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Cuando, debido a propiedades especiales de la sustancia, no pueda medirse

convenientemente ninguno de los parmetros mencionados, puede ser adecuado medir el


punto de fluidez.

Urna cineraria romana del s. I d.C.

La ceniza fue entre muchos pueblos una seal de dolor y de arrepentimiento.

El esparcirse ceniza o polvo sobre la cabeza en lugar de los perfumes con que solan ungirse los
orientales, el sentarse en el suelo entre ceniza o polvo, eran las seales con que se expresaban las
calamidades pblicas, el dolor, la penitencia, el luto de donde se deriv, como dice el seor Torres
Amat, la frase comer el pan con ceniza, pues es natural que caera esta de la cabeza del que coma.

Los judos hacan una leja o agua lustral con las cenizas de una ternera sacrificada el da de la gran
expiacin, la que serva para purificar a aquellos que haban tocado algn cadver o asistido a los
funerales. Los griegos y romanos, que observaban la costumbre de quemar a los muertos, tenan
urnas llamadas cinerarias, en las que ponan las cenizas de aquellas personas que les haban sido
queridas y cuyos restos deseaban conservar.

En la primitiva Iglesia el obispo pona un poco de ceniza en la frente del pecador al principio de su
penitencia y de aqu viene la prctica, mandada en el Concilio de Benevento celebrado en el ao
1091, de ir a recibir la ceniza el primer da de cuaresma. Hay algunas rdenes monsticas, como
los trapenses, que ponen a los religiosos en medio de la iglesia sobre una cruz de ceniza poco
antes de morir, para recordarles su origen y a lo que van a parar.2

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