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SUMARIO
Introducción
I. La evolución del principio de separación de poderes y hacia la
búsqueda en el derecho positivo venezolano de una
Administración Pública en el Poder Judicial.
1
Publicado en Temas de Derecho Administrativo, Libro Homenaje a Gonzalo Pérez
Luciani, Colección Libros Homenaje Nro. 7, Tribunal Supremo de Justicia, p. 55 y ss.,
Caracas, 2002.
2
Abogado de la Universidad Católica Andrés Bello, 4 puesto en su promoción.
Especialista en Derecho Administrativo de la Universidad de Paris II, Pantheon Assas.
Cursos en Gerencia Pública a nivel nacional e internacional. Gerente de
Modernización del Tribunal Supremo de Justicia, y actualmente del Poder Judicial
(como ejecutora de los convenios con el Banco Mundial). Conferencista en varios
eventos y autora de estudios difundidos en publicaciones arbitradas y especializadas.
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN EL PODER JUDICIAL
3
Nombre con el que el Profesor Luis Enrique Farías Mata se refería al Poder Judicial
para señalar su minusvalía respecto de los restantes poderes.
4
Ver por ejemplo el Informe del seminario sobre la Administración de Justicia,
realizado por el International Bar Association/Human Rigth Institute en 1999.
5
La Corte Suprema de Justicia tenía algunas competencias en materia de gobierno
del Poder Judicial, pero no eran otorgadas por la Constitución, sino por la Ley
Orgánica de la Corte Suprema de Justicia y la Ley Orgánica del Consejo de la
Judicatura.
6
Ver los Informes Anuales de la Corte Suprema de Justicia, 1997-1999, pp. 40, 88 y
32, respectivamente.
máxima autoridad, el Tribunal Supremo de Justicia, el poder necesario
para formular sus políticas y ejecutarlas.
7
Ver en la exposición de motivos de la Constitución el capítulo III relativo al Poder
Judicial.
8
El principio de separación de poderes fue formulado por Montesquieu en el “Espíritu
de las Leyes”, quien retomó la tesis de la división de poderes de Locke. Montesquieu
consideraba que es “una experiencia eterna que todo hombre que tiene poder tiende
a su abuso”, por ello, es importante que “el poder detenga al poder”. Ver García-
Pelayo, Manuel; “Derecho Constitucional, Manuales de la Revista de Occidente, 5ª.
Edición, Madrid, p. 155.
que realizan las tareas administrativas del Estado9 y, al Poder
Ejecutivo, como el Poder del Estado que, según el principio de
separación de poderes, ejecuta esas tareas.
9
VEDEL, George, Derecho Administrativo, Traducción de Rincón Jurado, Biblioteca
Jurídica Aguilar, pp. 14.
10
MONTESQUIEU, “De l´Esprit des Lois”, Tome I, Edition 6. De Truc, éditions Garnier
Fréres, Paris, 1961, livre onziéme.
11
SAYAGUÉS LASO, Enrique, Tratado de Derecho Administrativo, Tomo I,
Montevideo, 1974, pp. 40.
12
TROTABAS, Louis, e ISOART, Paul, Manuel de Droit Public, Librairie Générales de
Droit et de Jurisprudence, Paris, 1988, pp.18 y 19.
13
VEDEL, George, “Droit Administratif 1”, Presses Universitaires de France, Paris,
1990, pp. 97 y ss.
14
Ver Dictamen de la Procuraduría General de la República de fecha 4 de marzo de
1985, pp. 5 y 6.
Es por lo anterior que ya en la primera mitad del siglo XIX los
constitucionalistas de la época se habían percatado que las
Constituciones, sancionadas en Europa y en América, no recogían el
principio de separación de poderes en la forma en que había sido
concebido, al otorgar a cada poder del Estado una actividad distinta a
la propia.
15
PÉREZ LUCIANI, Gonzalo, Funciones del Estado y actividades de la Administración,
Revista Nro. 13, Editorial Jurídica Venezolana, 1980, pp. 23.
16
Sentencia del 18 de junio de 1963 de la Corte Suprema de Justicia, publicada en
Gaceta Oficial Extraordinario, Nro. 891 de fecha 26 de agosto de 1963.
En relación con el Poder Ejecutivo, en sentencia de fecha 10 de enero
de 1980, esa misma Sala, en el caso Miranda Entidad de Ahorro y
Préstamo, admitió que las Comisiones Tripartitas, órganos
administrativos del Poder Ejecutivo creados para dirimir los conflictos
entre los trabajadores despedidos y los patronos, ejercían funciones
propias del Poder Judicial, en los siguientes términos: “la función
jurisdiccional, si bien es propia de los órganos judiciales, no es una
función privativa y exclusiva de ellos, pues los otros órganos estatales
también la ejercen, pero lo que sí es una función privativa y exclusiva
de los tribunales es el ejercicio de la función jurisdiccional en una
forma determinada”.
17
Existen incluso importantes discrepancias en la definición de la función
administrativa, sin embargo, existe cierto acuerdo entre los estudiosos de la materia
que en que la actividad administrativa es la actividad concreta práctica desarrollada
por el Estado para la inmediata obtención de sus beneficios, mientras que la
legislación y la justicia son actividades exclusivamente jurídicas. Ver: SAYAGUES
LASO, Enrique, OBCIT, pp. 40 y ss.
administrativa, ejecutara esa función, y por tanto, que la
Administración Pública no dependiera exclusivamente de él.
20
BREWER CARÍAS, Allan, Ley Orgánica de Administración Pública, Colección de
Textos Legislativos, Editorial Jurídica Venezolana, Caracas, 2002, pp. 15.
La Constitución de 1999, el Decreto de la Asamblea Nacional
Constituyente sobre el Régimen de Transición del Poder Público 21 y la
Normativa del Tribunal Supremo de Justicia sobre la Dirección,
Gobierno y Administración del Poder Judicial22, son los instrumentos
jurídicos que otorgan funciones administrativas al Poder Judicial y
crean los órganos que las ejercen.
21
Publicado en Gaceta Oficial Nro. 36.920 de fecha 28 de marzo de 2000.
22
Publicada en Gaceta Oficial Nro. 37.014 de fecha 15 de agosto de 2000.
23
De hecho, los artículos 266 y 355 establecen que el Tribunal Supremo de Justicia
es el más alto tribunal de la República y de la jurisdicción constitucional.
los demás órganos mencionados, haciéndose especial referencia a su
relación con el Tribunal Supremo de Justicia.
24
PEÑA SOLÍS, José, OBCIT, pp. 707.
25
GENTOT, Michel, “Les autorités administratives indépendantes”, Montchrestien,
Paris, 1991, pp. 17 y 48.
26
SAYAGUES LASO, Enrique, OBCIT, 215.
27
ENTRENA CUESTA, Rafael, Curso de Derecho Administrativo, Volumen 1, Editorial
Tecnos, Madrid, 1990, pp. 85.
Para establecer en qué categoría de las antes descritas se ubica el
Tribunal Supremo de Justicia, como órgano administrativo del Poder
Judicial, es importante tener presente el artículo 267 ya comentado, y
además, traer a colación el artículo 254 de la Constitución según el
cual, “el Poder Judicial es independiente y el Tribunal Supremo de
Justicia gozará de autonomía funcional, financiera y
administrativa”.
28
PEÑA SOLÍS, José, OBCIT, pp. 708. Es importante destacar que el autor en un
primer análisis considera que el Tribunal Supremo de Justicia es una autoridad
administrativa independiente, aunque advierte que se impone un estudio más
exhaustivo sobre la materia para llegar a tal conclusión.
29
Artículo 187 numeral 3 de la Constitución.
30
Artículo 254 de la Constitución.
administrarse de forma autónoma, y así, garantizar un ejercicio más
eficiente de la función jurisdiccional.
42
Esta ley como ya se indicó es aplicable a la Administración Pública del Poder
Judicial, en virtud de no existir una ley especial en esta materia.
43
Se hará referencia únicamente a los principios que rigen la Administración Pública
Central, ya que la Dirección Ejecutiva de la Magistratura no tiene personalidad
jurídica propia, por lo que no es un órgano descentralizado, sino centralizado.
jurídica en nombre de la cual se actúa, ya que así está previsto por la
Constitución en el artículo 14044.
En efecto, tal como señala PEÑA SOLÍS los actos del órgano delegado
se consideran dictados por el delegante, lo que implica -que si éste
fuera el jerarca- no se puede ejercer el recurso jerárquico contra ellos,
sino el de reconsideración47.
48
Ver: La responsabilidad del Estado por error judicial, en Memorias del Congreso
Latinoamericano de Derecho Procesal, pp. 69.
49
En este sentido, nosotros en un estudio anterior publicado en la Revista Nro. 4 del
Tribunal Supremo de Justicia, también sostuvimos que se trataba de un órgano
desconcentrado.
50
La Ley Orgánica de la Administración Pública caracteriza estos servicios por contar
con un fondo separado del Tesoro Nacional y estar dotados de autonomía según el
reglamento orgánico que lo cree. Sin dudas, la Dirección Ejecutiva de la Magistratura
tiene cierta autonomía de gestión, pero no puede percibir ingresos propios.
Esto es porque en realidad la descentralización, entendida en sentido
lato, es decir, como la potestad del jerarca de transferir sus
competencias a otro órgano, es un asunto de grado, y se puede pasar
de un modelo a otro, más o menos centralizado, de un momento a
otro51; sin embargo, es importante aclarar que existen diferentes
consecuencias jurídicas si se trata de una delegación o de una
desconcentración.
51
SAYAGUÉS LASO, Enrique, OBCIT, pp. 244.
a) Presentar a la Comisión Judicial52 del Tribunal Supremo de
Justicia los planes estratégicos institucionales, planes operativos
anuales y proyectos de presupuesto, ordinarios y
extraordinarios, de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura.
b) Decidir, dirigir y evaluar los planes de acción, programas y
proyectos institucionales, según los planes estratégicos y
operativos y el presupuesto asignado, y de conformidad, con las
políticas y lineamientos del Tribunal Supremo de Justicia.
c) Ejercer la coordinación del Comité de Gerencia de la Dirección
Ejecutiva de la Magistratura.
d) Velar por la correcta aplicación de las políticas y normas de la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura, así como por la
integridad y calidad de los procesos que se desarrollen en dicha
Dirección.
e) Decidir sobre los asuntos concernientes al manejo
administrativo y operativo de la Dirección Ejecutiva de la
Magistratura y del Poder Judicial.
f) Aprobar la celebración de los contratos, dentro de los límites de
la delegación financiera que sean establecidos.
g) Decidir sobre el ingreso y la remoción del personal de la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura.
h) Velar por el optimo desempeño de los procesos internos de la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura y del Poder Judicial.
i) Hacer propuestas a la Comisión Judicial del Tribunal Supremo
de Justicia sobre políticas y lineamientos que contribuyan con la
transparencia y armonía de los procesos de la Dirección
Ejecutiva de la Magistratura y del Poder Judicial.
j) Dictar la normativa interna de la Dirección Ejecutiva de la
Magistratura, previa aprobación de la Comisión Judicial del
Tribunal Supremo de Justicia.
k) Presentar a la consideración de la Comisión Judicial del Tribunal
Supremo de Justicia los resultados de la gestión de la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura y del Poder Judicial.
l) Coordinar y hacer seguimiento a los planes institucionales y a la
ejecución de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura y del
Poder Judicial.
m)Promover el desarrollo técnico y gerencial en los diferentes
niveles de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura.
52
La Comisión Judicial, según el artículo 2 de la Normativa sobre la Dirección,
Gobierno y Administración del Poder Judicial, es el órgano del Tribunal Supremo de
Justicia que ejerce las funciones de control y supervisión de la Dirección Ejecutiva de
la Magistratura. De conformidad con el artículo 26 eiusdem, la Comisión Judicial está
integrada por un Magistrado de cada Sala, aunque los Presidentes de Salas no
pueden formar parte de la Comisión Judicial, salvo el Presidente del Tribunal
Supremo de Justicia.
n) Las demás que le sean asignadas por la Comisión Judicial del
Tribunal Supremo de Justicia”.
Los demás órganos administrativos del Poder Judicial son las unidades
autónomas y las comisiones.
57
Artículo 24 del Decreto mediante el cual se dicta el Régimen Transitorio del Poder
Público y artículo 267 de la Constitución. De hecho ya existe un anteproyecto de ley,
que prevé la creación de los tribunales disciplinarios: el Código de Ética del Juez
venezolano o Jueza venezolana.
58
Artículo 20 del Reglamento de la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración
del Sistema Judicial, publicado en Gaceta Oficial Nro. 37.080 de fecha 17 de
noviembre de 2000.
59
Artículo 26 del Decreto mediante el cual se dicta el Régimen Transitorio del Poder
Público (publicado en Gaceta Oficial N 36.857 de fecha 27 de diciembre de 2000.
60
En efecto, presenta las mismas características que las unidades autónomas.
III. El Régimen jurídico de la Administración Pública en el
Poder Judicial
La autonomía administrativa
62
CHAPUS, René, OBCIT, pp. 335 y 336.
ley otorgue al Tribunal Supremo de Justicia la potestad de dictar su
propia normativa.
Por otra parte, debe destacarse que a los jueces no se les aplica la Ley
del Estatuto de la Función Pública, siquiera de forma supletoria, ya que
actualmente hasta que se dicte el Código de Ética del juez venezolano,
los regula la Ley de Carrera Judicial en aquellos aspectos en que no
está derogada y las normas dictadas por la Asamblea Constituyente
sobre la materia y la Comisión de Funcionamiento y
64
Reestructuración .
65
Artículo 5 literal f de la Normativa sobre la Dirección, Gobierno y Administración
del Poder Judicial.
66
Artículo 30 de la Normativa sobre la Dirección, Gobierno y Administración del
Poder Judicial y artículo 24 del Decreto mencionado.
extrajudicial de los derechos, bienes e intereses patrimoniales de la
República”.
CONCLUSIONES