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PARA DIOS
Experiencias personales de mi vida con el Señor
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UNA VIDA OFRENDADA
PARA DIOS
Experiencias personales de mi vida con el Señor
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Índice
Prólogo ............................................................................................... 5
Introducción ...................................................................................... 7
Capítulo 1
Infancia con el Señor ................................................. 13
Capítulo 2
Mis primeros pasos en solitario. ................................. 19
Capítulo 3
Batallando por la fe. .................................................. 29
Capítulo 4
Esperando en el Señor mi compañero. ........................ 38
Capítulo 5
Propósito de Dios y avivamiento de mi ciudad. ........... 52
Capítulo 6
Respuesta y oportuno socorro. ................................... 65
Capítulo 7
Sirviendo en el hogar. ............................................... 74
Capítulo 8
Recibiendo mi tercera petición. .................................. 84
Capítulo 9
Algunas de las más sorprendentes experiencias en Dios
................................................................................ 89
Capítulo 10
Llamado de Dios a Mónica. ....................................... 98
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Capítulo 11
Trabajando para el Señor en mí trabajo. .................... 102
Capítulo 12
Un nuevo propósito de Dios para con mi vida. .......... 105
Agradecimientos y dedicatorias. ................................................. 109
4
Prólogo
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“DIOS TE BENDIGA MUCHO
Y TE HABLE A TRAVES DE ESTAS PALABRAS “
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Introducción
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Las iglesias de esta denominación están organizadas de la
siguiente forma:
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No todo el mundo puede acceder al coro, deben ser personas
muy responsables con el cargo que ocupan y con buen
testimonio ante la sociedad, además de tener “llamado” (don y
certeza, convicción de su labor) de parte de Dios, para el coro.
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El que tiene la autoridad de poner y quitar a personas del coro
es el pastor. Lo pone en oración y si Dios se lo confirma por
medio del Espíritu la pone o la quita.
Una parte muy importante del coro son los músicos. Estos, al
igual que el coro deben seguir unas normas de comportamiento
y cumplir los requisitos que se les exige su cargo. No obstante,
no son imprescindibles, pero si necesarios, un culto puede
empezar sin ellos, pero sin el coro resulta más difícil.
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son ungidos por el Espíritu de Dios traen mucha bendición al
pueblo.
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ellos también deben tener un testimonio limpio ante la sociedad
y estar bautizados por inmersión.
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Capítulo 1
13
A mis abuelos maternos los he conocido como unos ancianos
muy buenos y que ayudaban mucho a mi madre.
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madre, porque no compartía la fe de un evangelio nuevo y que
no entendía…
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forma, que recuerdo una anécdota que me sucedió con las niñas
que vivían en mí mismo barrio.
Os cuento….
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…. su habitación en el fondo del salón, una pequeña cama
donde nos acostábamos juntas, una luz tenue encima de la
mesilla que estaba junto a la cama se dejaba encendida y
llegado el momento de acostarnos, nos sentábamos en la cama
cubriéndonos con las sábanas, nos echábamos por encima esa
colcha de ganchillo que ella misma había elaborado y entonces
es cuando llegaba el momento de aprender y me decía…
Ella cantaba muy bien. Tenía una voz muy bonita, dulce,
melodiosa con la que adoraba a Dios y poco a poco sin darme
cuenta se me despertó el celo por la alabanza.
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escritura me gustaría hacer un stop para preguntarte algo, ¿y
tú? ¿a ti también te llamó el Señor de niño?, quizás lo hallas
conocido de mayor, pero ¿tienes la seguridad de que tú eres de
Dios?, no temas, tu propio espíritu te da testimonio de ello.
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Capítulo 2
En ese tiempo yo empezaba a salir con mis amigas con las que
solía ir a los cines, al parque y a merendar, pero todas esas
actividades no me saciaban, me sentía vacía, aún cuando
celebrábamos cumpleaños o fiestas me sentía fuera de lugar.
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En ese tiempo estaba pastoreando el hermano Ángel.
Carmen otra niña muy simpática que se había criado sin padre
y que conocía el evangelio desde muy pequeña, era muy
soñadora, tenía un carácter muy dulce, pero a la vez era “muy
testaruda”.
La otra mujer Marta, era paya (no gitana), vivía para Dios y
apoyaba mucho la obra.
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De guitarrista había un joven, José primo mío, que se entregó
al Señor y que componía alabanzas que después nosotras
cantábamos.
En ese tiempo nos esforzábamos mucho para cantar porque no
sabíamos muy bien. Las alabanzas las comenzaba mi primo y
nosotras le seguíamos.
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y no entendía su oposición porque estaba convencida de que no
había hecho nada malo, al revés quería seguir a Jesús.
¿Por qué tuvo que ir ella ese día al culto?, ¡si ella no
viene nunca!, ¿qué ha pasado hoy?
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Yo quería experimentar que era eso, que se sentía, ya que todos
decían que sentías mucho gozo y que no se podía expresar con
palabras, pero comenzó a forjarme en la paciencia, ya que tuve
que esperar casi dos años antes de recibirlas.
Emilia nos dejó pronto solas ya que se casó muy joven, con 15
años, pero Dios ya tenía a otra persona para ocupar su lugar,
una niña flacucha como yo de fuera, mi amiga Patricia, que
vivía a temporadas cerca de mi ciudad.
Nos hicimos grandes amigas hasta hoy y ella venía todos los
días al culto ya que el pastor era tío suyo y venia con él.
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iglesia (la mía), yo no sabía que ellos eran miembros de aquí y
me llevé una grata sorpresa ya que la mujer, la hermana
Araceli, se puso en el coro con nosotras.
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Íbamos a la casa de la hermana Doris que se brindó a abrir sus
puertas al evangelio y se hacía culto en su casa para dos
familias. Esto después dio su fruto.
Tania era una joven mayor que yo muy alegre, cantaba muy
bien y solíamos compartir la tarea de sacar las alabanzas (en
ese tiempo ya las comenzábamos nosotras solas).
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Esta familia vivía cerca de mi casa, ella y yo éramos amigas
desde pequeñas, fuimos juntas al colegio.
El nuevo local me parece que era una tienda o algo así, ya que
tenía al final una cámara frigorífica. Era estrecho y alargado, su
anchura era la de un poco más que el ancho de un banco de la
iglesia y al final de este había una puerta que daba a un patio
donde supuestamente se criaban pollos. Deducción a la que
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llegué después de ver el suelo lleno de señales de excrementos
secos de ave.
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producía mucho gozo, lloraba de alegría, sentía como se me
levantaba el vello de todo el cuerpo y mi boca no podía dejar
de hablar un lenguaje nuevo. Por fin conseguía mi regalo,
¡gracias Señor!
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Capítulo 3
Yo era una niña con un carácter muy débil. Por fuera podía
aparentar ser fuerte, pero en realidad era muy sensible y
cualquier cosa me afectaba mucho, ya que le daba muchas
vueltas en la cabeza.
Por respeto hacia él, como gitano, me dejaban ir, pero no muy
continuo. Aquí debo dar gracias a Dios primero y al pastor por
haberme permitido estar en el coro todo ese tiempo, aún con
los problemas que tenía y sin estar bautizada.
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personas que iban a los cultos. El evangelio si que les atraía,
pero los cristianos no, ¡no estaban realmente convertidos!
Aquí comenzó un verdadero calvario y una fuerte lucha en
contra de ellos, porque actuaba y pensaba como niña.
Me solían contar como otras niñas iban a los cultos por encima
de sus padres, y como sufrían en carne propia las ofensas de
seguir a Jesús, teniendo consecuencias impropias de sus padres.
Hay que saber muy bien, lo que se dice y como se dice, porque
sin saberlo podemos hacer mucho daño y marcar a las
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personas. ¡CUIDA LO QUE DICES Y A QUIEN LO DICES!
que de tus palabras dependen muchas cosas.
Ellas me decían:
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Hoy día la realidad es otra, gracias a Dios habemos mujeres
con un conocimiento más profundo y sabemos dónde está
nuestra mano derecha, por lo menos para no llevar a error a
nadie con malas interpretaciones y no hacer unas personas mal
fundamentadas en Cristo.
Quedaba con mis amigas para saber a qué hora iban a volver y
les pedía que me esperasen, para que mi madre me viera llegar
con ellas y pensara que había salido a pasear, pero no sé cómo,
se enteraba y ya estaba el lío.
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alabanza, me sentaba en mi coro a cantarle a mi Dios con toda
mi alma.
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conformar con ver como ellas triunfaban mientras yo me
hundía.
34
Poco después cambiamos de pastor y entró el hermano
Fernando.
35
Cuando yo la conocí era una joven callada y que lo había
pasado mal en su vida. Perdió a su padre (murió) y estaba
separada de su marido. Comenzaba sus primeros pasos en el
Señor y Dios la bendecía mucho.
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Con todo el sufrimiento que pasé sucedieron tres cosas: aprendí
a tener paciencia, a esperar en el Señor, a tener fe y me indujo a
la santificación. Me preparó para el siguiente proceso que me
tenía reservado y que se añadía a mi espera.
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Capítulo 4
38
Fui a ese cumpleaños con el coro donde también habían
invitado a otras mozas no cristianas, algunas eran amigas mías
de antes de ir al culto.
Me tuve que ir por la hora que era, pero antes de irme, insistían
en que bailásemos con ellos, pero una de las normas que antes
había para los coros, era que no se podía bailar en fiestas.
Teníamos unas normas de comportamiento muy estrictas, ahora
ya no tanto, se han ido flexibilizando y adaptando más al
tiempo en que vivimos.
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A la mañana siguiente me levanté muy contenta porque el
Señor me mostró en sueños que iba a ser mi compañero, pero
yo no me fiaba de mí, por los sentimientos que se me habían
despertado y le dije al Señor que se lo mostrase a otra persona
que no supiese nada.
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Aún no había terminado de decirlo cuando ya estaba orando el
pastor por él. Me gocé mucho, pero lo que me hizo afirmarme
fue algo que sucedió después.
41
Desde el momento en que hablé con Doris y con continuas
confirmaciones por la palabra, visiones de otras hermanas,
sueños y profecías, experimenté como mi fe se fue haciendo
más fuerte y grande.
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“Padre si entra en tu voluntad y este es el compañero
que Tú me has traído, te pido que por mucho que yo
intente olvidarlo no pueda, por el contrario que cada día
lo quiera más”.
Tuve que esperar cuatro largos años, hasta que el último año de
espera fue cuando el Señor se ganó su corazón para mí. Él
sabía que a mí me gustaba, por los comentarios típicos de
mozos y mozas, además de que a mí se me notaba mucho,
porque en cuanto lo veía me ponía como un flan.
En ese tiempo y como norma del culto, sobre todo los coros, se
solía ir muy discreta en cuanto a vestimenta y adornos porque
no se nos permitía.
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dentro de un orden, algo que fue trasmitido por el hombre y
que tardaría años en superarse, aunque alguna norma ha
prevalecido todavía.
44
Su hermana y yo nos hicimos muy amigas, además de ser
hermanas en el Señor, y me dijo un día…
¡Loli, espera!
45
Cuando mis ojos lo vieron me estremecí por dentro, él se iba
acercando cada vez más y no sabía qué hacer, tenía alegría y a
la vez mucho miedo, me daba mucha vergüenza hablar con él y
más sabiendo para lo que era. Por una parte, quería quedarme,
pero por otra quería salir corriendo.
Ese día el 14 de agosto del año 1988 con 20 años de edad nos
hicimos novios y al año siguiente nos casamos.
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Quiero hacer un stop y reflexionar en este apartado de este
capítulo, ya que cuando sucedieron estos acontecimientos
pensaba de una forma, y recientemente Dios me ha cambiado
la perspectiva.
47
Su palabra nos enseña que Él es la cabeza, él es el esposo y
nosotros la esposa, por lo tanto, la esposa está sometida a
autoridad en su esposo, recordad lo que nuestro hermano Pablo
nos dice en,
Es cierto que en muchos hogares son las mujeres las que llevan
las riendas de la casa a causa de la incapacidad del varón, bien
sea por descuido, irresponsabilidad o quizás también puede que
sea… piensa un poco… ¿pudiera ser que tú no le dejas ejercer
autoridad en la casa queriendo tomar tu dominio de todo?
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Quisiera que abrieseis vuestro intelecto para entender lo que
estoy diciendo sin malos entendidos.
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sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
2. Considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
La mejor forma de ganar a tu esposo para el Señor es por medio de
tu testimonio, que él vea el cambio en ti.
Proverbios 14:1. La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus
manos la derriba
50
A través de nuestra experiencia y testimonio personal podemos
instruir a las más jóvenes, siendo un espejo en donde puedan
mirarse.
51
Capítulo 5
Mi padre:
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el tabaco) pero, tengo mucho vicio con el tabaco y no
puedo dejarlo, solo el Señor podría hacerlo”.
El Tío Pepe:
Creeréis que esto me agradaba, pues en parte si, pero por otro
lado no era justo que tuviese que estar en juego la vida de mi
padre. No creáis que Dios los castigó con esto, no, por el
contrario, Dios uso esas circunstancias, que habrían pasado
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igualmente, para beneficio mío. Dios sabía todo y así pudo
llamar a mis padres, para que cediesen en su actitud hacia el
evangelio.
54
Cuando el pastor terminó de orar mis padres le dijeron que iban
a empezar a asistir al culto y que querían bautizarse en los
próximos bautizos.
55
Se levantó por la mañana como cualquier otro día y al ir al
baño a asearse se lavó las manos y de pronto vio algo en
ellas…
“¿Que será esto?”, se preguntó al ver una pequeña
marca de color marrón en el dedo pulgar de su mano.
Esa noche Dios lo marcó como señal de que ese era el camino
que debía seguir.
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trabajado, unido a la señal que Dios le dio a mi ciudad por
medio del hermano Pepe.
57
A las cuatro de la tarde ya habíamos quedado en casa de
Aurora, ella era una hermana casada que no tenía hijos y nos
brindó su casa para orar a las del coro, y lo hacíamos junto con
ella.
De ahí salíamos corriendo hacia la oración que se hacía a nivel
de iglesia todos los días a las seis de la tarde en el culto.
Cuando terminaba íbamos a tomar un café y enseguida
empezaba el culto.
58
Había tanta gloria de Dios, todos los días, que llegó a nuestros
oídos que se nos llamaba “La Nueva Jerusalén”.
59
Era una persona que oraba mucho, le gustaba vivir cerca Dios y
era como la “mami” de todas por ser mayor y porque era en ese
tiempo la dirigente del coro. Y en la actualidad es mi cuñada.
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suerte para mi pasó de ser mi amiga, a ser mi hermana, y en la
actualidad somos cuñadas por los maridos, por lo tanto,
siempre estamos juntas; sin contar que vivimos en el mismo
edificio. ¡Qué Dios te bendiga mucho por ese lugar que has
ocupado en mi vida y por ser una hija de Dios!
Nerea era una moza que casi no se oía en el coro, nunca daba
problemas, solo se limitaba a servir a Dios hasta que le llego a
su vida su compañero y con el tiempo se alejó de nosotras. De
vez en cuando sigue viniendo a los cultos.
61
Pepi es al mismo tiempo amiga, hermana en Cristo y pariente
mía.
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la casa de la hermana Ingrid, a la casa que tenía otro barrio de
la ciudad.
63
Desde que comencé mi caminar estos fueron los períodos de
tiempo en que recibí mis peticiones y por este orden:
64
Capítulo 6
65
En ese tiempo no tuve impedimentos para hacer lo que quería
en cuanto al culto, por el contrario, recibía mucha ayuda. Mi
marido asistía a los cultos el día que podía y no se metía en que
yo sirviera en el coro, que me reuniese con ellas o que
participase en ayunos, vigilias… etc.
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al que estaba acostumbrada a recibir de Dios, pero mi fe en ese
tiempo era una montaña.
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Mi marido dejó de ir a coger limones y comenzamos a salir a
vender los dos juntos al mercadillo; de esta forma podía pasar
más tiempo con mi esposo y no me sentía tan sola.
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Fui corriendo a contárselo a mis padres y ellos se movilizaron,
convenciendo a la policía de que nos dieran quince días para
gestionar las cosas.
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mirabas te cerraban las puertas, miraste a la izquierda y
no podías seguir porque estaba el mar.
A lo que yo contesté…
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Mi padre y mi compañero se miraron y se echaron a reír. Mi
padre me dijo…
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“Vi una palmera muy alta en medio del desierto y de
repente comenzó una tormenta, tan fuerte, que cuando
soplaba el viento la copa de la palmera tocaba el suelo
de lo que se doblaba, pero de repente se paró la
tormenta y la palmera volvió a su sitio.
Me dijo una voz al otro lado del teléfono que pasase cuando
quisiera con mi DNI a formalizar los trámites para escriturar la
casa a mi nombre.
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pero doy gracias a Dios por ser su hija y por todas las cosas que
hace conmigo sin ser digna de nada. ¡GRACIAS PADRE!
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Capítulo 7
Sirviendo en el hogar.
74
Por el camino, le puso a Dios que yo recibiese para ella palabra
y cuando pasó al comedor y la vi fui llena del Espíritu Santo y
me dirigí a ella con palabra profética. El Señor me descubrió su
vida y me dio instrucciones para ella.
Ella salió llorando y me dijo que todo era verdad, que era lo
que ella había pedido, que no le importaba que el Señor la
descubriera delante de todas, pero que quería que le hablase.
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al culto. Me quedé muy asombrada del nuevo trato de Dios
conmigo.
Les puse como inicio que realizasen algo que yo le llamaba “la
libreta”. Tenían que repartir en ella las tareas del día, y entre
tarea y tarea, dedicar un tiempo para orar y apuntarlo, para que
a la semana se sacase la cuenta y viera lo que oraban.
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Me entregué a ellas por completo, cada minuto del día que
tenía era para ellas y para Dios. Me decían cariñosamente
“MAMA” y es que, en verdad, en cierta forma me sentía así.
Hicimos una vigilia en casa del tío de una de ellas y fue algo
espectacular. Esa noche recibieron varias las lenguas, otras,
don de profecía y otras visiones. Se nos pasó la noche en un
abrir y cerrar de ojos, cuando nos quisimos dar cuenta eran las
ocho de la mañana.
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No era imaginación, alguien fue hablándoles mal sobre mí y
ellas creyeron todo. Yo me rompí por dentro porque no
entendía nada, deposité tanto en ellas que el porrazo fue muy
duro.
¿Qué te pasa?
A lo que yo le respondí…
Ella me dijo…
A lo que yo le respondí…
78
Ella me pidió perdón y cuando el resto se enteró vino a
hablarme y fue cuando me enteré de un sueño que había tenido
una de las niñas y que ella no entendía…
Elisa es hoy, una mujer de Dios que ha estado desde hace años
cantando en el coro oficial de la que el Señor se usa mucho por
medio de su voz para bendecir a la iglesia. Es una hermana que
arrastra una fuerte carga con su hija menor que está enferma,
pero no deja de dar testimonio.
79
Como ya he dicho Naima se dedica hoy día a su casa, su
marido, sus hijos y acude al culto cuando puede, pero me ama
y yo a ella. En las manos de Dios es preciosa, porque se utiliza
mucho de ella para ayudar a otras personas. Mantiene una
fuerte lucha contra el enemigo porque es una rival que no le
conviene que levante cabeza, pero…
80
Hermana Adela, a través de ti entró el evangelio a tu casa, tu
fuiste la lumbrera donde ahora otros pueden alumbrarse por eso
te digo… “Resplandece y haz el bien porque tú eres luz”.
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Nos pusimos a orar como de costumbre y entonces retumbo
una voz extraña en mi mente que yo supe reconocer y me
dijo…
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casa y ella me dijo que no lo sabía, le pregunte si podía pasar a
mirar y me dijo que sí que pasase.
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Capítulo 8
84
Pasaron como ya he dicho seis años, y un día estando orando,
puso de nuevo en mi corazón el llamado a escribir a la reina;
cada día era más fuerte la llama que se prendía en mi corazón
por escribir, pero yo seguía dura y dura, no me atrevía, pero
llegó el momento de recibir luz y fue entonces cuando tome
fuerzas y la dirección sublime del Espíritu Santo que dirigía
todo.
85
tus manos, y para que yo reciba confirmación de que
esto era tu voluntad, te pido que reciba una carta de
contestación en la que se me diga que la ha leído. Si
recibo contestación es porque era de tu voluntad, por lo
tanto, la envío en el nombre de Jesús. También te
prometo que si hay contestación lo contaré como
testimonio por radio”
Estimada amiga:
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Llamé como prometí a la radio y conté el testimonio, mi labor
estaba echa y ya se había quitado la veda a mi economía.
87
Nunca pensé que a través de ese curso recibiría tantas
bendiciones, ni que había un propósito de Dios en ello, yo
pensaba que era una ayuda para mi casa, por la beca que
recibía, pero no, en Dios no hay casualidades, todo lo que
acontece al cristiano es para bien suyo como dice la Biblia.
88
Capítulo 9
89
Yo me resistía a hacerlo y le preguntaba qué sentido tenía
hacerlo, pero insistía…
Me volví y dije…
¿Qué quieres?
El me respondió…
Entonces pregunté:
Entonces se me dijo:
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Yo dije:
Respondió:
Era demasiado para nosotras que éramos tan poco ante los ojos
de Dios. Pero ellas ignoraban lo que a mí me estaba
sucediendo. Cada una estaba en lo suyo.
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Así lo hice y comencé por Carmen, yo apenas me sostenía
sobre mis pies porque todo mi ser temblaba por lo que sentía
dentro de mí, me acerqué a ella hablando en lenguas, la levanté
del suelo y la abracé.
De la misma forma que hice con ella, hice con el resto y todas
caían al suelo hablando en lenguas. El Señor las restauró por
medio de ese abrazo.
No entendí bien lo que dijo por temor, pero dije a Dios que si
era lo que yo creía que me lo confirmase con otras hermanas.
92
Paramos un rato de orar y ellas me preguntaron qué había
pasado, yo les conté todo excepto lo de la voz audible y
entonces…
Paula dijo:
Y Paula dijo:
Y Andrea dijo:
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Después de eso nos volvimos a poner a orar y se nos dijo a
todas que si creíamos íbamos a ver más cosas, pero todas;
entonces llegó la duda a mi corazón porque era mucha gloria
para nosotras y le dije al Señor…
Cada vez que nos poníamos delante de Dios era para llorar por
nuestras faltas y pedir perdón y clemencia, no nos dábamos
cuenta de la estatura espiritual que teníamos en ese tiempo,
siempre nos sentíamos lejos de Dios y lo que hacíamos para Él
no nos parecía suficiente a nosotras, porque queríamos estar lo
más cerca posible de Dios.
94
Comenzó la oración y me vino revelación de Dios, tuve una
visión con profecía…
La vi tirada en el suelo de una habitación orando, y me dijo el
Señor…
Y volví a decir:
95
En ese momento me hizo mucho daño porque yo fui con la
convicción de que Dios me había hablado y con la seguridad de
que conocía su voz.
96
Hermana ¿sabes qué pasó?, pues resulta que mi hija
estaba sorda de ese oído y en ese momento el Señor la
sanó y comenzó a oír.
97
Capítulo 10
98
En una de esas oraciones comenzó a caer mucha gloria y el
Señor me reveló que Mónica iba a recibir el don de lenguas.
Me puse a su lado y la cogí de la mano diciéndole:
Ella contestó…
Si
99
Entonces volví a decir:
“Recíbelo”
100
estado muy unida al grupo que he citado, pero ahora ya no
tanto. Atiende a su madre, la hermana Doris que enviudo.
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Capítulo 11
Recibí de parte de Dios que tenía que trabajar allí y así lo hice.
102
Señor preparó una forma de rescatarme y sacarme del fondo en
el que me hundí por completo, en el que no me quedaban
fuerzas, no tenía ni siquiera un área de mi corazón que no
estuviese dañado, sin fuerzas, triste, sin ánimo para luchar,
derrotada por completo, pero…
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Aún no se me había terminado el contrato, cuando me
volvieron a llamar de la Fundación ofreciéndome trabajo.
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Capítulo 12
105
tiempo yo estaba trabajando en Alcantarilla y estuve orando
durante cuatro meses para saber cuándo era el tiempo de que
me fuera a mi iglesia.
106
A partir de esa experiencia tomé la decisión de quedarme allí y
tiempo después entendí que fue permitido por Dios para que
me quedase allí, que de otra forma no lo hubiese hecho.
Después de años el Señor me devolvía a mi lugar, “EL
CORO”.
107
El Señor está poniendo un nuevo sentir y hay un nuevo mover
del Espíritu. Se ha abierto otra iglesia en el barrio de
Vistabella, en el mismo lugar que teníamos la antigua iglesia,
la C/ Santomera y procuro mantener relación con las hermanas
para ayudarnos mutuamente.
La Fama
La Paz
Vistabella
S. Antolín
Infte. Juan Manuel
“ALELUYA”.
Aún nos queda mucho por recorrer hasta que Cristo venga y
muchas batallas que pelear, pero seguiremos en sus filas hasta
que él venga por lo tanto ten ánimo, recobra nuevas fuerzas y
adelante.
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Agradecimientos y dedicatorias.
Le quiero dar las gracias a Dios por ella, porque Dios la utilizó
como instrumento para traerme delante de su presencia.
109
Solo me resta por decir que no sé si algún día volveré a
escribir, eso está en manos de Dios, pero si no volviese a
hacerlo creo que el esfuerzo ha valido la pena.
“MARANATA”
¡CRISTO VIENE!
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Loli Correas Redondo
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