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A Abanico. En la iconografia hindi, el abanico es un atributo de Vishni: porque sirve para atizar el fuego, es un simbolo del sacrificio ritual. Por la misma razén, es atribuido ‘Agni. El propio estandarte de Vayu, divini- dad del viento, podria asimilarse al abanico Atanin intra de mampara sobre papel con fondo Se ‘re Por Tawaraya Sta Arte japon i] 01 (9 "a, Sabon Es también emblema de dignidad real en ol Africa, en el Asia lo mismo que en el Ex- tremo Oriente, de poder mandarinal e impe- rial. Habré de comparirselo a los lbelli de las ceremonias romanas. El flabellum era utilizado, en la Iglesia primitiva,en el curso de la celebracign del ofcio divino, Abanicos de grandes plumas adoman atin la sedia ges- tatoria de las solemnidades en San Pedro de Roma. En la célebre novela Si Yeu-ki, se halla ‘mencién de abanicos que, no solamente pro- cipula), El abedul a veces se asocia a la una, ¢ in cluso al sol y a Ta Tuna, en cuyo caso su simbolismo es doble: padre y madre, macho y hembra, Desempefia un papel protector, 0 ims bien es el insirumento del descenso de la influencia celeste: de donde su dualidad, {que por esencia pertenece a la manifestacion (LIC. LIM SOUL). El abedul simboliza la via ppor donde baja ia energia celestial y por onde sube la aspiracién humana hacia lo alto, Arbol sagrado en Europa oriental y en el Asia central, simboliza, en Rusia particular- mente, la primavera y la moza; abedul es el ‘nombre de un eélebre conjunto ruso de can- tos y danzas, compuesto sinicamente por rmuchachas, Entre los selkun cazadores, se ccuelean imagenes de los espiritus protectores cen el abedul de los sacriicios cercano a ka 2. En el mundo céltico no hay ninguna in. icacidn clara sobre el simbolismo del abe- dul, pero es probablemente funerario. El texto galés del Combate de los Arbustos (Kat Godeu) contiene un verso bastante enigmti- co después de una deseripeién de un comba- ‘6, 0 mis bien masacte: «la copa del abedul nos ha cubierto de hojas; él transforma y cambia nuestro menascabow; lo cual alude tal vera la costumbre de eubrir los despojos morales con ramajes de abedul (0GAC 5,115), Pero esto significa también que es ei artifice de las transformaciones que prepa ran al difunto para una vida nueva 3. Plinio cree que el abedul es originario 4e la Galia, «Suministra, sepin dice, a los magistrados los haces que todos temen, y a los eester0s los cireulos y cosas nevesarios para la fabricacién de cestas y canastas ‘Afiade que se emplea también en la confec- ion de antorchas nupeiales, portadoras de 40 la felicidad en el dia de bodas» (Hist, nat 16,30 en LANS, B, 207), En cualquier caso esti estrechamente ligado a Ie vida humana ‘como simbolo tutelar Abeia. 1, El simbolismo de la abeja se funda esencialmente en la diligencia de este insecto yen la organizacién de la colmena. Comen- tando Prov 6,8: «Ve a ver Ia abeja ¥ aprende ceudn laboriosa es», san Clemente de Alejan ria aflade: «Pues la abeja liba de las flores de todo un prade para inicamente formar ‘una sola miel» (Siromata, 1). «lmitad la prudencia de las abejas, recomienda Teo- lepto de Filadelfi, y las cita como un ejem- plo en la vida espritual de las comunidades Simbolo real en Caldea (y, en Francia, im- perial: conviene considerar la situacion de Ta reina, largo tiempo tomada por un rey, ala cabera de una comunidad industriosa prospera, Sin embargo, el hierogllico de la abeja de seis patas es, como el de otros ani- males y multiples flores, una evocacién dela rueda de seis radios, por tanto un simbolo solar. EL simbolo real de la abeja podria no ser cextrafo tampoco al antiguo Esipto, donde se asocia aun signo que es, sin duda, el del rayo. En el arte y las tradiciones de Egipto simboliza el alma. Es de origen solar: la abe- ja habria nacido de las ligrimas de Ra, el dios so, caidas sobre la terra TEn China, donde se distingue mal del pa jaro, desempefia un papel si no nefasto, al ‘menos con relacién al aspecto terrible dela ‘guerra. En la tradicion purdnica, indica sola ‘mente el color negro, que es el de Aishvarya ‘uno de los pies del trono de Sadashiva. Aun que, seyin otros textos de la India, es la imagen del espiritu embriagindose dei polen 4el conocimiento, 2. En Arica, la abeja es un personaje de fabula que simboliza al hombre y su organi- zacién social, por ejemplo para los sudane- ses de la curva del Niger (ZAK), [La abeja esa menudo una de las represen- taciones del alma cuando ha abandonado 1 ‘cuerpo de un hombre: sucede lo mismo en las poblaciones de Siberia y de Asia central, ¥en los indios de América del Sur. 4“ Para los nos nes de Sina, Ali de la abeas, que, rian los angles ‘los verdaderos abejas que eigen 62) En el lenguaje Bekiachi, la abe Ta miel es la divi busca (RD, 255), Las leyenda de ‘ogidas por Frazer tribus de ogros cy pio vital el alma, 3. Los celas ve vino con mel mel servia para inmortaidad, era esrecha viglancia salés medio dice ‘muy antigua de la senta ain la t ielandés modemo cera de abe, de cin), El simboli or ab con ue 0 be bodas» (Hist. nat J) Ea cualquier caso ‘a vida humana e a abefa se funda Figencia de este insecto a colmena. Comen- ver la abejay aprende Clemente de Alejan- bea iba de las lores Tinicamente formar aia, 1). eimitad la .Fecomienda Teo 3 cla como un ejem- I de las comunidades (yen Francia, im- rat Ia situacion de tomade por un rey \unidad industriosa y l herogiico de la Jomo el de otros ani- una evocacién de la tanto un slmbolo aca podria no ser i Eo, donde se si dud el del radone de Exito ren sola labs grnas de Ra, iingue mal del pe 3 0 nfo, a peso temble dela puri, inc sol che de Aishvary, de Sasha Aur dela India es a Pragndos el polen i prone de ‘ore ona ston ude rea tance ins pie pon sundae Mecee lo mime x Realtor 4 Para los nosuiries, heresiarcas musulma- nes de Siria, Ali, leén de Ald, es el principe de las abejas, que, segin ciertas versiones se- rian los angeles y segin otras, los creyentes: clos verdaderos creyentes se parecen a las abejas que eligen las mejores flores» (HUAN, 62) En el lenguaje metaférico de los derviches Bektachi, la abeja representa al derviche, y la miel ¢s fa divina realidad (el Hak) que ‘busca (sik, 255). Las leyendas de Cachemira y Bengala re- cogidas por Frazer (FRAG, 11,101) hablan de tribus de ogr0s cuya vida, es decir, el princi- pio vital, el alma, reside en una o dos abejas. 3. Log celtas se reconfortaban bebiendo Vino con miel e hidromicl, La abeja, cuya imiel servia para hacer hidromiel o licor de inmortalidad, era objeto en Trianda de una estrecha vigilancia legal. Un texto juridico ealés medio dice que «la nobleza de las abe- jas viene del paraiso y es por causa del pecado del hombre que vinieran de alli Dios verti6 su gracia sobre ellas y ésta es la causa de que no se pueda decir misa sin la cerap, Incluso si este texto es tardio y de ins- piracién cristiana, confirma una tradicion ‘muy antigua de la cual el vocabulario pre: Senta aiin las trazas (el galés cwyraidd de cwyr, cera, significa perfecto, cumplido, y el irlandés moderno céir-bheach, Iiteralmente cera de abeja, designa también la perfec: cidn). El simbolismo de la abeja se encuen Abela {ra pues por todas partes: sabiduria e inmor- talidad del alma (CHAB, 8575s, REVC, 47,164-168), 4, Para los hebreos, la abeja se representa en relacin con el lenguaje. Su nombre dw re deriva de la raiz dbr, que significa pala- bra: de donde la relacin establecida entre la abeja y el verbo, Simbolo solar de sabiduria y orden, la abeia significa Ia realeza: el hijo del rey, el iniciado, el hijo dela luz, el alma enlazada a lo divine, 5. La abeja ha desempeado un papel im- portante en todas las tradiciones. En Eleusis ¥ Efeso las sacerdotisas levaban el nombre de abejas. Las abejas ocupan un pape ini ciatico y litirgico; Virgilio ha celebrado sus virtudes. Las encontramos dibujadas sobre las tumbas, como signos de supervivencia postmortuoria. La abeja es en efecto uno de los simbolos de la resurreccién. La estacion 4e invierno -tres meses durante la cual pa rece desaparecer, pues no sale de su colme- ra, se relaciona con el tiempo tres dias durante el eual el cuerpo de Jesucristo es invisible después de su muerte, antes de apa recer de nuevo resucitado, En la religion aviegs, igualmente, la abeja simboliza el alma descendida entre las sombras y prepa rindose para la vuelta: esa veces identifica dda con Deméter. Segin Platén, las almas de los hombres sobrios se reencarnan en forma de abeja, La abeja simboliza ademas la elocuencia Ja poesia y Ia inteligencia. La leyenda que concieme a Pindaro y Platén (las abejas se hhabian posado sobre sus labios en lacuna) la recoge Ambrosio de Milin; las abejas rozan s labios y penetran en su boca. El dicho de Virgilio segiin el cual las abejas encierran una parcela de la divina Inteligencia sigue vivo entre los cristianos de la edad media, Un sacramentario gelasiano hace alusién «las cualidades extraordinarias de las abejas due liban de las flores rozndolas sin mar. chitarlas. Ellas no procrean; gracias al traba- jo de sus labios Hegan a ser madres; asi Cristo procede de la boca del Pade. Por la miel y cl aguijén, la abeja se consi era como el emblema de Cristo: por una parte, su dulzura y su misericordia; y por Abia otra, el ejecieio de fa justcia en tanto aque (Ceisto juez El comportamiento de las abejas en aten- cidn a su reina y sus compaferas es tan ‘ordenado y perfecto que aparccen como mo- delo de virtudes cristianas, tanto mas cuanto su castidad ~celebrada ya’ por Vinglio~ per- ‘manece como ejemplo a forma del everpo de la abeja es signif cativa, El coselete es Ia imagen del hombre espiritual, mientras que la parte inferior, que contiene el aguiion, se considera carnal. La parte més Fina que Une la superior e inferior fe compara a atl de una balanza que man- tiene un perfecto equilibrio entre el cuerpo y el alma Siguiendo antiguas leyendas, las abejas ‘podian nacer espontineamente de un animal rmuerto, sacrificado a Ta divinidad. En las fauces det leén despedazado por Sansén, se forma un enjambre de abejas ¥ mana la miel (ue 14,8). «Sansén bajé con su padre y su madre a Timné: y a legar alos vinedos de ‘Timna, un cachorro de leén le sali al en- ‘euentto rugiendo. Entonces el espiitu: de Yahvéh lo invadié y sin nada en la mano, Sans6n despedazé al leén como se despeda- 248 un cabrito; pero no contd a su padre ni ‘su madre lo que habla hecho. (Algun tem- po mas tarde)... se apart6 de su camino para ver el cadaver del loin, y he aqui que habia en el cuerpo del le6n un enjambre de abejas Y mil. La recogié en su mano y, en elcami- ‘no comié de ella. Cuando regresé junto a su padre y su madre, les dio y ellos comieron, ero no les dijo que la habia recogido del ca- ‘ver del lebno (ue 14,5-6.8-10), E] Cimtico de Débora (Debora, nombre de la abeja) se presenta como un eanto de vieto~ fia, La abeja es pues también simbolo de Vietoria y riqueza: recompensa a lot valero- sos. Segiin Origenes (Homilia 6 sobre los ‘Tueces), después del agua de los porns que ha apagado la sed al pereprino durante la travesia del desierto, se encuentea la miel Esta es un alimento adecuado para los misti- 0s, Fiqueza y victoria del espintu Los autores de la edad media hacen fe ‘euentes alusiones a los sentidos simbélicos {de la abeja, Para Bernardo de Claraval, es el simboto del Espiritu Santo. M-MD. eee eee a 6. El conjunto de os rasgos sacados de to- das las tradiciones culturales denota que, en todas partes, la abeja aparece esencialmente ddotada de naturaleza fgnea, es un ser de fue- go. Representa a las sacerdotisas del templo, las Pitonisas, las almas puras de los inicia- dos, al Espiritu, a la ~> Palabra; puifica por cel fuego y alimenta por [a ~» miel; quema or su aguijén e ilumina por su fulgor. En el plano socal, simbotiza al seior del orden y la prosperidad, rey o emperador, no menos aque el ardor belicoso y el coraje. Se parece a los héroes cvilizadores, que establecen la ar monia mediante la sabiduriay la espada, Abigarramiento. Simbolo primitive de las bellezas innumerables de la naturaleza en sus formas y sus colores. Trajs, jardin, ta- pices, frescos, cerimicas abigarrados evocan esta riqueza indefinida de la vida, invocan ‘mplicitament la prosperidad y traducen un deseo de idenifcacion con esta naturaleza proteiforme, siempre renovada. Las diosas y los dioses dela fecundidad, fos reyes en diversos paises y los sacerdotes en lo oficios se revestian a menudo de man tos 0 tinicas abigarradas, sea en algunas partes o ya totalmente Abismo. 1. Abismo, en griego como en latin, Significa sin fondo, y designa el mundo de las profundidades 0 de las alturas indefinidas. El equivalente galés del sid irlandés es, en los textos medievales tanto como los apéeri- fos, annwn o annwfn: el aspecto maravilloso el Otro Mundo ha desaparecido y el se- mantema no guarda mas que el sentido ge eral de infiemo, Se cif, en los textos apo- cries, a designar y simbolizarglobalmente Tos estados informales de la existencia, ES adecuado tanto para elcaos tenebroso de los origenes como para las tinieblas infernales eos ultimos dias. Sobre el plano psicolég- 0, igualmente,corresponde tanto ala inde- terminacién de la infancia como a la indie renciacién del final, descomposicign de Ia persona. Pero puede también indicar la inte- sracién suprema en la unin mistica. La Vertical no se contenta con hundire, se ele va! un abismo de las alturas se revela como 4e las profundidades; un abismo de felicidad 8 y de luz, como de Pero el sentido del posteriormente al dl 2. En la tradi sefor del mundo Nota Seo el ahi Entel ruse Sth come De ty ts i a Jos rasgos sacados de to- pituales denota que, en aparece esencialmente ana, es un ser de fue- tisas del templo, ras de los inici Palabra; purifica por por la —» mie quema 38 por su fulgor. En el faa al scior del orden y ‘emperador, no menos el core. Se parece a que establecen la ar- iduria y la espada, fo primitive de las ‘ela naturaleza en 5, Tres, jardines,ta- 95 abigarrados evocan de la vida, invocan peridad y traducen un ‘con esta naturaleza renovada, oses de la fecundidad, paises y Jos sacerdotes lan a menudo de man- das, sea en algunas 9 grego como en gna el mundo de las as alturas indefinidas. el sid irlandés es, en tanto como los apéeri- el aspecto maravilloso esaparecido y el se- mds que el sentido ge- [cite en ls textos aps imbolizar globalmente ‘de la existencia, Es cas tenebroso de los as tinieblas infernales bre el plano psicolégi- nde tanto a la inde uncia como a la indife- mons- tuo, el» Leviatan, Pero en el Salmo 104, el abismo se com= para a una vestidura que envuelve la tierra, ‘mientras que Yahvéh esta wcubierto de luz como por un manto»: “i deapigt oe ico como tend ‘Tecra as agua aoe Sposentoe Facade las bert caro, ‘Taavanae soe a ala eto TU tomas los vents por menses, Passer an Yep de amas. Item por a Se EI abismo interviene en todas las cosmo: sonias, como la génesis y el término de la fevolucién universal, Este, como los mons- truos mitolbgicos, traga los seres para escu- Pils transformados. 4. C.G. Jung incorporard este simbolo al arquetipo maternal, imagen de la —> madre ‘«carifiosa y terrible». En los + suefos,fasci- rnante 0 espantoso, el abismo evocaré el in- Abracadabra rmenso y poderoso inconsciente; apareceri ‘como una invitacién a explorar las profun- didades del alma, para liberar los fantasmas fo deshacer las ataduras. Ablucién, 1. En ta Miada (1,450), lavarse tas manos es un gesto de purifcacion ritual, ‘Como en todas las religiones, se provede a tales abluciones antes de los sacrificios. Las abluciones rituales son un simbolo de purii- ceacién por el —> agua, Etimolégicamente: limpian el lodo con que uno esta cubiert. En el Evangelio, lavarse las manos, para Pilato, seré declararse y volvers, piensa él, puro de toda mancha y responsabilidad, en luna decision juridica dudosa y en sus conse- ‘cuencias temibles. Tal gesto simboliza un rechazo de responsabilidad, pero no lo legi- tima, Ya en los himnos homeéricos, alborea la idea de que la ablucién no basta para la- var la conciencia de las faltas morales; la pu reza del alma es distinta de la limpieza dela piel: éta no es mas que el simbolo de aqué- Ia: wen cuanto al malvado, todo el ooéano ‘no borraria Ia mancha de su alma.» 2. Frecuentemente se hace mencién, en los textos irlandeses, de un rey 0 soberano ‘que se vaa lavar por la mafiana a una fuente ‘0-4 un manantial, Tales abluciones estan Vinculadas al ejecicio de la funcién sobera ra y es posible que dependan del simbolis- ‘mo general de la > fuente (CELT, 15,328). or las abluciones uno asimila las virtudes el manantial: las propiedades diversas de Jas aguas se comunican aque de ella se im- pregna; purifican, estimulan, curan, fecun- dan, La ablucién es un medio de apropiarse la fuerza invisible de las aguas Abracadabra. Esta formule fue vtilizada du- rante toda Ia Edad Media ABRACADABRA nf Ach DA nek ‘a Sélo hace falta levar alrededor del cuello esta suerte de filacteria,esrita en la dsposi- cin triangular que hemos visto, para ensal ‘mar diversas dolencias y eurar la fibre» (rua, sta palabra vendria del hebreo abreg ad Piibra que significa: wenvia ta rayo hasta la muerte» En hebreo se compone de nueve e- tras, La disposicion del aleph sobre la linea iquierda del tringulo desempefia un papel ‘magico por su presencia repelida neve Ve ean (MARA, 48) La disposicién de tas Tetras en trimgulo invertido dirige hacia abajo las energias de Toalto que el talisman pretende captar. Todas las formulas, de las que Abracada- bra no es més que un ejemplo, se apoyan en un simbolisme muy antiguo. ¢No se han he ‘ho comparaciones con uno de los nombres dée Mitra, el dios solar, sacrficador y salva or? Como los—+amuletos, os talismanes y los penticuls, buscan dar al hombre un sentimiento de proteccin, poniéndolo en acuerdo con las leyes misterosas que rigen 1 mundo y en relacign con poderes supe: Abraham. Patriarca biblico venido de Meso. Potamia en tierra de Canad, bajo el reno de Hammurabi, al principio del segundo mi- lenio antes de Cristo, hacia 1880. Habitante de Ur en Caldea, reibe de Dios la onden de salir de su patria y partir hecia un pais des> conocido, del cual Dios le indicard poco a poco la direccién. Cuando Abraham legs a Canaan, Dios le dijo que aguélla era la co: smarca que le estaba destinada, a él y a su escendencia, Segin la. tradicion_biblica, Dios lo habia apartado de una repién poli- teista para hacer de él el guardiin de la revelacion y del culto monoteistas, Todo el tniverso conocido habia caido en la idola- ria, Harin y Canaén no escapaban a la pe versin general. Pero Abraham se implant ria alli como extranero y a pureza de 8 fe seria preservada de los contactos eon las co Tumbres y creencias de los indigenas, éta debia incluso oponerse a elas, para preser- var la unidad de la familia y de los servido- res del patriarca, Debia en efecto ser una de ————— “ Jas constantes de la historia de tort Ia reac cidn perpetua contra el medio corruptor. Este cardcter de extranjero en su mismo pais salvaguardaria su vocacin sagrada, ‘Abram, Mitr lilo x. Ae asin Abraham simboliza al hombre «escogido por Dios» para preserva el deposito sagrado 4e laf; el hombre «bendito por Dios», que le prodiga promesas de una mumerose poste- ridad'e inmensas riquezas; el hombre que ests predestinado “aun papel universal ‘como un nuevo Adin y come el ancestro del Mesias; su nombre significa, segin una et mologia popular: padre dela multitud. Pero sobre todo. Abraham seri el simbolo del hombre de fe. A la sola palabra de Dios, pertié para un pais que no conocia; con Ia promesa de Dios, aquel que no tenia hijos ‘euya mujer era esteri lega a ser el padre de luna innumerable posteridad, Dios mandsle sactifcar a su hijo unico, como en contra diceibn con sus promesas, Abraham se dis. pponia a obedecer, cuando vn angel pars su brazo. San Pablo ha resumido en una fr ‘mula sorprendente fe potencia de esta f: contra spem in spemeredidi: lo que s© po- dria traducir por: «para una aventura sin fesperanza, saca la esperanza de su fer; 0 también cuando «a no habia esperanza, la fe le dio esperanza», 46 Por ser el ances ferandesreliiones tt eistiansmo ye bide el simbolo del une jus, rit ternidad de Abra En el plano ps liza tami la ‘medio consutud fesional, para rea y extender una rites comune, EL riesgo caracterza La fe en Dict fas. Pero la fe siscermimiente: purifcaciin que 2 positiva, A Tos sacerdotes| onde practcar ‘observa ciertas todo contacto el duelo; es as lejos dln sifieacién, por sre, se junta la sangre, simbolo ‘considera como 4o; la expacion tenerse de beer pecado en su ‘concentra Tes, sobre la ‘manifetado, “4 storia de Israel la reac: el medio corruptor. ro.en su mismo pais cin sagrada so Ane sbciano al hombre eescogido ar el depésitosaprado pendito por Dios», que ‘una numerosa poste- ueras; el hombre que ‘un papel universal, y como el ancestro del ica, sepin una eti- fede a multitud. Pero ‘serk el simbolo del a palabra de Dios, él ue no conocia; con Ia que no tenia hijs y Tega a ser el padre de feridad; Dios manddle 0, como en contra- eas, Abraham se dis- do un angel pard su esumido en una for potencia de esta fe credit: lo que se po- po habia esperanza, Ia 4s Por ser el ancestro reconocido por ls tres srandes religiones monoteistas, el judaismo, cl cristianismo y el islam, Abraham es tam- bién el simbolo del vinculo espiritual que tune judios, cistianos y musulmanes: la fra- ternidad de Abraham, En el plano psicolégico, Abraham simbo liza también la necesidad de arrancadura del ‘medio consuetudinaro, familia, socal, pro- fesional, para realizar una vocacién sin par y extender una influencia més alld de los li mites comunes. El gusto por Ia aventura y el riesgo caracteriza todos los grandes destinos. La fe en Dios es capaz de levantar monta- fas, Pero la fe en si mismo exige mucho discemnimiento: no es la de Abraham. La sabiduria de Abraham le inspiré la locura (loco) de ser el aventurero de Dios. Abrigo —> manto. Abana, Ente os aponeses, modo de Duriteston que permite adgrir una pure Ea poss evtando ln fens de plucion, 1 ov scerdotes mas que a os aos corres: Donde pracicar este metodo, Conse en nena leas interdecones: gourds de too contacto com i mug Ia enfermedad, {I dulo, es necetio también quedase ait eos del rid, det danza, els ean- tom en suma, 2 dstncin de todas as atv aces exteiressuscepuble de enpedar tna mancha, Todas estas prictcs snot Zan Ia posciin entre lo no manictad 9 it tanifeacion, tambien a busqueda deo to maniestad fora concentra, "Ena train cristang, 2 eo dea de pu ‘icin, por In renuncl a sonsumit San fre suns la de pestencay expiacio, a Snare, simbolo dels impusosearoales, Se Consider como la fens principal del pa Gerla expiacion consis enomces eh abs- itor de beer en ene Tenia a pecado en su principio mismo, La vida se Concentra sobre ss sla fuentes espituae ten sore ls relacongy conto divin ono manila. La abies, bajo su dale {speco, purifeador y expitono, aparece como una via hacia Ia interioridad. Asi la” ‘radicién cristiana se junta con la tradicién oriental buble Abubilla. 1. EI Cordn (27,203) habla de este péjaro que desempeié el papel de mensajero entre Salomén y la reina de Saba, De ahi se verterin gran numero de leyendas. En el Mantig-ut-Tair de Farid-od-Din Atar (lenguaje 0 coloquio de los pjaros) el poeta narra que todos los pdjaros del mundo parten de viaje en busea de un rey. La abu- billa les va a servir de guia. Se presenta ‘como la mensajera del mundo invisible y se describe llevando sobre la cabeza la corona de la verdad. Este viaje de las aves simboli- 2a, por otra parte, el itinerario mistico del alma en busca de lo divino. Por esta razén, la Clave de los Suef ira nia la presenta ‘como un hombre sabio © integro Se cuenta que era el nico pjaro que po- dia indiear 10s puntos de agua a Salomén, ‘Cuando su madre murid, ella la puso sobre su cabeza para buscarle una tumba, pero fi- ralmente fue su propia cabeza la que le sir- Vio de sepultura; de ahi viene en principio su cresta, que le fue concedida en reconok miento de su amor filiar, y también su hedor (216, 106) Segin la leyenda persa, «la abubilla era una mujer casada, Se peinaba delante del es- ppejo cuando su suegro entré sin anunciarse Presa de miedo se convirti en pajaro y vol6 con el peine sobre la cabeza (de donde viene su nombre persa:shaneser, peine en la cabe za). Siguiendo otro relato, era una mujer hhonesta cuyo marido no valia nada; un dia, al encontrariarezando, la peg ella imploré ‘Dios que la convirtié en abubilla. ¥ se fue volando. La abubilla se considera de buen augurio.» 2. En el relato del Exilio occidemtal de Sohrawacdi, la abubillasimboliza la inspira- ign personal interior (+ grulla coronada), Posee ademés numerosas cualidades mégi ras. Se le sacan las entra, se secan y se llevan a guise de talisman, Protegen contra el mal de ojo y exorcisan los sortlegios. En ‘Tanger se cuelgan en las tiendas como salva- guardia contra el robo. Sirve para proteger la leche y la mantequilla contra la magia, y para evitar que los jnin frecuenten los luga- res donde se esconde el dinero y dafien a Guienes cavan la tierra para sacarlo, Ciertas Abbie poblaciones ereen que el ojo derecho de una abubilla atado entre los ojos de una persona permite a éta ver tesoros ocultos en la tie- ra, ¥ que el propio péjaro es capa de peri bios. Su grito dice: hu, fut, hus, Io cual en aribigo significa «alli, al, allin...y de ahi el nombre de hadhud que se le da en esta lengua. La sangre de abubilla o su corazén se utilizan como remedios, asi como para os crbir encantos (WESR, 2,338-339). Es el sim- bolo de la agudeza intelectual, que no sélo eseubre tesoros ocultos, sino que preserva de las emboscadas EM, ‘Acacia, |. En la masoneria occidental, a acacia es prenda de resurreccién e inmorali- ad. Situada simbélicamente en la Camara det medio. desempeia el mismo papel aue el sauce en las logis de las sociedades se cretaschinas, ‘Una tradicién pretende que la corona de espinas de Cristo habia sido hecha de espi- nas de acacia. Estas parecen desempetiar en {ese caso el papel de rayos luminosos (Gué- non) y resaltarian pues un simbolismo solar, El arcade laalianza estaba hecha de madera de acacia revestida de oro: Shou odo mata Ls dv co oo pur, por Seto Sor fen enrect se soetoro con ana mar Se {os cos dea, uh co anc 9 cdo $ melo See una mois de of Hioa ares con made Scien trv Se oe eben sera ar lane De eae Han utensin qu eben parece 2. En la China antigua, la acacia es el ér- bol del norte y del invierno. Estaba, en prin- cipio, plantado sobre el altar del Sol corres- pondiente a esta orientacién (> catalpa, “> castafio, + tya). Tal interpretacién no std necesariamente en contradiccion con la ‘de Occidente, si se considera que el solsticio se inviero es el origen de Ia restauracion del principio pang. 46 3. La acacia estaria también en el origen del + rombo. Cuando el primer —> herrero, ain nifo, tallaba una mascara, sepin una leyenda Bambara, «una esquitla de madera de acacia se desprendis y salté a lo lejos produciendo un zumbido parecido al rugido el len. El nif llamé a dos de sus eamara- das, cogié el fragmento de madera, taladré tun agujero en una extremidad, pasé un bras mantey le hizo dar vucltass(SERH, 121, Esta leyenda africana recuerda una practi- a védiea ain en vigor: en un disco de acacia se abre un orificio; con un palo de madera de higuera, rapidamente girado en el orif- cio, se produce por efecto de la friecién el fuego sagrado que serviré para el sacifci, {a acacia simbolizaria aqui el principio fe- ‘menino; el palo el principio masculino. En la India el cucharon de sacrificio(sruk) auribuido a Brahma es de madera de acacia (GRAR, GUED, GUES, MALA). Se ve pues por todas partes a la acacia, dr bot duro con flores perfumadas y temibles ‘espinas, ligado a. valores religiosos, como luna suerte de soporte de lo divino. 4. Arbol de una dureza presumiblemente imputeible, de luz dorada, evoca también el soly el ramo de oro, Se le conceden propie- ‘dades que Ia botdnica no siempre ratifcaria Serna ch ir meraiad En lye de Ham, or Se ia adicdn perdi. Corresponde al ramo de oro Seis acon anu Conoser I acne poser (ecco de Maes Para amie one sera ‘pt Sve hae eviviren ia mara sau (i mie Quiere la tradicién que una rama de aca cia se haya plantada sobre la tumba de Hiram y que, en recuerdo, una rama de aca- cia se coloqve, segin el ritual masénico, Sobre el paio del recipiendario. Esta prese cia de la acacia recuerda ls virtudes del fun- dador y los deberes que simboliza este irbot {inocencia, incorruptbilidad, calor y luz s0- Tares. La presencia de la acacia se considera ‘ademas inmortalizadora del que esté provis- to de todos estos méritos. ” ‘canto, El simboli muy ulilizado en rmedievales, deriva nas de esta planta ‘Orna los cit neraros, la vest ‘bres, poraue los hoes an ti de le. virsindad; ‘otra clase de tru Aquello que est ha vencido la roduciré para ti 3,18), en el sent ‘ansforma en go clown tiene su 46 también en el origen el primer + herrero, mascara, segin una esquirla de madera Yy salt a lo lejos parecido al rugido 1 dos de sus camara~ de madera, taladrs midad, pasé un bra> tas» (SERH, 121). reeverda una pricti- ‘en un disco de acacia un palo de madera te giado en el orf to de Ia ficcisn el iri para el sacrifico, ‘aqui el principio fe- pio masculino. én de sarificio (sruk) ‘de madera de acacia 1. pares ala acacia, ér- ymadas y temibles es religiosos, como To divin. za presumiblemente , evora también el le conceden propie- 30 siempre ratficara: ita ura vd oe 90 javier de vba ee |e yen > Hiram, sobre la tumba de una rama de aca el situal_ masénico, jendario. Esta presen- Tas vrtudes del fun- simboliza este drbol ilidad, calor y luz so- a acacia se considera éel que esta provis- "| Acanto. El simbolismo de la hoja de acanto, muy utilizado en decoraciones antiguas 3 ‘medievales, deriva esencialmente de las espi- nas de esta planta. ‘Ora los capitelescorintios, los earrs fu nerarios, la vestimenta de los grandes hom: bres, porque los arquitectos, 10s difuntos, los héroes han triunfado sobre las dificultades de su labor. Como de toda espina, se hace también el simbolo de Ia tierra no cultivada, de Ia virginidad; lo que significa también ‘otra clase de triunfo, ‘quello que esti adomado con esta hoja ha vencido la maldicién biblica: «E! suelo roduciré para ti espinas y cardos» (G 3,18), en el sentido de que la prueba se ‘transforma en gloris A + éleo, Acrébata. En todas las civilizaciones el acré= bata, el saltimbangui el clown, el malabaris- ta han tenido un gran puesto. En el cemente- fio de los hombres célebres, en Mosci, un clown tiene su tumba de mérmol, al lado de boailarinas, escritores, fil6sofos, hombres de Estado del antiguo y nuevo régimen. Los acrdbatas,frecuentemente evocados en la li- teratura y las artes plisticas, no responden a una simbélica muy definida; se puede sin tembargo observar que perteneven a uno de los temas mas constantes de la imagineria_y de las ensofiaciones humanas. Puede ser que signifiquen Ia gozosa libertad de aquellos ‘que estin eximidos de las condiciones comu- nes (-»voltereta). La reversion del orden establecido, de las posiciones habituales, de las convenciones Sociales ~de las que las proezas acrobsticas ‘ultiplican los ejemplos- no corresponde necesariamente a una fase regresiva de evo- Tucién individual o colectiva. Si revelan, ciertamente, una situacion critica es para in- dicar en seguida la solucién, que no puede fencontrarse mas que en el movimiento. El aerdbata aparece asi como el simbolo del ‘equilibrio eritico, fundado sobre el no con- formismo y el movimiento. Es en este senti- do factor de progreso, ‘Se puede relacionar ciertos ejerccios acro- betieas con gestos rituales y de figuras or- Aerdbata quéstrias que, por el desafio que suponen a Tas leyes naturales, colocan al sujeto entre las manos de Dios mismo o les suponen una virtuosidad sobrehumana, Acrobatas 0 bai- Tasines piden a esta liberacién de la comin pesadez, levada hasta el extremo de las po- sibilidades humanas, que los entregue a la sola fuerza de Dios: es como si ésta actuara cen ellos, para ellos, por ellos, a fin de que sus gestos se identifiquen con ios de la divi- nidad creadora y testimonien su presencia ‘A propésito de las danzas sagradas del Exip- {o antiguo, Henri Wild escribié: «Los saltos repetidos debian ir acentuandose y acelerin- dose como en el Zikr modemo, que segura- mente no es sino una supervivencia del anti- uo encantamiento danzado. En uno y otto, teste ejercicio tiene por objetivo destruir mo- mentineamente la individualidad en el que a ello se entrega y producir en él un estado de exaltacién extitico permitiendo ala di nidad incorporarse en él» (SOUD, 67). Por lo mismo, en Camboya, «la desartculacién permite sélo a la danzarina evadirse de los {estos humanos y cumplir las evoluciones miticas. Codos afvera, manos vuetas, pier- nas en posicion de vuelo, eso no es acroba- cia gratuita, sino imitacién de los seres so- brenaturales» (SOUD, 368; > cireumambu: lacién). El punto al que se desemboca en la bis- ‘queda de identificacién con el dios por me- dio de la danza acrobitica nos lo encontra- ‘mos en Bali y Java, en las danzas de las jovencitas sang hyang dedari, que estan en testado de trance, con el cuerpo poseido ente- Famente por una ninfa celeste y que, «des- pués de que se les ha mantenido la cabeza fencima de una copa donde arde incienso ‘euyo humo espeso las adormece en dos 0 ‘res minutos», ejecutan figuras acrobiticas ‘con alas ojos cerrados en un estado de so- rnambulismo» (S0UD, 391). Los danzantes vudis, después de los eercicios y as fumiga ciones preparatorias al trance, se tamizan ‘cenizas calientes por encima de su cabeza y satan sobre las brasas ardientes, sn sentir la ‘menor quemadura La acrobacia simboliza el vuelo hacia una condicién sobrehumana; es el éxtasis del cuerpo. ‘Acuario (20 de enero-18 de febrero). 1. Este Uundécimo signo del zodiaco se sitia en me- dio del trimestre de invierno. Simboliza la Solidaridad colectiva, la cooperacién, la fa- temidad y el desapego frente a las cosas materiales. Su sefior tradicional es Saturno, al cual se afade, tras su descubrimiento, Urano, AN. WYYw NWI Acai Signo dl aiaco 2. La figura representativa del undécimo signo hace surgi la noble aparicién de un ser humano realizado, con los rasgos de un sabio anciano que lleva debajo los brazos ‘0 sobre los hombros una o dos anforas, ur- nas inclinadas que derraman a chorro el ‘agua que las llena. Pero la liguidee de este chorro es completamente aérea y elérea, por participar en ella el cardcter fuido del aire tanto como la naturaleza blanda y suelta del ‘Ane jis, Sion dc 8 ‘agua. Este medio invocado aqui es asimila: ble a las aguas del aire esparcidas por las ‘ondas, al fuide del océano aéreo donde nos halamos. Este signo de Aire de resonancia Acuitica da testimonio de una sustancia nv- trtiva mas déstinada a apagar la sed del alma que la del cuerpo; y'si el aire de los Géminis evoca la comunicacisn mental, y el de Libra el didlogo del coraz6n, el de Acu rio plantea el mundo de las finidades elect vas, que nos convierten en seres que viven ‘en una comunidad espritualy en plena este ra universal, El signo ha sido referido a Saturno, en ia medida en que el astro libera fal ser de sus eadenas instintivas abre paso a sus fuerzas esprituales por la via del des- asimiento, Tiene tambien a Urano por duc- fio, ef cual moviiza al ser liberado en el fucgo de la potencia prometcca, para que se supere. Frente al Leo hereileo, tenemos el Acuario serafin, El fuera interno de este tipo zodiacal es fuido, ligero, etéreo, volatil y transparente, de completa limpidez espir tual, angélico por asi decir. Incluye el don del desapego de-uno mismo acompafado de serenidad y el don de uno mismo escoltado por el alteuismo, por el sentido de la amis: tad y por la entrega social. Existe tambien ‘un Acuario uranico, prometeico, que es el ser de la vanguardia, del progreso, de la emancipacién, dela aventura AB. ‘Ada, 1, Sean cuales sean las tradiciones y Tas exégesis ~que varios libros no bastarian para resumir- Adin simboliza al primer hombre y la imagen de Dios, Sin prejuzear Ja interpretacin histrica del Genesis y sus fuentes, se puede decir que la sigificacion simbelica de Adan no es de orden cronologi- co. Primero significa bastante més su perso- za en si que una prioridad en el tiempo. ‘Adin es primero en el orden de la naturale- 2a, es la cumbre de la creacidn terestre, 1 set supremo de la humanidad. Primero no significa pues, aqui, primitivo, La palabra no evoca en nada un pitecéntropo, que mar- ‘aria una etapa en la evolucié ascendente de una especie, El es primero en el sentido ‘que es responsable de todo el linaje que des- ciende de él Su primacia es de orden moral natural y ontolégico: Adin es el mis hom= ° bre de los hom porta a un nivel de ‘mente ditinto del 2. Esté hecho Dios. Desde un puede entender la ‘que Adan es Iai ‘obra de arte es lt ha realizado, 2Pero seria mis particu (Creador sino os lién no ha lora el espirity en la de la materi? Es “2 imagen de Dio ‘que Adin simboli ‘iencia, la raz, a dd, ia autonomia, Piritu, peo de un 0a Dies 3. Es por haber Dios que Adin I falta, con todas primacia en e! cendenca, El pri pre, de une cena To ue deriva de boliza la fala espirity el uso chazo de toda de sélo pede condu dependencia es la ida. En todas las tiende a igualane ristico del tring verdaderamente Adin; primo prior cs «el mas hombre titulo superior, pri turalezay en elo do en os dos mma, El es mis esprit en la Verbo: la Palabra “8 fo agui es asimila- ite espaeidas por las ano aéreo donde nos de Aire de resonancia de una sustancia mu- pagar Ja sed del ys el aire de los junicacin mental, y el pl corazin el de Acua elas afnidades elect en sees que viven irtualy en plena este ha sido eferido a en que el astro libera instntivas y abre paso sles por In via del des- én a Urano por due- a ser liberado en el meteca, para que se herelo, tenemos el ro interno de este tipo ro, ereo, Yolitil y peta limpidez espiri ‘ect, Inciuye el don smo acompafiado de uno mismo escoltado el sentido de Ia amis fal. Exist también prometeco, que es el ‘el progreso, de la eolue, AB. sean las tradiviones y bros no bastarian simboliza al. primer orden de la naturale creacion teresre, el imitivo. La palabra jteeintop, que mar- evolucién ascendente primero en el sentido todo el lnaje que des fa es de orden moral, JAdin es el mas hom ” bre de los hombres. El simbolo nos trans- porta a un nivel de consideracin completa- ‘mente distinto del de la historia, 2. Estd hecho por otra parte «a imagen de Dios». Desde un punto de vista simbslico se puede entender la expresién en el sentido de que Adin es la imagen de Dios, como una ‘obra de arte es la imagen del artista que la hha realizado. (Pero en qué esa obra de arte seria mis particularmente la imagen de su CCreador si no es por es0 mismo que Devca: Tiga no ha logrado hacer, por la aparicién el espritu en la ereacién, por la animacion dde la materia? Es esta realidad del espiitu =a imagen de Dios, pero distinta de Dios~ la que Adin simboliza. De alli derivan las flras innovaciones en el universo: fa con- ciencia, la razén, la libertad, la responsabili- Aad, la autonomia, prvilegios todos del es- piritu, pero de un espiritu encarnado, pues ¢s solamente a imagen de Dios, y no idénti- oa Dies. 3. Es por haber querido identiticarse con Dios que Adin llega a ser el primero en I falta, con todas las consecuencias que esta primaeia en el pecado arrastra para su des- cendencia, El primero, en un orden, es siem- pre, de una cierta manera, la eausa de todo lo que deriva de él en ese orden. Adin sim- boliza la falta original, Ia perversiGn del espiritu, el uso absurdo de la libertad, el re- chazo de toda dependencia. Ahora bien, el rechazo de la dependencia contra el Creador sélo puede conducir a la muerte, porque esta dependencia es la condicién misma de la vida. En todas las tradiciones, e! hombre que tiende a iguatarse a Dios es castigado con tuna sancidn fulminante. 4. Pero he aqui que otro Adin aparece, Jesueristo, segundo Adin en orden cronolé ico, pero él también primero, en el sentido ‘mistico del término y, si se puede decir, mis verdaderamente primero que el primer Adan; primo prior segin la historia; porque 5 «el mas hombre de todos los hombres», a titulo superior, primero en el orden de la na: turaleza y en el orden de la graci, alcanzan- do en l los dos Srdenes su perfeccién supre~ ma. El es més ain que la aparicion del spirit en la ereacin, es la encarmacin del \Verbo: la Palabra misma de Dios hecha hombre, el hombre divinizado. Ya no es ‘imagen, es realidad, También, para con él, la fata es imposible; el segundo Adan sélo puede conferr la gracia, la santidad y la vida sterna, de las que el acto del primer Adin habia privado a la humanidad, El segundo Adin simboliza pues todo lo que habia de positivo en el primero y lo eleva a lo absolu- to divino; simboliza la antitesis de lo que Inubo de negativo y remplaza la certidumbre de Ia muerte por la de Ia resurreccién. San Pablo ha magnificado esta antitesis en cie- tos pasajes: «El primer hombre, Adin, ha sido hecho alma viva; el dltimo Adan es un spirit que da la vida. Pero no es lo espiri- tual lo que aparece primero; es 10 psiquico, después lo espirtual. EI primer hombre, sa- lido del suelo, es terreno; el segundo hombre viene del cielo.» ‘Ast ha sido el terreno, asi seri también los terrenos; asi es el celestial, asi sern tam. bién los celestiales. Y lo mismo que nos hemos revestido de la imagen de lo terreno, ddebemos revestir también la imagen de Io celestial (1 Cor 1545-80; Rom $,12-17) 5. En el andlisis de Jung, Adin simboliza al hombre césmico, fuente de todas las ener jas psiquicas y, ffecuentemente, en forma de sabio viejo, se liga al arquetipo del padre y del ancestro: es la imagen del hombre vie~ Jo, de una sabiduria insondable sacada de tuna larga y dolorosa experiencia. Puede, en os sueios, tomar la figura de un profeta, de tun papa, de un sabio, de un filésofo, de un patriarea, de un peregrino, La aparicién del Sabio viejo simboliza fa necesidad de inte- rar en uno la sabiduria tradicional o tam. bign actualizar una sabiduria latente, Si- suiendo las ideas de Jung, el segundo Adin, teuya eruz se eleva sobre la tumba del primer ‘Adin, asi como lo muestran varias obras de arte, simbolizaria el advenimiento de una ‘nueva humanidad sobre las cenizas de la an tigua, El segundo Adan, Cristo, simbolizaria el Si, o la perfecta realizacién de todas tas virwalidades del hombre, Pero el simbolo fascinante de un Adin, héroe-crucificado- resucitado-salvador, es como una carga ener Iinmanente, que incita a una tran: cién interior. wE! misterio de Jess Adin aparece “por entero en esa nccesidad que cada uno se encuentra de erucificar su parte mis preciosa, de asesinara, de escarnecerla (@e reducitla a cenizas) y, gracias a esta eru- cifixén, recibir la gracia de la salvacin.. Es por ello que el corazén del hombre esté sin cesar ensangrentado y luminoso, sufrente y florioso, muerto y resucitado» (BECM, 342). 6. Las tradiciones judias, con influencias iranias y neoplatGnicas, han especulado bas- tante sobre el simbolizmo de los primeros capitulos del Génesis. Adin significa ol hhombre terestre creado por Dios con tierra (en hebreo: ‘adamah, tierra labrada; segin otra hipétesis: tierra ‘de los hombres). Esti animado por el soplo de Dios. Antes de esta animacion, siguiendo a la Cabala, él es lla- mado —» Golem, La arcilla ms fina utiliza: 4a por Dios esté -segin el pensamiento ju- ‘iow tomada del centro de la err, sobre el ‘monte Sién considerado como el ombligo del mundo. Esa tierra representa el mundo fen su totalidad. E] Talmud describié las doce primeras horas de la primera jornada (@ periodo) de Adin: 1) La tierra se acumu- 1a, 2) la arclla se transforma en un Golem, 3) sus miembros son extendidos; 4) el alma le es insuflada por Dios; 5) Adén se tiene en pie; 6) Adin nombra’a los. sores vivos, 7) Eva lees dada; 8) Adan y Eva se enlazan ¥ procrean: de dos pasan a ser cuatro; 9) prohibicién Hevada contra Adin; 10) des- fobediencia de Adin y de Eva: 1!) juicio vuelto contra ellos; 12) Adin y Eva son ex- pulsados del Paraiso. ‘Cada hora corresponde a una fase simbé: lica de la existenca La Haggadah no tiene estrictamente en cuenta el texto biblco; 0 mejor, desea com- pensar la contradicién entre los dos textos el Génesis (1,27 y 2,21) al afirmar, de una parte, una ereacién simulténea del hombre y de la’ mujer y, por otra, al presentar una creacién de Adan anterior @ la de Eva (Eva racida de una costilla de Adin). Segin la Haggadah la mujer cteada simultineamente con Adin habria sido —» Lilith. Adin y Li- lith nose entenden; Cain y Abel se dsputan Ta posesion de Lilith. Entonces Dios redyjoa polvo al primer hombre y a la primera mu: Jer (SCHK, 181-184). Después, vuelve a crear 50 primero al hombre y el hombre se subdivide en macho y hembra 1. Segin el primer relato de la Creacién cen el Génesis, Adin aparece bajo un aspecto bisexual; segin ciertos autores, s hermatto dita, Enel Midrasch Bereshit Raba, se dice ‘que Dias erea a Adan al mismo tiempo ma- cho y hembra..Un sentido idéntico se pre- senta en la Cabala, que por otra parte habla de Dios bajo aspecto de rey y de rina En Platén, vemos al hombre descrito como un ser esférico que gira, como una ‘ueda: fue también, en origen, hermafrodita, '8. Existe una exirecha relacion entre el primer Adan y el Cristo-Nuevo Adén. Asi la leyenda diré que Adin muere un viernes 14 de Nisin a la hora novena, prefigurando asi Ja muerte de Cristo, Se encontraré en el arte el exineo de Adan al pie de la eruz de Cris- fo. Siguiendo una leyenda, Adin a punto de rmorir manda a su hijo Seth ir al Paraiso, a fin de tomar un fruto de inmortalidad del Arbol de la Vida. El ange! encargado de la sguardia del Paraiso se nicea a darle un fruto, pero le regala tres semillas. De la boca de ‘Adan muerto crece un rbot de estas semi- las; egard mis tarde a ser el érbol de la Cruz. Para capiar el simbolismo de las leyes entre Adin y Cristo, se puede evocar tam- bien el didlogo con Adan en el Paraiso (26) e Dante 92. El hombre original en su forma mis pra es llamado Adam Kadmon (Scik, 122), Este Adam Kadmon es el simbolo de Dios vivo en el hombre. Es el mundo del hombre interior, que slo se descubre en la contem placidn, el primer hombre por antonomasia, faquel que es por excelencia a imagen de Dios. Pero esta interpretacin de la Kabba- Jah no es la de los exegetas crstianos que ven en este término Gnicamente al primer hombre histérico, En la tradicién cabalistica, Adin seria también una «sintesis del universo creado: 5 naturalmente sacado del centro y el om= bligo de ta tierra (monte Sién), pero todos To elementos se elinen en su ereacign. Dios reuni6 de todos lados el polvo a partir de! cual Adan debia ser hecho, como lo expre- san las etimologias de la palabra Adin que Jo comprenden en tanto que abreviacién st e sus ements 0 ‘10 puntos cand chow (SiR, 181). Te tinado a retorar + Golem en cuanta le furan dadas por sius,ctado por en Adin ala tieray; sera el monumentow del tra. eLos ee actuakan juntos en tem (SCH, 189.4 10. Adan mer hombre, de ‘in otras tradi cst represeniado (el nombre es sin del hombre Fiamorildad del ncargudo de la a dari un fruto, De la boca de east). Peto po dria ser conveniente tomar la expresién en un sentido diferente: dioses gue existen, y dioses que no exisien. Es posible que los ‘ranscriptoes cistianos de la mitologia y de la epopeya hayan transpuesto, en efecto, muy tardiamente la expresién. Los ielande- ses de la edad media evaluaban la riqueza, fo en cultvos, sino en ganado. Fl pastor era honorable, no el labrador. La cualidad ag cola del dios druida, el Dagda, no es mas ‘que una atribucién tardia: no es de ninguna ‘manera fundamental (OGAC, 12,387) Ta agricultura tiene por emblemas los ceuernos de Ia abundancia, un arado © una Taya cerea de un arbolita, por divinidad una Ceres coronada de espigas, por reyulador la rueda del Zodiaco. La agricultura simboliza la unin de los cuatro elementos, cuyo cass miento condiciona la fecundidad: la tierra y el are, el agua y el calor Los cults agrarios son innumerabes, en ‘re los mis primitivos, y los mis ricos en simbolos. Pero la agricultura en la jerarquia ‘social parece haber tenido siempre un rango inferior, mientras que el pastor, el némada, tenia la dignidad del guerrero, Aquélla seco: rresponde con el + vente ‘Agua. Las signifcaciones simbsticas del ‘agua pueden reducise @ tres temas domi ines: fuente de vida, medio de_purii ign y centro de regeneracién. Estos tres temas se hallan en las tradiciones més anti: fguts y forman las combinaciones imaging rias més variadas, al mismo tiempo que las mds coherent, [Las aguas, masa indiferenciada, represen- ~tan la infinidad de Io posible, contienen todo lo virial, lo informal, el germen de los gér menes, todas las promesas de desarrollo, ero también todas las amenazas de reabsor ‘ign, Sumergtse en las aguas para salir-de ‘nuevo sin disolverse en elas totalmente, sal= ‘vo por una muerte simbélica, es retornar a las fuentes, rocurrir a un inmenso depésito reintegracién autism) abajo, hacia el tendenin euldad ar de ninguna 387. emblemas. los ‘arado 0 una ivinidad una repulador Ia tre simboliza numerables, en os mis rcos en en la jerarquia simbélicas del ‘ues temas domi medio de purifica acign. Estos tres aguas para salirde ela totalmente, sal- lca, es retomar & 3m inmenso depésito 33 de potencial y extra de alli una fuerza nue- va: fase pasajera de regresion y desintegra- cién que condiciona una fase progresiva de reintegracién y regeneracién (> batio, —> bautismo). EI Rig Veda exalta las aguas que aportan vida, fuerza y pureza, tanto en el plano espi- ritual como en el plano corporal ines i fra Ingraners, log, eis! Sterna eas marvels, Ste pid ened. ‘Nes as A, dad penta emi, ‘Sejursment le por mi prea roy 1 Las variaciones de las diferentes culturas sobre estos temas esenciales nos ayudarin a comprender mejor y a profundizar, sobre un fondo casi idéntico, las dimensiones y los 'matices de esta simblica del agua, 1. En Asia los aspectos del simbolismo del agua son muy diversos. El agua es la forma substancial de la manifestacidn, el origen de la vida y el elemento de la regeneracién cor poral y espitual, el simbolo dela fertilidad |a pureza, la sabiduria, a gracia y la virtud Es fluida y tiende a la disolucin; pero tam bign es homogénea y tiende a la cohesion, a la coagulacién. Como tal, podria correspon- der a sativa, pero como se derrama hacia abajo, hacia el abismo, su tendencia es ta- ‘mas; Gomo se extiende en la horizontal, su tendencia es también rajas. 4) El agua es la materia prima, la Prakrit «toro era aguay, dicen los textos hindues; las vastas aguas no tenian orillas.», dice un texto taoista. Brahmianda, el Huevo del ‘mundo se incuba en la superficie de las aguas. Del mismo modo el Soplo o Espirit de Dios se incuba segiin el Génesis en la su- perficie de las aguas. El agua es Wucki, dicen Tos chinos, lo «sin cumbre>, el eaos, la indistincién primera. Las aguas represenian la totalidad de las posibilidades de manifes: tacién y por ello se dividen en aguas supe- riores, que corresponden a las posibilidades informales, y en aguas inferiores, que corres- pponden a ias posibilidades formales, dual dad que el Libvo de Enoch traduce en termi nos de oposicidn sexual, y que la iconografia, representa a menudo por la doble espiral Las aguas inferiores se dice que estén ence- sradas en un templo de Lhasa, dedicado al rey de los naga; las posibilidades informales se representan en la India por las —» Apsara (de Ap, agua). La nocién de aguas primor- diales, de océano de los origenes es cuasi universal. Se la encuentra hasta en la Poli- nesia, y [a mayor parte de los pueblos aus- troasisticos localizan en el agua el poder ‘césmico. Se le atade frecuentemente el mito del animal que se 2ambulle como el jabali hindi que trae un poco de tierra ala superfi- ie, embrién alumbrado por la manifesta- ablucién de Sempefia un papel esencial. En la India y en el suresteasitico, la ablucién de las estatuas santas ~y de los fieles-(particularmente en el afio nuevo) esa la vez purificacin y rege- neracién, «La naturaleza del agua ln condu- ce a la purezan, eseribe Wen-tse. Ella es, fensefa Lao-tse, «el emblema de la suprema virtud (Tao, cap. 8). Es también el simbolo de la sabiduria taoista, pues no tiene oposi- ciones; esti libre y sin ataduras, se deja correr siguiendo la pendiente del terreno. Es Ja medida, pues el vino demasiado fuerte debe mezclarse con agua; ese vino es el del ) El agua, opuesta al fuego, es yin, Co- rresponde al’ norte, al frio, ab solsticio de invierno, a los riflones, al color negro, al tri= grama Kan que es el abisal. Pero de otra ‘manera el agua esti ligada al rayo, que es fuego. Asi pues, si wa reduccién al Agua» de los alquimistas chinos puede perfectamente ‘considerarse como un fetorno a la primor- dlialidad, al estado embrionario, se dice tam- bign que este agua es fuego, y que las ablu- ciones herméticas deben entenderse como Durificaciones por el fuego. En la alquimia interna de los chinos, el bafto y t lavado po- drian perfectamente ser también operaciones 4de naturaleza ignea. El mercurio alquimico, ‘que es agua, es calificado a veces de «agua ignean Seiialemos también que el agua ritual de las iniiaciones tibetanas es el simbolo de los votos, de los compromisos adquirides por el postulante ara volver en fin al solo encanto de las apariencias, citemos la hermosa formula de Victor Segalen: «Mii amante tiene las virtu- des del agua: clara sonrisa, gestos fluentes, vor pura y que canta gota a gota» (Sieles) (WENA, CORT, DAMS, DAVL, PHIL, GOVM, VRIE, GRIF, HUMU, JILH, LIOT, MUTT, SAIR, SCHG, soun. PG. cd) En forma de simbolos se expresa tam: bign una plegaria védica a las aguas, plegaria ue concierne ciertamente a todos Tos nive- les de existencia, fisico y mental, que las aguas pueden viviicar: (Ob seas Agus {Fess comersel popce querer ya inmortaiad 5 Guest ln soberans dea ae {ers acompat de un Dena posted, ‘svalayan Sanaa 413 eo, 270) 2. En las tradiciones judias y eristianas el agua simboliza ante todo el origen de la creacién. El men (M) hebreo simbotiza el agua sensible: es madre y matriz. Fuente de todas las cosas, manifesta lo transcendente ¥y por ellq debe considerarse como una hie- Folia, ‘De todos modos el agua, como por otra parte todos los simbolos, puede considerarse ‘en dos plangs rigurosamente opuestos, pero 54 de ningin modo irreductibles, y semejante ambivalencia se sitia a todos fos niveles. El ‘agua es fuente de vida y fuente de muerte creadora y destructora ‘a) En la Biblia los -» pozos del desierto y Jos manantiales (> fuente) que se offecen a los némadas son otros tantos Iugares de ale- ria y de asombro. Cerca de los manantiales ¥ los pozos tienen lugar los eneuentros ese Ciales; como lugares sagrados, los puntos de agua desempefian un papel incomparable. Cerca de ellos nace el amor y se preparan los matrimonios. La marcha de Tos hebreos y el caminar de cada hombre durante su pe- regrinaje terrenal estén intimamente ligados al contacto exterior o interior con el agua; sta resulta un centro de paz y de luz Palestina es una tierra de torrentes y ma- nantiales, Jerusalén est regada por las aguas pacificas de Siloé. Los > rios son agentes de fertlizacién de origen divino; las Iluvas y el rocio aportan su fecundidad y manifiestan Ta benevolencia de Dios, Sin el agua el n6- mada seria inmediatamente condenado a muerte y quemado por el sol palestino; as el ‘agua que encuentra en su camino es compa- rable al mané: apagando su sed, lo alimenta, Por esta razén se pide el agua en la oracion: objeto de silica, «iga Dios el grito de su servidor, envie los aguaceros y ayude a encontrar los pozos y los manantiales» La hosptalidad exige que se offezca agua fresca al visitante y que se le laven los pies, a fin de asegurar la paz de su descanso. Todo el An- tiguo Testamento celebra la. magnificencia del agua. El Nuevo Testamento recibiré esta herencia y sabré utlizaia Yahvch se compara a una lluvia de pr ‘mavera (Os 6,3), al rocio que hace crecer las flores (ibid, 14,6), las aguas freseas que co- ren desde’ las montafas, al torrente que abreva, El justo es semejante al drbol planta- doa los bordes de las aguas que corren (Nim 24,6); el agua aparece pues como un signo de bendicién. Pero conviene reconocer en ello justamente el origen divino. Asi se- ain Jeremias (2,13), el pueblo de Israel en su infidelidad, despreciando a Yahvéh, olvi- dando sus promesas y dejindolo de conside- rar como la fuente de agua viva, quiere ‘excavar sus propias cisternas; tas e agrie- 5s tan y no conserva rando la actitud del fuente de agua vi ‘larin de su pas la presencia del alma aparece asi dientaorientada ‘manifestacin de seca desea poder vias (D1 32,2) ) El agua es. pero hay otra side el agua; os tuna fuente (Prov labras tienen la 184). En euanto al uria, su corazén roto que deja 21,14). Ben Sica a Sabiduri, oes de Sabiduria, Los representan este idéntico, As para biduria pose sus or as aguas de a Bs del todo hhayan visto el vide espiritual y Dios y a menudo. bres: «me han de agua viva, para ‘no mantenen el 5 y semejante os niveles. EL ie de muerte, el desieto y que se offecen 8 Iugates de ale os manantiales encuentos esen os puntos de incomparable. ys prepara de los hebreos or las aguas os son agentes de no; las > Huvias iad y manifiestan sin 30 palestin; asi el camino es compa- sd, lo alimenta, agua en Ia oracién: Dios el grito de cers y ayude a ‘manantiales» La ofrezca agua fresca ven los pes, afin de ‘una tluvia de pri- que hace erecer las aguas que corren rece pues como un divino. Asi, se- eblo de Israel en su a Yahvéh, olvi jindolo de conside agua viva, quiere nas; sta Se agri 55 tan y no conservan el agua. Jeremias, censu- rando la actitud del pueblo frente a su Dios, fuente de agua viva, se lamenta. diciendo’ «Harn de su pais un desierto» (18,16). Las alianzas extranjeras se comparan a las aguas del Nilo y del Euttates (11,18). El alma bus- ca a su Dios como el ciervo sediento busca Ja presencia del agua viva (Sal 42,2-3). El salma aparece asi como una tierra seca y se- ienta orientada hacia el agua; espera la ‘manifestacin de Dios, tal como la tierra re- seca desea poder ser empapada por las llu- vias (Dt 32,2) 2) El agua es dada por Yahvéh a la tierra, pero hay otra agua mis misteriosa: sta one de manifiesto la Sabiduria, que ha pre- sidido la formacién de las aguas en la crea- cidn Gob 28,25-26; Prov 3,20; 822.24 28-29; Eel 1,2-8), Enel corazén del sabio re- ‘Side el agua €l es semejante a un pozo y a una fuente (Prov 20,5; Eel 21,13), y sus pa- labras tienen la fuerza del iortente (Prov 18,4), En cuanto al hombre privado de sabi- dluria, su corazén es comparable a un vaso roto que deja escapar el conocimiento (Ec! 21,14). Ben Sira compara la Thora (la Ley) a ia Sabidurta, pues la Thora derrama un agua de Sabiduria. Los padres de la Iglesia consi- deran al Espiritu Santo como el autor del dn de sabiduria que él vierteen los corazo- nes sedientos. Los tedlogos de la edad media Tepresentan este tema dindole un sentido idéntico. Asi para Hugo de San Victor [a Sa- biduria posee sus aguas y el alma es lavada por las aguas de la Sabiduria Es del todo natural que los. orientales hayan visto el agua en primer lugar como signo y simbolo de bendicién: ino es ella la {ue permite la vida? Cuando Isaias profetiza una era nueva, dice: «Surpiré agua en el de- sierto.. el pais de la sed se transformari en manantiales» (ls 356-7). El vidente del Apocalipsis no habia de otro modo: «El cor- ero... los conduciré a las fuentes de las aguas de la vida» (Ap 7,17). EI agua se convierte en el simbolo de la vida espiritual y del Espiritu, ofrecidos por Dios y a menudo rechazados por los hom- bres: «me han abandonado, a mi, la fuente de agua viva, para excavarse cistermas... que no mantienen el agua» (Jer 2,13). Agta Jess emplea también este simbotismo en su conversacién con la mujer de. Samaria: ‘«Quien beba el agua que yo le daré ya nunca tendri sed, pues el agua que yo le daré se convertiré dentro de él en manantial de agua {ue brote para vida eterna» (Jn 4, especial ‘mente versiculo 14). Simbolo ante todo de vida, en el Antiguo ‘Testamento el agua se convierte en simbolo del Espiritu en el Nuevo Testamento (Ap 21), Aqui Jesucristo se revela como Sefior Gel agua viva con la samaritana (Jn 4,10). EL ela fuente; «si alguno tiene sed, que venga a mi y que bebay (In 7,37-38). Como de la roca de Moisés, el agua surge de su seno y sobre la cruz la lanza hace brotar agua y sangre de su costado abierto. Del Padre se derrama el agua viva, que se comunica por la humanidad de Cristo también por el don del Espiritu Santo, el cual, seg el tex- to de un himno de Pentecostés, es fons vivus (fuente de agua viva), ignis cartas (fuego de amor), Altissimi donum Dei (don del Alti ‘mo). San Atanasio precisa el sentido de esta minis 1,10, PL. 196,124), MMOD. s7 3. En las tra simbotiza tambien aguas vivas y te), El hombre agua fuente (Cor Las obras de los como agua aquel mis que un aguas tenebrosas las sucesivas 2439-40), La agua que el venta Es ‘inden "Arabi, Fam ide ‘halla el Trono Aliento del Dio e la Teofania mar se cubrié de cexpuma, algo ‘uerpow (Din), Silt simboliza cuya substanca materia prima En un sentido boliza et Funda por un océano, ‘agua, Ela lena son las eraturas. 1) Por otra pureza ritual por Galidades son agua de a vida, bias, y que confluencia de Io alto y lo os mares. La Y puriiadora a maldicién ‘monstrues. Las nal, el desorden, ‘al mar agit ob Dios, pues las Ta inseguridad, fo ovéano designan la I hombre dir Ri debe pasar por las eobre conciencia de sania amargura se sats interiors ho- i MM. 37 3. En las tradiciones del islam, el agua simboliza también numerosasrealidades 4a) El Corin designa el agua bendita que cae del cielo como uno de los signos divinos. Los - jardines del Paraiso tienen arroyos de aguas vivas y fuentes (Cordn, 225; 88,12, etc.) El hombre mismo ha side creado de un agua fluente (Corén, 86,6). Las obras de los no ereyentes las considera ‘como agua aquel que tiene sed; pero no es mas que un espejismo. Se parecen a las ‘aguas tenebrosas en un mar profundo, que ‘las sucesivas vienen a recubrir (Cordn, 24,39-40), La vida presente se compara al ‘agua que l viento disipa (Cordn, 18,45) Es «lagu pra que Dios hace desender del ilo Sinead con ela tere despues de mse (Cond Dios quien ha creado fot in ier ‘ha bebo desende age de lo En su comentario de los Fosus de Ibn al: Arabi, Jami identifica el agua sobre la cual se halla el Trono divino (Cordn. 11,9) con el Aliento del Dios Misericordioso. Hablando de la Teofania eterna, Rumi dice que «el mar se cubrié de espuma y, a cada copo de espuma, algo tomaba forma, algo tomaba cuerpo» (Diwan). IF simboliza el universo por el hielo, ‘cya substancia es ef agua. El agua es aqui la materia prima En un sentido mas metafisco, Rimi sim- boliza el Fundamento divino del universo ppor un océano, cuya esencia divina es el agua. Ella lena toda la ereacién y las olas son las eriaturas, ) Por otra parte el agua simboliza a pu reza y se utiliza como medio de purificacién. La oracién ritual musulmana ~salat- no puede ser Vélidamente consumada mas que cuando el orante se ha puesto en estado de ppureza ritual por sus abluciones, cuyas mo- alidades son objeto de reglas minuciosas. ) En fin, el agua simboliza la vida: el agua de la vida, que se descubre en las tine: bias, y que regenera, El — ped arrojado a la confivencia de los dos mares, en la sura de ama Ja Caverna (Cord, 18, v. 61,63), resucita cuando esta sumergido en el agua. Este sim- bolismo forma parte de un tema inicidtico: el bao en la Fuente de la inmortalidad Este tema reaparece constantemente en la tradicin mistia iskamica, especialmente en el Trin. En las leyendas referentes a Alejan- ‘dro, éste parte ala bisqueda de la Fuente de la Vida, acompatiado de su cocinero Andras que, un dia, lavando un pescado salado en tuna fuente, io ve revivir y encuentra a su vez la inmortalidad. Esta fuente esta situada en cl apais de las Tinieblas» (a relacionar sin dduda con el simbolismo de lo inconscien- 1). EM. 4. En todas tas demas tradiciones del ‘mundo, el agua desempeha igualmente un papel primordial que se articula alrededor de los tes temas ya definidos, pero con una insistencia particular sobre’ los_origenes. Desde un punto de vista cosmogénica el agua corresponde & dos complejos simbli- 0$ antitéticos, que no hay que confundit: el agua descendente y celeste, la luvia, es una Semilla urinica que viene a fecundar la tie- pm sa; masculina pues, y asociada al fuego del cielo. Por otra parte el agua primera, el agua ‘que nace de la tierra y del alba blanca, es fe- ‘menina: la terra esté aqui asociada a la luna como simbolo de fecundidad consumada, tierra prefiada, de la que sale el agua par ‘que, iniciada la fecundacién, la germinacion tenga lugar. En un caso como en el otro el simolismo el agua contiene el de la» sangre, Peto no se trata tampoco de la misma sangre, pues también la sangre corresponde a un simbo- lismo doble: Ia sangre celeste, asociada al sol ‘yal fuego; la sangre menstrual, asociada a la tierra ya la luna, A través de esas dos opo- siciones, se discierne la dualidad fundamen- tal luz-tinieblas, 4) Entre los aztecas la sangre humana, ne- cesaria para la regeneracin periédiea del sol, se llama chalchivatl agua preciosa, es decir, el jade verde (500M. El agua, semilladivina, también de color verde, fecunda la tierra para engendrar los ‘Hiéroes Gemelos en la cosmogonia de los do- gon (GRID). Estos gemelos vienen al mundo Sendo hombres hasta los rifiones y serpien- tes por debajo. Son de color verde (GRE). Pero el simbolo del agua, fuerza vital cundante, va mis lejos ain en el pensamien- to de los dogon y de sus vecinos los bamba- ra. Asi pues el agua -o la semilla divina~ es también la Tuz, la palabra, el verbo genera- dor, cuyo principal avatar mitico es la > spiral de cobre rojo. Sin embargo agua y palabra no se tomnan acto y manifestacin, peasionando la creacién del mundo, mas ‘que en forma de palabra himeda, a la que se fopone una mitad gemela, que permanece fuera del ciclo de la vida manifestada, que ddogon y bambera llama «agua seca y pala bra seca». Agua sea y palabra seca expresan cl pensamiento, e¢ decir, In potencalidad, tanto en el plano humano como en el divi no. Toda agua es seca antes de que se forme €l huevo césmico, en cuyo interior nace el Principio de humedad, base dela génesis del mundo, Pero el Dios supremo urinico, ‘Amma, cuando crea a su doble, Nomm Dios det agua hsimeda, guia y principio dela Vida manifestada, guarda para si, en los cie- los superiores, fuera de los limites que da al 58 universo, la mitad de estas aguas prime due siguen siendo las aguas secas. Dela mis ‘ma manera, la palabra no expresada, el pen samiento, se lama «palabra seca; no tiene ris que valor poteacial, no puede engen- Arar, Es en el mierocosmes humane la répli- ca del pensamiento primordial, la. primera palabra robada a Amma por el genio Yur fu, antes de la aparicién de los hombres fctuales. Para D. Zahan (ZAHD) esta palabra primera, palabra indiferenciads, sin con ciencia de si, corresponde ao inconscien cla palabra del suefo, aquela de la cual Jos humanos no son duefis. El —> chacal, 0 el zorro palido, avatar de Yurugu, habiendo Inurtado la primera palabra, posee pues Is clave de lo inconsciente, de fo invisible y en consecvencia del porvenir, que no es més que la componente temporal de lo invisible. Por esta razén el sistema adivinatorio mis importante de los dogon esté basado en la interrogacién de este animal. Es interesante sefilar que el Yurugu esté también asociado al fuego ciénice y a la Tuna, que son universalmente simbolos de lo inconsciente (PAUC,ZAHD,GAND). AG. >) La divisién fundamental de todos los fendmenos en dos categoras repidas por los simbolos antagonistas del agua y del fuego, de lo hiimedo y lo seco, encuentra una ilus- ‘racin notable en las practias funerarias de Tos azteeas. Por otra parte Ios hechos mues- tran igualmente la analogia de semejante angels, el de los estados esprituales superiores. En Ta antigiedad clisica es el ave de Zeus, con Ta que llega incluso a identificarse; su papel de reina del cielo esta explicito igualmente entre los chamanes siberianos. Su identifica cid con el sol, fuente y radiacion de la luz, { exencial para los indios de América del Norte que, llevando plumas de seuila, se identifican con esa radiacion (que es espit tual, tanto como fisica) Las plumas de dgui Ja yel silbato de hueso de iguila se utiliza en la danza que mira al sol. La misma identifi- cacion existe emir los aztecas, y también en 1 Japén: el kami cuyo mensajero o soporte 3 un sguila se denomina Aguila del sol ce- leste. Nétese que en Grecia todavia, las dgui las, surgidas del extremo del mundo, se dice o que se detienen en la vertical del omphalos de Delfos:siguen asi Ia trayectoria del sol, de la sida en el cenit, que coincide con el je del mundo. asia com la extends, bronse onda. Ane i tic de al (ars, Musso de Cans). El éguila mirando fijamente al sol, es tam- bign el simbolo de la percepcién directa de Ta Tuz intelectiva, «El Aguila mira sin temor cara al solv, eseribe Angelus Silesius 4y ati resplandor eterno, si {0 corazon es puto» Simbolo de contemplacién, que entronca con Ia atribucign del dguila a san Juan y a su Evangelio. Ciertas obras de arte de la edad media la idemtfican con Cristo mismo, el cual significa la ascensién y a veces la realeza. Esta segunda interpretacion e5 una trasposicin del simbolo romano del impe- fio, simbolo que seri también et del sacro imperio medieval. Los Salmos, por ultimo, Ja tienen por simbolo de regeneracién espiri= tual, como el» Fenix Fl simbolismo del éguila entraha también tun aspecto maléfico. Como ocurre frecuen: temente, Ia reversion del simbolo de Cristo hhave de ella la imagen del Anticristo: el Aguila es la rapaz cruel, robadora. Es tam: 6 bign a veces y tura del Vishni solar Garuda es Pients, 0 naga tes. La dualidad significa univers Tierra, o a lucha tio. En Camby, los soberanos de ografia crstian, Garuda es tam el corse, de ‘guila, en razén (CORM. DANA, 2. A esa sim cultueas tradi Precisiones, como’ de fondo. En Am todo el univer simboto de la consciente y su una area tirada 3. El dguila es Posada sobre as ci bol eésmico, vela males que conti uc, 247), Los paviotso, te, le utilaan bastén, que leva tuna pluma de gui rman, se coloca La curacién por ls vuelo chaminico cas: se considera mal, el alma, e rma sin temor Silesiu: ay a th azn es puro.» que entronca ‘asan Juan ya de arte de la 39 Cristo mismo, my a veces la rpetacién es una romano del impe- bién el del sacro 0, por limo, regenracion espii ila entra también 30 ocurrefrecuen- | simbolo de Cristo el Antiristo: el ,robadora. Es tam- 6 bign a veces ~y esto esté vinculado a los diversos aspectos del poder imperil simbo- To de orgullo y opresin. Es la perversin de su poder. Otro aspecto solar es el del péjaro mitico <> Garuda que es originalmente un deuila, Pajaro solar, brillante como el fuego, mon tura del Vishnii -él mismo de natvraleza solar Garuda es nagar, enemigo de las ser Pientes, o ndganiaka, destructor de serpien tes. La dualidad del Aguila y de la serpiente significa universalmente la del Cielo y la Tierra, 0 la lucha del angel contra el demo- rio. En Camboya, Garuda es el emblema de las soberanos de raza solar, el Naga el de los soberanos de raza lunar. Garuda es también la Palabra alada, el triple VEda, un simbolo del Verb, lo mismo que el Aguila en la ico- nografiacrstiana Garuda es también simbolo de la fuerza, del coraje, de penetracion; lo es tambien el guia, en razén de la agudeza de su visién (CORM,DANA, HEHS, HERS, MALA). PG. 2. A esta simbolica general del guia, las culturas tradicionales aportan numerosas precisiones, como un bordado sobre una tela de fondo, En América como en Siberia, en todo el universo chamsnico, el dguila es un simbolo de la fuerza urdnica, Se utiliza por ‘una suerte de simpatia migica para los vue- Jos de los chamanes a través del espacio, «El chaman danza largo tiempo, eae a tiera in- consciente y su alma es llevada al cielo da tuna barea tirada por dguilas» (EL1C, 315), 3. El aguila es también un pajaro rutelar. Posada sobre las cimas de las ramas del de- bol césmico, vela como remedio de todos los ‘males que contienen esas ramas (KRAM, 266; LIC, 247). Los paviotso, indios de América del Nor te, la utilizan como una cura magica: un bbastén, que lleva en su extremidad superior una pluma de éguila procurada por un cha- man, se coloca sobre la cabeza del enfermo. La curacién por Ia pluma de dguila evoca el vuelo chaménico y las experiencias extiti eas: se considera que el Aguila se lleva el mal, el alma, el chaman, 4,Eldguila es igualmente el pajaro incia dor. Una gran dguila salva al héroe T8shtik {del mundo de abajo para elevarlo al mundo 4e arriba; solamente ella es capaz de volar de tun mundo a otto. Por dos veces, engulle al hhéroe moribundo para rehacerle el cuerpo en su vientre, antes de devolverlo a la luz ‘Otras tantas imagenes inicdticas que revelan tun poder de regeneracién por absorci, El dguila forma parte, en un relato apéeri- fo galés, de los Antiguos del mundo, este texto corresponde al relato irlandés de Tuan Mac Cairill ya un pasaje de Mabinogi de Kuthweh y Olwen; el dguila es uno de esos animales primordiales iniciadores, que son también el mirlo, el -» biiho, el > ciervo, ¥ el + salmén, No se conoce de ella otra ape- Ficién en la mitologia cética, salvo la met morfosis de Llew en dguila, cuando acaba de ser matado por el amante de su mujer adil- tera Blodcuwedd, en el Mabinogi de Math; pero aparece bastante frecuentemente en Ia ‘numismatica gala. Su papel parece haberlo etentado en Irlanda el —» halcén (CHAR, 71-91; Lona, 1,206-207), 5. El aguila ocupa un lugar igualmente importante en la mantica, El arte augural n= terpretaba el vuelo de las éguilas para perci- bir las voluntades divinas, «El aguila r0- ‘mana, como el cuerpo germano-céltico, es esencialmente la mensajera de la voluntad de lo alto» (OURS, 134), Reina de las aves duerme, dice Pindaro, «sobre el cetro de Zeus», cuyas voluntades dda a conocer a los hombres. Cuando Priamo vvaa pedir a Aquiles que le devuelva el cadé- ver de Héctor, hace una libacién a Zeus ary haz que aparezca a mi derecha tu veloz ‘mensajera, el ave que te es mis cara entre todos y cuya fuerza es suprema, para que después de verla con mis propios ojos vaya, alentado por el agro, alas naves de los dé rnaos, de ripidos corceles. Tal fue su plega- ria, Oydla el provide Zeus, y al momento envi la mejor de las aves agoreras, un dgui- la rapaz de color obscuro, conacida con el nombre de percndn. Cuanta anchura suele tener en la casa de un rico la puerta de la = ‘mara de alto techo bien adaptada al marco y cerrada por un cerrojo; tanto espacio ocupa- ba con sus alas, desde el uno al otto extremo cl éguila que aparecié volando a la derecha ppor encima de la ciudad. Al verla todos se alegraron y la confianza renacio en $us pe- esi chow» (Uliada, 24,308-321). El dguila volan- {doa a izquierda es, por el contrario, de mal augurio y nos volvemos a encontrar aqui la Simba de la» derecha y Ta izquierda 6. En su Psyehoanalyse de Victor Hugo, ‘Charles Baudoin (citado por DURS) observa ‘que el guila es wel simbolo coletivo, primi tivo, del padre, de Ia vitildad, de la poten cian. C.G. Jung ve igualmente en el aguila tun simboto paterno. En Siberia, pijaro sagrado, el dguila se considera padre de los chamanes. Un mito Tosexplica de esta manera: el Alisimo envia al iguila en socorro de los hombres, ator- rmentados por los malos espiritus que les provocan las enfermedades y la muerte; pero fos hombres no comprenden el lenguaje del rmensijero; Dios le dice que dé a los hom- bres el don del chamanizar; cl aguila vuelve a descender y embaraza a una mujer, éta da a luzal primer chaman (HARA, 318). En el mismo orden de ideas, ef uila et un simbolo del Sol, tanto para los hindi, por ejemplo, como para los indios de Amé ‘hea. Los chamanes llevan alas de dguila, Este pijro es wel substtuto del Sol en la mi- tologia asitica y norteasticay (EL, 122), 7. Emparentada con el padre y con el sl, es como el dios del cielo, asimilado al rayo y al trueno. Sus alas desplczadas evocan ls li- reas quebradas del > reldmpago, como tambien las de la ~» cruz. Alexander ve en las dos imagenes del éguila-relimpago y del Aguila-cruz Tos simbolos de dos civilizacio- nes, la de Tos cazadores y la de los agriculto- res, Sogn Alexander, ef éguila como divini- ad urinica, expresion del Pajaro-Trueno, {el orgen del emblema principal de las ci Vilizaciones de eazadores némadas, guerre- ros y conguistadores; como la cruz la cruz Tolidcea de México, estilizando el brote de- ‘ma(z dicotiledéneo) es el prineipal emblema 4e as civlizacionesagraras. Enel origen de las culturas india, uno encarna el Norte, el fifo y a polaridad macho; el otro es caracte- ristico del Sur, rojo, himedo y caliente, con la polaridad hembra. Pero, con el tiempo, al casarse las dos ci- Vilizaiones, los dos simbolos,originalmente Anlagonistas, se superponen’ y confunden: ‘es Singular que la cruz de forma geométrica a simple, del tipo romano, se convintera final: ‘mente, incluso entre los pieles rojas de las Manuras, en el simbolo del halcén 0 del ‘guila con las alas extendidas, asi come tam- bign dela dicotiledénea dela planta de maiz saliendo de tierra y eso de modo indigena y ‘in ninguna influeneia europea.» De mane a general, el Pijaro del Trueno ~dguila de Ashur y de Zeus- a medida que el tiempo pasa y las culluras se mezclan llega a ser también el Sefior de la Fertlidad y de la Tierra, simbolizada por la Cruz (ALEC, 120) 8. EI dguila estt igualmente relacionada con el + jaguar, como una fuerza celeste puede estarlo de una fuerza teliriea. Entre To aztecas, as dos grandes cofradias guerre ras eran las de los cabaleros-iguilas y la de {og caballerosjaguares (MTF, 193). El gui Ja correspondia al mito del sol. Entre los antecas, todavia, el corazén de los guereros Sacrficados servia para alimentar al Aguila Se les ilamaba las gentes det dguila. EL valor simbbico de los guerreroscaidos en el combate y el de los hombres sacrficados al ‘Aguila solar es el mismo: alimentan el sol y Jo acompatian en su curso Esta simbolica del dguila y del jaguar re- presentande las fuerzas celeste ytliicas se Wuelve a encontrar en ta descripeién de! tro- ro de pompa del emperador azteca: estaba sentado sobre un plumaje de dguila y adosa- do en una piel de jaguar (S0U). Podriamos citar aran cantidad de otros ejemplos de la asociacion Aguila Jaguar como simbolos de las fuera terrestres y ceestes entre los in- sos de las dos Américas 9. Es el ave de luz y de iluminacion Pajaro solae, imagen del sol, del fuego, de Ja altitud, de ta profundidad del aire y de la luz, representa al rey en tanto que hijo de lz. El iniciado tambien es rey. Segin la tradicién, el dguila posee poder de rejuvenecimiento. Esta se expone al ol; 9, cuando su plumaje esté ardiente, se su: merge dentro de un agua pura y vuelve a encontrar asi una nueva juventud. Esto 10 demos comparar con la iniciacién y la al~ ‘Quimia, que comprenden el pasaje por el fuego y por el agua. Este pajaro solar posee una vista pe- netrante; se compara al «ojo que ve todo» ¥ 8 cen conseeuenca al censo de uz ‘Los misticos de frecuentemente al car la visidn de con las alas de uz, El iguila os et cuyo Evangtio ‘miento de Logo 10. Bt dgullae lente en el cela cispides de las eos js del con un guile elevada, la Y todo’ eta | ‘ro tenitn cara ban desplegad | nia otras dos cubriane, cia adelante; impulsba..» Ios rayos, de teérquico mult 12. Ea la potenciay la o a tomaria tuna confusion 93). El égui- Entre los guile y adost- in Podriamos emplos de fa mo simbolos de ene los in eye tanto gue adn ey. guia posee poder = expone al sol i ardent, se st- para y vuelve a joveatu. Esto lo in inciacin y la al- nel pusje por 12 una vista pe- ‘ejo que ve todo» y 6 en consecuencia al dios y al rey. El guila es Ia encargada de levar el alma del muerto so- bre sus alas, para asi hacerla retornar a ios. Un vuelo descendente significa el des- censo de la luz sobre la tierra Los misticos de Ia edad media recurren frecuentemente al tema del Aguila para evo- car la vision de Dios; comparan la plegaria con las alas del dguila elevindose hacia la Iu, El dguila es ol simbolo del apéstol Juan, ‘cuyo Evangelio se inicia con el reconoci ‘miento del Logos-Luz 10. El dguila es cl ave soberana, el equiva- lente en el cielo del leén sobre la tierra. Las ccispides de las columnas, de los obeliscos, de los ejes det mundo, son coronados a veces ‘con un Aguila: simboliza la potencia més clevada, la soberania, el genio, el heroismo, ¥ todo’ estado transcendente. De manera muy general, es el simbolo de la ascension social 0 espirtual, de una comunicacién con el cielo, que le confiere un poder excepeio- nal y la mantiene elevada en las alturas, 11. La tradicin biblica da frecuentemente los angeles Ia forma del Aguila: «..os cua- tro tenian cara de éguila(..). Sus alas esta- ban desplegadas hacia lo alto; cada uno te- nia otras dos alas tocindose y otras dos le cubrian el cuerpo; cada uno iba de frente ha- cia adelante; iban hacia donde el espiritu los impulsabs...» (Ez 1,10-12). Esas imagenes son una expresién ‘de ia transcendencia: nada se le parece, incluso si se multiplican los atributos mis nobles del éguila, Y en el Apocalipsis(4,7-8} «..F1 cuarto ser viviente ‘6s como un dguila en pleno vuelo...» El pseudo Dionisio Areopagita explica asi la representacién del éngel por el guila: «la figura del éguila indica la realeza, la tenden- cia hacia las cimas, el vuelo ripido, la agil- dad, Ia prontitud, ia ingeniosidad en descu: brir los alimentos fortificantes, el vigor de ‘una mirada echada libremente, directamente ¥ sin desvio hacia la contemplacién de aque- Ios rayos, de los que la generosidad del sol {eirquico multiplica los rayos» (PSEO, 242). 12, En la tradicion preislémica del Iran, la potencia y la fuerza del éguila han conduci- do a tomaria por simbolo tipo, entrakando tuna confusidn con las otras aves rapaces de caricter noble (a excepcién del buitre). Los términos que designan al dguila y al ~» hal- ce6n son intercambiables y a menudo los nombres que designan el aguila y el haleén se toman uno por otro. Aunque universal, el caracteristicas de la tradicién irani. Ya en la Epoca de los medos y los persas, el dguila simbolizaba la. victoria, Segin Jenofonte (Ciropedia, 0,4), cuando los e)rcites de Ciro (560-529 a.C, fueron a socorrer al rey de los ‘medos, Ciaxares, en guerra contra los asi- Flos, un Aguila sobrevalé los ejércitos ira- nies, y aquello fue interpretado como un feliz presagio. También Esquilo (Persas, 205s) imagina que la derrota de los persas frente a los griegos fue anunciada en suefios a Atosa por la vision de un dguila persi- ‘uiendo a un haleén, Herodoto (i,76) relata que en el momen- to en que Dario y los siete notables del Irén dudaban en marchar sobre el palacio de Gaumata, rey usurpador de Persia, vieron siete parejas de halcones perseguir a dos pa- rejas de buitres y arrancarles las plumas: ‘quello se consideré buen augurio ‘para el Gxito de sus designios y partieron al asalto del palaco. El estandarte del Irn agueménida estaba compuesto por un dguila de oro con las alas desplegadas y posada al extremo de una lan a (Ciropedia, Vi,1), lo cual queria simboli- zar el poderio y'la. victoria de los persas en las guerras, Ferdawsi (040-1020) habla igualmente en su Shahndma (ibro de los reyes) de la bandera del antiguo Iran sobre la val figuraba un éguila, Particularmente la nocién de varana, po- der divino y luz de gloria en el mazdeismo (religidn del Irén preislamico), esté incorpo: rada a ese simbolo, En el Avesta (Ziimyid-yasht: yasht XIX, 34-38) el varana se ha simbolizado por un guila o un haleén, Cuando el rey legendario del Irén, Djamshid (Yama), el primer rey del mundo segiin ese libro (0 el tereero segiin cl Shahnima de Ferdawsi), profirié una mentira, el varana que habitaba en él lo abandoné en la forma aparente de un ave, araghna (balcén), En seguida, el rey se vio espojado de todas sus facultades prodigio- sas; fue veneido por sus enemigos y perdis 13. En Ia tradicin postislimica, los sim- ‘boios del deuilay del simorgh presentan un cierto caticter comin, el de evocar lo subli sme y la majestad, atributos naturales de Dios. En mas de un cuento, un mago prueba su supremacia sobre otro transformindose cen dguila Se atribuye un poder sobrenatural a esta ave en las viejas farmacopeas, que prescr ben beber sangre de dguila para adqui vigor y bravura, y pretenden que sus excre renios, mezclados con una especie de bebi 4a alcohoica llamada siki, da remedio 8 la esterlidad de las mujeres (MOKC, 23-43), Een los suefiosy la méntica, el Aguila sim- boliza a un rey poderoso, mientras que un rey os el presagio de una desventura. En un refrin irani relative a la interpretacisn del seo, se dice: «si tn ave y un pez se fe apa recen en suefos, entonces serie rey 0 12 sonreiré la fortuna.» El folklore ha manteni- o el valor simbslico del dguila. En Los seereios de Hamsa (pig. 10), el rey Anishiravn (Costoes 1) ve en sueflos una ‘bandada de cuervos que vienen de Khaybat. EI que va en cabeza se apodera de su coro ha, En ese momento, tres aguilas reales que Vienen de la dieccion de La Mece se ata Tanzan sobre el cuervo y le arrebatan la ‘corona que devuelven @ Costocs, Este Sueno fs interpretado_ por el visi BUzardjomehe ‘como que designa a un enemigo del rey que seri vencido por el emir Hamsa, “Amr (8) su escudero y Mogbel su arquero. La calii- cacion de Aguila real se emplea varias veces para designar a los tres personajes que son Namados tambien sdheb-qardn, es deci, se fore de la époea, que consiguen la vietoria. Sobre los ifieles, lo que les vale ser compa dos a dguilas EL coraje (hima y la valentia del dguila son una comparacién constante en l litera tra persa; Io cual esté de acuerdo con los otros caracteres (majestad, noblez, et) 4 se leatribuyen. En la €poce islimica, eran principalmente las miniaturas, los aguamanils, las lampa- ras de aceite y otros objetos doméstics los ue incorporaban como decoracién motives 6 el Sguila y otras aves fabulosas, wiizadas feel arte con su valor simbalico,—M.M. 14. Como todo simbolo, et guia posee también un aspecto nocturno: la exageracion de sw valor, la perversin de su poder, la ddesmesura de su propia exaltacion. El dua~ lismo del simbolo se expresa ya entre los Indios pawnee. A. Fletcher (FLEH) ha obser vado que entre ellos el aguila parda, hem- bra, se asocia@ la noche, ala una, al Norte, ls, Madre primordial, capiadora, gencrosa ¥ terrible, mientras que el dgula blanca, ma ho, se refiere por lo contrario al dia, ai sol, al Su, al Pade primordial, cuya figura pue- de también volverse dominadora y tirinica, En los sueis, el guila, como ef ledn, es un animal real gue encarne pensamientos ele- vados y cuya significacién es casi siempre posiiva, Simboliza el brusco sbrecogimien: to, a pasion consumidora del expiritu. Pero su caricter de ave de presa que rapta a sus Vietimas con las garras para condueirlas a los lugares donde ne pueden eseapar. le hace simbolizar también uma voluntad de poderio inflexible y devorante. Aguila de dos caberas. Este simbolo no era ‘desconocido entre fos antiguos mexicanos Particularmente esté representado en el Co- dex Nutal, donde encarna sin duda, sein Beyer, una divinidad de Ia vegetacin: et ‘en efecto, acompafiado de plantas y conchas, ¥y asociado a las fechas situadas bajo elsigno de tales divinidades (aE), Se sabe que para los antguos pueblos civi- lizados del Asia menor ct éguila bicefala era cl simbolo del poder supremo. En las tre iciones chamanicas del Asia central, re- ceuentemente se representa en la eispide de Ja columna del mundo, hincada en medio de la aldea; los doigan Ta Taman «el ave se- Aorial» y consideran wla columns que no s€ errumba jamiso, en cusa cispide esta po- sada, como la réplica de una columns idén- tica stuada delante de la casa del Dios su: premo,y llamada wla que jams envejece ni ae (HARA, 35-36), Seqin Frazer, ese simbolo de orien hitita habria sido adoptado de nuevo en la edad media por los tureos seicidas, quienes lo ‘ransmiteron a los eistianos en la época de sisincén ep parece como lidaes. Ea rico, Las inion el dean fe cimient al mundo, por par a las ley isco de ade ‘Asia central, fe> en la cispide de hincada en medio liaman eel ave se> 2 cispide est po una columna idén- ia casa del Dios su- 6 las Cruzadas, para legar posteriormente a las armas imperiales de Austria y de Rusia (FRAG, 5,133, n). La duplicacién de la cabeza expresa no tanto la dualidad o multiplicidad de los cuerpos del imperio, sino que refuerza sobre todo, doblindolo, el simbolismo mismo del fguila: autoridad més que reeia, soberania verdaderamente imperial, rey de reyes. Por lo mismo, los animales adosados o afronta- dos, frecuentes en las obras de arte, llevan a su culmen los valores simbolizados. Agujero. Simbolo de la abertura a lo desco: rnocido: wlo que desemboca al otro lado (més all, con respecto a lo concreto) 0 lo que de- semboca en lo escondido (mis alld, con res: pecto a lo aparente...) El agujero permite tuna linea pasar a través de otra linea (coor denadas del plano dimensional)..» (vit, 4). En el plano de lo imaginario, el agujero 5 mis rico de significacion que el simple vacio: esti prefiado de todas las potencial dades de aquello que lo llenaria o de aquello ‘que pasaria por su abertura; es como la es- Pera o la repentina revelacién de una pre- sencia. De un agujero abierto en el craneo de Zeus por un hachazo asestado por Helaisos, ‘sale la diosa de la inteligencia, Atenea, Ei agujero puede ser considerado simbolica- ‘mente como «la via de alumbramiento natu- ral dela idea» (ViR, 95) Hay entre él y el vacio la misma diferen- cia que entre la privacién y la nada, Esta distineién es tan verdadera que el agujero aparece como el simbolo de todas las virtua- lidades. En este sentido esta ligado a los simbolos de la fertlidad en el plano biol6gi- 0, y de la espiritualizacién en el plano psicolégico. Los indios ven en él a la vez una imagen del Srgano femenino, por donde pasa el ni cimiento al mundo, y una ~> puerta del ‘mundo, por donde la muerte permite esca- par a las leyes de aqui abajo. El Pi chino, disco de jade que tiene un agujero circular ‘en el ceniro, es precisamente un simbolo del Cielo, en cuanto «otro mundo». El agujero posee asi una doble signficacién inmanen- tista y trascendental, abre el interior al exte- rior, yabre e exterior alo ott, Ahoreado Aguzanieve. 1. El aguzanieves llamado también lavandera, pajarta de las nieves, nevatilla, caudatrémula- desempefa en los ritos primordiales del Japon un papel de naturaleza demiirgica, De él aprende la co- pulacién la pareja primordial Lzanagi-lnza- ‘nami. Seria sin duda puerl interpretar este hecho de manera jnicamente realist El pi pel del pajaro aqui no parece distar mucho del de la serpiente en el Genesis: esa la ver revelador de la inteligencia creadora e ins- trumento de la transposicién, en el plano sgrosero, de la manifestacion suti: (SCH) re- vela el hombre a si mismo, PG 2. Para los griegos también el aguzanieve, regalo de Afrodita, est ligado al amor y a sus filtros maigicos, en particular cuando estd Fado sobre tna rueds (-» rombo) que gira con rapidez: «La duefa de las fechas mas ripidas, la diosa nacida en Chipre, de lo alto del Olimpo, a6 s6lidamente a una rueda un aguzanieve de plumaje variado, ligado por los cuatro miembros. Trajo por primera vez los hombres el pijaro del deliro, y ensenié al habil hijo de Aison encantos y formulas, para que pudiera hacer olvidar a Medea ei Tespeto asus padres» (4 Pica, v. 380-386), El aguzanieve simbolizaria los encanta- ‘mientos del amor. Ahoreado (el). Por tener su origen su deri vado en el + Eremita (limina 1x) y el > Diablo (lamina Xv), que equivalen a las dos mujeres del — Enamorado (limina ¥!) sobre el plano espiritual, el duodécimo arcano ‘mayor del —> Tarot, cuyo complementario es la Rueda de la — fortuna, nos presenta a tun Ahoreado, cuyo rostro s¢ parece mucho al del» Juglar, Un joven esté suspendido por un pie a tuna horca verde oscura, sostenida por dos frboles amarillos, sendos érboles tienen seis cicatrices rojas que indican ramas cortadas. Los arbolesestn plantados sobre dos mon- tieulos verdes, en los que ademas crece otra planta de cuatro hojas. Los eabellos y el cal- zado del Ahorcado son azules, asi come lo alto de su chaqueta con medias mangas ro- Jas, con faldones amarillos, uno y otro mar- ‘eados con una medialuna horizontal, y abro= cchada con nueve botones (seis por encima el cinturén y tres por debajo), hotones blancos, como el cuello el cinturén y la par te del traje sobre la que estén cosidos. EI Ahorcado tiene las manos en la espalda nivel dela cintura y su piesna derecha est puesta ders de la otra. ala altura de la rod lla. «Bl Ahorcado -o el Sacifcio o la Viet ‘ma~ representa: la expiacion sufrda o queri- 4a, la renuncia (M. Poinsot; el pago de las deudas, la punicién, el odio de la muche- dumbee y la traicién (Fr. Rolt-Wheelery, la esclavitud psiquica y el despertarliberador, Jas eadenas de toda clase, los pensamientos culpables, los remordimientos, el deseo de Iiberarse de-un yugo (Th. Terestchenko}; el desinterés, el olvido de si mismo, el aposto [ado (a filantropia, las buenas resoluciones no ejecutadas, las promesas no mantenidas, cl amor sin compartir (0. Wirth) En un Ts tot francés del comienzo del siglo XVI eta amina no se llama el Ahorcado, sino la Prudencia, que es un consejo a dar frente al conjunto de sigificaciones de este arcano. [La duodécima casa horoseépica le corres- ponde en astrologiay (A.V) En una primera ojeada, esta kimina es la de la desgracia y la impoteneia total. Por eso los brazos y las piernas del Ahorcado dibu jan una suerte de cruz sobre un tridngulo, ‘igno alquimico de la reaizacion de la eran obra, Recordemos una vex mas, que debe- ‘mos ir mas alld de las apariencias. CNo sera 1 Ahoreado vietima, ante todo, de una ser- vidumbre magica? La euerda, cuyas extrem dades pueden evocar unas alitas no rodea realmente su pie, y se puede uno preguntar como lo sostiene realmente. EI Ahorcado Simboliza aqui a todo hombre que, absorbi- do por una pasién, sometido en cuerpo y alma ala trania de una ides oun sentionien= to, no tiene conciencia desu eslavitu. “odo a hmane dominado por us habito mest ‘0 on preci mom, sn ste aus se, pee ‘Ses it ater er gets gue nn he, cet (hora absjoen el ena desu reno a2) Pero el simbolo del Ahorcado también de- semboca en otro plano. Su inactividad apa- renle y su posicion indican una sumision 66 absolute que promete y asegura un mayor poder oculto 0 espiritual: la regeneracion ‘ténica, El Ahoreado renuncia a la exalta- én de las propias enerpas, se borra para recibir mejor las influencias e6smicas: las doce sefals rojas de las ramas cortadas evo- ‘can los signos del Zodiaco y sabre todo, su tabeza, entre los dos. monticulos, parece hhundirse en el suelo, al que toca con sus ca bells azules, color de ls potencias ocultas. Pensamos en Anteo, el Gigante que recupera lerzas cada ver que toca terra; en la posi- cn de los yoguis,levantados sobre su cabe- 2a y con los antebrazos apoyados en cl sue~ Jo, para obtener una mayor concentracion inielectual a través de una reyeneracién ¥ tuna circulacién de fuerzas de abajo hacia arriba, entre el cielo y la tierra. El Ahoreado Sehala perfectamente el final de un cielo, el hombre que se invierte para sumergir sa ca beza en la tiera, se podria desir que para restituir su ser pensando en la tierra de fa due fue formado. El Ahorcado es el arcano Ge la restituciOn final, escribié A. heer brant, Pero esta resttucién es la condicién de ia regeneracion Simbolo de purficacién por inversién del forden terreno, el Ahoreado resulta. ser en tonces el Mistio por excelencia y es en este sentido que Wirth considera el duodécimo arcano mayor que abre la serie de la inicia ‘in pasiva, por oposicién a los doce prime- os que simbolizan la iniciacién activa, fun- dada en la cultura y el despliegue de las ‘energias que el individu poza en si mismo (oun, 182) MC Aire, Uno de los cuatto elementos, con la Tierra, el Agua y el Fuego, sein las cosmo- sonias tradicionales. Es con ef Fuego un tlemento activo y macho, mientras que la Tierra y el Agua se consideran pasivos y Jhembras, En tanto que los dos itimos son materializantes, el Aire es un simbolo de es piritualizacion Biers igi mine, (eto Hag, La Légede de Seles. XT ce, Le soplo vital, el con el Verbo, yu son, am cones vials, es de prana El elemento, simbolo seni vil universal y onde bastante Vayu, que a su ‘lumina, wi bre como ela sa condicién nvesin de { tei tr eo { re seine { serie de la inicia- { j | despliepue de las ora en si mismo MC. { elementos, con I , seg fs cosmo ‘on el Fuego un mientras que a ran pasves os dos iltimos son Jes un simbolo de es | sad oe reel Ep hom es Sic, Ve ie. Le or 1. Bl elemento Aise esté simbélicamen- te asociado al ~+ viento, al > aliento, Re. presenta el mundo sutil intermedio entre el Ciclo y la Tierra, el de la expansin, que Ile: ra, dicen los chines, el soplo (k'i 0 ch’, necesario para la subsistencia de los seres Vayu, que lo representa en la mitologia hin 4, esté montado sobre una gacela y lleva un estandarte flotando al viento, que podri ‘dentiicarse con un ~» abanico. Vayw es el soplo vital, el soplo cdsmico, y se identifica con et Verbo, que es el mismo soplo. Los vayu son, al nivel del ser sui las cinco fun: ciones vitals, consideradas como modalida- des de pana elsoplo vital El elemento Aire, dice Saint Martin, es un simbolo sensible dela vida invisible, un mé- vil universal y un purificador, lo que corres: ponde bastante exactamente a la funcién de Vayu, que a su vez se considera también pu- riflcador. En el esoterismo ismaclita, el Aire es el principio de la composicién y de ta fructif cacién, el intermediario entre el Fuego y el Agua, el primer am del Nombre divino Corresponde a la funcién del Tali, el Alma universal, origen de la fructificacién del mundo, de la percepcién de los colores y de las formas, lo que nos lleva de nuevo a la funcién del soplo (CORT. DANA, GUEV, MALA, SAIR). PG. 2. El aire es el medio propio de la luz, del vvoeio, del perfume, del color, de las vibra- ciones interplanetaras; es la via de comuni- cacidn entre la tierra y el cielo. «La trilogia e lo sonoro, de 10 didfano, y de lo movil fs. una produccién de la impresin intima el alivio. No nos es dada por el mundo ex- terior» Es una conguista de un ser anterior- ‘mente pesado y confuso que, por el «movi- miento imaginario, escuchando las leeciones de la imaginacién aérea, se ha vuelto ligero, claro y vibrante... La libertad aérea habla, ilumina, vuela» (BACS, 74), Elser aéreo es i= bre como el are y, lejos de estar evaporado, participa por el contrario de las propiedades sutiles puras del aire. Ajedrez. Hay que considerar, en el impor- tante simbolismo del juego del ajedrez, por una parte, el juego en sf mismo, y por otra, Aledrez el arcidriche o + damero sobre el que se des- artolla El simbolismo de este juego originatio de la India forma parte manifiestamente del re- lativo a la estrategia guerrera incluso lite- ralmente hablando- y se aplica, como tam- bién el relato del Bhagavad Gita, a la casta e los kshatrivas. Se desarolla alli un com= bate entre piezas negras y piezas blancas, entre la sombra y la luz, entre los titanes (asura) y los dioses (deva)’ El juego de tabli- Tas entre el rey Wuyi y el Cielo era un combate entre el bho y el faisin: Ia baza de Ja batalla es, en todos ios caso, la Suprema cia sobre el mundo, El atcidriche es una figura del mundo ma- nifestado, tejido de sombra y de luz, alter- nando y equilibrando el yin y el yang’ En su forma elemental es el mandala cuaternario simple, simbolo de Shiva transformador, equivalente también del yin-yang chino. El arcidriche normal tiene 64 escagues 0 casi- lias (64 = cifra de la realizacin de la unidad césmica), es el Vastw-purushamandala, que sirve de esquema para la construccion de los, templos, para la fijacién de los ritmos uni- versales, para la crstaizacién de los ciclos ‘césmicos. El tablero es pues «el campo de accién de las fuerzas césmicas» (Burck hhardt), campo que es el de la tierra (cuadrac do), limitado a sus cuatro orientes. Por su puesto, siendo el -» mandala el simbolo de la existencia, el aludido combate de tenden- tueda es un simboto habitual adel deeplaza- miento, de la liberacién de las condiciones del lugar, y de la entrada en el estado espi- ritual que es para él correlativos (CHAS, 33. M=M.D, Las als, escrbe el pseudo Dionisio Areo- pasita, al hablar de Tos Angeles, «son una feliz imagen de la carrera rapida, de ese im- pulso celestial que los precipita mis alto sin cesar y los separa perfectamente de toda vil afecidn, La ligereza de las alas muestra que {sas naturalezas sublimes no tienen nada de 0 terrenal y que ninguna corrupcién entorpece su marcha hacia fs ciclos»(PSE0), 3. Las alas expresarin, pues, en gener ‘una elevacin hacia fo sublime, un impulso para. transcender la condicién humana Consttuyen el atributo mis earacteistico el ser divinizado y de su acceso a las regio- res urdnicas. El akadie alas a cients figuras transforma los simbolos, Por ejemplo, Ia set- piente, cuyo signo es de perversin del esp rit, se convert, si es alada, en simbolo de ‘spirituaizacion, de divinidad, Las alas indiean con la sublimacin, una Tiberacién y una victoria: van a los héroes ‘que matan los monstrues, 1 animales fabu- losos,feroces o repugnantes. Se dice que Hermes (Mercurio) lleva alas cn los talones. Gaston Bachelard ve en el Ton dinamizado el simbolo del viajero noc turmo, es decir, de los suetios de viaje. Esta imagen dindmica vivida es mucho més sieni- Ficatva en la realidad onirica que las alas pegadas alos homéplatos. «A menudo el sue fo de las alas batientes no es mis que un suetio de eaida. Uno se defiende contra el vértigo agitando los brazos y esta dindmi puede suscitar alas sobre Ia espalda. Pero ‘elo oniieo natural, el vuelo positive que {5 muestra obra nocturna, no es un vuelo rit mico, tiene la continuidad y la historia de tun impulso, es Ia ereacién rapida de un ins tante dinamizado» ¥ el autor compara esas las del tan a ls pes ligeos, que designan el calzado de santos budistas viajando por los aires, a los zapatos voladores de los cuentos populares; a las botas de siete Ie fuas, «En el pie es donde residen, para el hombre que suefa, las fuerzas voladoras, Nosotros nos permitiremos pues, en ues tras investigaciones de_metapostica, con- cluye Bachelard, designar estas alas’ en el talén con ef nombre de alas onricas»(B4CS, 39.40). El ala, simbolo de dinamismo, pre- ‘alece aqui sobre el simbolo de la espiitu lizacién; pegada al pie, no implica necesa riamente una idea de sublimacidn. Sin e bargo confire a los medics de desplaz mento capacidades sobrehumanas. [Albahaca. Planta cuyas hojas se dice que en- ierran poderes mégicos (Ge utlizan en la n preparacién del Aleanfor. El al hind, ta design la de sutler: tiene ta blaney for, lemos en del viento y el ‘en algo ala aire y las el viaje noe- de via, Esta mucho més signi- rca que las alas Fak meno el sve Foo es més que un ‘efende contra el y esta dindmica a expalda Pero el uel positive que noes un vuelo rite ya historia de in ripida de un ins ‘ulor compara esas gers, que designan residen, para el fuereas voladoras. ‘alas oniricas» (BACS, Jo de dinamismo, pre fmol de la espiritua- no implica necesa- sublimacién, Sin em- medios de desplaza ebumanas 45 hojs se dice que en Joos (e utlizan en la n" preparacién del agua vulneraria_roja) y cuyas flores exhalan un olor penetrante. Las hhojas de albahaca se emplean en el Congo central para conjurar las malas suertes y proteger contra los malos espiritus (FOUC). Sirven para la curacion de golpes, heridas y Aleanfor. El alcanfor es, en la terminologia hindi, la designacion del blanco puro: Shiva ¢s blanco como el alcanfor. El poder de su- blimacién del producto aftade a esta nocién la de sutileza: «un cuerpo muy noble, que tiene la blancura y la sutileza del aican- for», leemos en el Risalat de Ibn al-Wal (cont) PG Aloe + ciervo, Aleién. 1. Género de martin pescador pre- sente en Ta leyenda y con valor simbdlico, 0 bien gaviota 0 goéland: 0 aun para fabulo- so, bello y melancélico. Seyiin una leyenda eriega, Alcione es hija de Eolo, rey de los vientos, desposada con Keys, el hijo del {ro de la mafana (Eosforos 0 Lucifer) Su felicidad conyugal es tan perfecta que ellos ‘mismos se comparan con Zeus y Hera, y por esto atraen sobre si la venganza de los dio- Ses. Son metamorfoseados en aves y sus os, construidos a la orilla del mar, son sin cesar destruidos por las olas (Grip). Tal se- ria el origen de su grito lastimero, Pero Zeus, por piedad, amaina cl mar los siete dias que preceden y los siete dias que suce- den al solsticio de invierno; durante éste empolla el alcidn sus huevos. Por esta razén se convierte en un simbolo de paz y de tran- quilidad; pero una paz que debe aprovechar- se con diligencia, pues es breve. ‘Aves de los mares, dedicadas a Tetis, divi= nidad marina y una de las. Nereidas, hijas del viento y el sol matinal, los alciones tie nen algo ala ver del cielo y los océanos, del aire y las aguas. Simbolizan a este respecto, tuna fecundidad espiriual y material a la vez, pero una fecundidad amenazada por la envidia de los dioses y de los mismos ele- rmentos. El peligro que evocan es el de la Autosatisiaceién y de atribuirse a si mismos una felicidad que sSlo puede venir de lo alto, Ain Esta ceguera en la felicidad expone al peor de los castgas, Lora, des lines. prs spade (Adee Chir) Ai. Dionne infernal Pcie 186 2. Leyendas tardias han ssimilado la leyenda de Alcione a lade Isis; la mujer vue- laa través de los aires y sobre los mares, ala bisqueda de su marido, hijo del astro matu- tino, como Osiris era el sol naciente, Oviio hha descrito el reencuentro de la exposa trans- formada en ave, y el cadiver de su marido ‘empujado por las mareas, en términos que recuerdan al mito egipcio: «..batiendo el aire ligero con alas que acababan de nacerle, rozaba, ave lamentable, la superficie de las las; volando, lanzaba un grito que parecia un grito de angustia: un sonido quejumbroso y agudo se escapaba de su pico afilado. Cuando hubo tocado el cuerpo mudo y cexanglie, rode6 con sus alas recientes los miembros de aquel que ella amaba y le dio vanamente con su pico duro frios besos. iKeyx la habia sentido o bien parecié slo levantar la cabeza, que cedia los movi- ‘mientos de las olas? Eso se preguntaba uno; pero él ila habia sentido; por fin, los dioses ‘onmovides por la compasién, los transfor- ‘maron a los dos en pajaros. Sometidos al mismo destino, su amor se mantuvo igual» (ovis, xt, v, 732-743), Pero subsisticron los terrors todavia, ins pirados por los elementos desencadenados, conjugando las violencias de los vientos y de las olas. La confesign de Alcione muestra bien Io que esti en el corazén del simbolis- mo de este pijaro tan querido para los ro- mainticos: «Lo que me asusta es el mar, es Ia Alen horrorosa imagen de las olas; he visto no hace mucho sobre Ia sbera tablas en peda- 20s, y @ menudo he leido nombres sobre tumbas que no recubrian ningin cuerpo. No te dejes seducir por la confianza engaiiosa de pensar que tiene por suegro al hijo de Hip- potes, que tiene fos vientos impetuosos ence- rrados en su prisién y que amaina las olas @ su voluntad, Una vez que los vientos desen- ceadenados se vuelven amos de la llanura Higuida, nada los detiene ya; no hay tierra, no hay mar que esté protegido contra su fu- ror, atormentan hasta las mbes del cielo y hacen saltar de ellas por terribles choques fuegos chispeantes, cuanto mis los conozco (ues los conozco bien y, a menudo, cuando era pequefi, Los he visto en la casa de mi padre), més ios creo temibles» (OviM, 427-438), Alcohol. El alcohol realiza la sintesis del agua y ol fuego. Segin las expresiones de Ba- chelard, es el wagua de fuego, el agua que flamea. El agua de vida (0 agua-ardiente) es ‘un agua que quema la lengua y que se infla- ‘ma con la menor chispa. No se limita a disolver y a destruir como el agua fuerte DDesaparece con Jo que quema. Es la comu- nign de la vida y del tego. El alcohol es también un alimento inmediato que pone en seguida su calor en el hueco del pecho» (hack, 167). El alcohol simbolizars Ia ener sia vital, que procede de la unin de los dos elementos de signo contrario, el agus y el fuego. {Los poetas rominticos exaltaron los esta- os «iluminados por el sol interior iQué verdadera y ardiente esa segunda juventud ue el hombre saca de si! Pero cudn tersibles son también sus voluptuosidedes fulminan- tes y sus encantamientos enervantes. Y sin embargo... quién de nosotros tendri el cora- je despiadado de condenar al hombre que bebe del genio» (Ch. Baudelaire, Du vin er du haschiseh, 2). Con qué emocién evoca Bachelard el brio (eaguardiente quemado con azicar»(Littré] de las fiestas familiares de su infancia, con sus fuegos fatuos domés- tivos; esa lama del espiritu que arde en una ponchera, y ese complejo del ponche que se revela en las poesia fantasmagéricas de un n Hofmann; los mil dardos acerados.. la sala manda y las serpientes que salen dela sope- ra-de ponche... El alcohol hace converger mil experiencias intima. Simbolo del «fuego de la vida», es tam- big el de la inspiracién creadora. No sol mente excita las posiblidades espirituales, ‘observa Bachelard, sino que las erea verda- sderamente, «Se incorpora por decirlo asi @ todo lo que hace esfuerzos para expresarse. Con toda evidencia, el alcohol es un factor de lenguaje... Baco es un dios bueno; hacien- do divagar ia razin impide el anguilos miento de la logica y prepara la invencién racionalin [La ambivalencia del alcohol descubre su Arbol el mundo, a lo largo del cual desciende el sol y la luna: figurados por aves de oro y plata, Asociado tnicamente ala [una tiene & veces, como el eipeés en Europa, ardcter ft nebre (S00). B Alla y omega. 1 tran en el pring sriego. Como seem tienen la clave enteramente rmidades. Alla o ‘otaidad del e ser, la totlidad 2. El autor del os letras a we l primogénito de los reyes de lat omega, doe el cl que ba de 1,48) Bs signi pio y fin de toda calipsise¥ dijo ‘wono: “He agut vo." ¥ aide principio y el fin dare gratis deta incrédulos, los impuros, tos ‘uma todos lot el alfa y lao tido simbstce: vertida en si vida espirtual; 4e los suplicia tema feate a 22,1319 las p un fictor ue; acien- el anguilose ia invencién yo descubre su Hofmann, ese! por else uno del fue> el alcohol que Fy la muerte; esti fuantitativo, uy 174180), se pueden separa. ela unién sexual rmezclando con el de una pareja de le- yang. Si sélo la mujer rasan con el genio solamente yin, es el elemento yang PG. todas las coniferas, lida os pueblos siberia- el papel de -» Arbol del cual desciende el por aves de oro y jente ala luna tiene n Europa, caicter fl PG. a Alfa y omega. 1. Estas dos letras se encuen- tran en el principio y al fin del alfabeto sriego. Como se considera que las letras con- tienen la clave del universo, éste se halla enteramente encerrado entre estas dos extre- midades. Alfa y omega simbolizan pues la totalidad de1 conocimiento, la totalidad del set la totalidad del espacio y del tiempo. 2. Bl autor del Apocalipsis atribuye estas dos Tetras a «lesucristo, el testiga fidedigno, el primogénito de los muertos, el principe de los reyes de Ia tierra... Yo soy el alfa y la omega, dice el sefior Dios. El es, el que era y el que ha de venir, el amovde-todo» (Ap 14-8). Eso significa que Cristo es el prin pio y fin de toda cosa. Es la expresién hele- nizada del pensamiento de Isias {eid et ator deepest? ques was genertones dese rnp. Ie Yanik queso primero 3 gu ert con lm 4) Aside Vabven Re de Saree, Yahoeh Stat. "Yosoy a primero euimo, ‘ike de no fay nina ie 4,68) La revelacién se ha precisado en el Apo: calipsis: «Y dijo el que estaba sentado en el trono: “He aqui que hago el universo nve- vo." ¥ afiadié: “Escribe: Estas palabras son ciertas y verdaderas.” Y me dijo también; “iHecho estil Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed, yo le ddaré gratis de la fuente del agua de la vida, Tal serd la parte del vencedor. Yo seré st Dios y é sera mi hijo. Pero los cabardes, los incrédulos, los depravados, los asesinos, los impuros, ios hechiceros, los idélatras, en suma todos los hombres falsos, tendrén su parte en el Iago ardiente de fuego y azufte Esta es la segunda muerte" (21,5-8) 3. Se observa que varios términos, ademas dl alfa y la omeza, se emplean aqui en sen- tido simbético: agua, simbolo de vida, con- vertida en simbolo del espiritu, fuente de vida espiitual; el fuego devorador, simbolo de los suplicias del-infiemo y de la muerte elena frente a Dios. Igualmente (Ap 22,13+15} las palabras > arbol de la vida, = ‘ciudad, —> puerta, son simbolos que se inseriben en el cuadro del alfa y la omega, el Alfa y omega primero y el timo, el principio y el fin. Es- tas dos letras se encuentran insritas fre- ‘cuentemente sobre la -> cruz de Cristo. En nuestros dias, Teilhard de Chardin ha utili- zado estas dos letras griegas para exponer ‘una teoria nueva de la evolucién universal, (que pretende la constitucién de una noosfera a través de una espirtualizacion progresiva de los seres y la conciencia. Denuncia en primer lugar una tendencia del espritu mo- demo, que verfa en la evolucién una desper- sonalizacion progresiva y una colectiviza- cién de los seres en una cnergia comin «Capa de conseguir y eubrir a la vez ese infimo y ese inmenso parece subsistir una sola realidad: la energia, entidad flotante universal, de donde todo emerge y a donde todo regresa, como en un océano, La ener fia, el nuevo espirtu. La energia, el nuevo Dios. Tanto en la omega del mundo, como en sv alfa, esta lo impersonal...» El le opone su concepcidn de un universo personalizan- te, Para dl, en efecto, la unién diferencia, al menos la ‘unién tal como la entiende él; ‘el omega se adiciona y se contrae y reine fen su flor misma y en su itegridad, la canti- ‘dad de conciencia que poco a poco se des- arrollé en la Tierra gracias a la noogéness. Mis profundo que sus radios, el foco mismo de nuestra conciencia: he aqui lo esencial de lo que debe recuperar omega para ser verda- deramente omega... Mi yo, para comunicar- se debe subsistiren el abandono que hace de s{ mismo; de otro modo, el don desaparece, De ello nos vendré esta inevitable conclu- sién: que la concentracién de un universo consciente seria inimaginable si, simultinea- mente a todo lo consciente, no agrupara en si todas las conciencias: cada una de ellas haciéndose consciente de si misma al final de la operacién, y aun, lo que es muy nece- sario asimilar, cada una Hegando a ser ella misma, y, por tanto, més distinta de las de mds cuanto més se vaya acereando a omega» (El fenomeno humano, Taurus, Madrid 1963, p. 313s). EI punto omega simboliza el término de esta evolucién hacia la noosfera, Ia esfera del espiritu, hacia la cual convergen todas las conciencias y donde lo humano seria, de alguna suerte, divinizado en el Cristo, Aombra Alfombra, estera. 1. La alfombea, para los orientales, no es, como para muchos occi= Sentales, un objeto cualquiera del mobilia- fio; «es un elemento importante de la vida personal, familiar y privada. Su ornamenta: cidn no se debe en absoluto a simples casua lidades, sino que viene condicionada por ideas y sentimientos varias. veces. milena- ios» (GENT). Su omamentacién no careve Ade cierto valor mégico: el rombo y el octdgo: no de corchetes 0 de pequefos tringulos laterales pueden representar el escorpion y la tarantula, contra los cuales uno quiere rotegerse Igualmente mgicos y simbélicos,y no so lamenteestéticos, son: elcamello, ue repre senta fa fortuna de los némadas y cuya ‘imagen es un testimonio de felicidad y de {queza pata el fabricantey el propietario de Ta alfombra el petro, que aparta de la mora- da en Ia que se coloca el tapiz, a todos los indeseables,brujos, enfermedades personifi- ‘cadas tales como la viruela; el pavo real, ave Sagrada tanto en Persia como en la Chinas la paloma, simlbolo del amor y de la pa; el r- bol de ia vida, simbolo de la eteridad, Io mismo que el ciprés; la granada en flor, el germen de girasol, la cdpsula de semilias, bolos de riqueza y de abundancia: y el clave, simbolo de ia felicia. 2. En cuanto al -» color de las alfombras, + amarillo oro es simbolo de poder y de ‘randeza; conviene a las alfombras destina ‘dasa los palacios y a las mezquitas,—> blan- fo: pureza, luz, paz (bandera primitiva de los arabes hasta et fin de los ommeyas); —> ‘oo: felicidad, gozo (bandera de los seldjtci- das y las dinastias olomanas), —» negro: des truccién, revuelta (adoptado por los abbasi as sublevados contra los ommeyas);— ver- de; renuevo, resurreccion, vestidos de los hhabitantes del paraiso (color de los partida sos de Ali, chiftas persas; luego, a partir del siglo Xv, de todos los descendientes del pro: feta y de los peregrinos de La Meca) — azul celeste: adoptado por los emperadores de Bi- zancio, color nacional del Irén, visto sin tembargo como color de duelo en todo el (Oriente: pirpura (violeta tapetado, o incluso claro: distintivo de lo reyes, color del liba- ro de Constantino, inluyé en varios pueblos ™ cofientales sinople, llamado verde profeta, {ue earacteriza a muchas alfombras de ora- cidn, que luego deben enrolarse, sin pisarlas 3. Las umarcas» de fabricacién de las ale fombras se transforman en elementos deco: rativos y poseen también virtud magica: asi, el signo que representa un peine con cineo ‘razos, simboliza la mano de Fatima, que ‘exorcisa contra el mal de oj, En algunas regiones de Marruecos, cuan- do un extranjero penetra en una casa en ‘donde se encuentra una hermosa alfombra ‘nueva (zardiya), la mujer que la ha fabrica- {do quema vn trocito de su orla, @ fin de expulsar el mal de ojo; entre los at wara fe hace exactamente lo mismo cuando 3° Neva una alfombra nueva al mercado para venderla, “Tras la muerte de alguien, cierosrtos po- plas afectan a las alfombras. Asi en Fez Tas que cubren el suelo de la casa del difunto {eben ser remplazadas por esterastraidas de una mezguita, Se las dea sobre el suelo dela casa durante tres dias, contando el dia de {a defuncion (wERs, 429,468,540), 4. La valfombra de oracién» es exacta mente un templum, es decit un espacio sa- cralizada, delimitado con respecto al mundo profano. Los santos se representan a veces (asi Sidi Uali Dada, en Angelia) naveeando sobre una alfombra de oracidn tirada por peces(DERS, 184). En cuanto simbolo estético, fa alfombra exptesa a menudo la nocién de jardin, inse- parable de la idea de ~+ paraiso. Hay en ella flores, érboles, animales y péjaros, reales © ‘iticos. El medio empleado impide una jmitacion demasiado realista,. de manera {ue es el jardin en sy sus earactersticasfor- males y universales lo que estas alfombras expresan; no un jardin individual, sino el foz0 permanente ofrecido por los jardines Es asi como un alfombrero de la época isl mica dice en un poema: Aqut, en el jardin fresco lorece una primavera siempre mara- villosa, que no atacan ni los vientos de oto- fio ni las tormentas de invierno» (ENC 4,47). Se trata de una abstraccién -la delta piz~ destinada a hacer sentir en invierno las Selicias de la primavera, 8 La alfombea 4a morada, con su dos fos deseos de ella implica, Alga. La recog portante de la hace siguendo ‘tanto porque rar, sino po virud protector: os navegantes y Sumergida en de vida, lala si Y que nada puede tal, elalimento pri Allanan, El breo) pose ef tambidn el de siones Antiguo Antigua y Nt Alianza designa Yahvéh con ida por Ia esputs del di alianza (OANA, fe simboliza por Ta orden de Yah fabricacién de las al- yn en elementos deco- a vrtud magica: asi ‘un peine con cinco ano de Fatima, que de ojo, ‘de Macruecos, cuan- hermosa alfombra jer que la ha fabrica- ‘de ola, a fin de centre los ait warain, To mismo cuando se eva al mereado para lenin, ciertos ritos po- lfombras. Asi en Fez de Ia casa del difunto por esterastraidas de a sobre el suelo de la 5, contando el dia de 9 468,540), decir un espacio sa- fon respecto al mundo epresentan a veces n Argelia) navegando de oracién tirada por esttic, 1a alfombra nocién de jardin, inse- paraiso, Hay on ella es palaros, reales 0 smpleado impide una realist... de manera sus caratersticas for- a: Aqui, en el jardin imavera siempre mara- ni los vientos de oto- de invierno» (ENCi sbstraccién la delta sentir en invierno las 18 La alfombra resume en sila simbélica de Ja morada, con su caricter sagrado y con to- dos los deseos de felicidad paradisiaca que ella implica. EM, ‘Alga. La recogida de las alga, elemento im- portante de la alimentacién japonesa, se hace siguiendo ciertos ritos shintoistas, no tanto porque constituyan un producto del mar, sino porque se considera que poseen virtud protectora: aseguran la seguridad de los navegantes y facilitan los partos (HERS). ‘Sumergida en el elemento marino, reserva de vida el alga simbotiza una vida sin limite y que nada puede aniguilar, la vida elemen- tal, el alimento primordial Alianza, El término de alianza (berith en he- brea) posee el sentido de compromiso, 0 también el de pacto efectuado con respecto a luna persona 0 una colectividad. Estos dos sentidos se encuentran igualmente en las pa- labras griegas: diatheke y syntheke:y latinas: Joedus y tesiamentum. De donde las expre- siones Antiguo y Nuevo Testamento, por Antigua y Nueva Alianza. La Antigua Alianza designa un compromiso tomado por Yahvéh con respecto a Abraham; esti prece- ida por Ia alianza hecha entre Dios y Noé ‘despues del diluvio, cuyo signo exterior es el arco + iris, como el cordero pascual serd el signo de la alianza mosaica, A propésito de esta alianza significada por el arco irs, se puede aqui hablar de una revelacin de Dios por la naturaleza correspondiendo ala alianza de Nog. La continuidad de la aliasea ro esté vinculada a la fidelidad de un hom- bre o de un pueblo; Yahvéh mantiene su pacto independientemente de Ia actitud de su asociado; Israel lo sabe y es por ello que se pediri a Dios que se acuerde de su alian- Jean Daniélou, analizando el sentido de la alianza (DANA, 46), precisa cémo la alianza se simboliza por una victima compartida, A Ia orden de Yahvéh, Abraham coge una be- cerra, una cabra, un carnero, una t6rtola, ‘una paloma y fos cortaen dos; entre los ani- males partidos pasari un hachén de fuego significando la alianza, que unifica lo que estd partido y que participa de una misma Alien sangre. En la Nueva Alianza la victima seri el Cristo y el signo la cucaristia. Asi las alianzas se suceden unas a otras, no des- truyéndose, sino asumiéndose. M.-M.D. Aljento, soplo,halito,espiritu. 1, El aliento tiene universalmente el sentido de un princi- pio de vida: s6lo la extensién del simbolo varia de una tradicion a otra. Ruah, el espi- rity de Dios que incuba sobre las. aguas primordiales del Génesis, es el aliento. Ese es también el sentido primero de Er-Ruh (espiritu) en ardbigo. Y Hamsa, el cisne que incuba et huevo césmico del Veda, es tam- bién un soplo. Hemos sefalado a propésito de la > respiracién que las dos fases de és los dos alientos, yang y yin, eran evolucién- involucién, manifestacién’ y reabsorcién, zkalpa y pralaya. Segin el taoismo de los Han, en el origen hay nueve soplos que, pro- sresivamente, se coagulan y se enlazan para Consttuir el espacio fisico. El espacio inter- ‘medio entre el cielo y la tierra esta leno de un aliento (&'), en el cual vive el hombre como un pez en el agua. Este mismo domi- rio intermedio o sutil es en la India el de Vayu, el viento y el aliento vital. Vayu es el hilo (sora) que liga entre si todos los mun- dos; semejante hilo es también Atma, el cespiritu universal, que es lteralmente sop. ‘La estructura del microcosmo es idéntica ‘la del macrocosmo: del mismo modo que el universo estd tejido por Vayu, el hombre ‘std tejido_por los alientos. Estos son cinco: pprana, apina, vyana, udana y samiina; go- bieman las funciones vitales, y no solamente el ritmo respiratorio. De hecho el pranaya- ‘ma, 0 control yéguico del aliento ~que tie~ ne un equivalente en la China~ no se aplica solamente a la respiracién material, sino también a la respiracin sutl, de la cual la primera no es més que la imagen. La cireu- Tacién del soplo asociads a la kundalint Lntrica o a la embriologia taoista no se api ‘2 evidentemente al aire ~Io que seria fisio- Tgicamente absurdo- sino a energas vitales controladas y transubstanciadas. E! dominio del prana trae aparejado el de manas (lo mental) y el de sirya (la energia seminal). En ‘modo chino, el 7 (soplo o aliento) se une al Using (esencia o fuerza) para procrear elem: Aten brién de inmortalidad (AVAS, GRIF, CUES, ELIF.MAST, SAI, ST). PG. 2."A otto plano del simbolo, el aliento (ruah) que sale de las narices de Yahveh significa el ercicio de su poder ereador; ‘mediante él se juntan las aguas; comparado ‘un torrente, posee sus virtudes. El soplo y Ta palabra se prestan una mutua asistencia, sesteniendo el uno Ia emisién de Ia otra La ruah de YahvEh es el aliento que surge de su boea, ereando y manteniendo la vida De ahi el texto del salmo 104,29-30: ‘en ano eece, En la ereacién del hombre, segin el relato ddl Genesis, Yahveh insufla en su nariz un soplo de vida y el hombre antes inerte se anima con un alma viviente (nephech). La cocodrito. ‘Alma, 1. Las representaciones simbélicas del ‘alma son tan numerosas como las ereencias acerca de ella. Una idea, aunque sea breve, sobre las creencias es indispensable para la inteligencia de los simbolos. Entre los egip ios, por ejemplo, ef ibis encopetado repre- senta el principio inmortal (AK), de natura Jeza celestial brllante y a la vez potente, que parece comin a los hombres y a los dioses; cl ave con cabeza humana corresponde al es- pirity propio al individuo (ba), que puede crrar después de la muerte en’ los lugares previamente frecuentados por el difunto, El +a «es pues un principio espirtusl que pue- dde aparecer independientemente de su so- porte fisico, actuar por su propia cuenta, Fepresentar en cierto modo ® su. patrén. alma itinerante de un set vivo, capaz de ac- cidn materials. Ademds de estos dos princi- lala et muerte oma de ino Tere een) piios, el hombre se compone también de ‘otros elementos, como la sombra y el > nombre, traduciendo éste su ser intimo (030, 10), 2. Entre los maya-quiché (Popol-Vuh) la tradicin requiere que el muerto sea extendi- do sobre el dorso para que su alma pueda salir libremente por la boca, «a fin de que Dios la fale hacia el otto mundo» (IR 78). Al igual que la esencia divina -licor se. ‘minal- el alma se representa por una cinta 0 tuna =» cuerda y los chorti la simbolizan por tuna cadena de trece frutos con la que cifen el cadaver y que llaman: «el cordel por el cual Nuestro Sefor tra de nosotros.» Entre los naskapi, indios cazadores del Canada, 1 alma es una sombra, una chispa © una llamita que sale por la boca (MULR, 233). Entre los delaware, reside en el co zn y se la llama imagen, reflejo, fendmeno Visible sin materia corporal (ibid. 243-244) Para los indios de América del Sur una sola palabra designa frecuentemente el alma, la sombra y la imagen. O bien el alma, el co razén (earibe) y el pulso (witoto). El hombre tiene a menudo varias almas (2, 3, 5 y mas) cuyas funciones son diferen- tes y'la materia mis o menos sutil; una sola ‘gana generalmente el cielo después de la muerte, las otras permanecen con el cadé- ver, 0 bien, siendo de origen animal, se reencarnan en forma animal. Es una reen- cia general, entre estos indios, que el suena, lo mismo que la catalepsia o el trance, pro: viene de una pérdida temporal del alma (oer), 3. Igualmente para los banta del Kasai (depresién congolefa), el alma se separa del cuerpo durante el suefto; los sueios que re Sefia de sus viajes le habrin sido comunica os por las almas de los muertos, con los cuales ha conversado (FoUc). En el sincope, el trance 0 la hipnoss, el alma sale igual- ‘mente del cuerpo, pero’'se separa mas de él; Iega hasta visitar el pais de los espirits, de donde refiere tetimonios al despertar También segin el doctor Fourques, balu- bas y lulas consideran que tres vehiculos sutiles se asocian a la persona humana: el ‘mujanji, el vehiculo més grosero, asimilado al fantasma, gua la vida animal; seria anélo- 0 al cuerpo etérica de los ocultistas; el Imukishi ese doble, vehiculo de los senti- rientos y de la intligencia inferior, andlogo al cuerpo astral de los oculistas; por ultimo, el m vidi vebieulo de la inteligencia superior y la intuicién; la reencarnacién tinicamente ‘es posible por la reunidn de estos tres cuer- os sutiles; s6lo el hombre posee esos tres Drincipis, pues los animales no tienen mis ‘que un fantasma (mujanj, a excepcion det “> petro que posee igualmente un doble (mukish), lo que explica su importancia si- tual. Mujanji dirige la vida del everpo, mu Jiphi se escapa de la envoltura corporal du ante suefo y dialoga con Ios mukishi de Jos difuntos (GueRoshm'vidi-adviert al hombre de los peligrs ocultos 6 de aquellos ceuyos signos de acercamiento escapan a la pereepeion (FOUC). ‘4. «En las concepciones populares del Arica det norte, el cuerpo esté habitado por dos almas: un ‘alma vegetativa nef, y un alma sutil 0 soplo ru, al alma vegetativa ‘orresponden las pasiones y el comporia- miento emocional;esllevada por la sangre, su sede esté en el higado. Al alma sutil 0 S0- plo corresponde Ia voluntad, citeula dentro Se os huesos, su sede esta en el corazén» (see, 23), La unién de las dos almas se simboliza por la parca arbol-pefn: «uno representa principio hembra, otto el principio ma- cho... El Arbol da sombra y humedad a nef: el alma vegetativa, pero es sobre todo el s0- porte privilegiado de rruh, el alma sutil que dl viene a posarse como un péjaro. Nef presente en la pefa 0 en la pied, y as fuentes que brotan de las piedras no son sino el simbolo dela fecundidad venida del mun: 0 de abajo» (SRP, 28). El alma puede ise del cuerpo en forma de una abeja 0 una mariposa, pero lo més fre fuente es gue se manifieste tomando forma eave. 5. Para los pueblos siberianos, los anima- les como los hombres tienen una 0 varias almas; tas a menudo se asimilan a la som- ‘bra de los seres que elles animan. En Siberia del norte entre los yukagires, se dice que un cazador no puede apoderarse de una pieza, Sno de sus parientes difuntos no se apode- 7% 16 previamente de la sombra del animal en Ccuestion (HARA, 184). ara los esquimales, el alma y las almicas (HARA, 199} esti pues en relacidn con el 80, de cordo, de Luby apierde sa love pare una © cualquier dol Elelefante, el rinoceronte, males, sobre ‘Asia Semang y (Dahomey y Ni 7. ata China genio, la pas humane... En a, este dual fundamentals Después de la mis ally «ue levaron a antiguos han trina del alma son distinas: por defnicién ‘nmortlidad «excepcional 18,1365) ® bra del animal en el alma y las almicas sankey misterioso ios funerarios. Para ee, el alma sale ente para viaiar, se pueblos primitives, y mesos, los pueblos ue el hombre puede ‘Al morir, una de Tumba, una segunda sombras y Ia terce- primera reside en los ave reside proba pwede sli del cuer- ‘de una abeja 0 una ida en todo al hom- ntasma, En la muer- fen el exqueleto, la los esprit y la ‘humanos en forma 5197). do por U. Harva ereen que una de infiermos, que la se- tierra en forma de los pueblos turco- istencia de'un alma del cuerpo y que forma de un animal, a). En la epopeya Jel héroe, por el hecho prodigosa, tiene por Se mata a un hom- endo el animal o el alma. del Volga es un cular que todos los ligatoriamente. Ala el ubyr continia vi he epor un pequefio el cadiver para hombres dormidos» en relacion con el ” mito del —+ vampiro. Se destruye el ubyr des- enterrando el cadaver y fijéndolo al suelo con una estaca plantada a través del pecho, El ubyr de un hombre en vida es jgualmente nefasto y sale frecuentemente del cuerpo de éste para cometer toda suerte de fechorias, Se lo puede hallar en forma de bola de fue- ao, de cerdo, de gato negro o de perro. El ubyr «pierde su potencia cuando aquel que lo ve parte una horca de estiércol de madera ‘ cualquier érbol horcado» (HARA, 198). El elefante, el tigre, el leopardo, el len, el rinoceronte, el tiburén y otros muchos ani- males, sobre todo aquellos que se reputan ténicos, se consideran a_ veces como la reencarnacién de reyes 0 jefes difuntos; Fra- zer da miltiples ejemplos provenientes de ‘Asia (Semang y Malasia) y del Africa negra (Dahomey y Nigeria) (FRAG, 1.845). AG. 7. abn China el alma es doble, compuesta de dos principios: kuel y shen. Kuel es el alma de mis peso, aquella que gravan los deseos del vivo; queda cerca de la tumba y frecuenta los sitios familiares... Shen es el genio, la parcela divina presente en el ser humane... En el siglo 1V antes de nuestra cra, este dualismo popular vino a entroncar- se con el gran dualismo de la cosmogonia oficial fundada sobre la oposicion de los dos principios, el yin terrenal y hembra y el yang macho y celestial (SERH, 76). '8. Los druidas de la Galia y de Irlanda han ensefiado como una de sus doctrinas fundamentales la. inmortalidad det alma, Después de la muerte, los difuntos van al» mis alld y contingan una vida parecida a la due llevaron a cabo en este mundo, Hay una taza de esta concepcién del mas allé en los ‘anaon bretones que el dia de los difuntos, dia siguiente de la fiesta de todos los santos (correspondiente pues a la Samain irlande- sa) regresan por las rutas que les son familia- res a su antiguo domiclio, Los eseritores antiguos han confundido a menudo esta doc- trina del alma y lade Ia metempsicosis; pero son distintas: los dioses, siendo inmortales por definicién, no tienen necesidad de la inmortalidad del alma y los humanos no tienen acceso mis que temporalmente y excepcionalmente al otro mundo (0GAC, 18,1365). LG. Alma 9, Devolver el alma es morir. Animar, dar tun alma, es hacer vivir. Seguin el pensamien- 10 judi, el alma se divide en dos tendencias: una superior (celestial) y la otra inferior (te renal) El pensamiento judio considera tam- bign el principio macho (nefesh), el prin pio hembra (chajah); uno y otro estin llama dos a transformarse, a fin de poder llegar a Ser un solo principio espiitul, ugh, el 0 plo, el espritu. Este esté ligado a la imagen divina y c6smica de nubartén, de + niebl El elemento vital o terrenal significa la exte- Floridad, el elemento espritualo celestial, la inceioridad, El tema del viaje celestial del alma es indi ceado en la forma de un sol errante (Curso solar desde la salida hasta la puesta). El alma (alma-espiritu) en cuanto substancia Iuminosa es cominmente representada en forma de una llama o de un ave. M.=M.D. 10. Entre los griegos, en el tiempo de la IMiada: «e\ alma, psykhe como anima en la- tin, significa exactamente el soplo. Sombra, eidolon, es propiamente hablando una ima ‘gen, Por iltimo el espiritu es designado por tuna palabra material, phrenes, el diafragma, sede del pensamiento y de los sentimientos, inseparables de un soporte psicol6gico» lean Defradas). Por influencia de los Filsofos, los griegos istinguieron a continuacién en el alma bu: ‘mana partes, principios, potencias o facults- es. En Pitagoras, la psique correspondia a la fuerza vital; la sensibilidad (aisthesis) ala percepcién sensible; el nous ala facultad in- telectual, inico principio especificamente umano. Conocido es el parelelismo des artollado por Platén (Repiiblica, libro 1v) entre las partes del alma y las clases fun- ciones sociales. Aristteles distingue en el nous el intelecto pasive del intelecto activo, que seri, en las especulaciones ulteriores, ‘dentificado con el Logos y con Dios. La no- cidn de pneuma no intervendré hasta mas tarde, en la literatura de tendencia teoldgica, como la de un alma llamada a vivir en la $0- ciedad de los dioses, soplo puramente espiri- tual que tiende hacia las regiones celestales, ‘Aunque se enraice en el pensamiento de Pla- tén, que se desarrolla seis sighos mis tarde en Plotino, sélo en los primeros silos de la xa ctistiana dari nacimiento a toda una ‘pneumatologia, para alcanzar su pleno des arrollo en el gnosticismo. La teologia simb- Tica no encontrar mejor imagen para expre- sar lo que es el alma-espiritu que la del —» aliento, que sale dela boea de Dios. II. Pata los romanos, el pneuma, en lati spirtus, es ala ver, indica Jean Beaujeu, el principio de la generacin para el conjunto {e los seres animados y, en Su aspecto pura- mente inteigible y espritual, el principio, del pensamiento humano, El —> fuego que entra en la naturaleza del preuma proviene del fuego puro del éter, no de una combus- tidn terestre; este origen estableci el paren- tesco real del alma con el cielo...» ‘La nocién de pneuma, mezcla de aire y de calor vital, estrechamente emparentado ya menudo identifieado al fuego puro del eer, que es el alma del mundo, parece tener su punto de partida en uno de los primeros tratados de Arisételes, de donde pasé a los estoicos» Pero la asimilacién del cosmos a tun ser vivo parece de origen_pitagérico: ¥ pass, a través de Platén, a los estoicos Tualmente, Ia idea de que el cuerpo paraliza y entumece al alma, que Ia vuelve Sujcta @ las tinieblas y a las pasiones a la vez, que la fenciera en una especie de prisin, es verti después de Platén en toda una linea de pen- sadores, fi6sofos y religiosos. 12, San Pablo, sin pretender enseAar una antropologia completa y coherente, distin- fue en el hombre integral el espirtu (pnew ‘ma), el alma (psykhe) y el cuerpo (soma). i se relacionan los textos de la primera carta a fos tesalonicenses (Tes 5,23) y de la prime- 11 carta a los eorintis (ICor 15,44) parece due el alma-psykhe es lo que anima el cuer po, en tanto que el espritu-pnewma es la parte del ser humano abjerta a la vide mis clevada, a Ia influencia directa del Espiritu Santo. Es quicn se beneficiaré de la salva- cién y de la inmortalidad, es @ quien la traci santfica; pero su influencia debe irra- iar por la pspkhe sobre el cuerpo, y en cam: secuencia sobre el hombre integral, tal como debe vive en este mundo y tal como seri re censtituido después de la resurreecion 13, La tradicin escolistica, y particular ‘mente el pensamiento tomist, distingue 80 ‘como tres niveles en el alma humana: el ve- setativo que gobierns las funciones elemen- tales de nutricién y de reproduccin, de movimiento bruto; el sensitivo que rige 10s, ‘rganos de los sentidos, el intelective, que ‘enirata dos potencias superiors: la intelec- tiva y la apetitiva (@f. Summa Theol., ext), No entramos aqui en las dems divisiones 4e las potencias del alma ni de sus operacio- nes. Por la potencia racional el hombre se istingue de los otros animales y se dice creado a imagen y semejanza de Dios. Si se considera en ella su fina punta, se alcanza la mens, parte mas alta del alma destinada a recibir Ja gracia, a tomarse el templo de Dios y a gozar directamente de la visién beatific, TC, 14, El sentido mistico del alma se ha des- arroliado en la tradicin crstiana, El grado espiitual aleanzado por los misticos m0 in- ccumbe de ninguna manera ala psicologia; su alma esté animada por el Espiritu Santo El alma presenta diferentes partes. Si- uiendo a san Pablo, los misticos distinguen principio vital del principio espritual, el psiquico del pneumtico; sélo el hombre es piritual esté movido por el Espiritu Santo Aludiendo a la palabra de Dios, san Pablo la compara a una espada que penetra hasta el punto de divisin de alma y espirita (Heb 4,12), La transformacién spiritual resulta necesaria para revestir al hombre nuevo (EL 423) Ya se trate de Clemente de Alejandria 0 ‘be Origenes, los padres griegos adoptarén las Aivisiones propuestas por Plotino, segin el cual conviene retener tres tipos de hombres: sensible, elrazonabley el inteligible. Entre los latinos, san Agustin ejerceré una influencia profunda sobre la concepcién del alma en el siglo XU. Discierne el fondo del alma y su cima (De Trinitate, 14, ¢. 6). EL hombre es espiritu y carne: spirtus et caro (Enarratio in Ps., 145.5), y e5 a través 4e las diversas regiones del alma que impor- ta buscar a Dios, El elemento espiritual en el hombre (spirtus. vel animus) es llamado mente (mens), nombre que retendra la trad- idm escoléstica, en cuanto acta como prin- cipio activo de as operaciones espirituales. a La mente 3, “Thierry, pode dl ti, por la eual el 02a desu presencia as divisions de Tos. frailes de la (avs), Retengar minologia «prop esigna el alma vi alma en su dspoi a animus ‘Antes de alea eidad, eb animus busca Dios y divina- debe ear e la desemejanza e Dios segin su «da animus bomus fluencia de san A referent al alma les. Bl estado progresaatento al estado perfecto es ‘luminado pore realizar la unidad ‘unin con Doe En el siglo xm, Ima individual, las tapas en la via siderable. Basta algunos autores: Gi Isaac de Etoile Rievault, Guill de Saint Victor, naldo de Bonne 15, Desde un biendo mostrado con miles i 80 alma humans: el ve- fanciones elemen- reproduccién, de nsitvo que rige los el intelectivo, que periores: In intelec- Summa Theo, q Jas demas dvisiones ide sus operacio- cional ef hombre se animales y se dice janza de Dios. Si se ‘nta, se alcanza la ‘alma destinada a arse el templo de mente de la vision TC. del alma se ha des- on cristina. El grado los mistios no i mistcos distingven incipio espritual, el slo el hombre es- Fel Espiritu Santo, de Dios, san Pablo la ‘que penetra hasta ef ima y espiritu (Heb cepiritual resulta al hombre nuevo (EF te de Alejandria 0 sregos adoptarin las 3 Plotino, segin el tipos de hombres: ye intligible Agustin eerceré una re la concepcién del Discieme el fondo Trntae, 14, c. 6) y care: spirtus et 145.5), y esa través ar La mente ¢s, segiin Guillermo de Saint- Thierry, poder del alma y sede de la sabidu- tia, por la cual el hombre se une a Dios y sgoza de su presenci Las divisiones del alma concuerdan con Jas etapas espirituales tan a menudo simbo- lizadas en las obras de arte. Guillermo de Saint-Thierry, amigo de Bernardo de Clara- val, benedictino y luego cisterciense, ha pre- cisado esas relaciones en una carta enviada @ los frailes de la cartuja de Mont-Diew (DAVS), Retengamos solamente aqui su ter ‘minologia a propésito del alma; el anima designa el alma viificadora del cuerpo; el flma en su disposicién espiritual sera lama- dda animus, ‘Antes de alcanzar estabilidad y esponta nneidad, el animus es decir, el alma que busca a Dios y desea recobrar su semejanza diving debe estar formado. El alma vuelta dle la desemejanza y reformada a la imagen ‘de Dios segin su estado original sera lama- dda animus bonus. Guillermo recibe la in- uencia de san Agustin, cuyo vocabulario referente al alma utiliza’ imagenes corpora- les, El estado razonable es propio de quien progresa atento al Espiritu que lo forma. El estado perfecto es el del hombre espiritual iluminado por el Espiritu Santo y tendente @ realizar la unidad de espiritu con Dios. Segiin Guillermo de Saint-Thierry, estos tres tipos de hombres se encuentran en los monasterios. La estabilidad no est jamais ri- sgurosamente adquirida, de donde los pasajes constantes entre los dos dltimos estados: ra zonable y espiritual ‘A cada estado corresponde una cualidad del amor proporcional a Ia medida de la unidn con Dios. En el siglo Xil, la importancia dada al alma individual, a su evolucién interior, @ las etapas en la via de la perfeccién, es con- siderable. Basta para convencerse con citar algunos autores: Guillermo de Champeaux, Isaac de I'Etoile, el pseudo Hugo, Aclred de Rievaulx, Guillermo de Saint-Thierry, Hugo de Saint-Victor, Archer de Clairvaux, Ar- naldo de Bonneval 15. Desde un punto de vista analitico, ha bbiendo mostrado que el alma es un concepto con multiples interpretaciones, Jung diré toa que «corresponde a un estado psicoléxico ue debe gozar de una cierta independencia en los limites de la conciencia... El alma no coincide con la totalidad de las funciones psiquicas. (Designa) una relacién con lo in- onsciente y también... una personificacion de los contenidos inconscientes... Las con- cepciones etnoligicas e histéricas del alma muestra claramente que es ante todo un ‘contenido perteneciente al sujeto, pero tam- bign al mundo de los espiritus, @ lo incons ciente. Es por ello que el alma siempre tiene en si misma algo de terrenal y de sobrenatu- aby QUNT, 251-255). Terrenal, ya que esti uesta en contacto con la imagen maternal de naturaleza, de tierra; celestial, pues lo in- consciente desea siempre ardientemente la Iz de la conciencia. Es asi que el anima cjerce una funcién mediadora entre el yo y el si, constituyendo este iltimo el micleo de Ja psique. El anima, segin Jung, comporta cuatro cestadios de desarrollo; el primero, simboli 2zado por — Eva, se sitia en un plano insti tivo y biolbgico. El segundo, mis elevado, ‘conserva sus elementos sexusales. El tercer0 ‘esti representado por la virgen Maria, en {uien ef amor alcanza totalmente el nivel es- Piritual, El cuarto es designado por la Sabi uria GUNS, 185). ZQué significan estos cua- two estadios? La Eva terrenal, considerada como elemento femenino, progresa hacia ‘una espiritualizacién. Si admitimos que todo Jo terrenal posee en lo celestial su corres- pondencia, la virgen Maria debe ser mirada ‘como la cara terrenal de la sophia que es ce- lestal ‘Asi vemos ya que el alma individual debe recorrer esas cuatro ctapas. Eva, en mos otros, es llamada en un movimiento ascen. sonal a purificarse, a fin de imitar a la virgen Maria, descubriendo en si al nifo de luz (el puer aetermus), su propio sol Retendremas atin otra definicion dada por Jung: El «anima es el arquetipo de lo feme ring que desempena un papel de muy parti- cular importancia en lo inconsciente del hombre» Si el anima es el indicio femenino del in- consciente del hombre, el animus, segin Jung, es el indieio mascutino del inconscien te de la mujer, 0, también, el anima es Ia componente femenina de la psique del hom- bre yel animus la componente masculina de Ja psique femenina (UNM, 125,446). El alma, ese arquetipo de lo femenino, es, siguiendo as épocas histricas, més © menos activa, Se despiega sobre todo entre los mis- ticos. En un periodo eminentemente espiritual como el siglo Xi, es perfectamente normal ue Se manifieste en dos planos totalmente Giferentes, es decir, correspondiendo a dos srados privados de relacion directa, situados fen zonas independientes, pero progresivas Estos dos planos concverdan con el segundo yl tercerestadio precisados por Jung: as se encuentra en el siglo Xit el amor eortes y cl amor a la virgen Maria, En el interior de estas dos tendencias, encontramos en el $i slo Xi la importancia dada al alma, a la naturaleza, a la dama (la de tierra y ia del el), lava que todo hombre lleva en €l e la que Bernardo de Claraval sara distin- alr el sito exacto que le corrsponde en el Ser. Uno y otro de esos amore nacen del alta ¥ se dirgen al alma, pues proceden de un re- {oro instintvo a uno mismo. M-M.D. 16. En toda la tradicidn de la hechiceria, fl hombre puede vender su alma al diablo, ‘para obtener a cambio lo que desea sobre lt tierra. En formas miltiples es el pacto de Fausto con Mefstfeles. Pero una leyenda alemana afade que el hombre que ha vendi- {o su alma deja de tener sombra (TERS, 26) UES eso un eco de las creencias en las dos al- ‘mas, en el doble de los antiguos epipcios? {No es mas bien simbolizar el hecho de que ‘aquél ha perdido toda existencia propia? La Sombra seria entonces el simbolo material del alma asi abandonada, que pertenece en To sucesivo al mundo de las tinieblas y no puede ya manifestarse bajo el sol. Si ya no hay sombra, es que tampoco hay luz, ni con Las concepciones tan diversas. del alma y de las almas, cuyo mero enunciado ‘eigiia volmenes, se traducen en obras de are, leyendas, imigenes tradicionales, que Son otros tantos simbolos de las realidades Invisibles que actdan en el hombte. Estos simbolos quedarian cerrados de no referir- nos a las ereencias sobre el alma de los pueblos que los han imaginado. ‘No hemos hecho mas que esbozar, a vuelo de pajaro, algunas de esas ereencas, para in vitar al intérprete de los simbolos @ aplicar ‘astantes reservas y matices cuando hable de los simbolos del alma. De qué alma se tra- 1a? La famosa contienda del animus y del ‘anima, a pesar de la sutileza de un Henei Bremond y de un Paul Claudel, se halla lejos de haber expresado todo el contenido de las inwiciones humanas, tan ficas en su incohe rencia, sobre este principio vital, que hace algo mis que enlazar una porcién de mate fia y un soplo de esprit, que los une Subs tancialmente en un mismo sujeto, Almendra, nue. 1, La almendra es muy ee neralmente, con fespecto a la céscara, el simbolo de lo esencial escondido en lo acce Sorio, de la espirituaidad velada por las doctrinas y las prictcas exteriores. Asi san ‘Clemente de Alejandtia dice: «Mis Siromata encieeran la verdad mezclada con los dog- ‘mas dela filosofia, 0 mejor dicho, envuelta recubierta por ellos como la parte comesti- ble de la nuez por la ciscara» O Mahmid Shabestari: «La shariak es la corteza, la hhagigah es la almendra... Cuando el migra- dor ha alcanzado Ia certitud personal, la almendra esti madura y la corteza estalla.» © también Abd al-Karim alli: «Deja la corteza y toma el nicleo; no seas de esos que ‘gnoran la cara iquita el velols En este i vel, la relacion de la almendra con la cisea fa es la de la esencia con las cualidades torre, > ziggurat. Almocérabes — lacerias, Alondra. Este pijaro parece haber tenido solo un lugar restringido en la mitologia de Jos cetasinsulares. Una de las tes vanas b tallas de la isla de Bretaha, en la tradiién salesa, es la de Arderyde: fue librada por causa de un nido de alondra, Por contra, fue ‘un ave sagrada para los gales, de juzgar por eH Atonéra las trazas que el nombre antiguo ha dejado fen francés y la memoria del folklore. La pri- ‘mera legion romana reclutada en la Galia eva el nombre del ave (alauda). La alon- ra, pot su modo de elevarse muy ripida- mente en el cielo, o por el contrario de dejarse caer bruscamente, puede simbolizar l-evolucion y la involucion de la Manifesta- cidn, Sus pasajes sucesivos de la tierra al cielo y del cielo a la terra reinen los dos polos dela exstenca Representa asi la unin de fo terrenal y lo celestial. Vuela alto y hace su nido en tierra fon briznas de hierba seca. Su canto, opues- tamente al del ruiseor, es canto de poze ise sewn Chante de gs Toso oe amas ha io En la luz de la maaana, Ia alondra, «tal ‘como una felicidad desencamada empren- ‘diendo el vuelo», simboliza el impulso del hombre hacia ia‘alegria. Para los tedlogos misticos, el canto de la alondra significa la plegaria ‘clara y gozosa ante el trono de Dios. En piginas célebres, Michelet ha hecho de la alondra un simbolo moral y politico: «El zoz0 de un invisible espiritu que querria consol ala tierra.» Es la imagen del traba- 84 jador, y en particular del labrador. Bache. Jard (xcs, 100-106) observa que laalondra es una «imagen literaria pura», por su vuelo ‘muy alto, su pequeta talla y su velocidad due Te impiden ser vista y voiverse una ims ‘gen pictérica. Metéfora pura, la alondra se fonvierte desde entonces en simbolo de transparencia, de materia dura, de grito. De ella canta el poeta Adolphe Rossé: «pues, escuchad: no es la alondra que canta... ee ave color de infinitow; a fo que Bacheland fahade: «color de ascensién... un chorte de sublimacién... una vertical del canto. una fonda de alegra. Sélo la parte vibrante de ‘muestro ser puede conocer la alondra Al {érmino de su sutil andlisis, Bachelard hace de Ia walondra pura... el signo de una subli- ‘macin por excelencian Alquimia. 1. La alquimia es el arte de la transmutacin de lor metales en vista de Ja obtencion del oro. Pero producir oro me- Lilico para gozarlo, incluso, como en la na, oro porable para consumirio en vistas de alcanzar la longevidad corporal, no es ciet= tamente la meta verdaders de ia alquimia, No es en efecto, en grado alguno, una pre- uimica, sino una operacién_ simbélica, ‘lan creido, dice un viejo texto chino, que fe trataba de acer oro con las pitdras. dno 5 eso insensato? La operacién es posible, responde el guri Nigirjuna, por la virtud cspirituabs; pero jamés tal ‘poder (siddhi) puede considerarse como un fin en si. El ‘oro, dicen los textos véicos, es la inmortali- dad. Y a ello precisamente tiende la sola ‘anamutacién real: la de la individvalidad humana. Se dice expresamente de Liu-Hiang ue, si fracas6 en la obtencién del oro, e por falta de preparacién espiritual. Li Chao Kiun no considera el éxito sin intervencién celestial; asimila Ta obtencién final a fa bus- ‘a de [as alslas de los Inmortales». Aunque, or una polarizacion tarda, los chinos dis- Tinguen Ja alguimia interna (nei-tan) de la alquimia externa (wai-tan) -cuando la se- funda no es mis que el simbolo de la prime ‘ala simblica estéclaramente expuesta en Oceidente por Angelus Silesius: «£1 plomo se cambia en oro, el azar se disipa cuando, con Dios, soy cambiado por Dios en Dios as Es el coraaéa, el ris fino; es ef Cr ellos sonia tintura Sin embargo, de simbolismo alqu cosmolégico. Las 6 soluctén universak kalpa y lucia, inspi alterntivas de fs considera sceleracign de la accién propia el mercurio que lesen la matt clon se efetia lun criol donde, maduran, donde oro. Ademés el risa forma (de Kueruen, =» > calabaz, i de Ta alquisia ‘cavern del ‘como siendo un so embrionario, simbdlicamente cabeza (Brahma fect la slid Jos chines, por ‘rap, por su vuelo tall y'su velocidad y volverse una ima- pura, la alondra se en simbolo de ra que canta. es el lo que Bachelard in. un chorro de ical del canto... una Ta parte vibrante de la alondra» Al isis, Bachelard hace signo de una subli- ja es ol arte de la metals en vista de fo producir oro me- uso, como en la Chic sumo en vistas de corporal, no es cier- dela alquimia. do alguno, una pre- peracén simbélica, eo texto chino, que ‘oon las pidras: ino peracin 5 posible, una, por la virtud tal poder (siddhi) un fin en si. El ios, sla inmortali- mente tende la. sola ‘e la individualidad mente de Liu-Hiang, cin del oro, era spiritual. Li Chao- Silesius: «| plomo se disipa cuando, por Dios en Dios. 85 Bs el corazén, el que se cambia en el oro mas fino; es el Cristo, o la gracia divina, ellos son la tintura.» ‘Sin embargo, de una forma mas general, el simbolismo alquimico se sitia en el plano cosmolégico. Las dos fases de coagulacién y e solucién corresponden a las del ritmo universal: kalpa y pralaya, involucién-evo- lucién, inspiracién-expiracién, tendencias altemativas de tamas y sata. La alquimia 8 considerada como Una extension ¥ una aceleracién de la generacién naturale Ia accién propiamente sexual del azufte sobre el mercurio que da nacimiento a los minera- Jes en la matri terrestre; pero la transmuta- cidn se efectia también en ella: la tierra 65 un crisol donde, lentamente, los. minerales ‘maduran, donde el bronce se convierte en foro, Ademds el horno del alquimista tiene la ‘misma forma (de ampolleta) que el monte K'ven-luen; -» centro del mundo, y que la => calabaza, imagen del mundo, La prictica 4 la alquimia permite descubrir en uno ‘mismo un espacio de forma idéntica: la > caverma del corazén. EI huevo filséfico se halla ademas encerrado en el erisol, como el hhuevo del mundo o el embrién de oro en la caverna césmica, La fundicion de los ingre- dientes en el criso simboliza en efecto, tanto en la China como en Occidente, el regreso a Ja indiferenciacin primordial, y se express como siendo un retorno a la matriz, al esta do embrionario. La abertura superior del —> atanor se asimila a aquella con la que esti simbelicamente agujereada la cispide de la cabeza (Brahma-randhra), por donde se cefectia Ia salida del cosmos, o bien, segin Jos chinos, por donde se escapa el embrign, en su proceso de retorno al Vacio Los elementos de la «Gran Obra» son, en Occidente, el azure y el mercuro, el fuego y cl agua, Ia actividad y la pasividad, las in- fMuencias celestiales y terrenales, cuyo equili- brio produce la sal. En Ta alquimia interna de los taoistas, que aparentemente entronca mucho con el tantrismo, son el ky el ising el soplo y la esencia, igualmente fuego y agua (fuego del Espiritu, agua seminal, dice el Tratado de la Flor de Oro). Se los figura por los trigramas Ui y k’an del Yi-King que Alguiin también por Kien y Kiuen, que son las per- fecciones activa y pasiva, Cielo y Tierra Las etapas esenciales de la Gran Obra son Ia obra al blanco (albedo) y la obra al rojo (rubedo). Estas corresponden, segin el her metismo occidental, a los pequefios miste- rios y a los grandes misterios; pero también ala eclosidn dela flor de oro china y ala sa~ lida del embrién, a la obtencién de los esta- dos de hombre verdadero (Ichen-jen) y de hombre transeendente (chen-jen): hombre primordial y hombre universal, dice el esote- rismo islimico, que califica, por otro lado, este thtimo de azufre rojo, Se trata de hecho: 4) de alcanzar el centro del mundo o el esta- do edénico; b) dela salida del cosmos, a lo largo del ee del mund§ y de aleanzar los es tados suprahumanos (ELIV, GRIF, GUED. (GUET, GUES, KALL, KALT, LECC). PG. 2. Desde otro punto de vista, la alquimia simboliza la evolucién misma del hombre desde un estado donde predomina la materia fun estado espiritual: transformar en oro los metales equivale a transformar al hom- bre en puro espiritu, La alquimia comport, en efecto, un conocimiento de la materia; ‘menos una ciencia que un conocimiento, Se aplica la mayoria de veces a fos metales,si- tttiendo una fisica simbolica de las mis des- concertantes a Ios ojos del sabio. La alqui ‘mia material y la alquimia espirtual supo- ‘nen un conocimiento de los principios de ‘orden tradicional y se fundan mucho mas en tuna teoria de las proporciones y de las rela- ciones que en un andlisis verdaderamente fisicoquimico, bioldgico 0 filosético de los elementos puestos en relacién. El lenguaje y la ldgica son para ella de naturaleza sim- bali. La famosa -» Tabla esmeraldina enunci, cn un estilo de lo mas hermético, los a ‘mas primordiales de la alquimia, Estos pue- den, por otra parte, resumirse ast: «Todas las oposiciones se ordenan en funcién de la oposicién fundamental macho-hembra: la ‘Gran Obra, es a unin del elemento macho, el azufre y del elemento hembra, el mercu- io, Todos los autores multiplcan las com= paraciones tomadas del lenguaje de la unién ya generacién» (BUS, 28). Pero aquélla no fe reduce de ninguna manera @ una sexolo- —_—_————_—_—— ia: éstasirve solamente de soporte simbsli- (2 al conacimiento ‘Una de las précticas més interesantes de a alguimia se llamaba, en la edad medi, arte regia, como bien ha puesto de relieve Serge Hutin. A parti de la idea de una dec dencia de los seres de la naturaleza, «la gran ‘obra suprema (obra mistica, via de lo abso Toto, obra del fénix) era la feintegracion del hombre a su dignidad primordial. Encontrar Ja peda filosofal es descubrir lo absoluto, es poser el conocimiento perfecto (la gnosis) Esta via real debla conducir a una vida mis- tica donde, extirpadas as rales del pecado, ef hombre se volveria generoso, dulee, pia: ‘dosoy temeroio de Dios» (BURS, 60) 3. Cuatro operaciones, a interpretar alin simbélicamentesiguiendo los planos donde Se realizan las transformaciones o transmi taciones, presiden el trabajo del alquimista: Ia purificacion del sujeto, su disolucisn has- 1a que no quede de él sino el ser universal ‘una nueva solidifieacién y por fin una com. binacién nueva, bajo el imperio del ser mas puro, al nivel de este ser nuevo, oro o Dios. La segunda de esas operaciones es aun la ‘mada volatilizacién, sublimacisn (no en el sentido analitico moderno}, combustion, in cineracin, ele, Ottor autores comsideran Seis operaciones en el proceso de transfor- rmacisn: la caleinacién, que corresponde al color negro, ala destruccién de las diferen- cis, ala extincién de los deseos, ala reduc- cién al estado primero de la materia; la ptrefaccién, que separa hasta su foal diso- lucia Tos elementos calcinados; la solucién, que corresponde al color blanco, propio de ‘una materia totalmente purficada; la desti- Tacién, y Iueg0 la conjuncion, que corres- ponden al color rojo, a la_unién de fos ‘opuestes, 0 coexistenca pacifica de los con traris; por iltimo la sublimacién, ave co: rresponde al oro, color del sol, plenitud del ser, calor y luz. Los diversos sistemas de ‘operaciones, mas o menos detallados, e re- ssumen todos en la eélebre formula solve et ‘coagula, que se podria traducir por purifica ¢ tncegra. Esta se apica tanto a a evolucién del mundo objetivo como a la del mundo subjetivo, que es el de la persona en vias de realizase 86 4. La interpretaci6n alquimica utiliza los simbotos de su lenguaje propio como claves ‘para abrir el sentido escondido de los cuen- tos, las leyendas y los mites, en los cuales dlisciemne ef drama de las perpetuas transfor- maciones del alma y el destino de la erea- cidn. He aqui un ejemplo caracterstico de festa forma alquimiea de la interpretacion ‘Blancanieves, es muestra virgencita, la mi- rnera del oro, Lor sete enanos o gromot (del ariego gnosis: conocimiento) son el aspecto {de [a materia mineral en sus siete prolonga- cones (los 7 metals). Cada enano tiene dems el cardcter del planeta que lo domi- na, Grufcn es saturniano, Simplin es luna, Alegre es venusiano, etc. Pero Grunén el sa” ‘urmiano es quien proporciona la mayoria de fos servicios al grupo y sabe sacerlo del pro blema en la ocasidn. Blancanieves es entre- tada por la malvada reina al exzador verde Dara que ése la haga morir. Pero finalmnen- te, después de una muerte aparente, tras haber mordido la manzana maléfica, la vit- ‘encase casari con el principe de sus $uedos, que es joven y bello El principe en- fantador es nuestro mercurio flosoal (sabi do es que el atsibuto del mercurio de la itologia es una perpetua juventud de rsteo yy cuerpo). Y de la unién de este mereurio y ea vrgeneita (del principe y de Blancanie ves) surged la conelusién de todas los euen- (os: fueron felices y tuvieron muchos hijos En efecto, la multiplicacion hermética obte- nida con ia Piedra es conforme con el Cre- ‘ced y’mulliplicaos del Genesio» (Robert Amt- belain, Dans ombre des cathédrales, en reir, 313), Altar. Microcosmos y catalizador de lo s trade. Hacia ef altar convergen todos los estos itirgicos, todas las Linas dela argue fectura. Reproduce en miniatura el conjunto Gel templo y del universo. Es el lugar donde lo sagrado se condensa con la mayor intensi- dad. Sobre el altar, 0 cerca de él s donde se ‘cumple el sarificio, es deci, lo que hace sa- frado, Por esta razén se halla elevado (al tum) eon relacién a todo lo. cireundante Reine igualmente en él la simbélica del cen- tro del mundo: es ef hogar de la > espiral ‘Que simbolizg la espiritualizacisn progresiva "7 el univers. Ela instante en que un Altura Sibolo zaciéa, de asim representa el cel ras. ea altura es colores if re fos marcoe rayos de sl, manifistan el més al ene tendencia ala amarilo muy ad divina. Es tro, spin Ang brillant, liber divin dels 2ere, que qui ish es pr huevo eésmioo 2 La alu un camino de

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