre y el verbo, sincategoremiticas son las demas. De suma importaneia son los nombres, que son prin palmente los sustantivos y los adjetivos Los primeras son los que primordialmente llamamos nombres Estos nombres pueden ser comunes 0 propios. Los comunes significan una esencia 0 quididad, encecrae ble en la definicién. Por eso dice de ellos Santo Tomas: ". Ja razén que significa el nombre es la definicién” *!A diferencia de ellos, los nombres pro- pios significan no esencias o naturalezas universales, sino esencias individualizadas y cosas individvales: Lucgo, asi come el nombre que signifiea una naturaleza es comin y definible, y como “hombre” o “anitnal”, asi et nombre que significa la naturalez con tal mode de existir, como “hipSstasis” 0 “persona” Pero ef nombre © Se Tad Sn Tied 0g seantorica y DSOHADELLENGUAE 57 aque en su significacién incluye determinado principio de individuacién no es comin ni definible, como ‘Sdcrates" y“Platén" Asi, pues, los nombres signifiean algo simple, es decir, perteneciente a simple aprchensién del inte Jecto, mientras que los enunciados signifiean algo compuesto, :e, perteneciente ala composiciéa inte- lectual:". el enunciado significa la composicién y divisidn del intelecto. Luego las voces no significan las misinas especies inteligible, sino aquellas cosas que el intelecto se forma para juzgar sobre kas cosas ex teriores * Es decir, las voces signifiean de manera primigenia las cosas exteriores y reales, aunque pasen por la mediacién de las especies o verbs men- tales (concepto y juicio o enunciable). De este modo, to intencionado cognosciivamente se queda no en ef ‘nnuntiable del enunciad, sino en el estado de cosas que éste representa. Santo Tomas lo dice compardn- dolo con la imtencionalidad de fa fe © ereenciat "el acto del creyente se termina no en el enuatiabile sino en la cosa; pues no formamos los enviable més que para tener por ellos conocimiento de las cosas, como fen la ciencia, asf también en la fe" Modi significandi, significatio y suppositio Santo Tomas recoge ademas la tradici6n de la gran. matica speculatioa de los modistas © modistae (Ulama- 2 DePai.g 9.0 2 ad} Summ Fea 85 2 "Sam Thea ag 58 SEMIOTICAYFILOSOFIA DEL LENGUAIE dos ast porque wataban de los modos de significar) Los modios de significar corresponden a los modos de entender y éstos a los modos de ser“ Hay mo- dos de significar y de consignificar, ya que hay térm nos categoremiticos y sincategoremiticos, esto es, significativos y consignificativos; los primeros son los, que significan por si mismos, como el nombre y el verbo: los segundos son los que sélo significan por acompatiar a éstos, y son las restantes partes de la oracién (adverbios, preposiciones, conjunciones, etc.) " Ademds, ef verbo consignifica el tiempo. Pero el Aquinate recoge asimismo la wadicién de los tratados medievales dle l6gica, lamaclos pequetios tratados de légica (parva logicalia), centrados en is propiedacles de los términos (proprictaes termino- rum), que se venia gestando Adems de esa significa- ci6n que tienen los términos aun fuera del contexto de la proposicién o enunciado, se dan ouas propieda- les que éstos reciben dentro de ese cantexto proposi- ional: la suposicién, que pertenece a los substantivos, y la copulacién, que pertenece a los adjetivos. Dice Tomas: La diferencia entre los substantivos y los adjetivos com- siste en que los substantivos comportan su supuesto, mientras que fos adjetivas no, sino que lo sitdan en 1a substancia dela cosa [por ellos] signficada Por lo cal dicen los l6gicos (sophiviae) que los substantivos supo- © Sum The, 4882 4.2 CFA Canning, “Speci tive Crammarin S "Thomas Aquinas” Laval Thee Piso Bigs Fre pp els ina i Tees 455 SEMIOTIGAY FILOSOFIA DEL LENGUAJE 59, lx aes, en cambio, no suponen, sino eo pulin® Asi, Ia suposicin es la relacién de fos nombres con las cosas que designan "® Santo Tomés divide la supo- sicién en material, cuanclo el término se refiere a si mismo 0 sus homoiomorfos, y formal, cuando el término se refiete a la cosa que significa Divide mismo la suposicién formal en natural, la que se tefiere a algo de la esencia de la cosa significada, y accidental, cuando se refiere a algiin accidente de la misma.”Y la accidental en simple, la que dene el = mino que se refiere a alguna cosa de modo abstracto, y petsonal, la que se refiere a las cosas concretas.*! Divide la personal en determinada, cuando se refiere a una o varias cosas de manera definida, y confusa, cuando se refiere a una o varias cosas de manera indefinida ® También habla de Ia oracién y de la pro- posicién, que es ta oracidn enunctativa 0 aseverativa BaLance ‘Vemios, pues, que en la semiética y la filosofia del lenguaje cle Santo Tomas conflayen varias uadicio- nes. Se encuentta, por una parte, la presencia de Aristteles La otra presencia fuerte es la de San © Sum, Pied 9,3 By 5 EF fn Sent 9 We 3.6 CHD pg ses Swim Thos an.g 39,3. ead © Inf Pe hn eet’ 910.37 Solo que en loge de Hamre “suposicion mater eta "signifiation materia EE fall Sted tq ad Gt Sum Tiraisin. qa, Fe S20 Sum Past gH 4, f SEMISTICAY FILOSOFIA DEL LENGUYE Agustin. También hace caso de los madistaesostene- doves de la grammatica speculativa, que ya empezaban 1a ser fuertes en su tiempo Hace caso igualmente de los cultivadores de los parva logicalia, a los que @ veces da el curioso nombre de sophistae, no porque ‘enredaran con un razonamiento falaz, sino, al con- tratio, porque eran vistos en ese tempo como dem sindo dedicados a desenredat sofismas. E] Aquinate fue un genio creador, que avanz6 por encima de lo que le habian legado los griegos, como Aristoteles, y los santos padres, como Agustin, u ras escokisticos, como las diversas tradiciones que recibe (Ia 16gica y la gramdtica especulativa). Pero sobre todo se le debe e! reunir esos materiales que le daban esas corrientes histéricas, y el anadirles las nis de las veces una mayor perfeccién. Supo con: juntar la recepeién de doctrinas y el desarrollo 0, por lo menos, afinacién de los mismos. En verdad, tanto en su teoria del signo como en su teoria del engtaje, Santo Tomas maneja un considerable acer- vo de elementos, que, por supuesto, serdn desarro- ados por sus seguidores posteriores, de la talla de Domingo de Soto y Juan de Santo Tomés. Pero mucho de eso ya se encontraba en el maestro LA SEMIOTICA COMBINATORIA Y EL LENGUAJE PERFECTO EN RAIMUNDO LULIO PLantexuento Raimundo Lulio fue uno de tos cultivadares mas preclaros de la semidtica y de a filosofia del lengua- je Tuvo el ideal (aprendido de judlios y arabes) de tuna Logica combinatoria (ars combinatoria) que sirvie- ra para demostrar todo lo que se deseara clemostrat Asimismo, era el ideal de un lenguaje perfecto, que evitara todos los defectos del lenguaje natural, ya que se watarfa de un lenguaje artificial 0 cientifi co, que tuviera un aparato légico perfecto. Por eso es considerado adems como sino de los antecesores de la Logica matematica Vion Raimundo Lulio (o Ramén Llull) naci6 en Palma de Mallorea, a fines de 1232 0 principios de 1233, en et seno de una noble familia catalana. Ocupé varios cargos politicos De acuerdo con su mujer y sus hijos, en 1263 adopts la vida de peregrino y luego se dedicé a estudiar Durante nueve afios (1265-1274) estudié filosofia y teologia, asi como lengua arabe, o w Ly SEMIOTICA COMBINATORIA para penetrar su cultura Ademas de escribir en la- tin, lo hizo en catalan, por lo que es considerado tuno de las elisicos ce esta lengua De manera casi autodidacta adquiri6 un gran saber, yen 1278, cuando estaba en oracién en ef monte Ran- da, se le sevel6 que tenia que trabajar en la conver sin de arabes y judios, Para ello se le daba un arte prodigioso, el ars magna, una especie de légica combi- natoria (que, sin embargo, ya tenia antecedentes ju dios y arabes). En 1286 lee paiblicamente su arte. En 1296 profesa como terciatio franciscano, tal vez del doa que, en 1290, fray Ramén Gaufvedi habia perm ido a varias provincias lranciscanas que ensefiaran el arte y las doctrinas de Lulio. Lleg6 a haber colegios y hhasta catedras universitarias de lulismo. Lulio acogié con vehemencia la causa de la con- versién de los arabes. Predicé en Berberia dos veces, con gran fracaso. Pero lo peor es que volvié a hacer To en 1814 0 1315, y su predicacién encendié la furia del pueblo musulniin, que lo apedred. Las autorida- des lograron liberatlo y embarcarlo en una nave de genaveses para que lo Hevaran a Mallorca. Por lo gravemente herido que iba, muvid al Hegar a su patria (1316), y, aunque s6lo hay tradicién oral de este martirio, es venerado como beato Onna Su obra es numerosisima, de ahi que la critica atin no haya acabado de determinar cudles son obras auténticas y cules dudosas o espurias. Hay una LASEMIOTICA CoMBINATORIA 08 famosa edicign del siglo xv, de Ivo Salzinger, publi- cada en Maguncia entre 1721 y 1740 en 10 voltime- nes, La actual edicién critica viene haciéndose, en Palma de Mallorca, descle 1905, Contiene obras légi- cas, Vinculadas a su arte magna; obras filosdficas, te0- 6gicas y sobre las demas disciplinas conocidas en su época. Ofrece ademas obras literatias (en prosa y en verso), y muy profundas y emotivas obras misticas En cuanto a las logicas, podemos aludir a las varias versiones del Ars magna; entre las cientifcas, al Arbol del saber, su enciclopedia de todas las ciencias; en teo- logia, al Libro del gent y las tes sabios, en literacuca, al Libro de Evast y Blanguerna, al Fix de las marauillasy a poemas come el Cant de Ramon, y en cuanto a la mis: tica, al Arte de contemplaciin y al Libro del amiga y det mado, que forman parte del Blanquerna Docramas semndrico-tinatisticas Lutio tuvo como proyecto fundamental Ia realiza cidn de un exacto sistema combinatorio. A pesar de que esto tiene antecedentes antiguos y meclievales, sobre todo arabes y judios, Lutio poseia una con- ciencia mds clara de su rendimiento y se empeiié con ahinco en desarrollarlo; por eso es considerado uno de los ancestros de la l6gica simbelica Se trataba de un ideat de razonamiento formal y, por ast decir, automatizado; las combinaciones rian que la verdad fuera encontrandose casi mectin- camente, de manera indefectible. Era el gran méto- do, el gran arte, el ars magna. Ademis, se proponia 6 LA SEMIOTICA COMBINATORIA ograr la enciclopedia que llegara a todos los conoci- mientos, igualmente por combinaci6n de términos. Esta logica respondia a un ideal de conocer todas las, cosas mediante la combinacién de sus elementos pales (mediante sus conceptos y términos), y tenia también el afin de aplicarse no sélo a la filoso- fia, sino a proyectos politicos y religiosos. Por ejem- plo, estaba destinada a realizar la mejor tcologia apologética posible y convencer a todos aquellos a ‘quienes se predicaran de esa forma los contenidos de laf El avs magna de légica combinatoria habria de encontrar y justificar todos los conocimientos a par- tir de unas cuantas nociones y principios esenciales; asi obtendria, por combinaciGn de los simbotos que los representaran, los contenidos dle todas las cien- cas Eta, pues, una légica combinatoria por la que se podtian descubrir todas las ciencias y probar 0 demostrar todos sus resultados. Es cierto que se trata de ttn ideal o proyecto altamente tacionalista, pero en Lulio se combina con la mistica para formar una extrafla mixtura de misticismo y légica, pues habla de sw arte como una revelacidn que le fue concedida por Dias cuando hacfa penitencia en el monte Ran da, Es la piedra de toque para el saber, y ¢ el elixir para empujar a la accién, dado el poder de convic- cién que tendria por su evidencia légica, Serviria tanto para la teorfa como para la praxis, El ars magna, ademis, conjunta los dos aspectos fundamentales de la légica: la invencién y la demos- acién. Es raro encontrar que un sistema oftezca a la par; con tanta insistencia de perfeccién, una logi- LASEMIGTICA COMBINATORIA % ca del descubrimiento y una logica de ta justifica cin, Tiene asimismo el afan de que el lenguaje sim- bolico al que reduzca sus términos sea un lenguaje universal. La ciencia que se desarrolle con sus com- binaciones sera una ciencia universal, y el depésito de los conocimientos hallados sera una enciclopedia universal, Hay, pues, un afin racionalista y universa- lista del saber Inclusive ofrece un método para rete- net todos esos conocimientos en la memoria, una mnemotécnica La clea de una logica a Ia vez inventiva y demos- trativa (cs inventiva et judicativa) estaba ya en la escolistica, pues la Logica era pata los escolisticos una teoria de las consecuencias (conseyuentiae); es decir, una worfa de Ia inferencia, y habia consecuen- cias tanto inductivas como deductivas, tanto inven: tivas como resolttivas, semejando un circulo del conocimiento que se cierra y completa por ascenso y descenso Lulio llega a decir que su método no es ims que el del ascenso y descenso del conocimiento, en el cual cree estar conjuntando y conciliando a PlacGn y a Avistételes.! El filésofo busca ademas una lengua universal (lingua wniversalis) a partic de los términos que expresan las nociones bisicas, primitivas y universa: les de la mente humana. Lulio afiade el ejemplatis- ‘mo y ¢l iluminacionismo agustinianos, esto es, la eo ria de San Agustin de que las ideas divinas son ejemplares o prototipos de las cosas, y la conviccién de que esas ideas son otorgadas por Dios mismo al 'CES Bont, Elston cates utans “Ars Magna’ Barcelona, 1908, pp. 592-95, 6 LASEMIOTICA COMDINATORIA, hombre mediante una ihuminacién. Eso asegura que tales conceptos sean comprendidos por todo ser humano. Se opone al convencionalismo nominalista de la mayoria de las Grammaticae speculatioae y pasa a lun realismo de tipo platénico, en el cual tos ti nos primitives son signos naturales (si no es que innatos) pat ticipados por todos los hombres. Aun que, mis que de innatismo, debe recordarse que es iluminacionismo. Por ta iluminacién, Dios hace que el hombre comprenda profundamente el signifi do de las palabras y las comunique con plenitud a Jos dems, con base en ese lenguaje universal arrai- gado en la mente ® Inclusive, las palabras representa no slo las ideas de los hombres, sino las mismas ideas divinas ejem- plares. Si se retinen las mis importantes pueden irse cengarzando las ouas, comuniciindolas perfectamens te Estas palabras y nociones primitivas son obteni- das por anilisis (ascenso) y coordinadas por sintesis (descenso), compliciindolas en multiples combina- ciones que las enriquecen. Las cefiniciones se encuentran por anilisis, reduciendo el término a alguna nocién primitiva del arte; estas definiciones son reales porque teflejan las ideas divinas que estan en la mente de Dios, y son comprensibles por todo hombre debicio a la pacticipacidn e iluminacién que a cacla quien otorga el intelecto divino. Los problemas se reduucen término a érmino a los prineipios del arte; en seguia se contraen a sus defi hiciones respectivas y se especifican al objero en C&S Trias Mera, “Ratcesagustinanas en a flosefn del Aenguijede R Llall Agnidinas 21 (1976), pp 4 7680 LA SEMIGHICA COMBINATORIN io question, mediante combinaciones que darn inde fectiblemente la solucién Las definiciones se combi- nan enue si por composicién (uniendo dos © mas términos al principal o definido) y por conversién (atribuyendo a un principio el cardcter de defini- cién que tiene oo término). Tales combinaciones de términos definidos dan como resultado proposi- ciones y, ya que son la combinacién de dos o ms pri mitivos (y sus definiciones), Lulio las Hama “condli- ciones", esto es, proposiciones bisicas (pero no en el sentido de proposiciones empiricas, sino en el de proposiciones Iégicamente evidentes 0 axiomas) Para resolver los problemas se reduce la oracién gra ‘matical que expresa el problema o cue icin o proposicién byisica correspondiente, y des- pués se contrae o especifica esta condividn a ta materia particular y concreta de que se trate. De esas condiciones brotan las mglas de combinacién, at mode como las condiciones brotaban de las definiciones; por ellas () , por las reglas) se encuentra y se de- muestra la verdad de las proposiciones investigadas. Todo ello se realiza por combinacion automatica, de modo que cl arte de Lulio es siempre —en el fon- do— un aparato de légica combinatoria Hay, por tanto, unos términos primitivos a los que se Hega por andlisis, con sus respectivas definiciones, a los que hay que reducir los términos de cwalqui problema; tales térmninos primitivas constituyen una “lengua universal” A partir de ellos se componen iertos principios o condiciones, que son proposicio- Sore W et for Maddy, 12 La combi pp 570.600 ia li Ried Fl 6 LASEMIGTICA COMBINATORIA nes con cardcter de axiomas o de razones necesarias, yapartir de ellos y de acuerdo con las reglas del arte proceden las combinaciones, por las quie se va par- ticularizando el saber hasta llegar a la disciplina a la cual pertenece el problema propuesto. Se dan, centonces, andlisis y sintesis; an andlisis hacia los tér- minos primitivos del problema y luego una sintesis| hacia el problema conereto mismo para obtener su. solucién Elarte de la memoria ayudard a setener y manejar mejor toclos los conceptos y términos por sus simbo- los, como se ve en el Liber ad memoriam confirmandam ‘de Lulio *Y el saber universal 0 enciclopedia de las ciencias se encuentra sobre todo en el Arbre de scien- ‘a general, Los simbolos eran importantes, se tenia un tudimentario simbotismo “légico” Lulio habia ideado ademas figuras especiales y citculos girato: rios para hacer las combinaciones de manera mecé- nica, en ciertos aparatos cusiosos La filosofia del lenguaje que Lulio aplicaba a su arte tenia muchos de los elementos de las proprietaes terminorum estudliadas por los lgicos medievales. Las principales de estas propiedades eran la significacién y la suposicién La significacin (que se puede entender ‘como el sentido) puede tenerla el término aun fuera de la proposicion; la suposicién (que puede enten- derse coma la mferencia) s6lo puede tenerla el térmi no en el contexto de Ia proposicién En la Lagica nova, atribuida a Lulio y criticamente dispuesta por EF P. Rosi Clas Univenair El at dele memoria yt tg enbinatoria te tio Leiba, Mexico: ret, 1989, pp. 62-79. F Stes Elo de a neni. ide Tauras, 17 LASEMIOTICA COMBINATORIA 9 Bernardo Lavifieta, no se habla de las significaciones, tal vez porque envuelven menos problemas; se habla directamente de las suposiciones, con sus respectivas ampliaciones y restricciones Lulio define la suposi- cién como Ia acepcin del término en lugar de una cosa universal o singular. El que hable de "cosas” unit versales no debe extrafias, dado st pensamiento pla- ténico-agustiniano. Divide la suposicién en simple, personal y material, La simple seria justamente esa referencia a cosas universales (por ejemplo en “el hombre es una especie"); la personal, la referencia a cosas singulares (por ejemplo “el hombre corrid y se ros escapé"), y la material, la referencia a la expre- sin misina (por ejemplo “hombrees un substantivo’ Ademés, Ia suposicin de un término puede am- pliarse a diversos tiempos segiin el verbo de la pro- posicién © alguna ota palabra, Lulio da algunas reglas pars ello: La primera es que en toda proposicién en fa que se pone un verbo de pretérito perfecto o un participio, {érmino precedente se amplia en lugar de aquello que eso que fe, como “la virgen fue meretri” La segunda regla fes que] en toda propasicién en la que se pane wn verbo o participio de tiempo futuro, el términa prece dente esti en htigar de aquello que es o que sera, como ‘el nia sera viejo”. La tercera regla es que todo térmai- no puesta en la proposieién respecte cle este verbo “puede”, 0 de su participio,esté en lugar de aquello que ‘650 que puede ser, como “lo blanco puede ser negro” Y la restriccién es lo contrario, a saber: la figuras ci6n de un término en una proposicién en ugar de '§ Trias Mereant art cit. p TH 0 LASEMIOTICA COMBINATORIA menos significados de los que fo harfa por st propia naturaleza, a saber: sn esa restriecién de un verbo 0 de alguna otta palabra, Restriccién tiene el término “hombre”, por virtud del término “blanco”, en el enunciado “todo hombre blanco corre”, que se res- tinge s6lo a los que sean blancos La epistemotogia y la metafisica que sustentaban, ta l6gica de Lulio son realistas, La base epistemologi- ca es la teoria del conocimiento como iluminacién por parte de Dios, que profesaban San Agustin y San Anselmo. Dios da los conceptos mas simples y los enunciados mas evidentes; con esos principios axio- miiticos se llegar a probar los dogmas religiosos, de modo que podran compaginarse la razén ya fe * La metafisica t ontologia que fundamenta la légica de Lulio es del tipo ejemplarista de San Agustin y San Buenaventura, también platénica Hay unas ideas ejemplares divinas para todas las cosas, son los ar~ quetipas ontolégicos, en la mente de Dios, dle todas. Is cosas reales correlato semsntico inmediato de los érminos 0 nociones primitivas y de los axiomas primeros (su. cottelato semantico tiltima son las cosas del mun- do), que van determinandose a lo concreto segiin el paso de Ia arrebatada sintaxis de su combinatoria El ars magna sitve también a Lulio para leer € intexpretar textos, buscando los diferentes sentidos a hy J J E Gracia, “The Siractutal Eeamemts of Necessary Reacoiin Ancelen sl Lull” Dislogor (Puerto Rico), at myn 2) Cuadrado, Plaitud motfisia det Hosolie Futana Rian ds Fea (Mi), 2 (1863), pp. 39984 LASEANOTICN COMBINATORIA, a través de consideraciones combinatorias; ¢ igual- mente le sirve como método cle exposicién, pues le ayuda a combinar cuentos, apélogos o paribolas, que manifiestan lo que desea transmitir, de modo semejante a lo que hacfan por ese tiempo muchos esctitores érabes. Loges asi, por una parte, una inter pretacién parubdlica, alegérica y simbélica de la igrada Escritura, y; por otra, expone sus teflexiones ydoctrinas mediante parabolas, aporegmas o kibulas, Togrando una comunicacién agradable y clara Lulio escribe una especie de “novela” moral y mis- tica intivulada Libro de Eeast y Blanquerna, El personae je principal es Blanquerna, hijo de Evast. Blanquer- nna attaviesa por diferentes estados 0 cargos, hasta llegar a ser papa, y después, ya viejo, abandona e alta dignidad y se hace ermitaiio, Entonces escribe tun libro, el Arte de contemplacién, que se mucstra como un libra dentro de otro. En él ensefia a con- templar a Dios y sus misterios a wavés de la aplica- cidn del arte combinatorio, meditando las cosas divi nas de acuerdo con la combinacién de las ide: principales que contienen Una manera de hacetlo es combinar los atributos de Dios sus misterias, (Ova forma es combinar las palabras de algunas ora ciones, como el Padrenuestro, e] Ave Maria 0 algin salmo, como el 50 0 el Afiserer: Lo mismo se puede hacer con ouros textos biblicas, siempre buscanclo la riqueza de sus significados en varios niveles, Igualmente encontramos en Lulio la exposiciét de ideas mediante toda una combinatoria de ame- nos cuentos. Esto se ve sobre tada en otre libro suyo imtinulado Fix de las maravillas, en el que se relata 2 LASEMIOTICA COMBINATORIA cémo un joven, Félix, sale a correr mundo, para con- siderar las maravillas que en él pueden hallarse. De festa manera encuentra muchas ocasiones de con- templar a Dios en lo que ve a su paso Yes una de las formas de considerar el mundo como un libro, ‘como un texto. Las cosas que en él se encuentran son signos que remiten a Dios IneLuencta La obra de Lulio tuvo muchos seguidores, en mu- chas partes y épocas. Influye en los cabalistas cristia~ nos medievales y renacentistas,* y aun en el siglo vise hace la gran edicién de su obra en Maguncia; pero es en los siglos xix y xx cuando empieza a estu- diarse mas cientificamente, procurando deslindar todos los a s que legaron a adjudicérsele. Existe en Mallorca una Escuela Lutiana que tiene en proceso una moderna edicién de sus obras, bien cernidas por la critica, y que publi- ca ademas estudios monogrificos en libros y revistas especializadas en los temas lulianos. fadidos 1 * Un exo carota ee esa milple influences fa que ejerce en tum francscano de Tlascala (hasta aoa considerada como mest 4p) em el siglo, fay Diego Valads, que eserbid sna herca Chritgna, publicada en Perugia, falia, en 1579, obraen Ia que pli algunos elementos lulianos de combinacién y de manemo- LASEMIGTICA COMBINATORIA, Batanex Es bastante claro el ideal que tavo Lutio de un lens guaje perfecto, acompaiiado, para realizarlo, del ins- trumento adecuado, que era el arte Iégica que obu- viera todos los conocimientos y demostrara todo lo que se quisiera por combinacién, una légica combi- natoria Este ideal pasaria a seguidores tan conspi- cuos como Alsted y Kircher, que influyeron en Leib- niz, el cual, a su vez, lo wansmitié a pensadores como Bolzano y Stuart Mill, de donde pas6 a Frege y a Russell. Toda una historia de bisquedas del len- ‘guaje perfecto, que, por cierto, clesembocé en otras tantos fracasos, y sigue todavia sin cumplirse. Gon todo, fue un motivo de inspiracién y un ideal regula- tivo, ¥, por otras caminos, atrajo a muchos teéricos (Wittgenstein, Carnap, ete) que dieron la batalla contra el embrujo y el enredo del lenguaje ordinario, SIGNO YSEMIOTICA _ EN EL SIGLO DE ORO ESPANOL PLawrrastiento Seguidores de Santo Tomas fueron muchos de los escokisticos postmedievales, en diversas partes del mundo, Pues bien, puede hablarse de toda una escuela 0 uadicién cle semidtica tomista en la Espa- de mediados del siglo xvt hasta mediados del xvi, que es el petiodo que abarca eso que ha dado en Ila marse “siglo cle oro” En efecto, Domingo de Soto —que compaite Ia altura de Pedro da Fonseca influye en Domingo Baez y en Francisco de Arati ya través de este tiltimo en Juan de Santo Tomds, y asimismo es seguido por Cosme de Lerma.! Inclusive Lerma hace un compendio cle la obra de Soto y lo sigue puntualmente. Esos autores espaitoles, junto con el portugués Fonseca, serdn asimilades por owe portugués, que es Juan de Santo Toms, el cual sera seguido incluso por muchos de los autores coloniae les." Trataré de presentar estas teorias, primero sefiae “ gualmente Sato set ony segue I Calon, pa fhe Sania Toms, Oe fr sg § ts copes und © inuod Mf, Booch México est 859 "Un ejemplo de ello (pero falar sada tos mich) del dominio tay cent eA eseren eh el ep Tosiguknte de ete tro m SEMIGTICAEN BL SIGLO DE ORO ESPANOL 7 lando ef marco que da el contexto, y Inego los prin- cipales autores Contexro senarico pe tA los filésofos escolstics ya que tenia est echas cone. ones con la teologia Las disgusiciones sobre el Signo eran aprovechadas, por ejemplo, ene ata ee Trinidad yen el rata de fos Sacamentos En el trata ce la Trinidad, ponque se represeneaban Is relaconesente ts res persona dvinas (Pde, Hijo Espivita Santo) como un acontecimiento seimigtico, en decir, el Pave engendvaba al Hijo ono wn sgno o wrbum el Vero. gue exprsaba ‘Vese Verbo tba acom paral, como por un alee to, Amor, porque no hey expresion sue mo ea seompaiaa de agin afec,yesun Amor tan espe Gal. que tambign ene que ser algo personal otra pesiont el Espii Samto Es curoso encomuar que El propio Perc, en la segunva mit del siglo Sn, sc inpira en a eologauinitaria de os ecolacos (alos que en bien conocia) para desarola su tee. Fadel signo. También era aprovechada la terfa del Signo en el watado de los Saramentos, porque el tay expec, a saber: uno queda lo qe sguifen ‘#0 theron que teflesionario muy a fondo to 7 SEAIGTICA EN TL SIGLO DE ORO EsPAxOL escolisticos, para apoyar argumentativamente la existencia y el funcionamiento de un signo tan pecu: liar. Es un signo de la gracia de Dios, es una presen- cia de Dios mismo, to significa yo da al mismo tiem- po. Es un tratado, el de los Sacramentos, en el que estos autores desplegaron un asombroso conoci- miento de la semidtica. Un ejemplo preclaro de eso ces a Suma de sacramentos 0 De seplem novae legis sacra- mentis sunmariun de Bartotomé de Ledesm: nico espaol que trabajé mucho tiempo en Mé que fue de los primeros catedraticos de filosofia y de teologia en la recién fundada Universidad de M& coen el sigio xvi Dada esa importancia que Ia semiética tenia para la teologia, eta abordada con cuidado en el curso de artes o filosofia, concretamente en la ligica. A veces ‘era tratada en el Ambito de las stimulas 0 l6gica for- mal, a veces —como en el caso de Juan Poinsot 0 Juan de Santo Tomis— se la trataba en ta “légica ‘material’, que era toda una metalégica o filosofia de Ta Igica, pues en ella se estudiaban los temas semi6- ticos, epistemoldgicos y ontoldgicos de la Logica, tales como la teorfa del signo, los grados del conoci- micnto, las condiciones de fa ciencia, el problema de Jos universales, ete. Se indicaba asi que la semicti- ca pertenecia, como la han querido poner algunos autores,’ a la metaldgica. Cuando se trataba en Ia “Cf B de Ledesma, Summarivm Salmantieae: Hueredes Mathiae Gast, 1585 (2. ) Par ejemplo, | M Gochensh, Preis delpigee mathnatiqus, ‘Bussim (Pays: Kroonder. 1848, pp. 70s tambicn J Ferra: ‘YH Leblanc, Lin maton, Mexico: ree, 1959 (1973, Pr} pp SLs SEMIOTICA EN EL SIGLO DE ORO ESPAROL 77 formal o stinulas, era en el ambito de los ins- trumentos de la Logica misma. Es decir, los instru- mentos de la logica son tres: la definici6n, la division y la argumencaci6n, que se expresan en términos, enunciadas y argumentos. Por ello todos los instru: mentos de la ldgica son signos, el signo es el instrue mento fundamental de la l6gica, y partiendo de él se puede ir accediendo a todas los demas. Asi, se co- ‘menzaba por cl tratado del signo, se pasaba al de 505 signos lingitisticos simples que son los términos, de ahi a los signos compuestos de términos que son las oraciones (indicativas o aseverativas, interrogati- imperativas, desiderativas, etc), de entre ellas se separaban las oraciones indicativas 0 aseverativas, finicas que pueden ser enunciados o proposiciones, pues sélo ellas son susceptibles de valor de verdad, y de ellas se pasaba a ese otro signo complejo que es el argumento, compuesto de proposiciones o enuncia dos De manera, pues, que Ia l6gica iba encontrado, su vertebracién a partir del signo, como una ceoria del acontecimiento semidtico en el que hay inferen- yargumentacién Para abordat la teoria del signo o semistica de los escoldsticos del siglo de oro espanol, comencemos por algunas precisiones doctrinales y terminolégi- ica es la teorfa general del signo, ahora dirfamos: ef metasistema de los sistemas sfgnicos o el metalenguaje por excelencia, Se considera a Charles Morris como el primer gran sistematizador en nues- tro tiempo de este dominio tan vasto del saber, ysue- le sevialarse a Charles Sanders Peirce como su genial predecesor. Y luego se apunta a Locke como antece- TH SCMTOTICA EN EL SIGLO DE ORO ESPAROL sor de Peirce en el icleal de la semistica, y frecuente- mente se olvida que Peirce uvo en los escolisticos ntecedentes mucho mas notables y ciertamente conocidos y estudindos por él. ¥ los hubo tanto ‘medievales como posmediievates. En efecto, 2 partir de Aristételes y San Agustin, en Ia filosoffa escolistica medieval se dieron interesan- tes desarrollos del estudio del signo y las formas del significar. Surgieron sobre todo en el seno de las scientiae sermocinates o cel lenguaje: la gramatica, [a dialéctica (0 Iégica) y la ret6rica, en las que se inspi- 16 Peitce para entresacar las tes dimensiones de la semiética: la gramitica pura, Ia Logica pura y la ret6- rea pura, a las que Morris lamard sintaxis, semanti- ca y pragmdtica, Asi encontramos notables wata- mientos del signo en Roger Bacon, por ejemplo Santo Tomas, Duns Escoto y Ockham estudiaron algunos aspectos del fendmeno semidtico, especial- mente el papel del pensamiento en el acontecimien- to del signo, Pero es sobre todo en a escolistica posmedieval, a saber: en la que se da después del llamado Renaci- miento, cuando surgen largos capitulos —verdade- ros tratados— declicados al estudio general del signo; algunas de ellos constituyen monografias completas sobre el fenémeno signico, tal coma se entiende hoy en dia (por ejemplo en seguimiento de Mortis) en la general, Curiosamente, esto ocurre de manera principal en el “renacimiento escoldstico” "GE Mt fredbon, Pare of Roger Baca (78), pp 7186, L Nielsen » J. Pinborg. pus Makan" De Signs, Unedited rai, A SEMIOTICA ENE SIGLO DE ORO ESPAROL 79 que tuvo lugar en Ia peninsuta ibériea, esto es, en Espatia y en Portugal, Los més famosos se hallaron entre los dominicos y los jesuitas; mas especialmen- te entie los primeros De enue los jesuitas, podemos seftalar a Pedro da Fonseca (Luis de Lossada nos parece ya demasiado posterior); entre los cominicos estan Domingo de Soto, Domingo Baier, Francisco de Aratijo, Cosme de Lerma y Juan de Santo Tomas? Soto es uno de los iniciadores de esta vertiente de tratadistas que daban tania importancia al signo denuo de las stimulas de Logica, aun antes que Fonseca, pues la primera edi- cin de las Summulaede Soto es cle 1529, y ya en ella trata abundantemente del signo (aunque hemos seguico en nuestro estudio una de las ediciones pos- teriores, la de 1575, por tener ya la dectsina comple- tay porque en kis ediciones posteriores 2 ella no se hizo mis que vepetir ef texto). Junto con Fonseca, Soto es de los pioneros. La importancia de Soto en este campo es indiscutible, y la de Fonseca ha sido puesta de relieve tikimamente* A Batiez lo hemos mencionado porque es uno dle Jos mas claros exponentes clel tomismo, e intenta construir su doctrina del signo como una de las me- jor fundadas sobre los cimientas filoséficas de la escuela del Aquinatense. Lo mismo cabe decir de Araijo, pero en él hay que afadir sobre todo un J ce Santa Toms, Sior fo sgnos fox cones eit en CE | Deel, Jataducing Semitic ts Fs and Dative com un priloga de TA’ Sebeak, Bloomington: indians Press 182 pp 80 SEMIOTICAEN EL SIGLO DE ORO ESPANOL interés metafisico como no lo ha habido en ningin otro # Y Cosme de Lerma se destaca por haber he- cho una ampliacién muy considerable —tanto en. cantidad como en calidad— del trabajo de Soto, a base de disputaciones y cuestiones suscitaclas a partir de sus Stimulas. Tratemos de atender a los rasgos sobresalientes de cada uno de estos autores. Donusco ve Soro, O. P. Domingo de Soto (14941560) nacié en Segovia Pasé a estudiar a Aleald ya Paris. En esta ultima cine dad recibié una excelente formacién légica en la linea nominalista Pero se adhiris al tomnismo, con vencido por las lecciones que escuché a Francisco de Vitotia en su cétedra del convento de Saint Jacques, Se hizo dominico en el convento de San Pablo, de Burgos, en 1524 A pesar de ser un gran tomista, siempre conserv6 esa perspicacta formal y analitica caracteristica de los nominalistas. Efectivamente, eran los nominalistas Ios més preocupados por la lgica y el lenguaje y por ende interesados en el estu- dio del signo. Con todo, Soto se preocupé siempre de limar los excesos de los légicos nominalistas y de llevar la materia de la bogica a sus justos limites y a su exacto sitio, Enseiié teologia en Salamanca, donde primero regent la catedra de visperas (desde 1582 hhasta 1549) y después la de prima (desde 1552 hasta 1560), en la que sucedis al célebre Metchor Cano. * De hecho, es uno de los mejores metafricos de ta excwela SEMIOTICA EN ELSIGLO DEORO ESPANOL Eseribi6 sobre filosofia y teologia; en el ambito de fa logica son de primera linea sus Suumulac, cuya primera edicién es de Burgos, 1529, y la segunda de 1539 (las demas ediciones repiten ésta). Hemos seguido la edicién de 1575, que es la pentittima reproduccién de la segunda" En esas Summulae trae ta del signo; alli trae una adecuada definicién del signo en general que repetiran Araijo y Juan de San- to Tomids, y que Cosme de Lerma defender Define el signo como “aquello que representa algo a la facultad cognoscitiva""" El género de! si no, o del significar, es entonces el representar. Re- presentar es hacer presente algo a la facultad cog- noscitiva, ya sensible, ya intelectual. Este hacer presente 0 hacer conocer se realiza tomando el Lue gar de la otra cosa. Presentat es poner la cosa misma enfrente, representar es remitir a ella, y esto es lo que hace el signo. El hacer conocer tiene cuatro cau sas: objetiva (como la imagen o pintura del empera- dor, que se pone como objeto de conocimiento), efectiva (como la vista, que es la que efectiia ese conocimiento), formal (como la noticia visiva o espe ciede la vista, que se coloca en la facultad), ¢ instru mental (como el aspecto de la noticia bajo el cual se recuerda la imagen del emperador) Asi el hacer CCE P_Duher, “Dominique Soto et fa shotatique parisien des sur Lemand de Vi, vol ut, Pars, IST: Mutor Delgado, “Domingo ce Soto y a ordenacidn de Farzad la logic”, Le Genin Tomita, 87 (960), pp 457 ism, Leen orn y laine Dominga de So, Mairi: Elicio= fe de revit Eten, (964 "D de Sato, Sumider Salmanticae: Da Porcoati, fol Be 81 SEMIGTIEA EN EL SIGLO DE ORO ESPANOL conocer tiene esos cuatro modes: objetivo, efectivo, formal ¢ instrumental. En cambio, el representar es hacer conocer sélo de tres de esos modos: de mane ra objetiva, formal ¢ instrumental. ¥ el significar es hacer conocer o representar s6lo de dos de esos modos: formal e instrumental El algo que se signifi- ca puede ser sensible o inteligible, pues también de ‘esas clases puede ser la facultad a la que el signo afecta. Ese algo es el objeto, y el objeto puede ser de tres clases: s6lo motivo (cuando mueve a fa facultad a formarse una noticia no de él, sino de algo distin- to, como lo hace ta escultura del emperador), sélo terminativo (cuando en él se termina el conocitnien to motivado por otro objeto, a saber: el sélo motiv cen este caso, el abjeto sélo terminativo es el empera dor representado por fa escultura), y motivo y termi- nativo a la vex (cuando si mueve a la facultad a for- marse una noticia de si mismo, como la esculiura respecto de su propia notic! en ctianto a sus curacteristicas propias). El signo tie- ne mis caracter de objeto motivo, y su designado 0 significado tiene més caticter de objeto terminativo. Asi, el signo mis perfecto es objeto motivo: envia a la facultad, sin detenerla en el conocimiento de si mismo, a su designado terminativo; pero también puede ser —en un nivel menos per fecto— objeto simultineamente motivo y terminativo. Ya que el significar se hace de dos maneras: formal almente, de abi resultan las dos clases re instrumental El signa formal es del signo: for 1G a fo ar SEMIGTICA EN EL SIGLO DE ORO ESPANOL 88 en el que se ve mejor el carsicter motivo del signo, ya que no detiene a la facultad en él en cuanto abjeto, sino que en si mismo lleva ya Ia motivacién y mocién hacia to designado; el ejemplo tipico es el concepto. El signo instrumental es el que si requiere un cono- cimiento de si mismo como objeto y luego remite 0 mueve al conocimiento de su designado Esa divisidn en formal e instrumental se da aten- dicndo al modo como se relaciona el signo con la facultad. Pero, atendiendo al modo como el signo se telaciona con su significado o su designado, se divi- de en natural, convencional y consuetudinario. EL signo natural es el que significa con base en a natu- taleza de la cosa, el convencional es el que significa s6lo con base en la imposicién, institucidn 6 convene Gdn humanas, v el consuetudinario es el que signifi- ea con base en Ia costumbre —que es algo interme- dio entre la naturaleza y Ia mera convencién, pero que puede reducirse a la naturaleza, ya que la impo- sicién no basta para constituitlo.!° Soto es, aclemids, y sin lugar a duelas, el autor fi losético que mis influye en las colonias americanas de Espaiia. Simplemente en la Nueva Espaiia es muy notoria la afluencia de sus obras, que eran muy solicitadas para el estudio de Ia filosofia y de la teolo- gia." En particular, en la Universidad de México sus Sunnmuiiae fueron libro de texto, al puto que se obli- gaba a los profesores a no apartarse demasiado del texto de este autor. ¥ en muchas cosas era muy utili- C4 si ft GE F Ferwsnder del Casita (ea). Ea yas ee gle so, Mesieo: ret, 198, pp 238 S84 SERIGTICA EN Et SIGLO DE ORO ESPANOL zado Incluso se sabe de “la carta que el emperador escribié a fray Domingo de Soto del convento de San Esteban de Salamanca y profesor de aquella un versidad, inviténdolo a pasar a Nueva Espafia para resolver las muchas dudas que se presentaban" Peoo ba Forseca, $. 1 Peciro da Fonseca (1528-1599) nacié en Cortissada, Portugal Formado en la Compaiia de Jest, regen- 16 catedra en Coimbra, En su filosofia se le ve mas influido por Escoto que por Santo Tomas y, al pate- cer, transmitié esta actitud a Francisco Suarez; del mismo modo, transmiti6 su interés por el signo a Juan de Santo Tomas, quien al parecer fue su segu dor a través de los conimbricenses (i.e, los profeso: res jesuitas de Coimbra) "Se le debe una obra inti tulada /nstitutionnm dialecticarum libri odo, Lisboa, 1564, y adem participé en Ia preparaci6n del Curso de filosofia del Collegium Conimbricense de los jesuitas (cuya Dialectica es de 1606) Luigi Romeo dice de Fonseca que, en sus fnstitu- ciones dialéticas, en el lib. 1, se encuentran “cinco capitulos que son los cimientos cle fa tiltima semicti- ca peirceana”."7 Fonseca, al igual que Soto, ve el sig- 8S Ménder Atceo, Le Meal yPoutcie Uaeesed de Mexico, México: wy 1990 (reimpe dels Ia dle 1950). p29. MCE J P Bosle,“The Connainronseon the Relatone involved fn Signs" en J Deely (ed). Semis (1984). CE J Deely. Basis of Srmistis Bloomington e Indianspols Indiana University Press 1980, p 112 "Fi Romeo, “Peco da Fonseca in the Renaissance Semiotie: SEMIOTICA EN EL SIGLO DE ORO ESPANOL nificar como representar:! su division de los signos cs igual" coincide basicamente con él, € incluso expone estos materiales de modo més sumario. jun- to con Soto es de los pioneros y su influencia es semejante a la cle éste. ‘A pesar de la sobriedad que muestra Fonseca en su exposicién del signo, supo destacar los elementos ne- cesarios y suficientes para tener tina exacta compren- si6n de ese tratado. Hace una admirable depuracién de los materiales, como profesor al que le interesa iis fa cuestién didictica que la originalidad y las innovaciones. Con todo, es original en su presenta- id de los contenidos; su innovacién queda al nivel de la oriemtacién de la ensefianza de la logica y, den- tro de ella, del tratado del signo, de ta semidtica. Sapo retener lo indispensable y depurar todo fo superfiuo Por eso con justicia la postericad lo ha juzgaclo como tuno de los que mas han aportado a la ciencia del sig no, Aport6 el orden légico y fa concisién cientifica en la exposicidn de estos temas, que ya habian sido inves tigados de manera notable a tavés de la tradici6 ‘escolistica Dowixco Basez, O.P. Domingo Batiez (1528-1604) nacié en Valladolid Estudid en Salamanca, en el convento de San Este- A Segmental History of Footnotes’ Are Somvotca, 8 (1 poh SCL. da Fonsecn,Initutinne dictiaram irs at 83 e J Ferreira Gomes, Coir: Universidade de Caimbr, 1964, sl tat CF iid «9. pp. 96:38 9), 8h SEAHOTICA EN EL SIGLO DE ORO ESPANOL ban, donde fue st maestro Melchior Cano, All mis mo ensené Baier artes y teologia (1551-1361) Obuvo su doctorado en Sigienza y ensei6 en Avil, de 1361 a 1567; en Alals, de 1567a 1569; en el cole. fio de San Gregotio, de Valladoti, de 15742 1570, en Toro, de 7. Regents en Salamanca fa cétedra de Dutando, 1577-1580. y luego la de prima de teologia, de 1580 a 1599. Se jubild por enferme dad y pas6 al convento de San Andrés, de Medina del Campo, y alt muri. ut proyecto ilosSfico fue el rescate de un tome mo mis centrada en Ia doctrina metaisica del ero existencia, plenamente realista Dentro de esa reforma de los estos ilossticos a aT del autén- tico tomismo, ities toca fa lpia, fa descarga de tuchos contenicos que la abultaban excesivamente toa tratamiento del sino, depura la exposicign de ta docttina y Heva las definiciones y divisiones del Biter efectud una notable reforina de las sdimulas de Logica, uatando de dat una mayor organizacion a los ya muchos materiales que se habian agluinad en clacervo logico de i esokistiea En sus Instituto. rev minors ae, gas summa vcant (Salaman- 2, 1399; Colonia, 1600 y 1618), Baez se propone reduc ef contenido a lo indispensable, para que CEL Guilemee Ye. “Domingo Bier, fsoto exitencil Eanes Fieiiens 4 0981), pp SAL CHV" Ahator Delgice “Domlago Bier y las simula en Suc a fines del sige x", Extn 21 (150) pp SEMIOTICA EN EL SIGLO DEORO ESPANOL 7 puciera estuliarse en un tiempo breve. Los cursos de logica se habian abultacio tanto, y sobre todo con tantas ctiestiones sutiles e ingeniosas, que distrafan mucho a los alumnos de las asignauras mis sustan- iales, Baitez quiere recuperar el cardcter instrumen: tal de la légica y daule un sitio mis modesto en compa- raci6n con el que puede convenir a sistemaiticas de la filosofia. Aboga por Ia sencillez, la claridad y el orden en ta enseanza de Ta légica En todo ello se manifiesta como seguidor dle Soto ¢ ins pirado por su afin de corregit las excesos de los log cos nominalistas, demasiado metidos a paradojas y que sobrecargaban los textos de reglas de inferencia Le preocupa retener lo que en verdad es itil para el estudio de la logiea, y entre las cosas que conserva esti Ia teoria del signa, Mas, a pesar de que Baftez recoge Ia influencia de Soto, es innovador en algunos puntos. Prefiere la definicidn que de! signo da San Agustin: “aquello que, ademas de la especie que introduce en los senti= dos, hace llegar af conocimiento a algo distinto”, y, como esa definicidn abarea ms bien et signa sensi- ble que el inteligible, excluye de los signos a los con- ceptos e imigenes mentales, que eran consiceraclos: signos formales (y que Baier considera que sélo deben Hlamarse especies expresas 0, en todo caso, imigenes de las cosas, no signos de éstas) * Con todo, al explicar las diversas clases de signos lo hace basin dose en la definicién que del signo da Soto. Divide, deems, los signos de manera cercana a éste: pero, GED fier, Saati nivonediteticue ques snamevtas ven Solmandieae: Andevas Renn. 130, p18 88 SEMIOTICA EN EL SIGLO DE ORO ESPANOL, ya que elimina a los conceptos como signos forma- les, exeluye la divisi6n en formales e instrumentales, considerando que todos los signos son instrumentos del conocer Preserva, pues, Ia divisién del signo en natural y convencional, pero tiene buen cuidado de aclarar que los signos lingitistices no son tan conver cionales que no tengan cierta relacidn con fo natural, ya que algunos, por ejemplo los nombres onomato- péyicos, son utilizalos con base en su representacin natural de cosas 0 cualidades de las cosas. Francisco be Aniojo, O. P Francisco de Aragjo (1580-1664) nacié en Veri Orense Fue catedratico de prima de teologia en Salamanca, de 1621 a 1648 Fue ademas obispo de jegovia por un breve tiempo (el aio de 1648) y murié en Madrid Es un excelente metafisico, y en su Comentario a la Metafivica de Avistételes efecuia diversas reflexiones que conectan la ontologia con la légica, como sobre el ente de 1226n**y sobre el signo. En esta perspectiva metafisica, Araujo estudia la ‘ontologia del signo. Mas alld de la sola materialidad, del signo como objeto, sabe captar que lo principal 0 formal en el acontecimiento semistico es la rela- idn de significacién, La relacién de significacién SCF ibid p AT CE ii, 1 FCF R Herninder, “Actividad universtaria de F de Ara", La Giewia Fomine, 92 (1968), pp 208-271 cr L Femin lene de con Precio die Arie, @amplonas Es SEMIOTICA EN ELSIGLO DE ORO ESPANOL 69 cenlaza al signo con el significado y con e] cognoscen- te. Ontoldgicamente el signo es, pues, un abjero que se presenta ante la facultad cognoscitiva y la remite a (0 le representa) un objeto significado * Por tanto, cl constitutive formal del signo es la relacién, pero un tipo diverso de relacidn segiin las distintas clases de signo. El signo, en efecto, no sélo es relacién con el sig: nificado (0 lo designado: signatum), sino quie tam- bién es relacidn con la facultad cognoscitiva. Araijo se debate con serios problemas de si son relaciones dlstintas que tiene el signo o se reducen a una sola. Opta por lo segundo, y establece que el signo se constituye de manera esencial por una tinica rela n que termina primariamente en el significado y secundariamente en la facultad cognoscitiva.™ Esto s posible en la teoria escokistica de las sek en la que sutilmente se distinguian los diversos alcances y jerarquias de los términos relacionales ‘con respecto a sus términos relacionados. ¥ la rela- cidn, ademas, es distinia segtin el tipo de signo del que se trate. Por ejemplo, en el signo natural la rela cidn es real, en el convencianal es de razén; en el signo formal la relacidn es real, y en el signo instr mental, si éste es natural, la relaci6n sera real; si es de tazén convencional, se Metaphscam tons primus, Burs et Salinanticses} By Vareshs, IGI7 Ub 3.q 23% duly 2 conel Ty? or ibid cont & 9 SEMIGTICA EN BL SIGLO DE OKO ESP: 10 Tomas, OP Juaw Pomsor 0 Juax ve Juan Poinsot o Juan de Santo Tomas dejé todo un, extenso tatado del signo, contenido dentro de st Ars Logien, en sti segunda parte (Alcald, 1632, Ma- rid, 1640, y después, imtegrada a su Cursis Philoso- phieus, sumerosas ediciones) Este notable filésofo y ‘semidtico nace en Lisboa en 1589 Esuudia en Coim- bra, donde se gradiia de bachiller en filosofia en 1605 y comienza la teologia, que contintia en Lovai- na, donde en 1608 se recibe de bachiller en tealogia Al aio siguiente entra en la Orden de Predicadores Fue profesor en convents de la orden en Espatia y ‘en la Universidad de leak; funge como consejero del rey Felipe IV, hasta que muere en 1644. Depende en mucho de Sota y de Araijo y es el que sintetiza de a mejor manera los elementos semidticos que ellos, desariollaron Fue el escritor que muds influencia tuyo en la Hlosofia del signo, Su influjo llega hasta los filésofas coloniales En la Nueva Espafia tiene seguidores hasta bien entrado el siglo svur, sobre todo entre los dominicas, como el caso de Vicente de Aragén. Recoge la definicién del signo dada por Soro” y aftade explicaciones muy claras de los modos de la causacién del conacimiento, de los tipos de objetos del conocer, Jos que surge el significar Como herencia de la ense- de los modos de 1epresentar, ce entre ib cap ed Reiser Torin celine ei SEMIOTICA EN EL SIGLO DE ORO ESPANOL 41 fanza metatsiea de Arijo, Poinsotdexavota Ia end tetactona come una relaion dale del Joan de Santo Tom,» diferencia de Bites, ine mucho en el concepio como signo formal en cuare to que es una entdad mental A igual que Ste divide los signs seg sec con la evita Con el significado, De'acuerdo ton el primer ete nation Solnmente fre de Soo ena expleslén de los consietadinatioe, pues no sla dice que lon ios naturales, sino sambin que algunos pueden inion crigen bai desu sinc por Tos signos for males como consttudos por un rela Gion Uascendental 0 wrandn do prop) lox relacin predicament oweandun re propia sca wes nsgos atl pore el lacién de rons Hes CE did parsing 21.4.2 ed Retr p 654 ab 2G id, pp 9 a $a tbat 7 Cr bal bp 7 92 SEMIOTICA EN £1 SIGLO DE ORO ESPANOL Coswe pe Lerwa, O. P. Por su parte, Cosme de Lerma nacié en Burgos, en la segunda mitad del siglo xvt, y murié en Madrid ‘en 1642, Resumié algunas obras de Domingo de Soto y otras las ampli6 con diversas cuestiones. Tie- ne un Compendium Summularan sap. MF Dominici de Soto (Burgos, 1641; Aleald, 1649, 1663) 5 El wara- miento que hace alli del signo es demasiado somero, al tratarse de wn compendio— Pero tiene ademas unas Disputationes in Suimmudas Fr. D, de Soto (Maid, 1667; Burgos, 1681) En ellas se extiende sobre el signo, por eso hemos preferido atender a ese texto. Hemos usado la edicin de 1667, péstuma y llevada a las prensas por el P. Diaz de Cossio en ese tiempo. El trabajo de Cosme de Lerma es may notable, no s6lo porque afiade cuantitativamente muchas cosas ala exposicién de Soto, sino por lo interesante de las cuestiones en las que abunda. Sabe clegir proble- ‘mas relevantes para el tema y tatarlos muy detenida- mente, examinando objeciones y dificultades que se habfan opuesto a las tesis que —en seguimiento de Soto— se defendian en Ia escuela tomista Y también sabe mejorar muchas formulaciones del propio Soto, inclusive In definicién general del signo, que cotresponde a la de Juan de Santo Tomés, como “es Jo que representa a la facultad cognoscitiva algo dis- tinto de él” (Ja cual no es exactamente Ia misma, "1 En eden de Alea (Compt, 1669, que hemos mane do, dice que esl esr edicions por tanto, nos fala negra feet lugar de una de elas Ber C ede Lerma Dshuatnesin summilar SS PAF Br Da SEMIOTICA EN EL SIGLO DE ORO ESPANOL 98 formulacién de Soto, aunque se la atribuye a él ya Pediro Hispano, sino que se le ha afadido la preci- sidn de que represence aigo distinta de dl, lo cual es un afiadido de Juan de Santo Tomas, a quien, sin embargo, Cosme de Lerma no cita) y es la definicion que mis se acerea ala que esiblecis para su serist- ca Charles Sanders Peitce.*Y parecidas enmiendas y mejoras hace a la doctrina de Soto en sus abundan- tes comentarios y cxestiones tocantes a los demas temas. Es —junto con juan de Santo Tomis— uno de los que mis se han detenido en este tratamiento del signo Por lo dems, Cosme de Lerma, al ser un excelente comentador de la doctrina de Domingo de Soto, ofrecié con su trabajo un texto que ayuds mucho para completar y amplia: las arduas ala vez aque interesances cuestiones que surgian en a semis: tica Fue por ello muy apreciado. Asi, afadio preci sién a lo desarrollado por Araiijo y Poinsot sobre el caricter relacional del signo, el fundamento y 1os términos de tal relacién;” si es relacién uascenden- tal o predicamental, real o de razén, y en qué casos (qq.2y 4); ef modo como tos animales usan signos (q 6). sila semejanca y la causalidad engendran sig no, principalmente si hay uma si in eficiente (a4. 7, 8 9). Dediea toda una dispatacién (Ia 3) al importante signo formal defiende que su defini- ie So 0, Brgy: de Vn 18, ip 2,4 1.0 P Perce deine ae gua naan ascii sun ga tse refiee™ (Colt Paper, Cambridge ass: The Be rego aad Unie e308) : Gr C deen op e.4 3, pp 27058 CE tidepp deo 4 SEMIOTICA EN EL SIGLO DE ORO ESPANOL clon es correeta y adecuada (q. 1); que verdadera- mente es signo (q. 2); se pregunta si las especies impresas son signos formales (4, 3). ¥ contesta que si —a diferencia de Poinsot, para quien sélo eran sig- nos las especies expresas—; pero no acepta que sea signo formal el acto de entender (q. 4). Hay otra dis putacién sobre el signo instrumental en general, sobre el natural y el consuetudinario, otra sobre el signo convencional o arbitrario, yfinalmente otra en la que analiza la completud de las divisiones del sig- no que ha establecido. Bataner Se ve, por consiguiente, y como conchusién de todo lo anteriormente dicho, que los fildsofos ibéricos escolisticos desarrollaron una semidtica muy acepta- ble en riguiosos tratados pertenecientes a sus textos de légica. Por ello hemos querido presentar aqui a Jos mis relevantes, para tener una idea de lo que aportaron a la Filosofia y a la semidtica universales Fue un enorme legado para la semidtica 0 la teoria general del signo, ubicada aqui en el marco de la Filosofia. Todavfa ahora nos sorprende la altura que alcanzaron estos autores en el conocimiento de la semistica y en Ia discusidn de sus grandes problemas. Sélo queremos antes de terminat, que la semidtica fue un campo del saber que también se ccultivé en las colonias americanas, y que tivo como fuente a estos grandes teorizadores de fa peninsula ibérica, tanto en Espaiia como en Portugal. La teo1 SEMIOTICA ENTE SIGLO DE ORO ESPAROL 95 zaci6n ibérica nos habla, pues, de la semidtica tan competente y avanzada que se estudié en las aulas de filosofia en la América Latina en el periodo colo: nial, y nos aclara las lineas semiéticas —tan finas y sofisticadas— que se entreveraron en su pensamien- to filosdfico. Por eso queremos abordarlas en el capi- tutlo siguiente, EL ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL (SIGLOS XVE-XVII) PLanTeamiento, ‘Tras la consideracién de los tomistas posmedievales que hemos hecho, de la peninsula ibética (espafioles y portugueses), viene muy a cuento la de los tomistas novohispanos quie cultivaron Ta semiética, esto es, 10s que dedicaron espacios de sus obras al tratado del signo, Encontraremos que tuvieron un lugar muy digno en el ambiente cultural de su época, ALoyso be 1a Vera Cruz Fray Alonso de la Vera Cruz nacié en Caspueitas, en Espaia, el afio de 1504. Ya era un profesor princi- piante pero competente en la gran Universidad de Salamanca cuando acepts venir a México a ensefiar filosofia y teologia a los estudiantes de la orden de San Agustin, Venia como profesor asalariado, pero, al llegar a la Nueva Espafia sintié el deseo de laborar ‘como miembro de la orden agustiniana. Por eso tomé el habito y ademas adopts el nombre del lugar donde lo habia hecho. ¥, asf, cambié su nombre de Alonso Gutiérrez por el de Alonso de la Vera Cruz, 96 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL 97 ya que fue en derras veracruzanas donde esto habia tenido huga: Fray Alonso finds colegios y bibliotecas, como en. el célebre Tiripetio, en Michoacan, donde estuvo uno de los primeros establecimientos de altos est dios en el Nuevo Mundo Fue una especie de misio- nero del saber En efecto, fue uno de los primeros profesores de la naciente universidad mexicana, y ademas aproveché la llegada de la imprenta a estas tierras para sacar a la luz piiblica el primer curso filo- s6fico que se edité en el Nuevo Mundo, en Ia im- prenta de Juan Pablos, en México, el afio de 1554, ‘Ocupé elevados cargos en su orclen y fue asistente del obispo don Vasco de Quiroga. Lo suplié cuando Este wuvo que ir a Europa, al Concilio de Trento, y ademds él mismo estuvo muy pendiente de discutir después en su cStedra universitaria los acuciantes problemas que planteaba la colonizacisn frente alos derechos de los indios, que waté de defender, en la medida de sus posibilidades En medio de estas ocw- paciones, muri6 en México en 1584 El curso que fray Alonso publicé tavo dos edicio- nes en: México y otras dos en Espaia, en Salamanca Los contenidos principales eran la ldgica y fa filoso- Ha natural, En cuanto 2 la légica, Alonso tenia un comentario a las famosas stimula de légica 0 com- pendios de Pedro Hispano, y ademas ouro a la Logica mayor o dialéctica, que comprendia el libro de los Predicables be Porfirio, asi como a las Categorias, et Peri hermenciasy los Analitcos wgundos de Arist6teles Por lo que hace a la filosoffa natural, ésta constaba de comentarios a la Mica de Aristteles, a su De ani- {ESTUDIO DLL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL ina y a algunas otras de sus obras cosmoldgicas; ade- is, tenia una exposicién del libro de la Eyfera d Juan de Sacrobosco, el cual er uno de Jos principae les libros de cosmografia de que se podia disponer en aquel entonces Para ubicar la semidtica de fray Alonso, nos eon- centraremos en sus obras de légica, Eran muy erudi- tas y completas en comparaci6n con lo que se produ cia en la Espafta, y aun la Europa, de su tiempo Si hemos dicho que ya ftay Alonso habia sido profesor Salamanca, la principal universidad de Espaia y una de las mejores de Europa, uvo acd un desarro- lo y progreso singular, que hizo que México contara ya desde sus comienzos con uno de los mejores pro- fesores de filosofia, comparable con los mejores del Viejo Mundo Su competente docencia fue benéfica, tanto en Michoacin como en México, para muchos ntre los cuales descuella el hijo del titimo gobernante de los purépechas, Calzonci. Fue una enseiiana solida y profunda tanto en stim las como en dialéetica Pues bien, es en sus siimulas o compendio de l6gi cal donde inseribe fray Alonso ce la Vera Cruz su tra tado de los signos, a saber: en el tratado de los tétmi- nos, y mis precisamente en la segunda divisidn de los mismos. No le dedica un capitulo especial, pero es la mayor parte del capitulo séptimo, en el que cestudia la divisién del término en significative y no significativo. Fray Alonso dice que, para algunos, cesta division es ociosa, pero él si la considera titil ¢ alumnos que tuo, 4a de ta Vera Cre Reeagitia Sumvedtarien. MExi Pauls Brisenss, 1554, 10¢ ESTUDIO DEL SIGNO EN CL HEXICO COLONIAL 99 importante. Aelara que colocaagut el esti det signo porque hubla del tring significa a hablar de siguifeain,y hala de a signesion esha del signa one el etui delsgno en aia, ene rate do del trmino, pues ete er sigtfenveyconallo oblign a expicar In significactons aqu es donde it doctrina Afonso sigue my de erea a su micas de Salamanca, Domingo de Sot, s compara sue textos, agu dilere de é, porque este timo, sue cuando até del sgno en el libres dl testine, dediea toda wna leccin primera del capa segundo al signer y no pone como dvs te Tent semiiieo De el toma fray Ano fs prinea definicign que da de erin signitentive, tone aguel que represent ag, o algunas eons od ape na manera, para que tambien quepan los vocabios niieatvo puede selo par naturalem o por comes mentale, adems de los orate ios enerton depere Gs algo en to que también difere de nt macre Domingo de Soto, quem, com efron, mo tats te aborda la imposiién, qu eta volun del hombre 1539; seguiimos lia edicidn di ie "hat 100. ESTUDIO DEI. SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL que recae sobre alguna voz o escritura para que sig nifique algo. La imposicién de un término puede ser auréntica, cuando proviene de alguien con autori- dad, 0 inauténtica, cuando el que impone no tiene tal autoridad. También habla de otros tres tipos de imposicidn: formal, consecutiva y consuetudinaria La formal es la que se hace directamente, como bau ra alguien con el nombre de “Juan”. La consecu- es aquella por la que Juan representa a st ima- gen La consuetudinaria es Ia que surge de la costumbre, como lamar “Nern” a quien es cruel, y se acerca mas a la convencional que a Ia natural (Vera Cruz, 10y). Esta es expuesta un poco diversa- mente por Soto, quien pone camo consecutiva 0 tuanslaticia la imposicién del nombre *Nesén" para Jos crueles, y acerca la imposicién consuetudinaria a Ta natural’ Lo que hace el signo es significar, ye representar algo distinto de sf mismo a la facultad cognoscitiva’, fo cual es lo que ya habia dicho Soto en su texto." Se entiende tanto la facultad inteligible como la sensible, porque también usan signos los animales Alonso divide, al igual que Soto, el significar en formal e instrumental.” El formal se da cuando es una forma (accidental, no substancial) la que hace la representacion, a saber: una noticia o dato sensi- ble o un concepto inteligible. Tal notieia (sensorial 0 * ia, 4 Adela Vera Cr, biden "D de Soto tS 7A dela Vera Gr, hie D-de Sito. ah cit te ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL 101 intelectual) es una cualidad de la mente y, por to tanto, una forma accidental de la misma, de donde viene el nombre de signo formal. Por ello es el signo mis perfecto, porque, al ser conocido, se conoce smediatamente la cosa (i 2, n0 s6lo por I, sino en él), En cambio, el signo instrumental es el que requiere, como se decia, un preconocimiento de sf mismo para poder representar (i.e, por él, y no en él). V- gr. una expresién escrita en griego no representa nada para el que no sabe ese idioma, pues el instrumento requiere ser conocido para poder ser usado. Adem, segtin Alonso, el instru- mento tiene tres clases y lo mismo los signos ins- trumentales: unos representan algo por naturaleza, como el humo al fuego y el gemido al dolor; otros por costumbre, como el perro al duetio, y otros por Imposicidn o instimucién, como el lenguaje oral 0 escrito a las cosas ® A semejanza de Soto, Alonso define el significar por el representar y éste por el hacer conocer El hacer conocer es cuidruple: efectiva (como la facul: tad), objetivo (como la cosa), formal (como la noti- cia) ¢ instrumental (como el lenguaje). El represen- tar s6lo es triple: objetivo, formal e instrumental Yel significar s6lo es doble: formal e instrumental ? Para consolidar su doctrina, Alonso se pone tres objeciones interesantes !° La primera dice que hay términos que no son significativos ni no significati- vos. Por ejemplo, la proposicién “a es b” puede 02 ESTUDIO DEL SIGNO EN £2. MEXICO GOLONIAL tomarse también como térming, es an término que hho es significativo ni no significative. En efecto, si es significativo, ha de serlo por naturaleza o por con vencién. Pero no es por aturalera, porque sélo dos de sus miembros, no los tres, significan por naturale za, a saber: “a” yb", que se significan a si misimas. Y tampoco significa de manera convencional, porque de sus tres miembros s6lo “es” significa convencio- nalmente Pero tampoco es no significativo, ya que uno de sus términos significa convencionalmente y dos de manera natural. Asf, es significativo y no nificativo Pero Alonso responde que €s significativo por convencién, pues la significacién convencional es ms propia que la natural (seguramente porque la significacién depende propiamente del hombre), Y por ello basta que un solo miembro lo sea (y sabe. mos que lo ¢s el tétmino “es") para que todo el con- junto lo sea Se wata, pues, de un término hibrido de significaciones naturales (como ve Alonso la signifi- cacién material o metalingtiistica) y de significacio- hes convencionales; pero la significacién convencio- nal es la mas propiamente significacién, por ello debe predominar, Otra objecién tiene que ver con Ia autorrelerencia y se parece a Ia paradoja del mentiroso. La expre- 6n “no significativo” es un término, y, sin embargo, no es ni significativo ni no significativo. En efecto, si decimos que es significativo, entonces significa que no significa, y por cllo no es significative, y si deci- ‘mos que no es significativo, aun asi sigue significan: do algo, a saber: que no significa, por lo que es signi- ficativo. Asi, no es ni significativo ni no significativo, ESTUDIO DEL SIGNO EN LL MEXICO COLONIAL 1 sino ambas cosas, Alonso responde que es té1mino significativo, pues significa no significar, y en el ejen plo el cérnino se esta tomando materiaimente (i #, en la menci6n, como diria Frege, o en el metalen- guaje, como dliria Tarski), no formalmente (i ¢, en el uso, como diria Frege, o en el lenguaje objeto, como diria Tarski). ¥ basta con que se tome mate- rialmente (i ¢, metalinguisticamente) para que si nifique, y, asf, es significativo. La objecién final dice que el término escrito “leén” significa a todos tos que se le parezcan (i, que le sean homoiomos fos), Pero ese no es ni por costumbre, ni por convencién, ni por naturaleza. Por eso no es término significative ni no signifieati- vo. Sin embargo, Alonso se da cuenta de que aqui se sé tomando el término como prototipo y no como réplica (0, segtin divia Peirce, como (ype, y no co- mo token), y asi significa el vocablo mismo, y eso es convencional; por ello el término es significativo por Para terminar lo referente a fray Alonso, vemos que su tatado del signo es pequeiio, pero contien los elementos suficientes para transmitir lo mas ncial de la ensefianza semidtica de ka escolistica de su tiempo. Es un tratado del signo, dentro del ur tado del término, en el que se ve su seguimiento de In segunda escolistica, la escolistica renovada de la Escucla de Salamanca, donde Vitoria y Soto fueron sus maestros Aun cuando en algunas cosas Soto le parece recargado como gran parte de los sumulistas, en muchas otras lo sigue y le manifiesta un gran aprecio. Tuvo México, pues, de lo mejor y mis con 101 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL petente de su siglo al iniciar los cursos en su nacien- te universidad Toss ok Mercano Nacido en Sevilla hacia 1528, Tomas de Mercado pasé a la Nueva Espaiia y entr6 como dominico en el convento de Santo Domingo, de México, Estudié y censeiié en ese colegio y fue enviado a Salamanca y a Sevilla a peifeccionar sus estudios. En Sevilla fue también profesor y aproveché para publicar alli sus ‘obras, que ya eran producto de su docencia mexica- ‘na, come se ve por Ios ejemplos alusivos a México, cen los que se refiere a estos lugares como si todavia estuviera en ellos. Alli se publica su famosa Suma de rates ¥ contratos (que tuvo ademas ediciones en Sala- manca y en Italia), clisico de la economia, y sus Comentarios lucidivimas al texto de Pedro Hispano, esto 5, alas stimulas de logiea, asi como sus Comentarios a la: lagica magna, a saber: a los Predicamentos y a los Analiticos segundos de Arist6teles, asi como a la Jsago- gede Porfirio, Cuando regresaba a México, mutié frente a las costas de Veracruz, en 1575, Mercado aborda el tema del signo en sus stimulas de logica y en un optisculo de argumentos que pone como apéndice a esa obra, para no cargarla demasiar do con las dificiles discusiones que proliferaban sobre esos temas"! Al uatar cel término estudia el CE T de Mercato, Commenter ais iu lextu Par lie Doni cum argunnatoun iecisimorues Optica gol vee endl ‘ve pss dnt omar ispal: Fernanda Dis, 1971, Cl remos indicando el foie el ado Is column, Uilizamos nuestra ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL 108 signo, que es el género de aquél, yjuntando lo que dice en tas stimulas y1o que dice en el optisculo de argumentos se tiene un tratamiento extenso y muy completo de la semistiea escolistica de esa época (sigio svt) Veremos primero la exposicién que hace en las simulasy luego la que se contiene en el optscur lo, donde recoge las cuestiones mis arduas y compli cadas En sus stimulas 0 Comentarios lucidtsimos a texta de Pedro Hispano, Toms de Mercado aprovecha como ‘ocasion el tratar del término para abordar el estuctio. del signo, En efecto, una propiedad del término es la significacién, y “tratar de la signifcacién es lo mis- mo que tratar del signo” ® Mereadio aftade Ia defini cidn del signo que dio Domingo de Soto: “El signo €s lo que representa algo a la facultad cognosciti va" "La facultad cognoscitiva es tanto la sensible (en tos animales y los hombres) como la inteligible (en los hombres). Por lo demés, el signo tiene que repre- sentar algo distinto de si mismo Ahora bien, el representar tiene dos modos: objetivo c instrumen~ tal, La representacién objetiva es la que hace una cosa cuando esté delante de alguna facultad cognos- citiva. Es ser objeto en acto de esa facultad, Repre- sentar instrumentalmente es, ademas de ser objeto de conocimiemto, evar al conocimiento de otra cosa, ¥ el representa instrumentalmente es el signi= teuduceidn: T de Mercado, Cameatarine cid a tet de Pro “Higa, ntred y ead. de Mt Becht, Mésico: esr 1986 Clue Femos los Commenter lucidssin’ como CL, yeh Opusealum agi ‘neutrum canna Oa Ch, © tien ee Jog ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MENICO COLONIAL, ficar. Asi, pues, hay un signo formal (que da de in- mediato el objeto de conocimiento) y tin signo ins trumental (que conduce mediatamente al abjeto de conacimiento), los cules constituyen los dos prime- 105 tipos det signo Se objeta a esa definicién de signo dicienclo que una palabra en un libro cerrado es un signo y, sin ‘embargo, no representa, Mercado responde que la definicidn indica potencia, no exige acto; i. el sige no es lo que puede representa: Pero tiene que estar en potencia préxima (y no remota; por ejemplo los colores con los que se pintard la imagen no son sig- nnos todavia). Igual pasa con lo escrito en griego para los que no conocen ese idioma. Por lo que no basta que esté presente el signo a la facultad, tiene que saberse que es signo de algo. Ademuis, los signos pue- deen significar no silo alga (aliquid), como el término singulat, sino ademas algunas cosas (aliqua), como el término comin, o de alguna manera (aliquatite), como los términos sincategoremuiticos El signo instrumental se divide en signo natural y signo convencional. El primero representa por turaleza y el segundo por imposicién social. Hay varios tipos de signo natural: unos significan por ins titucién de Ta naturaleza, otros son meramente nat rales Los primeros han recibido de la naturaleza el Fepresentar lo que tepresentan, como el gemido de! doliente y ia risa del que esti alegre. Los segundos significan por ser causa o efecto de lo que significan, por ejemplo ta huella del animal (efecto) o las nubes (causa) respecto de ta Huvia. Requieren cierto discur~ so para poder significar, esto es, el discuurso de causa ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL 07 a efecto o a fa inversa, Son mss naturales los prime- ros. Igualmente hay varios tipos de signo convencio- nal; no s6lo voces, sino también sefiales de limites, vesticios, ete. Hay unos que son comunes a un grupo social o religioso, owas que son sélo de nos pocos En cambio, los naturales son comunes a todos (Dice que remite al opiisculo de argumentos para algunas “objeciones conta la definieién del signo natural ) Algunos aiiaden el signo consuetudinario, para los que no son natutales ni convencionales; como el perro que se anticipa al duefio a llegar a la casa sig- nificaria que el duerio esti por llegat, y el mantel en Ja mesa la proximidad de la comida. En efecto, ellos estin basados en la costumbre Pero Mercado los reduce a signos naturales, ya que lo constietudinatio es como una segunda naturaleza: intenet6o wo fue ni debid set el taara ex profess de fuetan props Sino que, cenuados solo en eta parte, sec eonoctdas a saber: as que pareeieron toc s pevte Ato detent as cortamos por uid ya que pare. meets a una Facultad meal, y postal jak mf agudoe Tambien por ello no nos i nca al prabar prolfamente con muchas palabras Etsuifeoneid de eas dvs, En segundo Inga, el 108 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL sla sin dua se puede reducir a Ia natural, que la costumbre suele considerarse como ti snaturalera segunda La escritura es signo de la vor, y ésta lo es del con cepto. El significar instrumental es representar algo ala facultad cognoscitiva slo expresindolo 0 ade- mais representindolo. En el primer sentido, las voces son signos de los concep: tos, y ls letras fo som de las voces, pues las expresan leva al ayenteal conocimiento de las mismas, al men no directamente Pues nada impide que yo, indirecta- mente y por cert reflexion, conoaca por lo que oigo el ecto o el intclecto de! que habla conmiga ! Los conceptos son expresadlos, pero no represen- tados ante el conocimiento; lo que se representa son, las cosas mismas, Mercado recoge una objecién que va en contra del significar natural. La imagen significa de manera natural y, sin embargo, también por beneplicito del pintor Pero, segiin Mercado, hay que distinguir: el ser imagen lo tiene por el pintor; pero, una vez he- cha, tiene por naturaleza el significar’ Como pasa gualmente con e] humo: alguien hizo el fuego que levanta humo; peto, una vez hecho, es natural que el humo signifique al fuego. El conjunto de signes que ms interesa a Mercado es, obviamente, el lenguaje, Para sus origenes como signo por beneplacito alude a la imposicién o insti- * Gh, Av CL Bea ESTUDIO DEL SICNO ENEL MEXICO COLONIAL 109 tucidn por parte de Adin, “para que entiendas lo connatural que es al hombre usar las vaces, putes apenas fue creado, en seguida usc las voces”. Pero. afade que, a pesar de su origen convencional, fa sige icacién de los té:minos no es sin raz6n, sino que igue un orden, como se ve en las etimologias, "de las cuales fue un curiosisimo investigador nuestro, ‘San Isidoro en su tiempo”.!? Se topa aqui con la polémica del origen natuzal y del origen artificial del tenguaje Mercado asevera: Patén etimaba que hs voces representaban de manera natal lo eualssseribe [a mayoria de los gramaticos nue ellos P Nigido figs shuchosargumentos para ensefiay que low nombres fs verbos habian nace no de la imposiciSn, sina de ceria fuera yrazin de lt auialem De ellos, insertaros intro de Aulo Celio is ingenioss. Cuando decinon (expla) "Vosotos" mos dexpacio fos labios, proyectamos primeratmente la esa el expt ye sna hacia lo los y hala aquellos con fos que hahlamios ¥ al contrast, cuando decimes voz protoca i ntenciond nl con los bios projec tales, sino que coereionamos el expiitay fos labios deci “para "para mi" Puce asl como falbenao dels ojos desde def nturaeza de a xa sarala a boca yl expita fo exhalacony eanbien WEL ea "don HO ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL, sadvertimos que ta blos grieyos se da en los nuestros sma raz que seca en Tos voeae Pero Mercado alegs que, si los términos fweran naturales, toda la gente tendria los mismos, Merca- do afiade una reflexi6n diacténica: las lengquas cam- bian, a veces por completo, come en el caso del latin, que dio origen al italiano, al castellano, ete. Y hhace una observacién perteneciente a la pragmtica: €l uso y la costumbre son los que prevalecen Por lo cual Agustin, en ef libro 8 Dela misieg, dice: Es muy manifiesto gue las nombres han sido impurestos como a cada quien le plugo, lo cual se ve maximamente por la autoridad y la costumbre Yen el fibro De as 83 ‘usstionev dice: El vocablo est en ka potestad del que ins tituye, con el cual desea que cada quien lame la cosa que ha conocido ¥ Jerdnimo, en st Comentario sobre Bee ‘url 16, dice: Nomibres nueves se imponen alas cosas nuevas Pero, ya que consta suficlentemente el astinto, no conviene watatlo carroborindola con muchas cosas Yasi volverlo dudoso, Sin embargo, puesto que 0s pparecio ingeniosa la observaciin y ettriosa la ac \igidio, as no porque no esté desiertay'vacfa de las fuerzas de fa verdad Por lo tanto, el término es un signo eonvencional © En el Oprisculo de argumentos, que va como anexo de sus stimulas, Mercado retoma y amplia varias cosas que habla atado en ellas, Retoma una defini: idn del signo que puede encontsarse ya en Domin- g0 de Soto * Segin esta definicisn, el signo repre et. suf Mes SCID de Soto op it, Tow ts dlfinickin de ede Hip ano ESTUDIO DEL stan O ENEL MEXICO COLONIAL 11 senta algo distinto de st mismo a la Facultad cognos- citiva Dice que es ficil reconacer que los signos representan ante los sentidos; pero, como también el concepto es signo, por ello también el signo representa ante ef intelecto. En los animales el sig- 1o es puramente sensitivo, pero para el hombre tam- bién es intelectual Mercado revisa una objecién que se opone a que cl significar se divida s6lo en formal e instrumental, porque el instrumento se recluce a la causa eficiente, y por ello también debe haber un significar eficien: te. Pero Mercado responde que mas bien es cauisa formal, porque causa un concepto, el cual es cierta calidad, y tiene razén de forma. Conta lo que ha dicho, de que ninguna cosa se representa a si misma, se le objeta que la palabra {Ermino” representa a todos los términos, luego se representa a si misma, No deja de ser muy inge la objecién, pero Mercado la resuelve diciendo que, ya que significa a todos los términos, y sélo indirecta yremotamente i si mismo, se representa de manera muy secundaria y accidental = Contra su aserto de que el significar es lo mismo que ser signo, se le oporte el que el significar es efec- to del signo, luego no son lo mismo. Mercado res- onde que “signo” y “significar” significan lo mismo, silo que “signo” lo hace en acto dlesignadlo (in actu signato) y “significar” en acto ejercido (in actu exerci- 10), ¥en este sentido el significar no es efecto del sig: no, sino su acto plen. CF QA, Sra CE OM. 112 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL Contra la definicién del signo como sepresentar, se dice que las voces son signos de los conceptos, pero no los representan, pues lo que representan son los objetos Siguiendo a Aristételes, Mercado dice que primero la mente se dice a si misma fa sentencia con los conceptos Pues es cierto género interior de lacucisn, donde las dicciones se dicen primeramente y de suyo Gon los cuales verbas, si pudieran Ser vistos por los otros, 0 percibides con el sentido, tambié hhablagiamos alos dems, ysobrarian Ins voces hs esr Algunos dicen que la escritura significa las voces pero no los concepios. Mercado prefiere decir que expresan los conceptos (por ejemplo en las cartas hablamos con los otros como si estuvieran presen- tes). Pero, “aun si las voces significan les conceptos, esta significacidn es cierta expresin, no representa idn objetiva, esto es, no mueve al oyente a entender os conceptos, y, sin embargo, por las escrituras cier- tamente no expresamos las voces, sino mas bien las noticias” * Porque lo que nos interesa es expresar los pensamientas ‘Yes que el significatlo principal o definitivo no son los conceptos, sino las cosas. Tal es la intencién del hablante respecto al oyente, Adems, en la oracién el término supone por Ia cosa, no por el concepto. Y se supone por lo significaclo abjetivamente.® Como ya S08 bra 04, 61 C08 6 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL. MEXICO COLONIAL 118 ‘nos ha dicho en las stimulas, una cosa es expresar y our representar, Se expresan los conceptos y se representa las cosas La voz significa el concepto con la misma imposi- cidn con la que significa la cosa? Mercado resuelve esto diciendo que, si se uata del concepto objetivo, sies ia misma, porque el concepto objetivo es lo mis- mo que Ia cosa (recuérdese que el concepto abjetivo ca misma esencia de la cosa con existencia men © intencional 0 psiquica). Pero si es el concepto for- imal, hay dificultades, Algunos dicen que la vores no natural del concepto; pero eso no es verosimil, porque el término no es efecto naiual del intelecto, sino instrumento, y es convencional, por lo que no puede causar una relacion natural de signfieacién 2 {La misma significacién de un signo, por ejemplo 1 signo lingtistico, significa la cosa como “aquello que” (ut quad) y al concepto o verbo como “aque- Hlo por lo que” (ut quo) Expresa el concepto y signi fica (o representa) objetivamente fa cosa Ambos se dan con la misma imposicién, como hay m agentes que con la misma aecién se procuran el fin y el medio Peto equé significa principalmente a voz: el co cepto 0 el objeto? Pareceria que Aristételessostiene que el concepto, pues afirma que la representacién propia de la voz es la del concepto. Gon todo —co- ige Mescado—. hay que recordar que el Estagirita dice también que los signos signifcan las cosas, mas también los conceptos o "pasiones" del alma, 4, sus CF 04, bts ro JI ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL, afecciones Bsto se ve en que se signifiean las cosas no en cuanto son sin més, sino en cuanto son pensada o entendidas, Por ejemplo “hombre” y “blanco” signi- fican esas cosas de manera conceptual y en abstracto, Mercado resuelve el astunto dicienclo que los signos lingitisticos significan de modo principal a las cosas, pero de manera mediata, mientras que significan de manera inmediata a los conceptos. Lo prueba dicien- do que cuando a alguien se le pregunta qué significa una palabra, responde aludiendo a Ia cosa, lo cual indica que es lo principal. ¥ prueba que cl concept es lo significado de manera inmediata, porque el concepto se significa como aquello por lo cual (quo) y la cosa como lo cual (quad), y primero es el quo y nego el quod, que es lo final Explica Mercado que se trata de una significacion ‘inica y simple, pero en ella se tolera un doble modo de significar, en ¢ oro, ¥, por lo tanto, subsumido en él Inclusive dice que el signo significa la cosa y expresa el concepto, y Ia expresin o el expresar tiende x mover, esto es, tiene una clara funei6n de que, Ademiis, los modos de significar abstracto y conereto son incomprensi- bles si no se introduce esta dable significaci6n, aun- que una subordinada a la otta, por lo que en veali- dad sélo hay una tinica signifieacién. Mercado aborda*” un problema que aparece en Domingo de Soto," a saber: el de si las letras en un libro cerrado son signos, ya que con ello no estan significando en acto. Mercado dice que en acto tie 10 esta subardinado al SOT SEED de Sito, op it sb ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MENICO COLONIAL 115 nen la aptitud de representar: Resulta extraiia su res. puesta y parece distinta de Ia que habia dado él mis ‘mo en las stimulas y también, por lo mismo, distinta de la de Soto; pues, mientras éste vesponde que para cumplit uoa definicién basta con que se tenga tal propiedad en potencia —que es lo que habia dicho Mercado en las stimulas—, aqui Mercado dice que si es signo en acto, porque en acto tiene la aptitud de represental stiena a decir que en acto tiene a potencia Pero no es esto, sino algo muy ingenio- 80, que explica en seguida, a saber: esta distinguien do entre acto primero y acto segunda, El acto prime- ro del signo es tener esencia y forma de signo, mientras que el acto segundo del signo es represen- tar. Yel término en el libro cerrado catece del acto segundo, pero conserva el primero, y con eso basta para que sea signo en acto. Afiade que también se podtia decir que ser signo en acto ne consiste en tener en si la significacién, sino en estar ya constitu do pata que el intelecto lo use como signo ° Al preguntiisele si el signo tiene relacién con la facultad cognoscitiva o con la cosa signifieada, res ponde que lo que él mas gustosamente ensefiaria seria que sdlo tiene relacién con Io significado, pues se refiere a di, y el veferir es tener relacin con una cosa, Pero tiene que aceptar que también tiene rela- cién con fa facultad, canto con Ia facultad intelectiva como con fa sensitiva, ya que los animales irraciona les sélo usan signos sensibles, mientras qute los hom bres usan las dos clases loa " Tambign se podria decir que estin en acto designade (in ‘ut gna, 0 eh eto ejereido variance 116 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL. MEXICO COLONIAL Se cuestiona Ia divisiGn del signo en natural y con- vencional, pues se dice que alude mis a las causas del signo que al signo mismo, a saber: el natural ha, sido instituide por la propia naturaleza de ta cosa y el convencional por la sociedad. Responde que “es, Ia divisi6n de una forma concreta en sus partes de manera concreta; como si dijéramos que la betleza es: una, natural, y ota, artificial” 'Y asi se acerca a la divisin de wn andlogo en diversos géneros (y no, de tun género en sus especies). Tanto tin signo como, el otro son entes de razdn, pero tienen su funda mento en el ente real, por eso constituyen relacio- nes reales. En ef natural, al ser Ia naturaleza de la cosa el firndamento, y al ser real ésta, se trata de un fundamento real Asimismo, el signo oral y el escrito son de la misma especie y forma, y sdlo difieren en materia en la que se realizan. En cambio, término mental y el término exterior si difieren en especie, Mas el oral y el escrito no, porque el diferir en mate sia s6lo cambia de género a las cosas naturales, pero no a las artificiaes, como que un anilto sea de oro de plata, o una eftedra de madera o de piedra Oua objecién va contra el signo instrumental, y dice que en lugar de significar instrumentalmente parece que significa de manera efectiva, como eficien- te principal. Lo parece porque conduce las especies a los sentidos. Pero Mercado responde dlstinguiendo: To hace en cuanto también es objeto material, no en cuanto signo. Se dice que el mismo protador 0 prof rente es signo o significa, ce manera eficiente, luego OA ESTUDIO DEL. SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL 117 también las voces Pues el primera es el agente princi- pal, y las segendas sus instrumentos. Pero —responde Mercado— no siempre Ia accién del instrumento per- tenece al agente principal, como se dice que la citara suena, pero no que el c Se discute también la nocién de objeto sélo mot x0, ya que al mover se es terminativo cle una noticia Pero termina tinicamente el acto de conocimiento, no Ia facultad. Asf, es terminativo de la noticia, pe ro no daa conocer fa cosa que se indaga; por lo cual, en cuanto a ella es slo motivo, y con eso le para no ser propiamente terminativo Se ha dicho que el significar naturalmente es representar lo mismo para todos; pero la imagen representa naturalmente y, sin embargo, no es Io mismo para todos, pues una imagen religiosa no sig- nifica fo mismo para cristianos y para gentiles. Sin embargo, responde Mercado, si significa lo mismo para ellos en cuanto hombres Y pone el ejemplo de la imagen de fpiter, que, indiferentemente de que alguien sea catdlico 0 pagano, le significa algo en cuanto hombre, ya todos [a mismo, Agrega que tam- bién se podria responder que en los signos nat hay grados, a pues algunos (significan) por instinto de la nacurale- ‘a, otros como efectos naturales, por ejemplo el humo, [3] ottos solo nataralmente, por ejemplo fa imagen: slo alos primeros de los cuales les compete esa defini= cidn. Ellos comportan positivamente lo mismo para todos, porque a todos les fueron dades como signos por lananuratera A, Bess 116 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL Se cuestiona Ia divisi6n del signo en natural y con- vencional, pues se dice que alude mas a las causas del signo que al signo mismo, a saber: el natural ha sido instituido por la propia naturaleza de la cosa y tl convencional por la sociedad. Responde que “es la division de una forma concreta en sus partes de manera concreta; como si dijéramos que Ia belleza ural, ¥ otra, artificial” ® Vast se acerca a én de un andlogo en diversos géneros (y no de un género en sus especies). Tanto tn signo como ef otro son entes de razén, pero tienen su funda: mento en el ente real, por eso constituyen relacio- nes reales En el natural, al ser la naturaleza de la cosa el fundamento, y al ser real ésta, se trata de un fundamento real. Asimismo, el signo oral y el escrito, son de la misma especie y forma, ysélo difieren en la materia en la que se tealizan. En cambio, el término mental y el térinino exterior si diferen en especie Mas el oral y el escrito no, porque el diferir en mate~ tia sélo cambia de género a las cosas naturales, pero no a las artfiefales, como que un anillo sea de oro 0 de plata, o una catedra de madera o de piedra tra objecién va contra el signo instrumental, y dice que en lugar de significar instrumentalmente parece que significa de manera efectiva, como eficien- te principal. Lo parece porque conduce las especies a los sentidos Pero Mercado responde distinguiendo: lo hace en cuanto también es objeto material, no en ‘cuanto signo. Se dice que el mismo prolador 0 profe- rente es signo o significa, de manera eficiente, luego 0A, foe ESTUDIO DEL SIGNO ENEL MEXICO COLONIAL 117 también las voces Pues el primero es el agente princi: pal, y las segundlas sus instrumentos, Pero —responde ‘Mercado— no siempre la aceién del instrumento per- tenece al agente principal, como se dice que la cftara suena, pero no que el citar Se discute también la nocién de objeto s6lo moti- vo, ya que al mover se es terminativo de una noticia, Pero termina tinicamente cl acto de conocimiento, no la facultad. Asi, es terminativo de la noticia, pe- ro no daa conocer la cosa que se indaga; por lo cual, en cuanto a ella es slo motivo, y con eso le basta para no ser propkamente terminativo Se ha dicho que el significar naturalmente es representar to mismo para todos; pero la imagen representa naturalmente y, sin embargo, no es lo mismo para todos, pues una imagen religiosa no sig- nifica lo mismo pata cristianos y para gentiles. Sin embargo, responde Mercado, si significa lo mismo para ellos en cuanto hombres. Y pone el ejemplo de la imagen de Jupiter, que, indiferentemente de que alguien sea catslico o pagano, le significa algo en cuanto hombre, ya todos lo mismo. Agrega que tam- jén se podria responder que en los signos naturales hhay grados, pus algunos {significan) por instnto de I watrale 74, ot105 come efectos naturales, por ejemplo el humo, [y] otros s6io naturalmente, por ejemplo la imager Slo a las primeros de los cuales les compete est defint cidn_Ellos comportan positivamente lo mismo para todos porque todos les fueron dats como signs por la nauuratera 2 04, row 118 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL Se euestiona también Ia segunda definicién del signo natural, a saber: la que establece que dicho signo es el que significa por la naturaleza de la cosa, pues la imagen es signo natural, sin embargo, no significa por la naturaleza de la cosa, sino por el be- neplicito det pintor Pero Mercado responde que lat definicién significa que la significacién viene de fa misma nauualeza del signo, y no del benepticito Y vendrdi o emanar como la forma a partir de la materia, aunque fa eduzca el eficiente o agente. Asi, la significacidn surge de la materia del signo. aun- que el agente sea humano y fa saque por su volun- tad, Y se vrata de la materia proxima, no de la remo- ‘a. Por ejemplo, en Ia imagen la materia remota es Ja madera o la plata, y“la proxima es la misma seme- Jjanza y delineacién” ® Y si se pregunta cémo una, relacién (la de semejanza) puede fundar otra rela- Gidn (la de significacin), se responde que ambas pueden fandarse en la figura, que es una cosa abso- uta y no relativa O también que a veces una rela- cidn puede dar fundamento a otra, sobre todo de segunda intencién, Por ese fundamento, los signos naturales no pueden cambiar de significacién, mientras que los vocablos, sin cambiar en si mismos, cambian de significacin. Pues fos signos nacurales sélo dependen de la naturateza, mientras que los conxencionales dependen de la imposicién, esto es, del beneplicito. “Asi, los signos naturales tienen materia de la que se hacen, pero los signas conven- cionales no la tienen, a no ser en la materia en ta 08 8 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL 119 que la significacién se constituye como teniendo s6lo causa eficiente."™ Con eso termina Mercado su exposicién del signo cen cuanto tal y cle sus clases, tanto en las Stimles como en el Oprisculo de argumentos. Lo que viene e seguida en su tratamiento es el término, que tam bien tendrd una parte muy interesante en Ia de las propiedades de los términos (proprietates termino- rum), como la significatioy la suppositia. Pero ya Mer cado ha entregaco varios elementos que atafien al signo y la significactén. Lo suficiente para tener una idea exacta y una buena comprensidn de ese signo, an importante que es el signo lingiiistico, al que Mereado dedicard abundantes y profundas disquisi- clones, Vicewrs pr Arscon Que en la ensefianza y cultivo de la filosafia escolis. tica que two hngar en el México de fa Cotonia se dio tun puesto importante a la semistica y la filosofia del lenguaje lo vemos en el dominico del siglo xvi Vicente de Aragén, que enseiié filosofia en el cole- gio de San Luis, de Puebla, en el trienio 1739-1741 Producto de sus lecciones fue un texto manuscrite del Curso impartido, en el que se encuentra, en la parte de la logica, un capitulo dedlieado al signo."* Como era costumbre, la teoria del signo se estu- Boast V de Aragin, Pilephite Rows, Puebla (México): Colegio de Sam Ls. 1741" Ms en ln iblioteca Nacional de México El Capitulo es pequeirabarea del P Iva 129 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL dliaba dentro de ta Wgica, muy al comi el eé ‘gual que todos los instrumentos logicos del pensar, son signos De alguna manera se tomaba entonces @ Ja l6gica completa como fa semistica, y en esto se actuaba de modo muy parecico a como después lo hharfa Peirce, quien también concibi6 la l6gica como la semidtica mas general (de Ia que se desprende- rian todas las aplicaciones particulares) Dado que Vicente de Aragon era dominico, sigue notoriamente al gran semiético de esta orden, Juan Poinsot o Juan de Santo Tomas, que en el siglo xv hrabia dejaclo una obra monumental de logica, y en clla vatios eapitulos inmortales sobre semidtica ® Se concebja la légica como disciplina del razonamien- 10, del diseurso 0 de la argumentacién Ye vefa que Jas herramientas del pensar son signos, pues con ellos el pensamiemto dispone y expresa los exquemas de sus procesos. Al definir al dividir 6 enunciar, yal argumentat, se utilizan signos. El pensamiento se despliega en tes operaciones: la aprehen: ple, Ia composicién enunciativa y el raciocinio. Yen todas ellas aparece el signo, Por eso el signo debe ser estudiado desde que se considera la primera opera- cidn. En ella se rabaja con conceptos, y esto se hace a través de los términos, que son los signos de los coneeptos. Asi, el signo se empieza ya a estudiar al comienzo de todo, apenas al inielar el estudio del concepto (producto de la simple aprehensién, que ela primera operacidn de la mente) ® Vase Je Santo Toms, Dele spray lr cnet. iniody twsd de M Beuchot México ess, 198 0, porque 10, el enunciado y Ia argumentacié ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL 121 En efecto, cl término —que es el elemento mis basico de la lgica— es signo det concept, con el cual se hacen proposiciones simples 0 categoricas (en contiaposicién con las compuestas © hipat cas). Por eso Aragén define el término como: “EI sigs no por convencién a partir del cual se confeeciona Ja proposicién simple” Y, ya que el término es un signo, se da cabida al estudio del signo como género del término (y de todos los demas instrumentos l6gi 0s). El conocimiento de los elementos légicas, de la ogica misma, comienza con el del signo, pues éte es lo genético y mas basico en ella Ya en el ambito de la semidtica, en cuanto trata- miento del signo en general, Aragon adopta la defi nici6n de signo que habian establecido Juan de San- to Toms y los tomistas del renacimiento escolistico. La definicién del signo enunciada por Aragén viene aser ert el fondo la misma que mucho después enun- cid Peirce, expresada con algunas variantes. Aragén formula asi la definicién: es “el abjeto que representa algo distinto de é.a Ta facultad cognoscitiva” Dado que en el fenémeno signico se hace conocer algo a la facultad (pues representar es hacer cono- cei), ha de aprehenderse el signo de una manera sis- tematica, organica y casi deductiva por medio del hacer conocer o causar el conocimiento. Asi, pues, las causas que concurren al conocimiento pueden hacerlo de cuatro maneras: eficiente, objetiva, formal € instrumental La causa eficiente o hacedora del conocer es la facultad que ejercita el conocimiento (por ejemplo la vista, ol intelecto), La causa objeti: va es la cosa que se pone como abjela del acto de 122 ESTUBIO DEI SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL, conocimiento efectuado por fa facultad (por ejem- plo la piedra que veo); en ese sentido mueve a la facultad y atrae su intencionalidad. La causa formal «sla noticia 0 el conocimiento mismo que resulta del acto cognoscitivo y que hace pasar a la facultad al es tado de cognoscente propiamente dicha (por ejem- plo el conocimiento visual de ta piedsa, resultado de haber efectuado sobre ella un acto de vision) La caw sa instrumental, como su nombre lo dice, es medio o imento que ayuda a que el abjeto sea conacido por la facultad, y, asi, es ef medio por el cual se repre- senta el objeto a la facultad (por ejemplo una imagen eva asi al conocimiente de una persona) La causa instrumental del conocer esti al servicio de la causa objetiva del conocer, la cual no es otra cosa que el objeto mismo del conocimiento Yel objeto es wiple, para los te6ricos de Ia escuela tomista, a saber: un objeto sto motivo, un objeto s6lo terminativo y uno que es simudtdneamente mo- tivo y terminativo. E] sélo motivo mueve 0 motiva a la facultad no precisamente al conocimiento de sf mismo, sino al de otro objeto, como la imagen o pin- tura no nos hace detenernos en ella, sino que nos remite a conocer la persona que representa, Objeto s6lo tetminativo llamaban los escolisticos a la cosa mistna a cuyo conocimiento remite el objeto solo ‘motivo, por ejemplo fa persona a cuyo conocimiento hos remitié la imagen, Y Hamaban objeto simulté- neamente motivo y terminativo a aquel que movia a su conocimiento y el conacimiento también se dete- nia o aquietaba en él, por ejemplo la pared, que sus- cita el conocimiento y en ella se term ESTUDIO DEL SIGNO EN EL. MEXI60 COLONIAL 129 Hemos visio, pues, la causa eficiente cel conocer y la causa objetiva del mismo. La causa eficiente es fa operacién de la facultad y la causa objetiva es la ope- racién que realiza el objeto de conocimiento. EL hacer conocer abarca las cuatro causas del conoci- miento: eficiente, objetiva, formal ¢ instrumental, micntras que el representar y el significar s6lo abar- can algunas de ellas. Por ello, el hacer conocer es iis amplio que el representar y elsignificar En efee- 0, el hacer conocer —como dijimos— se da segiin esis Cuatro causas, 2 suber: de manera efectiva, objet va, formal e instrumental, Pero el representar se da solo de wes dle esas maneras: objetiva, formal e instru mental, pues s6lo abarea los modos en que algo se hhace presente ala Facultad cognoscitiva, tanto si se he ce presente por si mismo como si se hace presente por medio de otra cosa Y el significar s6la abarea el haceise presente por medio de algo distinto, pues 80 €s lo que hace el signo, y entonces solo se hace de dos maneras: formal e instrumentalmente, y por ello ‘ay dos clases principales de signo: signo formal y sig- no instrumental. Tales la primera divisiGn del signo que ponian los escolisticos, dividienclo el signo en su relacién con la facultad cognoscitiva Aragn sigue a Juan de Santo Tomas, que habia hecho una exposicién magistral de esta dlivisién del signo, explicando claramente el dificil signo formal, {que parece corresponder sélo a los concepts y a los, dems productos mentales considerados como sig- thos La definicién que del signo formal da Aragén es compencio de la establecida por Juan de Santo Tomas. Asi, Aragén la define como “la noticia que 121. ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL representa algo por si misma y no mediante otra cosa", y es lo que constituye el signo mas perfecto, pues ejerce lo que es mds propio de la significacion: su Ser se agota en representar otra cosa, En esa noti- cia, por ejemplo en un concepto, no nos fijamos en el concepto como tal, sino en su contenido o signifi- cado} el concepto en si mismo se oculta, se esconde, para dejar tan sélo que se manifieste fo representa do. Ocurre una sittiacién semejante a la que se da, con un lente: si nos pusiéramos a ver Ia constitucién del lente, si nos detuviéramos a contemplar las man- cchas que puede tener, 0 alguna raspadura, 0 a bus car las coloraciones que ha adquirico con el tiempo, 6 por efecto de los rayos del sol que lo han puesto inidisado, todo ello nos impedirfa ver lo que nos interesa ver, que es el objeto que tenemos detante, yasea una sola cosa, o muchas, como el paisaje. Pero, cl lente mis bien desaparece en custo tal y deja ver To que viene al caso. Asi es el signo formal, que des- aparece o se disminuye a si mismo en cuanto cosa, ¥ deja resplandecer a su contenidl, es decir, optimiza el conocimiente de lo significado, Si consideramos en un signo el doble aspecto que tiene, a saber: de ‘abjeto (porque es cierta cosa, ya fisica, ya psiquica) y de signo (porque remite a otra cosa a la que repre senta), diremos que el signo formal decrece en ‘cuanto objeto y crece en cuanto signo, por lo cual cen la escolistica se pensaba que era el signo mvs pet fecto. A tal punto que muy pocas cosas eran candlidla- tas a ser consideradas como pertenecientes a esa categoria de signo formal; por ejemplo, los concep- tos mentales (en los que el signo se anula a st misino ESTUDIO DEL, SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL 125 para dejar que se manifieste fo representado en él) 0 las imagenes; algunos quisieron poner como tales los retratos que fueran muy exactos, pero no fue muy admitido, En cambio, el signo instrumental requiere ser conocido como objeto y luego como sig- 1o; primero funciona como objeto, y luego como ob- jeto motivo que lleva al conocimiento de otro obje- 1, el terminativo. La anterior fue la divisién del signo segtin el orden a Ia facultad cognoscitiva (en signo formal y sign instrumental); pero hay ova relacién principalisima, que ¢s Ia del signo con lo significado, y segzin ella se divide en natural, convencional y consuetudinario. Los escolisticos daban Ia mayor importaneia, por supuesto, al convencional, en el que se encontraba el lenguaje; pero, con el fin de aclararlo mas, estudia- ban con detenimiento el signo natural y el consuetu- dinario, con los problemas que acompafiaban a uno yotro En el signo natural, el vinculo entre signo y significado era establecido por la naturaleza misma, por ejemplo la relacién de causa a efecto, como el humo significa al fuego y el gemico lastimero al dolor En ef convencionai, el vinculo entre signo y significado ha sido establecido por Ia voluntad de los hombres, como sucede en el lenguaje. Yen el con suetudinario Jo hace exe algo intermedi que es la costumbre, Aragén aduce el ejemplo tipico, ya em- pleado por Juan de Santo Tomas: la costumbre de ver los manteles en las mesas antes de Ia comida hace que el mantel haya llegado a significar la comida mis- sma, y, si se pone sobre la mesa, lo asaciamos con la proximidad de la comida, y Ia significa 126. ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL En sintesis, a pesar de fo breve del capitulo en el que Vicente de Aragén habla del signo, se nos da una idea de los temus tratados por los escolisticos (por lo menos algunos de los temas), y vemos ade- ds cudles evan [a reflexidn y la ensesianza semi ‘cas que se dlaban en el siglo xv novohispano, a trax vés de este ejemplo. Es soto una le las escuelas, Ja tomista, seguidla por los dominios. Y dentro de la orden dominicana, a la que pertenecia Aragon, se seguia principalmente a Juan de Santo Tomas, cuyas cas estaban expuestas en la magna obra de logiea (Ars Logica, det Cursus Philosophicus Thomisticus) escrita por él el siglo anterior” doctrinas semi Batance En estos tres ejemplos de tratadistas de la semiética cen la Nueva Espaia, vemos, en primer lugar, que el tratado de Alonso de la Vera Cruz es breve pero importante, y se nota que es pionero en este tipo de estuclios en México. El trataelo cle Tomas de Mercar do es significativamente mayor y mais completo. Se ve el desarrollo de los estudios escotisticos en estas Uerras, con una profundizacién y extensién muy considerable. El fomento de estos estudios escoldsti- cos seguira al principio del siglo svn, y en la segunda parte del mismo se mezclari con otros intereses, como los herméticos y los dle la naciente moderni- dad (Copétnico, Kepler, Brahe, Galileo, Descartes, > Hay edicidn moderna, J. Samet Thomae, Camas phioopi us amsieas ed B Reser Turin: Marie 1990 ESTUDIO DEL SIGNO EN EL MEXICO COLONIAL 127 etc) Sobre todo decaers en el siglo xvi, como se ve en el ejemplo que hemos elegido, Vicente de Ara .g6n, Ya se dejaba sentir el influjo de los nuevos file sofos, si no todavia los ilustradlos, silos racionalistas| franceses, que privilegiaban la teorla del conoci- iento sobre la Logica y la semistica. Sin embargo, no se ve la presencia de la filosofia moderna en ese autor, slo el praducto del ambiente, que llevaria incluso, a la mitad de ese siglo, a varias veformas en los estudios, Ya la filosofia moderna estaba en pleno proceso. de desarrollo, y se cultivaba en Francia, Inglaterra y Alemania, y algo menos en Espafia y sus colonias Por eso hemos de ver a algunos de los que en esa modernidad europea hicieron avanzar Ia diseiplina de fa semistica, dandole el cauce que fa llevatia a los studios mas recientes, en la poca contemporiine: Mucho de lo anterior se recibiria, pero también se- rian notables los cambios LA SEMIOTICA EN LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS PLanteasmenTo Después del renacimiento escolastico de los siglos Nv y Svu, en Ia filosofia moderna, el estudio de los signos (tanto en la semidtica como en la Filosofia del lenguaje) decae sensiblemente La modernidad two un interés ms epistemolégico; sin embargo, hay en este periodo algunos grandes propuilsores que con- ibuyeron a la semistica y que conviene tomar en cuenta aqut Uno de ellos es Jolin Locke, quien dio el nombre semiotité a esta disciplina, y In plantea ‘como algo que se debe desarrollar en el futuro. Ouro es Goutftied Leibniz, a quien debe mucho esta rama del saber: ¥ otro es Charles Sanders Peirce, que reco- ge la propuesta de Locke y sienta las bases de esta rama tal como la conocemos en la acwualidad El des- arrollo de esto se debe, sobre todo, a un gran conti- rnuador suyo que fue Charles Morris, Con ello se verd la construceién de ta semidtica moderna en sus fuentes y en sus fundamentos, ast ‘como en los principales hitos de su desarrollo, Pues si Locke fue el que lanzé esta idea, ella estaba ya en gjercicio en fos escolisticos de su época, como Juan Poinsot o de Santo Toms Los escolsticos la cultiva- ban sin ese nombre, dentro de Ia l6gica material 0 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS 19 logica mayor; en cambio, Locke lanz6 la idea de una ciencia independiente de los signos, pero no fue rea- lizada por él, y tavo que esperar a ser rescatada por Peitce. Con todo, otros modernos, como Leibniz, hicieron sus aportaciones a la semidtica, y la cons truceién de Peirce tuvo en Mor tinuador un conspicuo con- Locke John Locke (1632-1704) fue uno de los padres del empirismo inglés. Tuyo una influencia nominalista muy fuerte, aunque la expresé en forma de concep- tualismo; es decir, para él los universales son con- ceptos de la mente, pero sin fundamento en la reali- dad, slo son constructos cognoscitives hechos por el entendimiento humano. Al darse al estudio de las ideas (lo que los escokisticos llamaban species 0 con= ceptos), en sit Ensayo sobre ef entendimienta humano (1690) Locke se percata de que ellas y las palabras son indispensables para pensar; y, como tanto unas ‘como otras son signos, resulta que los signos son indispensables para el pensamiento, Por eso Locke da una gran importancia a los sig- nos, Lo hace por su espiritu empirista y nominalista Los tats en su célebre Ensayo, al final de toda ta ‘obra, donde habla de Ia particién que él propone de las ciencias. Tal particién es trimembre: unas son fisi- cas, otras pricticas y ouas semidticas, Pata estas tili= ‘mas usa el nombre griego somiotiAd el cual no parece pertenecer al griego clisico, sino que es un neologis- mo usado como srmeiatité por Heinsicus Stephanus 130 LOCKE, LEIBNIZ. PEIRCE ¥ MORRIS fen su Phesaurus Grocae Linguae (1572-1578), del que Scapula hizo un diccionario abreviado pirata en 1579, el cual se hallaba en la biblioteca privada de Locke y seguramente fue por el que lo conoci6.! La division procede tomando en cuenta lo que el hombre puede conocer a través de los conceptos: 1) la naturaleza de las cosas como son en si mismas, sus relaciones y sus maneras de operacién; 2) lo que el hombre debe hacer, en cuanto agente racional y volitivo, para alcanzar sus fines, sobre todo la felici dad, y 3) los modos en que ambas cosas, Ty 2, son aleanzadas y comunicadas De acuerdo con ello surgen, en primer lugar, las ciencias fisicas, que conocen las cosas en su ser y constitucién, propiedades y operaciones, no sdto las, materiales sino también las espiritwales, porque tie- nen igualmente todo eso. Abarcan a Dios, los Espiri- tus y los cuerpos, asi como sus afecciones, por ejem- plo el niimero y la figuras por eso se trata de Ia ciencia natural pero en sentido amplio, y busca In especulaci6n de la verdad pura. Vienen las cien’ clas prdcticas, que buscan orientar las acciones a la obtencién de las cosas buenas y titles. A ellas perce- nece la ética, que busca las reglas y medidas de las acciones del hombre para encontrar la felicidad. Su CF J, Deely. Naw Dngningr Barly Modern Philos al Pex tosdern Thougt. Toons University of Toronto Press 1994, (11 TIS Vee tambiga ef mismo, “John Locke s Place in dhe History oF Semiotie Inquiry’, en fomaihan Evins and fon Deely (eds) Seniatce 1986, Lanta, Maryan: Universiy Uess of America 083. pp. OUALS,y el mistno, “Locke's Propost for Semiotics and the Scholastic Doctrine vf Species” [le Madien Sele 8s (1999), pp 165-88, LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE ¥ MORRIS 131 Finalidad no es la verdad puta, sino et derecho y ta conducta acorde con él. ¥, en tiltimo lugar, la tercera rama se puede llamar semiética 0 doctrina de los sig- nos, de entre los cuales ciertamente los mas ttiles y uusuales son Jos lingtiisticos, las palabras. Se puede Hamar dégica, la cual investiga la naturaleza de los si hos que hace la mente para conocer las cosas y comunicar ese conocimiento. Ya que las cosas no siempre pueden estar presences, a mente se hace luna representacién de las mismas y éstas son sus sig: nos, a saber las ideas. Y ellas son necesarias para guardar en la memoria ese conocimiento y pa- Fa comunicarlo a otros Las icleas se expresan por las palabras, o sonidos articulados, que son los que se encontraron mas titles para los hombres Locke mis- mo cree que si se investiga a profundidad esto, tal ver se llegara a una ldgica y una ctitiea diferentes de Jas que son ustales® De esta manera, Locke propone fa idea de una ciencia del signo en general, que abarque asimismo los signos linguisticos, que son los mas adecuados para comunicar las ideas entre los hombres. Cietta mente s6lo ¢s ¢] planteamiento de ka necesidad de una disciplina tal, no el cumplimiento de ella, ni siquiera su desarrollo; pero dejé asentado el proyec- to. Este seria cultivado por otros que vendrfan des pués? 2 Locke, An Bs Hott 1600 pp 36-362 “CON, Kretuamann, “La tess principal de i teora semsncien fe Locke’ en 1. Tipton (ed), Leckey ef entendinieute human, Mésico: tet, 1981, pp. 22758 ening Hawa Unontanding, Londres 2 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS Leese Goutzied Leibniz (1646-1716) siguié por el camino de las ideas, en el que discursié Locke Para su semi6tica fue muy importante la relaci6n del signo con la idea Leibniz conocié el Ensayo de Locke € incluso escribi6, como réplica a sus planteamientos, los Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano, que no publicé por haberlos terminado a la muerte de Locke, y juzgé que no era conveniente publicar una discusi6n con alguien que ya no se podia defender. Pero el interés de Leibniz por la semistica y el signo ¢s inclependiente, mis bien en relacién con sus inte- reses sobre ka 16g En efecto, Leibniz two siempre una extraia pasion por la l6gica, en la cual inscribia el estudio de los signos, Sobre el estudio del fenémeno signico dejé apuntes interesantes. No alcanzé a sistematizar mucho, pero por lo menos llegé a una realizacién mis amplia que la de Locke, el cual, como vimos, s6lo dejé apuntada Ia necesidad de fa ciencia de la semiotica, Leibniz mantuvo polémica con Locke a propésito de las ideas, y por ello recorrié analitica y criticamente el Ensayo de este autor, y le opuso sus Nuevos ensayos, en Tos que ataca su empirismo y de- fiende algo muy extendido en los racionalistas: la eexistencia de ideas innatas, Pero no parece que Leib- niz haya dependido de Locke para interesarse en tuna ciencia de los signos: ya en otros escritos habia SCF H. Burkhardt, Lag dsl de Pp Leb wis Munich: Philosophia Verlag. (980 pp. L178 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE ¥ MORRIS 133 abordado el problema del signo, incluso en general, como en una tabla de definiciones, compuesta alte: dedor de 1672, por no mencionar sus escritos sobre el cileulo l6gico, la combinatoria que heredaba de Luo, Kiteher y los herméticos$ En esas definiciones se encuentra la del signo, que corte asi: "Un signo es lo que ahora sentimos y, ade- gamos que esti conectado con algo por la experiencia anterior, propia o ajena” Asi, un signo consta de un vehiculo de signo, algo que se significa, algdin 0 algunos intéxpretes, que lo pereiben en algdin tiempo De acuerdo com esta definicidn, Ia funeién primaria de evalquier signo es evocar su significado en 1a mente dle un intérprete E incluso, dentro del marco de est fancisn fundamental, es posible distinguir varias Ean: ciones especiales, 1 cuenta de la diferencias entre tipos de intérpretes, de cosas signifieadas o de vehiculos de signo y de las coor denachs temporates involueradas” Por otra parte, Burckhardt muestra que Leibniz, tomé de los escolisticas la mayoria de sus definicio- nes del signo, principalmente de Domingo Bafiez Unstitutiones Minores Dialecicae, Colonize, 1600).* En cuanto a la divisidn de los signas surgida de esa definicién, lo primero que resulta es la distincién entre las funciones informativa y mneménica, y de ella 9 Aubanaius Recher ya wsaba el nambre soma 8G Leib, Sanit Serif, Beri: Dewache Akudemie der Wissenschaten, 106058, 1, 500 PML DascalLednis Language, Signs end Thovght, Arter Fadel: John Benjamine Publ Cow 1987, 9-3 Sch Barckhard, op cit, pT ry LOCKE LEIBNIZ, PLIRCE Y MORRIS surgen dos tipos de signos: los que tienen funcién informativa son propiamente sigues, y los que denen funcién mneménica son notas Ya hemos visto algo parecido en los estoicos, a saber: la divisién de los Signos en indlicativos y conmemorativos 0 recordativos. El interés de Leibniz en estas funciones se debe a ‘que no todo lo que hacemos con signos es compren- dido por nosotros. No siempre los signos nos hacen ‘conocer, pero nos hacen recordar 0 tener presentes las cosas a las que se refieren, Asi, con una falta dle informacién, los signos pueden servirnos ce simbo- los de las cosas, y de esa manera operar con ellas Esto fue un paso de Leibniz hacia su idea de una Caracteristica Universal, o caleulo l6gico de todas las cosas Pues, en efecto, no nos evocan las ideas, pero nos hacen presentes de alguna manera las cosas, I, y con eso basta, El ejemplo mas cla ro exel del algebra, ya que en ella solo hay sustine. cién, no plena informacin Es como un razona- miento ciego, sin interpretacién completa. En las nociones complejas, y la mayoria de nuestras nacion nes lo es, sélo se puede tener conocimiento ciego 0 simbslico: * . cuando una nocién es muy compleja, no podemos pensar simulténeamente todos sus ingredientes. la mayor de las veces el pensamiento de las cosas complejas s6lo es simbdlico”? Esto dio a Leibniz una gran soltura para ver los signos como, marcas de las cosas, sin exigir la completa compren- sidn 0 interpretacién de los mismos, y poder avanzar asi en sti empresa de un ealculo raciocinador, esto Lelbnis, Die pitaopivhen Scene © 1 Gerhard Hike rig lns Verlag 1903 12 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS 8 es, de un céleulo légico que se aplicara a todas las cosas. Nunca alcanz6 cabalmente el logro de esa empresa, pero por Jo menos abrié caminos a otros logicos que avanzaren un poco més (nunca del todo) en esa biisqueda de la légica perfecta Pewee Mucho le debe la semistica al norteamericano Char- Jes Sandets Peirce (1830-1914). Fundador del prag. matismo junto con W James, asigné gran importan- cia a la acci6n y e] habit. Pero la accién se desata por medio de signos; por eso le interes6 tanto la ciencia del signo. Para ella recoge el nombre pro- puesto por Locke, semiotiké, ahora semiotics Y se dedlica a construir kas bases de Ix misma, esto es, a dilucidar el objeto de la semistica, asi como sus par tes. También se dio a fa tarea de definir el signo, de escribir el acontecimiento o proceso semistico y a Aividir los signos de manera muy minuciosa, buscan- do de ellos sus definiciones y descripciones mas Entiende la semiética como el estudio del signo cen general, esto es, ce todas ls clases ce signos. Por ejemplo, no sélo del signa lingtifstico Aunque la relaciona con la psicologfa, sobre todo Ta asigna a la filosofia, concretamente a la Logica. La semistica, que es el estudio det signo en general, tiene tres ra- "© GE Ch S. Peirce, Callcted Papers, ed Ch. Harshorne? ‘Weits, Cambridge, Mass: The Belknap Press of Harvard Univer: sig, 1965, 2297 136 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS mas, correspondientes a las tres ramas del ivium medieval, que eran las ciencias sermocinales 0 del dis- curso (sermo),a saber: gramdtica, légica o dialéctica y retdtica, Asi, dice que la primera es la gramstica pura, la segunda la ldgica o dialéctica pura yla terce- ra la retérica pura "' La primera estudia los signos y sus conexiones mutuas; la segunda la relacién con los objetos y la tercera las modificaciones que les infieren los usuarios Para definir el signo, se remite a su tabla de cate~ _gorias ontolégicas, que son tres: Ia primeridad, que es To que se presenta a la conciencia de manera inme- dita, y todavia no se dice nadia de su existencia, s6lo se presenta la conciencia como una cualdad: justa- mente la existencia aparece en la segundidad, que es el cardcter de resistencia o de imposicién que ejerce algo frente a la conciencia, ya aqui aparece fa rela- cidn de algo primero a algo segundo, de un objeto a lun sujeto, y en seguida viene Ia feveridad, que es una relacién uiddica, a saber: entre tes elementos, y tie- ne caricter de ley, de legalidad, de algo que habi- tualmente sucede, por lo cual puede ser puesto como ley de la naturaleza 0 de la légica Precisamen- te el ejemplo principal es el del signo y la significa ion a efecto, el signo se da en una relaciGn widdica El signo es una cosa que representa otra para al guien, Es decir, hay un signo o representamen, hay tuna cosa u objeto, y hay un intérprete, Peirce explica: er iba. 2 Gr fbi 2 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS 17 Un epresentamen es el Primer Correlato de wna relacisn. ttiidica; cl Segundo Correlato se lamara su Objto, y el posible Tercer Correlata se llamar st Jnerpretants, por uy relacién iriidlica el posible interpretante es deter iminadlo para ser ef Primer Correlato de fa misma reli cin triddica con el mismo Objeto, y para algin posible Interpretante Un Signe es el representamen del cual algiin interpretante es una cognieién de alguna mente Los Signos son los sinicos representimenes que han silo muy estudiadas Pues bien, en el intérprete se da una entidad con Ja que interpreta, es el interpretante, y puede ser un concepto, una acei6n 0 un habito. ¥ resulta que este interpretante es un signo de ese signo que se inter- preté Es decir, es un signo de signo, un signo de segundo orden Y éste puede desatar otro, y éte ou, y asi sucesivamente Lo cual nos habla de una interpretaci6n sin fin, de una seraiosisinfinita ‘Ademas, hay varias clases de objeto: objeto inme- into y objeto final 0 ideal. Igualmente, hay varias clases de interpretante: interpretante inmediato ¢ interpretante final o ideal La verdad se daria en la confluencia del interpretante final con el objeto fi nal; pero esto es s6lo ideal, y tinicamente se daria al limite, en el infinito, en el que se eruzaran todos los interpretantes de todos los intérpretes, como una comunidad infinita de sabios que compartieran sus hhallazgos Por ello, se requiere el didlogo, el cual tie id 2249 "Peirce dice “ad infnitun (iid, 2.308), Pero también se pue dle Hamar “semiosistndefinida” 0 "iimiada” como to Hace F Merrell, Peer, Sign, and Meaning. Toronto: University of Toronto Press, 1997 139 8 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE: MORRIS rhe un papel muy importante en la determinacién de la significaci6n y de la verdad, La clasificacién de los signos que hace Peirce es muy amplia y prolija, por fo que solamente nos de- tendremos en los mas importantes y hasta imprescin- dibles. Divide primero el signo en cualisigno, sinsig- no y legisigno, El cualisigno es una cualidad que funciona como signo, por ejemplo un color; el sine signo es una sustancia que finciona como signo, por ejemplo una estatua, y el legisigno es una ley que funciona como signo, por ejemplo los signos con vencionales En segundo lugar, el signo se divide en indice, ico- no y simbolo.° E] indice es el signo inmediato, casi natural, que representa de modo directo, por ejem- plo un grito en fa calle significa al que lo emiti6, las nnbes representan la Tluvia, el humo al fuego, ete El ieono es un signo intermedio, que tiene algo de na- tural y algo de artificial, pues es impuesto por el hombre, pero se tiene que basar en algo de la reali dad y contener alguna semejanza o analogia con ella; por ejemplo, el emblema de la justicia, que es, una mujer con fos gjas vencades y que lleva una balanza en la mano, tiene que guatdar cierta rela- cién anal6gica con el no ver a quign se hace y gu dar un perfecto equilibria con todos los involuera- dos El simbolo es totalmente arbitratio (aqui toma Ja palabra en su sentido original griego, usado por Aristételes, como signo convencional), por ejemplo, Jas palabras “hombre”, “man” y “anthropos” Por su PEL Ch, S.Betce, op it, 2 CC iba, 281729 6 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS re} parte, el icono tiene ces clases, que son: imagen, diagrama y metifora "7 Ya que el icono se basa en la analogia, ésta puede ser muy apegada, como en Ja imagen, que es casi copia de la cosa, pero nunca llega a ser copia perfecta; el diagrama tiene analogia con la cosa de manera mis mévil, como representan- do relaciones y pasos de procesos. Y la metifora sigue teniendlo analogia con Ia cosa 0 hecho que de- signa, peto menos clara y directa, representa aspec- 05 0 funciones que tiene; sin embargo, ana buena metifora puede ser tan representativa de algo como tuna formula suya 0 una casi copia suya La tercera elasificacin que hace Peitce del signo es también tiédica, a saber: rema o término, dicisig- no o enunciado y argumento."* En esta iltima di sion se recabrarian los clasicos elementos de la log ca: ef término, el enunciado y el argumento (o, desde el Indo epistemolégico, concepto, juicio y raciocinio). A su turno, el argumento se divide en inductivo, deductive y abductivo. Este tiltimo, el de Ia abduccidn, corresponde al método de hipatesis. Asi tenemos, en Peirce, una semistica, asociada a la psicologia y a la légica, que se muestra muy fuerte y consistente en sus bases y en su desarrollo inicial Falt6 a Peirce el desarroliarla, pero senté unos fun damentos muy fuertes. Algunos trataron de hacerlo, como Charles Mortis y Thomas A. Sebeok, aunque han dejado mucho por hacer Solamente, a titulo de ejemplo, hablaremos un poco del primero Ser ie, Cr iid M0 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS Monais De la Escuela de Chicago, Charles Morris (1901- 1979) recoge muchas ensefianzas de Peirce. Tam bién se apega a la psicologia ya la filosofia. kn cuan- toa la psicologia, da un andamiaje funcionatista a la disciplina, pues privilegia la corriente denominada behaviorismo 0 conductismo. En cuanto a la filoso- fia, prefiere la l6gica, teniendo relacién con algunos miembros del positivismo ldgico 0 empirismo légi- co, como Rudolf Carnap. De hecho, recibié et prag- matismo conductista de su maestro George H. Mead, y en los afios de la guerra entré en contacto con Carnap, quien venia del Circulo de Viena, hu- yendo del nazismo, Colaboré en la Enciclopedia af Unified Science, en la que escribié el fasciculo “Foun- dations of the Theory of Signs” (1938). Este consti- tuye su obra clisica, en la que expone lo principal de su teoria, y la amplia en Signs, Language and Behavior (1946), el cual, como lo indica su titulo, sigue el cau ce del conductismo. Morris considera la semidtica como la ciencia de la semiosis, o acontecimiento o proceso de signo. La semi6tica puede ser pura o aplicada; la primera ela- bora la teoria semidtica, la segunda analiza trozos especificas de significacién, como el signo poético, religioso, exe, Por lo que hace a la semiética pura o teérica, tiene como principal cometido esclarecer el fenémena 0 acontecimiento de signo, la semiosis." "Ch. Moers, Pundamenton de fa trav dels signs, México: own 1958, 3 LOCKE, LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS ML Este ocurre cuando se da un vehicula de signo, un significado y usuarios de aquél (un minimo de dos, para que haya emisor y receptor, o hablante y oyen- te, los cuales van siendo alternadamente en fa comu niicacién). A lo que Peirce Hamaba gramatica, y que estudia las relaciones de los vehiculos de signo enue si, Morris lo denomina sintasis. A lo que Peirce lla maba dialéctica, y que estudia las relaciones de los signos con los significado, Mortis lo lama semannti- ‘ca. Alo que Peitce llama retérica, y que estudia las relaciones entre los vehiculos de signo y los usuarios, Mortis lo hima pragmitica. Quedan, asf, res ramas de la semidtica, que son la sintaxis, que estudia las relaciones de coherencia entre signos; la semntiea, que estudia las relaciones de correspondencia entre vehiculos de signo y significados w objetos, y fa prag itica, que estudia las relaciones de uso entre los vehiculos de signo y los usuarios 6 hablantes, pues éstas determinan y modifican la relaci6n de los ss nos con los significadios Morris contintia sus investigaciones aplicando sus principios semidicos tedricos 0 generales a diversos campos del significado, como el artstio y el religio- so, Habla de distintos usos de los signos: informatt vo, valorativo, iniciativo y sistenvitieo; igualmente, habla de distintos modos de Ia significacién: desig- nativo, apreciativo, ptescriptivo y formativo, Alli en tran los distintos ipos de lenguaje: ciemtfico, mitica, tecnologico, lbgico-maremstico, de ficein, poético, politico, retérico, legal, moral, religioso, gramatical, CE itil p 36 2 LOCKE LEIBNIZ, PEIRCE Y MORRIS cosinolégico, critico, de propaganda y aun el meta: fisico! Morris tiene el mérito de haber insistido en Ja pragmética en un momento en que sélo se labora- ba en la sintaxis y Ia semantica * Es decir, hablé de Ja estrecha conexi6n que tienen entie si las tres dimensiones de la semiética (sintaxis, semntica y pragmidtica), de modo que fa iltima fuera la mas abareadora y compleja Bacancr Como se ve, éstos han sido hitos muy importantes en la historia de ta semiédtica, Son pasos que se han dado desde un pasado muy digno y rico, a un pre sente que ha cosechado numerosos logros, prepa rando un futuro en el que atin se podrin conseguir muchos mas Esto es algo que vemos sobre tad en cl cultivo y desarrollo de esa parte tan importante y tan compleja —y, por lo mismo, dificil que es la pragmatica, a la que dedicaremos nuestra acencidn cen el capitulo que sigue FCF ef mismo, Signs gun yet, Bustos Nines Lose 1969, pp. 27 ECE RO. Apel, "Lengua verdad en a sittacin actuate lu softs La seiiica de Ch Morris" en el sin, La Wang mac dea lio dre True, TSS 4 pp U6 FREGE, RUSSELL Y WITIGENSTEIN: LA VISION ANALITICA DEL LENGUAJE Prasereantento En una linea aledafa a la del pragmatismo norte- americano, cel que Peirce y Morris fueron cultivado- res connotados, se dio la reflexién semiolinguistica de la que seria llamada filosofia analitiea del lenguae je. Tavo entre sus miembros a pensadares tan con- notados como Gottlob Frege, George Edward Moore y Bertrand Russell. Pero sobre todo se distinguié un iscipulo de éstos, que fue el genial Ludwig Witt genstein (1889-1951) ! Conocié a Frege y sus traba- jos, aunque se aparté de él, al igual que de Russell Atenderemos minimamente a Frege y a Russell, para centrarnos en Witigenstein, El mantuvo contac 0 con tino y otro Siempre fue ertico con las teorias de éstos, pero la exposicién quedari mas clara a la luz de algunas teorlas de uno y otro, Con ello se resaltard Ia originalidad del discipulo, el cual two también cambios debidos a sa fuerte autoeritica. De una etapa referencialista muy fuerte, pas6 a una teo- ria del significaclo como resultado del uso SCE A Tomasin, Loc atomtones lige de Rasul yg, Mésico: vst 1986; EE ponsomieny et tine Wate, Mesic Teta, 18 Ms rr FREGE, RUSSELL Y WITTG Gorrovon Frece Las principales aportaciones de Frege en el dmbito de Ia semidtica se sitian en los dos aspectos que sefiala para el signo: el sentido (Sinn) y la referencia (0 significado (Bedeutung) # El primero es ef modo de la presentacién, por ejemplo “El lucero matutino” y “EI lucero vespertino”, que son diferentes, y el segundo es el objeto al que apuntan; en este caso, ‘ambas expresiones se refieren al mismo: el planeta Venus Esto encontré numerosas aplicaciones, sobre todo en la filosofia cel lenguaje Berreann Russet La aportacién de Russell a la semistica puede cen- urarse en su busqueda de la forma légica de las expresiones gramaticales (atomismo l6gico), en su estudio de la denotacién y en sus investigaciones semidticas de linea conductista* En electo, critics la distincién de Frege entre sentido y seferencia de los signos y trat6 de resaltar la denotacién, que es refe- rencialista Estudiandlo el denotar, estableci6 su teoria de las descripciones y su teorfa de los tipos légicos. La pri- mera analiza Jos nombres propias como descripcio- nes o frases denotativas, En ellas el nombre propio 2 CFG Frege, “Sabre sentido y referencia, en Estudio sine senate, Barcelona: Ariel, 1073 (24 ed) pp 038 CF G. Hurt, Prosiciones rsa, Mexico nso, 2000, FREGE, RUSSELL V WITTGENSTEIN us (como “Walter Scott") desaparece y s6lo queda una descripcién del portador (como “El autor de Weer 1g") y es uatado como una frase con el articulo “el”, climinandase los problemas semanticas de los nom- bres propios. En esa misma linea denotativa, analiz6 los diferentes niveles de referencia que se dan en las expresiones, como la que tienen “John”, “el dio dindmico*, “el club de los solteros", ete , que, siendo de nivel cada vez mds universal, son de tipo 1, de tipo 2, de tipo 3, ete, En su época llamada del ato- mismo légico, hasta acabada la primera Guerra Mundial, buscaba los elementos fundamentales 0 toms del lenguaje, para tener la forma légica del mismo, y en esto fixe seguido por Wittgenstein. Des pués, Russell se dedicé a aplicar ta psicotogia con- ductista al Lenguaje, de manera no muy distinta a Charles Morris. Alli Wigenstein tomé otros derro- Ex, reoceso pe Wertcexstein Suelen sefialasse dos épocas en el pensamiento de Witigenstein Una primera, expuesta en su Tractatus logicophitosphicus (1981), en la que wo una teoria del signo y del Lenguaje basaca en el reflejo 0 espe- jeo de la realidad por parte de las expresiones. Con ella influyé mucho en el atomisme légico de Russell yen el neopositivismo o positivisme légico Y oua, expuesta en sus Philosophical Investigations (publica- ddas pastumamente en 1953), y que es ala que aten- desemos, en la que cambia esa teoria por oura cen twada en el uso de las expresiones, es decit, en el ue FREGE, RUSSELL ¥ WITTGENSTEIN significado como resultante del uso lingtistico, yes To que corresponde @ lo que ahora se denomina cortientes pragmiticas det lenguaje, porque se las compara con el praginatismo de Peirce y ln pragmi- tiea de Mortis, ciertamente centtadas en el uso de Tas palabras y su dependencia de los hablantes, esto «5, en st uso pragiatico ‘En efecto, Wittgenstein, en su llamada “segunda época". origins tuna postura frente al significado que fe seguida por muchos filésofos analiticas, sobre todo de Oxford. Esta es la corriente que ha sido le mada “pragmtiea, la eval se ha dado en el seno de In filosofin analitica, por ejemplo con Austin, Ryle y otros. Después fie continuada por teéricos de los Estados Unidos, como Searle, Grice, Alston, Quine, Putnam y otros. En este pais ya habia corrido una larga ttadicidn pragmatic, con Peirce, James, Mead y Dewey Por eso fue ficilmente recibida por filéso- fos mis recientes de ese corte, como los mismos Qu ney Putnam “También se extendieron estas dos ver~ tientes, de origen angloameticano, a pensadores alemanes, como Apel y Habermas Ex miso ne Lx print, Wittgenstein habia soscenido en ef Phactatus logico- philosophicus una teoria corvespondentista 0, mas bien, pictérica del significado, segiin la cual I expresiones reflejan o espejean fa realidad, los obje- tos. Cambia esta postura, primero en los Cuadernos FREGL, RUSSELL V WITTGENSTEIN ur Jus dado son su segura pce, Cabins te pice del legs por fa el signed como funeién del uso * En lugar de buscar una cosa ue terse sigotiado defn palabra, prefers obtener ese significado ateniendo al soe mis Eo ie conver en ni espece de sagan pr sus dst pillon “el significado es el uso" As, no buseaba Elsignificado como nso se plea tanto a hs 7 "Ey fete dee La noes aay uri (ade: Yee 1 pi). Wiigenucin dice -8 uneoemos qe ds vq set ai dels tenis que del qe est isis est el en i sig pero bscano com sac et ein cag [Ud ond Ens Philoplicnioedigeumns (Oxford: Backwel 17 “Elid de utp au so en el engl 2G Wham, Pwpiy aad Puchenntte Oxford, (959, chi 113) pay CEL Wiugenscin, Phlauphialdreigtions, ed. cit 140 Se deuomina “pragmatic” a esta corienteen ates ais ues parte de Ia semiciies que destaea Caries Soa: sina Lisemstienyls prgatien La primera eta fsreaciones de lossignosenire si, aportndo ks revs de enherenein entre ellos Fn semingie esta as relaciones de los sgnon can ss objeto sportande ls regs de corvexpondenca, la prgmatie iis relseiones de les sigaos con ls utes, apart neste Tas els ets Da qu a Tos ustaion va 1 reas de xo de Toe «como denontinacin a eta correate« Signe hae FREGE, RUSSELL Y WITTGENSTEIN nificado por su uso; mas concretamente, por sus reglas de uso." Por ello deben buscarse los sistemas de reglas de uso; y, para conocer la vida del lenguaje, debe llegarse a cierta exactitud en su determinacion y establecerse para siempre.” Asi, s6lo es vilido el uso reglamentado Pero, a pesar de que Witigenstein hable con cierto sabor cientificista, esti lo mas lejos posible del positivismo légico en esta época de las Investigaciones. Ahora, para él, un lenguaje reghamen- tado no es un lenguaje mis un sistema de reghas, sino una forma reglamentada de comportamiento.!" Dentro de este planteamiento, que se patece mucha al del conductismo, el significado de una palabra no depende de lo que con ella se intenta o de lo que con ella se quiere decir, pues las disposiciones con- ductuales no son causa de sus manifestaciones conductuales."! Se trata de a conducta abierta, pii- blica, no privada: el significado de una palabra es tuna funci6n det uso reglamentado, esto es, depende de que se integre en usos sancionados por la come nidad hablante."? Puede describirse esto diciendo que esa expresién se usa bien porque pertenece a Juegos lingitcos 0 juegos de lenguaje (Sprachspdte que son formas de vida (Letensforme) de ta comunidad hhablante CEL Witgenstein, op it, 5 3455. CF id 82 "Ge ibd, 1000 GE ii 3 596597 Et ii Set iid PREGE, RUSSELL Y WHTTGENSTEIN 9 Uso, JUEGOS DF LENGUAJE ¥ FORMAS DE IDA Asi, la proposicién, para Wittgenstein, pasa, de ser retrato de la realidad, a set movimiento en el juego de lenguaje. De manera estrneturalista, se diria que hay un desplazamiento de fa lengua al habla, en lo que reside el sesgo pragmitico Se siti en el habla o el decir En esta etapa segunda y ya descle antes, para Wingenstein, “decit” es un término técnica que no se usa meramente como “hablar”, sino pata denotar lo que resulta de las oraciones genuinamente desctipt- vas, 0 sintictica y semdnticamente correctas. Los cenunciados correctos dicen, pero ellos se forman @ partir de un pequefio grupo de signes, y aqui hay una ‘cosa que parece original cle Chomsky, pero que ya Witigenstein la habia previsto desde el mismo Tracta- lus, a saber: que con un niimero finito de signos podemos genetar un ntimero casi infinito ce oracio- nes: "Pertenece a la esencia de ta proposicién el que sea capaz de comunicar un sentido nuevdM Por eso no extraiia tanto el paso de Ta semantica a le pragmit tica en la trayectoria de Wittgenstein, Las expresiones ‘cobran sentido en el contexto de un juego de lenguaje En Las Philosophical Investigations, el juego del len- guaje es “un conjunto de signos aplicados de man ra regular en conexién con actividades extralingiis- ticas (acciones)” Es una nocién practica y social WL Wingenstein, Fraaces Lege Philosophies Maid: Aa sa Lior, 1073 (i et) 4027 "A Tomasi Lengua y antmctafice Colac wig as Mester nterines Conacursny 1994, p33 bo PREGE, RUSSELL VWI TTGENSTEIN que sequiete, por ejemplo, de un entrenamiento, No definicién ostensiva, sino instruccién por osten- sidn_ Alli, en el seno de la comunidad de hablante en el acuerdo, surge el sentido de las reghas. Pero no. 5 un acuerdo sobre las reglas mismas (pues se supo- ne ya el lenguaje y por ende las regias), sino sobre la forma de vida En efecto, una persona sélo en el sen de una comunidad de hablantes puede tener el con- cepto de vegla Lo que distingue a un juego de lenguaje de otra es la practica asociada a él. Se estudia el lenguaje aplicado, las pasibilidades de utilizacién, Aijadas en conexién con la praxis, Se fijan los limites del senti- do, los cuales pettenecen a la gramdtica profunde de una expresion Estudiar esia gramética profunda es cestudliay flos6ficamente el lenguaje Se puede, pues, conectar la nocién de juego de Ienguaje con la de gramatica profunda en Witygen- stein, algo también parecido a lo de Chomsky. En el segundo Winigenstein, la granuitica filoséfica esti dla las veglas del Lenguaje, no s6lo las de sintaxis, ni s6lo las de semintica. Son reglas de sistema abierta que son pragmstico-semadnticas, enya ignorancia on os problemas filosdficos. Son regulaciones lin- aguisticas conectaclas con actividades, nunca se dan solas Por supuesto que lo floséficamente interesante del lenguaje no son las reghas de la gramatica super- ficial, sino las de la profunda, sobre todo por estar conectadas con “un cierto ntimero (indetermina- do) de proposiciones y de vinculos conceptuales que no se fundan en rizonamientos, argumentos, FREGE, RUSSELL VW ENSTEIN wi etc que son los que configuran el esqueleto del Tenguaje y determinan la légica de su uso, Tales proposiciones son las reglas gramaticales, La regla gramatical no es exactamente una proposi cién, pera puede vérsela como una de ellas, No es propiamente proposicién porque no es propiamen- te aseveraci6n, sino tuna guia para la practica lingdis- tica: En este sentido de “aseveraciin” la vegla gramatieal no dice nada. No se trata, empero, de una tautologia o de un sinsentido, por fa sencilla nién de que st enuneite ‘cin puede ser til en el proceso de aprendizaje y de la tensenianaa del uso coordinade de las palabras. Tiene, pes, an empleo nsegrarada "7 Sin embargo, las reglas pueden ser vistas como, enunciados, porque también tienen un uso, ¢, un significado. No son erunciados analiticas, sino sinté ticas a prior’y necesavios « posterior’ De maneia con- tingente dietan To que en el lenguaje es necesario Tales reglas son arbitratias, pero su arbitrariedad es limitada, Son a priari porque no dependen de Ia experien- cia del mundo, sino que Ia posibilitan, i. «, son logi- camente independientes del mundo en cuanto son condicién de posibilidad de ta experiencia, previas a ella. Pero son regias arbitrarias, en el sentido de que podian haber sido otras. (Pero aqui se puede plan tear a Witigenstein ln siguiente objecién: si cl len- sat p 6 © Wid p 30 2 FREGE, RUSSELL V WITTGENSTEIN guaje surge de la experiencia, de la accién con el mundo, zcmo pueden ser previas 2 ell?) Con todo, su arbitrariedad —como ya se dijo— tiene limites “Estos, sin embargo, no lo fija el mun- do, 9, mejor dicho, no los fijan ' propiedades esen- ciles', ‘rasgos necesarios’, etc , de la realidad, sino hhechas (contingentes) 5, sobre tod, las posibi des de la accién humana." Por eso la investigacion _gramatical, aunque no versa sobre signas, no es so- bie fenémenos, sino sobre posibilidades de los fené- menos ! Se descubren las reglas de uso de las expre- siones, las cuales detetminan el sentido de éstas sa investigacin gramatical, la gramitica, suplan- tard a lo que ha venido llamandose “Filosofia”. En efecto, los problemas filoséficos surgen por errores _gramaticales, y la nueva filosofia explicita sus reglas de gramitiea, con lo cual se aclara el sentido de las expresiones, mostrando que el problema floséfico surge de una violacién a las mismas, y con ello de. aparece éste. En lugar de resolverlo, hay que disol- verlo. En las Philosophical Investigations, Witagenstein suelve asu ideal del Traciatus lograr la visin correc: ta del mundo sin tener que constr wna teoria flo- sofica La gramitica extrae las reglas de uso de las expre- siones lingiisticas Los usos normados por reglas constituyen juegos de lenguaje y éstos dependen de las formas de vida Ya que hemos hurgadlo en lo que son los juegos de lenguaje, a través del movimiento 1 tid pp 39.60 ML Witigensicin, Pipa! lvtgetions seve 90. FREGE, RUSSELLYWITIG TEIN 155 de las proposiciones, ahora atenderemos a lo que son las formas de vida Wingenstein estuclia el lenguaje en conexidn con la accién, Dice: "Llamaré también ‘juego de lengua. je" al todo consistente en el lenguaje y las acciones on las que esti entrelazaddo” * Cada juego de len- guaje es un conjunto de palabras y reglas, palabras que son significativas en conexién con las activids- des que las originaron "El lenguaje es el conjunto die juegos de lenguaje, esto es, iene significado en fancién de ciertas acciones. Estas acciones se dan en Ia sociedad y son las que pueden configura for- mas de vida, junto con los coneeptas que se usan Los conceptos capacitan a una persona para usar las palabras que los expresan en los juegos de lenguaje en que se juega La estructura conceptual se mani- fiesta en el tenguaje vivo o en uso, Ese lenguaje vivo sel lenguaje natural FI funciona perfectamente, yes el inico posible; ningtin lenguaje "perfecto" puede suplantatlo ni mejoratlo. As compartir una forma de vida es pensar de fa misma ‘manera, pero pensar de la misina manera presupote que se hable un mismo lenguaje y hablar el misino te uals, una vex mis, estar sometio ata misma case dle mecanismos sociales. Se sigue que compartir una forma de vida no es una cuestién metamente verbal 0 lingiistica La accidn o la praxis es el eriterio dilimo, para decidir si dos personas piensan o no de igual thi sece 7 CL A Tomasi, op cit pp 9-08 = ibid pt 14 FREGE, RUSSELL Y WIITGENSTEIN La expresién “formas de vida" aparece cinco veces nada mis en las Philosophical Investigations, lo que mejor la define es el conjunto de acciones de una comunidad formando cierto sistema. De acuerdo con ello surgen ciertas reglas gramaticales o de jue- gos ce lenguaje y esto es lo que estudia la filosofia: Latnestgelén loslia de as formas de da comsste txpresiones de nuestro lengusje Ut dels princlpales La panension xcausrics Como puede apreciarse, el cambio de Witgenstein de su primera época a la segunda fue drstico pero consecuente, Mucho de fo que sostuvo en Tas Jnesti- _gaciones estaba ya larvado en el Tiactatus, Esto lo sox tienen eminentes investigadores de la Filosofia witt- gensteiniana, como Anthony Kenny. Lo importante es quie en st nueva modalidad, la filosofia del len- sguaje de Wiugenstein adquirié una modalidad neta- mente pragmitica e influyé mucho para que la filo soffa analitica adquiriera este tinte pragmatista Witigenstein, en su segunda época, desaté todo tun movimiento fan importante como el que habia desatado en Ia primera, En su primera etapa ha- bia transmitico a Russell su atomismo légico, como 2 aig p28 FREGE, RUSSELL Y WITTGENSIEIN 5 ste mismo autor lo reconocia, a pesar de que, fore malmente, era el maestro y aquél el alumto en Cam- bridge, Asimismo, Waisman ha mostrad lo que los neopositivistas y positivstas I6gicos debian al ts ligico-phitosophicus, Pero también las Philosophical investigations propiciaron la linea pragmtica 0 prag- matista de la flosoffa del lenguaje, que, por supu to, 1epercutié en la semistica, segiin lo ha hecho ver ‘Max Black. Ya hemos mencionaco algunos de sus exponentes, como Austin (aunque éfllegé de mane- va independiente a la pragmstica), pero la influe cia de Witigenstein se ve en otros continuadores, como Ryle, que, junto con Searle y Grice, es uno de los mas conspictios representantes de este giro prag- ico © pragmatista de la filosofia analitica, Lo mi mo se ve en Strawson, Geach y Anscombe y, de manera distinta, en Putnam y Rorty (y lo mismo. debe decirse, aunque en otro sentido, de Apel y Habermas) Baaxce La filosofia analitica, despues de haber desarrotlado mucho Ia sintaxis y la semintica, recientemente ha profundizado mucho en la pragmvtica, consciente de que es la dimensién de la semigtica mis compleja yabarcadlora Pero esta avenida de pensamiento ya tiene su histotia, Asi como Peirce, en la totalidad de su obra, inicié una linea de estudio pragmatista del Jenguaje, asi también Wiugenstein, en lo que se lla- ma su segunda dpoca, inicié otra, la cwal seria conti- nuada (si no seguida estrictamente) por autores tan 136 [PREGE, RUSSELL ¥ WITTGENSTEIN connotados como Austin, Rye Sealey Grice Otes tna contin aor, al mod como Putnam con vata de Peirce en in acwaldad y Fogein la de ‘Wtugenstin: Pero ha habid intentos de rein Loveinos por ejemplo, en Marcelo Dae, quien ha Tetomide varios de fos sspectos de ambos tore en su plameumiento pragmatic del lengua Esa linea pragmatsayanaltca, que se ha des arrollado mucho en la atuaidad (neusive €n ‘Ape, Habermas Ror) ace parejcn asemidiea Sensones se han infuidoy se han hecho buenss Sponeiones Por eso es importante conocer aig de trora también slo en algun de representa tes Eso nos ayudar’ a formarnos ates ns come pistayabareadoa de a historia dea seme y de dos vertents LA LINEA ESTRUCTURALISTA: FERDINAND DE SAUSSURE, ROLAND. BARTHES, UMBERTO ECO Y JACQUES DERRIDA Pranteasuento Una tinea muy importante en Ja semiética es la semiologia estructuralista Fue iniciada por Saussure ¥ two cultivadores conspicuos como Barthes y Eco. Sin embargo, ha tenido autores relacionados con ella, que conforman otras escuelas, como la de los formalistas rusos, ya la de Moses, con Jakobson, Bogativev y Vinocur; ya la de Leningrad, con Sklovs. is, Eikhenbaum, Tinianov y Propp; a de Bajtin; la de Tart (en Estonia), con Louman, Uspenski y Giv'jan; Ja de Praga, con los yn mencionados Jakobson y Bogatirey, y ademas con Mukarovsky y Tiubets de Copenhague, con Hjelmsley;! ka de Paris, con LeviStrauss, Benveniste, Barthes, Greimas y Kristeva ¥ otras ms, tanto en Europa como en América! orient estuctralns es muy sl el Hono de inex Bn fs dl igo Intraductal emir, anor El Colegio de Michoacan, 15, re otra ineas mas de cult a semisics se encuentra 1a fenomenelégica, eon Elser (Zar Lath der Zeilen exert en 1890 y publicado tanta 1970} y algunas aupectos de Ia obea de Heider 157 LA LINEA ESTRUGTURALISTA Slo podemos atender a algunos de sus exponen autotes que nos den una idea lo mas representa tiva posible acerea de este movimiento. Fue muy numeroso y extendido, sobre too en los sesenta, Ahora se habla de postestructuralismo, debido a ert ticas muy severas de autores como Foucault y Derr dla; pero el estructuralismo sigue vigente en varios de los analisis que se hacen hoy en dia Saussure 1 ginebrino Mongin-Ferdinand de Saussure (18 10F3) fue uno de fos padres de la Semitic, en la forma de la semiologia* Propiamente sc dedicé a Ts ingsiea, pero uimbgn inl la senlogta De Nec, fee andar def linge estretwal ses como lengua abl, sncroniny diaron Ba Cine engin gece (pubic > 1918), aque poseemos waves de au redaccones de as dist ipules Bally Sechehaye, vermox que planta una Ciencia genera del sgno: la semologi, A diferencia de Peirce, que colocaba este estudio en a flesofiay Iatdgien,Sausstre To ubicaba en a pcolog 0, ms Definia ent dsciplina como "wna cieneia que estudit I ida de Tos signor en elsen0 de In vida ® Sobre Susie, ef M Bewebot, Linge strana y fle fia Mexico. Universidad La Sale 17H, donde se era adenits de Piaget, Chomsky yours LALINEA ESTRUCTURALISTA 9 social” * Ella wattria de los signos en general, esto es, de todo sistema de signos, aunque él privilegis el signo lingtistico, Sin embargo, mucho de lo que dijo en ese Curso vale para el signo como tal, por jemplo la dualidadl de aspectos en el signo: el signi- ficante y el significado, si bien é! lo aplicé al signo linguistico. En efecto, para él el significante es la imagen aeiistica de la palabra en cuestion, y el signi ficado es el concepto o fa imaigen mental del objeto? Con todo, guardando las diferencias, se puede apli- car su esquema al signo sin mas También la lengua y el habla son dos aspectos del lenguaje. Podria decirse que Ia Tengta es el lenguaje sin el habla, esto es, um sistema colectivo de signos, que se ¢jecutan por el habla del individuo." Es un sis- tema de valores, es decis, sus elementos valen por algo y cumplen una funcién. El habla es el acto indi vidual que pone en ejercicio esos elementos de la lengua. El significante y el significado, en el signo lingutistico, se relacionan de manera arbitraria? EL valor de los signos es diferente de la significacién, Pero tan importante como ella o acaso mis, pues surge de las relaciones que se dan entre los elemen- tos dentro del sistema, de sus oposiciones y asocia- ciones, constituye sus articulaciones * Hay dos ees de consideracién: uno de fa simul neidad, otro de la sucesién, es decir, uno estitico y SF de Sas 1988 (a ed). p Scr iid, pp SCE ahd. p a6 tid, p LOM tid pp 18s Game nite gor Mico: Fo 04 180 LALINEA ESTRUGTURALISTA otro dindmico 0 evolutivo, ¢] primero es denomina- do sincrénico y el segundo diacrdnico * El primero estudia la lengua de manera fija, en un estado estable, sin tomar en cuenta su evolucién social; el segundo no hace abstraccién del tiempo, sino que estuclia los fendmenos lingiisticos en sut proceso histérico, Lo sincrénico es contempordineo; lo diacr6nico discurre a través del tiempo. Asi, se pueden estudiar los ele mentos de la lengua de manera atemporal, casi abs- tuacta, o segiin las modificaciones que van adquitien- do en el decurso de la historia Hay también dos ejes de relacidn: el sintagmtico y el asociativo (0 patadigmatico);! en el primero, los signos se relacionan in praesentia, por la oposi- cidn que dicen unos con respecto a otros (por ejem- plo, la cadena de palabias, en fa que los fonemas se disciemen por estar tino frente al oUF, como en “te leer", “contia todos”, “la vida humana”, "Juan es bue- no’, “si hace buen tiempo, nosotros saldremos”); en el segundo, los signos se telacioman in absentia, por las asociaciones y evocaciones que surgen a partir de ellos (por ejemplo, una columna de orden dérico nos hace pensar en una de orden jénico, 0 en una de orden corintio, etcétera) Estos elementos del analisis pueden transvasarse de Ia lingiistica a la semiologia; por ejemplo, la dis: tinci6n enwre sinerénico y diacrénico, pues en la pri- mera dimensidn del analisis se estudia cualquier sis. tema de signos, por ejemplo el de las formas de cortesia, y se toman sin relacién con el tiempo, o el Ch iid, pp 1942 GE ib, p UTES LA LINEA ESTRUGTURALISTA 1 Proceso histérico, sino de manera abstracta, en un segmento de su existencia; en cambio, el estudio di exénico implica la temporalidad, y, por lo mismo, la historia. También pueden pasarse a la semiologia los jes sintagmatico y paradigmatico, pues el primero toma a los signos diferencisindose por sus oposicio nes, mientras que el segundo los relaciona mediante sus asociaciones Esto puede aplicarse a un mundo de objetos que contienen significancia Como se ve, son valiosos los aportes de Saussure a ‘esa disciplina general del signo que él mismo vio co- mo necesaria. Aun cuando propiamente trabajé como lingiiista, su perspectiva fie tan amplia y clarivie dente, que se aplica con justeza a la semiologia 0 semidtica.!" Aunque Saussure era suizo, two sus con- tinuadores mis fervorosos en Francia, tales como Claude Lévi-Strauss, Algirdas Julien Greimas y Roland Barthes Veremos, como ejemplo, a este dltimo, Barus Roland Barthes (1915-1980) desarrollé a semiologia estructuralisa y le dio sistematicidad. También cons ‘euy6 una ciencia de fa literatura, pero sobre todo la semiologia. Por eso tiene una critica literaria, o, mejor, una semiologia litearia Nacié en Cherburgo y pas a Bayona y a Patis, " Sola denominarse“semnologia” nuestra cencia en les debi < ueturalism: en eximbio, seine” ee sido por fos pragma y analien: pera, a partir de wn con areso de fa Asocacion Internacional de Semiatien, en 1869, se cont6 usar el nombre “semiotics, con fines de unis we LALINEA ESTRUCTURALISTA donde se grachué en letras clasicas en la Sorbona. En 1939 ensefis en liceos de Paris y Biarritz Pasé la ocu- pacidn alemana en hospitales de los Alpes, atendién- dose de uberculosis, Después de ta segunda Guerra Mundial, ensefié en Rumania y en Egipto; en este tiltimo pais entré en contacto con Ia lingiiistica por medio de A. J Greimas." En los cincuenta regresa a Francia, Fue becado por el Gentro Nacional de la Investigacion Cientifica para hacer una tesis sobre lexicologia del siglo xts, pero escribe mas bien so- bre otras cosas. Consigue otra beca, para escribir sobre la moda. Trabaja en la Escuela Practica de Altos Estudios, seccién de economia y sociologt ineursiona mucho en la critica literaria, y en 1964 escribe amos Elementos de semiologia, que seriin chisi= cos para la teoria estructuralista del signo En 1976 es nombrado miembro del College de France, como catedritico de semiologia literaria. Ser catedritico cle esa institucign es el grado académico ms alto en Francia Su primera obra fue Ef grado cero de la eseritura (1953), donde ve a Flaubert y 2 Camus como el grax do cero de la escritura, sin compromisos (como los ‘que queria Sartre), y aplica su andlisis de segundo orden, Esto se ve en Milologias (1957), donde analiza Jas mitologias de la vida cotidiana, y culmina con un texto sobre el mito hoy: Tiene también estudios de critica literatia: Michel por é mismo (1954), Sobre Racine (1968), Ensayos eiticos (1964), Critica y verdad "Sure Greimay, ef M, Beuelion,Frtade de Aamenctica ava sig Meso! unsaved, 2000 (28 ed cap Gt] Galler, darth, México: se 1987, pp 9:26 LA LINES ESTRUCTURALISTA 3 (1966), /2 (1970), Sade/Fourier/Loyota (1971), Et lever del texto (1973), Fragmentas de wn discursa amoro- 80 (1977) y El grano de (a vox (1981). Pero avin mas nos interesan Flementos ce semiologia (1964), El sistema dle la moda (1967), EL imperio do los signos (1970) y la Leccién inaugural de la catedia de semiologia litera- ria en el Collége de France (7 de enero de 1977) En sus obras de critica literaria, Barthes favorece la lectura del lector, aun a riesgo de subjetividad Promueve la "muerte del autor”, le manera cercana Foucault y otros, Ve que el autor ha de desapare- cer El lector no siempre comprende, pues hay tex tos que todavia no se pueclen leer, aunque se pue- dan escribir: Son escribibles aunque no son legibles Por eso apoya fa literatura de vanguardia Barthes fue uno de los que, en los sesenta, hici realidad el suefio de Saussure, de una semiologia que fuera el estudio del signo en general, més alli de la lingtiistica. Varios antropdlogos aplicaban los esque- zmas lingitsticos estructuralisias con éxito, y eso Hlev6 a buscar una mayor generalidad, Barthes estudia el significado. ¥, ademiés, estudia cma hacemos intel gible o significativo lo cotidiano Cémo hacemos sig- nificante lo insignificante. Por eso analiza sobre todo lo no dicho, o fo que queda implicito 0 atemiético, Sabe que su semiologia no es ortodoxa, pues cues tiona las otras disciplinas establecidas. De hecho, dice que es una desconstruccidn de a linguistica, 0 el tomar en cuenta fos elementos de la significacion que el lenguaje cientifico ya no toma en cuenta por considerarios impuros En la leceién inaugural defi- ne la semiologia como wet LA LINEA ESTRUGTURALISTA ese trabajo que recoge la impureza de la tengua, el de fecho de la lingaistica, Ia corrupeién inmediata del mensaje: nada menos que los deseas, los temores, las nueeas, ls intimidaciones, los adelantos, as ternuras fas protestas, las excusas, las agresiones, las melodias de Ins que ests hecha Is lengua activa Siempre busca los elementos del significado que las disciplinas ortodoxas dejaban de lado. Y cuan- do se dio la semiologia como algo firme, Ia de Bar thes se voled a actividades marginales a aquélla En sus Elemento de somiotogia, expone los concep- tos bisicos de esa disciplina: lengua/habla, signifi cante/significado, sintagmatico/paradigmatico, de- notacién/connotacién, etc. Dice que la semiologia ene por objeto de estudio todos los sistemas de sig- ros, cualesquiera que sean su sustancia y limites: imagenes, gestos, sonidos melédicos u otros conjuun- tos de objetos. "El lenguaje no es mds que un sub- conjunto de tos signos, pero es el mis complicado y el que da Ia pauta para estudiar los otros sistemas Dacia esa dependencia de la semiotogia respecto de Ia ingiistica, Barthes habla de ella como destinada a ser absorbida por una tvanslingistice, poniendo a la semiologla como una parte de ia Fingtistica ‘Asi, dice que aplicara la oposicién lengua/habla ‘2 comunicaciones cuya esencia no es verbal",!? como la moda (en ropa o en automéviles) y a lt eR Barthes, “Lecein inaygral’ en el miso, tf placer del oad Lec ange, sic: Siglo XX1, 1974. p 157 ER Barden, Elmrats de snl, Mari Alberto Coxe Wi pis er fil. p 13 had, p 2 LA LINEA ESTRUCTURALISTA 165, comida, pues en una y en otra hay un conjunto de elementos que se ponen a nuestra disposicién, pero sélo actuamos 0 realizamos algunos, segtin ciertos motives También significante y significado pueden aplicarse a los objetos, pues, mas alld de la funcién practica de una cosa, por ejemplo ta de un abrigo, que es proteger del frio, se da el ser significante de algo ms, como el estatus de quien lo porta, y, asi, 1o insignificante se vuelve significante. El significante nos conduce al significado, es su mediador;# y, asi, el abrigo nos sefiala la clase social (0 las pretensiones) de quien lo lleva A avés del significante y el signi cado, el signo ejerce su significacién (semiosis) Pero en a semiologia la conexién de significante significado no siempre sera arbitratia o inmotivada; puede ser motivaca, esto es, analégiea, o en un mi mo sistema puede haber signos arbiuarios y otros motivados Lo sintagmatico y paradigmatico también se pue- den encontrar en la moda, la comida, Ja arquitectu- 12, etc.” Barthes dice: El moo de rtcuaci de los dos ges aparece en ace tun detetminado pardigma se extiende en sntagma de ‘na/sistema,yex probablemerte en torno a esas trans con el vaciamiento del sistema semantico * CE iid, pH GF aid” pp. 5854 CE iid p OF 2 tid p 84 15 LA LINEA ESTRUCTURALISTA Ademis, en un sistema de significacién se da la relacién (x) de un plano de expresidn (e) yun pax no de contenido (c), a saber: Enc; y, a veces, en el plano de la expresidn se inserta un segundo sistema ‘que también consta de expresidn y contenido, esto fe, (enc) Rc, Cuando esto ocurre, surge una semidti- ca connotativa (Hjelmstev) El segundo sistema es el plano denotativo y el primero, que se inserta en. Aquél, es el plano connotativo Esto sucede, por ejemplo, on fa literatura, Cuando sucede al revés, a saber, cuando el sistema ene se convierte no en pla- no de expresién, como en la connotacién, sino en plano de contenido: ex(exc), se da un sistema deno- [ntivo, como un metalenguaje Esto también se aplica a la semiologia y no solamente a la lingiist ca! Asi, la semiologia estudlia los sistemas de signos distintos de la lengua, construyendo un sinulacre de los abjetos observados Se busca la pertinencia de los elementos al sistema desde su inmanencia; con ello se establece wn coypus, el cual puede ser de modas, comidas, etc. A veces s¢ estucliatn s6lo en sincronia, a veces también en diacronia Barthes termina diciendio: Estas selecciones iniciales son puramente operativas y necesariamente, son en cierto modo arbitearias: no se puede predeterminar el ritmo de ransformacion de los Sistemas, ya que la nalidad quizs esencial de fn invest- gacidn semiologiea (es decir, lo que habra de encom trarse en dhiima instancia) es precisamente el descubri- imiento del iempo propio de los sistemas, la historia de fas Formas Sr hats 9b Sr hid pp 948% 2 id pp 01-102 LALINEA ESTRUGTURALISTA 167 Como se ha visto, los conceptos que explica en ese libro provienen de la lingitistica, pero él quiere apli- carlos a cosas no lingitisticas. La semiologia busca estas distinciones u oposiciones en las cosas En efec- to, si las acciones y Jos objetos humanos tienen signi- ficado, hay un sistema de dlistinciones y convenciones que les da ese significado. Puede ser inconsciente 0 consciente, velado o franco Esto se puede detectar cen la comida 0 en el vestido. Por eso Barthes se decli- 6 a estudiar la morla, y escribid £1 sistema de fa moda, ya que hay una gramatica o sintaxis y ademas una semintica de esos usos y cosiumbres del vestir No significan lo que parecen significar a primera vista, sino algo mas hondo: las relaciones sociales (de poder, de riqueza, de prestigio, cic), con lo cual constituyen uno de los modos en Ios que el hombre dla significado a fo insignificance. El hombre habla a los demas con su indumentaria, Se manifiesta, se expresa En diferentes lugares se viste de mado cife- rente, cambia. Hay detalles muy pequefios que hacen distinguido el atuendo, hay cosas casi imperceptibles que lo vuelven elegante. All es donde el ser humano ceposita sus significados, emite sus mensajes Y todo ello tiene que descubritlo y desentrafiarlo el semiélo- go que busquue la inteligibiliad de su época Dice, en Ensayos eritics, “Moda y literatura signifi- can fuertemente, sutilmente, con todo lo complejo. de un arte extremo, pero, por decirlo de algin modo, significan ‘nada’, su ser esta en la signifi cién, no en lo que es significado” * Se busea, pues, Barthes, Eugenia Uarceonas Ss Basal, 178, p18 168 LALINEA ESTRUGTURALISTA cl sistema. Es el sistema el que va a dar las coordena- das de la significacidn, que nos dard el mecanismo 0 el mapa de los significados. Pero, al final, Barthes reniega o se burla un poco de la cientificidad que busc6, que pretendié, Acaba dando prioridad a la significacién sobre el significado, por lo que no que- da sino ver como imposible esa ciencia de la semio- logia, o semiologia cientifica, y dedicarse a ver lo que hace imposible su cientificidad. Al captar el sis- tema, se ve lo irrelevante de los contenidos. Por eso también se gozé en estudiar los aspectos semiologi- cos que se resistian al anilisis cientifico. Opta por producir un discurso no abjetivo, esto es, sin poder, que sélo pretende ser una excursién agradable * Pero siempre hay el interés por reflexionar sobre los, significantes y los significados en las relaciones que pueden ser sistemdticas Si hay una significacién, hay tun sistema que lo engendra Boo Umberto Eco, nacido en Alessanclia, Italia, en 198% es uno de los que recientemente se han propuesto conjuntar elementos tanto de la linea de Peirce como de la de Saussure. Estudié en la Universidad de Turin, en la que se doctoré con una disertacién sobre la estética en Tomas de Aquino. Enseié en las universidades de Turin, Florencia y Mikin, hasta obtener fa cdtedra de semidtica en la de Bolonia Ha CE el mismo, “Leccén fmaigural’ en af et 147 LA LINEA ESTRUCTURALISTA 169 sido profesor visitante en numerosas partes, sobre todo en Estados Unidos y América Latina Conoce la historia de los estudios semiolingtiisti- cos, como se ve en sus primeras obras: If problema este tico in Toumaso d’Aquino (Mian: Bompiani, 1956), Opera aperta. Forma eindeterminazione nelle poetiche con- temporanee (Mitic: Bompiani, 1962) y La definizione dall'arte (Milan: Mursia, 1968). Aunque comienza demasiado centrado en Ia estética, pronto la asocia 2 la semiologia, segyin se aprecia en otras obras suyas: Appunti per una semiologia delle comunicazioni visi (Milan: Bompiani, 1967), La sirutura ausente Introd. zione alla ricerca semiologica (Milan: Bompiani, 1968) y cen Le forme del contenuto (Milén: Bompiani, 1971) Et 2s0 a Ia semistica se ve en trabajos ya de mds siste- matizacién, como son Il segno (Mildn: rset, 1973) y Tratatto di semiotica generale (Milan: Bompiani, 1975) Hay aplicaciones, como en Dalla periferia dellimpero (Milin: Bompiani, 197) y en Lector in fable (Mil Bompiani, 1979), y conexiones con la filosofia, como en Semiotica e filosofia det linguageio (Turin Einaudi, 1984), Vuelve a la estética en Sug specchi ¢ altri saggi (Milano: Bompiani, 1985), La estrategia de In itusién (Barcelona: Lumen, 1986) y Arte e belleza nell estetica medicvale (Milan: Bompiani, 1987). En- tronea con la hermenéutica en limiti dellnlerpreta- zione (Mildn: Bompiani, 1990) y con la pragmatica cen Inierpretation and Overinterpretation (Cambridge: Cambridge University Press, 1992) ¥ explora nueva- mente la historia en La ricerca della lingua perfeta nella cultura europea (Bari: Laterza, 1993) y en Kani y ef ornitorrinco (Barcelona: Lumen, 1997).

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